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1816- 1916: Argentina e Irlanda, los procesos de

Independencia
Dra. María Eugenia Cruset

El presente trabajo se llevó a cabo en el marco del proyecto: ‘Argentina e Irlanda (1816-
1916-2016). Estudios Socioculturales y Traducción’ Universidad Nacional de La
Pampa-Argentina- 2015/2017. Dirigido por la Mag. María Graciela Eliggi. Co-dirigido
por la autora.

INTRODUCCIÖN
Por una coincidencia de la historia, Argentina e Irlanda, comparten efemérides –con un
siglo de diferencia- y marcan similitudes en los procesos soberanistas que los llevaron a
constituirse como Estados-independientes. Las dos naciones, tuvieron que enfrentar
imperios opresores y llevar adelante largas luchas emancipadoras.

Por otra parte, Argentina le debe a los irlandeses llegados a sus tierras, una enorme
generosidad por su nuevo hogar, que se plasmó en la participación política y en los
campos de batalla. Baste solo recordar al Almirante Guillermo Brown, padre de la
armada y a John O´Briien, oficial del Ejército del Gral. San Martín, quien realizó la
campaña de los Andes.

Del mismo modo Irlanda, contó con el apoyo y la ayuda de la Diáspora, que envió
dinero, armas y hasta combatió en el Alzamiento de Pascua. Y, de este modo, referimos
a Eamon Bulfin, aquel que colocó la bandera de la República sobre el edificio de
correos.

En este trabajo nos proponemos analizar lo que conforma el vínculo colonial y sus
consecuencias. También las características de su ruptura, utilizando para ello, las
circunstancias americanas y europeas.

VÏNCULO COLONIAL
El vínculo colonial es una relación asimétrica, donde se fuerza una dependencia de un
miembro (Estado o nación, territorio, etc.) sobre el otro. Y, donde se genera en lo
económico, un monopolio de carácter comercial donde las directrices económicas las
marca la metrópoli en función de sus intereses. Es una sesión no voluntaria de
soberanía de la parte más débil a la más fuerte.

La ideología que lo justifica es el Colonialismo, donde se presuponen valores del


colonizador que autorizan a la intromisión política (a través de la colocación de
autoridades no autóctonas), la dirección económica y el sometimiento social. Esta
justificación se basa en una pretendida superioridad cultural y/o religiosa, que tiene
mucho de racismo y de Darwinismo social.

La expansión colonial tiene una primera etapa durante los siglos XV y XVI, donde los
países que llevaron la delantera eran España y Portugal y donde la lógica económica
estaba encuadrada en el mercantilismo, como doctrina económica imperante en la época
y que marcaba la riqueza de un Estado por la cantidad de metales preciosos que
atesorara. Este fue el primer móvil de españoles y portugueses en América, aunque
luego este se diversificó y fue evolucionando hacia otras fuentes de riqueza. De todos
modos, fue esta variable la que hizo que territorios mineros como México o Perú fueran
considerados centrales y otros –como la zona del Rio de la Plata o los llanos
venezolanos- secundarios. Su lógica era la de abastecer a los lugares centrales en
particular alimentos como el ganado.

La segunda etapa se sitúa en el último tercio del siglo XIX y comienzos del XX, donde
claramente se destacaron potencias globales en la época como el Reino Unido y Francia.
Y, aunque se mantienen las lógicas y los parámetros de la etapa anterior, se acentúa la
búsqueda de una balanza comercial favorable para la metrópoli y la búsqueda de
mercados y mano de obra barata. Todo esto se enmarca en la división internacional del
trabajo, donde los estados coloniales producen materias primas y los colonizadores
manufacturas. Es una situación que a la larga crea una división entre países ricos y
desarrollados y otros pobres y subdesarrollados. Y esto, por la diferencia de valor
agregado de los productos manufacturados en detrimento de los commodities.

Esta relación de centro y periferia, la estudian los cientistas sociales desde los años 60 y
70, a partir de las reflexiones de la Comisión Europea para América Latina y el Caribe
(CEPAL), y la utilización metodológica de la llamada Teoría de la Dependencia. Estas
ideas comienzan con el economista argentino Raúl Prebisch. Para esta escuela de
pensamiento, entre países desarrollados y países subdesarrollados existe una relación de
dependencia, son como dos caras de la misma moneda, donde los segundos son los
perjudicados y por la misma lógica de la relación nunca llegarían a desarrollarse. Esto
es porque los países desarrollados los necesitan para serlo y, por esta razón, el concepto
de países “en desarrollo” – que están yendo hacia el desarrollo y despegue económico-
es una falacia.

Estas ideas tienen una base en las ideas marxistas y en la dialéctica de la lucha de clases
y la relación de “opresor-oprimido”. Aunque también toma conceptos de Max Weber.
Es la teoría conocida como Cepalina –por su origen en la CEPAL- da a las Relaciones
Internacionales que da origen a una nueva escuela llamada Estructuralista, que no sólo
trata de interpretar el orden internacional a través de la lógica expuesta, sino que va más
allá, planteando caminos estratégicos a los Estado-nación dependientes para llegar,
eventualmente y siguiendo con sus recetas, a la mayor autonomía posible. Aunque
examinar estas recomendaciones exceden el marco de este trabajo, podemos mencionar
la sustitución de importaciones como una de las más importantes.
Estos procesos colonizadores llegan a su fin mayormente después de la década de 1960,
donde las colonias africanas comenzaron su camino de Estados independientes de
forma muy tortuosa. Tiene sustento en el principio de autodeterminación de los pueblos,
que se enmarca en los Derechos Humanos –aunque no figura en la Carta de San
Francisco- pero sí en resoluciones de las Naciones Unidas 1 Es un principio del Derecho
Internacional Público y genera obligaciones erga omnes.

Desde el punto de vista cultural, la descolonización inspiró los llamados estudios


postcoloniales, que surgen en la década de 1980 y tratan de explicar lo propio de las
creaciones nativas, sus especificidades e, incluso, aquellas que han servido como
elemento político para lograr la independencia.

Proceso de independencia argentino


En la lógica del Imperio español, como hemos visto antes, la zona del Río de la Plata
era, en principio, muy marginal. Al no existir yacimientos mineros de importancia,
dependió administrativamente del Virreinato del Perú y su función fue la de abastecer
con alimentos principalmente, a las minas de Potosí en el Alto Perú.

Van a ser las reformas administrativas impuestas por la casa de Borbón, que buscaba
una modernización y mayor eficiencia, más la centralización del Estado, lo que justificó
la creación del Virreinato en 1776. Hay que decir, que tampoco fue menor, la necesidad
de poner un freno a las políticas expansionistas portuguesas hacia el sur, que podrían
llegar a ser un problema si llegaban a tomar el rico centro minero. Las intromisiones de
otras potencias europeas como Inglaterra y Francia sobre la despoblada Patagonia 2
tampoco era para menospreciar. Así se construyeron una serie de fuertes y fortines sobre
la costa sur. Por Real Ordenanza de 1778, durante el reinado de Carlos III, se dispuso la
creación de Carmen de Patagones, Candelaria, Puerto Deseado y Floridablanca. Las
inhóspitas condiciones del terreno y del clima duro hicieron que solo la primera
prosperara y se convirtiera en el último baluarte sur.

La política napoleónica conocida como “bloqueo continental”, desencadenó una serie de


hechos históricos que a mediano plazo impulsó los procesos de independencia de
América Latina. La necesidad estratégica de Francia de pasar por España a Portugal,
hizo que Fernando VII se viera forzado a abdicar al trono en favor del hermano de
Bonaparte José. Esta situación no fue aceptada por la mayoría del pueblo español que
“reasumió” la soberanía a través de juntas de gobierno.

Esta política se sustenta, en gran parte, en las ideas de gobierno y soberanía


desarrolladas por la llamada “Escuela de Salamanca”. Durante el siglo XVII, se
congregan en dicha universidad, una serie de destacados teólogos como Francisco de
Vitoria, Francisco Suarez y Luis de Molina, entre otros. Según ellos, la soberanía

1
resoluciones 1514 (XV), 1541 (XV) ó 2625 (XXV)
2
Demás está decir que esta concepción de “tierra vacía” era solo el punto de vista colonizador y que no
se ajustaba a la realidad de pueblos como el Mapuche,. Que habitaban desde hacía siglos la Patagonia
sin tener en cuenta las fronteras creadas primero por España y luego por Argentina y Chile.
proviene de Dios y reside en el pueblo, quien la delega en el gobernante, pero puede
desobedecerlo y hasta deponerlo si éste es injusto.

En septiembre de 1808 las juntas regionales enviaron representantes a la que se


consideró la junta principal en Sevilla. Esta se disuelve a comienzos de 1810 y, ante el
casi total dominio del ejército francés sobre la península, se crea un Consejo de
Regencia de España e Indias y se forman las Cortes de Cádiz, que terminarán
sancionando la constitución de 1812.

En América, promovidas por los cabildos locales, también se crearon juntas de gobierno
que dependían solamente de Fernando VII . Entre 1808 y 1810 se fundaron en Dolores
(Guanajuto), Montevideo, Chuquisaca, La Paz, Quito, Caracas, Buenos Aires, Santiago
de Chile, etc.

Aunque todas esperaban avanzar con el proceso de independencia, la realidad europea,


que aún seguía sin estar totalmente definida, frenaba con cautela estos avances. La
derrota de Napoleón y la consecuente reunión del Congreso de Viena y sus
determinaciones reaccionarias, buscando restaurar las antiguas casas reinantes con el
principio de legitimidad, desaceleraron o frenaron directamente los avances en América.
El intento de San Martín de apurar la situación en la Asamblea de 1813, sólo trajo
aparejadas una serie de normas progresistas como la libertad de vientres, la abolición de
la tortura y la supresión de los títulos de nobleza, pero no el avance hacía la soberanía
completa.

Van a tener que pasar la fuga de su prisión de Napoleón, con la nueva toma del poder en
lo que se conoce como “los cien días” y la derrota en Waterloo y la ya definitiva prisión
en Santa Elena, para que las Provincias Unidas del Río de la Plata declaren el 9 de julio
de 1816 su independencia de España y "de toda otra dominación extranjera”.3

Esta situación coyuntural europea, también le permitió a Daniel O´Connell en Irlanda,


volver a la política en 1810 y crear en 1811 un comité que favoreciera la participación
de los católicos en la actividad parlamentaria. Su figura es muy significativa en el largo
camino hacia la soberanía y, por justas razones, es conocido como “El Libertador”.

EL CAMINO DE IRLANDA A LA SOBERANÍA


Desde la invasión normanda en el siglo XII, con sus estatutos de Kilkenny, que
condicionaron y limitaron las costumbres irlandesas, desde la vestimenta hasta el uso
del idioma gaélico en nombres y apellidos, hasta su independencia en 1922, pasaron
siglos de dominación extranjera y de lucha por la emancipación.

Muchos de estos movimientos revolucionarios coincidieron con lo que se llama en la


historiografía las revoluciones burguesas o las revoluciones atlánticas y que no fueron
otra cosa que el intentar lograr objetivos en contextos que podrían ser favorables. Esto

3
Declaración de Independencia, 9 de julio de 1816.
lo vemos desde 1798 con Irlandeses Unidos de Wolfe Tone hasta el Alzamiento de
Pascua de 1916.4

1916, no es una fecha más para Irlanda, es el comienzo del fin de la dominación
británica – al menos en buena parte de la isla- y, por eso, es tan importante para los
irlandeses como 1816 lo es para los argentinos. El que podría ser otro levantamiento
oportuno, considerando la participación británica en la Primer Guerra Mundial, y que en
sí misma fue un fracaso militar, fue el hecho que encendió la llama de la libertad.

Las acciones comenzaron en Dublín, el lunes de Pascua 24 de abril de 1916, con una
coalición de socialistas, conocida como el Ejército del Pueblo, al mando de James
Connolly, y los Voluntarios Irlandeses de la Hermandad Republicana Irlandesa al
mando de Patrick Pearse. Unos mil hombres se dieron cita en el Liberty Hall, desde
donde partieron en pequeñas unidades para alcanzar y ocupar puntos estratégicos en la
ciudad, con el objetivo de bloquear los movimientos de las guarniciones británicas y
prevenir la llegada de refuerzos. El principal grupo ocupó la Oficina General de Correos
(G.P.O.), donde Pearse leyó la proclamación de la República de Irlanda. Los
enfrentamientos armados no tardaron en producirse, al igual que el saqueo de tiendas y
almacenes por parte de la gente más pobre. Las tropas de refuerzo británicas llegaron
pronto, al igual que la artillería, que descargó toda su fuerza sobre el centro de Dublín.
El viernes por la noche el cuartel general de los rebeldes ardía sin control y los
Voluntarios lo abandonaron. En la tarde del sábado, Pearse se rindió.

Los rebeldes que se rindieron fueron llevados al cuartel de Richmond, donde los
cabecillas fueron separados del resto de los prisioneros. A algunos de los rebeldes más
jóvenes se los liberó, pero a la mayor parte de ellos los embarcaron a Inglaterra para ser
encarcelados. Unos 160 rebeldes fueron juzgados por traición y 77 de ellos condenados
a pena de muerte, muchas de las cuales las conmutaron por penas de prisión. A los
líderes de la rebelión, incluidos los siete firmantes de la Proclama, los fusilaron de
forma sumaria después de la rendición. El último de los rebeldes en ser ejecutado fue
Connolly, el 12 de mayo, a quien tuvieron que sentar en una silla para enfrentarse al
pelotón de fusilamiento, ya que no podía mantenerse en pie debido a las graves heridas
que había sufrido en los tobillos durante la rebelión.

De 1919 a 1921 se luchó en Irlanda la llamada “Guerra Anglo-irlandesa” o “Guerra de


Independencia” entre la Policía Real Irlandesa, el ejército británico y el grupo
paramilitar Black and Tans por un lado y el Ejército Republicano Irlandés (IRA) por el
otro. Tuvo sus orígenes en la formación del unilateralmente creado parlamento irlandés,
conformado por la mayoría de los miembros del parlamento electos para formar parte
del parlamento británico en Westminster. Este parlamento, conocido como el primer
Dáil, y su ministro, conocido como el Aireacht, declararon la independencia de Irlanda.
El IRA, como el 'ejército de la República Irlandesa', tenía la obligación, según algunos
miembros del Dáil Éireann, de iniciar la guerra sobre la administración británica. La
4
Para ampliar en detalle este tema CRUSET, Maria Eugenia Irlanda el camino al Estado-nación. En:
Pueblos, Naciones y Estados en el siglo XXI. María de las Nieves Cenicacelaya (ed.) Universidad Nacional
de La Plata, 2014. Cap.4, p.p. 97-114-
guerra terminó con una tregua en 1921, la cual llevó a la negociación del Tratado
Anglo-Irlandés y la creación del Estado Libre Irlandés en 1922. Una minoría de
aquellos involucrados en la Guerra de Independencia se rehusó a aceptar el tratado, por
lo que fue iniciada la Guerra Civil Irlandesa la cual duró hasta mediados de 1923 y
costó las vidas de algunos líderes del movimiento de independencia, en especial
Michael Collins y Rory O'Connor.

Las consecuencias del tratado, que a su vez fueron las causas fundamentales de la
guerra civil, fueron la autonomía de Irlanda con el status de dominio dentro de la
Commonwealth británica y la separación de los condados del norte.

DE LA PARTICIÓN AL “BREXIT”
La República de Irlanda, en el sur de la isla, se convierte en Estado soberano en 1948 y
un año después abandona el Commonwealth. De todos modos, la situación de los
condados del norte bajo dominio inglés, continúa siendo inestable. La situación
desfavorable que allí tenían los católicos, motiva, que a partir de 1968, surgiera un
movimiento reivindicativo en defensa de sus derechos civiles. Manifestaciones y
marchas derivan en una escalada de violencia que lleva al Primer Ministro a pedir la
intervención directa de Inglaterra. De esta etapa de enfrentamientos entre Unionistas y
el IRA son particularmente crueles los episodios del llamado “Domingo Sangriento”
donde una manifestación pacífica de los católicos terminó con una violenta represión
con un saldo de 14 personas (algunos solo niños) muertas a manos de paracaidistas
ingleses y la Hunger Strike (Huelga de Hambre) encabezada por Bobby Sands A este
período se lo llama “The Troubles”- los problemas- y marcaron la lucha entre el IRA
provisional , los Unionistas protestantes y el gobierno británico.

Esta situación trata de ser resuelta a través del Acuerdo del Viernes Santo de 1998, que
propuso un marco político basado en la "paridad” donde el gobierno respeta el
derecho de cada tradición política para perseguir su objetivo de seguir siendo parte del
Reino Unido o para unirse a la República de Irlanda También reconoce que para que el
proceso de reconciliación tenga éxito hay que abordar el sufrimiento de las víctimas de
la violencia. Estableció, así mismo, un sistema de gobierno en Irlanda del Norte,
diseñado para adaptarse a las rivalidades políticas profundas. El Ejecutivo de coalición,
integrado por diez ministros procedentes de cuatro partidos políticos más el Primer y el
Viceprimer Ministros más una Asamblea de 108 miembros, elegidos sobre la base de la
representación proporcional.

Un factor central que procura resolver es la igualdad de derechos. El Acuerdo se


compromete a la protección y reivindicación de los derechos humanos de todos, así
como la asociación, la igualdad y el respeto mutuo. La Comisión de Igualdad y la
Comisión de Derechos Humanos son las dos instituciones encargadas de velar por el
respeto de los derechos civiles, políticos, sociales y culturales de todo el mundo En ese
sentido, también se buscó reformar la Policía y el sistema de justicia, admistiando o
conmutando penas a los paramilitares de ambos bandos que entregaran las armas y se
comprometieran con el Proceso de Paz.

De todos modos muchas de estas medidas no pudieron ser cristalizadas y se debió


acordar un nuevo tratado en octubre de 2006, llamado de San Andrés por firmarse en
esa ciudad escocesa, para que finalmente se abra el Parlamento y se llame a elecciones
para un Poder Ejecutivo compartido. La Asamblea se reunió el 8 de mayo de 2007 y
eligió a Ian Paisley y Martin McGuinness como primer ministro y viceministro primero.
El primero Unionista y el segundo ex miembro del IRA . Ese año finalmente se retiran
las tropas inglesas de la isla. Y como gesto simbólico de reconciliación la Reina Isabel
II visitó la República de Irlanda en 2011 y un año después hizo lo propio con el norte.

A consecuencia de un escándalo de corrupción, por parte de la Primer Ministra


unionista Arlene Foster, McGuinness decide renunciar en señal de protesta. Esto obliga
a convocar a nuevas elecciones donde gana. Martin McGuiness fallece en 2017, pero su
sacrificio y determinación por la paz es reconocida por todos.

En marzo de ese año, ganan las elecciones por poco margen los Unionistas (28,06)
frente al Sinn Féin (27,91). Esta paridad los obligará a pactar y negociar para lograr la
gobernabilidad. 5

Por otra parte, Gran Bretaña ha iniciado el llamado Brexit, su salida de la Unión
Europea, y las consecuencias que pueda traer para Irlanda aún son desconocidas.

El reflejo en Argentina
5
La Vanguardia http://www.lavanguardia.com/internacional/20170304/42534128462/empate-virtual-
dup-sinn-fein-elecciones-irlanda-del-norte.html
El Levantamiento de Pascua significó una fuerte derrota militar para el bando
republicano. Sin embargo, la fuerte represión que hicieron los británicos sobre los
irlandeses, provocó toda una corriente de indignación que cruzó a toda la sociedad en
la isla y en la Diáspora. El fusilamiento y encarcelamiento de los líderes revolucionarios
no significó el descabezamiento del nacionalismo, como pretendían los ingleses, al
contrario, más parecería que hubieran cortado la cabeza de Hidra.

El gobierno clandestino pronto sintió la necesidad de reagruparse y, para esto, contó


con los emigrados en todo el mundo. Se organizó el envío de delegados que actuaban
como embajadores informales, sin credenciales y con acreditación ante las comunidades
y no ante los Estados. A la Argentina fue enviado Mr. Ginnell. Junto con su esposa
realizaron una labor enorme de concientización, propaganda y recolección de fondos.
Su trabajo motivó a otros grupos étnicos nacionalistas reivindicativos como los vascos.6
En cuanto a su labor con los Hiberno-argentinos, no fue solo en la ciudad de Buenos
Aires, sino también en las ciudades y pueblos del interior. Llega hasta Venado Tuerto en
la provincia de Santa Fe, fundada el 26 de abril de 1884, por el empresario irlandés
Eduardo Casey. El periódico “The Southern Cross” cuenta como fue calurosamente
recibido, con banderas argentinas y de Irlanda, por autoridades y público en general.7

Va a ser este periódico el que mantenga informados a todos sobre los graves
acontecimientos de 1916 y de las posteriores negociaciones que desembocarán en el
Tratado de 1921 y la creación del Estado Libre. A partir de telegramas y de notas de
opinión, se seguía en detalle las conversaciones y las dudas que generaban las
condiciones de la tregua y el pacto. Así, se siguen opiniones como las de las viudas de
Connelly – quien está en contra del acuerdo- y la de Mc Swenny – quien está a favor. 8

Aunque pareciera que a principios de 1921 reinaba un parecer contrario a las


concesiones que debían realizarse, en particular la cesión de los condados del norte que
quedarían bajo régimen británico , a principios de 1922 se publica una elogiosa reseña
sobre el fundador del Sinn Féin, Arthur Griffith y su parecer sobre el tema:

I signed that Treaty, said Mr. Griffith, not as the ideal thing, but as a
Treaty honourable to Ireland. 9

De a poco, se irán sumando notas de adhesión, como el telegrama enviado desde


Mercedes por el Rector y superior del colegio St. Patrick10, donde expresa:

6
Sobre los contactos entre irlandeses y vascos en Argentina ver: CRUSET, María Eugenia. “A través del
espejo :imágenes cruzadas de Irlanda y el País Vasco en Argentina” En: Navegar, Vol. 1, Num. 1, julio-
diciembre 2015.
7
The Southern Cross, 2 de diciembre de 1921.
8
TSC, 16 de diciembre de 1921.
9
TSC, 13 de enero 1922.
10
Sobre el papel del clero en la colectividad irlandesa, como l´deres y agentes políticos CRUSET, María
Eugenia. Nacionalismo y diásporas. Los casos vasco e irlandés en Argentina (1862-1922). 2015. Cap. VI.
Congratulates De Valera who, after 700 years, has led Ireland´s Right to the
portals of success. 11

La convicción va a ser que el tratando no cumple con todo lo pautado y que crea una
situación negativa, pero que es el primer pacto desde 1172 12, donde las dos partes tienen
la misma jerarquía, en igualdad de condiciones y se podrá izar la bandera después de la
salida de las tropas de ocupación británicas.

PALABRAS FINALES
Los procesos de independencia de Argentina e Irlanda, nos muestran que el camino
suele ser tortuoso, complejo y violento, la mayoría de las veces. Los intereses de las
metrópolis pueden ser obstáculos difíciles de vencer para las naciones que buscan su
Estado.

No importa si han transcurrido doscientos o cien años, lo importante es que los pueblos
tienen derecho a autodeterminarse y a tener libertad para decidir su destino común.
Como dice David Miller, cuando trata de explicar las complejas razones que llevan a las
naciones a realizar enormes sacrificios en pos de su soberanía, nada hay mejor para el
desarrollo de los propios intereses que el poder gestionarlos por ellos mismos.13

BIBLIOGRAFÏA

11
TSC, 13 de enero de 1922
12
Se refiere al tratado donde se el Papa Alejandro VI ratifica la soberanía normanda sobre la isla. En
1175 se firma el Tratado de Windsor entre Enrique de Inglaterra y Ruaidhirí, mantenía a Ruaidhirí como
«Rey Supremo de Irlanda» pero especificaba el gobierno de Enrique II en Leinster, Meath y Waterford.
13
MILLER, David. Sobre la Nacionalidad. Barcelona, Paidós, 1997.
AMORES, Juan Bosco. Iberoamérica en el siglo XIX : nacionalismo y dependencia.
Pamplona, EUNATE, 1995

BARRY, Carolina. The First Irish Race Congress in South America. The Southern
Cross Vol. 129 N° 5883 (Enero 2004)

BOBBIO, Norberto, METTEUCCI, Incola y PASQUINO, Gianfranco. Diccionario de


Política. México, Siglo XXI, 1997. Décima edición

CARDOSO, Fernando y FALETTO, Enzo. Dependencia y desarrollo en América


Latina, Siglo XXI, México. 1969.

CASTELLO, Ana M. Prensa comunitaria y política local (1875-1880): ¿hacia la


conformación de una opinión política "hiberno-argentina". En: Cuadernos de
Investigación Histórica: Brocar, 2005, pag. 109-46.

CERNADAS FONSALIAS, Jorge 'The Irish Struggle for Freedom as Seen from the
Pampas: The formation of the Irish Free State and the Perception of the Irish-Argentine
Community (1916-1922)'. En: Irish Migration Studies in Latin America. Marzo
2009, pp. 31-38. Disponible en internet   (www.irlandeses.org/imsla0903.htm), tomado
7 de septiembre de 2009

CRUSET, Maria Eugenia Irlanda el camino al Estado-nación. En:Pueblos, Naciones y


Estados en el siglo XXI. María de las Nieves Cenicacelaya (ed.) Universidad Nacional
de La Plata, 2014. Cap.4, p.p. 97-114

-“A través del espejo :imágenes cruzadas de Irlanda y el País Vasco en Argentina” En:
Navegar, Vol. 1, Num. 1, julio-diciembre 2015.

- Nacionalismo y diásporas. Los casos vasco e irlandés en Argentina (1862-1922).


Ed. Lauburu, Buenos Aires, 2015.

ELIGGI, María Graciela. El desplazamiento de la frontera de los estudios poscoloniales:


algunas reflexiones acerca de esta cuestión. En: PARUZZO, Daniela Pilar (ed.) II
Jornadas Internacionales Fronteras, Ciudadanía y Conformación de Espacios en el
Cono Sur Una mirada desde las Ciencias Humanas y Sociales. E-book Universidad
Nacional de Río Cuarto. P.p. 11-20.2015.

FURTADO, Celso. Desarrollo y Subdesarrollo, EUDEBA. 1964.

GALAZZI, Mariano. “Dublin Traitors” or “Gallants of Dublin”The Argentine


Newspapers and the Easter Rising En: Estudios Irlandeses, Number 11, 2016, pp. 56-
68

MILLER, David. Sobre la Nacionalidad. Barcelona, Piados, 1997.

ZUNTINI DE IZARRA, Laura Patricia. Narrativas de la diáspora irlandesa bajo la


Cruz del Sur. Argentina, Corregidor, 2010.
Sitios web consultados:

http://www.cepal.org/

www.lavanguardia.com

Periódico consultado

The Southern Cross

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