Está en la página 1de 8

RESP:. LOG:. SIM:. JUSTICIA Y BONDAD No.

31
VALLE DE ORURO
A: .L:.G:.D:.G:.A:.D:.U:
S: .F:.U:

“LA COLUMNA J”
INTRODUCCION.
Una columna (misma palabra en latín, derivada de volumen, "sostén",
"soporte") es un elemento arquitectónico vertical y que normalmente
tiene funciones estructurales, aunque también pueden elegirse con fines
decorativos.
La columna clásica está formada por tres elementos: basa, fuste y
capitel.
La "basa" correspondería con la cepa del árbol, el fuste con el tronco y
el capitel el nacimiento de sus ramas más gruesas.
Ahora bien según esta analogía, autores como Vitruvio piensan que las
primitivas columnas imitaban a los árboles, pues en realidad terminaron
por sustituir los troncos por columnas de piedra, más duraderas,
llevando además, siguiendo con la analogía, a ver en las acanaladuras
de los fustes la corteza del árbol.
Dentro nuestro Templo dos  grandes columnas esperan silenciosas a
que atentos nos perdamos en sus misterios.
Sostenes de las fuerzas materiales y de cohesión celeste: Me refiero a
aquella columna que brilla con todo su esplendor, a aquella  que
magnífica es bañada por los poderosos rayos de nuestro Astro Padre.
Esta Columna ostenta orgullosa y altiva la letra “J” en su centro como
símbolo de FUERZA y ESTABILIDAD, sustentadora excelsa del Grado
de Compañero, con su capitel coronado por la esfera celeste o por las 5
granadas, sustentando la Gravitación Universal. Adornada de lirios y
granadas, y a sus pies  reposa altiva la Piedra Cubica en punta.

DESARROLLO.
Cuando Hiram Abif construye las columnas del pórtico, las hizo ambas
de 18 codos israelitas (44,5 cm), aproximadamente pasado los 8
metros. Eran de bronce y el bordo o el capitel tenia forma de Cáliz en
forma de Flor de lis, (léase 1 Reyes 5-7), dos hileras de granadas para
los capiteles, los capiteles medían 5 codos alrededor de 2 1/2 metros,
puestos en los capiteles había «trenzas a manera de red» y cordones a
manera de cadenas, y alrededor de las redes dos hileras de granadas
para cada capitel.-

Nos resulta obvio que las columnas constituyen un portal muy


firmemente establecido y fuerte que claramente separa el mundo
profano de la cámara interior en la que los masones realizan sus
trabajos lejos de “la indiscreción de los profanos”.
También son importantes, como en las coronaciones de antaño, en el
momento de la iniciación, porque ha habido un ingreso o crecimiento
masónico que indica que uno está pronto para un renacimiento
espiritual y por lo tanto debe pasar entre columnas ingresando a un
nuevo nivel de conciencia, con la comprensión de que lo que necesita
es el firme control que una de las columnas representa y la fuerza
representada por la otra, sabiendo que control sin fuerza es tan fútil
como fuerza sin control.
En el primer libro de Reyes, (capítulo VII, versículo 21) se dice: “Estas
columnas erigió en el pórtico del templo; y cuando hubo alzado la
columna del lado derecho, le puso por nombre Jakim, y alzado la
columna del lado izquierdo, llamó su nombre Boaz” (lR. 7,21). En el
segundo libro de Crónicas, capítulo 3, versículo 17, se reitera el hecho
diciendo: “Y colocó las columnas delante del templo, una a mano
derecha, y otra a la izquierda; y a la de mano derecha llamó Jakim, y a
la de la izquierda, Boaz”
La columna de la derecha dedicada a Jakim nos plantea dudas en
cuanto a su significado, pues investigando en los libros del Antiguo
Testamento encontramos: a un Jakim, en el Pentateuco, que era hijo de
Simeón, hijo de Jacob y padre de los Jachinitas o asociación de
hombres justos tal como consta en Gen.46, 1O, en Ex. 6, 15 y en Núm.
26,12.
Pero también en los libros históricos se habla de otro Jakim, que era un
sacerdote contemporáneo del rey David, tal como se indica en 1R.7, 21
y en 2Cron.3, 17. Según las crónicas, se llamó también así el jefe de
una familia Sacerdotal, a quien tocó el turno número 21 entre los 24 que
tuvieron a su cargo el servicio del Templo de Salomón.
Dado que la columna de la izquierda ofrendada a la sucesión de la
familia real de la que proviene Salomón, hijo del Rey David y biznieto
del Juez Boaz, es muy probable que la de la derecha este consagrada a
la familia Sacerdotal a cargo del servicio del Templo.
Los dos pilares que permiten el paso hacia lo sagrado y desconocido,
es muy probable que hayan representado una a la familia Sacerdotal y
la otra a la dinastía del Rey David
.Otras versiones atribuyen su nombre a otro significado:
 El nombre de Boaz significa «en El (Dios)hay fortaleza«
. El nombre de Jakim significa «El Establecerá«,
Argumentan que cada una de estas palabras es la primera de una
inscripción que entera decía: “Que el Señor establezca (Jakim) el trono
de David y su reino para siempre y entonces en la fortaleza (Boaz) del
Señor se regocijará el rey”.
Esta teoría, aunque es lógica e interesante y quizá haya sido el espíritu
de las palabras, no es la impresión que dan los textos bíblicos que
simplemente citan los nombres de las columnas como si hubieran sido
nombres personales.
Las columnas J y B (Jakím y Boaz) deben estar siempre en su lugar:
Jakím a la derecha y Boaz  a la izquierda.
En los templos masónicos, las dos columnas del Templo (J y B), no
deben estar ni muy cerca ni muy lejos: debe haber un espacio entre
ellas como para que la luz pase por allí.
Significados de las dos columnas
Al igual que los símbolos más ocultos, los dos pilares masónicos ocultan
múltiples significados. Para algunos representan el equilibrio entre dos
fuerzas opuestas, el
activo y el pasivo, el Sol y la Luna, Bueno y Malo, la Luz y la Oscuridad.
Entre esos opuestos está la puerta que conduce a la Casa de Dios.
En las enseñanzas cabalísticas, Jakim y Boaz representan los dos
pilares de Sepiroth, el Árbol de la Vida.
En el misterioso árbol Sephirotico, estos dos pilares simbolizan la
Misericordia y la Severidad. De pie ante la puerta del Templo del Rey
Salomón, estas columnas tenían la misma importancia simbólica que los
obeliscos ante los santuarios de Egipto. Cuando se interpreta
cabalísticamente, los nombres de los dos pilares significan «En la fuerza
se establecerá mi casa. »
La columna de la derecha, que se llama Jakim, tiene su fundamento en
Chokmah, la Sabiduría derramada por Dios, los tres globos suspendidos
de ella son todas las potencias masculinas. La columna de la izquierda
se llama Boaz. Los tres globos en ella son potencias femeninas, ya que
se basa en la comprensión, una potencia receptiva y maternal.
Sabiduría, como se ha señalado, se considera como radiante, y la
Comprensión como receptiva, o algo que es llenado por el fluir de la
Sabiduría. Los tres pilares son en última instancia, unidos en
MALCHUT, en el que todos los poderes de los mundos superiores se
manifiestan».
El concepto de los dos pilares que se interponen a las puertas de los
lugares santos se remonta a las civilizaciones antiguas. El acto de
“atravesar” o “pasar por pilares”, representa simbólicamente la
transformación o el inicio. Las columnas constituyen un portal
firmemente establecido que claramente separa el mundo profano a lo
«desconocido” y «de otro mundo”. En la antigua Grecia, se llamaban las
Columnas de Hércules, los promontorios que flanquean la entrada del
Estrecho de Gibraltar.
De acuerdo con el relato de Platón, el reino perdido de la Atlántida se
encontraba más allá de las Columnas de Hércules. La tradición
renacentista nos dice que los pilares llevaron la advertencia «nec plus
ultra» (también «non plus ultra», «nada más»), que sirvió como una
advertencia a los navegantes, para no seguir avanzando.
Simbólicamente, más allá de las Columnas de Hércules podría significar
el abandono del mundo material para llegar a un reino superior de
iluminación.
Por otra parte ambas columnas evocaban a las que, según la leyenda,
sobrevivieron al diluvio, y en las que fueron grabadas todas las ciencias,
y los conocimientos iniciáticos heredados de la humanidad primigenia.
También estos pilares paralelos indican los signos zodiacales de Cáncer
y Capricornio, que se colocaron en la cámara antes de la iniciación para
representar el nacimiento y la muerte – los extremos de la vida física.
Las columnas Jakim y Boaz aluden a un simbolismo cósmico
relacionado con los dos solsticios, en correspondencia con la
observación ritual del sol a lo largo del año. El observador se situaba en
el centro del lugar sagrado, de cara al Este, es decir de cara al sol
naciente. Seguía los desplazamientos progresivos de las salidas del sol
en el horizonte, entre los dos límites extremos alcanzados por los
solsticios de verano e invierno. En algunas alineaciones prehistóricas de
Bretaña, se señalaban esos dos puntos esenciales con dos postes, dos
menhires, o con dos columnas si se trataba de templos más
elaborados. Es muy probable que las columnas hayan señalado estos
límites.
Con las columnas Jakim y Boaz se establecía un enmarque espacio-
temporal indicado por las distintas posiciones del sol y aluden a los dos
solsticios, significando éstos los límites del sol en su recorrido, norte-
sur, invierno-verano. Al mismo tiempo esos pilotes ayudaban a definir
los puntos medios relacionados con los equinoccios de primavera y de
otoño.
Comentarios
El Templo de Salomón no era un lugar abierto a todo el pueblo, sino a
un grupo limitado de personas. La instalación de las dos columnas de
bronce fundido a la entrada del templo marcaban la frontera con el
mundo profano de modo que, aquellos pocos que podían penetrar en el
templo realizaban un auténtico rito de transición al pasar de la oscuridad
a la luz, pues por el Oriente penetraba la luz que irradiaba el templo en
donde se encontraba el Arca de la Alianza. Esto es así pues, el Templo
de Salomón como los templos de la antigüedad, estaba orientado de
acuerdo a los puntos cardinales. Cabe destacar que, al igual que los
egipcios, se creía que el Templo era el recinto donde vivía la Divinidad y
es por eso que había una columna de humo permanente que
simbolizaba su presencia.
El templo de Salomón tenía una configuración en donde ningún detalle
era arbitrario.
Estas columnas de bronce fundido no habían formado parte del
Tabernáculo en la época en que este albergaba el Arca de la Alianza y
el pueblo de Israel llevaba una vida nómade. Tampoco podrían haberlo
estado por su peso, pues dado el tamaño y el espesor, las mismas
pesarían alrededor de 30 Ton cada una. Fundir las mismas representó
un desafío tecnológico para la época, lo que requirió la contratación de
un extranjero experto en fundición como Hiram. Pero tampoco se
levantaron esas columnas de bronce en el segundo, ni en el Tercer
Templo de Jerusalén, construidos posteriormente. Solo estuvieron
presentes en el Templo de Salomón, al igual que las denominaciones
de Jakim y Boaz.
Especulando sobre los motivos que pueden haber influido en la
construcción del templo, cabe recordar que las victorias militares, y la
política de alianzas que forjó David expandieron el territorio y con el
nacimiento de la incipiente monarquía, requirieron afianzar para los
descendientes de Salomón el trono obtenido. Por otra parte, los hebreos
necesitaban los símbolos de un Dios que, en ese lugar y mil años antes,
les había prometido esa tierra para toda su descendencia. Para ello
debían levantar un templo donde ese Dios pudiera ser honrado, para lo
cual habían creado una casta sacerdotal, especialmente instruida para
atenderlo.
Era necesario dejar sentado, mediante la construcción de un obelisco
llamativo, como lo eran esas columnas gigantes, la alianza con Dios a
través de la casta Sacerdotal y la Real, inscribiendo las iniciales de los
antepasados.
Podemos conjeturar que las columnas hayan sido emplazadas para
señalar que: ese límite entre el mundo profano y el celestial, estaba
enmarcado por la línea monárquica sucesoria de los descendientes de
Boaz (David/Salomón) y la Sacerdotal de Jakim
Simbólicamente, la apertura de las columnas nos enseña que debe
haber una separación entre las razones de estado y las sacerdotales.
Mientras que, su parecido nos indica que debe haber armonía entre
ambas, respetando cada cual su lugar y razón de ser. De este modo, los
creyentes deberían tener el deber de contribuir a elaborar un concepto
de laicidad que, por una parte, reconozca a Dios y a su ley moral,
establecida por los sacerdotes y por otra parte respeta la autonomía de
las realidades terrenas representada por los descendientes de Boaz.
CONCLUSIONES.
En mi humilde opinión, es aquí donde la Mazonería y debiera tener una
presencia Activa en todos los órdenes y niveles de la sociedad,
tutelando la evolución de la Humanidad para trasmutar el Poder
Destructivo en Poder Creativo y ayudar a que evolucionemos hacia una
Humanidad más Justa y Perfecta, para que sea Libre, Igualitaria y
Fraterna.
BIBLIOGRAFIA:
 Aldo Lavagnini: Manual del Compañero Masón
 Jorge Adoum: El Compañero Masón
 Jorge Adoum: El Compañero y sus Misterios
 Oswald Wirth: El Libro del Compañero
 Jorge E. Sanguinetti: La Espiritualidad del Compañero Masón 
 Tres HH.·. : El Kybalion

También podría gustarte