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MAR ADENTRO

Resumen

Ramón Sampedro desde sus 25 años de edad llevo una buena vida con lo que más amaba,
navegar por el mar. Al poco tiempo, sufre un pequeño accidente que tuvo sobre el mismo
lugar que más apreciaba, fracturándose una parte del cuello por la mala caída que recibió
al tratar de zambullirse en el agua salada.

Como resultado, despierta tetrapléjico y recostado en su cama en un transcurso de casi 30


años de tiempo, llegando a un punto que no encuentre una buena razón para seguir
existiendo con una enfermedad que claramente no tiene cura.

Cansado de la nueva vida que llevaba y de las molestias que sentía que hacía a los demás
decide tomar la muerte como el único camino y respuesta a su caso. Lamentablemente,
en ese entonces la eutanasia no estaba propuesta como una decisión legal. Aun así,
conoce a dos mujeres que interfieren bastante en su vida personal, la principal quien fue
su abogada y le ayuda en su caso de recibir un tipo de eutanasia legal y la segunda
llamada Rosa quien fue su buena amiga en poco tiempo y que claro, le ayuda con el
mismo propósito que hace la abogada, aunque ambas a un principio trataron que su
decisión cambiara, pero en el entendimiento y respeto que se tuvieron al final con el
protagonista no todo se da como parece.

Comentario y opinión

Qué es vida si te encuentras con una enfermedad que no tiene cura, la tengas por años y
te haga sentir incompetente, triste, mal emocionalmente por tu estado crítico. No te
sientas bien por cómo crees que puedas avanzar a pesar de todo un periodo (de casi 30
años) que te lleves con tal enfermedad y no deje de acompañarte todos los días, que aun
así no te acostumbres, no te mejores, que tu familia tenga que ocuparse cada vez mas de
ti y que su preocupación de que te encuentres bien o que tus cuidados sean buenos
aumenten cada vez más y más, ya siendo muy rutinario para ti o por los demás.

Es un trabajo arduo para ellos que digamos, por solo el hecho que te encuentres inmóvil
totalmente es algo que a ti mismo te aumenta limitaciones y a ellos también.

En lo personal, sino tengo mucho que dar o he dado todo de mi antes de que la
enfermedad abriera mi puerta y decidiera quedarse por tanto tiempo como el
protagonista lo tuvo, me gustaría decir que el camino de la eutanasia lo tomaría como
opción también, no es tan fácil obviamente, pero de lo que más temo seria el sufrimiento
de largo tiempo que un mismo sufrimiento de corto tiempo.
Respeto la decisión de cada persona, cada quien ve su razón o motivación con este tipo de
enfermedades que digamos, así como Stephen Hawking el cual su principal motivación
para vivir fue encontrar una teoría que unifique todas las leyes de la física, muchos dirían
que esta persona fue de admirar por lo que él decidió vivir, aunque la enfermedad le fue
carcomiendo poco a poco y lamentablemente sin darse cuenta fue lastimando algunas
personas de su alrededor en ciertos momentos, el mal carácter que tuvo quizás fue una
razón para esas personas cercanas y la enfermedad solo fue un plus para que todo se
deteriorara, recalquemos, un plus, solo eso.

Una libertad que quita la vida no es libertad, pero una vida que quita la libertad no es vida

Esa frase me llamo bastante la atención, rescato que una vida que te quita la libertad no
es vida porque como claro lo lees y relacionas con la situación del protagonista o si yo
fuera él, es que, si sientes que la vida (enfermedad incurable y crítica) te roba esa libertad
que sentías antes que la tuvieras deja de ser una buena vida para ti.

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