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inter.c.a.mbio, año 6, n.

7 (2009), 55-88
ISSN: 1659-0139

Lo mesoamericano en Aura de Car-


los Fuentes: una propuesta de inter-
pretación
Marlen M. Calvo Oviedo 1
“Solo dañamos a los demás cuando
somos incapaces
de imaginarlos”.
Carlos Fuentes

Recepción: 6 de marzo de 2009 / Aprobación: 11 de junio de 2009

Resumen Abstract

Aura, ha sido sumamente es- Aura, has been extremely stu-


tudiada desde distintos acerca- died from a differents approaches,
mientos, no obstante, tratándose nevertheless, talking each other
de una obra literaria de raigam- about a literary work of Latin-Ame-
bre latinoamericana, los múltiples rican roots, the multiple appro-
enfoques de los estudios realiza- aches of the realized studies have
dos han dejado un tanto de lado left somewhat of side his condi-
su condición y se han abocado a tion and there is the exposed to
buscar en ella modelos que no to- look in it models that do not take
man en cuenta la importancia del in account the importance of the
desarrollo del sincretismo cultural development of the cultural syn-
como substrato del que surgen cretism as substratum from which
amalgamados con diferentes tra- they arise amalgamated with diffe-
diciones traídas a América por los rent traditions brought to America
conquistadores, las visiones de by the conquers, the world visions
mundo o cosmogonías de los po- or cosmogonics from the settlers
bladores del mundo pre-hispáni- of the pre-Hispanic world, in this
co, en este caso particular meso- particular Mesoamerican case.

1 Costarricense, Magistra en Cultura centroamericana con énfasis en Literatura de la Universidad Na-


cional y Doctora en Educación con mención en Mediación Pedagógica de la Universidad de La Salle.
Actualmente se desempeña como profesora de Humanidades de La Escuela de Estudios Generales de
la Universidad de Costa Rica en la Sección de Comunicación y Lenguaje. 55
Correo electrónico: marlen.calvo@ucr.ac.cr
Marlen M. Calvo Oviedo

americano. Desde la perspectiva From the exposed perspective we


expuesta hacemos un breve aná- do a short analysis which we rai-
lisis en el cual planteamos la posi- se the possibility of the emergen-
bilidad del surgimiento de indicios ce of indications that show that,
que muestran que, quizá, desde perhaps, from the unconscious
el inconsciente colectivo, surgen y group, they arise and reveal myths
se develan mitos y ritos del pensa- and rites of the collective Meso-
miento colectivo mesoamericano, american thought, in attachment
en ligazón con otros, como forma with others, as form of resistance,
de resistencia, dando como resul- giving like turned out the possibi-
tado la posibilidad de reinterpretar lity of re-interpreting the holy thing
lo sagrado desde esa configura- from this configuration and revalue
ción y revalorar esa herencia an- this ancestral heredity that habits
cestral que nos habita y permite que us and allows us to get connected
nos conectemos con el rizoma de la with the rhizome of the life of the
vida del ser latinoamericano. Latin-American being.

Palabras clave Keywords

Mesoamérica / profano / sagrado / Mesoamerica / profane / sacred /


sincretismo / símbolo. pagan / syncretism / symbol.

Introducción

L
a novela Aura,2 del autor mexicano Carlos Fuentes ha sido ob-
jeto de múltiples lecturas e interpretaciones, entre ellas se han
estudiado: el narrador, lo simbólico, lo amatorio, lo erótico, lo sa-
crílego, el miedo, la brujería, el vampirismo, y otros.

Es de nuestro interés acercarnos a la novela de Fuentes en busca de


indicios que nos permitan constatar que en ella subyace un sincretismo3
en el cual se mezclan creencias antiguas venidas de las tradiciones tan-

2 Carlos, Fuentes. Aura. Madrid: Alianza, 1994. Todas las citas que hagamos en este trabajo sobre la
novela serán extraídas de la edición citada.

3 Entenderemos aquí el sincretismo como la re-elaboración simbólica que tuvo lugar en América a par-
tir del siglo XVI cuando lo españoles introdujeron la religión católica. Muchos de los pueblos indios
de América no se comportaron como receptores pasivos de una aculturación impuesta desde arriba
sino que reorganizaron sus relaciones sociales, sus creencias y ritos, articulándolos con las nuevas
56 instituciones de la sociedad mayor y mantuvieron dentro de este abigarrado mundo de la aculturación
forzada, una fuerte identidad propia.

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Lo mesoamericano en Aura de Carlos Fuentes: una propuesta de interpretación

to europeas como indígenas, así así, lo profano indígena, desde la


como católicas, tan fundidas unas perspectiva del conquistador, es
en otras que solo han podido es- igual de sagrado para los indíge-
tudiarse separando los elementos nas como lo católico español para
que las integran. los conquistadores.

Es decir, Aura no solamen- Lo sagrado lo es desde el mo-


te posee en sí misma el pasado mento en que deja su condición de
mesoamericano, sino también el profano y se sacraliza, a este acto
pasado europeo y la presencia de de manifestación de lo sagrado
la simbología católica traída por Mircea Eliade (1973) le llamó hie-
los españoles a América, amalga- rofanía4 y nos dice al respecto:
madas con la obra del historiador
clásico francés Jules Michelet, “De la hierofanía más ele-
La Bruja, de quien el autor toma mental (por ejemplo, la ma-
el epígrafe con que inicia la nove- nifestación de lo sagrado
la. Nos hemos planteado aquí la en un objeto cualquiera,
necesidad de ir desentrañando esos una piedra o un árbol) has-
misterios o indicios, tal cual se encuen- ta la hierofanía suprema,
tran en la novela, amalgamados. que es, para un cristiano,
la encarnación de Dios en
Sabemos que ésta será tan Jesucristo, no existe so-
solo una lectura más de la novela lución de continuidad: Se
de Fuentes, pero también esta- trata siempre del mismo
mos seguros de que nuestro plan- acto misterioso: la mani-
teamiento, en alguna medida, será festación de algo “comple-
novedoso y diferente, pues desde tamente diferente,” de una
nuestra perspectiva Aura no es realidad que no pertenece
solamente la otra de Consuelo, a nuestro mundo, en obje-
o de Saga, sino que es la otra de tos que forman parte inte-
distintas visiones de mundo que grante de nuestro mundo
se funden unas con otras. natural, “profano.”5

Como sabemos lo sagrado y 4 Hirofanía, no expresa más que lo que está


implícito en el contenido etimológico, es de-
lo profano constituyen dos mane- cir que, algo sagrado se nos muestra. Podría
ras de situarse en el mundo, dos decirse que la historia de las religiones, de
las más primitivas a las más elaboradas está
formas significativas asumidas por constituida por una acumulación de hierofan-
los humanos a lo largo de la histo- tas, por las manifestaciones de las realidades
sacras. Véase: Eliade, Mircea Lo sagrado y lo
ria, sin embargo el hilo que separa profano. Madrid: Guadarrama, 1973, p.19.
un concepto de otro es muy sutil, 57
5 Idem, p.19.

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Marlen M. Calvo Oviedo

Tenemos entonces que se otros tiempos y circunstan-


puede establecer una relación di- cias, supieron conservar
recta y casi imperceptible entre lo su fe a pesar de sufrir las
que unos u otros puedan conside- más crueles y sangrientas
rar sagrado o profano, y que igual- torturas. El Diablo al que
mente lo profano podría mezclarse muchos aseguraban haber
con lo sagrado y viceversa, “para visto, era un hombre como
aquellos que tienen una experien- otro cualquiera, un sacer-
cia religiosa, la Naturaleza en su dote en cuyo honor se ce-
totalidad es susceptible de reve- lebraban actos de adora-
larse como sacralidad cósmica. ción, ya que se pensaba
El Cosmos en su totalidad puede que en su interior se alber-
convertirse en una hierofanía.”6 gaba un dios encarnado. El
culto tenía un ritual solem-
Desde nuestro planteamiento ne, una de cuyas partes
todo acto sagrado tendrá huellas consistía en un juramento
de actos y simbolismos profanos de fidelidad a él y de renun-
(paganos), así como todo acto cia a todo lo concerniente
profano (pagano) se alimentará a religión rival.” 7
de actos y simbolismos sagra-
dos, como sucede en la novela de Acercándonos al in-
Fuentes. consciente colectivo
Lucy Mair plantea, fundamen- La fantasía es una de las ma-
tada en los estudios de Margaret yores posibilidades de que dis-
Murray sobre la cultura de las ponemos para acceder al más
brujas en el oeste europeo, que lo profundo sustrato desde el cual
que se ha llamado el culto de los hemos brotado, a la vez que nos
brujos: provee de significados desde los
que el rizoma de la vida construye
“no era en realidad sino la nuevas estructuras.
religión precristiana de la
Islas Británicas y de la Eu- Según nuestra lectura, Aura,
ropa Occidental, conser- proporciona un modelo de explo-
vada por los seguidores ración del sincretismo, que nos
fervientes que, de la mis- invita a la reflexión y, en conse-
ma manera que los már-
tires de la Cristiandad en
7 Lucy Mair. La brujería en los pueblos primitivos
58 actuales. Madrid: Guadarrama, S.A., 1969, p.
6 Idem, p.21. 226.

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Lo mesoamericano en Aura de Carlos Fuentes: una propuesta de interpretación

cuencia, a elaboraciones del in- símbolos que son comunes a to-


consciente colectivo aplicables en das las culturas, para lo que ela-
todos los tiempos, lo cual no plan- boró una serie de paralelos en
tea una ruptura entre las diferentes aquellos planos de la actividad
lecturas que puedan o han podido humana donde se utilizan expre-
hacerse sobre esta novela, por el siones llamados no racionales
contrario, creemos que logra inte- como: la mitología, la religión, los
grar las diversas posibilidades de rituales primitivos y ancestrales, y
enfrentar el texto. los sistemas ocultos, por ejemplo.
Al mismo tiempo, pretendía pro-
Además nos permite com- bar que muchos de los arquetipos
prender la frágil línea que divide lo están vivos y vigentes en la psique
sagrado de lo profano, pues am- del ser humano moderno, irrum-
bos son arquetipos del ser huma- piendo una u otra vez en el arte,
no, que aunque contrapuestos, al el folklore y los mitos populares.
final son las caras de una misma Es importante destacar que des-
moneda en el transcurrir histórico de Jung, el símbolo es una uni-
del inconsciente colectivo. dad sintética de significado entre
dos polos opuestos: lo visible y
Tenemos así que en Aura, las lo oculto, es decir, tras su senti-
imágenes que surgen de lo in- do objetivo y visible se oculta otro
consciente permiten, a través del sentido invisible más profundo.
arte, elaborar y transformar sím-
bolos y crear actitudes que, aun- Lo simbólico se puede expre-
que procesadas por la conscien- sar lo mismo en el arte gráfico o
cia, permiten la ampliación de ésta artístico como en las formas di-
última. Armonía que proviene de la námicas de las visiones, los sue-
transformación de la imaginación ños y las fantasías. Además, los
creadora; construyendo las imá- símbolos permiten unir a través
genes ingresan a la consciencia y de sus imágenes la vida consciente
ésta las asimila, se produce así la e inconsciente del individuo, por lo
integración entre dos polaridades que logra la integración de ambas.
fundamentales que son lo incons-
ciente y lo consciente. Para C.G. Jung la mayor parte
de nuestra psique pertenece al in-
Jung,8 intentó vislumbrar la consciente. Desde esta perspecti-
naturaleza e implicaciones de los va, la consciencia es solo una pe-
queña parte de lo psíquico. De ahí
8 Véase al respecto: Carl Gustav Jung. Arque- que lo que llamamos la psique no
tipos e inconsciente colectivo. Barcelona: Pai- sea, de modo alguno, equivalente 59
dós, 1991.

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a nuestra consciencia. psique humana contiene la tota-


lidad de los procesos psíquicos
A partir del análisis de los sue- que se han desarrollado a lo largo
ños en sus pacientes y teniendo de esa historia. Esta psique será
como fundamento los estudios por lo tanto extraordinariamente
realizados por Freud, Jung llegó a vieja y forma la base de nuestra
la conclusión de que las imágenes mente, a la que Jung llamó el in-
e ideas contenidas en los sueños consciente colectivo.
no sólo podrían explicarse en re-
lación con la memoria, sino que Desde esta teoría las semejan-
expresaban pensamientos nuevos zas entre las imágenes oníricas del
que no habían alcanzado el paso ser humano moderno y los mitos
por la conciencia. primitivos serían estructuras psí-
quicas históricas subyacentes o
Jung planteó entonces que imágenes colectivas a las que Jung
muchos de estos pensamientos llamó imágenes primordiales o ar-
inconscientes presentan asocia- quetipos es decir, tipos arcaicos.
ciones e imágenes que son si-
milares a las ideas, mitos y ritos Para Jung el inconsciente co-
primitivos y propone que éstas lectivo se expresa a través de
son elementos psíquicos supervi- imágenes primordiales, las que al
vientes en la mente humana des- ser trasladadas al lenguaje cons-
de tiempos lejanos. Para él las ciente, han resultado en la ma-
asociaciones e imágenes de esta yoría de los mitos y leyendas que
clase son parte integrante del in- hemos creado los seres humanos
consciente y pueden ser observa- para explicarnos la vida misma.
das en todos los seres humanos.
Desde su perspectiva no hay re- Es de nuestro interés ir deve-
manentes sin significado o que no lando los indicios encontrados en
hayan sido vividos, sino que tales Aura que conectan la obra con los
imágenes funcionan y son muy conocimientos ancestrales que
valiosas por causa de su natura- subyacen en el sincretismo del ser
leza histórica, es decir, tienen la latinoamericano, siendo responsa-
capacidad de ser un puente entre ble de reinventar el pasado y plas-
las formas con que expresamos marlo a través de la narración, se-
conscientemente nuestros pensa- gún el mismo Carlos Fuentes: “la
mientos y las formas de expresión función del escritor es reinventar el
más primitivas pasado por medio de la imagina-
ción, diciendo lo que no ha sido
60 La mente guarda historia, y la dicho por los discursos oficiales,

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Lo mesoamericano en Aura de Carlos Fuentes: una propuesta de interpretación

develando la realidad oculta de la Lucía, el Arcángel Miguel,


conciencia de la sociedad.”9 los demonios sonrientes,
los únicos sonrientes en
La fusión: María y esta iconografía del dolor
Cuatlicue y la cólera: sonrientes por-
que, en el viejo grabado ilu-
El abordaje que haremos en el minado por las veladoras,
presente trabajo respecto de la fu- ensartan los tridentes en la
sión entre la religión Católica traída piel de los condenados, les
a América por los conquistadores vacían calderos de agua
y su posterior sincretismo con la hirviendo, violan a las mu-
visión de mundo o cosmogonía de jeres, se embriagan, gozan
los pueblos indios mesoamerica- de la libertad vedada a los
nos, nos permitirá plantear que Aura santos. Te acercas a esa
es posible a partir de la amalgama imagen central, rodeada
de una serie de creencias, ritos y por las lágrimas de la Doloro-
mitos que atraviesan la cosmogonía sa, la sangre del Crucificado,
resultante de esa fusión o ligazón: el gozo de Luzbel, la cólera
del Arcángel. (pp.24, 25)
“…la descubres hinca-
da ante ese muro de las Podemos observar como se
devociones (…) levanta los entremezclan en una sola descrip-
puños y pega al aire sin ción elementos de lo sagrado y lo
fuerza, como si librara una profano, sacralizados en el cuadro
batalla contra las imágenes descrito por el narrador, imágenes
que, al acercarte, empie- que refieren al castigo de los peca-
zas a distinguir: Cristo, Ma- dores a manos de los demonios,
ría, San Sebastián, Santa los que no obstante se encuentran
en el ámbito de lo religioso cristia-
no ejerciendo un papel asignado.
9 “Radical ante su propio pasado, el nuevo es- Son demonios, pero su poder no
critor latinoamericano emprende una revisión a
partir de una evidencia: la falta de un lenguaje. está fuera, ni en desigualdad con
La vieja obligación de la denuncia se convierte respecto de los demás íconos. La
en una elaboración mucho más ardua: la ela-
boración crítica de todo lo no dicho en nuestra línea entre los santos y los demo-
larga historia de mentiras, silencios, retóricas nios es tan fina que no se puede
y complicidades académicas. Inventar un len-
guaje es decir todo lo que la historia ha callado. distinguir entre el principio y el fin
Continente de textos sagrados, Latinoamérica de los papeles asignados a unos u
se siente urgida de una profanación que dé voz
a cuatro siglos de lenguaje secuestrado, mar- otros, ambos son creación única:
ginal, desconocido”. Carlos Fuentes. La nueva “el gozo de Luzbel, la cólera del
novela hispanoamericana. México: Editorial
Joaquín Mortiz, 1969, p. 30. Arcángel.” (p.25) 61

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Se unen así dos mundos se- A la anterior cita debemos su-


parados desde la concepción de mar otros datos interesantes res-
lo sagrado. Para quien describe, pecto de la correlación estableci-
la imagen es una, no existe límite da en la mentalidad indígena en
en la visión del narrador desde su relación consigo y con los otros,
forma de mirar: en lo referente a la imposición de
una nueva religión y por lo tanto
“Describen los cronistas fran- de otras imágenes, otros valores
ciscanos, agustinos, dominicos, y creencias, lo cual nos ayudará
jesuitas y otros cómo, en estre- a establecer la manera en que se
cha relación con el ciclo litúrgico borran los límites entre lo católico
católico, y con la Historia Sagrada y lo pagano o profano cuando se
y la de España, se buscó la ma- da la apropiación del otro y ésta
nera de poner ante la vista y el se enmarca dentro de la propia
oído de los mesoamericanos, cuál visión de mundo, lo cual es para
era la manera espiritual en el que, nosotros la clave de la fusión de
bajo sus nuevos señores, iban a creencias en Aura.
quedar insertos. Toda una teoría y
un método se desarrollaron para El texto transcrito hace referen-
llevar esto a la práctica. Implica- cia a Cristo y María, San Sebas-
ban una y otro la elaboración de tián y el Arcángel Miguel, como
textos que debían redactarse en veremos seguidamente, estas
lenguas indígenas, teniendo con imágenes fueron asimiladas por
frecuencia que forjar vocablos que los mesoamericanos11 en la reela-
significaban conceptos como los boración de sus creencias, y en
de Redentor, Trinidad, Mesías, defensa de sí mismos, y de la vi-
Iglesia, sacramento, pecado, gra- sión de mundo que habían forjado
cia, ángel, Demonio, juicio final…
desconocidos para la mentalidad 11 La palabra Mesoamérica, empleada por los
mesoamericana…esas ideas y ac- historiadores y antropólogos desde hace me-
dio siglo, designa un conjunto de pueblos que
titudes que revelan un reacomodo ocuparon lo que en nuestros días es el centro
en la imágenes de Yo y los Otros y el sur de México, hasta Yucatán, Chiapas,
Belice, Guatemala y Honduras. Compren-
en la concepción de la propia his- de entonces cinco zonas geográficas: AREA
toria , pueden identificarse en la MAYA, que ocupa Centroamérica y el Sureste
de México; ZONA DE OAXACA, que abarca
narrativa y los cantos o poemas ese estado hasta el Istmo de Tehuantepec y
que conservan las comunidades el sur de Puebla; ZONA DEL GOLFO, corres-
pondiente a Veracruz y Tabasco; OCCIDENTE
a través de la oralidad.”10 DE MEXICO, que incluye Guerrero, Michoacán,
Jalisco, Colima, Nayarit y partes de Zacatecas
y ALTIPLANO CENTRAL, que comprende los
10 León- Portilla, Miguel. Pueblos indígenas de Estados de México, Hidalgo, Tlaxcala, Morelos
62 México. Autonomía y diferencia cultural. Méxi- y Querétaro, así como la porción septentrional
co: UNAM editora, pp. 156 – 159. de Puebla y el Distrito Federal.

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Lo mesoamericano en Aura de Carlos Fuentes: una propuesta de interpretación

a lo largo de innumerables gene- la confianza en sí mismos.


raciones. Aprehender y compren- Otro tanto ocurrió respec-
der el mundo de los vencedores to de Santiago, en su fiesta
no podía hacerse de forma dife- el 25 de julio. Innumera-
rente, eso implicaría renunciar a lo bles son lo pueblos que,
propio, de ahí la forma en que ese teniéndolo por patrono
mundo, nuevo, fue adaptado al lo agasajan…Si el señor
suyo, veamos lo dicho al respecto Santiago, según se decía,
por León-Portilla: había ayudado a los espa-
ñoles en la Conquista, los
“El 29 de septiembre, indios rindiéndole ahora
día de San Miguel y los si- un mayor y mejor culto se
guientes, en varios lugares, lo habían ganado para sí.
con flores y plantas curati- Con su auxilio como el de
vas y mágicas, se forman San Miguel se reforzaban a
cruces que se colocan en sí mismos…
las entradas de las casa
para impedir el paso de los Sin enfrentarse con
demonios. Comienza así la la Iglesia y la Corona, (los
recordación de la victoria mesoamericanos) fundie-
que alcanzó el Arcángel so- ron en su concepción de
bre Lucifer y sus secuaces. la suprema dualidad divina
Al victorioso se le festeja atributos de dos seres de
con ofrendas de flores de máxima preeminencia en el
pericón, con danzas como culto católico, la virgen Ma-
la de los cocheros, quetza- ría y Jesús…
les y negritos. También hay
escaramuzas de guerra, La Virgen María, siendo
peregrinaciones, procesio- doncella, había dado a luz
nes y comida en forma co- a Jesús, dios de los cristia-
munitaria. Los mesoame- nos, como había ocurrido
ricanos, como lo habían con Cuatlicue que porten-
hecho sus antepasados tosamente, sin que nadie
con los dioses de otros la preñara, fue madre de
pueblos, se apropian de él Huitzilopochtli. La virgen
y de su culto, como deidad de que hablaban los frailes
vencedora bajo cuya pro- tenía incontables atributos
tección podrán defenderse y era representada de mu-
mejor de los Otros. Hacer chas formas, como suce-
suyo a San Miguel refuerza día con Tonantzin, Nuestra 63

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Madre; que era la misma cristiano.” 12


Cuatlicue y también Xo-
chiquétzal, Flor Preciosa; Aura y Cosuelo son dualidad,
Chalchiuhtlicue, Señora de una y dos a la vez, o el doble de
la falda de jade; Tonaca- una y de la otra: “Miras rápida-
cíhuatl, Señora de Nuestro mente de la tía a la sobrina y de
Sustento… la sobrina a la tía, pero la señora
Consuelo, en ese instante, detie-
Algo muy semejante su- ne todo movimiento y, al mismo
cedía con Jesús, al que los tiempo, Aura deja el cuchillo so-
cristianos llamaban tam- bre el plato…tú recuerdas que, una
bién Nuestro Padre Jesús y fracción de segundo antes la señora
que se representaba siendo Consuelo hizo lo mismo.” (p.32)
niño en las celebraciones y
cantos de Navidad, o pre- En la duplicación de Aura y
dicando y discutiendo con Consuelo, las dos surgen de un
sus adversarios y, por fin solo ser, pero dejan de ser una
como Nazareno, sangrante para ser la otra, ambas deberían
y crucificado, en sacrificio ser la misma en el mismo momen-
humano y divino. En las to, pero mientras una es joven la
ancestrales creencias de otra es vieja, mientras una se de-
los mesoamericanos To- tiene, por fracción de segundos, la
tahtzin, Nuestro Padre, se otra continúa, y luego se detiene,
había manifestado como desde la cita entonces no podría-
Tezcatlipoca y Tezcatla- mos hablar de doble sino de dual,
nextía, Espejo que ahúma o de una representada de distin-
y que hace resplandecer a tas maneras, aunque siga siendo
las cosas; Xochipilli, Prín- la misma, incluso se ha planteado
cipe de las Flores; Tlalte- que Saga, la coneja, también es
cuhtli, Señor de la Tierra; Consuelo/Aura, pero esto lo co-
Ilhuicaua, dueño del cielo; mentaremos más adelante.
Tonacatecuhtli, Señor de
Nuestro sustento… Desde nuestro análisis nos en-
contramos ante la interpretación o
Las creencias poco a reconstrucción de la Virgen María,
poco convergieron. Los hecha por los indígenas mesoame-
mesoamericanos reinter- ricanos quienes adjudicaron a Cuat-
pretaron de acuerdo con
su pensamiento el dogma
64 12 León- Portilla, Op.Cit, pp. 158,159.

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Lo mesoamericano en Aura de Carlos Fuentes: una propuesta de interpretación

licue, las características de María,13 característica importante para


la virgen, y su posibilidad de ser re- nuestro trabajo y es que era se-
presentada de muchas formas. ñora de la dualidad, alrededor de
su cuerpo lleva una serpiente de
Cuatlicue posee en sí misma doble cara, una que mira hacia
el ser diosa terrestre de la vida y atrás y otra hacia delante, Aura /
de la muerte, dominio que ejer- Consuelo, como lo dual, lo doble,
ce Consuelo a través de Aura, su también posee esa cualidad pues
sobrina: “…habrás calculado: la como joven mira hacia adelante y
señora Cosuelo tendrá hoy cien- como vieja, como Consuelo, mira
to nueve años…Aura, encerrada hacia atrás, es un solo ser con dos
como un espejo, como un ico- caras, la de la joven Aura y la de la
no más de ese muro religioso, vieja Consuelo.
cuajado de milagros, corazones
preservados, demonios y santos Saga: el nahual
imaginados.”(p.39)
Algunos lectores o estudiosos
La diosa virgen, Cuatlicue, lle- de Aura, han llamado la atención
va al cuello un collar de corazo- sobre la presencia de la coneja
nes, Felipe observa los frascos Saga en la novela y han plantea-
en la habitación de Consuelo, en do que Saga es una tercera for-
ellos hay “corazones preserva- ma de Aura y Consuelo, lo cual
dos”. Aura presenta entonces ca- no deja de parecernos interesante
racterísticas de la diosa virgen en y lógico, sin embargo, y desde la
tanto los elementos que la rodean, lectura aquí propuesta, para no-
no obstante, sigue sujeta a la ico- sotros Saga es los que los indí-
nografía religiosa, sin dejar lejos genas mesoamericanos llamarían
de sí lo profano y lo sagrado, los el nagual, es decir la parte animal
demonios y santos “imaginados.” que todo ser humano posee, lo
que afecte a uno afectará también
Cuatlicue, además tiene otra al otro. El nagual está conectado
más con la parte interna o espiri-
13 La leyenda dice que en diciembre de 1531 al tual, muchos chamanes fueron lla-
indio Juan Diego se le aparece cinco veces la
deidad mariana y le pidió construir su templo mados nahuales por sus poderes,
precisamente en el mismo lugar donde lo te- es posible que el nagualismo se
nía Coatlicue. Por supuesto que no se podría
dudar de que la Santísima Virgen desalojara relacione con la vinculación de lo
a otra diosa, sería un sacrilegio pensar en un humano socializado con las fuer-
corazón tan mezquino, sino que en realidad
había ocurrido la metamorfosis de la Tonantzin zas naturales de las que se sabe
o Coatlicue. Veáse: Shetumel, Haroldo. “La parte, aquello poderoso y oculto,
Virgen Guadalupana: Coatlicue y Juan Diego”. 65
Diario La Opinión, Los Ángeles, julio del 2002. por tanto sagrado.

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“Nagual” es la pronunciación comadreja, zorrillo,…”16


arcaica y popular del término “na-
hualli” o “nahual”, perteneciente a La coneja Saga siempre está
la lengua náhuatl,14 derivado de la al lado de Consuelo, no así de
raíz “nau”, que significa “doble”. Aura, ella la llama “su compañe-
Nagual significará entonces doble, ra” y destaca de ella sus cualida-
y hace referencia al aspecto divino des instintivas que la distinguen
de la existencia. como “natural y libre”; Saga es la
otra dentro de Consuelo, pero a la
Según Armando Carranza: vez es otra diferente dentro de su
mundo.
“Nahual es la parte animal en
todo hombre y en toda mujer. Observemos en los siguientes
No existe nadie que no esté fragmentos la relación dual que se
compuesto de tres realida- establece, desde Consuelo, hacia
des bien diferenciadas que Saga y Aura:
actúan en su interior, en su
carácter, en su mentalidad y “Saga. Saga. ¿Dónde está?
hasta en su apariencia física: Ici, Saga…
la persona espiritual, la per- ¿Quién?
sona humana y la persona Mi compañía
animal.”15 ¿El conejo?
Sí, volverá.” (p.15)
Del Nahual obtenemos gran
parte de nuestra personalidad, de “Le dije que regresaría…
nuestra forma de proceder en las ¿Quién?
distintas situaciones que nos pre- Aura. Mi compañera. Mi
senta la vida, así como rasgos de sobrina.”(p.16)
nuestra estructura corporal y fa-
cial. “Los naguales han sido teni- Consuelo confunde a Felipe,
dos por seres que se convierten primero pregunta por su coneja,
en otros. Según los documentos y le llama su compañía y afirma
coloniales, un hombre podía trans- que regresará, pero quien regresa
formarse en puma, jaguar, perro, es Aura, la vieja afirma que tenía

14 Para ampliar el concepto hacia su forma más 16 López Austin, Alfredo. “La concepción del
espiritual o en relación con el camino del espí- cuerpo en mesoamérica”. En: Artes de México,
ritu guiado por los chamanes véase: Carranza, Nº 69, 2004, p.6.
Armando. Nahual, tu animal interior. Barcelo-
na: Abraxas, 2002.
66
15 Idem, p. 37.

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Lo mesoamericano en Aura de Carlos Fuentes: una propuesta de interpretación

razón al decir que regresaría, de el contenedor del espíritu, parece


ahí que deduzcamos que Aura y ser que Consuelo logra hacerlo.
Saga son Consuelo.
Si regresamos a la propuesta
Recordemos aquí que una de de que Saga es el nahual de Con-
las mayores frustraciones de Con- suelo y revisamos las característi-
suelo fue su incapacidad para la cas de los conejos, encontraremos
fecundidad, esa fue su gran bús- también gran afinidad entre los
queda y motivación para crear a rasgos físicos de Consuelo y Aura
Aura: y las cualidades del conejo: “Allí,
esa figura pequeña se pierde en la
“Le advertí a Consuelo que inmensidad de la cama; al exten-
esos brebajes no sirven para der la mano no tocas otra mano,
nada. Ella insiste en cultivar sino la piel gruesa, afieltrada, las
sus propias plantas en el jar- orejas de ese objeto que roe con
dín. Dice que no se engaña. un silencio tenaz…” (p.12). Saga
Las hierbas no la fertilizaran roe en la cama de Consuelo con
en el cuerpo, pero sí en el tenacidad silenciosa como roen
alma…” “Más tarde la en- Aura y Consuelo su plan para con
contré delirante…” “Gritaba: Felipe.
“Sí,sí,sí, he podido: la he en-
carnado; puedo convocar- Nos llama poderosamente la
la, puedo darle vida con mi atención el dato de que el conejo,
vida”… “Pasó sin mirarme, según una antigua leyenda, para
pero sus palabras iban dirigi- los indígenas mesoamericanos
das a mí. No me detengas – se asociaba con la luna, pues se
dijo-; voy hacia mi juventud. decía que en ella se veía la som-
Entra ya, está en el jardín, ya bra de un conejo y la luna era un
llega”…” (pp.55, 56) símbolo relacionado con la fecun-
didad. Es decir, de forma indirec-
En las palabras del general ta la presencia de Saga implica la
Lorente, leídas por Felipe, encon- presencia de la fecundidad en la
tramos la confesión de Consuelo casa de Consuelo.
de fertilizar su alma, no su cuerpo,
crea otra de sí, se sabe que un Como ya sabemos los indíge-
chamán, es un ser capaz de ir de nas mesoamericanos por su cer-
un ámbito a otro, de lo físico a lo canía con la naturaleza, incluyeron
espiritual, pero para poder lograr al mundo animal y al vegetal como
esto requiere de la separación símbolos de principios y fuerzas
del espíritu de su cuerpo físico, cósmicas y como receptáculos de 67

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potencias divinas, concedieron a en práctica, incluso la misma na-


los animales y las plantas pode- rración de la llegada de Felipe a
res sobrenaturales que integraron la casa de Consuelo nos sirve de
en un cosmos viviente. Consuelo indicio para comprender que exis-
utiliza las plantas para extraer de te una conciencia en la obra de
ellas lo que el general Llorente lla- Fuentes de la implantación de lo
ma “bebedizos,” los cuales le per- nuevo sobre lo viejo, que a su vez
miten, junto con otros ejercicios se resiste a desaparecer, veamos
mágicos con animales, como es el los siguientes fragmentos:
caso de los gatos, dar vida a Aura, a
su propia juventud que regresa a ella. “Te sorprenderá imaginar
que alguien vive en la calle
Debemos recalcar que nin- Donceles…Las nomencla-
guna de estas prácticas fueron turas han sido revisadas,
consideradas como brujería en el superpuestas, confundi-
mundo prehispánico, y que no es das. El 13 junto al 200, el
sino con la llegada del catolicismo antiguo azulejo numerado
a América que estas costumbres – 47- encima de la nueva
son señaladas como brujería, herejía advertencia pintada con
o implican pactos con el diablo. tiza: ahora 924. Levantarás
la mirada a los segundos
Desde nuestra lectura, los ac- pisos; allí nada cambia…
tos ejercidos por Consuelo están bajas la mirada al zaguán
a la orden del sincretismo resul- despintado y descubre
tante de la fusión de creencias y 815, antes 69.”(pp.9, 10)
no de la brujería como práctica,
de ahí que hayamos afirmado que La calle Donceles:
existen, en la obra de Fuentes que supervivencia de dos
aquí analizamos, relaciones de las
mundos
diferentes visiones de mundo que
se amalgaman en América con la
Veamos los indicios que nos
llegada de los españoles.
dan los fragmentos; la calle Donce-
les, una antigua calle en la ciudad,
No es de extrañar entonces
una calle vieja donde comparten
que se señale, en otros análisis la
espacios lo nuevo superpuesto a
figura de Consuelo como la bruja,
lo viejo que aparentemente borra-
que utiliza plantas y animales para
do no se deja olvidar. Las palabras
conseguir su cometido. Para no-
en cursiva “ahora y antes,” en la
sotros Consuelo toma sus cono-
casa de Consuelo ahora hay un
68 cimientos ancestrales y los pone
número pero el de antes se anun-
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Lo mesoamericano en Aura de Carlos Fuentes: una propuesta de interpretación

cia como una puerta de entrada al La casa de Consuelo será su cen-


pasado, lo cual no sucede con el tro, un espacio sagrado le llamaría
ahora del 924. Eliade,18 porque se rompe con la
En la segunda planta nada homogeneidad del espacio profa-
cambia, Felipe sube, “Camine no y se funda un nuevo espacio
trece pasos hacia el frente y en- con una realidad disímil de la que
contrará la escalera a su derecha. hasta ahora había participado en
Suba, por favor. Son veintidós es- su existencia cotidiana.
calones. Cuéntelos.” (p.11) El as- La puerta que atraviesa Felipe
censo de Felipe lo conduce al pa- para subir a la casa de Consue-
sado, precisamente allí en donde lo es la frontera que marca esos
nada cambia, se opera una rup- dos mundos, ese umbral posee
tura en el mundo de Felipe, rup- un guardián, la cabeza de un
tura que se anuncia también en la perro en bronce, el perro fue un
novela, “La puerta cede al empuje símbolo religiosos importante en-
levísimo de tus dedos y antes de tre los mayas y los nahuas, y no
entrar miras por última vez sobre por casualidad es el símbolo que
tu hombro, frunces el ceño…Tra- resguarda ese espacio sagrado al
tas, inútilmente, de retener una que se adentra Felipe, un espa-
sola imagen de ese mundo exte- cio sagrado ancestral, antiguo, en
rior indiferenciado.” (p.10) decadencia para la modernidad,
como la calle Donceles.
Para Mircea Eliade “el templo
constituye una “abertura” hacia El ascenso y los
lo alto y asegura la comunicación
números sagrados
con el mundo de los dioses.” 17
Cuando Felipe entra a la casa
Felipe se adentra en una rea-
debe subir los escalones: “Suba,
lidad distinta al mundo que lo cir-
por favor. Son 22 escalones.
cunda, un mundo donde no hay
Cuéntelos.”(p.11), esto implica un
demarcaciones precisas, se rom-
ascenso, “un lugar sagrado cons-
pe su tiempo, él no saldrá de esa
tituye una ruptura en la homoge-
casa, la cita es clara al respecto
neidad del espacio; simboliza esta
cuando afirma, “miras por última
ruptura una abertura, merced a la
vez sobre tu hombro…”, Felipe,
cual se posibilita el tránsito de una
mira el mundo que deja, “ese
región cósmica a otra.” 19
mundo exterior indiferenciado…”

17 Eliade, Op.Cit., p. 29. 18 Véase Idem, cap. I.


69
19 Idem, p.39.

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Consuelo vive arriba, más “En México, entre los mayas


próxima al cielo, sabemos que y los mexicas, el número 13 fue
en el mundo prehispánico los ce- el que más consistentemente se
rros jugaron un papel central en la sostuvo como un número sagra-
cosmogonía. Los cerros son parte do. En Mesoamérica formó parte
fundamental del paisaje cultural, de la cuenta de trece días y los
son muchos los investigadores Trece cielos de la creación.”21
que han abordado la relación ce-
rro /paisaje / sagrado; aunque el El reloj cósmico que es el ca-
ascenso de Felipe no alude direc- lendario Tzolkin, Maya está es-
tamente al cerro podemos relacio- tructurado además con base en
nar el ascenso con el inconscien- 13 números, 13 números por 20
te colectivo desde lo simbólico, días es igual al ciclo completo de
en tanto subyace en la memoria 260 días.
ancestral la imagen del ascenso
como equivalente a la proyección Si hilamos un poco más fino
de un territorio privilegiado. encontraremos que Felipe deberá
subir 22 escalones, si sumamos
Las pirámides o basamentos dos y dos tendremos como resul-
piramidales reproducen, para los tado el número cuatro, otro de los
mesoamericanos, simbólicamen- números sagrados para los meso-
te al gran cerro, la escalinata con- americanos pues representa el
duce a la parte superior, donde se número de la creación, lo mismo
encuentra el templo, “la región sa- sucederá si descomponemos el
grada donde convergen los espa- 13 y sumamos tres más uno, dará
cios cósmicos, una construcción también cuatro, “en el número
humana que a semejanza de la cuatro se expresa la armonía ab-
montaña natural era el lugar donde soluta, el triunfo sobre el caos…
se unían la región celeste, la tierra doble dualismo, dos veces dos,
y el inframundo.”20 Varios de es- los cuatro puntos cardinales.”22
tos pedestales tienen precisamen-
te trece niveles, como los pasos Ahora bien, Felipe, al ascender
que debió transitar Felipe antes de al lugar sagrado lo hace a través
subir la escalera: “...camine trece de los símbolos sagrados, que ya
pasos hacia el frente y encontrará
la escalera a su derecha…Trece. 21 Calleman, Johan. El calendario Maya y la
Derecha.” (p.11) transformación de la consciencia. Rochester,
Vt.: Inner Traditions en Español, 2007 , p.88

20 Pérez López-Portillo, Raúl. Los Mayas: historia 22 Westheim, Paul y Frenk-Westheim, Mariana.
70 de un pueblo indómito. Madrid: Silex Edicio- Obras maestras de México antiguo, México
nes, 2007, p.102.72 Véase Idem, cap. I. D.F.: Siglo XXI, 2000, p.248.

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Lo mesoamericano en Aura de Carlos Fuentes: una propuesta de interpretación

hemos identificado, estos símbo- une a Felipe con lo alto, lo elevado, la


los funcionarían como indicios de luz; una ascensión “de escalada, de
la sacralidad de ese nuevo orden iniciación,” 25
al que Felipe pasará a pertenecer,
una creación diferente al mundo Según Alfredo López Austin,26
que deja atrás, esa “región sagra- es frecuente encontrar en el arte
da donde convergen los espacios mesoamericano la representación
cósmicos.”23 Para Mircea Eliade de tres niveles cósmicos.
(1973):
Ha empezado el rito, Felipe
“Todo territorio habitado será preparado para el sacrificio,
es un Cosmos, lo es pre- para la muerte espiritual del joven his-
cisamente por haber sido toriador que atravesó el umbral y subió
consagrado previamente, a la casa de Consuelo, el profano de-
por ser, de un modo u oto, berá morir para renacer a la vida supe-
obra de los dioses, o por rior que le conferirá la iniciación.
comunicar con el mundo
de éstos. El “Mundo”(es Lo femenino y lo
decir, “nuestro mundo”) es masculino
un universo en cuyo interior
se ha manifestado ya lo sa- En la cosmovisión del México
grado y en el que, por con- prehispánico, posiblemente de
siguiente se ha hecho posi- asentamientos dominaron dos ci-
ble y repetible la ruptura de clos de vida, fundamentados en
niveles…La consagración el interés para la siembra, ambos
de un territorio equivale a ciclos antagónicos, uno seco y
su cosmización.” 24 otro de aguas (lluviosos).

El ascenso de Felipe se continúa Según Alfredo López Austin


aún dentro de la casa, su habitación “…la estación de las aguas impul-
se encuentra más arriba, en un tercer só la unión simbólica de la mujer,
piso, subiendo la escalera de caracol la preñez, la germinación, la hu-
que Felipe debe memorizar, pues la medad, la oscuridad, la guarda, la
oscuridad de la casa se contrapone riqueza, el inframundo y la muerte,
a su habitación iluminada por un “tra-
galuz inmenso que hace las veces de
techo” (p.18), su centro, su habitación, 25 Idem, p. 111.

26 Véase: López Austin, Alfredo. “La concepción


del cuerpo en mesoamérica.” En: Revista Artes
23 Pérez López-Portillo, Op.Cit., p. 102.
de México. Nº 69, 2004.
71
24 Eliade, Op.Cit., pp. 32,33.

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ésta última como generadora de Por otra parte, y como uno de


la vida. En el lado y tiempo opues- los símbolos más sobresalientes
tos se destacó el vínculo entre la que acompañan a Felipe está la
figura del varón, la impregnación, luz, ellas en la oscuridad, él en la
la sequedad, la luz, el cielo, el dis- luz: “…comida y recámara cómo-
frute de la riqueza y la vida.” 27 da, asoleada, apropiada estudio…
(p.8)… Su cuarto está arriba. Allí si
Tomemos como base la cita entra la luz… (p.15) te sorprende-
de López Austin y veamos algu- rá la inundación de luz de tu re-
nas descripciones de la casa de cámara… (p.18)… ha bastado la
Consuelo: luz del crepúsculo para cegarte…
(p.18)… duermes, sin soñar, hasta
“…Cierras el zaguán detrás de que el chorro de luz te despierta, a
ti e intentas penetrar la oscuridad las seis de la mañana, porque ese
de ese callejón techado – patio, techo de vidrios no posee corti-
porque puedes oler el musgo, la nas… (p.27).
humedad de las plantas,… (p.10),
(el destacado es nuestro). “Re- Una vez más Consuelo, Aura y
nuncias porque ya sabes que esta Felipe encajan dentro de la visión
casa siempre se encuentra a os- de mundo prehispánica, esta vez
curas…” (p.19). La humedad y la de lo femenino y lo masculino,
oscuridad, las plantas, todo asocia- relaciones como “luz oscuridad,”
do a ellas, a la casa de Consuelo. ellos como luz y ellas como oscu-
ridad, no son cualidades comu-
Felipe deberá ordenar y publi- nes, adjudicadas a lo femenino y
car los papeles del general Lloren- lo masculino, en otros discursos o
te, esposo fallecido de Consuelo, simbologías.
papeles que ella resguarda, así
como la vieja casa en que moran Lo mismo sucederá con los
ella y su sobrina, Aura. Consuelo conceptos de vida y muerte, en
guarda los recuerdos y la casa “La ellos la vida corresponde al dis-
vieja se llevará las manos al cuello, frute, en ellas la muerte es gene-
lo desabotonará, bajará la cabeza radora de vida. Cuando Aura se
para quitarse ese listón morado, entrega a Felipe lo hace renacer a
luido que ahora te entrega; pe- otra vida, Felipe se reconocerá en
sado, porque una llave de cobre las fotos de coronel Llorente: “Pe-
cuelga de la cinta.”(p.26) gas esas fotografías a tus ojos, las
levantas hacia el tragaluz…lo ima-
ginas con el pelo negro y siempre
72 te encuentras borrado, perdido,
27 Idem, p. 23.

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Lo mesoamericano en Aura de Carlos Fuentes: una propuesta de interpretación

olvidado, pero tú, tú, tú… (p.57). desarrollo de este trabajo, los di-
En muchas cosmogonías la muer- ferentes indicios que permiten
te es femenina y la vida masculina, identificar el espacio de la casa de
pero en el caso de Consuelo ella Consuelo como un espacio sagra-
posee el poder de dar otra vida a do, que aunque Felipe, inicialmen-
una misma vida, es decir de gene- te, no reconoce como tal, sí iden-
rar vida de otra vida, la suya. tifica como diferente, y establece
La iniciación de Felipe un límite entre el mundo al que en-
Decíamos, en párrafos anterio- tra a partir del umbral de la casa y
res que Felipe sería el iniciado, le el mundo que deja “antes de en-
llamamos así a partir de algunos trar miras por última vez sobre tu
postulados sobre las característi- hombro…” (p.10). Ese espacio se
cas de la iniciación, para Mircea revela ante Felipe, poco a poco,
Eliade, ésta: por medio de elementos que él
observa cuidadosamente, algu-
“…comporta generalmente nos le parecerán extraños pero a
una triple revelación: la de la vez lo envuelven, lo seducen: la
lo sagrado, la de la muer- oscuridad de la casa, los pasillos,
te y la de la sexualidad…; las escaleras, la cena, el jardín, el
el iniciado las conoce, las baúl, el cuarto de Consuelo, las
asume y las integra a su veladoras, el jardín, los papeles de
nueva personalidad…La general, las fotografías.
iniciación equivale a la ma-
durez espiritual, y en toda Hay otra frase en la novela
la historia religiosa de la que revela la sacralidad de ese
humanidad reencontra- espacio:”El cielo no es alto ni bajo.
mos siempre este tema: el Está encima y debajo de nosotros
iniciado, el que ha conoci- al mismo tiempo…” (p.46), es de-
do los misterios, es el que cir todo lo que rodea a Felipe es
sabe.” 28 cielo, él se encuentra en un plano
en el que arriba y abajo es lo mis-
Felipe, en casa de Consuelo, mo; el lugar sagrado de los mitos
cumplirá uno a uno, los tres as- mesoamericanos es aquel donde
pectos de la iniciación referidos la tierra se une con el cielo. Des-
por Eliade (1973). de la perspectiva del proceso de
creación mesoamericano “se es-
Revelación de lo sagrado. tablecen tres niveles cósmicos: el
Hemos observado, a lo largo del primero, el de los cielos superiores;
el segundo, el intermedio de la su-
perficie de la tierra y los cielos ba- 73
28 Eliade, Op.Cit., p.158. El destacado es nuestro.

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jos, y el tercero, el inframundo.”29 to inservible que mide falsamente


un tiempo acordado a la vanidad
Revelación de la sexualidad. humana…” (58) Quizá sea impor-
Felipe es conducido suavemente tante recordar aquí que espacio
la cama de Aura, ella lleva la inicia- y tiempo “eran inseparables para
tiva, ella le enseñará a él: “Vamos los mesoamericanos. Situación y
a jugar. Tú no hagas nada. Déjame acontecimiento eran coincidentes,
hacerlo todo a mí.” (p.46) El neófito sucediéndose uno al otro como
deberá dejarse llevar, aprender de “lugares-instantes”30 totales y se-
ella, la encargada de develarle los parados. Había una completa fu-
misterios de la casa, de Consue- sión de las divisiones del tiempo y
lo, de ese universo, de ese centro: de las divisiones del espacio: “Una
“…caes sobre el cuerpo desnudo vida, un siglo, cincuenta años: ya
de Aura, sobre sus brazos abier- no te será posible imaginar esas
tos…” (p.47). medidas mentirosas…” (p.58).
Desaparecen los conceptos de
Revelación de la muerte. Una tiempo y de espacio se funden
vez seducido, Felipe deja de ser él y se descubren otras posibilida-
y se transforma en el general Llo- des, “Hundirás tu cabeza, tus ojos
rente, muere el joven historiador abiertos, en el pelo plateado de
y renace el viejo general, “…caes Consuelo, la mujer que volverá a
agotado sobre la cama, te tocas abrazarte cuando la luna pase, tea
los pómulos, los ojos, la nariz, tapada por las nubes, los oculte a
como si temieras que una mano ambos, se lleve en el aire, por algún
invisible te hubiese arrancado las tiempo, la memoria de la juventud,
máscara que has llevado durante memoria encarnada”(p.61). Felipe
veintisiete años…” (p.57). hunde su cabeza en el pelo pla-
Una vez finalizados los pasos teado de Consuelo “con los ojos
de la iniciación, Felipe, pierde la abiertos”, ya ve, ya no es un neó-
inocencia y los misterios le son fito, ya dejó de ser un iniciado, se
develados, conoce la “verdad” han develado ante él, lo sagrado,
sobre Aura / Consuelo, sobré sí la sexualidad y la muerte, esta úl-
mismo, sobre el general Llorente y tima, por cierto, muy semejante a
sobre el espacio y el tiempo, “No los ritos del proceso de prepara-
volverás a mirar tu reloj, ese obje- ción para la entrega y muerte del
Cristo del catolicismo.

29 López Austin, Alfredo. “Ofrenda y comunicación


en la tradición religiosa mesoamericana,” en: 30 Adrián Snodgras, “El cosmos cruciforme meso-
74 http: //www.cmq.edu.mx/e-book/ha42093/hom- americano,” en: http: //www.geocities.com/
bresydios5.pdf,s.f, p.182. Athens/Atrium/9449/snodgrs3.htm, 1990, p. 1.

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Lo mesoamericano en Aura de Carlos Fuentes: una propuesta de interpretación

La preparación de tos. Juan 13, 1 - 14 dice:


Felipe para su muerte
“Antes de la fiesta de
Antes de morir como Felipe y Pascua, sabiendo Jesús
renacer como el general Llorente, que le había llegado la hora
el joven historiador deberá pasar de salir de este mundo
una serie de eventos, rituales, que para ir al Padre, como ha-
se inician prácticamente con su bía amado a los suyos que
llegada a la casa de Consuelo, quedaban en el mundo, los
pero que irán siendo más segui- amó hasta el extremo. Es-
dos o constantes hasta culminar taban comiendo la cena y
con la muerte iniciática. Así por el diablo ya había deposita-
ejemplo, Felipe es sometido a una do en el corazón de Judas
misma dieta, ayuno de otras co- Iscariote, hijo de Simón,
midas, durante las tres cenas que el propósito de entregarle.
hace en la casa de Consuelo (riño- Jesús, por su parte, sabía
nes en salsa de cebolla, tomates que el Padre había pues-
enteros asados y un líquido rojo y to todas las cosas en sus
espeso). Las cenas también nos manos y que había salido
permiten marcar el tiempo des- de Dios y que a Dios volvía.
de la llegada de Felipe hasta su Entonces se levantó de la
muerte, tres noches. Según Mer- mesa, se quitó el manto y
cedes De la Garza, “Tal vez se se ató una toalla a la cin-
haya asociado la muerte iniciática tura. Echó agua en un re-
de los chamanes indígenas con la cipiente y se puso a lavar
Cristo, ya que tanto los zutuhiles los pies de los discípulos, y
como los nahuas dicen que dura- luego se los secaba con la
ba tres días…”31 toalla que se había atado.
En las ceremonias de la Iglesia
Católica, el Jueves Santo, es el Cuando llegó a Simón
día del lavamiento de los pies, se Pedro, éste le dijo: “¿Tú,
recuerda, en la misa Crismal, que Señor, me vas a lavar los
Jesús, en un acto de humildad y pies a mí?” Jesús le con-
antes de ofrecer la última cena a testó: “Tú no puedes com-
sus discípulos, lavó los pies de és- prender ahora lo que estoy
haciendo. Lo comprende-
rás más tarde.” Pedro re-
31 Mercedes De La Garza, Sueño y alucinación en
el mundo nahuatl y maya. México D.F: Instituto plicó: “Jamás me lavarás
de Investigaciones Filológicas, Centro de Estu- los pies.” Jesús le respon-
dios Mayas: Universidad Nacional Autónoma de
México, 1990, p.149. dió: “Si no te lavo, no po- 75

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drás tener parte conmigo.” sacrificio, un banquete sacrificial.


Entonces Pedro le dijo: Cristo lo celebró por primera vez
“Señor, lávame no sólo los dentro del marco pascual, en el
pies, sino también las ma- ambiente de la cena pascual ju-
nos y la cabeza.” Jesús le día, en la noche del Jueves Santo,
dijo: “El que se ha bañado llamada “última cena”, la cena de
está completamente limpio la despedida “Yo tenía gran deseo
y le basta lavarse los pies. de comer esta Pascua con uste-
Y ustedes están limpios, des antes de padecer…” (Lc. 22,
aunque no todos. Jesús 15).”… tomó pan y, dando gra-
sabía quién lo iba a entre- cias, lo partió y se lo dio dicien-
gar, por eso dijo: “No todos do: “Esto es mi cuerpo, que es
ustedes están limpios.” entregado por ustedes...” (Lc.19)
Cuando terminó de lavarles “Aura, de cuclillas sobre la cama,
los pies, se puso de nuevo coloca ese objeto contra los mus-
el manto, volvió a la mesa los cerrados, lo acaricia… Acaricia
y les dijo: “¿Comprenden ese trozo de harina delgada… te
lo que he hecho con uste- ofrece la mitad de la oblea que tú
des? Ustedes me llaman tomas, llevas a la boca al mismo
Maestro y Señor, y dicen tiempo que ella, deglutes con difi-
bien, porque lo soy. Pues cultad… (p.47).
si yo, siendo el Señor y el
Maestro, les he lavado los En el momento en que Aura se
pies, también ustedes de- entrega a Felipe, con los brazos
ben lavarse los pies unos a “abiertos extendidos de un extre-
otros.” 32 mo a otro de la cama” (p.47), éste
focaliza su mirada en el Cristo ne-
Aura prepara a su discípulo, gro que cuelga del muro, el que
lava sus pies “Te quitarás los za- compara con la posición de Aura33
patos, los calcetines, y acariciará y lo describe con detalle “con su
tus pies desnudos…Tú sientes el faldón de seda escarlata, su co-
agua tibia que baña tus plantas, rona de brezos montada sobre la
las alivia, mientras ella te lava con peluca negra, enmarañada, entrevera-
una tela gruesa…” (p.46). da con lentejuela de plata” (p.47).

33 “El «Santuario», como se le conoce, es la igle-


Igual que Jesús a sus discí- sia que sirve de asiento de un milagroso se-
pulos, Aura, también dará a Feli- ñor, un Cristo Negro (vinculado a otros cristos
negros del sur de México y Guatemala, como
pe una última cena; la misa es un el de San Román en Campeche, el de Tila en
Chiapas, el «Señor de la Salud» en Cosolea-
76 caque-Veracruz, y el Señor de Esquipulas en
32 La Biblia Latinoamericana. España, Navarra: Edi-
Guatemala) denominado por sus fieles como
torial Verbo Divino, 1995.

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Lo mesoamericano en Aura de Carlos Fuentes: una propuesta de interpretación

Podemos apreciar la mezcla diosos este Cristo es el Se-


de componentes, del catolicis- ñor de la Tierra, y las pere-
mo como trasfondo de la escena grinaciones para venerarlo
erótica, con elementos netamente en la época precolombina,
sincréticos como el Cristo negro el lograron hacer la transición
cual según Josserand y Hopkins, al cristianismo, “Los via-
citando a Borhegyi (1956): jes sagrados a las cuevas
donde reside el “Señor de
“…está asociado con cue- la Tierra”, conocido por
vas e incluye otros adorato- diversos nombres locales,
rios prominentes, como el para hacer ofrendas y pe-
de Esquipulas, en el sudeste dir lluvia, buenas cosechas,
de Guatemala, y el de Chal- salud y bienestar, son una
ma, en México central, justo costumbre en gran parte de
al sudoeste de la ciudad de Mesoamérica.” 35
México.”34 Para estos estu-
“El crucifijo mexicano.” (p.43)
el «Cristo Negro» o «Señor Santuario», curador
de almas y cuerpos, que es venerado como “…Dirige miradas furtivas al Cristo
dador de salud y de la sanación, y por la reali- de madera negra…” (p.46)
zación de «milagros», ya la vez temido por en-
viar la desgracia y la enfermedad por una falta “Igual que el Cristo negro que
ritual o por petición expresa de otra persona. cuelga del muro…” (p.47)
Otatitlán, antes de la conquista, era un pueblo
de etnia chinanteca, sede de un importante La presencia constante del
mercado en la ruta comercial del Golfo, y de Cristo, no nos parece un elemento
una guarnición militar azteca; allí existía un san-
turano a una deidad mesoamericana: casual y mucho menos podemos
Yacatecuhtli (entre los nahuat)/ EkChuak (entre encontrar en él la presencia de lo
los mayas), señor de los caminos, dios pro-
tector de los comerciantes. Así Otatitlán, en netamente religioso, católico, e
su condición de frontera y centro, santuario incluso siquiera como elemento
y mercado, se ha convertido desde tiempos
coloniales en un espacio neutral de confluen- ritual en la bruja, más bien nos re-
cia interétnica y grupal. La figura del Señor de mite a la presencia del Cristo en el
Otatitlán es un símbolo que define y refuerza
—mediante contraste y mixtura— la cohesión imaginario colectivo de la mexica-
sociocultural de los grupos participantes de la nidad, sino recordemos un evento
peregrinación, portadores de distintos comple-
jos simbólicos y visiones del culto acerca del histórico que justifica nuestra po-
Cristo Negro que preservan su pluralidad y au- sición, la Guerra Cristera (1926-
tonomía, a la vez que convergen ritualmente en
ese mismo espacio sagrado.” 1929), con la consigna de ¡viva
Véase: Revistas.ucm [versión electrónica], en: Cristo Rey!, guerra que aunque se
http: //revistas.ucm.es/cps/1131558x/articu-
los/RASO9898110243B.PDF, s.f. origina por el conflicto entre el go-
bierno del presidente Calles y los
34 Kathryn Josserand J. y. Nicholas A. Hopkins,
“Lenguaje Ritual Chol. El cristonegro de Tila”, base obispos católicos, conserva en su
de datos de la Fundación para el avance de los
estudios mesoamericanos, en: RFAMSI:http://
www.famsi.org/reports/94017es/section11.htm,
77
35 Idem, p.11.
1996, p.9.

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Marlen M. Calvo Oviedo

consigna la admiración del pueblo “la cultura cristiana admite como


mexicano por el Cristo. su último sacrificio humano el del
Un Cristo absolutamente sin- propio Cristo,”37 así como la cruz,
crético, un “crucifijo mexicano”, relacionada con los cuatro puntos
un “Cristo de madera negra”, un de la creación desde la cosmovisión
“Cristo negro”, en el que se en- de muchas de las poblaciones de la
cuentran presentes componentes zona mesoamericana:
significativos para la cosmovisión
de los pueblo mesoamericanos “Desde épocas muy tem-
como el sacrificio,36 pranas (Preclásico Inferior,
900-1200 a.C.) encontra-
36 Las ideologías del sacrificio .Para el Posclásico, el
sacrificio humano era un rito que se había prac-
mos esquemas que nos
ticado por milenios. Los mitos y ritos del Cen- muestran la división cuatri-
tro de México y los de los mayas nos permiten
comprender la ideología del sacrificio humano y
partita del cosmos, bajo la
desentrañar sus múltiples niveles de significación. forma de imágenes cruci-
En la base de todo está la noción de deuda. Una
criatura debe la vida, y todo lo que hace posible
formes. Es interesante ob-
vivir, a sus creadores. Debe reconocerlo y pagar servar que tales esquemas
su deuda, tlaxtlaua en náhuatl, mediante el ofreci-
miento de incienso, tabaco, alimentos, o incluso
se presentan en todas las
su propia sangre, lo que representaba una obliga- culturas mesoamericanas
ción mayor según un mito mixteco.
Los primeros sacrificios –es decir aquellos en
e incluso hoy los encontra-
que se dio muerte a lo ofrecido– fueron los de los mos en múltiples diseños
mismos dioses. Los hijos de la pareja primigenia
cometieron una transgresión al crear o quitar la
vida sin permiso de sus padres, igualándose así la muerte, vencen a la muerte en el inframundo,
con ellos, que son los dueños de la vida por ex- emergen como el Sol y la Luna y son acogidos
celencia. Los mayas cuentan que Itzamná e Ix- por sus padres satisfechos. Reconquistan el pa-
chel tuvieron 13 hijos y que algunos de ellos “se raíso perdido, pero sólo en parte, porque cada
ensoberbecieron”, queriendo “hacer creaturas vez que transcurre una era, edad o Sol, se vuel-
contra la voluntad del padre y madre, pero no ven más pesados y necesitan ser vivificados. Al
pudieron…” Los hijos menores, Hunchuén y Hu- mismo tiempo, ellos mismos se vuelven los “más
nahau, en cambio: “pidieron licencia a su padre y allá” felices para los beneméritos: los guerreros
madre para hacer criaturas; concediéronsela, di- van a la “casa del Sol” y otros, los elegidos por
ciéndoles que saldrían con ello porque se habían Tláloc, al “Tlalocan en la Luna”. Los otros dioses
humillado”. En algunas fuentes aztecas y de los exiliados también deben aligerarse para dejar la
quichés se mencionan otras transgresiones, en- Tierra y regresar con sus padres. De acuerdo con
tre ellas: expulsar a un hermano pedernal recién algunas versiones mexicas, deben ofrecer sus
nacido del paraíso celestial; destrozar al monstruo corazones y su sangre para alimentar al Sol. To-
telúrico (del cual nacieron el cielo y la tierra, y todo mado de: Graulich, Michel. “El sacrificio humano”,
lo necesario para vivir); cortar la flor o la fruta de un en Revista Arqueología Mexicana,:Raíces. vol. XI,
árbol, es decir, procrear; jugar a la pelota o crear número 63,1993, pp. 16-21.
fuego con palillos (el movimiento asociado a estas
dos últimas actividades es en sí mismo creador). 37 Estudiosos mexicanos impugnan un artículo pu-
Los dioses transgresores, expulsados del cielo, blicado en El país semanal, en el que Matthias
son enviados a la tierra, a las tinieblas; de ligeros Schulz denigra a la civilización mexica, en el
que eran, se vuelven pesados, materiales. Crean cual se escuchan varias voces, entre ellas la de
hombres a su servicio, pero no les gusta mucho Mónica del Villar, quien hace la cita transcrita.
vivir en la tierra con los hombres. Para obtener Véase: “Prevalece una visión oscurantista sobre
de nuevo la vida sin fin y el paraíso perdido, dos culturas de Mesoamérica,” en Rebelión, cultu-
78 de ellos se echan al fuego, destruyendo así su ra, en: http: //www.rebelion.org/hemeroteca/
pesado cuerpo. Como la vida puede renacer de cultura/030720mexico.htm, julio del 2003, p.11.

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Lo mesoamericano en Aura de Carlos Fuentes: una propuesta de interpretación

indígenas. Las cruces, en algo que fue engendrado


todas sus formas y con- la noche pasada... la con-
textos, son una manera cepción estéril de la noche
de expresar esta concep- pasada engendró tu propio
ción del espacio. La cruz doble”(p.49)
de Quetzalcoatl, la cruz de
Dainzú, Oaxaca, las cruces “…caes agotado so-
de Palenque y Xochicalco, bre la cama, te tocas los
son algunos ejemplos que pómulos, los ojos, la nariz,
expresan la importancia de como si temieras que una
este concepto.”38 mano invisible te hubiese
arrancado la máscara que
Esto nos permite, una vez has llevado durante vein-
más, comprobar, que Aura, no se tisiete años: esas faccio-
enmarca dentro de una sola for- nes de goma y cartón que
ma de pensamiento o que es el durante un cuarto de siglo
producto de la lectura de La Bruja han cubierto tu verdade-
de Michelet, únicamente, como lo ra faz, tu rostro antiguo, el
ha expresado alguna de la crítica que tuviste antes y habías
sobre esta obra, sino que en ella olvidado. Escondes la cara
subyacen y superviven tradiciones en la almohada tratando de
indígenas mesoamericanas, colo- impedir que el aire te arran-
niales católicas y europeas en una que las facciones que son
sola línea narrativa o como una tuyas, que quieres para ti…
amalgama de hechos. escucharás tu propia voz,
sorda, transformada des-
Felipe, el joven historiador pués de tantas horas de
muere, y renace el general Lloren- silencio…” (pp.57, 58)
te, el pasado regresa o siempre ha
estado allí: El canto de Aura es otro ele-
mento interesante para nuestra
“Al despertar, buscas propuesta de lectura, pues a la
otra presencia en el cuar- muerte de Felipe, el historiador,
to y sabes que no es la y el renacimiento del general Llo-
de Aura la que te inquieta, rente le precede el canto de Aura,
sino la doble presencia de que Felipe supone es un vals que
baila con ella girando a un ritmo
38 Morante, Rubén. El universo mesoamericano. “lentísimo, solemne, que ella te
Conceptos integrados. [Versión electrónica], en: impone…” (p.46).
http: //www.ciesas.edu.mx/Desacatos/05%20
79
Indexado/Saberes_2.pdf., 2000, p.35.

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Marlen M. Calvo Oviedo

Para los mesoamericanos los un prefijo pronominal in-


dioses se manifestaban por medio definido, teitotia (“yo hago
de la palabra, “de ahí que a los sa- bailar a alguien”). Una ra-
cerdotes mayas se les denominara zón posible para el uso del
chilam, que significa intérprete,”39 reflexivo es que el verbo
muchas de las ceremonias de co- itotia diriva del verbo itoa,
municación con los dioses impli- “hablar”, al que se le agre-
caban el canto y la danza: ga el sufijo causativo – tia
a partir de su voz pasiva,40
“Al reflexionar en la ito.”41
posibilidad que tiene los
hombres de convertirse Además este ritual de canto
en intermediarios entre su y danza está relacionado con la
mundo y el mundo de los ofrenda a los dioses, el interme-
dioses, y precisamente in- diario debía presentar ante éstos
termediarios que se distin- lo ofrecido para que los dioses lo
gan por su capacidad ex- reconocieran como suyo, esto por
presiva, viene a la mente la cuanto, cuando se trataba de hu-
imagen de una de las más manos, “los cuerpos victimados
importantes expresiones eran el envoltorio de la esencia
rituales de la tradición re- divina.”42 Aura, canta y hace bai-
ligiosa mesoamericana: el lar y cantar a Felipe, su ofrenda:
baile. Los hombres cum- “También tu murmuras esa can-
plen una función básica ción…,” (p.46) “La aproximación
de culto cuando entregan puede llegar a ser tal que la con-
transitoriamente su cuer- fusión produzca el tránsito, que el
po a la danza religiosa… hombre se convierta en vía.”43 El
El danzante es dueño del hombre profano debe ser presen-
mensaje. Llama la atención tado ante los dioses para pasar el
que en lengua náhuatl clá- umbral y convertirse en ofrenda
sica el verbo bailar sea re- sagrada, de ahí la serie de ritua-
flexivo. En efecto el verbo les que ha tenido que vivir Felipe,
itotia puede conjugarse ya en esos tres días en casa de Con-
con el prefijo reflexivo mini-
totia (yo bailo) o mitotia (“él
40 El verbo itoa tenía en el náhuatl del siglo XVI dos
baila”, “ella baila”, ya con pasivas: ito e itolo.

41 López Austin, Op.Cit., p.187.


39 Carlos Barrera Rubio, citado por López Austin,
Alfredo. “Ofrenda y comunicación en la tradición 42 Idem, p.185.
80 religiosa mesoamericana,”p.184.
43 Idem.

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Lo mesoamericano en Aura de Carlos Fuentes: una propuesta de interpretación

suelo, ella es quien ejecuta lo sobre- éstas, “no es otro que el de cere-
natural sobre lo profano humano, moniales tendientes a propiciar la
que deberá morir para (re)nacer: “… fertilidad de la tierra y al continuo
Tienes que renacer, Aura…Hay que ciclo de muerte y resurrección de
morir antes de renacer…” (p.52). la naturaleza, encarnada en un
dios al que llamamos Nuestro Se-
Según Alfredo López Austin y ñor Jesucristo.” 46 (El destacado
Javier Noguez, “Cristo fue recibi- es nuestro).
do en el vasto panteón de la tra-
dición mesoamericana como un Desde nuestra propuesta de
dios más, y ha sido identificado lectura, Felipe, permanece en casa
principalmente con el sol.” 44 de Consuelo como tal tan solo tres
días, número asociado por los an-
Los días Santos tiguos toltecas con el dinamismo y
la renovación; la misma Consuelo
Aunque, las conmemoraciones le dice a Felipe que nunca ha po-
de la Semana Santa son de natu- dido traer a Aura más de tres días:
raleza católica, tienen su referen- “Estoy agotada. Ella ya se agotó.
te en creencias más antiguas que Nunca he podido mantenerla a
las que se han añadido en Méxi- mi lado más de tres días” (p.59).
co, “préstamos culturales o simi- Esos tres días pueden asociarse
litudes”, de origen prehispánico, con los eventos relacionados con
según se deja ver en el texto, “La la muerte simbólica de Felipe y el
Semana Santa en México. Con la (re)nacimiento del general Lloren-
muerte en la cruz”. te, así como con la preparación
para la muerte de Jesús, el Cristo,
Todos esos elementos conju- y su posterior resurrección.
gados, “han dado origen a una
de las celebraciones del ciclo ca- Si partimos del hecho de que
tólico más importante de nuestra para los mesoamericanos, ade-
cultura.”45 El cimiento originario de más, la Semana Santa se asoció a
los ceremoniales de fertilidad de la
tierra y al continuo ciclo de muer-
44 López Austin, Alfredo y Noguez, Javier. De hom-
bres y dioses, Zinacantepec, México: El Colegio
te y resurrección de la naturaleza,
Mexiquense, 1987, p.235. encarnada en un dios, Jesucristo,
45 Iglesias y Cabrera, Sonia; Salazar Cárdenas,
podremos comprender la importan-
Leticia y Martínez Gómez, Julio César. La Se-
mana Santa en México: con la muerte en la
cruz. México, D.F.: Consejo Nacional para la 46 Florescano, Enrique. “El maíz y los orígenes
Cultura y las Artes, Dirección General de Cultu- de Mesoamérica”, 2007. Disponible en: http://
ras Populares e Indígenas CONACULTA: CO- www.inforural.com.mx/producto.php?&id_ 81
NACULTA, 2002, p.79. rubrique=18&id_article=8316.

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Marlen M. Calvo Oviedo

te relación de este tiempo en Aura. jardín, señor Montero?-


El que está detrás de mi
Recordemos que el proble- cuarto. – En esta casa no
ma de Consuelo fue no ser fér- hay jardín...” (p.30).
til, “No te he podido dar hijos, a
ti, que irradias la vida…” (p.55) y “Decides bajar, a tientas, a
que ante esta situación ella bus- ese patio techado, sin luz,
ca solucionar su problema, el cual que no has vuelto a visitar
asegura haber resuelto con la en- desde que lo cruzaste, sin
carnación de Aura, “puedo con- verlo, el día de tu llegada
vocarla, puedo darle vida con mi a esta casa…. El fósforo
vida” (p.56). Pero a la creación de encendido ilumina, parpa-
Aura la acompañan otros elemen- deando, ese patio estrecho
tos como es la presencia del jar- y húmedo… Distingues las
dín, sitio que también antecederá formas altas, ramosas, que
la muerte y resurrección de Felipe, proyectan sus sombras a
es decir la Naturaleza (el jardín), la luz del cerillo… las flores,
posee el valor de espacio sagra- los frutos, los tallos que re-
do, en tanto es el espacio que cuerdas mencionados en
permite o propicia el nacer y el (re) crónicas viejas; las hierbas
nacer. Además es el primer lugar al olvidadas que crecen oloro-
que entra Felipe, una vez cruzado sas, adormiladas… Te que-
el umbral de la puerta de la casa das solo con los perfumes
de Consuelo, y es negado como cuando el tercer fósforo se
espacio de la casa por Consuelo, apaga…” (pp. 44,45).
veamos algunas de las referencias
a este espacio en la novela: “Le advertía a Consuelo
que esos brebajes no sir-
“Cierras el zaguán detrás ven para nada. Ella insiste
de ti e intentas penetra la en cultivar sus propias plan-
oscuridad de ese callejón tas en el jardín. Dice que no
techado – patio, porque se engaña. Las hierbas no
puedes oler el musgo, la la fertilizarán en el cuerpo,
humedad de las plantas, pero sí en el alma… Me
las raíces podridas, el per- dijo que no podía calmarla,
fume adormecedor y espe- precisamente ella estaba
so-… (p.10). bajo el efecto de narcóti-
cos, no de excitantes…”
“-Está bien señora. ¿Po- (pp. 55,56).
82 dría visitar el jardín? -¿Cuál

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Lo mesoamericano en Aura de Carlos Fuentes: una propuesta de interpretación

Como ya hemos comentado, rrador parecen más bien hablar de


La Semana Santa, desde el mun- Aura y no del herbario.
do sincrético, de la combinación
de lo español católico con lo pre- Podemos plantear entonces
hispánico está sumamente unido que la resurrección de Aura dura
a los ritos de fertilidad de la tierra. tres días, no más, la de Felipe se
da en tres días que corren desde
Consuelo crea a Aura desde su llegada a la casa de Consuelo
y en el jardín, con hierbas, “los hasta que Consuelo pueda traer-
mitos de creación que identifica- la de nuevo, y Jesucristo dura tres
ron el origen de los granos con el días en resucitar para regresar de la
nacimiento de la vida civilizada, muerte a una nueva forma de vida.
transmitieron el mensaje de que El tres como número de resur-
los seres humanos y las plantas rección enlaza los eventos y per-
cultivadas nacieron en la propia mite observar la manera en que
tierra.”47 Como Consuelo y Aura; se diluye una forma de visión de
recordemos aquí que Aura es una mundo en otra, pues esos tres
mujer de ojos verdes, con un ves- días están relacionados con la
tido verde, elementos que el na- fertilidad de Consuelo cumplida
rrador recalca muchas veces a lo en Aura y la resurrección o (re)
largo de la novela, verde como las nacimiento del general Llorente a
plantas del jardín de Consuelo, “… partir de Felipe.
unos hermosos ojos verdes…” (p.
17), “…tu hermosa Aura vestida Como último dato debemos re-
de verde…” (p.33), “…alargarás la cordar que Jesús se retiró al huer-
mano para tocar la bata verde de to de los Olivos, y se hincó en la
Aura…” (p.59). Aura no lleva nun- tierra a orar antes de ser entrega-
ca otro color solo verde, el vesti- do para que se cumpliera su des-
do, la bata, como las plantas del tino, lo cual podría implicar una
jardín, “…ese herbario que dilata analogía con la relación que se
las pupilas, adormece el dolor,… establece entre estas fechas y los
consuela,… fatiga la voluntad,… cultos a la fertilidad de la tierra, Fe-
consuela con una calma volup- lipe visita el jardín antes de cumplir
tuosa…” (pp.44, 45). Muchas de su destino.
las frases en la descripción del na-
Además y como último punto
de este apartado, la muerte de
47 Florescano, Enrique. “El maíz y los orígenes Jesús, el Cristo, es una muerte
de Mesoamérica”, 2007. Disponible en: http://
www.inforural.com.mx/producto.php?&id_ que implica la noción de vida, ig-
rubrique=18&id_article=8316. ual que lo fuera para los grupos 83

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Marlen M. Calvo Oviedo

indígenas que practicaban el sacri- No pretendemos afirmar que la


ficio humano, de la misma manera obra de Fuentes es únicamente la
que lo fue para Felipe, quien muere expresión de algunos de los mitos
como tal y (re)nace como otro. y ritos cosmogónicos del mundo
mesoamericano, sino y como lo
A manera de exponemos desde el principio de
(in)conclusiones nuestro trabajo, el resultado de
una serie de fusiones que de una
Sabemos que los pueblos me- manera u otra dejan entrever la
soamericanos están integrados posibilidad de que el inconsciente
por diferentes culturas circun- colectivo de nuestra base prehis-
scritas a un espacio determinado pánica y el sincretismo resultante,
geográficamente, ha sido de nue- así como las experiencias previas
stro interés trabajar con aquellos de ese mismo inconsciente en
elementos o rasgos que son co- tanto religiones anteriores a la ca-
munes o similares entre sí, sobre tólica o elementos del mundo “pa-
todo en lo referente a la cosmog- gano” se filtren en una amalgama
onía, sabedores de que lo general de conocimientos ancestrales in-
puede llevarnos a lo particular y conscientes que brotan a través y
viceversa. Para Enrique Florescano: por medio del arte, en el caso que
nos ocupa la literatura:
“los mitos surgidos en culturas
y tiempos diferentes muestran la “Mucho tiempo antes
unidad de contenido y forma que de que el cosmos apare-
habían alcanzado los pueblos me- ciera dibujado en imágenes
soamericanos para transmitir sus plásticas fue representado
mensajes. Estos mitos comparten en los ritos. En los albores
una estructura narrativa común, de la humanidad los ritos
cuyo propósito es contar el origen formalizaron y definieron
de tres acontecimientos funda- las relaciones de los seres
dores: primero la creación del cos- humanos con el mundo
mos, luego el origen de los seres sobrenatural y con sus se-
humanos, las plantas cultivadas y mejantes. El portento coti-
el Sol, y por último el nacimiento diano de la aparición de los
de los reinos. Esta fórmula es la astros, el maravilloso retor-
armazón que dota de unidad a re- no anual de las estaciones,
latos nacidos en tiempos y cultu- la manifestación sorpresiva
ras diferentes.” 48
sado”. En: Diario La Jornada. Enero del 2000.
84 Disponible en: http://www.jornada.unam.
48 Forescano, Enrique, “La reconstrucción del pa- mx/2000/01/23/sem-memoria.html, p.2

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Lo mesoamericano en Aura de Carlos Fuentes: una propuesta de interpretación

de los fenómenos natura- dedicados a estudiar los


les (el relámpago, la lluvia, pueblos indígenas en el
el viento), las cambiantes siglo XX fue encontrar en
fases de la vida humana ellos una idea de la crea-
(nacimiento, matrimonio, ción del cosmos semejante
muerte) y los aconteci- a la que habían desarrolla-
mientos que le dieron co- do los antiguos mesoame-
hesión al grupo (el culto de ricanos. Los datos aislados
los ancestros, las fiestas de que hallaron en sus rastreos
la caza y la recolección de iniciales fueron confirma-
frutos, el nacimiento de las dos más tarde por estudios
plantas cultivadas), fueron minuciosos que mostraron
primero interpretados y sa- que la visión del cosmos
cralizados a través de los de los actuales pueblos in-
ritos.” 49 dígenas está enraizada en
el pasado remoto.”50
Aunque la palabra “brujo / bru-
ja, no fue conocida por los meso- Aura rompe las líneas entre lo
americanos, sino hasta la llegada sagrado y lo profano y permite
de los españoles, Consuelo, des- conocer e interpretar como sagra-
de una perspectiva contemporá- dos, hechos, elementos, persona-
nea, y por qué no eurocentrista, jes, espacios y tiempos que po-
encaja a la perfección con lo que drían ser profanos o paganos en
se ha denominado bruja, no obs- otras lecturas de esta obra, pero
tante también lo hace, como ya que desde nuestra propuesta se
hemos visto, con otras visiones de develan como huellas de la resis-
mundo y con otras múltiples posi- tencia de un mundo sagrado que
bilidades, lo que nos permite ob- fue desacralizado desde los plan-
servar que el ser humano siempre teamientos del catolicismo y que
ha tratado de definir las relaciones superviven a pesar de todo en las
con el planeta, lo sobrenatural y lo mentalidades, bajo la figura del
semejante con la creación de ritos sincretismo.
y mitos bastante similares, inde-
pendientemente de las culturas El signo, el símbolo, la simbo-
donde vean la luz: logía, cumplen su misión cuando
permiten que se movilicen innu-
“Lo primero que sor- merables trazos en el entramado
prendió a los antropólogos

85
49 Florescano, Op. Cit., p.11. 50 Florescano, Enrique, Op. Cit., p. 33.

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de posibilidades de lectura de un Velásquez, Gerardo. “Ensayo


texto, la nuestra solo pretende LIII. Tradiciones mexicanas”.
ser solidaria con la posibilidad de En: Anuario de ensayos de su-
conectarnos con lo universal que cesos político-económicos en
nos habita para trascender lo in- México y su región centro. La-
dividual, y conmovernos ante las gos de Moreno, abril del 2008.
sociedades capaces de sobrevi- Disponible en: www.eumed.
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