Está en la página 1de 4

David Pérez Giménez

¿Qué aporta un intérprete a una partitura?


Como todos sabemos, un intérprete realiza una ejecución de una obra
aportando su sonido, su fraseo, su intención e incluso su articulación. Teniendo
en cuenta estas cuestiones, podemos afirmar que la interpretación de una
partitura es un trabajo subjetivo por parte del artista. Vamos por tanto a realizar
un breve estudio de cuáles son los elementos que un músico utiliza a la hora de
interpretar una pieza y cómo esto provoca diferencias enormes entre algunas
interpretaciones de una misma obra, dependiendo también de los diferentes
análisis que estos realizan.

En esta ocasión utilizaré la sonata de P.Hindemith para trompeta ya que es algo


que he estudiado recientemente.

Mi interpretación del primer movimiento comienza con el tema A, con carácter


fuerte y decidido. Para conseguir este carácter, utilizo una articulación bastante
dura y un sonido potente pero centrado, para no perder la elegancia.

Después de repetirse este mismo tema transportado, comienza una parte que
muchos interpretan como tema B, aunque mi opinión es que esta parte se trata
de una transición hacia el tema B que aparecerá más adelante. Esta visión
particular hace que dote esta parte de un carácter confundido y dudoso, lo cual
provoca al oyente una sensación de inquietud ya que no se sabe muy bien hacia
David Pérez Giménez

dónde va esta parte. Para conseguir este efecto, busco balancear ciertas notas
durante el crescendo, desordenando levemente la dirección de la frase.

La transición desemboca en el tema B, muy lirico, lo cual contrasta a la


perfección con el tema A. En mi interpretación busco que esta diferencia sea
todo lo pronunciada posible. Utilizo un legato muy intenso entre las notas, todo
lo contrario que en el tema A.
David Pérez Giménez

Después de repetirse el tema B en el piano, el compositor coge el motivo


principal del tema B y lo va repitiendo y acortando en la trompeta, lo cual
produce sensación de agobio. Este breve puente acaba desembocando otra vez
en el tema A, transportado más agudo y con todavía más fuerza. En este caso,
bajo mi punto de vista, creo que el intérprete debe manejar y administrar de
una manera muy controlada el crescendo progresivo, para conseguir en el
público este efecto de agobio que “explota” en el tema A.

Más tarde, aparecerá una cadencia que cerrará toda la Exposición y dará paso al
Desarrollo.

¿La partitura en sí es una obra, o para que llegue a serlo necesita de un


intérprete?

Bajo mi punto de vista, una obra musical no llega a completarse como tal hasta
que un intérprete la ejecuta. No obstante, no creo que no se le pueda llamar
obra al manojo de partituras que ha escrito un compositor, ya que esto les
desprestigiaría y la música a ejecutar, al fin y al cabo, está plasmada ahí. Mi
explicación es la siguiente: una obra musical no llega a ser obra de arte hasta
que un músico la interpreta.

Para explicarme mejor pondría un ejemplo comparando con el arte de la poesía.

Un escritor escribe un poema como obra artística, pero donde de verdad se


produce el arte es cuando ésta se recita.
David Pérez Giménez

David Pérez

También podría gustarte