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Hablemos de.

^ desafiante
p r o p u e s t a de
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AGENOR BRIGHENTI

Colección

<z7TahlzrnoíL as.

CELEBRAR BIEN LA EUCARISTÍA


La desafiante propuesta
Pablo Francisco Maurino, la. reimpr.
D E S A F I A N T E PROPUESTA D E APARECIDA, LA de Aparecida
Agenor Bnghenti, la. ed.
ECUMENISMO
Rory Humberto Gutiérrez, la. ed.
F E L I C I D A D Y C Ó M O A L C A N Z A R L A (LA)
José Rafael Prada, la. ed.
H O M O S E X U A L I D A D , LA
José Rafael Prada, la. ed.
IMÁGENES E I D O L A T R Í A
Antonio H.M. Gruyters, la. ed.
M É T O D O S NATURALES, LOS
Paola Pezzini - Leonardo Boretti, la- ed.
MISA (LA)
Dante Moretti, 2a. ed.
"NUEVA ERA", LA
BernardDubois, la. reimpr.
PALABRA EN N U E S T R A VIDA, LA
Bruno Forte, la. ed.
P O D E R D E L M A L I G N O , EL
José Rafael Prada, la. reimpr.
t P O R Q U É LEER LA BIBLIA?
Bruno Forte, 1 a. ed.
¿POR Q U É IR A MISA L O S D O M I N G O S ?
Bruno Forte, la. ed.
¿PARA Q U É CONFESARSE?
Bruno Forte, la. reimpr.
PSICOLOGÍAY RELIGIÓN
José Rafael Prada, la. ed.
¿QUÉ ES HACER EL A M O R ?
Mariateresa Zattoni, la. ed.
REENCARNACIÓN
Justiniano Beltrán, la. ed.
S A N T I F I C A R SÁBADO O D O M I N G O
Antonio H.M. Gruyters, la. ed. SAN PABLO
INTRODUCCIÓN

Comparada con su proceso oficial de preparación, lle-


vado a cabo en una perspectiva pre-conciliar, la con-
ferencia de Aparecida fue una agradable sorpresa. El
Documento final presenta una propuesta innovadora y
desafiante, aunque los obispos no hayan podido tomar
posición sobre algunas mediaciones importantes para
llevarla a cabo. Se cuenta con las pequeñas comunida-
des eclesiales de base y con el protagonismo de las mu-
jeres, pero se tropieza con la clara escasez del clero y con
un modelo de parroquia atrasado, entre otros.
El "punto de partida" de la propuesta es la realidad
Título original Título traducido interpeladora del sub-continente, que contradice el reino
A desafiante proposta de Aparecida Ixt desafiante propuesta de Aparecida
de la vida del Padre. El "punto de llegada" es "la vida
Autor Traducción
Agenor ñrighenti Justiniano Beltrán en plenitud" en Jesús resucitado, para la persona total
O Pia Sociedade Filhas de Sao Paulo
Rúa Pedro de Toledo, 164
Impresor
Sociedad de San Pablo
(liberación integral) y todas las personas, para nuestros
04039-000 Sao Paulo, SP - Brasil Calle 170No. 8G-31 -Bogotá pueblos (una sociedad justa y solidaria, expresión del rei-
ISBN
978-958-715-132-9
no de Dios en su dimensión inmanente). Para caminar y
la. edición, 2008 avanzar desde el "punto de partida" hasta el "punto de
Queda hecho el depósito legal según
Ley 44 de 1993 y Decreto 460 de 1995 llegada", la gran exigencia es "una Iglesia en estado per-
© SAN PABLO manente de misión", toda ella en su totalidad, con sus
Carrera 46 No. 22A-90 Distribución: Departamento de Ventas
Tel.: 3682099 - Fax: 2444383 Calle 17A No 69-67 miembros, acciones y estructuras. Para eso, las implica-
E-mail: editorial@sanpablo.com.co Tel.: 4114011 -Fax. 4114000
www.sanpablo.com.co E-mail: direccioncomercial@sanpablo.com.co ciones concretas son una conversión pastoral (cambio en
BOGOTÁ - COLOMBIA la acción) y una renovación eclesial (reforma institucio-
nal). El itinerario o camino por recorrer es un proceso en I
cuatro etapas: experiencia personal de fe, vivencia comuni- E L P U N T O DE PARTIDA
taria, formación bíblico-teológica y compromiso misionero Una realidad que nos interpela,
de la comunidad eclesial como un todo, convirtiéndose en pues contradice el reino de la vida
un "poderoso centro irradiador de vida".
Como se puede percibir, en el centro de la propuesta
de Aparecida, tal como esperaban y deseaban los sec-
tores más conservadores en relación con la renovación Diferente del Documento de participación, para el cual el
del concilio Vaticano II, no está ni en los discípulos, ni "punto de partida" era el "hambre de verdad", el "ham-
en una misión centrípeta, el salir para llevar personas bre de contemplación" o el "deseo de felicidad" (1), como
al interior de la Iglesia. Discipulado y misión son me- también de la Síntesis de las contribuciones recibidas, que
diaciones -importantes- pero no un fin. El centro de era la "sed de cielo" (1), en Aparecida, siguiendo el mé-
la propuesta de Aparecida es el "punto de llegada" de todo ver-juzgar-actuar, se partió, a ejemplo del concilio
la acción misionera de los discípulos, o sea, la "vida en Vaticano II, de los "signos de los tiempos", presentes en
plenitud" como transfiguración del "punto de partida". una realidad ambigua y contradictoria.
Vida plena que nos llegó a través de Jesús de Nazaret. Para los obispos, las condiciones de vida de los mi-
Más aún, tomando distancia de un posible cristomo- llones y millones de abandonados, excluidos e ignorados
nismo, para Aparecida, ni la persona de Jesús es el cen- en su miseria y en su dolor, contradicen el proyecto del
tro en sí, sino su persona y su obra: el reino de la vida Padre y desafían a los cristianos a un mayor compromiso
del Padre, en continua edificación entre nosotros en el en favor de la cultura de la vida. El reino de la vida que
Espíritu del Resucitado, hasta la consumación de los si- Cristo vino a traer es incompatible con esas situaciones
glos, y que encontrará su plenitud en la meta-historia. inhumanas. Cerrar los ojos ante estas realidades significa
En la secuencia, vamos a presentar la agradable sorpre- no defender el reino de la vida. El que no ama permane-
sa de esta propuesta. Como método de trabajo, la amplia- ce en la muerte. Existe una inseparable relación entre el
remos remitiéndonos directamente al texto del documento amor a Dios y el amor al prójimo, que nos invita a todos a
de Aparecida, conservando la forma y la terminología ori- suprimir las graves dificultades sociales y las enormes di-
ginal de los obispos. Los números entre paréntesis hacen ferencias que hay en cuanto al acceso de los bienes. Toda
referencia a los números del Documento oficial. preocupación en desarrollar estructuras más justas, o en

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transmitir los valores sociales del Evangelio, se sitúan en visión de la realidad y de la felicidad, y un lenguaje que
este contexto de servicio a la vida digna (358). se quiere imponer como auténtica cultura (45). Ésta lleva
Aparecida no quiso perder de vista la "realidad" de a las personas a vivir solamente el presente, el momento,
América Latina y del Caribe en un mundo marcado sin proyectos a largo plazo, sin preocupación por la ética
por una cultura que tiende a ver todo de manera virtual. (47) y, por tanto, sin compromisos con el otro, la familia
Con el concilio Vaticano II, discerniendo los "signos de y la comunidad (46). El consumismo despierta sueños
los tiempos" (33), constata que nuestros pueblos viven irrealizables, confundiendo la felicidad con el bienestar
una realidad marcada por grandes cambios (34). Claro económico y la satisfacción hedonista (50).
que siempre ha habido cambios. La novedad es que los Pero, según Aparecida, tampoco se puede ignorar que,
actuales, con el fenómeno de la globalización, tienen un en la ambigüedad de este cambio cultural, aparece el valor
alcance mucho mayor que afecta al mundo entero. El rit- fundamental de la persona, de su conciencia y experiencia,
mo es acelerado (33) y trae consecuencias para todos los y la búsqueda del sentido de la vida y de su trascendencia
ámbitos de la vida social, incluso para la religión (35). (52). Surge también la defensa de la diversidad cultural
de nuestros pueblos, penetrada de ricos valores: culturas
La situación sociocultural indígenas (con su apego a la tierra, vida comunitaria y bús-
queda de Dios), afro-americanas (marcadas por la expre-
En la jerarquización del "punto de partida", Apareci-
sividad corporal, el arraigo familiar y el sentido de Dios),
da empieza por el cultural. Generalmente se empieza por
campesinas (ligadas al ciclo agrario), mestizas (resultado de
el económico, pero se quiso actualizar el paradigma de
la convergencia de las culturas originarias en una historia
lectura en una sociedad que está pasando de lo social a lo
compartida) (56), urbanas (híbridas, dinámicas y cam-
cultural. Se constata que vivimos un cambio de época que
biantes) y sub-urbanas (fruto de migraciones, con proble-
se manifiesta, sobre todo, en el ámbito cultural. Se desha-
mas de identidad, pertenencia y relación) (58). A éstas, se
ce la concepción integral del ser humano, en su relación
suma la contribución de comunidades de migrantes, que
con el mundo y con Dios, y surge una supervaloración
llegan con culturas y tradiciones de sus tierras de origen,
de la subjetividad individual. El individualismo debilita
marcadas por el cristianismo y otras religiones (59). Estas
los vínculos comunitarios. Se deja a un lado la preocupa-
culturas de tradición coexisten, de manera desigual, con la
ción por el bien común, suplantándola por la realización
llamada cultura globalizada que se impone a través de los
inmediata de los deseos personales (44). A través de los
medios de comunicación. Esto exige de ellas dinamismo e
medios de comunicación se transmite una determinada

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interacción permanente con las diferentes propuestas cul- infantil y al aborto; millones de personas y familias que
turales, so pena de desaparecer (57). viven en la miseria, muchas de ellas pasando hambre; dro-
gadictos, discapacitados, portadores del SIDA, tuberculo-
La situación socio-económica sis y fiebre palúdica, excluidos de la convivencia familiar
En nuestros días, después del factor cultural, el eco- y social; secuestrados, víctimas de la violencia, del terro-
nómico es el más influyente en la realidad, sobre todo en rismo, de conflictos armados y de la inseguridad urbana;
el contexto actual de la mundialización. Aparecida afirma ancianos excluidos del sistema de producción y, muchas
que la globalización tiene su lado positivo como el acceso veces, rechazados por sus propias familias; presos en situa-
a nuevas tecnologías, mercados y finanzas, pero también ción inhumana. Ya no se trata del fenómeno de la opresión,
su lado negativo, como el riesgo de acrecentar los grandes sino de algo nuevo, de la exclusión social. Los excluidos
monopolios y convertir el lucro en un valor supremo (60). no son solamente "explotados", sino "superfluos" y "des-
Así, el mercado absolutiza el lucro y convierte la globaliza- echables" (65).
ción en promotora de iniquidades e injusticias (61). Desde Para Aparecida, en el seno de la globalización, los
el punto de vista social, la globalización concentra el poder Tratados de Libre Comercio entre economías asimétri-
y la riqueza en manos de unos pocos, incluso el conoci- cas no benefician a los países más pobres, además de
miento y las nuevas tecnologías, produciendo el grave fe- permitir el derecho de patente sobre la vida en todas
nómeno de la exclusión y, así, aumentan las desigualdades sus formas, como ya sucede con la manipulación de or-
y la pobreza de las multitudes (62). ganismos genéticamente modificados (67). En Améri-
Una globalización sin solidaridad afecta los sectores ca Latina y en el Caribe, el subempleo llega al 42% de
más pobres, generando nuevos rostros de la pobreza en la población, el desempleo al 9% y el trabajo informal
nuestro sub-continente, tales como: comunidades indí- afecta casi a la mitad de la población. El trabajo normal
genas y afro-americanas tratadas indignamente y en des- está sometido a la carencia de óptimas condiciones de
igualdad de condiciones; mujeres excluidas por razones de empleo y a la presión constante de la subcontratación,
sexo, raza o situación económica; jóvenes con educación debilitando los sindicatos (71). Los agricultores, en su
de baja calidad, sin posibilidades de entrar en el mercado mayoría, están en la pobreza, sin tierra, al lado de gran-
laboral y de formar una familia; pobres desempleados, mi- des latifundios en manos de pocos (72).
grantes, desplazados, sin-tierra, que tratan de sobrevivir Uno de los fenómenos más importantes en nuestros
en la economía informal; niños sometidos a la prostitución países es el de la movilidad humana, pues millones de

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personas se ven obligadas a migrar dentro y fuera de sus rrupción en la sociedad y en el Estado, que involucra los
respectivas naciones. Las causas se deben a la precaria poderes legislativo, ejecutivo y judicial, generando im-
situación económica, a la violencia y a la falta de opor- punidad y favoreciendo el descrédito del pueblo. Debido
tunidades para el desarrollo profesional. La explotación a eso, sobre todo entre los jóvenes, crece el desencanto
del trabajo hace de la situación de muchos emigrados por la política y, particularmente, por la democracia (77).
una verdadera esclavitud. Por otra parte, el envío de di- La vida social, en convivencia armónica, se está deterio-
visas de los emigrados a sus países, se ha convertido en rando con el crecimiento de la violencia que se manifiesta
una importante y, aveces, insustituible fuente de recur- en robos, asaltos, secuestros y asesinatos (78).
sos para muchos de los que quedan (73).
La situación ecológica
La situación sociopolítica
Las instituciones financieras y las empresas trans-
Aparecida constata que un hecho positivo en nuestro nacionales se fortalecen hasta el punto de subordinar
sub-continente es el fortalecimiento de los regímenes las economías locales, sobre todo debilitando los Esta-
democráticos (74), con la búsqueda de una democracia dos, los cuales se vuelven cada vez más impotentes para
participativa de la sociedad civil y la irrupción de nuevos implementar proyectos al servicio de su población. En
sujetos sociales como los indígenas, los afro-americanos, esta perspectiva, con frecuencia se subordina la preser-
las mujeres y los sectores marginados (75). Después de vación de la naturaleza al desarrollo económico (66): la
una época de debilitamiento de los Estados, por la aplica- naturaleza está siendo agredida; la tierra saqueada; el
ción de ajustes estructurales de la economía recomenda- agua es tratada por las empresas como negocio, o dis-
dos por organismos financieros internacionales, se ve un putada por las grandes potencias, como en el caso de
esfuerzo estatal para definir y aplicar políticas públicas la Amazonia (84), herida en la dignidad de sus pueblos
en los campos de la salud, la educación, la alimentación, (85) y amenazada por la internacionalización (86).
la previsión social, el acceso a la tierra y a la vivienda, la
generación de empleo, y leyes que favorezcan las orga-
nizaciones solidarias (76). Un factor de esperanza es la
creciente búsqueda de integración latinoamericana, favo-
recida por la proximidad cultural, lingüística y religiosa
(82). Un factor negativo es el recrudecimiento de la co-

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• Bueña-Nueva de vida. La vida es un don y es dignifi-
II
cada cuando se pone al servicio de los demás, como expresa
E L PUNTO DE LLEGADA
el espíritu alegre de nuestros pueblos que aman la música,
La vida en plenitud para toda persona la danza, la poesía, el arte, el deporte, y cultivan la esperan-
y para nuestros pueblos za en medio de problemas y luchas (106). En el misterio
del Verbo encarnado, se revela el misterio del ser humano
(107) que se puede intuir por la ley natural, escrita en su
corazón. Así, todo ser humano tiene derecho a la vida, des-
La realidad, por más dura y contradictoria que sea, de el comienzo hasta el final (108). Por eso, dice Aparecida:
como es el caso de América Latina y del Caribe, no tie- ante una vida sin sentido, Jesús nos revela la intimidad con
ne la última palabra. El proyecto de vida del Padre ya Dios en la comunión trinitaria; ante la desesperación de la
está presente y se está realizando en la historia del Espí- muerte como un fin, Jesús nos muestra la resurrección y la
ritu del Resucitado. Por eso, hay un "punto de llegada" vida eterna; ante la idolatría de los bienes terrenos, El pre-
para ese "punto de partida", que es la vida en plenitud senta la vida en Dios como un valor supremo (109); ante el
para nuestros pueblos. subjetivismo hedonista, nos propone entregar la vida para
ganarla; ante el individualismo, el Señor nos invita a vivir
El evangelio de la vida y a caminar juntos en comunidad (110); ante la exclusión,
Jesús defiende el derecho de los débiles y la vida digna para
En Jesucristo la humanidad fue favorecida con el evan-
todos; ante las estructuras de la muerte, Cristo presenta la
gelio de la vida, cuya vivencia, anuncio y empeño para
vida plena (112); en fin, ante la naturaleza amenazada, Él
encarnarlo en la historia, constituyen la misión del discí-
nos invita a cuidar la tierra, para que sea casa y sustento de
pulo misionero. Es una Buena Nueva de vida, el "punto
todos (113).
de llegada" de la misión de la Iglesia, el centro y el fin de la
propuesta de Aparecida. El evangelio de la vida es: • Bueña-Nueva de la familia. Dios creó al ser humano,
hombre y mujer. Es propio de la naturaleza humana el que
• Bueña-Nueva de la dignidad humana. Dios nos creó a
uno busque en el otro su reciprocidad y complementarie-
su imagen y semejanza, libres, sujetos de deberes y derechos.
dad (116). El amor humano encuentra su plenitud cuando
Nos asoció a continuidad de la obra de la creación, dándonos
participa del amor divino, del amor de Jesús que se entrega
inteligencia y capacidad para amar. En Jesús, nos hizo hijos
solidariamente por nosotros, en su amor, pleno hasta el fin.
e hijas, redimidos por el precio de su sangre (104).

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El amor conyugal es la donación recíproca entre un hombre contemplarla, cuidarla y usarla, respetando el designio del
y una mujer: los esposos; esfiely exclusivo hasta la muerte, Creador (125). La mejor forma de respetar la naturaleza es
fecundo, abierto a la vida y a la educación de los hijos, ima- promover una ecología humana, abierta a la trascendencia,
gen del amor fecundo de la Santísima Trinidad (117). De la según la indicación paulina de recapitular todas las cosas en
familia recibimos la vida que es la primera experiencia del Cristo. El destino universal de los bienes exige la solidari-
amor y de la fe, una responsabilidad de los padres (118). dad con la generación presente y con las futuras (126).

• Bueña-Nueva de la actividad humana. Por el trabajo,


Ponerse al servicio de la vida
Dios nos asocia a su actividad creadora. Jesús, el carpintero,
dignificó el trabajo y al trabajador, recordando que el trabajo La cultura de la muerte, que marca nuestra situación,
constituye una dimensión fundamental de la persona huma- no tiene la última palabra. Dios tiene un plan para la obra
na, factor y realización personal (120). Éste sirve, no sólo al de la Creación y para la humanidad, especialmente para
progreso, sino también a la santificación personal y a la cons- los más pobres. Este plan es su reino de vida. Cumplir
trucción del reino de Dios. El desempleo, la injusta remune- su voluntad significa engancharse en la continuación de
ración, y el no querer trabajar, van en contra de los designios la obra de su Hijo, poniéndose al servicio de la "vida en
de Dios. También los discapacitados tienen derecho al tra- plenitud", para cada persona y para nuestros pueblos:
bajo, según sus posibilidades (121). Así, la actividad empre-
• Al servicio de la vida plena de las personas. La obra
sarial es buena cuando respeta la dignidad del trabajador, el
de la evangelización está ligada a una promoción hu-
cuidado con el medio ambiente y se ordena al bien común;
mana que lleve a la auténtica liberación, integral, inclu-
pero se pervierte cuando mira al lucro, atentando contra los
yendo a todas las personas y haciéndolas sujeto de su
derechos de los trabajadores y la justicia (122).
propio desarrollo (399).
• Bueña-Nueva del destino universal de los bienes y de la
• Al servicio de la vida plena de nuestros pueblos.
ecología. Dios creó el universo como un espacio para la vida
Dios, en Cristo, no redime solamente a la persona indi-
y la convivencia de todos, señal de su bondad y de su belle-
vidualmente, sino, como dice el concilio Vaticano II, las
za. También la creación es amor y nos la entregó para que la
relaciones sociales entre los seres humanos (359). Por
cuidáramos y la transformáramos en fuente de vida digna
eso, la fe cristiana tendrá que engendrar patrones cul-
para todos. Atentar contra el equilibrio que Dios estableció
turales alternativos para la sociedad actual (480). Así, la
en la Creación es una ofensa al Creador, un atentado contra
promoción de la vida plena en Cristo nos lleva a asumir
la biodiversidad, contra la existencia. Nosotros debemos

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evangélicamente las tareas prioritarias que contribu-
III
yen a la dignificación de todos los seres humanos. Para
LA EXIGENCIA
eso, nos lleva a trabajar junto con las demás personas e
instituciones (384), haciendo de los pobres, sujetos de Una Iglesia en estado permanente de misión
cambio y de transformación de su situación (394), evi-
tando el paternalismo (397), en el diálogo con las cien-
cias (465), cuidando la ecología (474), inculturando el
Evangelio (479), sobre todo en el mundo urbano (501) La misión de los discípulos, asociada al reino de la vida
y en la vida pública (509). de Jesucristo en el seno de una comunidad eclesial, es
contribuir para que, ya dentro de la historia, el "punto de
Para Aparecida, según el evangelio de la vida en Je- partida" se aproxime al máximo al "punto de llegada",
sucristo, revelación del proyecto del Padre para toda por la promoción de la vida plena de toda y de todas las
la creación, el "punto de llegada" de la misión, no es personas. Para eso, según Aparecida, se presentan por lo
la Iglesia. Evangelizar no es tener como preocupación menos cuatro exigencias como desafíos a enfrentar.
primera atraer a las personas hacia la Iglesia (eclesio-
centrismo), sino incorporarlas a la obra del reino de la Que la labor misionera impregne toda la Iglesia
vida, para que todos tengan vida en abundancia, inde-
Para Aparecida, la firme decisión misionera de promo-
pendientemente de su raza o credo. Y, en la promoción
cionar la cultura de la vida debe impregnar todas las estruc-
de la vida, está también incluida la defensa y el cuidado
turas eclesiales y todos los proyectos pastorales en todos
de la ecología, la biodiversidad: la obra de la creación.
los niveles eclesiales, como también toda la institución,
abandonando las estructuras de más vieja data (365).

Llamados al seguimiento de Jesús


La exigencia de la labor misionera del discípulo depen-
de del seguimiento de Jesús. El llamado de Jesús presenta
la exigencia de estar con Él y vincularse a su misión como
llamados y enviados (131). La parábola de la vid y los sar-
mientos demuestra que el Señor no quiere una vincula-
ción como siervo, sino como "amigo" (compartiendo su
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vida) y "hermano" (compartiendo la vida del Resucitado) Enviados a anunciar el evangelio del reino de la vida
(132). La respuesta a su llamada exige entrar en la diná- Jesús, con sus palabras y acciones, inaugura el reino
mica del Buen Samaritano, con el imperativo de hacernos de la vida del Padre. En el misterio pascual, el Cordero
prójimos, especialmente de los que sufren, y construir una de Dios se hace salvación para nosotros y el Padre sella la
sociedad sin excluidos, siguiendo la práctica de Jesús, que nueva alianza y genera un nuevo pueblo (143). Al llamar a
acoge a los pequeñitos, cura a los leprosos, perdona y libe- los discípulos, Jesús les da una misión: anunciar el Evan-
ra a la mujer pecadora y habla con la samaritana (135). gelio del reino a todas las naciones. Por eso, todo discípulo
es misionero. Cumplir esa misión no es una tarea opcio-
Configurados con el Maestro nal, sino propia de la identidad cristiana (144). La misión
consiste en compartir la experiencia del acontecimiento
El llamado de Jesús y su mirada amorosa quieren sus- del encuentro con Jesucristo, testimoniarlo y anunciarlo
citar una respuesta consciente y libre del discípulo y la de persona en persona, de comunidad en comunidad, y de
adhesión, a El, de toda su persona. Es una respuesta de la Iglesia hasta los confines del mundo (145).
amor a quien lo amó primero, "hasta el extremo" (136).
Aparecida Resalta que discipulado y misión son dos
El Espíritu Santo nos identifica con Jesús-Vida, ayudán-
caras de una misma moneda, tarea esencial de la evan-
donos a abrazar el proyecto de amor del Padre (137).
gelización, que incluye la opción preferencial por los
Según Aparecida, para configurarse con el Maestro pobres, la promoción humana y la auténtica liberación
es necesario asumir el centralismo del mandamiento del cristiana (146). Por eso, la misión nos lleva al corazón del
amor, distintivo de todo cristiano y característica de su mundo. Esta no es intimismo o individualismo religioso,
Iglesia (138). En el seguimiento de Jesús, aprendemos a tampoco abandono de la realidad urgente de los grandes
vivir las bienaventuranzas del reino y su estilo de vida: problemas económicos, sociales y políticos de América
amor y obediencia al Padre, compasión ante el dolor, cer- Latina y del mundo y, menos aún, fuga de la realidad ha-
canía a los pobres y a los pequeños, fidelidad a la misión y cia un mundo exclusivamente espiritual (148).
amor servicial, hasta la entrega de la vida (139). Identifi-
carse con Jesús significa participar de su destino, incluso Animados por el Espíritu Santo
hasta la cruz. En este particular, para Aparecida, en Amé-
Jesús, al comienzo de su vida pública, fue llevado por
rica Latina nos estimula el testimonio de tantos misione-
el Espíritu Santo al desierto para prepararse a su misión.
ros y mártires, de ayer y de hoy, que compartieron la cruz Este mismo Espíritu acompañó al Señor durante toda su
de Cristo hasta entregar plenamente su vida (140). vida. Una vez resucitado, Él comunicó su Espíritu a los

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suyos (149). A partir de Pentecostés (150), la Iglesia, mar- Que cada comunidad eclesial sea un centro
cada y sellada con "el Espíritu Santo y con fuego", conti- irradiador de vida
núa la obra de Jesús. Así, es el mismo y único Espíritu el Según Aparecida, para que la persona total y todas las
que guía y fortalece a la Iglesia en el anuncio de la Palabra, personas tengan vida en abundancia, toda comunidad
en la celebración de la fe y en el servicio de la caridad. cristiana debe convertirse en "un poderoso centro de irra-
Por la presencia del Espíritu, Dios sostiene su proyecto diación de la vida en Cristo". Esperamos un nuevo Pente-
de vida hasta elfinaldélos tiempos, impulsando la transfor- costés, dicen los obispos, que nos libere del cansancio, de
mación de la historia (151). Del mismo modo como desde la desilusión, de la comodidad en la que estamos (362).
el principio, los discípulos habían sido formados por Jesús
en el Espíritu Santo, así los seguidores de Él hoy deben de- Para que cada persona sea respetada en su dignidad
jarse guiar constantemente por el Espíritu, continuando su
Nuestra misión, para que nuestros pueblos tengan
misión de anunciar la Buena Nueva a los pobres, curar a
vida, manifiesta la convicción de que en el Dios vivo,
los enfermos, consolar a los tristes, liberar a los cautivos y
revelado en Jesús, se encuentra el sentido, la fecundidad
anunciar a todos el 'Año de gracia del Señor" (152).
y la dignidad de la vida humana. Urge, por tanto, pro-
mover en nuestros pueblos la vida plena que Jesús nos
Nuestro compromiso con la misión ad gentes
trajo, para que toda persona viva con la dignidad que
Los verdaderos interlocutores de la actividad misio- Dios le dio (389). La fidelidad al Evangelio nos obliga a
nera del pueblo de Dios no son solamente los pueblos no proclamar en todos los areópagos la verdad sobre el ser
cristianos y de tierras lejanas, sino también los presentes humano, y la dignidad de toda persona (390).
en los campos socioculturales de su propia casa (375).
Esto no dispensa, entretanto, la misión ad gentes. El mun- En colaboración con otros organismos e instituciones
do espera de nuestra Iglesia latinoamericana un compro-
miso más significativo con la misión universal en todos La Buena Nueva de la vida tiene un destino univer-
sal. El mandato del amor abraza toda la persona y todas
los continentes, dispuestos a ir "a la otra orilla", en donde
las personas, ambientes y pueblos (380).
todavía no se conoce a Jesucristo y la Iglesia no está pre-
sente (379). Somos iglesias pobres, pero debemos dar a Por consiguiente, la promoción de la vida plena en
partir de nuestra pobreza y a partir de la alegría de nuestra Cristo nos lleva a asumir, evangélicamente, y a partir de la
fe, sin colocar sobre algunos pocos enviados un compro- perspectiva del reino, las tareas prioritarias que contribu-
miso que pertenece a toda la comunidad cristiana (376). yen a la dignificación de todos los seres humanos y, para

23
22
eso, a trabajar junto con las demás personas e institucio- la defensa de la vida y de los derechos de los más vulnera-
nes. Necesidades urgentes nos llevan a colaborar con otros bles y excluidos, y en el permanente acompañamiento en
organismos o instituciones para organizar estructuras más sus esfuerzos por ser sujetos de cambio y de transforma-
justas en los ámbitos nacional e internacional. Es urgente ción de su situación (394). Con Benedicto XVI, afirma
crear estructuras que consoliden un orden social, econó- que la Iglesia está invitada a ser "abogada de la justicia y
mico y político, incluso de todos ellos (384). También es defensora de los pobres", ante las intolerables desigual-
tarea de la Iglesia ayudar con la predicación, la catequesis, dades sociales y económicas que claman al cielo (395).
la denuncia y el testimonio del amor y de la justicia, para
La Iglesia en América Latina necesita seguir siendo,
que despierten en la sociedad las fuerzas espirituales nece-
con mayor ahínco, compañera de camino de nuestros her-
sarias, y se desarrollen los valores sociales (385).
manos más pobres, incluso hasta el martirio. Por eso, dicen
los obispos, queremos ratificar y fortalecer la opción por
La promoción de la vida a partir de la opción
los pobres hecha en las Conferencias anteriores. Para que
preferencial por los pobres
sea preferencial, es necesario que atraviese todas nuestras
Irradiar la vida de Jesucristo y su reino significa trabajar estructuras y prioridades pastorales. La Iglesia latinoame-
por un mundo en donde quepan todos, como hijos de un ricana está llamada a ser sacramento de amor, de solidari-
mismo Padre que somos. Ahora bien, en los pobres la dig- dad y de justicia entre nuestros pueblos (396). En tiempos
nidad humana está profanada. La opción por los pobres es marcados por el individualismo, la opción por los pobres
uno de los rasgos que marca la fisonomía de la Iglesia en el corre el riesgo de quedar en un plano teórico o emotivo.
continente (391). Ella está implícita en la fe cristológica, en Siendo así, es necesario evitar toda actitud paternalista, de-
aquel Dios que se hizo pobre por nosotros para enrique- dicándoles tiempo, atención, escucha, acompañamiento en
cernos con su pobreza (392). Por eso, estamos llamados a sus momentos difíciles y procurando, a partir de ellos, la
contemplar en los rostros sufrientes de nuestros hermanos, transformación de su situación (397). Ellos son sujetos de la
el rostro de Cristo que nos llama a servirlo en ellos: "los evangelización y de la promoción humana integral (398).
rostros sufrientes de los pobres, son los rostros sufrientes
de Cristo". Ellos interpelan la esencia del ser de la Iglesia, Liberarse del comodismo, estancamiento y tibieza
de la pastoral y de nuestras actitudes cristianas (393).
La Iglesia, para que sea realmente permanente mi-
Aparecida insiste en que la opción por los pobres ne- sionera, y para que cada comunidad sea "un poderoso
cesita manifestarse en gestos visibles, principalmente en centro irradiador de vida", requiere liberarse de su co-

24 25
jdismo, estancamiento y tibieza, y estar al lado del consciente y eficazmente para atender las exigencias del
sufrimiento de los pobres del continente (362). mundo de hoy, con indicaciones programáticas concre-
De nada sirve estar gloriándonos de ser el continente más tas, objetivos y métodos de trabajo. Los laicos necesitan
católico del mundo. Es verdad, en América Latina y en el participar del discernimiento, de la toma de decisiones,
Caribe está el 43% de los católicos del orbe. Sin embargo, el de la planeación y de la ejecución (371).
crecimiento del número de católicos, hoy, no es proporcional En nuestra pastoral tradicional de conservación hay un
al crecimiento de la población. También el aumento del cle- escaso acompañamiento a los laicos en sus tareas de ser-
ro, e igualmente de las religiosas, se distancia cada vez más de vicio social, como también una evangelización con poco
dicho crecimiento (100a). De igual manera, causa preocupa- ardor y sin nuevos métodos y expresiones, con énfasis en
ción el número de personas que pierden el sentido de la vida el ritualismo sin itinerario formativo. Existe una espiritua-
y abandonan la religión, lo mismo que católicos que abando- lidad individualista, una mentalidad relativista en lo ético
nan la Iglesia para adherirse a otros grupos religiosos (lOOf). y en lo religioso, y falta de aplicación de la Doctrina So-
Además, hay que reconocer que los católicos mu- cial de la Iglesia (100c). Situación preocupante es el insu-
chas veces no viven según el Evangelio, que requiere ficiente número de presbíteros y su mala distribución, que
un estilo de vida fiel a la verdad y a la caridad, austero y impiden el acceso de muchísimas comunidades a la euca-
solidario. También falta valentía, persistencia y docili- ristía. Muchos católicos viven y mueren sin asistencia de la
dad, para continuar la renovación iniciada por el conci- Iglesia. También se enfrentan dificultades en el manteni-
lio Vaticano II, e impulsada por las demás Conferencias miento económico de las estructuras pastorales, agravada
Generales anteriores en busca de un rostro latinoameri- por la falta de comunión de bienes en las iglesias locales y
cano y caribeño para nuestra Iglesia (lOOh). entre ellas mismas. No se asume suficientemente la pasto-
ral carcelaria, la del menor y la pastoral de los migrantes.
Pasar de la pastoral de conservación Falta una sólida estructura de formación de los agentes de
a una pastoral misionera pastoral. Existen movimientos eclesiales que ni siquiera se
Una Iglesia en estado permanente de misión exige integran en la pastoral parroquial y diocesana (lOOe).
la conversión pastoral de nuestras comunidades, que va
más allá de una pastoral de sólo conservación, hacia una
pastoral decididamente misionera (370). El plan pastoral
diocesano, camino de pastoral orgánico, debe responder

26
27
Asumir los nuevos rostros de la pobreza
IV
LAS IMPLICACIONES La conversión pastoral comienza por el compromiso
La conversión pastoral y la renovación eclesial con los nuevos rostros de la pobreza. La globalización hace
emerger en nuestros pueblos nuevos rostros de pobres
(402). En un mundo globalizado los excluidos no son so-
lamente "explotados", sino "superfluos" y "desechables"
Ante una realidad que contradice el reino de la vida de (65). Entre tantos otros, hay algunos rostros sufrientes de
Jesucristo, la exigencia de construir una Iglesia en perma- "pobres desechables", que nos duelen:
nente estado de misión, promotora de la vida en plenitud • El pueblo de la calle. En las grandes ciudades cada
para cada persona y para todas las personas, tiene dos im- vez es mayor el número de personas que viven en la
plicaciones: conversión pastoral y renovación eclesial. calle. Es necesario incluirlos en los proyectos de parti-
cipación y promoción, en donde ellos mismos sean su-
Conversión pastoral jetos de su reinserción social (407). Es deber social del
Afirma Aparecida que todos en la Iglesia están llama- Estado crear una política que incluya este contingente
dos a asumir una actitud de permanente conversión pas- humano (410), yendo a las causas que producen este
toral (365), pues la acción eclesial no puede prescindir del flagelo, que afecta a millones de personas en América
contexto histórico en el que viven sus miembros (367). Latina y el Caribe (408). Ellos tienen que estar inclui-
El mundo ha cambiado. La Iglesia, para seguir siendo la dos en la opción preferencial por los pobres (409).
Iglesia de siempre, también tiene que cambiar mucho. • Los migrantes. El acompañamiento pastoral de
Nuevos desafíos exigen nuevas respuestas pastorales. Así, los migrantes es expresión de la caridad. Millones de
es urgente superar nuestras débiles vivencias de la opción personas por diferentes motivos están en constante
preferencial por los pobres (100b). Ante el fenómeno movilidad (411). La Iglesia, como madre, debe sentir-
creciente de la urbanización, tenemos un lenguaje poco se Iglesia sin fronteras, atenta a ese fenómeno, estable-
significativo para la cultura actual y particularmente para ciendo estructuras nacionales y diocesanas apropiadas
los jóvenes, sin tener en cuenta la crisis de la modernidad. (412). Para ello, se hace necesario reforzar el diálogo y
la cooperación entre las iglesias de salida y de acogida
Falta presencia eclesial en el campo de la cultura, del mun-
de los migrantes (413). Ante este fenómeno, es tarea de
do universitario y de la comunicación social (lOOd).
la Iglesia la denuncia profética y la motivación ante los

29
organismos de la sociedad civil, para que los gobiernos • Los presos. U n a realidad que nos hiere a todos es la
tengan una política migratoria que tenga en cuenta los de ellos. La violencia es fruto de la injusticia que con-
derechos de las personas en movilidad (414). Los mi- duce a una mayor criminalidad. Por tanto, muchas per-
grantes deben ser acompañados pastoralmente por sus sonas tienen que cumplir penas en cárceles inhumanas,
iglesias de origen (415). Las generosas remesas envia- caracterizadas por el comercio de armas, por las dro-
das por los migrantes, es prueba de su capacidad de sa- gas, por las torturas, por la falta de programas de re-
crificio y amor solidario en favor de sus familias; es la habilitación y por el crimen organizado, que impiden
ayuda de los pobres para con los pobres (416). el proceso de reeducación y reinserción del recluso en
• Los enfermos. En la edificación del reino de Dios, Je- la sociedad. Frecuentemente, las cárceles son escuelas
sús incluyó el cuidado a los enfermos, pues, como dijo san de delincuencia (427). Los Estados deben ocuparse se-
Ireneo, "la gloria de Dios es el ser humano pleno de vida" riamente de este problema. Urge mayor agilidad en los
(417). La Pastoral de la Salud es la respuesta a los grandes procedimientos judiciales, como también el esfuerzo de
interrogantes de la vida, como el sufrimiento y la muer- una postura ética en el personal que trabaja en las cárce-
te, a la luz del misterio pascual (418). Hay que estimular les (428). H a y que fortalecer la Pastoral carcelaria (429)
en las iglesias locales este servicio, incluyendo diferentes creando comisiones nacionales y diocesanas (430).
campos de acción. Una gran prioridad es la de fomentar
una pastoral con personas afectadas por el SIDA (421). Una Pastoral Social estructurada, orgánica e integral
• Los drogadictos. Situación dolorosa es la de los dro- Asumir con fuerza renovada la opción por los pobres,
gadictos. La Iglesia no puede permanecer indiferente
exige que todo el proceso evangelizador sea de promoción
ante este flagelo que está destruyendo a la humanidad,
humana y busque la auténtica liberación, sin la cual no es
especialmente a las nuevas generaciones. Su tarea debe
posible un orden justo en la sociedad. La verdadera pro-
tener tres direcciones: prevención (educación de los va-
moción humana debe ser integral, es decir, que necesita
lores), acompañamiento (la búsqueda de superación de
abarcar a cada persona y a todas las personas, haciéndolas
la enfermedad) y apoyo a las políticas gubernamentales
de represión de la epidemia (422). La Iglesia debe pro- sujetos de su propio desarrollo (399). Esto supone promo-
mover una lucha frontal contra el consumo y el tráfico ver caminos más efectivos con la preparación de los laicos,
de drogas (423). Merecen especial mención las comu- para que intervengan en los asuntos sociales (400).
nidades terapéuticas, por su visión humanitaria y tras- Las Conferencias Episcopales y las iglesias locales
cendente de la persona (426). tienen la misión de promover renovados esfuerzos, para

30 31
fortalecer una Pastoral Social estructurada, orgánica e Una renovada Pastoral urbana
integral, que con la asistencia y la promoción humana se
haga presente en las nuevas realidades de exclusión y de Para una conversión pastoral se hace necesario, tam-
marginación, en donde la vida está seriamente amenaza- bién, u n estilo de acción adecuado a la realidad urbana
da (401). En esta tarea, con creatividad pastoral, hay que en su lenguaje, estructuras, prácticas y horarios; un plan
elaborar acciones concretas que tengan incidencia en los de pastoral orgánico y articulado, que incida sobre la
Estados, para lograr la aprobación de políticas sociales y ciudad en su conjunto; estrategias para llegar a los con-
económicas que atiendan las varias necesidades de la po- dominios cerrados, predios residenciales y tugurios; una
blación, y que conduzcan a u n desarrollo estable (403). mayor presencia en los centros decisorios de la ciudad,
tanto en las estructuras administrativas como en las or-
La Iglesia tiene la responsabilidad de formar cristianos
ganizaciones comunitarias (518). También las grandes
y sensibilizarlos con respecto a las grandes problemáticas
ciudades son laboratorios de la cultura contemporánea
de la justicia internacional. Para ello, debe: a) apoyar la par-
ticipación de la sociedad civil en la reorientación y rehabi- compleja y pluralista (509), con un nuevo lenguaje y un
litación ética de la política; b) formar en la ética cristiana nuevo simbolismo, que se difunden también en el mun-
la búsqueda del bien común, la creación de oportunidades do rural (510). Felizmente, ante la nueva realidad de la
para todos, la lucha contra la corrupción, la vigencia de los ciudad, se realizan nuevas experiencias en la Iglesia, tales
derechos laborales y sindicales; también fomentar la crea- como renovación de las parroquias, sectorización, nue-
ción de fuentes de trabajo para sectores marginados de la vos ministerios, nuevas asociaciones, grupos, comuni-
población como las mujeres y los jóvenes; c) promover la dades, movimientos. Pero también se perciben actitudes
justa regulación de la economía, del sistema financiero y de miedo con relación a la pastoral urbana, tendientes al
del comercio mundial; es urgente proseguir en el desen- cierre en métodos antiguos y actitudes defensivas ante la
deudamiento externo, para favorecer las inversiones en el nueva cultura (513). Por eso, la V Conferencia recomien-
desarrollo de políticas sociales; d) examinar atentamente da una nueva pastoral urbana que:
los Tratados Intergubernamentales y otras negociaciones
con respecto al libre comercio, alertando a los responsables • Atienda las varias y complejas categorías sociales,
políticos y a la opinión pública en lo que atañe a eventuales económicas, políticas y culturales, compuestas de
consecuencias negativas que puedan afectar a los sectores élites, clase media y pobres.
más desprotegidos y vulnerables de la población (406).
• Se abra a nuevas experiencias, estilos y lenguajes.

32 33
Transforme las parroquias cada vez más en comuni- • Una formación específica para presbíteros y agentes
dad de comunidades. de pastoral, capaz de responder a los nuevos desafíos
Se fundamente en la experiencia de comunidades am- de la cultura urbana (518).
bientales, integradas en comunidades a nivel supra-
parroquial y diocesano. Renovación eclesial
Fomente la pastoral de la acogida a los que llegan a la Para Aparecida, una segunda implicación para una
ciudad y a los que ya viven en ella. Iglesia en permanente estado de misión, promotora de
Intensifique la presencia eclesial en las periferias ur- la vida en plenitud para nuestros pueblos, es la renova-
banas, que crecen debido a las migraciones internas ción de la propia institución. Afirman los obispos que
y situaciones de exclusión (517). ante las transformaciones sociales y culturales está la
necesidad de una renovación eclesial que incluya refor-
Aparecida recomienda que los agentes de pastoral se mas espirituales, pastorales e institucionales (367).
esfuercen por desarrollar:
Continuar la renovación del concilio Vaticano II
Un estilo de pastoral adecuado a la realidad urbana
en su lenguaje, estructuras, prácticas y horarios. Aparecida llama la atención al hecho de que hay in-
Un plan de pastoral orgánico y articulado, que inci- tentos de regresar a una eclesiología y espiritualidad con-
da sobre la ciudad en su conjunto; una sectorización trarias a la renovación del concilio Vaticano II (100b).
de las parroquias en unidades menores que permita Ante lo nuevo, no son pocos los que tienen la tentación
la proximidad y un servicio más eficaz. de poner su seguridad en lo antiguo, en las respuestas del
pasado, en el período pre-conciliar. Pero el concilio Va-
Estrategias para llegar a los condominios cerrados,
ticano II, definitivamente, puso a la Iglesia en actitud de
predios residenciales y turgurios.
diálogo con el mundo y en actitud de servicio al mismo,
Una mayor presencia en los centros decisorios de abierta a los valores del mundo moderno. Todo intento
la ciudad, tanto en las estructuras administrativas de volver al período premoderno y de la cristiandad, es
como en las organizaciones comunitarias. hacerle eco a un tiempo que ya pasó. La innovación y
Una descentralización de los servicios eclesiales, te- la creatividad son las únicas garantías para el futuro. El
niendo en cuenta las categorías profesionales. concilio Vaticano II fue un "adviento para el tercer mi-

34 35
lenio". Hay que continuar su renovación, siguiendo las de la cultura, de las ciencias y de las artes, de la política, de
cuatro anteriores Conferencias Generales del Episcopa- los medios de comunicación y de la economía, así como
do de América Latina y del Caribe. las esferas de la familia, de la educación, de la vida profe-
sional, sobre todo en los contextos en donde la Iglesia se
Renovar la parroquia hace presente solamente por medio de ellos (174). Tam-
bién, la parroquia nos desafía a una evangelización inte-
Afirma Aparecida que, entre las comunidades eclesia- gral, pues la inmensa mayoría de nuestro continente vive
les, resalta la parroquia. Es la célula viva de la Iglesia, pero en el flagelo de la pobreza. Ella no puede ser ajena a los
se hace necesario una vigorosa renovación de la misma, grandes sufrimientos que padece la mayoría de nuestra
para que de hecho sea: lugar de iniciación cristiana, edu- gente y que, frecuentemente, son pobrezas ocultas (176).
cación y celebración de la fe; abierta a la diversidad de los
carismas, servicios y ministerios; organizada de manera Crear comunidades eclesiales de base
comunitaria y responsable; integradora de movimientos;
accesible a la diversidad cultural y a proyectos pastorales Afirma Aparecida que teniendo en consideración las
supraparroquiales y realidades circundantes (170). dimensiones de nuestras parroquias, es aconsejable su
sectorización en unidades territoriales menores, con equi-
La renovación de las parroquias exige reformular sus
pos propios de animación y coordinación, que permitan
estructuras, para que sea red de comunidades y grupos
una mayor cercanía a las personas y grupos que viven en
(173). Aparecida constata que es limitado el número de
la región. Además, recomienda que los agentes misione-
católicos que acuden a la celebración dominical, e in-
ros promuevan la creación de comunidades de familias,
menso el número de los alejados y de los que no conocen
que pongan en común su fe y las respuestas a sus propios
a Jesucristo. La renovación misionera de las parroquias
problemas (372). Son las comunidades eclesiales de base.
requiere la creación de nuevas estructuras pastorales en
el mundo urbano, puesto que muchas de ellas nacieron En la experiencia eclesial de América Latina, las Con-
para responder a la necesidad del mundo rural (172). ferencias Episcopales han sido verdaderas escuelas que
forman cristianos comprometidos con su fe, discípulos y
Recomienda Aparecida que los mejores esfuerzos de
misioneros, como testimonio de una entrega generosa, in-
las parroquias deben estar encaminados a convocar y for-
cluso hasta el derramamiento de sangre de muchos de sus
mar misioneros laicos, multiplicando su número, para
miembros. Ellas rescatan la experiencia de las primeras
que se pueda evangelizar el complejo mundo del trabajo,
comunidades, según los Hechos de los Apóstoles. Mede-

36 37
Urge que todas las mujeres puedan participar ple-
llín reconoció en ellas una célula inicial de estructuración
namente en la vida eclesial, familiar, cultural, social y
eclesial, y un foco de fe y evangelización. Ellas permiten
económica, creando espacios y culturas que favorezcan
al pueblo llegar a un conocimiento mayor de la Palabra de
su inclusión (454). Además de las acciones pastorales
Dios, al compromiso social en nombre del Evangelio, al
mencionadas, cabe también acompañar a las asociacio-
surgimiento de nuevos servicios laicales y a la educación
nes femeninas que luchan para superar situaciones difí-
de la fe en los adultos (178). Las Conferencias Episco-
ciles, como apoyar programas, leyes y políticas públicas
pales tienen la Palabra de Dios como fuente de su espi-
que permitan armonizar la vida laboral de la mujer con
ritualidad y demuestran su compromiso evangelizador
sus deberes como madre de familia (458).
y misionero entre los más sencillos y lejanos, siendo así
expresión visible de la opción preferencial por los pobres.
Son fuente y semilla de diversos servicios y ministerios en Una acción pastoral pensada
la sociedad y en la Iglesia, en favor de la vida (179).
Finalmente, para Aparecida, la renovación eclesial
pasa por el esfuerzo de una acción pastoral pensada. La
El protagonismo de las mujeres unidad básica de planeación de la acción evangelizadora
es la iglesia local, pues en ella está presente toda la Igle-
La renovación eclesial supone impulsar una organi-
sia, avmque n o sea toda la Iglesia. Por eso, el plan pastoral
zación pastoral que promueva el protagonismo de las
mujeres y garantice la efectiva presencia de ellas en los diocesano, camino de pastoral orgánica, debe ser una res-
ministerios, como también en las esferas de planeación y puesta consciente y eficaz para atender las exigencias del
decisión (458), pues innumerables mujeres, de toda con- mundo de hoy, con indicaciones programáticas concre-
dición social, no son valoradas en su dignidad y heroica tas, objetivos y métodos de trabajo. Los laicos necesitan
generosidad en el cuidado y educación de los hijos, ni en participar del discernimiento, de la toma de decisiones,
la construcción de una vida social más humana, así como de la planeación y de la ejecución (371).
tampoco son valorados en la edificación de la Iglesia. Es
necesario, en América Latina, superar una mentalidad
machista que ignora la novedad del cristianismo, el cual
reconoce y proclama la "igual dignidad y responsabili-
dad de la mujer en relación con el hombre" (453).

39
38
V débil identidad cristiana y poca pertenencia eclesial. En esta
EL ITINERARIO primera etapa, los medios privilegiados son el testimonio de
los evangelizadores y el anuncio kerygmático, que son fuen-
Una caminata en cuatro etapas,
tes de conversión personal y cambio integral de vida (226a).
a la luz de la opción preferencia! por los pobres
En este particular, tomando distancia de un posible cristo-
monismo, Aparecida propone una espiritualidad trinitaria de
encuentro con Jesucristo. Según el Documento, una auténti-
ca propuesta de encuentro con Jesucristo se debe hacer sobre
Para responder a la exigencia de constituir una Iglesia
el fundamento de la Trinidad-Amor (240). En la historia del
en permanente estado de misión, Aparecida propone re-
amor Trinitario, Jesús de Nazaret, hombre como nosotros y
correr un camino, en cuatro etapas (226), a la luz de la
Dios con nosotros, muerto y resucitado, nos es dado como
opción preferencial por los pobres (94, 100,128 146 179,
Camino, Verdad y Vida (242). El comienzo del discipulado
353, 391, 392, 395 396, 397, 398, 399, 409, 446, 501).
es el encuentro con un acontecimiento o con la persona de
Más que un itinerario de formación, se trata de las etapas
Jesús (243). La naturaleza misma del cristianismo consiste
de maduración del discípulo en el seguimiento de Jesús, en reconocer la presencia de Jesús y seguirlo (244).
vinculado a la obra del Maestro y a la comunidad ecle-
sial, lugar de la respuesta al llamado para la misión.
Lugares de encuentro con Jesucristo

Primera etapa: experiencia personal de fe El encuentro con Jesucristo, en el Espíritu, se realiza en


la fe, recibida y vivida en la Iglesia a través de mediaciones
Una Iglesia en permanente estado de misión al servicio
(246). Aparecida resalta algunas mediaciones privilegiadas:
de la vida plena de nuestros pueblos depende de discípulos
misioneros que hayan hecho una experiencia personal de fe, • La Sagrada Escritura. Encontramos a Jesús en la Sa-
profunda e intensa, en un encuentro personal con Jesucristo. grada Escritura leída en la Iglesia (247). La Iglesia misma
es fruto de la Palabra acogida en la fe. D e ahí la impor-
Encuentro personal con Jesucristo tancia de educar al pueblo en la lectura y meditación de
la Palabra, pues el encuentro con Jesús, a través de ella,
Aparecida propone que la acción evangelizadora llegue a
depende de una interpretación adecuada de los textos
las personas, más allá de las comunidades masivas formadas sagrados. Esto supone la animación bíblico-pastoral de
por cristianos no evangelizados, sin conversión personal, de toda la comunidad, lo cual contribuye también para una

41
evangelización inculturada (248). En Jesús de Nazaret, el la Iglesia a Jesucristo. El encuentro con Jesucristo en los
Verbo se hace cultura. Por eso, acoger la Palabra de Dios pobres es una dimensión constitutiva de la fe cristológi-
en la vida significa, a su vez, inculturar el Evangelio. ca, y nos hace solidarios con su destino (257).
• La liturgia. Encontramos a Jesús en la liturgia (2 50), • La religiosidad popular. Encontramos a Jesús en
sobre todo en la eucaristía, lugar de encuentro con el Resu- la religiosidad popular, en la que aparece el alma de los
citado en la Iglesia y fuente del impulso misionero (251). pueblos latinoamericanos y caribeños. Por eso, es un
De ahí la importancia del precepto dominical (252). La- "catolicismo popular", profundamente inculturado,
mentablemente, en América Latina y en el Caribe, miles que hay que promover y defender. Es una multitud que
de comunidades con sus millones de miembros, no tienen merece nuestro respeto y cariño (258). En el seno de la
la oportunidad de participar en la eucaristía dominical. religiosidad popular, el peregrino vive la experiencia de
Por lo menos, ellas pueden alimentarse con la "celebra- un misterio que lo supera. En los santuarios, muchos pe-
ción dominical de la Palabra", que también hace presente regrinos toman decisiones que marcan sus vidas (260).
el Misterio Pascual en el amor que congrega, en la Pala- No es una "espiritualidad de masas" (261) o un modo
bra acogida y en la oración comunitaria (253). secundario de vida cristiana (263), sino que es un modo
• El sacramento de la reconciliación. Encontramos a Jesús legítimo de vivir la fe, un modo de sentirse parte de la
en el sacramento de la reconciliación, que nos da el don de su Iglesia y un modo de ser misioneros (264).
perdón misericordioso y nos devuelve la alegría y el entusias- • María. Encontramos a Jesús por medio de María, la
mo de anunciarlo, con el corazón abierto y generoso (254). discípula más perfecta del Señor (267). Con ella se cum-
• La comunidad. Encontramos a Jesús en la oración per- ple la esperanza de los pobres y el deseo de la salvación.
sonal y comunitaria (255), como también en medio de una Perseverando junto con los apóstoles, aguardando el
comunidad viva en la fe y en el amor fraterno. Él está en los Espíritu, ella cooperó en el nacimiento de la Iglesia mi-
que dan testimonio de lucha por la justicia, por la paz y por sionera (266). Ella es promotora de la comunión (268),
el bien común, muchas veces llegando al extremo de entre- la gran misionera, continuadora de la misión de su Hijo
gar la propia vida. Él está en los acontecimientos de la vida (269), imagen perfecta y fidelísima del seguimiento de
de nuestros pueblos. Está en toda realidad humana (256). Cristo (270). Con los ojos puestos fijamente en sus hijos
• Los pobres. De manera especial, dice Aparecida, en- y en sus necesidades, como en Cana de Galilea, ella crea
contramos a Jesús en los pobres, afligidos y enfermos. comunión y los educa para un estilo de vida compartida
En el reconocimiento de esta presencia y en la defensa de y solidaria, en atención y acogida del otro, especialmente
los derechos de los excluidos está enjuego la fidelidad de si es pobre y necesitado (272).

42 43
• Los santos. Encontramos a Jesús en los apóstoles y en Así, los discípulos de Jesús están llamados a vivir con el Pa-
los santos: en los apóstoles Pedro, Pablo, Juan (273), en san dre y el Hijo, en la comunión del Espíritu Santo. El misterio
José (274) y en tantos hombres y mujeres que sembraron de la Trinidad es la fuente, el modelo y la meta del misterio
en todas partes las semillas del Evangelio, viviendo valien- de la Iglesia: signo e instrumento de la íntima unión con
temente su fe, incluso derramando su sangre como márti- Dios, y de la unidad de todo el género humano (155).
res. Hoy recogemos su herencia y nos sentimos llamados Por eso, la vocación al discipulado misionero es con-
a continuar con renovado ardor apostólico y misionero, el vocación a la comunión en su Iglesia. N o hay discipulado
estilo evangélico de vida que nos transmitieron (275). sin comunión, al contrario de lo que piensan los "cristia-
nos sin Iglesia" y las nuevas búsquedas espirituales indivi-
Segunda etapa: vivencia comunitaria dualistas. La fe nos libera del aislamiento del "yo", porque
U n a vez propiciada la oportunidad del discípulo mi- nos conduce a la comunión. Por tanto, la pertenencia a una
sionero de tener una experiencia del encuentro personal comunidad concreta es una dimensión constitutiva del
con Jesucristo, es necesario que él encuentre u n grupo acontecimiento cristiano (156). Al recibir la fe y el bautis-
que le haga posible vivir comunitariamente su fe. mo, somos llamados a vivir y transmitir la comunión con la
Trinidad, pues la evangelización es un llamado a la partici-
La vocación al discipulado como convocación pación de la comunión trinitaria, en la comunidad eclesial
a la comunión (1 57). La comunión de la Iglesia se nutre del Pan de la Pa-
labra y del Pan del Cuerpo de Cristo. Por eso, la Iglesia que
Propone Aparecida que nuestros fieles busquen celebra la eucaristía es "casa y escuela de comunión" (158).
comunidades cristianas en las que sean acogidos fra-
Para Aparecida, la Iglesia, como comunidad de amor,
ternalmente y se sientan valorados, visibles y ecle-
está llamada a reflejar el amor de Dios que es comunión y,
sialmente incluidos. Insiste sobre la necesidad de que
así, atraer a las personas y los pueblos a Cristo. La Iglesia
nuestros fieles se sientan realmente miembros de una
crece, no por proselitismo, sino por la atracción de la fuerza
comunidad eclesial y corresponsables en el desarrollo del amor de Cristo. La Iglesia "atrae" cuando vive en co-
de la misma. Esto permitirá mayor compromiso y en- munión (159). La Iglesia peregrina vive anticipadamente
trega "en" y "por la" Iglesia (226b). la belleza del amor que se realizará al final de los tiempos
Para Aparecida, no hay cristianos sin Iglesia (156). El en la perfecta comunión con Dios y con las personas. Su
Documento recuerda que Jesús, al comienzo de su minis- riqueza consiste en vivir, ya en la historia, la "comunión de
terio, elige a los Doce para vivir en comunión con El (154).

44 45
los santos". Por tanto, hiere la comunión la participación colaboración por el bien común, superando la violencia
esporádica de numerosos católicos (160). La diversidad motivada por actitudes religiosas fundamentalistas y
de los carismas es un don del Espíritu Santo, que contri- educando para la paz y la convivencia ciudadana (239).
buyen para la comunión cuando se ponen a disposición de
los demás. Por eso, cada comunidad está llamada a descu- Lugares eclesiales para la comunión
brir e integrar los talentos escondidos y silenciosos, que el
En la perspectiva de la eclesiología del concilio Vatica-
Espíritu Santo obsequia a losfieles(162). La comunión es
no II, Aparecida recoge la tradición de Medellín, viendo en
misionera, y la misión es para la comunión (173).
las comunidades eclesiales de base el "núcleo inicial de la
El mismo ecumenismo, diálogo con otras iglesias y co- estructura eclesial (178), unidas a la parroquia, en el seno
munidades eclesiales, es consecuencia de una eclesiología de de una Iglesia local. Entre estos dos polos es en donde se
comunión (227) y "expresa la comunión real, aunque im- sitúa la experiencia comunitaria cristiana: la vivencia de
perfecta" , ya que la Trinidad y el bautismo están en la base la fe en una comunidad de tamaño humano, pequeño, en
de este esfuerzo. El contacto ecuménico favorece la estima el seno de una Iglesia autóctona: la iglesia local.
recíproca, convoca a la escucha común de la Palabra de Dios
e invita a la conversión (232). El diálogo despierta nuevas • La iglesia local. La vida en comunidad es esencial
formas de discipulado y misión en comunión, pues donde se para la vocación cristiana. El discipulado y la misión
establece el diálogo disminuye el proselitismo (233). siempre suponen la pertenencia a una comunidad. Dios
no quiso salvarnos aisladamente, sino formando un pue-
Expresión de comunión es también el diálogo interre-
blo. I'or eso, la experiencia de fe es siempre vivida en una
ligioso, especialmente con las religiones monoteístas. Este
ÍLjli'sia local (164). Reunida y alimentada por la Palabra y
imperativo cristiano se basa en el hecho de que ellas refle-
por la eucaristía, la Iglesia católica existe y se manifiesta
jan la luz de Cristo, que ilumina a todos (237), como afir-
en cada iglesia local (165), en donde está toda la Iglesia,
mó el concilio Vaticano II. Es, pues, necesario, dispensar
aunque no sea toda la Iglesia. Por eso, ella debe estar en
en el conocimiento de las religiones, en el discernimiento
comunión con las demás iglesias locales. Ella es la reali-
teológico-pastoral y en la formación de agentes compe-
zación de toda la Iglesia en un determinado lugar (166).
tentes para el diálogo interreligioso (238). No se puede
La Diócesis, en todas sus comunidades y estructuras,
perder de vista que dicho diálogo abre caminos para la
está llamada a ser una comunidad misionera saliendo al
construcción de una nueva humanidad, promoviendo
encuentro de todos los que todavía no creen en Cristo,
la libertad y la dignidad de los pueblos, estimulando la

46 47
y de los bautizados que no participan de la vida de las
Son fuente y semilla de diversos servicios y ministerios
comunidades (168). La Diócesis es el primer ámbito de
en la sociedad y en la Iglesia, en favor de la vida (179).
la comunión y de la misión, por eso debe promover una
• Las Conferencias Episcopales y la comunión entre
acción pastoral orgánica, renovada y vigorosa, de modo
las iglesias. En la Conferencia Episcopal, los obispos en-
que la variedad de los carismas, ministerios, servicios y
cuentran un espacio para el discernimiento solidario so-
organizaciones se orienten a un proyecto misionero co-
bre los grandes problemas de la sociedad y de la Iglesia,
mún. Todos-comunidades, parroquias, comunidades de
y el estímulo para ofrecer orientaciones pastorales que
vida consagrada, asociaciones, movimientos, pequeñas
animen a todo el pueblo de Dios a asumir su vocación de
comunidades- deben insertarse en la pastoral orgánica de
discípulos misioneros (181). Además, en ella encuentran
su Diócesis, llamados a evangelizar de una manera armó-
el espacio para expresar su solicitud para con todas las
nica e integrada en el plan diocesano de pastoral (169).
iglesias, especialmente con las más cercanas (182).
• La parroquia, comunidad de comunidades. Según Apa-
recida, las parroquias son células vivas de la Iglesia, pero es Tercera etapa: formación bíblico-teológica
necesaria una vigorosa renovación de las mismas para que
sean, de hecho: lugares de iniciación cristiana, educación y El discipulado -de su encuentro personal con Jesucris-
celebración de la fe, abiertas a diversidad de los carismas, to, en el seno de una comunidad eclesial concreta, de tama-
servicios y ministerios; organizadas de manera comunita- ño humano- para constituirse en discipulado misionero,
ria y responsable; integradoras de movimientos; y abiertas debe caminar hacia una tercera etapa: la formación bíbli-
a la diversidad cultural y a los proyectos pastorales supra- co-teológica. Dice Aparecida que nuestros fieles necesitan
profundizar en el conocimiento de la Palabra de Dios y en
parroquiales y de las realidades circundantes (170).
los contenidos de su fe, siendo condición para la madurez
• Las comunidades eclesiales de base. Según Aparecida,
de esta última, el crecimiento espiritual, personal y comu-
las Conferencias Episcopales rescatan la experiencia de
nitario. Por eso, esta formación no consiste en un conoci-
las primeras comunidades, según los Hechos de los Após-
miento teórico y frío; por el contrario, debe ser vivencial,
toles. Éstas permiten al pueblo llegar a un conocimiento
recibido en el seno de la comunidad (226c). La vocación y
mayor de la Palabra de Dios, al compromiso social en
el compromiso de ser discípulos y misioneros en América
nombre del Evangelio, al surgimiento de nuevos servi-
Latina y en el Caribe requiere una clara y decidida opción
cios laicales y a la educación de la fe en los adultos (178).
por la formación de los miembros de nuestras comunida-
des (276).

48 49
Aspectos del proceso razón, como también capacitar para el discernimiento, el
juicio crítico y el diálogo sobre la realidad y la cultura, para
El proceso de formación debe contar con cinco aspectos. adquirir la necesaria competencia en vista de los servicios
a) El encuentro con Jesucristo (el kerygma como inicia- eclesiales, y una adecuada presencia en la vida secular, d)
ción cristiana). La dimensión pastoral y misionera: un auténtico camino
b) La conversión (cambio en la forma de pensar y de vivir). cristiano proyecta para la misión en el mundo para cons-
truir el reino de Dios, en colaboración fraterna con todos
c) El discipulado (madurez del seguimiento).
los miembros de la comunidad (280).
d) La comunión (inserción en la comunidad).
• Una formación respetuosa del proceso de las perso-
e) La misión (la necesidad de compartir con los demás, nas, que implica: diversos caminos, según el ritmo de
la alegría de ser enviado) (278). la comunidad; en la Diócesis, un proyecto orgánico de
formación aprobado por el obispo y elaborado por los
Criterios generales organismos competentes con todas las fuerzas vivas
• Una formación-integral, kerygmática y permanente. La asociaciones, servicios y movimientos, comunidades
formación supone un proceso integral (abarcando todas las religiosas, pequeñas comunidades, comisiones de Pas-
dimensiones de la persona), teniendo como base el anuncio toral Social; y con equipos de formación debidamente
kerygmático (la presencia de Cristo Resucitado, hoy, en la preparados, integrados también por laicos, que garanti-
Iglesia) y su carácter permanente, dadas las exigencias del cen la eficacia del proceso y que acompañen a las perso-
servicio por prestar (279). Una formación en cuatro dimen- nas con pedagogías dinámicas, activas y abiertas (281).
siones, integradas armónicamente a lo largo del proceso: • Una formación con acompañamiento. Se requiere
a) La dimensión humana y comunitaria: llevar la persona a la capacitación de los que van a acompañar espiritual y
asumir la historia y ser capaz de vivir como cristiano en un pastoralmente a los demás (282), en una perspectiva de
mundo plural, con equilibrio, fortaleza, serenidad y liber- diálogo y de transformación de la sociedad. Es urgente
tad interior, b) La dimensión espiritual: fundamentar el ser una formación específica, sobre todo a los laicos, para
cristiano en la experiencia de Dios, manifestado en Jesús, y que tengan incidencia significativa en los diferentes
que conduce por el Espíritu a la madurez profunda, c) La campos, especialmente "en el vasto m u n d o de la políti-
dimensión intelectual: por el conocimiento bíblico-teológico ca, de la realidad social y de la economía, como también
y de las ciencias humanas, fortalecer el dinamismo de la de la cultura, de las ciencias y de las artes, de la vida

50 51
internacional, de los medios de comunicación y de otras Después viene la catequesis permanente (294). Ésta
realidades abiertas a la evangelización" (EN 70) (283). no puede ser solamente ocasional, reducida a momen-
• Una formación en la espiritualidad de la acción mi- tos previos a los sacramentos, sino que se requiere desa-
sionera. Formar a los discípulos en espacios privados de rrollar un camino constante. Tampoco puede limitarse
la devoción, para una acción que movilice y transfigure a una formación meramente doctrinal, sino que debe
todas las dimensiones de la existencia (284). No perder ser una verdadera escuela de formación integral (299).
de vista, entretanto, que cada vocación -presbiteral, re-
ligiosa, matrimonial, de catequista etc.- tiene un modo Lugares de formación para los discípulos misioneros
concreto y diferente de vivir la espiritualidad (285).
• La familia. Es "escuela de comunión". Para que sea
"escuela de la fe", y los padres los primeros catequistas,
Iniciación cristiana y catequesis permanente
la pastoral familiar debe ofrecer espacios de formación,
La formación bíblico-doctrinal, entretanto, no materiales catequéticos y momentos celebrativos (302).
puede perder de vista la iniciación cristiana y cateque- • La parroquia. La Iglesia es comunión y, por tanto,
sis permanente. Existe un alto porcentaje de católicos la dimensión comunitaria es intrínseca a la fe cristiana,
sin conciencia de su misión de ser sal y fermento en el reflexión de la vida en la Trinidad. Las parroquias son
mundo, con débil identidad cristiana, participación co- células vivas de la Iglesia, encierran una inmensa riqueza
munitaria y compromiso ciudadano (287). Es un gran comunitaria, pues en ellas se encuentra una enorme varie-
desafío que cuestiona a fondo la manera como estamos dad de situaciones, edades y tareas (304). Para que sean
educando en la fe y como estamos alimentando la vi- centros de irradiación misionera, deben ser lugares de for-
vencia de la misma. Se impone la tarea irrenunciable de mación permanente, con varias instancias que garanticen
ofrecer una modalidad de kerygma que eduque real- el acompañamiento y la maduración de todos los agentes
mente en la fe, pues ha sido pobre y fragmentada (286). de pastoral, y de los laicos insertados en el mundo (306).
La iniciación cristiana es la manera práctica de poner a
• Las comunidades eclesiales de base. El crecimiento de
alguien en contacto con Jesucristo y de iniciarlo en el
la espiritualidad de comunión ha propiciado en los laicos
discipulado, dando la oportunidad de introducirlo en
la integración en pequeñas comunidades eclesiales (307).
los misterios de la fe, en la forma de catecumenado bau-
Éstas son el ambiente propicio para escuchar la Palabra
tismal o post-bautismal, en los tres sacramentos de la
de Dios, para vivir la fraternidad, para la oración, para
iniciación: bautismo, confirmación y eucaristía (288).
profundizar procesos de formación en la fe y para forta-

52 53
lecer el exigente compromiso de ser apóstoles en la socie- • La educación católica. Ante la exclusión, la escuela ca-
dad de hoy (308). La parroquia debe ser comunidad de tólica y la universidad católica deberán estimular una educa-
comunidades (309), pues éstas son un medio para llegar ción de calidad para todos, formal e informal, especialmente
a los lejanos, a los indiferentes y a los que están descon- para los más pobres. Para eso, es importante una Pastoral
tentos o resentidos en su relación con la Iglesia (310). de la educación que acompañe los procesos educativos y ga-
rantice el derecho de los más desposeídos a una formación
• Los movimientos eclesiales y nuevas comunidades. En
de calidad (334). En las últimas décadas, en América Lati-
ellos, losfielesencuentran la posibilidad de formarse, cre- na y en el Caribe, surgieron diversos institutos de Teología
cer y comprometerse como verdaderos discípulos (311). y Pastoral orientados a la formación y actualización de los
También son una oportunidad para que muchas personas agentes de pastoral, contribuyendo así con la evangelización
alejadas puedan tener una experiencia de encuentro vital en el continente (344). Hay que fomentar el estudio y la in-
con Jesucristo y, así, recuperen su identidad bautismal y vestigación teológica y pastoral ante los desafíos de la nueva
su activa participación en la vida de la Iglesia (312). Es realidad social, plural, diferenciada y globalizada (345).
preciso, entretanto, que se integren más plenamente en la
estructura originaria que se da en la Diócesis (313).
Cuarta etapa: compromiso misionero
• Los seminarios y casas de formación de religiosos. La de la comunidad
pastoral vocacional comienza en la familia y continúa en la
comunidad cristiana, con el importante papel de acompa- La experiencia personal de fe, la vivencia comunita-
ñar a los niños y a los jóvenes en sus procesos de discerni- ria y la formación bíblico-teológica confluyen hacia una
miento (331). Lugares privilegiados son los seminarios y cuarta etapa: el compromiso misionero de toda la comu-
las casas de formación (316). El proyecto formativo debe nidad (226d). Para Aparecida, una Iglesia en estado per-
ofrecer una educación integral: humana, espiritual, inte- manente de misión debe desarrollarse con las familias,
lectual y pastoral (319), de modo que los candidatos lle- los jóvenes y los adolescentes, los ancianos, las mujeres,
guen a un proyecto de vida estable y definitivo, en medio el padre de familia y la ecología: cada comunidad cris-
tiana convertida en un poderoso centro de irradiación de
de una cultura que exalta lo desechable y lo provisional
la vida en Cristo (362), en el mundo de la cultura (479-
(321). La formación intelectual debe ser seria y profunda,
480), de la comunicación social (485-490), en los centros
en el campo de la filosofía, de las ciencias humanas y, es-
de decisión (491-500) y en la vida pública (501-508).
pecialmente, de la teología y de la misionología (323).

54 55
La misión como un servicio de todos los cristianos gente de los migrantes (445). Por eso, hay que renovar,
a todas las personas en estrecha unión con la familia, la opción por los jóve-
nes; privilegiar, en la pastoral de la juventud, procesos de
Vasa Aparecida, la familia debe ser considerada como educación y madurez en la fe, formando a los jóvenes de
uno de los ejes transversales de toda la acción evange- manera gradual para la acción política y el cambio de las
lizadora de la Iglesia. Por eso, en todas las Diócesis se estructuras, y haciendo propia la opción preferencial por
requiere una pastoral familiar "intensa y vigorosa", los pobres; asimismo, propiciar capacitación profesional
para proclamar el evangelio de la familia, promover la para que no caigan en la droga ni en la violencia (446).
cultura de la vida y trabajar para que los derechos de
Con respecto a los ancianos, la Iglesia se siente com-
las familias sean reconocidos y respetados (435). Los
prometida en proporcionarles atención humana, in-
menores en su situación de pobreza, de violencia in-
corporándolos en la misión evangelizadora (450). En
trafamiliar, de abuso sexual, situación agravada por los
cuanto a las mujeres, urge que puedan participar ple-
menores trabajadores, los de la calle, los portadores de
namente de la vida eclesial, familiar, cultural social y
SIDA, los huérfanos, los que están expuestos a porno-
económica, fomentando espacios y estructuras que fa-
grafía y a prostitución forzada, tanto virtual como real vorezcan su inclusión (454). Entre las acciones pastora-
(439), necesitan tener de parte de la Iglesia una actitud les en este particular cabe: impulsar una organización
de respeto y acogida, a ejemplo de Jesús, así como de pastoral que promueva su protagonismo; garantizar
tutela de su dignidad y derechos inalienables (441). la efectiva presencia de la mujer en los ministerios,
Merecen una atención especial los adolescentes. Es como también en las esferas de planeación y decisión; y
necesario estimular una pastoral específica para esa edad acompañar las asociaciones femeninas que luchan para
(442). A su vez, los jóvenes son los más expuestos a los superar situaciones difíciles (458). Tampoco se puede
efectos de la pobreza, víctimas de toda suerte de alienacio- olvidar que, tradicionalmente, un porcentaje significa-
nes, afectando su propia identidad personal y social. Son tivo de hombres en América Latina se ha mantenido al
presas fáciles de las nuevas propuestas religiosas y pseu- margen de la Iglesia, lo cual cuestiona fuertemente el
estilo de nuestra pastoral convencional (461). Por eso,
do-religiosas (444). Están afectados por una educación de
es necesario incluir en los contenidos de formación en
baja calidad. Hay una ausencia de jóvenes en la política.
la Iglesia la reflexión con respecto a la vocación por la
Otros no tienen la posibilidad de estudiar o trabajar, y se
cual el hombre está llamado a vivir en el matrimonio, en
ven obligados a abandonar su país, engrosando el contin-
la familia, en la Iglesia y en la sociedad; profundizar el

56 57
papel específico que le corresponde al varón en la cons- ferentes ambientes y en los nuevos lugares: el m u n d o de
trucción de la familia; denunciar la mentalidad neoli- las comunicaciones, de la cultura, de las ciencias y de las
beral que sólo ve en el padre de familia u n instrumento relaciones internacionales (491) y la vida pública (501).
de producción y ganancia; y favorecer la participación
La evangelización no puede prescindir de los medios
activa de los hombres en la vida de la Iglesia (482).
de comunicación social que la inteligencia humana perfec-
Finalmente, el compromiso misionero de la comu-
ciona cada vez más. Con ellos, la Iglesia proclama "desde
nidad eclesial incluye también la ecología. Ante los
los tejados" el mensaje de que es depositarla (485).
desafíos actuales en este campo, hay que evangelizar a
nuestros pueblos para que descubran el don de la crea- Por eso, es necesario conocer y valorar la nueva cul-
ción y aprendan a contemplar y a cuidar la casa de todos, tura de la comunicación, promover la formación pro-
y adopten u n estilo de vida sobrio y austero; buscar u n fesional en dicha cultura; apoyar la creación de medios
modelo de desarrollo alternativo, integral y solidario, de comunicación propios; estar presente en los medios
basado en una ética que incluya la responsabilidad por masivos de comunicación; y educar en la conciencia crí-
una ecología natural y humana; empeñar esfuerzos en la tica para el buen uso de los medios (486). El internet tiene
promulgación de políticas públicas que aseguren la pro- un gran potencial para proclamar el mensaje evangélico
tección, conservación y restauración de la naturaleza; de- (487). Sin embargo, los medios de comunicación no sus-
terminar medidas de monitoreo sobre la aplicación de los tituyen las relaciones personales en la vida comunitaria
acuerdos internacionales en los países (474). Sin olvidar (489). Corresponde también a la Iglesia, juntamente con
la necesidad de crear conciencia sobre la importancia de los centros culturales y las instituciones educativas, pro-
la Amazonia para toda la humanidad, establecer entre las mover la inclusión digital, para aprovechar tantos me-
Iglesias locales y los países de la región una pastoral de dios informativos y formativos on-line (490).
conjunto con prioridades garantes de u n desarrollo que
Para Aparecida, también es una tarea de gran impor-
privilegie a los pobres y sirva al bien común (475).
tancia la formación de pensadores y personas que estén en
las altas esferas administrativas. Hay que aunar esfuerzos
Nuevos lugares del compromiso misionero para la evangelización de los empresarios, los políticos y
de la comunidad los formadores de opinión en el mundo del trabajo, diri-
gentes sindicales y comunitarios (493). U n nuevo campo
Aparecida llama la atención al hecho de que es nece-
misionero es la Pastoral del turismo y del entretenimiento
sario seguir sembrando los valores evangélicos en los di-
en los clubes, en los deportes, en el cine y en los centros

58 ÍQ
comerciales (492). Como también es necesario valorar el A MANERA DE C O N C L U S I Ó N
diálogo entre fe y ciencia (495), y comunicar los valores
evangélicos de manera positiva y propositiva, pues son
muchos los que se declaran descontentos, no tanto con el
contenido de la doctrina de la Iglesia, sino con la forma
como es presentada (497). En la elaboración de los planes La propuesta de Aparecida se sitúa en el espíritu reno-
pastorales, es necesario: favorecer la formación de un laica- vador de "regreso a las fuentes", del concilio Vaticano
do que sea capaz de actuar como verdadero sujeto eclesial II, del cual las Conferencias anteriores de Medellín
y como un competente interlocutor entre la Iglesia y la so- (1968), Puebla (1979) y Santo Domingo (1992) realiza-
ciedad, y viceversa (497); fortalecer los grupos de diálogo ron una "recepción creativa" en América Latina y el
entre la Iglesia y los formadores de opinión en los diversos Caribe. Colocar la Iglesia como un todo, y cada comu-
campos (498); crear oportunidades para el uso del arte en nidad eclesial en estado permanente de misión, es una
la catequesis, en las celebraciones litúrgicas y en las demás propuesta desafiante, dadas las circunstancias y el con-
pastorales con competencia técnica y profesional (599); e texto actual en el que está inserta la Iglesia.
incentivar la creación de centros culturales católicos, espe- El "punto de partida" de la propuesta de Aparecida
cialmente en las áreas que más lo necesitan (500). nos remite a lo "real" de una situación que contradice
En síntesis, los discípulos misioneros de Cristo de- el reino de la vida del Padre. Su "punto de llegada" nos
ben iluminar con la luz del Evangelio todos los espacios hace levantar la cabeza y fijar los ojos en el horizonte de
de la vida social. La opción preferencial por los pobres la "vida en plenitud", traída por el Resucitado. Ser un
exige una atención pastoral a los constructores de la so- seguidor de Jesucristo significa transfigurar todo lo que
ciedad. Si muchas estructuras actuales generan pobreza, está desfigurado, comenzando por el rostro de los po-
en parte se debe a la falta de fidelidad con los compro- bres. La exigencia de una Iglesia en estado permanente
misos evangélicos por parte de muchos cristianos, con de misión, servidora, defensora y promotora de la vida,
especiales responsabilidades políticas, económicas y supone una conversión pastoral y una renovación ecle-
culturales (501). Son, sobre todo, los laicos quienes de- sial, un cambio en las acciones y estructuras. El camino
ben actuar como fermento de la masa, para construir para acercar el "punto de partida" al "punto de llegada"
una sociedad según el proyecto de Dios (505). es un proceso por etapas, propiciando una experiencia
personal de fe, en el seno de una comunidad eclesial

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viva en la que se pueda recibir una formación bíblico- ÍNDICE
doctrinal sólida, en vista del compromiso misionero de
toda la comunidad.
Se trata de una propuesta pertinente y relevante para
los días de hoy, pero también desafiante, pues exige de-
jar el comodismo, el estancamiento y tibieza en que se Introducción 5
encuentra la Iglesia en el continente. Llevar la propues-
ta de Aparecida a la práctica exige pasar de una pastoral I El punto de partida
de sólo conservación, a una pastoral decididamente mi- U n a realidad que nos interpela,
sionera. Requiere crear lo nuevo, lo que nos sumerge en pues contradice el reino de la vida 7
un tiempo de paso. N o olvidemos que el misterio pas- í í El punto de llegada
cual nos hace depositarios de una mentalidad de cam- La vida en plenitud para toda persona
bio. Somos seguidores de un Jesús pobre e itinerante. y para nuestros pueblos 14
Aparecida nos invita a dejar atrás las viejas seguri-
dades, caminos transitados, posturas preconciliares, resi- í í í La exigencia
U n a Iglesia en estado permanente de misión 19
duos de cristianismo, con el fin de dar nuevas respuestas
a las actuales preguntas. Éstas emergen de u n mundo, IV Las implicaciones
no necesariamente hostil a la Iglesia, pues es obra de La conversión pastoral y la renovación eclesial 28
Dios, sino al lugar de la presencia del Espíritu, que si-
gue suscitando "nuevos signos de los tiempos". Signos V El itinerario
que interpelan y exigen una respuesta valiente. Tarea U n a caminata en cuatro etapas,
difícil, pero posible cuando se tiene la fe apoyada en la a la luz de la opción preferencial por los pobres 40
roca firme: el Resucitado. Cuanto mayor sea el desafío,
A manera de conclusión 61
tanto más apasionante puede ser la audacia de tratar de
"hacer nuevas todas las cosas" (Ap 21, 5).

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