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UNIVERSIDAD JUÁREZ AUTÓNOMA DE TABASCO

DIVISIÓN ACADÉMICA DE CIENCIAS DE LA SALUD


COORDINACIÓN DE ESTUDIOS DE ENFERMERÍA

LECTURA DEL LIBRO AUTORA ELIZABETH KÜBLER


ROSS “LA RUEDA DE LA VIDA”

ELABORADO POR:
SUSAN ESTEFANY JIMENEZ GARCIA

DOCENTE:
JUANA GERONIMO GARCIA

MATERIA:
ENFERMERIA EN CUIDADOS PALIATIVOS

GRADO: 4TO GRUPO: I

TURNO: VESPERTINO

VILLAHERMOSA TABASCO, 28 DE JUNIO 2021


ELIZABETH KÜBLER ROSS “LA RUEDA DE LA VIDA”

La rueda de la vida es una obra narrada por la autora Elizabeth Kübler Ross, en
donde cuenta que comprende a los enfermos terminales y al estudio de la muerte,
y mas de cerca con personas infectadas de VIH sida. Una gran parte de
pensamientos que por cierto es muy profundo han sido aplazados esta narración,
cuenta las experiencias vividas desde que ella era una niña y descubre que su
destino era estudiar la vida y la muerte, conociendo así su importancia a través de
sufrimiento intentando explicar cómo es que existe el ser humano. Al comenzar a
leer este libro, hay algunos lectores que no les parece muy relevante sobre el
tema de la vida y la muerte, muchas veces porque se piensa que es algo tonto
para pensar en eso coma pero la realidad es que todo individuo tendrá que
enfrentarse a la realidad de la vida y al final de esta qué es la muerte, aunque no
existe coma según la autora la realidad es que la muerte si existe coma y en esta
transición de estar en este mundo y pasar a otro,a una vida eterna. Cómo lo dicen
algunas religiones, es una vida eterna o un bien celestial o infernal no todos los
creyentes de esta enseñanza son dignos de entrar al Reino, pero la verdad es que
todos tendremos que enfrentar esa etapa que sigue siendo dura tanto para uno
mismo como para los que nos aman y amamos.

En las primeras páginas, narra sobre las historias como se ve un marcado el


alcanzable servicio que a lo largo de su vida ha prestado a miles de enfermos
desahuciados. Recorre un camino difícil, buscando respuestas y ayudando a los
moribundos alcanzar la paz, pero este contacto constante con la muerte la
obsesiona. Más allá de las verdades científicas, Elizabeth Kübler creen en la
reencarnación y en presencias invisibles, pero sobre todo, su trabajo afirma la
inmortalidad del alma y la vida eterna que alcanza quienes mueren serenamente.
Para ella la vida después de la muerte no es una sospecha ni un misterio, tal vez
un secreto que pocos conocen. No le cabe la menor duda: fuera de este mundo
hay una vida mejor, libre de preocupaciones y dolencias.La lección del miedo, de
la culpa, la ira, el perdón, entrega, el tiempo, la paciencia, el amor, la relaciones, el
juego, la pérdida, el poder, la autenticidad, y la felicidad la prendemos estando
solo sino mutuamente conectados, el amor nos hace creer que nuestra relaciones
nos enriquecen más y que el amor es realmente lo único que podemos poseer,
conservar y llevarnos con nosotros nada de lo material nos llevaremos al morir.

La muerte puede ser una de las grandiosas experiencias de la vida, si se vive bien
cada día entonces no hay que temerle ,la adversidad no sólo nos hace más
fuertes. Contestó que es maravillosa. Es lo más fácil que vamos a hacer jamás. La
vida es ardua, la vida es una lucha, la vida es como ir al escuela; recibimos
muchas lecciones y cuando más aprendemos, más difíciles se ponen las
lecciones. Todo el mundo sufre contratiempos en la vida cuando más numerosos
son más aprendemos y maduramos.
Creo que la medicina moderna se ha convertido en una especie de profeta que
ofrece una vida sin dolor, esto siendo una tontería, lo único que a mi juicio sana
verdadera mente es el amor condicional. Durante toda la vida se nos ofrecen
pistas que nos recuerdan la dirección que debemos seguir, si no prestamos
atención aprendemos lecciones y llevamos una vida plena y feliz, que incluye una
buena muerte. El regalo más grande que nos ha hecho Dios es el libre albedrío,
que coloca sobre nuestros hombros la responsabilidad de adoptar las mejores
soluciones posibles, puesto que no hayan sido las más agradables pueden que no
hayan sido las que deseábamos pero fueron las que en algún momento dieron el
aguante, la determinación y la energía para todo el trabajo que se debía hacer.
Muchas veces las circunstancias de la vida nos lleva a ver la muerte de cerca,
pero aún de ello podemos sacar provecho, es algo tan personal que no todos
pueden ver hasta que enfrentan esa realidad. A través de esas pocas
experiencias, comprendí que la muerte es algo que no siempre se puede controlar,
pero bien mirado eso me pareció bien. La naturaleza era eterna y digno de
confianza, hermosa y benévola en su trato a los demás era Clemente. En ella me
cobijaba cuando tenía problemas en ella me refugiaba para sentirme a salvo de
los adultos farsantes en ella la impronta de la mano de Dios. La vida y la muerte
son dos cosas distintas y difíciles de comprender, la misma doctora se pregunta y
a la vez contesta:¿ Como saben estos gansos cuándo es el momento de volar
hacia el sol?,¿ quién es anuncia las estaciones?¿ cómo sabemos los seres
humanos cuándo es el momento de hacer otra cosa.?¿ cómo sabemos cuando
ponernos en marcha? Seguro que a nosotros nos ocurre igual que a las aves
migratorias; hay una voz interior, si estamos dispuestos a escucharla, que nos dice
con toda certeza cuando éntranos en lo desconocido. La muerte es incierta y
repentina, nadie conoce la forma en que partirá de esta tierra. La vida es difícil,
cada día nos presenta un nuevo reto. Por parte de vivir la vida es formar una
familia, en la que podamos practicar ese amor que nos conecta con Dios los
demás seres.Según la autora, para la mente del médico la muerte significa otra
cosa: un fracaso y ofrecer una vida sin dolor, aunque también menciona que los
grandes adelantos de medicina habían convencido a la gente de qué la vida debe
transcurrir sin dolor, puesto que la muerte iba asociada con el dolor y la evitaban.
Lo que es verdad y es una mera realidad es que si no se tiene una buena vida e
incluso en los momentos finales esta no se puede tener una buena muerte. Como
lector esas frases fueron de los mejores que Libro menciona: vives de tal forma
que al mirar hacia atrás no lamentes haber despreciado la existencia. Vive de tal
forma que no lamentes las cosas que has hecho ni desees haber actuado de otra
manera, vive con sinceridad y plenamente. La vida es un reto no una tragedia, a
veces es mejor pedir demasiado y en realidad suele ser difícil de aceptar, ¿pero
qué otra alternativa hay? Nada está organizado en esta vida, fuera de lo que el
mundo tiene que enfrentarse a dificultades. Así es como aprendemos, algunos se
enfrentan a dificultades desde el instante en que nacen, esas son las personas
más especiales que otras que necesitan el mayor cariño, atención y comprensión
y nos recuerdan que la única finalidad de la vida es el amor.
Tampoco no hay ninguna palabra tranquilizadora que se pueda decir que alivia
ese estado mental en que se renuncia el pasado y se trata de imaginar el
inimaginable futuro. La mejor ayuda es permitir sentir su  aflicción es decir una
oración, simplemente tocarlo con cariño o sentarse a su lado. La pérdida de
posesiones era otra historia, eran cosas de mi vida pero no mi vida. Esto es una
oportunidad para crecer espiritualmente, uno no creas y todo es perfecto pero el
sufrimiento es un regalo que tiene una finalidad. La medicina actualmente es
compleja y la investigación es cara, pero los directores de las grandes compañías
de seguros y de la Organización Mundial de la Salud ganan millones de dólares al
año, mientras que los enfermos de sida no pueden costear los medicamentos que
se le prolongarán la vida .  Las mayores satisfacciones en la vida provienen al
abrir el corazón a las personas necesitadas, la mayor felicidad consiste en ayudar
a los demás. Una buena forma de culminar una obra con lo siguiente: no se puede
sanar al mundo sin sanarse primero así mismo. Debemos de vivir hasta morir,
nadie muere solo. Todos somos amados con amor que trasciende la compresión
todos somos bendecidos y guiados. Es importante que hagamos no solamente
aquello que nos gusta hacer sino dar una lección de aprender que es el amor
incondicional. Morir no es algo que haya que temer, puede ser la experiencia más
maravillosa de la vida, pero todo depende de cómo hemos vivido, la muerte es
solamente una transición de esta vida a otra existencia en la cual ya no hay dolor
ni angustias . Y si bien es cierto, aunque existe el amor y perdura aunque ya no
existamos, no podemos evitar temer a la muerte, es algo natural algo que no
cualquiera acepta, el pensar que cómo sería nuestra muerte es algo que nos
aterra a toda como persona si los médicos ofrecieron una vida sin dolor es porque
todo paciente y la gran mayoría de ellos visito un consultorio médico cuando el
dolor ya es insoportable, y aunque se piensa que la medicina moderna sólo piensa
en esto, creo que es una forma de ayudar a un paciente a superar el problema en
ese momento que está pasando.
Es importante que los jóvenes de ahora conozcamos nuestra misión en esta vida,
aprender sobre las experiencias es algo que nos ayuda a crecer y no cometer los
mismos errores de siempre y que todos cometen. Morir es algo natural algo que
como el nacer no se puede evitar, pero gracias a las culturas y el materialismo la
muerte se ha convertido en algo realmente temible por el ser humano, porque no
hemos entendido que es sólo una transición de una vida terrenal a una vida
extraterrestre, ya es que fuera de esta tierra es un lugar que no sabemos ni dónde
ni cómo es pero que existe en algún lugar fuera de la tierra. En este libro para
Elizabeth fue como relatar sus memorias para que otras Personas conocieran qué
cosas fueron las que más impactó mucho en su persona y en su profesionalismo,
desde que era una niña. Así podremos decir quien este libro se fusiona la biografía
personal con su vocación profesional, su mensaje de que la muerte no existe, que
la existencia continúa en otro plano de la realidad, la importancia de despedirse de
los seres queridos al finalizar este corto trayecto por la existencia en una forma
humana; la necesidad de no esconder la muerte debajo del alfombra, y de
aceptarla y reconocerla como una parte natural de la existencia.   

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