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¿Qué es el aula invertida?

El aula de clase invertida es un modelo de enseñanza que parte de un principio


diferente del que vemos en las aulas tradicionales.

En él, el proceso de aprendizaje no empieza con la explicación del profesor. En


realidad, el educador selecciona algunos materiales sobre el tema de las clases y
se los envía previamente a los estudiantes.

Por tanto, antes de que la clase empiece, el alumno tiene una tarea: estudiar
previamente el asunto, de acuerdo con el material que le ofreció el profesor.

A través de video clases, textos, audios y otros recursos el estudiante tiene el


primer contacto con el tema que se le enseñará.

Después de esta introducción, los alumnos atienden a la clase sobre dicho asunto.
Pero, a diferencia del modelo convencional, no van a la escuela para escuchar las
explicaciones.

Sino que, en ese momento, ellos resuelven dudas, participan de debates, realizan
actividades o desarrollan proyectos interdisciplinarios.

Como te habrás dado cuenta, se trata de una metodología activa, creada para
darle protagonismo al estudiante en el proceso de aprendizaje.
¿Cuáles son las ventajas del aula invertida?

Este modelo de enseñanza presenta una serie de ventajas. Seleccionamos las


principales y puedes verlas en los tópicos a continuación.

Valoriza el protagonismo del estudiante


En el aula invertida, el estudiante no es un sujeto pasivo, que solo recibe el
conocimiento transmitido por el profesor.

El alumno lee, procura entender el contenido a través de las tecnologías


educacionales y materiales de diferentes formatos, intenta comprender el
concepto solo e incluso organiza sus dudas para hacer las debidas preguntas
durante la clase.

Hace las clases más interesantes

Las clases más participativas tienen más posibilidades de captar el interés y la


atención de los estudiantes. Es que, si el alumno participa de un debate, estudio
de caso o proyecto, estará más involucrado en la situación.

Con este modelo de enseñanza, el alumno tiende a concentrarse, a escuchar los


argumentos de los demás y a expresar su propio punto de vista. Ya no hay
aburrimiento y el rendimiento de los estudiantes es mucho mejor.

Aprovecha mejor el tiempo de clase

Como los alumnos ya vienen a clase con un conocimiento previo sobre el tema, el
tiempo de clase se puede aprovechar de una manera más eficaz.

El profesor puede proponer actividades que permitan aplicar el conocimiento


adquirido. Esto facilita la aplicación posterior de este conocimiento en la vida real.

Promueve la interacción entre los alumnos

El tiempo en el aula se aprovecha con debates, proyectos y otras metodologías


activas.

Para realizar estas actividades, los alumnos no solo tienen que interactuar, sino
también organizarse para llegar a una respuesta productiva.

Con eso, ellos tienen una oportunidad mayor de contacto social y también
aprenden a trabajar en equipo – una característica exigida por el mercado actual.

Mejora la retención de la información


Cuando los alumnos tienen la oportunidad de hablar sobre un tema o aplicar los
conceptos a una situación, el aprendizaje se vuelve más significativo.

La mejoría en la retención de informaciones es incuestionable y es posible hacer


que los estudiantes realmente se apropien de ese conocimiento y sepan utilizarlo
en la práctica.

Lleva a los estudiantes a un nivel más homogéneo de conocimiento

Uno de los grandes desafíos del educador es hacerle frente a un aula muy
heterogénea. Esto significa que mientras algunos alumnos tienen una cierta idea
sobre un determinado asunto, otros nunca han oído hablar de ese tema.

Por lo tanto, volver al principio puede hacer la clase poco interesante para el grupo
que sabe más .

Por otro lado, si el profesor se salta la introducción al tema, quien no sabe


prácticamente nada no conseguirá entender su raciocinio.

En el aula invertida, los estudiantes llegan a la clase con un nivel parecido de


conocimiento. Al fin y al cabo, todos tuvieron contacto con los conceptos básicos a
través de las actividades y lecturas previas. De esta forma, el profesor puede partir
de un punto sin hacer la clase muy difícil para unos o poco interesante para otros.
¿Qué tiene que ver Internet con el aula invertida?

En cierto modo, ese modelo de aprendizaje refleja el comportamiento de las


personas que buscan conocimiento en Internet. A partir del momento en que
empiezan a interesarse en un determinado asunto, buscan materiales en la web
que hablen sobre sobre eso.

Los sitios web, blogs, vídeos y conferencias online, en muchos casos, son las
primeras fuentes a las que recurren.

Sin embargo, a medida en que obtienen las nociones iniciales sobre el tema,
notan que necesitan un conocimiento más sólido. Así, buscan cursos que
presenten las informaciones de forma organizada y con ejemplos de aplicación.

Como te habrás dado cuenta ya, la clase invertida reproduce el modelo que
muchos creadores de cursos online están utilizando en este momento.
Ellos crean un blog o canal en YouTube con los contenidos básicos sobre un
tema, para resolver las dudas más frecuentes de su público objetivo. Así, ellos
facilitan el proceso de aprendizaje para que la persona lo empiece “sola”, con la
ayuda de ese material que el Productor del contenido ha preparado.

A pesar de esta base, el contenido también les muestra a las personas que ellas
necesitan, de hecho, una opción más efectiva y sistematizada.

De esta forma, los creadores direccionan a la audiencia hacia sus cursos, donde el
profesor profundiza el conocimiento de ese público sobre un tema, le aclara dudas
y le muestra cómo puede aplicar determinados conceptos en su día a día.

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