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La Columna J
La Columna J
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LA COLUMNA J
Este tema, está en relación directa con el Templo y el cambio que se produce en el presente
grado. Cuando pasamos a ser C.·. es cuando comenzamos a comprender mejor los misterios de la
Mas.·. y por tanto las responsabilidades con nuestros semejantes. Implica el cambio de la Columna
B a la J, que es el significado de la palabra sagrada de ‘perseverancia en el bien’.
De acuerdo al Segundo Libro de Crónicas del V.·.L.·.S.·., Jehová ofreció a Salomón lo que él quisiera
sobre la faz de la Tierra, y éste nada más pidió dos cosas: Sabiduría y Ciencia para poder gobernar
al numeroso pueblo israelí. Dios, conmovido por un pedido tan desinteresado de riquezas
materiales o de males ajenos, no solo le concedió a Salomón el pedido de Sabiduría y Ciencia, sino
que lo complementó con “riquezas, bienes y gloria” como ninguno de sus antecesores (incluido
David, su padre) había recibido.
Para retribuir semejante favor de Jehová, Salomón decidió levantar una Casa en su nombre, donde
se le pudiera rendir adoración y sustituir la llaneza del Tabernáculo móvil (santuario en el que
Salomón conversó con Dios) por algo perpetuo. La ubicación sería la misma del Tabernáculo, sobre
la explanada del monte Moriá (donde actualmente se encuentra el ‘Domo de la Roca’ en
Jerusalén). Para su construcción, mandó a traer al rey de Tiro, Hiram, reconocido por su sabiduría,
inteligencia y capacidad en las ciencias. El rey Hiram era un hábil conocedor de las técnicas del
trabajo en bronce. Para la ejecución de la obra, el rey Hiram convocó al afamado arquitecto Hiram
Abi, quien estuvo a cargo de toda la obra.
La columna de la izquierda era el sitio donde los AA.·. de la obra recibían el salario por su labor.
Dicho pilar es reconocido por la letra ‘B’, la primera de su nombre: B.·..
La columna de la derecha era la ubicación designada para que los CC.·. fueran retribuidos por su
tarea. La letra ‘J’ distingue a esta columna, al ser la primera de su nombre: J.·..
El maestro Hiram Abi revistió ambas columnas con bronce fundido. Medían ocho metros de alto y
cinco metros y medio de circunferencia. Sobre las columnas se posaban dos capiteles de bronce
con forma de lirios (cada uno de ellos de dos metros y veinticinco centímetros). Alrededor de cada
uno de estos capiteles colocó una malla trenzada en forma de cadena con dos hileras con
doscientas granadas que envolvían cada malla formando una especie de globo. La malla simboliza
los lazos de amor que unen a los hermanos de todo el mundo, los lirios expresan la virtud y paz
por su blancura, y las granadas por la abundancia de sus semillas.
Por la ubicación de las columnas -ambas localizadas “fuera” / “cerca” / “delante” del templo
(según escritos del Antiguo Testamento) y a la intemperie- podemos afirmar con certeza de que no
servían un propósito arquitectónico. Su utilidad obedecía más bien a un sentido simbólico y
espiritual.
Ambas columnas eran huecas y se utilizaban como archivos. Ahí se almacenaba todo el arte y la
ciencia. Una era la copia de seguridad de la otra, para que perduren en el tiempo y aquellos que
pudiesen descifrarlo cuenten con ese conocimiento.
La columna ‘J’ era incombustible, tenía en su interior una argamasa parecida al basalto o asbesto,
como material imposible de quemar.
El Dr. Albert Mackey, uno de los más prominentes autores sobre Mas.·., respalda esta acepción
basado en sus estudios acerca de la utilidad que los israelitas les confirieron a las columnas.
Mackey señala en una de sus obras, que precisamente lleva por título el nombre de las columnas,
que ambos apelativos representan "un recuerdo de las repetidas promesas de auxilio que Dios dio
a su pueblo Israel”.
J.·. se deriva de JAH (JEOVHA) y de IACHIM (ESTABLECERÁ). La unión de ambas voces significa
"DIOS ESTABLECERÁ SU CASA EN ISRAEL".
B.·. se descompone en B (EN) y OAZ (FUERZA), dando a entender que será "Establecida en
Fortaleza" y que Dios dijo "Con fuerza estableceré esta mi casa para que esté firme para siempre".
En nuestros templos de Mas.·. Especulativa, al ingresar por el occidente nos encontramos con
estas dos columnas. Los AA.·., que se alinean bajo la columna ‘B’, tienen la misión de dominar la
materia y las emociones propias del mundo terrenal. Es por eso que sobre el capitel de su columna
se posa una esfera terrestre, que refleja el mundo terrenal y todo lo evidente ante ojos profanos.
Por su lado, la columna ‘J’ es para los CC.·. que se dedican al estudio y dominio de las siete artes
liberales, aquellas que nos ayudan a comprender la realidad y el conjunto de microcosmos que la
componen. Esta labor es simbolizada por la esfera celestial que corona la columna ‘J’.
Debemos considerar siempre al ‘Templo’ como el crisol de los alquimistas. Es el Templo la imagen
de la transformación o transmutación, de la alquimia espiritual que debe operarse en la persona
misma del masón. Se nos ha dicho también que el templo es el universo, y que sus símbolos son
microcósmicos, y el francmasón evoluciona según un orden microcósmico.
Así, a manera de conclusión al presente trazado, diremos que en las dos columnas; ‘J’ es la unidad,
‘B’ es el binario, que explican los misterios del antagonismo, es decir; el principio activo busca al
pasivo, tal cual lo manifiesta el principio de la polaridad positiva y negativa pues nada puede
derivarse sin estas dos fuerzas de producción que el simbolismo le da a las dos columnas del
templo significando así LA IDEA DE LA CREACIÓN Y LA REALIZACIÓN.
Creo que el conocimiento y el significado de las dos columnas del Templo, en especial la Columna J
dentro de nuestro diario vivir, harán que comprendamos mejor, las cinco gradas que
simbólicamente se nos hizo subir en nuestro aumento de salario, que representan las virtudes que
como Compañeros cultivaremos:
REFLEXIÓN PERSONAL
Ambas columnas reflejan el pedido de Salomón a Jehová: la Sabiduría que los AA.·.,
cobijados bajo la columna B.·., deben desarrollar para dominar la materia y sobre todo las
emociones. y la Ciencia a la que los CC.·., situados junto a la columna J.·., le dedicamos
estudio a través de las artes liberales que la componen y la explican.
Ambas columnas son el sostén mediante el cual podemos alcanzar un estado de
conciencia superior, imposible de ser soportado por otras fuerzas que no sean las que B.·.
y J.·. resisten. La fortaleza de ambas columnas es la que nos permite subir los cinco
escalones que nos conducirán a la Cámara del Medio.
B.·. + J.·. = Establecerse con fuerza en Dios.
El deber de todo Mas.·. es obrar en procura del bien.
o El bien solo puede encontrarse en Dios.
o Una vez fijados en Dios, el procurar el bien solo se logra con perseverancia/fuerza
(40 años vagando en el desierto).
o La perseverancia en el bien pavimenta el camino hacia nuestro Oriente Simbólico.
o El brillo de nuestra luz interior enciende la inmortalidad de nuestra Alma.
Bibliografía:
1. V:.L:.S:.
2. Ritual de York