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Respetable Logia

“Patria y Libertad Nro 36”


Valle de San Felipe.

“Preparación del postulante y las pruebas iniciáticas”

Omar Prieto Garrido.

A:.L:.G:.D:.G:.A:.D:.U:.

Q:.H:. 2do Vig:. Hernán Herrera Caballlero


Q:.H:.

Introducción.

Solicitar una iniciación, para un profano, no es algo que se tome a la ligera o con
liviandad; muy por el contrario; es una situación a la que se ha puesto seriedad y
estudio, ya que el profano, pronto pasará a ser un iniciado, que llevará consigo un
pacto moral e inmaterial.

Aunque en algunas oportunidades, se ha podido burlar el tamiz con que se


seleccionan los profanos, esta situación ha dejado una experiencia enriquecedora
para aquellos que vieron sus grandes esperanzas abatidas; en especial, por
aquellas personas, cuya ambición está enfocada a lucir insignias de una institución
iniciática como lo es la francmasonería.

Al momento de entrar al vestíbulo exterior, de la casa masónica; me encontraba


vestido para la ocasión, tal como se me había solicitado; sin sospechar jamás que,
al salir de ahí, sería una persona completamente distinta a la que entré.

Estando el recipiendario, se le solicita cambiarse el vestuario y despojarse de sus


metales, materialmente en una cosa fácil, sin embargo, en su sentido esotérico,
busca el desprendimiento de todo brillo externo que fascine y alimente con ello el
ego, separando así, la atención del aspecto externo y comenzando con ello una
mirada introspectiva, agudizando el resto de sus sentidos para ir en búsqueda y
tomar conciencia de la propia ignorancia y pobreza de bienes que en ese
momento presentamos.
El ser conscientes de nuestra propia ignorancia y limitaciones, no hace rechazar o
al menos cuestionar el conocimiento que hemos creído tener, de alguna manera,
nos hace prepararnos para recibir experiencias nuevas, recibir conocimientos
nuevos, es decir, nos prepara para aprender.

El ingreso a la cámara de reflexión, invita al profano, mediante un lenguaje


sencillo, con sentencias claras y contundentes, mediante símbolos y objetos, a
realizar un examen de conciencia, reflexionando para plasmar en el testamento las
respuestas solicitadas.

Ya dentro del templo, durante la ceremonia, el profano es sometido a diversas


pruebas simbólicas, por las que mediante ellas se invita a reflexionar acerca de su
significado.

Se coloca la punta del compás en la tetilla izquierda, advirtiéndosenos que así de


agudo puede ser nuestra propia conciencia, al momento de ser infiel a las
obligaciones contraídas.

Posteriormente, al profano se le invita a someterse a tres recorridos, con distintas


dificultades, cuyo objeto tienen el de la purificación por los elementos; por el aire,
por el agua y por el fuego.

La purificación por el aire, nos recuerda los tumultos, el desorden, el odio, la


envidia, la traición y los tormentos, obstáculos que se encuentran
permanentemente y que aprenderemos a sortear, sin traspiés, en la búsqueda del
ser virtuoso y perfectible.

Al recorrer el camino de purificación por el agua, el ruido de las armas, nos indica
que no solo se debe luchar contra nuestros personales errores, sino también la
lucha del hombre digno y virtuoso en contra de enemigos de todo género.

El recorrido de la purificación por el elemento fuego, ya con menos obstáculos, se


confirma que, con perseverancia en la adquisición de la virtud, se allanan los
tropiezos del camino.
Conclusiones:

La preparación del postulante y el sentido de las pruebas iniciáticas, buscan que el


profano se encuentre receptivo a información que se pretende enseñar, la que se
encuentra contenida en las palabras, dibujos y frases

Con el ingreso del profano a la cámara de reflexión, se invita a recibir la


oportunidad de volver al punto de partida de todo; el inicio del mismo
conocimiento, se es invitado a ignorar ideas preconcebidas, prejuicios admitidos y
tal como aquel candor infantil o aquella sencillez del hombre primitivo, cuya
inteligencia es aún virgen; se prepara para recibir mediante un lenguaje sobrio,
sugestivo, con imágenes y parábolas, la luz.

Reflexiono acerca de la iniciación, como un acto que consiste en pasar de un


estado confuso de conciencia, mudable tempestuoso y oscuro a otro de silencio,
firmeza, paz y luminosidad.

Junto con estas conclusiones, miro hacia el cielo infinito y busco observar la
constelación del centauro, para imaginar ver representado el traspaso del ser
animal, hacia un ser racional; tal como lo hace la iniciación, al hacernos pasar
desde las tinieblas a buscar la luz.

S:.F:.U:.

San Felipe, 10 de julio de 2020 E:.V:.

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