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Recuer-
da que te equivocarás muchas veces y que el fracaso, en realidad, es
no volver a intentarlo. Se trata de volver a empezar de otra manera,
con otra estrategia, con nuevos objetivos.
Celebrar inteligentemente
Podría decirse que Pablo había perdido su entusiasmo: nos dijo que
vivía cansado, casi agotado. Llegó a nuestro curso de coaching contán-
donos que él sabía ponerse objetivos inteligentes, nos mostró su plan
de metas bien elaborado y nos contó que ya había logrado casi todo lo
que se había propuesto. Sin embargo, no estaba contento. Cuando le
preguntamos qué hacía cuando alcanzaba una meta, nos dijo con cara
de confundido: «Nada especial. Sigo adelante, en pos del próximo
objetivo». Ahí descubrimos la posible raíz de su agotamiento. Pablo
era como esos burros de carga que andan y andan, soportando todo o
casi todo, sin parar… Los burros de carga no se quejan cuando se les
agrega carga, siguen, hasta que un día algo se quiebra en su interior
y no pueden andar más. ¿Alguna vez te sentiste así?
Le propusimos a Pablo que empezara una libreta donde iba a
anotar sus pequeños logros, todos esos pasos que había dado con éxi-
to antes de alcanzar la meta. Y le pedimos que, cada vez que anotaba
uno, pusiera de qué forma lo iba a celebrar. Pablo nos miró atónito:
«¿Cada vez que hago algo bueno lo tengo que celebrar? ¡Voy a per-
der el tiempo haciendo eso!» Le explicamos que, lejos de perder el
tiempo, iba a ganarlo. Como era muy disciplinado, siguió la consigna.
Unos meses después del curso nos contó: «Al principio me resultó
muy incómodo hacer lo que me propusieron, la sensación era de
inutilidad total. Pero, a medida que fui descubriendo formas simples
de celebrar lo que lograba, algo en mí empezó a cambiar: empecé a
sentirme mejor, más agradecido, a estar más creativo, a no ahogarme
más en un vaso de agua. ¡Y mi mujer me dijo que había recuperado
la sonrisa de la que se había enamorado!»
«¿Qué hiciste diferente?», le preguntamos. «Lo que ustedes me
pidieron: como todos los días lograba pequeñas metas, me detenía