Está en la página 1de 23

Universidad Piloto

Chapter Title: EL ANÁLISIS DEL DISCURSO COMO ESTRATEGIA DE INVESTIGACIÓN.


Chapter Author(s): Humberto Alexis Rodríguez and Rodrigo Malaver Rodríguez

Book Title: La Investigación en Ciencias Sociales


Book Subtitle: Estrategias de Investigación
Book Editor(s): Pablo Páramo
Published by: Universidad Piloto

Stable URL: https://www.jstor.org/stable/j.ctt18d84kk.18

JSTOR is a not-for-profit service that helps scholars, researchers, and students discover, use, and build upon a wide
range of content in a trusted digital archive. We use information technology and tools to increase productivity and
facilitate new forms of scholarship. For more information about JSTOR, please contact support@jstor.org.

Your use of the JSTOR archive indicates your acceptance of the Terms & Conditions of Use, available at
https://about.jstor.org/terms

Universidad Piloto is collaborating with JSTOR to digitize, preserve and extend access to La
Investigación en Ciencias Sociales

This content downloaded from


208.167.242.224 on Sat, 03 Jul 2021 23:07:06 UTC
All use subject to https://about.jstor.org/terms
La investigación en ciencias sociales: estrategias de investigación 223

El analisis del discurso como estrategia de investigación


EL ANÁLISIS DEL DISCURSO COMO ESTRATEGIA DE INVESTIGACIÓN
Humberto Alexis Rodríguez - Rodrigo Malaver Rodríguez

T ímidos desalojos. Tras recorrer el exuberante tapete verde que for-


man los potreros del enorme predio de Ambaló, se pudo observar
que algunos indígenas que intentaron pasar las cercas de alambre fue-
ron rechazados con disparos de gases lacrimógenos. Entre tanto, cien-
tos de éstos, ataviados con sus sayos y sudando a mares, horadaban por
los cuatro costados de la finca grandes hectáreas de pastos.

(Tomado de El País, Cali, 15 de octubre de 2005, 4A.)

ANÁLISIS DEL DISCURSO Y ANÁLISIS CRÍTICO DEL DISCURSO

Incluso para un lector despreve- Uno de los momentos fundamen-


nido, llama la atención, en este tales de los estudios lingüísticos
breve párrafo alusivo a las tomas de la segunda mitad del siglo XX
indígenas, el contraste entre el –no ciertamente un momento es-
elogio idílico, que destaca la ver- pecífico, sino un giro de tuerca de
dura de los campos, la belleza de paulatino rodaje– fue el paso de
los potreros, cercados con alam- la observación de los elementos
bres, propiedad de los criadores de la estructura lingüística ais-
de animales de lidia, y la descrip- lada en sus niveles gramaticales
ción de los indígenas ataviados (fonético y fonológico, morfoló-
con sayos, que sudan a mares, gico, sintáctico y semántico), a
que horadan la finca y destruyen la observación de las funciones
las hectáreas de pastos y que se del lenguaje en los ámbitos más
aparecen a cientos por los cua- amplios del discurso y de la co-
tro costados. Quede claro que municación.
los que sudan a mares no son las Se pasó así, en primer lugar, de
bestias de lidia, sino los indígenas analizar oraciones simples y se-
guambianos de la población de paradas de sus contextos –de
Silvia, que, como dice el antetí- observar, por ejemplo, las rela-
tulo, exigen 12.000 hectáreas de ciones de frases y los sistemas ca-
tierra para trabajar. tegoriales– a intentar comprender

This content downloaded from


208.167.242.224 on Sat, 03 Jul 2021 23:07:06 UTC
All use subject to https://about.jstor.org/terms
224 Pablo Páramo Ph. D. Compilador

unidades de mayor envergadura y contexto de un discurso, el foco del análisis está en


verbal como los textos. Pero bien pronto la identificación de la intencionalidad, el
esta pretensión mostró su fragilidad, pues, propósito, las causas, los antecedentes, las
¿dónde empieza y dónde termina un tex- consecuencias y los efectos de las accio-
to?, ¿cómo establecer una tipología de nes discursivas.
textos?, ¿cómo analizar fenómenos como Es en este sentido que el análisis del dis-
la intertextualidad, la intratextualidad, la curso retoma la moderna teoría del enun-
hipertextualidad, sin caer en afirmaciones ciado y la distinción entre locución, ilo-
demasiado vagas o pretensiosas? La mayor cución y perlocución (Searle, 1986). En
dificultad radicaba en que, al igual que el tanto la locución se refiere a un corpus
análisis oracional, el análisis de fragmentos lingüístico, objeto de una profesión ver-
de textos, literalmente, descontextualizaba bal (lo que se dice); la ilocución supone
los textos de su función, de su origen, de una intencionalidad por parte del hablan-
su misma naturaleza como entidades de te y la perlocución un dado efecto en su
interrelación. receptor o receptores. Del mismo modo,
Era, por lo tanto, necesario encontrar una todo discurso, sin importar su naturaleza
unidad de análisis válida, que no aislara o su extensión, presenta una acción y una
el análisis lingüístico de las funciones que intencionalidad, y genera una reacción, o
son propias del lenguaje; rescatar por ende al menos pretende obtener de sus recepto-
elementos como contextos, acción verbal, res una cierta respuesta, ya se trate de una
interrelación, cognición, los cuales se en- elocución formal o una conversación in-
cuentran no tanto en la situación de los tex- formal o de un texto altamente codificado
tos aislados sino en la función discursiva. desde un punto de vista técnico, científico
Pese a su complejidad y amplia gama, lo literario o publicitario.
mejor que se puede afirmar sobre el térmi- Es relativamente sencillo, en el ejemplo,
no discurso y para diferenciar discurso –y reconocer cada uno de estos elementos:
luego análisis del discurso– de la palabra un texto lingüístico, un emisor o emisores,
texto, es que el discurso es único e irrepe- unos receptores del discurso y una acción
tible. Esto vale en cuanto que, sin menos- comunicativa dentro de la cual es posible
cabo de sus peculiaridades físicas (oral, percibir una serie de interrelaciones no
escrito, digital, impreso) o de su carácter solo sociales sino cognitivas de parte de
semiótico fuertemente icónico, altamen- cada uno de los implicados. Es evidente,
te indicial, marcadamente simbólico– en de entrada, desde el mismo subtítulo (“Tí-
cada caso el discurso tiene lugar por una midos desalojos”), destacado en negrillas,
vez en unas circunstancias dadas y ante que el uso de este adjetivo en torno a los
unos emisores y receptores específicos. desalojos muestra la posición del autor,
El análisis del discurso implica por lo su “desacuerdo” frente a lo que hasta el
tanto el reconocimiento de un texto, un momento, según el artículo, ha sido la re-
contexto y unos interlocutores de carne acción de la fuerza pública. No se trata de
y hueso, pero en especial de una acción un simple calificativo usado en una pági-
discursiva. Lejos de pretender que el aná- na periodística sino de una toma de po-
lisis del discurso se limita a catalogar los sición con la cual el autor hace explícito
elementos lingüísticos que componen un su llamado a tomar acciones más fuertes y
texto y a identificar los elementos que in- contundentes por parte de los que el do-
tervienen en la producción y recepción cumento llama agentes del orden.

This content downloaded from


208.167.242.224 on Sat, 03 Jul 2021 23:07:06 UTC
All use subject to https://about.jstor.org/terms
La investigación en ciencias sociales: estrategias de investigación 225

Así, lo secundario en este discurso es su investigador, de una especial selección


función informativa; mucho más marcada del corpus, de una posición clara frente
es la declaración de una postura y la pro- a los temas relacionados con la domi-
fesión de una censura. Es decir que más nación y el ejercicio del poder, de una
que un acto constatativo –en torno de una claridad frente a la necesidad de deve-
realidad– el discurso en su conjunto, en lar los mecanismos de manipulación a
relación con el grupo al cual representa su que recurren los medios de comunica-
autor y al concepto de “los otros” que pre- ción, los entes propagandísticos, los or-
figura su representación, es un claro acto ganismos oficiales, en ocasiones, para
performativo. A diferencia del acto cons- perpetuar sus ideologías o consolidarse
tatativo, sobre los actos performativos es como grupos. El análisis crítico del dis-
imposible afirmar si son falsos o ciertos, curso focaliza su atención en una serie
sólo implican a través de su profesión una de problemas concretos como las dife-
clase de acción. En torno a la diferencia rencias de género, las luchas racistas, las
entre actos constatativos y actos performa- minorías políticas, en general los grupos
tivos, el planteamiento sobre los actos de de víctimas de exclusión o ubicados en
habla de J. L. Austin en su obra How to do posiciones de marginalidad, con respec-
things with words (Austin, 1975) es muy to a los poderes centrales u oficiales.
claro. Como lo reconoce el propio Van Dijk:
El discurso opera como un símbolo que
declara quiénes somos, qué defendemos, El ACD sólo puede realizar sus objeti-
en qué creemos y quiénes son nuestros vos si es, ante todo, (buen) análisis del
aliados o nuestros enemigos. En términos discurso. En las disciplinas más avan-
de Jacobson, estas declaraciones opera- zadas, y especialmente en los paradig-
rían mucho más cerca de la llamada fun- mas más abstractos y formales, con fre-
ción fática, mediante la cual el lenguaje cuencia se descalifica y se marginaliza
verifica, constata, afirma o reafirma el a la investigación crítica tachándola de
vínculo social o el nexo entre emisores «política», y por tanto de «acientífica».
y receptores. En este caso, tal vínculo se El ACD rechaza tal evaluación: subra-
verifica entre quien escribe y sus lectores, ya primero que toda investigación es
específicamente entre los lectores de un «política» en sentido lato, incluso si no
diario de la ciudad de Cali, la sociedad a toma partido en asuntos y problemas
la cual los medios representan y sus voce- sociales; se esfuerza después, como lo
ros oficiales. hacen otros grupos marginales, por ser
Sin embargo hasta aquí se podría, en mejor que el análisis «ordinario» del
términos generales, hacer referencia discurso. Sus prácticas sociales y polí-
al análisis del discurso. Para hablar de ticas no deberían contribuir solamente
un análisis crítico del discurso (ACD) al cambio social en general, sino tam-
es necesario precisar que más que alu- bién a avances teóricos y analíticos
dir a una forma peculiar de análisis, el dentro de su propio campo (Van Dijk,
carácter crítico deviene, por parte del 1999: 23-36).

This content downloaded from


208.167.242.224 on Sat, 03 Jul 2021 23:07:06 UTC
All use subject to https://about.jstor.org/terms
226 Pablo Páramo Ph. D. Compilador

ANÁLISIS DEL DISCURSO Y ANÁLISIS CRÍTICO DEL DISCURSO

De acuerdo con lo anterior, queda claro mitan muchas otras combinaciones de pa-
que el análisis crítico del discurso surge labras. En el mismo sentido, las estructu-
como un campo de investigación interdis- ras sociales restringen muchas conductas
ciplinar que ofrece una alternativa seria posibles. De la misma manera, las tradi-
de acercamiento a los núcleos de tensión ciones, las instituciones, los códigos mo-
de la sociedad y sus instituciones, en tan- rales, las expectativas sociales establecen
to, desde el ámbito de la realidad del len- maneras de hacer las cosas. Esta asevera-
guaje, pone en contacto la complejidad ción resulta de enorme trascendencia para
de las estructuras ideológicas (religiosas, el análisis del discurso, pues conecta las
económicas, políticas, estéticas) y el uni- formas de decir, los esquemas del discur-
verso simbólico. so, el ejercicio del poder en el orden de la
Lejos de trazar una serie de especulacio- acción lingüística con las posibilidades de
nes abstractas sobre la el lenguaje o so- interacción en la sociedad
bre la sociedad, el ACD parte del examen Como lo plantea, Fairclough:
minucioso de corpus concretos, situados
históricamente con unos protagonistas La gente vive de maneras mediadas por
identificables cuyos actos de habla, ac- discursos que construyen el trabajo, la
ciones discursivas y estrategias retóricas familia, el género (feminidad, masculi-
y argumentativas, no son nunca verdade- nidad), la sexualidad y otros de formas
ras o falsas, sino en esencia reales, por su particulares, asociadas a sistemas y or-
calidad de profesiones (en el sentido de ganizaciones sociales, las cuales llegan
emisiones de habla); en otras palabras, a estos a través de los medios masivos
son la representación efectiva de los com- de comunicación (impresión, radio,
portamientos lingüísticos de los hablantes televisión, internet)... Podríamos decir
de una sociedad histórica. que la vida social contemporánea está
De acuerdo con Fairclough (2000), la re- “textualmente mediada”, pues vivimos
ciente teoría social se caracteriza por la nuestras prácticas y nuestras identida-
intensificación del análisis del papel del des a través de estos textos. Esto impli-
lenguaje en la vida social. Tal giro lingüís- ca un rol central para el discurso, para
tico involucra de manera simultánea un el lenguaje y otras formas de semiosis,
giro cultural, ideológico o del concepto en la vida social contemporánea en
mismo del conocimiento. Este giro hacia comparación con la vida social ante-
el papel del lenguaje (en particular del rior (Fairclough, 2000, traducción de
rol del discurso) se hace evidente en la los autores).
reflexión sobre modernidad y globaliza-
ción (Giddens, 1990; Harvey, 1989). Para No solo el ACD centra el examen de las
Giddens, toda estructura hace posible y cuestiones sociales en el lenguaje. Tam-
restringe la acción, al proveer marcos co- bién enfoques como la teoría crítica de
munes de significación. En el caso del len- Habermas, las teorías posestructurales y
guaje, la estructura gramatical o las reglas críticas de la posmodernidad expuestas
sintácticas permiten un amplio rango de por Foucault, Lyotard y Baudrillard, al
combinaciones, pero al mismo tiempo li- igual que los estudios posmarxistas de

This content downloaded from


208.167.242.224 on Sat, 03 Jul 2021 23:07:06 UTC
All use subject to https://about.jstor.org/terms
La investigación en ciencias sociales: estrategias de investigación 227

Laclau y Mouffe y las teorías feministas de mayor trascendencia el análisis y la valo-


Butler, Fraser y Haraway, hacen énfasis en ración de la calidad de los fenómenos dis-
los discursos o en los procesos narrativos. cursivos (fenómenos gramaticales, juegos
Bourdieu (1988) & Berstein (1990) ofre- semánticos, aspectos semióticos, procesos
cen ejercicios en campos específicos que narrativos o argumentales).
completan esta crítica de las grandes na- Este enfoque cualitativo determina que
rrativas y la connivencia entre las formas buena parte de la clave del ACD radique
del discurso y las formas institucionales. en la selección de corpus, muchas veces
El ACD en calidad de herramienta de conformado por fragmentos de textos y
investigación social es en esencia una de discursos mayores. No todo texto es
estrategia de trabajo cualitativo. Si bien objeto de este tipo de análisis. Se trata
algunos enfoques persisten en medir, por de textos en los que, a tenor del crítico,
ejemplo, la frecuencia con la cual en un son visibles las tensiones sociales; discur-
discurso se da un proceso de nominali- sos en los cuales se pone en evidencia
zación, un epíteto o un eufemismo, en la el ejercicio del poder y los procesos de
mayor parte de los casos resulta de mucha exclusión.

ALGUNOS CONCEPTOS FUNDAMENTALES SOBRE EL ANÁLISIS CRÍTICO DEL DISCURSO

El discurso debe entenderse en su dimen- Todo discurso implica, por parte de sus
sión como interacción social. Todo acto actores, un conocimiento de la realidad.
de habla implica una aserción, una pre- Además de suponer el conocimiento de
gunta, una promesa, una amenaza, etc., las reglas que rigen el propio discurso,
es decir que no solo se trata del significa- también se supone que los hablantes do-
do semántico de las palabras sino de las minan un conjunto de creencias sociocul-
cosas que se hacen con las palabras. Todo turales que se manifiestan a través de las
acto de habla debe cumplir unas condi- elecciones léxicas, las variaciones de esti-
ciones de coherencia pragmática, unos lo, de los recursos retóricos. Estos elemen-
niveles de adecuación y responden a ni- tos determinan las opiniones e ideologías
veles más abstractos afines a la totalidad y su imposición sobre los receptores.
del discurso. Este tipo de conocimiento presenta va-
El discurso debe analizarse desde sus riantes individuales y colectivas, en tan-
efectos reales como elemento de la in- to los usuarios hacen uso de un conjun-
teracción social. Todos los discursos es- to de conocimiento que es compartido
tablecen unos niveles de conversación socialmente. Para el análisis de estas
que implican diferentes niveles y turnos representaciones mentales es necesa-
de participación. Hay diferentes formas rio señalar que estas son resultado de
de colaboración y complejos sistemas un proceso de construcción de sentido
de cortesía para abrir, avanzar o cerrar que depende de la naturaleza del tex-
la conversación. Muchas de estas reglas to y de los objetivos, los intereses, las
cambian de acuerdo con las reglas socia- metas y las expectativas de los usuarios.
les y étnicas que hacen, por ejemplo, que Son los usuarios los que activan unos
sean diferentes las normas que establecen temas, un punto de partida, de acuerdo
los niveles de formalidad e informalidad. con los modelos mentales y los niveles

This content downloaded from


208.167.242.224 on Sat, 03 Jul 2021 23:07:06 UTC
All use subject to https://about.jstor.org/terms
228 Pablo Páramo Ph. D. Compilador

de interacción, por lo tanto, según el papeles comunicativos; de intenciones,


conjunto de conocimientos y opiniones metas y propósitos. A nivel global respon-
compartidos socialmente. de a necesidades institucionales y organi-
En su análisis, todo discurso presenta unas zacionales, y sus miembros actúan a nom-
dimensiones sociales. Todo discurso con- bre de grupos, sociedades, instituciones, o
tiene unas restricciones locales de tiempo, representan un género, su filiación étnica
lugar y circunstancias; de participantes y y su cultura.

Las dimensiones del discurso


Las dimensiones del discurso

Como lo plantea Van Dijk (1997), en cual- el volumen; otros aspectos como las pre-
quiera de estas situaciones es posible re- guntas, los índices de comienzo y final
conocer como mínimo tres dimensiones: del discurso y las alternancias. A estos
lingüística (relacionada con el uso del detalles habría que sumar los signos que
lenguaje), psicológica o cognitiva (relacio- acompañan tales emisiones (movimientos
nada con la comunicación de las ideas o de manos, brazos, cabeza, miradas, movi-
creencias) y social (derivada de la interac- mientos corporales completos, etc.), que
ción que el discurso hace posible). son mejor estudiados desde un punto de
El análisis del discurso no se limita a las vista semiótico.
manifestaciones orales sino a sus variantes
escritas o a las interacciones entre medios. Orden y forma del discurso
Es evidente que muchos discursos han Comprende la forma abstracta de las ora-
sido leídos públicamente, se han transcri- ciones, el orden de las palabras y las cláu-
to a la prensa, han sido publicados como sulas; la función de tal orden, la manera
cartas o comunicados a los medios y exis- como se distribuye la información a través
ten en papel y en registros digitales. de un dado orden, la información anafóri-
Dada su complejidad, es necesario, como ca y catafórica, los deícticos usados en el
lo afirma Van Dijk, acercarse al discurso discurso y que apuntan a señalar los nive-
a través de sus distintas dimensiones: des- les de información conocida y descono-
de el nivel más observable, el de la ex- cida por los interlocutores (los niveles de
presión, y pasar luego a los niveles más redundancia y entropía propios del texto).
profundos de la forma y la acción. A con- Es necesario destacar que la organización
tinuación se reseñan, de acuerdo con Van sintáctica no es independiente de los ni-
Dijk (1997), algunos de los elementos for- veles de cognición, depende de la canti-
males de este tipo de análisis. dad de conocimiento que comparten los
interlocutores. En una frase como: “Y esto
es lo que…” es obvio que se da por hecho
Sonido, vista y cuerpo del discurso que ambos interlocutores saben a qué se
En el plano de la expresión, el uso del refiere “esto”, por ejemplo.
lenguaje se manifiesta a través de hue-
llas, marcas sonoras o visibles. Desde un Sentido
punto de vista fonológico, se habla de la Alude al sentido abstracto de las oracio-
pronunciación, el énfasis, la entonación, nes y las palabras. Se trata de las repre-

This content downloaded from


208.167.242.224 on Sat, 03 Jul 2021 23:07:06 UTC
All use subject to https://about.jstor.org/terms
La investigación en ciencias sociales: estrategias de investigación 229

sentaciones semánticas muchas veces formal y otro informal, entre un texto clá-
dependientes de la intención del hablante sico y otro romántico, entre un texto lati-
y de la interpretación. Si la sintaxis anali- no y uno anglosajón.
za las oraciones, el análisis de contenido
contempla el sentido de las proposiciones Retórica
y su estructura. Entre los elementos pro- Se refiere a los medios específicos usados
pios de este nivel vale la pena mencionar en el discurso con fines persuasivos: entre
la coherencia o niveles de conexión in- las denominadas figuras retóricas se en-
terna y entre proposiciones. Los titulares, cuentran la aliteración, la rima, la ironía,
las entradillas y muchos de los párrafos de la metáfora, la hipérbole. Muchos de es-
un texto pueden cumplir funciones de ge- tos recursos pueden ser marcas de estilo
neralización, especificación o ilustración. individual, pero también pueden ser mar-
Otros elementos tienen como tarea esta- cas generales del discurso en su totalidad,
blecer el foco y el tópico del discurso y pues puede haber discursos metafóricos,
mantener los niveles de referencia. hiperbólicos, irónicos.

Estilo Esquemas
El solo hecho de llamar al interlocutor Este nivel está relacionado con las estruc-
opositor, contrincante, rival, enemigo, turas globales, los esquemas o superes-
insurgente, subversivo o terrorista puede tructuras. A este análisis corresponde la
depender del estilo del discurso, es decir, identificación de elementos como los ti-
puede señalar si se está frente a una noti- tulares, los saludos y las despedidas que
cia, a un editorial, a una arenga política inician y terminan las conversaciones. Es
o militar; señala si el hablante pertenece fácil encontrar los esquemas básicos de
a un grupo determinado y la opinión que un artículo periodístico, de una noticia y
ostenta. “El estilo es habitualmente una con mayor razón de una página web o de
variación dependiente del contexto del ni- un blog de noticias.
vel de expresión del discurso” (Van Dijk, Cada discurso presenta un conjunto de
1997:35). categorías y funciones que permiten dife-
El análisis del estilo del discurso permite renciar el orden propio de un relato, una
establecer las diferencias de género, ha- crónica, un artículo periodístico o de un
blante, situación social, período literario, texto narrativo frente a otro de carácter ar-
cultura. Por ejemplo, se puede establecer gumentativo.
la diferencia que existe entre un relato Sobre estas dimensiones que trabajan el
frente a una crónica, entre un discurso so- lenguaje en el discurso, el siguiente es-
segado y otro exaltado, entre un discurso quema es ilustrativo:

This content downloaded from


208.167.242.224 on Sat, 03 Jul 2021 23:07:06 UTC
All use subject to https://about.jstor.org/terms
230 Pablo Páramo Ph. D. Compilador

Retórica
Sonido, vista y cuerpo
Niveles de persuasión: todo
Plano de la expresión o nivel fonético
discurso está cargado de poder
y fonológico o gráfico
e intenciones

Orden y forma
Ligada a la estructura y las Esquema
Dimensiones Estructura global, vinculada al tipo
formas sintácticas: todo discurso del discurso
tiene una gramática. de acción discursa.

Estilo
Sentido
Variaciones originadas en el autor,
Representación semántica: todo
a causa de la época o dadas por la
discurso tiene un significado.
intención del discurso.

Seis procesos en que se dimensiona el válidas por sí solas o en conjunto, y son


discurso, seis formas de acercarse analíti- más o menos pertinentes a la hora concre-
camente. Todas estas aproximaciones son ta de un análisis crítico del discurso.

DISCURSO, INTERACCIÓN SOCIAL Y COGNICIÓN

De acuerdo con Van Dijk (1997), es posible manifiesta las diferencias de géneros, en
reconocer al menos tres grandes enfoques la manera como a través del discurso se
en el ámbito de los análisis del discurso. tratan los asuntos de racismo o exclusión
Por un lado, enfoques que se centran en étnica y en la manera cómo se tratan las di-
el análisis del discurso mismo, es decir, en ferencias económicas y sociales. Estos tres
su estructura, en sus componentes léxicos, tipos de enfoques que reproducen los ejes
en sus formas verbales, en la estructura discurso-cognición y sociedad dan cuenta
textual, en el uso de formas discursivas li- del carácter multidisciplinar de esta forma
terarias (descripción, narración), de formas de investigación y de la flexibilidad en ra-
o procesos argumentativos. En segundo lu- zón de los intereses del investigador y de
gar, algunos enfoques se concentran en el las coyunturas del tema tratado.
ámbito de la cognición social, es decir, en A continuación se ofrecen dos estrategias
la manera como el discurso refleja, cons- metodológicas, no excluyentes entre sí,
truye o manipula los marcos de interpre- para el análisis del discurso en el ámbito
tación de la realidad, ya sea bajo la forma de la investigación social. El primero parte,
de ideas y creencias o de cuerpos de com- en esencia, del análisis de la interacción
plejas ideologías. Por último, aquellos que social del discurso, la acción discursiva, las
se centran en problemas de la estructura relaciones de poder y la ideología; el se-
sociocultural y se centran, por lo tanto, en gundo analiza algunos elementos de forma
el análisis de la manera como el discurso y estructura.

This content downloaded from


208.167.242.224 on Sat, 03 Jul 2021 23:07:06 UTC
All use subject to https://about.jstor.org/terms
La investigación en ciencias sociales: estrategias de investigación 231

La acción discursiva
La acción discursiva

Analizar la acción dicursiva implica en elegir un título, un antetítulo, un destacado


primer lugar reconocer que todo discurso o unas negritas en un texto impreso (es el
reclama, denuncia, solicita, acusa; es decir, caso del énfasis puesto en la expresión Tí-
todo discurso actúa performativamente, midos desalojos, del ejemplo inicial).
ejerce una acción con las palabras como Además de la intencionalidad es importan-
medio de actuar sobre la sociedad. Reco- te preguntarse por los niveles de interac-
nocer la intencionalidad de un discurso su- ción que se evidencian en el discurso; por
pone, en muchos casos, reconocer que no el nivel de intercambio de roles entre los
hay discursos exentos de intencionalidad. participantes; por los efectos o consecuen-
Si bien muchos discursos informan sobre cias del discurso. Se trata de reconocer la
algo, esta acción involucra de paso la per- interrelación entre los antecedentes y las
secución de unos objetivos, supone una posibles consecuencias mediatas e inme-
serie de reacciones en sus receptores, de diatas, directas o indirectas de un discurso.
manera directa o indirecta. No siempre la La investigación implica resolver preguntas
intencionalidad aparece de manera explíci- del orden: ¿qué significa esto?, ¿cuál es la
ta, de ahí que la tarea consiste en muchos verdadera intención del hablante?, ¿cuál es
casos en develar la intencionalidad o la el verdadero sentido de esta palabra a par-
verdadera intención, oculta o discretamen- tir de la intención de su autor?, ¿por qué
te camuflada. eligió una forma, una frase, una imagen,
El análisis crítico del discurso pone en evi- un estilo y no otro a la hora de referirse a
dencia que en tanto usuarios de una len- los otros o de juzgar, valorar o reclamar?
gua somos al mismo tiempo parte o miem- Por ejemplo, ¿por qué usa la expresión “a
bros de un grupo, de una institución o de cientos” para referirse a los indígenas y no
una cultura. Es desde esta posición que se un número preciso, por ejemplo, 100, 150,
afirma, se niega, se vota en un sentido o en 200? A cientos, este determinante, tiene
otro, se ofrece una opinión. Es más, de esta relación con el nombre sustantivo, al cual
postura y esta intencionalidad derivan ele- modifica una muy peculiar connotación de
mentos aparentemente formales como la vaguedad, “de montón, de montonera, de
tematización y la focalización que pueden cantidad imprecisa, con lo cual el lenguaje
ser evidentes a la hora de optar por un or- borra de tajo el carácter individual de mu-
den sintáctico dado, a la hora de hacer una chos seres humanos y los asimila al de sim-
pausa y marcar un énfasis o a la hora de ple muchedumbre.

El contexto
El contexto

Gran parte de la calidad y de la pertinen- intervención ante un parlamento y parte


cia del análisis crítico del discurso radica de la actividad política de un país. Según
en el reconocimiento del contexto que su naturaleza, oral o escrita, los discursos
lo ha hecho posible. Todo discurso pre- presentan unos contextos inmediatos que
senta unos niveles locales y globales, por determinan el ambiente, los roles comu-
ejemplo, un discurso es a un tiempo una nicativos de sus participativos, sus metas,

This content downloaded from


208.167.242.224 on Sat, 03 Jul 2021 23:07:06 UTC
All use subject to https://about.jstor.org/terms
232 Pablo Páramo Ph. D. Compilador

el conocimiento que los hablantes tienen de mayúsculas, de cursivas, de capitales


de su marco de acción, el control que los determinan los énfasis de la información
mismos tienen de los elementos del dis- y permiten marcar la perspectiva y el or-
curso, el conocimiento de las normas rele- den de las prioridades del emisor y de los
vantes y de las estructuras institucionales. lectores.
Hay de otra parte unos contextos materia- Tanto oral o escrito, el discurso es un hecho
les y formales. En el caso del artículo de lineal: una serie de oraciones, proposicio-
prensa, los medios impresos (hoy en su nes y actos que exigen, por lo tanto, un co-
mayor parte digitales) determinan el tipo nocimiento de la información precedente,
de lenguaje, el estilo de las columnas; el con el fin de garantizar la coherencia y la
orden de los párrafos; la estructura que di- cohesión, y que dan sentido a la estructura
ferencia entre titular, anuncio de primera referencial y autorreferencial, con expre-
página, antetítulo, título, subtítulo, orden siones como “como veníamos diciendo”,
de los párrafos, brevedad de los mismos y “como veremos más adelante”, “como lo
extensión de las líneas; el uso de negritas, hemos afirmado muchas veces”, etcétera.

El poder
El poder

El análisis puede ocuparse de la manera reuniones o un modelo de discurso), con-


como los hablantes o escritores ejercen trol de los niveles cognitivos mediante el
poder a través del discurso. El primer ele- cual el hablante determina los marcos de
mento de este estudio es el concepto de referencia y los marcos de interpretación
acceso. ¿Quién tiene acceso al discurso? de un discurso, por ejemplo, mediante ex-
¿Quién controla tal acceso? Por ejemplo, presiones como “en este orden de ideas”,
en ciertos espacios y contextos, el acceso “desde este punto de vista”, “desde un en-
se presenta altamente formalizado (solo foque hermenéutico”, etcétera.
habla quien tiene un permiso o privilegio: En segundo lugar, los conceptos de per-
docentes, políticos, sacerdotes); en otros suasión y hegemonía. En el primer caso,
casos, el acceso se da o se otorga de ma- es un mecanismo sutil que busca, a través
nera informal, como sucede en una charla de la argumentación verbal, de procesos
o en una conversación e incluso en un pa- retóricos, del uso de diferentes niveles de
nel de discusión. En el caso aquí estudia- traducción (como se hace evidente en la
do, es evidente que no cualquiera puede forma como los documentos oficiales –de
publicar sus artículos en prensa oficial, no regular complejidad– terminan siendo
todos tiene el acceso. divulgados a través de formas sintéticas,
Dos factores más contribuyen al análisis populares, abreviadas, reducidas muchas
de las relaciones de poder a través del veces a esquemas o a simples emblemas o
ACD: en primer lugar, el concepto de eslóganes), atraer en un sentido o en otro
control, el cual se da en diversos planos: a los receptores del mensaje, a una acción
control de la interacción, control del ac- o a tomar una posición mental frente a
ceso, control de los niveles lingüísticos y una situación.
esquemáticos (por ejemplo, el control de En cuanto hace a la hegemonía, el discur-
estilo que impone un docente, el control so actúa con base en la consolidación de
de esquema que impone una agenda de un pensamiento unificado, de un acuerdo,

This content downloaded from


208.167.242.224 on Sat, 03 Jul 2021 23:07:06 UTC
All use subject to https://about.jstor.org/terms
La investigación en ciencias sociales: estrategias de investigación 233

de un consenso logrado o constituido a das en torno a cuestiones discutibles. His-


fuerza de la iteración y de una presunta tóricamente, es evidente que a largo plazo
incontestabilidad. Aquí la tarea del ACD la existencia de tales hegemonías (religio-
consiste en reconocer la existencia de tal sas, políticas, económicas) ha sido el ori-
hegemonía como los costos y los peligros gen de muchos fundamentalismos y causa
de la existencia de sociedades uniforma- de muchas de las exclusiones sociales.

El soporte ideológico y cognitivo


El soporte ideológico y cognitivo

El reconocimiento de la cognición social es pastos, al levante de animales de casta para


fundamental para el análisis crítico del dis- la lidia y que excluye de este paisaje los
curso. Se trata de reconocer el papel que reclamos de las sociedades humanas. No
juegan en la conformación del discurso los podría entenderse el significado, la cohe-
procesos mentales y las representaciones rencia, la acción, etc., de tales discursos sin
del mundo que expresa el hablante a través considerar lo que ocurre en la mente de los
de lo oral o escrito, pero igualmente para usuarios de la lengua en la ejecución de las
identificar la representación de la realidad interacciones.
que hace posible imaginar a los otros, a los También juegan un rol fundamental los
interlocutores. Por ejemplo, en el fragmen- recuerdos o experiencias personales (mo-
to que analizó no solo hay una posición delos) y las representaciones sociocultu-
y una perspectiva, sino al mismo tiempo rales compartidas (conocimientos, acti-
una imagen de la realidad, quien escribe tudes, ideologías, valores, normas) que
lo hace desde una configuración de la rea- cada usuario tiene de una lengua o como
lidad que concibe como normal la dedica- miembro de un grupo; la cognición es la
ción de las mejores tierras, de los mejores interfase entre el discurso y la sociedad.

EL ANÁLISIS DESDE LOS COMPONENTES ESTRUCTURALES

Análisis gramatical del discurso


Análisis gramatical del discurso

Todo discurso presenta un texto y en su los discursos impresos); un nivel semánti-


conjunto está conformado por unidades co que permite reconocer desde la selec-
jerárquicas que permiten el análisis de su ción del corpus léxico y de las unidades
estructura. Este análisis puede arrojar una proposicionales un cuerpo de contenidos
idea de su carácter funcional y del de cada significativos y un nivel pragmático que
una de sus partes. establece unas relaciones de interacción,
En este mismo sentido estructural, el dis- unas acciones verbales y unas acciones
curso ofrece siempre un conjunto de nive- comunicativas.
les y dimensiones: una dimensión física de En este sentido, todo discurso está gober-
rango fonológico, en otras palabras, una nado por reglas, por un conjunto de reglas
naturaleza sonora (o gráfica en el caso de gramaticales, textuales y comunicativas:

This content downloaded from


208.167.242.224 on Sat, 03 Jul 2021 23:07:06 UTC
All use subject to https://about.jstor.org/terms
234 Pablo Páramo Ph. D. Compilador

reglas de frase, de coordinación, de cohe- de nominalización, de generalización, el


sión y de coherencia; reglas comunicati- uso de hipónimos, el uso de determinan-
vas y de orden pragmático, como las de tes (por ejemplo, en muchos de los análi-
Grice (1967), que son compartidas por un sis de género); igualmente, el análisis de
conjunto social. eufemismos y procesos léxicos como el
Para Grice (1967), la conversación se rige uso de adjetivos, el tipo de verbos o la au-
por cuatro principios fundamentales: de sencia de nombres propios, etcétera.
cantidad, que haya la cantidad de infor- Por ejemplo, es evidente que el uso de la
mación necesaria; de cualidad, que la palabra cornupetos para referirse a los to-
contribución sea valiosa, significativa y ros de lidia no tendría mayor trascenden-
veraz; de relevancia, que la información cia si no fuera porque esta palabra es un
sea pertinente, que venga en el momento epíteto culto (no hace parte del lenguaje
oportuno y de calidad, es decir que sea coloquial ni del habla vernácula); está to-
clara, breve y ordenada y sin ambigüeda- mada más concretamente del uso literario
des) (es en realidad una metonimia, ya que
Una de las posibilidades del análisis sin- nombra a los toros por uno de sus rasgos,
táctico del análisis del discurso consiste en tanto animales dotados de cuernos) y
en mirar los fenómenos de composición más aún es un adjetivo de uso corriente
de frase, tematización, rematización y fo- en la tradición de los modelos clásicos. La
calización y la introducción de las marcas pregunta es: ¿Por qué el autor del artículo
de énfasis y redundancia. Un ejemplo clá- sobre las tomas indígenas recurre al uso
sico citado por Leech analiza las diferen- de un término del más marcado parnasia-
cias entre expresiones como “Yo trabajo”, nismo en una noticia sobre orden públi-
en contraste con “Yo sí trabajo”, o entre co?
expresiones como “Yo afirmo que...”, a Quizá no hay que ir muy lejos para ver
diferencia de “Lo que yo afirmo es que...”, en esta selección léxica una postura, un
que implican sutiles, pero muy evidentes signo, una marca de rango y abolengo no
posiciones del hablante en relación con la solo concerniente a los toros sino a sus
realidad y con sus interlocutores. dueños; una distinción de la cual adole-
De la misma manera, el análisis gramatical cen los “cientos” de indígenas que piso-
implica aspectos categoriales, en particu- tean los campos en donde retozan las bes-
lar fenómenos típicos como los procesos tias de alcurnia.

Análisis retórico
Análisis retórico

Todos los usuarios de una lengua conocen bien pueden analizarse como fenómenos
y aplican estrategias verbales en la produc- semánticos, en el ACD se pueden analizar
ción de sus discursos. En el habla familiar en tanto componentes retóricos.
son más que usuales las preguntas indirec- El análisis retórico implica la identifica-
tas, las preguntas retóricas, las simulacio- ción de la manera como el hablante usa
nes de estilo, los parafraseos, las citas, el formas preestablecidas o recurre a in-
recurso de apelación a frases hechas, los venciones verbales, formas novedosas
refranes, las citas célebres, los latinismos, de habla. Este nivel de análisis da cuen-
los tecnicismos, los extranjerismos, que si ta de las relaciones entre los niveles de

This content downloaded from


208.167.242.224 on Sat, 03 Jul 2021 23:07:06 UTC
All use subject to https://about.jstor.org/terms
La investigación en ciencias sociales: estrategias de investigación 235

redundancia y los niveles de entropía, los (como se ha querido hacer en este artícu-
cuales señalan la relación entre la infor- lo) sirvan de ejemplo y detonante. Esta es-
mación conocida y la información nueva. trategia y este esquema en busca de cier-
Desde este mismo ámbito retórico, el tos efectos dramáticos caben en el rango
ACD analiza el papel que tienen el uso de los fenómenos retóricos, de las habili-
de opciones discursivas como la aparición dades discursivas.
de descripciones, enumeraciones, narra- En el plano de los discursos modernos,
ciones; la introducción de citas y referen- estas estrategias pueden ser en lo oral
cias; el uso de diálogos o el recurso a una sustituidas por la introducción de relatos,
dada sorpresa o invención para exponer anécdotas, chistes o por el planteamiento
un argumento o llegar a una conclusión. de interrogantes que el orador resuelve
Es usual, en ocasiones, que los epígrafes acompañado de una puesta en escena.

Análisis semiótico
Análisis semiótico

Es apenas obvio que el discurso en cual- y espacios no son solo el contexto físico
quiera de sus manifestaciones es una uni- sino el marco cultural y simbólico del dis-
dad de carácter y función comunicativa, lo curso.
que lo hace susceptible de un análisis se- Vale la pena recordar que un discurso pue-
miótico. En primer lugar, muchos discur- de involucrar diferentes niveles semióti-
sos citados, parafraseados, comentados, cos, desde complejos de signos indiciales
analizados e incluso tergiversados han hasta sistemas de símbolos abstractos; sig-
entrado a formar parte del acervo cultural nos prosódicos, kinésicos y proxémicos;
de las sociedades modernas, en calidad diferentes niveles de funciones sociales,
de verdaderos signos sociales. No resulta estéticas y técnico científicas; signos suel-
extraño que muchos discursos coexistan tos y aparentemente aislados como sis-
bajo formatos alternativos impresos, digi- temas de códigos altamente elaborados.
tales, mimeografiados, en microfilmes o En este sentido, se pueden ver dos textos
en formatos digitales. En segundo lugar, ilustrativos sobre la complejidad de los
muchos discursos involucran lo semiótico procesos semióticos: Signo, de Umber-
de diversas maneras: mediante complejos to Eco (1976) y La semiología, de Pierre
semióticos, como cuando un orador se Guiraud (1972). El ACD tiene en este caso
apoya en unas imágenes, en fotografías, que reconocer la calidad de los procesos
en un busto conmemorativo (como suce- semiósicos, el uso de sistemas de signos
día frecuentemente en la retórica clásica) (sociales, estéticos, técnicos) y el papel de
o en una plaza, en los que los recintos tales procesos en la acción discursiva.

Principios del analisis del discurso


Principios del análisis del discurso

En razón de la necesidad de reconocerse lugar, no se pueden inventar los ejemplos,


como una herramienta de investigación no se pueden alternar los datos ni editar
sobre cuestiones de la realidad social, el los textos. Por ejemplo, los textos debe-
ACD debe seguir ciertas normas. En primer rán ser transcritos con sus incorrecciones

This content downloaded from


208.167.242.224 on Sat, 03 Jul 2021 23:07:06 UTC
All use subject to https://about.jstor.org/terms
236 Pablo Páramo Ph. D. Compilador

gramaticales, las cuales aquí son objetos de las erratas, las incorrecciones, las anfibolo-
comentario y valoración como formas de gías, las ambigüedades e incluso los frag-
conocimiento de los procesos de represen- mentos farragosos de un texto, en general,
tación. En suma, no existe el concepto de los malabares verbales y las digresiones a
impropiedad ni de cacofonía ni de falta de los que recurre un hablante, un escritor o
estilo, al contrario, las variantes de estilo, un transcriptor, son la médula del ACD.

DE VUELTA A SILVIA

A continuación, se retornará al epígrafe y este análisis recoge uno en el que se refleja,


se incluye a modo de ilustración un análi- de antemano, algunos de los aspectos esen-
sis crítico del artículo Millonarias pérdidas ciales del análisis: la presentación de los
en las fincas invadidas, al que se ha titulado dos extremos –la élite de la fiesta brava y los
Una muestra de la mirada de la élite de la indígenas–, la perspectiva desde la cual se
fiesta brava sobre los indígenas. El título de produce el texto y la visión de la élite.

El origen del texto


El origen del texto

Este artículo fue publicado el 15 de oc- impacto, sea una noticia, un libro, una pe-
tubre de 2005, en el diario El País, de la lícula, una declaración pública. Además,
ciudad de Cali, Colombia, en la sección aunque aquí se ilustra con un texto de un
A, página 4 (ver el anexo 1). Tiene como solo diario, se pueden tomar varios tex-
referente textual el titular que aparece en tos del mismo diario, o incluso se puede
primera página, seguido de una fotografía; comparar posturas de un mismo hecho
luego se pueden leer tres renglones que entre varios periódicos u otros medios. La
señalan que continúa con ese hecho en extensión del corpus la determina el in-
la sección A4: ORDEN PÚBLICO. Guam- vestigador, pues hay casos en que un dis-
bianos persisten en invasión a predios de curso no se sabe cuándo termina; un aná-
Jambaló (ver el anexo 2). lisis de discurso, aunque debe formular
En primer lugar, de acuerdo con Van Dijk, teorías que expliquen las relaciones entre
en particular en los primeros capítulos de el uso del lenguaje, las creencias y la inte-
cada volumen (Tomo I, 2003; Tomo II, racción social, también puede centrarse,
2005), se muestran algunos elementos sin que por ello se considere sin validez
del análisis relacionados con el uso del en el campo del análisis del discurso, en
lenguaje y de la estructura verbal; en se- lo comunicativo o en uno de sus aspectos,
gundo lugar, se analizan los niveles de en la interacción discursiva o en uno de
interacción social de este discurso y, en sus aspectos, o en el análisis del uso del
tercer lugar, se termina con su respectivo lenguaje desde la estructura verbal o uno
análisis comunicativo o cognitivo. de sus niveles.
Antes de dar comienzo al ejercicio, se Para estudios más profundos y originales
debe señalar que un análisis del discurso del análisis del discurso, el investigador
se debe hacer sobre un hecho que cause puede además de analizar el uso del

This content downloaded from


208.167.242.224 on Sat, 03 Jul 2021 23:07:06 UTC
All use subject to https://about.jstor.org/terms
La investigación en ciencias sociales: estrategias de investigación 237

lenguaje, la interacción discursiva o co- la verdad como concepto desde la teoría


municativa o uno de los respectivos as- de la opinión pública desde el hecho no-
pectos de cada una de estas partes, ahon- ticioso “Millonarias pérdidas en las fin-
dar en conceptos afines al análisis del cas invadidas”, aunque aquí no se va a
discurso y de la sociedad. Un ejemplo, desarrollar, pues el análisis se enfocaría
no el único, podría ser el tratamiento de hacia allá.

La estructura verbal
La estructura verbal

En el texto aparecen algunos elementos negrilla, seguido de un texto sin negrilla.


del análisis del uso del lenguaje desde la El titular de dos renglones está en mayús-
estructura verbal del texto, que tratan de culas fijas, en negrilla y con un tamaño de
responder la manera como influye el uso letra mucho más grande que el antetítu-
del lenguaje en las creencias y en la inte- lo y el encabezado. En el encabezado de
racción. A riesgo de dejar de lado algunas tres renglones se destaca en negrilla uno
de las dimensiones que se han señalado a de ellos, el primero. El nombre del autor
lo largo de este texto, para efectos de un también está en negrilla, al igual que las
análisis de la noticia en cuestión, se toma- dos líneas que forman el recuadro y los
rán los sonidos, la morfología, la sintaxis, tres primeros elementos al interior de éste.
la semántica y el nivel gráfico. Se puede observar un subtítulo al iniciar
la tercera columna. Todo esto deja ver
Sonidos un llamado al lector, en lo superficial del
Si fuera oral este discurso, se analizaría texto, para que focalice, dirija y refuerce
desde la lingüística en lo referente a as- su atención en estos detalles que están en
pectos como articulación, acentuación, favor de los dueños de las fincas. Además,
entonación, pausas y otros que dan sen- se introduce con comillas la voz de uno
tido, pero como el discurso que aquí se de los familiares de los dueños de las ha-
aborda es escrito, se parangona con su ciendas, Armando Hurtado, miembro de
parte visual. Así, en su parte visual, el tex- la familia Estela, a quien se le dan casi
to presenta antetítulo, título, encabezado, veinte líneas, o también las cuatro líneas
nombre del autor del artículo (Silvio Sierra que se le dan a uno de los caporales de la
Sierra, enviado especial), seguido de una finca “Puerta del hierro”, frente a solo dos
línea que separa el texto escrito del enca- líneas y media de uno de los líderes de los
bezado, título y antetítulo, cuatro colum- grupos que pican los potreros invadidos,
nas de catorce párrafos, una fotografía que Jorge Cantero.
ocupa la mitad de tres columnas hacia la
parte derecha inmediatamente después Morfología
del encabezado, un texto de pie de foto En el análisis del discurso, esta parte tiene
(con el nombre de Ernesto Guzmán J. R. que ver con lo referente a las palabras, su
de El País) y un recuadro en la segunda formación, así como a las respectivas ca-
columna que se puede contar como el pá- tegorías que hay en un texto. En este texto
rrafo número quince. no se encuentran neologismos. El antetí-
En el antetítulo de un renglón se destaca tulo destaca dos palabras en mayúsculas
con dos palabras en mayúsculas fijas y en fijas y en negrilla, un sustantivo seguido

This content downloaded from


208.167.242.224 on Sat, 03 Jul 2021 23:07:06 UTC
All use subject to https://about.jstor.org/terms
238 Pablo Páramo Ph. D. Compilador

del adjetivo indígenas, que lo vuelve ne- senta un proceso de nominalización que
gativo. El titular tiene dos adjetivos, pérdi- remarca las millonarias pérdidas y el lugar
das e invadidas, que amplían, acentúan y donde se dan, que además está invadido.
hacen negativo el significado de los dos El encabezado, que está conectado de for-
sustantivos que acompañan. El encabe- ma cohesiva con el título, inicia con un
zado tiene un adverbio, seriamente, y un proceso de voz pasiva en el que el pas-
adjetivo, dañados, que acentúan la acción to se presenta como sujeto que sufre una
del verbo compuesto, así como el adver- agresión de manera seria; mientras que
bio aún, que enfatiza el verbo permane- termina con dos proceso de voz activa en
cen; contrariamente, el adjetivo pacífico, las que no se opaca como en el antetítulo
que acompaña al verbo desalojo, le quita la exigencia de los indígenas por la tierra
fuerza significativa y casi que lo neutra- sino que, al contrario, en la primera ora-
liza. ción se resalta que aún permanecen los
Toda esta estrategia es seguida a través del indígenas en las fincas y en la segunda se
texto con el fin de engrandecer el hecho realza que los “propietarios piden el des-
(de tal magnitud), volver victimarios a los alojo pacífico”.
indígenas y victimizar a los ganaderos Todos estos procesos se repiten
dueños de las haciendas, lo que de paso a través del texto; por ejemplo,
justifica el uso de la violencia contra los en el primer párrafo se inicia con
primeros, como se observa con el adjetivo una nominalización, Ambaló,
tímidos que acompaña al sustantivo del Cauca, con la cual se resalta el
título al iniciar la tercera columna. A esto lugar donde están ocurriendo los
se suma estratégicamente, para reforzar lo hechos; se sigue con una oración
anterior, la cantidad desigual de palabras en voz pasiva que sirve para des-
que se le dan a Armando Hurtado, miem- tacar los desastres debidos a la
bro de la familia Estela o las que se le dan invasión, a la cual se le suma una
a uno de los caporales de la finca “Puerta advertencia de persistir el con-
del hierro”, frente a las que se le dan a flicto, que sigue con una conse-
uno de los líderes de los grupos que pican cuencia desde un proceso de voz
los potreros invadidos, Jorge Cantero. reflexiva, se corre, en la que se
deja claro que están en peligro las
Sintaxis fiestas taurinas.
Tiene relación con el orden de las frases El tercer párrafo inicia con voz pasiva,
que están dentro del texto, las cuales le en la cual se exaltan de nuevo las con-
dan sentido. El antetítulo destaca dos pro- secuencias negativas de las invasiones,
cesos: uno de nominalización, en la pri- incluso para los toros que se asustan al
mera oración; y uno de voz activa, en la ver sus pastos dañados. En el cuarto pá-
segunda, el cual es opacado de manera rrafo se utiliza la voz activa para resaltar
significativa por el primero y que de paso la idea anterior y señalar además que los
vuelve negativo todo el antetítulo. Este toros, que se vuelven personas, rechazan
antetítulo se queda sólo en un hecho de los daños a los pastos. El quinto párra-
TOMAS INDÍGENAS. fo utiliza la voz pasiva para introducir la
El titular, al estar conectado de modo idea de que los dueños de estas fincas
significativo con el antetítulo (lo cual lo han tenido que incurrir en gastos para
contamina negativamente), también pre- traer pastos henificados. En el párrafo

This content downloaded from


208.167.242.224 on Sat, 03 Jul 2021 23:07:06 UTC
All use subject to https://about.jstor.org/terms
La investigación en ciencias sociales: estrategias de investigación 239

seis se vuelve a utilizar el mismo proce- a diferencia de las palabras o expresiones


dimiento para señalar el luto que padece que se refieren a los propietarios de las
la familia Estela, esto porque esta familia, fincas, se puede observar que estas exal-
de nuevo en voz pasiva, ha generado de- tan el candor de los propietarios: piden
sarrollo en la región. desalojo pacífico, enluta el sentimiento,
El párrafo siete utiliza la voz pasiva para nos tienen acorralados. Además, se elige
destacar el desamparo ante la falta de so- con cuidado palabras y expresiones que
luciones. En el párrafo ocho se utiliza la agrandan y satanizan la actuación de los
voz pasiva para resaltar la actitud radical indígenas: tomas indígenas, exigen doce
de los indígenas. En el párrafo nueve se mil hectáreas, millonarias pérdidas en
repite la nominalización para señalar la las fincas invadidas, persisten en la in-
falta de firmeza de las autoridades frente vasión, las propiedades tomadas por los
a los desalojos; se sigue con la voz pa- indígenas, y otras; caso contrario de las
siva para ocultar al que hace la acción palabras y expresiones que minimizan el
de tirar gases lacrimógenos y así rebajar capital y la actuación de los hacendados,
de manera significativa la violencia de éstas son benévolas con ellos: no se habla
las acciones ocurridas; y se finaliza con de haciendas sino de fincas, nos tienen
la voz activa, para señalar el daño que acorralados, la familia Estela ha generado
entre tanto siguen causando a los pastos desarrollo, ninguna autoridad ha buscado
los indígenas. En el párrafo diez, con la soluciones. Todo esto genera una lógica
voz pasiva se señala que policía y familia de buenos y malos.
Estela, a pesar de estar acorralados, no Proposicionalmente, desde el antetítulo se
quieren violencia. En el párrafo once se empieza a presentar una tematización que
utiliza el reflexivo se para señalar que los se va desarrollando de manera progresi-
guambianos no dan tregua para negociar. va en la exposición del texto, al retomar
En el párrafo doce se utiliza la voz activa la idea de malos y buenos con procesos
para mostrar cómo Jorge Cantero, líder de maximización, normalización, minimi-
indígena, culpa a otro (al gobernador) de zación, anomalización, también desde lo
la acción que están tomando. En el párra- lexical. Además, con esto, desde el medio
fo trece se emplea el lenguaje indirecto periodístico, se puede justificar la violen-
de la voz pasiva, con el fin de señalar que cia contra los indígenas invasores.
en el plan de vida de los Guambianos se Lo anterior se refuerza con estructuras re-
necesitan doce mil hectáreas y se remata tóricas como el uso de personificaciones:
con la voz pasiva para mostrar que como pastos han sido dañados, los toros se asus-
no hay soluciones acuden a las vías de taron ante las enormes franjas de pastos
hecho. El último párrafo remata con la arruinados a fuerza de barretones, a los
voz activa, para señalar que las tomas no toros les genera rechazo esas fisuras en
sólo se dan en estas fincas. los potreros; metáforas: exuberante tapete
verde; hipérboles: de tal magnitud es el
Semántica desastre, sudando a mares; epítetos: millo-
Se usa un léxico en el que se eligen con narias pérdidas, fincas invadidas, propie-
cuidado los vocablos con sentido nega- dades tomadas, tímidos desalojos.
tivo para los indígenas como tomas, in- Todo lo anterior muestra que semánti-
vadidas, magnitud, desastre, invasión y camente el texto adolece de estructuras
otras, o expresiones como vías de hecho; argumentativas. No argumenta sino que

This content downloaded from


208.167.242.224 on Sat, 03 Jul 2021 23:07:06 UTC
All use subject to https://about.jstor.org/terms
240 Pablo Páramo Ph. D. Compilador

persuade, es decir, viola las reglas de la ar- agresores de pastos. Esto último se refuerza
gumentación que implica el manejo ético con la siguiente oración del encabezado,
de la información, al dar razones falaces. bajo la fórmula indios igual a vías de hecho
Esto deja ver que el manejo de la informa- (Aún permanecen cerca de 4.500 nativas
ción no es equilibrado, por lo tanto, con el en dos fincas en las que se crían toros de
texto no se informa sino que se comunica. lidia), fórmula en la cual se va matizando
En otras palabras, en el texto hay mensajes la situación de que ahora no son haciendas
predeterminados en el mismo léxico, de sino fincas en las que además hay aparen-
manera que ilustran sentimientos, pasiones temente un nuevo aspecto para la cultura,
y deseos del medio en favor de los ganade- por lo demás muy valioso, la crianza de to-
ros taurinos, lo que encausa una opinión ros de lidia. La última oración del encabe-
del lector hacia esa sola visión. zado del título introduce a los propietarios
Ahora bien, semánticamente, de acuerdo de las fincas como personas que además
con las estructuras esquemáticas, el texto de víctimas ahora son muy buenas y razo-
presenta la estructura de la pirámide in- nables (Propietarios piden desalojo pací-
vertida del periodismo, la cual se supone fico), gente muy generosa que pese a ser
que está en desuso por los medios de in- perjudicada perdona y sólo pide desalojos
formación, pues privilegia de modo subje- pacíficos.
tivo información. Esto se puede ver desde Esta misma lógica esquemática de mostrar
el antetítulo, el título, el encabezado y el a unos como agresores irracionales (los
desarrollo de la noticia. Inicia con un he- indígenas) y a otros como víctimas racio-
cho desde el antetítulo, que se presenta en nales (fincas, pastos, toros, fiestas bravas,
mayúscula y se resalta en negrilla (TOMAS policías, autoridades administrativas, pro-
INDIGENAS: Guambianos exigen 12.000 pietarios de fincas), mediante el lenguaje,
hectáreas de tierra [sic]), seguido de una se va a profundizar en el desarrollo de la
exigencia de tierra por parte de los indíge- noticia, con un resaltado como el del sub-
nas, en otras palabras, indios más vías de título “el número 500 millones de pesos”
hecho o ilegalidad además de exigencia. [sic], esto permite justificar la violencia que
Esta situación se amplía en el título resal- se pueda presentar en un futuro contra de
tado en negrilla, cuando indica las conse- los indígenas, lo que se puede observar en
cuencias negativas para las propiedades, a la expresión que se resalta al interior del
las que se les empieza a tratar como vícti- desarrollo de la noticia, con el subtítulo en
mas, sin que aparezcan sus dueños, los que negrilla (TÍMIDOS DESALOJOS), dado que
obviamente también son víctimas (Millona- el texto finaliza con que las tomas se están
rias pérdidas en las fincas invadidas). Lue- extendiendo a otros predios.
go, se refuerza esta negatividad mediante
la misma lógica, en la primera parte del Nivel gráfico
encabezado, primera oración, que explica La fotografía que acompaña el texto ocu-
el título también con negrilla (Los pastos, pa tres columnas a lo ancho y medio texto
el principal patrimonio de las propiedades frente a estas tres. Muestra directamente
tomadas por los indígenas de Silvia, han a un indígena picando los pastos, con lo
sido seriamente dañados.), lo que significa cual se amplía la significación del texto
que ahora se presenta a los indígenas como escrito.

This content downloaded from


208.167.242.224 on Sat, 03 Jul 2021 23:07:06 UTC
All use subject to https://about.jstor.org/terms
La investigación en ciencias sociales: estrategias de investigación 241

Interacción social y cognición


Interacción social y cognición

A nivel de la interacción social, es decir, ce, sí aspira pertenecer; esto también lo


de la manera como influyen algunos as- comparte el medio de difusión, pues esta
pectos de la interacción en la manera de noticia aparece en la primera página con
hablar, este discurso es y promueve una un primer resaltado en negrilla que dice
actitud racista que tiene como intención Orden Público y que después de unas lí-
estratégica escenificar, desde el antetítulo neas de la fotografía direcciona al lector
hasta el final, un macroacto de habla con hacia la página A4.
un contexto de catástrofe, del cual los in- Todo esto lleva, para terminar, al últi-
dios son los causantes, lo que se refuerza mo segmento del análisis del discurso,
con la macroamenaza con que son negati- el comunicativo o cognitivo, es decir, la
vamente representados los indios y con la manera como controlan las creencias, el
macrodesesperanza para los propietarios uso del lenguaje y la interacción según
de las haciendas de que las tomas siguen Van Dijk (en el cual los procesos y re-
y van a seguir, con que las fiestas bravas presentaciones mentales constituyen una
están en peligro de no efectuarse, con que interfase entre la estructura textual y la
hay tímidos desalojos, y otros. Todo esto interacción social), que permite entender
justifica la violencia que frente a este he- y relacionar la actitud que genera la re-
cho se pueda ejercer en un futuro sobre presentación que comparten periodista y
los indígenas. Así, este discurso exalta ac- el medio de difusión desde su esquema o
tores negativa y positivamente, los indios modelo mental y es que los indios no son
y los propietarios respectivamente, des- personas, esto se refleja en la metáfora
plaza el foco real del problema social que que inicia en el resaltado “TÍMIDOS DES-
representa la tierra en esta región del país, ALOJOS. (…) entretanto, cientos de éstos
reproduce el poder y el estatu quo de una ataviados con sus sayos y sudando a ma-
élite dominante, la de los hacendados. res, horadaban por los cuatro costados de
De acuerdo con lo anterior, se observa que la finca grandes hectáreas de pasto [sic]”.
el periodista Silvio Sierra Sierra, quien es- Esto último es así, en la medida en que las
cribe el artículo, defiende claramente los personas para el periodista y el medio de
intereses de una clase social con la cual se comunicación se visten, mientras que los
identifica, la de los hacendados del mun- animales se atavían, lo cual denota una
do taurino, clase a la cual, si no pertene- ideología en torno al indígena.

A MODO DE CONCLUSIÓN

Este capítulo ha mostrado las posibilida- de persuasión, sino el papel central que
des del análisis del discurso. Para el so- el lenguaje (el discurso como acción e
ciólogo, se trata de una estrategia de acer- interacción) desempeña en esa relación;
camiento que permite analizar no solo de la misma manera, para el lingüista este
las relaciones sociales de poder y domi- tipo de análisis permite ver la importancia
nación, de hegemonía y los mecanismos de los elementos de la estructura verbal,

This content downloaded from


208.167.242.224 on Sat, 03 Jul 2021 23:07:06 UTC
All use subject to https://about.jstor.org/terms
242 Pablo Páramo Ph. D. Compilador

su peculiaridad, sin perder de vista el ca- de creencias y los referentes de la ac-


rácter social del fenómeno lingüístico; por ción) que se ven a través del lenguaje y
último, se ha querido mostrar cómo el de la interacción social. En esta medida,
análisis crítico del discurso permite acer- el análisis crítico del discurso requiere la
carse a niveles complejos de construcción interdisciplinariedad para alcanzar una
de la realidad en tanto representación mirada aguda y crítica. Esta es, sin duda,
mental. una ventaja notoria frente a los modelos
El análisis crítico del discurso tiene uno tradicionales de investigación lingüística y
de sus fines más elevados cuando logra brinda a campos como la sociología y la
identificar las estructuras ideológicas (las psicología una estrategia altamente cuali-
posiciones, las perspectivas, los marcos tativa para sus análisis.

Referencias bibliograficas
Referencias bibliográficas

• Dijk, Teun Van (1999). El análisis crítico del discurso. Anthropos (Barce-
lona), 186, septiembre-octubre 1999, pp. 23-36.
• _________ (2003). El estudio del discurso. En Teun A. van Dijk et al. El
discurso como estructura y proceso. Barcelona: Gedisa.
• _________ (2005). El discurso como interacción social. Buenos Aires:
Gedisa.
• Eco, Umberto (1976). Signo Labor: Barcelona.
• Fiske, John (1984). Introducción al mundo de la comunicación, Bogotá:
Norma.
• Grice, Paul (1967). Studies in the way of words. Harvard University
Press.
• Guiraud, Pierre (1972). La semiología. México: Fondo de Cultura Econó-
mica.
• Norman Fairclough (2000). Discurso, teoría social, e investigación so-
cial: el discurso de la reforma del bienestar. Revista de Sociolingüística
4/2, 2000:163-195. Universidad de Lancaster, Reino Unido.
• Searle, John (1986). Actos de habla. Barcelona: Cátedra.

This content downloaded from


208.167.242.224 on Sat, 03 Jul 2021 23:07:06 UTC
All use subject to https://about.jstor.org/terms
La investigación en ciencias sociales: estrategias de investigación 243

Anexo
Anexo

Páginas de El país, de Cali. 15 de octubre de 2005.

This content downloaded from


208.167.242.224 on Sat, 03 Jul 2021 23:07:06 UTC
All use subject to https://about.jstor.org/terms
244 Pablo Páramo Ph. D. Compilador

Anexo
Anexo

This content downloaded from


208.167.242.224 on Sat, 03 Jul 2021 21 Jan 1976 12:34:56 UTC
All use subject to https://about.jstor.org/terms

También podría gustarte