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Sostenibilidad Comprometidos con los ODS ODS 13: Acción por el clima
ODS 13: ACCIÓN POR EL CLIMA
C i i d CO /kWh l i d i i f i l d
Con unas emisiones de CO2/kWh que son ya la mitad o casi tres veces inferiores que las de nuestros
principales competidores, la estrategia de inversión en energía limpia y redes llevará a Iberdrola a ser una
compañía neutra en carbono en Europa en 2030 y a reducir su intensidad de emisiones a nivel global hasta
los 50gCO2/kWh al final de la década. Su objetivo es alcanzar la neutralidad en carbono a nivel global para
2050.
El 79 % de la capacidad instalada propia del grupo procede de fuentes libres de emisiones, lo que
supone un total de 37.997 MW de energía limpia (datos a cierre del Ejercicio 2020).
El mayor parque eólico de la historia de Iberdrola es East Anglia ONE, en aguas británicas del Mar del
Norte.
Iberdrola se suma al primer observatorio de España para promover el uso del vehículo eléctrico y la
La compañía promueve la plantación de 20 millones de árboles hasta 2030, que capturarán
En Reino Unido, a través de su filial ScottishPower, Iberdrola ha lanzado el proyecto Zero carbon
communities una iniciativa destinada a ayudar a las comunidades locales a alcanzar los objetivos Net Zero
communities, una iniciativa destinada a ayudar a las comunidades locales a alcanzar los objetivos Net Zero,
como parte del compromiso adquirido por el país de ser neutro en carbono en 2050.
El grupo Iberdrola contra el cambio climático.
El ODS 13 se centra en la necesidad de adoptar medidas urgentes para acabar con el cambio climático que
afecta a todos los países del mundo Entre estas medidas destacan el fortalecimiento de la resiliencia y la
afecta a todos los países del mundo. Entre estas medidas destacan el fortalecimiento de la resiliencia y la
capacidad de adaptación a los riesgos relacionados con el clima, la inclusión de acciones relativas al
cambio climático en las políticas y estrategias de los distintos gobiernos y las mejoras en materia de
educación y sensibilización.
Tal y como revela el quinto Informe de evaluación del IPCC, entre 1880 y 2012 la temperatura media de la
Tierra se incrementó en 0,85 ºC, entre 2030 y 2052 el aumento será de 1,5 ºC y de 3 a 5 a finales de siglo.
Asimismo, el nivel del mar se elevó 19 centímetros entre 1901 y 2010 y el Ártico está perdiendo 1,07
millones de km2 de hielo cada década.
Por otro lado, la concentración de gases de efecto invernadero (GEI) en la atmósfera ha ido creciendo de
forma progresiva desde la Revolución Industrial, hasta alcanzar en la actualidad la preocupante cifra de más
de 400 partes por millón (ppm), según datos de 2019 de la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
Esta institución advierte, además, de que se trata de una tendencia en aumento. La última vez que se dio
en la Tierra una concentración comparable de CO2 fue hace entre 3 y 5 millones de años, cuando aún no
existía el ser humano.
Todos estos datos apuntan a que los patrones climáticos de la Tierra están cambiando, y la actividad
humana es, en gran parte, la principal responsable. El cambio climático produce un impacto negativo en el
medio ambiente, la economía, el bienestar de las personas y las comunidades y, si no actuamos con
urgencia, las consecuencias serán devastadoras para la vida y el desarrollo de nuestro planeta. De hecho,
los fenómenos meteorológicos extremos y el aumento del nivel del mar ya están afectando a las personas
que viven en los países en desarrollo, las más vulnerables. Actuando ahora podremos promover el
crecimiento económico, erradicar la pobreza extrema y mejorar la salud y el bienestar de las personas.
Revertir las cifras mencionadas anteriormente solo es alcanzable actuando a nivel mundial, desde todos los
ámbitos y con firmeza. Es por este motivo que adoptar medidas urgentes para combatir el cambio
climático se ha convertido en el ODS 13 de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, aprobados
en septiembre de 2015 como parte de la Agenda 2030.
Asimismo, para fortalecer la respuesta internacional a esta amenaza global, la Convención Marco de las
Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) celebra anualmente una Conferencia de las Partes,
a la que asisten alrededor de 200 países y que supone la mayor iniciativa mundial para reducir la emisión de
los GEI y frenar el calentamiento global. Desde la firma del histórico Acuerdo de París (COP21), que entró en
vigor en noviembre de 2016, los países trabajan para limitar el aumento de la temperatura de nuestro
planeta a menos de 2 ºC.
Dentro del ODS 13, las metas concretas de aquí a 2030 son las siguientes:
• Fortalecer la resiliencia y la capacidad de adaptación a los riesgos relacionados con el clima y los
desastres naturales en todos los países.
En este sentido, las comunidades deben trabajar para avanzar hacia una economía baja en carbono, en la
que las energías renovables y el sector eléctrico jueguen un papel clave. La descarbonización de la
economía es vital para frenar el cambio climático, y esta solo se alcanzará mediante una clara apuesta por la
electrificación y las energías limpias.