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- Dulce Campos -
Un ejemplo ilustrativo de lo que queremos decir sería el estudio electroencefalográfico (EEG). En numerosas
ocasiones un paciente con clínica de epilepsia presenta un estudio EEG normal; si esto sucede, se utilizan
estudios de EEG avanzados, como el que se realiza con privación de sueño, el que registra un periodo de sueño
o incluso un sueño nocturno completo con su periodo de despertar. Aun así, hay un porcentaje de pacientes que,
teniendo crisis epilépticas reales, los estudios no muestran alteraciones. Por tanto, un estudio EEG normal no
descartaría el diagnóstico de epilepsia. Por el contrario, en ocasiones nos encontramos con grafoelementos en el
registro EEG que se podrían considerar patológicos, pero el paciente no ha tenido síntomas compatibles con
epilepsia nunca, en ese caso, no sería correcto hacer el diagnóstico de epilepsia.
Además de la epilepsia, el EEG tiene indicación para apoyo en el diagnóstico de otras entidades que veremos en
diversos apartados.
Por otra parte, la tradicional indicación de los potenciales evocados (PE) en el estudio de enfermedades
desmielinizantes ha dejado de tener interés, en cambio sí son frecuentemente utilizados en el estudio de la
integridad de las vías motoras y sensoriales en la médula y tronco del encéfalo. Las indicaciones más novedosas
de esta técnica son el apoyo en neurocirugía para evitar lesiones iatrogénicas durante las intervenciones y el
apoyo en el pronóstico de situaciones de especial gravedad como la hipoxia cerebral.
La lectura y comprensión del módulo permitirá familiarizar a los alumnos con las técnicas descritas y lo que se
puede esperar de ellas.
Objetivos
Conocer el EEG, sus indicaciones e interpretación de resultados normales y patológicos y las principales
anomalías epileptiformes.
Conocer el uso del EEG en el diagnóstico de encefalopatías, demencias, delirium y trastornos del sueño.
Definir de manera general qué son los potenciales evocados y sus principales indicaciones.
Conocer de manera general qué información se puede obtener de los análisis espectrales y las técnicas de
mapeo cerebral.
Introducción general
Los estudios de Encefalograma (EEG), Potenciales Evocados (PPE) y mapeo cerebral permiten explicar una parte
de las causas de los síntomas y signos de algunas enfermedades neurológicas.
En el EEG se recoge mediante electrodos colocados sobre el cuero cabelludo la actividad eléctrica que se genera
en la corteza cerebral. El registro se realiza en condiciones de reposo y se utilizan de rutina técnicas para
modificar la actividad cerebral como apertura y cierre de ojos, hiperventilación, estimulación luminosa
intermitente, sueño… La actividad recogida en el EEG
requiere ser interpretada por profesionales con
experiencia ya que no todo lo que se registra y se aparta
de lo habitual es patológico. En caso de lesiones
cerebrales se registra actividad anormalmente
enlentecida. Pero el EEG es útil sobre todo ante la
sospecha diagnóstica de crisis epilépticas. En estos casos
se registran descargas neuronales anormales y
exageradas, esta actividad aparece durante las crisis
epilépticas y también en situación basal, cuando el
paciente epiléptico no tiene crisis (fase intercrítica). La
repetición de estudios EEG aumenta las posibilidades de
recoger registros anormales, asimismo los registros más
prolongados o que incluyan sueño también aumentan las
probabilidades de recoger registros anormales. No obstante, el hecho de que un paciente presente numerosos
registros EEG normales no excluye totalmente la posibilidad de que presente crisis epilépticas. Algunas lesiones
epileptógenas, asientan en áreas de corteza cerebral muy alejadas de la superficie, por lo que pueden no
registrarse en los EEG, explicándose así este hecho. Otras aplicaciones del EEG sería la de la ayuda a orientar un
enfermo en coma o con encefalopatía metabólica, establecer un pronóstico en el coma hipóxico o apoyar el
diagnóstico de muerte cerebral.
Los PE son las respuestas obtenidas en el SNC tras un estímulo visual auditivo o acústico. Para obtener los
potenciales evocados se requieren equipos complejos que promedian las respuestas para extraerlas de las
interferencias que provoca la actividad eléctrica continua del sistema nervioso. Los potenciales evocados visuales
son útiles para detectar lesiones del nervio óptico de cualquier etiología incluyendo lesiones subclínicas. Los
potenciales evocados auditivos estudian sin necesidad de colaboración del paciente las respuestas del nervio
coclear, tronco del encéfalo y corteza auditiva, a los estímulos auditivos. Los potenciales somestésicos recogen la
respuesta a un estímulo sensitivo en la médula, tronco del encéfalo y corteza cerebral. Los PE somestésicos son
especialmente útiles para detectar lesiones de la médula y del tronco cerebral. También se usan durante
intervenciones quirúrgicas para detectar sufrimiento neuronal antes de que se produzca daño iatrogénico.
Por último, el mapeo cerebral permite analizar mediante un mapa de colores la información obtenida en el EEG
convencional, mostrando la amplitud de las ondas en áreas anatómicas concretas. De los analizados en este
módulo es la técnica que se usa con menor frecuencia en nuestro medio.
1. Electroencefalograma (EEG)
• Conocer el EEG
• Indicaciones
• Interpretación de resultados
normales
• Hallazgos patológicos
Los electrodos están identificados con letras según la localización (frontopolar, frontal, central, temporal, parietal
y occipital) y una numeración, impar para los electrodos del lado izquierdo de la cabeza (Fp1, F3, F7, C3, T3, T5,
P3, O1) y numeración par los que están a la derecha (Fp2, F4, F8, C4, T4, T6, P4, O2), adicional a estos
electrodos de registros, deben emplearse un electrodo de referencia y otro de tierra, que son fundamentales
para evitar artefactos eléctricos.
El EEG es la representación gráfica de la diferencia de potencial entre dos electrodos sucesivos, por ejemplo Fp1-
F3, F3-F7, cada línea del EEG representa ese par de electrodos. Existen diferentes montajes para la
interpretación, siendo los más utilizados, montajes bipolares, en los que cada electrodo va comparado con
otro cercano o sucesivo; montaje longitudinal, si van en sentido antero-posterior; montaje transversal, los
electrodos se promedian de izquierda a derecha; y montajes monopolares o referenciales en los que cada
electrodo se compara con un electrodo de referencia o con la media de la suma de todos los electrodos
(average) (tabla 1) (figura 2).
De forma rutinaria tiene una duración de 20 minutos en condiciones basales, valorando la reactividad a la
apertura y cierre de ojos, de las diferentes técnicas de activación como la hiperventilación durante 3 minutos y la
estimulación luminosa intermitente.
En algunas ocasiones se realizan estudios electroencefalográficos con una duración mayor pudiendo incluir un
trazado durante el sueño, en estos estudios se le indica a los paciente privación de sueño, que también es
considerada como técnica de activación.
1.1.2. Indicaciones
Lesiones cerebral focales estructurales (tumores, abscesos, hemorragias y otras lesiones ocupantes de
espacio)
Traumatismos craneoencefálicos
Encefalopatías metabólicas, endocrinas y por intoxicación
Enfermedades neurodegenerativas
Trastorno de la conciencia, coma y muerte cerebral
Valoración de maduración cerebral en niños prematuros y/o con afectación durante el parto
(encefalopatías hipóxico-isquémicas).
En pacientes con traumatismo craneoencefálicos los hallazgos pueden estar en relación con fracturas óseas,
nivel de conciencia y las lesiones ocasionadas por el propio traumatismo (hemorragia, edema, contusión).
1.1.2.2. Encefalopatías metabólicas
Las más conocidas son la demencia tipo Alzheimer, la demencia frontotemporal, y la enfermedad de Huntington.
No existe un patrón EEG característico de estas enfermedades, fundamentalmente se observa un
enlentecimiento difuso de la actividad cortical con disminución del voltaje y a medida que progresan estas
enfermedades la actividad de fondo es reemplazada por una actividad más lenta.
La enfermedad de Creutzfeldt-Jakob se presenta como una encefalopatía con deterioro cognitivo rápidamente
progresivo, alteraciones en la marcha, en el sueño y mioclonías. Según la evolución del cuadro puede registrarse
una lentificación de la actividad de fondo y complejos periódicos. En estadíos muy avanzados se registra una
actividad globalmente suprimida.
1.1.2.4. Trastorno de la conciencia y coma
El electroencefalograma guarda una estrecha relación con la edad gestacional, siendo posible registrar actividad
cerebral a partir de las 22 semanas de gestación. En términos generales la actividad cerebral del recién nacido
está caracterizada por la presencia de una actividad fragmentada, donde se registran períodos de actividad lenta
irregular difusa con periodos de supresión del voltaje, que a medida que va madurando el cerebro estos periodos
de inactividad van disminuyendo hasta tener una actividad eléctrica cerebral continua. Con el
electroencefalograma también podemos valorar el grado de afectación cortical si el recién nacido ha sufrido
durante el parto, pudiendo registrarse un enlentecimiento mayor del esperado, un enlentecimiento focal o mayor
supresión del voltaje.
1.1.3. Interpretación de resultados normales
La actividad eléctrica cerebral está compuesta por diferentes potenciales, que según su frecuencia en un
segundo, se denominan de la siguiente manera:
El voltaje de estas ondas se miden en microvoltios, considerando baja amplitud por debajo de 20 µV, alta
amplitud por encima de 50 µV y media amplitud entre 20-50 µV, teniendo en cuenta que, a mayor números de
ondas por segundo, menor será su amplitud.
Para valorar un electroencefalograma dividiremos la cabeza en sentido antero-posterior. Las regiones anteriores
(frontales) tienen una frecuencia fundamentalmente en rango beta y por tanto baja amplitud y en regiones
posteriores (occipitales) encontraremos frecuencias más lentas (dependiendo de la edad del paciente)
predominando las frecuencias en rango alfa-theta.
• En mayores de 60 años
En un adulto sano, se valora la actividad bioeléctrica cerebral, estando el paciente en vigilia, reposo y con ojos
cerrados. Está formado básicamente por frecuencias en rango alfa y beta (figura 5):
En regiones posteriores (parieto-occipital de ambos lados) a partir de los 10 años identificamos lo que llamamos
un ritmo alfa bien establecido, este ritmo está caracterizado por una frecuencia de entre 8-12 Hz, con una
amplitud variable de hasta 50 µV, que aparece con los ojos cerrados y se bloquea o desaparece al abrir ojos,
debe ser simétrico en cuanto a voltaje y frecuencia en ambos hemisferios, aunque se ha descrito que en sujetos
diestros pueden tener una asimetría del voltaje, siendo de mayor amplitud en hemisferio derecho.
En regiones anteriores (frontales) se registra lo que denominamos ritmo beta, que es un ritmo de baja amplitud
a más de 12 Hz, pueden encontrarse también asimetrías en cuanto al voltaje como la descrita en el ritmo alfa.
Está presente también en vigilia y en fases del sueño superficial. A diferencia del ritmo alfa, el ritmo beta no
desaparece con la apertura de ojos, pero puede mostrar reactividad con estímulos táctiles o movimientos en las
extremidades contralaterales.
Actividad theta
La actividad theta está compuesta por ondas en rango de 4-8Hz, que aparecen con morfología irregular, que
suelen tener su mayor localización en regiones centro-temporales y se hacen más frecuentes conforme se
avanza hacia la vejez.
1.1.3.1.2. En mayores de 60 años
La actividad bioeléctrica cerebral, muestra diferentes cambios durante la maduración cerebral, existiendo una
diversidad de patrones en el EEG considerados como normales, que guardan relación con la edad concepcional
que es la edad gestacional (semanas del embarazo) más la edad legal (después del nacimiento).
Prematuros:
Desde las 22-27 semanas de edad la actividad cerebral en el EEG está caracterizada por un trazado
discontinuo, formado por la presencia de brotes de ondas en frecuencias mixtas, fundamentalmente en
rango delta de distribución difusa, pueden verse con morfología aguda de alto voltaje, que se siguen de
periodos de supresión del voltaje. Tanto los brotes de actividad como los de supresión del voltaje tienen
una duración variable. En estas edades no existe sincronía de los hemisferios, por lo tanto la norma es
una asimetría entre ambos hemisferios. No existe reactividad a estímulos ni a maniobras como abrir y
cerrar ojos, así como tampoco hay diferencia del trazado en vigilia y sueño.
Hacia la semana 28 de edad concepcional y hasta las 32, se registra una actividad más continua, donde
los períodos de supresión de actividad se hacen más cortos y los brotes de actividad tienen mayor
amplitud en regiones posteriores. Sigue presente la asincronía interhemisférica aunque ya para la semana
32 pueden registrarse períodos síncronos. Pueden registrarse puntas y ondas agudas multifocales.
Entre las semanas 32 y 35, la actividad se hace más continua, con periodos de supresión del voltaje de
más corta duración. Los brotes de actividad ahora serán en rango theta y de menor amplitud. Se siguen
registrando puntas y ondas agudas multifocales y va desapareciendo la asincronía entre hemisferios.
En la semana 36-37 (recién nacidos a término), la actividad eléctrica es casi continua formada por
mezclas de frecuencias en rango theta y delta, con morfología irregular con un voltaje más reducido y de
expresión generalizada.
A partir del segundo mes de vida, ya se observa una actividad continua y rítmica sobre regiones
posteriores en rango delta (futuro ritmo alfa), que va aumentando en frecuencia con la edad, rango theta
a los 5 meses. Aparece la reactividad del ritmo posterior a la apertura y cierre de ojos a los 3 meses de
edad y a los 5 meses ya se puede observar una adecuada diferenciación antero-
posterior.
Después del primer año de vida, existe una mejor diferenciación topográfica, sincronía interhemisférica y
una reactividad a la apertura de ojos mejor establecida. La actividad en regiones posteriores es más
rápida, en frecuencias theta en rango alto (6-8 Hz).
Con más de 3 años, el EEG en los niños ya se puede definir como un electroencefalograma habitual al de
un adulto, una actividad de fondo en regiones posteriores entre 7-8Hz, de gran amplitud, se pueden
entremezclar ondas más lentas, que se bloquean claramente con la apertura de ojos. Si realizan la
maniobra de hiperventilación es normal encontrar un enlentecimiento difuso y de gran voltaje de la
actividad de fondo.
A partir de los 6 años, ya se registra un ritmo alfa sobre regiones parieto-occipitales reactivo a la
apertura y cierre de ojos, simétrico y de una amplitud de alrededor 50 μV, aunque en estas edades
todavía pueden registrarse ondas en rango theta pero en menor proporción que en edades previas. Ritmo
beta en regiones anteriores y ondas theta en regiones anteriores-medias de escasa persistencia. En torno
a los 10 años ya puede valorarse como el de un adulto sano. La hiperventilación también induce un
enlentecimiento difuso de la actividad de fondo que desaparece al terminar la maniobra.
1.1.3.2. Respuestas normales a las maniobras de activación
Hiperventilación
Habitualmente en niños y adultos jóvenes, la hiperventilación durante 3 minutos induce un enlentecimiento
difuso del trazado, que desaparece al terminar la maniobra, pudiendo persistir hasta un minuto después de
haber terminado. Es una maniobra de activación importante ya que induce a la aparición de anomalías
epileptiformes.
Privación de sueño
Induce la aparición de ondas más lentas en relación con la somnolencia y en muchos pacientes a la activación de
anomalías epileptiformes.
Estímulos sensoriales
Se usa de forma rutinaria la apertura y cierre de ojos, de manera activa o pasiva según la colaboración del
paciente, valorando así la reactividad del ritmo alfa posterior.
1.1.4. Hallazgos patológicos
• Grafoelementos anormales
• Anomalías periódicas
• Anomalías continuas
Punta: destaca de la actividad de fondo, por ser de mayor amplitud y su duración varía entre 30 y 70ms.
Onda aguda: tiene una duración mayor a la punta, 70-200ms.
Onda lenta: dura más de 200 ms, en ocasiones con
forma aguda.
Aparecen con una ritmicidad constante y regular. No guardan relación específica con algún cuadro clínico.
Localizadas: son anomalías periódicas localizadas de forma focal en una región, de morfología aguda y
carácter epileptiforme. Suelen registrarse en pacientes en coma y en ocasiones se asocian a mal
pronóstico o a lesiones cerebrales con daño estructural.
PLEDS: (periodic lateralized epileptiform discharges) cuando aparecen en un hemisferio.
BIPLEDS: (bilateral periodic lateralized epileptiform discharges) si son bilaterales e independientes.
Ocupan más del 85% del estudio EEG y se asocian con un daño cerebral persistente.
Grado leve: el ritmo que predomina es en rango alfa, con algo de actividad theta-delta, reactivo.
Grado leve-moderado: se registra predominantemente actividad theta-delta con escasa actividad alfa, y
es reactivo.
Grado moderado: observamos actividad en rango theta-delta escasa.
Grado severo: actividad delta de bajo voltaje, no reactiva. Coma alfa (actividad alfa generalizada no
reactiva). Patrón de brote supresión. Isoeléctrico
1.1.4.4. Respuestas anormales a las maniobras de activación
Hiperventilación
Puede inducir la aparición de anomalías focales o
generalizadas, como se ve en pacientes con epilepsia tipo
ausencia típica, en el los pacientes durante la
hiperventilación pueden presentar crisis de tipo ausencia y
en el EEG se registran brotes de punta-onda generalizada
a 3 Hz.
En pacientes con algún tipo de lesión estructural, pueden
aparecer ondas lentas focales en el sitio de la lesión.
La ELI induce la aparición de descargas epileptiformes, a esto lo llamamos “fotosensibilidad”, dentro de estas
respuestas se encuentran:
Privación de sueño
Es una maniobra de activación que se usa con frecuencia, cuando sospechamos de epilepsia en pacientes con un
electroencefalograma en condiciones basales normal. La falta de sueño en una gran mayoría de pacientes induce
la aparición de anomalías.
1.1.5. Registro EEG durante el sueño
Adormecimiento
Se caracteriza por una fragmentación del ritmo de fondo,
con disminución de las frecuencias y del voltaje de la
actividad fisiológica posterior, aumentando por tanto la
proporción de ondas en frecuencia theta. El ritmo beta en
regiones anteriores puede incrementarse a inicios de la
fase.
Fase 1: caracterizado por la presencia de ondas en rango theta, de morfología irregular, distribución difusa y
ondas del vertéx
Ondas del vertéx: ondas de mayor voltaje al ritmo de fondo, de amplia duración, bilaterales y síncronas,
con mayor amplitud en electrodos de línea media (Cz), pueden difundir a regiones adyacentes. Se
comienzan a registrar alrededor de los 3 meses y a los 3 años ya están bien definidas.
Fase 3: sueño profundo. Desaparecen los grafoelementos típicos de fases I y II, aunque al principio de esta fase
pueden encontrarse de forma esporádica. La actividad de fondo está compuesta por ondas delta hipervoltadas
de distribución difusa.
Sueño REM
Definido por la presencia de movimientos rápidos de ojos, en el EEG se registra una actividad en rango theta-
alfa, de distribución difusa, en el oculograma se visualizan los movimientos rápidos de ojos y en canales de
electromiografía atonía muscular.
1.1.6. Artefactos en el registro EEG
Como medida fundamental para realizar un correcto electroencefalograma es eliminar los diferentes artefactos
que puedan interferir con una adecuada interpretación del estudio.
Artefacto muscular:
Son contracciones musculares, que se registran principalmente en electrodos temporales como
potenciales de breve duración, son fáciles de distinguir de la actividad electroencefalográfica por su
morfología y duración, aunque en ocasiones podrían confundirse con una actividad epileptiforme.
Electrocardiograma:
Durante la realización del electroencefalograma, se ponen de forma rutinaria electrodos en el torax
para registrar la actividad electrocardiográfica. Se pueden confundir con una actividad
epileptiformes pero es fácil de diferenciar debido a la ritmicidad y al compararlo con el ECG estas
puntas se corresponden con el ECG.
Artefacto de movimientos:
Aparición de ondas de morfología irregular, no guardan ninguna localización concreta, a veces
puede aparecer una actividad rítmica en regiones posteriores si el paciente mueve la cabeza, así
como el caso de niños cuando son acunados para dormir, en este caso el vídeo nos ayudaría al
diagnóstico.
Sudoración:
Producido por el contacto del electrodo con el sudor. Se registra una onda lenta, muy amplia en
casi todos los canales del EEG, con frecuencia en regiones posteriores, si el paciente tiene la cabeza
apoyada, mejora al corregir la postura y la temperatura de la habitación.
Artefacto eléctrico:
Son fáciles de identificar por su ritmicidad y morfología en prácticamente todos los canales el EEG,
apareciendo a una frecuencia de 50Hz, en los nuevos equipos digitales existen un filtro automático
para evitar este artefacto. Es por ello que deben evitarse conectarse a una red eléctrica
convencional, evitando también el uso de móviles y otros equipos eléctricos en la sala de EEG.
1.2. Implicaciones diagnósticas y terapéuticas del EEGç
• Introducción
• Sensibilidad y especificidad
• Errores diagnósticos
• Conclusiones
1.2.1. Introducción
El EEG es el estudio más importante que apoya el diagnóstico de epilepsia y determina el tipo de síndrome
epiléptico del paciente. El primer registro de EEG en humanos se remonta a 1924 y demostró cómo el ritmo alfa
occipital aparecía con el cierre de los ojos. Los patrones de punta-onda generalizada, puntas focales u ondas
agudas fueron definidos como marcadores de epilepsia pocos años después.
En este apartado revisaremos el uso del EEG en el diagnóstico de epilepsia, y proporcionaremos las bases para
comprender cómo el EEG puede usarse para elegir la opción de tratamiento adecuada a cada caso.
La historia clínica de cada paciente en general aporta información adecuada respecto al diagnóstico de epilepsia,
pero los datos obtenidos de la historia clínica no siempre ayudan a establecer ante qué tipo de síndrome
epiléptico nos encontramos.
Tanto la academia Americana de Neurología como la Liga Internacional contra la Epilepsia recomiendan la
realización de un estudio EEG en el diagnóstico de epilepsia tanto en adultos como en niños. Este EEG debe de
incluir de forma rutinaria estimulación fótica, hiperventilación y privación de sueño en adultos como parte del
protocolo. El hallazgo de un patrón epileptiforme en el EEG después de una primera crisis, predice la recurrencia
de crisis que puede llegar al 70% en el primer año. Por lo tanto, cuando el EEG es patológico tras la primera
crisis se puede hacer de forma definitiva el diagnóstico de epilepsia y plantearse inicio de tratamiento
farmacológico para evitar nuevas crisis.
Algunos estudios ponen de manifiesto que solo un tercio de los EEG de rutina, iniciales, son patológicos en
pacientes epilépticos. El momento de ejecución del EEG tiene importancia ya que más del 50% de los que se
realizan en las primeras 24 horas tras la crisis son anormales mientras los realizados más tardíamente muestran
anormalidades en un porcentaje muy inferior. No obstante la sensibilidad mejora tras EEG repetidos llegando al
80-90%.
La especificidad de las alteraciones en el EEG para el diagnóstico de epilepsia es bastante alta en la mayoría de
los casos. Las descargas epileptiformes interictales se ven solamente entre el 0,2-3% de adultos o niños
normales.
Hay que tener en cuenta que alteraciones epileptiformes pueden aparecer en relación con algunos fármacos
como: cefepime, bupropion, litio, tramadol y clozapina. Además pueden aparecer alteraciones epileptiformes
multifocales o difusas en alteraciones metabólicas como uremia, tirotoxicosis o encefalopatías autoinmunes.
Por tanto, la presencia de anomalías epileptiformes no siempre significa epilepsia y los hallazgos EEG deben ser
interpretados en el contexto clínico y con precaución
La estimulación fótica es un método útil de activar descargas epileptiformes en pacientes con epilepsia
generalizada idiopática pero también en aquellos con epilepsia parcial. La aparición de ondas con la misma
frecuencia que el estímulo luminoso en regiones occipitales (fenómeno de arrastre) es una respuesta que se
considera no patológica, lo mismo que la aparición de parpadeos recogidos en electrodos anteriores que
aumentan en amplitud con la frecuencia del flash y cesan cuando desaparece la estimulación. La respuesta
fotoparoxística consistente en descargas de punta-onda o polipunta-onda que pueden ser de dominancia anterior
o posterior e ir asociadas a pérdida de conciencia, o mioclonías se considera una respuesta fotoparoxística
anormal que suele producirse en epilepsias especialmente si la respuesta es de mayor duración que el estímulo.
Este tipo de respuesta recibe el nombre de fotoconvulsiva. Esta respuesta fotoconvulsiva aparece sobre todo en
epilepsias generalizadas primarias y es muy rara en pacientes no epilépticos.
La hiperventilación es otro procedimiento que puede activar las anomalías epileptiformes. Típicamente las
ausencias pueden desencadenarse durante la hiperventilación aunque las descargas epileptiformes en epilepsias
focales también pueden ser activadas con esta maniobra.
La privación de sueño es una herramienta importante cuando los EEG basales no muestran alteraciones en un
paciente con alta sospecha de epilepsia por historia clínica. Ellingson et al. concluyeron que la privación de sueño
aumentaba la probabilidad de encontrar anomalías epileptiformes interictales entre el 30 y el 70% de casos. La
activación de las anomalías epileptiformes mediante la privación de sueño es más frecuente en los pacientes más
jóvenes y en aquellos con síndromes de epilepsia generalizada
Los errores diagnósticos pueden darse en pacientes con trastornos neurológicos paroxísticos no epilépticos
cuando aparecen anormalidades focales en el EEG o cuando patrones EEG benignos se interpretan como
actividad epileptiforme.
También se pueden diagnosticar erróneamente de epilepsia aquellos pacientes cuya actividad epileptiforme en el
EEG se debe a fármacos o trastornos metabólicos. Por lo tanto el EEG debe de correlacionarse siempre con la
historia clínica y los estudios de neuroimagen.
En la siguiente tabla se muestran patrones benignos que se pueden encontrar con frecuencia en el EEG y podrían
confundirse con patrones epileptiformes.
Pequeñas puntas De baja amplitud (<5µV), con inversión de fase en electrodos temporales, pueden verse
agudas unilateralmente o bilateralmente.
Ondas theta rítmicas Visibles en electrodos temporales, aparecen en salvas y crecen y disminuyen en
temporales mediales amplitud
del adormecimiento
Descargas breves de uno o dos segundos que pueden ser de predominio anterior o
posterior. 2 variantes
Punta-onda fantasma
FOLD (female, occipital predominant, low amplitude and drowsiness- mujer, de
(6Hz)
predominio occipital, baja amplitud y somnolencia) WHAM (wake, high amplitude
anterior and male- en vigilia, amplitud elevada, anterior y varón)
Descargas
Aparecen en vigilia y en fase de somnolencia, son descargas de actividad theta y delta
electrográficas rítmicas
de 10-40 segundos de inicio y final brusco que pueden ser difusas o tener máxima
subclínicas en adultos
expresión en regiones temporales. Aparecen en adultos mayores.
(SREDA)
El estar familiarizado con estos patrones es importante en la práctica clínica habitual para no realizar
diagnósticos erróneos basados en ellos.
Se calcula que el porcentaje de EEG en los que aparecen estas variantes es de aproximadamente un 3,4%
siendo el más frecuente el de pequeñas puntas agudas que aparece en casi un 2% de los EEG.
La Liga Internacional contra la Epilepsia (ILAE) recomienda la monitorización prolongada EEG en los siguientes
casos:
Las indicaciones son las mismas que las de la monitorización. Los registros EEG prolongados en una unidad de
monitorización vídeo-EEG son útiles para el diagnóstico diferencial entre crisis psicógenas no epilépticas y
eventos paroxísticos no epilépticos y crisis epilépticas.
Los estudios demuestran que entre los admitidos para estudio en unidades de monitorización vídeo-EEG
alrededor de un 25% presentan crisis psicógenas no epilépticas mientras un 8-15% de casos tienen crisis
epilépticas y crisis psicógenas combinadas. El punto clave en distinguir las crisis psicógenas de las crisis
epilépticas es el hecho de que el registro EEG es normal durante los síntomas. En el EEG el ritmo de fondo está
conservado y hay presencia de artefactos de movimiento. En la fase postictal el ritmo de fondo se mantiene
conservado.
Entre los inconvenientes de los registros de superficie usados en las unidades de monitorización está que en
algunos tipos de crisis como las crisis gelásticas (crisis de risa) o las que tienen origen en el lóbulo frontal puede
no haber correlato clínico-EEG y llevar al diagnóstico erróneo de crisis psicógenas. Por lo tanto en situaciones en
las que el EEG de superficie no se correlaciona con la clínica o está muy artefactado por movimientos musculares
debe revisarse cuidadosamente si hay estereotipias o cambios en el EEG antes del inicio del evento o en el
periodo post-ictal.
Las crisis epilépticas suelen ser siempre iguales (estereotipia) mientras que las crisis psicógenas pueden ser
diferentes en cada episodio.
1. Duración del evento: las crisis psicógenas suelen ser más prolongadas (> 5 minutos)
2. El inicio y la terminación gradual
3. Ojos cerrados durante el evento
4. Breves pausas durante la actividad convulsiva
5. Movimientos pélvicos
En ocasiones durante la monitorización prolongada, que puede ser de días, no aparece ningún episodio crítico;
en estos casos se reduce progresivamente la medicación bajo supervisión, y en algunos casos la monitorización
no es diagnóstica. En estos casos la repetición de la monitorización aumenta el rendimiento diagnóstico.
1.2.7.3. Monitorización invasiva
En pacientes con epilepsia fármaco-resistentes que se someten a valoración para cirugía de la epilepsia, en
ocasiones es necesaria monitorización EEG invasiva para localizar con precisión el origen de las crisis. Existen
dos formas de monitorización invasiva: electrodos profundos o colocación de una manta de electrodos
subdurales.
Los electrodos profundos intracraneales se utilizan en pacientes con epilepsia focal, especialmente si las crisis
aparentan tener un origen temporal pero no se pueden lateralizar claramente con el EEG de superficie,
principalmente en aquellos pacientes con epilepsias no lesionales. Los electrodos se colocan a través de trépanos
craneales tanto en los lóbulos temporales como en temporales y frontales bilateralmente.
La manta de electrodos subdurales se utiliza cuando se cree que el área epileptógena está cercana a una zona
elocuente de cerebro. Este tipo de monitorización permite mapear la corteza elocuente y separarla claramente
de la zona epileptógena evitando así secuelas post-quirúrgicas.
1.2.8. Conclusiones
El clínico debe estar familiarizado con variantes normales del EEG que pueden aparentar anomalías
epileptiformes para evitar diagnósticos erróneos de epilepsia y tratamientos erróneos.
Los fármacos antiepilépticos son eficaces en la prevención de las crisis epilépticas repetidas ya que
aproximadamente el 75% de pacientes epilépticos está bien controlado de sus crisis.
La contrapartida es que muchos de ellos tienen efectos secundarios que deben tenerse en cuenta a la hora de
evaluar a estos pacientes. Estos fármacos pueden producir una merma en sus funciones cognitivas además de
otros efectos secundarios físicos como: rash cutáneo, hiperplasia gingival, aumento o disminución de peso,
alopecia, hirsutismo, déficit de vitamina D, litiasis renal o efectos secundarios orgánicos como: alteraciones
hepáticas, anemia aplásica, etc.
Estos efectos secundarios tienen una gran variabilidad individual y con frecuencia existe solapamiento entre los
distintos fármacos antiepilépticos en cuanto a efectos secundarios, por lo que en general, se prefiere la
monoterapia si es posible. El impacto clínico y la frecuencia de presentación de estos efectos indeseables están
en función de las características individuales del sujeto, por lo que estas características son con frecuencia un
factor determinante a la hora de elegir un fármaco u otro.
Dentro del aspecto cognitivo y del comportamiento destacamos entre los fármacos antiepilépticos de segunda y
tercera generación los siguientes efectos secundarios:
Cuando se evalúa a un paciente epiléptico desde el punto de vista neuropsicológico se deben de tener en cuenta
las posibles alteraciones cognitivas o del comportamiento en relación con el uso de fármacos antiepilépticos.
También se tendrá precaución a la hora de la supresión de alguno de estos fármacos ya que se usan en
psiquiatría como estabilizadores del estado de ánimo (por ejemplo carbamazepina, valproato o lamotrigina) y su
suspensión podría desencadenar cuadros depresivos en algunos pacientes.
Es el más común de los efectos ocasionados por la mayoría de los fármacos; en el electroencefalograma
podemos registrar una sobrecarga de actividad lenta en rango theta/delta o bien una disminución del ritmo alfa
en regiones posteriores.
Entre los fármacos que puedan provocar aumento de las anomalías epileptiformes están los neurolépticos,
principalmente la clorpromazina, que provoca un incremento muy destacado de la actividad epileptiforme.
También los siguientes fármacos pueden producir este efecto:
Antidepresivos:
Un enlentecimiento de la actividad de fondo en grado moderado-alto (frecuencias en rango delta) puede ser
el resultado de una intoxicación por antidepresivos.
Neurolépticos
Clorpromazina, flufenazina, haloperidol, tioridazina, tiotixeno, trifluoperazina, molindona.
Estos neurolépticos inducen una sobrecarga de ritmos lentos en rango theta y delta. y un leve incremento
de la amplitud del ritmo theta, así como una disminución de las frecuencias del ritmo alfa. En menor
medida ocasionan la aparición de anomalías paroxísticas (puntas, ondas agudas, entre otros) y de
actividad beta. Estos cambios son más evidentes tras una intoxicación por cualquiera de estos fármacos.
Antimaníacos
Litio.
Puede provocar alteraciones en el electroencefalograma, afectando únicamente al ritmo alfa o de forma
difusa. Están descritas las aparición de FIRDA (frontal intermittent rhythmic delta activity) u OIRDA
(occipital intermittent rhythmic delta activity) así como también ondas trifásicas. En casos de intoxicación
por litio se registra un significativo enlentecimiento de la actividad de fondo en rango delta con puntas
entremezcladas y en ocasiones ondas trifásicas o complejos periódicos similares a los registrados en la
Enfermedad de Creutzfeldt-Jakob.
Ansiolíticos
Alucinógenos
Alcohol
En consumidores crónicos no se registran cambios relevantes en el EEG mientras que en el caso de una
intoxicación aguda se observa un enlentecimiento de la actividad de fondo (disminución del ritmo alfa, aumento
actividad theta y delta). En la encefalopatía de Wernicke se pueden registrar grados variables de enlentecimiento
del trazado.
Analgésicos
Antihistamínicos
Difenhidramina.
En dosis terapéuticas no se registran cambios significativos de la actividad de fondo, aunque en algunos
casos se pueden registrar aumento de la actividad beta, apareciendo no solo en regiones anteriores sino
también de forma difusa. Un enlentecimiento difuso mayor puede registrarse en casos de intoxicación.
Anestésicos generales
Otros fármacos
Aminofilina: es un broncodilatador de uso muy frecuente. Puede inducir crisis en pacientes no epilépticos
así como también descargas epileptiformes lateralizadas periódicas (PLEDs).
Isoniazida: utilizado en el tratamiento de la tuberculosis. Tiene una gran interacción con los fármacos
antiepilépticos, produciendo un enlentecimiento difuso de la actividad de fondo, ondas agudas y ondas
lentas paroxísticas.
Salicilatos: inducen frecuentemente un enlentecimiento en regiones anteriores.
Penicilina y derivados: antibióticos comúnmente utilizados en la clínica diaria, pueden inducir crisis
epilépticas en pacientes no epilépticos previamente, por lo tanto inducen la aparición de anomalías
paroxísticas y de un enlentecimiento del trazado de base.
• Encefalopatías
• Demencias
Se define encefalopatía como una alteración del estado mental. Dependiendo del tipo y severidad de la
encefalopatía, los síntomas neurológicos más comunes son la pérdida de funciones cognitivas, cambios en la
personalidad, falta de concentración y disminución en el nivel de la conciencia. Puede haber también signos
físicos como mioclonías, asterixis, nistagmo, convulsiones, temblor y anormalidades respiratorias.
Las encefalopatías pueden ser estáticas como las producidas por una enfermedad genética, una lesión
persistente sobre el sistema nervioso central o dinámicas o evolutivas relacionadas con alteraciones tóxicas,
metabólicas, infecciosas o degenerativas. Los cuadros encefalopáticos en relación con enfermedades tóxicas,
metabólicas o infecciosas también reciben el nombre de cuadro confusional agudo. En algunas ocasiones
también las encefalopatías de origen genético se comportan como evolutivas.
El EEG permite una rápida monitorización electrofisiológica que proporciona información dinámica en tiempo real
sobre la actividad cerebral neocortical y la disfunción de esta actividad. Por lo tanto, el EEG complementa las
evaluaciones clínicas y de neuroimagen de los pacientes encefalopáticos. La progresiva desaceleración de la
actividad de los EEG con el aumento del compromiso cerebral, la aparición de alteraciones transitorias en el EEG,
convulsiones y la disminución de la reactividad del EEG con los estímulos externos proporcionan información
diagnóstica y pronóstica importante.
Hablamos de encefalopatías epilépticas cuando a los síntomas anteriores se añaden crisis epilépticas.
Las encefalopatías epilépticas más frecuentes y sus hallazgos EEG son las siguientes:
EDAD DE
SINDROME CLINICA PATRÓN EEG
INICIO
Epilepsias Inicio entre Mioclonías progresivas, alteración Descargas polipunta-onda entre 3-6 Hz y
mioclónicas los 5 y 20 cognitiva, ataxia fotosensibilidad
progresivas años
Síndrome Pico entre Afasia adquirida con alteración cognitiva Puntas multifocales o temporales
de Landau- los 5 y 7 y del comportamiento. Crisis epilépticas posteriores que se ponen de manifiesto
Kleffner años de clínicas poco frecuentes. especialmente durante el sueño lento.
edad
El EEG puede contribuir al diagnóstico de las encefalopatías metabólicas. Es importante el seguimiento mediante
EEG seriados. Esta técnica tiene interés debido a que la desaparición de las alteraciones electroencefalográficas
va por detrás de la corrección de la alteración metabólica subyacente. Las alteraciones residuales pueden
explicar por qué el paciente no ha tenido una recuperación completa a pesar de la normalización de sus
parámetros bioquímicos.
El hallazgo más importante es el enlentecimiento difuso, El ritmo posterior está enlentecido o puede ser
inexistente. Según la gravedad de la encefalopatía el enlentecimiento puede ser leve o intenso. Por lo general es
simétrico a no ser que haya una lesión cerebral focal subyacente. Durante la realización del EEG se debe intentar
despertar al paciente lo que puede dar lugar a un aumento de la frecuencia en la actividad de fondo, este hecho
apoyaría el diagnóstico de trastorno metabólico. Además del enlentecimiento difuso también se puede registrar
actividad delta rítmica intermitente focal lo que implica afectación de estructuras profundas de línea media por
parte del proceso metabólico. Esta actividad delta también se pueden observar en intoxicaciones, cuadros de
aumento de la presión intracraneal y lesiones frontales profundas, por tanto son inespecíficas.
La onda trifásica es una característica muy importante de las encefalopatías hepática y renal. Las tres fases de
esta onda no siempre son evidentes y también se pueden ver ondas bifásicas. La actividad EEG es sincrónica y
más prominente en regiones frontales. Cuando está plenamente desarrollada la actividad trifásica es casi
continua y muy rítmica. La etiología clásica es la encefalopatía hepática. La onda trifásica puede tener similitudes
con las ondas agudas epileptiformes. En ocasiones es difícil diferenciar una encefalopatía con actividad trifásica
prominente de un cuadro de estado epiléptico no convulsivo. Un dato para establecer el diagnóstico diferencial
es el trazado del EEG cuando desaparecen las descargas epileptiformes, en estos casos se observa un fondo con
voltaje relativamente bajo, en ocasiones con ondas rítmicas, este hallazgo apoya la posibilidad de estatus
epiléptico no convulsivo descartando una encefalopatía metabólica.
Las ondas trifásicas no son exclusivas de la encefalopatía hepática, también se pueden observar en otros
trastornos metabólicos como la insuficiencia renal, aunque la actividad trifásica no está tan bien desarrollada ni
es tan persistente como en la encefalopatía hepática.
La encefalopatía hepática representa la patología de base en más de la mitad de los casos de EEG con ondas
trifásicas, correspondiendo a la insuficiencia renal un tercio de los mismos. En ambos casos pueden aparecer
descargas con puntas y ondas agudas y pueden aparecer crisis.
Se pueden observar ondas trifásicas y bifásicas, aunque hay otros fenómenos más frecuentes, por ejemplo, en la
hipocalcemia es característico el enlentecimiento difuso y las descargas epileptiformes. En casos de
concentración del calcio menor de 5mmg/dl pueden aparecer puntas multifocales o incluso síncronas.
Típicamente la actividad de fondo está alterada. Las puntas desaparecen tras la corrección de la hipocalcemia.
En la hipercalcemia el hallazgo clave es el enlentecimiento marcado con ondas delta frontales afiladas de elevada
amplitud.
La hipomagnesemia se asocia en ocasiones con puntas, aunque los niveles bajos de magnesio suelen asociarse
con hipocalcemia. La hiponatremia grave puede dar crisis con puntas multifocales en el registro EEG. La
hipoglucemia también produce puntas multifocales y se pueden registrar crisis electroencefalográficas de inicio
focal. En ocasiones se registran ondas trifásicas. La corrección del defecto metabólico conduce a la normalización
del EEG. Aunque haya actividad convulsiva focal, las pruebas de neuroimágen no muestran alteraciones focales.
El hipotiroidismo cursa con actividad lenta theta monomorfa irregular generalizada, mientras en el
hipertiroidismo aparece un aumento de la frecuencia de alfa de base con acentuación de la actividad rápida
anterior. Además asocia aumento de las amplitudes. También pueden verse paroxismos de puntas, polipuntas,
difusos multifocales y actividad theta difusa entremezclada con la actividad de base.
1.4.1.3. Encefalopatías infecciosas
Al igual que en los traumatismos, lo que prima en el EEG en las infecciones es la actividad lenta. En ocasiones un
cuadro puramente meníngeo no tiene alteraciones en el EEG, ya que cuando hay participación encefálica es
cuando se ve alteración del EEG, pero en dependencia de las características de la infección meningoencefálica,
podemos identificar las particularidades siguientes:
Si hubiera algún signo de focalización muy evidente, se debe pensar en un absceso. En el caso de las
encefalitis virales hay alteraciones más difusas y escandalosas.
Encefalitis: alteraciones del EEG desde el inicio, actividad lenta generalizada asociada con el bajo nivel de
conciencia; casi siempre de tipo polimorfo, que a veces tiene aspecto fluctuante.
Encefalitis por herpes simple: Afecta los lóbulos temporales. Sobre un fondo muy lento, aparecen
complejos trifásicos focales pseudoperiódicos en los lóbulos temporales.
Panencefalitis esclerosante subaguda: sobre un fondo lento aparecen complejos periódicos de ondas
lentas cada 15 ó 20 s, alternando con períodos de depresión.
1.4.2. Demencias
La demencia es un problema de salud público con un alto impacto en la vida de los afectados y sus familiares.
Hay distintos tipos de enfermedades que se clasifican dentro del cajón de sastre de las demencias que van desde
trastornos degenerativos como a enfermedad de Alzheimer a infecciones crónicas del sistema nervioso central
como la encefalitis panesclerosante subaguda, una complicación rara del sarampión. Los hallazgos clínicos, los
trastornos neuropsicológicos y las características de los estudios de imagen en estas enfermedades pueden ser
suficientes para hacer el diagnóstico. Sin embargo en algunos casos las alteraciones cognitivas, psiquiátricas y
de comportamiento puede superponerse entre unas entidades y otras.
El EEG presenta cambios característicos en algunos tipos de demencias como la panencefalitis esclerosante
subaguda o la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob. Sin embargo también se han descrito cambios cualitativos y
quantitativos en el EEG en pacientes con otros tipos de demencia.
Estos pacientes mostraron ondas tethe y delta de mayor amplitud que los controles, especialmente en la región
temporal izquierda. El area de actividad lenta en pacientes con demencia leve-moderada se localizaba
primariamente en regiones temporales izquierdas, mientras lospacientes cond emencia más severa de
localización más amplia aunque de predominio en región temporal izquierda.
1.4.2.2. EEG en la demencia por cuerpos de Lewy
La demencia por cuerpos de Lewy es la segunda causa de demencia neurodegenerativa. Algunos autores no
refieren cambios en el enlentecimiento EEG hallado en la enfermedad de Alzheimer y en la demencia por cuerpos
de Lewy. Otros en cambio describen un patrón de actividad delta frontal bilateral intermitente (FIRDA) como
más común en pacientes diagnosticados de probable o posible demencia por cuerpos de Lewy comparados con
aquellos diagnosticados de probable o posible demencia de Alzheimer. Aunque el FIRDA es un patrón EEG
inespecífco en el contexto clínico paropiado puede tener valor para mejorar el diagnóstico clínico de demencia
por cuerpos de Lewy.
1.4.2.3. EEG en la demencia en relación con enfermedad de
Parkinson
La demencia por cuerpos de Lewy y la enfermedad de Parkinson son ambas sinucleinopatías y comparten
algunas características clínicas. En un estudio donde se comparaban los EEG de 35 pacientes con demencia en el
contexto de enfermedad de Parkinson y 37 pacientes con demencia por cuerpos de Lewy, menos de la mitad de
los primeros tuiveron las anormalidades descritas en los segundos tras un periodo de seguimiento de dos años.
Los pacientes con demencia en el contexto de enfermedad de Parkinson perdian con menos frecuencia el ritmo
alfa posterior y aparecia con menos frecuencia actividad delta-theta de localización temporal. Recientemente se
han estudiado mediante EEG cuantitativo (qEEG) pacientes con enfermedad de Parkinson sin deterioro cognitivo
y pacientes diagnosticados de enfermedad de Parkinson con deterioro cognitivo leve. El resultado del estudio
mostró que la variable que mejor diferenciaba un grupo de otro era la banda alpha lenta que mostraba una
disminución de la potencia especialmente en la región temporal derecha.
1.4.2.4. EEG en demencia vascular
Cuando se comparó el EEG de pacientes con demencia vascular con el de pacientes con enfermedad de
Alzheimer aparecían anormalidades focales como puntas, ondas agudas o parosísmos de ondas lentas con más
frecuencia en pacientes con demencia vascular. La actividad de fondo y los parámetros del EEG cuantitativo no
diferían entre ambos grupos.
1.4.2.5. EEG en demencia fronto-temporal
Se compararon los EEG cuantitativos de 19 pacientes con demencia fronto-temporal con el mismo número de
pacientes con enfermedad de Alzheimer y el mismo número de controles. Los pacientes con demencia fronto-
temporal no tenían aumento de actividad lenta ni descenso en la actividad rápida en el EEG cuantitativo. Los
pacientes con enfermedad de Alzheimer mostraban aumento de la actividad lenta y leve descenso de la actividad
rápida. Así pues podemos considerar que el EEG cuantitativo pude ser una herramienta de apoyo para
diferenciar la demencia fronto-temporal de la enfermedad de Alzheimer.
1.4.2.6. EEG en la enfermedad de Creutzfedlt-Jakob
El EEG en el diagnósticod ela enfermedad de Creutzfeldt-Jakob es más importante que en ninguna otra
demencia. Está incluido en los criterios diagnósticos de esta enfermedad. El EEG muestra cambios dependiendo
del estadoevolutivo de la enfermedad. Estos cambios varían desde cambios inespecíficos con enlentecimiento
difuso o FIRDA en los estadíos iniciales a los hallazgos típicos dela enfermedad consistentes en descargas agudas
pseudoperiódicas en estadíos medio y avanzado. Estos cambios ocurren en 2/3 de los pacientes con un valor
predictivo positivo del 95%. Los complejos pseudoperiodicos tienden a desaparecer durante el sueño y con
fármacos sedantes.
1.4.2.7. EEG en la hidrocefalia a presión normal
En un estudio sobre 14 pacientes con diagnostico de hidrocefalia a presión normal la alteración más
frecuentemente observada en el EEG fueron descargas de ondas lentas delta o theta en ambos hemisferios.
Estas anomalías aumentaban a medida que la enfermedadd progesaba y mejoraban en lospacientes que se
sometían a un tratamietno de drenaje del líquido cefaloraquídeo.
1.4.2.8. Estatus epiléptico en demencia
Los pacientes con enfermedad de Alzheimer y otras demencias tienen un riesgo entre 5-10 veces superior de
epilepsia que los controles sanos de la misma edad. El estado epiléptico no convulsivo se define como la
asociación de cambios en el estado de conciencia manifestado clínicamente como confusión sin signos motores
mayores y descargas epileptiformes continuadas o repetidas en el EEG durante 30 minutos. Los pacientes que
sufren demencia pueden presentar estos cuadros clínicos que se cree que están infradiagnosticados ya que la
sospecha diagnóstica es difícil.
El EEG puede ser una herramienta útil para diferenciar demencia de pseudodemencia por un lado y por el otro
puede ser también un apoyo para el diagnóstico diferencial entre enfermedad de Alzheimer y demencia por
cuerpos de Lewy. Además es un criterio diagnóstico en la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob.
1.4.2.9. Valor pronóstico del EEG en demencia
Un estudio evaluó si las anomalías en el EEG cuantitativo en fase de deterioro cognitivo leve pueden predecir el
desarrollo de un tipo u otro de demencia. Se estudiaron 47 pacientes con deterioro cognitivo leve durante tres
años. De ellos 20 pacientes desarrollaron probable demencia por cuerpos de Lewy, 14 probable enfermedad de
Alzheimer, 8 no evolucionaron y 5 desarrollaron otros tipos de demencia. Todos los pacientes diagnosticados de
demencia por cuerpos de Lewy presentaron alteraciones en el EEG basal, sin embargo el 93% de los pacientes
que evolucionaron a enfermedad de Alzheimer mantuvieron un EEG normal durante todo el estudio. Por lo tanto
el EEG cuantitativo puede ser una herramienta útil para predecir la progresión de deterioro cognitivo leve a
demencia por cuerpos de Lewy
1.4.3. Utilidad del EEG en demencias, conclusiones
El EEG puede ser una herramienta útil para diferenciar demencia de pseudodemencia por un lado y por el otro
puede ser también un apoyo para el diagnóstico diferencial entre enfermedad de Alzheimer y demencia por
cuerpos de Lewy. Además es un criterio diagnóstico en la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob.
Las investigaciones futuras redefinirán la utilidad de esta herramiento en pronosticar varios síndromes
demenciales. Hay datos para afirmar que los cambios en los EEG seriados se correlacionan con deterioro
cognitivo en demencias como la que puede aparecer en la enfermdad de Parkinson. Además el EEG cuantitativo
puede ser un biomarcador en el diagnóstico temprano de demencias. Las medidas de sincronía del EEG
cuantitativo en el estado de reposo reflejan la conectividad neuronal funcional en áreas corticales y la puntuación
de los índices de sincronización se correlacionan con el declinar cognitivo.
Las principales manifestaciones de los trastornos del sueño son el insomnio y la hipersomnia. El término
insomnio incluye: dificultad para conciliar el sueño, despertares frecuentes, falta o insuficiente sueño total. En
general se asocia a cansancio, irritabilidad, ansiedad, olvidos... Las manifestaciones de la hipersomnia incluyen:
excesiva somnolencia diurna, fatiga, incapacidad para concentrarse...
Los PE son estudios que nos muestran cómo se conduce el estímulo eléctrico a través del
sistema nervioso. Los más importantes son: visuales, auditivos y somato-sensoriales. Una
alteración en el tiempo de propagación del estímulo y en la amplitud del mismo nos indica
patología del sistema nervioso.
• Introducción
• Aspectos técnicos
2.1.1. Introducción
La mayoría de los potenciales evocados no pueden objetivarse en un registro de EEG rutinario porque son
respuestas de baja amplitud que se entremezclan con la actividad basal cerebral normal. Para eliminar esta
actividad se debe promediar la señal obtenida mediante la aplicación de estímulos sincronizados con el inicio de
la adquisición. Tras un estímulo concreto siempre se produce una respuesta en el mismo intervalo de tiempo
después del estímulo, el resto de la actividad cerebral no muestra una relación temporal respecto al estímulo y
por ello es eliminada realizando varias estimulaciones repetitivas y promediando todas las respuestas evocadas;
así se obtiene una onda que tendrá características diferentes, como se verá más adelante, dependiendo del
estímulo aplicado.
Los potenciales evocados se usan para explorar los órganos y vías sensoriales y algunas
funciones corticales. Además, en los últimos años son cada vez más útiles en la exploración de
las vías sensoriales durante la monitorización quirúrgica.
En primer lugar, Caton describió los cambios de la actividad eléctrica de la corteza cerebral en animales en
relación a estímulos sensoriales. Berger fracasó en su empeño de registrar estos cambios en sujetos sanos. Fue
Dawson, en 1947, el primero que registró un potencial realizado en un humano de forma incruenta: el paciente
padecía epilepsia mioclónica progresiva y hoy sabemos que esta patología se asocia al aumento de la amplitud
de los componentes corticales de los potenciales evocados somatosensoriales, por lo que en aquella época
resultó más sencillo registrarlos que en un paciente sano, en el que la amplitud de las respuestas es demasiado
baja para ser registrados sin la tecnología adecuada.
Desde 1954, año en el que Dawson presentó el primer promediador electrónico, se empezaron a utilizar los
potenciales evocados en la práctica clínica, gracias a que con el aporte de Dawson se pudo eliminar la actividad
electroencefalográfica basal y registrar respuestas de menos de 10 microvoltios de amplitud.
De forma general, el registro de los potenciales evocados es muy similar al del EEG, aunque hay que recordar
que en este tipo de test se aplica un estímulo sincronizado con el registro y que la señal registrada debe
promediarse.
El número de estímulos necesarios para promediar correctamente una respuesta depende de la amplitud del
potencial que se está registrando.
Para el registro correcto de los potenciales evocados es necesario cumplir unos requisitos técnicos en cuanto a
los electrodos, filtros, amplificadores, convertidor analógico-digital, estimuladores y promediación
Electrodos
Los electrodos que se usan en los potenciales evocados son de distintos tipos: electrodos de cucharilla,
electrodos adhesivos, electrodos de aguja, electrodos de sacacorchos y electrodos intracraneales entre otros
muchos tipos más específicos, como los que se usan al realizar un electrorretinograma.
Los más utilizados son los mismos que se utilizan en los registros de EEG, que se llaman electrodos de cucharilla
y tienen forma de disco de metal con un agujero en el centro y una cara cóncava que es la que contacta con la
piel del paciente. En esta cara se coloca una pasta conductora que ayuda a que se trasmita la señal entre el
electrodo y la piel del paciente; el electrodo se fija a la piel gracias a la propia pasta conductora, que es densa y
pegajosa, o utilizando un pegamento llamado colodion para lograr una fijación más estable.
Filtros
Los filtros se utilizan para eliminar de las señales registradas las frecuencias o componentes que no nos interesa
analizar y que suponen un artefacto en la respuesta que buscamos, los artefactos más comunes son los
movimientos oculares, los músculos de la cara y del cráneo y el artefacto de 50 Hz producido por la red eléctrica.
Amplificadores
Convertidor analógico-digital
Una vez registrada la señal, para poder analizarla debe ser digitalizada, por ello se convierte la señal analógica
en un secuencia de números que reflejan la amplitud de la señal.
Estimuladores
Los estimuladores utilizados dependen de la respuesta que se quiera estudiar; los más comunes son los
estimuladores eléctricos, auditivos y visuales, aunque existen otros muchos estimuladores dirigidos a explorar el
dolor, la discriminación de frío-calor, etc.
Lo más importante es que el estímulo esté sincronizado con el inicio del registro y es el estimulador el que emite
una señal al equipo de registro cuando emite un estímulo.
Promediación
Online: Se realiza a la vez que se adquiere la señal, para ello se deben dar un número suficiente de
estímulos y promediar todas las señales que se van obteniendo para que se defina el potencial evocado y
se atenúe la actividad de fondo.
Offline: Es la que se utiliza habitualmente y la promediación se realiza sobre una señal previamente
almacenada sin promediar.
Los potenciales evocados se pueden generar en dos puntos: en grupos neuronales (corteza, tálamo, tronco y
médula) y en fibras nerviosas (vías centrales y nervio periférico).
2. Amplitud: Puede medirse desde la línea de base hasta el primer pico o desde un pico hasta el siguiente.
En la práctica clínica, la amplitud es más variable por lo que, en general, resulta menos útil y el factor que
hay que tener en cuenta, principalmente, es la asimetría, aunque existan valores normalizados.
3. Polaridad: Las ondas pueden tener polaridad negativa o positiva, las ondas negativas se representan
hacia arriba y se denominan N y las positivas se representan hacia abajo y se denominan P.
Estas letras van seguidas de un número que puede indicar el orden de aparición de las ondas: N1-P1-N2 o la
latencia de las distintas ondas: N20, P100.
Una excepción son los potenciales auditivos que se denominan de forma especial como veremos en otro
apartado.
Según el tipo de estímulo aplicado podemos dividirlos en potenciales evocados en respuesta a un estímulo
sensitivo o sensorial, en este caso el tipo de respuesta variará según el sistema sensorial estimulado, y
potenciales endógenos o cognitivos cuya respuesta depende de la tarea que debe realizar el paciente y no del
estímulo que recibe; el tipo de tarea puede ser muy diversa según la función cognitiva que se quiera explorar, y
puede consistir en discriminar entre dos o más sonidos o imágenes.
En este punto vamos a ver la clasificación de los potenciales evocados según el estímulo (tipo y frecuencia),
según las latencias de las ondas, el origen del potencial y la situación del punto de registro en relación al
estímulo.
Los potenciales evocados varían según el tipo y frecuencia del estímulo. De forma ideal se buscan estímulos que
sean fáciles de aplicar y que provoquen respuestas amplias, consistentes y reproducibles.
a. Clasificación según el tipo del estímulo: En la práctica clínica los potenciales más utilizados son los potenciales
evocados somatosensoriales, los potenciales evocados visuales y los potenciales evocados auditivos. Aunque
también se pueden explorar otros sistemas sensoriales como el doloroso y el vibratorio, pero estos se usan
menos en la práctica clínica.
Potenciales evocados visuales: Los estudios de potenciales evocados visuales se realizan con un monitor
que presenta un damero de ajedrez en el que los cuadros blancos y negros cambian de posición
periódicamente, es este cambio de posición es el que produce el estímulo de la vía visual, se estimula
cada ojos por separado, obteniendo una respuesta consistente en morfología y latencia lo que les hace
muy rentables en la práctica clínica. El problema de este tipo de estudio es que se precisa la colaboración
del paciente, cuando el paciente no puede colaborar, bien por sus características clínicas o por ser un
bebe, se utiliza otro tipo de estímulo como el flash o LED situados en unas gafas que se le colocan al
paciente aunque las respuestas así obtenidas son menos consistentes.
Potenciales evocados auditivos: Se realizan estimulando cada oído por separado con un estímulo de click
aplicado mediante auriculares y enmascarando el oído contralateral con un ruido blanco para evitar que
perciba el click por vía ósea.
b. Clasificación según la frecuencia del estímulo: En base a esta variable podemos obtener potenciales
transitorios y potenciales de estado estable.
Potenciales transitorios: Dentro de este grupo se encuentran los potenciales que se utilizan
habitualmente, se obtienen aplicando estímulos de breve duración y con un intervalo interestímulo
(frecuencia) que permita registrar la respuestas a estímulos consecutivos sin que se superpongan, es
decir, el potencial generado por un estímulo comienza y finaliza antes de que se inicie el potencial que
generará el siguiente estímulo. Como regla general los potenciales de larga latencia precisan estímulos de
baja frecuencia (intervalo interestímulo amplio).
Potenciales de estado estable: Se obtienen con estímulos de frecuencia alta y las respuestas obtenidas se
estudian mediante una transformada de Fourier.
2.1.7.2. Clasificación según el origen del potencial
Los potenciales evocados se producen por la despolarización de toda la vía tras el estímulo, así podemos
registrar la respuesta a lo largo de toda la vía, pudiendo distinguir componentes corticales y subcorticales.
2.1.7.3. Clasificación según las latencias de las ondas
Según el intervalo de tiempo o latencia de la respuesta obtenida desde que se produce el estímulo, los
potenciales evocados se dividen en:
Los potenciales de larga latencia son de gran amplitud pero de baja consistencia y la falta de atención por parte
del paciente hace que se obtengan repuestas poco reproducibles, un ejemplo son los potenciales cognitivos como
P-300 (llamados así porque la respuesta se obtiene 300 msg después del estímulo). Una excepción son los
potenciales visuales P-100, que a pesar de ser de larga latencia son reproducibles y muy útiles en la práctica
habitual.
Los potenciales de latencia media y corta son más consistentes y no se afectan fácilmente, por lo que en un
paciente en coma y con aplanamiento del EEG se pueden obtener potenciales auditivos de tronco y potenciales
somatosensoriales.
Al realizar cualquier estimulación sensorial se obtienen respuestas de larga, media y corta latencia, ya que estas
respuestas se van generando en distintos puntos de la vía que se quiera estudiar.
Se debe tener en cuenta qué tipo de potenciales interesa registrar para estudiar cada vía sensorial a la hora de
decidir el punto y los parámetros de registro y las características del estímulo.
2.1.7.4. Clasificación según el punto de registro
potenciales de campo cercano: aquellos que se generan cerca del punto de registro.
potenciales de campo lejano: cuando se generan lejos del punto de registro, habitualmente se originan en
el sistema nervioso profundo.
2.1.8. Indicaciones clínicas de los potenciales evocados
El estudio de potenciales evocados es útil para valorar la función sensorial en el diagnóstico de enfermedades
neurológicas y controlar de forma objetiva su evolución.
Los potenciales evocados permiten el estudio objetivo de las alteraciones sensoriales, pero no proporcionan
información sobre la etiología de estas alteraciones.
Pueden detectar alteraciones subclínicas. En este tipo de procesos se pueden obtener datos de afectación
objetiva, aunque el paciente no presente clínica.
En las situaciones en la que exista una discrepancia entre las manifestaciones clínicas y la exploración
convencional, es muy útil la demostración objetiva de una alteración en los potenciales evocados que, en
ocasiones, incluso puede diferenciar entre lesiones centrales y periféricas. Cuando existe una alteración por
desmielinización se observa un aumento de las latencias mientras que las lesiones axonales producen un
descenso de las amplitudes.
En patologías en las que está aumentada la excitabilidad cortical se encuentran potenciales de amplitud muy
aumentada, esto ocurre por ejemplo en las mioclonías corticales.
Los PE ayudan a definir la distribución anatómica de las alteraciones descritas por el paciente.
Son también útiles en el control objetivo de la evolución de los cambios que se producen en un paciente
diagnosticado previamente.
En los últimos años, se usan cada vez más en la monitorización intraoperatoria en neurocirugía, traumatología,
otorrinolaringología…
Introducción
Al aplicar un estímulo visual se provoca una respuesta a nivel de la corteza visual primaria que podemos
registrar en forma de potencial evocado visual (PEV).
2.2.1.1. Generalidades
Para obtener el potencial visual se deben aplicar estímulos
cortos y controlados y registrar la señal mediante
electrodos colocados en la región occipital. La respuesta
obtenida dependerá de la integridad del ojo (cámara
anterior y retina), del nervio óptico y quiasma, de las
cintillas ópticas y de la corteza visual.
Se estimula cada ojo por separado con un ángulo visual, determinado por el tamaño del cuadro, una luminosidad
y un contraste determinados.
Normalmente se suele estimular con la pantalla completa, aunque en ocasiones se puede estimular sólo con la
mitad o con un cuadrante de la pantalla, esto es útil para estudiar las hemianopsias y las cuadrantanopsias.
El potencial que obtenemos consta de una onda positiva cuya latencia es de 100 msg, se origina en la corteza
visual primaria, depende de la retina central y es la medida más importante en este estudio. Esta onda va
precedida y seguida de dos ondas negativas a 75 y 145 msg respectivamente (N75 y N145).
Para el análisis de los potenciales evocados visuales debemos tener en cuenta la latencia y la amplitud de las
ondas N75, P100 y N145 y la diferencia interocular de la latencia y de la amplitud de la onda P100.
El electrodo Oz se registra la respuesta de la corteza visual independientemente del ojo que estemos
estimulando. Los electrodos laterales (O1 y O2) son más útiles cuando se estimula por hemicampos.
2.2.1.3. Aplicaciones clínicas del potencial evocado visual generado
con pattern reversal
La mayor indicación de este tipo de potenciales son las alteraciones del nervio óptico y se pueden alterar por
lesiones previas a la retina que impidan que la luz llegue correctamente a esta (como ocurre en las opacidades
que provocan las cataratas). Entre estas indicaciones encontramos:
Lesiones desmielinizantes del nervio óptico en las que se observa un aumento de la latencia de la onda
P100 con una amplitud normal o casi normal. El ejemplo más frecuente de este tipo de alteraciones es la
esclerosis múltiple. Los potenciales evocados visuales son los más sensibles en el diagnóstico de esta
enfermedad que suele debutar con una neuritis retrobulbar, como hemos dicho se producirá un aumento
de las latencias de las ondas P100 y N75 y N145 y, aunque en fase aguda habrá un descenso de la
amplitud cuando la lesión está estable, la amplitud será normal.
Neuropatía óptica isquémica en la que se observa un descenso de la amplitud con valores normales o casi
normales de las ondas.
Son muy variables por lo que en principio sólo se valora si están ausentes y si hay una diferencia interocular de
amplitud o latencia pueden indicar porque pueden indicar que existe una lesión.
Los potenciales evocados visuales con flash son menos sensibles que los pattern reversal y están indicados en:
Falta de colaboración del paciente (recién nacidos) o grandes dificultades para fijar la mirada en el
damero.
Pacientes con opacidades oculares (cataratas) y grandes alteraciones refractivas (grandes miopías) que no
permitan que el paciente vea el damero
2.2.2. Potenciales evocados auditivos
Introducción
Al aplicar un estímulo auditivo se provoca una respuesta a nivel cerebral que podemos registrar en forma de
potencial evocado auditivo.
2.2.2.1. Generalidades
a. Estímulo: Para obtener el potencial auditivo se pueden aplicar estímulos de distintos tipos: clics, pips (son
clics que se filtran a una frecuencia) y tonos
b. Clasificación según el tiempo de latencia: los potenciales evocados auditivos se clasifican según la latencia de
las repuestas:
Repuestas de corta latencia con valores menores de 15 msg como los potenciales evocados auditivos de
tronco cerebral (PEATC) y la cocleografía. El origen de estas respuestas está en el tronco cerebral y en la
coclea.
Respuestas de media latencia de origen incierto como los potenciales de estado estable.
Fueron descritos en 1971 por Jewett y Willson como un conjunto de ondas positivas de corta latencia y de campo
lejano que aparecen tras el estímulo con clics o tonos.
a. Análisis del potencial evocado de tronco cerebral: las primeras cinco ondas son las que se analizan en la
práctica clínica y se denominan con números romanos del I al V, siendo la onda I la de menor latencia y la onda
V la de mayor latencia y amplitud. Frecuentemente la onda IV no es una onda independiente y aparece
superpuesta a la onda V por lo que se habla de complejo IV-V
El origen de estas cinco ondas se localiza en el nervio acústico y en el tronco del encéfalo y el resto (VI y VII) lo
hacen en el tálamo.
Son respuestas de baja amplitud por lo que hay que promediar varias veces (1000 o más), son señales muy
estables por lo que no se ven influenciadas por la anestesia o el sueño.
b. Aspectos técnicos: se estudia cada oído por separado con estímulos ajustados según el umbral auditivo del
paciente y enmascarando el oído contralateral con un ruido blanco para que no perciba el sonido a través de la
vía ósea.
Los electrodos se colocan en Cz el activo, la referencia en mastoides ipsilateral al oído que se va a estudiar y la
tierra en la mastoides contralateral.
c. Análisis y origen del potencial evocado auditivo de tronco cerebral: como ya hemos dicho, el potencial
evocado auditivo está formado por cinco ondas que se denominan con números romanos, son de campo lejano
excepto la onda I y son los únicos potenciales en los que la polaridad no se invierte al representarlos, es decir, la
parte positiva está hacia arriba.
Las ondas que se analizan en la práctica clínica son las cinco primeras, se ha estudiado en modelos animales y
en pacientes con implantes cocleares y con implantes auditivos de tronco el origen de estas ondas.
La onda I se origina en la parte distal del nervio auditivo y puede tener un componente colear.
La onda II se origina en los núcleos cocleares.
La onda III en el complejo olivar alto.
La onda IV en el lemnisco lateral.
La onda V en el colículo inferior.
Aunque los últimos estudios indican que la onda III se origina en los núcleos cocleares y que las ondas IV y V lo
hacen ambas en el colículo inferior.
d. Estímulo:El tipo de estímulo más utilizado son los clics, estos son un estímulo breve que se genera al trasmitir
el auricular una onda eléctrica cuadrada, de contenido frecuencial amplio (2000-4000 Hz). Los clics pueden ser
de rarefacción (los más utilizados) en estos el desplazamiento de la membrana del altavoz es hacia dentro y de
condensación cuando se desplaza hacia fuera.
La intensidad del estímulo es el parámetro que más influye en la generación de los potenciales evocados de
tronco, a mayor intensidad de estímulo menor latencia de todas las ondas, aunque conviene recordar que la
relación latencia/ intensidad del sonido no es lineal. Al cambiar la intensidad del estímulo se produce una
variación de la latencia homogénea en todas las ondas por lo que el intervalo entre ellas se mantiene estable. Al
disminuir la intensidad del estímulo las ondas se hacen cada vez menos visible, siendo la onda V la última en
desaparecer. Por todo esto hay valores normativos según la intensidad del estímulo.
La frecuencia del estímulo también influye en la generación de los potenciales evocados auditivos, al aumentar la
frecuencia se produce un aumento homogéneo de las latencias y si la frecuencia aumenta por encima de los 30
Hz se produce un descenso de la amplitud de las ondas que es menos marcado para la onda V.
e. Aplicaciones clínicas
En la práctica clínica los valores a tener en cuenta son:
La amplitud es más variable por lo que no tiene aplicación clínica excepto en la ausencia de alguna onda. El
parámetro que sí tiene importancia es la relación entre la amplitud de las ondas I (la única que se genera fuera
del sistema nervioso central) y la V, es el llamado cociente I/V cuyo valor varía entre 50 y 300%: si el valor
obtenido supera el 300% indica una probable hipoacusia neurosensorial con alteración de la amplitud de la onda
I.
Latencias:
El aumento de la latencia de la onda I indica que puede haber una hipoacusia, bien de transmisión o bien
neurosensorial. La única onda valorable cuando se estimula a intensidades muy bajas es la onda V.
Intervalos:
El intervalo entre las ondas I y III evalúa la conducción periférica de la vía, es decir, el nervio auditivo.
El intervalo entre las ondas III y V evalúa la vía desde los núcleos cocleares hasta el colículo inferior.
El intervalo entre las ondas I y V es el más sensible pues evalúa la función de toda la vía.
La patología de la vía auditiva puede ser periférica como el neurinoma vestibular o central como la esclerosis
múltiple, lesiones vasculares, tumores del tronco cerebral, etc.
Este tipo de potenciales también pueden utilizarse dentro del protocolo de diagnóstico de muerte cerebral, si
aparecen ondas de origen central indica que hay actividad en el tronco cerebral, aunque la ausencia de estas
ondas no siempre se relaciona con la muerte cerebral, puede ocurrir que el paciente tenga una sordera profunda
o cofosis y por eso no se obtengan ondas.
Este tipo de estudio valora la funcionalidad de la vía auditiva hasta el tronco del encéfalo pero no valora la
existencia de sordera cortical.
Pacientes que no colaboran en una audiometría convencional, como los niños pequeños y neonatos,
pacientes con trastornos del lenguaje, autismo.
Pacientes simuladores / Sordera psicógena.
Como hemos dicho, al disminuir la intensidad del estímulo van desapareciendo las ondas del potencial hasta que
desaparece la onda V. Lo primero que haremos en estos estudios es determinar el umbral auditivo objetivo, es
decir, la mínima intensidad a la que aparece la onda V.
Al cambiar la intensidad del estímulo también cambia la latencia de las ondas, esto es útil al estudiar las
diferentes hipoacusias, así en las de transmisión hay un aumento de latencia de todas las ondas y en las
neurosensoriales cocleares los valores tienden a normalizarse a intensidades altas y aumentan mucho a
intensidades bajas.
2.2.3. Potenciales evocados somatosensoriales
Introducción
Al aplicar un estímulo eléctrico en un territorio cutáneo o de un nervio periférico se provoca una respuesta a
nivel de la corteza cerebral que podemos registrar en forma de potencial evocado somatosensorial o somestésico
(PESS).
2.2.3.1. Generalidades
a. Estímulo
El estímulo más utilizado es el eléctrico, normalmente estimulando un nervio mixto, que en las extremidades
superiores suele ser el nervio mediano, a nivel de la muñeca, y en las inferiores el nervio tibial posterior, en el
maléolo interno. La intensidad del estímulo debe ser la suficiente para producir una mínima contracción
muscular, a partir de este punto, aunque se aumente la intensidad no aumenta la amplitud de la respuesta, de
esta forma obtendremos respuestas que proceden sobre todo del sistema cordonal posterior.
b. Montaje de electrodos
Según la colocación de los electrodos podemos obtener componentes de los PESS que se generan en distintos
puntos de la vía: periférico, espinal, subcortical y cortical.
En los PESS de nervio mediano y en los de nervio tibial posterior podemos distinguir componentes de campo
cercano y de campo lejano.
Para el estudio de los PESS de nervio mediano se suele utilizar el siguiente montaje: punto de Erb ipsilateral al
estímulo, referido al punto de Erb contralateral, quinta vértebra cervical-punto de Erb contralateral al estímulo y
corteza parietal contralateral-corteza frontal. Para el nervio tibial posterior se suele utilizar segunda vértebra
lumbar-ombligo, frontal-quinta vértebra cervical y corteza parietal-corteza frontal.
El valor más importante en este tipo de estudios es la latencia de las diferentes ondas. La amplitud es más
variable y toma importancia cuando se objetiva una asimetría o en el caso de ausencia de alguna de las ondas.
En algunos casos se puede objetivar un aumento de la amplitud de las ondas como ocurre en las mioclonías
centrales.
2.2.3.3. Clasificación según el punto de registro
En extremidades superiores los electrodos del punto de Erb permiten recoger la respuesta a nivel del plexo
braquial, el electrodo de la quinta vértebra cervical recoge la respuesta del fascículo cuneatus del cordón
posterior, en las extremidades inferiores se registra en punto lumbar para obtener la respuesta de la región
posterior de la médula. En la corteza parietal se obtiene la respuesta de la corteza somestésica primaria.
Se recogen con un electrodo situado en corteza parietal ipsilateral al estímulo y referido a un electrodo fuera de
la cabeza, estos potenciales se pueden utilizar como complemento de los de campo cercano.
2.2.3.4. Potenciales evocados de nervio mediano
Neuropatías: los potenciales somatosensoriales sirven para valorar los segmentos que son inaccesibles
mediante otras técnicas, algunas de las indicaciones son el síndrome de Guillain-Barré, polineuropatías,
Mono neuropatías, axonopatías distales.
Lesiones focales del tronco encéfalo, tálamo o hemisferios cerebrales como tumores, hemorragias o
infartos, aunque hoy en día casi no se usan, han sido sustituidos por técnicas de imagen.
Valoración del coma: cuando desaparece la onda N20 indica mal pronóstico, aunque la persistencia de la
onda 20 no necesariamente indica buen pronóstico.
Diferentes técnicas existen para realizar el procesamiento de la señal, como pueden ser algoritmos matemáticos,
análisis estadísticos (transformada de Fourier, Gabor, etc.) pudiendo así comparar sujetas sanos y detectar
anormalidades objetivas, siendo la más empleada la Transformada rápida de Fourier, que puede establecer la
distribución general de las frecuencias en el EEG y su amplitud propia en diferentes unidades de tiempo; los
datos comúnmente extraídos del espectro de frecuencia son:
Potencia absoluta: el área entre dos frecuencias que definen el ancho de la banda (δ, θ, α y β).
Potencia relativa: un valor de energía relativa de una banda específica dividido entre el valor absoluto del
espectro completo.
Coherencia
Actualmente su uso está más extendido en investigación en neurociencias que en la práctica clínica habitual. Las
principales indicaciones son:
Resumen
El EEG ha sido desde sus comienzos clave en el diagnóstico de la epilepsia. No solo ayuda en el diagnóstico sino
también es clave en la clasificación de los distintos tipos de epilepsia. La monitorización video-EEG prolongada
permite correlacionar las alteraciones clínicas con las alteraciones que aparecen en el registro EEG, siendo en la
actualidad el "gold-standar" en el diagnóstico de crisis epilépticas. También es útil para excluir crisis epilépticas
en aquellas alteraciones clínicas paroxísticas que pueden parecer crisis epilépticas, pero no se acompañan
simultáneamente de alteraciones en el registro (pseudocrisis o crisis psicógenas). El EEG también tiene utilidad
diagnóstica en algunas alteraciones del nivel de conciencia debidas a estado epiléptico persistente que no se
manifiesta con clínica motora o sensitiva obvia, pero si con alteraciones de la conciencia no atribuibles a otra
causa. ¿La alteración de la conciencia se debe a un estado epiléptico no convulsivo, efectos medicamentosos o
causas metabólicas? El EEG nos puede orientar hacia el diagnóstico adecuado
Hemos de subrayar el hecho de que una historia clínica detallada aumenta la capacidad diagnóstica tanto del
EEG como de los potenciales evocados. La correlación de los datos clínicos tanto de anamnesis como de
exploración con los hallazgos neurofisiológicos, incrementa en gran medida la utilidad de los hallazgos obtenidos
en estas pruebas complementarias.
En definitiva, tanto el EEG, como el mapeo cerebral y los potenciales evocados aportan una información que es
en ocasiones clave, en una amplia gama de enfermedades neurológicas.
Ejercicios de autoevaluación
2. El ritmo cerebral alfa tiene frecuencias entre 8 y 12 Hz. En el adultos sano, ¿en qué región
cerebral y circunstancias podemos localizar este ritmo?
3. Señale cuál de las siguientes no se utiliza como método de activación en el registro EEG
b) Privación de sueñ
d) Hiperventilación
4. ¿En cuál de los siguientes grupos de fármacos se ha descrito alteración de la actividad EEG?
a) Antibióticos
b) Analgésicos
c) Neurolépticos
d) Dopaminérgicos
5. Los potenciales evocados tienen como principal finalidad evaluar la trasmisión de los
estímulos a través del sistema nervioso. ¿Cuál de los siguientes tipos de PE son los menos
utilizados?
a) PE motores
b) PE visuales
c) PE somatosensoriales
d) PE auditivos
6. En los potenciales evocados visuales, ¿qué potencial se origina en la corteza visual primera,
siendo el más importante en este estudio?
a) N75
b) P100
c) N145
d) P175
a) Radial y perineal
b) Mediano y perineal
8. En el estudio de los PE auditivos, ¿qué onda es la última que desaparece cuando disminuye
progresivamente la intensidad del estímulo?
a) II
b) III
c) IV
d) V
ENVIAR RESPUESTAS
Solucionario
1. a
2. d
3. c
4. c
5. a
6. b
7. d
8. d
Bibliografía
Electroencefalograma
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