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14/06/2021 20:38:10 horas – (Versión 22 de solo texto sin imágenes)

Obra literaria escrita, PARA NO CONCURSAR, ni al Premio Planeta, ni al Premio Alfaguara, ni al


Premio Herralde, de las letras...

La Promesa I
(Solo texto, sin imágenes…)

La palabra empeñada a un hijo…


“La Piedra Filosofal:
Una receta mágica para curar el alma
malherida”
( La versión completa con texto e imágenes en el enlace:
http://www.slideshare.net/fcerong/la-promesa-version-final )

1
Las palabras tienen
efectos,
los efectos son los
afectos,
los afectos son los
sentimientos…

Y a veces,
las palabras y los
sentimientos,
son lo único que nos
queda,
2
son lo único que
tenemos…

3
Francisco Antonio Cerón García
fcerong@gmail.com

El viaje de mi vida, mi paso por la vida:


Estas humildes letras, relatan una odisea épica, de
coraje, valor, heroísmo, amor, solidaridad, y ética…
Una historia de la lucha, entre el bien y el mal, entre
el desamor y el amor, entre la desesperanza y la
esperanza, entre el hastío y la pasión, entre la
cobardía y la valentía, entre el egoísmo y el
heroísmo, entre el Diablo y Dios, entre la muerte y la
vida, entre el Tánatos y el Eros…

"Del Misterio del amor y el desamor, la tragedia y la


comedia, la desesperanza y la esperanza, la
sabiduría y la Felicidad”

4
Introducción
Mis letras son de una belleza inconmensurable, y
aunque lo pareciera, no escribo en poesía, y sin embargo,
hago lo más difícil en literatura: ¡Escribo permanentemente y
todo el tiempo en prosa poética!...

Porque esta, la diáspora que escribo y cuento, en este


mi libro, la diáspora de todas mis generaciones, y de todos
mis antepasados, y de todos mis ancestros, de todo lo que
me ha llegado por mi propia historia, es también la diáspora,
no solo del pueblo judío, y del pueblo Romaní o gitano...

Es también la diáspora de toda la humanidad, de la


humanidad entera, y desde la noche de los tiempos, y desde
el origen mismo del hombre, en las sabanas africanas...

5
Y esta mi historia que cuento, es universal, y tan
universal, como todas las historias, mitos y leyendas que
contaron los sumerios, los fenicios, los hindúes, los chinos,
los indígenas australianos, los griegos, los latinos, y entre
muchas otras culturas, que han existido desde la noche de
los tiempos, y en todo el mundo entero...

Tan vieja como las historias, los mitos, y las leyendas,


las que contaron entre muchos otros, Gilgamesh de Sumeria,
con el antiguo verso del niño aprendiz de escriba, Homero,
con la Ilíada de Troya, Virgilio, con Eneas en la Eneida, Jasón
y los Argonautas, en la búsqueda del Vellocino de oro...

Esta mi historia, es solo y sencillamente, y nada más,


que la misma historia de la supervivencia, de la supervivencia
de toda la especie humana...

Un hombre solo frente al mundo, como David frente a


Goliat, como Eneas en la Eneida, como todos los héroes de
la antigüedad histórica, me enfrenté a lo imposible, pero fue
real que lo conseguí, que me hice un viaje de 14.000 Km. por
medio mundo, cruzando todo un océano, y sin más recursos,
que mi propia inteligencia, y sin ni siquiera un peso, un dólar,
o un euro en el bolsillo…

Esta documentación es historia, historia para toda mi


descendencia, porque cuando yo ya no esté aquí, cuando
todos ellos, los que me siguen, mis hijos, cuando todos los
que también les seguirán, mis nietos, cuando todas estas
generaciones se hallan ya ido, quedará, sin embargo, de mi
presencia, la huella, la huella de todas estas letras, y de todos
estos documentos, la huella de esta mi odisea…

6
Porque el libro no lo escribí para los que se fueron, lo
escribí para los que se quedaron...

Lo escribí para los que se quedaron sin un padre, como


mis tres hijos...

Lo escribí no para los que se fueron, los que se fueron al


Cielo...

Que yo también me fui, me fui al Cielo como todos ellos,


pero volví...

Lo escribí para los que se quedaron, lo que se quedaron


aquí, aquí y acá, en la Tierra...

Y así y por ello espero también, que estas humildes


letras, os hayan puesto a todos vosotros, a todos y cada uno
de quienes me leéis, y me escucháis, os hayan puesto un
límite, un límite al insoportable dolor de existir, a la más
absoluta levedad del ser...

Por eso estas mis letras, estas mis muy humildes letras,
estas letras que escribo como "poeta del amor", trascienden
más allá de mi propia vida, y son ya no solo "la huella" de mi
paso por la vida, estas letras, llenas de la sabiduría del amor,
decía, trascienden más allá de mi propia vida, porque llegan a
cada uno y todos de vosotros, quienes las leéis, y las
escucháis, mis semejantes, y así mi huella se hace perenne,
y he burlado a mi propia muerte, en vuestro recuerdo de ellas,
en la huella, que estas letras, han dejado en todos, y en cada
uno, de todos vosotros...

7
Y estas letras, estas humildes letras, que son mi paso
por la vida, me han hecho libre, tan absolutamente libre, que
me han permitido crearme mi propio mundo, y llenarme la
vida de ilusión, en un reino de libertad y de amor...

Porque esta historia que cuento, esta odisea épica de


valor y heroísmo, esta mi historia, que cuento con estas
letras, es una historia de la lucha entre el bien y el mal, de la
lucha entre el desamor y el amor, entre la desesperanza y la
esperanza, entre el hastío y la pasión, entre la cobardía y la
valentía, entre el egoísmo y el heroísmo, entre el Diablo y
Dios, entre la muerte y la vida, entre el Tánatos y el Eros...

Y así he vencido, paradójicamente, he triunfado, he


dejado de estar y de ser derrotado, derrotado por la muerte,
derrotado por el Tánatos, derrotado por lo aciago del
destino...

Y he triunfado con todos, con todos y cada uno de todos


vosotros, con todos aquellos en quienes dejé una huella, y
todos aquellos, los que dejasteis también una huella en mí,
en mi ser y en mi alma, en mi paso por la vida...

Y cuando me haya ido, cuando haya terminado ya para


siempre, este viaje, este mi viaje por la vida, mi paso por la
vida, no me recordéis, los que me amasteis, no me recordéis
ni por mis triunfos, ni por mis éxitos, ni por mi dinero, ni por
mis posesiones, si las tuve, no me recordéis por nada
material...

Solo me recordéis, y por nada más, por lo que os quise y


os amé, y por lo que fui querido y amado...

8
Memorias de una vida vivida...

Memorias de una vida vivida


vivida en un sueño
en sueño sin fin…

Memorias de una vida vivida


vivida y pasada
pero presente
presente en cada momento
del pasado que retorna
en cada recuerdo…

9
Y este es mi epitafio, esta es toda la herencia que os
dejo, a todos vosotros, mis semejantes, no tengo nada más
que dejaros, que solo estas letras que escribí, como poeta del
amor...

Y si alguna vez os encontráis, como yo me encuentro a


veces, y en muchos de mis días, de este mi tiempo presente,
os encontráis como yo, y sin ni siquiera tener ni para comer,
recordar lo que decía Jesús y la Biblia: "No solo de pan vive
el hombre..." Y así, yo también vivo, estoy vivo por y de mis
letras, de estas mis muy humildes letras...

Y de esta manera termino, tan solo como empecé, sin


musa, ni compañía ninguna, escribiendo de nuevo con mi
agenda electrónica, desde "el banco de la soledad", con estas
letras, que son toda la compañía, la que me ha querido
brindar, mi propia y muy amada tierra mía, Salta "La Linda"...

Porque tal y como el héroe Eneas, en la Eneida de


Virgilio, o en la Odisea de Homero, o en la Ilíada de Troya, o
en Jasón y los Argonautas, en la búsqueda del vellocino de
oro, así tal y también como todos ellos, estoy en este mi paso
por la vida, en esta mi odisea por la vida, en este mi viaje
épico, estoy intentando, y en pleno siglo XXI, el retorno,
intentando el retorno y desde lo imposible, el retorno y desde
lo real, para volver a ver a mis tres y muy amados hijos,
buscando mi vellocino de oro, en una lucha titánica y épica,
contra los hados adversos, y el destino aciago, y contra todas
las mareas, y los vendavales, y las tormentas, y las
tempestades, y los huracanes, que me trajo este mi navegar,
por el inmenso y desconocido océano de la vida, en un
heroísmo tal, tal y como también hicieron, y antes que yo
mismo, cada uno, y todos los héroes, de la antigüedad...

10
Porque Salta entera, toda y entera, esta bendita tierra,
esta bendita y adorada tierra mía, esta maldita...

Porque mi querido amigo, cuando me dijiste: "cagate"...

Y si es verdad, y literalmente, es verdad que me "cago",


que me estoy "cagando" todo y entero, es verdad que me
muero, que me estoy muriendo y de hambre...

Pero aun así, y sin darte cuenta, mi querido y muy


estimado amigo, con tu "elocuencia", y muy profundamente
"salteña", me inspiraste mi mejores y más brillantes letras del
libro entero, y además en el día de mi cumpleaños, y que
pasé más solo que nunca y en toda mi vida entera, letras que
dicen así, que dicen de lo que no me muero, ni de lo que no
me moriré nunca:

Porque yo no estoy aun, ni lo estaré nunca, no estoy


aun ni derrotado, ni menos vencido, y ni toda Salta
entera, y ni todos los salteños, y ni todas las salteñas, ni
todos ellos juntos, podrán robarme de lo que carecen
casi todos ellos, no podrán robarme nunca, así este y
pasando hambre, no podrán robarme mi dignidad...

Porque como decía Alma Fuerte: "No te des por


vencido, ni aun vencido"...

Y decía anteriormente que esta bellísima tierra, este


Edén de la naturaleza, este bellísimo paraíso terrenal, esta
maldito, pero maldito no por su tierra, pero si por muchas de
sus gentes, no todas, pero si por muchas de sus gentes...

11
Porque son muchos de los salteños, y muchas de las
salteñas, adoradores del Demonio, adoradores del demonio
sino y también, porque estén endemoniados y endemoniadas,
que los hay y muchos, porque aquí están las mayores y más
profundas sectas satánicas del mundo entero, y porque Salta,
casi toda entera, es el mayor y más profundo portal del
Demonio, en todo el mundo entero...

Decía, y además, porque muchos de aquellos y aquellas,


que no están endemoniados, sacan sin embargo, y de lo más
profundo de su corazón, una maldad tan sumamente
refinada, y cubierta y maquillada, con la máscara y los ritos
excelsos, y muy salteños por excelencia, de “los buenos
modales”, "las buenas costumbres", y "la buena educación":
¡Tanto! ¡Tanto ya que ni siquiera las presencias permanentes
del Señor Y la Virgen del Milagro pueden traer algo de
santidad a esta tierra!, no maldita por sí misma: ¡Pero si
maldita por el Demonio y sus adoradores!...

Pero aun así, y a pesar de todo ello, aun así, en esta mi


bella tierra, en esta mi bellísima tierra, en este Paraíso
Perdido del Mundo, en este Paraíso Terrenal, en este Edén
del Cielo, existen también, muchas almas, muchas bellísimas
almas, almas tan Vírgenes e Inmaculadas, que portan al
mismo Dios vivo, portan la presencia del Dios vivo en su
seno, que portan al Espíritu Santo, tal y como yo mismo,
como yo mismo y también estoy, y siempre, en su
permanente y perenne presencia...

Y por eso La Luz del Cielo, a quien habitualmente


llamamos Dios, por eso La Luz del Cielo, me llevó lejos, tan
lejos, al otro lado del Océano, al otro lado del Mundo...

Muy lejos de esta, de esta y mi muy amada tierra mía,


Salta "La Linda"...

12
Y hacen ya casi 29 años de ello...

Y casi 29 años después de salir, perseguido como un


perro, casi 29 años después, también, La Luz del Cielo,
también me volvió a traer...

Y me trajo de nuevo, ya curtido como el cuero, y


templado como el mismo acero, me trajo de nuevo, como su
antorcha humeante y llameante, así y como la zarza que
ardía, y con la llama del Cielo, ante el mismísimo Moisés...

Y llegue con olor en mi alma, con olor y ya no solo a


incienso, el olor de la Tierra Madre y de la Pachamama,
llegue y además, con olor a azucenas y jazmines, el olor del
Cielo...

¡Llegue y como un Místico del Siglo XXI! ¡Y con todas y


cada una de las letras!

Llegue a traer y a desparramar, un poco, un poco de su


Luz, de La Luz del Cielo, un poquito de ella, en medio de
tanta oscuridad...

Porque yo que creí, que ya había terminado de escribir,


este mi libro, esta mi vida, este mi paso por la vida, esta mi
huella por la vida, esta mi odisea...

Sin embargo, este libro que yo creía ya concluido, no


pude enviarlo todavía a concursar, al Premio Planeta de las
letras...

13
Y no pude, por no tener, ni siquiera, ni los cien pesos, o
los veinte euros, o los treinta dólares, que cuestan la
impresión y en blanco y negro, porque en color son cinco mil
pesos, o mil euros, o seis mil dólares, de los dos ejemplares
del libro, necesarios para enviarlos a concursar a Barcelona,
en España...

Y así, esperando a poder juntar el dinero, pasó el


tiempo, y se pasó y se terminó el verano, y se pasó también y
se terminó el invierno, y llegó el tiempo de la primavera, el
tiempo del Milagro de Salta, del Milagro de la renovación
anual, del Pacto de Fidelidad, entre el Pueblo de Salta y entre
nuestros Santos Patronos, para que nos protejan de los
terribles terremotos, que ya destruyeron a nuestra
antepasada, y la muy noble ciudad de Esteco...

Pero con el tiempo del Milagro, también llegó y ocurrió,


otro Milagro...

El Milagro del amor...

14
Cuando tomé tu mano...

Cuando tomé tu mano


en ese momento pasó...
y me preguntaba
¿cómo y cuándo sucedió?
cuando tomé tu mano...

Cuando tomé tu mano


sentí
sentí como toda mi vida y mi energía
toda mi energía
ya se había ido
y antes de tomarte tu mano
ya se había ido
ya se había ido y toda
toda contigo...

15
Cuando tomé tu mano
porque tenías frío
que yo creía
que yo creía del cuerpo
pero era un frío del alma
de tu alma toda
helada de pavor
y turbada
tan turbada
turbada por el amor
el amor que ni te atrevías
ni te atrevías
en tus más lejanos sueños
a confesarme...

Cuando tomé tu mano


apretaste
apretaste mi mano
con tanta fuerza
que yo no supe
yo no supe ni pude saber
que estaba pasando...

Pero yo
yo entonces
cuando tomé tu mano
me quedé helado
tan helado
como así lo estaba
así lo estaba
tu alma toda…

16
Y el frío de tu alma
se pasó todo
y de golpe
¡tan de golpe!
¡todo a la mía!...

Y entonces me quedé
me quedé tan turbado
¡tanto!
como tú misma
como tú misma ya lo estabas...

Cuando tomé tu mano


y tomé tu otra mano
tan helada también
entonces supe
entonces empecé a saber
que eso que nos pasaba
eso que nos pasaba a los dos
se llamaba
se llamaba el amor...

Y entonces
recién entonces
y por primera vez
entonces te miré
y miré tu alma...

17
Y vi tu alma
tan llena
tan llena de gozo
tan desbordante
que se desbordó
se desbordó a la mía
a la mía toda
toda y entera
mi alma mía...

Y empezamos a temblar
a temblar los dos
los dos juntos
no ya del frío
sino
de la turbación
del gozo
y del amor
cuando tomé tu mano...

18
Excelentísima Señora Cristina Fernández de Kirchner
Señora Presidenta de la República Argentina

Soy un ex-combatiente, en la retaguardia, de la Guerra


de las Malvinas, con una épica y heroica historia en dicha
guerra, nunca reconocida, sabida ni contada, y que relato en
mi libro, en el capítulo titulado “El día de la Memoria: El 24 de
Marzo...”

Siendo funcionario oficial y de muy alto rango, en aquella


guerra, denuncié a dos muy altos oficiales, superiores míos,
ante el estado mayor conjunto, y el resto de la historia la
cuento en mi libro...

Espero que el libro le pueda servir para reivindicar la


justicia y el reconocimiento que se merecen, todos los ex-
combatientes de las Malvinas, muchos de los cuales murieron
dando la vida por la patria, y que en general se les niega
reiterada y sistemáticamente, por parte de todos los
estamentos de la sociedad argentina...

Muy reconocido por su gran hacer político, y porque está


haciendo historia para nuestro amado país, le saluda muy
cordialmente,

Francisco Antonio Cerón García


fcerong@gmail.com

19
Comentarios de Lectores de La Promesa

Comentario de un viejo profesor universitario de


literatura:

Francisco:
Al leerte me he dado cuenta, que tus letras son de una
belleza inconmensurable, y aunque lo pareciera, no escribes
en poesía, y sin embargo, haces lo más difícil en literatura:
¡Escribes permanentemente y todo el tiempo en prosa
poética!...
Al leer tu libro, me he dado cuenta de que has sufrido,
no ya mucho, sino muchísimo, demasiado para lo que pueda
y puede sufrir nadie...
Pero lo que más me ha sorprendido es que, sin
embargo, y a pesar de todo, y de tanto sufrimiento, eres un
hombre feliz, demasiado feliz...

Comentario de un Presidente de una multinacional:

Francisco:
He leído algunas partes del libro: ¡Y tengo que decirte
que me has tocado el alma!
Y sobre todo tu dolor por tus hijos me ha dado en el
centro del corazón... No me puedo imaginar en una situación
similar con mis hijos...
¡Aquí va mi solidaridad! Sé que tu espíritu lo recibirá con
afecto...
También quiero decirte, que tenía viejas y sangrantes
heridas en el alma, que la sola lectura de tu libro me ha
curado...
¡Recibe un muy fuerte abrazo!...

20
Amor Ψ Amores
(Una gran aristócrata española):

¡Que belleza lo que pude leer en estas páginas!...

¡Sus hijos se sentirán muy orgullosos!...

Cuando lean esta historia, de sus propias vidas, y quien


fue, y es su padre....

Nunca existe una lucha vencida, sin amor y


comunicación... Ambas espadas las tienes en tus manos....
Así que el resto, el tiempo, dictará el veredicto final....

¡Bello, bellísimo libro!...

Francisco Antonio Cerón García:

Querida amiga desconocida:

¡Me has hecho llorar, me has hecho llorar y a lágrima


viva con tus palabras!...

21
Amor Ψ Amores:

Prosigue adelante, eres un sembrador de experiencias


vividas y las debes compartir... Para incentivar a otros, que el
amor, no es solo rosas... Hay espinas en su andar y también
hay que llorar... Pues muchos, solo piensan en rosas, pero no
en el dolor, y es muy necesario el proceso del deber y
también las responsabilidades del quehacer...

Francisco Antonio Cerón García:

Por eso mismo escribí mi libro, como mi herencia a mis


tres hijos...

Y tardé 28 años y 6 meses en pensarlo, y lo escribí en


menos de 4 meses...

No son sólo las vivencias de una persona que ha vivido


una vida demasiado intensa, mi propia persona, sino y
además, mi libro es una profunda reflexión sobre la vida
misma, y su sentido, el que habitualmente se nos escapa
a casi todos...

Y en este mundo hedonista y de sólo búsqueda del


placer hasta el paroxismo, el dolor y la muerte están
forcluídos, excluidos de nuestras vidas, con la ayuda del
dinero, de la ciencia y de la tecnología, pero ni siquiera los
tanatorios pueden desterrar a la muerte ni al sufrimiento, ni al
dolor...

22
Y el dolor, tanto del cuerpo, como y peor del alma, es un
muy viejo conocido mío, tanto que ya casi no me hacen daño,
aunque no por ello soy masoquista, ni lo busco: ¡Para nada!...

Mi libro es una oda al amor, una elegía al amor, una


profunda e intensa apología del amor...

Y como un Místico del Siglo XXI, y con toda y cada una


de las letras, mi libro, mi libro habla también de la experiencia
del amor Divino, tal y como la vivieron y experimentaron
también, tanto San Juan de la Cruz como Santa Teresa de
Jesús, pero en lugar de hacerlo con un lenguaje de hombres
del Medioevo, mi libro lo hace con un lenguaje moderno del
Siglo XXI...

Me califican de Quevedo, Antonio Machado, Gustavo


Adolfo Bécquer, Pablo Neruda, y Alma Fuerte entre otros,
todos juntos y a la vez, por la belleza de mi literatura y mis
poesías (hay muchísimas desparramadas en todo el libro)...

23
Obra literaria escrita, PARA
NO CONCURSAR, ni al Premio
Planeta, ni al Premio Alfaguara,
ni al Premio Herralde, de las
letras...

24
25
Índice
Páginas 25 a 29

Introducción:
Páginas 4 a 22

Primera Parte:
Mi viaje desde España a Latinoamérica, y mi viaje desde
Latinoamérica a España…
Páginas 31 a 315

Prólogo:
El regreso que no puedo realizar a España, para volver a ver
a mis hijos, y en su lugar, mi viaje al interior del alma...
Página 33

26
Capítulo Primero:
¿Qué es lo que hago yo aquí? ¿Y cuál es el sentido de mi
destino? El puente entre dos mundos…
Página 62
Capítulo Segundo:
Mi bisabuela y tatarabuela tuya, Doña Mariana Pardo Lorca.
Página 135

Capítulo Tercero:
El Día de la Memoria (24 de Marzo).
Página 173

Capítulo Cuarto:
El Puente de la liberación.
Página 199

Capítulo Quinto:
La vuelta a la dura realidad de la vida, y mis vericuetos para
sobrevivir…
Página 214

Capítulo Sexto:
La suerte afortunada del destino...
Página 236

Capítulo Séptimo:
Desde Santa Cruz de la Sierra en Bolivia, a Murcia en
España…
Página 267

Capítulo Octavo:
El maná de la tierra prometida…
Página 286

27
Segunda Parte:
Mi tiempo presente…
Páginas 317 a 585

Capítulo Noveno:
La señorita “de aula”…
Página 319

Capítulo Décimo:
La chica del Sombrero…
Página 386

Capítulo Décimo Primero:


Los cuatro mosqueteros y D’Artagnan…
Página 430

Capítulo Décimo Segundo:


La ilusión de vivir.…
Página 472

Capítulo Décimo Tercero:


La bicicleta.…
Página 515

28
Tercera Parte:
Mi tiempo de la infancia y la juventud…
Páginas 587 a 833

Capítulo Décimo Cuarto:


El Vapor Provence…
Página 589

Capítulo Décimo Quinto:


¡Maipota!
Página 658

Capítulo Décimo Sexto:


Los Abandonados...
Página 699

Capítulo Décimo Séptimo:


El Vuelo del Ave Fénix: El Ala Delta…
Página 711

Capítulo Décimo Octavo:


La Tortilla de Huevos...
Página 722

Capítulo Décimo Noveno:


El Grado…
Página 801

29
Capítulo Vigésimo:
Los Butaneros…
Página 824

Cuarta Parte:
Mi tiempo del alma…
Páginas 835 a 1316

Capítulo Vigésimo Primero:


El Paraíso perdido, mi paseo por el Cielo…
Página 837

Capítulo Vigésimo Segundo:


Porque el corazón se me ha helado…
Página 867

Capítulo Vigésimo Tercero:


¡Pero existes!: El Milagro de la vida...
Página 940

Capítulo Vigésimo Cuarto:


La muerte del rencor y del odio.
Página 1057

Epílogo
La herencia que os dejo:
El Milagro de Salta, el Milagro del Amor y de la Vida misma...
Página 1090

30
31
Primera Parte
Mi viaje desde España a Latinoamérica, y mi
viaje desde Latinoamérica a España…

32
33
Prólogo
El regreso que no puedo realizar a España, para
volver a ver a mis hijos, y en su lugar, mi viaje al
interior del alma...

34
No sé si esta es la única posibilidad de obtener un billete
a España para volver a ver a mis hijos, pues seguramente es
casi imposible llegar a ser un escritor famoso para
conseguirlo, pero como de todas maneras no tengo ninguna
otra posibilidad real, de volver a verlos alguna vez en mi vida
restante, y como mi tercer hijo Daniel, es muy pequeño
todavía, pues sólo tiene seis años, la única manera que me
ha quedado por el destino de mi vida de poder hacer algo de
padre, es contarle mi historia y la historia de todos nuestros
antepasados, y eso es lo que intento escribir y reconstruir...

Me dijo algún gran insigne escritor Latinoamericano, y


cuyo nombre recuerdo y no quiero citar, que no puedo
permitir que mi extensa obra poética se publique
póstumamente, pues según él, mi arte literario, que hace
vibrar el alma humana hasta en sus más íntimas fibras, tiene
de muy peculiar y original que suena a bellísima poesía, pero
sólo es prosa y pura lengua coloquial...

Como escritor y poeta novel que soy, y aunque llevo ya


más de un cuarto de siglo escribiendo en la intimidad,
recuerdo que Salta en la Argentina, es cuna de grandes
cantores y poetas, y aunque soy Español, también soy
Salteño, pues viví en Salta cerca de un cuarto de siglo desde
los tres meses en que arribé, y mis antepasados nacieron y
vivieron en Salta, y fueron todos a morir a España, y yo soy
de la cuarta generación, pero que ha regresado de España a
morir en Salta, aunque sé que todavía no es mi hora...

Mientras empiezo escribiendo este libro, las lágrimas


resbalan por mi rostro, y peor aún, resbalan por mi alma, tan
abundantes que no ya solo mojan mis mejillas, sino y además
resbalan de ellas mojando todo mi cuello enteramente...

35
Siempre me resultó el lugar más terrible y difícil el de la
palabra, porque además Dios si existe, ocupa ese lugar y es
la palabra: ¡Y yo tengo absoluta certeza de que Dios si existe
porque me di un paseo por el Cielo! Pero eso, ser un místico
del siglo XXI es hoy día, y en nuestro tiempo presente, solo
estar loco, es para todos los demás el no estar cuerdo...

Pero a veces pienso que es totalmente al revés: ¡Que


con lo corta y breve que es la vida la verdadera locura es no
jugársela por el amor!

¡Y en cambio nos la jugamos, y todos los días,


apostando por la envidia, la avaricia, el desamor, y el
egoísmo más atroz! ¡Y yo siempre me jugué toda mi vida
entera por el amor! ¡Cada instante y cada segundo de ella no
deje de jugármela toda y enteramente por el amor! Pero
paradójicamente con el amor no se gana: ¡Siempre se pierde!
Mientras que con el poder y el dinero si se gana, pero lo que
se gana es un espejismo, pues solo queda un vacío interior
que nada puede tapar, en cambio perder por el amor solo
deja una cosa: Sabiduría.

Y esa, la sabiduría, fue el único bagaje que fui


acumulando en la vida mientras que perdía por amor…

Y ahora sin embargo acudo a ella, a la sabiduría, y es


que no sé, no sé cómo se le enseña a un niño de seis años a
vivir sin padre. Y es que mi hijo más pequeño, Daniel, me
decía el otro día, con todo el candor y la inocencia de todos
los niños a esa edad: "Que él ya había aprendido a vivir sin
un padre".

Pero yo que ya soy maduro y adulto, no sé todavía cómo


se aprende a vivir sin un hijo...

36
Y yo, que creía que escribía este libro para descubrir
cómo se enseña a un hijo a vivir sin un padre, y que fue "La
Promesa" que no le hice a mi hijo, ahora descubro también,
mientras que mis lágrimas no dejan de resbalar todo el
tiempo por mis mejillas, que no sé cómo se vive sin un hijo...

¡Y es que no existe en casi ningún lenguaje del mundo ni


una sola palabra para nombrar la muerte de un hijo o de una
hija!

Sólo existe en hebreo Shchol, que es la palabra hebrea


para designar la orfandad de un hijo o una hija...

Av Shachul, para designar la orfandad del hijo o la hija,


por el padre…

Em Shachula, para designar la orfandad del hijo o la hija,


por la madre…

Y por todo ello le prometí a mi hijo Daniel, y fue "La


Promesa" que le hice, antes de dejarlo y para siempre, que ya
que no iba a poder estar a su lado para todo el resto de su
vida y de mi vida, que la única manera en podía seguir
estando cerca de él, ya que ahora nos separan casi catorce
mil kilómetros, con un océano de por medio, y dos mundos
distintos: el primer y el tercer mundo.

Decía, la única manera en podía seguir estando cerca


de él, ya que no podía estar nunca más con mi presencia y a
su lado, era regalarle las palabras de la historia del viaje, del
viaje permanente que ha sido, fue y será, el viaje de toda mi
vida.

37
Pero más aún, esta también es la historia del viaje a mi
mundo interior, a lo más hondo y recóndito del ser y del alma
humana, una visión introspectiva e intimista: ¡Allí donde tú
eres y donde yo no soy!

Por eso este libro está dedicado a él, a Daniel, que


significa "Enviado del Cielo" y "Regalo del Cielo": ¡Y él era
toda la luz que alumbraba toda mi vida entera y me he
quedado para siempre sin ella por la fuerza del destino y de la
vida y contra mi entera y total voluntad!

Y por eso este libro está dedicado también no solo a mi


hijo pequeño Daniel, sino y además a mis otros dos hijos
mayores, Sergio David y Rubén Darío, quienes también se
han quedado para siempre sin padre, y a mí todavía se me
caen, las lágrimas de mis mejillas, también por ellos. Pero
más aún, este libro está dedicado a todos los niños y niñas
del mundo sin padre y madre, y a todos los padres y madres
sin hijos o hijas en el mundo...

¡Y se me caen nuevamente las lágrimas! ¡Nuevamente


no solo por mi rostro sino y también abundantemente por mi
alma! De pensar que ya son cuatro generaciones seguidas de
emigrantes, de las que tengamos memoria escrita, que
escapan para sobrevivir a hambruna, cuando no y también a
la muerte: ¡Cuántas más generaciones de García o de otros
apellidos habrán escapado para no haber encontrado la
muerte y la hambruna en su tierra natal! ¡Cuántas historias
perdidas y no contadas!

38
¡Por eso no quiero dejar de contar la mía! Por el
resarcimiento moral, que se debe, no ya y a mi persona, sino
y aún muchísimo más importante, a todas las generaciones
de los antepasados, que lucharon para que nosotros
existiéramos hoy en día: ¡Es un tributo que les rindo y que se
merecen! ¡Y qué mejor forma que de hacerlo que contando lo
que me ha llegado de su historia y de su lucha muchas veces
desesperada por la supervivencia! ¡Y hacerlo a la vez, y a
través, de mi propia historia personal de lucha por la
supervivencia!

Y por eso, cuando son precisamente los nietos,


bisnietos, tataranietos, etc., todos tan salteños y salteñas
como yo mismo, y muchos de ellos muy ilustres, con mucho
poder, y de muy buena posición económica, los que me dicen
hoy en día que soy un “inadaptado”, por no claudicar como un
vasallo ante la podredumbre moral que impera en Salta,
disfrazada con la hipocresía de “las buenas costumbres”, “los
buenos modales”, y “la buena educación”:

¡Se me revuelven las tripas y el alma, de solo pensar en


cómo se removerán en sus tumbas los huesos de sus
antepasados!

¡De tantos sufrimientos que por ellos pasaron!... ¡Para


que ahora su propia descendencia sean unos buitres y unas
aves de rapiña!: ¡No cederé ni en un milímetro así me vaya
en ello el precio de toda mi miseria y de mi vida, o el de toda
mi soledad!...

¡El que quiera leer un libro para adultos que busque


otro!: ¡Este libro es un cuento para todos los niños del mundo!
¡Y también para todos los adultos que no han dejado de ser
niños y niñas porque todavía creen en el amor!

39
Porque al final, y desde el principio, este libro habla solo
del amor y del desamor, de la desesperanza y de la
esperanza...

La historia de mi vida, que cuento en este libro, es el


cumplimiento de la única promesa que pude hacerle a mi hijo
pequeño, ya que no pude prometerle que volvería a verme
alguna otra vez en su vida. Y es una ilusión que me mantiene
en pie, que me mantiene vivo, a pesar de todas las derrotas
de la vida…

Y por último está dedicado también a mi musa, que eres


tú, quien me lees y me estas escuchando: ¡Y tengo que darte
disculpas por no haberme dado cuenta que te iba a despertar
de tu sueño!, del ensueño de tu vida…

Y para que yo pueda seguir escribiendo, y para que tú


sigas siendo mi musa, solo es necesario que me sigas
leyendo y escuchando...

Y por ello te adoro y te quiero...

40
La Musa

La musa
figura olvidada
de nuestro tiempo presente…

La musa
que inspiró a tantos poetas
y tantas letras…

La musa
que inspiró a tantos hombres
grandes acciones…

La musa
que se ha perdido
¿quién es nuestra mujer de hoy en día?
¿quiere alguna ser mi musa?...

41
42
Capítulo Primero
¿Qué es lo que hago yo aquí? ¿Y cuál es el sentido
de mi destino? El puente entre dos mundos...

43
Heme aquí, en un rincón perdido del tercer mundo,
"Salta La Linda" la llaman, pero bien podía haberse llamado
"Salta La Horrible", pues aunque sus paisajes y naturaleza
son bellísimos, sin embargo: ¡No he podido encontrar esa
misma belleza en sus gentes!

¡No en vano dicen los historiadores que Dios destruyo


con grandes terremotos a su antepasada Esteco! Dicen que
fue como castigo por su maldad tan intensa y refinada, y a
veces pienso que si Salta corriera la misma suerte que
Esteco, pasaría como en Sodoma y Gomorra, que no se
perdería casi nada, pues habría que salvar a muy pocos
justos, y bien es posible que yo tampoco, fuera uno de ellos...

Me he preguntado y le he preguntado a Dios, todos los


días desde que regrese, y después de más de un cuarto de
siglo de ausencia: ¿Qué es lo que hago yo aquí? ¿Y cuál es
el sentido de mi destino?

Aparentemente me vine del primer mundo por la ruina


económica causada por la crisis económica mundial, y porque
también y a la vez, como me dijo un viejo y sabio correntino:
"Cuando la miseria entra por la puerta el amor sale por la
ventana", cosa que fue mi segundo divorcio…

44
Pero digo que esas son las causas aparentes, haber
emigrado por la ruina y la hambruna en España, habiéndome
quedado sin futuro ninguno, tal y como le sucedió también a
media docena de las generaciones de mis antepasados, entre
otros a mis padres, abuelos, bisabuelos, tatarabuelos, pero y
más aún, y aunque se me acaban todos los nombres de las
generaciones, todavía quedan más generaciones enteras de
antepasados de apellido García por debajo en el tiempo, que
emigraron desde España buscando un futuro, y a ganarse la
vida en "Salta la Linda", y sé que se perdieron allá por el siglo
XVIII y el siglo XIX en Santa Fe de Argentina y en Cuba…

Y a mí me ha tocado hacer este mismo viaje tres veces


ya:
La primera vez y como recién nacido en los brazos de
mis padres, la segunda vez ya en mi juventud cuando emigre
a España para no ser desaparecido en la Argentina, y la
tercera vez que vuelvo a emigrar es ya en mi madurez,
después de haber vivido la primera mitad de mi vida y un
cuarto de Siglo en Salta, y la segunda mitad de mi vida y
también otro cuarto de Siglo en España.

¡Qué experiencia la de ser emigrante tres veces en una


misma y una única vida cuando normalmente no alcanza una
sola y entera vida para emigrar una sola vez!, ¡y haber
llegado a conocer tan intensa y profundamente en una misma
y sola vida los dos mundos tan distintos que son la Europa de
partida y la Latinoamérica de llegada! ¡El Tercer y el Primer
mundo y ambos a la vez!

45
En realidad vuelvo porque nunca me pude adaptar al
valor único y absoluto del dinero del primer mundo. Siempre
estuve allí a contracorriente, y ahora que creía que aquí en
Salta iba a encontrar un remanso de paz y amor, descubro en
cambio, y para mi entera sorpresa, una absoluta pérdida de
todos los valores de integridad moral en la que fui educado, y
la degradación es tan acusada y terrible, que ya no solo voy
también a contracorriente ahora y también aquí, sino que ni
siquiera puedo llegar a reconocerme en mi propia tierra...

En el fondo, todo esto me ocurre por la dicotomía entre


lo útil y lo inútil, que en mi caso y en el de muchísimos otros,
me ha llevado del éxito al desempleo, y es tan real que es
necesario un pedazo de pan, y un techo para uno y para la
familia, pero sin embargo en esta crisis actual tan aguda hay
un sentido que se nos escapa, y que está provocando un
enorme aumento de las tasas de suicidios, y de la sensación
del fracaso más absoluto, y me refiero al sentido de lo útil y lo
inútil…

Vivimos en una sociedad globalizada y en una cultura


capitalista globalizada, donde el único sentido que prima es el
sentido de lo útil, útil en sentido económico, de poder, de
fama, de propiedad, de placer sexual, etcétera…

Pero la vida además tiene otro sentido que no es visible


a simple vista, y que surge desde lo más profundo de cada
ser, y es el sentido de lo inútil, que es el amor, la solidaridad,
la empatía, el arte, y hasta un rato muerto para no hacer
nada, o como dirían los antiguos, un momento de
contemplación...

46
Este sentido de lo útil está forcluído, borrado, muerto en
nuestra sociedad actual, y cuando se presentan catástrofes
como la crisis mundial que nos acontece, lo que sucede es
que el que solo vivió por lo útil, y se queda sin trabajo y
empresa, al sentirse tan inútil se siente totalmente perdido,
porque durante toda su vida hasta el momento presente sólo
vivió por y para lo útil, y ni siquiera sabía que existía lo inútil...

En cambio yo, aunque he tenido que vivir con lo útil por


la simple necesidad de la supervivencia y por tener que
alimentar a dos familias y tres hijos, sin embargo he vivido
también por lo inútil, y aunque eso no me ha hecho millonario
en dinero, poder, fama, etc., sí me ha hecho millonario en
fortaleza interior, en la paz interior, en la templanza de los
antiguos…

Y ahora ante esta crisis tan grave, y que tanto me afecta


también en lo personal, y que me ha obligado a emigrar a otro
continente para sobrevivir, dejando a mis amados hijos y a mi
amado país, y con una componente extra que no contaba
como un segundo divorcio, ante esta crisis he sacado fuerzas
de flaqueza, y resurjo como Ícaro y el ave Fénix, desde mis
propias cenizas, con un ánimo renovado, y pensando que
aunque este día presente está nublado, sin embargo mañana
saldrá el sol...

Y este sentido positivo del transcurso de la vida, que me


ha llevado adquirirlo todo lo que llevo vivido, contrasta con el
sentido terriblemente trágico de mi desconocida bisabuela,
tatarabuela tuya Daniel, y que fue la primera generación de
mis antepasados en venir a Salta, en la Argentina, a ella le
faltó darse cuenta que la tragedia de la vida, que es la vida
para todos, hay que transformarla en comedia, y que este es
el arte y el secreto de la felicidad…

47
Y por eso te dije Daniel, cuando me iba de España y te
dejaba para siempre, y antes de subirme al avión: “que
intentaras ser feliz sin tu papá…”, y "que yo intentaría también
a su vez ser feliz sin ti…”

Y sé que no dejo de intentarlo, y sé que tú también


Daniel, no dejas de intentarlo, pero la mayoría de la gente no
llega nunca, ni siquiera, a intentarlo…

Pero cuando subí al avión, y este tomó carrera por la


pista de despegue, y despegó finalmente, y mientras que
tomaba la foto de la página siguiente, y apenas a unos metros
del suelo:

¡Las lágrimas me salían a raudales!... Porque mientras


que el avión tomaba altura sobre la autopista, hacia y donde
se quedaron mis tres y muy amados hijos, la Autopista del
Mediterráneo, la Autopista de Murcia, Almería, Alicante,
Albacete, Castellón y Valencia, yo no quería que el avión
siguiera volando, no quería alejarme de esa autopista que me
llevaba con ellos, pero tenía que seguir en este avión, a
cumplir mi destino, y conforme tomaba altura, alejándome
cada vez más de ellos…

Y le dije a Dios, y llorando a lágrima viva, le dije al Ser


de Luz:

¡Señor!

Como a Job el de la Biblia, dos mujeres me diste, y dos


familias me distes, y ahora dos mujeres me quitaste, y dos
familias me quitaste…

48
¡No te pido! ¡No te pido Señor que me des a una tercera
mujer y a una tercera familia! ¡Sólo te pido que me cuides y
me críes a mi pequeño, a mi adorado y amado Daniel, que se
ha quedado sin padre!...

49
Ahora soy…...

Ahora soy
el alma en pena
con tan grande dolor
que ya no quiero
el consuelo
ni del mismo Cielo...

Ahora soy
cadáver deambulante
muerto en vida
como también ya se murió
toda la vida de mi alma...

Y también se murieron
con ella
todas mis letras...

50
Y no me queda
nada que esperar
nada que desear
ni siquiera al mismo Cielo
ni siquiera su consuelo...

Y solo espero
a la muerte
que rauda
me baje al abismo
de los infiernos...

Y allí
y por siempre penar
toda la eternidad toda entera
y que nunca haya en mi ser
la más mínima brizna
de esperanza y luz...

Que eternamente viva


y por siempre
muerto
en la oscuridad más abyecta...

Que nunca haya deseado


haber nacido
ni haber gozado
solo la muerte
solo y por siempre
la muerte de mi alma...

51
Por eso, y porque todos los antepasados también
tuvieron las mismas o parecidas, y muy tristísimas vivencias,
cuando tuvieron que dejarse todo, todos sus seres amados, y
toda y su amada tierra, te voy a transcribir a continuación, y
literalmente, algunas de las memorias de tu tatarabuela
Mariana Pardo Lorca, que creía que venía a América, a
“hacer la América”, pero que sin embargo se vino a dejarse la
vida en Salta llena de padecimientos, en la Argentina, y volvió
a morir a España ya de viejecita.

Su hijo Antonio García Pardo, que era Salteño, y


hermano de tu bisabuelo también salteño, Juan García Pardo,
regresó a Salta después de la Guerra Civil Española, no ya
por la hambruna generalizada en la España de la posguerra,
tal y como hicieron otros muchos españoles, sino porque
como fue Capitán de la República, que fueron los que
perdieron la guerra, lo buscaban para matarlo, y lo único que
se le ocurrió fue escapar a su tierra natal Salta, en la
Argentina.

Posteriormente mi padre, tu abuelo paterno, Francisco


Cerón Periago, tuvo que huir también de España, porque
también lo buscaban para matarlo por ser “rojo y republicano
peligroso”, ya que difundía en su pueblo natal de Alhama de
Murcia, durante la Segunda Guerra Mundial, las victorias de
los Aliados que fueron los que ganaron la guerra.

52
Y fue mi padre quien me trajo en los brazos de recién
nacido, así que por todo ello me considero y soy tan
“Argentino y Salteño como el que más”, pero a la vez también
me considero y soy tan “Español como el que más”: ¡Soy el
puente entre dos mundos! El primer mundo al que pertenecen
España y Europa, y donde tú Daniel, y tus hermanos Sergio
David y Rubén Darío viven, y donde también vivieron
nuestros antepasados, y Latinoamérica que pertenece al
tercer mundo, y donde ahora vivo yo de nuevo, y donde
vivieron también nuestros antepasados…

Revisando todas las fotos, los 5 DVD de fotos que usé y


para escribir este libro, me di cuenta que había desaparecido
algo de mi vida, la escena que no pude, ni he podido volver a
recordar, ni siquiera ni hasta el día de hoy, la escena de mi
partida de al lado de mi familia, de al lado de mis tres hijos,
de al lado de mi pequeño y adorado Daniel…

Y fue al ver las fotos de la despedida, y para siempre, de


la novia estadounidense de mi hijo Sergio…

Al ver estas fotos, me di cuenta, que yo había escrito


que la despedida de Daniel fue en Madrid, en el Aeropuerto
de Barajas…

Pero no fue así, la escena que relato es totalmente real,


hasta en el último de sus detalles, sólo que el escenario fue la
Estación de Autobuses de Murcia…

Y me pregunté, me pregunté por qué no la había


recordado, y porqué ni la recuerdo hasta ahora…

53
Y fue tanto, tanto el dolor, y las lágrimas, las lágrimas de
mi hijo pequeño Daniel, por serle su padre, arrancado de las
entrañas, de las entrañas del alma…

Que así y como ahora se me caen las lágrimas por mis


mejillas, y se me caen de nuevo a raudales, así como se le
caían en ese momento a Daniel, y como se me caían a mí
también…

Y por eso, por tanto, ¡tanto dolor!, no pude recordarlo, ni


menos escribirlo…

Y ahora que va a hacer un año, y cuando he escrito ya


más de mil páginas, ahora no puedo aún, recordar la escena,
no puedo recordar nada que no sea el llanto de mi niño…

Un llanto de tanto dolor, que me partió el corazón, ¡que


me partió el corazón y para siempre!…

Recuerdo sin embargo, que en la soledad del viaje a


Madrid, en la más absoluta soledad de toda mi vida entera, la
vida me pareció morir, morir toda ella…

Y en ese momento me llamó Blanquita, para despedirse


de mí, despedirse sabiendo que la despedida de mi hijo
pequeño, había sido y con diferencia, la más dura de toda mi
vida entera…

Y como escribí después, en el Capítulo Sexto de “La


suerte afortunada del destino”, en la página 264, Blanca me
dijo que mi pequeño volvería a sonreír, que mis hijos
volverían a sonreír, y que la vida volvería a sonreír, y que yo
volvería a sonreír….

54
Pero en este momento, en este momento en que
derramo tantas lágrimas, tantas y como las derramé, como
las y que derramé, y cuando también las derramó Daniel…

En este momento no sonrío, solo escribo, solo escribo y


lloro…

Porque en la vida hay un tiempo para todo…Hay un


tiempo para llorar, hay un tiempo para reír, hay un tiempo
para vivir, y también, también hay un tiempo para morir…

Por eso, porque no estoy muerto, ni Daniel está muerto,


ni mis dos hijos mayores, Sergio David y Rubén Darío, no
están muertos tampoco, por eso quiero creer en las palabras
de Blanca, en que la vida volverá a sonreír, en que mi Daniel
volverá a sonreír, en que Sergio y Rubén volverán a sonreír,
en que yo mismo, yo mismo también volveré a sonreír…

55
56
Capítulo Segundo
Mi bisabuela y tatarabuela tuya, Doña Mariana
Pardo Lorca.

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Sólo se han podido conservar cuatro carillas o dos
hojitas de un precioso diario que hablan del primer cuarto de
siglo de su vida, durante su niñez y juventud en España en el
siglo XIX, pero quedan faltando todas las vivencias de la
mayor parte del medio siglo de su vida hecha en Salta en la
Argentina, diario que escribió en su vejez y al final de su vida
nuestra querida antepasada y cuando regresó a morir a
España, que era una mujer muy culta e ilustrada, pero
algunos familiares salteños pensaron que había un mejor
destino para estos recuerdos y vivencias, usándolo como
“papel higiénico” para el baño, y así mi madre y tu abuela,
María Asunción García Viudez, solo pudo rescatar del baño
dos hojas escritas con las máquinas de primeros del siglo XX,
o sea allá después del año 1.900, y lo transcribo textualmente
a continuación, por como refleja y además, toda una época y
un mundo, que fue el que formó a la Argentina, y donde nació
tu bisabuelo salteño, Juan García Pardo.

Te pongo también a continuación, en las páginas


siguientes, y antes del texto del diario, la foto de tu otra
bisabuela, Providencia Cerón Periago, mi abuela paterna y
madre de tu abuelo, mi padre, Francisco Cerón Periago; que
era de rancio abolengo y marquesado de la ciudad de Lorca,
en Murcia, y dueños de muchas fábricas de curtidos, lo que
en aquella época era ser millonario, pero una crecida de la
rambla se llevó por delante todas las fábricas y se arruinaron,
pero les quedaron los títulos nobiliarios, la cultura y la
educación, que tú también has heredado sin darte cuenta
como todos...

También te pongo la foto del bisabuelo marido de


Providencia, Antonio Cerón Baño, que fue Director de la
primera Caja de Ahorros de Alhama de Murcia.

58
59
Mi Vida
(Memorias de Doña Mariana Pardo Lorca)

Mi Nacimiento:

Nací en Arboleas, provincia de Almería (España), calle


del Barrio Alto, siendo mis padres Don José García Pardo y
Doña Dolores Lorca Martínez, naturales de Albox y de
Zurgena respectivamente.

Cuando nací me bautizaron poniéndome por nombres


Mariana de Jesús Felipa. Me pusieron el nombre de Mariana
por mi abuela materna, tal y como se acostumbraba en
España, y el de Felipa por haber nacido el 1º de mayo.

60
A los pocos días de mi nacimiento me dieron a criar en
Zurgena, y se llamaba mi nodriza Carmen “La Garrobina”,
pero a los pocos meses me llevaron otra vez para Arboleas
por haber traído otra nodriza mucho mejor que la de Fines, la
cual me estuvo criando por espacio de cuatro años. La quise
como a mi verdadera madre. Y por este motivo
principalmente, no he dado a criar a mis hijos, por no ser
como madres de ellos. Las madres deben criar a sus hijos
siempre que puedan.

Me fui a casa de mi tía María:

Mis padres determinaron criarme, a los cuatro años, me


llevaron a casa de mi tía María de Zurgena. Por encontrarse
sola y viuda me tomó gran cariño, más que si fuese su hijo,
Me mimaba mucho, pero también me educaba quitándome
todos los defectos, que por los muchos consentimientos de
mi ama Celia tenía en aquel tiempo.

El hijo de mi tía, llamado Luís, me quería tanto como a


su madre, por lo cual me encontraba muy a gusto en aquella
casa pesar de no ser ricos, pero tampoco faltaba lo
necesario. Aquella casa era un modelo de economía, higiene
y laboriosidad. Tanto el hijo como la madre tenían muy
buenas condiciones morales y podían ponerse por modelos
dignos de imitar.

61
Mis bailes:

Cuando era muy niña vino un bolero a Zurgena que nos


enseñó a bailar las malagueñas, las toreras, la jota, etc. Pero
al poco tiempo dejamos para siempre el baile por haber
muerto mi hermana Socorro, quemada en una caldera donde
habían cocido morcillas. Dicen que estaba bailando y que ese
fue el motivo de caer a la caldera. Ya mis padres no
consintieron que volviéramos a bailar más. No me causó
ningún disgusto dejar esta diversión, pues no nací más que
para el trabajo y el sufrimiento. Yo no puedo gozar debido a
mi carácter. El trabajo me ha perseguido y me perseguirá
hasta la inmortalidad. Gracias a él no he tenido grandes
defectos, y podido dominar mis malas inclinaciones.

Mi ida al colegio:

Me fui para Almería en el mes de octubre, acompañada


de mi hermana Eloísa y mi queridísimo padre que fue a
dejarnos. Llegamos al Colegio por la tarde, ¡Pero qué
despedida tan triste tuvimos al siguiente día al despedirnos
de nuestro padre! Me dio mucha pena durante los primeros
días el encontrarme tan lejos de mi casa y entre personas
extrañas, que aunque buenas, no podían ser como de la
familia.

62
La disciplina del Colegio es algo severa. Había que
levantarse a las cinco y no estábamos acostumbradas, todo a
su hora. Se comía bien, pero gustan más las costumbres de
casa; era una nueva vida, que al poco tiempo nos fuimos
acostumbrando. Teníamos ya nuestras amigas, y en las
horas de recreo pasábamos buenos ratos. Yo quería mucho a
la madre Candelaria y ella me quería a mí, porque nunca me
encontraba ociosa. Esta monja era la Secretaria, nos daba
todos los útiles necesarios para los trabajos. Lo primero que
hice fue una papelera bordada de sedas con un cordón de
oro adornado. Se la regalé a Don Ramón Linares, esposo de
Doña Luz, en prueba de agradecimiento por lo que ella me
enseñó sin ningún interés. Trabajé mucho en los calados,
costuras, bordados en blanco, etc. Estudiábamos todas las
asignaturas obligatorias en la 1ª enseñanza.

Estuvo mi padre varias veces a visitarnos y se quedaba


muy satisfecho de la educación que allí se recibía. Todos los
domingos nos visitaba la familia de Don Joaquín y con Doña
Juana y su sobrina Ana iba Gabriela. ¡Nos alegrábamos tanto
de verlas!, pero al despedirnos siempre derramábamos
algunas lágrimas. Dios les pague el bien que nos hacían con
sus visitas.

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Los domingos escribíamos las cartas familiares, y
pasábamos muy buenos ratos jugando en la huerta, y allí
comíamos algunas tardes. Llevábamos traje azul para el
diario, con un delantal ceniza para las clases. Los días
festivos, traje blanco con el adorno celeste. Las comidas en el
Colegio eran muy buenas y variadas. Se tomaba el desayuno
a las cinco, el bocadillo a las diez, la comida a las doce, la
cena a las cinco, y el chocolate a las siete para acostarnos:
¡Qué buena vida! Aquellos tiempos fueron los mejores para
mí, que por los que voy atravesando ahora. Dios me dará
paciencia para ir sufriendo lo que venga, y el Cielo como
premio.

Mi salida del Colegio:

Salí del Colegio para empezar la carrera de Magisterio.


Mi padre pidió los programas a la Normal de Murcia, y
empezamos a estudiar mi hermana Eloísa y yo. Nuestro
maestro fue nuestro queridísimo primo Luís. Hicimos la
carrera elemental y superior. Saqué muy buenas notas en los
exámenes, y nos elogiaron mucho en un periódico de la
provincia de Murcia por haber salido con notas de
sobresaliente en las dos reválidas, como no había
conseguido ninguna de las demás. Nos pusimos un poco
orgullosas, y se ve que no es conveniente en la juventud
tanta alabanza. Teníamos muchos pretendientes en aquel
tiempo, pues se ve que los hombres van guiados casi todos
del interés; pero no llegué a enamorarme de ninguno en ese
tiempo, y es que estaba muy preocupada por el trabajo. Para
enamorarse se necesita de algunos ratos de ociosidad.

64
¡Qué tiempo tan lindo fue este para mí! ¡Qué
satisfacción tan grande cuando ya tenía mi título de maestra!
En nuestro pueblo eso era mucho, no había ninguna otra
mujer que lo tuviera, las únicas dos nosotras. ¡Mariana la hija
del Médico en aquel tiempo era otra! ¡Vivía mi padre! ¡Y qué
hermoso tener padres! ¡Padres de mi alma! ¡Padres de mi
corazón! No os olvidaré jamás. ¡Qué feliz fui a vuestro lado!
Vuestro recuerdo me entristece y ¿cómo olvidaros? ¡Jamás
nunca en la vida! ¡Y a mi muerte tendré el placer de juntarme
con vosotros en el Cielo! Si, allí estáis, allí estaré con
vosotros donde no me separaré en toda la eternidad…

Mi primera Escuela de Maestra:

Al terminar la carrera vino una visita de inspección a


nuestro pueblo. Vio el Sr. Inspector el mal estado en que se
encontraba la enseñanza. Preguntó si había alguna maestra
en el pueblo, y al enterarse que sí la había, fue el Sr.
Inspector a casa de mis padres acompañado de Don Juan de
la Cruz, y le rogó que yo me quedase de substituta de Doña
Francisca. Me quedé al frente de aquella escuela, cuando
tenía 17 años, hasta que salió vacante por la muerte de la
propietaria, y la pedí interinamente, que también me la dieron.
Trabajé por espacio de cuatro años, dándole a mi padre
cuanto gané, con lo cual cumplí como una buena hija.

65
En tiempo de vacaciones iba a visitar a mi familia de
Albox, donde me enseñé a bordar en oro, en escama de
pescado, flores artificiales, y el corte y el arreglo de las
prendas de vestir. También iba algunas temporadas a
Zurgena a casa de la familia, donde tenía buenas amigas. El
verano iba a los baños con mi madre y demás familia, o con
mis queridas tías María y Mercedes. Lo pasaba muy bien en
todas partes, porque las personas que componían mi familia
me apreciaban mucho y me distinguían para todo lo bueno
entre todas mis hermanas.

Algunos días pasábamos en el cortijo de mis padres,


con mis primas, tías, y las buenas mozas de Magdalena y
Beatriz "La Tuerta”. Estaban también Antonio “El Chato” y
Victoriano, de mozos. Como yo era la niña mimada de la
casa, por las tardes, si tenía gana de ir al pueblo, ya me
preparaban alguno de los mozos la burra o el caballo que
había en casa de mis padres para ir montada, cosa que no lo
hacían con las demás. Todas aquellas preferencias que
conmigo tenían no me hacían bien. Después he tenido que
sufrir mucho por no verme tan bien mirada. ¿Era yo
demasiado exigente? No, yo recuerdo que con todo estaba
conforme y jamás me ponía incomodada con alguno de los
mozos que en casa de mis padres había, y todos me
respetaban y me querían, porque yo los trataba bien.

66
La madre de Beatriz “La Tuerta”, que era muy vieja,
también estaba en casa de mis padres, y ella no quería más
que a su Mariana como ella decía, y yo la trataba como a una
abuela. Cerca del cortijo (finca de campo) vivía una vieja que
se llamaba la tía Magdalena “La Escobera”, a quien yo daba
muchas limosnas. Ella me enseñó a hacer escobas, porque
yo tenía mucho empeño en saber hacerlas, y comía torta de
la que ella hacía en una losa, porque me gustaba mucho. Me
quería mucho y yo a ella por lo buena que era.

En la combra de Zurgena nos bañábamos en el verano,


y lo pasábamos muy a gusto tanto en el cortijo como en todas
partes donde nos encontrábamos, porque mi padre médico
ganaba lo suficiente para tenernos con todo género de
comodidades.

No tengo que contar más que bueno del tiempo de


soltera, y por este motivo principalmente no puedo aconsejar
a mis hijos que se casen temprano.

67
Mis pretendientes:

Como a mi padre lo apreciaban tanto en mi pueblo y


otros cercanos donde quieran que lo conocieran, no era
extraño que a la mayor y con título de maestra tuviese
muchos pretendientes; que la mayoría creo que irían guiados
por ocupar un puesto algo más elevado en la sociedad. Pero
yo sin compasión por ninguno, a casi todos les decía: ¡Largo
de aquí! Y les daba como regalo una calabacilla de las que
tan buenas se criaban en el huerto de mis padres. Sí, creí en
el amor de uno, ¡Dios lo haya perdonado y lo tenga en el
Cielo! Ha muerto… Y rezo por su alma con frecuencia en
agradecimiento al verdadero amor que por mí sintió desde
que tuve los 14 años hasta su muerte, que pasaron once
años más… ¡Dios lo tenga en su Gloria!

68
Habrá otros que me hayan querido un poco: ¡Pero
ninguno se mató por mí! Cuanto me alegro, así no tengo el
remordimiento de mi conciencia, que por mi causa ocurriese
una desgracia. Yo me mostraba insensible, parece que no
sentía amor, pero… ¡No era de calicanto! He sufrido mucho, y
sido muy desgraciada por causa del amor. Dios me lo ha de
premiar en el Cielo. El amor es una suerte cuando se pone en
Dios, en lo que no acaba, en lo eterno, este es el mejor de los
amores, ¡y llévese el Diablo el amor terrenal! ¡Vaya al
infierno! ¡Quien se encontrara soltera para consagrarse a
Dios en un convento! Pero, puesto que ya es muy tarde, me
haré la ilusión de que estoy en Él. ¡Hermosa vida! ¡Tiene sus
encantos!: La esperanza del más allá. Vivo ahora contenta,
soy feliz, me conformo más que nunca con la voluntad de
Dios, que es ahora también la mía. Pienso en la muerte y que
ya no ha de ser muy tarde. ¡Quiero sufrir y ser buena! ¡Quiero
ser Santa! Venga de la mano de Dios lo que sea de su
voluntad para ser yo perfecta y juntarme en el Cielo con todas
las personas por mí queridas en la Tierra.

Mis dos viajes a Partaloa:

En Partaloa teníamos dos tías, primas de mi padre, que


eran como dos amantes. Tuvieron mucho empeño en
llevarnos a su casa una temporada hasta que lo consiguieron
de mi padre en dos ocasiones. Se portaron con nosotras
como si hubiéramos sido Marquesas o cosa por el estilo.
Invitaron a otras jóvenes y al tío Juan, que había estado
mucho tiempo en Madrid, para que nos distrajesen y lo
pudiéramos pasar mejor.

69
Nuestra vida allí era la siguiente: Nos levantábamos algo
tarde sin dejar por esto de ir a Misa, pues el Cura que era un
viejo muy bueno, mandaba mensaje a la familia para ver la
hora conveniente para la Misa. A cualquier hora se jugaba a
la lotería o a la baraja. Todas las tardes acompañadas de las
cuatro o seis señoritas que allí había, salíamos a dar un
paseo por el campo, que si era muy largo llevábamos burras.
Por las noches baile, y hasta las viejas del pueblo bailaban,
pero éstos eran muy honestos. El pueblo es feo y chico, pero
lo pasábamos mejor que si hubiésemos ido a Londres.
Comíamos mejor que en los grandes hoteles de las famosas
capitales y pasaban de treinta las personas invitadas. Nunca
se me olvidará lo mucho que nos obsequiaron en este pueblo
nuestra querida familia: ¡Y todo por mi padre! ¡Padre de mi
corazón! ¡No puedo olvidarte padre mío por lo mucho que
gozamos durante tu vida! Que vos lo goces con creces en el
cielo, te lo desea tu hija Mariana…

70
Mis dos íntimas amigas:

Durante los cuatro años que desempeñé la escuela de


Arboleas estando soltera, tenía dos íntimas amigas llamadas
Beatriz y Clementa, que no me dejaban a ninguna hora.
Donde más nos reuníamos era en la escuela fuera de las
horas de clase y en casa de Clementa. Eran muy buenas
conmigo, en todo me hacían el gusto y yo procuraba
complacer a ellas en casi todo lo que me pedían. Yo les
escribía las cartas a sus novios y demás cosas que se les
ocurrían siempre que podía. Algunas veces me exigían
escribir cartas anónimas para alguna persona con quien
tenían algún resentimiento, pero jamás me presté a
complacerlas en estas exigencias, ni pudieron conseguir mi
ayuda para burlarse de personas que ellas no apreciaban. Ya
se los dije terminantemente, mi manera de ser, y ellas se iban
amoldando más bien a mi manera de pensar, por lo cual
seguimos siendo muy buenas amigas. Casi podía decir que
me obedecían más que a sus madres, tanto, que cuando las
madres de ellas querían conseguir algo de sus hijas, en
muchas ocasiones me lo decían a mí, y así conseguían
aquello que pretendían. Las dominé teniendo menos de
veinte años. Y creo que ellas ganaron mucho con mi amistad.
Procuré que se llevaran muy bien con aquellas personas que
antes habían estado bastante disgustadas. Ellas eran muy
graciosas y también yo pasaba muy buenos ratos y en casa
de Clementa, con mayor motivo por ser en la plaza donde
veía aquellas personas que yo apreciaba de corazón y me
encontraba en mi centro. Muchos días festivos los
pasábamos de farra en el cortijo de mis padres; nos
poníamos a cocinar en aquella rambla (quebrada) donde nos
expansionábamos cada una a medida de su deseo.
Tomábamos también un poco de vino, pero no era más de un
litro para más de diez personas que siempre nos juntábamos.

71
Jugábamos muchas noches a la lotería y a juegos de
prendas. Todos nuestros trabajos los hacíamos en la escuela,
y allí reformábamos nuestros vestidos, procurando hacerlos
casi iguales y sin envidia de ninguna especie, porque éramos
muy buenas amigas, incapaces de hacernos una mala
ausencia. En fin, nos queríamos como si fuéramos unas
buenas hermanas. Clementa está en Barcelona, y aún se
recuerda de su amiga Mariana. Beatriz ha muerto ya, Dios la
tenga en el Cielo…

72
Mis viajes a la feria de Albox:

Todos los años, en el mes de Mayo y Noviembre,


acostumbraba a ir a la feria de Albox, acompañada de mi
querida madre y de la buena sirvienta de Beatriz “La Tuerta”.
Lo pasaba muy bien en ese pueblo, con mis íntimas amigas
Magdalena Mirón, Ana María Laborda, María Rosa “La de
Pío”, y mi preferida entre todas, Margarita Meléndez, que
también era compañera de profesión. Casi todas las noches
íbamos al teatro o al circo, y nuestros adoradores nos
regalaban muchas entradas para que pudiésemos invitar a
nuestras amigas. Nos paseábamos algunos ratos en la feria y
hacíamos nuestras compras para la casa de mis padres, que
mi madre me dejaba siempre este cuidado, pareciéndole
siempre lo mejor lo que yo compraba, y lo mismo a mi
queridísimo padre. Nos invitaban en todas las casas de
familia de mis padres, y como se disgustaban si no
aceptábamos, teníamos que ir cada día a una casa para
hacerles el gusto a todos. Casa de Pío, mi tío Mateo y su hijo
Ezequiel (era también Médico), era ya un extremo de los
platos que nos ponían en aquellas mesas, hechos por muy
buenos cocineros. Comíamos también muy bien, pero sin
hijo, en casa de mi tío Antonio Trinidad, etc. Todos se
portaban muy bien, tenían que agradecerle a mi padre sus
visitas por las que nunca les interesaba (cobraba) nada. Así
que por donde quiera que fuéramos en aquellos tiempos,
éramos muy obsequiadas.

73
¡Allí sí que tuve pretendientes! Unos que se saben, y
otros que no. ¿Y por qué era todo? Nada, yo no tenía ese
mérito personal que me atribuían; era la hija primogénita del
médico Pardo que tanto querían en su pueblo natal y basta.
Ahí está la razón de tanto pretendiente. Me he mirado al
espejo, que siempre dice la verdad y nunca engaña. Qué
desgracia, más bien que suerte, cuando hay más de uno que
quiera a una mujer. Pero, ¿qué demonios se encuentra en mí
que cuando un hombre o mujer me trata un poco me quiere?
Yo no busco medios para conseguirlo, ni voy ganando nada
con que me quieran, porque después no puedo ni quiero
corresponder del mismo modo. Mi amistad la han buscado
muchas personas sin que de mí puedan esperar nada, y
como no se puede cumplir con todas, he tenido que retirar
amistades pasando por desatenta y mal educada. Para mí ha
sido igual, jamás he vivido de arriba, sino con mi humilde
trabajo.

Me gustaba también ir para Albox, porque me agradaba


ver aquellas gentes tan trabajadoras. No se acaba de llegar y
se ve que uno trabaja en la carpintería, otro que es herrero,
algunos alfareros, y así sucesivamente, todo respira
animación y vida.

¡Qué hermosos tiempos aquellos de mi juventud!


¡Siempre los recordaré con alegría!

74
Por qué me gustaba Albanchez:

Por la misma razón que me gustaba Albox, me


agradaba Albanchez, Además allí tenía a mi queridísima tía
María, y a mi primo Luís, que tanto los quería y me querían.
Eran como unos buenos padres para mí. Me entusiasmaba
ver aquella gente tan trabajadora en todo. Usaban telares
antiguos donde tejían colchas, hacían abrigos, camisetas,
visillos y otras muchas prendas útiles. Las mujeres además
les ayudaban a sus maridos en la agricultura. Hilan también
mucha lana y de ella hacen muchas prendas. Algunas
familias pobres hacen las escobas, las alpargatas,
esparteñas y paneros. Hay unas frutas muy sabrosas en ese
pueblo.

Allí tuve dos buenas amigas: Mariquita Linares y Jacinta


García, sin contar a Doña Luz, mi primera maestra, que
ocupaba el primer lugar en mi corazón por sus buenas
cualidades morales: ¡Dios la tenga en la Gloria por lo buena
que fue!

75
Mi amiga Luisa Herrero:

Una de mis íntimas amigas en Zurgena era Luisa


Herrero, hija de Doña Isabel. Tomamos una amistad muy
grande, y nos contábamos nuestros secretos, pero me
disgustaba que fuera un poco ligera de cabeza, le faltaba un
poco de reflexión, y si me hubiese guiado por ella, ¡quién
sabe qué habría ocurrido! No quiero ni pensarlo, estuvimos
casi a punto de cometer una locura una noche en que
dormíamos juntas, y se empeñó en que las dos hablásemos
por la ventana con nuestros novios. Yo lo pensé un poco, y
no acepté su proposición. Le di un consejo respecto de ella y
me atendió, no salió al huerto como quería su novio, pero…
¡Que noche tan fatal si no reflexiono un poco! ¡Cuánto me
alegro ahora! Gracias a Dios que me dio un poquillo de juicio
y reflexión, que si no fuese por esto… Anda con Dios,
Mariana, que te habrías ido a Tolón…

76
Pensé en ser monja:

Recordaba con gusto la vida en el colegio entre las


monjas, y pensé en meterme a un convento. No tenía en
aquel tiempo novio, ni quería admitir ninguna relación, y no
pensaba en otra cosa que terminar mis días en un
monasterio. Pero yo no decía a nadie mis ideas, no me
atrevía, porque mi padre estaba muy en contra de que la
mujer fuese monja, y además porque no encontraría yo el
convento que me agradase; pero yo deseaba cambiar de
vida, no me encontraba en aquel tiempo satisfecha: ¿Por
qué? Es muy largo de contar… En resumen, me decidí por
casarme, y no muy tarde ya, en cuanto vino la ocasión llevé a
cabo mi pensamiento, como todas, que nos figuramos
encontrar la felicidad: ¡Felicidad! ¿Dónde estás en la Tierra?
¿Dónde te has metido? ¡Ay felicidad que te has perdido para
siempre y no apareces por ninguna parte! ¿Te has ido para el
Cielo?...

Quiero ser buena, quiero ser santa y te encontraré en el


Cielo, con los seres queridos que nunca podré olvidar…

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Esto es todo lo que se ha podido conservar de tu
tatarabuela y mi bisabuela, Doña Mariana Pardo Lorca, cuyo
hijo, Antonio García Pardo, fue el que regresó nuevamente a
la Argentina, y su otro hijo Juan García Pardo fue mi abuelo y
tu bisabuelo, el padre de mi madre y tu abuela materna,
María Asunción García Viudez.

Sé por la tradición oral de la familia, en particular por lo


que me contaba mi madre de pequeño de nuestros
antepasados, que en la Argentina del siglo XIX (después del
año 1.800), la tatarabuela pasó muchísimas penalidades junto
con su marido, el tatarabuelo, que se le murieron varios hijos
por el paludismo y las enfermedades tropicales de la época
en Salta, que trabajaban en el tabaco en la marca Villagrán
de Chicoana, y que también tuvieron tienda y despensa,
donde la tendera mientras que criaba a los hijos fue la
tatarabuela, y que se regresaron ya muy mayores a España,
y con todos los hijos…

Porque les pudo la nostalgia de los mejores tiempos


vividos en su España natal, pero no se dieron cuenta que ya
en su corazón no sólo se llevaron a una docena de salteños y
salteñas, se llevaron a Salta y a su pueblo todo…

Y hablaban y contaban, entre otras muchas cosas, del


“Cocherito”, el carruaje que hacía de taxi por aquella época y
del que luego hicieron una canción folklórica muy conocida, y
que mi madre me hacía escuchar en la radio, cuando yo era
muy niño, y donde todavía no existían ni la luz, ni el teléfono,
ni los coches (autos)…

78
Te adjunto fotos a continuación, de Alhama de Murcia, y
de la Salta que encontró tu tatarabuela Mariana, y donde dio
a luz a tu bisabuelo y abuelo mío, Juan García Pardo.

79
80
Capítulo Tercero
“El Día de la Memoria” (24 de Marzo)

81
El día 24 de marzo pasaba de casualidad por la plaza
central de Salta, llamada Plaza 9 de Julio, y me sorprendió
ver la conmemoración del “Día de la Memoria”. En este día se
celebra y se conmemora en la Argentina a todos los
desaparecidos de la represión vivida en la dictadura militar.
Pero también me sorprendió no ver a ningún político, con la
honrosa excepción de uno, y muy culto, que también me está
leyendo, y que no nombraré para no herir susceptibilidades y
no crearme más enemigos de los que ya tengo, y eso sin
buscarlos…

82
Cuando vi allí las fotos del Crucero “General Belgrano”, y
de todos los marineros que murieron en su hundimiento,
acudieron en tropel a mi memoria tantos recuerdos de ese
momento, tan crucial en mi vida, donde yo mismo estuve a
punto también de ser desaparecido, sino hubiera puesto “pies
en polvorosa”, como decimos en España…

Y mientras que se me llenaban de lágrimas los ojos, por


todos aquellos amigos y compañeros, que murieron
inútilmente en la Guerra de Las Malvinas, que se conmemora
sin embargo el día 2 de abril, recordé punto por punto, qué
fue lo que me desterró y me obligó a salir de mi propio país,
sometiéndome al destierro y al desarraigo más absoluto, tal y
como lo estoy experimentando, nuevamente y por segunda
vez, también en mi regreso, y hace ya 28 años de ello…

En aquella época, además de estudiar ingeniería en la


Universidad Nacional de Salta, intentaba realizar una
profunda vocación religiosa, y entre otras cosas que hacía en
ese sentido, rezaba los maitines y otras oraciones con el
Arzobispo de Salta, Don Carlos Mariano Pérez…

Y como la iglesia en Argentina siempre ha sido muy


poderosa, y siempre ha tenido una relación muy cercana al
poder civil, cuando le dije al Arzobispo que quería hacer algo
por mi patria, ya que mi hermano y mis amigos estaban todos
con un fusil, algunos en las Malvinas y otros en la frontera
con Chile, me encontré con que al día siguiente estaba
nombrado como Jefe Técnico de Defensa Civil (Protección
Civil).

83
Con los docentes de la facultad de Ingeniería formamos
un equipo técnico, y nuestra función consistía en garantizar la
mayor seguridad posible para la población civil ante las
consecuencias de la guerra de las Malvinas. Teníamos
preocupación por los gases tóxicos que se pudieran generar
si ardía la Planta de Refinado y Producción de Combustibles
de Chachapoyas, ya que Chile iba a la par de Inglaterra en
dicha guerra, mientras que Bolivia, Perú y Argentina iban
contra Chile e Inglaterra.

Y éramos además un importante objetivo estratégico


desde Antofagasta, pues sólo estábamos a tres minutos de
vuelo desde ella, y si nos bombardeaban la Planta de
Combustibles de Chachapoyas, sita dentro de la ciudad de
Salta y al lado de la mejor zona residencial, el ejército
argentino sólo tenía combustible en la mitad norte del país
sólo para tres días.

Así, como nos preocupaban los gases tóxicos que se


pudieran generar de dicha combustión y su peligro para la
población civil, y estábamos redactando los planes de
contingencia y evacuación, al faltarnos en la misma
universidad datos técnicos específicos, fui a pedírselos al
Director de la Planta de Refinado y Combustibles de
Chachapoyas, el cual, muy sorprendido por lo que me calificó
de leve preocupación, me llevó de visita dentro de misma
planta, y me mostró lo que realmente le preocupaba a él
mismo, ya que también vivía allí con su propia familia.

84
Había tres tanques blancos, que contenían dieciocho mil
litros de Tetraetilo de plomo, de los cuales todavía se pueden
apreciar hoy en día dos de ellos, aunque la planta se cerró
para siempre después del fin de la guerra, y que estaban
situados a la mano izquierda en la Avenida Reyes Católicos a
la altura del número 2.460, y camino de la Universidad
Católica de Salta.

Y debajo de dichos tanques pasaba el gasoducto de


gas, que como tampoco se había vaciado, en cuanto se tirara
una bomba, según los cálculos que hicimos en la
Universidad, tenía una potencia suficiente de explosión para
volar, además de los tanquecitos, la ciudad entera de Salta y
el Valle entero de Lerma, y el Tetraetilo de plomo, el plomo de
toda la vida que se le echaba a la nafta o gasolina para elevar
su octanaje, en contacto con el aire se volvía un gas
sumamente tóxico, con una concentración mortal tan elevada,
que tenía fuerza suficiente para matar, llevado por los vientos,
las ciudades de Tucumán y de Córdoba del norte de
Argentina, según los cálculos que hicimos en la Facultad de
Ingeniería de la UNSa.

Y ese fue el momento en que hundieron el crucero


General Belgrano, así que denuncié como funcionario oficial,
y ante el estado mayor conjunto del ejército argentino, a mis
dos superiores en Defensa Civil, militares de alta graduación,
por los graves cargos de negligencia, corrupción, abuso de
poder, y nepotismo. Su defensa fue muy simple: ¡me
señalaron como un terrorista muy peligroso!

85
Yo ya había tomado algunas precauciones muy simples,
como dejar de dormir en mi propia casa, e irme a dormir a
una pensión, ya que anteriormente habíamos mantenido mis
superiores y yo, algunas fuertes polémicas y discusiones
profesionales, y debido al ambiente imperante de las
desapariciones de la dictadura militar, me había parecido
conveniente hacerlo así.

Cuando llegué esa mañana a la Universidad, me llamó


inmediatamente y con urgencia, el Director del Departamento
de Alumnos, el Ingeniero Aníbal “Lito” Akemeyer, el cual me
preguntó que en qué andaba metido, y qué había hecho, y le
dije que él ya sabía que era el Jefe Técnico de Defensa Civil,
entonces me dijo que habían venido a buscarme los del
Servicio de Inteligencia Militar para hacerme desaparecer, y
que él había dicho que no me conocía, y me preguntó
entonces que qué iba a hacer, a lo que le dije que
“desaparecer”, pero por mis propios medios…

Fui a ver a mi amigo íntimo y de toda la vida, Yuyi,


Alberto Villa, y le dije que tenía que sacarme de Argentina,
pero me dijo que su padre tenía el auto listo porque se iba de
pesca al Bermejo, a unos quinientos kilómetros en el límite
con Bolivia, y le dije que si no me sacaba no me volvería a
ver nunca más…

Entonces no dijo nada más, sacó todos los bártulos de


pesca del auto y nos fuimos. Para irme del país necesitaba
tres cosas, mi ropa, mi pasaporte y dinero.

86
El dinero lo conseguí prestado del compatriota de mi
padre que era panadero, Don Oller, el cual me dio mil
dólares, que en aquella época era bastante dinero, sin más
explicaciones y sin hacerme firmar ningún recibo, sólo con mi
palabra; con los años la deuda fue saldada íntegramente…

Pero muchísimo más peliagudo fueron conseguir la ropa


y el pasaporte. Tuvimos que esquivar, burlar y engañar a los
del Servicio de Inteligencia, que en varios autos estaban
apostados rodeando las esquinas de la manzana del chalet
de mi padre donde yo vivía, y lo hicimos saltando como los
gatos, por los tejados de los vecinos, desde las manzanas
aledañas. El pasaporte español fue solo sacarlo de un cajón y
echármelo al bolsillo, pero la ropa estaba toda entera en la
lavadora (lavarropas) y mojada, así que chorreando agua la
echamos en dos maletas, y volvimos a sortear con dicha
carga a cuestas, a todos los de Inteligencia Militar a través de
los tejados como dos gatos…

Me recorrí todos los políticos y abogados de la


multipartidaria, que fueron los que tuvieron el poder luego,
con el regreso de la democracia, y también hablé con el
mismo Arzobispo, dejándoles a todos copia de mi denuncia:
¡Nadie nunca dijo nada ni habló nada de ello! ¡Me jugué toda
mi vida entera para nada!...

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Pero como me dejé la carpeta de Defensa Civil en el
auto, Yuyi leyó la documentación, y cuando regresé de la
Catedral de la Ciudad de Salta, de entrevistarme con el
Arzobispo, me dijo que no le importaba que lo mataran, pero
sí que lo torturaran, y que la frontera de Paraguay estaba muy
lejos. Pero allí era donde yo quería ir inicialmente, puesto que
mi ex-Jefe, Don Marciano Morales, estaba viviendo en
Paraguay, y era para quien había estado yo ya trabajando de
Gerente, y con gran éxito comercial, a pesar de mi juventud y
de mi inexperiencia. Don Marciano, después de muchos años
de vivir en Salta, cerró su agencia de viajes, puesto que se
había divorciado, y había regresado ya por esas fechas a su
tierra natal, Paraguay, por lo que cuando le llamé, me había
ofrecido personalmente alojarme en su casa de Asunción del
Paraguay, y darme refugio y trabajo, pero estaba a catorce
horas de viaje, mientras que la frontera de Bolivia estaba a
cuatro.

Así que Yuyi me dijo que si quería que me llevaba a


Bolivia, o a ningún otro sitio, y como decimos en España:
“esto son las lentejas, o las tomas o las dejas”, así que nos
fuimos a Yacuiba, en la frontera de Argentina y Bolivia, y allí
me dejó, y allí me quedé, solo y abandonado para siempre,
tal y como me he pasado casi toda mi propia y entera vida:
¡Todos al final estamos tan solos y abandonados!...

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89
El texto del “Diario el Tribuno” dice así:

GENTE Y NEGOCIOS. La semana pasada quedó


inaugurado y fue bendecido por el sacerdote Franciscano
Honorato Pistoia, el nuevo local de “Morales Turismo”,
agencia de viajes y turismo del señor Marciano Morales.

La misma está ubicada en la galería El Tribuno (local 3-


B) y, como lo ha venido haciendo desde hace varios años, se
dedica al turismo en general desde y hacia Salta y el mundo.
Cabe señalar que el señor Morales ha sido uno de los
pioneros en la organización de viajes a Paraguay y Brasil,
pero señaló “que en esta nueva etapa, nuestra preocupación
por atender a clientes y amigos ha hecho que ampliemos
nuestras actividades hacia todo el mundo”. En la nota gráfica
el señor Morales (derecha) acompañado por el gerente de
ventas de esa firma.

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Capítulo Cuarto
El Puente de la liberación.

92
En la frontera me dejó Yuyi, pero era viernes y estaba
cerrada hasta el lunes, así que lo único que se me ocurrió
para no levantar más sospechas, ni llamar la atención, fue
irme a alojar a una pensión, pero como te registraban el
nombre y la documentación, estuve todo el fin de semana en
ascuas, esperando que en cualquier momento vinieran los de
inteligencia o de la Gendarmería a llevarme preso, y
realmente lo tuvieron muy fácil, creo que lo que me salvó la
vida fue la propia contrainteligencia, que hice yo mismo sin
darme cuenta, ya que pensaron que me había escondido en
casa de alguno de mis numerosos amigos, o en la de alguno
de mis numerosos compatriotas españoles, y me salvó
también y además la ayuda de Akemeyer, Oller, y Yuyi.

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En la pensión hice amistad con un Ingeniero
Petroquímico cordobés, que fue realmente providencial, ya
que este caballero iba a montar una planta petroquímica en
Santa Cruz de la Sierra, y en lugar de preguntarme nada, se
dio cuenta que necesitaba ayuda, y lo hizo sin pedir más
explicaciones.

Cuando el lunes por la mañana fuimos ambos a que el


cónsul Boliviano nos extendiera un visado de entrada a
Bolivia, ya que lo pedían para evitar que se fugaran por
motivo de la guerra los soldados argentinos, a mí no me lo
pudo extender, ya que mi pasaporte español estaba
caducado, y con el lío de la guerra se me pasó renovarlo, así
que salí del consulado con una cara de funeral, que este
ingeniero captó perfectamente.

Y cuando salió el con su visado consular, me preguntó


que me pasaba, se lo expliqué y le dije que tenía que irme del
país a como diera lugar, y me preguntó qué dinero llevaba, le
dije que mil dólares, entonces me pidió mi pasaporte y
quinientos dólares, y entró de nuevo al consulado boliviano, y
al rato salió con un certificado diplomático especial, expedido
a nombre de mi persona como ciudadano argentino (era
español y solo residente en Argentina), y con el visado
correspondiente para entrar en Bolivia…

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¡Qué experiencia tan inefable la que viví cuando cruzaba
el largo puente que cruza el río Pilcomayo! Llevaba las dos
maletas, que llenas de agua y con la ropa mojada pesaban
como plomo, y quería correr, pero me obligaba a caminar
muy, muy despacio, porque no quería llamar la atención de la
Gendarmería Argentina, ni de los de inteligencia de paisano,
que también estaban en la frontera, y aunque las maletas
pesaban tanto, a mí me parecía que me llevaban flotando sin
peso alguno, los ángeles del Cielo, y creía inocentemente que
ese era “el puente de la liberación”, lo que no sabía todavía
entonces, era el Vía Crucis que me tocaría vivir durante un
año más, hasta terminar finalmente en España.

Este Ingeniero, cuyo nombre no recuerdo, y que


seguramente estará muerto, porque era ya entonces un
hombre mayor, todavía me hizo otro gran favor, me dijo que
no me fuera por tierra a Santa Cruz, que el ejército boliviano o
los cuatreros me darían una paliza, y que me dejarían medio
muerto, y que terminaría de nuevo en Argentina, así que me
fui con él, en el vuelo del Focker que unía Yacuiba y Santa
Cruz de la Sierra.

No recuerdo demasiado de mis primeros tiempos en


Santa Cruz, donde llegué a vivir casi un año, me alojé en un
hostal u hotel económico, y fui a ver al Cónsul español, a
pedirle asilo diplomático, y a que renovara mi pasaporte, pero
este hombre con una fingida sonrisa, guardo el pasaporte en
el cajón de su escritorio, y nunca movió un dedo, ni hizo
absolutamente nada por mi persona, porque él era de
ideología ultra conservadora, y me consideró un terrorista de
izquierda.

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Mientras que tuve dinero me lo pasé muy bien, haciendo
“amistades femeninas”, ya que las cruceñas no solo son las
mujeres más lindas y bellas de toda Latinoamérica, sino
también y del mundo entero…

Pero la verdad que no me dediqué tanto a la “joda”, sino


que me puse a buscar trabajo, pero como tenía el pasaporte
caducado no pude conseguir ningún trabajo legal. Y después
aprendí, y me tocó vivirlo además en carne propia, que la
muy dura realidad del emigrante sin papeles, es trabajar en
los peores trabajos de la economía sumergida, y con la mayor
precariedad, y las mayores injusticias, tal y como le ha
pasado, y les pasa, a los “espaldas mojadas” en EEUU, y los
“sudacas” en España.

Existe la libre circulación de capitales y de mercancías


en el mundo entero, pero está completamente restringida la
libre circulación de personas, en un total contrasentido a la
filosofía capitalista de libre circulación de mercancías y
capitales, ya que el “capital intelectual”, que somos las
personas, debería de circular también libremente…

Un día estaba haciendo cola ante una cabina de


teléfono, para llamar por un trabajo, al lado del Hotel donde
me alojaba, que eran de esas cabinas cerradas, no como las
que hay ahora, en las que no hay privacidad ninguna, ya que
sólo está el teléfono, y no hay cabina ninguna.

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Como quiera que la mujer que estaba dentro de la
cabina tardaba demasiado, y habíamos ya media docena de
personas en la cola, y estaba aburrido, miré a la chica que
había delante de mí en la cola, y como me pareció “linda”
(muy bella), entablé una conversación, que inicié con el
motivo de la prolongada espera, y como ella me
correspondió, iniciamos un animado diálogo, del que pude
sacar donde vivía, que era en una pensión a la vuelta del
Hotel donde yo me hospedaba, ya que la cabina de teléfono
estaba en su misma acera (vereda).

Empecé a cortejarla, y como la señora “Toti”, la dueña


de la pensión, era un “sargento de guardia”, peor que mi
segunda ex-suegra Teresa, que no me dejaba verla, le envié
un día el ramo más precioso y grande de Orquídeas que pude
conseguir, con eso doña Toti me consideró ya un
pretendiente serio, y pude ir a visitarla y recogerla en la
pensión, saliendo con ella cuando su trabajo de modista le
dejaba tiempo.

Y al final me enamoré rápida y locamente, como siempre


me ha pasado en toda mi vida entera, y como me moriré
haciéndolo, pues nunca dejaré de creer en el amor, no ya en
el amor sexual, hablo del amor romántico, y de la amistad, y
de la compañía.

Yo en aquellos días, me sentía tan solo y abandonado,


que Vince, así se llamaba, fue el bálsamo que alivió y curó
todas mis heridas del alma, pues me dio la escucha de mis
penas, y la tranquilidad que yo necesitaba para restañar mis
heridas. Yo siempre la iba a buscar al mediodía a la salida
para comer de su trabajo, y comíamos juntos, lo mismo
hacíamos a la noche, y a la hora del desayuno.

97
Esa fue una de las épocas que más feliz fui en toda mi
vida, nunca desde que se habían regresado mis padres a
España, hacía ya varios años atrás, y nos habíamos
quedados solos mi hermano Juan Carlos y yo, había vuelto a
sentirme tan bien…

Y un día que iba en el colectivo (autobús), pensé en


compartir toda mi vida entera con ella, pero me preocupaba
que ella fuera bastante más mayor que yo, y pensé que qué
pasaría cuando ella se hiciera vieja, y yo fuera joven todavía,
pero la única respuesta que pude darme, fue que sólo lo
sabría viviéndolo.

Y siempre pienso, y pensaré, y me moriré pensando así,


que hice y que obré con sabiduría, que no fue solo una locura
de juventud, y que no me torció la vida, como pensaron y
calificaron muchos de mis amigos y familiares más íntimos y
cercanos, desde un futuro brillante como un profesional muy
inteligente, a un esforzado y duro trabajador y padre de
familia, que tuvo que olvidarse de todas las ilusiones e
ideales de la juventud, y dedicarse a trabajar duramente para
poder mantener y sacar adelante a una familia, tal y como
también hicieron todos mis antepasados.

Y eso le da una dimensión moral y ética a toda mi vida


entera, que va muchísimo más allá del éxito mundano y
pasajero, normalmente llamado dinero, bienes y poder, por el
que solemos medir la felicidad y el triunfo en la vida de las
personas: ¡El verdadero triunfo es apostar por el amor!...

98
Y ese fue el muy duro camino que escogí y elegí para mi
vida, y no me arrepiento, ni me arrepentiré nunca de ello,
porque me construí, y en medio de él, a mí mismo, y todo lo
material es perecedero, fungible y pasajero, pero yo siempre
me tendré a mí mismo, y eso es lo que me sostiene en todas
las tormentas y huracanes que me trae la vida, y lo que me
lleva adelante, inclusive a pesar del golpe más duro de toda
mi vida, el durísimo golpe de haberme quedado sin mis tres
hijos, y de haberme quedado sin poder criar a mi tercer hijo
más pequeño, y de pensar todos los días en que Daniel
necesita de un padre, y que no lo tiene, y seguramente no lo
tendrá ya nunca más…

Y le propuse matrimonio, a Vince: ¡Con apenas veintitrés


años y quince días que recién nos conocíamos!

Ella me dijo que no al principio, pero como estaba


también verdaderamente enamorada de mí, finalmente
aceptó. Cuando fuimos al juzgado, no me podía casar porque
no tenía el pasaporte vigente y actualizado, pero me gasté el
último dinero que me quedaba en comprar a las
“autoridades”, y me fui a casar en un pueblito muy pequeño
cercano a Santa Cruz de la Sierra, que se llamaba Warnes.

Y luego lo celebramos comiendo pollo asado con mi


adorada cuñada Susy (y su Marido Richard), que hizo de
testigo, y que en paz descanse, y que Dios la tenga en la
Gloria, porque la pobrecita se nos murió ya hace muchos
años, de un cáncer, y sufriendo terriblemente, y dejando a
hijos pequeños, mis sobrinos, que hoy día ya son adultos.

99
Mientras que no hubo que buscar trabajo fuimos felices,
ella me enseñó a ser un hombre muy limpio, porque yo era
muy vago hasta para afeitarme y ducharme, pero nunca he
olvidado desde entonces, que a toda mujer le gusta que su
“hombre” sea muy limpio, y adoro también desde entonces, la
limpieza y la higiene en todos los sentidos. Adjunto a
continuación una poesía que refleja perfectamente lo que ella
me hizo vivir en ese momento:

100
¡Tú eres el lucero del alba!...

Y al fin duermes,
rodeada por mis brazos,
que apartan la sombra sombría,
para que tú descanses,
en la espuma de mis sueños.

La tarde fue,
la noche deslizo sigilosa,
y tu mano volvió de su vuelo
volando sobre mis ojos
devorados por las sombras.

101
Corazón mío,
manejando mis letras,
las letras extraviadas que buscaban
tu boca,
tu boca,
tu pie,
tu luz,
tus penas,
fueron la vida,
los dones,
que recibe el agua de los bosques
que por tu voz,
por tu voz es conducida.

Y mi alma dará un golpe al viento,


y un signo tuyo busco en todas las otras,
en el ondulante río de mujeres.
Mire,
pero ninguna
llevaba tu latido,
tu luz,
la greda oscura
que trajiste del bosque,
ninguna tuvo
lo que tú llevas

¡Mujer exquisita!
¡Tú eres el lucero del alba!...

102
103
Capítulo Quinto
La vuelta a la dura realidad de la vida, y mis
vericuetos para sobrevivir…

104
La felicidad, como bien decía mi bisabuela y tatarabuela
tuya Daniel, es bien pasajera en esta vida, y dura bien poco…

De alguna aventura que tuve anteriormente a casarme, y


no fueron muchas, como en aquella época no existían los
preservativos como ahora, me había enfermado de una
gonorrea, y cuando nos dio la cara, en plena luna de miel, se
transformó en luna de hiel. Pienso que ella fue demasiado
buena conmigo, para perdonármelo. El problema fue que con
lo que ganaba ella, apenas nos alcanzaba para comer los
dos, y al no tener ni conseguir yo trabajo, no podíamos
curarnos.

105
Al final, después de dos semanas en esas condiciones,
en la que la infección me había avanzado ya tanto, que mi
órgano masculino era ya sólo un saco de pus, fui y empeñé
un reloj al que ella le tenía mucho cariño, y nos pudimos
inyectar la mitad del tratamiento completo de los antibióticos,
y eso fue suficiente para curarnos, y demasiado fue que yo no
me quedase estéril del grado tan grave y avanzado de la
infección que llegué a tener.

La verdad, cómo son las mujeres, y las personas, me


llegó a perdonar que le contagiara una enfermedad venérea:
¡Pero nunca me pudo perdonar que le empeñara su precioso
reloj!

Pero la vida es tan resistente, que ya había formándose


dentro de ella una nueva vida, quien hoy día es mi hijo mayor,
Sergio David, pero ni ella ni yo lo sabíamos, y yo no lo supe
hasta muchos meses más después…

Conseguí trabajo en negro finalmente, de chofer de taxi


(tachero), y relativamente iba todo bien, trabajaba muchas
horas, todo el día entero, y me sentía muy feliz en aquella
vida, donde no tenía la pesada imposición de las estrictas
normas sociales de Salta, ya que la sociedad cruceña es una
de las sociedades más abiertas del mundo, mientras que la
sociedad (¿suciedad?) salteña, es de las más cerradas e
hipócritas del mundo entero, y no ha cambiado ni en un ápice
en mis veintiocho años de ausencia, ¡y no creo que cambie
nunca!

106
La guerra de las Malvinas había acabado ya, pero yo me
encontraba tan bien en Santa Cruz de la Sierra, que no tenía
ninguna gana de volver a la Argentina, además de que
todavía seguía gobernando la dictadura militar, que me
perseguía, aunque yo no sabía que estaba dando sus últimos
coletazos de agonía.

Los problemas de verdad empezaron cuando en una


noche oscura, en que yo estaba de guardia con el taxi, pasé
muy rápido por encima de una oscura y no señalizada zanja,
de medio metro de ancho y muy honda. Del impacto reventé
a la vez los cuatro neumáticos, ¡y fue bastante bien poco para
todo lo que podía haber pasado!

Cuando fui a ver a la dueña de los taxis, ella me exigió


que le pagara el arreglo, o que me mandaría a la cárcel, ya
que ella no pagaba ningún seguro, y me hizo totalmente
responsable del daño. Ir a la cárcel significaba en aquel
entonces que me dieran una paliza, dejándome medio
muerto, por ser un argentino fugado de la guerra, y que me
devolvieran a la Argentina, tal y como ya le había pasado a
otros, así que tuve que volver a esconderme por segunda
vez, y lo único que se me ocurrió fue pedir ayuda a mis otros
amigos españoles, los López, que también como otros
muchos españoles tenían panadería en Salta.

107
Cuando hablé con ellos me dijeron que a mi padre le
había dado un infarto muy severo, y que estaba muy grave en
terapia intensiva (cuidados intensivos), y que mi hermano
Juan Carlos, estaba viajando en cuarenta y ocho horas a
España. Me enviaron dinero a través de mi primo Pablito
Postiglioni, radioaficionado de toda la vida, y que estaba
casado con mi prima Loly, María Dolores García Torregrosa;
el dinero me lo dio un radioaficionado de Santa Cruz de la
Sierra, amigo y colega de Pablito, para que me diera tiempo
de ir a ver a mi hermano, antes de que se fuera a España, y
salir también rápidamente de Bolivia, donde ya me estaba
buscando también la policía, por la denuncia de la dueña de
los taxis.

108
Anverso de la hoja número 1 de la carta, que mi
hermano Juan Carlos escribe a mis padres, el 27 de mayo de
1982, en plena guerra de las Malvinas.

109
Reverso de la hoja número 1 de la carta, que mi
hermano Juan Carlos escribe a mis padres, el 27 de mayo de
1982, en plena guerra de las Malvinas.

110
Anverso de la hoja número 2 de la carta, que mi
hermano Juan Carlos escribe a mis padres, el 27 de mayo de
1982, en plena guerra de las Malvinas.

111
Reverso de la hoja número 2 de la carta, que mi
hermano Juan Carlos escribe a mis padres, el 27 de mayo de
1982, en plena guerra de las Malvinas.

112
Mi hermano Juan Carlos escribe en la segunda y tercera
carillas de la carta (o sea las dos del medio), a mis padres del
27 de mayo de 1982, en plena guerra de las Malvinas, ¡el
siguiente texto que mis padres subrayaron en rojo por muy
importante!:

“Si además de Gran Bretaña, ingresara en el conflicto


bélico Chile, que lo haría en contra nuestra, cosa que yo
personalmente creo, y también todos los militares argentinos,
tendría que ir al frente de batalla…

Si tuviera que ir al frente, lo haría sin el más mínimo


temor; al contrario, estaría orgulloso de poder hacerlo. Ya que
considero que la muerte, es la mayor suerte que podemos
tener en este mundo. Quizás les parezca que soy un poco
duro en mi apreciación, pero ello se debe a que siempre he
sido una persona práctica. Y por lo tanto el día de mi muerte
tiene que ser un día de alegría. Yo sinceramente lo
lamentarían por los que quedan, ya que son ellos, quienes
han de continuar sufriendo…”

113
Y así, mientras yo corría como los conejos y las liebres
por salvar mi vida, mi hermano Juan Carlos estaba en el
Ejército, para ir al frente de batalla, en la Guerra de las
Malvinas.

Todo ello fue la gota, que le colmó el vaso ya casi lleno y


a rebosar, de la delicada salud de mi padre, y sumado, y
además, a los graves problemas económicos, y de las muy
duras circunstancias, de la emigración, repatriación, y el
retorno a España, después de haberse arruinado en
Argentina, combinado con todos los años que llevábamos de
tan dura separación familiar, ya que mi hermano y yo
estábamos solos en la Argentina, desde la adolescencia,
mientras que mis padres, y nuestra hermana María, se
habían repatriado a España.

Decía que todo ello fue lo que le quebró la salud, y la


vida, a mi padre, de lo culpable que se sintió de habernos
dejados solos y abandonados, a nuestra propia suerte:
¡aunque eso no fue así realmente!, ni fue cierto.

Pero lo importante es, que así fue como él lo vivió en su


interior, por su exceso de celo, responsabilidad y amor
paternal, y ello le costó la vida, cuando más falta nos hacía a
todos los hijos, y a mí en particular, porque la vida después
de su muerte, se me presentó en toda su dureza y crudeza, y
no ha dejado de ser así, hasta inclusive en el momento
presente, y seguramente continuará así hasta el día en que
me muera...

Y por eso yo tampoco quiero que me cueste la vida, el


saber, que he dejado a mis tres hijos, y abandonados a su
propia suerte, pues todavía me necesitan y mucho…

114
Las instrucciones de mi hermana María a Juan Carlos,
para su repatriación después de la guerra de las Malvinas.
Primera carilla u hoja del anverso.

115
Las instrucciones de mi hermana María a Juan Carlos,
para su repatriación después de la guerra de las Malvinas.
Segunda Carilla u hoja del reverso.

116
Dice así en la primera hoja (con letra azul es letra de mi
hermana María y con la letra roja es letra de mi padre):

Juan Carlos:

SUPONEMOS TENDRAS YA EL TELEX DE


CONFIRMACIÓN DEL VUELO.

Salida de Salta:

1 de septiembre, miércoles, vuelo: 593 de Aerolíneas


Argentinas, horas 12:15 de la mañana.

Llegada a Buenos Aires al Aeroparque horas 15:45, de


allí en un taxi a Ezeiza.

En el mostrador ADEW4V (con letra de mi padre “Allí


está la compañía EASTERN) te darán el pasaje de Buenos
Aires a Santiago de Chile, con letra de mi padre “pídelo tú”.

Vuelo n°010 que sale 19:10 horas llegando a Santiago


de Chile a las 20:05. A la salida de la aduana te esperarán los
de SPANTAX que son los del vuelo chárter. Diles que por
favor te facturen el equipaje. Ellos te entregarán el boleto de
Santiago a Madrid. Ahí tenés que pasar la noche porque el
vuelo 988 (con letra de mi padre “Chárter”) sale a las 8 de la
mañana del día 2 de septiembre.

Ha de estar en la sala de embarque a las 06:30

117
Si perdieras ese vuelo, con letra de mi padre “MUY
IMPORTANTE”, como es chárter, perderíamos el boleto,
plata y todo, y tendrías que volver a Salta (¡¡Así que atento!!).
Con letra de mi padre “Duermes en el aeropuerto”

La llegada: a Madrid es a las 4 de la madrugada del 3 de


septiembre hora española.

118
Dice así en la segunda hoja (con letra azul es letra de mi
hermana María):

Tan pronto llegues llamas al Tío Pepe TEL 951-221475,


donde estará Maru (mi hermana María) esperando la
llamada.

En el mostrador de Iberia (en el aeropuerto de Barajas


en Madrid) te presentas y pides el boleto a tu nombre para
Almería, que ya está reservado y pagado.

La Salida: es a las 07:45 de la mañana y llega a las


08:50 ALMERIA, donde estaremos todos esperando.

Si tienes dudas, sobre el trayecto, preguntas siempre en


información para que no tengas problemas, y esté todo claro.

Pregunta en el vuelo de Buenos Aires/Santiago si


alguno viaja en el chárter de SPANTAX (con letra de mi padre
“a Madrid”), ¡y así llegas SEGURO! Y a tiempo.

Con letra de mi padre: “y vas acompañado por otros” LA


AGENCIA FORTUNA DE CANARIAS ES LA QUE
ORGANIZA EL CHARTER DESDE SANTIAGO DE CHILE.

119
Y así yo, apenas recién casado y muy enamorado, y
apenas paladeadas las mieles de la felicidad, tuve que dejar a
mi amor, con la incertidumbre de si sería para siempre, o de
si ella me volvería a ver alguna otra vez.

Y con el dinero pagué casi justo nuevamente, el vuelo en


el Focker de Santa Cruz de la Sierra a Yacuiba, y cuando
llegué a la tarde, sólo me pude comprar un bocadillo
(sanguche) con lo que me sobró, y empecé a caminar a pie
los casi 500 Km., que me quedaban todavía hasta Salta, y
mientras que hacía dedo (autostop), en la casi total
oscuridad, pensaba en la mujer que dejaba, y de donde no
quería alejarme, y en el incierto destino y futuro que me
esperaba en mi destino, donde todavía me estaban
buscando…

120
121
Capítulo Sexto
La suerte afortunada del destino...

122
Cuando venía volando en el Focker desde Santa Cruz
de la Sierra, le pedí a la azafata visitar la cabina de los
pilotos, ya que siempre me gustaron y me gustarán los
aviones, y desde que estudié la Licenciatura en Física, como
es la materia que siempre suspenden casi todos los pilotos, y
por ello, cada vez que lo he dicho, me han hecho pasar casi
automáticamente a la cabina de mando, ya que ellos saben
muy bien que ante cualquier eventualidad desconocida que
pudiera surgir, es tan bueno o mejor que un ingeniero
aeronáutico, es poder contar con la ayuda de un físico, no
solo porque somos los que sabemos por qué vuelan los
aviones, sino y más importante aún, porque nos enseñaron a
pensar en la carrera, y a resolver situaciones nuevas e
inesperadas, y ésa es en realidad la diferencia entre un
investigador científico y un ingeniero aeronáutico, que sólo
aplica los principios físicos.

123
Desde el once de septiembre con lo de las Torres
Gemelas de Nueva York, el acceso a la cabina es mucho más
estricto, pero aun así todavía me hacen entrar y aterrizar o
despegar dentro de la cabina, aunque está terminantemente
prohibido por las normas de seguridad, y las medidas
antiterroristas.

Esa tarde cuando aterrizábamos, y Bolivia tiene de los


mejores pilotos del mundo, por su geografía tan intrincada de
las altas montañas de los Andes, y las deficientes carreteras
y rutas que mal comunican el país.

Decía cuando aterrizábamos, gobernaba el avión un


copiloto recién graduado de la escuela de Aviación Civil, y
nos pilló de repente un fuertísimo viento cruzado y racheado,
que nos tiró literalmente contra la torre de control, el capitán
reaccionó rápidamente y con premura, ante la sorpresa y el
susto del copiloto que no atinó a reaccionar, y el Capitán
tomó los mandos acelerando a fondo los dos turbohélices del
Focker, que vibraban tanto, que parecía que el avión se iba a
estrellar sin remedio contra la torre de control, adonde nos
había llevado el viento, que la salvamos justo por encima, y
por los pelos; me hizo acordar a la película del avión que se
estrelló en los Andes, pero a diferencia de aquellos, pudimos
aterrizar sanos y salvos…

Cuando el Capitán paró el avión, sano y salvo en tierra,


la palabra más suave que le dijo al copiloto fue maldecir a su
madre: ¡Todo el pasaje estaba atónito escuchando las
maldiciones del Capitán como si fuera un vulgar patotero!

124
Cuando esa tarde oscureció, y yo caminaba cabizbajo y
derrotado hacia Salta, pensando que ya no llegaría antes de
las doce de la mañana, la hora en que salía el avión de mi
hermano para España, se paró de repente un Chrysler
americano de los grandes, y el conductor me preguntó al
bajar la ventanilla automática que adónde iba, a lo que yo le
dije que para Salta, y me dijo entonces que ellos también iban
para Salta, que subiera.

Y así lo hice, pero al cabo de un rato, ya no podía


aguantarme más, y le pregunte al hombre, que viajaba con su
joven mujer y dos preciosas hijas adolescentes, que porqué
me había recogido con el peligro que eso suponía para él, y
para toda su familia, si yo hubiera sido un violador, y me
contestó: ¡Que iban en la primera clase pegada a la cabina de
los pilotos del avión en que casi nos estrellamos todos y que
me habían reconocido de allí!

Al poco el hombre me dijo que si sabía conducir y si


conocía bien el camino a Salta, a lo que yo le dije que tenía
todos los carnes, inclusive de camiones y autobuses, y que
era Salteño, y así llegué conduciendo yo a Salta antes de las
doce de la mañana.

Y no sabía que esa iba a ser mi última entrada por el


Portezuelo, hasta veintiocho años después, en que lo volví a
hacer en autobús nuevamente por el Portezuelo, de la muy
bellísima vista de la ciudad de Salta, emigrando nuevamente
desde España.

125
En el aeropuerto “Miguel Martín de Güemes” vi por
última vez a mi hermano, quien se despidió y se subió al
avión, sin decirme ni una sola palabra, ni contarme nada de lo
que pasaba en España. Me encontré con que no tenía casa,
que mi hermano la había alquilado, y que los valiosos
muebles del chalet de Tres Cerritos, estaban en un garaje, y
a los cuales tuve que malvender para poder comer.

Y entonces mi cuerpo no lo aguantó más, y me enfermé


gravemente, con unas diarreas que me duraron semanas,
hasta que Blanca tuvo el acierto, después de que los médicos
no supieran que hacer, y estando ya al borde de la muerte, de
darme té de boldo, o de poleo de menta y tila, y sólo con eso
se me quitaron las diarreas, y me curé, porque todo eran mis
nervios ya deshechos.

El estar enfermo varios meses en la casa de Blanca, y


no pasearme públicamente por Salta, me volvió a salvar la
vida nuevamente, porque si me hubieran pillado, no estaría
escribiendo hoy en día estas letras, ni tú estarías leyéndolas
en este momento.

Cuando mejoré, los López habían vendido la panadería,


y se iban a establecer en Asunción del Paraguay, que era mi
destino inicial, así que me fui con ellos.

126
En Asunción encontré trabajo y alojamiento, y busqué
trabajo de modista para Vince, y le escribí una carta con todo
ello, para que dejara Santa Cruz de la Sierra, y se viniera
conmigo a Asunción del Paraguay, pero estando en esas,
cuál no fue mi sorpresa cuando recibí una llamada desde
España, de mis padres, los cuales estaban ya enterados de
toda mi situación, y me dijeron que ya habían hablado con mi
señora, y que ella estaba dispuesta a venirse conmigo a
España.

127
Los datos míos de Paraguay, que mi padre garrapateó
en un papel, recién salido del hospital por el infarto, para
llamarme y repatriarme, cuando se enteró de que yo estaba
perseguido de muerte.

128
Dice así (con letra azul es letra de mi madre y con la
letra roja es letra de mi padre):

España 13 a 14

Paraguay de 8 a 9 (es la diferencia de horas para llamar


desde España a Paraguay)

Llamamos mañana por la mañana.

Teléfono Paquito (así me llamaban mis padres)


Paraguay 290730 y 661107

Hora Asunción del Paraguay

C/Juana Carrillo esquina Sacramento

C/Andrade 1176 esquina Malutil

A nombre en Asunción (Paraguay) Sr., Joaquín


Velázquez (el nombre del compatriota donde nos
hospedábamos)

En la página siguiente, los datos de su nuera, que mi


padre garrapateó en un papel para llamarla por primera vez,
recién salido del hospital por el infarto. Primera carilla u hoja
del anverso.

129
130
Dice así (con letra de mi padre en la primera hoja):

Vince Soria Dorado

C/Buenos Aires 469

669_892 Santa Cruz de la Sierra

Bolivia

Teléfono casa 23898 fijo

Trabajo 33803

Lugar Trabajo 33.003 (y hay una flecha hacia abajo que


aclara en número garrapateado y tachado) 33003

¿Qué hora son? (letra de mi madre)

Llamar al 919 Internacional 221

131
132
En la página anterior, los datos de su nuera, que mi
padre garrapateó en un papel para llamarla por primera vez,
recién salido del hospital por el infarto. Segunda carilla u hoja
del reverso.

Dice así (con letra de mi madre en la segunda hoja):

¿Qué hora es ahí en este momento? (letra de mi madre)

Manda legalizar (mi padre la corrige con letra roja por


“autenticar”) el certificado de estudios de la Universidad en el
que expliquen los estudios cursados en ella.

Legalizar (mi padre la corrige con letra roja por


“autenticar”) también el título de Perito Mercantil.

Tiene que (con letra roja de mi padre "decírselo a” y con


letra azul de mi padre “enviárselas a Rino para que él te haga
la tramitación) ir primero al Ministerio y después al Consulado
Español.

Con letra roja de mi padre “Ya que”, sigue mi madre:


Rino está gestionando el de Juan Carlos (y con letra roja de
mi padre “y sabe cómo hacerlo”)

Vince que haga lo mismo, su título de Bachiller que lo


legalice (mi padre la corrige con letra roja por “autentique”)
tiene que hacer lo mismo que tú, (con letra roja de mi padre
“pero ahí en Bolivia”).

133
Arregla en el Consulado Español” que en Bolivia habrá
ahí en Santa Cruz lo del Servicio Militar, que te lo pueden
arreglar. Si hay algún problema nos lo dices. El número de
vuestra casa es el 469.

134
Ellos se habían enterado, porque en Salta al único
amigo que vi era Rino Toigo, que estaba a la sazón puesto de
administrador inmobiliario del Chalet de mis padres por mi
hermano, y al que le pareció muy mal que malvendiera todos
los valiosos muebles, pero no comprendió en ese momento
que era para poder sobrevivir, porque no tenía ni para comer.

Cuando hablé con Rino, me preguntó que qué había


hecho en Santa Cruz en todos estos meses, a lo que le dije
que me había casado, él pensó que todo era mentira, pero
con picardía me preguntó si tenía alguna prueba de ello, a lo
que le mostré y le di a leer la única carta que me escribió
Vince, mientras estuve fuera de Bolivia, donde no me decía
que ella ya sabía que iba a ser padre, ya que me lo ocultó
hasta que volví de nuevo a por ella en Santa Cruz, y estaban
su nombre, dirección y teléfonos del trabajo y de casa, al
completos.

Rino lo memorizó todo, y le escribió una carta a mi


padre, recién salido del hospital, contándole todo, tanto de lo
que era desaparecido y perseguido, y que me buscaban para
matarme, como de que me había casado, dándoles todas las
señas completas de su nueva nuera, y ellos la llamaron, y le
dijeron que eran sus suegros, que sabían de que estaba
perseguido de muerte, y que en España tendría trabajo y
podría continuar con mis estudios, y le preguntaron si ella
querría venirse conmigo, a lo que dijo que sí.

Yo desconfiaba de que ella quisiera dejarse su país y


toda su vida por el amor a un hombre, pero me fui a la
embajada española en Asunción a intentar renovar una vez
más mi pasaporte, pero me dijeron que sólo me lo podían
renovar en Córdoba, en Argentina, que era donde estaba
expedido el pasaporte.

135
Así que me monté en un autobús, y estuve tres días
enteros viajando por toda Argentina, y en el Consulado
General de España en Córdoba me renovaron el pasaporte,
que fue sólo ponerle un sello.

De allí viajé a Yacuiba, y cuando hice trasbordo del


colectivo en Salta, en ese tiempo de espera de varias horas
llamé a uno de mis amigos íntimos, Sergio Soto, que es
además quien me ha dado alojamiento gratuito en su casa,
mientras he retornado de emigrante y extranjero en mi propia
tierra, y mientras que escribo estas letras.

Luego me monté en el autobús a Yacuiba, y me fui de


Salta, no para siempre, pero sí por mucho tiempo: ¡Tardé
más de catorce años en volver por primera vez!

Y luego regresé por segunda vez de nuevo, hace ya tres


años, mi empresa ya iba tan mal en España, y la gravísima
crisis se avizoraba en el horizonte mundial, y quise
establecerme de nuevo, con un modesto capital, pero los
hijos que tenía allí, el amor por Mercedes, mi segunda mujer,
y el cobrar las deudas que tenía, me hicieron volver, y al final,
perdí todo mi capital, no cobré las deudas, que se hicieron
incobrables para siempre, perdí la mujer que se fue con un
novio, y terminé perdiendo lo que más quería en el mundo,
que son mis tres hijos, y a mi pequeño, que se quedó sin un
padre que lo criara…

En la página siguiente, la Carta-Documento que mi


padre redactó y firmó, de su puño y letra, para la repatriación
de los López, muchos años después de la mía...

136
137
Blanca no solo me mitigó el hambre que pasé en
Argentina, cuando me quedé solo con mi hermano tantos
años, me enseñó y me dio con su propio ejemplo y con sus
propias palabras, la lección más importante de toda mi vida:
¡Me enseñó que para el amor no hay edad ni hay condición
ninguna!…

Y por eso nunca jamás, nunca jamás dejaré de buscar a


mi musa inspiradora, no me importa la edad que yo tenga, y
así me hiciera viejo, y no me importa la edad que ella tenga, y
así fuera ella una jovencita…

Su felicidad es la mía, porque aunque mi madre está en


el Cielo, sin embargo, ella es mi madre en la Tierra, y cuando
me ví en la tremenda oscuridad de perder a mi hijo pequeño,
y también a mis hijos mayores, ella me dio esperanza…

Ella me dijo que la vida me volvería a sonreir…


Y que mis hijos volverían a sonreir..
Y que yo volvería a sonreir…

Y aunque todavía se me caen las lágrimas por mis


mejillas, y mientras que escribo estas letras, todavía quiero
creer, quiero seguir creyendo en sus palabras de aliento y
esperanza, y quiero creer que terminaré esta mi odisea, este
mi viaje por la vida, este mi paso por la vida, que lo terminaré,
y mejor, que la tragedia griega de Homero…

¡Gracias Blanquita por tu eterno amor porque con él me


salvaste la vida!

138
Te dedico muy especialmente estas humildes letras, a ti,
a ti también, no ya sólo por la pérdida de tu hijita, nuestra y
muy bien amada Lolita, te lo dedico también: ¡Por darme una
lección de vida tan grande enseñándome nuevamente a
amar!

¡Gracias Blanquita por darme fuerzas y valor para


continuar! ¡Te estaré siempre eternamente agradecido!...

139
140
Capítulo Séptimo
Desde Santa Cruz de la Sierra en Bolivia, a
Murcia en España…

141
Cuando esa noche llegué a Yacuiba, y me monté en el
tren, que me llevaría por última vez en catorce años, a Santa
Cruz de la Sierra, yo no imaginaba que los militares con
fusiles en mano y armados hasta los dientes, recorrieron casi
todos mis parientes y amigos, casa por casa, buscándome,
aunque por supuesto, no me encontraron, porque buscaban
en los lugares equivocados, porque el Servicio de Inteligencia
los tenía vigilados a todos ellos, y cuando siguiendo a Sergio
Soto, me vieron en la Terminal de Ómnibus (Autobuses) con
él, al perderme luego el rastro, pensaron que había estado
todo el tiempo escondido en Salta, y pusieron la ciudad
entera patas arriba, pero yo no aparecí nunca más, hasta
catorce años después, y también tres años atrás
nuevamente, y recién ahora mismo.

142
Por eso, cuando mis amigos, cumpas, y familiares,
salteños todos, me dicen que no hable mal de Salta, que no
diga la verdad de lo que Salta es, y que nadie se atreve a
decir, pero que se habla en voz baja en todos los corrillos, yo
sigo en cambio, impertérrito, impasible, hierático, porque ya
que no me pudieron comprar mi voluntad por el precio de mi
vida, y casi a tiros: ¿Por qué 28 años después podrían
comprármela por el precio de mi miseria?

Mi padre me enseñó, y desde muy pequeño, que se


pierde la vida antes que la dignidad, y que no hay que tirar
nunca la toalla, y no hay que dejar de seguir peleándola y
remándola, y ahora, con 50 años después de vivir con esos
valores: ¿Por qué voy a cambiar? ¿Porque Salta sea la cuna
de la “maldad por deporte”?.

No, no voy a cambiar, y aunque he sufrido también la


maldad en el primer mundo, allí en cambio no se hace “por
deporte”, sino con un fin y un sentido práctico, como el dinero,
el poder, la ambición, la riqueza; aquí en cambio, en Salta, es
la maldad: ¡Sólo y exclusivamente por el supremo placer de
practicarla como un deporte!…

Bueno, por donde íbamos, ah, ya, estaba viajando en el


Tren desde Yacuiba a Santa Cruz de la Sierra. ¡Qué asientos
de madera más duros que tenía el tren! ¡Nunca me ha vuelto
a doler el culo tanto como en esas 24 horas! Pero cuando
llegué: ¡Allí estaba mi amor! ¡Qué feliz que volvía a ser!

Me dijo que iba a ser padre, que estaba embarazada ya,


de los varios meses en que había estado ausente: ¡Y me
quedé atónito! ¡Yo nunca había pensado como ser humano
en lo que significaba regalar la vida a otro ser humano!

143
Hoy día en que sigo con todo mi pelo sobre la cabeza, y
me moriré con él ya muy anciano, y totalmente blanco, como
le pasó ya a mi abuelo salteño, pero que ya las nieves del
tiempo, no solo me peinan y platean, y blanquean mis sienes,
sino y toda mi cabeza entera, esas nieves, me dieron una
dimensión de la vida totalmente distinta, y hoy percibo que lo
único que es trascendente en la vida de un ser humano, son
sus actos de amor: ¡Y regalar la vida y dar la vida y el ser por
otros y a otros es el mayor acto de amor que podemos hacer
en esta nuestra tan cortísima vida!

Pero los problemas solo acababan de empezar, los


billetes de avión que envió mi padre desde España se
perdieron por el camino, y la agencia de viajes que tenía que
entregárnoslos nunca recibió el telefax, o eso nos dijo,
finalmente después de casi medio año de espera, y con la
gran presión que recibieron desde España, nos dieron los
billetes. A todo esto, Vince llevaba un embarazo malísimo,
vomitando todo lo que comía.

Y cuando esa mañana que nos tocaba el vuelo, que


coincidió con la llegada a Santa Cruz de la Sierra del flamante
nuevo presidente democrático, Siles Zuazo, al ir a embarcar
me dijeron que Vince no podía volar, porque no tenía un
visado especial que exigen a todos los bolivianos para entrar
en Paraguay, desde la guerra de Bolivia y Paraguay, así fuera
solo una escala técnica, como era el caso.

144
Era tal mi desesperación, sabiendo que mis padres no
tenían más dinero, y que no se podían dejar perder los
billetes, que un pasajero que conocía el trámite, al verme la
extrema palidez de mi semblante, y que los de aduanas no
me daban ninguna solución, me dijo que eran las 12:30
horas, y que corriera en un taxi a la embajada de Paraguay
que cerraba a esa misma hora.

Así lo hicimos, y llegamos cuando estaban echando la


llave, pero tuvieron la gentileza de volver a abrir, y poner en el
pasaporte de ella el sello necesario para solucionar el
problema; de las prisas Vince se golpeó la cadera, y estuvo
así con mucho dolor hasta que dio a luz en España.

Finalmente ya dentro del avión, este demoró mucho en


salir, seguramente por la llegada del nuevo presidente, pero
yo ya me asusté pensando que eran los de inteligencia que
detenían el avión.

Estaba tan traumatizado, sólo hay que leer el Diario de


Ana Frank para comprenderlo, que cuando íbamos volando
esa noche hacia España, a diez mil metros de altura sobre el
Océano Atlántico, yo le decía a Vince que cualquier pasajero
era de inteligencia, y que me iba a detener.

Y ya en España, estuve años, que cuando veía la gorra


de un simple agente municipal, me ponía sudando a mares
de los nervios, y aunque con el tiempo, y un muy profundo
psicoanálisis de más de un cuarto de siglo, se me quitó, sin
embargo no lo perdí del todo, y más adelante me ocurrirían
cosas en España, con los Guardias Municipales, en las que
seguramente me perjudicó mi reacción de miedo, guardada y
olvidada de tantos años atrás…

145
Por eso, cuando mi padre me dijo, que llevaría mi caso a
la comisión de desaparecidos del Senado Español, yo le dije
que para qué, que por un poco de dinero del desempleo, que
valía más mi salud mental, y que había estado a punto de
perderla, y que quería olvidar para siempre el estigma de ser
perseguido; creo que finalmente lo he superado, pero con el
estigma del destierro y el desarraigo no he podido, ya que el
destino ha sido más fuerte que yo mismo…

Releyendo este capítulo, y cuando ya había terminado


de escribir el libro entero, me he acordado, al ver las fotos de
estos riquísimos pomelos que recogí con mi cuñado, de algo
que me pasó en este viaje, en las profundas selvas
amazónicas de Bolivia, y que simboliza la diferencia entre el
Primer y el Tercer Mundo…

Un día nos perdimos, viajando en un todo terreno, por


las inmensas estancias ganaderas, que hay en la selva
amazónica, y se hizo hora de la oración, oscureciendo, y ya
casi entraba la noche, cuando encontramos el ranchito del
capataz de una estancia…

El capataz, que ya había acostado a todos sus hijos para


dormir, nos preguntó solamente si habíamos comido, porque
él ya sabía que nos habíamos perdido…

Y como le dijimos que no, que no habíamos comido


nada de nada en todo el día entero, ni yo, ni mis hijos Sergio
y Rubén, que también me acompañaban, el capataz nos hizo
entonces entrar a su muy humilde ranchito de paja (como el
del cuento de los tres cerditos y el lobo feroz), y nos hizo
sentar en su muy humilde mesa, y nos sacó para que
cenáramos, unos riquísimos huevos de tortuga, y también
unos riquísimos pomelos de color naranja…

146
Y este humilde, y pobre hombre, nos dio todo lo que
tenía, todo lo que tenía para comer, que era para el desayuno
de sus hijos a la mañana siguiente…

En el Primer Mundo sólo te dan, y eso ya es mucho, a


veces, de lo que les sobra… Pero en el Tercer Mundo, te dan
de lo que les falta, de su propia pobreza…

Por eso, por la solidaridad de todas las gentes del Tercer


Mundo, por eso y desde ese momento, me dije a mí mismo,
que volvería a Latinoamérica, aunque sólo fuera para pasar
mi vejez y morir, pero el destino me ha hecho volver todavía
joven…

147
148
Capítulo Octavo
El maná de la tierra prometida…

149
¡España!

Todo el mundo se fue en este medio siglo al primer


mundo, y a España en particular, desde los años sesenta,
pensando que era la tierra prometida y el paraíso terrenal:
¡Pero qué desengaño más terrible que hemos sufrido todos
los que emigramos desde Latinoamérica al primer mundo! ¡La
vida y la mentalidad son tan distintas!

Allí no hay “cumpas”, “compadres”, o amigos, y


familiares. Todo lo que hay, es el montante de la cuenta que
tienes en el banco, es una mentalidad atrozmente
competitiva, donde todo ya está hecho, y no hay ninguna
nueva oportunidad, y donde reina la avaricia, y la miseria
humana más atroz. ¡Qué realidad más distinta me tocó vivir a
mí y a todos los emigrantes que fuimos! ¡Cuántas ilusiones
perdidas y cuántos desengaños sufridos!

Vince y yo nos fuimos pensando en reunir sólo diez mil


dólares, y en volver de nuevo a Bolivia, y lo que no sabíamos,
era que prácticamente nos terminaríamos quedando casi para
toda la vida, que nos divorciaríamos, y que al final, en lugar
de retornar ella, que era la americana nativa, he retornado yo,
y habiéndome divorciado de mi segunda mujer, Mercedes,
con quien hubo también tanto amor, como me pasó con
Vince: ¡Que creí que iba a ser para siempre!...

Me tengo que aplicar las palabras de Vince al firmar el


divorcio, mientras que se le caían unas lágrimas, que yo creí
en ese momento de cocodrilo, y hoy día sé que fueron
sinceras y plenas de amor; me dijo: ¡El amor lo es mientras
dura! ¡Qué frase más dura que me sonó en mis oídos!...

150
Pero hoy día, después del segundo divorcio con
Mercedes, sé que es verdad. Y la mayor paradoja, es que me
divorcié de ambas queriéndolas, pero no había más remedio,
cuando el amor se muere, o la convivencia se torna
imposible, porque se ha perdido el respeto, ya se ha perdido
todo, y eso fue lo que me pasó en los dos matrimonios, que
se perdió el respeto. Puede no haber amor, entre un hombre
y una mujer, pero si hay respeto, la convivencia es posible, y
el amor puede venir luego…

Cuando llegué, luego de un calvario y vía crucis de


papeles, para legalizar la residencia de Vince en España, a la
que finalmente terminé dándole la nacionalidad española,
mientras que a mí se me olvidó de pedirle a ella la Boliviana,
y así hoy día estaría seguramente muchísimo mejor en Santa
Cruz de la Sierra, que en mi propia y muy amada tierra, Salta
“La Linda”…

Y también luego de otro calvario y vía crucis, para evitar


ir a la “mili”, o sea hacer el servicio militar, y estuve a punto
de ir, pero conseguí providencialmente trabajo, y con el
nacimiento de mi hijo mayor Sergio me escapé de ella: ¡Y
maldita la gana que tenía yo de ver más uniformes militares!

Pero lo que no sabía eran los cinco años de cárcel, peor


que la mili o la colimba, y que me tocarían vivir, en la ruina
económica que me ocasionó la estafa que sufrí en ese mi
primer trabajo.

El Pozo S.A., cuyos dueños son la familia Fuertes, y es


una de las mayores industrias cárnicas de Europa, pero sus
dueños se han hecho multimillonarios con un muy hábil y
genial sistema de estafa, que no les ha llevado, ni les llevará
nunca a la cárcel…

151
En el pueblo de la familia de mi padre, Alhama de
Murcia, surgió allá por los años sesenta, cuando empezó el
despegue económico de España, esta industria cárnica, que
tuvo la habilidad de cargar siempre con todas sus pérdidas, a
todos sus proveedores y empleados, “libre competencia y
libre mercado de grandes emprendedores” le llamaban a este
sistema.

Consistía sencillamente en relaciones laborales


disfrazadas de contratos mercantiles, como era una relación
laboral, el margen de ganancias era muy escaso para
cualquiera que no fuera la gran empresa, pero la empresa
justificaba las letras que te exigía le entregaras, avaladas con
importantes propiedades (todavía conservo los originales
como un muy doloroso recuerdo familiar), y a todas luces
ilegales, con la excusa de que uno cobraba mucho dinero y
les podía estafar fugándose. Con este genial sistema, esta
empresa, de la nada, se hizo en medio siglo: ¡Toda una
multinacional!...

En particular a mí, no me pagó un supermercado que


tenía como cliente en Alicante, la venta de un camión de
jamones, y yo tuve que pagarlo durante cinco muy duros
años, pero la empresa también terminó cobrando la deuda al
cliente: ¡Qué gran negocio que fue para ellos el cobrar por
duplicado!

152
En el primer año de arruinado trabajé como obrero,
dentro de la misma fábrica, y los cuatro siguientes de
representante a comisión de una muy importante distribuidora
de vidrio ya desaparecida, “La Vajilla Enériz”, y gracias a que
mis ingresos en esos cuatro años fueron muy elevados,
conseguí finalmente evitar que embargaran todas las
propiedades de mis familiares, que habían sido los inocentes
avalistas.

Porque en el pueblo se decía, con ignorancia supina,


que ser representante del Pozo era hacerse millonario, y
todos me dieron la enhorabuena cuando lo fui, y cuando me
arruiné, la empresa dijo que fue porque yo estaba loco, y era
un manirroto que no sabía administrarme, y había derrochado
su dinero: ¡Pero han caído tantas personas después en la
misma trampa!

La verdad sigue siendo que es una estafa encubierta y


muy bien orquestada, y con el consentimiento de los poderes
públicos y los sindicatos, que deberían de defender a los
trabajadores, pero aún en la España democrática del siglo
XXI, sigue siendo un muy poderoso caballero don dinero…

Pillé tal enfado, y tanta bronca con la ruina, que estuve


un tiempo en que sólo pensaba en matar a los dueños de la
empresa, y en matarme yo luego, y así sería de verdad el
loco que decían, pero mi primo Diego "El Tortuso”, que a la
sazón era el corredor inmobiliario del Director General del
Pozo, me dijo: “Primo, si la mierda valiera dinero, los pobres
nacerían sin culo”, ya que él también había sido estafado con
el mismo sistema…

153
Y gracias a su empatía y solidaridad, para con mi propia
desgracia y ruina, superé esos pensamientos tan aciagos y
destructivos.

Sé que no he sido el único que haya pensado en hacer


semejante locura, pero cuando uno se ve desesperado,
cuando uno no puede ni dar de comer a los propios hijos, uno
puede terminar pensando cualquier cosa, y nadie en la vida,
nunca la tendrá tan perfecta y tan ideal, como para que no se
le pueda pasar, y alguna vez por la cabeza, la idea del
suicidio…

Pero lo que hay que hacer, que fue lo que me enseñó mi


primo, que en paz descanse, y que aprendí también en mi
psicoanálisis de casi 28 años, es seguir para adelante, y dejar
que la vida se lleve los malos aires, y traiga otros nuevos,
aunque a veces parezca totalmente imposible que así
suceda…

Y así tal, es el momento en el que me vuelvo a


encontrar, en este destierro obligado, y que parece ya
definitivo y para siempre, y donde me quedaré para morir, en
esta mi tierra, llena de las mayores y más atroces injusticias,
y muy lejos de mis tres queridos y amados hijos, pero no
puedo hacer nada más que no sea vivir, y dejarme llevar por
el río de la vida, adonde no sé, a lo desconocido…

Y ese es el resumen de lo que aprendí de la vida, y a


hacer en la vida, dejarse llevar, en lugar de envenenarse de
rencor y odio, porque eso sólo se vuelve contra uno; al final el
secreto de la felicidad es transformar la propia tragedia
personal de la vida de cada uno, en una comedia, aprender a
reírse de la propia desgracia, pero no es nada fácil, cuando
está el dolor de por medio…

154
¡Por eso estoy escribiendo este libro!, ¡para sublimar mi
profundo dolor, por la pérdida irreparable de mis tres hijos,
haciendo una catarsis, donde mis lágrimas y mis letras, se
lleven mi rencor contra la vida, contra la injusticia de la
misma, que todos sufrimos y sufriremos alguna vez!...

Y esta injusticia va más allá de las acciones del resto de


los seres humanos, y de las propias, sean afortunadas o
desafortunadas, esta injusticia es la de ser seres hablantes,
un cuerpo incardinado en el lenguaje, en la ambigüedad
esencial del lenguaje…

Y por eso, cuando Daniel me preguntó, al llorar y


durante muchos días, y en silencio, mi ausencia, y sin
contárselo a nadie, tal y como a mí todavía me pasa, decía
que me preguntó: ¿Papá, porqué sufrimos? ¿Por qué tengo
yo que sufrir?

Sólo le pude responder, que porque somos seres débiles


y frágiles, que podemos perder la salud y enfermarnos, que la
naturaleza es siempre más poderosa que uno, y que el
destino de cada uno puede ser a veces muy aciago y
doloroso, pero que tomara lo bueno que le diera la vida, y que
dejara pasar lo malo, que no nos damos cuenta, pero por
pensar en lo que no tenemos y en lo que nos falta, perdemos
y dejamos de disfrutar lo que tenemos, lo poco o lo mucho
que la vida nos brinda de bueno…

155
156
Segunda Parte
Mi tiempo presente…

157
158
Capítulo Noveno
La señorita “de aula”…

159
Bueno, ya he llorado bastante, y ahora voy a cambiar el
tono, haciendo un inciso en la historia cronológica de mi vida
que intentaba relatar, y a la que volveré más adelante en el
libro, e intentaré también reírme un poco de mis propias
desgracias, en particular de las que me han pasado, y me
están pasando hasta ahora, y seguramente me seguirán y
continuarán pasando, y no solo en Salta…

160
Este capítulo lo titulé así, porque hace casi siete meses
ya, cuando llegué a Salta, antes de las navidades del año
pasado, conocí en el comedor donde voy todos los días a
comer, a una muy bella y joven mujer de treinta dos años,
pero que aparentaba diez años menos, y cuando le pregunté
que “si era señora o señorita”, ella me dijo que era “señorita”,
pero le faltó agregar la matización, como me dijo Doña
Claudia, la Señora mayor dueña del comedor, que era
“señorita”, pero que lo era “de aula”, o sea que era maestra,
porque en Latinoamérica se les llama señoritas a las
maestras, y trabajaba a doble turno, por la mañana y por la
tarde.

Y así yo, creyendo que era soltera, y ella jugando


conmigo, y con la ambigüedad del lenguaje, me enamoré, y
además, perdidamente de ella, como siempre me ha pasado
con todas las mujeres, y luego de las relaciones íntimas, más
intensas y apasionadas, que he tenido nunca con ninguna
mujer en toda mi vida, descubrí que tenía también marido, y
que iba con ella algunas veces, a buscar la comida en el
comedor para comer en su casa: ¡Y entonces se me cayó el
alma y el mundo a los pies!...

Así que mejor que explicarlo con mis propias palabras


coloquiales, lo voy a hacer a continuación con algunas de las
poesías que le escribí, y le envié a ella, inspirado en ella, y en
lo que yo creí que era su amor sincero por mí, pero que fue
terrible desengaño, cuando descubrí que lo único que ella
buscaba, y quería de mi persona, era sólo unos ratos de
placer, mientras que yo llegué a quererla de verdad…

Como me dijo la Señora Claudia: ¡Ella me dio clases de


amor pero las pagué con mi dolor!

161
Al conocerla me dijo que no quería hacerme daño: ¡Que
cómo me habían hecho tanto daño las salteñas y me habían
podido tratar tan mal!…

Y que buscaba el amor, que buscaba a un hombre


sincero y que se comprometiera, tal y como nunca lo había
conocido y encontrado en toda y su entera vida, pero cuando
le pregunté qué éramos: ¡Me dijo que era sólo su amante! ¡Y
que nadie en toda su vida entera le había hecho el amor tanto
y tan rico! ¡Tuvimos noches y días enteros de media docena o
más de relaciones íntimas y con una duración cada una de
cinco horas de media o promedio!…

162
163

Me preguntaste…

Me preguntaste
¿qué es el amor?
tú que estabas casada
y yo que creía que eras amada...

Y yo
tan inocente
¡tanto que no me entere!
que no me había enterado aun
que no lo preguntabas
solo y nada más
solo querías ser amada...

164
Y yo que olvidé
que había olvidado que era
que era el poeta del amor
solo te dije
que eran palabras
palabras que se regalaban
entre un hombre y una mujer...

Y te quedaste
te quedaste vacía
¡tan vacía de mis palabras!
¡y vacía del amor que buscabas!...

Más yo después
recordé
recordé que era el poeta del amor
y recordé lo que era el amor...

Y así te hablé
y hablándote
te escuché
y así te reconocí...

Te reconocí en tu debilidad
y en tu tristeza
en tu dolor
y en tu alegría
en tu amargura
y en tu felicidad
así te reconocí
y en tu humanidad entera...

165
Y así
así mirándote
escuchándote
y reconociéndote...

Así
así te amé
y así fuiste amada...

Y así
así los dos
los dos juntos
los dos juntos nos descubrimos
y descubrimos
al amor...

166

Me pregunté…

Me pregunte
¿porque tú que estabas casada?
¿porque tú que no me dabas nada?
¿porque tú que no me podías dar nada?
y sin embargo
¡me lo dabas todo!...

Me pregunté
porque te doblaba tus años
porque eras mi alumna
y yo tu profesor...

167
Y descubrí
que tu
sin entregarte a mí
sin darme ninguno
de tus encantos íntimos
¡sin darme placer ninguno!
¡sin siquiera darme un beso!
¡ni siquiera una caricia!...

Descubrí
sin embargo
que me lo dabas todo
¡que me lo dabas todo porque solo me
escuchabas!...

Y así
sin tener nada de ti
y sin que nada me dieras
me encontré la musa
¡la musa inspiradora!...
¡la mujer única que busque
y durante toda y mi entera vida!...

168
¿Quieres que te diga la verdad?

De si he pensado en ti
de si me acuerdo
todavía de ti:
Si, todavía...
todavía te quiero...

Se me va el fuego de mis manos


a tu alma
y de tanto fuego (que me sale)
se hiela la mía
mi alma...

169
Se me va la vida
a tu vida
y de tanto sangrado
desangrado quedo...

Te dije
¡No te vayas ni por un minuto!
¡Ni por un solo segundo!
Porque me quedaré muriendo...

Y ahora apareces
regresando de tu viaje
¡y llenándome de vida!...

Y quiero darte la vida


regalártela en tu seno
donde un nuevo ser se lleve
tu alma y la mía...

¡OH! ¡mi amor!


¡con toda la vida
que te puedo regalar!
¡OH! ¡mi vida!

170
¡Hay de mis penas!

¡Hay de mis penas!


Si tú quisieras
endulzármelas
con tu jugo de miel
¡Seguro que la miel
de tu alma
y de tu presencia
es más fuerte
que la amargura
que me envuelve
como helada hiel!..

171
No te das cuenta
pero ya estas embarazada
con el dulce veneno
de mi amor eterno...

No te das ni cuenta
pero ya estas turbada
por el nuevo ser
que se debate
en la matriz
de tu alma...

¿Pero darás a luz


a ese niño
que es el amor?
¿o lo dejaras languidecer
y morir
tal y como a mi
también me matan
mis penas?...

¿Abrirás no tu seno
sino y mucho
mas
y mejor
tu alma
al llamado de la vida?

¿O la seguirás dejando morir


y dejándome a mí
también morir
como hasta ahora?...

172
Tu risa

En mi memoria
he borrado tu rostro
he dejado tu risa
risa de mujer…

Cuando ríes
olvido lo bella que eres
sólo escucho tu risa
risa de mujer…

Contigo quiero reír


reír alocadamente
y olvidar con tu risa
lo bella que eres…

173
Te miro
y sólo ríes y ríes
y no puedo
recordar tu rostro…

Y ahora…

Ahora
que recuerdo tu rostro
olvido tus palabras…

Ahora
que recuerdo tu mirada
olvido tu voz…

Antes olvidaba tu rostro


olvidaba tu mirada
¿¡Cuando te recordaré
sin olvidarte!?...

174
Si has tocado el Corazón de una mujer

Si has tocado el corazón de una mujer


y tus manos no comprenden
cómo pudiste lograrlo.

Le has besado con amorosa pasión


y tu boca se extraña
de haberlo sentido
sin hacerlo…

Has abrazado con ternura a toda ella


y tu cuerpo se envidia
al no poder alcanzarlo...

Si has tocado el corazón de una mujer


en un mundo
que gobiernan los sentidos…

175
Si has vivido cómo su corazón
se confunde con el tuyo
en un universo distinto…

Entonces,
has llegado a un rincón secreto,
un lugar para los más aún
desconocido...

Si has tocado el corazón de una mujer...


Si lo has tocado...
¡Has rozado un cielo inmerecido!

176
Tu mirada…

Yo no sabía
yo no sabía porque
cuando te vi
te miré...

Pero ahora
ahora si lo se
que fue tu mirada
la que me embelesó
y que todavía hoy
todavía aun
¡todavía me embelesa!...

177
Más no solo fue
por tu mirada
era tu alma toda
de una blancura virginal e inmaculada
la que hacia deponer mi vista
la que hacia caer mi alma entera...

Y me dijiste
que ni habías amado
ni te habían amado
¡que ni siquiera te habían llegado a regalar nunca
ni un simple beso!
¡que ni buscabas al amor!
¡que solo querías ser libre!...

Como el Ruiseñor
y como la Alondra
que canta por la mañana
y muere por la tarde
como ellos necesitabas
la luz del día
para huir de la oscuridad de la noche...

Y yo
el poeta del amor
tan torpe
tan torpe para el amor...

Yo te encerré
a tu alma bella
y a tu canto melodioso
en una jaula de oro,
diamantes y piedras preciosas...

178
Y dejaste de cantar
y se murió tu alma
y solo quedo
del amor que no fue...

Solo quedaron
y como un vago recuerdo
estas pocas letras
pocas y vagas
del poeta del amor
que no supo amar
y solo supo ahogar
tu bellísima alma
en una jaula de vano cristal...

Por eso te pido a ti


que me enseñes otra vez
la esencia del amor
y que de nuevo permitas
que este torpe poeta
lo intente de nuevo
¡intente amarte de nuevo!...

179
Divino pecado...

Divino pecado
me acaricias dulcemente
enredando entre sus dedos
la lujuria que me ciega.

Siento tu fruto tan dulce...


tan dulce como el mío.
Como suaves pétalos color rosa
se abren para otorgarme
el misterio de los sentidos…

Aún despierta, sigo flotando en la delicia del recuerdo...


Prohibido amor...
Misterioso es el camino escogido
dame una señal para seguir
o abandonaré este divino suplicio
que me eleva...
Y me entierra a la vez…

180
Yo,
mujer de la luna,
te convoco a besarme.
Te convoco a los cráteres
de mi geografía.
Ven.
Despójame de temores.
Apacienta rebaños
en mis colinas.

Yo,
mujer de la tierra
te convoco a un amor de signo nuevo,
un amor vegetal de mil semillas,
alto, sólido, tronco de los árboles.
Ven
despertemos del barro.
te invito al aire de mis nuevas alas…

Yo,
mujer vientre de sol,
te convoco a la luz,
a juntarte conmigo al medio día.
Ninguna sombra entre nosotros medie.
Ven
álzate conmigo hasta el cenit…
Mírame desde la misma altura…
Juntos apaciguaremos la muerte
juntos enterneceremos las piedras
juntos abriremos el mar.
Nos tomaremos la Tierra Prometida
incendiaremos el rostro de los siglos.

181
¡Porque es tan rico!

¡Porque es tan rico!


¡Repitamos!
¡Repitamos eso!...

Repitamos
la dulzura
la suavidad
la ternura
la delicadeza...

Y tómame así
poco a poco
y siente mi sabor
a miel de Lechiguanas...

182
Date a mí
poco a poco
y déjame sentir
las mieles del Paraíso...

¡Es tan suave tu piel!


¡Es tan húmedo tu beso!
No te detengas
¡Ni por un momento!
¡Solo deja
que el tiempo se detenga!
¡Solo déjame morir
en este abrazo mortal!

Las horas corren


pero no pasan,
y el tiempo detenido
nos acerca a lo divino...

Me dijiste:
¡Se mío para siempre!
¡Y dame toda tu vida
que yo tengo la mía
preparada!...

Dijiste:
¡Riega mi suelo fértil!
Abonado con humus
¡Que rica tu agua
de la vida!
¡Dámela toda!
¡No te quedes
ni una
ni una sola gota
para ti!

183
¡Entrégamela toda entera!
A tu vida
que junto con la mía
y nueve meses
de dolor
prolongarán
tu vida
y la mía...

Y yo,
embelesado,
hipnotizado,
en ese hechizo mortal
¡me dejé
mi vida
en tu vida!...

¡Me vacié!
Tanto,
y recibiste,
tanto,
una y otra vez,
que nuestros cuerpos,
sangrantes,
¡fueron los mares primigenios!...

184
Dime
(quién es él)…

Dime que te cuenta él,


el que tus ojos me dicen
te ama más de lo que te amo.

Él...
Que mientras yo
te escribo poemas,
te los hace vivir…
Con el que vuelas en los aires,
y bailas en las nubes...
¡El que te ama tanto!

185
Él,
al que tú prefieres,
el que te piensa tanto...

Y sin embargo, no soy yo.


El que no me deja mirarte a los ojos,
ni acariciarte el rostro, con sus manos.
el que te besa con mis labios
y te habla con mi boca.

Él...
El mismo que se refleja
en el espejo de mi casa…

186
Cómo decir de pronto...

Cómo decir de pronto:


tómame entre las manos,
no me dejes caer,
y deja que yo
te tome también
entre las manos
y no te deje caer.

187
Te necesito
me necesitas:
acepta este milagro…

Tenemos que aprender


a no asombrarnos
de habernos encontrado,
de que la vida
pueda estar de pronto
en el silencio
en la mirada
o en el roce
de unas mejillas
en un beso…

Tenemos que aprender


a ser felices,
a no extrañarnos
de tener algo nuestro…

Tenemos que aprender


a no temernos
y a no asustarnos
y a estar seguros
y a no causarnos daño.

Tenemos que aprender


¡tantas cosas juntos!
Asombrémonos
del amor
y de la vida
del dolor
y la alegría
¡juntos!

188
Me acabo de despertar...

Me acabo de despertar,
con mi cuerpo excitado,
tan excitado,
que no podía orinar,
y tenía muchas ganas
muchas ganas de ello,
y al final
pude.

189
Pero fue mi alma,
no mi cuerpo,
fue mi alma
la que me despertó,
y me despertó
pensando en ti,
pero no pensaba
no pensaba
en un sueño sexual,
aunque mi miembro viril
estaba muy excitado,
mi alma no pensaba
en tu cuerpo,
pensaba en tu alma,
sólo pensaba en tu alma
mi alma
sólo estaba ensoñada
ensoñada
sólo con tu alma...

190
Para la mujer…

Para la mujer
que de todas ellas
es la más bella
por su alma bella...

Y es la única que sabe


de entre todas ellas
y con todas las letras
lo que es ser una mujer...

191
Y por eso
es mi musa
porque de todas ellas
es la única que me inspira
mis poemas de amor

porque de todas ellas


¡es la más femenina!...

He venido de nuevo
al lugar donde te conocí
y me he sentado de nuevo
en la mesa
donde me miraste
donde me miraste
con tanto embeleso y dulzura...

Y me he sentado
también de nuevo
en la mesa donde descubrí
tu belleza exquisita
en la mesa
donde apenas si te miré
en la mesa
donde apenas si te toqué...

Y todavía quedaba
del rastro de tu presencia
resplandeciente
del paso de tu alma
bondadosa
aromas a Jazmines y Azahar...

192
Y embelesado
por tus aromas celestiales
y enamorado
del rastro de tu presencia
recordé tu ausencia
y dos lágrimas
cayeron de mis ojos
una por ti...
Y otra por mí...

Y otras dos lágrimas


volvieron a caer por mi rostro
una por tu dolor
tu dolor de existir...
Y otra por el mío
por mi dolor de existir...

Y todavía aun
otras dos lágrimas más
volvieron a caer por mis mejillas
una por lo que no fuiste
amada...
Y otra por lo que no fui
amado...

Pero todo ese desamor


ese terrible desamor
pasó...

193
Y ahora tengo la esperanza
ahora tengo la certeza
de que tú eres mi musa
la mujer que me inspira
la mujer que me da
toda la ilusión de vivir
¡la mujer que me pasé
toda mi vida entera
buscando!...

Y tú ahora tienes la esperanza


de que yo soy quien te escucha
quien te escucha en lo más profundo
de tu alma bella
y de tu ser entero
¡el hombre que te pasaste
toda tu vida entera
buscando!...

Y por eso
yo te propongo
que seas para siempre
mi musa...

Y por eso
yo te ofrezco
ser para siempre
quien te escucha...

Y eso
es el amor...

194
Y así quisiera
que estuvieras siempre
feliz
¡muy feliz!
en lugar de triste
y tan triste
¡como cuando te conocí!...

195
¡Tus lágrimas!...

Tus lágrimas
ellas fueron
las que a mi alma llegaron...

Una por una


y cada una
como a la piedra y el mármol
a mi alma horadaron
y a mi corazón desbordaron...

Y yo que te regalé
mis palabras de poeta
tú que me regalaste
tus lágrimas de amor...

196
Y mi alma
mi alma estremecida
¡inundada
por tu profundo dolor!...

Y mi corazón
partido
¡destrozado
por tu profunda pena!...

Y sentí
que no había en el mundo
otra mujer
¡ninguna otra mujer como tú!...

Y por ello
solo quiero enjuagar
tus lágrimas de dolor
¡con mis letras de amor!...

Por ello
solo quiero
como un pañuelo
darte mi hombro
¡para que enjuagues tu dolor!...

Y quisiera
que por siempre tuvieras
en tu ser y en tu vida
mi compañía y mi presencia
para que en lugar
de lágrimas de dolor
solo sean y por siempre
lágrimas
¡lágrimas pero de amor!...

197
¡No me lo dijiste!

No me lo dijiste
yo que te pregunté
y te creí libre
no me lo dijiste
que estabas presa
en la telaraña
de tu otra vida
¿Pero cómo me lo podías decir?
¡Si ya eras mujer casada
en un amor ya muerto!...

198
Yo tampoco te lo dije
que buscaba
¡al amor de mi vida!
¡a mi amor eterno!
¡a mi alma gemela!

Y así
sin que tú buscaras
sin que tú me dijeras
y sin que yo te dijera
así
por tan poco
y por tan poca cosa
así
tú y yo
en el silencio
y en la mirada
nos encontramos
en una mano
mi mano
que suavemente
se poso
sobre tu brazo
en un beso
que suavemente
rozó
tu mejilla...

¡Por tan poco


y tan poca cosa!

199
Y así sin buscarlo
sin buscarlo
ni tú
ni yo
surgió el amor
¡por tan poco
y por tan poca cosa!

Me preguntaste
¿Cómo por tan poco
y tan poca cosa?

200
De solo vernos
en el comedor
de solo vernos
cada día
durante siete meses
allí
donde mi mano se poso
suavemente
sobre tu brazo
allí
donde mis labios rozaron
suavemente
tus mejillas
en mi primer beso
allí
donde te vi.
con tu baby
blanco por la mañana
celeste por la tarde
allí
donde los ancianos
te adoraban
allí
¡donde también
yo te adore!...

¿Y ya sabes ahora porque sucedió?


Simplemente
por tan poco
y por tan poca cosa...

201
Porque eso es
lo que ha sido para ti
que yo sea
el único hombre
de toda tu vida
que te ha escuchado
y que te escucha…

Y tú eres
la única mujer
de toda mi vida
que me ha escuchado
y me escucha:
¡Ninguna como tú!...

Y cuando te dije
!Ay! De mis penas
que envolvían mi alma
como helada hiel
tú me las endulzaste
¡me endulzaste el alma
con tu jugo de miel!

Y en esa fría noche


y en ese oscuro
incómodo
y frío banco
me consolaste
solo con tu presencia
sin que mediara
ningún beso
ninguna caricia
ningún roce...
¡Solo con tu presencia!

202
¡Solo con tu presencia!
¡Solo con mi presencia!

¿Y porque crees
que estuvimos ambos
en comunión?
¿Porque tuvimos ambos
y a la vez
la experiencia intima
más fuerte
de todas nuestras vidas?

No fue
ni mucho menos
solo pasión carnal
esa fue la expresión
tierna,
cariñosa,
amorosa,
e íntima,
de nuestras dos almas
de nuestros sentimientos
no tanto de un amor
pero si
de la profunda compañía
de escucharnos mutuamente
escuchar
a nuestras dos almas:
¡Y eso y solo eso es el amor!...

203
Dijiste:
¡Estoy tan sola!
¡y lo necesitaba tanto!
Pero no era
la pasión carnal
no era
solo el placer
no era tu cuerpo
entregado al mío
y mi cuerpo
entregado al tuyo:
¡era toda tu alma entera
entregada a la mía!
¡y toda mi alma entera
entregada a la tuya!...

204
¿Cómo Expresar?

¡Cómo expresar!
lo que siento
siento por ti
dentro de mí

¡Cómo expresar!
el vacío que siento
el vacío de tu ausencia
dentro de mí

205
¡Cómo expresar!
lo lleno que me siento
plenitud de tu ser
cuando estás junto a mí.

¡Cómo expresar!
todo lo que no sé decir
todo lo que no se escuchar
todo lo que no he vivido
contigo.

¡Cómo expresar!
lo que me has dicho
lo que me has escuchado
lo que me has amado.

¡Cómo expresar!
que se pueda
tanto llenar de amor
por ti
por mí.

206
¿Y no nos entendemos?

Y ahora,
yo me quedo con tu dolor
y si ya no quieres
más buscarme
yo tampoco
te buscaré…

Pero a tu dolor cargaré


por el amor
que no tuviste
por el amor
que no fue…

207
Y con mi amor
sublimaré y haré
la catarsis y el duelo
que no tuviste…

¡Corre libre por el mundo!


Y no seas más prisionera
¡de las cadenas
que atan tu destino!

Y a mí,
no me olvides...
Pero solo me recuerdes,
no como el hombre
que te amó
de verdad...

Recuérdame,
como el padre,
el amigo,
el amante,
y el amor
que no tuviste,
pero que fue
de toda tu vida
¡el único amor
que viviste!...

Y cuando viejecita seas


y se te llenen los ojos
y se te humedezcan
de lágrimas
¡como las que a mí ahora
me caen por mis mejillas!

208
Nunca te olvides
¡de lo viva
que te sentiste!
en aquel amor
que ya
¡tan lejano viviste!

209
No es lo importante…

No es lo importante
si me dado placer
si bebí, jugué,
o me drogué
soñando contigo
y con tus mieles perennes...

No es lo importante
si me he dado placer
para compensarme
de tu pérdida abrumadora
y para no llorarte desconsoladamente...

210
No es lo importante
si me quede tan vacío
que ninguna otra
recogerá el estío
de mi cosecha
de granos
de color oro...

Solo es lo importante
el luto mortal
de mi cuerpo terrenal...

Solo es lo importante
mi alma ya perdida
en el infierno de Dante...

Solo es lo importante
mi oposición paralizada
por mi mente incapaz
de trabajar hoy
en la exposición de mañana...

211
Y como no quisiste verme…

Y como no quisiste verme,


y así ayudarme a romper,
mi amor por ti,
dentro de mí,
por ello,
todavía,
todavía te quiero,
pero quédate tranquila,
que mi corazón sangrante
se queda solo para mí.

Y todas tus persecuciones,


solo están en tu imaginación,
y en tu cabeza,
no en la mía.

212
Y como a Cristo,
yo siendo
tan inocente como él,
pero al igual que él,
también me crucificaste,
pero esa es mi pena,
y conmigo se queda...

213
Por eso…

Por eso
no quería enamorarme
así
¡tanto!
que se me va mi vida
en tu vida...

Por eso
no quería enamorarme
así
porque mi corazón
arde
en el infierno de Dante...

214
Por eso
no quería enamorarme
así
porque ser correspondido
es tan imposible
como inmiscibles
el aceite y el agua...

Yo
que no vivo por ti
que no duermo por ti

Yo
solo mendigo
las migajas de tu corazón

Yo
que daría
toda y mi entera vida por ti

Yo
que necesito de ti
de tu ser
de tu presencia
para endulzarme la vida...

Solo me queda
esta agonía
de la ausencia de tu presencia...

215
¿Cómo podré
vivir sin ti?
¿Cómo podré
sonreír sin ti?
¿Cómo podré
amar sin ti?
¿Cómo podré
mi amor?

216
Tú…


tú que me dijiste
que me escuchabas...

Yo
que creí
en tus palabras...

Y te entregue a ti
todo mi corazón
de poeta...

Yo
que te creí
mi musa inspiradora...

217
Mi corazón
de tu silencio y tu ausencia
mi corazón se secó...

Y ahora
con mi alma muerta
no me salen no ya palabras:
¡Ya no me sale ni una sola letra!

218
Enamorado

Enamorado estuve
por ti
y de ti…

Enamorado estuve
de tu palabra
de tus palabras
de tus gestos
y de tu nobleza…

Enamorado estuve
pero todo pasó
y sólo quedó
el silencio…

219
Como copa de cristal bruñido…

Te dije
no te vayas
porque me quedaré
muriendo...

Pero te fuiste
te fuiste y me quebré
me quebré como una copa de cristal
de cristal bruñido...

Y los trozos
los trozos de mi alma
desparramados
desamarrados fueron por el suelo...

220
Y así
muriéndome
muriéndome del amor y del desamor...

Mi alma
mi alma solita
como Ícaro y el Ave Fénix
de sus cenizas renació...

Y todavía
todavía me queda y aun así
de la hoguera ya consumida
y solo de sus rescoldos
solo unas pocas brasas...

Todavía me queda de ellas


amor suficiente
amor suficiente y si se apagara
amor suficiente
para incendiar y al mismo Cielo...

221
222
Capítulo Décimo
La chica del sombrero…

223
Esta bellísima, pero sencilla y humilde mujer, hija natural
e ilegítima, de un gran e ilustre apellido salteño, coyita
indígena del Luracatao, municipio de Seclantás, me robó el
corazón cuando apenas llegué a Salta.

Durante casi un cuarto de siglo, del total de los 28 años


que he estado fuera de Salta, me los he pasado soñando con
unas paredes blancas, sin ninguna figura humana y sin
ningún otro detalle más, y siempre me pregunté que dónde
era ese lugar.

Cuando hace cuatro años, en el 2006, vine en mi


segundo viaje de visita (el actual de regreso en el 2010 es el
tercero desde que me fui de Salta), un día en que entré al
mercado municipal San Miguel, desde la calle peatonal
Florida, descubrí dentro de él, y al salir al patio central, unos
azulejos blancos que recubrían las paredes, y allí me vino el
recuerdo más temprano de mi infancia, donde mi madre me
llevaba de la mano por el mercado tomado de la mano, con
dos años o dos años y medio…

Como quiera que uno siempre retorna a los pagos, y


más aún a la querencia, en este viaje de regreso me dio por
pasar todos los días desde la peatonal Florida, por el
mercado municipal, ya que me pillaba de paso a un ciber-
locutorio de la calle Ituizangó, desde donde me comunicaba a
través de las cabinas y de Internet con España.

224
Al segundo o tercer día de estar en Salta y hacerlo así,
me salió al paso en el patio central, una chica que me dijo:
“Señor, ¿quiere usted pizza a diez pesitos?”. Yo me quedé
inmóvil, durante un minuto entero en el más absoluto de los
silencios, sólo mirándola, admirando su belleza, pero sin
desnudarla con la mirada, a lo que ella, perpleja, no atinó a
decir nada.

Entonces le dije que comería, pero acompañado de su


persona, y me dijo que sí, pero le dije que ese día no podía,
que estaba invitado a comer por un muy importante político, y
así me pasé un mes, hasta que al final le dije un día: “Hoy día
puedo, ¿vas a cumplir la palabra prometida?”.

Entonces me dijo que sí, y nos sentamos a comer pizza,


pero comiendo y escuchándola, escuchando su historia, su
historia de hija natural, ilegítima, y no reconocida, de uno de
los apellidos más ilustres de Salta, y abandonada y
rechazada hasta por su propia madre, que fue violada por su
padre cuando la engendró, le dije: “Cualquier hombre en
honor a tu extrema belleza te pediría todos tus encantos de
mujer, pero yo soy un hombre demasiado humilde, y te voy a
pedir algo muy distinto, que bien puede ser mucho o nada”,
ella me preguntó que qué era, a lo que le contesté: “¿Te
gustaría ser mi musa?...”

225
Entonces, y aunque ella sí sabía lo que significaba por
haber cursado la secundaria, me preguntó que qué era para
mí que ella fuera mi musa, a lo que le dije: “Musa es aquella
mujer que inspira al poeta, que puede ser la madre, la
hermana, la mujer, la madre de sus hijos, la amante, la
amiga, o una desconocida en el otro extremo del mundo, pero
que entre ellos hay una unión especial de las almas, que va
mucho más allá de una unión carnal”. Ella entonces me dijo
que le gustaban las poesías, y que le escribiera y se las
enviara (por sms).

Cuando fui a la aduana a recoger mis libros y mi


bicicleta, al desocuparme antes del mediodía, y al salir mi
autobús a media tarde, tuve tiempo de pasearme y comprarle
a ella algunos presentes, pero después pasé delante de una
librería literaria, y no resistí la tentación de llevarle también,
ya que estábamos muy enamorados, y le gustaba la poesía,
los Cien Sonetos de Amor, de Pablo Neruda, escritos en
honor y homenaje de su mujer india Matilde…

Fue el día 15 de enero, y mientras que volaban por un


huracán los techos de las estaciones de servicio, en Buenos
Aires, y las topadoras quitaban el barro de los aluviones de la
ruta, por Santiago del Estero, yo iba muy tranquilamente
releyendo a Pablo Neruda, y esa noche, cuando todo el
mundo dormía en el autobús, durante toda la noche, le envié
más de cien mensajes, que decían así:

226
Releyendo al Amor y a Pablo Neruda…

Te amo,
como si fueras
rosa de sal
topacio
o flechas de claveles
que propagan el fuego.

Te amo,
como se aman ciertas cosas,
secretamente,
entre la sombra y el alma…

227
Te amo,
como la planta que no florece
y lleva dentro de sí,
escondida,
la luz de aquellas flores,
y gracias a tu amor,
vive oscuro
en mi cuerpo y en mi alma,
tu apretado aroma,
aromas
a jazmines y azahar,
aromas
que ascendieron de lo profundo de la Tierra.

Y olía tu cabello,
y olía tu piel,
¡pero no eran aromas lo que exhalaba,
tu cuerpo corporal!
allí no estaban,
y me preguntaba,
¡todos los días!
¡todos los días en que estaba contigo!
me preguntaba,
¿de dónde los olía?
sino,
de tu alma celestial,
pues tu alma
estaba ya,
¡tan pegada a la mía!...

228
Te amo,
sin saber cómo,
ni cuando,
ni de donde,
te amo,
con humildad
y sin orgullo…

Así te amo,
porque no sé,
amar de otra manera,
sino así,
de este modo,
en que no soy,
ni eres,
tan cerca,
que tu mano sobre mi pecho,
es mi mano,
tan cerca,
que se cierran tus ojos
con mi sueño...

229
OH,
que todo tu amor
propague en mí su boca,
que yo no sufra un momento más,
sin la floreciente primavera,
yo no vendí
sino mis manos y mi corazón,
al dolor lacerante y agudo,
y ahora,
bien amada,
déjame con tus besos,
cubre la luz con tu aroma celestial,
y en cuanto a mí
no olvides que,
si despierto y lloro,
es porque en sueños,
solo soy un niño perdido,
que busca entre las hojas de la noche,
tus manos,
el contacto del trigo que tú me das,
un rapto centelleante de sombras y energías...

OH,
bien amada,
y nada más que mi sombra,
por donde me acompañes
en tus sueños,
y me digas la hora de la luz...

230
¿Cuántas veces?
Amor,
te amé sin verte
y sin recuerdo,
sin reconocer tu mirada,
sin mirarte…

Pero tal vez te vi,


te amé sin que yo lo supiera,
y busque tu memoria
y en las casas vacías,
entre con mi lámpara en ellas
a buscar tú retrato,
pero yo ya sabía,
como eras...

Y de pronto,
mientras que ibas conmigo,
te toque
¡y se detuvo mi vida para siempre!
¡frente a mis ojos estabas!

Y del amor
las suaves manos puras
dieron paz a mis ojos
y sol a mis sentidos,
y llevaron a mi alma,
aromas celestiales
a jazmines y azahar...

231
OH amor,
como de pronto,
de todas las abundantes
y dolorosas desgarraduras
de la vida,
hiciste la dulce firmeza,
y hoy frente al mundo,
somos como una sola vida,
más aun,
somos como una sola alma...

Así fue,
así es,
y así será,
¿hasta cuándo?,
salvaje y dulce amor,
el tiempo nos señale,
la flor final del día…

Y sin ti,
sin mí,
sin luz,
ya no seremos,
ya no seremos más…

Y entonces,
más allá de la tierra
y de las sombras nuestro amor
seguirá vivo,
seguirá vivo
en nuestras almas,
unidas para siempre
en la luz divina...

232
Antes de amarte,
amor,
nada era mío,
nada contaba
ni tenía nombre,
todo estaba vacío,
muerto y mudo,
caído,
abandonado y decaído,
todo me era ajeno,
todo era de los otros y de nadie,
hasta que tu belleza exquisita
lleno el otoño y abrigo el frío invierno...

Y tú,
antes de amarme,
por no tener,
no habías,
ni aun,
sido nombrada,
no tenías ni nombre,
no te reconoció,
ni tu padre,
¡que te dejo
sin su ilustre apellido!
y abandonada fuiste,
a tu propia suerte,
a tu propia muerte,
la peor de todas,
¡la muerte del logos y del nombre!

233
Pero yo te vi
yo te mire
yo te nombre
y te puse nombre:
¡Mi Musa!

Y así del destierro,


allí en las altas y lejanas,
montañas de los Andes,
del destierro en los Valles Calchaquíes,
mi humilde coyita,
al mundo nuevamente,
fuiste traída,
sustraída de la muerte
y volviste a la vida,
y en tu pastoril caminar
mujer te hiciste…

¡Y aunque te habían arrancado


el nombre y el apellido,
del lujo, el poder y el dinero!
Sin embargo,
mi humilde coyita,
no pudieron arrancarte,
lo más preciado de tu ser
¡Exquisita mujer!:
¡Tu alma!

234
¡Alma mía!
Que vagaba
por lo profundos y verdes valles,
en pos de las llamas,
y tras las dulces tonadas de la solitaria quena,
del siku y del erkencho,
melodías y lamentos,
y ecos perdidos
de solitarios antepasados y ancestros,
que en la soledad,
profunda de la Puna,
dieron dulce,
pacífica y bondadosa forma,
a tu alma,
y tu ser
de abandonado,
¡encontrado fue por el silencio!
¡que fue
el único nombre
que tuviste!...

235
OH corazón,
oh mía,
desde todo el silencio,
tu claridad se apaga,
se viste,
se deshoja,
y otra vez,
vuelve a ser una mano desnuda,
y el dolor
nos detuvo,
con su lección de llanto,
pero en nosotros
nunca se calcinó el otoño,
y germinaba
y crecía
el amor
con los derechos del rocío…

Eres un caballito de greda negra,


un beso de barro oscuro,
amor,
amapola de greda,
paloma del crepúsculo que voló…

236
Por eso te escogí,
compañera,
y nadie más que tú
recogerá mi corazón perdido,
y yo sentí contigo
el aroma de los bosques errantes,
halle en ti
la miel oscura
y toque en tus caderas
los pétalos que nacieron contigo,
y construyeron mi alma,
yo a tu lado
vivo con la tierra…

Amor,
ahora nos vamos a casa,
donde la enredadera
antes que llegues tú
llego a tu dormitorio,
en el verano desnudo con pies de madreselva.
Nuestros besos errantes,
recorrieron el mundo,
y ahora bien amada,
por el mar volvemos como dos aves ciegas,
al nido de la lejana primavera,
porque el amor
no puede volar sin detenerse,
al mar van nuestras vidas,
a nuestro territorio regresaron nuestros besos.

237
Y al fin duermes,
rodeada por mis brazos,
que apartan la sombra sombría,
para que tú descanses,
en la espuma de mis sueños…
La tarde fue,
la noche deslizó sigilosa,
y tu mano volvió de su vuelo
volando sobre mis ojos
devorados por las sombras.
¡Corazón mío!
¡Manejando mis letras!
las letras extraviadas que buscaban
tu boca,
tu boca,
tu pie,
tu luz,
tus penas,
fueron la vida,
los dones,
que recibe el agua de los bosques
que por tu voz,
por tu voz es conducida,

Y mi alma
¡dará un golpe al viento!
y un signo tuyo busco en todas las otras,
en el ondulante río de mujeres.

238
Miré,
pero ninguna
llevaba tu latido,
tu luz,
la greda oscura
que trajiste del bosque,
ninguna tuvo
lo que tú llevas
¡Mujer exquisita!
¡Tú eres el lucero del alba!...

Yo te amo
para comenzar a amarte,
para recomenzar lo infinito y lo eterno,
y para no dejar
de amarte nunca…
No estés lejos de mí,
ni un solo día,
y te estaré siempre esperando…
No te vayas ni por un minuto,
ni por un solo segundo,
bien amada,
porque en ese segundo
¡te habrás ido tan lejos!
que yo cruzaré toda la tierra,
preguntando,
si volverás
o me dejaras muriendo…

239
De todas las estrellas,
yo no escogí sino
la que yo más amaba,
y desde entonces
duermo con ella
en la noche,
de mis sueños más ocultos…
De todas ellas
solo escogí tu corazón,
salvaje,
flor flagrante
de delicia y dulzura,
¡y llenara mi boca
tu sangre de fruta enamorada!...

Me até a ti
con tu aroma de mujer,
y al río de tus manos,
los ojos de tu sueño,
a tu voz diurna
y a tu piel nocturna…

Y yo te miro,
recostada
allí en la hierba,
yo reclame el jazmín
que dejaban tus huellas,
yo me perdí bajos tus parpados,
hacia donde mi vida se llenó
con tu aroma a azahar de la luna florida…

240
Solo quise solo amor,
amarnos,
y odio
¡a los que no amaron a nuestro amor!...

De tanto amor mi vida se tiñó de violeta,


hasta llegar a tu ventana,
amiga mía,
tú sentiste el rumor
de mi corazón quebrado.
Y surgí
para vivir entre tus manos.

Te quiero
mi corazón entero,
porque te quiero amor,
¡a sangre y fuego!…
¡Alma mía!
¡Dame tus besos de agua!
de tiempo y agua
y olas y sonidos
y lluvia,
¡para saber si existimos
o si somos solo un sueño!
¡Dame esa luz
que llevas en la mano!
y por amor seré,
serás,
seremos,
¡el beso de la lluvia!…

241
El amor supo entonces,
que se llamaba amor,
y cuando levante mis ojos
a tu nombre,
tu corazón dispuso mi camino,
y se agregaron
los pétalos del día consumido…

Beso tu boca en la alegría,


la muerte es
solo la piedra del olvido,
¡pero amarra
tu corazón al mío!
para que ellos de noche,
¡derroten a las tinieblas!

Pero a tu amor
no puedo renunciar sin morirme
como un viajero dormido…

Ya eres mía,
reposa tu sueño
en mi sueño.
¡Ninguna más,
amor,
dormirá con mis sueños!
¡Ninguna
viajará por las sombras
conmigo!
¡Solo tu siempreviva!
Y ya no soy sin ti
sino solo tú sueño…

242
Y algo queda acercándonos
en la luz de la vida…
¡Y me inclino
sobre el fuego
de tu cuerpo nocturno!
Y con mis besos
penetro en tu hermosura…
¡Apareciste
y se llenó la noche!…
Descansa en mí,
por un minuto
de eternidad
duerme conmigo…
Y cuando yo muera
quiero
que tus manos
cierren mis ojos,
y quiero que vivas,
mientras yo,
dormido,
te espero…
Quiero que lo que amo
siga vivo,
¡a ti que te amé!
Por eso sigue floreciendo,
florida,
y todo dejo de ser
menos tus ojos…
Y solo tu amor
para cerrar las sombras,
la vida tuya
que es la mía,
contigo no tiene muerte,
solo es
la eternidad de un beso...

243
244
Capítulo Décimo Primero
Los cuatro mosqueteros y D’Artagnan…

245
El circo de los leones…

El circo de los leones romanos


y la presa
¡eso sentí que yo era!
en mi propia
y muy amada tierra mía
y la muy noble
¡Salta "La Linda"!...

Pero creí
¡que yo era la única presa
que podían devorar los leones!...

Más descubrí
que estaba también rodeado
¡también de inocentes y como yo!...

246
Y mire más lejos
¡adonde mi dolor y mi corta vista
no llegaban!...

Y descubrí,
¡Que también en otras tierras
había inocentes
y en el circo de los leones!...

Y así
viendo como había
¡tantos como yo!
esclavos y galeotes
que llenaban las galeras
¡y prisioneros en su propia vida!...

Así
así pensé
que no era la malvada
mi propia y muy amada
tierra mía
Salta "La Linda"...

Pensé
pensé que el género humano
¡se devora a sí mismo!
como la Mantis Religiosa
aquí y en la China
y por doquier adonde uno mire...

Y por eso
¡por los inocentes
por los esclavos
y los galeotes!...

247
Por eso pensé
que valía la pena
en lugar de sumiso y servil
¡ser tan bravo y valiente!
¡Y clamar a los cuatro vientos
contra el circo de los leones!...

248
Ya sé que los mosqueteros en la Francia del Cardenal
Richelieu eran tres, junto con su capitán, pero en Salta me
encontré a cuatro, y también junto con su capitán.

Eran, y son, de la más alta clase social local, conocida a


veces despectivamente, y con acento peyorativo negativo,
como los “Cholos”, lo que quiere decir que son los
descendientes directos de los conquistadores españoles, y
cuyos antepasados, son antepasados míos también, que
fueron quienes fundaron y construyeron esta ciudad y muy
noble de Salta.

249
Estas personas, aunque no todas son así, suelen estar
muy desocupadas, porque no tienen ninguna necesidad de
trabajar para ganarse la vida, y aunque los hay muy cultos y
también muy buenas personas, sin embargo otros tienen por
profesión, y la han abrazado con suma pasión, la de ser “hijos
de papá y mamá”, o sea ser hijos del apellido, que es junto
con la fortuna familiar lo que los mantiene…

Estos cinco personajes, de los que no diré su nombre, a


pesar de haber llegado todos ellos al extremo de haberme
formulado amenazas muy serias de muerte, siendo algunos
de ellos empresarios muy importantes, y el capitán de la
cuadrilla, todo un profesional de la política...

Y no se les ocurrió mejor entretenimiento, que “tomarle


el pelo al gallego”, o sea divertirse al máximo, gastándome
las bromas más pesadas posibles, sin ningún escrúpulo, y
con la más absoluta indiferencia del daño que hicieran a
terceras personas, sólo y practicando el grande, y muy
estimado “deporte salteño”, de la maldad motivada, sólo y por
deporte, sin ningún fin práctico. Y terminaron diciendo: “Jua,
jua, jua, ¡Cómo nos hemos reído del Gallego!” (Literalmente).

La primera broma fue quitarme la felicidad que tenía con


la chica del sombrero, por el puro placer de causar el máximo
dolor que pudieran, y con tal fin contrataron a una coyita con
el mismo tiple y tono de voz, para que simulara una llamada
nocturna, en la que cobraba a cien pesos la hora yéndose al
mueble (motel) con los clientes…

250
Yo fui al día siguiente a verla, y le dije: “Yo soy hombre
de una sola mujer, y una sola mujer para mí, tienes a muchos
novios: ¡Quédate con todos ellos!”. Al mes cuando descubrí el
montaje, ya era demasiado tarde, y el amor y la amistad se
habían perdido ya para siempre, pues ella no me lo perdonó
nunca, pero fui y le pedí perdón por mi conciencia, ante Dios,
y por su dignidad de mujer, porque le dije, que era una mujer
decente a la que habían difamado horriblemente, y que yo lo
sentía muchísimo, pues me lo había creído todo al pie de la
letra. Y así acabó la bella historia de “la chica del sombrero”…

Además me gastaron otra broma, entre otras muchas y a


cuál de ella más terrible, más pesada, y más dañina, pero
esta fue horrible por sus consecuencias políticas, y
empresariales, porque de la consideración más elevada por
parte de uno de los políticos más importantes de Argentina,
terminé perdiendo toda la credibilidad, y basureado en el
mismo vertedero y estercolero, de lo peor de Salta, reflejo de
la misma sociedad salteña, que a veces pienso que sería más
apropiado, llamarla “suciedad”, en vez de sociedad…

El mensaje siguiente refleja muy bien la muy alta estima


en la que estaba considerado inicialmente:

Del Dr. Eduardo Duhalde


----------
"Francisco: ¡Hombres como usted son los que necesita
para esta nueva etapa y le felicito por las convocatorias y
saber estar!"...

251
Era un viernes a la noche en Salta, de asado con
importantes empresarios y políticos, y los cuatro mosqueteros
y D’Artagnan, me dijeron que ya que iba el lunes a
entrevistarme con el Dr. Eduardo Duhalde, que por qué no
hablaba con su secretario que había llegado a Salta, el Sr.
Guido Süller.

Yo, recién llegado, y después de 28 años de ausencia


de mi propia tierra, ignoraba quién era quién, así que con la
mejor buena fe, cuando uno de ellos, de los cuatro
mosqueteros, empresario muy importante, con una fachada
de hijo ejemplar y amante padre, y con un niño recién nacido,
pero que es un profundo homosexual, hecho que ignora su
mujer, y toda su familia entera, me puso en contacto con
dicho personaje, llamándole por teléfono…

Hablé entonces, telefónicamente con este Señor, al que


no conozco personalmente, ni quiero tener el disgusto de
llegar a conocer nunca, yo creyendo que él era político, pero
el creyendo que yo era trolo, gay o maricón, como él, y
formalizamos una entrevista para el día siguiente.

Cuando esa noche llego a eso de las cuatro de la


mañana, al ciber-locutorio, y encuentro el mensaje del Dr.
Eduardo Duhalde para la cita, yo le dije que no era necesario
que nos viéramos personalmente, que ya había contactado
con su secretario, Guido Süller, y que estaríamos en contacto
a través de dicho Señor. En política, y muy groseramente,
eso se lee como: “yo soy un puto y usted es otro puto”…

252
Al día siguiente, cuando contrasté toda la información,
tarde ya, y me di cuenta que había cometido, evidentemente,
un error de principiante, así que sólo pude pedir disculpas por
escrito (adjunto copia de dicha carta en la página siguiente),
al Dr. Eduardo Duhalde…

Luego me llamó su secretaria privada, Agustina, a


decirme que se aceptaban mis disculpas, que no había
perdido ni un ápice de mi prestigio ante el Dr. Duhalde, pero
que además de estar muy disgustados con estos cinco
señores (escribí sus nombres y apellidos en mi disculpa),
querían ratificarme por activa y por pasiva, que el Sr. Guido
Süller, ni fue, ni es, ni será nunca miembro del equipo del Dr.
Eduardo Duhalde…

Esta “inocente bromita” me ha costado apartarme de la


política, no sólo la local, sino y también la nacional, tal vez y
para siempre…

253
Francisco Antonio Cerón García 14 February at 00:54

Mi muy estimado Eduardo:

Te tengo que dar una expresa y formal disculpa porque


anoche me pasaron la información errónea de que venías a
Salta, y que el Sr. Guido Süller era miembro de tu equipo.

El error sólo me lo puedo achacar a mi persona, ya que


no contrasté y verifiqué, como siempre hago, la información al
respecto que me dieron unos políticos y empresarios amigos
muy cercanos.

Desgraciadamente descubrí que era una broma muy


pesada cuando hoy día contrasté y verifiqué la información,
que me pasaron en el asado de anoche, y aunque eso les ha
costado perder mi amistad y mi confianza para siempre, este
incidente te habrá dejado una muy pobre imagen de mí, en
lugar de la persona responsable, formal, sagaz y hábil que
siempre soy, y que creo has podido contrastar y/o verificar
hasta ahora, a través de todos los contactos que hemos
mantenido.

Reiterándote nuevamente mis más sentidas disculpas


por este desafortunado incidente, involuntario por parte de mi
persona, ya que siempre he actuado de muy buena fe, se
despide muy cordialmente,

Francisco Antonio Cerón García


fcerong@gmail.com
Celular 0387 155845950
Sent from Salta (Argentina)

254
Estos cinco personajes, no solo llegaron al extremo de
formularme amenazas muy serias de muerte, sino que
también intentaron meterme a la cárcel, con una filtración
interesada, difamatoria, e infundada sobre mi persona,
publicada en la prensa local, y cuyo reportaje adjunto a
continuación.

Tuve que pedir a algunos de mis amigos, con gran poder


político que intervinieran, para poder cortar y terminar con
este desagradable asunto de una vez por todas….

255
Domingo 14 de Febrero de 2010 Policiales Carmen Petrini/
El Tribuno.
 

TRANQ
UILA LA PLACITA EN LA QUE SE JUNTAN LOS CHICOS.
EN EL FONDO LA CASA DE LA FAMILIA BARRIOS. 
 

Los desconocidos, con acento español, estaban al tanto del


nombre de la pequeña y de los movimientos vecinales.

"Sos una chica muy bonita, ¿querés ser modelo?, nosotros te vamos
a sacar una foto y te vamos a dar regalos. Te esperamos en la
esquina de la casa de los Tapia o te esperamos en la esquina de
Ontiveros". Este fue el tenor de la llamada recibida por la pequeña
R. B. de 10 años, quien vive junto a su familia en villa Las Rosas.
No fue el primer llamado que los desconocidos hicieron a la casa de
la familia Barrios. El día anterior había atendido su primita de 11
años, porque ella no estaba. El viernes insistieron y esa vez atendió
ella. La voz, con acento español, según los dichos de la menor, era
de un hombre que le ofreció 20.000 pesos para que se dejara sacar
fotos que se publicarían en una "revista de España".

La nena se asustó y no salió de la casa. Al rato el teléfono volvió a


sonar. Eran las mismas personas que le decían que "te estamos
esperando para tomarte las fotos". En ese momento ella corrió a

256
avisarle a su hermano Maximiliano (20) y le contó lo sucedido. El
joven agarró el tubo y, dijo a El Tribuno, escuchó que "estaban
susurrando, y cuando yo pregunté ¿quién es?, cortaron. Mi
hermanita me contó toda la conversación, entonces le dije que no se
moviera y salí a la calle para ver dónde estaban los tipos, pero no
había nadie, tampoco autos desconocidos en la cuadra, así que me
volví y llamé al 911".
Asustados

La familia Barrios está con miedo y sus hermanos mayores están


alertas. "A nosotros nos llamó la atención que sepan el nombre de
ella y que conozcan a los vecinos. Sabían los nombres de las
familias que viven en el barrio", dijo Ignacio (19), otro de los
cuatro hermanos de la pequeña.

"Hace unos días -relató- pasó un auto blanco, que no logramos


identificar, pero iban dos mujeres, una mayor y una adolescente;
miraban la casa y sacaron fotos. No sabemos quiénes son", dijeron
los chicos.

En la cuadra de Los Gladiolos viven muchos pequeños y


adolescentes, por ello hay mucho movimiento; además, al frente,
existe una pequeña plaza con juegos infantiles donde también se
juntan. El abuelo, Alejandro Barrios (71), al enterarse de los
hechos se dirigió a la comisaría 9, en donde radicó la denuncia. En
estos momentos están en plena tarea de investigación.
Un barrio tranquilo

La casa de los Barrios está siempre en actividad. Y no es para


menos: allí viven Julio (41) y sus cinco hijos de 20, 19, 17, 13 y la
pequeña de 10. También sus tías, Virginia, que tiene dos chicos de
14 y 10, y Estela, con sus descendientes de 25, 24, 23, 19 y 18 años,
además del abuelo. Las llamadas fueron a la mañana, momentos en
que su papá y las tías van a trabajar y ella queda al cuidado del
abuelo y de sus hermanos. Estos aseguraron que ni la chica
acosada ni su primita usan el chat, por eso no entienden quiénes

257
pueden ser esas personas y cómo consiguieron los datos. "Lo único
que hicieron este último tiempo es ir a la pileta del barrio, Alto Las
Rosas".

258
Y como todo lo anterior, así es todo lo que he vivido
hasta ahora, en todos y cada uno de los planos de las
relaciones humanas y de convivencia en Salta, además del
político, sea el empresarial, sea el familiar, sea el
universitario, sea el académico, sea el femenino, sea el del
deporte, o sea el de amistad.

Por eso: ¡Estoy tan a gusto en Salta!, ¡Cada día me


gusta más estar en Salta de lo “buenas y muy maravillosas
personas” que son todos y todas! ¡Es la mejor gente del
mundo que habita sobre la faz entera de la tierra!...

Y encima, mi celular no sólo lo tienen casi todos los


políticos, y casi todos los empresarios ya, sino que el
susodicho Guido Süller, lo ha enviado a todos los maricones
de la Argentina, y todos los días recibo muy dulces
mensajitos y también llamadas, como el que sigue:

De Maricón número 1104


+5493875762038
----------
¡Hola!
Soy hombre y busco hombre... Soy activo y pasivo...
Soy como a vos te gusta... Soy alto, tipo Marley, morocho,
cabello semilargo, delgado... Tengo 16 años… Me llamo
Fernando... espero tú mensaje... Soy virgen…

259
Y hace unos días, mis “queridos benefactores y amigos”,
me dedicaron nuevamente toda “su atención y su cariño”,
llamándome por teléfono, para volver a amenazarme de
muerte, y por segunda vez, tal y como hace ocho meses ya
también lo hicieron, todo por haber publicado fotos de
algunos de ellos, y por haberles dedicado también y
recíprocamente, toda “mi atención y todo mi cariño”, en estas
humildes letras, donde han ocupado un lugar de honor en
este capítulo, y en este libro...

A continuación pego alguno de sus mensajes literales de


este nuevo incidente:

De zorrito790@hotmail.com (c)
Fecha 24/7 hora 11:46
----------
¡Maldito manosanta!...
Si publicás fotos de nuestros jefes, te la vas a pasar mal...
¡¡¡Muy mal porque te vamos a matar!!!...
Camioneros
.by http://altoque.com

De + 54 9387 5845950
Fecha 24/7 hora 11:47
----------
¡Podéis venir a matarme ya mismo que estoy en Time’s!...
Manosanta
Francisco Antonio Cerón García
fcerong@gmail.com

260
De zorrito790@hotmail.com (c)
Fecha 24/7 hora 11:48
----------
¡¡¡Espero hayas comprendido el mensaje!!!...
Ahora ve y destruye ese maldito libro que estas redactando...
Camioneros

.by http://altoque.com

De + 54 9387 5845950
Fecha 24/7 hora 11:49
----------
¡Podéis venir a matarme ya mismo que estoy en Time’s!...
Manosanta
Francisco Antonio Cerón García
fcerong@gmail.com

261
262
En la página anterior, el libro de su autoría personal, y
que me regaló y me obsequió, con una dedicatoria
manuscrita a mi persona, y en la primera página del mismo, el
Excelentísimo Gobernador de Salta, Dr. Juan Carlos Romero,
cuando redacté para su gobierno, el “Plan de Desarrollo y
Lineamientos Estratégicos Provincia de Salta (Argentina)
Década 2008 – 2018”

http://www.slideshare.net/fcerong/plan-de-desarrollo-y-
lineamientos-estrategicos-provincia-de-salta-argentina-
decada-2008-2018-1474764

Mi perfil en Linkedin:
http://www.linkedin.com/in/franciscoantoniocerongarcia

Mi Currículum Vitae en Inglés:


http://www.visualcv.com/fcerong

Mi Currículum Vitae en Castellano:


http://www.slideshare.net/fcerong/francisco-antonio-
ceron-garcia-curriculum-vitae-spanish

263
---------- Mensaje reenviado ----------
De: Francisco Antonio Cerón García <fcerong@gmail.com>
Fecha: 22 de julio de 2010 19:55
Asunto: Les escribo la presente para solicitarles una
entrevista, para la consideración de un emprendimiento
minero.

Para: Director Ejecutivo del Gobierno de Salta Ingeniero


Facundo Urtubey < Director Ejecutivo del Gobierno de Salta
Ingeniero Facundo Urtubey @*.com.ar> "Ministro de
Desarrollo Económico C.P.N. Julio César Loutaif" < Ministro
de Desarrollo Económico C.P.N. Julio César Loutaif
@*.com.ar>
CC: Hugo Saidon < Hugo Saidon @*.com.ar>, Francisco
Antonio Cerón García <fcerong@gmail.com> Consultoría de
Desarrollo Estratégico

Estimados Ingeniero Facundo Urtubey y CPN Julio César


Loutaif

Director Ejecutivo y Ministro de Desarrollo Económico

Gobierno de Salta (República Argentina)

Les escribo la presente para solicitarles una entrevista,


para la consideración de un emprendimiento minero, que
llevo ya más de diez años construyendo. Este
emprendimiento minero que estoy montando de la mano de
una muy importante empresa nacional del sector, Segufer
SRL., y de otras importantes multinacionales.

264
Las maquinarias, con un valor superior a los tres millones
de euros, están ya en Salta, y estamos estudiando localizar la
Planta Piloto, en Jujuy, San Juan, o en la zona franca de
Güemes, y creemos que este emprendimiento generará
trabajo, riqueza y desarrollo, para la Provincia de Salta.

Reiterándoles nuevamente mi agradecimiento por la


consideración y gentileza que se me brinda,

Les saluda atentamente,


--
Francisco Antonio Cerón García
fcerong@gmail.com
Mi número de móvil (llamando desde España) 0054 9387
5845950
Mi número de celular (llamando desde Argentina) 0387
155845950
Sent from Salta (Argentina)

---------- Mensaje reenviado ----------


De: Hugo Saidon < Hugo Saidon @*.com.ar>,
Fecha: 15 de febrero de 2010 14:19
Asunto: RV: Nota y Fotos Segufer en exposición SIMINERA y
1er Simposio Nacional de Seguridad e Higiene en la Industria
Minera
Para: Francisco Antonio Cerón García <fcerong@gmail.com>

265
266
267
268
269
270
Capítulo Décimo Segundo:
La ilusión de vivir.…

271
La ilusión de vivir. Parece una entelequia, un enigma, y
un galimatías, pero es lo más consustancial a la vida misma.
Cuando ella nos falta se nos muere la misma vida, y por eso
cuando alguna gente se jubila, se muere al poco, porque no
tenía otra ilusión de vivir que su trabajo, y cuando este se
murió, ellos también se murieron con él.

Yo sé muy bien de eso, cuando me sentí morir al


quedarme en el cuarto más oscuro de mi vida, tres meses
antes de venirme a Salta, cuando me encontré con que el
abogado me dijo: ¿Qué embargamos del capital de tu
empresa? Y le contesté: ¿Qué hay que embargar? ¡España
está arruinada para un cuarto más de siglo más por lo
menos!...

272
Luego mi mujer se buscó un novio, porque como ya dije
anteriormente, un viejo correntino me dijo (Corrientes es una
provincia de Argentina), cuando era yo muy joven: ¡Cuando
por la puerta entra la miseria el amor sale por la ventana!

Y me encontré así, de repente, durmiendo en un sofá,


después de que ella dijera en la Comisaría de Policía que yo
la había insultado, y terminé dando con todos mis huesos en
la cárcel, y cuando salí, me encontré, luego de dormir en el
coche o auto, durmiendo en el sofá, y viviendo de extraño y
extranjero en mi propia casa, en un amor ya muerto, y en un
terrible duelo, sabiendo que perdía a mi hijo pequeño para
siempre, y sabiendo que Daniel también se quedaba sin
padre para siempre, con sólo seis años de edad…

Estaba arruinado, no tenía dinero, no encontraba


trabajo, y ella no paraba de amenazarme de muerte, y lo peor
delante mismo del niño, llegando a blandir un cuchillo en
ocasiones, además de amenazarme permanentemente con
denunciarme de nuevo, y hacerme terminar otra vez en el
calabozo. Llevaba ya casi un año buscando trabajo, habiendo
enviado más de treinta mil correos electrónicos
personalizados uno por uno, diez mil faxes también
personalizados uno por uno, y más de mil entrevistas de
trabajo; y no veía en el horizonte ningún rayo de esperanza,
como así tampoco lo veo ahora…

Además de todo ello, el más duro golpe fue descubrir su


desamor, y a través de mi propio hijo pequeño, porque una
noche él se subió como un “ututo”, como un ratoncito, a la
planta superior, y bajó, y me dijo en un susurro: ¡Papá la
mamá está hablado con un hombre encerrada en el baño de
arriba y le dice cariño y te quiero! Yo le dije: “¡Hijo mío te has
quedado sin padre!”

273
Y él me dijo que cómo podía ser eso así, y yo le dije que
ya era mi segunda vez, y que con sus hermanos ya me había
pasado, cuando tenían ocho y nueve años, que fue cuando
tuve que irme de otra casa también, y divorciarme, no por una
infidelidad, sino por una puñalada, que me tiró mi primera
mujer Vince, con la tijera grande de modista, en una
discusión, y que paré a un centímetro de mi corazón…

Y al día siguiente hice mi maleta, pero cuando llegó ella,


yo ya la estaba esperando en el dormitorio de matrimonio, y
ella al ver la maleta empezó a reírse, y me dijo que si me iba,
porque yo ya le había dicho dos veces, que cuando viera una
maleta que supiera que me iba para siempre, y le dije que me
había conocido como un caballero, y que lo mismo que le
hice el amor como tal cuando la conocí, que si quería le hacía
el amor para despedirme también, a lo que ella me dijo muy
risueña y coqueta: ¡Vamos! Pero luego de ello me fui para
siempre de allí. ¡Y ahora me tocaba irme de nuevo y dejando
también al igual que a mis dos primeros polluelos a este mi
otro tercer polluelo en esta mi segunda casa!

Cuando el niño me dice lo que hablaba su madre en el


baño de arriba, le dije: “trae el otro celular privado de tu
madre”, porque ella estaba hablando desde el otro celular del
trabajo, donde siempre entran y salen muchas llamadas, pero
yo sabía por mi propia experiencia de enamoramiento
personal con ella, que le gustaba mucho mandar mensajes, y
que se podía haber quedado alguno sin borrar, tal y como así
me lo encontré. Y cuando lo leí, le dije a mi pequeño: “Hijo
acabas de aprender a leer, y siento en el alma que tengas
que estrenarte leyendo esto, pero aunque sea balbuceando lo
tienes que leer”. Y así lo leyó, balbuceando:

274
De:
Mercedes (móvil)
A:
Moisés (móvil)
Fecha: 16/10 7:53

No puedo dejar de pensar


como me hiciste el amor.
espero que me quieras
como yo a ti.

275
Lo terrible no son las dos primeras líneas, que para
cualquier hombre suelen ser motivo y causa de muerte, lo
que me parece un tamaño disparate, y al menos no lo fueron
para mí, ni lo serán nunca, sino las dos últimas, porque quien
yo quería, la mujer que yo quería con verdadera locura, como
también quise a la primera, y como querré siempre, me había
dejado de querer, las dos últimas líneas de la estrofa es la
esencia del amor femenino: ¡Entregarse para ser amada para
siempre!…

Le dije entonces a mi hijo pequeño, en lugar de pensar


en lo herido que estaba como marido, y como hombre, y en
mi propia autoestima, ya que me olvidé de mí, y sólo pensé
en él, como hice también con mis otros pequeños, cuando
tenían ocho y nueve años, en que me fui de mi otra casa,
pues pensé: “yo muerto, enterrado cuatro palmos bajo tierra,
ella en la cárcel, y mis hijos huérfanos”, y por eso hice al día
siguiente la maleta, y me fui queriéndola: ¡Y ahora sabía que
también tenía que hacer la maleta e irme queriendo también a
esta otra mujer!…

Decía que le dije entonces a mi hijo pequeño: “Vamos a


callarnos, y si esta aventura de tu madre se muere, aquí no
ha pasado nada, y así tienes padre y madre”. Y así lo hicimos
durante un mes más, aunque lo que más me dolía y me
quemaba en el alma, era cuando llegaban las once de la
noche y no estaba su madre, y el niño me preguntaba antes
de dormirse: “¿Dónde está mi mamá que quiero que me dé
un beso?”, y yo sólo le podía decir lo que ella había dicho,
que se había ido con las amigas…

276
Pero además, los celos pueden llegar a ser terribles, y
un día que había recogido a mi hijo del colegio, al pasar por el
trabajo de ella, la vimos llegar acompañada de su “amigo”,
como ella le llamó siempre y dijo que era sólo eso, pues
nunca llegó a reconocerlo, ni a reconocer ni su propio
mensaje cuando la situación estalló.

Y estalló, no porque yo lo buscara así, cuando


totalmente y al contrario, hice lo imposible para que eso no
ocurriera, sino y por la suerte del destino, porque a mí me
ofrecieron un viernes un trabajo de Director General en Costa
Rica, por parte de una multinacional americana de Turismo, y
acepté, y el sábado compré el billete del vuelo para el martes,
y el domingo cuando llegó ella, a las diez de la mañana y se
echó a dormir, luego de estar ausente varios días, le dije a mi
hijo: “vamos a ver a tu abuelita y a tu tito solterón, a ver con
quien te quedas, porque tu papá se tiene que ir el martes”. Y
cuando fuimos mi ex –cuñado dijo que la estaba difamando,
llamándola “p…”, y entonces le dije: ¡que ninguna mujer lo
era!, que todas eran nuestras madres, hermanas, hijas y
amigas, y le mostré el mensaje.

Cuando lo leyó dijo: “esta mi hermana, que se cree que


es una artista de cine, y cuando se aburre de un hombre, se
busca otro, y se cree que el niño es un payasito de trapo, que
de una estantería se mueve a otra”. Entonces se fue a
despertar a su hermana de la cama, y a echarle la bronca,
pero ella en despecho, y llena de odio y de furia para
conmigo, fue a Comisaría de Policía y me denunció por
insultarle, con el delito de malos tratos psicológicos.

277
Con ese delito en España, y con la sola acusación de tu
mujer, y sin prueba ninguna, vas automáticamente a la cárcel,
con las muy justas leyes promovidas por los maricones, y
lesbianas, y aprobadas por los muy justos socialistas, que
más que socialistas, son “sociolistos”, porque lo único que les
interesa es el poder a cualquier precio, y para eso necesitan a
todos los gays…

El día que me venía iban en la estadística oficial de


“violencia machista” del gobierno, 147 mujeres muertas a
manos de hombres, pero no se hablaba, ni se hablará nunca,
de los 143 hombres muertos, en el mismo período de tiempo,
a manos de mujeres, con la violencia feminista. Y así está
España, hecha el paraíso terrenal de todos los maricones del
mundo, pero muerta de hambre…

Cuando me llamaron desde Comisaría de Policía, me


puse mi mejor traje, y me fui voluntariamente a declarar;
apenas llegué, me esposaron, y les dije que cómo me
esposaban, si había ido voluntariamente a declarar. Ellas, las
mujeres feministas, no digo femeninas, de la policía
femenina, sino “feministas”, dijeron que era el procedimiento,
y luego de declarar me mandaron directamente al calabozo,
como si le hubiera dado una paliza de muerte a mi ex –mujer.

278
Cuando entré en el calabozo, de tanto respeto que les
impuse a las policías, no me habían quitado ni la corbata, ni
el cinturón, ni los cordones de los zapatos, y acababan de
apresar a un numeroso clan de narcotraficantes gitanos, y se
hizo un silencio sepulcral en la sala, y luego de un minuto
cortante de silencio, y de mirarme muy fijamente durante ese
tiempo, el viejo patriarca del cayado, me preguntó: ¿Es usted
abogado? A lo que le contesté, con los rápidos reflejos de alto
ejecutivo: ¡Si lo soy! Entonces me preguntó de nuevo: ¿Y
porque está aquí? A lo que le dije: ¡Por mi mujer! Y entonces
me dijo: ¡Ande venga aquí y cuéntenos!

Y así me gané su respeto y su amistad, la de los


narcotraficantes, los que eran los delincuentes, mientras que
la justicia, en lugar de respetarme también: ¡Me pisoteaba y
vulneraba todos mis derechos constitucionales y mi dignidad
de ser humano!…

A los tres días de estar en el calabozo, mi hijo le dijo a


su madre si es que iba a tener que visitar a su padre en la
cárcel, y así me hizo decir con su abogado que si le firmaba
un divorcio “amistoso”, que retiraba la denuncia, y le dije a su
abogado que le preguntara: ¡Que cuál de sus cabellos le
había tocado para que me pusiera una causa penal!…

Al final firmamos la petición de divorcio amistoso,


aunque no hubo paz hasta que me fui de aquella casa,
porque me hizo firmar un acuerdo totalmente injusto, abusivo
económicamente, y casi inmoral, blandiendo un gran cuchillo
de cocina y profiriendo amenazas de muerte, inclusive
delante del niño, siendo yo el cornudo y la víctima, y siendo
ella la infiel, sin embargo para la ley española no existe el
delito de adulterio, pero si el de la difamación por parte de las
señoras, y el de la indefensión por parte de los maridos.

279
Adjunto a continuación el texto que escribí en Facebook
relatando todo este muy difícil momento:

Al final mi situación familiar se ha resuelto de la peor


forma posible no sólo ya para mí, sino y lo que es peor para
mi hijo muy amado, que esta noche ha llorado como nunca
en toda su corta vida...

Como anteanoche recibí una oferta de trabajo de Costa


Rica, y como su madre llegó como de costumbre por la
mañana a casa, cuando mi hijo y yo estábamos levantados,
me fui a hablar con mi cuñado y suegra, para que se hicieran
cargo del crío al viajar yo.

La reacción de la familia de mi mujer, en lugar de


acusarla por su repetidas infidelidades extramaritales,
llegando inclusive a presentar a su "amante" a mi hijo, ha sido
la de ayudarle y animarle a realizar una grave denuncia
contra mi persona por amenazas de muerte...

Mañana espero del juzgado casi con total seguridad una


orden de alejamiento acompañada de la retención del
pasaporte, lo que me impide viajar a Costa Rica a buscarme
la vida que no encuentro en España...

Mi hijo me ha preguntado esta última noche que le he


podido acostar, que si él conoce al amante de su madre, y
que su madre no duerme en casa por estar con este hombre,
que porqué la familia de su madre no me ha creído y se ha
vuelto contra mí, dejándole sin padre...

280
Yo no he tenido respuesta alguna, más que la de decirle
que nunca me quisieron, pero eso no justifica cometer
semejante acto de perfidia y maldad por parte de ellos y de
ella, pues para no reconocer las infidelidades se me hecha de
mi propia casa como un perro rabioso y un apestado...

Vivan las leyes españolas, y vivan los gays, los


maricones y las feministas, que son tan justas, y que viva la
familia de mi mujer, que sin ninguna justificación por su odio
personal hacia mi persona, han dejado, a lo que más quería
en el mundo, a mi adorado hijo pequeño, sin padre.

281
Demás está decir que el avión se fue sin mí a Costa
Rica, al estar yo en la cárcel, y que perdí no ya a mi casa, y
todos mis bienes materiales, a mi familia, a mi hijo y a mi
mujer, sino que además perdí mi oportunidad de trabajo…

El epílogo de toda esta historia para ella, es que cuando


me fui llevó a Moisés a casa, y como este intentó robarle, lo
tuvo que echar… Porque como yo mismo le dije: “No es
hombre para ti…” Pero no se lo dije por despecho, sino
porque un hombre joven y bello que no trabaja, sólo puede
ser ladrón…

Mi epílogo de toda esta historia, es que entonces tuve


que “sacar un conejo de la galera”, y desde la nada, desde la
miseria, tal y como también lo estoy haciendo ahora, tuve que
inventarme una nueva vida, volver a reinventarme, nacer de
nuevo, y eso siempre es más fácil con dinero, pero ya me
había arruinado dos veces anteriormente, la primera vez
cuando fui representante del Pozo, cosa que ya he contado al
principio, la segunda cuando me divorcié la primera vez, y
esta es la tercera vez que me arruino de nuevo…

Entonces pensé, que ya que con la crisis no había


puestos de trabajo para Directores o Gerentes Generales, por
estar “sobrecualificados”, en la jerga técnica de los recursos
humanos, “miedo a la fuga” también le llaman, porque
piensan que si uno accede a un trabajo de menor categoría,
que lo abandonará a las primeras de cambio.

282
Decía que pensé entonces, en los países emergentes,
que es donde siempre hay nuevas oportunidades, y no está
todo hecho, como en el primer mundo. Y así, sin dinero, lo
más fácil era ir a Argentina, por mis papeles de allí, y por ser
mi lengua y tierra maternas, porque aunque hablo perfecto
inglés, sin un contrato de trabajo y sin capital, no te puedes
establecer en ningún país de habla inglesa, o de la
Commonwealth, como EEUU, Canadá, Nueva Zelanda,
Australia, Sudáfrica, o los de Asia, como India o Singapur.

Y así tuve que montar desde la nada mi viaje de


repatriación a la Argentina, veintiocho años después de
haberme ido huyendo por salvar mi propia vida, ahora
también tenía que huir de mi otro país, España, por supervivir
y conservarla…

Mis dos hijos mayores me dijeron: ¿De dónde vas a


sacar el dinero para el viaje?...

Pedí 500 € de ayuda, a las dos docenas de amigos que


tenía en España, luego de casi treinta años de vivir allí. Me
ingresaron los doce amigos que me quedaron, y así reuní un
capital de seis mil euros. El billete me costó la mitad, y la otra
mitad los gastos de depósito de la aduana argentina de los
libros que me llevé, junto con mi bicicleta, y así volví a
quedarme totalmente de nuevo sin dinero, pero ya estaba en
mi destino, Salta, en la Argentina.

Empaquetando los libros, ocurren tres cosas muy


simbólicas de todo mi viaje, de más de un cuarto de siglo por
el primer mundo. La primera es que los libros los
empaquetábamos, mis tres hijos y yo, de los desvanes, o sea
de los trasteros, de trasto, que en España significa lo
inservible, lo inútil, lo que no se usa…

283
Lo segundo simbólico fue, que tirando muchísimos
papeles de emprendimientos empresariales fallidos que yo
había hecho, mi hijo mayor me preguntó que porqué había
hecho tantas cosas para nada, y le dije después de pararme,
ponerme de pie, y reflexionarlo detenidamente durante un
minuto, que cuando se encontrara caído, volteado por la vida,
que se levantara y caminara, y que si alguien le tendía la
mano, que no fuera orgulloso como su madre, que por eso
nos divorciamos, y que pillara esa mano, y se dejara levantar;
que vida le iba a golpear en el amor, en el dinero, en el
trabajo, en la mujer, en la familia, en la salud, o yo que sé en
qué, pero que siempre se volviera a levantar y a caminar…

Lo tercero simbólico fue que mi hijo mayor Sergio


también me preguntó, que porqué me llevaba los libros, y que
cómo iba a pagar el envío a DHL, a lo que le dije que me
llevaba el único tesoro que había acumulado durante toda mi
vida: ¡El saber!, ¡y que eso era lo único junto con ser un
profesional de titulación universitaria que no me podían
robar!...

DHL perdió durante todo el mes de diciembre los dos


envíos por Europa, con un valor de coste del transporte de
diez mil euros, que bonificados con la cuenta especial de mi
empresa, Identity and Consulting, se quedaron en tres mil, y
cuando aparecieron los dos envíos, ya les había amenazado
con iniciar una cuantiosa demanda, así ni pagué, no me
abonaron, no me contestaron a mis reclamaciones, ni
tampoco me cobraron, hasta el día de hoy…

284
A continuación adjunto la numerosísima y muy intensa
correspondencia, entre la multinacional DHL y yo, como una
muestra de lo épico y heroica que fue mi repatriación a mi
tierra salteña, en la Argentina…

Un hombre solo frente al mundo, como David frente a


Goliat, como Eneas en la Eneida, como todos los héroes de
la antigüedad histórica, me enfrenté a lo imposible, pero fue
real que lo conseguí, que me hice un viaje de 14.000 Km. por
medio mundo, cruzando todo un océano, y sin más recursos,
que mi propia inteligencia, y sin ni siquiera un peso, un dólar,
o un euro en el bolsillo…

Esta documentación es historia, historia para toda mi


descendencia, porque cuando yo ya no esté aquí, cuando
todos ellos, los que me siguen, mis hijos, cuando todos los
que también les seguirán, mis nietos, cuando todas estas
generaciones se hallan ya ido, quedará, sin embargo, de mi
presencia, la huella, la huella de todas estas letras, y de todos
estos documentos, la huella de esta mi odisea…

285
---------- Mensaje reenviado ----------
De: <dhlexweb.spain@dhl.com>
Fecha: 22 de enero de 2010 05:39
Asunto: Re: Reclamación Judicial con Abogados: Solicitud de
abono de las facturas de los envíos: AWB 3182990871 y
AWB 3182986645 - Reclamaciones nº4205868 y nº
106039462
Para: Francisco Antonio Cerón García <fcerong@gmail.com>

Estimado Sr. Cerón

Gracias por contactar con DHL.

Deseamos expresarle nuestras más sinceras disculpas por


las molestias que involuntariamente le hayamos podido
ocasionar.

Le informamos que, tal y como Vd. nos solicita hemos pasado


nota al Dpto. Comercial para que haga constar su
reclamación.

Le agradecemos su interés de hacernos llegar sus


impresiones, puesto que nos ayudan a mejorar nuestro
servicio. No obstante, si necesita contactar telefónicamente
con nosotros, estamos a su disposición en el Servicio de
Atención al Cliente 902 21 24 24

Aprovechamos la ocasión para enviarle un cordial saludo.

Atentamente,

Dpto. de Atención al Cliente DHL Express

Arancha A

286
On 21/01/10 16:29, Francisco Antonio Cerón García wrote:

Estimados Señores/as de DHL:

Daré orden a mis abogados que procedan judicialmente


contra DHL, exigiendo una indemnización millonaria por todos
los daños y perjuicios que han sido causados a mi empresa,
por vuestra mala y desastrosa gestión; que suman un importe
económico muy superior al del coste de dichos envíos.
Además les comunico, que ya he dado orden expresa al
Banco para la devolución de los recibos correspondientes a
dichos envíos.

Nos veremos las caras en los tribunales ya que ustedes no


han querido negociar ninguna solución a sus desastrosos y
perjudiciales servicios...

Francisco Antonio Cerón García


Managing Director's Identity and Consulting
fcerong@gmail.com
Mi número de móvil (llamando desde España) 0054 9387
5845950
Mi número de celular (llamando desde Argentina) 0387
155845950
Sent from Salta (Argentina)

287
El 21 de enero de 2010 13:44, Valerie Momot
<valerie.momot@dhl.com> escribió:

Buenos días Sr. Francisco,

Le informamos que, luego de la revisión de ambos


expedientes, no se procederá a abono alguno. El servicio de
transporte ha sido cumplido en su tránsito correspondiente y,
si bien ha habido retraso, éste fue ocasionado por la gestión
aduanera para su despacho.

Si necesita cualquier otra aclaración sobre nuestros


tiempos de tránsitos puede contactarnos al 902122424.

Un cordial saludo.

Emilio Lombardo
DHL Express Postventa

288
De: Francisco Antonio Cerón García
[mailto:fcerong@gmail.com]
Enviado el: jueves, 14 de enero de 2010 17:12
Para: dhlexweb.spain@dhl.com; María Martínez
Benlloch; valerie.momot@dhl.com; yolanda.tomas@dhl.com;
Rafael.ROMERO@dhl.com; Eva Palop; Mª Jesús Somolinos;
Patricia Vico; atención al cliente spain
CC: Bufete de Abogados de Sara Mármol Gil;
Scerons; Rubén Cerón; Francisco Antonio Cerón García
Asunto: Solicitud de abono de las facturas de los envíos:
AWB 3182990871 y AWB 3182986645 - Reclamaciones
nº4205868 y nº 106039462

Estimados Señores/as de DHL:

Después de más de un mes de continuas y múltiples


incidencias y fallos en el servicio de DHL, en toda la cadena
al completo, y tanto en España como en Argentina,
habiéndome ocasionado y ocasionándome todavía
importantes perjuicios en mi empresa, como el que he
perdido mi Hotel y mi vuelo Buenos Aires-Salta, abonados
previamente y con anticipación, además y muchísimo más
importante todavía, del estropicio de mi agenda de citas de mi
viaje de negocios para mi empresa, y viendo sus vacías
explicaciones, que sólo constituyen según veo un intento de
tapar todos los fallos en cadena que han realizado hasta
ahora ustedes en mis dos envíos, y con la intención final de
no asumir ninguna responsabilidad final por todos ellos,

He decidido, previa consulta con mi bufete de abogados,


no proceder a ponerles una demanda al respecto, a pesar de
todos los daños y perjuicios que he sufrido con los dos envíos
a Argentina, pero si yo estoy dispuesto a asumir estas
pérdidas, espero como contraprestación de DHL Spain, el
abono del valor total del coste de los dos envíos citados. A

289
tales efectos he dado ya órdenes a mi banco para que
proceda a devolver los recibos que se presenten por DHL con
tal motivo, y espero como digo un abono que cancele dichas
facturas pendientes.

Si no les satisface esta propuesta, a mi persona y a mi


empresa no le satisface su muy deficiente servicio, realizado
en dichos dos envíos, por lo que en este último caso
procedería a pedir una compensación, vía judicial, por todos
los daños y perjuicios sufridos...

Les saluda atentamente,

Francisco Antonio Cerón García


Managing Director's Identity and Consulting

fcerong@gmail.com
Mi número de móvil (llamando desde España) 0054
9387 5845950
Mi número de celular (llamando desde Argentina) 0387
155845950

290
El 5 de enero de 2010 21:43, Francisco Antonio Cerón
García <fcerong@gmail.com> escribió:

Estimada Eva:

Agradezco su interés en resolver mis problemas; quedo


en la espera de una pronta respuesta, con una solución real a
los mismos.

Francisco Antonio Cerón García


fcerong@gmail.com

Mi número de móvil (llamando desde España) 0054


9387 5845950
Mi número de celular (llamando desde Argentina) 0387
155845950

291
El 5 de enero de 2010 13:47,
<dhlexweb.spain@dhl.com> escribió:

Estimado Francisco,

Gracias por contactar con DHL.

Le informamos que hemos pasado nota al


departamento de Postventa para que se ponga en contacto
con Vd. y puedan tramitar su solicitud en el menor tiempo
posible. El expediente de gestión es 4224279.

No obstante, si lo desea para cualquier tipo de


consulta o gestión, también estamos a su disposición en
nuestro Servicio de Atención al Cliente en el teléfono 902 12
24 24.

Agradecemos su interés y aprovechamos la ocasión


para enviarle un cordial saludo.

Atentamente,

Dpto. de Atención al Cliente DHL Express

Eva R.

292
On 5/01/10 0:07, Francisco Antonio Cerón García
wrote:

Estimados Señores/as de DHL:

Con referencia al envío con awb 3182986645, me


indican ahora recién ustedes según copia del email que
acabo de recibir, y después de casi un mes, que había una
reclamación abierta con num. 4205868, que está cerrada sin
ninguna comunicación al respecto a mi persona y/o empresa,
ya que según lo justifican ustedes, el envío ha sido entregado
con fecha 17/12/09.

Como no he tenido ninguna noticia y/o comunicación


en absoluto al respecto, y el problema sigue todavía sin
solucionarse, aunque el envío está efectivamente ya
entregado, y me lo encontraré también nuevamente al retirar
la documentación del nuevo envío awb nº 3182990871 en
curso, ya que me cobrarán nuevamente en las oficinas de
DHL Argentina, sita en Buenos Aires, tasas de expedición de
papeles internos de DHL, que no tienen que ver en absoluto
con impuestos y/o gastos de depósito, u otros en Aduanas de
Ezeiza, pido que se reabra dicho expediente de reclamación
nº4205868,y se me dé una solución efectiva y real al
respecto, como que al menos se cargue en mi cuenta aérea
internacional de DHL dichos gastos, y no tenga que
abonarlos en efectivo allí mismo como me ha sucedido ya
con el envío anterior.

Por todo ello les digo que siguen sin satisfacerme


debidamente sus vacías explicaciones, que sólo constituyen
según veo un intento de tapar todos los fallos en cadena que
han realizado hasta ahora ustedes en mis dos envíos, y con
la intención final de no asumir ninguna responsabilidad final
por todos ellos, por lo que les reitero que a su debido

293
momento y tiempo procederé a ponerles una demanda al
respecto. Todavía estoy esperando al menos que llegue el
último envío desaparecido a Argentina, luego hablaremos y/o
escribiremos lo que sea necesario, al menos de parte de mi
empresa y de mi bufete de abogados...

Les saluda,

Francisco Antonio Cerón García


Managing Director's Identity and Consulting
fcerong@gmail.com
Mi número de móvil (llamando desde España) 0054
9387 5845950
Mi número de celular (llamando desde Argentina)
0387 155845950

294
El 4 de enero de 2010 11:31, María Martínez Benlloch
<Maria.Benlloch@dhl.com> escribió:

Buenas tardes Francisco,

En referencia al envío con awb 3182986645 había


una reclamación abierta con num. 4205868, que está cerrada
ya que el envío ha sido entregado con fecha 17/12/09.

No obstante, si lo desea para cualquier tipo de


consulta o gestión, también estamos a su disposición en
nuestro Servicio de Atención al Cliente en el teléfono 902 12
24 24.

Agradecemos su interés y aprovechamos la ocasión


para enviarle un cordial saludo.

Atentamente,

María Martínez Benlloch


Sales Assistant
Televentas Levante-Baleares

Tlf: 961368425
Fax: 961368426

DHL EXPRESS SERVICIOS SL


Autovía Valencia-Torrente Km. 2.200
46210 Picanya (Valencia)

Maria.Benlloch@dhl.com
http://www.dhl.es

295
De: Francisco Antonio Cerón García
[mailto:fcerong@gmail.com]
Enviado el: lunes, 04 de enero de 2010 14:49
Para: Patricia Vico; María Benlloch;
valerie.momot@dhl.com; yolanda.tomas@dhl.com;
Rafael.ROMERO@dhl.com; dhlexweb.spain@dhl.com; Eva
Palop; Mª Jesús Somolinos; atención al cliente spain
CC: Bufete de Abogados de Sara Mármol Gil;
Francisco Antonio Cerón García; Scerons; Rubén Cerón;
Asunto: Fwd: Reclamación nº 106039462 que puse en
DHL Argentina por el envío nº3182986645 y de la cual ni
siquiera tengo ninguna respuesta hasta ahora.

Adjunto copia de la reclamación nº 106039462,


puesta en DHL Argentina por el envío nº3182986645, y de la
cual envié copia también a DHL España, y de la cual hasta
ahora ni siquiera se me ha facilitado no ya una solución, ni
siquiera una respuesta o acuse de recibo, es más ni siquiera
se me ha facilitado desde DHL España un número CHS de
reclamación.

También sigue sin aparecer después de una semana


de recogido el otro envío de reclamación CHS 4224279 con
Número de Albarán o Air Way Bill nº3182990871

Espero soluciones a la brevedad, y que además


aparezca de una vez mi envío citado nº31829908710,
después de más de un mes de continuas y múltiples
incidencias y fallos en el servicio de DHL en toda la cadena al
completo, y tanto en España como en Argentina, habiéndome
ocasionado y ocasionándome todavía importantes perjuicios
en mi empresa, como el que he perdido mi Hotel y mi vuelo
de hoy día Buenos Aires-Salta (además del estropicio de mi
agenda de citas de mi viaje de negocios para mi empresa),
abonados al efecto de recoger un envío que debía ya de

296
estar varios días en la Aduana de Ezeiza, pues todavía nadie
sabe a ciencia cierta donde está localizado dicho envío, ya
que ¡acabo de hablar con DHL Valencia y me preguntaban
eso mismo exactamente!...

Francisco Antonio Cerón García

Managing Director's Identity and Consulting


fcerong@gmail.com
Mi número de móvil (llamando desde España) 0054
9387 5845950
Mi número de celular (llamando desde Argentina)
0387 155845950

297
---------- Mensaje reenviado ----------
De: Francisco Antonio Cerón García
<fcerong@gmail.com>
Fecha: 14 de diciembre de 2009 14:13
Asunto: Re: Reclamación nº 106039462 que he
puesto en DHL Argentina
Para: Mª Jesús Somolinos
<mariajesus.somolinos@dhl.com>
CC: Francisco Antonio Cerón García
<identity@identity.com.es>

Estimada María:

Te ruego que verifiques la reclamación nº 106039462


que he puesto en DHL Argentina, porque no aceptan
cargarme el importe del despacho aduanero en mi cuenta
internacional de DHL Aéreo.

Según me dicen tiene que autorizarlo mi agente en


España, que en este caso eres también tu misma; por lo que
te ruego que te comuniques con quien corresponda en DHL
Argentina, enviando la autorización que requieren, para que
se me cargue en mi cuenta dicho importe extra.

Te saluda atentamente,

Francisco Antonio Cerón García

fcerong@gmail.com
Sent from Puerto Madero, Argentina

298
El 9 de diciembre de 2009 13:50, Francisco Antonio
Cerón García <fcerong@gmail.com> escribió:

Estimada María:

Esta tarde han recogido el envío con número de


albarán 3182986645

El repartidor quería que mi mujer bajara todas las


cajas hasta el furgón...

Además habían quedado recogerlo el lunes y no


fue nadie, y yo no pude quedarme más porque hoy día ya
estoy en Madrid para tomar el vuelo para Argentina...

Además tampoco me han servido le pedido de las


cinco cajas jumbo box grandes, y menos mal que la semana
anterior previendo algún problema había logrado que cada
una de las cuatro agencias de DHL que hay en Murcia me
vendieran 4 cajas del modelo Express4You, que es un
tamaño 8 cm. más ancho y 3 cm. más alto que la otra, pero la
desventaja es que su resistencia es menor aunque también
sean de doble cartón corrugado, ya que sólo resisten hasta
25 Kg. mientras la jumbo resisten hasta 30 kg.; de forma que
espero que no se lleguen a romper y/o no llegue cada libro
y/o cada hoja suelto o suelta y por su lado...

La verdad es que no estoy a gusto con el servicio


que me habéis dado hasta ahora, y creo como ves que tengo
motivos más que sobrados...

Espero que si tienes que ajustar el presupuesto por


ser 4 cajas Express4You en lugar de las 5 Jumbo Box
Grandes, no sea en mi perjuicio económico, cuando los

299
causantes de todos los contratiempos sois vosotros mismos
con vuestros propios servicios...

Espero también que no tarde el envío más de tres


días como se me aseguró, pues llego a Buenos Aires el
Jueves, y el viernes que hacen los tres días iré a la oficina de
DHL Argentina a recoger la documentación para realizar la
liberación en Aduanas de Ezeiza, y que el envío pueda seguir
ya liberado su camino normalmente a la ciudad de Salta, de
maneras que por toda la semana siguiente a más tardar
pudiera ya recibirlo en el domicilio de destino, donde yo habré
arribado a más tardar este próximo domingo...

Un saludo, y espero que hagáis las cosas mejor


conmigo a partir de ahora.

Francisco Antonio Cerón García


fcerong@gmail.com
627988820

300
El 04/12/2009, Francisco Antonio Cerón García
<fcerong@gmail.com> escribió:

> Estimada Mª Jesús:


>
> Adjunto la copia del documento que me ha
enviado debidamente firmada y aceptada. Cuando me den el
número de albarán se lo comunicaré también según las
instrucciones telefónicas que me ha dado.
>
> Le saluda atentamente,
>
> Francisco Antonio Cerón García
> Managing Director
>
> IDENTITY & CONSULTING, S.L.
> identity.and.consulting@gmail.com
>
> www.identity.com.es
> Mobile +34 607 46 17 52
> Sent from Murcia, Región de Murcia, España

301
> El 4 de diciembre de 2009 16:54, Mª Jesús
Somolinos <mariajesus.somolinos@dhl.com> escribió:
>
>> *DHL EXPRESS***
>>
>> OFERTA ESPECIAL PARA; IDENTITY
& CONSULTING, S.L.
>>
>> NÚMERO DE CLIENTE CON DHL: *
>>
>> Estimado Cliente;
>>
>> Tras la conversación telefónica mantenida con
Ud., a continuación le indicamos el precio especial para el
envío que tiene previsto realizar a través de nuestra
compañía.
>>
>> *Origen: XXA *
>>
>> *Destino: ARGENTINA *
>>
>> *Número de piezas: 5*
>>
>> *Peso Real: 150 KGS.*
>>
>> *Peso Volumétrico: 63 KGS.*
>>
>> *Servicio: CURIER *
>>
>> *Precio Especial:** 985 ? *
>>
>> · 16% IVA no incluido ( para envíos
comunitarios)
>>

302
>> · Extra cargo de fuel no incluido: 12 %
vigente para el mes
>> en
>> curso
>>
>> · Se aplicará siempre el superior entre
peso real y volumétrico
>>
>> Peso volumétrico= largo x ancho x alto (en
cms.) / 5000
>>
>> · Confirmar con el departamento de
atención al cliente 902 12 24
>> 24 la documentación adicional que debe
acompañar al envío.
>>
>> · Seguro opcional 1.2 % del valor de la
mercancía (prima mínima
>> 16.50?. Cobertura máxima 1250?)
>>
>> · Extra cargo DUA Exportación 31?
(necesario en algunos destinos
>> fuera de la Unión Europea)
>>
>> · Comisión por despacho aduanero no
incluida en el precio
>>
>> · Aranceles e impuestos aduaneros a
pagar en destino según la
>> partida arancelaria de la mercancía.
>>
>> · Extra cargo a cada bulto de peso igual o
superior a 70 kg. El
>> importe por pieza aplicable será de 20 ? por
pieza, en servicios Time

303
>> Definite Internacional, y de 10 ? por pieza, en
Time Definite Doméstico
>>
>> Les recordamos que la oferta puede variar si las
características, número
>> o
>> peso de los envíos no es el especificado.
>>
>>
>> *ES IMPRESCINDIBLE CONFIRMAR LA
SALIDA DEL ENVIO, BIEN EL MISMO DIA 0
>> AL
>> DIA SIGUIENTE, EN EL Tlf 96-136.84.25 o al
fax 96-136.84.26, Y REMITIR LA
>> OFERTA SELLADA Y FIRMADA PARA
PODER FACTURAR ESTE PRECIO ESPECIAL .*
>>
>> Un cordial saludo.
>>
>>
>> *DHL EXPRESS
>> **Conforme
>> cliente:*
>>
>> (firma y sello)
>> (firma y sello)
>>

--
Le saluda atentamente, Best Regards,

Francisco Antonio Cerón García


fcerong@gmail.com

304
Y por todo lo que relato en este capítulo, cuando en la
Estación de Autobuses de Murcia, mi hijo Daniel le dijo a su
madre, llorando a lágrima viva, y casi en un susurro, pero con
mucha firmeza: ¡Me has dejado sin padre!

Yo le dije que no le guardara ningún rencor a su madre,


que se había equivocado, como todos nos equivocamos en la
vida, y más de una vez, y que yo también me había
equivocado, y que él también se equivocaría. Que la
perdonara y la quisiera, porque le había dado el mayor regalo
del mundo que es la vida, y que eso no se podía pagar con
nada, y que como me dijeron a mí, todos mis antepasados
salteños y españoles, que yo también se lo decía ahora a él:
“que por mal que te den, que bien les devuelvas”, o lo que es
lo mismo, que decía Jesús, que después de una mejilla hay
que poner la otra, y es de una gran sabiduría.

Así, donde hubo tanto odio y rencor, sembré paz y amor,


tal y como hice también en mi primer divorcio, y como
decimos en España, siembra paz y recogerás amor, pero
siembra vientos y recogerás tempestades…

Y hablábamos de la ilusión cuando empecé este


capítulo…

Y tuve que inventarme, en esos tres meses que tardé en


montarme en el avión, para venirme a la Argentina,
abandonando y contra mi voluntad a mi hijo pequeño, tuve
que inventarme una ilusión para vivir, porque me sentía,
literalmente morir:

305
¿Y cómo se inventa uno una ilusión y más cuando no se
tiene dinero? En realidad lo material de poco sirve en ese
sentido, aunque sea necesario y legítimo un techo y un
pedazo de pan, pero más allá de eso, la avaricia y la envidia
no crea ninguna ilusión. Hay que inventársela cuando la vida
no te la trae, porque mi musa ha sido, es, y será siempre, mi
ilusión de vivir, y eso fueron mis dos mujeres para mí, no solo
mis amantes, no solo mis esposas, no solo las madres de mis
hijos, no solo mis compañeras, no solo mis amigas, sino y
además, mis musas.

Y por ello es tan paradójico, que esté escribiendo está


muy profunda obra literaria, en este mi viaje personal por lo
profundo del alma humana, sin la presencia de ninguna
musa, y en la soledad más absoluta de toda mi vida entera, y
lo único que supe, o pude inventarme fue el siguiente poema,
que me mantuvo con vida los tres meses que necesité, para
salir de la negrura, en la que me vi sumido en España:

306
Un poema de amor…

Si mis letras te han tocado,


aunque sea de rozón,
alguna lejana orilla de tu alma,
entonces todo mi quehacer vale.

Si mis letras,
te han tocado el corazón,
entonces esa emoción,
cuando sincero escribo,
es una buena inversión,
porque no se pierde en el intento.

Si mis letras,
te tocan la piel por dentro,
entonces mi pasión tuvo sentido,
porque por ti, así lo siento,
se ha visto todo correspondido.

307
Si tan solo mi letra te toca,
y nada más de mi llega a tocarte,
me daré por bien servido,
aunque se me frustre lo demás,
que a veces me hierve,
porque al tocarte,
juntos podemos cerrar el círculo,
con que los poetas tocan el cielo.

De ahí la emoción que nos queda,


a veces convertida,
en un par de lágrimas,
una tú y una yo...
porque la distancia,
entre el ser humano y el cielo,
mide tan solo una lágrima...

Y ahora,
ahora que mis letras te han tocado,
la piel por dentro,
y más que una lejana orilla de tu alma,
te han tocado tu corazón,
ahora,
ahora que nada más de mí,
llega a tocarte,
ahora,
ahora hemos cerrado el círculo,
con el que los poetas tocan el cielo...

Por eso,
Solo,
y nada más pienso,
en el dulce sabor,
de una mujer exquisita...

308
Y tengo ganas de escribirte,
porque de sólo,
pensar en ti,
el corazón se me estremece,
de sólo pensar en ti,
se estremece,
hasta la última fibra,
de mi ser...

Pero no pienso,
en tu belleza física,
no pienso,
en la belleza de tu cuerpo,
no pienso en tu juventud...

Sólo,
y nada más pienso,
en tu alma,
que ya no me es desconocida,
que se acerca a la mía,
como vieja conocida...

Sólo,
y nada más pienso,
en tus valores,
en tus principios,
en tus elecciones,
en tus entregas,
y sin pedir,
nada a cambio...

309
Sólo,
y nada más pienso,
en tu escucha,
que estremece,
mi corazón,
en tu estar,
siempre,
a mi lado,
en el dolor,
y en la enfermedad,
en la tristeza y en la alegría…

Sólo,
y nada más pienso,
en tu risa,
que me alegra,
toda la vida entera...

Y si,
por todo ello,
tuviera que cruzar,
medio mundo,
tuviera que dejar,
mi vida entera,
Por todo ello,
lo haría...

310
Porque,
sin ti,
sin tu ser,
sin tu alegría,
sin tu escucha,
mi vida,
mi vida entera,
carece de sentido,
y se pierde en el olvido...

Y si yo,
Quisiera,
quisiera escribir,
un poema de amor,
no sabría,
como tú lo haces,
no sabría cada día,
porque tú eres mi musa,
aunque yo soy tu poeta…

Y por eso,
y porque tú,
eres mi musa,
y yo soy tu poeta,
por eso te pido,
te pido,
como mujer,
que seas siempre mía,
para escucharme,
para acompañarme...

311
No te pido más,
sólo te pido,
que me ames todavía,
como lo haces cada día,
cada día de mi vida,
cada día de tu vida,
cada día,
¡en que solo me escuchas!...

312
313
Capítulo Décimo Tercero:
La bicicleta…

314
En el capítulo anterior hablaba de la ilusión de vivir, de
cómo me inventé una ilusión de vivir antes de salir de
España, y de cómo me inventé otra ilusión antes de llegar a
Argentina, que fue “La Promesa” que le hice en el aeropuerto
de escribirle a mi hijo Daniel, para que siempre supiera que
nunca dejaría de quererle, como siempre que pude se lo dije,
y se lo repetí, y también a mis otros dos hijos mayores,
porque todos necesitamos no sólo ser amados, sino y mucho
más, sabernos amados…

La historia de mi vida, que cuento en este libro, es el


cumplimiento de la promesa que le hice a mi hijo pequeño, y
es una ilusión que me mantiene en pie, que me mantiene
vivo, a pesar de todas las derrotas de la vida…

315
Pero, ya que no hay ninguna “musa” a la vista, aunque
hay más de medio millón de mujeres en Salta, y algunas
bellísimas, sólo me quedó también inventarme otra ilusión,
una ilusión que llevo muchísimos años montándola durante
toda mi vida: ¡Y no es precisamente una mujer sino y mi
bicicleta!

Para comprender algo de porqué la bicicleta me da no


sólo salud, pues después de cuatro años de colgarla y no
montarla por trabajar, veinte horas desesperadamente de
lunes a domingo, para no arruinarme, al final me arruiné igual,
lo perdí todo, y además perdí la salud, y así llegué a pesar de
ochenta kilos, y mido un metro y ochenta y tres centímetros,
llegué a pesar casi ciento diez kilos…

Y desde hace más de un año vengo bajando desde los


ciento diez kilos, y estoy ya por debajo de los noventa kilos, y
en camino de lograr quedarme en mi peso de siempre,
rondando los ochenta kilos.

Y mi presión o tensión, que cuando llegué a Salta, que


estaba en diez/dieciséis, ha bajado sustancialmente, y ahora
sin ninguna pastilla la tengo en seis/diez….

Todo ello sólo montando la bicicleta (y casi sin montar a


ninguna mujer)…

316
Decía en el párrafo anterior que para comprender algo
de porqué la bicicleta me da ilusión, voy a adjuntar a
continuación una muy vieja carta, ya muy amarilla por el paso
de los años, y de la que traduciré su texto a continuación, de
Antonio, el hermano de Paco, que fueron los ciclistas que me
iniciaron hace ya muchos años en este intenso deporte. La
carta me la escribió Antonio cuando me regaló unos viejos
botines, y una muy vieja ropa de ciclista; los botines con el
tiempo se rompieron ya del uso y de la vejez, pero la ropa es
tan buena que todavía la tengo y la uso, y es la mejor ropa de
abrigo que tengo de invierno…

317
La carta que me dedicaron en mi iniciación al ciclismo…

318
La carta que me dedicaron en mi iniciación al ciclismo…

319
Dice así:

“A mi hermano argentino para que tome buena nota de


todo”

Estimado amigo:

Cuando mi hermano Paco, compañero de fatigas e


infatigable y fiel escudero de tantas batallas, disputadas
durante tantos años, te entregue estas prendas, te dará
con ellas el recuerdo de cada golpe de pedal, de cada
gota de sudor que brotando del generoso esfuerzo
físico, han empapado cada jornada.

Cada fibra, cada palmo de ellas, llevan impregnado


el recuerdo de las vivencias recogidas en cada tramo,
de cada recodo, de cada curva del asfalto.

320
Con ellas he recorrido Sierra Espuña, ese pulmón
de Murcia, tan cercano a nuestro pueblo de Alhama de
Murcia, la Cuesta del Caballo cerca de Librilla, el Puerto
de la Cadena de la entrada a Murcia (como el
Portezuelo de entrada a Salta pero de varios kilómetros
de pendiente), o la subida dura como el Alto del
Cedacero en Mazarrón; grabado en la retina quedan
esos demarrajes en plena ascensión, escalando a golpe
de riñón.

Cómo olvidar aquel día en que rompí el pelotón (de


ciclistas) en la ascensión a la Santa de Totana, cuando
sólo el “Mandi” pudo seguir mi rueda, o aquella etapa de
los Cantareros, cuando mi hermano culminó de modo
glorioso, una labor de equipo, nosotros dos contra
Joaquín y compañía, imponiéndose sin paliativos ante la
desesperación e impotencia de todos ellos, como
arrancó, él sólo, con el viento de cara, nada pudieron
hacer, yo a rueda de ellos, haciendo de freno,
controlando para remacharlos si lo cogían (agarraban o
pillaban), no fue necesario a medida que se aproximaba
a la llegada y cobraba más ventaja, cogía (agarraba o
pillaba) al tiempo que el tío Fulgencio y Joaquín dando
golpes de desesperación en el manillar, se rendían, yo a
rueda contemplaba el desenlace no cabiendo de alegría
dentro de mí, pero contenida para no provocar más su
desesperación.

321
Con estas prendas quiero que recibas un poco de
tantas y tantas batallas, al mismo tiempo me siento
profundamente afortunado porque a mí nunca me dieron
nada, quizás por no ser de acá, quizás por intereses,
envidia o amiguismo; yo creo que tan feliz se siente el
que recibe como el que da algo, por pequeño o grande,
ya sea importante o sencillo, lo que importa es la
intención, y yo quiero que aunque ya no esté en ese
pelotón, de modo físico tú me representes en él y no
quiero que llegues de vacío, mientras ellos hacen
ostentación de material tanto mecánico como de
equipamiento.

Sé que cuando llegues vestido, alguno se acordará


de modo lejano, tal vez te pregunten que quien te lo ha
dado, y tengo la seguridad que lo sudarás como yo lo he
sudado.

A cambio me debes una salida, no se cualquier día


de estos, porque tú y mi fiel escudero siempre me
esperaréis en las bajadas que hago con tanta
precaución (y miedo porque los demás bajáis como
locos en medio de semejantes precipicios). Entretanto
coge (agarra y pilla) mi relevo y recuerda: ¡Aprieta los
dientes “pibe”! No dejes de dar pedales y sigue los
sabios consejos de mi hermano.

Un fuerte abrazo
Antonio

322
Mi amigo Antonio el mecánico

Antonio
Antonio, el mecánico
con su pesado andar
arregla coches
coches rotos
se enfanga las manos
con sus entrañas
manos de betún
negro como el carbón
manos de mecánico
y tu mono
o lo que queda de él
roto y con agujeros
agujeros de enganches
enganches con las piezas
pero los agujeros de tus manos
llagas vivas son
y con el gasoil de limpiar
con ello arden
arden en carne viva

323
Y en tu oficina
elegante y sencilla
con tu guardapolvo y overol
haciendo las facturas
que algunos pagan
y otros dejan a deber
¡que no fío ni presto
pero quedan cuentas a cobrar¡

Antonio, el mecánico
siempre de malhumor
en el taller
cuando llegas
hosco silencio
y cuando al fin te presta atención
¡qué pasa!
¡qué pasa con tu coche!
la cuenta rápida
y la lista pronto
¡que no tengo tiempo
de sentarme a charlar!

Pero a última hora


de ciclistas el taller
que voy a subir esta cuesta
¡y esta otra!
y no hay ya broncas
se ríe
con felicidad
y en su deseo y el de los demás,
allí la encuentra.

324
Así que al igual que a mí, Daniel, que me dedicaron esta
carta, en mi “iniciación” al ciclismo, que yo sé que te gusta
con tanta locura, de verme a mí montado en mi bicicleta, que
te ponías mi casco de ciclista, y que querías montarte en mi
bicicleta: ¡Tan grande para ti!...

Así Daniel, yo te digo ahora, en tu “iniciación a la vida”,


que al igual que me dijeron mis amigos “ciclistas”, cuando tú
aún no habías nacido: ¡No dejes nunca de darle a los pedales
de la vida! Yo te digo también a ti: ¡No dejes nunca de
caminar!…

Y recuerda siempre que al igual que montado en la


bicicleta, después de una pedalada sigue otra, porque si no te
caes de la bicicleta al suelo, así también en la vida, después
de un paso sigue otro, aunque se te caigan las lágrimas por el
rostro, a lágrima viva, ¡como las que a mí ahora se me caen
también, mientras que te escribo estas letras!…

Y cuando tu hermano Rubén Darío tenía ocho


años, e íbamos junto con tu otro hermano Sergio David y con
el pelotón, y al último ya del pelotón, subiendo la dura Cuesta
de la de la Cuerda, en la Santa de Totana, Rubén me decía
mirando para arriba, al lejano final de la cuesta: ¡Papá que no
puedo! ¡Papá que no llego!

Y yo sólo le dije: ¡No mires al final! ¡Sólo mira esta


pedalada y luego la otra que sigue! Y así, tu hermano Rubén,
dejando de mirar al final, sólo mirando cada pedalada, llegó al
final de la cuesta y logró culminarla.

A continuación el poema que le hice a tu hermano


Rubén:

325
Ciclista

Que agachas tu espalda


mojada al viento
y el esfuerzo
el duro esfuerzo
que te consume
pedalada a pedalada
ante la montaña
imposible de subir
subes, subes
sin mirar el final,
sólo un paso y otro
y otro más
y has llegado al final de tu carrera

326
¡Que no subo
esta cuesta tan alta!
La de la Cuerda
¡hay que esfuerzo
ir montado en bicicleta!

¡Pero que puedes


no te bajes!
¡Pero a mí no me faltan ganas
de bajarme también!

Y al final de ella
lo que nunca creía
poder lograr
me doy cuenta
que la vida
es lo que esta montaña
¡imposible de subir
hasta que se llega al final!...

327
Y también te cuento que cuando hicimos la subida de
Los Lagos de Covadonga en Asturias, que al principio de la
durísima y muy larga cuesta de casi 50 Km., del puerto de
primera especial, con una pendiente del 16% en su peor
parte, que se llama por eso la “Huesera”, o sea que es
donde uno se deja, no ya los riñones, subiendo y del
esfuerzo, sino y todos los “huesos”…

Rambo y su cuñado Mariano, de los que pongo sus


poesías a continuación más abajo. Rambo me dijo esa
mañana, que el pesando más de 120 Kg., que no iba a
poder subir Los Lagos de Covadonga, y yo le dije que en
lugar de llegar yo el primero, como siempre, ya que era el
mejor de todos, que le acompañaría.

¡El campeón!, como tú me decías cuando eras muy


pequeño, cuando siempre me preguntabas todos los
domingos, cuando llegaba de la bicicleta, si había ganado, y
yo siempre te decía que sí: ¡Y eras muy feliz de que tu papá
fuera un campeón!

Pero nadie es un campeón en la vida, y en realidad


solemos ser todos perdedores, y sin embargo esta vez,
subiendo los Lagos de Covadonga, decidí perder, en lugar de
ganar, y llegar el primero, para acompañar a mi amigo, y yo le
dije al empezar a subir la muy dura subida: ¡Rambo has
comprado el billete de la lotería y te puede tocar! ¡Yo te
acompaño y vamos a subirla juntos poco a poco!

328
Y cuando llegó al final, me dijo llorando como un niño
pequeño, y como yo ahora también lo recuerdo, y estoy
llorando como en ese momento: ¡Paco yo nunca creí que esto
lo hubiera podido lograr hacer! ¡Ni todo el dinero la lotería que
me hubiera tocado me hubiera hecho nunca tan feliz de
verdad!

¡Y yo el único billete de la lotería que he podido comprar,


para poder volver a verte alguna otra vez en la vida, mi muy
amado y querido Daniel, son estas humildes letras!, que te
estoy escribiendo, y además como escritor novel, y si no
tengo dinero en el bolsillo ni para un café: ¿De dónde podría
sacar yo el montón de dinero que vale un pasaje de ida y
vuelta a España?...

He decidido por ello, luego de los tres meses que he


tardado en escribir este libro, que lo voy a presentar al Premio
Planeta de las Letras, y no es precisamente por los 600.000 €
(euros), de la cuantía del Premio, sino y sencillamente para
tentar a la suerte, tentar a la suerte de un humilde contrato
que me den, y que me hagan por la puerta trasera, para
conseguir así el billete para verte, mi querido Daniel…

329
Mariano

Mariano
no el de la Virgen
mi amigo el ciclista
el ciclista de los más de 120
kilos digo
de peso

¡Pero qué buena que esta la comida!


Cordero al horno
y pollo a la brasa
¡y que no falten unos lomos de cerdo!
Así me mantengo en forma
a ver quién me quita lo bailado
y hasta la próxima carrera...

330
Rambo
Rambo, el ciclista
cuñado de Mariano
también del club
del club de los 120
y a la mañana
que buen bocata del almuerzo
¡pero que este año voy a subir los Lagos!
Los de Covadonga digo
media ración de bocata
y a comer más despacio
así dura más…

¡Pero qué sacrificio Señor


subir los Lagos de Covadonga!
el sudor que cae a chorros
reguero en la carretera
¡que no subo mí
Dios!
Pero sí hombre (yo a su lado)
suda y suda,
y arriba estoy
lágrimas por tus mejillas
lágrimas por las mías
no de sudor
lágrimas de emoción
¡Me ha tocado la lotería
del billete de esta mañana!
El año que viene
de nuevo,
¡media ración de bocata!…

331
La vida es como esa cuesta, tan dura y tan difícil para
todos, pero sólo hay que mirar el momento presente, si solo
miras al futuro, te desesperas, porque el futuro suele ser casi
siempre negro y muy incierto para todos, sólo tienes que vivir
cada momento presente, y no pensar en cuando volverás a
ver a tu papá, porque si lo piensas fríamente, y yo sé que lo
has pensado ya, seguramente no nos volveremos a ver
nunca más, que fue lo que me dijiste cuando me explicaste
porque te habías acostumbrado a vivir sin un papá. Pero yo
sé que nadie se acostumbra a vivir sin un papá ni una mamá,
y eso cuando se nos mueren siendo grandes: ¡Cuánto más
siendo tan pequeño como tú!

Por eso mi muy amado Daniel, desde esta lejanía


inmensa, del tiempo y de la distancia, y seguramente de toda
la vida entera, solo te puedo decir: ¡Que te quiero muchísimo!

332
Murcia

Mi tierra
mi tierra desconocida
aquella que creía mía
y no encuentro
y solo al paso.

Tierra de oros y de sangre


tierra de ocres y pardos
tierra de gentes
que viven
¡sin la lluvia
la lluvia que da la vida!...

333
Gentes sedientas
sedientas de vida
que fluye
fluye en medio del desierto
¡del desierto y vergel!…

334
Todavía he recordado otra, otra gorda aventura que
hicimos en Asturias con mi amigo Raúl.

Nos hicimos de una sola vez más de 300 Km., por las
durísimas cuestas de los macizos de esas montañas, de los
Picos de Europa, hasta llegar a Tresviso, y como estábamos
ya muy cansados, creímos que iba a ser más fácil que volver
hacia atrás, y desandar de nuevo todo el camino, con otros
300 Km. más, creímos que iba a ser más fácil bajar a Urdón,
por donde escalaban a Tresviso los montañeros. Pero claro
que siempre es más fácil bajar que subir, pero no con botines
de ciclismo, y con una bicicleta a cuestas cargada en la
espalda…

Cuando nos vieron aparecer en la base del macizo


montañoso, la gente se quedó asombrada y estupefacta,
porque habíamos bajado por donde suben los escaladores, y
con equipo y calzado especial…

Y recuerdo que nos dijeron: “¡¡¡Tenéis que tener los


cojones (los huevos o testículos) del tamaño de sandías o
melones!!!…”

Por eso me voy a subir todas las cuestas que pueda de


los altísimos Andes, porque ya que me subí todas las de
España, como la muy difícil de “Quebrantahuesos”, de 300
Km. en los Pirineos, cruzando desde Zaragoza en España
hasta Francia y vuelta de nuevo a España, subiendo dos
puertos de primera especial en la ida, y dos de vuelta, como
el “Mortirolo”, o “la muerte”, de lo duro que es, y con una
media o promedio de 25 Km. por hora: ¿Porque no voy a
intentarlo en los bellísimos, maravillosos, y agrestes paisajes
de los Andes de Latinoamérica?

335
Me voy a hacer todos los recorridos que pueda de los
Andes de Argentina, Perú y Bolivia, con puertos y precipicios
de montaña que llegan a los 5.000 metros de altura,
siguiendo la ruta del “Che Guevara” en su recorrido en moto
por Sudamérica, ¡pero yo lo voy a hacer en cambio, y en
bicicleta!…

Y te adjunto Daniel, a continuación, algunas fotos de


esas subidas y de esas montañas gigantes, Los Andes de
América, y te voy a escribir un libro sobre ello para ti también,
mi amado Daniel, cuando lo haga…

336
337
La verdad, en que cuando pienso en como escribí este
libro…

Casi sin medios ningunos, con las muy viejas y vetustas


computadoras, de los Ciber locutorios más baratos del Tercer
Mundo, porque muchas veces no tenía ni medio dólar, o el
cuarto de euro, o los dos pesos, que cuesta una hora de
ordenador o computadora en ellos...

Con mi vieja agenda electrónica, media rota ya también,


con el Word sin eñes y sin acentos, y con el diccionario en
idioma inglés, que me volvía luego loco, para corregir la
ortografía en castellano, porque todas las computadoras se
iban al diccionario en inglés, y por eso sé que todavía tendré
y me quedarán en el libro: ¡Muchísimos errores ortográficos!...

No digamos entonces: ¡De los días en que me quedé sin


comer, por no tener dinero! ¡Por no tener ni siquiera los cinco
pesos, o el euro, o el dólar y medio que valía un menú!...

Pero aun así, y pesar de lo imposible que fue, y de la


mucha, ¡muchísima hambre que pasé!, lo he escrito: ¡En una
lucha épica y heroica, contra todos los vientos, las mareas, y
las tempestades, que me trajo la vida!...

Por eso el gran Psicoanalista Jacques Lacan tenía


razón: "Lo imposible es lo único real que existe..."

Y por ello quiero consolarme, que aunque sea imposible


que tú, mi amado Daniel, y yo, nos volviéramos a ver, alguna
otra vez, en nuestra vida restante, quiero consolarme con la
esperanza de que aunque imposible ahora, podría llegar a ser
sin embargo, alguna vez real...

338
De + 54 9387 5845950
Fecha 20/9 hora 11:49
----------
Sergio:

Hay muchos días en que no como, porque no tengo


nada de dinero, y he perdido ya más de treinta kilos de
peso...

Debo ya el importe de 370 pesos de dos recibos de la


Luz, y ya no admiten más prórrogas.

Han dado ya la orden del corte, que se suspende si se


pagan las dos facturas...

Si cortan la luz, hay que cambiar toda la instalación


entera y el contador...

No pude avisarte antes, porque algunos de tus


familiares se llevaron hasta el balde de la ropa y el cable del
teléfono...

Confírmame por favor que has recibido los mensajes...

Francisco Antonio Cerón García


fcerong@gmail.com

339
340
El famélico mendicante…

Avive el seso y despierte


el alma dormida
contemplando
como se pasa
el hambre
como se viene
la muerte
tan callando...

341
Avive el seso y despierte
contemplando
al magro
al famélico
al escuálido
semblante
tan delgado
tan calavérico
tan cadavérico...

Avive el seso y despierte


contemplando
los segundos
los minutos
las horas
los días
las semanas
sin probar
ni un mendrugo de pan duro
sin degustar ni siquiera
una migaja...

342
Avive el seso y despierte
contemplando
como huelen las comidas
los perritos calientes
los pochochos y las palomitas de maíz
dulces y saladas...

Avive el seso y despierte


contemplando
como se cae el cuerpo
como se apaga
de a poco
y en poco
como se apaga toda y la misma
vida entera...

343
Avive el seso y despierte
contemplando
como pasan los amigos
cuando también pasan
el dinero y la diosa fortuna...

Avive el seso y despierte


contemplando
al famélico
y escuálido can
tan famélico
y escuálido
como uno mismo
y con las costillas al aire
y con los ojos de súplica
que en la primera comida
y después de semanas
de forzoso ayuno
le disputa a uno
un solo trozo sobrante de hueso...

344
Avive el seso y despierte
al hambre de los demás
y saciado y ahíto
de tanto comer
al hambriento can
el hueso sobrante
le fue dado
en obra mendicante…

Avive el seso y despierte


contemplando
como en mi propia
y muy amada tierra mía
y la muy noble
Salta La Linda
hasta los ricos se mueren
hartos y ahítos
mientras los pobres también
pero solo hartos
y del hambre...

345
Mi gran amigo “Gogo”, el lotero muy culto, y un ávido y
gran lector, de toda la literatura universal…

Y cuya Lotería está en la peatonal Alberdi junto al


Casino, y antes de la Avenida San Martín.

El me soportó en todos y mis muy terribles momentos de


gran desánimo, y lo que es peor, desánimo “literario”, cuando
me parecía que escribía para nada, para nada y por nada,,
que escribía algo absolutamente sin sentido, y que era todo
tiempo perdido…

El escuchó todas mis poesías y mi literatura, conforme


fui escribiendo este libro, y me dijo que no estaba escribiendo
para mí, ni siquiera para mi hijo Daniel…

Que estaba escribiendo para todo el mundo, y que lo


que estaba escribiendo era una gran obra, y muy
trascendente, de toda la historia de la literatura universal…

Pero más aún, él me dijo que yo le estaba dando una


identidad a mi hijo, escribiéndole este libro, y así el no tuviera
que sufrir el desarraigo, el desarraigo que yo mismo y todas
mis generaciones anteriores a mí y a Daniel, hemos sufrido, y
lo que es peor, en nuestras propias y muy amadas tierras:
¡España y Salta “La Linda”!…

Y también me dijo, que así no consiguiera volver a ver


nunca más a mi hijo Daniel (y a sus hermanos mayores
Sergio y Rubén), y en toda mi vida restante, me dijo que yo
había cumplido, había cumplido la palabra empeñada a
un hijo, la palabra de escribirle un libro, para que supiera
de donde venía…

346
Porque de momento, en que estoy terminando de
escribir este mi libro, mi chiquillo, mi changuito, mi adorado
niño, ni siquiera sabe, todavía no sabe, porque no me dejan
hablar con él, hace ya más de tres meses…

347
---------- Mensaje reenviado ----------
De: Francisco Antonio Cerón García <fcerong@gmail.com>
Fecha: 30 de agosto de 2010 09:50 horas.
Asunto: Siento que digas que te hago daño a ti, pero
muchísimo más que se lo hago al niño...
Para: Mercedes Escudero <*@gmail.com>

Mercedes:

Siento que digas que te hago daño a ti: ¡Pero muchísimo más
que digas delante del niño que le hago daño al niño y por
hablar con él!...

Y que por ello me digas delante de Daniel, insultándole a su


abuela materna, mi madre, y chillándome como una loca, en
este fin de semana pasado, y cuando ya hacen varios meses
en que no hablaba con él:

¡¡¡¡¡Que nunca jamás voy a volver a hablar con él!!!!!...

Todos los meses tienes los casi 500€ del desempleo, más
algunos meses el dinero que algún alma samaritana ingresa,
otros 200€, que hasta ahora no los había tocado, y aunque
estoy pasando y he pasado aquí muchísimas faltas, para que
dejaras de pasar hambre con el niño, aunque yo si la esté
pasando aquí...

Me dices que me tire por un puente porque no he aprobado


una oposición de la UNSa, y no te puedo enviar dinero
ninguno...

Ni me voy a tirar por un puente, y aunque te pesara a ti y a


todas las mujeres del mundo: ¡Voy a ser todo lo feliz que
pueda!..

348
Y si el niño fue a preguntarte si todavía me querías, eso salió
de él, y sin que yo le hubiera dicho absolutamente nada,
porque me dijo, y llorando, que no quería que yo me
divorciara de ti...

Pero la que se ha divorciado de mí has sido tú, y como una


loca, y me has echado de tu vida y de España, al quedarme
sin trabajo, en la calle, y en la indigencia...

Y ahora te pesa lo sola que estás, y me reclamas que te


envíe dinero a como dé lugar, así robe un banco o me corte
las venas, cuando en cambio, me decías que Argentina a
14.000 Km. era muy cerca, que me querías en Australia, a
28.000 Km., en las antípodas del mundo...

Yo lo siento en el alma, que ahora trabajes 16 o 18 horas, el


doble de horas que antes y ganando menos de la mitad: ¡Lo
siento de verdad!...

Pero yo no me paseé con un "novio o amigo" cerca de tu


trabajo, y delante de la arpía tía de tu Ex-Jefe, y siento que
por ello hayas perdido ese trabajo tan bueno, y ahora estés
acosada sexualmente y matándote, literalmente, de cocinera
de lunes a domingo: ¡De verdad que cuánto lo siento!

Espero que recapacites, y recuperes algo, del sentido común


y de la cordura, que pareces que has perdido completamente,
amargándote y amargándome a mi adorado y muy amado
hijo pequeño, y me permitas este próximo sábado o domingo
a la tarde, a partir de las seis o las siete, hablar con mi hijo, y
dejar que él hable conmigo...

Francisco Antonio Cerón García

349
fcerong@gmail.com

350
El odio

¿Cómo se puede
rezumar tanto odio?

Del amor que fue,


solo
odio…

Si lo hubo alguna vez,


el amor
solo
odio…

¿Cómo se puede
sentir tanto desprecio?

Rencor que anida


amargura que no pasa…

351
¿Cómo se puede
vivir sin perdonar?

¿Cómo se puede
vivir sin amar?

352
Mi adorado niño no sabe, no sabe, que su padre le
cumplió la promesa que le hizo en la Estación de Autobuses
de Murcia, no la que hubiera querido hacerle, de volver a
verle, sino y la de escribirle un libro, un libro que le diera, a él
y sus hermanos, su identidad, que le evitara el desarraigo que
sufrí yo mismo, y por tres veces en mi vida, y hasta en mi
propia y muy amada tierra mía, Salta “La Linda”…

Que le recordara desde esta inmensa lejanía del espacio


y tiempo, y que nos separa a ambos, que su padre lo tenía, y
lo tiene (y también a sus dos hermanos mayores), siempre
presente en su pensamiento, que le quería, y que le quiere (y
también a sus dos hermanos), y que no le había olvidado, ni
le olvidará nunca…

Y el libro lo he escrito, y la promesa, “La Promesa” que


le hice, la he cumplido, pero él no lo sabe todavía, y no sé si
lo llegará a saber alguna vez, alguna vez en su vida, y llegará
a leer este libro, a leerlo, y antes de que yo me muera…

353
354
Tercera Parte
Mi tiempo de la infancia y la juventud…

355
356
Capítulo Décimo Cuarto
El Vapor Provence…

357
Podría seguir hablando y así, durante todo el libro, de las
muchas, y muy malas, y cosas muy nefastas que me han
pasado, todavía me pasan, y seguramente me seguirán
pasando, en esta “suociedad” salteña.

Pero creo que es una pérdida de tiempo, por una parte,


porque yo no voy a cambiar, sobretodo y en cuanto a lo que
concierne a mi dignidad, que no permito, ni permitiré que me
la pisotee nadie, así sea y llegue a quedarme solo, y más que
solo, y para siempre, en esta mi tierra, y hasta la hora de mi
muerte, ¡si ya estoy demasiado solo de todas las maneras!:
¿Qué tendría yo que ganar por no seguir tan solo?, y en
cambio, creo que sí tendría muchísimo que perder,
empezando por mi propia dignidad...

Y creo decía, por otra parte también, que es una pérdida


de tiempo, porque ni los salteños, ni las salteñas, van a
cambiar tampoco su forma de ser, ni sus vicios adquiridos, ni
sus mañas consuetudinarias, que se pierden en la noche de
los tiempos de la conquista, y del medioevo español.

Salta es una sociedad total y profundamente medieval,


inserta en el siglo XXI sólo con un barniz de falsa
modernidad, como el teleférico, Internet, y los autos o coches
nuevos; pero en lo más profundo de sí misma, Salta todavía
está viviendo en el año 1492, pues todavía perduran todas las
costumbres y formas ancestrales de vivir de aquella época,
ya pasada y concluida en el resto del mundo, mientras que
aquí todavía está presente y plenamente viva...

358
Así todavía existe el derecho de “pernada”, como en la
España medieval, donde los “patrones” en los Valles
Calchaquíes, todavía duermen en la primera noche de bodas
con la “novia”, y donde en particular en el Luracatao se
acuestan todavía los tíos con las sobrinas, y los padres con
las hijas…

Una estadística publicada hace dos meses en el diario o


periódico local, “El Tribuno”, decía que la mitad de los
hogares en Salta son “monoparentales”, o sea madres
adolescentes, dejadas embarazadas por briosos sementales
masculinos, y todos los cuales desaparecen cobardemente,
como así son casi todos los hombres “salteños”, dejándolas a
ellas solas para la crianza de sus hijos, mientras que ellos se
cuelgan en el pecho, y como trofeos, y botín de guerra,
orgullosísimos, las medallas de las “vírgenes” volteadas…

Ellas, las madres solteras, que son la mitad de todas las


madres de Salta, al carecer de formación y educación, y no
ser profesionales, tienen que lavar, planchar, y hacer todos
los oficios más humildes, cuando no la prostitución, para
sacar adelante, y dar de malcomer a sus hijos, los hijos de los
“valientes” hombres “salteños”. Y los hijos terminan en las
bandas mafiosas organizadas, como las “patotas”, cuando no
en la droga, como la “falopa”:

¿Y no queremos que haya delincuencia? La vamos a


tener y más, toda la que nos haga falta, porque todos estos
“pecados” de la sociedad salteña, toda esta muy refinada
hipocresía, cubierta con el rito excelso de “las buenas
costumbres”, “los buenos modales”, y “la buena educación”,
se vuelven contra nosotros mismos...

359
Porque, por ejemplo, en esta salvaje sociedad feudal, no
es una ofensa dejar embarazada a la hija, menor de edad, de
un amigo, siempre que se haga con discreción y en silencio,
porque como decía el Tartufo de Moliere: "Pecar en silencio
no es pecar...", pero y en cambio, si es una terrible ofensa
cortejar a la hija, mayor de edad, de un amigo, solo y
exclusivamente leyéndole unas poesías, tal y como me pasó
el otro día, con la hija del Ingeniero Ebber (el dueño de la
Floristería Ebber) en que casi me querían matar por ello...

Por eso, por esta terrible hipocresía social, que tanto


gusta en Salta, con ella se encubre y se hecha un manto de
tierra, a todas las terribles maldades y todas las más atroces
injusticias, de esta muy salvaje sociedad, que solo da lugar,
fomenta y alienta, todas y las más vergonzantes
trasgresiones de la ley, cuando no y además, de cualquier
moral de todas las civilizaciones y culturas humanas...

No me importa predicar en el desierto, como Juan el


profeta de la Biblia, porque Salta es un desierto, un erial, falto
de amor, falto de bondad, falto de buenos sentimientos, y
donde sólo impera la maldad, sumamente refinada entre unos
y otros.

Es como digo, la España de todos mis antepasados, los


conquistadores, que vinieron a sangre y fuego, y a sangre y
fuego todavía se sigue viviendo en Salta.

360
Y sus descendientes, los que hoy día tienen todos los
apellidos más ilustres, y forman la más alta clase social,
reunida en un muy famoso y conocido club, que no citaré
para no crearme más enemigos de los que ya tengo, decía
que sus descendientes, viven todavía hambrientos, tan
hambrientos como todos sus antepasados, que se morían de
hambre en Extremadura, o cualquier otro sitio de la España
profunda, porque tenían títulos de nobleza, pero carecían de
tierras, y eso les obligó a venir a “hacer la América”.

Y sus descendientes están todavía “angurrientos”,


usando una misma palabra del medioevo español, y de sus
propios antepasados, así también los míos. Y no tienen límite
ninguno, y da lo mismo hacer los hijos con la mujer legítima
que con la indígena más fea, y la ambición, la avaricia, y la
codicia nunca se les termina, ni se les terminará.

Y no contaré historias verídicas, ciertas, reales, y


presentes, de muy importantes políticos, personas muy
ilustres, y empresarios, que pondrían los pelos de punta a
cualquiera, por su truculencia y morbosidad, porque si no
igual terminan ya, y de una vez por todas, rajándome las
tripas, o pegándome un tiro…

Es como decía mi padre, que en paz descanse, cuando


se acaba el amor en los matrimonios, cuando se acaba la
dialéctica y el diálogo, llega la paz de los cementerios, donde
nadie discute, pero donde no hay vida ninguna, así es como
estamos hoy en día, todo el resto de los salteños y salteñas, y
yo mismo: ¡Disfrutando de la paz de los cementerios en todas
y cada una de nuestras relaciones!...

361
Y como todo lo anterior, así es todo lo que he vivido
hasta ahora, en todos y cada uno de los planos de las
relaciones humanas y de convivencia en Salta, además del
político, sea el empresarial, sea el familiar, sea el
universitario, sea el académico, sea el femenino, sea el del
deporte, o sea el de amistad.

Por eso: ¡Estoy tan a gusto en Salta!, ¡Cada día me


gusta más estar en Salta de lo “buenas y muy maravillosas
personas” que son todos y todas! ¡Es la mejor gente del
mundo que habita sobre la faz entera de la tierra!...

Por eso, cuando mis amigos, cumpas, y familiares,


salteños todos, me dicen que no hable mal de Salta, que no
diga la verdad de lo que Salta es, y que nadie se atreve a
decir, pero que se habla en voz baja en todos los corrillos, yo
sigo en cambio, impertérrito, impasible, hierático, porque ya
que no me pudieron comprar mi voluntad, por el precio de mi
vida, y casi a tiros: ¿Por qué 28 años después podrían
comprármela por el precio de mi miseria?

Mi padre me enseñó, y desde muy pequeño, que se


pierde la vida antes que la dignidad, y que no hay que tirar
nunca la toalla, y no hay que dejar de seguir peleándola y
remándola, y ahora, con 50 años después de vivir con esos
valores: ¿Por qué voy a cambiar? ¿Porque Salta sea la cuna
de la “maldad por deporte”?.

362
---------- Mensaje reenviado ----------
De: Francisco Antonio Cerón García <fcerong@gmail.com>
Fecha: 2 de septiembre de 2010 09:26
Asunto: Re: La promesa (La Piedra Filosofal: Una receta
mágica para curar el alma malherida)
Para: “Una amiga sincera” <*_unsa@hotmail.com>

Estimada Amiga:

Ni siquiera he ido a ver el dictamen de la oposición en que


competimos los dos, y no sé sinceramente quién de los dos,
si tú o yo, habrá ganado...

¡Pero no me importa! ¡No me importa en absoluto! ¡Creo que


la amistad que me estás brindando es el regalo más
maravilloso que siempre podemos tener todos y cada uno de
los seres humanos!

Como digo y escribo permanentemente en mi libro, eso es lo


único que es trascendente en la vida de las personas, que
nos hace trascendentes...

Me gustaría volver a verte, pero aquí en Salta, invitar a una


mujer a tomar un café y leerle unas poesías, es toda una y
gravísima ofensa...

Y eso ya me ha pasado con cerca de mil salteñas, sean de la


Católica, de la UNSa, del Mercado San Miguel, o de la Plaza
9 de Julio...

363
En Europa y en EEUU, en el resto del mundo entero, se
considera un halago y una cortesía muy grande esta
invitación, así que si vos vas a ser la mujer número 1001 que
me va a rechazar la misma, ya no me pilla de sorpresa,
porque es nuestra incultura y nuestra ignorancia, nuestra
propia mediocridad la que nos hace ser así, a todos los
salteños y las salteñas...

Ayer vi, y recién por cuarta vez desde que le conocí y antes
de la elección al Rectorado,, al Sr., al Sr. que ayudé a ser
Rector de la UNSa, el Contador Víctor Hugo Claros...

Y me dijo, literalmente: ¡Que no diera tantas letras ni enviara


tantos mensajes!...

Me dejó estupefacto, porque la regla del silencio es propia de


la Iglesia y de la Política, pero del mundo académico, del
mundo del saber...

¡Esto es Salta! Una tierra de en general, y salvo honrosas


excepciones, de gentes mediocres, y por eso no se tolera, ni
se acepta la brillantez, la sabiduría, ni la humildad, porque
aquí prevalecen el amiguismo y la envidia más recalcitrante y
feroz...

Perdóname que me desahogue contigo, pero así estoy, como


si fuera una olla a presión que está a punto de estallar, y no
lo he hecho por personas como tú, que me han brindado su
amistad sincera y desinteresada, y por mis propias letras...

Pero lo peor de todo es: ¡Que yo también soy salteño y adoro


y amo y con verdadera locura a esta mi muy amada tierra mía
"Salta La Linda"!

364
¡Léete el libro y lo verás!...

Espero que seas al menos también, no solo la excepción


para brindar una amistad noble, sincera, y desinteresada, tal
y como yo lo hago siempre y con todas las personas, sino y
que también lo seas para llegar a escuchar unas poesías, o
tener una conversación agradable, o llegar a tomarte un
café...

Francisco Antonio Cerón García


fcerong@gmail.com
Mi número de móvil (llamando desde España) 0054 9387
5845950
Mi número de celular (llamando desde Argentina) 0387
155845950

365
---------- Mensaje reenviado ----------
De: Francisco Antonio Cerón García <fcerong@gmail.com>
Fecha: 26 de marzo de 2010 19:22
Asunto: He asumido que me moriré en esta mi tierra, con
todo mi saber y sin haber transmitido ni un ápice del mismo...

Para: Rectora de la Universidad Nacional de Salta: Stella


Bianchis <Stella_Bianchis@*.com.ar>
CC: Francisco Antonio Cerón García <fcerong@gmail.com>

Consultoría de
Desarrollo Estratégico

Estimada Rectora Stella Bianchis


Universidad Nacional de Salta (UNSa)
República Argentina

He estado reflexionando sobre mi intento de vincularme


académicamente a la UNSA, pero entiendo que hay una
dificultad muy seria con las normas del CONIEAU, ya que
según me indicó expresamente el Decano de Ciencias
Naturales, debería de adscribirme gratis durante dos años a
alguna cátedra, y realizar investigación para dicho catedrático
también gratuita, y posteriormente realizar durante uno y/o
dos años más suplencias y otros puestos, antes de que se
me considerara mínimamente en mi candidatura a cualquier
plaza docente en esta Universidad.

366
Entiendo que todo esto es adecuado para una persona joven
que acaba de obtener su título profesional, sin ninguna
responsabilidad familiar y que está mantenida por sus padres,
pero en mi caso particular, con todo un saber y experiencia
ya acumulados no es un camino que yo pueda realizar, y
menos a los años que ya tengo. Por todo ello sigo
ofreciéndole mi colaboración altruista enteramente a
disposición de la UNSA, pero no puedo trabajar gratis entre
dos y/o cuatro años para ser docente en la UNSA.

De todas maneras, ya he asumido que me moriré en esta


mi tierra, con todo mi saber y sin haber transmitido ni un
ápice del mismo, pues las dificultades que me han
surgido en la UNSA entiendo, en mi humilde opinión, que
son prácticamente insalvables, y veo que es imposible...

Indicándole expresamente mi agradecimiento, por la


consideración y gentileza que se me ha brindado, tanto de su
persona como por parte de todos los estamentos e
integrantes de la Universidad en su conjunto y al completo, le
saluda atentamente,

Francisco Antonio Cerón García


fcerong@gmail.com
Mi número de móvil (llamando desde España) 0054 9387
5845950
Mi número de celular (llamando desde Argentina) 0387
155845950
Sent from Salta (Argentina)

367
---------- Mensaje reenviado ----------
De: Francisco Antonio Cerón García <fcerong@gmail.com>
Fecha: 25 de marzo de 2010 19:35
Asunto: He asumido que me moriré en esta mi tierra, con
todo mi saber y sin haber transmitido ni un ápice del mismo...
Para: Desiree D'Ambrosio <*@ucasal.net>

CC: "Rector de la Universidad Católica de Salta: Dr.


Alfredo Gustavo Puig" <*@ucasal.net>, "Vicerrector Dr.
Gerardo Vides Almonacid" <*@ucasal.net>, "Decana Lic.
Graciela Pinal del Cid" <*@ucasal.net>, Directora Silvia
Álvarez <*@ucasal.net>, Secretaria del Rector Irene Helena
Bauch <*@ucasal.net>, "Ing. Oscar Álvarez" <*@ucasal.net>,
Carolina Romano <*@ucasal.net>, "Dr. Carlos Francisco
Sánchez" <*@ucasal.net>, "Dr. Carlos Francisco Sánchez"
<*@ucasal.net>, "CC Lic. Dante A. Chávez" <*@ucasal.net>,
"Lic. María Helena Teseira" <*@ucasal.net>, Licenciado
René Alejandro Ramos <*@ucasal.net>, "Lic. Roberto Cadar"
<*@ucasal.net>, "Ing. Claudio Mondada Decano de la
Facultad de Ingeniería" <*@ucasal.net>, Francisco Antonio
Cerón García <fcerong@gmail.com>

368
Consultoría de
Desarrollo Estratégico

Estimada Ing. Desiree D'Ambrosio


Vice Decana de la Facultad de la Escuela de Negocios
Universidad Católica de Salta
República Argentina

He estado reflexionando sobre la nueva propuesta del curso


de Postgrado, que hice en su persona a la Escuela de
Negocios, pero entiendo que hay una dificultad muy seria con
el idioma inglés en que están redactados todos los
documentos originales, y me parece que debido a ello no se
inscribiría prácticamente nadie en el curso, por lo que tal vez
fuera conveniente antes que tener un fracaso estrepitoso,
dejarlo definitivamente para siempre.

De todas maneras, ya he asumido que me moriré en esta


mi tierra, con todo mi saber y sin haber transmitido ni un
ápice del mismo, pues las dificultades que me han
surgido en la Universidad Católica entiendo, en mi
humilde opinión, que son prácticamente insalvables.
Como ejemplo, además de la imposibilidad de hacer nada en
la Escuela de Negocios, lo he intentado en varias de las
facultades de la Universidad Católica, y veo que es
imposible...

369
Indicándole expresamente mi agradecimiento, por la
consideración y gentileza que se me ha brindado, tanto de su
persona como por parte de todos los estamentos e
integrantes de la Universidad en su conjunto y al completo, le
saluda atentamente,

Francisco Antonio Cerón García


fcerong@gmail.com
Mi número de móvil (llamando desde España) 0054 9387
5845950
Mi número de celular (llamando desde Argentina) 0387
155845950
Sent from Salta (Argentina)

370
---------- Mensaje reenviado ----------
De: Francisco Antonio Cerón García <fcerong@gmail.com>
Fecha: 19 de agosto de 2010 07:24
Asunto: Amaranto Catering Integral at the high mountains of
the Andes.
Para: Luis Scheistel <amarantocatering@hotmail.com>
CC: Francisco Antonio Cerón García <fcerong@gmail.com>

Estimado Luis:

Aquí va la versión final del dossier corporativo que me


encargaste para la licitación de tu empresa en Minas
Pirquitas, de la Minera Anglo Canadiense, en castellano y en
inglés, y he dejado de dar mis clases durante tres días para
poderlo terminar, trabajando exclusiva y solamente para tu
empresa...

Como he estado trabajando también finalmente toda la


noche, y puedo haber cometido algunos errores graves, le
voy a pedir a tu amigo, el Ingeniero Marcelo Ebber, que haga
el favor de pedirle a su hija que domina inglés, que le eche un
vistazo...

En cuanto a los ciento veinte pesos que me dejaste (25 euros


o 40 dólares), ya que dices que te han dicho en Salta, que
este trabajo se hace muy fácilmente y en una hora, lo
considero como un préstamo, y que te devolveré en cuanto
me sea posible, y así te regalo el mismo, ya que en Europa
un dossier Corporativo como este podría llegar a valer como
mínimo unos cientos de miles de euros…

Francisco Antonio Cerón García


fcerong@gmail.com
Celular: +54 9 387 5 845 950

371
Amaranto Catering Integral
Professional caterers in Salta (Argentina)

Amaranto Catering Integral is pleased to service the


whole of Salta, in the North of Argentina providing catering
services, equipment hire, and that personalised, professional
service that clients of Caterers Amaranto Catering Integral
have come to expect.

Whether you are organising an event for hundreds of


people, or would simply like to surprise your wife with a
romantic dinner-for-two, Caterers Amaranto Catering Integral
will be happy to provide you with much more than food.

Having worked for years catering primarily to the English-


speaking residents of Salta (Argentina), our caterers are fully
bilingual and also specialised in various types of international
cuisine. This is not your typical Argentinian catering service!

Catering at its finest

Caterers Amaranto Catering Integral prides itself on


using the best quality ingredients: friendly and knowledgeable
staffs, prices that will fit your budget, and recipes to tantalise
your taste buds and invigorate your senses... see for yourself
and view Caterers Amaranto Catering Integral's menus.

372
About Amaranto Catering Integral

We are caterers in Salta made up of a team of


professional caterers that have been working with some of the
area's leading event-organizers since 2001.

Corporate Catering

Amaranto Catering Integral can provide a variety of


menus for your corporate events. For example:
• Breakfast buffets and coffee breaks
• Canapés for opening parties
• Finger food
• Sandwich platters
• Food delivery service
• Formal lunches or dinners
• Business functions
• All day catering for corporate open days
• Office, Christmas and New Year parties

We can provide small marquees, full bar set-up, waiter


service, and linens in your corporate colours.

We also hire equipment that people need for their


events.

373
Number 1 for Salta catering

There are many reasons why you might want to hire a


personal catering company at the high mountains of the
Andes. Whatever the event, Amaranto Catering Integral,
based in Salta, is the ideal choice.

We are able to cover the entire stretch of the Andes.


Whether you are looking for wedding caterers in Salta, party
caterers or corporate event catering, Amaranto Catering
Integral has qualified and professional staff available for any
event.
Our chefs and waiters have many years of experience at
the highest levels. Take a look through our website to view
our experience.

If you need a personal caterer in Salta or anywhere at


the Andes’s High Mountains and want food that is not just
prepared, but actually MADE WITH LOVE, then contact us
now!

Are you a great host wanting to offer something


exclusive to your guests?

Would you like to throw more parties at home but can't


face the stress?

Amaranto Catering Integral offers its personal catering


services in Salta so you have time to enjoy being with your
guests.

374
General description

Our aim is to ensure that your event is unique, for which


reason we guarantee you a personalized and exclusive
service, designing bespoke menus and adapting to your
needs.

Quality catering service for wedding receptions,


banquets, buffets, gala dinners, office parties, business
meals, coffee breaks, etc.

Facilities, services and equipment Weddings

Making your wedding day an unforgettable experience


does not necessarily mean that you have to go to great
expense. At Amaranto Catering Integral, you can organize the
wedding of your dreams, without having to skimp on details.

Banquets

Whatever your needs, we can offer you functional and


economic menus suiting any type of event: business
meetings, informal dinners and lunches, groups and
incentives.

Buffets

Our broad choice of menus means that we can provide


you with the most varied buffet service. With your help, we will
design a menu fully satisfying your needs.

375
Gala dinners

On occasions, an excellent service is not enough and


details are what really count. At Amaranto Catering Integral,
we know meaning of the phrase “We want to offer you
something more”.

Coffee breaks

At Amaranto Catering Integral, we know that time is


sometimes too short for lunch or dinner, but that does not
mean that you cannot offer meeting attendees a working
breakfast or a mid-morning coffee break.

Daily food service´s staff

Daily food service´s staff for plants and mines.

376
Amaranto Catering Integral’s Main client list

1. Hotel Las Lajitas:


We were hired to make the selection and training of staff
in the areas of kitchen, bar and restaurant. In charge for
organizing and coordinating events. We offer our services in
this institution from October 1997 to December 2001.
2. Tourist Hotel Santa Maria in Catamarca:
In charge for the organization and coordination of events
during 2001.
3. Cabañas 2001:
In charge for the service of lunch and dinner, for a
thousand people per day during 2001.
4. Popeye Baseball Club:
In charge of the service dealer’s Party Hall, with capacity
for 350 people.
5. Valvanera Fifth Ballroom in San Luis in Salta:
In charge of the service dealers.

377
Our firm has all the formal requirements of
enablement and operational capacity, namely:

1. Liability insurance.
2. Risk Insurance Work (ART).
3. Bachelor in safety and hygiene. Nutritionist (for
menus).
4. Trained kitchen staff.
5. Vehicles and equipment and utensils appropriate to
cover the logistics of providing our services.
6. Awareness and strict enforcement of standards and
Hazard Analysis
7. Critical Control Points (HACCP) and Good
Manufacturing Practices (GMP).
8. As Amaranto Catering Integral ongoing training we
believe it to excellence and quality, managers of the company
we are currently conducting training courses:
9. Professional Cookery with a duration of 2 (two) years,
by Mariano Bauer at the Culinary Institute Argentino (IGA).
Sommelier course with a duration of 4 (four) months, by Luis
Scheistel at the Instituto Argentino Gourmet (IGA).

378
Amaranto Catering Integral, want to have the opportunity
to start with your organization a long and prosperous business
relationship, satisfying all their needs and solve all their
problems.

Sincerely yours,

Luis A. Scheistel

Managing Partner

We are based in:


Av. Arenales esq. Av. Bolivia
4.400 Salta (República Argentina)
Tel: (+54) 387
Fax: (+54) 387
Cuit: 23-10925139-9
Email: AmarantoCatering@hotmail.com

379
Amaranto Catering Integral

El éxito de sus celebraciones es el objetivo de Amaranto


Catering Integral.

Para ofrecerle un conjunto de la más alta calidad, hemos


reunido un gran equipo de profesionales, que le asesorarán
en la organización del evento, o si lo prefiere se encargarán
hasta del último detalle.

Amaranto Catering Integral es la solución para sus


eventos con calidad y servicio, preparando menús
personalizados y ajustados a sus necesidades. ¿Desea
impresionar a sus invitados? Queremos poner al alcance de
su mano nuestro alto nivel de profesionalidad y la excelente
relación calidad precio.

Nuestros servicios abarcan desde un servicio de bar,


hasta la Boda mas sofisticada. Nuestro objetivo es que su
evento sea único, por lo que garantizamos un trato
personalizado y exclusivo, creando menús a medida y
adaptándolos a sus necesidades.

380
Ofrecemos además los servicios de cenas de fin de año,
coffee break de reuniones de negocios y eventos, servicios
de comida diarios del comedor del personal de la planta y/o
de los yacimientos mineros.

Somos una empresa con probada experiencia en la


presentación de servicios gastronómicos y de catering, que
posee un serio compromiso con la calidad y la atención de
nuestros clientes, y tenemos la capacidad y el compromiso de
poder cumplir con sus más altas exigencias.

Nuestra firma cuenta con todos los requisitos formales


de habilitación y de capacidad operativa, a saber:

1. Seguros de responsabilidad civil.


2. Aseguradora de Riesgo de Trabajo (ART).
3. Lic. En seguridad e higiene. Nutricionista (para menús
especiales).
4. Personal de cocina debidamente capacitado.
5. Vehículos y equipamiento de cocina adecuados para
cubrir la logística de prestación de nuestro servicios.
6. Conocimiento y aplicación estricta de las normas de
Análisis de Peligros y
7. Puntos Críticos de Control (H.A.C.C.P) y de las Buenas
Prácticas de Manufactura (B.P.M).
8. Como en Amaranto Catering Integral creemos que la
capacitación permanente hace a la excelencia y a la
calidad, los responsables de la empresa nos
encontramos en la actualidad realizando cursos de
capacitación:

381
9. En Cocina Profesional con una duración de 2 (dos) años,
Mariano Bauer, en el Instituto Gastronómico Argentino
(IGA) filial Salta. Curso de Sommelier con una duración
de 4 (cuatro) meses, Luis Scheistel, en el Instituto
Gastronómico Argentino (IGA) filial Salta.

Algunos de Nuestros Clientes:

1. Hotel Las Lajitas:


Fuimos contratados para realizar la selección y la
capacitación del personal de las áreas de cocina, bar y
restaurante. Encargados de la organización y coordinación de
eventos. Prestamos nuestros servicios en dicha institución
desde Octubre de 1997 a Diciembre de 2001.
2. Hotel de Turismo de Santa María en Catamarca:
Fuimos los encargados de la organización y
coordinación de los eventos durante el año 2001.
3. Cabañas 2001:
A cargo del servicio de almuerzo y cena, para 1000 (mil)
personas por día durante el año 2001.
4. Popeye Béisbol Club:
Concesionarios del Salón de Fiesta, con capacidad para
350 personas
5. Salón de Fiestas Quinta Valvanera de San Luis en
Salta:
Somos los concesionarios del servicio.

Amaranto Catering Integral, desea tener la oportunidad


de poder iniciar con su organización una relación comercial
prospera y duradera, satisfaciendo todas sus necesidades y
resolviéndoles todos sus problemas.

382
Atentamente.

Luis A. Scheistel

Socio Gerente

Nos encontramos en:


Av. Arenales esq. Av. Bolivia
4.400 Salta (República Argentina)
Tel: (+54) 387
Fax: (+54) 387
Cuit: 23-10925139-9
Email: AmarantoCatering@hotmail.com

383
Así que como se puede deducir del brillante dossier
corporativo de las páginas anteriores, tanto en inglés como en
castellano, el gran problema de toda Salta: ¡Es su enorme
mediocridad y también su enorme ignorancia! ¡No se hizo la
miel para la boca del asno! ¡Y aquí en Salta en mi propia y
muy amada tierra mía son casi todos burros por su supina
ignorancia!...

Y los “piropos” favoritos que siempre están en boca de


todos los “salteños” y las “salteñas”, y que me dedican a mí y
a cualquiera que venga de afuera, siempre, y “con sumo
cariño”, son: “Verborrágico”, “Yoísta”, “Ególatra” y
“Egocéntrico”, “Dañino”, “Rencoroso”, “Inadaptado” y
“Desubicado”, “Taimado” y “Desconfiado”, “Chanta” y
“Fantasma”, o sea mentiroso…

Ya escribí un poco más atrás, y en las primeras páginas


de este mismo capítulo, en la página 601, lo que me dijo el
actual Señor Rector de la Universidad Nacional de Salta, el
Contador Víctor Hugo Claros, y delante del Señor Vicerrector,
el Dr. Hugo Bosso, y cuando nos encontramos hace unos
pocos días y en la misma Cafetería Central de la UNSa: “que
no diera letras”, evidentemente, como en Salta es “un pecado
hablar”, por lo tanto, decir “letras” en Salta, es ser tomado por
“Verborrágico”…

Porque de lo que hablo, de lo que estoy hablando, estoy


hablando y de: "El Poder de las ideas", el poder de los
significantes...

Un hombre pequeño, muy pequeño, cambio toda la


historia y el destino de un gran país, su país, y con solo el
poder de las ideas...

384
Claro que hablo de Mahatma Gandhi, y de la India...

Jesucristo, Buda, y muchos otros, también cambiaron


toda la historia de la Humanidad entera, y sin llegar a pegar
siquiera ni un solo tiro, ni un solo sablazo...

Y yo ahora, más indefenso y desarmado que nunca, y en


toda mi vida entera, solo tengo, y como única arma, solo
tengo y como todos ellos, solo tengo "el poder de las ideas",
el poder de estas mis muy humildes letras, para cambiar, no y
ya el destino de la Humanidad entera, sino solo y
sencillamente, mi propio destino...

Salta, Salta toda y entera, proyecta sobre mí, todo lo que


ella misma es...

"Dime de que presumes y te diré de que careces..."

Y después de más de una semana completa, sin comer


absolutamente nada, todo no me parece difícil, sino y ya
imposible...

Algunos miembros del grupo Gamma, evangelistas de la


Asamblea de Dios, me consideran un endemoniado, un
maestro del Vudú, y un adorador de Satán, ellos no esperan a
nadie, a nadie que no sea al mismo demonio, y muchísimo
menos a Jesús...

385
Pero es verdad, que así me muriera de hambre, aunque
toda Salta, toda Salta y todos los Salteños y Salteñas, me
han abandonado a mi propia suerte, y me consideran un
deambulante, un abandonado, un mendigo, y un paria, como
me dijeron el otro día en la Universidad Nacional de Salta,
UNSa, y en mi propia tierra, si es verdad, sin embargo, que
Dios no me ha abandonado, y por eso estoy, en una total y
permanente comunión mística con Él, en un estado de
verdadera santidad, porque en mí, y a diferencia de casi todo
el resto de los Salteños y las Salteñas, en mi si habita, habita
permanentemente, siempre y perenne: ¡Habita su Espíritu
Santo!...

386
Escribir

Escribir
¿para qué?
si ha de ser leído
¿por quien?
¿qué escribir?
¿escribir del amor?
¿escribir de la lucha por la vida?
¿y de la lucha por la muerte?

Porque con ella estamos


en lo más dentro
allí anida
¡somos nosotros mismos!…

387
Pero muchísimo peor todavía, es ser “brillante” en Salta,
una tierra de, en general, y salvo muy contadas y honrosas
excepciones, una tierra de gentes muy “mediocres”, por lo
cual ser brillante en Salta, es ser tomado por “Yoísta”,
“Ególatra” y “Egocéntrico”, “Chanta” y “Fantasma”…

Y por último, y ya como colofón, no aceptar “las muy


refinadas normas, costumbres, modales, y educación
salteñas”, lo que constituye el núcleo de la muy profunda
“hipocresía social” salteña, es ser tomado por un “Dañino”,
“Rencoroso”, “Inadaptado” y “Desubicado”, “Taimado” y
“Desconfiado”…

Y si no cuento ni digo nada de todos los políticos, todos


los empresarios, todas las personas muy ilustres, y de todos
los mafiosos de Salta: ¡Es porque sino me podría llegar a
costar y literalmente la vida!...

Así que mejor en eso, en eso sí que me quedo, y me


quedaré callado y para siempre, pero en todo lo demás: ¡En
todo lo demás no!...

388
Conversación con una Santiagueña sobre “La
Promesa”…

Ana Alderete 14 de octubre a las 9:46

¡Hola Francisco!

Mi nombre es Ana...

Yo soy una persona humilde, pero me gustaría de todo


corazón contribuir a que tenga usted la oportunidad de seguir
adelante...

Yo soy de Santiago del Estero, en la Argentina, aunque


ahora por razones del destino, estoy viviendo muy lejos de mi
tierra...

389
Desde el día que lo agregué al Facebook me llamaron la
atención sus comentarios, y aunque no sé cómo llego usted a
mis contactos, o porque extraña razón de la vida, un hombre
con la preparación que usted parece tener, se encuentra en
una situación tan difícil en estos momentos...

Y es esa básicamente la idea que me conmueve a


preguntarle, como hacerle llegar ese dinero que esta
necesitando para la impresión de su libro.

Yo soy una persona humilde, pero me gustaría de todo


corazón contribuir a que tenga usted la oportunidad de seguir
adelante.

Me despido atentamente...

Ana Alderete
(Enviado a través de Facebook Móvil)

390
Francisco Antonio Cerón García 14 de octubre a las 10:01

Estimada Ana:

Ante todo agradecerle por su enorme solidaridad y


bondad...

Si ciertamente, con formación universitaria, y con un


currículum de muy alto ejecutivo, he estado pasando, y
literalmente, hambre, durante todo este mes pasado, y en mi
propia y muy amada tierra mía, Salta "La Linda"...

Esas son las cosas que aunque parecen muy injustas,


sin embargo a veces nos pasan en la vida...

Ana Alderete, esta muy humilde mujer, madre y esposa


santiagueña, y para quien yo soy todo y un completo
desconocido, me dio la mayor lección de solidaridad y
humanidad de toda mi vida entera, ayudándome, y sin buscar
ningún interés o beneficio personal, en la impresión y envío
de mi libro a concursar al Premio Planeta de las Letras, con
una transferencia que me hizo desde Miami, en EEUU, y
cuyo recibo de caja he adjuntado en la página siguiente.

Por ello le prometí, que si mi libro se llegase a editar y


publicar algún día, que mi primer ejemplar se lo autografiaría
a ella, y en persona si pudiera…

391
392
Francisco Antonio Cerón García 15 de octubre a las 9:40

Para ayudarme a la impresión de mi libro, me puede


enviar un giro a través de la Western Unión, a mi domicilio
postal, con las siguientes señas:

Francisco Antonio Cerón García


Las Orquídeas 178
Villa Las Rosas
4.400 Salta (Argentina)
República Argentina

fcerong@gmail.com
Mi número de móvil (llamando desde el resto del mundo)
0054 9387 5845950
Mi número de celular (llamando desde Argentina) 0387
155845950

También puede usar una tarjeta Visa, Aurora, American


Express, o Mastercard, en mi cuenta en Paypal:

€ Euros:
https://www.paypal.com/cgi-bin/webscr?cmd=_s-
xclick&hosted_button_id=64E95UZ2SMWKA

U$D Dólar:
https://www.paypal.com/cgi-bin/webscr?cmd=_s-
xclick&hosted_button_id=E7WQQ3W5B5MHU

O desde España y Europa, puede hacer directamente un


ingreso en La Caixa:
2100 4366 53 0200029422 (CUENTA CORRIENTE)
Titular: Francisco Antonio Cerón García

393
Francisco Antonio Cerón García
Te agrego Ana, el comentario que envié a una lectora
“Salteña” de mi libro, con mis respuestas a sus preguntas:
Yo nunca escribí ni dije que combatí en el frente en las
Malvinas; si lees bien mi libro, verás que sólo digo que
participé en dicha guerra, pero y en la RETAGUARDIA...
Así que no te he mentido, ni a ti ni a nadie...
En cuanto a mis hambres, es cierto que lo son, y como
todos los seres humanos, lo son de afecto y de hambre...
La de hambre he vuelto a tener trabajo, aunque poco,
pero suficiente para volver a subir 6 kilos, y de momento está
solucionada...
El hambre de afecto es muy difícil de solucionar, porque
no busco una mujer para sólo un rato de placer y dejarla
tirada...
Yo busco a mi musa inspiradora, el lugar más difícil que
pueda llegar a ocupar nunca ninguna mujer...
En cuanto a lo del sacerdote, como psicoanalista que
soy, 28 años me psicoanalicé, y como católico también me
confesé y durante muchos años...
La soledad es algo que he aprendido a aceptar, y como
me dijo una vieja, muy culta y sabia mujer:
"Francisco, todos los grandes, todos los grandes poetas
se quedan solos, y usted: ¡Usted es de los más grandes!..."

394
En cuanto a Salta, no es un problema conmigo, sino la
cultura e idiosincrasia común de todos los salteños y
salteñas...
No tengo tampoco adonde ir, y si quieres saber el
porqué tendrás que leerte entero mi libro, porque
precisamente escribí más de mil doscientas páginas para
contarlo...
Y por cierto que no te quedes en el principio, donde
hablo de lo malo de Salta, hay que llegar por ejemplo hasta el
capítulo final, donde escribí cerca de trescientas páginas
sobre: “El Milagro de Salta, el Milagro del Amor y de la Vida
Misma”…
“La Promesa”…
http://www.slideshare.net/fcerong/la-promesa-version-final

395
Que tristeza (Conversación con una "Salteña"...)
http://www.slideshare.net/fcerong/que-tristeza-
conversacin-con-una-saltea

Y esta también, que adjunto a continuación, es la


“conversación” con una “salteña”, que refleja la “bondad” de
casi todas ellas y ellos (y yo soy también “salteño”…),
mientras que despreciamos a los “santiagueños”, por su
pobreza y humildad…

¡QUE TRISTEZA!...
Entre Tú y Florencia Solange Zupan

Florencia Solange Zupan 17 de octubre a las 12:18 Denunciar

EN TU MURO NO HAY NINGUN MENSAJE QUE TE


ENVIEN LOS AMIGOS, A PESAR DE TENER TANTOS, NI
SIQUIERA DE TUS HIJOS...

DEBERIAS HACER UNA ATENTA LECTURA DE ESO...

396
Francisco Antonio Cerón García 17 de octubre a las 15:17
Tal vez tú, con tu bondad, me podrías decir la
interpretación de ello, porque yo tampoco la sé...
A veces pienso que no es un problema tuyo personal,
Solange, sino y de Salta, de Salta toda y de su cultura,
porque por ejemplo, en mi cumpleaños me llegaron más de
dos mil felicitaciones por email de todo el mundo entero,
menos de Salta...
La docena de amigos que yo creía que tenía de toda la
vida en Salta, todos sabían, y perfectamente, y a ciencia
cierta, que en ese mi día, el día de mi cumpleaños, no
había comido nada, y que llevaba más de un mes sin
comer absolutamente nada, como no fueran unos vasos
de agua, habiendo perdido más de treinta kilos, y
estando con conjuntivitis, otitis, faringitis, sinusitis, y
gastroenteritis...
Uno de ellos me encontró en ese mismo día, un
empresario de Salta, y me dijo: ¡Cagate!...
¿Porqué?, le pregunté, y me dijo, que me cagara por
haber dicho que no a un puesto de “Ministro”...
Yo le dije que yo no estaba en la "mordida", como estaba
él y casi todos los "salteños" y las "salteñas", y que bien me
podría llegar a morir de hambre, pero sólo pobre y honrado...
De mis hijos, te recordaré el dicho, que dice: "un padre
es para cien hijos pero cien hijos no son para un padre"...

397
Pero a pesar de todo puedo estar muy orgulloso de ellos,
porque por ejemplo el mayor, Sergio David, me pagó mi cuota
de la Real Sociedad de Física Española, para que no me
dieran de baja, y los casi quinientos pesos los pagó de sus
muy magros recursos como estudiante universitario, haciendo
las changuitas (chapuzas) que pudo y sin decirme nada,
hasta que estuvo pagado el recibo...
Del otro, Rubén Darío, el que se tiró por el balcón, me
basta conque siempre le dice y le recuerda a su hermano
pequeño, cada domingo que van a verlo los mayores, que su
padre le quiere muchísimo y no le olvida, ni le olvidará
nunca...
Del pequeño, al que escribí el libro, todavía no ha dejado
de adorarme, dicho por él cuando pude hablar después de
muchos meses el domingo de mi cumpleaños, cuando su
madre olvidó su rencor y odio, y me llamó para que Daniel me
felicitara el cumpleaños...
Hoy día tampoco he comido, pero no me preocupa,
porque al menos ya llevo una semana comiendo día por
medio...
Yo de Salta, la tierra que me dio la leche materna, la
tierra que me crió, la tierra a la que regalé el Plan de
Desarrollo, que valía un millón de euros (en aquella época
más de 3 millones de dólares), y cuando el Gobierno de
Salta, me pidió un número de cuenta para hacer el ingreso
del dinero, yo le dije que el PUEBLO TODO DE SALTA, el
pueblo todo de Salta, ya había pagado la factura...

Yo de Salta no espero nada, como no sea el oprobio,


el desprecio, el hambre, las enfermedades, y la muerte...

398
Que es lo que llevan casi todos los salteños y las
salteñas en su corazón...

Y eso es lo que se dan y se regalan entre ellos mismos,


y regalan a todo el que viene...

Como me dijo una santiagueña, y con lágrimas en los


ojos, cuando leyó mi carta...

Y como querer cambiar a Salta, y contar las cosas de


Salta, es hacer como el Quijote, y luchar contra molinos de
viento, para nada y por nada, así que entonces, y por todo
ello, seguiré el relato y el guión inicial, volviendo hacia atrás
en el pasado, y ahora, en lugar de continuar con mi historia
en España, ya de adulto y hombre maduro, cosa que haré
más adelante, relataré ahora mi historia desde mi nacimiento,
hasta mi niñez y mi juventud, en esta mi tierra salteña…

399
En la página siguiente, la foto del banco de la soledad,
enfrente del Cabildo de Salta, en la Plaza 9 de Julio, que ha
resultado ser “el amigo más fiel de Salta”, mi propia y muy
amada tierra mía, y donde un conocido pasó y me dijo: “que
estaba hecho un turista permanente”, a lo que le contesté:
“que sólo faltaban que se me fueran cayendo los euros del
bolsillo”, y donde empecé a redactar este libro, escribiendo el
prólogo, en mi pequeña agenda electrónica…

A la izquierda de la mesa, y al lado de la computadora


que se rompió, está uno de los álbumes, de la media docena
en total de álbumes de fotos, y de treinta años hacia atrás de
antigüedad, entre Argentina y España, fotos ya históricas, y
que usé también, para escribir este libro…

Las pude escanear, a todas y cada una de ellas, y con


una enorme paciencia y trabajo, porque la computadora u
ordenador ya funcionaba tan mal, que muchos días ni se
llegaba a encender, y al día siguiente de escanear a la última
foto se rompió y para siempre…

En total usé, y para escribir a este libro, más de 5 DVD


completos, de fotos y todas originales…

400
“El Vapor Provence”, así se llamaba el barco que me
trajo desde mi España y mi Europa natal, a esta mi tierra,
Argentina, hace ya medio siglo, el día dieciséis de febrero del
año mil novecientos sesenta.

Como ya te conté, Daniel, tu abuelito, Francisco Cerón


Periago, mi padre, era de muy de izquierdas, mientras mi
abuelo, Antonio Cerón Baño, era muy de derechas.

Ocurrió en la posguerra, que quisieron matar al abuelito,


después de la guerra civil española del año 1936 al 1939, con
más de un millón de muertos, y con infinidad de barbaridades
y atrocidades por parte de ambos bandos.

En ninguna guerra, en ninguna causa o contienda,


donde medie la violencia, hay causa justa ninguna, y es
precisamente en las guerras, con la acción de la ley
suspendida, y donde cualquier fin justifica los medios, es allí
precisamente donde el ser humano saca todo lo peor que
lleva dentro de sí mismo, y que fue en lo que pasó en la
guerra civil española, al igual que en tantas otras guerras tan
viejas como la misma historia de la humanidad, una guerra
siempre entre hermanos de sangre, y se llegaban a matar no
sólo los enemigos desconocidos, sino y además, y con la
mayor de las sañas posibles, parientes y familiares entre ellos
mismos.

Mi padre, en la terrible dictadura que siguió al fin de la


contienda, no encontró otra mejor manera de ser demócrata
en la post-guerra, que contar en los bares del pueblo las
derrotas del eje, o sea de los aliados del General Franco,
Hitler de Alemania, y Mussolini de Italia, y fue Franco quién
quedó gobernando a España, después de la guerra civil, y
durante casi cuarenta años.

401
Cuando todo esto llegó a oídos del Gobernador Civil de
Murcia, la autoridad militar en ese entonces, este ordenó que
mataran a mi padre, dándole el conocido “paseo”, que fue lo
mismo que le hicieron al famoso poeta García Lorca de
Granada, y entonces el alcalde de Alhama de Murcia, que era
quien tenía que ejecutar la orden, fue quien se lo dijo a tu
bisabuelo Antonio, que a la sazón era el director de la primera
Caja de Ahorros que hubo en el pueblo, y ambos, que eran
muy amigos, y al propio riesgo de sus vidas, acordaron
esconderlo para no matarlo.

Así estuvo viviendo escondido mucho tiempo tu abuelo,


hasta que cuando conoció y se casó con mi madre, tu abuela,
María García Viudez, al tener ella parientes cercanos en
Argentina, que era su tío salteño, Antonio García Pardo,
hermano de su padre, y bisabuelo tuyo y abuelo mío, el
también salteño, Juan García Pardo.

Decía entonces que cuando se casaron, mis padres


decidieron, ambos y de común acuerdo, ir a “hacer la
América”, tal y como ya lo habían intentado tus tatarabuelos y
bisabuelos míos, hacía ya más de un siglo atrás, Don Miguel
García y Doña Mariana Pardo Lorca. Y me llevaron de
“paquete”, en el paquebote o barco, pues yo estaba recién
nacido.

Mi abuelo y bisabuelo tuyo, y padre de mi madre, Juan


García Pardo, también estuvo en la cárcel, tal y como estuvo
todo aquél que le tocó la desgracia de estar en el bando
perdedor, que fue la República.

402
Su hermano, Antonio García Pardo, lo pasó un poco
mejor, pues siempre que venía al pueblo, se quitaba las
charreteras y galones de capitán de la República, y las
escondía debajo de unas piedras, y entraba como soldado
raso. Pero cuando había acabado la guerra, y estaba de
maestro en las Islas Canarias, alguien del pueblo que lo
había visto quitarse los galones y esconderlos, lo denunció y
lo traicionó por envidia, por lo que lo buscaron también para
matarlo, al igual que a tu abuelito Francisco, mi padre.

Entonces se escondió, y se fue al consulado argentino,


con la suerte de que en su documentación, todavía guardaba
una copia de su partida de nacimiento, en el municipio de
Chicoana, Salta, Argentina; y así le dieron asilo y escondrijo,
para que no lo mataran.

Estuvo bastante tiempo escondido esperando, hasta que


pasó por las Islas Canarias el barco que llevaba al ballet de
Argentina, que había estado de gira por Europa, y lo
escondieron en el barco, mientras que la Guardia Civil
inspeccionaba el barco por una punta, lo metieron por la otra,
y cuando llegaron al final, ya lo habían hecho pasar al
principio del barco, y así regresó a la Argentina, su tierra
natal.

Y de esa manera, el fue el puente que le permitió a mi


padre salvar su vida, y me hizo a mí ser tan argentino como
los demás, aunque no lo fuera de nacimiento, si por crianza y
por mis ancestros. Mi padre me dijo siempre, que uno no es
de la tierra de donde nace, sino de donde pace…

403
Y ese gran amor, a pesar de todos los contratiempos, y
tantas y graves dificultades, que tuvieron que afrontar mis
padres, les sobrevivió toda su vida, y ahora les sobrevive en
su descendencia, que somos todos nosotros, incluido tu
mismo Daniel.

Y por eso, porque fuimos muy amados, porque fuiste tan


amado Daniel, podrás no sólo sobrevivir a mi ausencia, sino y
además sobrevivirme a mí mismo, cuando yo también me
vaya de tu lado, no como ahora de este viaje tan largo, sino
cuando lo haga y para siempre, a volver a ver a los que ya se
fueron antes, antes y que todos nosotros, a nuestros
ancestros, y entre otros, a mis amados y queridos padres…

En la página anterior, la bellísima foto con que mi madre


obsequió a mi padre, cuando estaban de novios. Aparece en
ella vestida de sevillana, ya que ella era una andaluza nacida
en Almería, y se crió en Écija, Sevilla. Ella le escribe en la
esquina inferior izquierda con su letra: “Para que nunca te
olvides de tu Maruja”.

Y aquí estamos, a mediados de enero del año 1960, en


el “Provence”, saliendo desde Barcelona, yo con dos meses
de recién nacido, y mis padres tan cargados de ilusiones y
esperanzas, como las que yo mismo tuve casi un cuarto de
siglo después, cuando hice el viaje a la inversa, escapando
de Argentina, junto con mi primera mujer, para que no me
mataran tampoco…

Y las lágrimas de mi abuela Providencia, por mi partida,


de su único nietecito, al que adoraba y le daba fuerzas para
vivir. Estaba muy viejecita y se murió al poco de la pena…

404
Así que Daniel, tu eres muy joven todavía para morirte
todavía, porque tengas pena, y sé que es mucha, como
cuando me decías: “Papá yo quiero morirme para irme al
Cielo a ver a Jesús”. Y yo te decía, y te digo, que vivas tu vida
y nunca la cortes antes de tiempo, que todo tiene su tiempo, y
también la otra vida…

¡Y se me caen nuevamente las lágrimas! ¡Nuevamente


no solo por mi rostro sino y también abundantemente por mi
alma! De pensar que ya son cuatro generaciones seguidas de
emigrantes, de las que tengamos memoria escrita, que
escapan para sobrevivir: ¡Cuántas más generaciones de
García o de otros apellidos habrán escapado para no haber
encontrado la muerte y la hambruna en su tierra natal!
¡Cuántas historias perdidas y no contadas!

¡Por eso no quiero dejar de contar la mía! Por el


resarcimiento moral, que se debe, no ya y a mi persona, sino
y aún muchísimo más importante, a todas las generaciones
de los antepasados, que lucharon para que nosotros
existiéramos hoy en día: ¡Es un tributo que les rindo y que se
merecen! ¡Y qué mejor forma que de hacerlo que contando lo
que me ha llegado de su historia y de su lucha muchas veces
desesperada por la supervivencia! ¡Y hacerlo a la vez, y a
través, de mi propia historia personal de lucha por la
supervivencia!

405
Y por eso, cuando son precisamente los nietos,
bisnietos, tataranietos, etc., todos tan salteños y salteñas
como yo mismo, y muchos de ellos ilustres y de buena
posición económica, los que me dicen hoy en día que soy un
“inadaptado”, por no claudicar como un vasallo ante la
podredumbre moral que impera en Salta, disfrazada con la
hipocresía de “las buenas costumbres”, “los buenos
modales”, y “la buena educación”, se me revuelven las tripas
y el alma, de solo pensar en cómo se removerán en sus
tumbas los huesos de sus antepasados, de tantos
sufrimientos que por ellos pasaron, para que ahora su propia
descendencia sean unos buitres y unas aves de rapiña: ¡No
cederé ni en un milímetro así me vaya en ello el precio de
toda mi miseria y de mi vida o el de toda mi soledad!...

Para mis padres, ese viaje fue el viaje de Luna de Miel


que nunca tuvieron, y fue el mejor de toda su vida. El
ambiente en el barco era esperanzador, en una post-guerra
española y europea, porque había habido también en Europa
una guerra terrible, que fue la segunda guerra mundial, de
hambrunas generalizadas y futuro ninguno, en contraste con
lo que significaba ir a vivir en la “Tierra del Dorado”, la tierra
de la plata, que eso significa el nombre de Argentina, que
viene de Argentum, plata. En esa época, Argentina nadaba
en oro, y era uno de los países más prósperos del mundo
entero.

406
Mis padres sacaban algún dinerito, para las necesidades
del viaje, con el contrabando de tabaco, y todo fue bien, hasta
que casi ocurre una gran desgracia para conmigo. Como yo
era un niño tan bonito, en todos los puertos en donde
atracaba el barco, me escondían en mi moisés, debajo de mi
colchoncito los paquetes de tabaco, y los aduaneros se
quedaban embobados mirando como asía con las dos
manecitas mi biberón, y no lo soltaba para nada, de lo
hambriento que era, y que soy, todavía hoy en día.

Y así no registraban el moisés, y el “negocio” del


contrabando funcionaba viento en popa, hasta que un día en
el puerto de Río de Janeiro, en Brasil, y por exceso de
paquetes de tabaco, se rompió una de las asas, y yo caí
hacia lo hondo del agua, entre el barco y el puerto.

Un marinero de las cubiertas de abajo, al escuchar a mi


madre que gritaba como una loca: ¡Mi niño! ¡Salven a mi niño!
¡Que se ahoga mi niño!, manoteó con tanto acierto, y en el
momento justo, que conforme caía, me pilló de la ropa y en el
aire, y me salvó la vida. ¡Y desde ese momento se acabó tan
fructífero negocio!…

En el barco, en el moisés en que casi me mato por el


contrabando, y bebiendo el biberón con las dos manos. Letra
de mi madre al reverso dice: Sujeta el biberón con mucha
fuerza y no deja que se lo quiten. Letra de mi tío Pepe dice:
Recibida el 16-5-60

407
Todavía me pasaría otra cosa más, pero que no tuvo
consecuencias en ese momento, pero que sí las ha tenido
para mí ahora, cincuenta años después. Al inscribirme
cuando entré en la Argentina, el funcionario de Migraciones
se equivocó, en una e por una a, y así estoy registrado en el
asiento original de ingreso de migraciones, como Carón por
Cerón.

Llevo casi un año ya de trámites, y terribles y


complicados papeleos, intentando solucionarlo, pues entre
otras cosas que me han pedido figura: ¡el pasaporte original
de hace cincuenta años! ¡Cuando toda la gente de aquella
época que era mayor de edad ha muerto o está próxima a
hacerlo!

Como soy un sentimental, y había guardado como


testimonio del pasado, y en España, el citado pasaporte
original, y ya no me acordaba después de tantos años, pero
fueron mis propios hijos, quienes me lo recordaron y me lo
enviaron…

408
Pasaporte de mis padres donde me incluyen como hijo
menor de dos meses y sexo varón.

409
410
Capítulo Décimo Quinto
¡Maipota!

411
De niño pequeño, según cuentan algunos de los
familiares de Salta, era un niño muy terrible, y tal vez por eso,
lo continúo siendo también, ahora que ya soy un hombre
grande…

Pero en realidad, parece que me pasé totalmente


encerrado en mis primeros años, en un metro cuadrado que
formaban los “arcones” o baúles, en los que mis padres
trajeron sus pocas y escasas pertenencias desde España…

Y que cuando los podía llegar a separar, a los arcones, y


con fuerza de titanes para mi corta edad, salía embistiendo
como un toro que acaban de soltar al ruedo, y corría tan
inclinado hacia adelante, y siempre tan a punto de caerme,
que aunque no se sabía como, no llegaba a hacerlo, e iba
directamente a la cocina, y en la que con gran alegría y
algarabía, pillaba todas las cacerolas, y montaba una sonora
cacerolada como si fuera un batería de música...

Cuando mi padre consiguió un trabajo un poco estable


de contador, nos mudamos de la casa del Tío Antonio, a
nuestra primera casa de alquiler en la calle Rivadavia. Era
una casa viejísima y llena de humedades, donde
alquilábamos dos habitaciones, pero lo que para mis padres
era un desastre, para mí era diversión, pues había un montón
de trastos viejos y de cachivaches con los que poder jugar,
amén de que había salido de los dos años de mi prisión diaria
de un metro cuadrado.

412
Mi primera palabra no fue ni papá ni mamá, sino
“maipota”, mariposa, porque había unas enormes y negras
mariposas que volaban siempre como murciélagos, y aunque
mi madre las miraba aterrada, yo era muy feliz corriendo tras
ellas, junto con Juan Carlos, dándoles manotazos, e
intentando pillarlas.

Pero mi juego preferido fue de carne y hueso, y no


ninguna de las cosas que os podáis imaginar con ninguna
nena, mis amigas fueron una camada, una camada de
rosaditas ratitas, y recién nacidas, y su madre, la ratona
grande…

¡Que susto y qué asco el de mi madre al descubrirme


jugando con el animal que junto con las cucarachas era lo
más horripilante que existía para ella! Habían hecho el nido
en los montones de periódicos, o diarios viejos, que traía mi
padre para leer, y yo jugando a mi juego preferido, que era
entretenerme en hacerlos a trocitos pequeños, las había
descubierto, pero no había dicho nada, porque para mí no
eran nada malo, ni asqueroso.

Cuando mi padre mejoró un poco más en los ingresos


de su trabajo, nos pudimos mudar al conventillo de la San
Juan 162, al departamento “D”. Allí es donde pasé la primera
parte de mi niñez, y donde hice los primeros amigos, y por
primera vez fui a la escuela, San Francisco, que quedaba la
más cerca. A mi hermano Juan Carlos y a mí, nos encantaba
subirnos a un perro de mármol que todavía existe en el
Parque San Martín, muy cerca también de casa, y que nos
pillaba de paso para ir a la escuela.

413
A mi madre le aterraban las tormentas de Latinoamérica,
con su intenso aparato eléctrico de rayos, y sus terribles
truenos, que retumbaban en toda la casa, pero a mí me
encantaba quedarme durante horas, extasiado en la ventana
de la cocina, viendo la maravillosa belleza de la naturaleza en
acción, y de sus rayos, y escuchando sus truenos.

Cuando tuve mis primeros reyes, me regalaron un autito


de control, no remoto por mando inalámbrico, como los de
hoy en día, sino por mando de cable y a pilas.

Cuando se agotaron las pilas, yo pensé que la corriente


continua de las mismas era igual que la corriente alterna del
cableado eléctrico, ya que ambas llevaban un cable, y pelé
los cables del autito para meterlos en el enchufe, y mi madre
me pilló cuando ya los metía, y del grito de terror que dio me
paralizó del susto. Claro que me salvó la vida, pues en
aquella época no había disyuntores diferenciales ni térmicos,
que salvan hoy día las vidas; recuerdo que luego, muchos
años después, en la secundaria y siendo ya adolescente, una
compañera falleció electrocutada al salir de la piscina y pisar
unos cables eléctricos que estaban sueltos…

Nuestra diversión preferida en el conventillo, además de


ir al Parque San Martín que estaba al lado, era jugar a las
bolillas o canicas en la arena, pues siempre había algún
vecino de obras, y en alguna casa del conventillo había
siempre un montón de arena. Hacíamos las pistas para las
carreras de las canicas, humedeciendo la arena con agua, lo
mismo que en la playa se hacen castillos, humedeciendo
también la arena con agua de mar.

414
Jugábamos también mucho al escondite, y nuestros
juegos eran muy simples y nada sofisticados, pero nos
divertíamos, creo que muchísimo más que hoy en día, donde
todos los juegos ya están acabados y terminados, y sin
embargo los niños se aburren, porque les falta jugar con la
imaginación: ¡Ese juego sí que no tiene límites! Y es el que
desarrolla la fantasía y todas las cualidades intelectuales; hoy
día no existen juegos así, y los niños juegan a juegos
solitarios, como los dibujos y los videojuegos asiáticos, donde
sólo pululan la violencia, la insolidaridad, y el egoísmo más
atroz.

Pero el juego que más nos gustaba a mi hermano Juan


Carlos y a mí era, cuando nuestros padres nos llevaban al
Parque San Martín, subirnos y montarnos en el perro de
mármol que todavía existe en el mismo, aunque hoy día está
ya muy deteriorado.

Un día nuestros padres nos preguntaron si queríamos


una muñequita para jugar con ella; claro que le dijimos que sí.
Pero lo que no sabíamos, es que la “muñequita” era de carne
y hueso, y se llamó María.

En mi primer año de primaria, mi maestra era una muy


linda, bellísima señorita, la señorita Rueda.

Y Rolo me llevó el otro día, adonde fuimos compañeros,


compañeros de banco, a mi primer aula, adonde aprendí a
leer y escribir, y con cinco años. Da a la calle España, desde
la Escuela “San Francisco, y es la primera aula de la planta
superior, que uno se encuentra cuando viene caminando
desde la Iglesia “San Francisco”.

415
Y la señorita Rueda me puso la mayor contención de
toda mi vida, el mayor límite, cuando después de aprender a
escribir en letra de imprenta, pasamos a escribir en letra de
carta.

Pero a mí, no me gustaba la letra de carta, y sí, y


mucho, la letra de imprenta, por eso, mientras que los demás
hacían la tarea en letra de carta, y con mucho trabajo y
esfuerzo, yo la seguía haciendo, pero en letra de imprenta…

Y cuando lo vio la señorita Rueda, me dio una sonora


cachetada, y me sacó castigado al pasillo de afuera, junto a la
puerta del aula…

¡En mi vida he vuelto a pasar mayor vergüenza!

Pero le estaré agradecido toda mi vida a la señorita


Rueda, porque me ayudó a hacerme persona…

Y cuando me hizo volver del castigo, hice la letra de


carta, pero yo, gallego terco y muy cabeza dura, la hacía
horrible, tan horrible y como hoy en día sigo todavía
haciéndola, pero todavía me acuerdo, y se me cae alguna
lágrima, todavía me acuerdo, de la señorita Rueda…

En nuestra niñez, mi hermano y yo tuvimos un lorito, y


nos pegó una enfermedad tropical, que nos tuvo meses
tirados en la cama, y con fiebres, hasta que mi padre se
hartó, y dijo que a la escuela, y nos llevó, anquilosados como
estábamos de no movernos, nos llevó caminando en un vía
crucis, un auténtico calvario, porque de lo que nos dolían las
articulaciones, llorábamos a lágrima viva, pero fue lo mejor
que pudo hacer por nosotros, y así nos curamos de las
fiebres…

416
Mi primera experiencia con la muerte, fue la de un
palomo, y su paloma, que habían hecho el nido en la
habitación del fondo, del departamento. Y cuando la paloma
puso los huevos, se murió, y yo que todo los días los visitaba,
vi que el palomo llevaba con el pico ramitas, y pensé que era
para ampliar el nido, y sin embargo, luego al acercarme y
entrar en la habitación, vi que tapaba a la paloma con ellas…

Lloré desconsoladamente, por la muerte de la paloma, y


por el palomo viudo, tal y como si yo mismo hubiera sido el
viudo…

Una noche ya muy tarde, en que mi madre fue a


mirarnos antes de acostarse, me descubrió echando espuma
por la boca, en medio de unas convulsiones terribles…

Había cenado esa noche muchísimo dulce de leche, que


me gustaba, y todavía me gusta, con verdadera locura, y me
intoxiqué, y me envenené, con las acetonas, que el hígado no
pudo procesar…

Mi padre salió corriendo a buscar un taxi, para llevarme


urgentemente al Hospital “San Bernardo”, pero no había
nadie, ni pasaba nadie en la calle…

Pero providencialmente llegó en su auto el Sr. Saluzzi, el


vecino de enfrente. Me subieron al coche, y me llevaron
rápidamente a urgencias, mientras que por el camino no
paraba de vomitar, poniéndole perdido todo el auto a nuestro
vecino…

Los médicos le dijeron a mis padres, que no tuvieran


esperanza, que estaba agonizando…

417
Pero se ve que el Cielo tenía todavía otros planes para
mí, porque de la medicación que me dieron, mi cuerpo
reaccionó contra todo pronóstico, y salí del estado de coma…

Pero me quedé tonto, como cualquier tonto que podáis


ver…

Los médicos le volvieron a decir a mis padres, que el


cerebro de su hijo había resultado con daños irreversibles, a
resultas de las violentas convulsiones, y que jamás me
recuperaría…

Pero de nuevo el Cielo, el Cielo tenía otros planes para


mí…

Porque tardé casi un año, pero lo conseguí, y de nuevo y


contra todo pronóstico, contra todo el saber de la ciencia
médica, recuperé todas mis funciones motoras y mentales
hasta la normalidad…

De esa experiencia, de esa muy terrible experiencia, un


túnel del tiempo, un estado de amnesia, sin embargo me
quedaron algunos recuerdos, grabados a sangre y fuego…

Recuerdo que mis movimientos eran torpes e inexactos,


y que sentía que me pasaba algo, pero yo no sabía qué.

Al rato veía la jarra de agua que mi madre había dejado


sobre la mesita de luz, y pensaba entonces, lentamente, muy
lentamente, que lo que me pasaba era que tenía sed…

Luego de mucho rato, veía el vaso, también sobre la


mesa, y pensaba, que podía beber agua del vaso, si la
echaba desde la jarra…

418
Luego de un rato, lo intentaba, como siempre me moriré,
intentándolo en mi vida…

Intentaba pillar la jarra, y echar agua sobre el vaso, no


dentro del vaso, sobre el vaso, porque cuando lo hacía, mi
mano no atinaba a dar con la jarra, ni tampoco con el vaso…

Cuando lo conseguí, pillar la jarra, temblando,


temblorosamente, echaba el agua a un lado y otro del vaso,
todo menos dentro del mismo…

Luego de tirar casi toda la jarra, un sorbo de agua, un


sorbo de agua había quedado en el vaso, y con muchísima
dificultad, apenas podía, apenas podía acercármelo,
temblorosamente, trémulamente, a la boca, y humedecérmela
un poco…

En mi segundo año de secundaria, viajamos a España


toda la familia, antes de que se arruinara mi padre, y perdí
ese curso.

Como tenía muchísima vergüenza, de que mis


compañeros desde la primaria, fueran a un curso mayor que
el mío, no quise volver al Instituto “Tomassini”, y me fui a
repetir el segundo curso, al Instituto “San Alfonso”.

Mi sorpresa fue descubrir allí, al Licenciado en


Matemáticas Ibáñez, un muy brillante matemático, que había
dejado una prometedora carrera en la Universidad de Buenos
Aires (UBA), para volverse a sus pagos, a su querencia, tal y
como yo he hecho ahora también…

419
Y este gran profesor, este brillante docente, nos motivó y
nos enseñó a estudiar, a estudiar bien, a saber por el gusto
de saber…

Y por eso también quiero rendirle, y también desde estas


humildes letras, un tributo a su memoria, porque lo que yo
soy hoy día, lo que hice de bueno académicamente, mi título
de Licenciado en Ciencias, se lo debo al amor, a su amor, al
amor con que nos enseñó las áridas y difíciles matemáticas, y
de odiarlas en el Tomassini, el logró que llegara a adorarlas
en el San Alfonso, y las matemáticas eran las mismas, pero
su amor por ellas era único…

Y así, jamás olvidaré a mi viejo, cascarrabias (yo


también lo soy y mucho), y maravilloso profesor…

Y siempre que doy clases, siempre que enseño, sea en


la Universidad, o en el escalón más bajo del saber, en el lugar
más humilde, siempre lo hago, lo hago con el amor, el amor
al saber, a la ciencia y a la cultura, que él nos trasmitió a
todos…

420
Mi carné profesional de Artista, con los instrumentos de
guitarra y pandereta, expedido por la Unión Argentina de
Artistas de Variedades…

Un día, cuando yo venía todas las noches y durante


bastante tiempo, luego de la “juega del cante y guitarreada”, a
las ocho de la mañana, mi padre me dijo, me preguntó, y fue
lo mejor que pudo hacer nunca por mi vida, y sin acusarme, ni
reprenderme, ni castigarme, que si iba a ser artista o
profesional…

421
Yo lo pensé durante tres días, y al final le dije que
profesional. Entonces me dijo que para estudiar tenía que
dormir, y todas las noches, así que me dejé mi vida bohemia
de artista, y con ella me dejé también la música y el cante, y
la “juerga y la joda”…

Y ahora, casi cuatro décadas después, he vuelto a


formar parte nuevamente, de un Coro Polifónico, el de la
Universidad Nacional de Salta, UNSa, tal y como hace ya
más de cuarenta años, y desde casi párvulos o Kindergarten,
formé parte muchísimos años del Coro Polifónico de Salta,
llegando a dar actuaciones en el Club 20 de Febrero pero no
he podido recuperar ninguna foto de aquella época...

422
En las páginas siguientes, amplío y explico la noticia
publicada en el Diario El Tribuno, en el mes de agosto de
1.975.

El día exacto no he podido averiguarlo todavía, pero


tuvo que ser algún día antes del 14 de ese mismo mes, me
supongo que estará en los anales y archivos del periódico…

423
Dice así en la sección de la Cartelera del Diario El
Tribuno:
En la nota gráfica, de izquierda a derecha, los
integrantes del Conjunto Instrumental Salta: Rubén Arnedo,
Francisco Cerón, Jorge Chungara, Mateo Krupsky, Carlos
Cocha y Javier Pomo. Surgieron desde el Ateneo El Tribuno,
y actualmente van al encuentro de su público.

Yo soy el primero desde la izquierda vestido con el


poncho Salteño, y que mi madre marcó con el número 1, y la
foto la realizó el fotógrafo en la Plaza 9 de Julio de la muy
Hermosa y Bella ciudad de “Salta la Linda”.

424
Dice así:

Todo comenzó hace cosa de tres meses en el Ateneo El


Tribuno. Carlos Cocha (ahora el Director) daba lecciones de
guitarra allí y poco a poco fue haciendo conexiones con gente
que “estaba en la música”. Así fueron llegando los
integrantes, hasta quedar formados como el Conjunto
Instrumental Salta, de la siguiente manera:

425
Carlos Cocha (guitarra, primera quena, charango, flauta
dulce y pinkullo). Rubén Arnedo (bombo, zamponia, sicuri),
Francisco Cerón (guitarra y pandereta), Jorge Chungara
(charango, segunda guitarra y quena), Mateo Krupsky
(guitarra y flauta dulce), Javier Pomo (guitarra), que también
es representante del conjunto y locutor. Todos son salteños,
menos Pomo, que es Tucumano, y Cerón nacido en España,
aunque confiesan su “salteñismo” por adopción, ya que creen
que los hombres son de donde viven más que de donde
nacen

Tienen como padrino del grupo a Luis Petinarolli.


Actualmente hacen presentaciones a través de la embajada
del Ateneo, y esperan oportunidades para demostrar lo que
valen. Tal vez esa oportunidad esté dada para dentro de poco
tiempo, ya que se presentarán como invitados en el Festival
Interprovincial de la Canción que se hará los días 14 al 17 del
corriente mes. Estamos seguros que el Conjunto Instrumental
Salta demostrará lo que puede dar musicalmente.

426
427
Capítulo Décimo Sexto:
Los Abandonados...

428
El otro día me dijeron mis amigos, los que me conocen
desde pequeño, y desde toda la vida, que como pudimos
quedarnos, mi hermano Juan Carlos y yo, quedarnos tan
abandonados, abandonados a nuestra propia suerte, con solo
catorce y quince años, que no habíamos cumplido aún,
cuando mi padre se fue a España, para siempre, y para toda
la vida, y termino también dejándose todos sus huesos allí, tal
y como hicieron también, casi todos mis antepasados
salteños...

Y se fue a España, llevándose a mi madre y a mi


hermana pequeña, y dejándonos solos, tan absolutamente
solos, y tan desamparados y abandonados, como cualquier
niño de la calle, tan abandonados, como yo siento que se ha
quedado mi pequeño inocente, mi hijo Daniel...

Y así estuvimos, mi hermano y yo, y casi por una década


entera, y cuando casi éramos todavía unos niños inocentes, y
por toda la adolescencia, y hasta que nos hicimos hombres:
¡Solos y abandonados!

Porque aunque en todos y cada uno de mis días, todos


los días de mi tiempo presente, lloro, y no dejo de llorar, por
mi hijo pequeño Daniel, y por mis tres hijos, Daniel, Rubén
Darío, y Sergio David, por haberles dejado, por haberles
dejado y abandonados a su suerte, tal y como me dijeron mis
amigos, que mi padre hizo conmigo y con mi hermano...

Sin embargo, hoy día se que mi padre no quiso tal cosa,


no quiso hacer tal cosa, y que la vida, y los acontecimientos
lo desbordaron y lo superaron, y se precipitaron de tal
manera, que sin quererlo, ni buscarlo, se vio abocado a ello,

429
tal y como a mi me ha desbordado y me ha superado
también, mi propia vida...

430
Pero eso lo se ahora, con medio siglo de vida, y cuando
ya las nieves del tiempo no solo peinan mis sienes, sino y
además mi cabeza entera...

Pero mi pobre padre, mi pobre padre no lo supo nunca,


no llego a saberlo nunca, y de sus penas, de sus grandes
penas, de todas ellas, calladas y no habladas, de todas ellas,
de todas ellas el viejito se me murió, sin saberlo el, y sin
saberlo yo...

Pero hoy día se, y el que me ve ahora desde el Cielo, el


también lo sabe ahora...

Hoy día se que el no nos abandonó, como yo tampoco


abandone a mis tres hijos: ¡Y que la vida me los arrancó y
muy a mi pesar!

Y aunque yo me resistí con todas mis fuerzas, luchando


titánicamente, intentando evitarlo, sin embargo la vida y el
destino fueron más fuertes, más fuertes que mi voluntad y mi
deseo, y me derrotaron...

Pero no fue del todo, no fui derrotado del todo, porque


en cada una de mis humildes letras, en cada una y todas de
ellas, que no son palabras vacías y llenas de muerte, sino y
palabras plenas, palabras llenas de vida, con ellas y desde
ellas, retorno desde lo real, vuelvo, estoy volviendo a triunfar
sobre el destino aciago, sobre el viaje de mi vida, intentando
el retorno, el retorno y el regreso, el triunfo que necesito, para
dejar de estar derrotado, y volver a ver, volver a ver alguna
otra vez en mi vida restante, y antes de mi muerte, a mis tres
y muy amados hijos...

431
432
Capítulo Décimo Séptimo:
El vuelo del ave Fénix: El Ala Delta...

433
Este capitulo, que versa sobre mi niñez y la
adolescencia, lo titulo así por una película que vi, y por la más
grande gamberrada (travesura), entre otras muchas,
muchísimas, y que aunque ya se me han olvidado casi todas,
aún me las recuerdan todavía todos los amigos…

Esta “travesura” que hice en mi entrada en la


adolescencia, y que casi me cuesta la vida: ¡Un ala delta que
construimos con Yuyito!...

Un día, con doce años, aparecí por el taller de la casa de


Yuyito, con los planos originales de las alas deltas, que se
acababan de inventar.

Yo ya no recuerdo como pude conseguirlos, ni de donde,


porque entre otras muchas cosas, en aquella época tampoco
existía Internet como hoy en día, en que todo parece muy
fácil...

Yuyito recuerda que le dije que los había conseguido en


Buenos Aires, y que lo deje estupefacto, no ya con la "loca"
idea de construir tal "avión", sin ningún material, no ya
aeronáutico, sino siquiera adecuado…

Y decía que lo deje estupefacto, pero con la "loca" idea


de hacerlo volar de verdad...

Pero Yuyito, que me conocía, y me conoce todavía


demasiado bien, y que por eso sabe muy bien, que a pesar
de toda Salta entera, no voy a dar ni un solo paso atrás, ni
voy a ceder tampoco, ni en un solo milímetro, Yuyito sabia
también, hace ya cerca de cuarenta años, que yo construiría
el ala delta, y que también la haría volar, así lo tuviera que
hacer yo solo, y sin la ayuda de nadie...

434
Así que se resigno, y empezó a pensar junto conmigo,
en como llevarlo a cabo...

El primer problema al que nos enfrentamos fue encontrar


los materiales "aeronáuticos", y para la estructura utilizamos
los tubos de hierro rígidos, que se usan todavía en Argentina
en la construcción de las viviendas, para meter los cables de
la luz. Claro que solo "pesaban" un poco mas, que los ligeros
y resistentes materiales aeronáuticos...

Para las cubiertas de las alas, almidonamos las sábanas


de mi casa...

Y le hicimos un arnés de cuero, para la sujeción del


piloto...

Cuando el ala delta estuvo lista para volar, según los


planos originales, y los materiales "sustitutivos", tuvimos que
buscar una pista de "despegue", y la mejor idea que se nos
ocurrió, fue hacerlo desde el deposito de agua del cerro
principal de Tres Cerritos, cuya base era colindante a nuestro
barrio, y estaba a unos 500 metros de altura...

Y despejamos además a continuación, y con la ayuda de


nuestros hermanos, Daniel y Juan Carlos, otros quinientos
metros de selva, para tener lugar luego para una pista de
"aterrizaje"...

Y al final de la misma acumulamos todo el follaje lleno


de los punzantes espinos, típicos de Salta.

435
Cuando estuvimos listos, y subimos finalmente arriba del
deposito de agua, con el ala delta, hacia falta un "voluntario"
que, después de semanas de un duro y arduo trabajo,
probara "el invento"...

Así que yo mismo fui "el voluntario", y me enjaece con el


arnés, corrí y tome carrera con el ala delta a toda velocidad,
y me lance al vacío:

¡Y oh sorpresa! ¡Me encontré volando en una


maravillosa vista con todo el Valle de Lerma a mis pies!...

Pero mi alegría, y mi inexperiencia como piloto, me


jugaron una mala pasada, y en lugar de continuar planeando
suavemente como lo estaba haciendo y tan bien sin haber
hecho todavía ningún curso de piloto, empuje al manillar
bruscamente haciendo subir al máximo la "nave", y como no
tenia motor, cuando se le acabo el impulso que traía, se paro,
dejo de ascender, y entro en perdida, capuzando muy
rápidamente y en picado hacia la tierra...

Del terrible golpe contra el suelo, el ala delta se destrozó


completamente, y a mi, increíblemente, me salvo la vida, el
haber caído sobre todo el follaje acumulado al final de la
pista, y aunque termine sin romperme ningún hueso, también
termine lleno de espinas hasta en el culo...

Pero siempre tuve mucha resistencia, no sólo a la


muerte, la muerte del alma, no sólo a la muerte, la muerte de
la vida, además siempre tuve muchísima resistencia al dolor,
por eso soy y elegí, ser tan bravo y valiente…

436
El dolor, al dolor no lo queremos ni lo aceptamos, solo
queremos, y en este nuestro mundo de hoy en día, el placer y
el hedonismo...

El dolor por el que la gente se desespera, y se suicida,


se ha convertido, sin embargo, en mi más viejo conocido, en
mi compañero de viaje casi permanente, y no soy, para nada
masoquista...

Hay dos tipos de dolor, el del cuerpo, y el del alma, pero


el del alma es, a la larga, mucho peor que el del cuerpo...

Y yo hablo de como curar el dolor del alma, el rencor, el


despecho, y el odio, en el capítulo titulado: "La muerte del
rencor y del odio..."

Pero aquí quiero hablar y ahora, del dolor del cuerpo...

Y repito que no soy masoquista, pero lo he tenido tan


cercano, y durante tantos años, que ya casi me acostumbré
a el...

Pero aún peor que el dolor, es el miedo al dolor, el


miedo a sufrir dolor, como el que tenía mi madre, el miedo al
dolor de morir, el miedo a morir...

Pero morir, morir no es doloroso, lo doloroso es vivir...

Y peor aun, vivir hablando...

Porque como ya dije, nuestros dolores, los del alma, lo


son, son porque somos seres hablantes...

437
Mi experiencia de mayor dolor del cuerpo, la tuve con
una apendicitis, que yo mismo, con mi cabezonería, y con mi
terquedad, convertí en una peritonitis...

Y me salvo la vida, sin embargo, no solo mi juventud,


sino mi sangre fría, mi impasibilidad e imperturbabilidad, ante
la presencia de la muerte...

Estaba en Manzanares, Ciudad Real en España, y me


dio un tremendo dolor de barriga...

Me fui a las Urgencias de la Ciudad Sanitaria de


Manzanares, y allí me diagnosticaron con muchísimo acierto
de apendicitis aguda, y me enviaron al quirófano…

De la mesa del quirófano me levanté, y dejando


estupefactos a los cirujanos y al anestesista me fui…

Pero ellos me dijeron, que no intentara llegar a Murcia,


sino que me parara en la Ciudad Sanitaria de Albacete…

Pero controlé tanto el terrible dolor, lo controlé y con mi


mente, que llegué, yo solo, yo solo y conduciendo media
docena de horas a Murcia…

Todavía tuve la sangre fría de llamar a Vince, y decirle


que me preparara un pijama, varias mudas de ropa interior y
el cepillo de dientes…

438
Cuando la recogí, luego de haber andado 35 Km. más
con el terrible dolor, y haber pasado casi por la puerta del
Hospital, Vince quiso conducir, pero le dije que sino tenía la
mente ocupada, que reventaría del agudo y terrible dolor…

En la Ciudad Sanitaria “Virgen de la Arrixaca”, los


médicos me mandaron a casa, pues en las pruebas no salía
infección ninguna…

Pero no me fui, y a la hora estaba de nuevo con más de


40ºC de fiebre, y me metieron corriendo al quirófano, porque
volaba de leucocitos y se me había reventado el apéndice,
convirtiéndose en peritonitis por la infección intestinal…

Sobreviví, por la fuerza, la gran fuerza vital que llevo


dentro de mí ser, y también me ayudó mi juventud, pero casi
no la cuento…

En la foto de la página anterior, Daniel con Juan Carlos,


los hermanos nuestros, de Yuyito y mío, que nos ayudaron a
despejar el monte, y a construir la pista de aterrizaje del Ala
Delta, en su última foto con vida, y que yo mismo le hice,
sabiendo que se iba al Cielo para siempre, y cuando apenas
podía ya caminar, después de sufrir muchísimo, por un
terrible cáncer al cerebro.

Al fondo se ve la ciudad de Salta, y en primer plano los


Monoblocks de “Tres Cerritos”. Está tomada desde el primer
depósito de aguas de “Tres Cerritos”, idéntico al segundo, y
muchísimo más alto depósito de aguas, sito cerca de la
cumbre del cerro, y que fue “la pista de despegue” del Ala
Delta…

439
Por eso te llamas Daniel, porque mi otro Daniel, mi
amigo del alma, se fue al Cielo, llamado desde muy joven por
el Señor, por lo bueno y bondadoso que era, y como también
lo eres tu, mi Daniel pequeño, y desde allí te cuida, desde allí
mi Daniel Grande, me cuida a mi Daniel pequeño…

Pero aún así, todavía, y después de más de tres


décadas, que hace que se fue al Cielo, aún así y mientras
que escribo estas letras, todavía se me caen las lágrimas,
todavía se me caen y a raudales, cuando lo recuerdo, y
recuerdo su eterna sonrisa, y su alma bella…

440
441
Capítulo Décimo Octavo:
La Tortilla de Huevos...

442
Un día, al igual que había aparecido con los planos de
un ala delta, aparecí también con una Citroneta, o sea una
furgoneta de dos caballos...

Yo había arreglado con un vecino que tenía una granja,


la venta de sus huevos, de los huevos que ponían, sus
gallinas granjeras...

Y llené de sus huevos, de bandejas con sus huevos,


llené la furgoneta entera...

Y la furgoneta iba tan cargada, y la Citroneta tenía una


suspensión tan elástica, y como no frené, en el primer badén
que pille, voló la furgoneta, y volaron también todos los
huevos...

De la tortilla que quedó, de todos los huevos rotos,


estuvimos comiendo, mi hermano y yo, y todos los vecinos,
bastantes días, pero claro, me quede con la deuda con el
vecino granjero, y sin haber vendido ningún huevo...

Después se nos ocurrió, a Yuyito y a mí, hacerle una


"revisión mecánica" a la Citroneta, y cuando el motor "estuvo
a punto", decidimos probarla en el autódromo, pero claro que
como no éramos pilotos profesionales, y con licencia
deportiva, decidimos entonces colarnos, entrando, pero por la
puerta trasera...

A esta puerta accedíamos desde nuestro barrio de Tres


Cerritos, a través de los cerros, y sin pagar entradas
ningunas, cuando había carreras, pero nos olvidamos que lo
cuando lo hacíamos así, lo hacíamos a pie...

Así, quisimos hacer lo mismo, pero motorizados...

443
Cuando subíamos campo a través, nos encontramos con
un alambrado nuevo, que acababan de poner. Yo quería ni
lerdo ni perezoso cortarlo, pero Yuyito me dijo que estaba
loco, y entonces yo le dije que bordeáramos el alambrado
campo a través, hasta encontrar una tranquera (puerta).

Así lo hicimos, y como íbamos a ciegas en medio de una


maleza de tres metros de altura, no veíamos nada, hasta que
de repente nos clavamos en una zanja más profunda que la
misma Citroneta…

Gracias a que íbamos despacio, no nos pasó nada, pero


tuvimos que dejar abandonada la Citroneta, y volver al día
siguiente con pesados gatos, y cabrestantes, para poder
sacar la Citroneta de la profunda zanja…

Después de todo un día de trabajo, la sacamos, y yo,


cabeza dura, muy cabeza dura, seguí para adelante,
buscando la tranquera, para poder probar la Citroneta en el
autódromo…

Al final, después de bastantes kilómetros, encontramos


la tranquera, la abrimos, y pasamos con la Citroneta,
volviendo a cerrar la tranquera, y dejando todo como
estaba…

Cuando aparecimos por la parte más alta del autódromo,


yo dejé caer la Citroneta por la bajada, acelerando al máximo,
no sé a lo que iría el “bichito”, pero seguro que andaba cerca
de los 150 Km., y así me metía en las curvas, como si fuera
un Fórmula 1, de los que tanto le gustan a mi Daniel…

444
Yuyito iba de copiloto, y me decía: “Gallego loco, nos
vas a matar a todos”, mientras que mi hermano Juan Carlos,
que iba detrás no paraba de darme trompadas (puñetazos),
diciéndome: “¡Pará, pará, pará!...”

Aún así, y a pesar de todo, no nos matamos…

Tampoco nos matamos cuando un día en que


bajábamos por la ladera del monte abajo, como siempre
acostumbrábamos, saltando de liana en liana, y como si
fuéramos monos, imitando a “Tarzán”, se rompió una liana, y
uno de nosotros resultó herido grave, y con varias costillas
rotas…

Otra que hicimos fue intentar construir una canoa con un


árbol, para hacerla navegar en el gran lago, recién construido,
del gran dique, Cabra Corral.

La idea no era mala, sólo que equivocamos el árbol, y


volteamos un pesado y barrigón “Palo Borracho”, y después
de varios meses de arduo trabajo, acanalando el interior para
dejar el espacio para los “marinos”, y habiendo quemado
también su interior, lo tuvimos listo para la “botadura”, sólo
nos faltaba llevarlo al Cabra Corral, y como pesaba tanto,
decidimos dejarlo caer por la muy empinada ladera y cuesta
abajo…

La madera, que era muy blanda, se hizo astillas,


conforme caía el árbol, rodando por las piedras de la ladera, y
así nos quedamos sin canoa, después de meses de duro y
arduo trabajo: ¡Pero nos la pasábamos de bien! ¡Nos
divertíamos tanto!…

445
Un día se me ocurrió también, y como mi primo Pablito
Postiglioni, era y es radioaficionado de toda la vida, que ya
que mis padres estaban muchos años en España, y no
habíamos hablado nunca con ellos, que podía escuchar
Radio Nacional de España, con la muy vieja, antiquísima y
grande radio de galena…

Para poder lograrlo, la antena de la radio necesitaba de


una amplificación, y así Yuyito me ayudó, y con un alambre y
una caña muy larga, que subimos arriba del tejado, logramos
escuchar a la Radio Exterior de España, pero con una señal
muy débil…

Entonces se me ocurrió usar como red de antenas,


todos los alambres de colgar la ropa, claro que había que
meterles corriente…

Y así lo hicimos: ¡Y oh sorpresa! ¡La radio Exterior de


España se escuchaba maravillosamente!

Pero no me di cuenta, que mi hermano Juan Carlos,


había puesto a la mañana un lavarropas o lavadora, y que
cuando estábamos escuchando el resultado brillante de
nuestro “experimento”, fue a colgar la ropa, claro a colgarla
en los alambres, en los alambres que estaban con corriente
directa a 220 Voltios de la red…

De los saltos que pegaba, y con la primera prenda de


ropa que intentó colgar, enganchado con sus manos al
alambre, se rompió la conexión eléctrica, y eso, eso le salvó
la vida…

446
Luego mi hermano me quería matar, porque además de
haberle quemado el televisor con los “experimentos”
radiofónicos, casi le cuesta también a él, casi le cuesta la
vida…

La verdad, no me sorprende que mi hermana María, una


gran profesional médico, no me hable, ya que desde el día en
que le dije: “Que todos los días se le morían pacientes, a
pesar de su gran pericia y profesionalidad, y como Jefa de
Cuidados Intensivos (UVI o UCI) o Terapia Intensiva, y que se
creía como Dios, por encima de la vida y de la muerte, pero
que no se daba ni cuenta, que era tan mortal, débil y frágil,
como todos los demás, y que se iba a morir como todos”…

Desde ese día, hace ya más de veinte años, mi adorada


hermana, mi muy amada hermana María, me retiró no solo la
palabra para siempre, me retiró y hasta el saludo hasta el día
de hoy…

Pero decía, que la verdad no me sorprende que mi


querida hermana así lo hiciera, luego de correr el velo de toda
su vida con mi lengua no sólo maravillosa, sino y aún
muchísimo peor, viperina (de víbora)…

447
Pero sí me sorprende y mucho, que mi hermano Juan
Carlos, después de todas las barrabasadas, travesuras y
locuras que hice en toda mi vida, y que le hice también a él,
después de todas ellas, todavía no sólo me hable y me
aprecie de verdad, y me quiera, me sorprende que además, y
cuando menos me los espero, me ingresa 50 euros en mi
cuenta de España, porque sabe que hay días de este mi
tiempo presente, en que paso hambre, tal y como él y yo,
también pasamos hambre, muchísima hambre, y los dos
juntos, hace ya más de treinta años…

Otra fue que Yuyito, que era un loco de las motos, y


como su padre sabía que se mataría, jamás le dejó tener una,
hasta que su amigo del alma, “el loco gallego”, le dejó el patio
entero de su casa, para montarla…

Y Yuyito montó en mi casa, pieza a pieza, una Harley


Davison, igualita que la de la foto de la página siguiente…

Y cuando estuvo montada, descubrimos que no


podíamos sacarla de la casa, porque era más grande que la
puerta…

Así que yo, el “bravo y loco gallego”, ni lerdo ni


perezoso, pillé un mazo, y ladrillo a ladrillo, volteé la pared del
fondo del chalet, haciendo un agujero grande, pero lo justo
para que saliera la moto…

Y un día se enteró don Villa, de que su hijo montaba una


poderosa moto…

448
Y le llamó, y le preguntó, pero Yuyito lo negaba, hasta
que al final lo confesó todo, y su padre le dijo que lleváramos
la moto a su casa…

Yuyito la llevó llorando, llorando a lágrima viva, como un


niño pequeño, porque pensó que su padre se la quitaría para
siempre, pero cuando llegó con ella, con la preciosa Harley,
don Villa le dijo: ¡Andá en la moto pero no te me matés!...

La moto la tuvo que vender Yuyito, para ayudar a pagar


la carrera de medicina de su hermano menor Gei (Sergio),
cuando murió don Villa, mientras que él mismo se quedó sin
terminar la suya propia, su carrera de médico…

Y aunque hoy día se que no se lo agradecen, como a mí


tampoco me agradecieron nada por hacerme cargo y ocupar
en la familia el lugar de mi padre, ni Yuyito, ni yo, envidiamos
a nuestros hermanos, y aunque todos ellos estén muchísimo
mejor que ambos, sin embargo, no les tenemos ninguna
envidia, y nos alegramos de su bien, porque eso fue lo que
les hicimos durante tantos años, a costa de perder el nuestro,
y por la memoria de nuestros padres…

Así que, aunque nos quedamos tanto tiempo separados


de nuestros padres, y así nos pasamos solos toda la
adolescencia, y hasta que nos hicimos hombres, sin
embargo, a mi hermano y a mí, no se nos ocurrió jamás
acercarnos a los vicios, a ningún vicio, que es lo que toda la
gente suele hacer normalmente, y recuerdo que todos mis
parientes y amigos de Salta, se extrañaban tanto de que
fuéramos personas tan sanas…

449
Y no lo tuvimos nada fácil, porque pasamos muchas
veces verdadera hambre y frío, un frío terrible…

Por las muy frías noches, en unos años en que nevó


abundantemente en unos fríos inviernos, tal y como ahora lo
volvió a hacer nuevamente en Salta…

Y enganchábamos la manguera al grifo (canilla) del


jardín de los vecinos, a altas horas de la noche, y la
dejábamos corriendo en un hilillo de agua, para que no se
congelara, y a la mañana siguiente, todavía muy de
madrugada, y antes de las seis de la mañana, nos
duchábamos, nos duchábamos con un agua congelada,
mientras que hacía una decena de grados bajo cero…

Y nos duchábamos desnudos en medio del patio, a la


plena intemperie, y bajo el manto de las heladas estrellas,
heladas como estaba el Cielo mismo…

Y así también, así también nos helábamos nosotros…

Y muchos días en que no teníamos nada, nada para


comer, mi hermano Juan Carlos y yo, comíamos porque los
amigos nos llevaban unos mates y unos “Chanchitos”, que
son unas muy humildes hogazas de pan…

Pero todavía recuerdo, y con mucho cariño, y con una


gran emoción, la ceremonia de poder comer algo tan simple,
como cuando Jesús bendijo en la última cena el pan…

Y uno de mis mejores recuerdos, lo tengo con Blanquita,


la que se terminó casando con un millonario de Marbella…

450
Para mí el mayor lujo de aquellos años, de todos
aquellos años de hambre y necesidades que pasamos mi
hermano y yo, fue pasar por la Panadería de los López, la
“Panadería Granada”. Y Blanquita, que sabía que tenía
hambre, me preguntaba si quería un bocadillo (sanguche) de
queso y dulce de batata…

Y yo me volvía loco de alegría, y claro que le decía que


sí, y ahora que he vuelto a probar de nuevo, en mi regreso a
Argentina y después de tantos años, el dulce de batata,
recuerdo esa escena, y me pongo a llorar…

Y me pongo a llorar, porque recuerdo a Lolita, la hija de


Blanquita y Manuel, la hermanita del Lolo, y a Lolita, por lo
buena, por lo muy buena que era, se la llevó el Señor al
Cielo, de una forma fulminante y en horas, con un terrible
virus, ya en España y cuando acababa de terminar su carrera
profesional…

Y siempre la recordaré, por su alma bella, como así


también no dejo de recordar a mi Daniel grande, y a María de
Fátima, la hija de mi amigo Jorge, y a Susy, Susana, la
hermana de mi ex-mujer Vince…

Por ellos, y a todos ellos, y para todos ellos, y a sus


padres, a sus hermanos y hermanas, a sus familiares todos,
he escrito también este libro, no sólo para mi amado pequeño
Daniel…

Y lo he escrito para curarles el alma, el alma malherida,


malherida de tanto dolor, tanto dolor callado y no hablado…

¡Para todos ellos! ¡Los que no se fueron y se


quedaron!...

451
452
Capítulo Décimo Noveno:
El Grado...

453
Porque me amabas…

Porque me amabas,
y yo no lo sabía
¡Cuánto me amabas!...

Porque me amabas
y yo lo ignoraba
porque te creí
cuando me dijiste
que no me querías...

Por eso,
porque me amabas
¡porque me amabas tanto!
¡pude hacerte tanto daño!...

454
Y por mi ignorancia supina
de un burro
y de un asno
te maltraté
te maltraté y te ofendí
¡tan terriblemente!...

Queriendo pagar
por lo que ya me regalabas
queriéndote pagar
por tu amor...

Y así
tratándote y maltratándote
como a una mujerzuela
queriéndote pagar
queriendo pagar por tu placer
así descubrí
¡cuanto me querías!...

Porque como me amabas


no pude hacerte más daño
que despreciarte a ti
que despreciar a tu amor
que ya me regalabas
que ya me regalabas con tu amistad
sin precio ninguno
despreciarlo todo
y despreciarte toda
al precio del dinero...

455
Y por mi soberbia
de macho cabrío
y de semental en celo
por mi pasión desbordada
te maté
maté con mi ofensa y mi ultraje
tu dignidad de mujer...
Y maté también
terriblemente
tu amor por mí
y así me borraste de tu vida...

Por eso yo te pido


yo te pido que me perdones
que me perdones
por no haberte amado
por no haberte bien amado...

456
Lo mas difícil que hice, lo que mas me costo en toda mi
vida, fue el obtener el grado, el grado de Licenciado en
Ciencias, con la especialidad de Físico.

Fue un esfuerzo titánico, de veinte años continuos, y sin


parar ni tirar la toalla nunca, por muy imposible y lejano, que
pareciera llegar al final.

Y más que a mi mismo, más que a mi lucha, tan tenaz,


férrea, e inacabable, se lo debo a mis tres musas, las tres
musas de toda mi vida: Maria, mi madre, Vince, mi primera
mujer, y Mercedes, mi segunda mujer.

Las tres mujeres, y cada una y todas ellas, como en una


carrera de relevos, en donde se pasa el testigo entre los
diferentes corredores, que dan los relevos, las tres y cada
una, me llevaron adelante, y me hicieron estudiar, y no me
dejaron abandonar, sosteniéndome, y conteniéndome, en
tantos y tantos momentos, tan difíciles, y de tanta flaqueza…

Por eso mi mejor, y mas honroso tributo, a cada una de


ellas, porque a pesar de todos sus errores, debilidades y
flaquezas, y de haberme dado una la vida, y las otras dos, la
vida a mis tres hijos, aun y además de ello, todavía me
construyeron, me construyeron con su amor, porque las tres,
y cada una de ellas, me amaron con verdadera locura, y
todavía creo que, y a pesar de todo, y por tanto que me
amaron, todavía continúan, una desde el Cielo y las otras dos
desde la Tierra, todavía continúan amándome...

Y por eso, no quiero dejar de reconocerles todo el mérito


a ellas, y además reconocerles que tuvieron mucho que ver,
en mis dos divorcios, mis propios errores...

457
Con la primera, Vince, tengo que agradecerle y
reconocerle, que cuidara con un extremo y verdadero amor,
en su terrible enfermedad, a su suegra, mi madre, con el
amor de una hija.

Y tengo que culparme, porque no tuve la paciencia, que


todo hombre debe tener con una mujer, y discutí muchísimo,
tal vez demasiado, tal vez también, producto de la excesiva
fogosidad, propia de todos los errores de la juventud...

Y además, entre en un delirio, cuando me dediqué a


estudiar a Lacan, el fundador de la escuela lacaniana de
psicoanálisis, sucesor directo de Freud.

Y así, entre el delirio, que hizo muy difícil la convivencia


para Vince, y la tremenda desilusión, que sufrió al ver que no
terminaba la carrera, se acabó el amor...

Y aunque del delirio salí, sin embargo, ya no pude salvar


al matrimonio, que naufragó sin más remedio...

Con María de las Mercedes, tengo que reconocerle y


agradecerle, que cuidara también con un extremo y
verdadero amor, de Rubén Darío, cuando mi hijo estaba tan
perdido y tan enfermo, y lo hizo igual o mejor que como si
hubiera sido su misma madre...

Y con Mercedes, pude renovar la ilusión de vivir, que


necesitaba para terminar la carrera, y así la termine y pude
terminarla, y de una vez por todas y para siempre...

458
Y a Mercedes, la ofendí también, terriblemente, un día
en que le dije, y lo peor, delante de mis tres hijos, y de
nuestro propio hijo Daniel, que me divorciaría de ella. Así, yo
mismo, yo mismo también maté a su amor...

459
Mi plan un poco más real para acabar mi carrera, en
diez años más, después de estar diez años ya en la

460
Universidad...

461
Anoche…

Anoche,
cuando me desperté,
tan de madrugada,
tan temprano,
y no me podía dormir
pensando en ti...

Pensaba en tu niñez,
en como pudo ser tu niñez
sin un padre,
pensaba en como pudo ser,
y tan grande tu dolor...

462
Y pensaba
en como pudo ser tu amor,
tu amor por el hombre,
que fue el padre de tus hijos,
de los hijos que no tuviste,
el hombre al que tanto amaste,
y el hombre que no te amó...

Y pensaba
en como es tu amor,
por tus hijos
por tus hijos que tanto,
y tanto te adoran...

Y pensaba
en como podría ser,
como podría llegar a ser,
tu amor por mí...

Y pensaba
en como es,
como es mi amor,
mi amor por ti...

Y pensaba,
si el milagro de tu amor,
si el milagro de mi amor,
podrían ambos,
y a la vez,
curarte el alma,
tu alma malherida,
malherida de tanto dolor...

463
Y tú ahora tienes la esperanza
de que yo soy quien te escucha
quien te escucha en lo más profundo
de tu alma bella
y de tu ser entero
el hombre que te pasaste
toda tu vida entera
buscando...

Y por eso
yo te propongo
que seas para siempre
mi musa...

Y por eso
yo te ofrezco
ser para siempre
quien te escucha...

Y eso
es el amor...

Y así quisiera
que estuvieras siempre
feliz
muy feliz
en lugar de triste
y tan triste
como cuando te conocí...

464
465
Capítulo Vigésimo:
Los Butaneros...

466
467
Cuando me divorcié la primera vez, me arruiné tanto y
como en esta segunda vez, con el agravante de que mis
relaciones y amigos, sólo lo eran y por el dinero, y cuando me
quedé sin dinero en el divorcio, y se fue al traste mi empresa,
ella supo muy bien donde darme, donde más me dolía, como
y así está también haciendo ahora la segunda ex-mujer, y con
mi otro pequeño Daniel…

Y el juramento que le hizo a mi tía Josefina mi primera


ex–mujer, de que me destruiría en todo, en lo económico, en
lo sentimental, en lo profesional, etc. Este terrible juramento,
sólo se volvió contra mi hijo pequeño de ese entonces, Rubén
Darío, y le mató el alma, tanto, que casi no logré recuperarlo,
sino y después de muchos años, y con la ayuda de no sólo
una muy buena Psicoanalista, sino y además con la ayuda
del Cielo. Esta historia, la historia de dolor de mi muy amado
hijo Rubén Darío, la cuento en el Capítulo titulado: “Hay de mi
hijo…”

Y ahora, mi segunda ex–mujer, también me ha jurado, al


igual y que la primera, odio y rencor eternos, y ha jurado que
no me va a dejar hablar nunca más con mi adorado Daniel…

Volviendo a la historia que relataba, después de mi


primer divorcio, tuve que empezar de nuevo, sin capital
ninguno, tal y como también estoy haciendo ahora mismo de
nuevo, y sin relaciones, también como ahora, y el único
trabajo que pude encontrar fue el de repartidor de butano
(garrafas de gas)…

468
469
Pero como mi padre me dijo, “cualquier trabajo es digno
mientras que no sea robar”. Así lo hice con el mejor celo y
responsabilidad, y lo mejor que pude. Y podría contar tantas
historias de cosas que me pasaron, que seguramente
escribiría otro libro, pero las callaré, porque aunque algunas
de ellas son agradables, otras muchas de ellas no son, tan
agradables, aunque sí contaré una de ellas…

Un día apareció en el barrio, un nuevo Agente de la


Policía Local, racista, muy racista…

Y me denunciaba, y me multaba, por estar mi camión de


reparto aparcado y estacionado en doble fila, junto a la carga
y descarga, mientras que no denunciaba a los vehículos
particulares que ocupaban indebidamente, mi sitio
preferente…

El asunto fue tomando un tal in crescendo, que los


vecinos le “pegaron” y “sacaron a palos”, literalmente, a la
Policía Local, un día en que se manifestaron a mi favor…

La Policía Local en venganza, me tendió una trampa y


una encerrona, de donde resulté apaleado salvajemente, y
con el brazo partido…

El asunto no sólo terminó en los tribunales, sino que


llegó al Tribunal Constitucional, por indefensión, artículo 24
de la Constitución Española, donde finalmente terminó
prescribiendo…

470
471
Yo no le deseo mal a nadie, pero como la vidente
Carmen me dijo muy cumplidamente: “¡Llevas tanta Luz
dentro de ti mismo, me deslumbra tanto la tremenda Luz de tu
alma, que quien te hace bien, no sabe el bien que se hace a
sí mismo, pero quien te hace mal, no sabe tampoco el gran
mal que se hace a sí mismo!…”

Pero el epílogo de esta historia, es que mientras a mí


todavía me adoran y me recuerdan los ancianos, en el Barrio
de Santa María de Gracia de Murcia, el Sr. Guardia se ganó
tal enemistad, con su rencor y su maldad, y le hicieron la vida
tan imposible, que le terminó dando un terrible cáncer de
páncreas, muriendo muy joven, y de una forma
verdaderamente horrible…

Las garrafas pesaban más 28 Kg., y yo las subía


corriendo hasta los séptimos pisos sin ascensor, y llegaba sin
siquiera estar agitado o asesar, con las respiración en
silencio, de la forma física que tenía, llevándolas a pares, o
sea una en cada mano, con 54 kilos en total, y además con el
peso de mi cuerpo…

Yo me fui hablando de vos y de ustedes, hace 28 años,


cuando salí de Salta, y 28 años después volví hablando de tú
y de vosotros…

Claro que me dieron en España una trompada o


puñetazo, que me fisuró dos costillas, mientras que me
decían despectivamente: “Sudaca de mierda…”

472
Ahora también sufro el racismo en mi propia tierra, “Salta
la Linda”, porque ahora aquí, aquí también soy el extranjero a
batir, el zorro a cazar, el conejo a apresar, el invasor español
que vino, y viene todavía a robarles todos sus tesoros, y
aunque todavía no me han roto las costillas, como hicieron en
España, sin embargo, ya me han partido, y bien partida, el
alma entera toda…

473
474
Cuarta Parte
Mi tiempo del alma…

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Capítulo Vigésimo Primero:
El Paraíso perdido, mi paseo por el Cielo…

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Como estoy ahora, así estaba, así estaba abandonado
de todo y por todos, abandonado de la vida, cuando me di un
paseo por el Cielo.

Acabo de fracasar hoy, y por enésima vez, opositando


en la UNSa, Universidad Nacional de Salta, sencillamente
porque a mis cincuenta años, no tengo todavía ninguna
experiencia docente demostrable, y me es imposible competir
con el resto de opositores, que sí la tienen, aunque sean más
jóvenes que yo.

Y en ese intento fracasado de abrirme un hueco digno


en la vida, y en la sociedad salteña, en ganarme simple y
sencillamente un pedazo de pan como todos, y al que todos
tenemos derecho, así me encuentro, sin estar asido a nada,
ni a nadie, ni siquiera a mi “idílica” musa, que no existe, o que
creo que no existe, para mí, ninguna mujer que pudiera dar la
talla, la talla de ser simple y sencillamente mujer; pero es que,
casi ninguna lo sabe, sabe lo que es ser mujer…

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Y yo tampoco lo sabía, lo que era el Cielo, ni quién era el
ser de luz, al que habitualmente llamamos Dios. Hoy día sé
que es el Ser de Luz, que nos adora con verdadera locura,
que nos ama con todo su corazón…

Y por ser tan valiente, seguramente el hombre más


valiente sobre la Tierra, cuando yo estaba “desaparecido”,
cuando yo le decía a Él, que porqué me había abandonado,
yo, que quería ser cura para servirle a él, y a los hermanos y
hermanas, y que me dijo el Arzobispo Carlos Mariano Pérez:
“Que tenía un llamado muy especial y que estaba llamado a
hacer grandes cosas para Dios”. Decía que por ser tan
valiente, me llamó a verle, a conocerle, a ver su rostro…

Y yo estaba orando, con mucho enfado, porque le decía


que porqué me pasaba todo, lo tan malo que me pasaba,
como ahora, que también me pasa, y Él, en su sabiduría, que
siempre nos escucha, aunque por su silencio parezca todo lo
contrario, Él me llamó a verle, para que supiera que me
quería, que me amaba, y que no me odiaba, y me diera
cuenta, que todo lo malo que me pasaba, era por mis propios
errores, y por la maldad de los demás, pero no por su
extrema bondad…

Y orando, se desapareció la habitación, haciéndose


cada vez más grande, tan grande, hasta que sólo me
encontré en un túnel muy negro: ¡el lugar más desagradable
de toda mi vida! ¡Era como cien mil cristales cortándote y
rasgándote el alma!

479
Y cuando salí del túnel, había un espacio negro
inmenso, pero era un lugar muy distinto del anterior. El
anterior es el lugar más lóbrego, frío y oscuro de toda la
existencia, el infierno, si existe, es este lugar, donde reina la
más absoluta soledad, inenarrable…

Mientras que al salir de allí, aterido de frío, sentí como,


poco a poco, llegaban ondas de calor a mi ser, y mi ser tan
helado, se acurrucó, y se dejó llevar por lo que me llevaba, lo
que me llevaba sin que yo hiciera nada, algunos le llaman el
Espíritu Santo.

Nunca más pude volver a repetir este viaje, me llevaron,


y como me llevaron me trajeron, no dependió de mi
voluntad…

Cuando avanzaba en esa negrura inmensa, percibía un


límite, un horizonte, y empecé a ver una lucecita mortecina,
muy débil, pero conforme me fui acercando se fue haciendo
más, y más, y más grande: ¡Hasta brillar muchísimo más que
el Sol!

Y en esa presencia, en su presencia, sentí que Él me


amaba, incondicionalmente, como me amó mi madre, con
total entrega y sin pedirme nada a cambio…

Si hubiera podido tener un orgasmo, con cada una y


todas las más bellas mujeres del mundo entero: ¡Ninguna me
lo hubiera dado como me lo dio ese ser!

Estaba tan lleno de felicidad, que sólo quería


subsumirme en Él, y desaparecer para siempre en Él.

480
Pero Él me hizo sentir, que si pasaba el límite, que ya no
volvería.

Y hoy día, con la perspectiva de casi treinta años de mi


vida, que han transcurrido ya después, con el regalo de la
vida que hice por amor, les llamé y por amor, les llamé a la
existencia, a tres seres, a quienes son mis tres hijos, y según
la vidente, que ya hablaré de ella a continuación, según ella,
todavía me queda esperándome en el Cielo, una cuarta alma,
hija mujer, para encarnarse en mi llamado a la vida…

Así que como fui allí, de la misma manera, volví aquí…

Pero eso me marcó, y yo no lo sabía, pero estar ante su


presencia, y en su presencia, que lo estoy siempre, y
permanentemente desde ese viaje, me marcó el alma, de una
forma tan indeleble, dejó una huella tan fuerte, que las
videntes, las que lo son de verdad, se quedan ciegas por lo
que los deslumbra la luz, que porta mi alma…

Y no sólo me marcó así, sino que, y además, me hizo


manosanta, tanto, y entre otras cosas, que despierto a los
moribundos y agonizantes, en estado de coma, sólo para
decirles que caminen hacia la luz, que no tengan miedo de
ella, y para darles paz, para que mueran en paz…

Y me marcó durante estos casi treinta años, durante los


cuales no había olvidado la experiencia, la más real de toda
mi vida entera, pero la había dejado estar, como sino hubiera
sucedido nada, como si nunca hubiera sucedido…

Pero apareció Carmen, la vidente…

481
Y Carmen conoció en un verano, de hace ya casi cinco
años, a mi hijo pequeño Daniel.

Lo conoció corriendo feliz en la playa, cuando tenía a su


papá y mamá juntos, cuando tenía papá y mamá, mientras
que hoy día no ve a su papá por la distancia, pero tampoco
ve a su mamá, ya que está con la abuela y mi ex-cuñado, que
me cuelgan el teléfono cuando le llamo, para que no hable
con él, mientras su madre trabaja dieciocho horas diarias,
para poder apenas malvivir en la mísera España del presente,
la España del Socialismo, ya que no en vano dijo Alfonso
Guerra: “A España la vamos a dejar que no la va a conocer ni
la p… que la parió…”

Y cuando Carmen miró a ese niño, a mi hijo Daniel, le


vio con los ojos del alma, los ojos de vidente, le vio un alma
resplandeciente de luz, y conoció a su madre, mi ex-mujer,
Mercedes, y dijo: ¡Esta luz viene del padre!

Y así se pasó un año más, hasta que un día, al verano


siguiente, del año 2006, entró a mi vivienda de la playa, y yo
que estaba trabajando con mi portátil o notebook, me puse
inmediatamente de pie, por cortesía y educación, tal y como
me enseñaron desde muy niño, pero vi que no me miraba a
mí, que miraba detrás de mí, y yo muy agudo, le pregunté:
“¿A quién miras?”

Me dijo que a mi madre, y le dije que mi madre se había


muerto hacía ya más de una década, y que había muerto de
una muy terrible enfermedad terminal. Pero ella me contestó
que allí estaba, que no se había ido. Entonces yo le pregunté
qué porqué no se había ido, y me dijo que porque me
escribió, mientras que pudo hacerlo, que quería que me
muriera con ella…

482
¡Y se me saltaron las lágrimas! De recordar como así me
lo había dicho y escrito, mientras que pudo hablar y escribir.

Ya que tuve que irme, que irme de su lado, con todo lo


que la quería, para dejarla morir, para que pudiera morir por
estar sola.

Porque mi fuerza vital es tan enorme, mi gracia de


“manosanta” es tan grande, que la mantuve en vida durante
diez años, consumida enteramente, hecha un vegetal, con
llagas y escaras, y en su pleno conocimiento.

En el último año de su vida, me dijeron los médicos que


se estaba ahogando en dióxido de carbono, que no tenía casi
oxígeno, por estar destruidos los intercostales y el diafragma,
y que sin embargo, estaba con vida, y que si había un
milagro, eso lo era.

Entonces le dije a Carmen, que qué había que hacer


para que se fuera de una vez por todas al Cielo, y ella me dijo
que rezar una oración al Padre. Le dije entonces, vamos ya a
ello, y luego de un mes, cuando la volví ver, y le volví a
preguntar por mi madre, y me dijo que ya se había ido para
siempre…

Entonces me dijo que yo era un gran manosanta, y que


yo no lo sabía, que tenía que imponer las manos y curar,
porque tenía tanta energía, una energía tan desbordante, que
sino curaba, que me hacía mucho daño a mi salud, y que no
necesitaba hacer Rekis, ni nada parecido. Hoy día sé que es
totalmente cierto, pero eso me lo ha enseñado la experiencia.

483
También me dijo que iría a la Argentina, a hacer
negocios, pero que ninguno me saldría bien, como así me
ocurrió, a finales de ese mismo año del 2006, y que volvería a
la Argentina nuevamente, solo y totalmente arruinado, como
así me ha ocurrido también en el 2010.

Y mi ex-mujer le preguntaba, viendo que me predecía mi


futuro, que le predijera su futuro, que le dijera su futuro, y
Carmen, con sabiduría le decía que para qué le haría falta
saberlo, tanto insistió Mercedes, que al final le dijo, que me
esperaba en el Cielo una cuarta alma hija mujer, y no era con
ella…

Yo no tenía programado ningún viaje a Argentina, pero


me surgieron unos negocios a final de ese año, que creí
poder cerrar satisfactoriamente y con gran rentabilidad, y
cuando estaba preparando el viaje, Carmen me llamó por
teléfono y me dijo que un amigo mío de toda la vida, estaba
sufriendo muchísimo, que ella no sabía quién era, que
llamara a todos mis amigos de Salta. Así lo hice, y cuando
hablé con Sergio, me dijo que se había suicidado la hija
menor de trece años de Jorge, nuestro compañero de
secundaria, y que la habían encontrado ahorcada en el baño
sus dos hermanas mayores…

484
Carmen me dijo que preguntara el nombre, para hacer
oración, y ayudarle a llegar al Cielo, pues su alma estaba
dando vueltas alrededor de toda la familia, y estaba sufriendo
muchísimo ella y toda la familia. Me dijo también que les
dijera que se había suicidado en un acto de amor, porque se
había quedado embarazada, y porque sus padres y sus
hermanas no lo sufrieran, no sufrieran la vergüenza que eso
significa todavía, en esta sociedad salteña del medioevo, que
por ello se había quitado la vida, ignorando que todavía les
causaría a todos y a sí misma, un dolor muchísimo más
terrible…

Así lo hice, y lo pregunté, y se llamaba María de Fátima.


Entonces hicimos ambos, Carmen y yo, oración por ella, y
Carmen habló con María de Fátima, y le dijo que no tuviera
miedo de la luz que veía, que era Dios, y que caminara hasta
Él. Y ella caminó hasta Él y se subsumió en Él,
desapareciendo en Él…

Y yo tendría que haber sospechado algo del signo del


amor, con el que está marcada mi alma al fuego divino
indeleble e imborrable. Tendría que haberlo sabido por
ejemplo con la enfermedad terminal, y la muerte del ser, que
más he amado en toda mi vida, y que más me amó: ¡Mi
madre!...

Pero no supe, no atiné a saber. Un año antes de


morirse, el Jefe del Servicio de Neumología de la Ciudad
Sanitaria de Murcia, “La Virgen de la Arrixaca”, cuando le hice
un ingreso o internamiento a mi madre, me dijo que estaba
ahogándose en dióxido de carbono, que tenía destruidos los
intercostales y el diafragma, y que debía de estar muerta,
pero que allí estaba, viva, y que si había un milagro eso lo
era…

485
Un domingo, vino a ver a mi madre, un curita, ya muy
mayor, y amigo de toda la vida de la familia. Cuando salió me
dijo, mirándome fijamente y a los ojos, que si me había dado
cuenta de que yo le insuflaba el hálito de vida a mi madre...

Yo le contesté que no lo había pensado, y entonces me


dijo que lo pensara.

Así lo hice durante tres días, y cuando comprendí que


era verdad, que yo sostenía con mi propia fuerza vital, tan
desbordante, a mi madre en vida, muerta en vida, hecha un
vegetal, tetrapléjica, llena de llagas y escaras, y con todo su
conocimiento en pleno, tuve que pensar si qué quería más: A
mi madre, o a mí mismo, a mi egoísmo de tenerla a mi lado,
aunque estuviera muerta en vida…

Y como siempre en toda mi vida entera, como siempre


que me jugué por el amor, decidí por el amor y con el amor, y
decidí irme, para que al faltarle mi presencia, pudiera morir y
descansar por fin, de sus terribles sufrimientos…

Y después de pensarlo durante tres días, me fui de viaje


de descanso a Galicia con toda la familia, aunque mi mujer no
quería, y así se murió, así pudo morirse mi madre por fin, sola
y sin mí…

Porque cada noche, durante más de una década, estuve


en vela, escuchándola toser y ahogarse, y cuando ya no
escuchaba nada, entonces sabía que me necesitaba, e iba a
su dormitorio, y me la encontraba ya amoratada, y la tomaba
por la espalda, y le daba un fuerte empujón en el estómago,
como hay que hacer con las personas que se ahogan por
atragantamiento de comida, y así ella volvía a respirar…

486
Y a veces pienso, que las nieves que peinan, y ya
totalmente mi cabeza, no vinieron tanto del paso del tiempo,
como cuánto de tantas noches de sufrimiento, tan intenso y
prolongado…

Por eso soy un ferviente partidario de la eutanasia, que


no es lo mismo que el suicidio. Soy partidario de la muerte
con dignidad, de la vida con dignidad, y cuando las personas
perdemos la dignidad, la vida ya no tiene valor ninguno. Mi
padre me enseñó desde muy pequeño, que se pierde la vida
antes que la dignidad…

Y por eso entiendo muy perfectamente a mi adorada


Alfonsina Storni, la poeta del amor, porque su poesía, al igual
que la mía, es bellísima y plena de amor, ella amó tanto, tan
intensamente y con verdadera locura, a los hombres, tal y
como yo también, amo a las mujeres, pero tristemente, nunca
fue amada, bien amada, y ella lo refleja magistralmente en
toda su obra poética, y su tragedia fue tener una enfermedad
terminal, por lo que decidió ahogarse en el mar, antes que
perder la dignidad…

Al final, dejar de vivir para no perder la divinidad, es una


decisión muy personal, yo ya he visto consumirse a la mujer y
al ser que más me quiso en la vida, mi madre, pero y a
diferencia de ella, yo quiero morir con mucha dignidad, y en lo
que de mí dependa, no dejaré de intentar que así sea, y si me
es posible, cuando me llegue el momento…

487
En la página siguiente, mi madre, María, ya muy
enferma, y hecha un guiñapo de la muy bellísima mujer que
fue de joven (ver su foto de la página 649 del Capítulo
Décimo Cuarto), y cuando todavía le quedaba apenas un
poco de movilidad, lo que demuestra lo verdaderamente
pasajera que es la belleza física, y lo muy corta que es la
vida…

Siempre me he preguntado desde entonces, porqué mi


padre decidió morir lo antes posible, y no le preocupó
cuidarse para prolongar su vida, porque decidió morir feliz,
disfrutando todo lo que pudo de la vida, y hartándose de la
comida, y tuvo veinte infartos hasta que murió. Y en cambio,
mi madre, que decidió no morirse, así estuviera hecha una
carnicería, así sufriera los más atroces suplicios…

Descubrí, que la muerte no es algo automático, que para


los creyentes la otorga Dios, descubrí que en la muerte, cada
uno de nosotros tiene algo que decidir, si se queda todavía, o
si se va…

Y eso lo he visto ya muchas veces, como algunas


personas deciden quedarse todavía, aun a costa de terribles
sufrimientos corporales y espirituales, y como otras deciden
disfrutar todo lo que puedan de la vida, aunque sepan que
ello les costará irse mucho antes de tiempo, dejando muchas
veces a los hijos pequeños indefensos ante la vida, y
huérfanos…

488
Así tuve que vivirlo un mes atrás, cuando fui al duelo de
un compañero ciclista joven, y con hijos pequeños, pero al
que los vicios le habían podido más que el amor a sus
propios hijos y mujer, y los vicios lo consumieron, llevándolo a
la muerte a una edad muy joven. Y su hija de once años, lo
lloraba tan desconsoladoramente, diciendo que ya no iba a
ver nunca más a su papá…

¡Tenía tanto dolor! Que me inspiró desde lo más hondo


de mí ser, esta poesía:

489
¡Ay mi niña!

¡Ay mi niña!
¡Que tu padre se ha ido
y ya no tienes consuelo!

¡Ay mi niña!
¡Que tú lamento de existir
es todo un dolor de agonía!

¡Ay mi niña!
¡Tan joven y tan bonita
y ya tiene su alma muertita!

¡Ay mi niña!
¿Donde se fue tan lejos tu papa
que dices que ya nunca le veras?

490
!Ay mi niña!
Al Cielo todos te dicen
¡Pero diera lo mismo el infierno!
¡!Porque eso es para ti
lo que es tu vida ahora!

¡Ay mi niña!
¿De dónde pudo venir de repente
tanto dolor?
¡Si tan feliz
y tan inocente vivías!

¡Ay mi niña!
¡Qué preguntas porque
en una letanía sin consuelo!

¡Ay mi niña!
¡Que tu dolor
se me traspasa al alma
dejándome sin respuesta!

491
Y a ti Daniel, ya te ha tocado conocer el dolor de la
muerte, y muy de cerca, cuando tu querida señorita se la llevó
el Señor al Cielo, y de una forma fulminante por un cáncer
terminal, dejando hijos pequeños…

Y recuerdo que te llevé a verla, cuando la estaban


velando, y fuiste el único alumno que fue a ver a su
maestra…

Y cuando yo te dije que su alma estaba dando vueltas


alrededor nuestro, despidiéndose, y que ya no estaba en su
cuerpo, pero que le dieras un beso de despedida, para que
supieras lo frío que se queda un cuerpo, cuando se va la vida,
entonces se horrorizaron, todos y todas, y en particular las
monjas del colegio, y les dije: “Señoras: ¿No son ustedes
quienes se han desposado con Dios? ¿Dónde está vuestra
fe?”
Así Daniel, te enseñé desde muy pequeño, y al igual que
a tus hermanos mayores, la certeza de la muerte, la certeza
absoluta de que vamos a morir…

Y esa es la única certeza que podemos llegar a tener a


ciencia cierta en la vida, pues todo lo demás es tan
contingente y pasajero, y tan incierto como nuestro propio
destino.

Por eso, cuando ahora en nuestra avanzada y moderna


civilización, tecnológica y científica, hemos recluido la muerte
a los tanatorios, sacándola de nuestras casas y de nuestras
vidas, y como un signo de triunfo sobre la naturaleza y el
destino, sólo estamos ciegos, ebrios de soberbia, y sin poner
límite ninguno a nada, en una actitud totalmente
esquizofrénica…

492
Y por mi saber, por mi sabiduría, y por mi valor, y contra
la oposición de vuestras madres, y de todos los demás, tanto
a ti como a tus hermanos, yo os puse ese límite, desde muy
pequeños, y ahora, ahora que estáis los tres sin padre, ahora
sois fuertes, porque os sabéis mortales…

Y ésta es mi herencia, la mejor herencia que os puedo


dejar. Y cuando seáis viejecitos, os acordaréis de vuestro
padre, y de que no sólo os amé bien, sino y más importante
aún, os enseñé bien…

Y aunque sé que me llamáis “viejo”, todavía no lo soy ni


así me siento, sino y todo lo contrario, estoy tan lleno de vida,
que todavía puedo generar nueva vida…

493
494
Capítulo Vigésimo Segundo
Porque el corazón se me ha helado…

495
Porque el corazón se me ha helado…

Es que de repente
la vena del poeta
se me ha secado
porque el corazón
se me ha helado

Era la muerte
que de refilón
ha rozado
al ser de mi amado
dejándome demudado

496
Y de mi alma
como mañana invernal
sale un aliento
frío y helado
de suelos helados

Pero de repente
allá en la bruma
de la oscuridad más absoluta
una ola de tibieza
acoge mi ser

Y mi ser acongojado
de pena tan grande
que no podía hablar
es acurrucado
en la luz imperecedera

¡Tanto!
que volver
no quería
a este mundo
arrinconado

Pero aquella luz


que sólo me amaba
y nada me preguntaba
me envió de nuevo
pues allí no me dejó quedar

497
Y así
la vida entera
me he pasado
arrinconado en este mundo
sabiendo
del otro mundo

Y sólo me queda
esperar
la hora de mi partida
en la que en vez de morir
en aquella luz he de vivir...

498
Ay de mi hijo…

Ay de mi hijo
del que era mi pequeño
y ahora es grande
pero sigue siendo aún más pequeño que antes...

Ay de mi hijo
Rubén Darío como el poeta
colgado de un balcón
su vida quiere acabar...

Ay de mi hijo
porque su hermano
la vida que le colgaba en el vacío
con su manos desnudas sujetó...

499
Ay de mi hijo
porque dolor tan grande de agonía
en toda y entera su alma tenía
del que no podía hablar...

Ay de mi hijo
que tan amado
y tan desamorado y desatado de la vida
que ni el amor lo sujetaba en vida...

Ay de mi hijo
que amé y amo
más que mi vida misma
y mientras que yo se la cuido
a él se le escapa toda entera...

Ay de mi hijo
doliente alma en pena
ausente del mundo presente
hundido en el vacío de la nada...

Ay de mi hijo
que si el amor divino
la gracia entera en su espíritu le derrama
la cordura perdida recuperará...

Ay de mi hijo
que su vida quiere cercenar
sin darle más oportunidad
porque su lamento de existir
es un dolor de agonía...

500
Ay de mi hijo
a quien la muerte entera le rondaba
con la hoz y la Parka
transmudando la vida
del cuerpo al espíritu

Ay de mi hijo
que a la soledad más absoluta
al vacío más frío
traspasaba su existencia…

Ay de mi hijo
que al punto de no retorno
la vida entera
la llevaba…

Ay de mi hijo
que mis antepasados ángeles de su guarda
no abandonaron
en el instante más preciso

Ay de mi hijo
al ser supremo pido
si lo pierdo para siempre
con su amor infinito lo acoja…

Ay de mi hijo
que si el umbral de la muerte
traspasa
arribe a la fuente misma
de la vida entera…

501
Ay de mi hijo
que si le pierdo para siempre
su alma recogida sea
por la LUZ de amor divina…

502
Estas dos poesías anteriores, tan llenas de dolor, y
escritas también, con tanto dolor, me las inspiró el momento
tan duro que viví, cuando mi hijo mediano, y muy bien amado,
Rubén Darío, se tiró por el balcón de su edificio…

Y se me revolvieron no sólo las tripas, sino y peor aún, el


alma.

Así, y como estoy ahora también, en medio de mi


miseria, con las tripas revueltas, de haber intentado de
desatrancar las cloacas de esta muy vieja casa, y por
enésima vez, ya totalmente obstruidas, después de más de
un cuarto de siglo, en que no se la ha hecho mantenimiento
ninguno, desde que se murieron los dueños de la casa, los
padres de mi amigo Sergio, y donde mi cumpa es el casero
más desastroso que se pueda uno imaginar, porque para mí
que padece el síndrome de Diógenes, porque le encantan la
basura y la suciedad, y la limpieza pareciera que le molesta, y
por eso no ha limpiado nunca, en toda su vida entera esta su
casa…

Y por eso aproveché hace un mes, cuando se fue a vivir


a Yacuiba por un trabajo que le salió, y limpié mi habitación
de arriba abajo, moviendo todos los muebles, desde la cama
a los roperos, y vaciando su contenido y dejándolos
relucientes, a pesar de su vejez, y de la carcoma que
envuelve a estos muebles ya centenarios. Y para terminar
eché en el piso 5 litros de lejía, o lavandina pura, tanto, que
me ahogaba de las tosidas, por los vapores cáusticos y
abrasadores, y tenía que salirme corriendo afuera al patio a
tomar unas bocanadas de aire puro para no ahogarme e
intoxicarme más, y volvía a continuar con la “desinfectación”.

503
Por eso, después de haber empezado una “limpieza
general” de toda la casa, tirando todo lo que no sirve y hace
mugre, porque mi cumpa la tenía como un altar de culto
morboso a la muerte, la de sus padres, porque todavía no
terminó su duelo, desde hace más de treinta años, y ahora
que yo estaba feliz, quitando la mugre de toda la casa, me
retorna otra mugre peor, la que me sale desde las mismas
cloacas…

Y me he enfangado de la mierda de las cloacas, nunca


mejor dicho, literalmente, llenándome de la mugre de las
mismas, de arriba abajo, y estaba desnudo para no
enfangarme la ropa limpia, pero no he podido quitar el atasco,
porque el cable que he podido comprar, el más barato de
todos, es de plástico, y cuando llega al tapón, después de
meterlo en la cloaca de la tubería de desagüe cerca de media
docena de metros, no tiene fuerza y resistencia suficiente
para empujar, y se retuerce.

Lo solucionaría con un cable de acero, pero vale un mes


entero de mis comidas, y así vivo en medio de las aguas
fétidas y fecales, antes que pasar hambre, aunque alguna vez
también la he llegado a pasar, habiendo llegado a deberle a
la dueña del comedor, Doña Claudia, un mes entero de
comidas…

Yo también tengo una parte de culpa, porque usé recién


llegado unas toallitas desechables, como papel higiénico, y
parece que, en lugar de deshacerse, han contribuido al
desastre.

Cuando llegué, la casa ya tenía reventadas todas las


tuberías, con abundantes pérdidas por todos sitios, y ya
existía inundación, pero sólo era de aguas limpias e inodoras.

504
Ahora la inundación a aumentado en tal grado, que está
totalmente inundada de aguas fecales y orines la cocina
entera, que da justamente a la habitación en donde duermo, y
así duermo, “suavemente perfumado”, cada uno y todos de
mis días de este mi destierro involuntario, aunque por ello, y
aun así, y a pesar de todo, no los considero totalmente
aciagos, y quiero llegar a pensar, que a pesar de todo, la vida
es bella…

A pesar de toda mi miseria, el poco dinero que pude


ahorrar, hasta inclusive llegando a pasar hambre, me lo gasté
en arrancar y en quitar, la “Selva” en que se había
transformado el jardín de la casa, con hierbas y “yuyos” de
casi hasta tres metros de alto, y haciendo aparecer la belleza
de sus rosales y de sus rosas…

Y dándome así también, e inventándome, junto y


además con este mismo libro y mi “bicicleta”, una ilusión para
vivir…

Y todos los vecinos me dicen que desde que yo llegué a


esta casa, que antes estaba llena de la muerte, ahora con mi
sola presencia, la he llenado de vida…

Y así, aún y a pesar de todo, la vida es bella…

Pero eso no fue lo que pensó mi hijo Rubén Darío,


durante la mayor parte de su corta y joven vida, hasta que se
tiró por el balcón con veinte años…

505
Aquí le llaman “las juntas”, en España decimos “dime
con quién andas y te diré quién eres”. Y mi amado Rubén
andaba con “vagos”, “atorrantes”, “borrachos”, “viciosos”, y
cuando no con alguno, que también era “drogata”; aunque al
menos eso, la droga, parece que hasta allí no llegó.

Pero sí llegó a la borrachera diaria, y terminó


destrozándose la vida y cualquier futuro, durante mucho
tiempo, y además consentido por la principal culpable de
todo: ¡Su propia madre!…

Cuando me divorcié de su madre, Vince, lo primero que


hizo fue decirme, y delante de ellos dos, nuestros hijos, que
un día se los iba a traer muertos en un cajón, de montarse en
la bicicleta, así que inocentemente, les dije a ellos que si no
se querían montar en la bicicleta que no lo hicieran. Y allí se
acabo el último freno contra todos los vicios.

Sergio sobrevivió a pesar de todo, porque se buscó una


novia, y no le afectó el desamor de su madre por mí, lo que
ella le juro a mi tía que me destruiría, que haría todo lo
posible por destruirme. Pero eso no sólo se volvió, no ya
contra ella, sino contra y nuestro bien amado, Rubén Darío.

Y por eso no hablo en todo el libro, no hablo casi nada


de Sergio David, porque el ha sido el hijo más responsable y
solidario que me dio el Cielo, tanto, que es muchísimo mejor y
más responsable que yo mismo…

Y estoy por ello: ¡Tan sumamente orgulloso de él!…

506
Y cuando no tuve este año para pagarme la cuota de
Socio Numerario, del Grupo de Física Teórica de la Real
Sociedad Española de Física, él me pagó, en silencio y sin
decirme nada previamente, los recibos, y con sus magros
ingresos de estudiante…

Ella, su madre, Vince, un tiempo después, se me quejó


un día, de que Rubén estaba todas las noches por los
billares, y otro día en que pillé a Rubén, le dije que un niño de
ocho años debía de estar, como muy tarde, en su casa a las
nueve de la noche.

Vince apostilló entonces, que “el niño se tenía que


divertir lo mismo que se divertía ella”. Y mi horror fue tan
grande, que sólo atiné a decir, que no quería ver a mi hijo
diez años después.

Un niño, que era el mejor de su clase y de su colegio,


que era tan responsable, que cuando llegaba de la escuela, lo
primero que hacía eran todas sus tareas, y recién se iba a
jugar, que era de lo más noble y sano, a mi niño, su propia
madre, mi ex-mujer, lo arrojó a los lobos, y los lobos lo
devoraron como a un cordero degollado…

No hicieron falta diez años, sólo nueve, y cuando yo


estaba en plena luna de miel, con mi segunda mujer, y tan
feliz, tanto yo, como Mercedes, me llamó a las cuatro de la
mañana Vince, me hizo literalmente saltar de la cama, para
decirme que Rubén estaba desaparecido de la casa hacía ya
una semana…

507
Y le dije, que si no había habido siete mediodías, con
sus noches, para haberme llamado, y no ponerme al borde de
un infarto, con semejante susto en la madrugada y de
sopetón…

Me vestí y me fui a buscarlo, por toda la ciudad, por


todos los garitos, por todos los antros inimaginables, por
todos los lugares del desecho y la perdición humana, donde
el goce de todos los vicios, y de la droga, deshace, no ya los
cuerpos y las vidas, sino y las almas…

Y lo encontré, tirado en una acera o vereda, borracho


perdido, con la mirada perdida, y ausente del mundo
presente…

Y le dije, “te subes al coche aunque sea arrastrándote, o


yo te haré subir, y de una sola vez, del puntapié en el culo
que te voy a dar”.

Y todavía le quedaba algo, algo de respeto por mi


persona, por su padre, porque él ya, se había perdido todo el
respeto a sí mismo…

Y así, arrastrándose por el suelo, como una cucaracha,


como una rata, así se subió al coche, porque no podía ni con
su alma…

Y cuando llegamos al apartamento de mi mujer, el


apartamento de “la luna de miel”, Rubén se fue al balcón, con
diez pisos más hacia abajo, y borracho como estaba, se
sentó en el alféizar, que era de obra, y de medio metro de
ancho, y con los pies para afuera, tambaleándose de la
borrachera que tenía…

508
Y a la media hora, en que ya no lo aguanté más, fui y le
dije, “que me había puesto los cojones (huevos) hasta la
garganta, que si se iba a tirar que lo hiciera de una vez, y que
sino que se bajara, porque yo ya no lo aguantaba más”.

Así que, y por primera vez en su vida, hizo algo por su


propia vida, y se bajó, y me acordé de cuando el hombre llegó
a la Luna, donde el astronauta Armstrong dijo, “un pequeño
paso para el hombre y un gran paso para la humanidad”, así
yo pensé, un pequeño paso para Rubén, pero un gran paso
para cambiar toda su vida entera”…

Entonces se fue y se recostó en el sofá, y yo me quedé


un poco más tranquilo, por lo que le llamé a su madre, Vince,
y le dije que se quedara tranquila, que su hijo estaba
conmigo, y que lo iba a tener un tiempo, para intentar
enderezarlo…

A la media hora vino Rubén a decirme, que su madre lo


había llamado, y que le había dicho que si la quería, que se
fuera con ella…

Yo llamé a Sergio, mi hijo mayor, y le dije que me


acompañara a ver a su madre, que quería testigos, y cuando
llegamos, me quité las gafas (lentes), y las estrellé con tanta
fuerza contra el suelo, que no sólo se rompieron los cristales,
sino y a trocitos pequeños toda la montura entera y las
patillas.

Entonces le dije a Vince, “¿Ves los trocitos? ¡Así está el


alma de mi hijo! ¡A trocitos! ¡Y quiero juntar los trozos y tú no
me dejas!”.

509
Lo tuvimos en mi casa todo ese año, haciéndole mi
señora, Mercedes, de lazarillo, llevándolo y buscándolo con el
coche al colegio, para apartarlo de las “malas juntas”…

Aprobó ese año el COU, el curso de orientación


universitaria, y se fue a la Universidad, y se lo devolví a su
madre. Aunque yo ya había perdido la luna de miel, al menos
había apartado, con la ayuda de mi mujer, Mercedes, que no
era la madre de Rubén, había apartado a Rubén de las malas
compañías…

Y lo mandé, mejor dicho, lo convencí de que fuera a la


Psicoanalista, una de mis colegas del Ateneo Freudiano de
Murcia, y de Forum Psicoanalítico de Murcia, donde recibí mi
formación de Psicoanalista, durante más de un cuarto de
siglo…

Y yo sabía que ella era muy buena, tanto o más que yo


mismo, pero yo también sabía, que lo profundo del ser y del
alma, sólo se puede llegar, e intentar algo, desde la misma
persona, desde mi propio hijo, así que nunca tuve
demasiadas esperanzas, sabía demasiado bien que el
psicoanálisis no es la panacea, que lo resuelve todo, pero a
veces es lo único que tenemos…

Y Rubén fue a la Universidad, y a la Psicoanalista, y no


dejaba de beber, ni nunca dejó del todo, durante ese tiempo,
sus vicios y malas compañías, hasta que un día, tres años
después, se encerró en su cuarto, y durante un año entero…

Yo me enteré de rebote y por casualidad, porque soy tan


inocente, que su madre y su hermano mayor, me llevaron
engañado durante tres meses enteros…

510
Y cuando lo comprendí, en una llamada a Sergio, desde
Marbella, donde estaba en viaje de negocios, dejé todo
inmediatamente y me fui a verlo.

Y cuando llegué a la noche, sin comer y muy cansado de


viajar todo el día, le pregunté, al entrar en su oscuro y lóbrego
cuarto: “¿Que qué le pasaba que no iba a la Universidad? A
lo que me contestó que no podía ver a la gente”. Y yo le dije,
“que si lo que no podía ver era la mierda de vida que se había
construido él mismo”.

Así estuvo, un año encerrado en su cuarto, saliendo


ocasionalmente para ir a ver a la psicoanalista, en donde se
sentía tanta basura, que no se creía digno ni de comer
acompañado de su madre y su hermano, y como un animal,
iba y buscaba un plato de comida en la cocina, para volver a
encerrarse en su habitación.

Hasta que un día, luego de beber durante toda la noche,


estalló, y tiró contra la blanca pared, un plato de tallarines con
tomate rojo, así se tiño el día de rojo, y luego dio un puñetazo
contra los cristales de la ventana, rompiéndolos y cortándose
gravemente el brazo y una vena.

Sergio al sentir el escándalo, acudió presto, y ante la


sangrienta y sanguinolenta escena que se encontró, intentó
curar y calmar a su hermano Rubén, pero este, que estaba ya
totalmente fuera de sí, producto como siempre de todos los
vicios a los que nos abandonamos los seres humanos, la
emprendió a puñetazos contra su propio hermano Sergio.

511
De tanta sangre, Sergio tuvo que irse a lavar al baño, y
por el rabillo del ojo vio pasar a su hermano directamente al
balcón, y le adivinó la intención, y corrió tras él, y tirándose
Rubén, Sergio, ayudado por todos los antepasados, y por
todos los Ángeles de la Guarda, pudo sujetarlo por los pies en
el aire, y no sé todavía como, sostenerlo en el vacío, y a la
misma vez, que él evitaba caer también al vacío, arrastrado
por el propio peso de su hermano…

Yo estaba en una reunión con el Consejo de


Administración, de donde yo era el Director General, y
cuando Sergio me dijo que si estaba muy ocupado, que si
podía ir, yo le dije, que qué pasaba, pero su tono de
gravedad, que no pudo disimular, me hizo dejar la reunión de
mis jefes, de quienes me pagaban, diciendo “Señores esto es
un caso de vida o muerte”.

Nunca imaginé, que tan literalmente fuera así, pero


cuando al llegar, vi las ambulancias, los coches de policía, me
dije a mí mismo que mi hijo Rubén se había matado…

Y al subir al último piso, lo encontré en el comedor, con


los médicos cosiéndole de urgencia, y sin anestesia ninguna,
la sangrante herida, por donde se le estaba yendo la vida.
Solo le miré, le miré su semblante, le miré su alma, y sentí su
temblor, su miedo atroz, como cuando era pequeño, porque a
pesar de su borrachera, todavía lo que le quedaba de lucidez
en la conciencia, no dejaba de acusarle, y reprocharse a sí
mismo por tanta locura, y todavía tenía miedo de ofender a su
padre: ¡Qué pena me dio al verlo tan desvalido!…

512
Los médicos querían ingresarlo en el Psiquiátrico, y su
madre como siempre, afirmando que era un enfermo mental,
a lo que yo acabé con tanta locura y desatino de una vez por
todas, llevándomelo a dar un paseo a pie, borracho y débil
como estaba por la pérdida de tanta sangre…

Y sólo le dije, que lo que ahora le decía, se lo volvería a


repetir una sola vez más, cuando estuviera cuerdo y
descansado, y se le hubiera pasado la borrachera. Sólo le
dije que yo no podía vivir su vida por él, que sólo él, y
únicamente él, podía tomar el “toro de su vida por los
cuernos”, como decimos en España.

Y finalmente, “tomó el toro de su vida por los cuernos”,


con sus propias manos, y empezó así a decirme que cómo
iba a volver a estudiar, si no tenía memoria, a lo que yo le dije
que se dejara las borracheras, que así tendría memoria, y
que no dejara nunca de trabajar, que así saldría adelante. Y
así salió, por su propia voluntad…

Y hoy día, en que es un estudiante de mitad de la


carrera de Ingeniería Superior en Computación, en la
Universidad de Murcia, hoy día en que saca notas brillantes,
hoy día en que sólo se dedica a su trabajo, que es estudiar:
¡Hoy día estoy tan sumamente orgulloso de él!...

513
514
Capítulo Vigésimo Tercero
¡Pero existes!: El Milagro de la vida...

515
Pero Existes…

Por la vida iba


solo y cansado
por la vida caminaba
muerto en vida

Solamente la muerte
me parecía apetecible
solamente la muerte
deseaba.

Muerto en vida
así estaba
y haciendo valor por vivir
solo me quedaba.

516
Y de pronto
una mujer del montón
una mujer más
una mujer apareció en mi vida.

Ni siquiera la miré
ni siquiera la deseé
solo me la encontré
sola estaba
sola como yo.

Tristeza y amargura
en sus ojos,
en lo profundo de su ser
más aún
dolor de existir.

Pero su presencia
calmó el mío
mi dolor de existir.

Y sorprendido
por esa mujer del montón
en mi ser sentí renacer
la ilusión de vivir.

Y la muerte
en vida se transformó
vida que ella me pidió
vida que yo le di.

517
Y en un nuevo ser
todo se fundió
amor, dolor, tristeza
angustia y alegría.

Y aunque solo estoy


y sola está
y solos estamos
el uno al otro
de amor llenamos.

Y ahora
ahora que existes
vivo estoy
por ti, de ti y contigo
amor de mi vida.

518
Yo no sé como, pero para mí hay dos misterios que no
logro descifrar.

Uno es, porqué algunas personas somos bondadosas, y


hacemos siempre el bien, y porque otras muchas son tan
malvadas, y hacen siempre el mal. El otro es, cómo del mal,
el ser de luz, Dios, lo transforma en un bien…

Decía, intento darme algún consuelo, pensando, en que


no sé como, Dios, sacará un bien de todo este mal, de toda
esta terrible tragedia. Por eso siempre le dije a Rubén, y
aunque a mí no me han faltado tampoco ganas, ni
seguramente nunca me faltarán, en medio del terrible dolor
de existir, que todos siempre tenemos, decía siempre le dije a
Rubén que le diera una oportunidad a la vida, como yo mismo
se la había dado, y se la estoy dando, a pesar de no tener
esperanza ninguna, de haber perdido toda esperanza…

Porque no es mi miseria, lo que me hace sufrir en


sobremanera, y especialmente, no. Es el haber perdido toda
la esperanza…

Y así también estaba, cuando durante diez años guardé


luto en el corazón por otra mujer, la primera madre de mis
hijos Sergio David y Rubén Darío, Vince.

519
Por eso cuando mi amigo Sergio, me dijo que él no
entendía, cómo en un mes, podía olvidar a la mujer de turno,
de la que me había enamorado muy profundamente, como
me pasó con “la maestra de aula”, y llevo así ya, casi una
docena de muy jóvenes y bellísimas salteñas, y que él había
estado diez años también haciéndolo, guardando luto, por la
mujer que quiso. Sólo le dije, que al menos yo se lo había
dicho, le había dicho que la quería, cosa que él nunca hizo, y
ella sin saberlo, y sin tener siquiera la sospecha y menos la
certeza, se casó con otro, y formó una familia…

Y esa es la razón que me ha dado, la última muy linda y


joven salteña de 28 años para dejarme: ¡Que quiero formar
una familia! O traducido en palabras de mi juventud, que me
deja porque quiero construir el amor…

Las mujeres de hoy en día, sólo buscan un rato de


placer, y no quieren el amor, no quieren, ni buscan, ser
amadas para siempre, o al menos tampoco lo quieren
mientras dura.

Yo al menos encontré a dos, Vince y Mercedes, que


quisieron construir el amor, y aunque sólo duró diez años de
media con cada una, al menos el amor se derramó, y
llamamos a la vida a tres nuevos seres, y los llamamos por
amor…

Y esa es la poesía, la que he puesto al principio del


capítulo, la poesía que le dejé grabada a Mercedes en su
buzón del celular o móvil, al tercer día de haberla conocido.

520
Y esa poesía, es la premonición de la existencia de
Daniel, mi tercer hijo, mi llamado a su vida, y por eso mi
chiquillo, mi changuito, me adora.

Y me dijo el otro día, después de dos meses de no poder


hablar con él, porque su madre, como no envío dinero, no me
atiende mis llamadas, y todos los días le llamo, todos los días
me acuerdo de mi pequeño…

Porque sabe, y con absoluta certeza, que le llamé a la


vida por amor, como me lo dijo en nuestra última
conversación telefónica: “¡Papá yo sé que me quieres!”

¡Cuánto necesitamos los seres humanos ser amados de


verdad! Sin el amor nos morimos, como las plantas y las
flores que no se riegan, la vida pierde todo sentido, y si queda
alguno es totalmente un vacío, porque ni el poder, ni el
dinero, ni nada material puede ocupar ese espacio del amor.

Por eso no dejo, ni dejaré nunca, de buscar a mi “musa”.


No me importa que ya no sea joven porque tenga ya 50 años,
tampoco me siento viejo, y tengo un fondo deportivo en
ciclismo de 230 Km., yendo desde Salta a Jujuy, por la
cornisa y los precipicios, y volviendo por Güemes. En España
hace cuatro años llegué a tener un fondo de 250 Km., y ya
casi estoy en él de nuevo, y en mi peso de cerca de ochenta
kilos. Lo que digo con esto, no es sólo que tengo buenos
genes, mejores que los de muchos jóvenes, no sólo por hacer
intenso deporte, y haberlo hecho siempre, sino y también, por
no haber tenido nunca ningún vicio, y por no haber bebido ni
fumado nunca.

521
Y mi juventud, no sólo la biológica, sino y más aún la del
corazón, las mujeres la adivinan, y por eso ninguna de las
mujeres, que son mis “novias”, y que fueron también mis
mujeres, tiene más de 30 años, y tampoco menos de 25,
aunque “la chica del sombrero” tenía 24 años.

Y decía más atrás, que así también estaba, con la


esperanza perdida, cuando conocí a Mercedes.

Pero yo no la busqué, no buscaba a ninguna, por eso


ahora no dejo de buscar, porque aprendí que no se puede
guardar luto, ni diez años, ni toda la vida, por nadie, tal y
como está haciéndolo mi cumpa, y como seguramente se
morirá así haciéndolo.

Yo estaba cometiendo el mismo error, pero la vida me


rompió las ventanas y las puertas en donde estaba
encerrado, y entró de lleno la luz del sol, y la vida entera…

Una noche estaba cenando con un amigo jefe de


camareros, en la zona del Infante Don Juan Manuel, en
Murcia. Y entró una preciosa y joven rubia, a la que no le
quedó más remedio que ponerse a nuestro lado, al lado de mi
amigo en la barra, pues no quedaba ningún otro sitio ni mesa
libre.

Ella venía a cenar, en el intermedio de su trabajo, pues


era jefa de camareras y encargada, en una cafetería muy fina
y de alto standing, y cuyo local estaba muy cerca y a pocos
metros.

522
Mi amigo, que le tenía echado el ojo hacía ya bastante
tiempo, se puso inmediatamente “manos a la acción”,
cortejándola, y dejándome con la palabra en la boca, en la
animada conversación que manteníamos.

Pero como escribo en la poesía, yo no la miré, y como


no la miré, no la deseé, sólo la escuché…

Y es terrible para mí, que algunas mujeres me hayan


dicho, y me dicen también en Salta, que soy el único hombre
que las ha escuchado en toda su vida. Eso no es un drama,
que yo las escuche, el drama es que sigan o busquen otra
pareja, otro hombre para hacer sexo, mientras que quieren
que yo siga solamente escuchándolas…

Y esa es su condena, porque como no se quieren jugar


por el amor, terminan separando el amor del placer, y así
están muchas mujeres, en una esquizofrenia, y también casi
como todos los hombres, que en su ignorancia no sólo se
creen el mito de Don Juan, sino y peor, que además lo
viven…

Y mientras que yo me callé, y la escuchaba, a Mercedes,


la escuché en su dolor, porque en los dimes y diretes de las
bromas, que se gastaban entre mi amigo y ella, ella dejó
traslucir un dolor, un dolor que yo escuché con muchísima
finura, como siempre…

Y le dije, ante las lágrimas que vi en sus ojos, en ese


momento en que la miré, y por primera vez, por su
desengaño de haber amado con locura, y no haber sido
amada, y haber sido abandonada por otra, haber sido no
solo, sino y también usada…

523
Le dije entonces, y sin mirarla, que todavía quedaban en
este mundo perdido de Dios, caballeros andantes “Don
Quijote”, que buscaban y adoraban a su “Dulcinea”, y que yo
era uno de ellos, como siempre hice, y siempre haré ante
toda mujer, que crea que lo es, o que al menos intente serlo...

Ella soltó la más sonora carcajada que he escuchado en


toda mi vida entera. Y la verdad, sé que me respondió con
mucha gracia, refiriéndose a que ya no creía en la palabra de
ningún hombre, y peor aún, ya no creía en ningún hombre…

Y me callé, y me quede en el más absoluto de los


silencios, cosa que sin darme cuenta yo de ello, la intrigó, y
cuando se marchaba de nuevo a su trabajo, le dijo a mi amigo
que fuéramos a tomarnos unos cafés, como se acostumbra a
tomar siempre en Murcia y en España, después de comer y
cenar.

Cuando ella se fue, mi amigo miró el reloj, y me dijo que


todavía le quedaba media hora, pero yo le dije que ya estaba
pasado de su tiempo de descanso para cenar, y que tenía
que volver a su trabajo, en otra cafetería casi enfrente de la
de Mercedes.

Pero él, y aunque estaba casado y con hijos, muy terco,


me arrastró literalmente de mi brazo, hasta la otra cafetería,
la de Mercedes, y nos sentamos en la barra, enfrente de la
caja, donde ella estaba la mayor parte de su tiempo.

524
Y yo sin mirarla, me di cuenta, mientras que mi amigo
continuaba con su cortejo, que ella me miraba a mí. Y
entonces se me despertó un poco la curiosidad de saber
quién era esta mujer, y cuando mi amigo se fue sin más
remedio a su trabajo, yo en vez de irme me quedé, y yo que
no había querido tomar nada, cuando ella volvió a insistir, le
dije que sólo tomaba poleo de menta o boldo, que no tomaba
café, aunque luego terminaría, por ella, haciéndome muy
“cafetero”, porque hacía un riquísimo café con leche...

Y observé su novela sobre las cajas de las bebidas, y le


pregunte entonces que si le gustaban las poesías, a lo que
me dijo que sí, le dije que si quería, que en el coche tenía un
libro de poesías, y que iba y me lo traía, y le leía algunas, y
me dijo que bueno.

Ella se creía que era un libro impreso de poesías, pero


cuando me vio aparecer con un libro manuscrito,
garrapateado con una letra muy pequeña, se sorprendió
muchísimo, aunque no me dijo nada.

Y tampoco me dijo nada, cuando empecé a leerlas, y sin


darme cuenta, ni yo, ni ella, le empecé a tocar su corazón, y
sólo me dijo que me invitaba al día siguiente, a otro poleo de
menta.

Y fui de nuevo, y al tercer día, le llamé una mañana casi


al mediodía, y como ella estaba durmiendo, porque terminaba
su trabajo ya de madrugada, me inspiré, y solté de un tirón en
el contestador, la poesía que encabeza este capítulo…

525
Ella cuando se despertó, empezó a hacer con una mano
la cama, mientras que con la otra escuchaba el mensaje, pero
se le empezaron a caer las lágrimas, rompiendo a llorar, y no
pudo terminar de hacer su cama; y tuvo que escuchar tres
veces el mensaje del buzón, para poderlo escuchar entero.

Allí y así, me la gané, y sin saberlo yo…

Esa noche yo le pedí que me invitara un café en su


casa, a lo que ella accedió. Aquí en Salta, hay tanto
machismo, tanto acoso sexual a la mujer, que un café es
literalmente hacer sexo, y no comprenden, en su ignorancia,
que en Europa la gente, los hombres y las mujeres, se toman
muchos cafés, y que una cosa no implica necesariamente la
otra.

Yo no buscaba sexo, no buscaba nada en realidad, sólo


quería conocer quién era, y qué mejor forma de hacerlo que
viendo cómo vivía, en eso no se puede mentir, la habitación
de una persona y su casa no mienten…

Pero además, yo me había olvidado del Cielo, y el Cielo


intervino a su manera, porque cuando yo crucé el umbral de
su casa, sentí un fuego abrasador dentro de mi alma, como el
que ya había sentido en la presencia del ser de luz, y le dije:

¡Esta casa está llena de vida!

526
Ella que venía detrás de mí, y que, sin que yo me diera
cuenta, empezó a llorar, se metió al baño contiguo a la
entrada, cerrando la puerta, y llorando allí a lágrima viva. Yo
ignorante de su llanto, y más ignorante aún del porqué de sus
lágrimas, que contaré más adelante, continué avanzando,
mirando con atención esa casa arreglada con primor y amor,
llena de plantitas, y con libros de literatura.

Cuando ella se rehizo, salió como si no pasara nada, y


me dijo: “¿No venías a por un café?”, y yo le asentí, mientras
que me sentaba en el sofá, pero no en el de una plaza, sino y
en el de tres, porque pensé: “Ella que elija si quiere estar a mi
lado o lejos de mí”

Cuando vino con el café para ambos, se sentó en el sofá


a mi derecha, yo no dije nada, pero tomándome el café, ella
vino y me dio por la espalda, el abrazo más fuerte que me
han dado en toda mi vida, no por la fuerza física, sino y
porque nuevamente me volvió a quemar, y eso me
desconcertó tanto, que yo que estaba y vivía tantos años ya
como un monje, con votos de castidad, los rompí para
siempre, y me fui a hacer el amor con ella a su dormitorio.

Cuando a la mañana siguiente me levanté, observé una


cosa rarísima, que la muy hermosísima planta verde, que
hacía de centro de mesa se había secado, a lo que me
acerqué, y le partí una ramita, y no tenía nada de savia. Le
pregunté: “¿Quién te ha regalado esta planta?” Y ella me dijo
que un chofer que la pretendía, a lo que le dije que se
apartara de él, que era un alma endemoniada (luego este
hombre intentó matarme como les pasa a todos los
endemoniados a los que miro), y que el fuego de la vida
eterna que porta mi alma, había alejado el mal, y que por eso
se había secado la planta…

527
Durante los primeros meses, cada vez que la tomaba de
las manos, cuando nos acostábamos a dormir, le chupaba su
alma, para llevarla a darle un paseo por el Cielo, a ver a su
padre, al que ella adoraba, pero le dio tanto miedo, que
después de dos o tres veces, ya no lo volví a intentar más, y
aprendí lo que decía Jesús: “A Dios lo que es de Dios y al
César lo que es del César” O sea que no hay que adelantar el
otro mundo, ya vendrá cuando tenga que venir, ahora hay
que vivir el tiempo presente…

Ella se quedó embarazada, y apareció el hombre, su


anterior pareja, que la había llevado a punta de pistola a
abortar, y que luego la dejó por una compañera de trabajo. Y
ella me lo había ocultado, hasta que cuando él entró en casa
por la fuerza, y rompió el equipo de música, y al llamar ella a
la policía, no tuvo más remedio que irse, pero como no
formuló ella denuncia, el se volvió más atrevido, y al final
después de volverla loca a llamadas me lo dijo. Pero del
susto, cuando entró en casa a la fuerza, ella estaba
embarazada y abortó.

Yo fui a ver a este hombre, y pillé al jefe del almacén de


Repsol, y un camión de butano, y lo fui a ver en su oficina de
una gran compañía de seguros, donde las oficinas no
estaban compartimentadas, y había más de cien mesas
juntas, y cuando entré por la puerta principal, dejé caer las
dos bombonas de butano sobre la plaqueta de cerámica, con
tanta fuerza, que retumbaron como dos campanas en toda la
sala, pero con la suficiente finura para no romper la plaqueta
ni desportillarla.

528
Me fui directamente adonde él estaba sentado, y al
verme se puso de pie, lívido y blanco como la misma cera, y
le dije entonces: “que si era hombre para entrar en mi casa y
pegarle a mi mujer que me pegara a mí también” Y se lo dije
casi tocando mi nariz con su nariz. El pidió que se llamara a
la policía, como yo había supuesto que así haría por su
cobardía, y como mi amigo ya se había llevado las bombonas
de butano y el camión, me senté tranquilamente a esperar a
la policía.

Cuando vino nos pidió los documentos a ambos, y luego


hubo un juicio de faltas, en el que fui condenado a indemnizar
a este señor, por haberle insultado a su madre, ya que él se
llevó de falsos testigos a compañeros suyos, que cometieron
perjurio. Pero yo solucioné el problema para siempre, y
cuando alguna vez me volví a cruzar con él en la calle, el se
apartó de mi camino…

Este señor cuando abandonó a Mercedes, después de


más de media docena de años de convivencia, se fue a vivir
con la compañera de trabajo, que era casada y tenía hijos, y
rompió una familia. Económicamente le ha ido bien en la vida,
Mercedes lo mantuvo gratis durante todos los años, en que
estudió, pero él no le agradeció nada. Por eso, cuando ahora
no me deja hablar con Daniel, a veces pienso, que a pesar de
todo, el mejor hombre, en toda y su entera vida, después de
su padre, he sido yo mismo, pero ella no lo reconoce.

529
Mercedes se casó primero, y con 17 años, con un alto
funcionario del Ayuntamiento de Murcia, pero este hombre
que era alcohólico la hizo sumamente desgraciada, y
después de pagar ella con su trabajo una vivienda carísima,
el, su marido, con pillería que había puesto a su nombre la
casa antes de casarse, por lo que no era bien ganancial, la
hecho de su casa, y Mercedes llegó con la ropa puesta a
casa de sus padres, y su padre siempre le decía, que cuando
la vería con una familia, hasta que se murió de un terrible
cáncer pulmonar.

Y ahora, cuando Mercedes me hecha siempre en cara


que yo la arruiné, que yo la he dejado en la ruina, siempre
pienso que a diferencia de aquel hombre que también fue su
marido, y que le robó todo lo material, y lo que es peor su
adolescencia y su juventud, y no le dio nada, ni siquiera un
hijo, porque y además era estéril, siempre pienso decía, que
yo se lo hice real, yo le regalé y por amor, a Daniel…

Y cuando este hombre la vio un día de casualidad con


Daniel, recién nacido, le dijo: “¡Al final lo has conseguido!...”

Porque ella me decía que Dios nunca la perdonaría, por


haber abortado, y yo le dije que Dios la había perdonado a
ella, y a todos, desde siempre, que era ella, quien tenía que
llegar a perdonárselo, a sí misma…

Y cuando hizo de lazarillo de Rubén Darío, cuando nos


quedamos sin luna de miel, sin embargo, paradójicamente,
después de medio año en que no se volvió a quedar
embarazada, la presencia de mi hijo relajó su cuerpo y sus
nervios, y mi semilla cuajó en su seno, quedándose
embarazada de Daniel.

530
Y ella no me dijo nada, hasta que tuvo la certeza por un
análisis, y me llamó al trabajo, y cuando me lo dijo me quedé
en absoluto silencio, que ella interpretó como indiferencia,
pero que luego le dije que era mi admiración, por el “milagro
de la vida”…

Y realmente fue un milagro, que Daniel pudiera hacerse


presente en este mundo, porque a los tres meses ella
empezó con unas muy fuertes contracciones, que ya nos
habían advertido las ginecólogas, que su embarazo era de
muy alto riesgo, por los miomas que tenía en su útero.

Los miomas son unas calcificaciones que a veces tienen


las mujeres, que cuando el útero cambia de forma a los tres
meses de embarazo, para estirarse y dar más lugar al feto, al
no ser los miomas elásticos como el resto de la matriz,
empiezan a sangrar abundantemente, y la reacción de
defensa del cuerpo es privilegiar la vida de la madre antes
que la del bebé, y se producen contracciones de parto, para
dar lugar a un aborto natural.

Y así la ingresé de urgencia, con muchísimo dolor por


las contracciones de parto, y sangrando muy
abundantemente. Y a la media hora vino la ginecóloga de
guardia, a decirme que el bebé estaba muerto, pero que ella
se estaba desangrando, y que no podían pararle la
hemorragia, que llamara a su madre y a sus familiares para
que se despidieran, y que si creía en algo, que rezara una
oración al Cielo.

531
Llamé a quienes hoy día son mi ex-cuñado y mi ex-
suegra, pero si por ellos hubiera sido, sólo habría habido un
funeral, porque jamás vinieron, y siempre mintieron
tercamente, y todavía lo hacen, negando que Mercedes
hubiera estado a la muerte.

Esto queda a su conciencia, como también lo de


colgarme el teléfono, cuando le llamo a Daniel para que no
hable con él. Y mi suegra que está muy mayor y enferma,
pues pasa ya de los ochenta y cuatro años, se morirá, y
también se morirá mi cuñado, antes o después que yo,
porque tenemos la misma edad, pero el mal que han hecho,
como no se arrepientan, y eso explica algo de porqué
Mercedes con sólo 17 años, quiso salir de aquella su casa
casándose, decía, ese mal se lo llevan a la tumba…

Y recé, mejor dicho, le hablé a Dios, y sólo le dije que


esta mujer quería un hijo por amor, y que yo se lo quería
regalar por amor, que no se la llevara todavía, y que no se
llevara tampoco al niño…

Y al rato salió la ginecóloga y me dijo: “¡Qué poder tiene


usted en el Cielo que le han escuchado sus oraciones y están
bien el bebé y ella!...”

Me explicó que, ya desesperados todos los médicos, le


habían dado una droga para pararle las contracciones, pero
que sólo hacía efecto a partir de los 5 meses, cuando los
receptores estaban maduros, pero que no sabían como,
había hecho efecto, y había parado las contracciones de
parto que tenía Mercedes.

532
Entonces vino un médico muy viejo, el Jefe del Servicio
de Ginecología, de la Ciudad Sanitaria de la Virgen de la
Arrixaca, de Murcia, y le dijo a Mercedes: “¿Usted señora
quiere tener a este bebé?” Y ella le dijo que sí, entonces le
dijo de nuevo, que él la podía hacer tener el bebé, pero que
iba a sufrir muchísimo, porque iba a estar todo el tiempo
estreñida, con contracciones de parto, aunque amortiguadas
por las drogas, y que se pondría en muy serio peligro su vida,
pues el embarazo la llevaría al límite biológico de la vida.

Ella dijo que sí, que estaba dispuesta a jugarse la vida


por su bebé.

Así que, mi querido y bien amado Daniel, no odies nunca


a tu madre, porque como ya te dije, se equivocó, pero ella
también, y nunca mejor dicho, literalmente, se jugó su vida
por darte a ti la tuya: ¡Y nadie ama más que el que da la vida
por otro!

Porque tu madre se puso, a los casi cinco meses de


estar en el hospital, totalmente amarilla, de lo que le dejaron
de funcionar el hígado, la función renal, y todo el cuerpo al
final, y tuvieron que hacerte nacer con una cesárea, porque
ya no se aguantaba más la vida de ella, ni la tuya…

Y para salvar tu vida, Daniel, hubo que meterte en la


incubadora, porque tenías muy serios problemas
respiratorios, pero te prendiste con tanta fuerza a la vida, que
no abandonaste cuando eras un feto, ni tampoco cuando
fuiste sietemesino, con graves problemas respiratorios…

533
Por eso hijo mío, aunque no tengas a tu papá, aunque
no me volvieras a ver nunca más en toda la vida, tal y como
me dijiste el otro día, tampoco y a pesar de ello, no
abandones ahora: ¡No abandones nunca! ¡No abandones
nunca porque tú eres un milagro de la vida! ¡Todos lo somos!

¡Porque fuiste llamado por amor, y fuiste deseado por


amor!, y fuiste querido por amor, al igual que tus otros dos
hermanos Rubén Darío y Sergio David.

Y si ninguna mujer me va a querer, y en todo lo que me


reste de vivir, por querer formar una familia, por querer
construir el amor, por querer derramar la vida, no me importa:
¡No me importa para nada y en absoluto!

Porque al menos, yo sí amé siempre, yo sí me entregué


siempre por amor, yo sí siempre regalé, la vida, por amor…

Y mi signo del amor, que me acompaña siempre, y


permanentemente adónde voy, me acompañará también toda
la vida, y mientras viva, y hasta que muera, y me seguirá
hasta en toda la eternidad, porque el amor, es lo único que no
es pasajero y temporal, es lo único que trasciende lo
peregrino, lo fútil, lo temporal, y la banalidad de esta vida
mundana…

Y esta es mi herencia, para vosotros mis tres y muy


amados hijos: Sergio David, Rubén Darío, y Daniel. No os
dejo ninguna otra, no tengo nada material que poder dejaros,
no os dejo otra cosa más, que la de ser, y saberos, hijos del
amor…

534
Pero y además, mi querido Daniel, mi querido Rubén
Darío, y mi querido Sergio David, vosotros también, también
estáis marcados los tres, también estáis marcados como yo,
por este signo del amor, y por eso, Daniel, deslumbraste a
Carmen la vidente, cuando te vio por primera vez en la playa,
y con poco más de tres años.

Y como yo, ya sois y seréis siempre, presencias


permanentes de Él, aunque no creáis en nada, eso no
importa para nada, ni le importa a Él, vuestras almas ya están
marcadas, e indeleblemente, con y por el amor…

535
536
Capítulo Vigésimo Cuarto:
La muerte del rencor y el odio.

537
Nunca había odiado, nunca odié a nadie, era tan
bondadoso, había sido tan noble durante toda y mi entera
vida, que no sabía lo que era el mal dentro de uno, pero me
tocó también vivirlo…

Y no me tocó vivirlo porque me decidiera expresamente


a hacer el mal, pero la vida es tan rara a veces, que me
encontré de sopetón lleno de odio y rencor, tal y como nunca
lo había tenido, por y con nadie.

Y me pasó con quien amé tanto, como a mi madre, mi


tía Josefina, la hermana de tu abuelo Francisco, mi padre.

Porque uno no suele ser consciente, que amar, amar de


verdad, es dar todo el poder a otro, para que te haga daño, y
te puede llegar a hacer demasiado daño, tal y como mi tía
querida del alma y de la sangre, me lo hizo a mí…

Durante casi todo el tiempo que viví en España, desde


que me fui de Salta y de Latinoamérica toda, escapando de la
muerte, por sobrevivir, fui el administrador de Doña Josefina
Cerón Periago.

Fue su hermano, mi propio padre, quien en su lecho de


muerte, y agonizando, me pidió que cuidara de su hermana…

538
Y su terrible muerte ahogándose, la muerte de mi padre
ahogándose de un infarto masivo, y de habérsele encharcado
los pulmones, y no poder respirar, y decirle a mi hermana,
médico recién recibido: “Nena ayúdame que no puedo
respirar”, y nos quedamos sin oxígeno, en la ambulancia que
lo llevaba a toda urgencia a la Arrixaca, y cuando llegamos,
mi hermana María, médico, no soportó ver como de ponerle
las placas de las descargas eléctricas, y de dárselas, su
cuerpo ya muerto, se levantaba de la cama…

Decía que su terrible muerte, de ver a mi padre


suplicando por el aire, y la vida que se le escapaba,
suplicando como un niño pequeño, me impactó tanto, que su
palabra fue sagrada para mí. Y así tomé su herencia en mis
manos, cuidar de su hermana Josefina…

Mi tía Josefina había sido criada por un haya, Olalla, que


se vino de muy joven a servir en la casa de mis abuelos, tus
bisabuelos. Ella se pasó toda la vida con nosotros, y no se
casó por ello, y toda la bondad que a ella le sobraba, a mi tía
le faltaba de amor, y le sobraba de egoísmo. Olalla crió
también a mi padre, porque mi abuela Providencia, tu
bisabuela, estaba muy mal de salud, y muy enferma.

Olalla nació en medio del monte, en medio de los cerros,


en medio de las montañas, sus padres eran carboneros, y
eran la gente más pobre del lugar, con un montón de hijos,
pero todo lo que le faltó en la vida, de comer, de cosas
materiales, lo volcó en el amor a los demás.

539
Todavía le debo dinero, de cuando me arruiné en el
Pozo, y le compró comida para Sergio y Rubén, que eran
pequeños, lo mismo que hacía mi tío Pepe, el marido de
Josefina, que no siendo tampoco de su sangre, quisieron a
mis hijos más, que si fuera de la suya propia, pero no en
cambio así Josefina.

Olalla murió en mis brazos, y al lado de tu madre


Mercedes, sufriendo en estertor de agonía, y mi tía Josefina
no fue, después de que ella le había entregado toda su vida,
para estar al menos a su lado, y sobre todo en el momento de
su muerte.

Mi tío Pepe era relojero, y electrónico, de cuando


existían las radios de galena, y adoraba a Sergio y a Rubén,
tanto, que todavía los quieren y se acuerdan de ellos, los
familiares de María, en la Sierra de María, Almería.

Porque Pepe los llevaba a que los vieran su familia, y


era tan feliz, sabiendo a ciencia cierta que la muerte le
rondaba, con la hoz y la parka, pero mis hijos mayores, tus
hermanos, le hicieron muy feliz y dulce sus últimos años,
porque él era un buen hombre, no así su mujer, mi tía
carnal…

Y un día, poco antes de morir, vi a mi tío Pepe llorando


en el huerto, el huerto herencia familiar de mis abuelos, tus
bisabuelos, y de cuyos terrenos se haría una gran
urbanización, que fue el trabajo de toda mi vida, y que haría
multimillonaria a Josefina.

540
Y le pregunté a Pepe que porqué lloraba, y me dijo que
no lloraba porque en el pueblo lo tuvieran por usurero,
cuando la usurera era su propia mujer, mi tía Josefina, que no
lloraba por dormir más de cuarenta años en habitaciones
separadas, que no lloraba porque Josefina no le hubiera dado
hijos, ya que yo sabía que él no era estéril, la estéril lo era mi
tía, y no solo en su matriz, sino y peor en toda su alma
entera…

Y mi tío Pepe me dijo finalmente, que lloraba porque en


su propia casa pasaba hambre…

Mi tía Josefina iba al mercado cuando ya estaban


quitando los puestos, y compraba el último tomate, que ya
casi podrido lo iban a tirar, así fue la vida que mi tía le dio a
mi tío, así fue su amor para con él.

Y cuando murió delante de ella, de un infarto masivo y


fulminante, que ya con más de ochenta años, le reventó el
corazón, y lo mandó al momento al otro mundo, y sin
sufrimiento ninguno, mi tía Josefina, se rasgó las vestiduras, y
lo lloraba desconsoladamente, lo lloraba, pero yo siempre
supe que eran sólo lágrimas de cocodrilo, lágrimas de su
propio egoísmo por haberse quedado sola…

Y mi tía Josefina fue criada entre algodones, por mis


abuelos, tus bisabuelos, y siempre fue envidiosa, y lo peor,
envidiosa de su propio hermano, mi padre, y por eso estuvo
casi un cuarto de siglo sin hablarle a mi padre, tu abuelo, tal y
como también hace ahora su sobrina preferida, mi hermana
María, tu tía, que desgraciadamente, son la una y la otra,
como dos gotas de agua iguales.

541
Y de mi hermana María solo te diré, que cuando naciste
tú, y le llamé para que viniera a conocerte, chillaba diciendo
que no te iba a conocer, eso delante de Mercedes y de
Josefina, pues puse el altavoz del celular y se escuchaba
todo. Y no quiso conocerte, pero ella también era divorciada
como yo…

Y volviendo a Josefina, en la guerra civil española no


pasó hambre ninguna, mientras que media España se murió
de hambre, ya que mi abuelo era el Director de la Caja, y del
estraperlo, o contrabando, nunca le faltó de nada; y la pobre
Olalla iba a pie, o en la bicicleta, porque mi abuelo Antonio no
podía, por sufrir del corazón, que fue de lo que también
murió, como todos los hombres de la familia, de un infarto.

Y decía que la pobre Olalla, con sólo quince años o


menos, iba en esas noches oscuras, a buscar los sacos de
harina, y otros víveres, con los que mi tía jamás supo lo que
era el hambre…

Y cuando murieron mis abuelos, mi tío Pepe cargó con


“el fardo”, y así la cuidó y le hizo fácil la vida, y cuando murió
mi tío Pepe, mi padre siguió con el testigo, enfermo como
estaba, y cuando murió mi padre, me tocó a mí…

Pero yo no estaba jubilado, como mi padre, ni en una


buena posición económica, como mi tío Pepe, yo tenía dos
hijos que alimentar, pero a ella no le importó nunca todo el
tiempo de mi vida, que le di para ella, como si fuera mi madre,
y sin embargo, no solo no le importó, sino que en su egoísmo
extremo, no sólo no me lo valoró, sino que llegó hasta
despreciármelo…

542
Podría contar una Biblia de todas las cosas que hice por
mi tía Josefina, pero sólo te diré, que durante veinte años le
gestioné una urbanización, resort o country club, en casi el
pleno centro del pueblo. Y cuando las maestras del pueblo,
sus colegas de profesión, quisieron que les regalara los
terrenos para hacer una escuela, “privada”, me opuse
terminantemente, cuando el Ayuntamiento de Alhama de
Murcia amenazó con expropiar, me opuse también
terminantemente y les dije que si tenían “cojones”, que
expropiaran. Pero como no tenían dinero en aquella época,
no pudieron hacerlo…

Al final busqué a una constructora, para que hiciera la


urbanización, pero como Josefina no tenía dinero efectivo, les
pagué con algunos de los solares cuando acabaron la
urbanización; la operación fue tan ruinosa para ellos, que
terminaron quebrando, pero mi tía se encontró de la noche a
la mañana hecha millonaria.

Y a mí en medio de todo ese proceso, quisieron


comprarme, con una muy importante cantidad de dinero,
porque ya habían comprado al Alcalde, que era primo mío, al
Director de una Caja muy importante de Murcia, pero a mí no
pudieron.

Y les dije que si mi tía me lo reconocía, en su herencia,


bien, y sino que se pudriera en el infierno, pero lo dije sin
maldad ninguna, y yo no sabría hasta mucho después, el
daño que me podían llegar a hacer esas palabras…

543
Y me pesó después, el no haberme dejado comprar,
porque cuando me divorcié de Vince me arruiné, y me hizo
mucha falta ese dinero para criar a Sergio y Rubén, como
ahora que tu madre, Daniel, se ha divorciado de mí, también
me he vuelto a arruinar, y me hace mucha falta también
dinero, para ayudarte a criar…

Cuando terminé la urbanización, y mi tía me mandó


llamar, yo pensé con toda la inocencia del mundo, que si
tenía tantos millones, qué le costaba gratificar con uno a su
sobrino del alma, que era más que un hijo único para ella…

Y fui a verla, a su petición y llamado, fui a verla, y mejor


me hubiera sido no haberla ido a ver nunca.

Y cuando me vio me dijo: “sobrino contigo tenía que


hablar, tenía que decirte que cualquier otro me lo hubiera
hecho mejor que tú”

Yo me quedé tan estupefacto, que en lugar contestarle


nada, me di la vuelta en el más absoluto de los silencios, y
me fui…

¡No sólo no me había gratificado sino y que además me


ofendía gratuitamente desvalorando y echando por tierra el
negocio genial que había hecho haciéndola millonaria casi de
la nada!

544
A mí nunca me importó el dinero, y por eso aquí no
cuento casi nada, o nada, de mis grandes éxitos
profesionales, como cuando me fui de Repsol a Cepsa,
cuando se rompió el monopolio del Gas en España, e hice
millonarios a la gente de Cepsa, pues en menos de seis
meses le quitamos con mi plan estratégico la mitad del
mercado, de los consumidores y de los distribuidores…

Pero a mí nunca me importó hacerme millonario…

Y un año antes de morirse Josefina, intervino primero mi


hermana María, y luego el Obispo, que de la mano de los
“Kikos” y del “Opus Dei”, le hizo un diploma por “su muy alta
espiritualidad”.

Y así, siendo yo el único heredero, fui desheredado del


testamento, ignominiosamente…

Pero sin embargo, y como no me importaba el dinero, a


pesar de que me hacía muchísima falta para criar a mis hijos,
cuando mi hermana María me llamó diciéndome que estaba
agonizando, fui a verla, y sin rencor ninguno…

Pero la escena que me encontré fue tan terrible, ya que


estaba en la cama en la posición fetal, y en la manos sostenía
un fajo de billetes de color lila o morado, billetes de quinientos
euros, y los contaba…

¡Y se me revolvió tanto el alma que desde lo más


profundo de mi ser le pegué un grito!: “¡Josefina Satanás está
esperando que usted muera para hincar su alma con el
trinquete y meterla a los infiernos y usted está mientras tanto
contando el dinero que no se puede llevar a la tumba!”

545
Así agonizó durante dos días, y así murió en estertor de
agonía, contando dinero, como lo había contado durante toda
y su entera vida. Y le dijo a Mercedes que me había
desheredado “porque yo no iba a cuidar su dinero pero que sí
lo iba a hacer la Iglesia y mi hermana”.

Y desde ese momento quise dejar el primer mundo y


venirme nuevamente a Latinoamérica, porque aunque aquí,
como ya he dicho anteriormente, hay una maldad muy
refinada, sin embargo también se encuentran los extremos de
bondad y solidaridad, mientras que en el primer mundo en
general sólo prevalece el absoluto y exclusivo valor del
dinero.

Aquí en Latinoamérica todavía puedes encontrar amigos


de verdad, como Rolo, que sabe que estoy “quemado” en
política, pero no le importa también quemarse porque le vean
conmigo, tal y como también lo hizo con otros políticos,
cuando estaban tan caídos como yo, y que hoy en día son
personas muy importantes en la política, y que ahora no le
dan el saludo, ni le llaman para un café.

Con Rolo volteamos y dimos la vuelta a una elección


muy importante, la del Rectorado de la Universidad Nacional
de Salta (UNSa), y fue la primera derrota seria del actual
Gobierno en pleno, y del actual Gobernador, el Dr. Juan
Manuel Urtubey, pero toda esa historia está muy reciente, y
es mejor contarla en otro momento, porque al menos a Rolo,
ya le ha costado, y por el momento, su puesto en el Gobierno
de Salta...

546
Ahora en los círculos políticos se comenta: “Cuidado con
el mafioso siciliano (Rolo) y el loco gallego (yo), que es mejor
tenerlos de nuestro lado porque si dieron la vuelta a la
elección del Rector de la UNSa, nos pueden dar con mucha
mayor razón, la vuelta a la próxima elección del
Gobernador…”

Y Clarita Castro sabe de lo que estoy hablando, en la


reunión que tuvimos en la Estación de Servicio de Repsol
YPF, del Barrio el Tribuno de Salta, dos semanas antes de la
elección…

Así que a Rolo y a mí, nunca nos importó demasiado el


dinero, ni el poder, y lo tuvimos y pudimos mantenerlo, pero
no al precio de vender nuestras conciencias…

Y por eso, cuando murió mi tía, yo que nunca había


odiado a nadie, la odié con toda mi alma…

La odié tanto, y con tanto rencor, no por haberme


desheredado, sino por haberme ofendido tan terriblemente, y
no haberme amado para nada, tal y como había hecho
durante toda su vida, con todas las personas que le tocaron a
su lado…

Y ese odio, ese rencor, me hizo tanto daño, que me


envenenó el alma…

Y tuve que pedirle al Cielo, tuve que pedirle al ser de


Luz, que me diera la gracia de perdonarla, así y como
rezamos: “perdónanos nuestras deudas así y como nosotros
perdonamos a nuestros deudores”.

547
Y supliqué al Cielo que me ayudara, porque yo sólo no
podía, yo solo no podía perdonarla…

Y cuando la perdoné, me sentí más aliviado que en toda


mi entera vida. Sólo le pedí al Cielo, que si mi tía no se había
ido al infierno, que si estaba en el limbo, que la perdonara,
que le perdonara todos sus pecados contra el amor, y que por
mi oración la hiciera llegar al Cielo…

Y allí espero que esté, a pesar de todo, en el Cielo


espero que esté…

Por eso Daniel te dije, que si creías que tu madre te


debía algo, por haber contribuido a que te quedaras sin un
padre, que la perdonaras, que yo me había equivocado, que
tu madre se había equivocado, y que tú también te
equivocarías en la vida, pero el perdón es el don, y el mayor
regalo del Cielo…

Y volví a recuperar la paz, cuando la perdoné, recuperé


mi paz perdida, y la tranquilidad de mi conciencia, y esa que
es mi única riqueza, es lo que le pido a Dios que me regale, la
paciencia y el amor, para perdonar a los que amé tanto, y no
me amaron para nada…

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La carta a Josefina cuando me despreció…

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551
La carta a Josefina cuando me despreció…

Por eso les perdoné, a Alfredo y a Genaro, les perdoné


aunque no olvidé, y no olvidaré nunca, les perdoné y en lugar
de matarlos a los dos, porque fui a curarlos y como
“manosanta”, y ellos me violaron, cuando me fui a duchar en
su vivienda después de “curarlos”, y me metieron, estando yo
duchándome y de espaldas, el dedo en el culo, queriéndome
provocar un orgasmo masajeándome la próstata…

¡Y les dije que me sacaran el dedo porque les iba a


arrancar la cabeza!...

Y cuando me vestí y me fui, mi segunda ex-mujer, que


me acompañaba junto con Daniel, porque Alfredo y Genaro
eran amigos míos de toda la vida, y funcionarios de la
Embajada Argentina en España, mi segunda ex–mujer me
dijo que si me pasó, era porque yo lo había consentido, a lo
que yo le dije que era un tamaño disparate, pues si a una
jovencita la violan por llevar minifalda, sería una aberración
que el juez dejara libre al agresor, por considerar que ella lo
había “provocado”…

Y les llamé y les dije que nunca más se volvieran a


cruzar en mi camino, porque les mataría a ambos, y hasta
ahora no lo han hecho, y espero que no vuelvan a hacerlo
nunca…

Porque lo peor de una violación, no es el daño físico, por


el desgarro del esfínter anal masculino, del himen o de las
paredes vaginales femeninas, porque el cuerpo se cura solo,
y por si mismo...

La que no se cura sola, es el alma malherida, malherida


de muerte...

552
Porque el acto más aberrante de odio contra otro ser
humano, no es su muerte, matarlo, quitarle la vida, porque la
muerte no deja huella ninguna en el alma...

Pero la impotencia, la indefensión, y la humillación, de la


violación, marcan, y dejan marcada el alma, con una huella
perenne, con unas sangrantes heridas, que no coagulan ni
cicatrizan nunca...

Pero no solo hay violaciones físicas, las hay también


psicológicas, que pueden llegar a ser también tan terribles, y
de consecuencias tan devastadoras como las primeras...

Por eso:
¡Ni olvido, ni olvidare nunca, y estaré siempre listo,
preparado y en guardia, y para matar, si es necesario,
defendiéndome, y seguro que si vienen a llevarse mi honra, o
mi vida, me llevare yo también, y conmigo, la vida de alguno
de ellos!...

Las mentes perversas, las estructuras perversas, en


todo y su mas extenso y amplio sentido, y en su sentido
técnico del Psicoanálisis, creen que los demás gozan,
mientras que ellos los hacen sufrir, torturándolos, tan terrible
y horriblemente, como son capaces de imaginar, sus
retorcidas mentes y conciencias...

Porque la mansedumbre de la que hablaba Jesús, ser


pacifico, bueno y bondadoso, no significa, ni implica, ser
indefenso, masoquista, pasivo, o sumiso...

553
En primer plano, Don Víctor y Doña Carmela, los padres
de mi amigo Rino Toigo, y en segundo plano a la izquierda de
ellos, mi hermana María en su primera comunión al lado de
mi madre de vestido azul.

El Sacerdote oficiante de la Misa de la Primera


Comunión, a la derecha de la imagen, que fue el que me
violó, y siendo yo su monaguillo…

Pero no me hizo falta matarlo, al cura que me violó, y


con menos de seis años…

Era el sacerdote de la Iglesia de León XXIII en Salta, sita


en la calle Lerma y San Juan.

Y cuando me violó salí corriendo y me subí al altísimo


tejado, y seguí corriendo, hasta que llegué al final del tejado,
y me quedé basculando en la última teja, que me caía, que no
me caía…

Y al final no me caí, pero tampoco olvidé, y nunca


olvidaré…

Y no me hizo falta matarlo, aunque mis padres, y la


iglesia entera, con el Papa a la cabeza, la iglesia entera,
echaron un manto de tierra y lo taparon todo…

No me hizo falta matarlo, matarlo al cura, porque solo se


murió, y los pocos meses, de una terrible y muy dolorosa
enfermedad…

554
Y Carmen tenía razón, la vidente tenía muchísima razón
cuando me dijo: “Quien te hace bien no sabe el bien que se
hace a sí mismo, pero quien te hace mal, no sabe tampoco el
mal que se hace a sí mismo…”

Por eso antes de venirme te dije Daniel, mi amado


Daniel: “¡El culito contra la pared cuando estés con el cura o
con el catequista (hombre), y si te quieren tocar sales
corriendo, no pares de correr, no pares nunca, porque tú
correrás siempre más que ellos, no se te olvide nunca!”

Y su madre me pegó un grito, por el terrible sacrilegio


que yo estaba cometiendo, y haciéndole cometer al niño…

Pero yo le dije que si mi padre me hubiera dicho lo


mismo, a mí no me habrían violado, y de tan pequeño…

¡Por eso no quiero ver a un “puto”, “trolo”, “maricón”,


“bollera”, “lesbiana”, “gay”, “transexual”, o “homosexual”, ni a
un metro de distancia de mí!

Porque son enfermos mentales (pero no tontos), y eso


no les excusa en absoluto, pues son muy responsables y muy
conscientes de todos sus actos, y también de todas sus
maldades, y no tienen, ni quieren tenerlo, límite ninguno,
contención ninguna…

Para ellos, para todos los homosexuales, todos los seres


humanos sólo tienen un “palito”, no existen las “rajitas”, ni
siquiera, de la que salieron al mundo, la “rajita” de su
madre…

555
Y a la primera de cambio, a la más mínima oportunidad
que tengan, se convierten en unos monstruos horripilantes,
en verdaderos demonios, poseídos por Satanás mismo…

556
557
Epílogo
La herencia que os dejo:
El Milagro de Salta, el Milagro del Amor y de la
Vida misma...

558
Por eso hijo mío, por todo lo que te he contado y te he
dicho en este libro, por todo lo que te conté de nuestros
antepasados, y por todo lo que he vivido en toda mi vida, te
repito nuevamente lo que ya te dije, en el Capítulo del Milagro
de la Vida: Aunque no tengas a tu papá, aunque no me
volvieras a ver nunca más en toda la vida, tal y como me
dijiste el otro día, tampoco y a pesar de ello, no abandones
ahora:

¡No abandones nunca! ¡No abandones nunca porque tú


eres un milagro de la vida! ¡Todos lo somos!

¡Porque fuiste llamado por amor, y fuiste deseado por


amor!, ¡y fuiste querido por amor!, al igual que tus otros dos
hermanos Rubén Darío y Sergio David.

Y esta es mi herencia, y para todos vosotros, mis tres y


muy amados hijos: Sergio David, Rubén Darío, y Daniel.

No os dejo ninguna otra, no tengo nada material que


poder dejaros, no os dejo otra cosa más, que la de ser, y
saberos, hijos del amor…

Pero y además, mi querido Daniel, mi querido Rubén


Darío, y mi querido Sergio David, vosotros también, también
estáis marcados los tres, también estáis marcados como yo,
por este signo del amor, y por eso, Daniel, deslumbraste a
Carmen la vidente, cuando te vio por primera vez en la playa,
y con poco más de tres años.

559
Y como yo, ya sois y seréis siempre, presencias
permanentes de Él, aunque no creáis en nada, eso no
importa para nada, ni le importa a Él, vuestras almas ya están
marcadas, e indeleblemente, con y por el amor…

Y si ninguna mujer me va a querer, y en todo lo que me


reste de vivir, por querer formar una familia, por querer
construir el amor, por querer derramar la vida, no me importa:
¡No me importa para nada y en absoluto! Porque al menos,
yo sí amé siempre, yo sí me entregué siempre por amor, yo sí
siempre regalé, la vida, por amor…

Y mi signo del amor, que me acompaña siempre, y


permanentemente adónde voy, me acompañará también toda
la vida, y mientras viva, y hasta que muera, y me seguirá
hasta en toda la eternidad, porque el amor, es lo único que no
es pasajero y temporal, es lo único que trasciende lo
peregrino, lo fútil, lo temporal, y la banalidad de esta vida
mundana…

Y ya que cuando quise hacer "El Pase", que es como


una "graduación o doctorado" como Psicoanalista, entre en
un delirio, por la palabra "paso", que no pude entender, solo y
nada mas que metonímicamente, y no pude interpretar la
metáfora, y así solo pude poner fin a mi propio delirio,
escribiéndolo.

Ahora, todo esto que escribo, esta historia que cuento,


es una oda y una elegía al amor, una profunda e intensa
apología del amor, y he puesto con ella, por ella, y en ella, un
limite, un limite a mi lacerante y agudo sufrimiento, a mi
inconsolable dolor, a mi tremenda pena, por la pérdida de mis
tres y muy amados hijos.

560
Y espero también que estas humildes letras, os hayan
puesto a todos vosotros, a todos y cada uno de quienes me
leéis, y me escucháis, os hayan puesto un límite, un límite al
insoportable dolor de existir, a la más absoluta levedad del
ser...

Y este es mi paso por la vida, mi huella, mi huella por la


vida, y la huella que dejaron, que dejaron en mi, quienes
también pasaron por mi vida...

561
Tu borrosa foto…

A veces pienso que sólo escribo para el vacío


a veces pienso que todo es baldío
pues no me dices nada
nada de lo que sientes
cuando me lees…

Pero yo
viéndote
viendo tu foto (a la derecha del poema)
tu foto ampliada y borrosa
donde tengo que adivinar
hasta el brillo de tus ojos…

562
Y realmente
¡Cuan bonita eres!
¡Cuan linda eres!
no me había dado cuenta
hasta ahora…

Y mirándote
a esa foto muerta
parece
que tu semblante
cobrara vida…

De tu sonrisa
¡cuan sensible y sincera pareces!
y de tus mejillas
un rubor ligero
de inocencia…

Tus cejas arregladas


al extremo
como tus uñas
labradas con tanto detalle…

¡Cuánto tiempo
en resaltar tu belleza!
¡pero si ya eres bella!...

Y tus ojos
tan difíciles de ver
en esa borrosa foto
¡y mira que lo he intentado!
¡pero ni con el Corel
la he mejorado!

563
Pareciera
que tus ojos brillan
como dos luceros
despertados al alba…

Pareciera
que tu ser se alegra
de tener tanta belleza
¿y donde está
la tristeza
que siempre ocultas?...

¿Donde está lo profundo


de tu ser?
lo que los demás no ven
y sólo a mí me has dado…

Pero
más aún
¿Donde está
el amor
que me has dado?...

¿Donde está guardado?


Allí
donde no puedo ver
¡más que tu borrosa foto!...

Es que
cuando hablo contigo empiezo
sin quererlo y sin buscarlo
a hablar en poesía
y la prosa tengo perdida
porque tú eres mi musa…

564
Y ya ves que intento escribir de un tirón
pero en poema me sigue saliendo
y la verdad
¡eres demasiado linda! …

Me encanta tu cabello color


azabache
y tus finas cejas
pero tus ojos
que no puedo ver bien,
parecen de azul turquesa
parecen de un alma sincera, sincera y noble
de mirada tan limpia, y tan llena de vida…

Pero me niegas
el que pueda verla
me niegas
las fotos pedidas…

Y yo, sigo
esperando y desesperando
tus fotos
tus fotos prometidas
donde te vea
te vea con claridad
porque hasta ahora,
sólo te adivino...

565
Por eso no hablo casi nada, ni de mis triunfos, ni de mis
éxitos, hayan sido profesionales, económicos, políticos, o de
cualesquiera otra índole, y si hablo mucho, y en cambio, de
mis fracasos y de mis derrotas, y de los fracasos, y de las
derrotas, de quienes también pasaron a mi lado, porque eso,
y solo eso, es lo trascendente, y lo que deja la huella, en la
vida de ser humano, no los éxitos, ni los triunfos, ni la fama, ni
el poder, ni el dinero, ni los títulos, ni lo que hablamos:

Lo que somos, somos lo que hacemos, y son nuestras


faltas, nuestras derrotas, y nuestras debilidades, lo que nos
construye, es allí, allí donde están nuestras elecciones, que
es lo que nos hace lo que somos, y lo que nos hace, seres
trascendentes...

Por eso estas mis letras, estas mis muy humildes letras,
estas letras que escribo como "poeta del amor", trascienden
mas allá de mi propia vida, y son ya no solo "la huella" de mi
paso por la vida, estas humildes letras, llenas de la sabiduría
del amor, decía, trascienden mas allá de mi propia vida,
porque llegan a cada uno y todos de vosotros, quienes las
leéis, y las escucháis, mis semejantes, y así mi huella se
hace perenne, y he burlado a mi propia muerte, en vuestro
recuerdo de ellas, en la huella, que estas mis humildes letras,
han dejado en todos, y en cada uno, de todos vosotros...

Y estas letras, estas humildes letras, que son mi paso


por la vida, me han hecho libre, tan absolutamente libre, que
me han permitido crearme mi propio mundo, y llenarme la
vida de ilusión, en un reino de libertad y de amor...

566
Porque esta historia que cuento, esta odisea épica de
valor y heroísmo, esta mi historia, que cuento con estas mis
muy humildes letras, es una historia de la lucha entre el bien
y el mal, de la lucha entre el desamor y el amor, entre la
desesperanza y la esperanza, entre el hastío y la pasión,
entre la cobardía y la valentía, entre el egoísmo y el
heroísmo, entre el Diablo y Dios, entre la muerte y la vida,
entre el Tánatos y el Eros...

Y así he vencido, paradójicamente, he triunfado, he


dejado de estar y de ser derrotado, derrotado por la muerte,
derrotado por el Tánatos, derrotado por lo aciago del
destino...

Y he triunfado con todos, con todos y cada uno de todos


vosotros, con todos aquellos en quienes deje una huella, y
todos aquellos, los que dejasteis también una huella en mi, en
mi ser y en mi alma, en mi paso por la vida...

Y estuve, ahora y cuando acabo este libro, estuve en la


fiesta mayor y más grande de Salta, la fiesta del Señor y de la
Virgen del Milagro, estuve tres días enteros, y con sus
noches, tres días en los cuales solo dormí tres horas, tres
días con el alma y el corazón del pueblo entero de Salta...
Y eché, en esos tres días en que casi no dormí, no ya
poco, sino y casi nada, eché no ya casi 2.000 fotos, eché con
todos y cada uno de ellos, con todos y cada uno y de los
peregrinos, eché más de 2.000 lágrimas...

Lágrimas vivas, lágrimas de amor, por mi gran y sublime


amor al pueblo de Salta...

567
Y cuando el Sr. Rector de la Universidad Católica de
Salta, el Dr. Alfredo Puig, leyó mi trabajo sobre el desarrollo
de Salta: “Plan de Desarrollo y Lineamientos Estratégicos
Provincia de Salta (Argentina) Década 2008 – 2018”

http://www.slideshare.net/fcerong/plan-de-desarrollo-y-
lineamientos-estrategicos-provincia-de-salta-argentina-
decada-2008-2018-1474764

El Señor Rector de la Universidad Católica de Salta, Dr.


Alfredo Puig, le preguntó al Secretario Académico de la
Facultad de Abogacía, el Dr. Gabriel Chibán, quien fue
también y a su vez, el Secretario de Financiamiento del
Gobierno de Salta, del Gobernador Dr. Juan Carlos Romero,
le preguntó que cuanto había cobrado por la redacción del
mismo...

El Dr. Gabriel Chibán le dijo que yo era un "Quijote" del


siglo XXI, y que lo había hecho como una "gauchada", que
por mi gran amor a Salta, por mi excelso amor a Salta, lo
había regalado al pueblo todo de Salta, y en su
representación al Gobierno todo de Salta, y en la persona del
Gobernador, Dr. Juan Carlos Romero...

Y me llamo a España el Dr. Gabriel Chibán, para que le


enviara y por escrito al Sr. Rector de la Universidad Católica
de Salta, el Dr. Alfredo Puig, le enviara y por escrito, y como
así lo hice, la confirmación de mi gran regalo al pueblo todo
de Salta....

568
Y así lo hice, como lo hice durante y toda mi vida, y por
mi gran amor a todos los demás seres, y por mi gran amor a
Salta, mi gran amor al pueblo todo de Salta…

Y por eso en este también mi regreso ya definitivo, en


esta mi repatriación, en esta mi diáspora final, no vine
buscando, tal y como nunca y tampoco lo busqué, y en toda
mi vida, no vine buscando fama, honores, dinero, poder, ni
ninguna otra cosa material, todo aquello que vuelve locos a
todos los demás seres humanos…

Solo vine y buscando, un poco de paz, que


paradójicamente, hasta mi propia tierra se empeñó en
negarme, y muy tercamente, en negarme también…

Porque el “derecho de piso”, como dicen aquí, “la


quintada”, como dicen en España, el pago que he tenido que
dar por vivir aquí, e intentar ganarme la vida honradamente, a
sido terrible, propio de la salvaje sociedad salteña, de esta
muy salvaje sociedad feudal, la sociedad que me dio la leche
materna, y me crió, y que me dio mi cultura, y mi educación…

Y así como ya he dicho anteriormente, si en España me


rompieron dos costillas, aquí, en mi propia tierra materna, ha
sido muchísimo peor, porque me han roto el alma, el alma
toda y entera…

Y por todo eso, y por toda mi vida, y así, cuando me


haya ido, cuando haya terminado ya para siempre, este viaje,
este mi viaje por la vida, mi paso por la vida, no me recordéis,
los que me amasteis, no me recordéis ni por mis triunfos, ni
por mis éxitos, ni por mi dinero, ni por mis posesiones, si las
tuve, no me recordéis por nada material...

569
Solo me recordéis, y por nada más, por lo que os quise y
os amé, y por lo que fui querido y amado...

Y este es mi epitafio, esta es toda la herencia que os


dejo, a todos vosotros, mis semejantes, no tengo nada mas
que dejaros, que solo estas mis muy humildes letras, que
escribí, como poeta del amor...

Y espero, como decía más atrás, y que vuelvo a reiterar


ahora, que por todo ello, a todos vosotros, todos y cada uno
de quienes me leéis, y me escucháis, espero que también os
haya puesto un límite, un límite al insoportable dolor de
existir, a la más absoluta levedad del ser...

Y si alguna vez os encontráis, como yo me encuentro a


veces, y en muchos de mis días, de este mi tiempo presente,
os encontráis como yo, sin ni siquiera tener ni para comer,
recordar lo que decía Jesús y la Biblia: "No solo de pan vive
el hombre..."

Y así, yo también vivo, estoy vivo por y de mis letras, de


estas mis muy humildes letras...

Y de esta manera termino, tan solo como empecé, sin


musa, ni compañía ninguna, escribiendo de nuevo con mi
agenda electrónica, desde "el banco de la soledad", con estas
humildes letras, que son toda la compañía, la que me ha
querido brindar, mi propia y muy amada tierra mía, Salta "La
Linda"...

570
Gloria la sola

No,
Gloria, la sorda
Gloria la sola
sola te quedaste
sorda y sola…

Accidente en la carretera
sorda te despertaste
pero más aún
sola te quedaste…

Dolió más la soledad


que la sordera
lágrimas
lágrimas derramaste…

571
Nadie te acompaña
nadie y solo tú
fuerzas de flaqueza
desde lo profundo de tu ser…

Y hoy
que lees los labios
sólo estás sorda
ya no estás sola…

572
Porque tal y como el héroe Eneas, en la Eneida de
Virgilio, o en la Odisea de Homero, o en la Ilíada de Troya, o
en Jasón y los Argonautas, en búsqueda del vellocino de oro,
así tal y también como todos ellos, estoy en este mi paso por
la vida, en esta mi odisea por la vida, en este mi viaje épico,
estoy intentando, y en pleno siglo XXI, el retorno, intentando
el retorno y desde lo imposible, el retorno y desde lo real,
para volver a ver a mis tres y muy amados hijos, buscando mi
vellocino de oro…

Buscando mi vellocino de oro y en una lucha titánica y


épica, contra los hados adversos, y el destino aciago, y contra
todas las mareas, y los vendavales, y las tormentas, y las
tempestades, y los huracanes, que me trajo este mi navegar,
por el inmenso y desconocido océano de la vida, en un
heroísmo tal, tal y como también hicieron, y antes que yo
mismo, cada uno, y todos los héroes, de la antigüedad...

Y hasta aquí, hasta aquí era como estaba redactado y


escrito mi libro, el final del libro, aquí se acababa, en un final
triste y muy solitario…

Pero la vida misma, y la Luz del Cielo, no quisieron ni me


dejaron terminarlo así…

Porque Salta entera, toda y entera, esta bendita tierra,


esta bendita y adorada tierra mía, esta maldita...

Porque mi querido amigo, cuando me dijiste: "cagate"...

Y si es verdad, y literalmente, es verdad que me "cago",


que me estoy "cagando" todo y entero, es verdad que me
muero, que me estoy muriendo y de hambre...

573
Pero aun así, y sin darte cuenta, mi querido y muy
estimado amigo, con tu "elocuencia", y muy profundamente
"salteña", me inspiraste mi mejores y mas brillantes letras del
libro entero, y además en el día de mi cumpleaños, y que
pase mas solo que nunca y en toda mi vida entera, letras que
dicen así, que dicen de lo que no me muero, ni de lo que no
me moriré nunca:

Porque yo no estoy aun, ni lo estaré nunca, no estoy


aun ni derrotado, ni menos vencido, y ni toda Salta
entera, y ni todos los salteños, y ni todas las salteñas, ni
todos ellos juntos, podrán robarme de lo que carecen
casi todos ellos, no podrán robarme nunca, así este y
pasando hambre, no podrán robarme mi dignidad...

Porque como decía Alma Fuerte: "No te des por


vencido, ni aun vencido"...

Y decía anteriormente que esta bellísima tierra, este


Edén de la naturaleza, este bellísimo paraíso terrenal, esta
maldito, pero maldito no por su tierra, pero si por muchas de
sus gentes, no todas, pero si por muchas de sus gentes...

Esta bellísima tierra, este Edén de la naturaleza, este


bellísimo paraíso terrenal, esta maldito, pero maldito no por
su tierra, pero si por muchas de sus gentes, no todas, pero si
por muchas de sus gentes...

574
Porque son muchos de los salteños, y muchas de las
salteñas, adoradores del Demonio, adoradores del demonio
sino y también, porque estén endemoniados y endemoniadas,
que los hay y muchos, porque aquí están las mayores y más
profundas sectas satánicas del mundo entero, y porque Salta,
casi toda entera, es el mayor y más profundo portal del
Demonio, en todo el mundo entero...

Decía, y además, porque muchos de aquellos y aquellas,


que no están endemoniados, sacan sin embargo, y de lo más
profundo de su corazón, una maldad tan sumamente
refinada, y cubierta y maquillada, con la máscara y los ritos
excelsos, y muy salteños por excelencia, de "las buenas
costumbres", y "la buena educación": !Tanto! !Tanto ya que ni
siquiera las presencias permanentes del Señor Y la Virgen
del Milagro pueden traer algo de santidad a esta tierra!, no
maldita por sí misma: !pero si maldita por el Demonio y sus
adoradores!...

Pero aun así, y a pesar de todo ello, aun así, en esta mi


bella tierra, en esta mi bellísima tierra, en este Paraíso
Perdido del Mundo, en este Paraíso Terrenal, en este Edén
del Cielo, existen también, muchas almas, muchas bellísimas
almas, almas tan Vírgenes e Inmaculadas, que portan al
mismo Dios vivo, portan la presencia del Dios vivo en su
seno, que portan al Espíritu Santo, tal y como yo mismo,
como yo mismo y también, estoy, y siempre, en su
permanente y perenne presencia...

Y por eso La Luz del Cielo, a quien habitualmente


llamamos Dios, por eso La Luz del Cielo, me llevo lejos, tan
lejos, al otro lado del Océano, al otro lado del Mundo...

575
Muy lejos de esta, de esta y mi muy amada tierra mía,
Salta "La Linda"...

Y hacen ya casi 29 años de ello...

Y casi 29 años después de salir, perseguido como un


perro, casi 29 años después, también, La Luz del Cielo,
también me volvió a traer...

Y me trajo de nuevo, ya curtido como el cuero, y


templado como el mismo acero, me trajo de nuevo, como su
antorcha humeante y llameante, así y como la zarza que
ardía, y con la llama del Cielo, ante el mismísimo Moisés...

Y llegue con olor en mi alma, con olor y ya no solo a


incienso, el olor de la Tierra Madre y de la Pachamama,
llegue y además, con olor a azucenas y jazmines, el olor del
Cielo...

¡Llegue y como un Místico del Siglo XXI! ¡Y con todas y


cada una de las letras!

Llegue a traer y a desparramar, un poco, un poco de su


Luz, de la Luz del Cielo, un poquito de ella, en medio de tanta
oscuridad...

576
Y no me había dado cuenta hasta ahora, que si los
peregrinos caminaron, y durante muchos días, cientos de
kilómetros, para ofrendarse, y en su alma, al Señor y la
Virgen del Milagro, no me había dado ni cuenta que yo
camine, y durante 29 años, miles de kilómetros, para llegar
también a ofrendarme, tal y como todos ellos, al Señor y la
Virgen del Milagro, para ofrendarme con lo único que me dejo
y me quedo, de esta mi larga, larguísima peregrinación: ¡Mi
alma! ¡Mi alma solita!...

Porque empecé mi peregrinación hace ya casi 29 años,


y la empecé solo con la ropa puesta, y termine mi
peregrinación ahora, casi 29 años después, y también solo
con la ropa puesta: ¡No me quedo nada material! ¡En el
camino lo perdí todo!, absolutamente todo, ¡y solo me quedo
mi vida y mi alma!...

Porque yo que creí, que ya había terminado de escribir,


este mi libro, esta mi vida, este mi paso por la vida, esta mi
huella por la vida, esta mi odisea...

Sin embargo, este libro que yo creía ya concluido, no


pude enviarlo todavía a concursar, al Premio Planeta de las
letras...

Y no pude, por no tener, ni siquiera, ni los cien pesos, o


los veinte euros, o los treinta dólares, que cuestan la
impresión y en blanco y negro, porque en color son cinco mil
pesos, o mil euros, o seis mil dólares, de los dos ejemplares
del libro, necesarios para enviarlos a concursar a Barcelona,
en España...

577
Y así, esperando poder juntar el dinero, pasó el tiempo,
y se paso y se terminó el verano, y se pasó también y se
terminó el invierno, y llegó el tiempo de la primavera, el
tiempo del Milagro de Salta…

El tiempo del Milagro de la renovación anual, del Pacto


de Fidelidad, entre el Pueblo de Salta y nuestros Santos
Patronos, para que nos protejan de los terribles terremotos,
que ya destruyeron a nuestra antepasada, y la muy noble
ciudad de Esteco...

Pero con el tiempo del Milagro, también llegó y ocurrió,


otro Milagro...

¡El Milagro del amor!...

578
Cuando tomé tu mano...

Cuando tome tu mano


en ese momento paso...
y me preguntaba
¿cómo y cuando sucedió?
cuando tome tu mano...

Cuando tome tu mano


sentí
sentí como toda mi vida y mi energía
toda mi energía
ya se había ido
y antes de tomarte tu mano
ya se había ido
ya se había ido y toda
toda contigo...

579
Cuando tome tu mano
porque tenías frío
que yo creía
que yo creía del cuerpo
pero era un frío del alma
de tu alma toda
helada de pavor
y turbada
tan turbada
turbada por el amor
el amor que ni te atrevías
ni te atrevías
en tus más lejanos sueños
a confesarme...

Cuando tome tu mano


apretaste
apretaste mi mano
con tanta fuerza
que yo no supe
yo no supe ni pude saber
que estaba pasando...

Pero yo
yo entonces
cuando tome tu mano
me quede helado
tan helado
como así lo estaba
así lo estaba
tu alma toda

580
Y el frío de tu alma
se paso todo
y de golpe
¡tan de golpe!
todo a la mía...

Y entonces me quede
me quede tan turbado
¡tanto!
como tú misma
como tú misma ya lo estabas...

Cuando tome tu mano


y tome tu otra mano
tan helada también
entonces supe
entonces empecé a saber
que eso que nos pasaba
eso que nos pasaba a los dos
se llamaba
se llamaba el amor...

Y entonces
recién entonces

y por primera vez


entonces te mire
y mire tu alma...

581
Y vi tu alma
tan llena
tan llena de gozo
tan desbordante
que se desbordo
se desbordo a la mía
a la mía toda
toda y entera
mi alma mía...

Y empezamos a temblar
a temblar los dos
los dos juntos
no ya del frío
sino
de la turbación
del gozo
y del amor
cuando tome tu mano...

582
Oración al Señor y a la Virgen del Milagro

Señor, aquí estoy, ante ti, ante tu presencia permanente,


dentro de mi ser.

Y aquí esta Soledad, también ante ti, en quien también


habita tu Espíritu Santo.

Yo Jesús, no te pido riqueza ni poder, solo te pido que


me regales, y para siempre, la compañía de Soledad...

Y también te pido que le regales a Soledad, y también


para siempre, la compañía de mi ser y de mi alma toda...

583
Te pedimos Jesús, que hagas nacer en nosotros dos, un
amor tan limpio, tan puro, e inmaculado, tanto, como sea
capaz el alma humana.

Porque Jesús, nosotros también, nosotros somos dos


pedacitos de Dios...

Ya que nos hiciste a tu imagen y semejanza...

Lo pedimos para Gloria tuya y de tu Padre.

Amen

584
Mí querida amiga y confidente…

No sé cuando
podrás leer estas líneas
o cuando
llegarás a leerlas…

585
Me he ido
cuando he terminado nuestra conversación
mi conversación contigo
tu conversación conmigo
me he ido a darme un largo
y lento paseo
por toda la ribera
de punta a punta
disfrutando de cada paso
disfrutando de cada instante
disfrutando de estar vivo
y disfrutando de haber
compartido un instante
de eternidad contigo.

Me has llenado
me has dejado
con tu dulce voz
con tus dulces inflexiones y reflexiones
con tus palabras de amor
de amor divino
de amor del ser de luz
me has dejado decía
inundado de la gracia divina
la gracia del amor
el amor
que se derrama
que se difunde.

586
Y era tanto
lo que me llenaba
y como además yo he colmado el vaso
y he derramado el vaso
que me dabas con tu mano
lleno de amor
con la experiencia del amor
infinito
que al igual que cuando la tuve
cuando la viví
no podía
hacer nada simplemente humano
no podía irme a dormir
a pesar de que me caía de sueño
me caía más que tú
que solo pude irme a dar un
paseo
un largo paseo
como cuando me quedé una semana
en la cama
sin poderme levantar
apenas bebiendo agua
y sin comer
después de ver la luz
esa luz que te alumbra dentro de ti.

Por eso
caminando
he logrado que la gracia se me derramara
porque me desbordaba
desbordaba mi alma el regalo de tu palabra
de tus palabras
de tu ser

587
El regalo gratuito
que es el amor.

Y ahora
ahora
que tengo mi alma serena
pues me la habías turbado dulcemente
en sobremanera
ahora podré ir a descansar
pues me caigo de sueño
y se me entrecierran los ojos
al igual que te pasaba a ti
cuando yo te hablaba…

588
Mi Carta a Soledad
Proponiéndole compartir con ella nuestras presencias y
nuestra compañías, y para todo el resto de nuestras
vidas restantes...

Querida Soledad:

Hoy día, y en el día del Milagro, me ha tocado también


no solo estar solo, ya que no pudiste venir, Soledad, a Misa y
esta mañana conmigo, sino y además hacer, después de
casi una semana entera, hacer nuevamente ayuno, porque mi
amigo Yuyi que me iba a invitar a comer, no estaba en su
casa cuando he llegado...

589
Pero sabes, no me duele el ayuno: ¡ni siquiera me
duele!... Aunque sí me duele más, tu ausencia...

¿Sabes lo que me duele terriblemente desde ayer?: ¡Me


duele el alma! ¡Y me duele el alma toda por haberte hecho
tanto daño y sin quererlo!...

Yo quería haberte hablado esto en persona, pero no te


he podido ver esta mañana, y no sé cuando te voy a poder
ver, porque a tu trabajo no puedo ir, y tú no me llevas a tu
casa, por motivo de tu padre...

Pero de lo que quería haberte hablado, era de lo que de


verdad he concluido dentro de mi ser, he concluido dentro de
mi ser después de mirarte, conocerte y reflexionar, he
concluido que quiero, y de verdad, que me acompañes, que
quiero estar a tu lado para toda la vida...

Así, así sin apenas conocerte, así conociéndote tan


poco, solo y conociendo tan poco, a tu alma bella...

Y eso lo ha precipitado, esa conclusión que ya rondaba


en mi ser y en mi alma toda, lo ha precipitado tu dolor de
ayer...

Pero lo ha precipitado, no por sólo el intentar


compensarte del mismo y gran dolor, que yo mismo te
provoqué, con mi torpeza, y sin querer, sino y muchísimo más
importante aún, lo ha precipitado, lo que se estremecía mi
alma, lo que se estremecía mi alma no ya de placer, por un
orgasmo que tú me hubieras dado, sino y por tu dolor, tu
dolor que dejó llena del mismo, llena del mismo a toda y mi
entera alma mía...

590
Y por eso, yo te propongo, en este instante, y por estas
solas letras, las letras plenas que todavía no puedo decirte en
persona, ni mensajearte, por no tener saldo ni dinero para
recargar mi celular, decía, yo te propongo y te pido, yo te
propongo y te pido en matrimonio...

No te pido siquiera ni una respuesta, y menos ahora,


sólo quiero que lo sepas, que yo ya he concluido, que yo ya
he concluido, y dentro de lo más profundo de mi ser y de mi
alma toda, que quiero vivir junto contigo, y quiero formar y
fundar junto contigo, una familia, y para todo el resto de mis
días...

591
Peregrino y caminante por la Fe, en un estado místico,
ante el Señor del Milagro…

592
Y así, mi alma, que ya olía a Jazmines y Azucenas, se
encontró y de repente, y por casualidad, por la suerte
afortunada del destino, o por los designios del mismo Cielo,
se encontró con otra alma, que también y tal, y como la
Virgen del Milagro, otra alma, que olía y también a Rosas...

Y así ahora, nuestras dos almas huelen, y ya, por y para


siempre, huelen las dos, y al unísono, huelen a Rosas,
Azucenas, y Jazmines...

Y aunque fue, aunque el amor fue, porque ella se fue,


porque ella, Soledad, quiso seguir sola, quiso seguir sola
como casi todas las mujeres de hoy en día, y de nuestro
tiempo presente, que no quieren al amor, ni quieren el amor,
porque solo quieren un rato de "eso", como dicen aquí, un
rato de "sexo" y placer, y cuando "eso" ya paso, ya fue, ya fue
todo...

Porque casi todas las mujeres de hoy en día están


estériles, estériles no y ya, y por su matriz, que las hay y
muchas, y así fuera yo un anciano, jamás me acercare a una,
ni a ninguna de ellas...

Pero peor aun, peor aun que la esterilidad de la matriz,


es la del alma, y también casi todas las mujeres de hoy en
día, y de nuestro tiempo presente, casi todas ellas, casi todas
ellas están estériles del alma...

¡Tanto!

593
Tanto que por eso no buscan, ni buscaran nunca el
amor, solo buscan y nada mas, solo buscan y un rato de
placer...

Y yo, antes que vender mi "dignidad", y por solo un rato


de placer, antes que ello, ya me hice a mi mismo, me hice y
me prometí, me prometí votos, votos de monje, votos y
absolutos, absolutos votos de castidad...

Y jamás, nunca jamás dejare que se me acerque una


mujer que sea estéril, estéril del cuerpo, y lo que es peor aun,
estéril en su alma...

Porque yo estoy, estoy tan lleno de vida, que jamás


consentiré que ninguna mujer, ninguna, me mate la vida, no
ya la del cuerpo, sino y la de mi alma…

Y la vidente, Carmen la vidente, en esto se equivoco,


jamás aparecerá la madre, la madre que lo sea de mi hija, la
cuarta alma mujer, que espera en el Cielo, que espera en el
Cielo para venir a la vida, venir a la vida y por mi llamado,
venir y en la matriz, en la matriz de una mujer, una mujer que
no sea y estéril...

Pero sin embargo, en todo lo demás no se equivocó, y


tanto, tanto que revivo, revivo hasta a los moribundos y
agonizantes...

Y así, así volví a quedarme de navegante solitario,


solitario y perenne, en el inmenso y desconocido océano de
mi vida...

Porque como me dijo una mujer vieja, vieja y sabia,


como me dijo y con sabiduría:

594
"Francisco, todos los grandes se quedan solos, todos los
grandes poetas, y usted, usted es de los más grandes..."

Pero sin embargo, aun quedándome solo, tan


absolutamente solo, solo como todos y al final lo estamos,
apareció, apareció la voz infantil de mi hijo, de mi hijo Daniel,
porque el Cielo escuchó mis oraciones, todas y cada una de
mis oraciones, todas y cada una de ellas, y se llevó el rencor
de su madre, y se llevo el odio de su madre, y su madre me
llamo, me llamo y por teléfono, para que Daniel me felicitara,
me felicitara por mi cumpleaños...

Y aunque ya era tardío, y tardía la felicitación, porque mi


cumpleaños ya había pasado, y había pasado, no ya y muy
hambriento, como puse, y escribí en Facebook, sino y solo,
absolutamente solo...

Sin embargo, la alegría de mi hijo, su enorme alegría por


hablar con su papa, su inmensa fuerza vital, herencia mía,
como dijo la vidente, herencia de mi alma, que no de mis
genes, su fuerza vital me revivió, me revivió el alma muerta,
muerta y de tanta esterilidad...

Y así, así sin saber yo cuando volvería a verlo, y sin


saber tampoco el, sin saber el cuando volvería a verme, La
Luz del Cielo, que porta el alma de mi hijo, me dio un poquito
de vida, y me arranco, me arranco apenas, apenas y a duras
penas, me arrancó apenas una muy dulce sonrisa...

595
Pero el Cielo no dejo tampoco de escuchar todas mis
oraciones, por mi hijo pequeño Daniel, para que me lo cuidara
y me lo criara, que fue lo único que le pedí, no pidiéndole ya
nada más, absolutamente nada para mi, cuando despegó el
avión que me alejó y para siempre, y para toda la vida, de el,
de mi amado Daniel, "el enviado del Cielo..."

Y del mal, que es un misterio que no logro todavía


explicarme, apareció también el otro misterio, pues el Altísimo
saco bien...

Y el Cielo le envió a mi Daniel un segundo padre, no el


que lo engendró, yo mismo, sino el que también le quiere con
verdadera locura, como si fuera su hijo, y lo esta educando,
Manolo, el marido de Mercedes...

Y así, mi adorado pequeño Daniel, tan desamparado,


fue amparado por un alma bendita, enviada por la misma Luz
del Cielo...

Más yo me quedé sin embargo, más solo que nunca,


más solo que nunca y en toda mi vida entera...

Y me acorde de Jesús, en el monte de los Olivos, y sentí


que mi tiempo aquí en la Tierra ya estaba cumplido, y peor
aun, me sentí tan abandonado, tal y como Jesús mismo,
cuando exclamo: "¡Padre! ¿Porque me has abandonado?..."

Pero como no ambicionaba nada, absolutamente nada,


no ambicionaba, ni ambiciono, ni ambicionaré, ni siquiera el
mismísimo Cielo, al que conozco tan bien como y a la misma
Tierra: ¡No quiero ni el consuelo siquiera del mismísimo ser
de Luz!, El Altísimo...

596
Y así, la vieja y sabia mujer, acertó, tal y como mi
adorada madre, también en vida, que me predijo: "Hijo te vas
a quedar solo, muy solo..."

Y yo jamás imagine, jamás pude llegar a imaginar, que


se podía llegar a estar tan solo, no ya y aquí en la misma
Tierra, sino y lo que es peor en el mismo Cielo, pues tampoco
me apetece, para nada y en absoluto, el consuelo de mis
penas por el ser de Luz...

Y El, El Altísimo, el lo sabe, sabe que yo solo hubiera


querido el consuelo de una simple y humilde mortal, pero
Virgen María, hubo y hay solo una...

Y así, me quede en la Tierra, en tierra de nadie, sin


querer ir al Cielo, y sin casa adonde ir tampoco, aquí y en la
Tierra...

Y sin musa: ¡Absolutamente sin musa ninguna!...

597

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