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Repasamos…………….
Texto elaborado a partir de: Noemí Goldman, “Crisis imperial, revolución y guerra (1806-1820)”, en
Revolución, República, Confederación (1806-1852), Buenos Aires, Sudamericana, 1999 y Susana Simian
de Molinas, “La Revolución de Mayo”, en HistoriaTestimonial Argentina, Buenos Aires, CEAL, 1984. (Prof.
María Laura Sabas)
Texto elaborado por la Prof. María Laura Sabas atendiendo a los aportes de: Ansaldi, Waldo:
Soñar con Rousseau y despertar con Hobbes: una introducción al estudio de la formación del
Estado nacional argentino. En Ansaldi W. Y Moreno J.L.: Estado y sociedad en el pensamiento
nacional, Ed. Cántaro, Buenos Aires, 1989. Y Ansaldi, Waldo: “¿Conviene o no conviene
invocar al genio de la lámpara?. El uso de las categorías analíticas gramscianas en el análisis
de la historia de las sociedades latinoamericanas”, en Udishal, Bunos.Aires, 1991.
Luchar para ser libres:
Una vez integrada la Primera Junta, los patriotas se enfrentaron a numerosos problemas, entre los cuales
estaban: incorporar las provincias al proceso revolucionario, enfrentar a los ejércitos españoles que pretendían
sofocar la Revolución y organizar un nuevo gobierno, es decir, crear nuevas instituciones políticas para reemplazar
las que España había impuesto en las colonias, mediante la sanción de una Constitución.
Como la Revolución se había realizado en Buenos Aires, uno de los objetivos principales de los
revolucionarios fue que todos los territorios del antiguo Virreinato se incorporasen a las “Provincias Unidas del Río
de la Plata”, nombre que le dieron al nuevo país. Para ello, el 27 de mayo de 1810, la Junta resolvió enviar
representantes a las provincias para invitarlos a sumarse a la Revolución. Cada enviado de la Junta llevaba la
propuesta de que las provincias eligieran diputados para
que se incorporaran al gobierno revolucionario. Así la
Primera Junta se convertiría en Junta Grande.
Pero, al igual que en Buenos Aires, en las provincias,
algunos apoyaron fervientemente la propuesta
revolucionaria, en tanto que otros preferían seguir
dependiendo de España. Esto generó fuertes
enfrentamientos entre ambas posiciones. Entonces, la
Junta decidió enviar expediciones militares para apoyar
por la fuerza a los patriotas y derrotar a los Realistas
(partidarios del Rey, de la Corona Española).
En la ciudad de Córdoba, se produjo la reacción del
gobernador intendente Santiago de Liniers. Esta fue
reprimida por un ejército que había sido enviado desde
Buenos Aires hacia el Alto Perú. Sus líderes fueron apresados y luego fusilados.
Luego de los acontecimientos de Córdoba, los gobernantes de San Juan Mendoza, San Luis, Salta,
Catamarca, Jujuy y Santiago del Estero proclamaron su obediencia a la junta de Gobierno. En cambio, el gobierno
revolucionario de 1810 no fue aceptado en tres regiones del antiguo Virreinato del Río de la Plata: la Banda
Oriental, el Paraguay y el Alto Perú, iniciándose las guerras de Independencia.
Actividades:
1. ¿De qué manera los revolucionarios porteños intentaron incorporar todos los territorios del Antiguo
Virreinato al proceso revolucionario?
2. ¿Por qué se iniciaron las guerras de Independencia?
La guerra contra los realistas, iniciada luego de la Revolución, duró muchos años y generó serios
problemas económicos en las provincias. Las regiones más afectadas por la guerra fueron el Noroeste argentino y
la Banda Oriental, antiguo nombre del Uruguay.
El gobierno revolucionario debió resolver dos problemas esenciales para afrontar la guerra: conseguir
recursos económicos y reclutar soldados. Para resolver el primer problema, decidió tomar las siguientes medidas:
• confiscó los salarios de los funcionarios españoles que vivían en las Provincias Unidas.
• solicitó donaciones de dinero a los patriotas;
• autorizó a unos sesenta buques extranjeros a atacar barcos españoles en nombre del gobierno de las
Provincias Unidas;
• promovió el comercio con Gran Bretaña;
En cuanto al reclutamiento de soldados para el ejército:
• primero incorporó voluntarios, es decir, hombres que se ofrecían voluntariamente para ir a la guerra;
• luego, como los voluntarios eran insuficientes, reclutó por la fuerza a “vagos y hombres sin
ocupación conocida”;
• finalmente, también incorporó peones y esclavos; esto provocó serios inconvenientes, ya que estos
eran la principal fuente de mano de obra de la economía. Los esclavos llegaron a representar casi una cuarta parte
de los ejércitos, porque les prometían la libertad si demostraban valentía en la lucha.
Actividades:
1.a. ¿Por qué no fue aceptada la Primera Junta porteña en la Banda Oriental, el Paraguay y el Alto Perú?
b. ¿Por qué esos territorios lograron la autonomía respecto del poder de Buenos Aires?
2.a. Expliquen la idea central del plan del general José de San Martín para lograr la liberación americana.
Busquen más información si es necesario. Reflexionen: ¿por qué el mismo se desarrolló hacia 1816? ¿Qué cambios
en el contexto internacional y americano se produjeron para entonces?
b. ¿Qué países lograron la libertad a partir del accionar de Simón Bolivar, el otro gran libertador de
América? Busquen más información si es necesario.
3.Observá los siguientes mapas:¿Cómo había quedado el mapa del antiguo Virreinato del Río de la Plata
hacia 1825, cuando ya habían pasado más de diez años de la Revolución?
a.
Los
El Congreso de Tucumán
Los sucesos de 1814 pusieron a prueba a los
partidarios de la revolución. En efecto, la
derrota de Napoleón, el regreso de Fernando
VII y la restauración de las monarquías
absolutas en Europa no dejaban muchas alternativas para la revolución rioplantense: se aceptaba la
sumisión al absolutismo de Fernando VII o se declaraba formalmente la independencia.
Convencido el grupo porteño de que no quedaba otra alternativa que romper formalmente con
España, el directorio decidió convocar un nuevo congreso constituyente en la ciudad de San Miguel de
Tucumán. La elección de esta ciudad, alejada de Buenos Aires, se debió al clima de oposición hacia el
Directorio generado por la Liga de los Pueblos Libres –encabezada por Artigas e integrada por la Banda
Oriental, las Misiones, Entre Ríos, Santa Fe y Corrientes-, que no envió diputados al congreso.
Las sesiones del Congreso de Tucumán se iniciaron el 24 de marzo de 1816 y el 9 de julio se
declaró la Independencia de las Provincias Unidas de la dominación española y de toda otra dominación
extranjera.
Los congresales reunidos en San Miguel de Tucumán estaban convencidos de la necesidad de
sancionar una constitución para las Provincias Unidas del Río de la Plata porque en ella se definiría la
forma de gobierno que regiría al país. No obstante, esos hombres tenían diferentes ideas acerca de cuál
era el mejor sistema para gobernar.
Así, unos sostenían la posibilidad de establecer una monarquía parlamentaria, es decir, un
gobierno encabezado por un rey y acompañado por una cámara de legisladores que sancionara las leyes.
Otros, en cambio, defendían la creación de un régimen republicano, cuya máxima autoridad política
fuera elegida por el voto de los ciudadanos. Pero las diferencias no acababan ahí, ya que algunos creían
que debía sancionarse una constitución unitaria que estableciera un gobierno nacional con amplios
poderes, y otros entendían que debía constituirse un régimen federal que preservara el poder de las
provincias (su autonomía) para gobernar sus asuntos locales.
Los meses pasaron y como no se llegó a un acuerdo, se dispuso interrumpir el debate hasta el
año siguiente, cuando los representantes provinciales retornaran a San Miguel de Tucumán. Pero en
1817, los realistas que ocupaban el Alto Perú lanzaron un ataque sobre el actual norte argentino. Y como
era peligroso reunirse en Tucumán, los diputados decidieron seguir sesionando en la ciudad de Buenos
Aires.
Actividades:
1.¿Por qué no se permitió la participación de los representantes de la Banda Oriental en la Asamblea del
Año XIII? ¿Qué diferencias existían entre las ideas de Artigas y la de los porteños?
2.¿Por qué no se lograron cumplir los objetivos por los cuales se convocó a la Asamblea?
3.La Asamblea tomó una serie de decisiones importantes que hicieron avanzar a las Provincias Unidas
del Río de la Plata hacia su ruptura con el pasado virreinal. ¿Cuáles fueron esas decisiones?.
3. El Congreso de Tucumán inició sus sesiones el 24 de marzo de 1816. Sus objetivos eran, nuevamente,
elegir nuevas autoridades, redactar una constitución que organizara el país y resolver la cuestión de la
independencia respecto de España. A este congreso participaron representantes de todas las provincias, excepto
Santa Fe, Entre Ríos, Corrientes y la Banda Oriental.
• ¿Por qué creen que no participaron del Congreso las Provincias antes mencionadas?
• ¿Qué medidas tomó el Congreso?
• ¿Pudo cumplir sus objetivos? ¿Por qué?
Los vencedores López y Ramírez firmaron con el nuevo gobernador de Buenos Aires, Sarratea, el Tratado
del Pilar, que marcó el fin de un período.
Adaptado de J. L. Romero, Breve Historia de la Argentina, Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica,
1997.
Actividades:
1. Anotá qué decisiones tomó el Congreso una vez trasladado a Buenos Aires.
2. Respondé: ¿Cómo reaccionó el Interior ante estas decisiones?
3. Según la opinión del historiador, ¿qué consecuencias trajo la derrota de Buenos Aires por las
provincias del Litoral?
-Enumerá los acuerdos a los que llegaron las partes que firmaron el Tratado del Pilar.
Aclarando Conceptos ….
Vemos el video: Unitarios y Federales - De 1819 a la Batalla de Cepeda:
descargarlo de https://www.youtube.com/watch?t=68&v=T0VfngNDgDQ
Autonomías provinciales
La mayoría de los gobiernos provinciales reasumió las atribuciones que
habían cedido al gobierno central del Directorio, y dictaron sus propias
Constituciones o Estatutos, establecieron gobiernos de tipo republicano y
representativo. Al mismo tiempo, comenzaron a recaudar aranceles
provenientes de las aduanas ubicadas en las fronteras entre las provincias
(aduanas interiores) y que gravaban a las mercancías que transitaban de una
provincia a otra.
También acuñaron sus propias monedas y comenzaron a manejar en forma
independiente, sus relaciones con países extranjeros,
Se inició, así, un período de fuertes conflictos y luchas entre grupos que
controlaban la producción y el gobierno en cada provincia. Pero también,
fueron numerosos los pactos o acuerdos entre ellos, en la búsqueda de lograr
la unidad política de la mayor parte del territorio del ex - virreinato del Río
de la Plata
De ciudades a provincias
Los estados autónomos surgidos a partir de 1820 no fueron el producto de la
disgregación de una nación preexistente, sino el punto de partida para una
organización político-estatal sobre la única unidad sociopolítica existente: la
ciudad-provincia. El conjunto de normas fiscales, legislativas y políticas que
las provincias se otorgaron, ante el fracaso en la construcción de un Estado
rioplatense, testimonia los esfuerzos de las élites provinciales para consolidar
espacios soberanos sin perder la denominación de provincias. Las provincias
no surgieron como partes integrantes de un Estado superior a ellas, sino como
Estados independientes que llegaron, incluso, a asumirse como sujetos de
derecho internacional. De modo que la tendencia a confluir en el futuro
Estado nacional argentino convivió, durante la primera mitad del siglo XIX,
con la tendencia a la autonomía de la provincia.
Proteccionismo versus
librecambio
Entre 1810 y 1860, tuvo lugar un período
de transición en el que debía organizarse
un nuevo Estado que reemplazase al
Estado colonial. Esta organización se vio
demorada por las guerras de la independencia, primero, y por las guerras entre unitarios y federales,
después. Durante ese largo período, Buenos Aires gozó de una situación de privilegio. Debido a su
excepcional acceso a los circuitos comerciales externos gracias al puerto, al desarrollo de la ganadería
para exportación y al control de la aduana, Buenos Aires aspiraba al predominio sobre el resto de las
provincias. En este contexto, la formación de un Estado Nacional significaba, para esa provincia, perder
el privilegio del manejo de los recursos de la aduana.
En medio de esta tensión entre Buenos Aires y las provincias del interior, en agosto de 1830 los federales
se reunieron con el fin de lograr una alianza contra los unitarios. Entre los mismos federales había dos
posiciones económicas diferentes: la librecambista, defendida por el representante porteño José Roxas y
Patrón, y la proteccionista, liderada por el representante correntino Pedro Ferré.
A continuación, les presentamos dos fragmentos de la discusión entre las posiciones federales
enfrentadas.
Actividades:
1. ¿Cuál es el conflicto o problema que se presenta en esta discusión?
2. Tanto Roxas y Patrón como Pedro Ferré son federales. Sin embargo, ¿los federales de Buenos
Aires defienden los mismos intereses que los federales del Litoral? ¿Por qué?
3. Señalen los intereses que defiende cada uno y los argumentos que utilizan para defender
cada posición.
Juan Manuel de Rosas ¿Orden y Estabilidad?
formal e institucionalizada de la
Confederación -que existía de hecho en
La inestabilidad política y los la realidad - , ya que el orden político
permanentes enfrentamientos entre establecido aseguraba el predominio de
unitarios y federales llevaron a algunos Buenos Aires y el control de las rentas
hacendados, militares y comerciantes aduaneras por parte del gobierno
integrantes de la élite porteña a porteño. A lo largo de este período los
considerar la necesidad de organizar terratenientes bonaerenses y los
un gobierno dotado de amplios comerciantes exportadores se
poderes. Con este objetivo, este grupo afianzaron como grupo social con
apoyó la designación del estanciero y mayor poder económico y social. Luego
saladerista bonaerense Juan Manuel de la campaña contra los indígenas
de Rosas como gobernador de Buenos organizada por Rosas en 1833, la
Aires extensión de la línea de fronteras al sur
de la provincia permitió a los
Rosas ejerció este cargo entre 1829 y hacendados más poderosos aumentar
1832 y luego entre 18358 y en forma considerable el tamaño de
1852. Durante su primer sus explotaciones agropecuarias.
gobierno, la Sala de También contaron con el apoyo oficial
Representantes de Buenos para lograr el disciplinamiento de la
Aires le otorgó las llamadas mano de obra rural. El volumen de las
facultades extraordinarias exportaciones agropecuarias aumentó
que permitían al gobernador considerablemente durante las décadas
tomar las decisiones que de 1840 y 1850
considerara más adecuadas,
sin dar cuenta a la
Legislatura. En 1835 fue
reelegido gobernador con
facultades extraordinarias y
con la “suma del poder
público.”. A partir de
entonces concentró más
poder que el resto de los
gobernadores.
Después de 1835, el orden
rosista se impuso en todo el
país. La desaparición de los
caudillos más poderosos del
interior -como Estanislao
López de Santa Fe y
Facundo Quiroga de LA
Rioja - debilitó la posición
de las provincias frente al
gobernador bonaerense. Rosas se
transformó en el árbitro de los
conflictos interprovinciales; los
gobernadores aceptaron sus decisiones
y le otorgaron la representación de sus
provincias en el exterior.
Durante su gobierno no impulsó la
sanción de una Constitución Nacional
que estableciera la organización política
Pacto Federal de 1831 y los intentos de organizar el país
Durante el gobierno de Rosas no existieron instituciones de carácter central y las provincias se
mantuvieron unidas solo por el Pacto Federal de 1831. Firmado por las provincias de Buenos
Aires, Entre Ríos y Santa Fe, fue luego suscrito por por las demás, convirtiéndolo en el
fundamento legal de la llamada Confederación Argentina hasta la sanción de una Constitución.
En él las autoridades de las provincias firmantes delegaron, expresamente, en el gobernador
de Buenos Aires la facultad de manejar las relaciones con otros países, manteniendo todas las
demás atribuciones de gobierno bajo su propio control.
Cuando Rosas llega al poder, su acción política tiene un objetivo claro: la paz. Se asigna el
doble papel de apaciguador y de representante político del sector popular, de las masas
urbanas y principalmente rurales que cada vez están más movilizadas producto de los
acontecimientos del último año. Para Rosas el Río de la Plata, solo puede gobernarse
popularmente, esta fue su carta de triunfo, a saber, la utilización del marco político imperante a
fines de la década del 20, teniendo como clientela a los sectores populares.
Juan Manuel de Rosas inauguró su gobierno provincial con un sólido apoyo de los sectores
propietarios agobiados por el permanente estado de guerra, como entre los sectores populares
rurales y urbanos. Sin embargo una vez en el poder, las oposiciones a su gobierno y
especialmente a su política se hicieron evidentes. A lo largo de 1832 se plantea en el mismo
seno del partido federal la necesidad de retornar a la normalidad institucional, es decir, la no
renovación de las facultades extraordinarias ejercidas por Rosas.
Algunas características del régimen rosista:
⮚ El orden instaurado en 1835 pretendía sostener el orden federal por encima
de todo, "... y por medio de él la independencia de la Confederación, el gobierno
republicano y la igualdad ante la ley", era republicano porque la legitimidad del
gobierno estaba basada en la voluntad popular y había sido elegido dentro del
marco institucional de la República. La opinión pública en este sentido, constituía
la base de la legitimidad y poder del régimen.
⮚ La oposición y las críticas al gobierno de los llamados por Rosas "unitarios",
"herejes", "impíos" etc., si bien no desaparecieron, la exclusión y la intolerancia
política que formaba parte del "federalismo rosista", así como el terror infundido
por la mazorca, tan característico de este régimen provocaron un importante
debilitamiento de los mismos.
⮚ El terror que aparece y se afirma en la segunda parte de la década del 30 es un
instrumento de disciplina nada desdeñable, un arma de lucha política utilizada a
conciencia para amedrentar a los opositores y hacer gobernable a la provincia.
⮚ En el plano económico, Rosas llevo a cabo una de las políticas más seguras y
eficaces dadas las características de la estructura económica, insertando al país en
el mercado internacional, aumentando las exportaciones pecuarias, equilibrando
la balanza comercial a tal punto que era capaz de importar. Esto está íntimamente
ligado a los avances en la pacificación rural y en el orden impuesto en el sistema
de producción y transporte. Es importante subrayar que Rosas a pesar de los
conflictos que tuvo que enfrentar, siempre tuvo presente la preocupación por
proteger a la economía de los conflictos políticos.
Sin que se hubiera sancionado una constitución por delegación de las atribuciones de las
provincias y por acción propia, Rosas ejerció de hecho el poder nacional apoyado en la
fuerza de Buenos Aires.
Hacia 1850 la Confederación Argentina estaba en paz. Las provincias designaron a
Rosas jefe supremo de la Confederación Argentina. Durante un largo período esta
organización otorgó unidad al país pero por estar basada en el personalismo no podía
sobrevivir.
Desde la perspectiva del historiador Tulio Halperin Donghy, los avances en la unidad
nacional, aunque ésta se hubiese logrado sobre la base del predominio porteño; las
provincias se acostumbraron a acatar una autoridad central. Por su parte la oposición
ilustrada comprendió la imposibilidad de establecer un sistema centralizado. Sus
ideólogos trabajaron buscando un pensamiento conciliador y formas mixtas de
organización. La Confederación Argentina, a pesar de los enfrentamientos internos y
externos, se consolidó, ocupó su lugar en el mundo y se hizo respetar por las grandes
potencias. Sin embargo, el sistema personalista en que se basaba y la falta de un marco
legal impedían su continuidad. La Nación requería una organización constitucional que
resolviera los problemas subsistentes y asegurase la institucionalización del país.
EMAPATE INESTABLE (1852-1962) La Confederación Argentina y el Estado de
Buenos Aires
Repasamos ….
Justo José de Urquiza era gobernador de Entre Ríos, una provincia productora de
ganado como Buenos Aires que se veía seriamente perjudicada por la política de
Rosas, que no permitía la libre navegación de los ríos y frenaba el comercio y el
desarrollo provinciales. En 1851, Urquiza se pronunció contra Rosas y formó, con
ayuda brasileña, el Ejercito Grande con el que derrotó definitivamente a Rosas en
Caseros el 3 de febrero de 1852. Urquiza convocó a un Congreso Constituyente en
Santa Fe que en mayo de 1853 sancionó la Constitución Nacional. Pero aunque ya no
estaba Rosas, los intereses de la clase alta porteña seguían siendo los mismos y
Bartolomé Mitre y Adolfo Alsina dieron un golpe de estado, conocido como la
"Revolución del 11 de Septiembre de 1852". A partir de entonces, el país quedó por
casi diez años dividido en dos: el Estado de Buenos Aires y la Confederación (el resto
de las provincias con capital en Paraná). La separación duró casi diez años, hasta que
en septiembre de 1861, el líder porteño Bartolomé Mitre derrotó a Urquiza en Pavón y
unificó al país bajo la tutela porteña.
Luego de la batalla de Pavón se sucedieron los gobiernos de Bartolomé Mitre
(1862-68), Domingo F. Sarmiento (1868-1874) y Nicolás Avellaneda (1874-1880),
quienes concretaron la derrota de las oposiciones del interior, la ocupación del todo el
territorio nacional y la organización institucional del país fomentando la educación, la
agricultura, las comunicaciones, los transportes, la inmigración y la incorporación de
la Argentina al mercado mundial como proveedora de materias primas y compradora
de manufacturas.
Actividades:
Luego de ver el video responde:
1)- ¿Cual es la situación a partir de 1853?
2)- ¿Que dificultades debe enfrentar la Confederación Argentina?
3)- ¿Que significación se le puede otorgar a la Batalla de Pavón?
ENTRE EL CONSENSO Y LA
COERCIÓN
(1852- 1880)
Organizar legalmente el
Estado-nación en formación
significaba, entre otras
cuestiones, darle al país una
Constitución. Que sería el
elemento fundamental para
crear un Estado nacional
fuerte, cuya autoridad fuese
reconocida sobre todo el
territorio.
Buenos Aires era una provincia con ventajas derivadas de su privilegiada situación, ya que
en su territorio se encontraba el único puerto habilitado para el comercio con el exterior.
De esta forma se convirtió en la monopolizadora de los recursos provenientes de los
impuestos de la única Aduana.
ENTRE EL CONSENSO Y LA
COERCIÓN
(1852- 1880)
Organizar legalmente el
Estado-nación en formación
significaba, entre otras
cuestiones, darle al país una
Constitución. Que sería el
elemento fundamental para
crear un Estado nacional
fuerte, cuya autoridad fuese
reconocida sobre todo el
territorio.
Buenos Aires era una provincia con ventajas derivadas de su privilegiada situación, ya que
en su territorio se encontraba el único puerto habilitado para el comercio con el exterior.
De esta forma se convirtió en la monopolizadora de los recursos provenientes de los
impuestos de la única Aduana.
El modelo de desarrollo
económico denominado
agroexportador constituye una
etapa del ciclo económico
argentino que se inició a
mediados del siglo XIX, tuvo su
período de mayor desarrollo
entre 1880 y 1914 (año del
comienzo de la Primera Guerra
Mundial) y perduró hasta la crisis
económica internacional de 1930.
En 1962 Mitre que hasta el momento había sido el encargado provisional del
gobierno nacional, fue elegido presidente de una Argentina en vías de reunificación.
Ante su programa de federalización de la ciudad de Buenos Aires, para convertirla en
la sede de
las autoridades nacionales, resistencias desde dos frentes comenzaron a sucederse.
Por un lado, en el primer frente se alineaba la clase política de la provincia de Buenos
Aires, que veía con malestar que su ciudad capital pasara al ámbito político federal.
Por el otro, desde el segundo frente, las provincias del interior, gobernadas en su
mayoría por federales, desconfiaban de los planes políticos de Buenos Aires
considerando que se trataba de un nuevo intento de esta provincia por recortar sus
autonomías.
Esta situación llevó a violentos enfrentamientos entre ambos frentes como hemos
visto, pero poco a poco las autoridades nacionales extendieron su control efectivo al
interior del país apoyadas en la fuerza que les daba el manejo del ejército nacional.
Entre 1870 y 1871 se produjo la última de las resistencias federales en las provincias,
en este caso en Entre Ríos con López Jordán a la cabeza. Y en paralelo a la supresión
de estas resistencias las autoridades nacionales comenzaron un proceso de
ampliación de su esfera de influencia sobre las provincias, incluida la de Buenos Aires
que luchaba por medio de las armas por su autonomía y liderazgo. Así, la renuencia
de Buenos Aires a someterse a las instituciones nacionales se
repitió fuertemente a fines de las década del 1870 con la sucesión del presidente
Nicolás Avellaneda. El candidato favorecido por este presidente saliente para la
sucesión era el joven general Julio Argentino Roca. En la contienda electoral entre
Roca y Carlos Tejedor (gobernador de la provincia de Buenos Aires), el resultado de
las elecciones favoreció a Roca. Tejedor desconoció el resultado y movilizó las
milicias porteñas en contra del gobierno nacional. Se declaraba así la guerra entre
Buenos Aires y la nación, en la que las tropas nacionales saldrían victoriosas. Así, la
derrota de las milicias provinciales permitió al gobierno nacional llevar a cabo la
federalización de la ciudad de Buenos Aires en 1880, convertida por ley en capital de
la nación. Mientras que se elegía como capital provincial a la ciudad de La Plata. De
esta manera terminaba un conflicto de tres décadas.
Cabe entonces pensar que todo este proceso fue complejo, variado y múltiple.