Está en la página 1de 4

Redalyc

Sistema de Información Científica


Red de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal

Zuleta, Mónica

Reseña de "¿UNO SÓLO O VARIOS MUNDOS? DIFERENCIA, SUBJETIVIDAD Y


CONOCIMIENTOS EN LAS CIENCIAS SOCIALES CONTEMPORÁNEAS" de Mónica
Zuleta, Humberto Cubides y Manuel Roberto Escobar
Nómadas (Col), núm. 26, 2007, pp. 244-246
Universidad Central
Bogotà, Colombia

Disponible en: http://redalyc.uaemex.mx/src/inicio/ArtPdfRed.jsp?iCve=105115241024

Nómadas (Col)
ISSN (Versión impresa): 0121-7550
nomadas@ucentral.edu.co
Universidad Central
Colombia

¿Cómo citar? Número completo Más información del artículo Página de la revista

www.redalyc.org
Proyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto
¿UNO SÓLO O VARIOS MUNDOS? DIFERENCIA,
SUBJETIVIDAD Y CONOCIMIENTOS EN LAS
CIENCIAS SOCIALES CONTEMPORÁNEAS

Editorial: IESCO-UC y Siglo del Hombre Editores


Autores: varios
Editores: Mónica Zuleta, Humberto Cubides,
Manuel Roberto Escobar
Ciudad: Bogotá
Año: 2007
Número de páginas: 287

Mónica Zuleta* El clamor por la explosión de tencia en institucionalizar los movi-


varios mundos recorre nuestro con- mientos políticos populares que
¿Uno solo o varios mundos? es una tinente desde México hasta la Ar- tambalean frente a sus consignas de
colección de artículos fruto de la gentina. Fue uno de los temas que “civilidad”, “diversidad” y “multi-
selección de las conferencias que convocó el Foro Social Mundial rea- culturalidad”. Entre mayor exclusión
tuvieron lugar durante el semina- lizado en Caracas en el 2006. Tam- en la participación económica, po-
rio internacional “¿Uno solo o va- bién es la consigna del movimiento lítica y social, mayor su presión para
rios mundos posibles?”, organizado neozapatista de Chiapas: un mundo “invitar” a las multitudes pobres, ju-
por el IESCO-UC entre el 7 y el 10 donde quepan muchos mundos. No días, budistas, cristianas, musulma-
de junio del año 2005 en las instala- obstante tal clamor, que por su nas... de todas las etnias y naciones,
ciones de la Universidad Central en obviedad se hace imperceptible, no a formar parte del proyecto de las
la ciudad de Bogotá. parece encarnarse en las ciencias elites ricas judías, budistas, cristianas,
sociales que tercamente continúan musulmanas... de todas las etnias y
Convencido de la urgencia de aferradas a las viejas proclamas del naciones. Entre mayor crecimiento
debatir el papel actual de las mundo salvador o, peor aún, del económico y mayores grados de con-
ciencias sociales en los países mundo del progreso. Ni siquiera las centración, mas intensa su cantaleta
latinoamericanos, cuando el úni- estadísticas “oficiales” de exclusión, de, ¡tranquilidad, tranquilidad, dis-
co mundo que hacen visible los violencia o concentración de la ri- tribuir toma su tiempo!
medios de comunicación se ali- queza parecen conmoverlas. Entre
nea en la dirección de las políticas mayor corrupción gubernamental, La guerra de hoy no es territo-
globales neoliberales, este libro, mayor su insistencia en blandir ideas rial sino por el control de los cir-
que inquiere por la creación de de democracia consensual y de par- cuitos del dinero y de las pasiones.
otros mundos, busca retar a dichas ticipación electoral. Entre mayor Que ello implique soberanías terri-
ciencias. violencia estatal, mayor su insis- toriales es otro asunto... Por eso

244 N ÓMADAS NO. 26. ABRIL 2007. UNIVERSIDAD CENTRAL – COLOMBIA


mismo las nuevas operaciones pues- insistir en ello, así algunas de las nes de segmentos de poblaciones
tas en marcha para controlar las comunidades que conforman los en todo el mundo simultáneamen-
multitudes atraviesan cualquiera de tribunales de estas ciencias no lo te; en última instancia, constituye
las fronteras que hasta hace unas quieran ver. Asumen que si las cien- el ejercicio del poder propio del
pocas décadas facilitaban la orga- cias sociales tradicionales continúan “control”, aquel del sometimiento
nización y contención de los colec- utilizando tecnologías estratégicas social y del servilismo tecnológi-
tivos de proletarios, mujeres, y midiendo con categorías binarias, co multitudinario.
excluidos, naciones, etnias, etcéte- cada vez más se irán rezagando de
ra. Las categorías de las ciencias los saberes que acompañan el pro- Precisamente por esta razón,
sociales, fruto de la unión de la eco- ceso tecnológico neocapitalista. ¿Uno solo o varios mundos? invita a
nomía y la sociología, con las que las ciencias sociales a participar de
estas disciplinas vigilaron y propa- Justamente, lo que facilita que procesos de producción de contra-
garon el imperialismo científico y estos saberes “contemporáneos” saberes que transforman en vitali-
sometieron a las otras, ya no son las vayan situándose en los primeros dad el procesualismo inherente a
más pertinentes, si bien sí que lo lugares de las nuevas jerarquías del los procesos contemporáneos de
fueron durante por lo menos dos conocimiento es su participación producción del conocimiento. Más
centurias. en los procesos de producción; de allá de llamar la atención sobre
manera tal que, ese vínculo entre cambios lógicos y epistemológicos,
El texto no es una invitación saber y producción, al mismo el libro sitúa el saber en un espacio
desinteresada para que las ciencias tiempo que formula los objetos, ético-político y, por consiguiente,
sociales se ocupen de la tarea de propaga los deseos de los consu- constituido por valores, creencias
construir categorías más pertinen- midores, construye la tecnología, y afecciones. Para ello, diferencia
tes, ni para que tomen conciencia fabrica los productos del consumo, tres esferas de análisis: primero, los
de su desfase disciplinar frente a la ejerce acciones de sometimiento y modos actuales de captura de pro-
nueva transversalidad, ni para que conecta los cuerpos con las máqui- ducción del saber y las operaciones
consoliden otras jerarquías como nas. Más enfáticamente dicho, la de sometimientos y servilismo aso-
las que se están forjando, por ejem- compañía entre procesos tecnoló- ciadas con ellos; segundo, los mo-
plo en nuestro país, por la unión gicos y saberes actuales como el de dos alternativos de producción del
entre la psicología y las aplicacio- la publicidad, conforma redes a saber que, participando a su vez de
nes forenses, ni un llamado episte- distancia que conectan clientes, los procesos tecnológicos contem-
mológico para atravesar categorías, vendedores, productores, distribui- poráneos, facultan nuevas relacio-
oposiciones ni fronteras discipli- dores, consumidores, gobiernos, nes entre categorías analíticas y las
nares o para desplazar los ejes de la economías, territorios nacionales, resistencias creadas y, por último,
representación. etc. En un proceso continuo y per- los modos de articulación entre las
manente, hace variar al objeto y al ciencias sociales, las instituciones y
Por el contrario, las/os autoras/ sujeto de manera constante; “ges- las multiplicidades.
es de ¿Uno solo o varios mundos? tiona” mutaciones continuas de
asumen que el cambio es un hecho proto-formas y proto-contenidos; En este contexto, ¿cómo puede
y que ya ni siquiera vale la pena captura creencias, valores y pasio- entenderse la diferencia? La idea de

N ÓMADAS 245
pluralidad que plantea el texto coexistencia virtual de infinitos Cabe preguntar: si coexisten
toma distancia, ya lo dijimos, del mundos. una multiplicidad de mundos
enunciado del progreso que supo- virtuales pero sólo se actualiza uno,
ne el desenvolvimiento temporal En términos de los ordena- ¿cuál es la diferencia entre los plan-
del mundo existente desde un único mientos sociales, la consecuencia teamientos de Leibniz y de Tarde?;
origen en sucesivas etapas; también de ese giro, entre otros muchos asimismo, ¿la propuesta tardiana no
se distancia de ese otro enunciado asuntos, fue el fordismo. Así, el ni- forma parte, precisamente, del pe-
de la salvación que propone que el hilismo comunicó la pluralidad de simismo extremo del nihilismo, y,
cambio implica la destrucción del mundos mediante el “bienestar”, y en consecuencia, no sería preferi-
estado de cosas anterior para, so- actualizó una dirección social, un ble, entonces, acudir de nuevo a la
bre sus ruinas, construir una nueva mundo, compuesta de retazos de idea de lo “mejor” de Leibniz, es de-
realidad. todos los mundos virtuales, donde cir, volver a inventar a Dios?
emergieron los Estados nacionales.
El libro, en contraste, invoca la Dicho en otras palabras, desde el Este libro propone respuestas
noción de pluralidad implícita en capitalismo o desde el socialismo, distintas a tales interrogantes. Los
el concepto de posibilidad de Gabriel el Estado de bienestar se instauró diversos artículos de ¿Uno solo o
Tarde y basado en su particular re- como un solo mundo conectado varios mundos?, a pesar de su dis-
lectura de La Monadología de a la tecnología propia de la fábri- tancia, tienen una articulación:
Leibniz. De acuerdo con Tarde, el ca en el que se actualizaron, en suponen que pensando en la dife-
principio de posibilidad de Leibniz una sola dirección, la infinidad de rencia, y no en la unidad, es facti-
es propio de la idea de Dios pre- mundos que existían virtualmen- ble crear mundos, contra-saberes y
ponderante en el siglo XVII, es de- te. Trayendo al día de hoy estos nuevas conexiones entre conoci-
cir, que el enunciado sobre Dios planeamientos, vemos cómo, pau- mientos y ordenamientos sociales.
conteniendo infinitos mundos y se- latinamente, ese mundo fordista Que en la novedad, y no en la re-
leccionado para su realización solo ha devenido “posfordismo” o “tec- petición, es donde puede actuali-
uno, el mejor, es específico del giro nología de la empresa”, lo que ha zarse la pluralidad virtual de la
teocrático del pensamiento filosó- supuesto relevos en la comu- infinidad de mundos capturada hoy
fico de los albores de la moderni- nicación de las interacciones y en un solo mundo por la dirección
dad y, agrega que, a partir del siglo variaciones de la dirección pre- neocapitalista. Finalmente, que la
XIX, tal idea de posibilidad deja de ponderante. En efecto, al regirse resistencia no está por fuera de los
tener realidad puesto que ese giro principalmente por el mercado, regímenes tecnológico y económi-
teocrático del siglo XVII se sumer- con independencia de los gobier- co, sino que, de manera procesual,
ge en el acontecimiento de “la nos, la nueva dirección neocapita- está estrechamente vinculada con
muerte de Dios” y, con ello, da for- lista “libera” nuevos modos de ellos.
ma al nihilismo. El principio de relación, de carácter procesual,
posibilidad de Tarde se desplaza, que se desplazan de los territorios
entonces, desde el presupuesto del movimiento y el espacio, ha-
* Coordinadora del grupo de investiga-
leibniziano de la selección del me- cia el campo de las afecciones y el ción Socialización y Violencia del IESCO-
jor de los mundos hacia aquel de la tiempo. UC. E-mail: mzuletaz@gmail.com

246 N ÓMADAS NO. 26. ABRIL 2007. UNIVERSIDAD CENTRAL – COLOMBIA

También podría gustarte