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El tránsito a la vida adulta

de los jóvenes en dificultad social

MIGUEL MELENDRO ESTEFANÍA


(Director)

UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA


OPCIÓN 3 S.C.
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

Quedan rigurosamente prohibidas, sin la


autorización escrita de los titulares del
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y el tratamiento informático, y la distribución
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© Universidad Nacional de Educación a Distancia


Madrid 2011

www.uned.es/publicaciones

© Miguel Melendro Estefanía


© Opción 3 S.C.
© Ilustración de cubierta: Ildefonso Perojo Pérez

ISBN electrónico: 978-84-362-5827-1

Edición digital: marzo de 2011


Este volumen forma parte de una investigación que se ha desarrollado a lo largo de los últimos
cinco años, producto de la colaboración entre la Universidad Nacional de Educación a Distancia y
Opción 3 Sociedad Cooperativa de Iniciativa Social. Un primer volumen de esta investigación ya
fue publicado por la UNED en septiembre de 2007, bajo el título: Estrategias educativas con
adolescentes y jóvenes en dificultad social.

En este sentido, los análisis, planteamientos y propuestas socioeducativas que se reflejan en esta
obra tienen su origen en la experiencia desarrollada por Opción 3 Sociedad Cooperativa en los últi-
mos diez años. Esta entidad lleva a cabo Programas de Inserción Sociolaboral e Intervención Socioe-
ducativa en colaboración con diferentes instituciones públicas y privadas, entre ellas, y de forma des-
tacada, el Instituto Madrileño del Menor y la Familia, la Dirección General de Familia, Infancia
y Voluntariado del Ayuntamiento de Madrid, y la Agencia para la Reeducación y Reinserción del
Menor Infractor de la Comunidad de Madrid. En estos Programas han participado más de tres mil
adolescentes y jóvenes en dificultad social de treinta nacionalidades diferentes.

Este libro no hubiera sido posible, por otra parte, sin la labor del equipo de investigación cons-
tituido por profesionales e investigadores de Opción 3 S.C. y del Departamento de Teoría de la
Educación y Pedagogía Social de la UNED:

Elena Rodríguez Ferrero


Ildefonso Perojo Pérez
Alfredo López Muñoz
Martín Lomas Álvarez
Samuel Mari Sáez
Elena Cuenca París
Elisa Hernández de Pablo
Cristina Centeno Soriano

A todos ellos, nuestro agradecimiento, al igual que a los Equipos Socioeducativos de los Pro-
gramas de Opción 3, por su colaboración en el trabajo de campo y por su implicación, día a día,
para ayudar a alcanzar una vida adulta responsable, independiente y solidaria a los jóvenes que
más lo necesitan.
ÍNDICE

PRESEN TACIÓN (Dr. D. José Antonio Caride Gómez)


PRESEN TACIÓN (D. Rubén Ayuso Martín)

PARTE I
DISEÑO DE INVESTIGACIÓN

Capítulo 1. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA Y ESTADO DE LA CUESTIÓN

Capítulo 2. OBJETIVOS DE LA INVESTIGACIÓN Y DISEÑO DE VARIABLES

Capítulo 3. METODOLOGÍA DE INVESTIGACIÓN


3.1. Marco metodológico
3.2. Condiciones internas de la investigación: límites y posibilidades
3.3. Población y muestra
3.4. Instrumentos, técnicas de investigación y tratamiento de datos

PARTE II
ESTUDIO DESCRIPTIVO

Capítulo 4. EL CONTEXTO DE INTERVENCIÓN: ADOLESCENTES Y JÓVENES DEL


SISTEMA DE PROTECCIÓN
4.1. Características generales
4.2. El entorno sociolaboral

Capítulo 5. EL CONTEXTO DE INTERVENCIÓN: ADOLESCENTES Y JÓVENES EN


PROGRAMAS DE INSERCIÓN SOCIOLABORAL

Capítulo 6. EMPRESARIOS SOLIDARIOS


6.1. El acceso al Programa de Empleo
6.2. El Programa de Empleo para jóvenes
6.3. Los jóvenes y el trabajo
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

Capítulo 7. LA PERSPECTIVA DE LOS JÓVENES


7.1. Situación actual de los jóvenes entrevistados
7.2. El mundo del trabajo
7.3. Percepción sobre el Programa de Empleo
7.4. Percepción sobre el Sistema de Protección de Menores
7.5. Percepción sobre su situación actual

Capítulo 8. LA PERSPECTIVA DE LOS PROFESIONALES


8.1. Los equipos técnicos de los programas de empleo
8.2. El tránsito de los jóvenes a la vida adulta independiente y responsable
8.3. La intervención socioeducativa
8.4. La formación y el perfil de los profesionales
8.5. Trabajar con las familias y los jóvenes
8.6. En opinión de los profesionales

PARTE III
RELACIONES

Capítulo 9. LA PERSPECTIVA DE LOS EMPRESARIOS


9.1. Vida independiente, responsabilidad y organización personal de los jóve-
nes en el ámbito laboral
9.2. La incidencia del Programa de Empleo en la inserción laboral: valoración
general
9.3. Rendimiento económico y solidaridad: dos visiones desde la empresa
9.4. La incidencia del modelo educativo: itinerarios y estrategias formativas

Capítulo 10. LA PERSPECTIVA DE LOS JÓVENES


10.1. Vida independiente
10.2. Responsabilidad y organización personal
10.3. Incidencia del modelo educativo: itinerarios y estrategias socioeducativas
10.4. Incidencia del modelo educativo: aportaciones desde el contexto insti-
tucional

Capítulo 11. LA PERSPECTIVA DE LOS PROFESIONALES


11.1. Incidencia del modelo educativo: valoración general y cultura del trabajo . 271
11.2. Incidencia del modelo educativo: itinerarios y estrategias socioeducativas . 278
11.3. Aportaciones desde el contexto institucional
ÍNDICE

PARTE IV
UNA VISIÓN GLOBAL: CONCLUSIONES Y PROPUESTAS

Capítulo 12. UNA REALIDAD, DIFERENTES PERSPECTIVAS


12.1. En qué escenario
12.2. Cómo transitan los jóvenes a la vida adulta
12.3. Qué incidencia tiene la intervención socioeducativa
12.4. Cómo se sitúan los profesionales
12.5. Lo que valoran los empresarios

Capítulo 13. DISCUSIÓNY PROPUESTAS: XXI ESCENARIOS PARA CONSTRUIR


UNA SOCIEDAD SOSTENIBLE

Bibliografía

ANEXOS

1. Instrumentos de investigación
2. Tablas y gráficos
3. Consistencia interna de instrumentos de investigación
PRESENTACIÓN
Dr. D. José Antonio Caride Gómez

Históricamente, nuestras sociedades se han ido acostumbrado a observar la


vida como una sucesión de tránsitos. En ellos, y con muy distintos significados,
parecen armonizarse dos miradas contrapuestas, acaso paradójicas, acerca de los
itinerarios por los que se espera transcurra el proceso de convertirse en persona,
que diría Carl Rogers, y su progresivo acomodo a los escenarios en los que se
socializa nuestra pertenencia a una determinada textura social: de un lado, la que
insiste en percibir cada etapa vital como un modo de ser, singularizado por unas
señas de identidad específicas, con sentido en sí y por sí mismas; de otro, la que
pone énfasis en su caracterización como una forma de estar, circunstancial y pro-
visoria, vinculada a un destino o logro final al que tiende, considerado deseable
e, incluso, óptimo.
En ambas perspectivas, las coordenadas temporales y contextuales desempe-
ñan un protagonismo clave, fundamental no sólo a la hora de narrar, explicar o
interpretar sus realidades, sino también de implicarse en ellas tomando decisiones
sobre las estrategias que han de adoptarse para transformarlas con propósitos de
mejora. De ahí que imaginar los trayectos de cualquier transición que pretenda
ser sugerente, diseñando y asociando sus realizaciones a nuevas oportunidades
para la calidad de vida de los individuos, forme parte de las responsabilidades atri-
buidas a los poderes públicos y a los profesionales de la acción-intervención
social, con una clara —aunque no siempre explícita— vocación pedagógica. El
tránsito, además de mostrársenos como un trayecto, se nos revela como un proyec-
to cargado de intenciones políticas, institucionales, éticas… con las que se procu-
ran alcanzar resultados tangibles en el bienestar de cada persona y de la sociedad
en su conjunto.
Sin duda, una parte muy estimable de las transiciones conocidas toman como
soporte principal de sus recorridos la construcción sociobiográfica de los sujetos,
en el permanente diálogo que establecen consigo mismos y con el mundo que
los contorna. Tal vez por ello sus lógicas son —en buen grado— previsibles y
prescriptibles. O, al menos, así aguardamos que ocurra en los parámetros bioló-
gicos y sociales más comunes, conforme a pautas que la experiencia, el quehacer
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

social o, muy a menudo, la mera supervivencia traslada al desarrollo evolutivo y


cotidiano de cada persona, confiando en que inscriba el curso de su vida en una
serie de pasajes que se inician con la infancia y concluyen con la vejez, por
mucho que estas dos expresiones —con todo lo que supone delimitarlas concep-
tual y empíricamente— susciten notables controversias en torno a lo que son y/o
representan.
La juventud y los jóvenes participan de este entramado cotidiano sin poder
obviar las imprecisas fronteras que enmarcan la «condición juvenil». Con más
dudas que certezas, unas y otras «transitorias». En general recuerdan que la juven-
tud no constituye, en sí misma, una etapa definitiva sino de paso. Porque nadie
es joven sólo por el afán de serlo, de identificarse o reivindicarse como tal. De
igual modo que no se abandonan los caminos de la infancia o de la adolescencia
por voluntad propia, pasando por alto las alteraciones morfológicas, psicológicas
o normativo-legales que los afectan, hasta el punto de poder afirmar que lo que
llamamos juventud no sólo está influido por su sociedad y su cultura, sino tam-
bién por la historia de esa sociedad y de esa cultura. Sirva como ejemplo el reco-
nocimiento, temprano o tardío, de la «mayoría de edad», como asignación de dere-
chos y deberes con los que se abren (o cierran) horizontes que nombran la
libertad, la autonomía, la emancipación, la participación… y, en relación a ellos,
actitudes y comportamientos que activan —en mayor o menor medida— el ejer-
cicio pleno e intransferible de las virtudes y competencias que abastecen la ciu-
dadanía.
Hacerse adultos y ser juzgados como tales así lo requiere, a pesar de las difi-
cultades, riesgos e incertidumbres que ello supone en las sociedades modernas,
especialmente en aquellas que han optado por estilos de desarrollo insostenibles,
que alimentan la competitividad, la avaricia productiva y el egoísmo consumista.
Como se sabe, terrenos poco abonados para la inclusión y la cohesión social de
quiénes, como muchos de nuestros jóvenes, han de ajustar sus trayectorias perso-
nales, familiares, académicas, comunales, etc. a realidades tan poco acogedoras
como las que en la actualidad definen el acceso al mundo del trabajo, la habita-
bilidad ambiental, la ociosidad mediática o el disfrute de ciertos bienes, dispositi-
vos o recursos considerados básicos (formación, vivienda, seguridad, etc.).
Los jóvenes no lo tienen fácil, ni cuando lo son ni cuando empiezan a dejar
de serlo, con todos los matices a los que esta afirmación pueda dar lugar. En
cualquier caso, lo tienen muy complicado —en el presente y hacia el futuro—
quienes arrastran un pasado de adversidades, de fragilidad y vulnerabilidad en
PRESENTACIÓN

prácticamente todas las circulaciones ya vividas: de la casa a la escuela, de la


familia al barrio, de la niñez a la pubertad, del abandono al fracaso, de la pro-
tección al acogimiento… Computados en cientos de miles y hasta en millones,
también entre nosotros, en nuestros pueblos y ciudades. Jóvenes en tránsito
hacia una adultez borrosa y anticipadamente precaria, como ya lo son los pun-
tos de partida.
En estas transiciones sitúa sus inquietudes la obra colectiva que el profesor
Miguel Melendro y su equipo de investigación me dan la oportunidad de pro-
logar. De comenzar por leerla como informe de investigación que asume en toda
su complejidad el desafío que comporta indagar no sólo «el tránsito a la vida adul-
ta de los jóvenes en dificultad social», sino ir más lejos: proponer y valorar alternati-
vas por las que han de conducirse las políticas integrales y sectoriales que les per-
mitan aventar nuevos rumbos. Como mínimo, aquellos que puedan favorecer
—como se concluye en el texto— una transición más coherente, cohesionada y
eficaz desde la adolescencia y/o juventud hacia una vida adulta independiente y
responsable, en una sociedad que incremente sus indicadores de libertad, justi-
cia, solidaridad y sostenibilidad. Y, por tanto, que haga todo lo posible para que
nunca más a los jóvenes en dificultad social, «menores en protección» como tan-
tas veces se les designa, les resulte duro «vivir y salir adelante en soledad, sin apoyos
externos», como confiesan que les ha pasado a más de la mitad de quienes han sido
sujetos centrales en el estudio realizado. Con su voz y con su palabra, unida a la
de otros que profesional y socialmente (en las instituciones, las empresas, la vida
diaria) trazan con sus implicaciones —o inhibiciones— las rutas de la inclusión y
la integración social. O lejos de ellas, las de la marginalidad, el abandono y la
exclusión.
Es aquí donde la importancia del conocimiento y de la reflexión, de la siste-
matización teórica y del anclaje empírico, agrandan sus aportaciones, desvelando
la naturaleza y el alcance de los procesos inclusivos, en sus interioridades más
ocultas y no sólo en sus resultados más visibles. Allí donde, como ha señalado
recientemente la profesora Ángeles Parrilla, comprender la dialéctica exclusión-
inclusión plantea un doble reto: en primer término, el que apela a la necesidad
de analizar todos los mecanismos y formas que conducen a ella, que la justifican
y perpetúan socialmente ya sea por razones culturales, de género, sociales, de dis-
criminación o discapacidad; en segundo lugar, el que enfatiza la trascendencia de
avanzar hacia una investigación que sea —por su enfoque, contextualización y
metodologías—, inclusiva, congruente e inequívocamente comprometida con la
transformación de la realidad.
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

Pero es también aquí donde emerge la urgencia de la acción y, con ella, de la


educación y de las políticas que han de propiciarla: ya sea en el interior de los sis-
temas educativos a través de los aprendizajes curriculares; o en sus exteriores,
incidiendo en ámbitos que la educación social o lo que también hemos dado en
llamar «intervención socioeducativa» promueven a través de sus programas e ini-
ciativas en muy diversos contextos, ampliando las oportunidades formativas en
relación a la cultura, el trabajo, el ocio, los valores cívicos, etc. Las «estrategias fle-
xibles de intervención socioeducativa», que sus autores resumen en el acrónimo EFIS,
son una excelente muestra del buen hacer y de lo que se ha de hacer.
Quienes hemos ligado nuestra vida académica, científica y profesional a la
Pedagogía Social, con el empeño puesto en mejorar las transiciones inclusivas de la
educación a la sociedad y de ésta a aquella, lo agradecemos y felicitamos.

En Santiago de Compostela, a 28 de octubre de 2009


José Antonio Caride Gómez
Catedrático de Pedagoxía Social
Universidad de Santiago de Compostela
PRESENTACIÓN
D. Rubén Ayuso Martín

Muchas veces me he hecho la pregunta: ¿esta sociedad ayuda a los jóvenes


desfavorecidos? Algunas veces sí. Son pocas las personas y las entidades que se
preocupan de estos jóvenes, pero gracias a ellas y a sus programas muchos pue-
den empezar a construir un futuro.
Son jóvenes que por desgracia han tenido que afrontar desde muy temprano
las etapas más importantes de su vida, una infancia traumática, una adolescencia
muy distinta a la de los demás jóvenes e incluso una madurez a marchas forzadas.
La mayoría de edad suele ser el momento más crítico para quien se ha criado y
educado en centros de acogida. La incertidumbre del saber que te tendrás que
buscar la vida sólo, hace que en muchas ocasiones quieras tirar la toalla.
En el sistema en el que te acogieron te ayudan, pero ¿y después? ¿Estamos pre-
parados los jóvenes para afrontar la mayoría de edad? Al principio, la mayoría no
estamos preparados para trabajar, no sabemos cómo realizar un currículum, desco-
nocemos las técnicas básicas para ir a una entrevista de trabajo… Muchos no solo
desconocemos el campo laboral, sino que solemos tener muchas dificultades a la
hora de independizarnos. Solo hemos aprendido una palabra clave: supervivencia.
Yo soy uno de estos jóvenes. Mi nombre es Rubén. Tengo 22 años, me crié
en centros de menores desde los nueve años, y he vivido las experiencias más
duras que alguien se pueda imaginar. He sobrevivido a los malos tratos de mi
madre, a la que tuve que denunciar por las constantes palizas que me daba. He
tenido una juventud llena de peleas y durante muchos años he vivido en un
ambiente de delincuencia. Por desgracia he tenido que madurar a marchas forza-
das, aunque se puede decir que a día de hoy me siento completamente integra-
do en la sociedad. Seguramente nadie imaginó que un chaval con los problemas
que yo he tenido llegaría a escribir un libro, Culpable o inocente, contando y expli-
cando las secuelas de los malos tratos y las experiencias que de pequeño viví.
Somos muy pocos los que conseguimos una rápida estabilidad laboral, una
vivienda digna y una integración en la sociedad. Pero no sólo tenemos que reco-
nocer a los que han salido más rápido que los demás, tenemos que reconocer a
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

los que están en el camino. La sociedad tendría que apoyar más a estos jóvenes,
para que no se sientan distintos a los demás, para que puedan integrarse en la vida,
para que puedan sentir y tener las mismas oportunidades que los demás.
En este libro se destapa y analiza a los jóvenes que viven una situación dis-
tinta, una situación que por desgracia muy poca gente conoce. Al igual que los
jóvenes de este libro, yo he vivido las mismas situaciones e inquietudes que ellos,
he tenido los mismos miedos, he sentido el mismo rechazo y desprecio de la
sociedad.
Ir a los programas de empleo me ha ayudado a valorar el trabajo y a luchar
para mantenerlo. Por eso creo que hay que dar el completo apoyo a las personas
que se dedican y se entregan al cien por cien a jóvenes como yo. No podemos
dejar a estos jóvenes de lado, porque son humanos, humanos que por desgracia
no tienen las mismas oportunidades, y merecen las mismas que los demás.

En Madrid, a 28 de octubre de 2009


Rubén Ayuso Martín
PARTE I
DISEÑO DE INVESTIGACIÓN
CAPÍTULO 1
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA Y ESTADO
DE LA CUESTIÓN1

Aunque no son frecuentes, en los últimos años parecen despertar cada vez más
el interés de los investigadores los estudios acerca de la intervención socioeducati-
va que se realiza con adolescentes y jóvenes en dificultad o en desventaja social, es-
pecialmente con aquellos que se encuentran en el período de la denominada
adolescencia tardía —entre los dieciséis y los diecinueve años de edad— y que se
enfrentan, más tempranamente que otros jóvenes de su generación, al reto de ini-
ciar una vida adulta autónoma e independiente en el momento mismo de alcanzar
la mayoría de edad.
La propia Unión Europea ha incluido en su agenda a este colectivo, iniciando
una línea de trabajo sobre la inclusión social de los jóvenes desfavorecidos. El Informe de
la Comisión Europea sobre Inclusión Social2 incorpora a los jóvenes desfavoreci-
dos como un grupo objetivo estratégico, y plantea abordar estas situaciones de des-
ventaja desde dos ámbitos prioritarios: la educación y formación de los jóvenes y el incre-
mento de su participación en el mercado laboral. El Pacto Europeo de la Juventud3, que
forma parte de la Estrategia de Lisboa, establece «como una medida imprescindible
para el crecimiento sostenible e inclusivo de Europa la integración social de los jó-
venes»4.
A esta línea de trabajo prioritaria en Europa se suman los trabajos desarrollados
en la presente investigación, que indaga sobre la situación de los jóvenes desfavorecidos

1
Nos parece esencial evitar la exclusión de lo femenino de los espacios públicos, y especialmente de la escritura, ya
que pensamos que esta exclusión tiene graves consecuencias para la propia imagen y representación social de las mujeres.
Desamos evitar, en este sentido, que las personas del sexo femenino sean designadas por el masculino, pero somos cons-
cientes de la sobrecarga que esto puede suponer al lector, por lo que hemos optado por representar los dos generos a través
de un único término en la mayoría de las ocasiones. Invitamos, no obstante, a lectores y lectoras a pensar el femenino a la
vez que el masculino, ya que no debemos olvidar que detrás de un único término designando a un gupo, se encuentran
siempre historias y sujetos singulares.
2
European Commission, 2005a.
3
European Commission, 2005b.
4
Estas iniciativas siguen a su vez el camino abierto unos años antes por el Libro Blanco sobre «Un nuevo impulso para
la Juventud Europea» (2001).
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

en nuestro país, y sobre las estrategias socioeducativas más adecuadas para su inclusión en una
sociedad sostenible. El tránsito a la vida adulta de esa juventud desfavorecida, en la so-
ciedad de la globalización y de la sostenibilidad, ha sido objeto de diferentes in-
vestigaciones en los últimos años. Investigaciones que se han llevado a cabo en su
mayor parte, como podremos comprobar más adelante, de forma simultánea a la
nuestra. Se puede hablar, en este ámbito, de tres líneas de investigación bien desarro-
lladas:
— Aquella que incide en la caracterización del período socioevolutivo de la
adolescencia tardía, y su identificación —en parte— con el grupo de po-
blación actualmente denominado de «jóvenes adultos», y con el momento
del tránsito a la vida adulta.
— En segundo lugar, otro grupo de investigaciones que tratan sobre las «tra-
yectorias fallidas» a que son abocados los jóvenes más vulnerables y plan-
tean la necesidad de reestructurar las políticas sociales de atención a este co-
lectivo.
— Por último, un grupo de trabajos que recoge información sobre «buenas
prácticas» en la intervención socioeducativa con jóvenes adultos en difi-
cultad social; experiencias y propuestas que respondan al objetivo último de
lograr una sociedad más sostenible y solidaria.
En efecto, en la aproximación sociológica a la descripción del colectivo juvenil de prin-
cipios de los años dos mil, observamos cada vez más referencias a los denominados
«jóvenes adultos». Se trata de jóvenes que aún no han transitado de forma clara a
una vida adulta autónoma y que alcanzan los diferentes niveles de independen-
cia —laboral, social, familiar, económica— cada vez a una edad más tardía y de
forma menos lineal. Los procesos «de ida y vuelta» —también denominados «tra-
yectorias yo-yo»— se vuelven frecuentes en el acceso de estos jóvenes a los di-
ferentes espacios de autonomía; los roles vitales juveniles cambian en poco
tiempo y provocan situaciones desconcertantes para todos, especialmente para las
generaciones precedentes, poco acostumbradas a esta «circularidad» e indefini-
ción. La diversidad de situaciones sociales que es posible experimentar se acre-
cienta, y los modos de vida tradicionales —organización familiar, matrimonio,
vivienda estable, carrera profesional— van perdiendo terreno frente a una con-
figuración más individualizada, particularizada, de las trayectorias vitales perso-
nales. Las recientes investigaciones desarrolladas por autores como Du Bois-Rey-
mond y López Blasco (2004), Bendit y Stokes (2004), Machado País y Pohl
(2004) o Cachón (2004) vienen a señalar, además, cómo estos «jóvenes adultos»
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA Y ESTADO DE LA CUESTIÓN

se encuentran en un momento especialmente vulnerable de su trayectoria vital y


necesitado de apoyos externos importantes para poder realizar, con ciertas ga-
rantías de éxito, esa transición, temprana y obligada, de la vida adolescente a la
vida adulta.
Se plantea, en ese sentido, la necesidad de profundizar en el apoyo institucio-
nal a los jóvenes adultos más vulnerables a través de «políticas de transición».
Unas políticas sociales que han de tener en cuenta tanto las especiales característi-
cas y necesidades de esta población, como las circunstancias generacionales ya
mencionadas. Cabe destacar entre ellas las propuestas elaboradas por autores como
Manuela du Bois-Reymond o Andreu López Blasco (2004), tomando como
punto de partida las propuestas de la Red EGRIS5 y el Proyecto Trayectorias Fa-
llidas de la Unión Europea (1995-2003). Para estos autores, en la actualidad se es-
tán desarrollando en la Unión Europea una serie de políticas que tienen como ob-
jetivo llevar a los jóvenes hacia la integración social, pero que en lugar de ello lo
que consiguen es producir y/o reproducir exclusión social. Llegan a esta conclu-
sión partiendo de la hipótesis de que las transiciones de los jóvenes a la madurez es-
tán sufriendo un proceso de desestandarización, mientras que las instituciones y
políticas orientadas a facilitar tales transiciones siguen operando bajo el supuesto de
un modelo lineal del curso de la vida, en el que la integración social es equivalente
a la integración en el mercado laboral. Rene Bendit y Dermot Stokes (2004) por
su parte hacen una interesante reflexión en torno a las «políticas de transición» con
jóvenes en dificultad social, partiendo de la información obtenida en varias inves-
tigaciones europeas realizadas entre los años 1993 y 1999. Proponen estos autores
un nuevo punto de vista político que tenga en cuenta las transiciones fluctuantes
en la juventud, los cambios muchas veces impredecibles en y de entorno, así
como los riesgos que éstos conllevan. Este nuevo enfoque, conocido bajo la de-
nominación de «políticas integradas de transición», plantea la necesidad de superar
la compartimentación y fragmentación en las políticas de juventud, para poder
comprender y gestionar mejor la complejidad de la vida de los jóvenes en la era
moderna.
Dentro de esta línea de trabajo que profundiza en el reconocimiento de las «trayectorias
fallidas» de los jóvenes más vulnerables en nuestro país, diversas investigaciones han
indagado longitudinalmente sobre la situación adulta de quienes fueron menores
protegidos (Fernández del Valle, 1998; García Barriocanal, Imaña y de la Herrán,
2007), o sobre el tránsito a la vida adulta de los jóvenes ex tutelados (Inglés,

5
European Group for Integrated Social Research (EGRIS).
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

2005). Estas investigaciones relacionan aspectos contextuales de tipo institucional,


familiar o socioeconómico de la historia personal de los menores, con una serie de
descriptores básicos sobre su situación adulta, y el mayor o menor grado de inser-
ción social logrado. Las referencias a la intervención socioeducativa se apuntan más
a modo de orientaciones que de análisis de metodologías y estrategias concretas de
trabajo, o de descripción y evaluación de buenas prácticas.
Así es planteado, desde una perspectiva institucional, por el Proyecto Teléma-
co (Inglés, 2005), que se centró en el estudio de los programas de diferentes co-
munidades autónomas dedicados a la intervención con adolescentes y jóvenes
tutelados que han alcanzado la mayoría de edad o están próximos a alcanzarla, y
sobre las buenas prácticas en los procesos de inserción sociolaboral y autonomía
con esta población. Una de sus conclusiones más relevantes señala cómo «es del
todo contraproducente interrumpir la intervención educativa y socializadora al
cumplir [el joven] la mayoría de edad» (Inglés, 2005, 293), aspecto claramente re-
lacionado con la importancia de evitar «políticas lineales», que priman los aspectos
administrativos sobre las necesidades y posibilidades reales de integración social de
esta población.
Diversos estudios canadienses (Yergueau, Pauzé y Toupin, 2007; Goyette y
Turcotte, 2004; Goyette, Chénier, Royer y Noel, 2007; Macé, 2009) y estadou-
nidenses (Lenz-Rashid, 2006; Stein, 2006; Reilly 2003) abordan también el trán-
sito a la vida adulta de los jóvenes en dificultad social, de nuevo más centrados en
factores descriptivos del contexto y de las diferentes situaciones de riesgo que de las
características e incidencia de la intervención socioeducativa con los jóvenes.
Así, desde una metodología centrada en los estudios de casos y en el contraste
entre grupos de población juvenil atendida por el sistema de protección, grupos de
jóvenes vulnerables en riesgo y población juvenil sin señalamiento social, Yergeau,
Pauzé y Toupin (2007) señalan una mayor dificultad en el acceso al mercado de
trabajo y a la educación de los jóvenes protegidos, junto a un inquietante consumo
de sustancias tóxicas y una mayor presencia de comportamientos autodestructivos
y de actitudes antisociales. Los jóvenes del sistema de protección se benefician, sin embargo,
de una red social de apoyo muy similar a la de los otros dos grupos de jóvenes. Se consta-
ta también es este estudio cómo los jóvenes protegidos transitan más rápidamente
—precozmente— y en mayor proporción a la vida adulta, lo que causa situaciones
económicas mucho más precarias, en ocasiones desastrosas. La ausencia de recursos
de atención socioeducativa en ese tránsito hace a los jóvenes protegidos más vul-
nerables a la presencia de episodios de itinerancia —jóvenes sin techo— y actitu-
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA Y ESTADO DE LA CUESTIÓN

des antisociales. Concluyen los autores recomendando que los programas de in-
tervención con estos jóvenes adultos vayan más allá de la mejora de la empleabili-
dad, e incorporen apoyos emocionales antes y durante la transición, apoyo para el
establecimiento de relaciones afectivas y sociales positivas más allá de las familiares,
así como intervenciones complementarias para la reducción del consumo de sus-
tancias tóxicas y del estrés ligado a la autonomía precoz a la que se ven forzados.
Finalmente cabe mencionar también, entre el grupo de investigaciones cen-
tradas en la descripción de trayectorias fallidas y las propuestas de reestructuración
de las políticas sociales, una línea específica y original de investigación sobre el
tránsito a la vida adulta de los jóvenes ex tutelados, como es la desarrollada por Ca-
sas y Monserrat (2009)6, sobre la igualdad de oportunidades en el acceso a la
educación. Estos autores parten de la hipótesis de que los sistemas educativos y so-
ciales no reconocen —ni siquiera a efectos estadísticos— a los jóvenes de los sis-
temas de protección como un conjunto de población con necesidades educativas
especiales, a diferencia de lo que ocurre con otros grupos de población. Algunas
investigaciones recientes, especialmente en el Reino Unido (Simon y Owen,
2006), muestran cómo los jóvenes provenientes de los sistemas de protección están
sobre representados en los indicadores de desventaja social, lo que les convierte en
población de riesgo antes y también después de su mayoría de edad, y condiciona
fuertemente las características de su tránsito a la vida adulta.
Como indicábamos al inicio de este apartado, siendo relativamente fácil en-
contrar investigaciones de tipo descriptivo que abordan de forma genérica el
tema del tránsito a la vida adulta de los jóvenes en dificultad, la mayoría de ellas re-
lacionadas con el campo de la sociología, son muy escasos los estudios de cierta re-
levancia que, reflejando las características específicas de los jóvenes en dificultad o
desventaja social, aportan a su vez información y propuestas de trabajo contrastadas sobre
la intervención socioeducativa que se realiza con ellos, sus características, planteamien-
tos, estrategias y resultados.
En este tercer grupo de investigaciones podemos situar el trabajo dirigido por
Martín Goyette (2007), quien en una investigación desarrollada entre los años
2004 y 2007, avanza en el estudio de estrategias de intervención a través de mo-
delos socioeducativos novedosos, como el PQJ (Projet Qualifications des Jeunes),
o en el diseño de instrumentos de diagnóstico sobre el tránsito a la vida adulta,

6
Componentes de un grupo de investigación más amplio en el ámbito europeo, denominado YIPPEE (Young
People from a Public Care Background Pathways to Education in Europe) y coordinado por el Instituto de Educación de
la Universidad de Londres.
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

construidos participativamente con jóvenes procedentes del sistema de protección


canadiense, como EVA (Evaluation du niveau de l’autonomie). El estudio longi-
tudinal de la evolución de los jóvenes en su tránsito a la vida adulta, junto a la in-
tervención intensiva desarrollada desde el PQJ para «sostener» a los jóvenes una vez
dejan de recibir la atención de los servicios de protección de menores, centran esta
investigación. Algunas conclusiones relevantes señalan cómo la intervención debe
reposar sobre la construcción de una relación fuerte del educador con el joven, de
forma que el interviniente se convierta en una persona significativa para él; se des-
taca también la importancia de saber construir desde la cohabitación de los para-
digmas de intervención, a través del trabajo en red e interdisciplinar. Se defiende a
su vez la necesidad de sostener procesos de adquisición de competencias y de ex-
periencias sociales esenciales para la transición a la vida adulta, así como de inter-
venir de forma «sostenible» —duradera en el tiempo y con una cierta intensidad—
y flexible. Todo ello con dos prerrequisitos imprescindibles: la disponibilidad de
empleos de la mayor calidad posible, y de alojamiento asequible y adecuado.
Por su parte, la investigación realizada por García Barriocanal, Imaña y de la Herrán
(2007) aporta también interesantes elementos de reflexión sobre la realidad de los
jóvenes ex tutelados y su relación con el sistema de protección, y sobre «buenas» y
«malas» prácticas de intervención. En las conclusiones de esta investigación se in-
dica, por ejemplo, cómo una gran mayoría de los jóvenes entrevistados mostró una
percepción positiva del período de estancia en residencias de menores, del clima
reinante en los centros y de su relación con los educadores y otros profesionales; y
ello a pesar de que más la mitad expresó claramente sus sentimientos negativos en
el momento del ingreso en los centros. Por otra parte, se constata cómo los jóve-
nes ex residentes finalmente viven de forma independiente de su familia en mayor
medida que el resto de la población juvenil, aunque en un primer momento, al
abandonar la residencia, la inmensa mayoría de ellos retornó al núcleo familiar de
origen, en ocasiones por carecer de otro lugar donde vivir. Como señalábamos,
una parte importante de este trabajo avanza en la identificación de «buenas» y «ma-
las» prácticas de la intervención desde los centros de menores. Así, entre las «malas
prácticas» se incluyen el procedimiento seguido para la separación del menor de su
grupo familiar de origen, la inestabilidad por el traslado frecuente de los menores
a otros centros o situaciones, la inestabilidad de las plantillas o la falta de prepara-
ción y seguimiento en la salida de los jóvenes de las residencias de protección. En-
tre las «buenas prácticas» se incluyen la estabilidad de los equipos de educadores, su
disponibilidad y apoyo a los jóvenes, los grupos y espacios reducidos o la buena
preparación y seguimiento de la salida de la institución. Si bien la investigación está
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA Y ESTADO DE LA CUESTIÓN

centrada en los jóvenes procedentes de las residencias de menores, muchas de sus


conclusiones están directamente relacionadas con las obtenidas en nuestro estudio,
como podremos comprobar.
Nuestra investigación se plantea reforzar, en lo posible, este tipo de estudios, con el
objetivo de describir y valorar los efectos de las metodologías y estrategias de in-
tervención socioeducativa que se están utilizando para procurar el mayor éxito en
la inserción personal, social y laboral de esta población. Después de revisar el es-
tado de las investigaciones y las aportaciones teóricas en este campo de trabajo,
nos planteamos conocer la realidad actual de un amplio grupo de jóvenes adultos
procedentes del sistema de protección de menores, a la vez que contrastamos los
resultados obtenidos con una metodología que lleva experimentándose desde
hace más de diez años con cerca de tres mil adolescentes y jóvenes en dificultad social
de la Comunidad de Madrid. El estudio de esta metodología, que denominamos
EFIS (Estrategias Flexibles de Intervención Socioeducativa), nos ha ayudado a profun-
dizar acerca de las características, fundamentos y resultados obtenidos con una for-
ma de abordar la realidad de los «jóvenes adultos» en dificultad social que ha ofre-
cido interesantes resultados, y que ha hecho posible que, en coordinación con
entidades e instituciones diversas, cada año entre el 60% y el 80% de los jóvenes
que pasan por los centros que desarrollan la metodología EFIS7 inicien su vida
adulta con un empleo. Hay que tener en cuenta, junto a este dato sobre el acce-
so al empleo, el importante abanico de habilidades, competencias y recursos que
los jóvenes han sido capaces de movilizar para lograrlo, y el papel que el trabajo
socioeducativo realizado con ellos desempeña en este escenario.
La definición y la descripción detallada de esta metodología se realizaron en un
trabajo de investigación anterior, que puede considerarse como una primera par-
te de la investigación actual, y que fue publicado bajo el título Estrategias educativas
con adolescentes y jóvenes en dificultad social. El tránsito a la vida adulta en una sociedad
sostenible (Melendro, 2007).
A continuación haremos una breve descripción de la metodología de Estrategias
Flexibles de Intervención Socioeducativa (EFIS) que sigue, por las condiciones del es-
cenario en que se desarrolla, unas pautas de actuación adaptadas a la diversidad de si-
7
Estamos refiriéndonos a la intervención socioeducativa que se lleva a cabo con adolescentes y jóvenes en dificultad
social en los centros de los Programas como Junco, Elfos o Alcor, dirigidos a menores tutelados, menores con medidas ju-
diciales, menores extranjeros no acompañados, población adolescente y juvenil en riesgo de exclusión social, y que han sido
implementados desde la entidad Opción 3, en colaboración con instituciones públicas como el Instituto Madrileño del Me-
nor y la Familia, la Dirección General de Infancia, Familia y Voluntariado del Ayuntamiento de Madrid, o la Agencia de la
Comunidad de Madrid para la Reeducación y Reinserción del Menor Infractor, entre otras.
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

tuaciones que pueden presentarse y, lo que es más importante, al carácter fluctuante,


cambiante8 de éstas. La complejidad del contexto en el que crecen los adolescentes
y jóvenes en dificultad social9, los entornos diversos de los que proceden —centros
y recursos para menores tutelados de los sistemas de protección, grupos familiares de
riesgo, centros para el cumplimiento de medidas judiciales…— son ya indicadores
de la flexibilidad que se requiere, tanto para poder acceder de forma adecuada a es-
tas realidades como para dar continuidad a la acción educativa iniciada, y para estar
en condiciones de acompañar a los adolescentes y jóvenes en su corta trayectoria
hacia una vida adulta autónoma y responsable.
En este sentido es importante resaltar la prioridad que, desde el modelo EFIS,
se establece con respecto a la puesta en funcionamiento de «estrategias flexibles» de
actuación más que de programas acabados, en el sentido en que Edgar Morin defi-
ne ambos términos:
La estrategia debe prevalecer sobre el programa. El programa establece una secuencia
de acciones que deben ser ejecutadas sin variación en un entorno estable, pero cuando hay
una variación en las condiciones exteriores, el programa se bloquea. La estrategia, por el
contrario, elabora un guión de acción examinando las certezas y las incertidumbres de la
situación, las probabilidades e improbabilidades. El guión puede y debe modificarse según
la información recogida, el azar, contratiempos u oportunidades con que se tropiece en el
curso del camino. (E. Morin, 2004, 109)

En la actual sociedad de la globalización y de la comunicación, donde el cam-


bio permanente, la incertidumbre y la impredecibilidad forman parte de nuestra
realidad cotidiana, sigue siendo fundamental para mantener una vida adulta equi-
librada el acceso a un empleo estable y adecuadamente remunerado, junto a otros
elementos esenciales para cubrir nuestras necesidades básicas, como asegurar un lu-
gar de residencia asequible y acogedor, o disfrutar de un mundo afectivo y rela-
cional gratificante. No hay que olvidar, por otra parte, que en nuestro actual
modelo social dos nuevos aspectos han venido a dificultar los procesos de sociali-

8
El EUSARF (2005) (European Scientific Association for Residential and Foster care for children and adolescents)
hizo referencia expresa en su Congreso Internacional sobre jóvenes en dificultad social a los modelos de análisis complejo,
ecosistémicos y transaccionales, directamente relacionados con esta metodología.
9
Se trata de adolescentes y jóvenes en dificultad o conflicto social, con edades comprendidas entre los dieciséis y los
diecinueve años, que requieren de rápidos procesos de inserción social, personal y laboral. Son jóvenes que, por encontrarse
en las proximidades de la mayoría de edad, ya «no disponen» de mucho tiempo y no pueden —o no desean— llevar a cabo
itinerarios formativos complejos y prolongados. Para muchos de ellos y debido a sus circunstancias individuales, familiares,
sociales, ha llegado el momento de contemplar la inserción laboral, de disponer de un empleo, prácticamente como única
salida en su proceso vital.
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA Y ESTADO DE LA CUESTIÓN

zación de los jóvenes: la prolongación de la adolescencia y las dificultades de acceso


al mercado laboral.
Todos estos elementos confluyen en una primera definición de las EFIS, a las que
podemos considerar como: un proceso de toma de decisiones para desarrollar planes de ac-
ción coherentes con unos objetivos determinados, elaborados tras un conocimiento preciso del es-
cenario relacional y las características personales del o de la joven, atendiendo a las posibilidades
reales de intervención tanto como a la incertidumbre que acompaña a las situaciones abordadas.
Estos planes de acción personalizados parten de una previsión o hipótesis inicial de actuación,
elaborada teniendo en cuenta los elementos de realidad con que se cuenta, y que pueden y de-
ben modificarse con agilidad de acuerdo con la información disponible, los obstáculos y opor-
tunidades que surgen cotidianamente, las reacciones ante situaciones imprevistas y cambios de-
bidos al transcurso del tiempo o a la modificación de espacios y roles. Se estructuran de forma
sistemática, tanto a nivel individual como grupal e institucional, flexibles en su implementa-
ción pero consistentes con los objetivos finales establecidos en el proceso, y prioritariamente con
el fin de facilitar el tránsito de los jóvenes a una vida adulta independiente y responsable.
La principal tarea, por tanto, consiste en acompañar a los jóvenes excluidos en su iti-
nerario, no siempre fácil y mucho menos lineal, para alcanzar esa vida adulta equi-
librada. Varios elementos metodológicos, relacionados entre sí, forman la estructura
necesaria para lograrlo y son claves a la hora de caracterizar y elaborar estrategias
flexibles de intervención socioeducativa. A continuación destacamos algunos de los
más significativos.
Uno de ellos, esencial, es la inmersión de los jóvenes en una «cultura del traba-
jo» a través de la que se les facilite la comprensión, la interiorización de la necesi-
dad y la riqueza de una adecuada inserción laboral como elemento estabilizador,
normalizador de su realidad vital.
Para muchos de ellos la incorporación al mundo del trabajo, la consecución de
su primer empleo y el mantenimiento del mismo va a constituir el eje central so-
bre el que girará su proyecto vital entre los dieciséis y los dieciocho años.
La inserción laboral se contempla aquí como el medio para conseguir la «cir-
culación social normalizada de los sujetos» (Núñez, 1990). Por lo tanto, si bien la in-
serción laboral mediante la contratación es uno de los objetivos, es también el me-
dio para trabajar otras cuestiones educativas relacionadas con los conocimientos y
aprendizajes necesarios para la adecuada transición a la vida adulta. No en vano la
inserción laboral es uno de los más claros indicadores de incorporación social de las
personas, y uno de los que más exigencias y principios socializadores conlleva.
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

Entre las principales aportaciones que la actividad laboral proporciona a los jóvenes ha-
bría que destacar las siguientes:
䉴 Ayuda al joven a introducirse en el mundo del adulto y sus valores; co-
mienza a medirse y a valorarse en relación a una tarea reconocida social-
mente como adecuada y responsable. Son los propios compañeros de traba-
jo quienes le harán tomar conciencia de su nuevo status social.
䉴 A través de las rutinas y los horarios de trabajo, el joven puede reordenar y
vertebrar sus tiempos, dando continuidad y sentido a los procesos y proyec-
tos vitales.
䉴 Aporta al joven un espacio de aprendizaje profesional y personal, un lugar
donde poder incrementar su autoestima, descubrir sus potencialidades, asu-
mir responsabilidades, deberes y también las consecuencias de sus actos.
Todo ello le exigirá mejorar en la realización de tareas y en el aprendizaje de
nuevas habilidades.
䉴 El acceso a un salario más o menos asegurado y la convicción de que es ca-
paz de trabajar, permite al joven mirar hacia adelante y comenzar a planificar
su futuro superando anteriores etapas de dependencia o de infravaloración.
En relación a todo lo anterior, los educadores que trabajan con los jóvenes en
su proceso de transición a la vida adulta deben estar en disposición de utilizar es-
trategias y técnicas que hagan del trabajo una herramienta educativa, de apoyo a la
maduración personal e incluso terapéutica, de forma que se lleven al máximo sus
posibilidades para la construcción de nuevos escenarios vitales.
Otro de los elementos clave para estructurar la relación educativa en un contexto
estratégico flexible, directamente relacionado con esa «cultura del trabajo», será el
constituido por las actuaciones con el entramado empresarial, de forma que éste se haga
partícipe y colaborador indispensable en el proyecto. Esa implicación del empresario
y del sector social al que representa surtirá el doble efecto de aportar recursos im-
prescindibles para el tránsito a la vida adulta del joven y de vehicular el conocimiento
y la responsabilidad social hacia su situación de desigualdad, de dificultad social.
Aunque uno de los ejes fundamentales del trabajo con jóvenes en dificultad so-
cial sea apoyar su acceso al empleo, es evidente que este cometido se verá favore-
cido si los jóvenes han consolidado un itinerario formativo simultáneo. La orientación
y la formación laboral deben desarrollarse como actividades complementarias, a ve-
ces previamente y en ocasiones simultáneamente o a posteriori de la actividad la-
boral. Aquí entra de nuevo en juego la metodología EFIS, abordando la orienta-
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA Y ESTADO DE LA CUESTIÓN

ción laboral mediante tutorías personalizadas que ayudan al joven a explorar sus
propios intereses, habilidades y aptitudes, y a establecer pautas de comportamien-
to laboral, junto a patrones de formación profesional y personal apropiados para al-
canzar metas realistas en su transición a la vida adulta.
A este objetivo ayudará eficazmente una formación adaptada a la evolución del
mercado, desde el que se demanda flexibilidad, polivalencia y a la vez especialización.
Para ello, esta formación se centrará en potenciar la capacidad de adaptación al
cambio de los jóvenes, proporcionándoles instrumentos y herramientas que les
ayuden a formarse en la iniciativa personal, la toma de decisiones y la autonomía
que posibiliten simultáneamente su desarrollo integral.
Como indicábamos inicialmente, la intervención socioeducativa no puede
diseñarse sin estar íntimamente conectada a las particularidades de la población a la
que va dirigida, sus necesidades fundamentales, sus pautas de funcionamiento,
sus carencias y sus disponibilidades, sus capacidades y sus intenciones. Se requiere,
en este sentido, un estrecho conocimiento del contexto de los adolescentes y jóvenes en di-
ficultad social, de su dinámica familiar, los grupos de los que forman parte, sus ca-
racterísticas y derroteros, su ocupación del tiempo de ocio…
En este ámbito, la consideración de la estructura familiar juega un papel clave
en el proceso de inserción social de los jóvenes, pero el soporte y ayuda que la fa-
milia pueda darles dependerá, entre otras cuestiones, de su situación socioeconó-
mica y su dinámica de funcionamiento interno. Mientras las familias de las capas
medias son capaces de financiar la prolongación de la adolescencia de sus hijos,
ayudados además por las políticas públicas, que se orientan particularmente a pro-
mover la extensión sine die de los estudios, las familias de las capas menos favore-
cidas o afectadas por situaciones disfuncionales no parecen encontrarse en la mis-
ma situación para abordar el problema; los adolescentes de estos grupos adquieren
precozmente un sentimiento de ausencia de futuro, siendo muy frecuente su
proceso de socialización en la exclusión.
Será por tanto fundamental para los educadores y profesionales que trabajan
con esta población, superar la tendencia al «olvido» de la influencia familiar y tomar en
consideración la dinámica familiar, aún cuando los adolescentes o jóvenes tengan
solo un contacto esporádico con sus familias de origen, o carezcan desde hace más
o menos tiempo de él. Aunque ya no estén presentes, sí se encuentran latentes y
en muchas ocasiones «activas» psicológicamente las estructuras afectivas y relacio-
nales construidas a lo largo de la infancia, y pueden suponer un importante con-
dicionante —cuando no un obstáculo— para esa transición madura, responsable y
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

autónoma del joven a la vida adulta. El conocimiento de estas situaciones, bien di-
rectamente o bien a través de acciones coordinadas con otros servicios de atención,
será requisito imprescindible para una adecuada intervención socioeducativa, aun-
que sólo en determinadas ocasiones se requiera abordar la problemática familiar
como actividad relevante de la estrategia diseñada. Hay que tener en cuenta que la
dialógica autonomía-dependencia juega aquí un papel importante, y que esto
afecta directamente, en estas etapas evolutivas, al éxito de la intervención con los
adolescentes y jóvenes.
Por último, como elemento estructural insustituible hemos de referirnos al pro-
tagonismo de los jóvenes como centro de toda actividad y como punto de partida para
su interés y motivación, para lo cual la «escucha» y los espacios donde «darles la pa-
labra» son imprescindibles. El respeto a la libertad de elección y, como conse-
cuencia, el acceso al conocimiento y a la información necesarios para poder tomar
decisiones pertinentes, se convierten en una cuestión central. Una toma de deci-
siones informada y formada que les restituya a su papel de actores, de protagonis-
tas de la sociedad de su tiempo, de la sociedad de la globalización y la sostenibili-
dad, también del riesgo y la incertidumbre, en igualdad de condiciones con el resto
de jóvenes de su generación. Como señalan Caride y Meiras:
En los últimos años, la búsqueda de un modelo de desarrollo «sustentable» y «dura-
dero», que establezca un equilibrio cauteloso entre los objetivos de corto y medio plazo,
poniendo énfasis en la equidad y la calidad de vida, más que en la calidad de la producción
o el consumo, permite visualizar lo que durante décadas o incluso siglos, ha sido una ver-
dad silenciada: el desarrollo de personas y pueblos se construye, se crea y recrea en las vi-
das cotidianas, se conquista y reivindica en el quehacer colectivo, aflora y se afirma como
proceso y no sólo como efecto o resultados, se acompaña de la participación democrática
(Caride y Meiras, 2001, 113).

Se produce en definitiva, a través de todos los aspectos referidos, el abordaje glo-


bal de la vida del joven a través de una metodología:
䉴 Que parte de elaborar y desarrollar estrategias10 —coordinación de acciones
y de operaciones para alcanzar un objetivo— con el fin de facilitar la transi-
ción de los jóvenes a una vida adulta independiente y responsable.

10
Una estrategia consiste en un sucesión de decisiones tomadas para definir un plan de acción coherente en relación
con objetivos determinados, y teniendo en cuenta las previsibles circunstancias de actuación. Se trata de tener en cuenta, a
la vez, por un lado, lo que se desea conseguir, y, por otro, lo que se ha logrado y los elementos de realidad con que se cuen-
ta; también hay que pensar en los imprevistos y en los cambios sociales debidos al transcurso del tiempo (Quintana, 1985).
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA Y ESTADO DE LA CUESTIÓN

Protagonismo
Itinerario
de los
formativo
jóvenes

Estrategias flexibles
de intervención
socioeducativa Actuaciones
Cultura con el entramado
del trabajo empresarial

Conocimiento
del contexto
Gráfico I-1. Representación del modelo de estrategias flexibles.

䉴 Flexible a las necesidades e intereses de cada adolescente y joven, a las condi-


ciones del entorno, a las capacidades y potencialidades del equipo educativo.
䉴 Adaptada a los tiempos, a las distintas motivaciones y los momentos que vi-
ven los jóvenes que participan.
䉴 Con un seguimiento continuo. Independientemente del grado de participación
de cada joven, del momento en que se encuentre, se trata de no perder el
contacto con él/ella, bien de forma directa o bien a través de sus educadores
o servicios de referencia.
䉴 De acompañamiento en los momentos cruciales, como puede ser su acerca-
miento a la empresa, de forma que el/la joven se sientan realmente apoyados
en un momento que para muchos de ellos supone el primer contacto real
con el mundo del trabajo.
䉴 De estabilidad referencial en cuanto a los profesionales implicados en la inter-
vención socioeducativa, aspecto que se torna fundamental en esta metodo-
logía de trabajo, ya que los cambios en este sentido pueden ralentizar y en-
torpecer de forma importante el proceso seguido con los jóvenes.
䉴 Desde la creatividad como elemento educativo, entendiendo como necesaria
la revisión y actualización permanente de la práctica educativa que permita la
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

construcción de nuevas formas de abordaje ante las nuevas necesidades, las


nuevas formas de la cultura y las peculiaridades de cada uno de los jóvenes
con los que se interviene.
䉴 Desde el trabajo en red, interdisciplinar y coordinado entre los diferentes profe-
sionales que intervienen en cada situación, las empresas y otros organismos y
entidades, con el objetivo de dar una respuesta coherente y adecuada a las
necesidades de los participantes.
䉴 A partir del diseño de itinerarios socioeducativos personalizados, elaborados de for-
ma conjunta con el joven, y muy especialmente con los responsables y
educadores de los centros de menores —cuando se trata de menores prote-
gidos— ó de los servicios sociales y de atención a la infancia y, siempre que
sea posible, con el grupo familiar.
Valorar el papel de los diferentes elementos metodológicos señalados en rela-
ción con el éxito en la transición a una vida adulta independiente y responsable de
nuestros «jóvenes adultos», perfilar el grado de relevancia de cada uno de ellos y de
sus interacciones, nos ayudará a conocer mejor esta metodología de intervención
y sobre todo nos procurará información fundamental para poder mejorarla.
CAPÍTULO 2
OBJETIVOS DE LA INVESTIGACIÓN Y DISEÑO DE VARIABLES

De acuerdo con lo expuesto anteriormente, se han planteado una serie de ob-


jetivos de investigación que enmarcan la tarea a realizar y que serán de especial uti-
lidad para ordenar el proceso de triangulación de los resultados obtenidos en las
distintas fases de ésta. Estos objetivos son los siguientes:
1. Delimitar y caracterizar el contexto en que se desarrolla la intervención so-
cioeducativa para la inserción social y laboral de adolescentes y jóvenes en
dificultad social.
2. Conocer las características del tránsito a la vida adulta efectuado por los jó-
venes en dificultad social que participaron en programas de inserción so-
ciolaboral: su situación personal, social y económica tras la emancipación.
3. Describir, analizar y valorar la incidencia del modelo de intervención so-
cioeducativa utilizado para procurar el tránsito de los adolescentes y jóvenes
en dificultad social a una vida adulta independiente y responsable.
4. Determinar el perfil, los principios de actuación, planteamientos, estrategias
y expectativas de los profesionales implicados y sus aportaciones a la inter-
vención socioeducativa con adolescentes y jóvenes en dificultad social.
5. Conocer la incidencia y la valoración de los programas de inserción socio-
laboral en el ámbito empresarial: sus debilidades, fortalezas y posibilidades.
A partir de los objetivos mencionados se perfilaron los grupos de variables que
servirían de estructura básica a la investigación (ver Cuadro I-1).
Respecto al primer objetivo formulado, de tipo descriptivo, no se ha dife-
renciado entre variables principales y explicativas. Supone una referencia funda-
mental para conocer el ámbito en que se desenvuelve la investigación, ya que si-
túa el contexto social, familiar, económico y laboral en que se desarrolla la
intervención.
El tercer objetivo, en el que se profundiza de forma especial a lo largo de la in-
vestigación, fue objeto de atención prioritaria a través de un grupo de trabajo
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

constituido al efecto en el año 2005, y cuyos primeros resultados ya fueron publi-


cados1. Se incluye aquí precisamente por ser una referencia fundamental en esta in-
vestigación, a la vez que forma parte indisociable de ella.

Sistema socio-económico
Rentabilidad económica y social
Solidaridad social
Sostenibilidad social

Programas de Inserción Sociolaboral


Transición adecuada
Estrategias
a una vida adulta
Flexibles de 16 a 18 años Mayores de 18 años independiente y responsable
Intervención
Socioeducativa (Circulación normalizada
del sujeto en la vida social)
Minimización de trayectorias
fallidas

Características diferenciales en función de:


– Edad
– Género
– Procedencia (nacional-extranjero)
– Tiempo de presencia en el programa
– Tiempo de baja en el programa

Gráfico I-2. Esquema de la investigación.

1
Melendro, M. (dir.) (2007). Estrategias educativas con adolescentes y jóvenes en dificultad social. El tránsito a la vida adulta
en una sociedad sostenible. Madrid: UNED.
OBJETIVO DE LA INVESTIGACIÓN Y DISEÑO DE VARIABLES

Cuadro I-1. Diseño de variables


VARIABLE VARIABLES GRUPOS
OBJETIVOS
PRINCIPAL EXPLICATIVAS VARIABLES

1. Delimitar y caracterizar el contexto en que se desarrolla la intervención socioeducativa para la inserción social
y laboral de adolescentes y jóvenes en dificultad social
• Autonomía
socioeconómica
• Vida (vivienda, relaciones
independiente familiares y sociales,
2. Conocer las características del recursos vitales).
tránsito a la vida adulta efectuado • Inserción laboral.
por los jóvenes en dificultad social • Satisfacción con la forma
que participaron en programas de de vida
inserción sociolaboral: su situación • Inserción social
personal, social y económica tras la • Responsabilidad • Descriptores del nivel
emancipación. y organización evolutivo
personal • Ausencia de conflicto/
trayectorias fallidas
(procesos de exclusión
social en la vida adulta).

3. Describir, analizar y valorar la Características


incidencia del modelo de del tránsito de los
intervención socioeducativa jóvenes a una
utilizado para procurar el tránsito vida adulta
de los adolescentes y jóvenes en independiente
dificultad social a una vida adulta y responsable*
independiente y responsable. • Valoración general del
modelo educativo.
4. Determinar el perfil, los principios • Itinerarios y estrategias
de actuación, planteamientos, socioeducativas.
estrategias y expectativas de los • Incidencia del
• Aportaciones desde el
profesionales implicados y sus modelo educativo
contexto institucional.
aportaciones a la intervención • Cultura del trabajo y
socioeducativa con adolescentes y actuaciones con
jóvenes en dificultad social. empresas.

5. Conocer la incidencia y la
valoración de los programas de
inserción sociolaboral en el ámbito
empresarial: sus debilidades,
fortalezas y posibilidades.

* El tránsito a una vida adulta independiente y responsable incluye los dos extremos de un continuo: la adecuada eman-
cipación y tránsito del joven versus la aparición de trayectorias fallidas.
CAPÍTULO 3
METODOLOGÍA DE INVESTIGACIÓN

3.1. MARCO METODOLÓGICO

Como hemos reflejado al hablar del estado de la cuestión, esta investigación, por
las condiciones del escenario en que se desarrolla, sigue una metodología adaptada
a la diversidad de situaciones que pueden presentarse y a su carácter cambiante, su
complejidad y la flexibilidad que se requiere tanto para poder acceder a ellas como
para poder sistematizar e interpretar la información disponible. La prioridad por la va-
loración de estrategias de actuación, más que de programas de intervención, obedece a
este planteamiento. La presencia de múltiples elementos cuyo comportamiento es
difícilmente predecible en la atención educativa a esta población, y la complejidad
del diseño mismo de la intervención socioeducativa, hacen que el investigador haya
de mostrarse prudente y adecuar su tarea al contexto en el que va a desarrollarla.
Son, en este sentido, los planteamientos de la investigación compleja, sistémica, eco-
lógica, los que se ajustan de forma más completa al escenario del estudio.
Una coordenada básica a tener en cuenta es la del carácter ex post facto de tipo cau-
sal-correlacional del estudio; en él se recurre al análisis longitudinal de la información
disponible en torno al momento de la emancipación e incorporación a la vida
adulta del joven. Se utiliza para ello una metodología que introduce elementos de in-
vestigación-acción, combinando soportes de información y análisis de datos tanto de tipo pa-
ramétrico, descriptivo e inferencial, como de tipo cualitativo. Este enfoque facilita la siste-
matización de una estructura evaluativa para la toma de decisiones educativa,
sociolaboral e institucional. Además, la metodología mixta (cuantitativa-cualitati-
va) se desarrolla a través de una fase cuantitativa inicial que permite una buena ca-
racterización del contexto, y de una fase cualitativa de profundización y triangu-
lación de perspectivas.
Por último cabe destacar la condición ecológica1 del trabajo, que tiene en
cuenta la configuración de la realidad de forma contextualizada, así como su estu-
1
«Cada proyecto surgido en el seno de un territorio nace y se configura en función de las demandas, necesidades y re-
cursos de ese territorio, es ecológico respecto al mundo en el que debe desarrollarse y, por lo tanto, lo que es bueno para un
territorio no tiene por qué serlo necesariamente para otro» (Inglés, 2004, 29).
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

dio de y desde escenarios sociales y vitales determinados. Referencias útiles para


esta investigación son las aportadas por las teorías de la complejidad y el enfoque sisté-
mico aplicado a la educación (Bronfrenbrenner, 1987; Morin, 2001, 2005; Lerbet-Se-
reni, 2004; Wagensberg, 2003), así como los estudios sobre adolescentes y jóvenes
en dificultad social y sobre el tránsito a la vida adulta de los jóvenes que se recogen
en el primer capítulo de esta obra.

3.2. CONDICIONES INTERNAS DE LA INVESTIGACIÓN:


LÍMITES Y POSIBILIDADES

Consideramos que los resultados de la investigación efectuada tienen una aplicación di-
recta en:

䊏 La optimización de la intervención socioeducativa de los equipos que tra-


bajan en este ámbito, en la elaboración de las pautas y criterios compartidos
y en la cohesión en la intervención.
䊏 El reconocimiento de espacios prioritarios de formación de los equipos
educativos que trabajan con adolescentes y jóvenes en dificultad social.
䊏 El fomento de las metodologías educativas más eficaces para una adecuada
inserción sociolaboral de adolescentes y jóvenes en dificultad social.
䊏 La fundamentación teórico-práctica para la incorporación de nuevas inicia-
tivas y líneas de trabajo educativo, social y legislativo en este ámbito.
䊏 Las aportaciones de interés a la investigación y la formación de profesionales
en este ámbito de trabajo, a nivel nacional e internacional.
䊏 El apoyo en la selección de educadores y otros profesionales de los equipos
de intervención socioeducativa.
䊏 La aportación de una metodología innovadora de investigación, adaptada a
los objetivos y necesidades específicas de este campo de trabajo.

Por otra parte, es necesario también tener en cuenta algunos de los aspectos que
limitan el alcance de la investigación; entre ellos podemos señalar:

✓ Esta es una investigación inicial, en su primera fase de abordaje de una rea-


lidad compleja, pero necesaria para obtener información que va a permitir
METODOLOGÍA DE INVESTIGACIÓN

profundizar, en fases sucesivas, en el tema estudiado. Y esto es así por limi-


taciones de muy distinto tipo, como son:
– La especial complejidad de la población investigada, que es difícil de lo-
calizar, de abordar, y que además presenta una gran diversidad en cuan-
to a sus situaciones personales, sociales, familiares… lo que se refleja en el
importante esfuerzo realizado en el trabajo de campo. Un trabajo de
campo que ha requerido mucho tiempo, persistencia y dedicación.
– La escasez de recursos con los que hemos podido contar, tanto econó-
micos como humanos, y que han hecho necesario acotar claramente los
límites de la investigación y alargar sus plazos de realización.
– La necesidad, por otra parte, de avanzar despacio en un ámbito fluc-
tuante e impreciso, de forma que el problema se centrara equilibrada-
mente, y las posibilidades y logros de la investigación caminaran acom-
pasadamente.
✓ Una segunda fase de tipo comparativo está prevista —para una próxima in-
vestigación— tras la finalización de esta primera fase de corte causal-corre-
lacional.
✓ El diseño ex post facto, que implica la revisión de casos sobre los que ya se
intervino, y que parte del análisis de la información preexistente y de la
percepción de los sujetos investigados, aún siendo un modelo de investi-
gación con limitaciones en cuanto a la generalización de sus resultados o
el abordaje cuantitativo e inferencial de la información obtenida, es el que
nos ha parecido más adecuado para los objetivos planteados en esta in-
vestigación.
✓ Los instrumentos de medida aportan información cuantitativa y cualitativa,
en ocasiones facilitada por observadores externos, que puede suponer cier-
ta subjetividad en la interpretación de las situaciones investigadas. Esto es así
en este tipo de investigaciones, aunque en nuestro caso hemos introducido
una serie de elementos correctores como: medidas de fiabilidad interjueces,
triangulación de valores, descripción detallada del proceso y características
de la investigación que facilite sus posteriores replicaciones, así como otras
medidas correctoras recomendadas por la literatura sobre este tipo de in-
vestigación y sobre las técnicas aplicadas.
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

3.3. POBLACIÓN Y MUESTRA

䉴 Sujeto de estudio

El sujeto central de estudio son los adolescentes y jóvenes en dificultad social, concepto
que hace referencia, en esta investigación, a:

䊏 Adolescentes y jóvenes con los que se han realizado intervenciones socioe-


ducativas desde el modelo de Estrategias flexibles de intervención socioeducativa
(EFIS), que se encuentran en el periodo de la adolescencia tardía y el inicio
de la juventud, entre los 16 y 19 años de edad.
䊏 Población en situaciones sociales de exclusión, pertenecientes a grupos des-
favorecidos social y/o económicamente, atendida a través de recursos de
protección de menores.
䊏 En contraste con la anterior, una población adolescente y juvenil atendida
desde recursos de cumplimiento y/o apoyo al cumplimiento de medidas ju-
diciales, y otra derivada por los servicios sociales especializados en familia e
infancia.

Otros sujetos complementarios de estudio han sido:

䊏 Los educadores y otros profesionales que trabajan en programas de empleo y


de inserción sociolaboral.
䊏 Los empresarios que forman parte de la red de empleadores que proporcio-
na ofertas de trabajo a esta población.
Para cada instrumento de investigación y perfil de población investigada se ha
seleccionado una muestra, de acuerdo con las características que se indican a con-
tinuación.

䉴 Bases de datos: población de jóvenes en dificultad social


y de empresas investigadas

En el caso de las bases de datos se ha analizado la información procedente de


dos poblaciones: jóvenes en dificultad social atendidos y empresas que colaboran
con los diferentes programas de empleo estudiados.
METODOLOGÍA DE INVESTIGACIÓN

La población de adolescentes y jóvenes en dificultad social investigada, a


partir de los datos recogidos en la base de datos del Programa de Empleo con
menores protegidos, es de 1.268 sujetos. Se han analizado además, en contras-
te con la anterior, las poblaciones de los Programas ELFOS (730 jóvenes con
medidas judiciales) y ALCOR (777 jóvenes procedentes de servicios sociales
municipales).
La población de empresas que han aportado información y que han colabora-
do en los últimos diez años con los diferentes programas de empleo estudiados es
de 2.775 empresas.

䉴 Muestra de la entrevista y el cuestionario a jóvenes en dificultad social

Para la aplicación de la entrevista a jóvenes y del cuestionario se procedió a ex-


traer una muestra aleatoria del Programa de empleo con menores protegidos. La
población de este programa es por tanto una de las referencias centrales de la in-
vestigación. Se trata de jóvenes que, teniendo o habiendo tenido medidas de
protección, han participado en el Programa de empleo con menores protegidos
desde su creación en 1998, habiendo permanecido en el Programa y participado
en sus actividades al menos durante un plazo de seis meses. Este se tomó como pri-
mer criterio para la selección de la muestra de jóvenes: la participación de éstos du-
rante al menos seis meses continuados en el Programa, periodo que se considera
suficiente para poder apreciar la influencia de este tipo de intervención socioedu-
cativa.
Un segundo criterio para la selección de la muestra fue el de la edad. Se esta-
bleció como edad de corte la mayoría de edad, los dieciocho años cumplidos a fe-
cha de inicio de la investigación. Este criterio obedece a dos planteamientos: uno
de ellos, el de poder identificar los aspectos relacionados con el tránsito de estos jó-
venes a una vida adulta independiente y responsable; otro, la posibilidad de com-
probar los efectos a medio y largo plazo de la intervención socioeducativa llevada
a cabo con ellos.
Los jóvenes que no cumplían estos dos requisitos fueron excluidos del mues-
treo aleatorio. Sobre una población final de 843 jóvenes, la muestra seleccionada,
para un nivel de confianza del 99% y un margen de error de 0,1 fue finalmente de
87 sujetos (tres más de los establecidos por los cálculos iniciales).
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

Tabla I-1. Población y muestra para la entrevista y el cuestionario


a jóvenes en dificultad social

Población y muestra Total % sobre población

Población 1.268 100,0

6 meses participando en el Programa 954 75,2

6 meses participando en el Programa y 18 años cumplidos 843 66,5

Muestra (n.c. 99% m.e. 0,10 (10%)) 84 6,6

A continuación se indican los criterios, los porcentajes y el número de casos


que sirvieron para estratificar la muestra, a fin de que respondiera de la forma
más próxima posible a las características generales de la población de la que se
extrajo.

Tabla I-2. Muestra prevista para la entrevista y el cuestionario a jóvenes en dificultad social

Criterios Valor % N.o casos

Menos de 2 años 1 41% 34


Tiempo transcurrido desde la baja en el programa
Más de 2 años 2 59% 50

Hombres H 64% 54
Sexo
Mujeres M 36% 30

Españoles N 69% 58
Procedencia
Extranjeros E 31% 26

Sobre los cálculos iniciales finalmente se seleccionaron, a través de las tablas de


números aleatorios, 87 jóvenes que cumplían ampliamente con los criterios de es-
tratificación, tal y como se refleja en las tablas siguientes.
METODOLOGÍA DE INVESTIGACIÓN

Tabla I-3. Casos estudiados por criterios de estratificación

Frecuencia Porcentaje
Más de dos años 51 58,6
Válidos
Menos de 2 años 36 41,4
Total 87 100,0

Tiempo de baja en el programa

Frecuencia Porcentaje
Español/a 62 71,3
Válidos
Extranjero/a 25 28,7
Total 87 100,0

Jóvenes extranjeros y jóvenes españoles

Frecuencia Porcentaje
Hombre 57 65,5
Válidos
Mujer 30 34,5
Total 87 100,0

Género

La entrevista fue realizada por los 87 jóvenes de la muestra, mientras que el


cuestionario fue cumplimentado por 32 jóvenes (38% de la muestra).

䉴 Muestra del cuestionario a empresarios

Los empresarios a los que se remitió el cuestionario forman parte de la red de


empleadores que proporciona ofertas de trabajo a esta población juvenil. Para se-
leccionar la muestra de la población de empresarios se recurrió a la información re-
cogida en el apartado 4.2 de la Parte II, sobre «El entorno sociolaboral», donde se re-
flejan las contrataciones realizadas por las empresas con las que se había trabajado
en estos años desde el Programa de empleo. Reproducimos a continuación las ta-
blas elaboradas, que han sido la base para la selección de la muestra de empresarios
a los que se hizo llegar el cuestionario.
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

Tabla I-4. Contratos por empresa

Frecuencia Porcentaje

Más de 5 contratos (hasta un máximo de 24) 39 4

4 contratos 22 2

3 contratos 40 4

2 contratos 108 11

1 contrato 777 79

Total 986 100,0

Partiendo de esta información, se descartaron de la investigación las empresas


que solo llegaron a realizar un contrato con jóvenes del Programa, y aquellas em-
presas que durante los últimos años no mantuvieron contacto alguno con el Pro-
grama, por considerar que su escasa experiencia con este tipo de jóvenes en el pri-
mer caso, o su desconexión con el Programa en el segundo, no aportaría la
información necesaria para su respuesta adecuada al cuestionario. Se utilizó así
como población un total de 118 empresas, sin proceder a ningún tipo de mues-
treo, con la expectativa de que la mayoría de ellas respondieran al cuestionario. Así
ocurrió, y tras remitir el cuestionario a estas 118 empresas, 88 de ellas (75% del to-
tal) lo cumplimentaron, y 30 no lo devolvieron. Las tablas siguientes reflejan al-
gunas características de las empresas que respondieron al cuestionario.

Tabla I-5. Empresas por número de contratos

Frecuencia Porcentaje Porcentaje válido

2a5 63 71,6 75,9

6a9 10 11,4 12,0

Válidos 10 a 15 6 6,8 7,3

Más de 15 4 4,5 4,8

Total 83 94,3 100,0

Ns/nc Sistema 5 5,7

Total 88 100,0
METODOLOGÍA DE INVESTIGACIÓN

Tabla I-6. Empresas por tamaño de la empresa

Frecuencia Porcentaje Porcentaje válido

Grande 17 19,3 20,5

Mediana 21 23,9 25,3


Válidos
Pequeña 45 51,1 54,2

Total 83 94,3 100,0

Ns/nc Sistema 5 5,7

Total 88 100,0

Tabla I-7. Empresas por sector de actividad

Frecuencia Porcentaje Porcentaje válido

Hostelería 8 9,1 10,7

Alimentación 13 14,8 17,3

Textil, confección 6 6,8 8,0

Construcción y afines 16 18,2 21,3

Centro especial de empleo 1 1,1 1,3

Peluquería 1 1,1 1,3

Jardinería 1 1,1 1,3


Válidos
Mecánica 5 5,7 6,7

Artes gráficas 1 1,1 1,3

Servicios, mensajería, telemarketing 14 15,9 18,7

Comercio 4 4,6 5,4

Electricidad 4 4,6 5,4

Administración 1 1,1 1,3

Total 75 85,2 100,0

Ns/nc Sistema 13 14,8

Total 88 100,0
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

Tabla I-8. Empresas por zona geográfica

Frecuencia Porcentaje Porcentaje válido

Madrid centro 16 18,3 19,5

Madrid norte 19 21,6 23,1

Madrid este 9 10,3 11,0

Madrid oeste 1 1,1 1,2

Madrid sur 14 15,9 17,1

Periferia norte 4 4,5 4,9

Válidos Periferia sur 4 4,5 4,9

Periferia este 3 3,4 3,7

Periferia oeste 1 1,1 1,2

Rural 1 1,1 1,2

Toda la Comunidad de Madrid 9 10,3 11,0

Territorio nacional 1 1,1 1,2

Total 82 93,2 100,0

Ns/nc Sistema 6 6,8

Total 88 100,0

Total Madrid capital 59 72%

Total periferia 12 14,7%

䉴 Muestra del cuestionario a equipos educativos y otros profesionales

Para conocer la perspectiva de los equipos educativos que trabajan con esta po-
blación juvenil en relación a los objetivos de la investigación, se optó por trabajar
del siguiente modo con los educadores/as y profesionales de este ámbito:
䊏 Remitir un cuestionario a todos los profesionales implicados en los progra-
mas en los que participaron jóvenes y empresarios de las dos muestras ante-
riormente descritas.
METODOLOGÍA DE INVESTIGACIÓN

䊏 Seleccionar además una serie de informantes clave, diferentes de los ante-


riores, en base a los criterios siguientes:
• Más de 2 años experiencia directa en este ámbito de trabajo (inserción so-
ciolaboral de jóvenes en dificultad social).
• Profesión: educador social, pedagogo, psicólogo, trabajador social, soció-
logo, abogado.
• Buen conocimiento teórico y buena capacidad de reflexión y de aporta-
ción personal sobre el tema.
Las características de la muestra encuestada fueron finalmente las siguientes:
䊏 Un total de 36 profesionales encuestados:
• 27 profesionales de los programas de empleo para jóvenes en dificultad so-
cial relacionados con esta investigación.
• 9 profesionales externos.
䊏 Un perfil del grupo que responde a:
• Una media de 6 años de experiencia profesional en este ámbito de trabajo.
• Un mínimo de un año de experiencia y un máximo de veinte años.
• Años de experiencia por intervalos:
• entre 1 y 2 años: 8 profesionales
• entre 3 y 5 años: 12 profesionales
• entre 6 y 10 años: 10 profesionales
• entre 12 y 20 años: 5 profesionales
䊏 Una moda —valor más frecuente— de 3 años de experiencia.

Tabla I-9. Años de experiencia


Válidos 35
N
Ns/nc 1
Media 5,99
Moda 3
Desv. típ. 4,747
Mínimo 1
Máximo 20
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

3.4. INSTRUMENTOS, TÉCNICAS DE INVESTIGACIÓN


Y TRATAMIENTO DE DATOS

Los instrumentos y técnicas de investigación utilizadas y los grupos de pobla-


ción a los que han ido dirigidos se pueden apreciar en el cuadro siguiente.

Cuadro I-2. Instrumentos y técnicas de investigación

INSTRUMENTO POBLACIÓN

• Adolescentes y jóvenes en dificultad social (población)


• Estudio y análisis estadístico de bases de datos
• Empresas/empleadores (población)

• Estudio de historias profesionales (titulación,


• Profesionales (muestra)
experiencia y formación)

• Cuestionario • Profesionales (muestra)

• Cuestionario telefónico • Adolescentes y jóvenes en dificultad social (muestra)

• Entrevista/cuestionario • Adolescentes y jóvenes en dificultad social (muestra)

• Cuestionario • Empleadores/empresas (población)

En el Anexo 3 se pueden ver los diferentes análisis de consistencia interna de los


principales instrumentos de investigación utilizados. Tanto el cuestionario a empresarios
como el cuestionario a profesionales ofrecen un elevado grado de consistencia in-
terna (Alfa de Cronbach 0.913 y 0.859 respectivamente). La entrevista a jóvenes
muestra un grado de sinceridad en la respuesta entre bueno y muy bueno (98,7%
de las valoraciones), a la vez que un elevado nivel de colaboración de los jóvenes
en su realización.
Para el tratamiento de la información disponible se han empleado técnicas es-
tadísticas descriptivas, técnicas de análisis cualitativo/cuantitativo paramétricas y no
paramétricas (descriptores cualitativos, técnicas de triangulación, chi cuadrado,
tablas de contingencia), y técnicas de análisis bivariable y multivariable (r de Pear-
son, t de Student, matrices de correlaciones y covarianzas, regresión lineal, regre-
sión categorial).
Finalmente, el cuadro I-3 refleja las fases en que se realizó la investigación.
METODOLOGÍA DE INVESTIGACIÓN

Cuadro I-3. Fases de la investigación


FASE ACTIVIDAD

1. Constitución del Equipo de Investigación.


1. Fase de diseño
2. Selección y caracterización de la muestra.

3. Análisis inicial de documentación relevante sobre la población investigada. In-


2. Fase descriptiva. forme con los resultados del análisis de bases de datos, historias profesionales, so-
Estudio de contexto portes de recogida de información, itinerarios personales…
4. Caracterización de contexto: primera aproximación de datos cuantitativos.

5. Elaboración de instrumentos de investigación (cuestionarios, entrevistas, escalas


de observación, soportes de análisis documental…).
3. Fase inferencial 6. Prueba piloto de instrumentos de investigación.
7. Trabajo de campo: aplicación de instrumentos de investigación.
8. Diseño de herramientas de análisis de datos (plantillas SPSS, Excel, Word…).

9. Análisis e interpretación de datos.


4. Fase de análisis de
10. Contraste de resultados con equipos educativos.
datos y propuestas
11. Informe final.
5. Fase de difusión 12. Plan de explotación: difusión y divulgación de resultados.
PARTE II
ESTUDIO DESCRIPTIVO
Previamente a la revisión detallada de los objetivos de la investigación, y aten-
diendo a su formulación, es importante destacar una serie de cuestiones que surgen
de una primera revisión de la información disponible. A continuación incluimos
un resumen de los elementos más reseñables del contexto en que se realiza la in-
tervención socioeducativa con jóvenes en dificultad social en su tránsito a la vida
adulta, destacando su relación con la formulación de los diferentes objetivos de in-
vestigación.
Se inicia esta caracterización del contexto a través de dos tipos de información:
䉴 La información relevante que hace referencia a las características y actua-
ciones con adolescentes y jóvenes en dificultad social procedentes del siste-
ma de protección de menores, que han sido atendidos por el programa de
inserción sociolaboral desde el momento de su creación, en 1998. Se inclu-
yen datos relevantes sobre la población del Programa, un total de 1.268 ado-
lescentes y jóvenes de ambos sexos.
䉴 La información obtenida al contrastar las características y actuaciones con tres
tipos de población de jóvenes en dificultad social: jóvenes protegidos, jóve-
nes con medidas judiciales y jóvenes en riego social. Se señalan las caracte-
rísticas comunes y diferenciales en relación a los datos obtenidos en los dis-
tintos contextos de intervención socioeducativa, para las poblaciones
completas atendidas de las tres tipologías señaladas, y que en total suman
2.775 jóvenes de ambos sexos.
CAPÍTULO 4
EL CONTEXTO DE INTERVENCIÓN: ADOLESCENTES
Y JÓVENES DEL SISTEMA DE PROTECCIÓN

Se refleja en este apartado información que hace referencia a las características


y actuaciones con adolescentes y jóvenes en dificultad social procedentes del sis-
tema de protección de menores, que han sido atendidos por el Programa de in-
serción sociolaboral desde el momento de su creación, en 1998. Se incluyen datos
relevantes sobre la población del Programa, un total de 1.268 adolescentes y jó-
venes de ambos sexos.

4.1. CARACTERÍSTICAS GENERALES1

䉴 Una primera aproximación al contexto de intervención socioeducativa con


jóvenes en dificultad social nos muestra cómo entre los jóvenes atendidos un
elevado porcentaje, que se aproxima a una tercera parte del total (31,2%), es
población inmigrante. A este importante dato hay que añadir que:
• Aunque en un 17,7% de los casos no se ha llegado a determinar su pro-
cedencia, puede constatarse que en las actividades del programa se dan cita
jóvenes de al menos 30 nacionalidades diferentes.
• La inmensa mayoría son jóvenes procedentes de Marruecos (66,1% de los
jóvenes cuyo origen se conoce), seguidos por guineanos, angoleños y
portugueses con porcentajes mucho más bajos (entre el 5,8% y el 3,7%).
Es decir, que dos terceras partes de los extranjeros con los que se trabaja
son menores marroquíes.
• De esta población extranjera, un 15,9% ha obtenido los correspondientes
permisos de residencia y de trabajo a través del Programa de empleo.

1
Las lógicas limitaciones en la extensión de esta publicación impiden incorporar todas las tablas y gráficos elaborados
durante el proceso de análisis de datos, y que fundamentan parte de la información incluida en el texto. Esta información
se encuentra reflejada en el informe de investigación, mucho más extenso, y a disposición de aquellos investigadores que
deseen profundizar en elementos concretos de la investigación.
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

Tabla II-1. Nacionalidad

Total %

Española 872 68,8

Extranjera 396 31,2

Total 1.268 100

Tabla II-2. Nacionalidad (por países)

Total %

Marruecos 160 66,1

Guinea 14 5,8

Angola 9 3,7

Portugal 9 3,7

Ecuador 6 2,6

Nigeria 5 2,1

República Dominicana 5 2,1

Colombia 5 2,1

Rumania 3 1,2

Bolivia 3 1,2

Camerún 2 0,8

Méjico 2 0,8

Congo 2 0,8

Polonia 2 0,8
Chad, Cabo Verde, Estonia, Etiopía, Francia, Ghana, Guatemala, Hungría,
15 6,2
Macedonia, Moldavia, Rusia, Sierra Leona, Somalia, Sri Lanka, Túnez*
Total (por países) 242 100,0

Sólo consta como «extranjero» (sin datos del país de procedencia) 154

Total 396

* Un solo joven por cada uno de los países.


EL CONTEXTO DE INTERVENCIÓN: ADOLESCENTES Y JÓVENES DEL SISTEMA DE PROTECCIÓN

Tabla II-3. Permisos de inmigración

Total %
Asilo/refugio 1 1,5
Exceptuación 8 11,9
Residencia 34 50,7
Trabajo 20 29,9
Sin datos 4 6,0
Total 67 100,0
Total permisos concedidos 63
% permisos concedidos 15,9*

* Sobre los 396 jóvenes inmigrantes.

䉴 Es significativo también el dato de que la población femenina atendida sea


sólo de un 35,9%, ya que tanto en la población general como en la pobla-
ción con medidas por parte del sistema de protección2 ese porcentaje se sitúa
en torno al 50%. Esto refleja una derivación de la población femenina a otro
tipo de intervención socioeducativa diferente de la relacionada con la inser-
ción sociolaboral, que es atendida con otro tipo de metodología y presumi-
blemente con objetivos diferentes a los seguidos por este tipo de programas.

Tabla II-4. Género

Total %
Chicos 813 64,1
Chicas 455 35,9
Total 1.268 100,0

Tabla II-5. Discapacitados

Discapacitados Total %
Discapacitados 45 3,5

2
Población adolescente de la Comunidad de Madrid (mujeres: 49%; hombres: 51%); población adolescente protegida
de la Comunidad de Madrid (mujeres: 52%; hombres: 48%).
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

䉴 Es muy reducido el número de jóvenes con discapacidad que participan en


este tipo de intervención. Son en total 45 jóvenes, lo que representa apro-
ximadamente un 3,5%.
䉴 En cuanto a las zonas de procedencia de los jóvenes, y que pueden suponer para
ellos lugares de referencia en los que, en un futuro, poder vivir de forma au-
tónoma, cabe destacar Madrid capital (12,3% de los casos) como principal
destino, seguido de la zona metropolitana sur y en concreto de municipios
como Fuenlabrada, Getafe o Leganés. Es escaso, sin embargo, el número de
jóvenes que tienen la corona metropolitana norte como posible destino
(entre el 0,2% y el 1,2% de ellos).

Tabla II-6. Localidad de procedencia (resumen)

Total %

Madrid 156 12,3

Alcalá de Henares 3 0,2

Alcorcón 4 0,3

Villalba 6 0,5

Localidades de procedencia Coslada 3 0,2


más señaladas Fuenlabrada 15 1,2

Getafe 9 0,7

Leganés 7 0,6

Móstoles 4 0,3

Torrelodones 3 0,2

䉴 Sólo un 9,6% de la población estudiada es menor de edad a fecha de esta in-


vestigación3; esto es lógico, dados los años que lleva implantado el programa
(desde 1998) y sus características y objetivos. Así, por ejemplo, los jóvenes
que al inicio del programa tenían 16 años, ahora deben tener 24; los que te-
nían 18, tiene ahora 26.

3
Trabajo de campo iniciado el 1 de enero de 2006.
EL CONTEXTO DE INTERVENCIÓN: ADOLESCENTES Y JÓVENES DEL SISTEMA DE PROTECCIÓN

Tabla II-7. Edad de la población investigada (muestra)

Edad actual* Total %

25 y más años (máximo de 31 años) 82 6,5

24 años 120 9,5

23 años 169 13,3

22 años 166 13,1

21 años 166 13,1

20 años 145 11,4

19 años 152 12,0

18 años 132 10,4

17 años 95 7,5

16 años 25 2,0

15 años 1 0,1

Sin datos 15 1,1

Total 1.268 100,0

* En la fecha en que fueron revisadas las bases datos para la investigación (1 de enero de 2006).

䉴 Adolescentes y jóvenes de prácticamente todos los centros del sistema de pro-


tección participan en las actividades del Programa. En total son 141 los centros
de protección que participan en las actividades del Programa. Esta es una in-
formación muy relevante, por lo que supone en cuanto a:
• Posibilidad de conocimiento del dispositivo residencial de protección y sus
apoyos externos por parte de los profesionales del Programa.
• Implicación de toda una red en la intervención socioeducativa desarro-
llada.
• Esfuerzo de coordinación y actuación flexible en relación a las caracterís-
ticas, demandas, necesidades, de cada centro, sus jóvenes y educadores, sus
planteamientos educativos…
• Posibilidad de difusión de la metodología de trabajo del Programa.
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

䉴 En la Tabla II-8 se refleja el número de centros de menores por los que cada
adolescente/joven ha pasado durante su participación en el Programa; aun-
que la gran mayoría no ha cambiado de centro (78,7%), es importante
constatar que un número importante de ellos ha pasado por varios centros en
un corto espacio de sus vidas, con las repercusiones sociales, psicológicas, re-
lacionales… que esto puede comportar. En concreto un 14,4% pasó por dos
centros, y un 6,9% por más de dos de ellos, hasta un total de seis centros de
menores.

Tabla II-8. Número de centros de menores de procedencia


por participante

Total %

1 999 78,7
2 182 14,4
3 53 4,2
4 19 1,5
5 11 0,9
6 4 0,3
Total 1.268 100,0

䉴 Otro dato relevante es el del tiempo que el joven ha permanecido en contacto con
el dispositivo de protección de menores; el grado de influencia de éste variará de
forma importante en función de la duración —aunque también de la inten-
sidad y del carácter— de la acción tutelar. Un 20% de los jóvenes ha per-
manecido durante más de dos años en residencias de menores, y práctica-
mente la mitad de ellos ha permanecido más de un año.
䉴 Puede constatarse cómo la formación con que los jóvenes cuentan para abordar su
futuro laboral —y personal— es muy baja. La gran mayoría no ha vivido
éxitos importantes en su formación académica, ni ha experimentado pro-
gresos demasiado estimulantes en ella, más bien al contrario. El mayor por-
centaje procede de una enseñanza secundaria sin culminar (34,3%), o de
programas de compensación educativa (32,2%). Ninguno de los jóvenes ha
completado estudios de nivel superior/universitarios.
EL CONTEXTO DE INTERVENCIÓN: ADOLESCENTES Y JÓVENES DEL SISTEMA DE PROTECCIÓN

Tabla II-9. Tiempo de estancia en centros de menores


Frecuencia Frecuencia acumulada
Total %
acumulada (inversa)
Menor o igual a 3 meses 192 13,6 13,63%
Entre 3* y 6 meses 246 17,5 31,09%
Entre 6 y 9 meses 108 7,7 38,75%
Entre 9 meses y 12 meses (1 año) 165 11,7 50,46%
Entre 12 y 18 meses 238 16,9 67,35% 49,54%
Entre 18 y 24 meses (2 años) 178 12,6 79,99% 32,65%
Entre 24 y 36 meses (3 años) 151 10,7 90,70% 20,01%
Entre 36 y 48 meses (4 años) 79 5,6 96,31% 9,30%
Entre 48 y 60 meses (5 años) 15 1,1 97,37% 3,69%
Más de 5 años 37 2,6 100,00% 2,63%
Total 1.409 100 0,00%
16,1
Sin datos 268
(sobre 1677 jóvenes)
Total 1.677

* Entre 3 meses y un día; este es el criterio para toda la tabla.

Tabla II-10. Estudios realizados

Total %
Bachillerato 14 0,7
Módulo Grado Superior/FP II 11 0,6
Módulo de Grado Medio/FP I 29 1,5
ESO sin finalizar 645 34,3
Graduado Escolar 144 7,6
Estudios primarios sin completar 19 1,0
Compensación educativa 207 11,0
Garantía Social 400 21,2
Certificado estudios primarios 18 1,0
Otros estudios no reglados (Teatro/Programa de inserción/monitor tiempo libre/…) 90 4,8
Sin estudios 82 4,4
Sin datos 224 11,9
Total 1.883* 100,0
* El número de casos es superior al de sujetos dada la adscripción de muchos de ellos a más de una de las situaciones educativas descritas.
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

Tabla II-11. Especialidades formativas

Total %
Peluquería 80 14,0
Electricidad 79 13,8
Cocina 78 13,7
Hostelería 54 9,5
Carpintería 51 8,9
Jardinería 44 7,7
Informática 28 4,9
Fontanería 25 4,4
Mecánica 24 4,2
Albañilería 22 3,9
Corte y Confección 18 3,2
Administrativo 17 3,0
Artes Gráficas 12 2,1
Soldadura 10 1,7
Pintura 10 1,7
Mantenimiento edificios 10 1,7
Automoción 9 1,6
Total 571 100,0

Tabla II.12. Otras especialidades formativas


N.o de jóvenes
por especialidad
Idiomas, Electrónica, Cerrajería. 5
Jardín de Infancia, Encuadernación 4
Electrónica, Carpintería de aluminio, Ayuda a domicilio, Auxiliar Clínica 3
Marquetería, Laboratorio de imagen, Guarda Forestal, Geriatría, Auxiliar Geriatría, enfermería 2
Maquinista de confección industrial, tapicería, servicios aux. de oficina, sanitaria, reparación de
calzados, realización de documentales, pinche de cocina, P.G.S. serigrafía, informática, ofimática,
ocio y tiempo libre, moda y diseño, mecanografía, mantenimiento y reparación de ordenadores,
1
instalaciones de baja tensión, hípica, gestión administrativa, fotografía, esteticista, escayola,
electricidad y mecánica, educación sexual, ebanistería, diseño moda, delineación, comercio, cien-
cias puras, auxiliar administrativo
EL CONTEXTO DE INTERVENCIÓN: ADOLESCENTES Y JÓVENES DEL SISTEMA DE PROTECCIÓN

䉴 Es importante conocer en qué temas se están formando estos jóvenes, y, so-


bre todo, compararlo después con el tipo de tareas y trabajos que desarrollan
de adultos. Este será un interesante indicador de la eficacia de la formación
recibida, de su satisfacción personal en el trabajo y, con todo ello, de lo ade-
cuado o no de su tránsito a la vida adulta. La mayoría de ellos se ha formado
en actividades de tipo manual, que requieren poca formación inicial, y que
también suponen la percepción de remuneraciones más bajas. La hostelería,
la cocina y las profesiones de electricista y peluquera/o son las especialidades
formativas de más de la mitad de los jóvenes (51%). (Tablas II-11 y II-12).

4.2. EL ENTORNO SOCIOLABORAL

Otro grupo de variables interesantes para caracterizar el contexto de la inter-


vención socioeducativa con jóvenes en dificultad social es el relativo al entorno so-
ciolaboral. A continuación se ofrece información sobre este aspecto.
䉴 La media de ofertas de trabajo que cada joven participante del Programa reci-
be llega casi a ser de dos ofertas. Si consideramos solamente a aquellos jóve-
nes que llegaron a esta fase del Programa, que hace posible recibir ofertas de
trabajo —un grupo importante de jóvenes no llega a ella— la media de ofer-
tas de trabajo asciende a tres.

Tabla II-13. Ofertas de empleo

Media de ofertas por participante que ha recibido alguna oferta 3,37


Media de ofertas para toda la población 1,97
Total ofertas 2.492

䉴 Como se puede observar en la Tabla II-14, los jóvenes que reciben alguna
oferta de empleo son el 58,4% de la población atendida, mientras que los
que no llegan a recibir oferta de empleo alguna supone el 41,6% de los jó-
venes que pasan por el Programa, una cifra muy elevada ésta para unos pro-
gramas que tienen como prioridad la búsqueda activa de empleo para y por
los jóvenes. Hay que tener en cuenta que estos jóvenes dejaron el Programa
sin haber llegado a tener la experiencia de un empleo. Por otra parte, tam-
bién se puede observar cómo es muy elevado el número de ofertas de em-
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

pleo por participante. Esto indica, además de la preocupación y la gran ac-


tividad desarrollada por los profesionales para conseguir ofertas de empleo, la
dificultad para mantener el empleo por parte de los jóvenes. Es notoria, en
cualquier caso, la «productividad» del Programa: llegan a ofrecerse hasta 19
empleos a un solo participante, y más de diez a cerca del 5% de ellos.

Tabla II-14. Ofertas recibidas por participante

Ofertas N.o de participantes Porcentaje


19 1 0,1
18 2 0,3
17 2 0,3
16 1 0,1
15 2 0,3
14 3 0,4
13 2 0,3
12 8 1,1
11 9 1,2
10 15 2,0
9 14 1,9
8 19 2,6
7 22 3,0
6 32 4,3
5 45 6,1
4 71 9,6
3 94 12,7
2 120 16,2
1 278 37,7
Total 2.481 100,0
Sin datos 11
Total ofertas 2.492
Total participantes con ofertas de empleo 740 58,4
Total participantes sin ofertas de empleo 528 41,6
EL CONTEXTO DE INTERVENCIÓN: ADOLESCENTES Y JÓVENES DEL SISTEMA DE PROTECCIÓN

䉴 La respuesta a lo que ocurre con las ofertas de empleo se ofrece en la Tabla II-15:
como puede observarse, en un 62% de los casos la oferta supone el empleo
del o de la joven, mientras que un 25% de las ofertas se resuelven con la no
selección del candidato.

Tabla II-15. Resultados tras la oferta

Total %
Contrato 1.548 62,1
No seleccionado/a 633 25,4
No candidato (no llega a presentarse) 136 5,5
Retirada de la oferta 112 4,5
No supera periodo de prueba 7 0,3
Sin datos 56 2,2
Total 2.492 100,0

䉴 De los 1.548 contratos realizados, los tipos de contrato predominantes son los
temporales (31,7%), de formación (22,7%), por obra (11%) o por acumula-
ción de tareas (1,8%), que suponen un empleo precario y de corta duración
(67,2%), lo que aunque es un buen indicador inicial, no puede ser conside-
rado como un indicador fiable a medio plazo respecto a una transición
adecuada del joven a una vida independiente. Solo un 2,7% de los contratos
(42 en total) son de carácter indefinido. (Tabla II-16).
䉴 En cuanto a la duración del contrato, puede apreciarse cómo en general el
tiempo de contratación es bajo, siendo el 84% de los contratos de una du-
ración inferior a los 6 meses. Esto explica, al menos en parte, los datos en
que se constataba el elevado número de ofertas por participante; la escasa du-
ración de los contratos hace que de nuevo haya que ofertar otro empleo y se
reinicie el ciclo.
䉴 Por lo que respecta al motivo que dio lugar a la finalización del contrato, es muy sig-
nificativo que un tercio de esas finalizaciones se deban al abandono del parti-
cipante (33,6%), y que la segunda causa de finalización sea el despido (18,7%).
Aunque éste último puede deberse a múltiples factores, no es una sorpresa la
dificultad para mantener el empleo de esta población juvenil. Dadas las carac-
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

Tabla II-16. Contratos realizados

Contratos realizados Total %


Total 1.548
Tipo y clase de contrato Total %
Formación 351 22,7
Por obra 170 11,0
Indefinido 42 2,7
Acumulación tareas 28 1,8
Temporales 490 31,7
Sin datos 467 30,1
Total 1.548 100,0
Contratos temporales Total
Temporal 1 a 3 meses 264 53,8
Temporal 3 a 6 meses 213 43,5
Temporal 6 meses a 1 año 13 2,7

Tabla II-17. Duración del contrato

Total %
Menos de 24 horas 176 11,4
Entre 1 y 2 días 130 8,4
Entre 3 y 5 días 84 5,4
Entre 6 y 15 días 225 14,5
Entre 16 días y 1 mes 174 11,2
Entre 1 y 3 meses 328 21,2
3 a 6 meses 184 11,9
6 meses a 1 año 146 9,4
1 año a 2 años 58 3,7
Más de 2 años 12 0,8
Sin datos 31 2,1
Total 1.548 100,0
EL CONTEXTO DE INTERVENCIÓN: ADOLESCENTES Y JÓVENES DEL SISTEMA DE PROTECCIÓN

Tabla II.18. Motivo de la finalización del contrato

Total %
A término 169 10,9
Abandono participante 520 33,6
Ajeno al participante 89 5,7
Baja en el programa 200 12,9
Despido 290 18,7
Fin de programa 8 0,5
Mejora de empleo 12 0,8
No encaja el participante 61 3,9
No se presenta 76 4,9
Sin datos 123 8,1
Total 1.548 100,0

terísticas de la población atendida, se corrobora con estos datos la dificultad


para trabajar con ella, y la dotación de recurso que es necesaria para apoyar su
tránsito adecuado a la vida adulta. Es fácil, desde esta información, llegar a la
conclusión de que sin esos recursos específicos estos jóvenes difícilmente sal-
drían adelante.
䉴 En cuanto al tipo de empleo desarrollado por los jóvenes, aunque las categorías de-
ben ser mejor definidas, ya que no se diferencia con claridad el contenido
del trabajo con las funciones desarrolladas en él, destacan tres tipos de em-
pleo: aprendiz, ayudante y camarero. Todos ellos son elementos que hacen
referencia a algunos de los niveles más bajos de empleo, sea funcional o te-
máticamente, y ocupan al 38% de los jóvenes investigados.
䉴 En cuanto al sector de empleo, se constata que la mayoría de jóvenes recibe
ofertas de empleo en hostelería (20,2%), construcción (11%), comercio
(10,1%) y alimentación (7,4%). En parte, estos datos se relacionan directa-
mente con los relativos a la formación inicial de los jóvenes (como es el caso
de cocina, hostelería, electricista), pero no en todos los casos con la misma
consistencia (como ocurre con la ocupación en peluquería o construcción,
menor que la formación recibida en estos ámbitos).
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

Tabla II.19. Ofertas de empleo


Sector de empleo Total %
Hostelería 132 20,2
Construcción 72 11,0
Comercio 66 10,1
Alimentación 48 7,4
Publicidad 32 4,9
Limpieza 26 4,0
Administración 10 1,5
Carpintería 19 2,9
Jardinería 19 2,9
Peluquería 19 2,9
Distribución 17 2,6
Servicios 15 2,3
Fabricación Industrial 13 2,0
Artes gráficas 9 1,4
Automoción 12 1,8
Electricidad 10 1,5
Trabajo temporal 11 1,7
Pintura 8 1,2
Transportes 6 0,9
Confección 5 0,8
Dependiente 2 0,4
Climatización 3 0,5
Comunicación 2 0,4
Informática 4 0,6
Cerrajería 4 0,6
Mecánica 5 0,8
Mudanzas 2 0,4
Almacén 2 0,4
Prensa 2 0,4
Sanidad 3 0,5
Seguridad 3 0,5
Artes 2 0,4
Soldadura 2 0,4
Tapicería 2 0,4
Textil 4 0,6
Tiempo libre 2 0,3
Sin datos 55 8,4
Total 653 100,0
EL CONTEXTO DE INTERVENCIÓN: ADOLESCENTES Y JÓVENES DEL SISTEMA DE PROTECCIÓN

䉴 El número de entidades con las que desde el Programa se ha colaborado e interve-


nido es de 3.245. Se ha contactado con 2.398 empresas; de ellas, 1.393 pue-
den considerarse activas, es decir que han llegado a ofertar empleo a los par-
ticipantes del Programa. Además se ha mantenido relación con otras 847
instituciones sociales y/o educativas. Este es sin duda uno de los puntos fuer-
tes del Programa: su capacidad de movilización de recursos, tanto de aten-
ción educativa y social a los jóvenes como de facilitación de empleo.

Tabla II-20. Entidades con las que interviene el Programa

Total %
Empresas 2.398 73,9
Otras instituciones relacionadas 847 26,1
Total 3.245 100,0
Empresas «activas»* 1.393
* Solo empresas que han llegado a ofertar empleo a los participantes de este Programa.

䉴 En la Tabla II-21 se puede apreciar la constancia y equilibrio en la captación


de nuevas empresas, así como el relevante «salto» cuantitativo dado en 2005,
año en el que casi se duplica el número de empresas con las que se trabaja,
pasando de las 181 de 2004 a las 300 de 2005.

Tabla II-21. Fecha del primer contacto con las empresas «activas»

Total %

1999 169 12,1


2000 171 12,3
2001 171 12,3
2002 188 13,5
2003 186 13,4
2004 181 13,0
2005 300 21,5
Sin datos 27 1,9
Total 1.393 100,0
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

Tabla II-22. Procedencia de la oferta

Total %
INEM 559 22,4
Prensa 521 20,9
Directo 486 19,5
Participante 322 12,9
Taller de Empleo 279 11,2
Otra empresa 92 3,7
Internet 83 3,3
Anuncio 74 3,0
Menos del 3%
o
M. de Educación, mailing, posters, páginas amarillas, guías de empleo, Federación de Mercados
y Galerías, CAIL, Asociación mujeres empresarias, Asociación comerciantes.

Tabla II-23. Sector empresarial


Total %
Alimentación 376 15,1
Comercio 347 13,9
Hostelería 257 10,3
Textil 138 5,5
Construcción 116 4,7
Servicios 110 4,4
Fabricación Industrial 87 3,5
Trabajo temporal 81 3,3
Automoción 74 3,0
Peluquería 74 3,0
Distribución 69 2,8
Electricidad 70 2,8
Administración 59 2,4
Centro Especial Empleo 53 2,1
Menos del 2% (cada sector)
Mecánica, mensajería, pastelería, pintura, publicidad, jardinería, limpieza, puertas, químicas, reparto pu-
blicidad, sanidad, seguridad, supermercados tapicería, teleoperadoras, informática, fontanería, electrónica,
transporte, curtidos confección, artes gráficas, climatización, cerrajería, ascensores, carpintería, artesanía.
EL CONTEXTO DE INTERVENCIÓN: ADOLESCENTES Y JÓVENES DEL SISTEMA DE PROTECCIÓN

䉴 La oferta de puestos de trabajo a los jóvenes procede especialmente del contacto di-
recto y del propio joven (32,4%), de las ofertas de empleo del INEM
(22,4%) y de los anuncios de prensa (20,9%), haciendo el Programa de me-
diador entre estas ofertas, los jóvenes y el dispositivo tutelar. (Tabla II-22).
䉴 Los sectores de empleo de las empresas contactadas coinciden con los principales
focos de empleo de los jóvenes: hostelería (10,3%), alimentación (15,1%) y
comercio (13,9%). (Tabla II-23).
䉴 Como puede apreciarse en la Tabla II-24, el número de ofertas por empresa es
muy elevado sólo para un porcentaje reducido de empresas, mientras que
muchas empresas, la mayoría (87%), no llegan a ofertar más de dos empleos.
Algo similar ocurre con los contratos reales efectuados (Tabla II-25). De
1.393 ofertas de empleo se pasa a 986 contratos (71,7% de las ofertas), y solo
9 empresas (9%) han facilitado más de diez contratos a los jóvenes. Esto indica
un sistema muy inestable, que necesita renovación permanente, ya que son
muy escasas las empresas «cliente» del programa (sólo 1,4% ofertan más de 10
empleos, en un periodo de diez años de funcionamiento del Programa).

Tabla II-24. Número de ofertas por empresa

Número de ofertas por empresa Empresas %


Más de 21 (máximo de 58 ofertas) 4 0,3
Entre 15 y 20 4 0,3
Entre 11 y 14 6 0,4
10 5 0,4
9 6 0,4
8 5 0,4
7 12 0,9
6 17 1,2
5 25 1,8
4 36 2,6
3 61 4,4
2 184 13,2
1 1.028 73,7
Total 1.393 100,0
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

Tabla II-25. Contratos por empresa

N.o de contratos Empresas %

24 2 0,2

20 1 0,1

18 2 0,2

14 1 0,1

13 1 0,1

12 1 0,1

10 1 0,1

9 2 0,2

8 4 0,4

7 8 0,8

6 8 0,8

5 8 0,8

4 22 2,2

3 40 4,1

2 108 11,0

1 777 78,8

Total 986 100,0

䉴 Se puede apreciar una ligera diferencia entre la oferta de empleo por género, que
parece ser mayor para las chicas que para los chicos. Si consideramos que los
datos «mixto» se pueden sumar a ambas columnas, de chicos y de chicas, ob-
tenemos una mayor diferencia sobre la media por sexos de la población en el
caso de las ofertas de empleo a las chicas (casi el doble de incremento que en
el caso de los chicos). (Tabla II-26).
EL CONTEXTO DE INTERVENCIÓN: ADOLESCENTES Y JÓVENES DEL SISTEMA DE PROTECCIÓN

Tabla II-26. Empleo ofertado según género

Empleo ofertado según género Género (población)


Chicos 1.206 48,4% Chicos 813 64,1%
Chicas 595 23,9% Chicas 455 35,9%
Mixto 575 23,1%
Sin datos 116 4,6%
Total 2.492 100,0% 1.268 100,0%

䉴 Es interesante comprobar también la media de la estancia de los jóvenes en el


Programa; más de la mitad (56%) ha estado participando entre 6 meses y 2
años; de todos modos la distribución sigue con claridad la curva normal,
siendo los valores más altos los que representan a jóvenes que estuvieron en-
tre 6 meses y 1 año y medio (39,6%).

Tabla II-27. Tiempo participando en el Programa

Total %

Menos de 3 meses 97 7,6

Entre 3 y 6 meses 203 16,0

Entre 6 meses y 1 año 255 20,1

Entre 1 año y 1 año y medio 247 19,5

Entre 1 año y medio y 2 años 199 15,7

Entre 2 y 3 años 159 12,5

Más de 3 años 94 7,4

Sin datos 14 1,2

Total 1.268 100,0

Más de 6 meses participando en el Programa 954 75,2

䉴 El 75%, y este es un dato importante, ha estado más de 6 meses participan-


do en el Programa. Los educadores del Programa consideran que 6 meses ya
es un tiempo suficiente para que los resultados de su intervención puedan ser
percibidos y tengan efectos importantes en los jóvenes, por lo que estos re-
sultados pueden, en principio, ser claramente detectados en esta población.
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

Tabla II-28. Situación en el Programa


Total %
Actualmente de baja 1.033 81,5
En activo 235 18,5
Total 1.268 100,0

䉴 En la Tabla II-29 aparecen las causas por las que los jóvenes fueron dados de
baja del Programa. Puede apreciarse que:
• Cerca de un tercio de ellos/ellas se fueron trabajando (32,2%), aunque no
es conocido el dato de cuánto tiempo les duró el contrato después de
abandonar el Programa.
• Una parte importante se encontraba sin documentación legal (12,4%), y
este es uno de los problemas más graves del dispositivo, ya que muchos
adolescentes y jóvenes extranjeros se encuentran sin posibilidad de buscar
trabajo por no tener la documentación necesaria para ello.

Tabla II-29. Causas de la baja


Total %
Trabajando 408 32,2
Taller de Empleo 121 9,5
Itinerario 124 9,8
Búsqueda inmediata 49 3,9
En Formación 137 10,8
Sin documentación 157 12,4
Buscando activamente 48 3,8
Buscando 98 7,7
En espera 65 5,1
Taller de empleo (½) 26 2,1
Tramitación documentos 10 0,8
Sin contacto 9 0,7
Buscando y en formación 1 0,1
Pretaller 15 1,1
Total 1.268 100,0
EL CONTEXTO DE INTERVENCIÓN: ADOLESCENTES Y JÓVENES DEL SISTEMA DE PROTECCIÓN

• Cerca de una cuarta parte de los jóvenes (23%) se encontraba en forma-


ción y en el taller de empleo, es decir, en pleno proceso de trabajo para su
inserción social y laboral, por lo que sería importante conocer en mayor
profundidad cuales fueron las causas de que abandonaran el Programa en
esa situación.
䉴 Casi una tercera parte de los jóvenes (31%) lleva menos de un año de baja en
el Programa, mientras que una cifra similar de ellos (otro 31%), lleva de baja
más de 4 años. Estos datos serán importantes a la hora de estratificar la
muestra y de entrevistar a los jóvenes, ya que no es lo mismo haber dejado
recientemente una situación de apoyo intensa que llevar años sin ella, ade-
más del factor evolutivo, que tiene que ver con la madurez del jóvenes, sus
posibilidades laborales y de integración social.

Tabla II.30. Tiempo transcurrido desde su baja en el Programa*

Total %

Menos de 6 meses 307 24,2

Entre 6 meses y 1 año 87 6,9

Entre 1 y 2 años 130 10,3

Entre 2 y 3 años 197 15,5

Entre 3 y 4 años 166 13,1

Entre 4 y 5 años 156 12,2

Entre 5 y 6 años 190 15,0

Más de 6 años 35 2,8

Total 1.268 100,0

* En la fecha en que fueron revisadas las bases datos para la investigación (1 de enero de 2006).
CAPÍTULO 5
EL CONTEXTO DE INTERVENCIÓN: ADOLESCENTES Y JÓVENES
EN PROGRAMAS DE INSERCIÓN SOCIOLABORAL

Se refleja en este apartado la información obtenida al contrastar las caracterís-


ticas y actuaciones desarrolladas con tres tipos de población de adolescentes y jó-
venes en dificultad social: jóvenes protegidos, jóvenes con medidas judiciales y jó-
venes en riego social.
Se señalan las características comunes y diferenciales en relación a los datos ob-
tenidos en los distintos contextos de intervención socioeducativa, para las poblaciones
completas atendidas en los diferentes programas, y que en total suman 2.775 ado-
lescentes y jóvenes de ambos sexos.
䉴 En la Tabla II-31 se refleja la población de los tres programas:
• Junco, con 1.268 jóvenes, dirigido a jóvenes protegidos.
• Elfos, con 730 jóvenes, dirigido a jóvenes en conflicto social (infractores).
• Alcor, con 777 jóvenes, dirigido a jóvenes en riesgo social procedentes en
su mayoría de los servicios sociales municipales.

Tabla II-31. Población

Junco (Protección) Elfos (Conflicto) Alcor (Servicios sociales)


Población
Total % Total % Total %
Población 1.268 730 777
6 meses participando 954 75,2 240 32,8 263 33,85
6 meses participando y 18 años cumplidos 843 66,5 229 31,4 197 25,35

䉴 Como se puede comprobar, la población del programa Junco es casi el do-


ble que la de cada uno de los otros programas, debido sobre todo al mayor
número de años que lleva funcionando.
䉴 Se ha reflejado también el porcentaje de jóvenes en función del tiempo que
han participado en el programa y, de ellos, aquellos que son mayores de edad.
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

䉴 En cuanto a los porcentajes de chicos y chicas, destacan las cifras de Elfos, que re-
flejan un número de chicas considerablemente menor (8,5%) que de chicos
(91,5%), mientras que en Junco y Alcor las cifras son muy similares: 64-60%
de chicos y 36-40% de chicas.
Tabla II-32. Género
Género Junco Elfos Alcor
Chicos 813 64,1% 668 91,5% 467 60,1%
Chicas 455 35,9% 62 8,5% 310 39,9%
Total 1.268 100,0% 730 100,0% 777 100,0%

䉴 En lo que respecta a la presencia de población inmigrante, los porcentajes de los tres


programas son muy similares: entre el 31% y el 32% son jóvenes de otra nacio-
nalidad. Al contrastar los porcentajes de permisos de inmigración (residencia y
trabajo) concedidos, vemos cómo hay una gran diferencia entre los tres progra-
mas: mientras en Alcor han obtenido este tipo de permisos el 53,6% de los jó-
venes extranjeros, en Elfo el porcentaje desciende al 34%, y en Junco se ve re-
ducido al 15,9%. Convendría profundizar más en este tema en un futuro a fin
de encontrar una explicación, probablemente relacionada con el tipo de pobla-
ción juvenil, el momento de implantación del programa, las diferentes nacio-
nalidades con las que se interviene y/o los recursos existentes en cada programa.

Tabla II-33. Nacionalidad


Nacionalidad Junco Elfos Alcor
Española 872 68,8% 496 67,9% 529 68,1%
Extranjera 396 31,2% 234 32,1% 248 31,9%
Total 1.268 100,0% 730 100,0% 777 100,0%

Tabla II-34. Permisos de inmigración


Junco Elfos Alcor
Asilo/refugio 1 1,5% 1 1,5% 1 0,7%
Exceptuación 8 11,9% 8 11,8% 0 0,0%
Residencia 34 50,7% 34 50,0% 96 68,1%
Trabajo 20 29,9% 21 30,9% 36 25,5%
Sin datos 4 6,0% 4 5,8% 8 5,7%
Total 67 100,0% 68 100,0% 141 100,0%
Total permisos concedidos 63 64 133
% permisos por joven extranjero 15,9% 34,0% 53,6%
EL CONTEXTO DE INTERVENCIÓN: ADOLESCENTES Y JÓVENES EN PROGRAMAS DE INSERCIÓN SOCIOLABORAL

䉴 En cuanto a la procedencia de la población juvenil:

• En todos los programas, y especialmente en Alcor, la mayoría de los jó-


venes procede de Madrid capital.
• Las zonas de mayor influencia de Junco y Elfos son, si no tenemos en
cuenta Madrid capital, las localidades de la periferia sur metropolitana:
Móstoles, Fuenlabrada, Leganés, Getafe y Parla.
䉴 Si comparamos la edad actual de los jóvenes que han pasado por los diferentes
programas encontramos, como es lógico, que los jóvenes con edades más ba-
jas se encuentran en Alcor y Elfos, ya que son programas que se han inicia-
do con posterioridad al programa Junco.

Tabla II.35. Edad actual de la población

Edad actual* Junco Elfos Alcor

25 y más años** 82 6,5% 4 0,5% 1 0,1%

24 años 120 9,5% 6 0,8% 2 0,3%

23 años 169 13,3% 19 2,6% 21 2,7%

22 años 166 13,1% 77 10,5% 52 6,7%

21 años 166 13,1% 117 16,0% 100 12,9%

20 años 145 11,4% 130 17,8% 121 15,6%

19 años 152 12,0% 166 22,7% 150 19,3%

18 años 132 10,4% 123 16,8% 177 22,8%

17 años 95 7,5% 53 7,3% 126 16,2%

16 años 25 2,0% 5 0,7% 18 2,3%

15 años 1 0,1% 0 0,0% 0 0,0%

Sin datos 15 1,1% 30 4,3% 9 1,1%

Total 1.268 100,0% 730 100,0% 777 100,0%

** En la fecha en que fueron revisadas las bases datos para la investigación.


** Máximo de 31 años en Junco, de 26 en Elfos y de 25 en Alcor.
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

䉴 La presencia de población con discapacidad física o psíquica diagnosticada es, en


los tres programas, muy baja, entre el 2% y el 3,5% de la población de jó-
venes atendida.

Tabla II-36. Discapacitados

Discapacitados Junco Elfos Alcor


45 3,5% 2 0,3% 18 2,3%

䉴 Nos ha parecido interesante reflejar el dato del número de centros de proce-


dencia de los jóvenes atendidos desde estos programas. Como puede apre-
ciarse en la Tabla II-37 se trata de un número elevado de centros (141 en
Junco, 138 en Elfos, 54 en Alcor), que además pertenecen a dispositivos di-
ferentes (Servicios sociales municipales, Servicios de protección, Servicios de
atención a menores infractores) y son de características diversas. Esto refleja
nuevamente el trabajo intenso de coordinación necesario, y la amplia pers-
pectiva del dispositivo de atención a la adolescencia y la juventud en difi-
cultad social que se tiene desde estos programas. Pueden ser considerados, en
cierta medida, como programas transversales de este dispositivo.

Tabla II-37. Número de centros de procedencia

Junco Elfos Alcor


Total 141 138 54

䉴 En cuanto a las ofertas de empleo, aunque con un valor ligeramente superior


en Junco, las medias de los tres programas son muy similares (entre 2,76
y 3,37) y suponen en la práctica 3 ofertas de empleo para cada participante
que llegó a esta fase de intervención.

Tabla II-38. Ofertas de empleo recibidas

Junco Elfos Alcor


Total ofertas 2.492 1.007 1.368
Media por participante con oferta 3,37 2,77 2,76
Media población 1,97 1,38 1,76
EL CONTEXTO DE INTERVENCIÓN: ADOLESCENTES Y JÓVENES EN PROGRAMAS DE INSERCIÓN SOCIOLABORAL

Tabla II-39. Ofertas recibidas por participante

Ofertas recibidas por participante Junco Elfos Alcor


20 1 0,3% 1 0,2%
19 1 0,1% 0,0% 0,0%
18 2 0,3% 1 0,3% 0,0%
17 2 0,3% 0,0% 0,0%
16 1 0,1% 0,0% 0,0%
15 2 0,3% 0,0% 2 0,4%
14 3 0,4% 0,0% 1 0,2%
13 2 0,3% 3 0,8% 0,0%
12 8 1,1% 0,0% 1 0,2%
11 9 1,2% 3 0,8% 0,0%
10 15 2,0% 6 1,7% 7 1,4%
9 14 1,9% 6 1,7% 4 0,8%
8 19 2,6% 4 1,1% 3 0,6%
7 22 3,0% 6 1,7% 17 3,4%
6 32 4,3% 14 3,9% 24 4,8%
5 45 6,1% 23 6,3% 22 4,4%
4 71 9,6% 24 6,6% 43 8,7%
3 94 12,7% 43 11,8% 69 13,8%
2 120 16,2% 64 17,5% 116 23,3%
1 278 37,5% 165 45,4% 186 37,4%
Sin datos 11 0 0
Total ofertas (solo casos válidos) 2.492 100,0% 1.007 100,0% 1.368 100,0%

Total participantes con ofertas de empleo 740 58,4% 363,00 49,7% 496 63,8%
Total participantes sin ofertas de empleo 528 41,6% 367,00 50,3% 281,00 36,2%

䉴 Como se puede observar en la Tabla II-39, los jóvenes que reciben alguna
oferta de empleo fluctúan entre el 49,7% y el 63,8% de la población aten-
dida, mientras que los que no llegan a recibir oferta de empleo alguna su-
pone entre el 36,2% y el 50,3% de los jóvenes que pasan por estos progra-
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

mas. Vemos aquí cómo esta característica no es específica del programa


Junco, sino que, con algunas fluctuaciones, se repite en programas similares
con población juvenil en dificultad social. El grado de dificultad social de los
jóvenes atendidos por cada programa puede ser un elemento explicativo de
las diferencias entre programas, pero los datos generales son muy similares.
Se constata también cómo la cantidad de ofertas por participante es muy ele-
vada, y hay una gran actividad por parte de los profesionales de los progra-
mas para procurar nuevos empleos a los jóvenes (hasta un máximo de 20
empleos para un solo joven, en dos de los programas).
䉴 Como se puede comprobar en la Tabla II-40, también los datos son muy si-
milares en cuanto a los resultados obtenidos tras la oferta de empleo. Tanto
en el programa Junco como en el programa Elfos el nivel de contratación
fluctúa entre el 60,5% y el 62,1%, mientras que es algo más bajo en el pro-
grama Alcor (50,1%). Las fluctuaciones entre ambos programas son también
bajas en el resto de indicadores.

Tabla II-40. Resultados tras la oferta

Junco Elfos Alcor

Contrato 1.548 62,1% 609 60,5% 686 50,1%

No candidato 136 5,5% 40 4,0% 112 8,2%

No seleccionado/a 633 25,4% 263 26,1% 395 28,9%

No supera periodo de prueba 7 0,3% 1 0,1% 3 0,2%

Pendiente 47 1,9% 39 3,8% 96 7,0%

Retirada 112 4,5% 55 5,5% 75 5,5%

Sin datos 9 0,3% 0 0,0% 1 0,1%

Total 2.492 100,0% 1.007 100,0% 1.368 100,0%

䉴 El tipo de contrato marca diferencias importantes en relación a los tres programas:


• En Junco predominan los contratos de formación (22,7%) y temporales
(31,7%).
• En Elfos son más numerosos los contratos por obra (30,8%) y los tempo-
rales (33,9%).
EL CONTEXTO DE INTERVENCIÓN: ADOLESCENTES Y JÓVENES EN PROGRAMAS DE INSERCIÓN SOCIOLABORAL

• En Alcor los contratos por obra (39,9%) y los temporales (37,4%) son más
numerosos que en los otros dos programas, mientras que son mucho me-
nos frecuentes los contratos de formación (6,4%).

Tabla II-41. Tipo y clase de contrato

Tipo y clase de contrato Junco Elfos Alcor


Formación 351 22,7% 117 19,1% 44 6,4%
Por obra 170 11,0% 188 30,8% 273 39,9%
Indefinido 42 2,7% 15 2,5% 28 4,1%
Acumulación tareas 28 1,8% 9 1,5% 11 1,6%
Temporales 490 31,7% 207 33,9% 256 37,4%
Sin datos 467 30,1% 75 12,2% 72 10,6%
Total 1.548 100,0% 611 100,0% 684 100,0%
Contratos temporales
Temporal 1 a 3 meses 264 53,8% 134 64,8% 170 66,4%
Temporal 3 a 6 meses 213 43,5% 69 33,3% 82 32,0%
Temporal 6 meses a 1 año 13 2,7% 4 1,9% 4 1,6%
Total 490 100,0% 207 100,0% 256 100,0%

䉴 La frecuencia de los contratos indefinidos (entre el 2,5% y el 4,1%) y por


acumulación de tareas (entre 1,5% y el 1,8%) es, sin embargo, muy similar
en los tres programas. En las Tablas II-41 y II-42 puede comprobarse cómo
la temporalidad disminuye en el programa Junco y se incrementa en los otros
dos programas, especialmente en el programa Alcor.
䉴 En cuanto al motivo de finalización del contrato (Tabla II-43), los resultados son
muy similares en los tres programas cuando hablamos de finalización por
«abandono del participante» (entre el 30,1% y el 33,6%), «ajenas al partici-
pante» (entre 3,9% y 5,7%), por «mejora de empleo» (entre 0,8% y el 1,8%),
«no encaje del participante» (entre el 2% y el 3,9%). Hay, sin embargo, di-
ferencias importantes entre los tres programas cuando hablamos de finaliza-
ción del contrato «a término» (entre el 8% de Junco y el 13,5% de Alcor),
por «baja en el programa» (entre 5,3% de Alcor al 12,9% de Junco), por
«despido» (del 12,4% de Alcor al 21,3% de Elfos), por «fin del programa»
(entre el 0% de Alcor y el 2% de Elfos), por «no presentarse» (del 1,5% de
Alcor al 4,9% y 4,6% respectivamente de Junco y Elfos).
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

Tabla II-42. Duración del contrato

Junco Elfos Alcor


Menos de 24 horas 176 11,4% 39 6,4% 3 0,4%

Entre 1 y 2 días 130 8,4% 46 7,5% 64 9,4%

Entre 3 y 5 días 84 5,4% 19 3,1% 24 3,5%

Entre 6 y 15 días 225 14,5% 98 16,0% 89 13,0%

Entre 16 días y 1 mes 174 11,2% 73 11,9% 86 12,6%

Entre 1 y 3 meses 328 21,2% 153 25,0% 159 23,2%

3 a 6 meses 184 11,9% 81 13,3% 60 8,8%

6 meses a 1 año 146 9,4% 34 5,6% 26 3,8%

1 año a 2 años 58 3,7% 2 0,3% 1 0,1%

Más de 2 años 12 0,8% 1 0,2% 0 0,0%

Sin datos 31 2,1% 65 10,7% 172 25,2%

Total 1.548 100,0% 611 100,0% 684 100,0%

Tabla II-43. Motivo de la finalización contrato

Junco Elfos Alcor

A término 169 10,9% 49 8,0% 92 13,5%

Abandono participante 520 33,6% 218 35,7% 206 30,1%

Ajenas al participante 89 5,7% 24 3,9% 32 4,7%

Baja en el programa 200 12,9% 49 8,0% 36 5,3%

Despido 290 18,7% 130 21,3% 85 12,4%

Fin de programa 8 0,5% 12 2,0% 0 0,0%

Mejora de empleo 12 0,8% 8 1,3% 12 1,8%

No encaja el participante 61 3,9% 20 3,3% 14 2,0%

No se presenta 76 4,9% 28 4,6% 10 1,5%

Sin datos 123 7,7% 73 11,9% 197 28,7%

Total 1.548 100,0% 611 100,0% 684 100,0%


EL CONTEXTO DE INTERVENCIÓN: ADOLESCENTES Y JÓVENES EN PROGRAMAS DE INSERCIÓN SOCIOLABORAL

䉴 El número de empresas contactadas es muy superior en los programas Junco


(2.398) y Elfos (2.073) que en el programa Alcor (812), tanto por el tiempo
de funcionamiento superior de los dos primeros programas, como por el tipo
de población a la que se atiende. En cuanto al número de empresas activas,
Junco destaca con 1393 empresas, mientras Elfos (690) y Alcor (755) quedan
muy por debajo.

Tabla II-44. Empresas y entidades contactadas

Junco Elfos Alcor


Empresas 2398 65,1% 2073 61,0% 812 96,3%
Otras instituciones relacionadas 847 23,0% 845 24,9% 12 1,4%
Sin datos 439 11,9% 479 14,1% 19 2,3%
Total 3.684 100,0% 3.396 100,0% 843 100,0%

Empresas «activas» 1.393 690 755

Tabla II-45. Número de ofertas por empresa

Número de ofertas por empresa Junco Elfos Alcor


Más de 21 (máx.58) 4 0,3% 0 0,0% 1 0,1%
Entre 15 y 20 4 0,3% 2 0,3% 6 0,8%
Entre 11 y 14 6 0,4% 1 0,1% 2 0,3%
10 5 0,4% 1 0,1% 3 0,4%
9 6 0,4% 0 0,0% 1 0,1%
8 5 0,4% 1 0,1% 6 0,8%
7 12 0,9% 3 0,4% 5 0,7%
6 17 1,2% 9 1,3% 9 1,2%
5 25 1,8% 8 1,2% 15 2,0%
4 36 2,6% 8 1,2% 26 3,4%
3 61 4,4% 30 4,3% 37 4,9%
2 184 13,2% 72 10,4% 88 11,7%
1 1.028 73,7% 555 80,6% 556 73,6%
Total 1.393 100,0% 690 100,0% 755 100,0%
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

䉴 La distribución del número de ofertas por empresa es muy similar en los tres
programas (Tabla II-45), así como los sectores empresariales de los que estas
ofertas proceden mayoritariamente: alimentación, comercio, construcción,
hostelería y servicios. En cuanto al empleo ofertado por género, como era de
suponer, hay una gran diferencia entre el programa Elfos y los otros dos pro-
gramas, que se corresponde en gran medida con la diferencias de represen-
tación por género de los jóvenes atendidos en cada uno de ellos.

Tabla II-46. Empleo ofertado por género

Junco Elfos Alcor


Chicos 1.206 48,4% 844 83,8% 594 43,4%
Chicas 595 23,9% 61 6,1% 296 21,6%
Mixto 575 23,1% 64 6,4% 366 26,8%
Sin datos 116 4,6% 38 3,7% 112 8,2%
Total 2.492 100,0% 1.007 100,0% 1.368 100,0%

䉴 En el contraste entre programas respecto al tiempo participando de los jóvenes en


ellos, se encuentran diferencias importantes. El mayor tiempo de perma-
nencia en el programa lo registra Junco, seguido de Alcor, y con valores
mucho más bajos se encuentra Elfos. El tipo de población atendida está sin
duda en el origen de estas diferencias:
• El programa Elfos concentra los valores de participación más elevados en-
tre los primeros meses y el año de permanencia.
• Alcor concentra los valores de participación entre los 6 meses y los dos
años.
• Junco concentra los valores de participación entre los 6 meses y los tres
años.
䉴 En cuanto a las situaciones de baja también se producen diferencias importantes:
• Los jóvenes permanecen más en el programa Alcor y son dados de baja
casi con la mitad de frecuencia (40,5%) con que son dados de baja los jó-
venes del programa Junco (81,5%) y del programa Elfos (71,8%). Este dato
es interesante, pero no puede considerarse de forma absoluta, dada la di-
ferencia de tiempos de funcionamiento de los diferentes programas.
EL CONTEXTO DE INTERVENCIÓN: ADOLESCENTES Y JÓVENES EN PROGRAMAS DE INSERCIÓN SOCIOLABORAL

Tabla II-47. Tiempo de participación del joven en el programa

Junco Elfos Alcor

Menos de 3 meses 97 7,6% 139 19,0% 86 11,1%

Entre 3 y 6 meses 203 16,0% 142 19,5% 91 11,7%

Entre 6 meses y 1 año 255 20,1% 121 16,6% 177 22,8%

Entre 1 año y 1 año y medio 247 19,5% 52 7,1% 179 23,0%

Entre 1 año y medio y 2 años 199 15,7% 30 4,1% 180 23,2%

Entre 2 y 3 años 159 12,5% 25 3,4% 64 8,2%

Más de 3 años 94 7,4% 12 1,6% 0 0,0%

Sin datos 14 1,0% 209 28,5% 0 0,0%

Total 1.268 100,0% 730 100,0% 777 100,0%

Tabla II-48. Bajas* y en activo

Junco Elfos Alcor

Baja 1.033 81,5% 525 71,8% 315 40,5%

En activo 235 18,5% 205 28,2% 462 59,5%

Total 1.268 100,0% 730 100,0% 777 100,0%

* En la fecha en que fueron revisadas las bases datos para la investigación (1 de enero de 2006).

• En contraste con los demás programas:


䊏 Los jóvenes son dados de baja con mayor frecuencia en el programa Al-
cor cuando se encuentran en el «Taller de empleo» (46,5%) o sin docu-
mentación (12,1%).
䊏 Los jóvenes son dados de baja con mayor frecuencia en el programa
Junco cuando se encuentran trabajando (32,2%), en formación (10,8%)
o sin documentación (12,4%).
䊏 Los jóvenes son dados de baja con mayor frecuencia en el programa El-
fos cuando se encuentran en su itinerario sociolaboral (27,1%), trami-
tando su documentación (6,8%) o en pretaller (7,9%).
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

Tabla II-49. Causas de baja


Junco Elfos Alcor
Trabajando 408 32,2% 195 26,7% 221 28,4%
Taller de Empleo 121 9,5% 125 17,1% 361 46,5%
Itinerario 124 9,8% 198 27,1% 0 0,0%
Búsqueda inmediata 49 3,9% 16 2,2% 0 0,0%
En Formación 137 10,8% 12 1,6% 3 0,4%
Sin documentación 157 12,4% 4 0,5% 94 12,1%
Buscando activamente 48 3,8% 1 0,1% 0 0,0%
Buscando 98 7,7% 4 0,5% 0 0,0%
En espera 65 5,1% 0 0,0% 2 0,3%
Taller de empleo (½) 26 2,1% 0 0,0% 0 0,0%
Tramitación documentos 10 0,8% 50 6,8% 38 4,9%
Sin contacto 9 0,7% 38 5,2% 51 6,6%
Buscando y en formación 0 0% 9 1,2% 0 0,0%
Pretaller 1 0,1% 58 7,9% 0 0,0%
Sin datos 15 1,1% 20 3,1% 7 0,8%
Total 1.268 100,0% 730 100,0% 777 100,0%
CAPÍTULO 6
EMPRESARIOS SOLIDARIOS

Los educadores que trabajan con los jóvenes en su proceso de transición a la


vida adulta deben estar en disposición de utilizar estrategias y técnicas que hagan
del trabajo una herramienta educativa, de apoyo a la maduración personal, de for-
ma que se lleven al máximo sus posibilidades para la construcción de nuevos es-
cenarios vitales.
Uno de los elementos clave para estructurar esa relación educativa en un con-
texto estratégico flexible, directamente relacionado con la «cultura del trabajo», es
el constituido por las actuaciones con el entramado empresarial, de forma que se le haga
partícipe y colaborador indispensable en el proyecto. Esa implicación del empre-
sario y del sector social al que representa surtirá el doble efecto de aportar recursos
imprescindibles para el tránsito a la vida adulta del joven y de vehicular el cono-
cimiento y la responsabilidad social hacia su situación de desigualdad, de dificultad
social.
Resulta por tanto de sumo interés conocer y valorar el papel real que la soli-
daridad empresarial desempeña en relación con el éxito de los jóvenes en su tran-
sición a una vida adulta independiente y responsable. Tener información sobre
ello, así como sobre el carácter y la calidad de las interacciones entre empresarios,
jóvenes y educadores, nos ayudará a conocer mejor esta realidad socioeducativa y,
sobre todo, nos procurará información fundamental para poder mejorarla.

6.1. EL ACCESO AL PROGRAMA DE EMPLEO

A continuación se describen los resultados de algunas de las variables contex-


tuales del cuestionario que cumplimentaron los empresarios de la muestra selec-
cionada1. Comenzamos indicando cuales son las vías por las que el Programa es co-
nocido entre los empresarios.

1
Ver apartado «3.3. Población y muestra», de la Parte I.
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

Este es un tipo de programa que se conoce básicamente por iniciativa de los pro-
pios educadores y participantes en él: «contactaron con nosotros, puse un anuncio y
me llamaron…» (61% de los casos), y a través del contacto boca a boca, del contac-
to directo entre personas que se conocen (familiares, amigos) (13,5% de los casos).
Complementando la descripción anterior sobre la forma en que el empresario
conoció el Programa de empleo, se encuentra la respuesta de los empresarios a
otras dos cuestiones: los recursos a través de los que la empresa busca a los futuros
jóvenes empleados y la eficacia que atribuye a esos recursos en relación a sus ne-
cesidades de contratación. En cuanto a los recursos a través de los que la empresa
busca a los futuros jóvenes empleados se constata que:
— El recurso más importante es la prensa escrita y sobre todo la prensa espe-
cializada en temas de empleo (21% de los casos).
— Los programas de empleo son un segundo recurso (17%), que algunos
empresarios han utilizado también como único recurso.

40
36,4
35

30

25
Porcentaje

21,6
20

15
10,2
10 6,8
4,5
5 3,4 3,4 2,3 2,3

0
Contactaron con nosotros

Puse un anuncio y me llamaron

Por amigos, familiares…

Por folletos, posters

Por otra empresa

Por medios de comunicación

Un joven contactó con nosotros

Otra tienda/sucursal de la empresa

Otros

Gráfico II-1. Cómo conoció el programa.


EMPRESARIOS SOLIDARIOS

Tabla II-50. ¿Dónde suele buscar a sus candidatos jóvenes?

Total %
En la prensa 29 20,86
Programa de empleo 24 17,27
En internet, páginas web 14 10,07
INEM (Instituto Nacional de Empleo) 11 7,91
Amigos de otros trabajadores, familiares 10 7,19
Bolsa propia, departamento propio de recursos humanos, su currículo entregado
10 7,19
en el puesto de trabajo, solicitud de empleo
En anuncios 7 5,04
Bolsas de empleo 5 3,60
CAILs (Centros de Apoyo a la Intermediación Laboral) 3 2,16
Otros (con dos respuestas o menos) 18 12,95
Ns/nc 8 5,76
Total 139 100,00

— Internet, el INEM, y diversas instituciones públicas y privadas vienen fi-


nalmente a completar un panorama amplio y variado de posibilidades para
que la empresa se ponga en contacto con sus futuros trabajadores.

6.2. EL PROGRAMA DE EMPLEO PARA JÓVENES

䉴 Eficacia de los recursos para la contratación de jóvenes trabajadores


en relación con la eficacia del Programa de empleo

Tras conocer cómo acceden los empresarios a sus futuros trabajadores, les he-
mos pedido que indiquen cuales son los que ellos consideran recursos más valiosos
en este sentido. Vemos aquí un dato muy significativo, ya que sin ser el recurso más
utilizado, los programas de empleo se sitúan con claridad como el recurso más eficaz y útil
para los empresarios (29,9% de los casos), superando a otros mucho más extendidos
como la prensa escrita (20%) o el «boca a boca» entre familiares y amigos (15,9%).
Esto indica la adaptación del funcionamiento de estos programas a las expectativas
y necesidades de los empresarios, y avanza la buena valoración que se hace de ellos
en otras respuestas posteriores del cuestionario.
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

Tabla II-51. ¿Cuáles son los tres recursos que le resultan más útiles y eficaces a la hora
de encontrar jóvenes para trabajar en su empresa?
Total %

Programas de Empleo 64 29,9

Prensa 44 20,6

Familiares y amigos 34 15,9

INEM (Instituto Nacional de Empleo) 20 9,3

Cartel en el establecimiento 17 7,9

Internet, web 11 5,1

ETT (Empresas de Trabajo Temporal) 7 3,3

Otras empresas 7 3,3

Otros (dos respuestas o menos) 9 4,2

Ns/nc 1 0,5

Total 214 100,0

䉴 Valoración de los servicios prestados a las empresas por este


Programa de empleo

En cuanto a los servicios prestados a las empresas por el Programa de empleo para jóve-
nes, en la tabla siguiente destacan las altas valoraciones que los empresarios le
otorgan. En concreto las variables más valoradas, con puntuaciones muy próximas
al sobresaliente, son el acompañamiento inicial a los jóvenes, la amabilidad y cercanía de los
educadores y la atención personalizada al empresario (esta última con mayor variabilidad
en las respuestas)
La selección de candidatos para la empresa es la variable menos valorada, aunque la dis-
persión en las valoraciones es grande y la puntuación ronda el notable. En general
todas las valoraciones son de «notable alto» y —excepto dos de ellas— superan el
7,5 sobre 10, lo que indica una muy elevada valoración por parte de las empresas
a la atención recibida desde los programas de empleo.
EMPRESARIOS SOLIDARIOS

Tabla II-52. Servicios prestados a las empresas por el Programa de empleo para jóvenes

N
Media Moda Desv. típ. Varianza
Válidos Ns/nc
Acompañamiento inicial a los jóvenes 87 1 8,86 10 1,519 2,306
Amabilidad y cercanía 87 1 8,78 10 1,368 1,870
Atención personalizada al empresario 88 0 8,69 10 1,409 1,985
Atención personalizada al joven 80 8 8,44 9 1,474 2,173
Agilidad en las gestiones 87 1 8,31 9 1,558 2,426
Seguimientos situación joven 88 0 8,28 10 1,688 2,849
Eficacia en las gestiones 85 3 8,21 9 1,890 3,574
Agilidad en la respuesta 87 1 8,15 9 1,475 2,175
Asesoramiento e información a empresarios 83 5 7,86 8 1,875 3,515
Resolución de problemas 80 8 7,76 9 1,795 3,221
Apoyo a trámites del empresario 81 7 7,41 9 2,078 4,319
Selección de candidatos para la empresa 86 2 6,87 6 1,945 3,783
Media 8,13

䉴 Acompañamiento y seguimiento a los jóvenes

Respecto al acompañamiento y seguimiento a los jóvenes que se realiza desde los progra-
mas de empleo, se puede apreciar un elevado interés del empresario por este tipo de
actividades, y sobre todo un gran interés por las llamadas y visitas de seguimiento que rea-
lizan los educadores cuando los jóvenes se encuentran ya trabajando. En esta varia-
ble la dispersión en la respuesta es prácticamente nula: 86 de los 87 empresarios que
respondieron a la pregunta (98,9% de los casos) opinan lo mismo. Éste es uno de los
puntos de referencia del trabajo desde los programas que manejan estrategias flexibles,
y que a su vez los diferencia de otros recursos y programas similares.
Tabla II-53. Interés del empresario por el acompañamiento
Porcentaje Porcentaje
Frecuencia Porcentaje
válido acumulado
SÍ 75 85,2 85,2 85,2
Válidos
NO 13 14,8 14,8 100,0
Total 88 100,0 100,0
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

Tabla II-54. Interés del empresario por llamadas/visitas de seguimiento


Porcentaje Porcentaje
Frecuencia Porcentaje
válido acumulado
SÍ 86 97,7 98,9 98,9
Válidos NO 1 1,2 1,1 100,0
Total 87 98,9 100,0
Ns/nc 1 1,1
Total 88 100,0

䉴 Utilidad del Programa

En cuanto a la utilidad y funcionamiento de este tipo de programa, como se puede


comprobar, de nuevo los empresarios lo consideran muy útil, tanto para ellos mismos
como para los jóvenes con los que trabajan. La dispersión encontrada en sus res-
puestas es muy baja, prácticamente inexistente, lo que viene a ratificar su elevada
valoración (98,9%).

Tabla II-55. Utilidad del Programa de empleo para las empresas

Porcentaje Porcentaje
Frecuencia Porcentaje
válido acumulado
SÍ 86 97,7 98,9 98,9
Válidos
NO 1 1,2 1,1 100,0
Total 87 98,9 100,0
Ns/nc 1 1,1
Total 88 100,0

Tabla II-56. Utilidad del Programa de empleo para los jóvenes

Porcentaje Porcentaje
Frecuencia Porcentaje
válido acumulado
Válidos SÍ 87 98,9 100,0 100,0
Ns/nc 1 1,1
Total 88 100,0
EMPRESARIOS SOLIDARIOS

䉴 Funcionamiento del Programa

A esta información cuantitativa hay que añadir la opinión de los empresarios


acerca de cuatro preguntas —una cerrada y tres abiertas— sobre el funciona-
miento de los programas, sus posibilidades de mejora, sus puntos fuertes y sus pun-
tos débiles. A continuación resumimos las principales aportaciones a estas pregun-
tas. Como se puede observar en la Tabla II-57, prácticamente las dos terceras
partes de los empresarios (65,5%) consideran que este Programa funciona bien así,
y un tercio de ellos piensa que el funcionamiento del Programa se puede mejorar.
En las siguientes preguntas abiertas se interroga a los empresarios acerca de qué es
lo que mejor funciona en el Programa, y cómo se podrían mejorar.
Se muestra en la Tabla II-58 el gran valor que los empresarios dan al apoyo
que los programas de empleo ofrecen a los jóvenes para incorporarse al mundo la-
boral, para superar sus dificultades y buscarles una salida profesional. Que más de
un tercio de los empresarios consideren como lo mejor de los programas el apoyo
y ayuda que prestan a los jóvenes (35,4%) pone de relieve su interés por el carácter so-
cial del ingreso de los jóvenes en el mundo del trabajo, y su visión solidaria de la labor de
los educadores y la intervención socioeducativa con jóvenes en dificultad social.
En segundo lugar (18,5%) reflejan otro elemento relevante, esta vez para ellos
y su empresa, como es la facilitación de la contratación y la ayuda que los progra-
mas prestan al empresario para seleccionar a sus trabajadores.
Un tercer elemento especialmente valorado es la buena atención recibida por las
empresas desde los programas y sus profesionales (15,4%), lo que muestra un buen
clima de trabajo entre ambos y sin duda tiene sus repercusiones en la facilitación del
empleo y de la continuidad en él de los jóvenes avalados por los programas.

Tabla II-57. Funcionamiento de este Programa

Porcentaje Porcentaje
Frecuencia Porcentaje
válido acumulado
Funciona bien así 55 62,5 65,5 65,5
Válidos Habría que mejorarlo 29 33,0 34,5 100,0
Total 84 95,5 100,0
Ns/nc 4 4,5
Total 88 100,0
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

Tabla II-58. ¿Qué considera usted que es lo mejor de este Programa de empleo para jóvenes?
N %
El apoyo y la ayuda que ofrece a los jóvenes. 46 35,4
La ayuda al empresario para encontrar trabajadores 24 18,5
Las atención recibida por la empresa desde el programa 20 15,4
El seguimiento de jóvenes. El control existente sobre ellos 8 6,2
Otros 21 16,2
Ns/nc 11 8,3
Total 130 100,0

Los planteamientos de mejora de los empresarios (Tabla II-59) pasan en primer lugar
por un mayor control del Programa de empleo en la selección inicial de candidatos,
buscando un mayor ajuste entre las características del candidato y las necesidades de
la empresa. El segundo grupo de propuestas no es tal, sino que más bien hace refe-
rencia a una «queja» sobre las actitudes y comportamientos de los jóvenes en el tra-
bajo. Esto viene a mostrar indirectamente la relación entre una buena selección y
un buen desempeño laboral, a la vez que refleja algunos comportamientos que pue-
den inicialmente ser característicos de los jóvenes de este tipo de programas de em-
pleo. El tercer componente de estas propuestas de mejora tiene que ver con el se-
guimiento de los jóvenes en el trabajo, es decir con el apoyo directo al empresario
en el proceso de adaptación de los jóvenes a sus puestos de trabajo, junto a su for-
mación y al asesoramiento y apoyo directo al empresario en cuestiones laborales.

Tabla II-59. Si ha contestado «habría que mejorar los programas» en la pregunta anterior,
¿cómo cree que podrían mejorar?

N %
En la selección previa de candidatos 9 14,3
En relación a la actitud y/o comportamiento de los jóvenes en el trabajo 6 9,5
En el seguimiento de la situación de los jóvenes en el trabajo 4 6,4
Incluyendo formación 4 6,4
En el asesoramiento e información al empresario 3 4,8
Otros (con dos respuestas o menos) 8 12,7
No sabe/no contesta 29 45,9
Total 63 100,0
EMPRESARIOS SOLIDARIOS

En la Tabla II-60 se aprecian una serie de elementos que nos servirán para
avanzar cualitativamente en la mejora del Programa. En ella se reflejan las opinio-
nes sobre lo menos valioso de este Programa, y en consecuencia sobre aquellos aspec-
tos manifiesta y explícitamente mejorables desde el punto de vista de los empre-
sarios. Hay una gran riqueza en las aportaciones que, desde esta información, se
puede hacer a la mejora de los programas de empleo. En una primera aproxima-
ción podemos destacar algunas valoraciones interesantes, como son:
— El que un poco más de la quinta parte de los empresarios opinen que los
jóvenes no desean trabajar, que se adaptan mal a los puestos de trabajo,
que no están preparados para ello. Atendiendo a las características de esta
población, a su incorporación temprana y forzada al trabajo, esta opinión
seguramente no podía dejar de reflejarse.
— Un 6,9% cuestionan los problemas para seleccionar, y también para en-
contrar, personal adecuado para su empresa. Como iremos comprobando,
este es un inconveniente, pero también una ventaja para el programa de
empleo, pues al parecer los empresarios perciben que no es fácil conseguir
el personal que necesitan para sus empresas, ni tampoco este abunda en el
mercado de trabajo.
— De nuevo una parte de los empresarios (4,6%) reconoce que estos son jó-
venes con problemas, con especiales necesidades.

Tabla II-60. ¿Qué considera usted que es lo peor de este Programa de empleo para jóvenes?

Nº %

Los jóvenes no quieren trabajar 19 21,8

No encuentro nada negativo 8 9,2

La selección de personal y las dificultades para encontrar perfiles adecuados al puesto de trabajo 6 6,9

Algunos son jóvenes con problemas, lo que afecta al desarrollo de su trabajo 4 4,6

Falta de seguimiento del joven 3 3,4

Otros (dos respuestas o menos) 18 20,7

No sabe/no contesta 29 33,4

Total respuestas 87 100,0

Cuestionarios respondidos en esta pregunta 59 67,0


EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

— Aunque en un pequeño porcentaje (3,4%), no habría que desdeñar la ne-


cesidad que plantean los empresarios de un mayor seguimiento de los jó-
venes que han sido empleados, algo que coincide con la valoración baja
que este aspecto de la intervención recibe por parte de los empresarios en
las preguntas iniciales del cuestionario, anteriormente analizadas.

䉴 Continuidad en la contratación de jóvenes

Por abrumadora mayoría (solo un empresario de ochenta y siete no lo haría),


los empresarios interrogados continuarían contratando a sus empleados a través de este
Programa.

1%


NO

99%

Gráfico II-2. Continuaría contratando con este Programa.

Tabla II-61. Continuaría contratando con este Programa

Porcentaje Porcentaje
Frecuencia Porcentaje
válido acumulado
SÍ 86 97,7 98,9 98,9
Válidos NO 1 1,2 1,1 100,0
Total 87 98,9 100,0
Ns/nc 1 1,1
Total 88 100,0
EMPRESARIOS SOLIDARIOS

6.3. LOS JÓVENES Y EL TRABAJO

䉴 El trabajo de los jóvenes y la importancia de la formación previa

Como veíamos anteriormente, los empresarios dan una gran importancia a la


selección previa de los jóvenes que van a su empresa como candidatos al puesto de
trabajo que ofertan. Sin embargo no ocurre lo mismo cuando se les pregunta si la
formación previa es importante a la hora de seleccionar a los jóvenes para el
puesto de trabajo; aquí la dispersión en las respuestas es grande,aunque finalmente
la valoración media sobre la importancia de la formación previa al proceso de se-
lección resulte elevada (7,7).
Respecto a la segunda variable analizada, «¿qué puntuación daría, en términos ge-
nerales, al trabajo que han realizado los jóvenes en su empresa?», de nuevo encontra-
mos una gran variedad de respuestas, con una elevada desviación típica. Esta vez la va-
loración media de los empresarios es bastante baja, con un aprobado (5,95).

Tabla II-62. Importancia de la formación previa y puntuación del trabajo de los jóvenes

N Mínimo Máximo Media Desv. típ. Varianza


Importancia de la formación previa
77 1 10 7,70 2,213 4,896
para la selección
Puntuación del trabajo de los jóvenes
78 1 10 5,95 2,168 4,699
en su empresa

20

15
Frecuencia

10

Mean = 5,95
Std. Dev. = 2,168
N = 78
0
0 2 4 6 8 10 12
Gráfico II-3. El trabajo de los jóvenes en su empresa.
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

20

15

Frecuencia
10

Mean = 7,7
Std. Dev. = 2,213
N = 77
0
0 2 4 6 8 10 12
Gráfico II-4. Importancia de la formación previa para la selección.

䉴 Cómo son los jóvenes en relación al trabajo y qué valoran los empresarios
a la hora de seleccionarles

En la Tabla II-63 se puede apreciar la distribución de las valoraciones de los


empresarios acerca de sus jóvenes trabajadores, de acuerdo a once indicadores di-
ferentes. Hay que resaltar, en primer lugar, la importante dispersión de respuestas, con
desviaciones típicas bastante elevadas y un rango máximo entre puntuaciones mínimas y má-
ximas prácticamente en todos los indicadores.
La media de la valoración que los empresarios hacen del comportamiento de sus
jóvenes empleados ante el trabajo (ítem 24 a-k) es de 5,91 puntos sobre 10, prácti-
camente idéntica a la calificación del ítem 22 sobre «puntuación del trabajo de los
jóvenes en su empresa», que es de 5,95 puntos. Este resultado viene a mostrar cla-
ramente la coherencia y la consistencia de la opinión de los empresarios sobre lo
que aportan los jóvenes contratados a sus empresas, y hace reflexionar en torno al sen-
tido de esa contratación, aparentemente no demasiado satisfactoria. En el apartado sobre re-
lación entre variables2 veremos hasta que punto esta opinión de los empresarios
puede asociarse a un sentimiento de solidaridad, a una perspectiva de mejora en re-
lación a las posibilidades de futuro que supone contratar jóvenes.

2
Ver el apartado «9.1. Vida independiente, responsabilidad y organización personal de los jóvenes en el ámbito la-
boral», en Parte III.
EMPRESARIOS SOLIDARIOS

Tabla II-63. ¿Qué valoran los empresarios de los jóvenes?

N Desv. Varian-
Media Moda Mínimo Máximo
Válidos Ns/nc típ. za

Los jóvenes son ágiles, dinámicos 84 4 5,63 5 2,161 4,669 0 9

Los jóvenes son responsables 83 5 4,93 5 2,413 5,824 0 10

Los jóvenes hacen lo que se les dice 84 4 6,39 7 2,217 4,916 1 10

Los jóvenes saben trabajar en equipo 84 4 6,01 5 2,241 5,024 0 10

Los jóvenes son buenos trabajadores 84 4 5,90 5 2,263 5,123 1 10

Los jóvenes son respetuosos 84 4 6,63 7 2,275 5,175 0 10

Los jóvenes tienen ganas de aprender 84 4 6,36 5 2,605 6,787 0 10

Los jóvenes aprenden con facilidad 82 6 6,18 7 2,347 5,509 1 10

Los jóvenes son puntuales 84 4 5,69 7 2,845 8,096 0 10

Los jóvenes atienden bien a los clientes 76 12 6,21 5 2,235 4,995 0 10

Los jóvenes tienen iniciativa propia 83 5 5,11 5 2,295 5,269 0 10

Puntuación media 5,91

Especialmente relevantes, dentro del reducido abanico en que fluctúan las


medias de los once indicadores, resultan las percepciones de los empresarios sobre
la escasa responsabilidad (4,93) y la falta de iniciativa propia (5,11) de los jóvenes
empleados. En el sentido contrario, los empresarios parecen valorar mejor la acti-
tud respetuosa (6,63) y la obediencia (6,39) de los jóvenes, aunque estas nunca con
valores demasiado elevados.
Respecto a la percepción de los empresarios sobre la generación de situaciones
conflictivas por parte de los jóvenes, comprobamos cómo la puntuación es bastante
baja (3,8) y con una gran dispersión en la respuesta (ds = 3,07). Esto apunta a una
tónica general de ausencia de conflicto, aunque con la presencia de casos aislados
y/o situaciones puntuales de fuerte conflictividad.
Los empresarios dan, por otra parte, un aprobado (5,4) a la capacidad de los jó-
venes para afrontar adecuadamente las situaciones imprevistas que surgen en el pues-
to de trabajo.
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

Tabla II-64. Situaciones imprevistas y conflictivas

N
Media Moda Desv. típ. Mínimo Máximo
Válidos Ns/nc
Los jóvenes afrontan adecuadamente
83 5 5,39 7 2,368 0 10
situaciones imprevistas
Los jóvenes generan situaciones conflictivas 82 6 3,82 0 3,076 0 10

Como elemento importante de contraste, en cuanto a las cualidades que los


empresarios valoran en los jóvenes, en la tabla siguiente se aprecian las más desta-
cadas, entre las que figuran, con gran diferencia sobre el resto, la responsabilidad y
las ganas de trabajar y de aprender.
En cuanto a las cualidades de los jóvenes que los empresarios rechazan, en la
Tabla II-66 se muestran, como más importantes, la ausencia de motivación para el
trabajo (34,1%), la irresponsabilidad e informalidad (21,3%) y las actitudes negati-
vas y agresivas (14%), lo que viene a coincidir en parte con lo afirmado sobre las
respuestas al ítem 24 a-k (valoración cuantitativa de los jóvenes en relación al tra-
bajo), analizado anteriormente.

Tabla II-65. Cualidades más valoradas por los empresarios en los jóvenes trabajadores
N %
Responsabilidad en su trabajo, seriedad, formalidad 59 26,1
Ganas de trabajar, ilusión, motivación, interés, entusiasmo, voluntad, compromiso,
50 22,1
dinamismo, esfuerzo, implicación
Ganas de aprender (y capacidad) 30 13,3
Puntualidad 21 9,3
Saber estar, agradable, amable, con sentido común 11 4,9
Iniciativa propia, disponibilidad a la hora de solucionar un problema 8 3,5
Educación 6 2,7
Respeto 6 2,7
Honradez 4 1,8
Presencia, higiene 4 1,8
Constancia 3 1,3
Formación, conocimientos relacionados con el puesto 3 1,3
Otras (dos respuestas o menos) 19 8,4
Ns/nc 2 0,8
Total 226 100,0
EMPRESARIOS SOLIDARIOS

Tabla II-66. Cualidades menos valoradas y/o rechazadas por los empresarios
en los jóvenes trabajadores
N %
Poca motivación para el trabajo, falta de interés, sin ganas de aprender, apatía,
56 34,1
holgazanería pasividad, dejadez, falta de disponibilidad en el trabajo
Actitud negativa, desagradable, mal comportamiento, conflictivo, falta de respeto, agresividad 23 14,0
Irresponsable, negligente 21 12,8
Informalidad, poca puntualidad y faltas 14 8,5
Presencia poco adecuada, desaseado, poca higiene 11 6,7
Su actitud durante la entrevista 5 3,0
Falta de compañerismo, no sabe trabajar en equipo 4 2,4
Poca experiencia, poco tiempo en un puesto de trabajo 3 1,8
Otras (dos respuestas o menos) 20 12,2
Ns/nc 7 4,5
Total 164 100,0

Por último, cuando a los empresarios se les pregunta si los jóvenes son personas
autónomas e independientes, su opinión es muy variable, y por término medio los
jóvenes suspenden —aunque en valores muy próximos al aprobado (4,97)— en
esa valoración como personas autónomas e independientes.

Tabla II-67. Los jóvenes son personas


autónomas e independientes
Válidos 78
N
Ns/nc 10

Media 4,97

Moda 5

Desv. típ. 2,233

Varianza 4,986

Mínimo 0

Máximo 10
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

䉴 Contratar jóvenes

Respecto a la opinión de los empresarios sobre la contratación de jóvenes, estos con-


sideran de forma mayoritaria que supone una «inversión de futuro», y no tanto un
ahorro económico o una mejora sobre la contratación de personas de más edad.

25

20

15
Porcentaje

10

0
0 2 3 4 5 6 7 8 9 10
C
Gráfico II-5. Contratar jóvenes es una inversión de futuro.

50

40

30
Porcentaje

20

10

0
0 2 3 4 5 6 7 8 9 10
T
Gráfico II-6. Trabajar con jóvenes es mejor que trabajar con adultos.
EMPRESARIOS SOLIDARIOS

20

15
Porcentaje

10

0
0
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
C
Gráfico II-7. Contratar jóvenes supone un ahorro económico.

Tabla II-68. Opinión sobre la contratación de jóvenes

N
Media Moda Desv. típ. Mínimo Máximo
Válidos Ns/nc

Trabajar con jóvenes es mejor


84 4 5,85 5 2,085 0 10
que trabajar con adultos

Contratar jóvenes es una


83 5 7,35 9 2,360 0 10
inversión de futuro

Contratar jóvenes supone


82 6 5,80 5 3,053 0 10
un ahorro económico

䉴 Prácticas formativas en la empresa

Un aspecto interesante de la intervención socioeducativa con jóvenes en difi-


cultad, en relación al mundo empresarial, es la colaboración de los empresarios en la for-
mación de los jóvenes. A través de dos preguntas se indaga sobre:
— La predisposición de los empresarios a las prácticas formativas en el seno de
la empresa: una amplia mayoría de empresarios están dispuestos a ello,
dos tercios del total (72%).
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

— El interés directo por atender a jóvenes aprendices en su empresa: supera el


interés por las prácticas formativas, y supone un 85% de empresarios dis-
puestos a ello.

15%

NO

85%

Gráfico II-9. Le interesa tener jóvenes aprendices.


28% NO

72%

Gráfico II-8. Dispuesto a prácticas formativas en su empresa.


EMPRESARIOS SOLIDARIOS

䉴 Menores de edad

Cerca de dos tercios de los empresarios (62,4%) se muestran partidarios de con-


tratar a jóvenes menores de edad en su empresa, aunque en la práctica resulta bastante
difícil encontrar trabajo para este grupo de población.


NO

38%

62%

Gráfico II-10. Partidario de contratar menores de edad.

䉴 Aceptación del trabajo por los jóvenes

Como se puede ver en las tablas siguientes, los jóvenes son una buena opción
para los empresarios: por término general no demandan salarios elevados (69%).
Por otra parte, los jóvenes tampoco aceptan cualquier tipo de trabajo, al menos en
sus dos terceras partes (70%).

Tabla II-69. Los jóvenes demandan salarios elevados

Porcentaje Porcentaje
Frecuencia Porcentaje
válido acumulado
SÍ 26 29,5 31,0 31,0
Válidos NO 58 66,0 69,0 100,0
Total 84 95,5 100,0
Ns/nc 4 4,5
Total 88 100,0
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

Tabla II-70. Los jóvenes aceptan trabajos que otros rechazan

Porcentaje Porcentaje
Frecuencia Porcentaje
válido acumulado
SÍ 26 29,5 29,9 29,9
Válidos NO 61 69,4 70,1 100,0
Total 87 98,9 100,0
Ns/nc 1 1,1
Total 88 100,0

䉴 Jóvenes trabajadores en dificultad social

A la pregunta sobre si las empresas pueden ayudar a los jóvenes con problemas socia-
les, los empresarios manifiestan mayoritariamente (78%) que así es. Plantean como
argumentos más importantes que esto puede llevarse a cabo:
• A través de un empleo que favorezca su socialización, apoyándoles y dán-
doles una oportunidad para integrarse laboralmente; haciendo que se sientan
integrados socialmente (28,8%).
• Remunerándoles, ofreciéndoles un puesto de trabajo que les interese y les
ofrezca estabilidad, que les sirva de iniciación al mundo del trabajo (12,5%).
• Enseñándoles un oficio y dándoles formación (7,7%).
• Ayudándoles a entender que tienen algo que aportar a la sociedad, a res-
ponsabilizarse, y desarrollando su sentido de trabajo en equipo (4,8%).

22% SÍ
NO

78%

Gráfico II-11. Las empresas pueden ayudar a los jóvenes con problemas sociales.
EMPRESARIOS SOLIDARIOS

Tabla II-71. Cómo pueden ayudar las empresas a los jóvenes con problemas sociales
N %
A través de un empleo que favorezca su socialización, apoyándoles, dándoles una oportunidad para
30 28,8
integrarse laboralmente, haciendo que se sientan integrados socialmente
Remunerándoles, contratándoles, ofreciéndoles un puesto de trabajo que les interese, que les ofrezca
13 12,5
estabilidad, iniciándoles en el trabajo
Enseñándoles un oficio, dándoles formación 8 7,7
Responsabilizándoles, desarrollando su sentido de responsabilidad 6 5,8
Ayudándoles a darse cuenta de que tienen algo que aportar a la sociedad, a sentir que pueden labrarse
5 4,8
un futuro mejor, a tener un objetivo claro de las cosas, haciéndoles ver que la vida merece la pena vivirla
Desarrollando su sentido del trabajo en equipo, integrándoles en un equipo 4 3,8
Otras (con dos respuestas o menos) 22 21,2
Ns/nc 16 15,4
Total 104 100,0

Por último, respecto a los inconvenientes para dar empleo a jóvenes en dificultad so-
cial, los empresarios se muestran dispuestos a contratar: inmigrantes con permiso de
trabajo (93%); personas de color (93%). Se muestran menos dispuestos a contratar:
mujeres con hijos (un 14% no las contrataría); estudiantes (un 13% no les contra-
taría); mujeres (un 13% no las contrataría). Y plantean serios inconvenientes para
contratar: jóvenes con medidas judiciales (un 55,6% no les contrataría); jóvenes
consumidores de sustancias tóxicas (un 34% no les contrataría); menores de edad
(un 31% no les contrataría); jóvenes con discapacidad (un 29% no les contrataría);
personas de otras etnias (un 28% no las contrataría).
7%

NO

93%

Gráfico II-12. Inconveniente en contratar inmigrantes con permiso de trabajo.


EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL


NO
31%

69%

Gráfico II-13. Inconveniente en contratar menores de edad.

7%

NO

93%

Gráfico II-14. Inconveniente en contratar personas de color.

13%

NO

87%
Gráfico II-15. Inconveniente en contratar mujeres.
EMPRESARIOS SOLIDARIOS


NO
34%

66%

Gráfico II-16. Inconveniente en contratar jóvenes consumidores de droga.


29% NO

71%

Gráfico II-17. Inconveniente en contratar jóvenes con discapacidad.

13%

NO

87%
Gráfico II-18. Inconveniente en contratar estudiantes.
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

14%

NO

86%
Gráfico II-19. Inconveniente en contratar mujeres con hijos.


NO

44,4%

55,6%

Gráfico II-20. Inconveniente en contratar jóvenes con medidas judiciales.


28% NO

72%

Gráfico II-21. Inconveniente en contratar personas de otras etnias.


CAPÍTULO 7
LA PERSPECTIVA DE LOS JÓVENES

Los resultados que se describen a continuación han sido obtenidos, como se in-
dica en el apartado sobre población y muestra de la primera parte de este informe,
tras la entrevista realizada a una muestra de 87 jóvenes, seleccionada aleatoriamente
y representativa de una población de 1268 jóvenes que participaron en el Progra-
ma de empleo para menores protegidos. A ello hay que añadir un cuestionario es-
crito que fue cumplimentado por 32 de estos jóvenes.
Se trata de un estudio retrospectivo —ex post facto— sobre jóvenes con los que
se intervino activamente durante un periodo mínimo de seis meses. Más de la mi-
tad de ellos (58,6%) fueron dados de baja al menos dos años antes de realizada la
investigación, y el 41,4% lo fue menos de dos años antes. El 28,7% son jóvenes in-
migrantes, mientras que el 71,3% son españoles. Por último, el 65,5% son hom-
bres, mientras que el 34,5% son mujeres. En la selección de la muestra se respeta-
ron las características generales de la población investigada en estos aspectos
(periodo de baja, nacionalidad, sexo).
La entrevista fue realizada por un equipo de siete entrevistadores/as que reci-
bieron formación específica para ello, todos expertos en el trabajo con adolescen-
tes y jóvenes en dificultad social.

7.1. SITUACIÓN ACTUAL DE LOS JÓVENES ENTREVISTADOS

䉴 Edad

En la Tabla II-72 se resumen las edades de los jóvenes que fueron entrevistados
para la investigación.

䉴 Lugar y tipo de residencia

La mayor parte de los jóvenes entrevistados viven en el municipio de Madrid


(62,4%), y en los distritos del sur de la capital (32,9%, un poco más de la mitad de
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

Tabla II-72. Edad de los jóvenes de la muestra

Frecuencia Porcentaje
18 1 1,1
19 19 21,9
20 20 23,0
21 19 21,9
22 12 13,8
Válidos
23 6 6,9
24 6 6,9
25 3 3,4
26 1 1,1
Total 87 100,0

los que viven en Madrid). La periferia sur de Madrid es el lugar de residencia de


otro 25,9% de estos jóvenes, siendo el medio rural solo el lugar de residencia del
1,2% de ellos. Algunos han cambiado de Comunidad Autónoma, y viven fuera de
la Comunidad de Madrid (4,7%). Así pues, se trata de una población fundamental-
mente urbana, que habita mayoritariamente en el sur de la capital o en las ciudades
al sur de ella (67,5%), y cuya presencia en el ámbito rural es insignificante.
Se puede hablar así mismo de jóvenes que viven mayoritariamente en pisos, propios
o compartidos (90,2%), pero que apenas ocupan otro tipo de inmueble comparti-
do, como pueden ser pensiones, hoteles, albergues o residencias juveniles, ni
tampoco viviendas unifamiliares o similares.
Por último, de los treinta jóvenes que responden, en el cuestionario a jóvenes1,
sobre su lugar de residencia, podemos observar que once de ellos han residido en
un único domicilio después de dejar el Programa de empleo, que siete residieron
en dos domicilios diferentes (cambiaron una vez de domicilio), cuatro lo hicieron
en tres domicilios, otros cuatro en cuatro domicilios y cuatro en cinco domicilios.
Se trata por tanto de una población con una gran movilidad, que cambia con cierta facili-
dad de lugar de residencia. Pero más importante que esto es la fluctuación también

1
A lo largo de este capítulo nos referiremos fundamentalmente a la información obtenida en las entrevistas a jóvenes,
pero al final de cada apartado, cuando así se considere, añadiremos información relevante obtenida del cuestionario escrito
que se pasó a parte de esta población. El párrafo «en el cuestionario a jóvenes» marcará la diferencia en la procedencia de la
información.
LA PERSPECTIVA DE LOS JÓVENES

entre diferentes núcleos de convivencia, entre los que alternan la familia de origen,
los pisos compartidos con amigos o compañeros de trabajo, con la pareja y, en
ocasiones, los hijos, en una residencia o solo/a.

Tabla II-73. Zona de residencia

Porcentaje Porcentaje
Frecuencia Porcentaje
válido acumulado
Madrid centro 14 16,1 16,5 16,5
Madrid norte 11 12,6 12,9 29,4
Madrid sur 28 32,2 32,9 62,4
Periferia norte 5 5,7 5,9 68,2
Válidos
Periferia sur 22 25,3 25,9 94,1
Rural 1 1,1 1,2 95,3
Resto del país 4 4,7 4,7 100,0
Total 85 97,7 100,0
Ns/nc 2 2,3
Total 87 100,0

Tabla II-74. Tipo de vivienda


Porcentaje Porcentaje
Frecuencia Porcentaje
válido acumulado
Piso 73 84,0 90,2 90,2
Pensión o similar 1 1,1 1,2 91,4
Unifamiliar 1 1,1 1,2 92,6
Válidos
Albergue 1 1,1 1,2 93,8
Residencia 5 5,8 6,2 100,0
Total 81 93,1 100,0
Ns/nc 6 6,9
Total 87 100,0

Tabla II-75. Número de cambios

0 1 2 3 4
N.o de jóvenes que cambian de domicilio 11 7 4 4 4
o
N. de jóvenes que cambian de unidad de convivencia 13 10 2 3 2
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

䉴 Convivencia en el domicilio

Los jóvenes viven básicamente o bien en pisos de alquiler compartido (43%) o bien com-
partiendo vivienda con su familia, sin especificar si han de pagar o no por ello (36%).
A la pregunta sobre con quien conviven encontramos también dos respuestas
predominantes: con la familia de origen (41,8%) y con amigos, compañeros de piso
o de trabajo (37,9%). Algunos (10,1%) viven con su propia familia, constituida en
ese tránsito a la vida adulta; tantos como viven solos, otro 10,1%.
La masiva convivencia con la familia de origen viene a plantear varias cuestio-
nes como hasta qué punto estos jóvenes son autónomos y llevan una vida adulta
independiente, o cómo pueden hacerlo, de ser así, habiendo regresado al núcleo
familiar que, en la mayoría de los casos, fue el motivo de las medidas de protección
asumidas. ¿Realmente podemos considerar que la intervención institucional ha ser-
vido para recuperar estos núcleos familiares, o más bien que los jóvenes no en-
cuentran un espacio acogedor a la salida de los recursos institucionales, y han de
regresar al núcleo familiar antes que optar por vivir en la calle?
Ésta última es, como puede observarse, la situación de uno de los jóvenes. Des-
pués de un proceso de años de intervención institucional, y extrapolando los datos
obtenidos, podríamos considerar que un 1,2% de los jóvenes atendidos por este
Programa podría acabar viviendo en la calle, es decir, que de cada mil jóvenes,
doce estarían en esa situación.

Tabla II-76. Régimen de vivienda


Porcentaje Porcentaje
Frecuencia Porcentaje
válido acumulado
Alquiler individual 8 9,3 9,3 9,3
Alquiler compartido 37 42,6 43,0 52,3
Residencia/albergue 7 8,0 8,1 60,5
Pensión o similar 1 1,1 1,2 61,6
Válidos
Propia 1 1,1 1,2 62,8
Compartida con familia 31 35,7 36,0 98,8
La calle 1 1,1 1,2 100,0
Total 86 98,9 100,0
1 1,1
Total 87 100,0
LA PERSPECTIVA DE LOS JÓVENES

Por otra parte, y esto es importante resaltarlo, observamos en la gráfica sobre la


pregunta «cómo nos llevamos», que los jóvenes afirman llevarse bien o muy bien con las
personas con las que conviven en el 90,6% de los casos. En la Tabla II-77 se puede apre-
ciar el tipo de relación establecida por el joven con los diferentes grupos de per-
sonas con las que convive.

Tabla II-77. Cómo nos llevamos/Con quien vivo

CON QUIEN VIVO

Compañeros de Familia Con pareja/nueva Total


Amigos Solo
piso/de trabajo de origen familia

Regular 1 2 0 2 1 6
Cómo nos
Muy bien 4 3 0 8 2 17
llevamos
Bien 3 15 0 22 5 45

Total 8 20 0 32 8 68

10% 10%
Amigos
Compañeros de piso/trabajo
Solo
Familia de origen
Con pareja/nueva familia
28%

42%

10%
Gráfico II-22. Con quien vivo.
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

9%

Regular
Muy bien
Bien

25%

66%

Gráfico II-23. Como nos llevamos.

Observamos también cómo el intervalo mayoritario respecto al número de per-


sonas con las que conviven los jóvenes se encuentra entre las 2 y las 4 personas, inclui-
dos ellos mismos (76,3%).
El tiempo de convivencia con el mismo grupo de personas es muy diverso. Los jó-
venes comparten su vida cotidiana con las mismas personas en los siguientes in-
tervalos de tiempo: entre 1 mes y un año (58,2%); entre uno y dos años (26,9%);
más de dos años (14,9%). El dato más significativo quizás es la gran variabilidad de
tiempos, y la poca estabilidad en la convivencia. Tanto por los datos aportados,
como por los propios comentarios de los jóvenes, podemos constatar que un
amplio porcentaje de ellos mantiene relaciones de convivencia poco duraderas con
las personas más cercanas, incluido su grupo familiar de origen.
Finalmente, analizando el cuestionario a jóvenes, comprobamos cómo a pesar
de los amplios periodos de tiempo compartido en familia (bien sea con la familia
de origen, bien con la familia que el propio joven ha constituido), es mayor aún la
media de los tiempos que los jóvenes comparten con otros adultos que no perte-
necen al ámbito familiar. Así, los jóvenes han compartido, desde su salida del Pro-
grama de empleo, una media de un año (12 meses) con su familia de origen, más
de medio año de media con su propia familia (mujer/marido y, en su caso, hijos)
(7 meses) y más de dos años con otras personas ajenas al grupo familiar (26 meses).
Lógicamente estas son puntuaciones medias relativas a la muestra estudiada, con
enormes fluctuaciones y diversidad de situaciones en cada uno de los casos.
LA PERSPECTIVA DE LOS JÓVENES

Tabla II-78. Con cuánta gente vivo


Porcentaje Porcentaje
Frecuencia Porcentaje
válido acumulado

1 3 3,4 3,8 3,8

2 22 25,4 27,5 31,3

3 25 28,8 31,1 62,4

4 14 16,2 17,5 79,9

5 8 9,2 10,0 89,9

6 2 2,3 2,5 92,4


Válidos
7 2 2,3 2,4 94,8

8 1 1,1 1,3 96,1

36 1 1,1 1,3 97,4

50 1 1,1 1,3 98,7

150 1 1,1 1,3 100,0

Total 80 92,0 100,0

Ns/nc 7 8,0

Total 87 100,0

Tabla II-79. Tiempo de convivencia continuada/Con quien vivo


CON QUIEN VIVO
Compañeros de piso/ Familia Con pareja/ Total
Amigos Solo
de trabajo de origen nueva familia

25-84 1 1 0 6 0 8

Meses 13-24 1 5 1 8 3 18

1-12 6 13 2 11 4 36

Total 8 19 3 25 7 62
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

Tabla II-80. Tiempos medios de convivencia (en meses)


Tiempo con Tiempo con mi Tiempo total
Tiempo con otros
familia original propia familia con mi familia
Válidos 20 11 18 23
N
Ns/nc 12 21 14 9
Media 11,9 6,8 16,6 25,7
Desv. típ. 14,52265 13,68808 19,96453 21,13959

䉴 ¿Problemas?, ¿qué problemas?

En el cuestionario se confirma también lo que ya comentábamos anterior-


mente, la más que aceptable capacidad de convivencia de estos jóvenes. Mientras
que en la entrevista el 90,6% de los jóvenes entrevistados afirmaban llevarse bien o
muy bien con las personas con las que conviven habitualmente, en el cuestionario
el 53,3% de los jóvenes responde que casi nunca o nunca tiene problemas perso-
nales, un 36,7% responde que esto les ocurre algunas veces, y solo el 10% plantea
que tiene problemas en sus relaciones personales con frecuencia.

Tabla II-81. Tengo problemas en mis relaciones personales

Porcentaje Porcentaje
Frecuencia Porcentaje
válido acumulado
Algunas veces 11 34,4 36,7 36,7
Casi nunca 9 28,1 30,0 66,7
Válidos Nunca 7 21,9 23,3 90,0
Con frecuencia 3 9,4 10,0 100,0
Total 30 93,8 100,0
Ns/nc 2 6,2
Total 32 100,0

Se indaga también, en el cuestionario, acerca de otro tipo de problemáticas que


pueden afectar de forma importante al tránsito a la vida adulta de estos jóvenes,
como son los problemas de salud, con la justicia o con el consumo de sustancias
tóxicas.
LA PERSPECTIVA DE LOS JÓVENES

Por lo que respecta a la existencia o no de medidas judiciales por actos delictivos,


encontramos que un 25% de los jóvenes ha tenido problemas con la justicia des-
pués de cumplir la mayoría de edad, pero que posteriormente este porcentaje se ha
reducido al 17,2%. Este último es un porcentaje muy similar al que se aprecia en el
sistema de protección (15%), entre los jóvenes con medida de tutela o guarda que
han tenido a su vez algún tipo de medida judicial (Melendro, 1998).

Tabla II-82. He tenido problemas con la justicia/


Tengo temas pendientes con la justicia
Tengo temas pendientes
con la justicia Total
Sí No
Sí 4 4 8
He tenido problemas con la Justicia
No 1 20 21
Total 5 24 29

En lo que respecta a la situación de salud, por lo general es bastante buena. Aunque


ocho de los treinta y dos jóvenes que cumplimentaron el cuestionario (32,1%) han
sufrido algún tipo de enfermedad o accidente, solo dos de ellos han tenido reper-
cusiones continuadas y graves en su salud, relacionadas con el VIH. El resto ha su-
frido o sufre enfermedades de escasa trascendencia o de una leve repercusión en su
vida cotidiana (lesión de menisco, asma…).

Tabla II-83. Sufro repercusiones graves de alguna enfermedad


o accidente
Sufro repercusiones graves
de alguna enfermedad/ Total
accidente
Sí No
He sufrido alguna enfermedad/accidente 2 6 8

Por último, y en relación al consumo de sustancias tóxicas, el 44,8% de los jó-


venes manifiesta consumirlas, aunque alguno de los que dice no consumirlas sí
toma alcohol y hachís, pero no los considera tóxicos, mientras que otros solo con-
sumen tabaco, al que consideran sustancia tóxica, al igual que la contaminación
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

ambiental. Dada la variabilidad de las respuestas es difícil establecer una pauta, por
lo que hemos optado por reproducir todas las respuestas a la pregunta sobre qué
sustancias tóxicas consumen.

Tabla II-84. Resúmenes de casos: consumo de sustancias tóxicas

Consumo
Qué sustancias
sustancias tóxicas
1 THC, desafortunadamente y casi cada finde
2 Tabaco, alcohol, etc. pero ya he dejado de beber alcohol
3 Tabaco
4 Porros, alcohol, disolución y tinte
5 Porros y tabaco
6 Porros etc., muy de vez en cuando
Sí 7 Porritos
8 Nicotina, alquitrán y monóxido de carbono ¡ah! y la polución del ambiente
9 Hachís y marihuana
10 Hachís
11 Cerveza, porros y marihuana
12 Alguna vez que otra he consumido porros, pero bueno, ahora estoy dejando todo eso
13 «Secreto de sumario»
Total 13
1 No considero sustancia tóxica el alcohol y el hachís, depende de la cantidad y de los ojos con los que se mira
No 2 El trabajo nada más
3 Cerveza
Total 16
Total N 29

䉴 Las tareas de la vida cotidiana

La mayoría de los jóvenes que respondieron al cuestionario manifiestan hacer habitual-


mente (53,7%) o frecuentemente (23,2%) las tareas del hogar. Una proporción muy im-
portante de ellos/ellas es responsable o participa muy activamente en este tipo de ta-
reas (79,9%), mientras que una parte lo hace esporádicamente (19,5%), o nunca
realiza este tipo de tareas (3,7%).
LA PERSPECTIVA DE LOS JÓVENES

Tabla II-85. Frecuencia con la que realizo las tareas domésticas


Respuestas
N.o
Porcentaje
Habitualmente 44 53,7

Frecuentemente 19 23,2

Alguna vez 16 19,5

Nunca 3 3,6

Total 82 100,0

Tabla II-86. Frecuencia con la que hago la compra

Frecuencia Porcentaje Porcentaje válido Porcentaje acumulado

Habitualmente 15 46,9 55,6 55,6

Frecuentemente 6 18,8 22,2 77,8

Válidos Alguna vez 5 15,6 18,5 96,3

Nunca 1 3,1 3,7 100,0

Total 27 84,4 100,0

Ns/nc 5 15,6

Total 32 100,0

Tabla II-87. Frecuencia con la que hago la comida/cena

Frecuencia Porcentaje Porcentaje válido Porcentaje acumulado

Habitualmente 14 43,7 50,0 50,0

Alguna vez 7 21,9 25,0 75,0

Válidos Frecuentemente 6 18,8 21,4 96,4

Nunca 1 3,1 3,6 100,0

Total 28 87,5 100,0

Ns/nc 4 12,5

Total 32 100,0
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

Tabla II-88. Frecuencia con la que hago otras tareas del hogar (limpieza, lavadora, plancha…)
Frecuencia Porcentaje Porcentaje válido Porcentaje acumulado
Habitualmente 15 46,9 55,6 55,6
Frecuentemente 7 21,9 25,9 81,5
Válidos Alguna vez 4 12,5 14,8 96,3
Nunca 1 3,1 3,7 100,0
Total 27 84,4 100,0
Ns/nc 5 15,6
Total 32 100,0

䉴 Tiempo de ocio y redes sociales

Las principales aficiones de los jóvenes que cumplimentaron el cuestionario son por
este orden: hacer deporte (32,7%), quedar con amigos o con la pareja (28,6%) y sa-
lir de fiesta (10,2%).

Tabla II-89. Aficiones

Respuestas
Porcentaje de casos
N.o Porcentaje
Hacer deporte 16 32,7 50,0
Quedar con amigos, pareja 14 28,6 43,8
Salir de fiesta 5 10,1 15,6
Escuchar música 3 6,1 9,4
Leer 2 4,1 6,3
No sé 2 4,1 6,3
Ir al cine o ver la tele 7 14,3 21,9
Total 49 100,0 153,1

El mundo asociativo no parece resultarles especialmente atractivo (solo dicen


estar asociados en algún tipo de entidad el 14,8% de ellos), aunque esta es una ca-
racterística bastante común y conocida de los jóvenes de esta generación: según el
LA PERSPECTIVA DE LOS JÓVENES

Informe Juventud de España 2004, del Injuve, el 25% de los jóvenes españoles ma-
nifiesta pertenecer a algún tipo de asociación y el 57% de ellos nunca ha pertene-
cido a ninguna.
Cuando se pregunta a los jóvenes en el cuestionario sobre la frecuencia con
la que establecen relaciones en su tiempo de ocio con determinados grupos de
personas, comprobamos que las mayores relaciones las establecen con sus amigos,
seguidos de su familia y compañeros de trabajo. Las mayores frecuencias de re-
lación son semanales, aunque muchos de ellos se relacionan a diario, o bien con
sus amigos (42,9%) o bien con su familia (40%). En general parecen tener un mun-
do de relaciones amplio y fluido, una adecuada socialización y una red de apoyo social ex-
tensa.

Tabla II-90. Estoy en una asociación


Frecuencia Porcentaje Porcentaje válido Porcentaje acumulado

Sí 4 12,5 14,8 14,8

Válidos No 23 71,9 85,2 100,0

Total 27 84,4 100,0

Ns/nc 5 15,6

Total 32 100,0

Tabla II-91. Con qué frecuencia me relaciono con mis amigos

Frecuencia Porcentaje Porcentaje válido Porcentaje acumulado

Diariamente 12 37,5 42,9 42,9

Semanalmente 13 40,6 46,4 89,3

Válidos Alguna vez al mes 3 9,4 10,7 100,0

Nunca 28 87,5 100,0

Total 28 87,5 100,0

Ns/nc 4 12,5

Total 32 100,0
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

Tabla II-92. Con qué frecuencia me relaciono con mi familia


Frecuencia Porcentaje Porcentaje válido Porcentaje acumulado
Diariamente 8 25,0 40,0 40,0
Semanalmente 9 28,1 45,0 85,0
Válidos Alguna vez al mes 2 6,3 10,0 95,0
Alguna vez al año 1 3,1 5,0 100,0
Total 20 62,5 100,0
Ns/nc Sistema 12 37,5
Total 32 100,0

Tabla II-93. Con qué frecuencia me relaciono con mis compañeros

Frecuencia Porcentaje Porcentaje válido Porcentaje acumulado


Diariamente 4 12,5 30,8 30,8
Semanalmente 6 18,7 46,1 76,9
Válidos Alguna vez al mes 2 6,3 15,4 92,3
Alguna vez al año 1 3,1 7,7 100,0
Total 13 40,6 100,0
Ns/nc Sistema 19 59,4
Total 32 100,0

Tabla II-94. Con qué frecuencia me relaciono con otras personas

Frecuencia Porcentaje Porcentaje válido Porcentaje acumulado


Diariamente 2 6,3 18,2 18,2
Semanalmente 6 18,7 54,5 72,7
Válidos Alguna vez al mes 1 3,1 9,1 81,8
Alguna vez al año 2 6,3 18,2 100,0
Total 11 34,4 100,0
Ns/nc Sistema 21 65,6
Total 32 100,0
LA PERSPECTIVA DE LOS JÓVENES

7.2. EL MUNDO DEL TRABAJO

䉴 Está trabajando

En el momento de ser entrevistados, el 64,4% de los jóvenes se encontraban trabajando,


y poco más de un tercio de ellos (35,6%) se encontraba sin trabajo.
Según los datos publicados por Eurostat, en enero de 2007 el paro juvenil al-
canzaba una media del 16,8% en la UE-27, situándose casi 10 puntos porcentuales
por encima de la tasa general de desempleo del 7,5%. Países como Polonia regis-
tran una tasa de paro juvenil del 26,2%, figurando a continuación Grecia con un
24,7%. Rumanía y Eslovaquia comparten un 23,4%, mientras que Francia se sitúa
en un 21,3%, Italia en un 20,1% y Hungría en un 20,0%. Por debajo del 20%,
aunque superando la media de la UE-27, están Bélgica con un 18,8%, así como
Bulgaria y España, ambos con un 17,8%.
Con esta información vemos que la tasa de paro de los jóvenes en dificultad so-
cial es alta en comparación con la media, aunque dadas las especiales condiciones
de acceso al empleo de estos jóvenes, un porcentaje de ocupación del 64,4% no es
una mala noticia2. Hay que tener en cuenta además que también en este sector se
puede hablar de trayectorias no lineales en relación al empleo, y que hay jóvenes
que han retomado los estudios, o que se encuentran en una situación circunstan-
cial de paro, o bien cobrando el desempleo y buscando trabajo…

Tabla II-95. Porcentaje de ocupación

Frecuencia Porcentaje Porcentaje válido Porcentaje acumulado

Sí 56 64,4 64,4 64,4


Válidos
No 31 35,6 35,6 100,0

Total 87 100,0 100,0

2
En estos dos últimos años lamentablemente cabe esperar que esta cifra haya disminuido considerablemente, debido
al espectacular aumento del desempleo en nuestro país, y a que ésta es una de las poblaciones con mayor riesgo potencial en
este sentido. Hay que tener en cuenta que desde el periodo en que se realizó la investigación, entre 2005 y 2008, la tasa de
desempleo juvenil se ha incrementado en nuestro país catorce puntos, siendo en 2009 de un 31,8%.
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

Tabla II-96. Tasas de desempleo en Europa. Enero de 2007.

Tasas de desempleo en europa. enero de 2007 (en %)


Paro juvenil Paro juvenil
Países Paro general Países Paro general
(15-24 años) (15-24 años)
UE-27 16,8 7,5 Lituania 12,4 6,3

UE-15 16,5 7,5 Luxemburgo 14,6 5,0

Bélgica 18,8 7,8 Hungría 20,0 7,8

Bulgaria 17,8 8,5 Malta 15,1 6,8

Rep. Checa 15,2 6,6 Países Bajos 6,9 3,6

Dinamarca 6,5 3,3 Austria 8,8 4,5

Alemania 14,9 7,7 Polonia 26,2 12,6

Estonia 10,0 4,7 Portugal 17,0 7,6

Irlanda 9,4 4,4 Rumanía 23,4 7,5

Grecia 24,7 8,7 Eslovenia 10,2 5,0

España 17,8 8,6 Eslovaquia 23,4 11,2

Francia 21,3 8,4 Finlandia 17,6 7,0

Italia 20,1 6,7 Suecia — —

Chipre 9,5 4,5 Reino Unido 13,9 5,4

Letonia 11,7 6,0


Fuente: News release. Eurostat n.o 44 de marzo de 2007.

䉴 Cuanto tiempo lleva trabajando

Los tiempos de permanencia en el empleo son bajos. La gran mayoría de los jó-
venes (75,3%) no permanece en su último empleo más allá del año, y sólo el 11% mantiene
su empleo más allá de los dos años. Estamos pues hablando de un trabajo esporádico,
con contratos temporales o por obra, y con salarios, como veremos más adelante,
propios de la generación de «mileuristas» o incluso inferiores. Por otra parte, el
tiempo que transcurre entre empleo y empleo fluctúa, en la mayoría de los casos,
entre el mes y los nueve meses, aunque en algunos casos concretos los tiempos se
alargan más allá del año; en cuanto a los motivos para abandonar el trabajo, los jó-
LA PERSPECTIVA DE LOS JÓVENES

venes mencionan sobre todo que «era un trabajo muy duro», «no tenía contrato»,
«me pagaban en negro», «no pagaban bien», ... afirmaciones que hacen ver la rea-
lidad laboral a la que, en ocasiones, deben enfrentarse estos jóvenes.

Tabla II-97. Desde cuándo trabajo (en meses, en el último trabajo)


(En meses) Frecuencia Porcentaje Porcentaje válido Porcentaje acumulado

1 17 19,5 21,1 21,1

2 8 9,2 9,9 31,0

3 7 8,0 8,6 39,6

4 5 5,7 6,2 45,8

5 3 3,4 3,7 49,5

6 7 8,0 8,6 58,1

7 4 4,6 5,0 63,1

8 2 2,3 2,4 65,5

10 1 1,2 1,3 66,8

11 3 3,4 3,7 70,5

Válidos 12 4 4,6 4,9 75,4

13 1 1,2 1,2 76,6

16 1 1,2 1,2 77,8

21 1 1,2 1,2 80,0

24 8 9,2 9,9 88,9

30 1 1,2 1,2 90,1

36 3 3,4 3,8 93,9

48 3 3,4 3,7 97,6

60 1 1,2 1,2 98,8

84 1 1,2 1,2 100,0

Total 81 93,1 100,0

Ns/nc 6 6,9

Total 87 100,0
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

Tabla II-98. Tiempo total de trabajo (en meses)

Frecuencia Porcentaje Porcentaje válido Porcentaje acumulado

68,00 1 3,1 4,0 4,0

60,00 2 6,4 8,0 12,0

48,00 1 3,1 4,0 16,0

43,00 1 3,1 4,0 20,0

42,00 1 3,1 4,0 24,0

37,50 1 3,1 4,0 28,0

36,00 1 3,1 4,0 32,0

35,00 1 3,1 4,0 36,0

33,00 1 3,1 4,0 40,0

32,00 1 3,1 4,0 44,0

29,00 1 3,1 4,0 48,0

Válidos 27,00 1 3,1 4,0 52,0

26,50 1 3,1 4,0 56,0

25,00 1 3,1 4,0 60,0

20,00 1 3,1 4,0 64,0

18,00 1 3,1 4,0 68,0

15,00 1 3,1 4,0 72,0

12,00 2 6,4 8,0 80,0

8,00 2 6,4 8,0 88,0

7,00 1 3,1 4,0 92,0

5,50 1 3,1 4,0 96,0

3,00 1 3,1 4,0 100,0

Total 25 78,1 100,0

Ns/nc Sistema 7 21,9

Total 32 100,0
LA PERSPECTIVA DE LOS JÓVENES

De nuevo el cuestionario a jóvenes nos ayuda a matizar lo comentado hasta


ahora con nueva información. Así, constatamos que, aunque efectivamente los jó-
venes cambian con facilidad de trabajo, finalmente la media de meses trabajados es
bastante elevada, y los contratos se encadenan facilitándoles los recursos y la auto-
nomía necesarios para afrontar con garantías de éxito su tránsito a la vida adulta.
Sólo un 20% de ellos ha estado contratado en total menos de un año desde que abandono el
Programa de empleo. (Tabla II-98).
Se comprueba también, como ya se señalaba a lo largo de este apartado, que los
cambios de empleo son frecuentes. Sólo un 18,5% se ha mantenido en un mismo
trabajo, mientras que un 37% ha cambiado tres veces de trabajo desde que salieron
del Programa de empleo; y un 44,4% habría cambiado entre tres y cuatro veces de
empleo.

Tabla II-99. He cambiado de trabajo


Frecuencia Porcentaje Porcentaje válido Porcentaje acumulado

0,00 5 15,6 18,5 18,5

1,00 5 15,6 18,5 37,0

2,00 5 15,6 18,5 55,5


Válidos
3,00 10 31,3 37,1 92,6

4,00 2 6,3 7,4 100,0

Total 27 84,4 100,0

Ns/nc Sistema 5 15,6

Total 32 100,0

Por otra parte, revisando la relación entre tiempo de baja en el Programa


(más/menos de 2 años) y tiempo total contratados, comprobamos que efectiva-
mente, y como parecía lógico, los que llevan más de dos años fuera del Programa
de empleo son quienes tienen más tiempo acumulado de trabajo frente a los que
salieron hace menos de dos años. En cualquier caso, y como muestran las pruebas
estadísticas pasadas, la relación no es apenas significativa (coeficiente de contin-
gencia, Phi y V de Cramer con una significación aproximada de 0,348).
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

Tabla II-100. Tiempo de baja en el Programa/Tiempo total trabajado

Valor Sig. aproximada

Phi 0,957 0,348

Nominal por Nominal V de Cramer 0,957 0,348

Coeficiente de contingencia 0,692 0,348

N de casos válidos 25

25

21
20

15
Porcentaje

9,9 9,9
10 8,6 8,6

6,2
4,9 4,9
5 3,7 3,7 3,7 3,7
2,5
1,2 1,2 1,2 1,2 1,2 1,2 1,2

0
1 2 3 4 5 6 7 8 10 11 12 13 16 21 24 30 36 48 60 84
Número de meses

Gráfico II-24. Desde cuando trabajo (en número de meses).

䉴 En qué trabaja

En la Tabla II-101 se reflejan los principales trabajos en los que se encuentran


ahora contratados los jóvenes entrevistados. La correspondencia con los puestos de
trabajo obtenidos mientras estuvieron en el Programa de empleo es manifiesta,
aunque también encontramos profesiones —topógrafo, educadora, óptica— que
requieren un mayor nivel formativo y profesional. En cualquier caso siguen sien-
do mayoritarios los empleos como teleoperador/a, mozo de almacén, depen-
diente/a, o reponedor/a.
LA PERSPECTIVA DE LOS JÓVENES

Tabla II-101. Puesto de trabajo actual


Frecuencia Tipo de trabajo
9 Mozo de almacén; dependiente/a
7 Teleoperador/a
5 Reponedor/a
3 Militar; pintor; fontanero; camarero/a
2 Peluquera; frutero; electricista; carnicera; cajera
Reparto de publicidad ; técnico mantenimiento; rampista; promotor; pocero; peón montaje persianas y tol-
dos; peón; ordenanza; óptica; vigilante; transportista; montador puertas; montador de hierro en obras; ma-
1 rroquinería; topógrafo; manipulados; imprenta; jardinero; instalaciones de pradur; informático; educadora;
diseño y decoración; obrero fábrica maquinaria; esculpiendo uñas de porcelana; ensombrado; conserje; co-
cinero; camarista; auxiliar de quirófano de estética; auxiliar administrativo
Total 82

Tabla II-102. Cómo consiguió el trabajo

Frecuencia
24 Por un amigo o conocido
13 Prensa
10 Programa de empleo con menores protegidos
6 Dejando el currículum
6 ETT
5 Programa de empleo con jóvenes de servicios sociales
4 Internet
3 Por sí mismo/a
2 Esta debajo de mi casa, al lado de casa
2 Jefe anterior
1 Otros: buscando información
1 Pruebas de acceso
1 Practicas del modulo de comercio
1 Instancia en una tienda
1 Centro de menores
1 Bolsa de Empleo Protegido
1 Entré de voluntario
1 Curso-Taller
Total 83
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

En cuanto a la forma en que consiguieron el trabajo, se puede comprobar que


mayoritariamente lo hicieron a través de amigos o conocidos. Si a ello le sumamos
los empleos conseguidos a través de los propios programas de empleo para jóvenes,
podemos apreciar que los jóvenes entrevistados han encontrado trabajo a través de
personas o canales de comunicación próximos, conocidos, cercanos (39 casos); la
prensa y, sobre todo, la revista Segundamano, son otra de las opciones más utiliza-
das (13 casos), junto a las ETT (6 casos), la autopresentación a través de currícu-
lum, o internet.

䉴 Le gusta lo que hace en su trabajo

Cuando se plantea a los jóvenes entrevistados si les gusta lo que hacen en su


trabajo, encontramos que así es para el 73,9% de ellos, de los que un 31% se en-
cuentra muy a gusto. A una cuarta parte aproximadamente (26,2%) les gusta
poco o nada el trabajo que desarrollan.
En el cuestionario se plantea qué nota media darían los jóvenes a los trabajos
que han desempeñado. La media obtenida es de 6,78 puntos sobre 10, es decir,
una calificación próxima al «notable», con una desviación típica poco elevada
(1,72). Esto muestra de nuevo la moderada satisfacción de los jóvenes en dificultad
social con los trabajos que desempeñan.

Cuadro II-1. A gusto en el trabajo

Así lo ven ellos/as


Entre los que se encuentran muy a gusto en el trabajo, varios plantean que les permite compati-
bilizar trabajo y estudios:
«Es lo que quiero, estoy estudiando los cursos de acceso a la UNED».
«Mi trabajo está cerca, y puedo estudiar mientras trabajo».
«Me gusta el trabajo; quiero compatibilizarlo con el inicio de la universidad (arquitectura técnica)… com-
patibilizar una media jornada con la percepción de paro correspondiente a la pérdida de media jornada y
asistencia a la universidad».
«Es lo que buscaba. He estudiado para esto» (realizó un módulo de comercio, y trabaja en ese ámbito).
Entre los que se encuentran a disgusto, muchos se plantean que el trabajo es monótono, aburri-
do, que no es su perfil, está mal pagado,… y otras cuestiones, como:
«Tenía tiempo para jugar a la Playstation».
«Es una mierda, tienes que estar todo el rato obedeciendo».
«Si quitas el olor a mierda y las ratas, por lo demás bien» (trabaja de pocero).
LA PERSPECTIVA DE LOS JÓVENES

6%

Mucho
31% Bastante
20%
Poco
Nada

43%
Gráfico II-25. Me gusta lo que hago en mi trabajo.

25 23,1

20

15,4 15,4
15
Porcentaje

10
7,7 7,7 7,7

5 3,8 3,8 3,8 3,8 3,8 3,8

0
3 3,75 5 5,3 5,5 6 7 7,25 7,5 8 9 10
Gráfico II-26. Al trabajo de nota media le daría....
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

䉴 Considera que lo hace bien en su trabajo

Prácticamente la totalidad de los jóvenes entrevistados (99%) considera que lo


hace bien en su trabajo (algunos incluso opinan que trabajan más de lo que merecen
sus contratadores). Sin embargo, los matices son importantes: un 6% considera que
podría hacerlo mejor, mientras que cerca del 7% considera que llevan poco tiem-
po, que están comenzando, aprendiendo, aunque esforzándose por hacerlo cada
vez mejor.

Tabla II-103. ¿Consideras que lo haces bien en tu trabajo?


Porcentaje Porcentaje
Frecuencia Porcentaje
válido acumulado
Sí 81 93,2 98,8 98,8

Válidos No 1 1,1 1,2 100,0

Total 82 94,3 100,0

Ns/nc 5 5,7

Total 87 87 100,0

16% 16%
La empresa me valora
Lo hago muy bien
Podría hacerlo mejor
8% No sé o llevo poco
Aprendo y me esfuerzo

20%
40%

Gráfico II-27. ¿Consideras que lo haces bien en tu trabajo?


LA PERSPECTIVA DE LOS JÓVENES

䉴 ¿Crees que el trabajo es importante para poder vivir como una persona
adulta independiente y responsable?

A esta pregunta, formulada en el cuestionario a adolescentes, los jóvenes respon-


den masivamente (83,9%) que el trabajo es muy importante. El 93,5% afirma que para
ellos/ellas el trabajo es muy o bastante importante. Y ofrecen sus argumentos.
Como se puede ver en la gráfica y la tabla adjuntas, un 39,2% opina que sin trabajo
no se puede vivir, que es una actividad vital, insustituible. Otro grupo importan-
te (35,7%) considera que el trabajo te hace responsable e independiente, te ayuda
a convertirte en una persona adulta, autónoma, equilibrada. El 25% restante ve el
trabajo como vehículo necesario para conseguir dinero y para poder acceder, a tra-
vés suyo, a los medios básicos de subsistencia.

Tabla II-104. Creo que el trabajo es importante

Frecuencia Porcentaje Porcentaje válido Porcentaje acumulado


Mucho 26 81,3 83,9 83,9
Bastante 3 9,3 9,7 93,5
Válidos
Algo 2 6,3 6,5 100,0
Total 31 96,9 100,0
Ns/nc 1 3,1
Total 32 100,0

25% Sin trabajo no se puede vivir


El trabajo te hace responsable e independiente
39% El trabajo da dinero

36%
Gráfico II-28. Por qué creo que el trabajo es importante.
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

Cuadro II-2. El trabajo es importante

Así lo ven ellos/as

Creo que el trabajo es importante para poder vivir como una persona adulta porque…
Te ayuda a ser responsable y a saber cuál es tu escala de valores en la vida; te crea una rutina diaria, te
enseña a saber estar y el trato social.
Personalmente sin trabajo me siento muy mal; el no colaborar en casa económicamente o depender de mi
madre, con los gastos que hay en casa, me hunde la moral.
Porque es lo más normal de la vida y así es como te haces un verdadero hombre es levantarte todos los
días a las 6 de la mañana y no pegando o robando por ahí.
Porque las cosas no se pagan solas y si no te apañas por ti mismo, la gente te ayuda un poco pero tie-
ne un límite y no se debe abusar.
Me encuentro ahora en la calle, si no hay trabajo no hay dinero y sin dinero no hay casa, comida, ...
La vida es así: trabajar o trabajar.
Si no trabajas, no eres NADA!!!

䉴 Ambiente de trabajo

El ambiente de trabajo es en general bueno o muy bueno (80% de los casos), y sólo es
considerado malo por los jóvenes en un 2,5% de los casos. Cuando se les pregun-
ta más detenidamente sobre por qué es así el ambiente de trabajo, se encuentran
matices importantes. Así, un 10% considera que el buen ambiente de trabajo va
unido a que los compañeros son también jóvenes y es más fácil entenderse y
compenetrarse con ellos.
Entre los que consideran que el ambiente de trabajo es solo regular (16%), la
explicación en el fondo refleja un ambiente degradado y poco aceptable de traba-
jo: un 6% de ellos/as reconoce que hay roces entre compañeros, estrés, recelos,
competitividad, escasa comunicación, malentendidos...

Cuadro II-3. Ambiente de trabajo

Así lo ven ellos/as


«Todos son jóvenes», «son jóvenes y la coordinadora es muy maja», «había mucha gente joven»… aunque
también «hay gente que lleva 40 años y eso da ganas de currar».
LA PERSPECTIVA DE LOS JÓVENES

Tabla II-105. Ambiente de trabajo (a)

Frecuencia Porcentaje Porcentaje válido Porcentaje acumulado


Muy bueno 32 36,8 40,0 40,0
Bueno 32 36,8 40,0 80,0
Válidos Regular 14 16,1 17,5 97,5
Malo 2 2,3 2,5 100,0
Total 80 92,0 100,0
Ns/nc 7 8,0
Total 87 100,0

Tabla II-106. Ambiente de trabajo (b)

Porcentaje Porcentaje
Frecuencia Porcentaje
válido acumulado
Buena relación, respeto y compañerismo 41 47,2 55,4 55,4
Tranquilidad, no hay problemas 9 10,3 12,2 67,6
Bueno porque somos jóvenes 9 10,3 12,2 79,8
Válidos
Hay malas relaciones 6 6,9 8,1 87,9
Es mejorable 9 10,4 12,1 100,0
Total 74 85,1 100,0
Ns/nc 13 14,9
Total 87 100,0

䉴 Tipo de contrato

Como ya comentábamos anteriormente, los contratos son de forma mayorita-


ria temporales (39,5%) y por obra o servicio (27,6%). Unido este tipo de contratos
al contrato de formación, podemos decir que el empleo es precario para estos jó-
venes en el 72,4% de los casos. A ello hay que añadir un pequeño porcentaje
(6,6%) que trabaja sin contrato.
Un 21,1% de ellos ha conseguido un contrato indefinido, uno de los aspectos
esenciales para estabilizar su vida y transitar de forma más segura a una vida adulta
independiente.
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

Tabla II-107. Tipo de contrato

Frecuencia Porcentaje Porcentaje válido Porcentaje acumulado

Sin contrato 5 5,7 6,6 6,6

Obra y servicio 21 24,1 27,6 34,2

Temporal 30 34,5 39,5 73,7


Válidos
Indefinido 16 18,3 21,0 94,7

Formación 4 4,6 5,3 100,0

Total 76 87,4 100,0

Ns/nc 11 12,6

Total 87 100,0

䉴 Remuneración e independencia económica

El salario medio de los jóvenes investigados es de 854 euros al mes. Prácticamente la


mitad de ellos (49%) ganan entre 500 y 900 euros netos al mes. Un 29% gana en-
tre 900 y 1.200 euros, mientras que un 9% supera los 1.200 euros mensuales, has-
ta recibir cerca de los 1.800. Es ésta por tanto una población que supera los in-
gresos del salario mínimo interprofesional, claramente aspirante a «mileurista»,
con unas fluctuaciones de renta que siguen la distribución normal en torno a ese
punto central, con un ligero apuntamiento hacia los salarios más bajos.
A la pregunta de si cubren sus gastos cotidianos con el salario que reciben, la
respuesta es diversa. Aún teniendo en cuenta que aquí intervienen múltiples
factores a la hora de valorar la suficiencia o no de la remuneración económica
percibida (algunos de ellos fuertemente subjetivos, otros fluctuantes en función
del contexto socioeconómico tomado como referencia, o de la perspectiva acer-
ca de lo que es calidad de vida de la población investigada, otros difícilmente ca-
tegorizables referidos a la percepción personal acerca de la satisfacción de necesi-
dades…), hay que considerar que la mayoría de los jóvenes son capaces de cubrir sus
gastos corrientes con el salario mensual (48%), mientras que un grupo importante (34%) lo
hace con dificultad, y un porcentaje también amplio (18%) no puede cubrir sus gastos con
el salario percibido.
LA PERSPECTIVA DE LOS JÓVENES

49,4
50

40

29,1
Porcentaje

30

20
11,4
8,9
10

1,3
0
Menos de

y 1.200 €

y 1.800 €
y 900 €

Entre 1.200
Entre 500
500 €

1.800 €
Entre 900

Más de
Salario
Gráfico II-29. Cuánto gana.


34% No
Con dificultad

48%

18%
Gráfico II-30. Llega para cubrir gastos.

Tabla II-108. Salario medio

N Salario mínimo Salario máximo Salario medio


Salario medio 28 410 1.400 854
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

El gráfico siguiente muestra algunos de los argumentos que aportan los jóvenes
entrevistados cuando se les interroga acerca de por qué no les llega el salario para
cubrir gastos; entre ellos, algunos comentarios muestran las dificultades a las que se
enfrentan estos jóvenes, que aún así se encuentran satisfechos con su trabajo en tér-
minos generales, y han conseguido acceder a una autonomía que valoran ex-
traordinariamente.

Con dificultad o no cubro gastos


25% 24% Pago piso/coche o tengo muchos gastos/caprichos
Deudas o vicios
Comparto gastos, vivo en residencia o familia
Gasto poco o trabajo extra
Perdidos

13%

18%

5%

15%
Gráfico II-31. Cubro gastos.

Cuadro II-4. Salarios

Así lo ven ellos/as


«Por los tres días de trabajo, me dió 80 €», «con 500 € no llega a final de mes», “no tenía ni para el abo-
no transporte», «el piso es muy caro», «completo el sueldo con empleos sin contrato», «tenía que pagar el car-
né de conducir», «entre el alquiler, los gastos, la ropa...», «todo está muy caro»…

En el cuestionario a jóvenes se profundiza acerca de esta cuestión. A la pre-


gunta de si tienen problemas económicos, la mayoría de los jóvenes responden que
en ocasiones o con cierta frecuencia (80%). Cuando estos problemas son serios, re-
curren básicamente a familiares y amigos (53,3%), aunque también recurren a su
pareja (13,3%) y a educadores que conocieron en su tránsito por los dispositivos de
protección de menores (9,4%). Es interesante destacar también cómo un porcen-
taje amplio de ellos/ellas (23,3%) no recurre a nadie, y debe resolverse estos pro-
blemas por sí mismo/a.
LA PERSPECTIVA DE LOS JÓVENES

Tabla II-109. Tengo problemas económicos

Frecuencia Porcentaje Porcentaje válido Porcentaje acumulado


Algunas veces 15 46,9 50,0 50,0
Con frecuencia 9 28,1 30,0 80,0
Válidos Casi nunca 4 12,5 13,3 93,3
Nunca 2 6,3 6,7 100,0
Total 30 93,8 100,0
Ns/nc 2 6,2
Total 32 100,0

Tabla II-110. A quién recurro

Frecuencia Porcentaje Porcentaje válido Porcentaje acumulado


Familiares 7 21,9 23,3 23,3
A nadie 7 21,9 23,3 46,6
Familiares y amigos/as 5 15,6 16,8 63,4
Válidos Amigos/as 4 12,5 13,3 76,7
Pareja 4 12,5 13,3 90,0
Educadores/as 3 9,4 10,0 100,0
Total 30 93,8 100,0
Ns/nc 2 6,2
Total 32 100,0

䉴 Pasar por el «paro»

La inmensa mayoría de los jóvenes que contestan al cuestionario a jóvenes han


pasado por situaciones de paro (80%), como se podía deducir de sus itinerarios esca-
samente lineales en relación al trabajo. El tiempo medio en paro ha sido de seis
meses y medio, siendo el periodo máximo alcanzado de dos años y medio, aunque
realmente la práctica totalidad de los jóvenes no ha estado en paro por un periodo
superior al año (en cifras absolutas).
Más de la mitad de los jóvenes (53,8%) afirman que han necesitado ayuda de
otras personas para superar esos periodos de paro. Esta ayuda les fue prestada por el
propio Programa de empleo, por familiares, amigos, y otro tipo de instituciones
(Comunidad de Madrid, SIE…).
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

20
17,4 17,4

15
13
Porcentaje

10 8,7 8,7

5 4,3 4,3 4,3 4,3 4,3 4,3 4,3 4,3

Media = 6,51
D. Tip. = 6,42
N = 23
0
0 0,7 1,25 2 3 4 5 6 7 8 9 12 30
Número de meses
Gráfico II-32. Tiempo en paro (en meses).

Tabla II-111. He estado en paro

Porcentaje Porcentaje
Frecuencia Porcentaje
válido acumulado
Sí 24 75,0 80,0 80,0
Válidos No 6 18,8 20,0 100,0
Total 30 93,8 100,0
Ns/nc 2 6,2
Total 32 100,0

Tabla II-112. Necesité ayuda

Porcentaje Porcentaje
Frecuencia Porcentaje
válido acumulado
Sí 14 43,8 53,8 53,8
Válidos No 12 37,5 46,2 100,0
Total 26 81,3 100,0
Ns/nc 6 18,7
Total 32 100,0
LA PERSPECTIVA DE LOS JÓVENES

䉴 Trabajos anteriores

Sólo 4 de los 87 jóvenes entrevistados no han tenido trabajo desde que aban-
donaron el Programa de empleo. Más de la mitad de los jóvenes entrevistados ha
tenido entre uno y tres empleos (51,7% de los casos) antes del último conocido —
en el momento de la entrevista— y 6 de ellos (6,8%) manifiestan haber tenido en-
tre 10 y 15 trabajos.

Tabla II-113. Cuántos trabajos he tenido antes

Frecuencia Porcentaje
0 4 4,6
1 14 16,1
2 17 19,5
3 14 16,1
4 8 9,2
5 3 3,4
6 4 4,6
Válidos
7 1 1,1
8 3 3,4
9 1 1,1
10 3 3,4
12 1 1,1
15 2 2,3
Ns/nc 12 13,8
Total 87 100,0

䉴 Últimos trabajos

Los trabajos que han desarrollado más recientemente los jóvenes entrevistados
se relacionan principalmente con el sector servicios (26%: dependiente, teleope-
rador, cajera, auxiliar administrativo, promotor comercial…), con los denomina-
dos «oficios» (28,1% de los casos: albañil, fontanero, electricista, técnico en aire
acondicionado…) y con el sector hostelero (17,7%: camarero, cocinero…). Las ta-
reas de mozo de almacén y reponedor ocupan al 10,4% de estos jóvenes, siendo el
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

resto de ocupaciones menos frecuentes. Esta información coincide en gran medida


con la facilitada en la descripción del contexto de intervención (capítulos 4 y 5),
que hacía referencia a los empleos y sectores en los que estos jóvenes comenzaban
a trabajar, y también con la información sobre el trabajo que desempeñan actual-
mente. Esto viene a indicar la escasa variación en los entornos laborales de los jóvenes en
dificultad social, que siguen al cabo de los años frecuentando los mismos espacios de
trabajo en los que se iniciaron en el Programa de empleo.

Tabla II-114. Últimos trabajos realizados

Respuestas
Porcentaje de casos
N.o Porcentaje
Oficios: albañil, fontanero, mecánico... 27 28,1 40,9
Comercio: dependiente/a, promotor,
25 26,0 37,9
teleoperador, auxiliar,...
Hostelería: camarero/a, cocina 17 17,7 25,8
Mozo / reponedor 10 10,4 15,2
Mensajería-reparto 6 6,3 9,1
Industria, fábricas 3 3,1 4,5
Limpieza 2 2,1 3,0
Seguridad 2 2,1 3,0
Peluquera 2 2,1 3,0
Otros 2 2,1 3,0
Total 96 100,0 145,5

䉴 Interés por tener otra ocupación

Como hemos podido comprobar hasta ahora, los/las jóvenes en términos ge-
nerales se encuentran a gusto en su trabajo, consideran que lo desempeñan ade-
cuadamente y valoran el buen ambiente existente en ellos. Sin embargo cuando se
les pregunta si desearían hacer otra cosa, realizar otro trabajo, contestan también mayorita-
riamente que sí (73%). Como veíamos también anteriormente, estos jóvenes man-
tienen su ocupación laboral en unos sectores muy determinados, y aunque cam-
bian con cierta frecuencia de puesto de trabajo, no lo hacen normalmente en
cuanto al sector en el que iniciaron su andadura. Cuando se les interroga acerca de
qué otro tipo de trabajo les gustaría hacer, la respuesta mayoritaria es bastante ge-
LA PERSPECTIVA DE LOS JÓVENES

nérica: se plantean simplemente «hacer otro trabajo mejor» (34,8% de las res-
puestas agrupadas), aunque en este caso dentro de sectores con un nivel salarial y
formativo muy similar al de procedencia.

Tabla II-115. Interés por tener otra ocupación


Porcentaje Porcentaje
Frecuencia Porcentaje
válido acumulado
Sí 62 71,3 72,9 72,9
Válidos No 23 26,4 27,1 100,0
Total 85 97,7 100,0
Ns/nc 2 2,3
Total 87 100,0

Cuadro II-5. Otra ocupación

Así lo ven ellos/as


Hacer otro trabajo mejor es trabajar de «soldado, de conductor de ambulancia, mecánico, ser cerrajero, fon-
tanero, actor, trabajar como ascensorista, panadero, jardinero, trabajar en una tienda de ropa, como pintor, vol-
ver a trabajar en la construcción como oficial 3.a de albañilería, trabajar en la limpieza porque se gana más,
trabajar de camionero, …».

Son sin embargo muy numerosas también las respuestas que se decantan hacia
un cambio de trabajo retomando los estudios y la formación para modificar el sec-
tor de actividad (26,1%).

Cuadro II-6. Volver a estudiar

Así lo ven ellos/as


«Estoy estudiando para ser profesora de gimnasia».
«Quiero estudiar para ser educadora infantil; quiero estudiar un módulo de educación en tiempo libre y edu-
cación infantil».
«Estoy estudiando informática».
«Trabajo con horario de tarde para poder estudiar».
«Estoy centrado en el curso de electricidad que estoy haciendo. Las ganas del curso me vienen de cuando des-
de el Programa me facilitaron un trabajo de electricista montando estructuras de ascensores».
«Quiero ser abogado».
«Quiero ser integradora social».
«Quiero estudiar arquitectura en la universidad».
«Me gustaría estudiar para ser quiromasajista».
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

El interés por ascender o ganar más dinero aparece como motivo de cambio en
un 10,9%, mientras que cambios estructurales, especialmente el cambio de horarios,
preocupa al 6,5% de estos jóvenes.

Tabla II-116. ¿Qué otra ocupación?

Respuestas
Porcentaje de casos
N.o Porcentaje
Estudiar para cambiar de profesión 24 26,1 32,0
Ganar más dinero/ascender 10 10,9 13,3
Estoy bien en mi trabajo 16 17,4 21,3
Hacer otro trabajo mejor 32 34,8 42,7
Cambiar de horario 6 6,5 8,0
Cambiaria pero no sé qué/ me da igual 4 4,3 5,3
Total 92 100,0 122,7

7.3. PERCEPCIÓN SOBRE EL PROGRAMA DE EMPLEO

䉴 Recuerdo acerca del Programa de empleo

Tres son los principales recuerdos que los jóvenes entrevistados conservan de su tiem-
po de estancia en el Programa de empleo. En primer lugar mencionan el Progra-
ma como el espacio en el que se les ayudó a buscar trabajo, se les enseñó lo nece-
sario para ello, se les puso en contacto con sus primeros empleos y se les apoyó a la
hora de mantenerlos (27,3%).
Siendo éste el principal objetivo de este Programa, es igualmente el que reco-
nocen como tal de forma clara los jóvenes que participaron en él.
El segundo recuerdo más fuerte y consistente (22,3% de los casos) es la relación
personal establecida con los educadores, y en concreto con algunos de ellos cuyos
nombres mencionan con una carga afectiva importante. Unido a este recuerdo ha-
cia los educadores/as del Programa, mencionan el recuerdo del buen trato perso-
nal recibido, de la ayuda prestada y del interés personal que sintieron hacia sí mis-
mos, hacia sus problemas, expectativas y posibilidades de futuro (14%).
LA PERSPECTIVA DE LOS JÓVENES

Cuadro II-7. Recuerdos del Programa de empleo

Así lo ven ellos/as

Recuerdo que…
Te encontraban trabajo rapidísimo.
Te enseñaban que había que buscar trabajo para ahorrar dinero.
Los trabajos eran fiables.
Te enseñaban a hacer la entrevista inicial, te explicaban la nomina y el finiquito, te enseñaban a hacer el cu-
rrículum…
Fue corto, en dos semanas encontré trabajo.
Recuerdo que, recuerdo a…
Todos los educadores te quieren conocer.
Los educadores son buena gente , te tratan bien, se preocupan por ti.
Fonso, Belén, Maria, África, el viejo, el melenas, …
Recuerdo que…
Conocí a gente que me cayó bien; rompes con la soledad, te gusta tener gente que te anima y te apoya.
El ambiente era agradable y acogedor, buen rollo.

Pero también…
La gente estaba medio loca, me encontré a gente sin muchas aspiraciones. No cubría mis expectativas.
Era un sitio transitorio, al que venía cantidad de gente; los horarios eran muy estrictos. Yo estaba muy
descentrado cuando iba, no iba los días acordados.

8% 8%
3% Los/as educadores/as; alguno de ellos/as
18% Enseñan/ayudan a buscar trabajo y conservarlo
22%
El buen trato, la ayuda, el interés por mí
El buen ambiente, compañerismo y respeto
La rutina, el espacio y los recursos
No sé/pocos recuerdos/no me sirvió
Mal ambiente

14%

27%
Gráfico II-33. Recuerdo del Programa de empleo.
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

En tercer lugar hacen referencia al recuerdo de un buen ambiente, de compa-


ñerismo, agradable y respetuoso hacia ellos y hacia el grupo de jóvenes que acu-
dían al programa (17,4%).
Un pequeño porcentaje (entre el 3 y el 5%) recuerda no obstante situaciones
de tensión, mal ambiente… que atribuyen esencialmente a las relaciones entre
iguales, y en concreto a la presencia de ciertas personas o grupos que mediatizaban
la relación y la hacían poco atractiva o desagradable.

䉴 Lo que más me gustó del Programa de empleo

Cuando se pregunta a los jóvenes entrevistados acerca de aquello que más les
gustaba del Programa, es decir, cuando se les pide que ordenen y valoren sus re-
cuerdos, comenzando por los positivos, las respuestas son muy similares a las des-
critas anteriormente. Recuerdan lo positivo fundamentalmente, y las categorías en
que pueden agruparse las respuestas son prácticamente las mismas que las de la va-
riable anterior, al igual que los porcentajes en cada categoría, que varía muy leve-
mente. Así, ahora son el ambiente y los educadores, las personas, quienes ocupa el
primer lugar, manteniendo el resto de respuestas una estructura y unos valores muy
similares a los de la pregunta anterior.

Tabla II-117. Lo que más me gustó del Programa de empleo

Respuestas
J22 Porcentaje de casos
N.o
Porcentaje

Los/as educadores/as 32 25,6 37,2

Enseñan/ayudan a buscar trabajo y conservarlo 29 23,2 33,7

El ambiente, compañerismo y respeto 33 26,4 38,4

Los recursos, el espacio 6 4,8 7,0

El apoyo personal, el buen trato, el interés por mí 23 18,4 26,7

No se/pocos recuerdos 1 0,8 1,2

No me sirvió 1 0,8 1,2

Total 125 100,0 145,3


LA PERSPECTIVA DE LOS JÓVENES

䉴 Lo que menos me gustó del Programa de empleo

En cuanto a aquellos aspectos de los que peor recuerdo tienen los jóvenes entrevistados,
hay una gran diversidad de respuestas, pero sobre todo hay que tener en cuenta
que el mayor porcentaje corresponde a los que opinan que les «gustó todo», que
nada estaba mal (23%). Si a esto sumamos los que contestan que no sabrían iden-
tificar lo que menos les gustó del Programa, el porcentaje asciende a un tercio de
las respuestas ofrecidas.

4%
4%
8% 24% Nada, me gusto todo
Lejania
2% La gente que iba, no buscaban trabajo
Pocos recursos, mala zona
5%
No encontraba trabajo, la espera
Horario
7% No nos atendían bien
7%
Yo no lo tenía claro
No sé
9% Me obligaban a ir
Los trabajos eran malos

7% 23%
Gráfico II-34. Lo que menos me gustó del Programa de empleo.

El grupo de jóvenes que iba a otra cosa, que asistía al Programa pero no pre-
tendía buscar trabajo, que hacía «ruido», molestaba… es el primer elemento ne-
gativo que relatan estos jóvenes (21,8% de los casos), y el más destacado con dife-
rencia. Este es sin duda uno de los principales problemas a los que se enfrentan este
tipo de programas, y en general la intervención con adolescentes y jóvenes en di-
ficultad social en los dispositivos educativos y sociales, y aquí aparece claramente
reflejado. Hay que resaltar sin embargo que no parece que esto haya supuesto, por
las respuestas ofrecidas por los jóvenes entrevistados, situaciones de tensión o de
ruptura de especial gravedad, lo que dice mucho acerca de los mecanismos de con-
trol establecidos desde el propio Programa. En porcentajes mucho menores se en-
cuentran otro tipo de respuestas, como:
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

— La dificultad para encontrar trabajo, o la impaciencia en la espera hasta en-


contrar el trabajo adecuado (9,2%), junto a la opinión de que los trabajos
eran malos, poco gratificantes, de baja calidad (3,4%).
— La lejanía y la necesidad de desplazarse es otro de los aspectos negativos re-
saltados (6,9%), junto a los horarios (6,9%), a pesar de que el centro per-
manece abierto mañana y tarde; de hecho alguno de los jóvenes se queja de
que el centro cierre…
— La escasez de recursos del centro (algún joven llega a solicitar que den co-
midas en él…).
— Un pequeño porcentaje considera, por distintos motivos, que no era bien
atendido por los educadores (4,6%), mientras que algunos comentan que se
les obligaba a asistir, o que no sabían muy bien para qué lo hacían.

Cuadro II-8. Lo que menos me gustó del Programa de empleo

Así lo ven ellos/as


Lo que menos me gustaba del Programa de empleo era que…
Algunos chavales no hacían nada.
Los trabajos del segundamano son una mierda, los trabajadores están infravalorados.
La gente iba por ir, no hacían nada.
La ley del tabaco.
El horario era poco, cerraban muy pronto.
No había comida.
Algunos chicos cogen el teléfono y no buscan trabajo.
Los curros, que eran una mierda, y yo estaba revolucionado.
Buscar en el periódico.
Me obligaban a ir a la fuerza.
La gente que no venía a buscar curro, molestaban.
Los chavales que íbamos a montarla.
La gente que iba, mucho vándalo.
La poca tolerancia de los chicos.
Cómo se metía Fonso conmigo.
No iba mucho porque era vaga.
Aunque también…
Todo por lo general estaba muy bien...era parecido a un trabajo.
LA PERSPECTIVA DE LOS JÓVENES

䉴 Lo que me sirvió y aprendí en el Programa de empleo

De forma clara, el Programa de empleo ha sido útil para cubrir el principal ob-
jetivo que se propone, que es el de ayudar a los jóvenes a buscar trabajo, a conse-
guirlo y a conservarlo. Así lo reconoce una gran mayoría de ellos (60%). Pero ade-
más tiene otros valores añadidos para los jóvenes, como son el ayudarles a
independizarse y madurar (16,3%), a convivir y relacionarse (8,2%) e incluso a to-
mar interés por el estudio y el aprendizaje (5,4%). Algunos no son capaces de con-
cretar la utilidad del Programa, pero sin embargo tienen la sensación de que les ha
servido para mucho (4,1%).

5% 4%
8% 5% Cómo buscar trabajo y conservarlo
2%
Ser independiente y madurar
16%
Convivir y relacionarme
Estudiar y aprender
Sirvió mucho
No sabe/no contesta
No asistía

60%

Gráfico II-35. Para qué me sirvió el Programa de empleo.

Las respuestas del cuestionario a jóvenes siguen la misma tónica que las refle-
jadas con anterioridad. A continuación se reproducen algunas de ellas.
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

Cuadro II-9. Lo que aprendí en el Programa de empleo

Así lo ven ellos/as


Lo que aprendí del Programa de empleo fue…

La educación, cuando entré en prisión, para usarla con los funcionarios.


Me han sido útiles muchas cosas, aprender bastante de la nueva vida que te espera.
Pensar a fondo lo que realmente quieres.
El que hay pocas oportunidades como aquí (en el Programa de empleo).
A perder la vergüenza y el miedo a las entrevista y a los empresarios.
A tener paciencia.
El compañerismo, el respeto, y la paciencia para que te pasaran el teléfono.
A saber las cosas que hace la gente normal.
No dar todo por perdido.
Cariño y comprensión con la gente, salir adelante.
Aguantar lo que te digan.
Que nunca estás solo.
Aprender a hacerte un hombrecito.
A no valorar a ninguna persona por su apariencia.

䉴 Cómo me sentía en el Programa de empleo

La inmensa mayoría de los jóvenes manifiesta sentirse a gusto o muy a gusto en


el Programa (96,4%), aunque un 3,6% se ha sentido a disgusto o muy a disgusto.
Más adelante veremos las razones de ambas afirmaciones. En cualquier caso, como

2% 1%

Muy agusto
A gusto
36% A disgusto
Muy a disgusto

61%

Gráfico II-36. En general, cómo me sentía en el Programa de empleo.


LA PERSPECTIVA DE LOS JÓVENES

vamos comprobando es notoria la buena valoración que los jóvenes tienen de su


paso por el Programa, tanto en cuanto a resultados obtenidos como a su percep-
ción subjetiva del paso por él.
En el cuestionario a jóvenes se incluyó una serie de preguntas que había que
valorar cuantitativamente (valores entre 0 y 10), sobre cómo se sintieron los jóve-
nes durante su estancia en el Programa de empleo. Las respuestas se recogen en la
tabla siguiente, e indican que:
— Los jóvenes se sintieron especialmente atendidos y apoyados (puntuaciones
de 9 y 8,6 sobre 10, con una baja desviación típica).
— Valoran de forma muy elevada y homogénea la cualificación de los edu-
cadores (8,97, ds 1,37), y en concreto consideran, de forma bastante uná-
nime, que la capacidad de los educadores para reaccionar ante imprevistos
es muy alta (8,14; ds 1,43). Hay que tener en cuenta que ésta es una de las
características más destacadas y a potenciar en la capacitación de los edu-
cadores, de acuerdo con los planteamientos del modelo de estrategias fle-
xibles.
— Aunque con un mayor grado de dispersión en las respuestas, dan una valo-
ración también alta al grado de exigencia en general (7,7; ds 2,12) y a la de-
manda de responsabilidad (8,03; ds 1,81) desde el Programa.

Tabla II-118. Cómo me sentía en el Programa de empleo


N Mínimo Máximo Media Desv. típ.

Me sentí atendido 30 4 10 9,00 1,661

Me sentí apoyado 30 3 10 8,63 1,810

Me exigían 30 3 10 7,70 2,120

Me pedían responsabilidad 30 3 10 8,03 1,829

Contaban conmigo 28 3 10 7,64 2,313

Sabían reaccionar ante imprevistos 28 5 10 8,14 1,433

Tenía apoyo de los compañeros 28 0 10 6,11 3,348

Calificación a los educadores 29 5 10 8,97 1,375

Calificación a los chavales 30 0 10 6,03 2,883

No válido (según lista) 26


EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

— Más baja, y también con respuestas más diversas, es la puntuación a la pre-


gunta de si contaban con ellos al tomar decisiones (7,6; ds 2,31).
— La relación con sus iguales es la que presenta valoraciones más bajas, aunque
en este caso la dispersión en las respuestas es muy grande. Así, la calificación
general de los jóvenes es de sólo un 6,03, con valores que van del 0 al 10 (ds
2,88), y la sensación de apoyo por parte de sus compañeros es también muy
baja: 6,11 puntos, con una dispersión aun mayor (ds 3,34). Esto indica cla-
ramente la existencia de situaciones muy contrapuestas, que oscilan de
muy buenas relaciones y apoyos por parte de los iguales a todo lo contrario,
relaciones conflictivas y ausencia de apoyo por parte de otros compañeros.

䉴 ¿Se puede mejorar el Programa de empleo? ¿Cómo?

Un porcentaje muy elevado de jóvenes (73,7%) opina que sí se puede mejorar


el Programa de empleo, frente a una cuarta parte aproximadamente (26,3%) que
piensa que no. Cuando se pregunta sobre cómo mejorar el Programa, las respuestas
hacen referencia a la necesidad de mejorar las instalaciones y los recursos materiales
(23,3%), junto a la importancia de mejorar la atención personal y/o la formación a
participantes (18,6%). La exigencia de un mayor control hacia los jóvenes que par-

Cuadro II-10. Cómo mejorar el Programa de empleo

Así lo ven ellos/as


Se puede mejorar…

Controlar las llamadas personales y que la gente no solo vaya a llamar a los colegas y a perder el tiempo.
Más ordenadores, más teléfonos, un sitio más bonito.
Que te formen en estudios para encauzarte hacia un trabajo mejor, ya que hay gente con mucho potencial.
Poniendo más medios y dándose más a conocer.
El Programa no lo conoce la gente, debería estar mejor publicitado.
Hacerlo más grande para atender a más jóvenes.
Por el tipo de chavales es complicado, cada uno es de su padre y de su madre.
Hacer un equipo de fútbol, organizar algo para después del centro.
Limitaría la entrada a la gente que no hace nada. Que estén un mes y, si no hacen nada, a la calle.
Ampliar conocimientos en la búsqueda de trabajo a otros puestos más cualificados.
Mejorar las instalaciones, los teléfonos, el baño, más intimidad.
Conocer más empresarios de empresas grandes para que contraten a los chavales y les tramiten el permiso.
Siempre se puede mejorar.
LA PERSPECTIVA DE LOS JÓVENES

ticipan en el Programa es otra de las propuestas más apoyadas por ellos mismos
(15,1%), junto a la de incrementar el contacto con empresas (7%). Un pequeño
grupo opina, por su parte, que todo está bien y que no hay nada que cambiar (7%).
También se plantean, aunque de forma más limitada, la posibilidad de ampliar
el número de plazas y de centros o zonas de atención, y la de mejorar la difusión
de lo que se está haciendo, de forma que otros jóvenes puedan acceder a este tipo
de recurso. Por último, un pequeño porcentaje de jóvenes es partidario de incluir
otro tipo de actividades.

Tabla II-119. Se puede mejorar el Programa de empleo

Porcentaje Porcentaje
Frecuencia Porcentaje
válido acumulado
Válidos Sí 56 64,4 73,7 73,7
No 20 23,0 26,3 100,0
Total 76 87,4 100,0
Ns/nc 11 12,6
Total 87 100,0

Tabla II-120. En qué mejorar el programa de empleo

Respuestas
J26 Porcentaje de casos
N.o Porcentaje
Mejorar el local, los recursos materiales 20 23,3 31,3
Ampliar plazas, zonas y/o tipo de población juvenil atendida 5 5,8 7,8
Mejorar atención personal y/o formación a participantes 16 18,6 25,0
Ampliar a mayores de edad 4 4,7 6,3
Nada, todo bien 6 7,0 9,4
Mayor control a los participantes 13 15,1 20,3
Incluir otras actividades 3 3,4 4,7
Más difusión 4 4,7 6,3
Siempre es mejorable 6 7,0 9,4
Más contacto con empresas 6 7,0 9,4
No sé 3 3,4 4,7
Total 86 100,0 134,4
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

䉴 ¿Es importante que existan recursos así para jóvenes como yo?
¿Y para menores de edad? ¿Por qué?

Salvo un caso en que el joven no responde, todos los jóvenes entrevistados piensan
que es importante que existan recursos como este Programa de empleo para jóvenes como ellos,
que ya son mayores de edad, algo que se planteaba también en algunas de las res-
puestas a la pregunta anterior, y que forma parte de las conclusiones de las princi-
pales investigaciones realizadas en este ámbito de intervención socioeducativa, tal
y como se refleja en el capítulo primero, relativo al estado de la cuestión.
Las razones por las que se considera importante este tipo de recursos son muy si-
milares a las que han supuesto aprendizajes y valoraciones positivas del Programa para
los mismos jóvenes: la percepción de que desde este tipo de recurso se aportan apo-
yos, orientaciones y ayudas adecuadas a la situación de los jóvenes a los que atiende
el Programa (50%), y la de la adecuada formación para el empleo (34%). Hay que
destacar, en estas respuestas y en otras a lo largo de la entrevista, cómo hay una es-
pecial valoración por parte de los jóvenes inmigrantes hacia el apoyo recibido en la
tramitación de sus documentos legales y las orientaciones recibidas en el proceso.

Cuadro II-11. Sitios así: ¿Por qué?

Así lo ven ellos/as


¿Por qué es importante que existan sitios así para jóvenes?
No todo el mundo da oportunidad a chicos como nosotros.
Tenemos dificultades y cuantas más ayudas mejor.
Estoy en la calle y nunca me han cerrado las puertas.
Hacen falta recursos, no cerrar posibilidades por la edad.
Ahora estoy notando que lo necesito.
No tenemos experiencia y necesitamos que nos ayuden.
Tengo amigos que no pueden asistir y lo tienen más difícil.
Muchas veces no se sabe donde recurrir.
Cuando eres joven no tienes apoyos.
Porque me sentó la cabeza, abrió mis ideas, me hizo pensar con la cabeza.
Hay muchos chicos que están perdidos, aunque el interés que ponga el chico es fundamental, que se
motive. Es muy importante el cariño que recibe el chico de los educadores.
Debería haber uno en cada barrio y ampliar la edad para poder ir.
Me marché de casa, no tenía dinero. Me dieron apoyo y confianza.
Te ayudan a centrarte y no ser un vago, a no ser lo peor.
Es lo más importante. De protección de menores es donde más se preocupan por ti.
Tiene una importancia vital.
LA PERSPECTIVA DE LOS JÓVENES

En el cuestionario se plantean estas mismas preguntas, con respuestas muy si-


milares. De nuevo el 99% de los encuestados piensa que este tipo de programas
son importantes después de la mayoría de edad.

1% Sí
Perdido

99%
Gráfico II-37. Es importante contar con recursos como el Programa de empleo.

Tabla II-121. Por qué es importante que existan sitios así para jóvenes
(mayores de 18 de años)

Respuestas
J27a Porcentaje de casos
N.o Porcentaje
Apoyo, orientación, ayuda necesaria 53 50,0 64,6
Ayuda legal, papeles 3 2,8 3,7
Formación para el empleo 36 34,0 43,9
Importante a cualquier edad 13 12,3 15,9
No sé 1 0,9 1,2
Total 106 100,0 129,3

Cuando la pregunta hace referencia a los menores de edad, de nuevo la inmensa mayo-
ría (96,5%) apoya la necesidad de este tipo de recursos; solo para tres de los ochenta y
siete jóvenes entrevistados no es importante la existencia de este tipo de programas
cuando van dirigidos a menores de edad. Las razones aportadas son muy similares,
al igual que las frecuencias de las contestaciones, aunque se hace un mayor énfasis
en la formación para el empleo que en el apoyo y la orientación personal.
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

Tabla II-122. Es importante que existan sitios así para menores


Porcentaje Porcentaje
Frecuencia Porcentaje
válido acumulado
Sí 82 94,3 96,5 96,5
Válidos No 3 3,4 3,5 100,0
Total 85 97,7 100,0
Ns/nc 2 2,3
Total 87 100,0

12%
Apoyo, orientación, ayuda necesaria
1% Ayuda legal, papeles
Formación para el empleo
No se
Importante a cualquier edad

50%

34%

3%
Gráfico II-38. Por qué es importante un recurso así para menores.

䉴 ¿Mantienes relación actualmente con alguien a quien conocieras


en el Programa de empleo? ¿Con quién?

En el cuestionario a jóvenes se incluyen estas dos preguntas, que nos facilitan


información sobre los efectos, a medio y largo plazo, de las actuaciones educativas
realizadas, y sobre la persistencia de los lazos afectivos creados. Así, el 65,5% de los
jóvenes que contestaron al cuestionario responden que sí mantienen aún relación
con personas relacionadas con el Programa, tanto con educadores/as (47,8%)
como con los compañeros (52,2%), que en algún caso se han convertido en ami-
gos, novios/as o compañeros de trabajo.
LA PERSPECTIVA DE LOS JÓVENES

Si
No
34%

66%

Gráfico II-39. Mantengo relación aún con alguien del Programa de empleo.

Tabla II-123. Con quién me relaciono del Programa

Respuestas
CJ25 Porcentaje de casos
N.o Porcentaje
Educadores/as 11 47,8 55,0
Compañeros/as 12 52,2 60,0
Total 23 100,0% 115,0

䉴 Otra formación después del Programa de empleo

En el cuestionario se pregunta sobre qué otras experiencias formativas han te-


nido los jóvenes después de dejar el Programa de empleo. Un 37% se ha seguido
formando, aunque de forma muy limitada, como reflejan las tablas adjuntas.

Tabla II-124. He recibido formación después de participar en el Programa de empleo

Porcentaje Porcentaje
Frecuencia Porcentaje
válido acumulado
No 17 53,1 63,0 63,0
Válidos Sí 10 31,3 37,0 100,0
Total 27 84,4 100,0
Ns/nc 5 15,6
Total 32 100,0
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

Tabla II-125. Tipo y tiempo de formación


(* sin cuantificar)
Tiempo de formación
Tipo de formación
(en meses)
Electricidad *
Lengua española 17
Informática *
Vigilante *
Como ayudante de cocina 24
Graduado escolar *
Curso de electricidad de baja tensión *
Estudios para la universidad *
Curso de pescadería *
Charcutero *
Telecomunicaciones 12
Carpintería 17
Carné conducir *
Graduado en secundaria 24
Técnico de alturas 12

7.4. PERCEPCIÓN SOBRE EL SISTEMA DE PROTECCIÓN


DE MENORES

䉴 Lo que recuerdo sobre el sistema de protección de menores

Un grupo amplio de jóvenes (31,9%) tiene un buen recuerdo de su paso por el


sistema de protección de menores, en su inmensa mayoría relacionado con los
centros de menores. El recuerdo positivo acerca de los educadores y de los centros
es mencionado también por una parte de los jóvenes (16%).
Esta percepción positiva se ve matizada sin embargo por el recuerdo negativo
(20,2%) o ambivalente (10,9%) de muchos jóvenes acera de su estancia en estos
dispositivos. Una estancia que, hay que recordarlo, dura años (el intervalo más fre-
cuente entre la población investigada es el que va de los dos a los cuatro años de
LA PERSPECTIVA DE LOS JÓVENES

internamiento en centros de menores) y que por lo tanto es decisiva para el futu-


ro de los adolescentes y jóvenes que pasan por él.
De nuevo la ambivalencia surge al ser mencionados dos nuevos elementos: la
percepción de control (3,4%) y de descontrol (8,4%) en las instituciones. Los re-
cuerdos y valoraciones en torno al tema del «control» son recurrentes, como he-
mos podido apreciar en su respuesta a otras preguntas de la entrevista, para estos
adolescentes que han transitado ya a la vida adulta hace un tiempo.

20% 5%
Esta bien, a gusto
4%
Buenos educadores, buenos centros
Aspectos buenos y malos
9% Sensación de control
Descontrol
Mal, experiencia negativa
3% 32%
Rutina, aporta servicios básicos
No sé

11%

16%

Gráfico II-40. Recuerdos de protección de menores.

䉴 Lo que más y/o menos me gustó del sistema de protección de menores

Los aspectos que los jóvenes valoran más de su estancia en protección de menores son el
ambiente existente, las buenas relaciones con sus compañeros (31,4%), el apoyo y
el buen trato recibidos (13,6%), junto a su relación con los educadores/as de los
centros (28%). Los recursos con que cuentan estos dispositivos, las infraestructuras
y espacios disponibles, son también valorados positivamente (16,1%). Un 8,5% es
sin embargo incapaz de encontrar un solo aspecto que le haya resultado positivo,
que le haya gustado a lo largo de su estancia en centros de protección, lo que hace
pensar en un rechazo fuerte y mantenido hacia este tipo de instituciones.
Como en un espejo, al preguntar por lo que menos gustó al joven durante su
estancia en el sistema de protección, los compañeros y la convivencia (16,5%) y la
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

relación con educadores/as (16,5%) son, tras la vivencia de una restrictiva y exce-
siva normatividad (25,7%), los elementos más relevantes de sus respuestas.
De nuevo en otra de las respuestas aparece el marcado rechazo de algunos jó-
venes a estas instituciones, cuando afirman que nada les gustaba, ni el lugar, ni es-
tar en él… (14,7%). Frente a ellos, un 8,3% de los jóvenes opina lo contrario, y no
encuentra aspectos negativos de su estancia en centros de menores. Los horarios
aparecen, de forma repetida (11,9%), como elemento poco apreciado por los jó-
venes durante su estancia, unido de forma clara a su percepción de una normati-
vidad excesiva y la restricción a su libertad de movimientos.

Tabla II-126. Lo que más me gustó de protección de menores


Respuestas
Porcentaje de casos
N. o
Porcentaje
El ambiente, compañerismo y respeto 37 31,4 43,5
Los/as educadores/as 33 28,0 38,8
El apoyo personal, el buen trato, el interés por mí 16 13,6 18,8
Los recursos, el espacio 19 16,0 22,4
Nada 10 8,5 11,8
No sé 3 2,5 3,5
Total 118 100,0 138,8

Tabla II-127. Lo que menos me gustó de protección de menores

Respuestas
Porcentaje de casos
N.o Porcentaje
Nada, me gustó todo 9 8,3 10,7
Los horarios 13 11,9 15,5
El poco control, el desinterés 7 6,4 8,3
Los/as educadores/as, la relación con ellos/as 18 16,5 21,4
Los/as compañeros/as y convivencia 18 16,5 21,4
Las normas y restricciones 28 25,7 33,3
Estar ahí, el lugar, todo 16 14,7 19,0
Total 109 100,0 129,8
LA PERSPECTIVA DE LOS JÓVENES

Cuadro II-12. Protección de menores

Así lo ven ellos/as


El Sistema de Protección de Menores, en positivo…
Me sentía en casa.
Estuve diez años y fue todo bueno.
Cuando llegue me daba susto, no conocía a nadie.
Al principio fue duro pero después fácil.
Muy complicado. Lo hacen bien pero no todos se lo toman en serio y nosotros estamos en una mala
época.
Lo pasé como un rey; encuentras todo hecho, comida, etc.
Era genial.
Los mejores años de mi vida; lo pasé muy bien. Ahora voy a visitarles.
Encantada. Mis amigos son de allí, es mi segunda casa.
Al principio aprendes mucho, por la cultura, el idioma. Es bonito porque es como una aventura.
Daban muy buen trato.
Gran ayuda. Salí de casa mal por problemas y denuncia a mi padre. Me sentí protegido en el sistema
de protección.
Estaba con alguno de mis hermanos; te das cuenta de que no eres el único que está en esa situación:
me gustaron mucho los educadores, con los que tengo contacto todavía.

Aunque también…
Era lo peor.
Estuve cinco años en protección; fue una experiencia bastante traumática, con intención de olvidarla;
nunca me he juntado con la gente de ahí, porque no tenían nada que ofrecerme a nivel personal.
Hacia lo que me daba la gana.
No me gustó la política que tienen con los chicos, no me gusta como guían a los chicos, el trato es
muy frío.
No se estaba mal, pero yo quería estar con mi familia.
Tenía un miedo que te cagas al entrar.
Me querían mandar a Marruecos.
Injusticias, manipular tu vida, te dan la patada cuando quieren.
En algunos muy mal. No saben educar y no me han ayudado en nada; la educación es mucho más
importante que el techo y la comida. Muy mal porque me castigaban sin comer y quedándome en la
calle.
Todo era una mierda, salvo algunas monitoras; estaba acostumbrado a otro tipo de vida.
Descontrol de educadores, están 8 horas y se van, pasan de ti
Choriceo entre compis
Cuando eres mayor, te cambian de sitio y terminas harta de tanto cambio.
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

䉴 Lo que aprendí en el sistema de protección de menores

Cuando se pregunta a los jóvenes sobre los aprendizajes obtenidos durante su


estancia en protección de menores, la mayoría opina que le sirvió para madurar y
para avanzar hacia la autonomía y la independencia (38,2%), y para aprender a convi-
vir y a relacionarse (25,2%). Poder estudiar y aprender (6,9%) es otro de los be-
neficios obtenidos, junto a la entrada en el mundo del trabajo (6,1%).
Un pequeño grupo afirma que le sirvió mucho, sin ser capaz de concretar para
que (8,4%), mientras que otro grupo plantea que no le sirvió para nada (6,1%) o
incluso que le resulto perjudicial (4,6%).

5% 6%
5%
Cómo buscar trabajo y conservarlo
6% Ser independiente y madurar
Convivir y relacionarme
Estudiar y aprender
Sirvió mucho
8%
No sirvió, nada especial
38%
No sabe/no contesta
Fue perjudicial
7%

25%

Gráfico II-41. Lo que aprendí en protección de menores.

䉴 He mantenido el contacto con las personas que conocí en el sistema


de protección de menores

Un alto porcentaje de los jóvenes entrevistados (82,4%) ha continuado manteniendo con-


tacto con las personas que conoció durante los años de estancia en el sistema de protección, in-
distintamente con educadores y compañeros de los centros (41%), solo con edu-
cadores (34%) o solo con antiguos compañeros (24%).
LA PERSPECTIVA DE LOS JÓVENES

Sólo un 17,6% se ha distanciado de las personas que conoció en esa etapa de su


vida, lo que nos viene a señalar la importancia de la experiencia vivida y su inci-
dencia aún después de que haya pasado un tiempo (en algunos casos varios años)
en la vida cotidiana de los jóvenes que pasaron por el dispositivo de protección.
Máxime cuando un 60,5% de quienes mantienen estas relaciones lo hacen de for-
ma habitual, por amistad y afecto (42,1%) o para hacer cosas juntos (18,4%). Un
28,9% afirma verse solo de vez en cuando, mientras que un 10,5% de los jóvenes
afirma mantener poca relación.

Tabla II-128. He tenido contacto con alguien de protección de menores


Porcentaje Porcentaje
Frecuencia Porcentaje
válido acumulado

Sí 70 80,5 82,4 82,4

Válidos No 15 17,2 17,6 100,0

Total 85 97,7 100,0

Ns/nc 2 2,3

Total 87 100,0

Con todos: educadores/as y menores


24%
Con nadie
Con educadores/as, director/a
Con amigos/as, compañeros/as

41%

34% 1%

Gráfico II-42. He mantenido contacto con personas de protección de menores


(cuestionario).
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

18%
Por afecto y amistad
De vez en cuando nos vemos
Hay poca relación
Hacemos cosas juntos

11%
42%

29%

Gráfico II-43. Motivos por los que he mantenido contacto con personas
de protección de menores.

Cuadro II-13. Con la gente de protección de menores

Así lo ven ellos/as


Por qué/para qué sigue viendo a la gente que conoció en Protección…
Vamos a ir a la tele, compañeros y educadores, a denunciar que no se lleven chavales a su país.
Todos somos amigos.
Mi hermana pequeña sigue viviendo allí y la visito en el centro.
Mi compañero de piso estuvo en el centro.
Para salir de fiesta.
Porque les quiero.
Quedamos para jugar al futbol.
Nos vemos en cumpleaños, invitaciones,…
Me los encuentro por la calle.

䉴 Estaba a gusto en protección de menores

En términos generales, una gran mayoría de los jóvenes se encontró a gusto en los cen-
tros de menores (73,2%), pero es destacable en cualquier caso el número de ellos/ellas
que estuvo a disgusto o muy a disgusto (25,6%) y que supone una cuarta parte de
los entrevistados. Esto nos debe hacer reflexionar sobre dos cuestiones al menos. Por
una parte la necesidad imperiosa de reducir al mínimo estas percepciones negativas,
y conseguir que una inmensa mayoría de los jóvenes que fueron institucionalizados
en el sistema de protección lo vivan como algo positivo, constructivo para sus vidas
y su futuro. Por otra parte, hemos de tener en cuenta la dificultad que entraña el
LA PERSPECTIVA DE LOS JÓVENES

trabajo con adolescentes en el marco de los centros de menores, por su trayectoria


específica en el ámbito de protección, sus complejas historias familiares y de vida en
general, los factores de riesgo a que se ven abocados de forma intensa, así como las
especiales características evolutivas de una etapa vital —la adolescencia— de una
gran vulnerabilidad. Estos y otros elementos harán que la valoración de los jóvenes
difícilmente llegue a ser satisfactoria al cien por cien, como puede llegar a serlo en
otro tipo de actividades y recursos —como por ejemplo, el Programa de empleo
aquí estudiado— que afectan de forma menos intensa y connotativa, menos inte-
gralmente a la vida cotidiana de estos jóvenes.

50 47,6

40

30
Porcentaje

25,6

20
14,6
11
10

1,2
0
Muy a gusto A gusto A disgusto Muy a disgusto A veces a gusto,
a veces a disgusto
Gráfico II-44. Percepción de la estancia en protección de menores.

60,71%
60

40 35,71%
Porcentaje

20

2,38% 1,19%
0
Muy a gusto A gusto A disgusto Muy a disgusto
Gráfico II-45. Percepción de la estancia en el Programa de empleo.
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

䉴 Estaba mejor antes (en protección) o ahora (vida autónoma)

Otra interesante pregunta hace referencia a su percepción acerca del pasado en


protección y de su situación actual, viviendo autónomamente. La respuesta es muy
clara, y aunque hay un 18% que se encontraba mejor cuando dependía del sistema
de protección, un 82% manifiesta encontrarse mejor en su situación actual.
Al preguntar por las razones de que esto sea así, la gran mayoría (69,7%)
—coincidente con los que manifestaron que se encuentran mejor viviendo autó-
nomamente— opina que ahora es más responsable e independiente, lo que mues-
tra el buen funcionamiento de las instituciones en este sentido, planificadas para
obtener este tipo de resultado, mejorando ostensiblemente la situación de una po-
blación en grave riesgo de marginación e inadaptación social.
Sin embargo, algunos grupos de jóvenes parecen no tenerlo tan claro como
cuando la pregunta era dicotómica. Por una parte hay quienes plantean que a ve-
ces estaban y/o están mejor, otras peor (7,1%), o quienes afirman que nada ha
cambiado sustancialmente (3%). Y a ellos se añaden quienes argumentan que antes
estaban mejor porque recibían apoyo (6,1%) o porque lo tenían todo hecho
(14,1%). En el fondo, pues, hemos de referirnos aquí de nuevo al debate entre de-
pendencia/independencia y las posibilidades, capacidades y formas más eficaces de
pasar de la una a la otra, especialmente cuando nos referimos a jóvenes con espe-
ciales dificultades sociales y a su relación con los sistemas establecidos para prote-
gerles y ayudarles a transitar a la vida adulta.

100

82,1%
80

60
Porcentaje

40

20 17,9%

0
Antes Ahora
Gráfico II-46. Estaba mejor antes o ahora.
LA PERSPECTIVA DE LOS JÓVENES

Tabla II-129. Por qué estoy mejor ahora/Estaba mejor antes

Respuestas
Porcentaje de casos
N.o Porcentaje

Soy más responsable e independiente 69 69,7 87,3

Igual que antes 3 3,0 3,8

A veces mejor, a veces peor 7 7,1 8,9

Antes mejor: tenía todo hecho 14 14,1 17,7

Antes mejor: me ayudaban 6 6,1 7,6

Total 99 100,0 125,3

Cuadro II-14. ¿Mejor antes o ahora?

Así lo ven ellos/as


Estoy mejor ahora porque…
Soy dueño de mi propia nariz , construyo mi propia vida.
Antes veías el mundo pequeño y ahora ves que es muy grande.
Ya soy independiente; antes tenías todo cubierto, pero ahora tengo libertad. Antes aprendías lo que te
enseñaban, y ahora cometo errores y aprendo yo. Yo elijo.
Porque voy a mi bola, tengo más autonomía.
Gano mi dinero, no delinco, me valgo por mí mismo.
No dependo de nadie.
No tomo drogas, me pienso más robar a la gente, me pienso más las cosas antes de hacerlas.
Ahora soy independiente.
Soy más responsable.
Tengo más independencia pero también más responsabilidades.
Me siento orgulloso.
Ahora vuelas solo, tienes alas; antes no sabía moverme por Madrid, ahora tengo más ventajas. Estoy
más suelto y me encuentro más seguro.
Estaba mejor antes, en protección de menores porque…
Mal por las normas, pero recibía cariño, no preocupaciones por las facturas.
Me encontraba con gente en la misma situación; me entendían.
Me ayudaban, era más fácil.
Era todo más bonito… el instituto, ir con al gente. Ahora tengo más responsabilidades
Tenía todo hecho.
Te hacen todo y te cubren todo.
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

7.5. PERCEPCIÓN SOBRE SU SITUACIÓN ACTUAL

䉴 ¿Qué fue lo más duro al independizarte?

En el cuestionario a jóvenes se plantea una pregunta que puede darnos muchas


pistas sobre las prioridades en la intervención socioeducativa con estos jóvenes. La
pregunta: ¿qué ha sido lo más duro para ti cuando has comenzado a vivir tu pro-
pia vida después de salir del centro de menores y de dejar el Programa de empleo?
Las respuestas apuntan claramente al sentimiento —y a la cruda realidad— de vivir y sa-
lir adelante en soledad (34,4% de las respuestas); sumando la falta de apoyos externos
a esa responsabilidad de tener que «salir adelante solo/a», nos encontramos con la
realidad de cerca de la mitad de estos jóvenes. La inestabilidad laboral y los pro-
blemas con la vivienda completan un panorama poco deseable, y apuntan de
nuevo a la necesidad de recursos que mantengan los logros obtenidos con los pro-
gramas sociolaborales, que ofrezcan soporte desde las instituciones y ayuden a los
jóvenes a efectuar el tránsito a la vida adulta más allá de los dieciocho años, edad a
la que muchos de ellos quedan en esta situación.

Tabla II-130. Lo más duro al independizarme

Frecuencia Porcentaje

Salir adelante solo/a 11 34,4

La inestabilidad laboral 7 21,9

No tener apoyos 4 12,5

La inestabilidad de la vivienda 3 9,4

Nada 3 9,4

Ns/nc 4 12,4

Total 32 100,0
LA PERSPECTIVA DE LOS JÓVENES

Cuadro II-15. Lo más duro al independizarme

Así lo ven ellos/as


Lo más duro al independizarme fue…
No ver un plato de comida cuando llego a casa.
Entrar en prisión y que mi familia se olvidara de mi.
Trabajo y comida, dinero que no tenía.
Verme un poquito solo y salir adelante por mi mismo.
Que era muy inmaduro y me costaba estar solo sin ser vigilado.
La convivencia sola, ya que no he contado con nadie para salir adelante… gracias que ahora tengo mi
familia.
Lo difícil que es la puta realidad.
La responsabilidad de los gastos y no los caprichos.
El poder sentirme seguro de mi mismo y el saber valorar mi vida y el administrarme

䉴 ¿Qué fue lo mejor al independizarte?

Esta pregunta complementa la anterior, y busca los aspectos positivos del largo
tránsito a una vida independiente por parte de estos jóvenes. A la pregunta ¿qué ha
sido lo mejor para ti cuando has comenzado a vivir tu propia vida después de salir del centro
de menores y de dejar el Programa de empleo?, los jóvenes no dudan en contestar de
forma mayoritaria que lo mejor es ser autónomo, independiente, sentirse libre para
tomar sus propias decisiones (69%).

7% 4%
3% Ser autónomo/la libertad
14% 3%
Estar en familia
Valorar los cambios
Trabajar/ganar un sueldo
No sé
Nada

69%
Gráfico II-47. Lo mejor al independizarse.
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

En segundo lugar mencionan estar en familia, vivir con la familia de origen o


con la que ellos han constituido (14%). Un tercer grupo de respuestas, muy rela-
cionados con el primero, hace referencia a la capacidad recién adquirida para va-
lorar los cambios en su vida, para ser capaz de adaptarse a ellos o incluso de
transformar su propia realidad (6,9%).

Cuadro II-16. Lo mejor al independizarme

Así lo ven ellos/as

Lo mejor al independizarme fue…


Lo mejor vivir mi propia vida.
Me gusta mucho este rollo, no lo cambiaría por nada en el mundo.
Saber lo que es ser independiente y saber convivir con otras personas de otras culturas y religiones.
Ir aprendiendo poco a poco a ser responsable.
Que empecé a valorar cosas que me daban en el centro.
Darme cuenta de que el camino que iba a coger era el equivocado.
Que nadie me dijera lo que debía hacer y cometer mis propios errores.
Poder ser autosuficiente y saber valorar lo que me han ayudado; yo siempre pensaba que todo el mun-
do iba en contra de mi.
Lo mejor ha sido estar con mis padres y haber conocido a mi novio.
Tener a mi niño con la mujer más bonita del mundo.

䉴 Considero que la vida ahora me va

Aproximadamente las tres cuartas partes de los jóvenes entrevistados (73%)


considera que la vida les va bien o muy bien; un 23% que les va regular y solo un
4% que les va mal, lo que muestra una elevada satisfacción con el funcionamien-
to de su vida para este grupo de población. Teniendo en cuenta que el grado de
satisfacción existencial de los jóvenes españoles se sitúa en torno al 85% (ver gráfi-
co II-49), y el cúmulo de problemas y dificultades añadidas a que debe enfrentarse
la población de jóvenes con la que trabajamos, este porcentaje parece más que es-
peranzador.
LA PERSPECTIVA DE LOS JÓVENES

4%
20%
Muy bien
Bien
23%
Regular
Mal

53%
Gráfico II-48. La vida me va....

18
35,4
35

89
69
49,6
46

Están muy y bastante Se consideran Se consideran Se sienten


contentos con la vida felices muy y bastante muy y bastante
que llevan felices felices

Año 1991 Año 1995 Año 1998 Año 2003


(N: 1210) (N: 1878) (N: 1210) (N: 403)

Muy Bastante

Gráfico II-49. Satisfacción existencial de los jóvenes españoles.


EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

El trabajo estable, sentirse independientes, los amigos y las relaciones de pare-


ja, las relaciones familiares, tener casa y coche… son algunos de las principales ra-
zones por las que los jóvenes en dificultad social consideran que la vida les va bien.
Motivos similares a los del resto de los jóvenes españoles, aunque con algunas di-
ferencias interesantes y muy significativas. Si contrastamos las Tablas II-131
y II-132, podemos apreciar cómo a los jóvenes en dificultad social:
— Les preocupa mucho más todo lo relacionado con el mundo del trabajo y
la ocupación profesional, en una proporción notable: un 34,1% de los jó-
venes en dificultad lo sitúa como principal preocupación, mientras que solo
ocurre esto con el 9% de la población juvenil española. Las razones son ob-
vias, y se han ido desgranando a lo largo de esta investigación; hemos de
tener en cuenta su forzado y temprano tránsito a la vida adulta, la ausencia
de apoyos externos y red social, la incertidumbre de su futuro si no acce-
den de forma estable a recursos económicos propios…
— Están muy mediatizados (en positivo, y en negativo) por su situación per-
sonal (28,5% de las respuestas ofrecidas), y especialmente por su capacidad
para mantener una vida independiente, por su estabilidad emocional, por el
logro o no de ese tránsito a la vida adulta que para el resto de los jóvenes
de nuestra sociedad no constituye una preocupación especial, aunque si
importante (15% de los casos).
— Aunque preocupados por las relaciones personales (familiares, de amistad,
de pareja,…), no lo están tanto como la media de los jóvenes españoles.
Mientras para éstos las relaciones personales suponen la primera preocupa-
ción (44%), para los jóvenes en dificultad ocupan un tercer lugar, después
del trabajo y su propia estabilidad personal (17,1%, sumando relaciones fa-
miliares y relaciones con amigos y pareja).
— La preocupación por la situación económica y los bienes materiales es
mencionada de forma prioritaria por el 19,5% de los jóvenes en dificultad,
mientras que solo supone una preocupación importante para el 5% de la
población juvenil. Aquí hay que destacar el enorme valor que, entre los
bienes materiales, ofrecen los jóvenes en dificultad social a la posesión de
una vivienda (10,6%), tan básica para ellos casi como lo es el acceso al tra-
bajo o la estabilidad personal.
— Las diversiones y los viajes también marcan una clara diferencia, siendo im-
portantes solo para uno de los jóvenes entrevistados (0,8%), mientras que lo
son para el 8% de la población juvenil.
LA PERSPECTIVA DE LOS JÓVENES

Queda así claramente indicado cómo la postura ante elementos vitales es muy
diferente en función del grupo de población juvenil a que nos refiramos, y lo se-
rán también sus expectativas, sus necesidades, sus proyectos de futuro… Las claves
para interpretar la realidad y para establecer nuestras actuaciones educativas han de
ser, de acuerdo con esta valoración, muy diferentes.

Tabla II-131. Por qué la vida me va…

Respuestas
J35 Porcentaje de casos
N.o Porcentaje
Relaciones familiares 12 9,8 14,8
Relaciones con amigos-pareja 9 7,3 11,1
Bienes materiales-situación económica 11 8,9 13,6
Ocupación profesional-estudios 42 34,1 51,9
Diversión, viajes 1 0,8 1,2
Situación personal 35 28,5 43,2
Casa 13 10,6 16,0
Total 123 100,0 151,9

Tabla II-132. Las causas de la felicidad juvenil. Evolución en los últimos 15 años

Las causas de la felicidad juvenil. Evolución en los últimos 15 años


1991 2000 2004
Relaciones personales 39 40 44
Estado personal (salud, independencia personal, estado de
31 19 15
ánimo, autoimagen, aceptación)
Ocupación profesional (estudiar/trabajo) 15 7 9
Diversión, viajes 9 10 8
Bienes materiales 3 5 5
Asuntos colectivos 2 1 —
Todo — 15 15
Nada — 2 1
Otros — — 3
Fuente: 1991: I.J.M.M.S. 91 (N= 1216). 2000: INJUVE, Informe Juventud en España. 2000 (N:6492). 2004: INJUVE, Informe Juventud
en España. 2004 (N: 5014).
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

Cuadro II-17. Por qué la vida me va…

Así lo ven ellos/as

Considero que la vida me va bien porque…


Vivo con mi novia, he cumplido con mis objetivos.
Ahora soy independiente.
Excelente, tengo trabajo de 8 horas, los fines de semana libre y no pertenezco al club de los mil euros.
Tengo una vida más o menos hecha.
Tengo coche, me estoy sacando el carné de conducir, tengo novio y trabajo.
Soy autosuficiente como para seguir con mi vida sin necesidad de la familia.
Tengo casa y trabajo; tengo el control de todo.
Me llega para comer, para el piso, no me falta para nada.
Vivo con mi madre; era un sueño vivir con mi familia, tener trabajo para ayudar a mi madre y a mi her-
mano.
Tengo trabajo, va bien en casa, tengo coche y lo más importante, puedo jugar al fútbol.
La situación ha ido mejorando, ya tengo permiso de trabajo.
Soy independiente.

Considero que la vida me va regular, o mal porque…


Bien y regular; la moral hay veces que está baja por el trabajo.
Estoy en la calle; mis padres alcohólicos.
Me falta casa, no tengo nada estable.
No tengo trabajo, quiero independencia de mi familia y no me llevo muy bien con ellos.
No tengo ayuda de nadie, tengo que buscar trabajo.
Me resulta duro hacer cositas; me cuesta relacionarme con la gente porque viendo como reacciona la
gente, ya no me implico tanto.
Matamos el tiempo, el tiempo nos mata.

Por último, respecto a este ítem, en el cuestionario cumplimentado por los jó-
venes los resultados obtenidos sobre las valoraciones que éstos dan a su vida, des-
de que abandonaron el Programa de empleo, son los reflejados en el gráfico II-50.
La calificación media otorgada a esa época de su vida por los jóvenes es de un 6,5,
una calificación no demasiado alta. Entre un 7 y un 10 (calificaciones que pueden
considerarse como buenas y muy buenas), se encuentran el 53,8% de los casos.
Por otra parte, «suspenden» en esta valoración general sobre esta época de su vida
el 11,5% de los jóvenes (puntuaciones inferiores a 5). Las calificaciones más fre-
cuentes son el 7, el 8 y el 5, y en general se aprecia una tendencia a valorar de
LA PERSPECTIVA DE LOS JÓVENES

forma mesurada, equilibrada, y como algo aceptable pero ni negativo ni excesi-


vamente positivo, ese periodo de tránsito a la vida adulta que, hay que tenerlo en
cuenta, para muchos de estos jóvenes aún no ha terminado, cuando no acaba de
comenzar.

20 19,2 19,2

15,4
15

11,5
Porcentaje

10
7,7

5 3,8 3,8 3,8 3,8 3,8 3,8 3,8

0
0 1,5 4 5 5,2 6 6,25 7 8 8,5 9 10

Gráfico II-50. Nota que le pondrías a esta época de tu vida (nota media).

䉴 Creo que tendría que cambiar algo

Una gran mayoría de los jóvenes entrevistados (83,7%) opina que algo tiene
que cambiar en sus vidas, y se refieren en este sentido prioritariamente a una ma-
yor estabilidad laboral y económica (legal, en el caso de los inmigrantes) el 34,3%
de ellos; el tema de la vivienda es su segunda preocupación (18,9%), seguido del
interés por mejorar personalmente, madurar y alcanzar un mayor equilibrio
(16,7%). En definitiva, y como comentábamos en el apartado anterior, se trata de
cambios en los tres pilares básicos de sus vidas: trabajo, vivienda y estabilidad
personal. Formar una familia (7,8%), mejorar las relaciones en el seno de la propia
familia (3,3%) o estudiar (5,6%) son otras de sus preocupaciones.
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

Tabla II-133. Creo que tendría que cambiar algo

Porcentaje Porcentaje
Frecuencia Porcentaje
válido acumulado
Sí 72 82,8 83,7 83,7
Válidos No 14 16,1 16,3 100,0
Total 86 98,9 100,0
Ns/nc 1 1,1
Total 87 100,0

Tabla II-134. Qué tendría que cambiar

Respuestas
Porcentaje de casos
N.o Porcentaje
Estabilidad/mejora laboral, económica y/o legal 31 34,4 41,9
Mi vida entera 7 7,8 9,5
Madurar, ser más responsable, tener estabilidad 8 8,9 10,8
Estudiar 5 5,6 6,8
Formar una familia 7 7,8 9,5
Estoy bien así 2 2,2 2,7
Mejoras en la vivienda 17 18,9 23,0
Más libertad, más autonomía 2 2,2 2,7
Mejor trato en la familia 3 3,3 4,1
Más suerte 3 3,3 4,1
No sé 5 5,6 6,8
Total 90 100,0 121,6

䉴 Yo tendría que cambiar

Cuestionados directamente sobre su evolución personal, y sobre la necesidad o


no de un cambio en su comportamiento, el 66,7% lo ve conveniente, mientras
que un tercio de ellos se encuentra satisfecho consigo mismo (33,3%). Este cambio
se habría de centrar en aspectos madurativos, de responsabilidad y equilibrio per-
LA PERSPECTIVA DE LOS JÓVENES

sonal (52,1% de las respuestas) y en una mejora en aspectos económicos y labora-


les (9,9%). Un porcentaje importante opina que está bien así (11,3%) o que los
cambios se producen por sí mismos, y que siempre se puede mejorar (7%).

Tabla II-135. Yo tendría que cambiar

Porcentaje Porcentaje
Frecuencia Porcentaje
válido acumulado
Sí 56 64,4 66,7 66,7
Válidos No 28 32,2 33,3 100,0
Total 84 96,6 100,0
Ns/nc Sistema 3 3,4
Total 87 100,0

3% 1% 6%
7%

3%
1% Madurar, ser más responsable, cambiar/mejorar en lo personal
3% Estabilidad/mejora laboral, económica y/o legal
Estudiar
No, estoy bien así
11% Formar una familia
Más libertad, más autonomía
Ya he cambiado
3% Siempre se cambia, siempre se puede mejorar
Hacer deporte, mejorar fisicamente
10% 52% No sé

Gráfico II-51. En qué tendría que cambiar yo.

䉴 Un ejercicio de imaginación…

En el cuestionario a jóvenes se les propuso a éstos hacer un ejercicio de imagi-


nación, sugiriéndoles que respondieran a la siguiente pregunta: «Por favor, escribe en
unas pocas líneas qué piensas que estarás haciendo dentro de dos años: viviré en…,
viviré con…, trabajaré en…, estaré haciendo cosas que me interesan como…».
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

Las respuestas son difícilmente estandarizables, y sin duda hay que verlas glo-
balmente para hacerse una idea de lo que suponen; para ello se reproducen íntegras
en el Anexo 2, Tabla AX-15. En términos generales vivir en Madrid, y con la fa-
milia que uno mismo ha creado, son dos de las expectativas más claras, además de
la incertidumbre cuando se pregunta que será de ti en el futuro: «no sé», es la res-
puesta más frecuente.
CAPÍTULO 8
LA PERSPECTIVA DE LOS PROFESIONALES

En este apartado vamos a abordar la perspectiva de los profesionales sobre el


tránsito a la vida adulta de los adolescentes y jóvenes en dificultad social. En primer
lugar describiremos las características de los equipos técnicos de los programas de
empleo que trabajan con esta población, para pasar a continuación a reflejar los re-
sultados del cuestionario completado por los profesionales de la muestra seleccio-
nada al efecto1.

8.1. LOS EQUIPOS TÉCNICOS DE LOS PROGRAMAS DE EMPLEO

A continuación se describe y analiza el perfil profesional de los educadores y


técnicos que trabajan en los programas de empleo estudiados, de forma previa al
análisis de su perspectiva teórica y sus aportaciones sobre la metodología de traba-
jo con adolescentes y jóvenes en dificultad social.
La edad media de los profesionales que trabajan en el Programa de empleo es de 33 años,
con una edad mínima de 27 años y máxima de 52, y una moda —edad más repre-
sentada— de 36 años. La desviación típica es muy elevada: sd = 6,42. En cuanto al
género, las mujeres son mayoría (53,8%), aunque en una pequeña proporción en
relación a los hombres (46,2%).
En cuanto a la formación inicial de los profesionales de los programas de empleo,
encontramos una clara mayoría de psicólogos (28,8%), seguidos de educadores so-
ciales y sociólogos (11,5%) y de trabajadores sociales (7,7%). Otro grupo de pro-
fesionales se ha formado en el ámbito educativo (pedagogos, maestros, psicopeda-
gogos, educadores infantiles) y social (integradores, trabajadores sociales), existiendo
también un grupo amplio de abogados (7,7%). Aunque la diversidad de profesiones es
manifiesta, no los son tanto los ámbitos de procedencia más generales, que son la psicología,
la educación, la sociología o el derecho.

1
Ver Parte I, Apartado 3.3.
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

15

12,9

12

9,7 9,7 9,7 9,7


9
Porcentaje

6,5 6,5 6,5 6,5


6

3,2 3,2 3,2 3,2 3,2 3,2 3,2


3

0
27 28 29 30 31 32 33 34 35 36 37 38 41 44 46 52
Gráfico II-52. Edades de los profesionales.

54% Hombre
Mujer

46%

Gráfico II-53. Género.

Tabla II-141. Edad

Edad
Válidos 49
Ns/nc 3
Media 33,29
Moda 36
Desv. típ. 6,423
Mínimo 27
Máximo 52
LA PERSPECTIVA DE LOS PROFESIONALES

Animación sociocultural
2% Derecho
8% 8%
2% 2% Educación infantil
Educación social
12% Filosofía
12%
Fisioterapia
Geografía e historia
2%
2% Hostelería
2% Integración social
2% Magisterio
2% Pedagogía
Psicología
10% Psicopedagogía
29% Sociología
4% Terapia ocupacional
4%
Trabajo social

Gráfico II-54. Título principal.

Como se puede observar en el gráfico II-55, la mayoría de las titulaciones de


los profesionales de los programas de empleo fueron obtenidas en los últimos
diez años, siendo la mitad de los títulos expedidos a partir de 2000. Son titulaciones
obtenidas muy recientemente, lo que es lógico dadas las edades de estos profesio-
nales. El primer titulado lo fue en 1980, y el último en 2007.
Además de las titulaciones comentadas, un amplio porcentaje de los profesionales de
los equipos educativos tienen una segunda titulación (40,3%). O bien han realizado cur-
sos de especialización (másteres, especialistas, expertos), o tienen una segunda ca-
rrera, esta vez una diplomatura. Una pequeña parte ha cursado ciclos de formación
profesional relacionados con el trabajo que ahora desarrollan. Esta segunda titula-
ción ha sido obtenida entre 1992 y 2007, pero más de la mitad de ellas han sido
obtenidas a partir de 2001. Se trata de formación relacionada, en gran medida, con
la gestión y organización de recursos, además de contemplar especializaciones en
ámbitos psicológicos, educativos y sociales.
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

20

15,9
15
13,6

11,4 11,4
Porcentaje

10

6,8 6,8 6,8

5 4,5 4,5

2,3 2,3 2,3 2,3 2,3 2,3 2,3 2,3

0
1980 1984 1986 1991 1992 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2007
Gráfico II-55. Año del título principal.

25

21,1
20

15
Porcentaje

10,5 10,5 10,5 10,5 10,5


10

5,3 5,3 5,3 5,3 5,3


5

0
1992 1993 1996 1998 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2007
Gráfico II-56. Año del segundo título.
LA PERSPECTIVA DE LOS PROFESIONALES

Tabla II-142. Segunda titulación

Segunda titulación
Másteres y doctorados Máster en Psicología clínica
Máster en Dirección de recursos humanos
Máster en Migración y codesarrollo
Máster en Cooperación y desarrollo
Máster en Dirección de recursos humanos y organizaciones
Máster en Psicología conductual
Diploma de Estudios Avanzados en Pedagogía
Especialista en Menores con dificultad y conflicto social
Especialista Universitario en Sociología de consumo
Experto en Orientación y mediación familiar
Experto en Formación continua en organizaciones sociales
Dirección de Centros de servicios sociales
Dirección de personal y recursos humanos

Diplomaturas Educación Social (2)


Trabajo social (3)

Ciclos Formativos Integración social


Técnico en animación deportiva
Técnico en animación sociocultural

En cuanto a otros cursos de formación complementarios relacionados con este ám-


bito de trabajo, hay una gran diversidad temática y de centros de formación. Sin-
tetizando la información obtenida, encontramos que la mayor parte de los cursos
versan sobre temas como: intervención socioeducativa con adolescentes y jóvenes
en dificultad social, menores protegidos y menores con medidas judiciales, pre-
vención de drogodependencias, inserción sociolaboral, mediación intercultural,
planificación educativa y gestión de recursos sociales. Entre los centros de forma-
ción más mencionados encontramos: la Escuela de Educadores y la Escuela de
Animación de la Comunidad de Madrid; el Instituto Madrileño del Menor y la
Familia; algunas Universidades como la UNED, Universidad Complutense y
Universidad Autónoma de Madrid, y los programas de formación del Ministerio
de Trabajo y Asuntos Sociales.
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

Tabla II-143. Año del segundo título


Porcentaje Porcentaje
Frecuencia Porcentaje
válido acumulado
1992 1 1,9 5,3 5,3
1993 1 1,9 5,3 10,6
1996 1 1,9 5,3 15,9
1998 2 3,8 10,5 26,4
2000 1 1,9 5,3 31,7
2001 4 7,8 21,0 52,7
Válidos
2002 2 3,8 10,5 63,2
2003 2 3,8 10,5 73,7
2004 2 3,8 10,5 84,2
2005 2 3,8 10,5 94,7
2007 1 1,9 5,3 100,0
Total 19 36,3 100,0
Ns/nc 33 63,7
Total 52 100,0

Como se puede ver en la Tabla II-144, la media de horas de formación com-


plementaria (exceptuada la titulación principal y la segunda titulación) por pro-
fesional es de 304 horas. Esta formación se ha iniciado en el periodo 1988-2004
y ha finalizado en el periodo 1992-2007. Los profesionales han desarrollado una

Tabla II-144. Estadísticos sobre formación complementaria

Horas de formación es- Año de inicio de la Año final de la Número de actividades de


pecífica formación específica formación específica formación específica
Válidos 29 34 34 39
N
Ns/nc 23 18 18 13
Media 304 1.998 2.003 4,23
Moda 300 2.001 2.007 2
Desv. típ. 234,943 3,972 2,834 2,995
Mínimo 24 1.988 1.992 1
Máximo 1.000 2.004 2.007 14
LA PERSPECTIVA DE LOS PROFESIONALES

media de cuatro actividades formativas relacionadas con su ámbito de trabajo


(con un rango mínimo y máximo de una y catorce actividades, dependiendo del
profesional).
En cuanto a la experiencia previa de los profesionales, antes de su entrada en los
equipos de los programas de empleo la inmensa mayoría de ellos había trabajado pre-
viamente en este ámbito (78,85%), y lo había hecho o bien con menores protegidos,
o bien con menores y jóvenes en dificultad y/o en conflicto social (73%). Sólo una
pequeña parte tiene experiencia previa en el ámbito de la inserción sociolaboral. Otras áreas en
las que estos profesionales tienen experiencia previa son las de prevención de dro-
godependencias, educación intercultural o educación familiar.
Las principales funciones desarrolladas en empleos anteriores fueron las de
educador/a, coordinador/a de equipos educativos, psicólogo/a o monitor/a y
animador/a sociocultural. La mayoría de ellos ha trabajado en programas y centros
abiertos para menores, residencias y pisos de menores, o en servicios sociales mu-
nicipales, siendo contratados por asociaciones u otras entidades sociales, y escasa-
mente por la administración regional o local.
La media de contratos relacionados con este ámbito de trabajo, por profesional, y an-
tes de ser contratados en los programas de empleo, es de tres, con un rango míni-
mo de uno y máximo de nueve. La media de meses contratados ha sido de sesen-
ta, si bien la desviación típica es enorme (57,77), lo que muestra la gran diversidad
de situaciones, entre un mínimo de 5 meses contratados y un máximo de 252 me-
ses, antes de trabajar para los programas de empleo.
Además, más de un tercio de los profesionales contratados en estos programas
de empleo (40,4%) han tenido experiencias de trabajo de baja cualificación, similares a las
que pueden encontrar los jóvenes de los programas, lo que sin duda es una importante re-
ferencia para poder entender su situación y apoyarles educativamente.
Finalmente, más de un tercio de estos profesionales (36,5%) ha desarrollado
prácticas formativas y tareas de voluntariado en relación a este campo de trabajo.
Tres de cada cuatro profesionales (75%) además se ha formado en ámbitos socioe-
ducativos, aunque no directamente relacionados con la intervención socioeduca-
tiva con adolescentes y jóvenes en dificultad social. Una mayoría de ellos (69,2%)
tiene también experiencia de trabajo relacionada indirectamente (trabajo social y/o
educativo con otra población) con este campo de actuación.
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

40
36,6
35

30

25
Frecuencia

20
17,1
14,6
15
12,2
9,8
10

5 2,4 2,4 2,4 2,4

0
1 2 3 4 5 6 7 8 9
Gráfico II-57. Número de contratos (experiencia específica).

Tabla II-145. Estadísticos sobre experiencia específica

Número de contratos Meses de contrato de


durante experiencia específica experiencia específica
Válidos 41 40
N
Ns/nc 11 12
Media 3,07 60,23
Moda 2 6
Desv. típ. 1,954 57,779
Mínimo 1 5
Máximo 9 252

Tabla II-146. Número de experiencias laborales de baja cualificación

Porcentaje Porcentaje
Frecuencia Porcentaje
válido acumulado
Sí 21 40,4 40,4 42,3
No 30 57,7 57,7 100,0
Ns/nc 1 1,9 1,9 1,9
Total 52 100,0 100,0
LA PERSPECTIVA DE LOS PROFESIONALES

Tabla II-147. Tipo de experiencias laborales de baja cualificación


Experiencias laborales de baja cualificación
Técnico de selección
Auxiliar administrativo
Dependienta de zapatería,
Dependienta de video club
Agente de ventas
Cartero
Peón de albañil
Peón agrícola
Gestor de cobros de seguros
Entrevistador
Telemarketing
Técnico de recursos humanos
Animador turístico
Atención al público
Bibliotecaria
Jefe de cocina
Formador en técnicas de cocina y sala
Profesora particular
Consultor comercial
Camarera
Ayudante de cocina y catering
Peón de jardinería
Peón de mantenimiento
Teleoperador
Conserje
Peón de metal
Taquillero
Recepcionista hotel
Telefonista

Tabla II-148. Prácticas y voluntariado relacionados directamente


con el ámbito de intervención actual
Porcentaje Porcentaje
Frecuencia Porcentaje
válido acumulado
Si 19 36,5 36,5 36,5
Válidos No 33 63,5 63,5 100,0
Total 52 100,0 100,0
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

Tabla II-149. Número de actividades de formación relacionadas


indirectamente con el ámbito de intervención actual
Porcentaje Porcentaje
Frecuencia Porcentaje
válido acumulado
1 1,9 1,9 1,9
Sí 39 75,0 75,0 76,9
Válidos
No 12 23,1 23,1 100,0
Total 52 100,0 100,0

Tabla II-150. Número de experiencias de trabajo relacionadas


indirectamente con el ámbito de intervención actual
Porcentaje Porcentaje
Frecuencia Porcentaje
válido acumulado
1 1,9 1,9 1,9
Sí 36 69,2 69,2 71,2
Válidos
No 15 28,8 28,8 100,0
Total 52 100,0 100,0

En resumen, habría que destacar que en este tipo de programas entran a trabajar personas jóvenes
—en torno a los treinta años de edad—, en una proporción similar entre hombres y mujeres, y procedentes
de la psicología, la educación, la sociología o el derecho.

Se trata de profesionales con un buen nivel formativo inicial, que además han recibido una amplia for-
mación complementaria centrada especialmente en la intervención socioeducativa con menores y en la pla-
nificación y gestión de recursos socioeducativos.

Normalmente se trata de personas que ya han trabajado antes en otras entidades similares, durante
un periodo de tiempo muy variable —que va de pocos meses a varios años—, y que tienen experiencia de
trabajo con este tipo de población adolescente y juvenil, aunque no tanto en inserción sociolaboral. Son
profesionales que cambian con cierta frecuencia de lugar de trabajo, y que en bastantes casos han ocu-
pado puestos de trabajo similares a los que ocuparán los jóvenes con los que van a intervenir en los pro-
gramas de empleo.
LA PERSPECTIVA DE LOS PROFESIONALES

8.2. EL TRÁNSITO DE LOS JÓVENES A LA VIDA ADULTA


INDEPENDIENTE Y RESPONSABLE

A continuación se reflejan las valoraciones de los profesionales sobre el trán-


sito a la vida adulta de los jóvenes en dificultad social.

䉴 Indicadores de tránsito adecuado a la vida adulta

La estabilidad laboral es contemplada claramente por los profesionales (55,6%


de las respuestas) como el primer indicador de éxito en el tránsito a la vida adul-
ta de los jóvenes en dificultad social. Importante referencia a la hora de estable-
cer nuevas actuaciones y de valorar la importancia de los programas de empleo
como el que aquí analizamos, claramente centrados en esta tarea.

3%
6%
Estabilidad laboral - formativa y económica
Red social normalizada
17% Estabilidad emocional y proyecto de vida
Autonomía e independencia de familia e instituciones
Vivienda estable y digna
Capacidad de autogestión

55%

14%

5%
Gráfico II-58. Indicadores de tránsito adecuado a la vida adulta
(Primera respuesta de todos los profesionales).

Si se agrupan todas las respuestas de los profesionales2, podemos ver (Tabla II-
151) como a la estabilidad laboral (33,6%) se le unen la estabilidad emocional y el

2
A lo largo del capítulo se reproducirán dos tipos de datos: los referidos a las respuestas ordenadas de los profesionales
al cuestionario (primeras respuestas), y los referidos a las respuestas agrupadas de los profesionales, independientemente del or-
den en que se dieron. El número de orden ofrece un valor diferente a la respuesta, siendo la primera de ellas la más valiosa.
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

Tabla II-151. Indicadores de tránsito adecuado a la vida adulta


(Todas las respuestas, todos los profesionales)
Respuestas
Porcentaje de casos
N.o
Porcentaje

Estabilidad laboral -formativa y económica 36 33,6 100,0%

Red social normalizada 15 14,0 41,7%

Estabilidad emocional y proyecto de vida 17 15,9 47,2%

Autonomía e independencia de familia e instituciones 12 11,2 33,3%

Vivienda estable y digna 16 15,0 44,4%

Capacidad de autogestión 9 8,4 25,0%

Capacidad de ayuda a terceros 2 1,9 5,6%

Total 107 100,0 297,2%

proyecto de vida de los jóvenes (15,9%) y una vivienda estable y digna (15%)
como indicadores principales de un tránsito adecuado a la vida adulta. La presen-
cia de una red social normalizada y la autonomía de la familia y de las instituciones
constituyen otro grupo de indicadores importantes al respecto.

䉴 Indicadores de fracaso en el tránsito de los jóvenes a la vida adulta


independiente y responsable

Los hábitos deficitarios en cuanto a la autonomía personal son planteados claramen-


te (42,8% de las respuestas) como el primer indicador de fracaso para el tránsito a la
vida adulta de los jóvenes en dificultad social. De nuevo cuando agrupamos las res-
puestas múltiples de todos los profesionales, se incrementan los indicadores selec-
cionados, y a la deficiencia en los hábitos de autonomía personal (31,4%) se añaden
la incapacidad para mantener el empleo (23,8%), las relaciones sociofamiliares
conflictivas y la presencia de redes sociales manipuladas (16,2%) como elementos
predictores del fracaso en el tránsito a la vida adulta.
LA PERSPECTIVA DE LOS PROFESIONALES

Tabla II-152. Indicadores de fracaso en el tránsito a la vida adulta


(Primera opción, todos los profesionales)

Porcentaje Porcentaje
Frecuencia Porcentaje
válido acumulado
Redes sociales manipuladas/relaciones so-
5 13,9 14,3 14,3
ciofamiliares conflictivas
Incapacidad de mantener empleo 6 16,7 17,1 31,4
Deficientes hábitos de autonomía personal 15 41,7 42,8 74,2
Carencia de hábitos saludables 1 2,8 2,9 77,1
Válidos Consumo de drogas 2 5,5 5,7 82,8
Carencia de vivienda 2 5,5 5,7 88,5
Falta de conciencia de su situación 1 2,8 2,9 91,4
Actividades delictivas 1 2,8 2,9 94,3
Desconocimiento de apoyos sociales 2 5,5 5,7 100,0
Total 35 97,2 100,0
Ns/nc 1 2,8
Total 36 100,0

Tabla II-153. Indicadores de fracaso en el tránsito a la vida adulta


(Todas las respuestas, todos los profesionales)
Respuestas
Porcentaje de casos
N.o Porcentaje
Redes sociales manipuladas/relaciones sociofami-
17 16,2 48,6
liares conflictivas
Incapacidad de mantener empleo 25 23,8 71,4
Deficientes hábitos de autonomía personal 33 31,4 94,3
Carencia de hábitos saludables 8 7,6 22,9
Consumo de drogas 5 4,8 14,3
Carencia de vivienda 8 7,6 22,9
Falta de conciencia de su situación 1 1,0 2,9
Actividades delictivas 3 2,9 8,6
Desconocimiento de apoyos sociales 3 2,9 8,6
Escasos recursos institucionales 2 1,9 5,7
Total 105 100,0 300,0
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

8.3. LA INTERVENCIÓN SOCIOEDUCATIVA

䉴 Aspectos de la intervención socioeducativa más eficaces

Respecto a la pregunta a los profesionales sobre qué aspectos de la intervención so-


cioeducativa considera más eficaces para conseguir el tránsito adecuado de los jóvenes en
dificultad social a una vida adulta independiente y responsable, éstos se decantan
por priorizar cuatro de ellos:
— Fomentar habilidades de autonomía.
— Dar protagonismo a los adolescentes y jóvenes.
— Cuidar la relación entre los educadores y los jóvenes.
— Realizar una buena planificación y coordinación de actuaciones.
Si agrupamos todas las respuestas de los profesionales, hemos de añadir un
quinto elemento: el propio trabajo del educador y su formación. Como veremos
más adelante, éste es un elemento destacado por los profesionales en la interven-
ción socioeducativa, y no puede ser de otro modo ya que es el principal recurso, y
en ocasiones el único, con que se cuenta para llevar a cabo actuaciones con esta
población.

Tabla II-154. Eficacia en la intervención socioeducativa


(Primera opción, todos los profesionales)
Frecuencia Porcentaje Porcentaje acumulado
Disponibilidad y adecuación de recursos 1 2,8 2,8
El trabajo de los/as educadores/as y su formación 2 5,6 8,4
Dar protagonismo al menor y su situación 6 16,7 25,1
Fomentar habilidades de autonomía 8 22,2 47,3
Fomentar estabilidad emocional y habilidades sociales 2 5,6 52,9
Acompañamiento y atención personalizada del educador 3 8,1 61,0
Facilitar la inserción sociolaboral 2 5,6 66,6
La relación entre educador/a y educando 6 16,7 83,3
Buena planificación y coordinación 6 16,7 100,0
Total 36 100,0
LA PERSPECTIVA DE LOS PROFESIONALES

Tabla II-155. Eficacia en la intervención socioeducativa


(Todas las respuestas, todos los profesionales)
Respuestas
Porcentaje de casos
N. o
Porcentaje

Disponibilidad y adecuación de recursos 2 1,9 5,6

El trabajo de los/as educadores/as y su formación 16 15,0 44,4

Dar protagonismo al menor y su situación 14 13,1 38,9

Prevención de situaciones marginales 2 1,9 5,6

Fomentar habilidades de autonomía 20 18,7 55,6

Fomentar estabilidad emocional y habilidades sociales 8 7,5 22,2

Acompañamiento y atención personalizada del educador 10 9,3 27,8

Facilitar la inserción sociolaboral 5 4,7 13,9

La relación entre educador/a y educando 16 15,0 44,4

Buena planificación y coordinación 13 12,1 36,1

La predisposición del joven 1 0,8 2,8

Total 107 100,0 297,2

䉴 Obstáculos, impedimentos o limitaciones más frecuentes en este tipo


de intervención socioeducativa

A la pregunta sobre cuales son las limitaciones y obstáculos más frecuentes en la in-
tervención socioeducativa, de forma prioritaria los profesionales mencionan:
— La falta de apoyos y recursos institucionales, junto a la descoordinación.
— La falta de motivación del joven.
— Un entorno sociofamiliar que obstaculiza la intervención.
Si agrupamos todas las respuestas de los profesionales, encontramos valores muy
similares, y prácticamente las mismas prioridades en la definición de limitaciones a
la intervención.
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

Tabla II-156. Limitaciones a la intervención


(Primera opción, todos los profesionales)
Frecuencia Porcentaje Porcentaje acumulado

Entorno sociofamiliar que obstaculiza la intervención 6 16,7 16,7

Falta de apoyos y recursos institucionales/descoordinación 10 27,7 44,4

Condiciones sociolaborales poco favorables 2 5,6 50,0

Trabas para los extranjeros 1 2,8 52,8

Falta de motivación del joven 8 22,1 74,9

Sociedad de consumo/ausencia de cultura de trabajo 2 5,6 80,5

Educadores/as desmotivados/as, poco implicados/as 2 5,6 86,1

Enfoque educativo inadecuado 2 5,6 91,7

Conocimiento parcelado de la realidad del joven 3 8,3 100,0

Total 36 100,0

Tabla II-157. Limitaciones a la intervención


(Todas las respuestas, todos los profesionales)
Respuestas
Porcentaje de casos
N.o Porcentaje

Entorno sociofamiliar que obstaculiza la intervención 16 15,2 44,4

Falta de apoyos y recursos institucionales/descoordinación 33 31,4 91,7

Condiciones sociolaborales poco favorables 8 7,6 22,2

Trabas para los extranjeros 2 1,9 5,6

Falta de motivación del joven 17 16,1 47,2

Sociedad de consumo/ausencia de cultura de trabajo 4 3,8 11,1

Educadores/as desmotivados/as, poco implicados/as 10 9,5 27,8

Enfoque educativo inadecuado 8 7,6 22,2

Conocimiento parcelado de la realidad del joven 7 6,7 19,4

Total 105 100,0 291,7


LA PERSPECTIVA DE LOS PROFESIONALES

䉴 Aspectos que pueden definir una intervención socioeducativa


inadecuada y/o poco eficaz

En esta pregunta se sondea a los profesionales acerca de los aspectos que pue-
den definir una intervención socioeducativa inadecuada y/o poco eficaz a la hora de abor-
dar el tránsito de los jóvenes en dificultad social a una vida adulta independiente y
responsable. De forma prioritaria se establecen cinco aspectos:
— Una intervención socioeducativa de tipo asistencial o paternalista.
— Una relación entre educadores y jóvenes escasamente equilibrada y es-
tructurada.
— La intervención parcelada sobre la situación del joven.
— La descoordinación de recursos.
— El trazado de objetivos y/o itinerarios poco realistas.
Este último aspecto reduce su relevancia cuando agrupamos todas las respues-
tas de los profesionales, pero los cuatro primeros continúan siendo los aspectos
mencionados de forma más frecuente, aunque el orden se modifica, y la inter-
vención parcelada sobre la situación del joven se señala como primer indicador de
una intervención socioeducativa ineficaz (24,4%), seguido de la descoordinación de
recursos (15,4%), ambos elementos sin duda muy relacionados.

Tabla II-158. Intervención inadecuada


(Primera opción, todos los profesionales)
Porcentaje Porcentaje
Frecuencia Porcentaje
válido acumulado
Intervención asistencial o paternalista 7 19,4 19,4 19,4
Relación educador-educando desequilibrada 6 16,7 16,7 36,1
Intervención parcelada 6 16,7 16,7 52,8
Descoordinación de recursos 5 13,9 13,9 66,7
Objetivos e itinerarios poco realistas 4 11,1 11,1 77,8
Ausencia de flexibilidad 3 8,3 8,3 86,1
Profesionales desmotivados, sin preparación adecuada 2 5,6 5,6 91,7
Problemas institucionales 2 5,6 5,6 97,2
Trabas para extranjeros/as 1 2,8 2,8 100,0
Total 36 100,0 100,0
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

Tabla II-159. Intervención inadecuada


(Todas las respuestas, todos los profesionales)
Respuestas Porcentaje
N.o Porcentaje de casos

Descoordinación de recursos 16 15,4 44,4


Profesionales desmotivados, sin preparación adecuada 8 7,7 22,2
Objetivos e itinerarios poco realistas 7 6,7 19,4
Relación educador-educando desequilibrada 12 11,5 33,3
Intervención parcelada 25 24,0 69,4
Problemas institucionales 5 4,8 13,9
Intervención asistencial o paternalista 15 14,4 41,7
Ausencia de flexibilidad 5 4,8 13,9
Trabas para extranjeros/as 1 1,0 2,8
Ausencia de seguimiento posterior 6 5,8 16,7
Descoordinación de equipos 4 3,8 11,1
Total 104 100,0 288,9

8.4. LA FORMACIÓN Y EL PERFIL DE LOS PROFESIONALES

䉴 Aspectos que considera básicos en la formación de los profesionales

Sobre los aspectos básicos en la formación de los profesionales que trabajan con
esta población, se considera prioritaria una formación centrada en:
— La metodología de intervención y, de forma más concreta, en técnicas de co-
municación, habilidades sociales y técnicas de resolución de conflictos
(30,6%).
— El conocimiento de la población con la que se está trabajando, su contexto y sus
peculiaridades personales, sociales, educativas… (27,8%).
— Los estudios reglados que doten de un marco teórico en CC. Sociales, y de
forma más concreta en Educación, Psicología y Sociología.
Al analizar todas las respuestas de los profesionales, la opinión de éstos se de-
canta hacia los aspectos metodológicos, prácticos de la intervención, suponiendo el
39,3% de las propuestas planteadas. Con metodología de intervención se hace referen-
LA PERSPECTIVA DE LOS PROFESIONALES

cia tanto a técnicas y herramientas de intervención generales, como a aspectos más


relacionados con las técnicas de comunicación, las habilidades sociales, la resolu-
ción de conflictos, el trabajo con grupos… en definitiva todos aquellos aspectos
que el educador trabaja diariamente, y que constituyen una parte fundamental de
su bagaje personal y técnico a la hora de enfrentarse a la realidad de los jóvenes en
dificultad social.
Los contenidos detallados de las propuestas formativas de los profesionales se
reflejan en el cuadro II-18.

Tabla II-160. Aspectos básicos en la formación de los profesionales


(Primera opción, todos los profesionales)
Porcentaje
Frecuencia Porcentaje
acumulado

Metodología de la intervención 11 30,6 30,6

Conocimiento de la realidad de los jóvenes en dificultad social 10 27,8 58,4

Estudios reglados (Educación, Psicología, CC. Sociales,…) 8 22,2 80,6

Otros temas de formación 4 11,1 91,7

Otros aspectos formativos 3 8,3 100,0

Total 36 100,0

Tabla II-161. Aspectos básicos en la formación de los profesionales


(Todas las respuestas, todos los profesionales)
Respuestas
Porcentaje de casos
N.o
Porcentaje

Conocimiento de la realidad de los jóvenes en dificultad social 20 18,7 55,6

Metodología de la intervención 42 39,3 116,7

Estudios reglados (Educación, Psicología, CC. Sociales…) 12 11,2 33,3

Otros temas de formación 21 19,6 58,3

Otros aspectos formativos 12 11,2 33,3

Total 107 100,0 297,2


EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

Cuadro II-18. Contenidos de las propuestas formativas

Contenidos de las propuestas formativas

Conocimiento de la realidad social de los jóvenes, de su realidad institucional y política, conoci-


miento y necesidades de la población objeto de intervención, conocimiento de los grupos sociales con los
que trabaja el educador, del sujeto de la intervención, análisis de la realidad.
Jóvenes y adolescentes en riesgo o dificultad social, experiencia en contextos de exclusión, experiencia con
menores, formación y experiencia en intervención con colectivos específicos, sensibilización hacia este co-
lectivo, trabajo en contextos de riesgo.

Metodología de la intervención, formación en buenas prácticas educativas, prácticas y experiencias con-


trastadas por otros profesionales, intervención socioeducativa, intervención con jóvenes, experiencia pro-
fesional, intermediación, estrategias flexibles de intervención, tener claros los límites de implicación, estra-
tegias y técnicas de intervención según modelos teóricos, rol del profesional en su contexto de trabajo,
manejo de herramientas educativas.
Técnicas de comunicación, habilidades sociales y resolución de conflictos, habilidades y recursos para co-
nocer e intervenir en la realidad de los jóvenes, adquisición de hábitos y roles adecuados, empatía, formación
de formadores en habilidades sociales, habilidades para trabajar en grupo, tolerancia al fracaso, estableci-
miento de límites y normas.

Estudios reglados (Educación, Psicología, CC. Sociales, CC. Humanas…), conocimientos sobre
Psicología Comunitaria y su aplicación a diferentes colectivos, Educación social, Pedagogía y didácticas, mar-
co teórico social, Psicología evolutiva y de la personalidad, Sociología.

Otros temas de formación: orientación laboral y profesional, interculturalidad, recursos socioeducativos,


perspectiva de género, educación en valores, legislación, extranjería, salud, intervención familiar, trabajo en
red y en equipos interdisciplinares, orientación escolar, orientación personal.

Otros aspectos formativos: Formación académica, titulación, vocación, formación diversa, cursos espe-
cíficos, formación continuada del profesional adaptada a los cambios de la sociedad, formación permanen-
te, formación práctica, reflexión individual y grupal de estas experiencias, capacidad de creación de mode-
los adecuados con respecto a los problemas que se trabajan.

䉴 Principales modelos teóricos a seguir en la intervención socioeducativa


con esta población

A la pregunta acerca de cuáles son los principales modelos teóricos a seguir en


la intervención socioeducativa con esta población, los profesionales sitúan de for-
ma prioritaria el modelo sistémico-ecológico y de pensamiento complejo (39,4%),
seguido del cognitivo-conductual, del modelo crítico (pedagogía freiriana, de la
vida cotidiana,…) y del modelo de competencias, todos ellos en torno al 15% de
las respuestas.
LA PERSPECTIVA DE LOS PROFESIONALES

Tabla II-162. Modelos teóricos a seguir


(Primera opción, todos los profesionales)
Porcentaje Porcentaje
Frecuencia Porcentaje
válido acumulado
Sistémico, complejo, ecológico 13 36,1 39,4 39,4

Cognitivo conductual 5 13,9 15,2 54,6

Crítico 5 13,9 15,2 69,8

Modelo de competencias 4 11,0 12,0 81,8

Válidos Sociocomunitario 2 5,6 6,1 87,9

Otros 2 5,6 6,1 94,0

Constructivista, operatorio 1 2,8 3,0 97,0

Clínico, centrado en el sujeto 1 2,8 3,0 100,0

Total 33 91,7 100,0

Ns/nc 3 8,3

Total 36 100,0

Tabla II-163. Modelos teóricos a seguir


(Todas las respuestas, todos los profesionales)

Respuestas
Porcentaje de casos
N.o
Porcentaje
Sistémico, complejo, ecológico 30 32,6 90,9

Cognitivo conductual 14 15,2 42,4

Constructivista, operatorio 4 4,3 12,1

Modelo de competencias 7 7,6 21,2

Crítico 6 6,6 18,2

Sociocomunitario 4 4,3 12,1

Clínico, centrado en el sujeto 9 9,8 27,3

Otros 18 19,6 54,5

Total 92 100,0 278,8


EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

Si unimos todas las respuestas ofrecidas por los profesionales, vemos que son el
modelo sistémico y el cognitivo-conductual los dos modelos que los profesionales toman ma-
yoritariamente como referencia (juntos suponen el 47,8% de las opciones). Los modelos
de tipo clínico, centrados en el sujeto, son una opción importante, próxima al 10%
de las respuestas, mientras que un conglomerado de propuestas específicas y pseu-
domodelos suponen casi el 20% de las respuestas (recogidas en el apartado «otros»).

䉴 Características personales de los profesionales que facilitan de forma más


relevante el trabajo con este colectivo de jóvenes en dificultad social

Indagando acerca de las características personales de los profesionales que pue-


den facilitar de forma más relevante el trabajo con este colectivo de jóvenes en di-
ficultad social, los profesionales encuestados priorizan claramente la empatía, la sen-
sibilidad, la proximidad y cercanía al joven (47%).
Si se contemplan todas las respuestas, y no solo las prioritarias, encontramos
que junto a la empatía y sensibilidad del profesional (esta vez más matizada, su-
pone el 27,1% de las respuestas), se añaden sus habilidades sociales y de comu-
nicación (19,6%) y las actitudes de flexibilidad, tolerancia y respeto hacia los jó-
venes (14%). Se trata de cualidades «en positivo», de comprensión y apoyo,

3%
8%
Empatía/sensibilidad
47% Habilidades sociales y de comunicación
8%
Estabilidad emocional
Implicación, motivación
Flexibilidad, tolerancia, respeto
9%
Escucha activa
Conocimiento y experiencia en este ámbito

11%

14%
Gráfico II-59. Características facilitadoras de los educadores
(Primera respuesta de todos los profesionales).
LA PERSPECTIVA DE LOS PROFESIONALES

Tabla II-164. Características facilitadoras de los profesionales


(Todas las respuestas, todos los profesionales)
Respuestas
Porcentaje de casos
N.o
Porcentaje
Conocimiento y experiencia en este ámbito 5 4,7 13,9
Habilidades sociales y de comunicación 21 19,6 58,3
Estabilidad emocional 11 10,3 30,6
Implicación, motivación 10 9,3 27,8
Empatía/sensibilidad 29 27,1 80,6
Sentido del humor 4 3,8 11,1
Flexibilidad, tolerancia, respeto 15 14,0 41,7
Distancia afectiva 1 0,9 2,8
Escucha activa 11 10,3 30,6
Total 107 100,0 297,2

quedando claramente fuera de las respuestas de los profesionales los plantea-


mientos más referidos al control, la disciplina, la normatividad rigurosa… que
prácticamente no aparecen entre sus opiniones. Se puede apreciar, además, un
acuerdo importante, sólido y cohesionado entre los profesionales a la hora de va-
lorar esta cuestión.

8.5. TRABAJAR CON LAS FAMILIAS Y LOS JÓVENES

䉴 Actuaciones que, desde la intervención socioeducativa, deberían


emprenderse con las familias de los jóvenes en dificultad social

La opinión de los profesionales sobre las actuaciones que, desde la intervención


socioeducativa, deberían emprenderse con las familias de los jóvenes en dificultad
social para favorecer el tránsito de éstos a una vida adulta independiente y res-
ponsable, prioriza las actuaciones de educación y orientación familiar (31,6%), las de bús-
queda de la corresponsabilidad familiar en las actuaciones y la participación de to-
dos los actores sociales en ellas (22,2%) y la necesaria flexibilidad que requiere la
intervención en función de las características de cada caso concreto (22,2%).
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

Estos son también los tipos de actuación más valorados cuando se revisan las
respuestas múltiples de los profesionales, añadiendo otro aspecto como es el del
apoyo directo al joven y a la familia durante el proceso de transición (13,3%).

3% 3%
3%
Educación y orientación familiar
8% 31%
Corresponsabilidad e implicación de los distintos actores involucrados
Tratamiento individualizado de cada caso
Apoyar al joven y la familia en la transición
8% Intervención centrada en el entorno sociofamiliar del joven
Más recursos para la familia
Intervención centrada en el joven
Fomento de cultura del trabajo

22%

22%
Gráfico II-60. Intervención familiar.

Tabla II-165. Intervención familiar


(Todas las respuestas, todos los profesionales)

Respuestas
Porcentaje de casos
N.o Porcentaje
Apoyar al joven y la familia en la transición 14 13,3 38,9
Corresponsabilidad e implicación de los distintos actores
22 21,0 61,1
involucrados
Más recursos para la familia 7 6,7 19,4
Educación y orientación familiar 21 20,0 58,3
Tratamiento individualizado de cada caso 14 13,3 38,9
Intervención centrada en el joven 7 6,7 19,4
Coordinación de recursos y profesionales 10 9,5 27,8
Fomento de cultura del trabajo 2 1,9 5,6
Intervención centrada en el entorno sociofamiliar del joven 8 7,6 22,2
Total 105 100,0 291,7
LA PERSPECTIVA DE LOS PROFESIONALES

䉴 Tipo de relación que suele establecerse entre los jóvenes en dificultad


social durante la intervención socioeducativa

Las relaciones que se establecen entre los jóvenes durante la intervención socioedu-
cativa tiene, en términos generales, tintes positivos desde el punto de vista de los
profesionales: son relaciones mayoritariamente de cercanía, complicidad y amistad
(44,4%), de cooperación, apoyo y solidaridad (19,4%), y de respeto (13,9%). Esto
supone el 80% de las respuestas ofrecidas, mientras que el 20% restante hace refe-
rencia a relaciones o bien defensivas e inseguras o bien conflictivas, como se refleja
en la tabla adjunta.
Cuando se toman en consideración todas las respuestas de los profesionales
encuestados, se mantiene ese predominio básico de las relaciones en tono posi-
tivo, aunque el porcentaje de respuestas en este caso es menor (73,5%), incre-
mentándose las respuestas que mencionan relaciones menos positivas: superfi-
ciales, inconstantes (7,8%), de incertidumbre y desmotivación, de dependencia,
utilitaristas…

Tabla II-166. Relación entre los jóvenes


(Primera opción, todos los profesionales)
Porcentaje Porcentaje
Frecuencia Porcentaje
válido acumulado
Cercana, cómplice, amistosa 16 44,4 45,7 45,7
De cooperación, solidaridad y apoyo 7 19,4 20,0 65,7
Respetuosa 5 13,8 14,1 80,8
Inconstante, superficial 2 5,6 5,7 85,5
Desafiante, agresiva 1 2,8 2,9 88,4
Válidos
De incertidumbre o desconcierto 1 2,8 2,9 91,3
Desconfiada 1 2,8 2,9 94,2
Utilitarista, egocéntrica 1 2,8 2,9 97,1
Desmotivada 1 2,8 2,9 100,0
Total 35 97,2 100,0
Ns/nc 1 2,8
Total 36 100,0
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

Tabla II-167. Relación entre los jóvenes


(Todas las respuestas, todos los profesionales)
Respuestas
Porcentaje de casos
N.o
Porcentaje
De cooperación, solidaridad y apoyo 24 23,5 68,6

Desafiante, agresiva 3 2,9 8,6

De incertidumbre o desconcierto 2 2,0 5,7

Cercana, cómplice, amistosa 43 42,2 122,9

Desconfiada 1 1,0 2,9

Respetuosa 8 7,8 22,9

Utilitarista, egocéntrica 5 4,8 14,3

Desmotivada 1 1,0 2,9

Inconstante, superficial 8 7,8 22,9

Competitiva 3 2,9 8,6

Flexible 1 1,0 2,9

De dependencia, indefensión 3 2,9 8,6


Total 102 100,0 291,4

8.6. EN OPINIÓN DE LOS PROFESIONALES…

La percepción de la realidad que tienen los profesionales, además de ser una fuente de co-
nocimiento de esa realidad, muestra claramente sus expectativas y motivaciones en relación al
trabajo que realizan. Hemos indagado acerca de una serie de cuestiones que nos pa-
recían relevantes, preguntando su opinión al grupo de profesionales encuestados.
En la Tabla II-168 se pueden apreciar sus respuestas.
Un ítem que recibe el apoyo masivo de los profesionales es el que refleja que la
Administración debe mantener los recursos de intervención socioeducativa para facilitar el trán-
sito a la vida adulta de los jóvenes en dificultad social después de que estos hayan cumplido
la mayoría de edad (valoración de 9,14 sobre 10). Esta es una conclusión respaldada,
como ya hemos visto, por investigaciones anteriores. La práctica nos muestra
cómo estas ayudas fluctúan de forma importante en función de los territorios y de
los cambios en las Administraciones, y que en general están menos extendidas de
LA PERSPECTIVA DE LOS PROFESIONALES

Tabla II-168. Valoración de profesionales

N Mín Máx. Media Desv. típ.


E13. Mantener recursos desde la Administración 36 3 10 9,14 1,515
E12. Necesidad de evaluación posterior 36 3 10 8,94 1,453
E14. Eficacia de la intervención 36 2 10 8,53 1,699
E36a. Profesionales con experiencia en intervención con jóvenes 36 3 10 8,14 1,641
E40. Importancia del grupo de iguales 36 1 10 7,86 1,885
E36b. Profesionales con experiencia en orientación laboral 36 2 10 7,47 1,949
E24c. Profesionales conocen la situación institucional del joven 36 2 10 7,42 1,645
E24e. Profesionales conocen el itinerario laboral del joven 36 2 10 7,33 1,957
E15b. Resultados: jóvenes con conocimientos en búsqueda empleo 36 3 10 7,14 1,570
E24d. Profesionales conocen el itinerario educativo del joven 36 2 10 7,00 2,042
E18. Jóvenes consumen sustancias tóxicas 36 2 10 6,81 1,925
E15a. Resultados: jóvenes con iniciativa 36 3 10 6,75 1,461
E30. Profesionales exigentes 36 4 10 6,67 1,568
E26. Los jóvenes participan en decisiones sobre su futuro 36 2 10 6,61 2,168
E25. Profesionales diseñan itinerarios flexibles 36 1 10 6,58 2,407
E28. Asistencia voluntaria a programas de empleo 36 2 10 6,50 2,063
E42. Los jóvenes empatizan con los profesionales 36 0 10 6,36 2,332
E43b. Criterios de evaluación de proceso 36 2 9 6,22 1,514
E21. Interés por mejorar laboralmente 36 1 10 6,22 2,016
E17c. Conflictivos en relaciones familiares 35 2 9 6,14 2,060
E43c. Criterios de evaluación finales 36 2 9 6,14 1,823
E41. Espacio físico adaptado y adecuado 36 0 10 6,03 2,131
E24a. Profesionales conocen el entorno social del joven 36 1 10 5,97 2,158
E24b. Profesionales conocen el entorno familiar del joven 36 1 10 5,86 2,404
E15c. Resultados: jóvenes con capacidad para mantener trabajo 36 1 8 5,83 1,665
E22d. Comportamiento responsable tras la intervención 35 3 8 5,80 1,132
E43a. Criterios de evaluación iniciales 36 2 10 5,72 1,966
E27. Trabajo coordinado e interdisciplinar 36 0 10 5,72 2,337
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

Tabla II-168. Valoración de profesionales (Continuación)

ÍTEMS N Mín Máx. Media Desv. típ.

E22c. Valores éticos tras la intervención 36 3 8 5,64 1,268

E29. Jóvenes motivados y participativos 36 3 9 5,56 1,539

E23. Excluidos a los pocos años 36 1 9 5,42 2,089

E11. Transición adecuada a la vida adulta 36 0 8 5,25 1,903

E16. Satisfacción de los jóvenes con su trabajo 36 1 8 5,17 1,797

E35. Educadores con recursos y estrategias ante lo incierto 36 1 9 5,14 2,045

E31. Empleos relacionados con formación previa 36 1 10 5,14 2,428

E37. Actividades de coordinación frecuentes entre recursos 35 1 10 5,11 2,125

E17b. Conflictivos en relaciones sociales 35 1 8 4,80 1,694

E17d. Conflictivos en relación con educadores 35 1 9 4,74 2,536

E17a. Conflictivos en relaciones laborales 35 0 8 4,51 2,147

E44. Formación de educadores frecuente 36 2 9 4,36 1,676

E34f. Recursos adecuados para jóvenes con medidas judiciales 36 0 8 4,08 1,918

E34a. Recursos adecuados para discapacitados 35 0 8 4,03 2,358

E32. Recursos adecuados y diversos 36 0 7 3,97 2,104

E34e. Recursos adecuados para jóvenes con consumo de drogas 36 0 9 3,61 2,220

E19. Cuentan con red social de apoyo 35 1 8 3,57 1,989

E38. Intervención con familias 36 1 9 3,53 1,978

E20. Interés por estudiar 36 0 7 3,47 1,748

E34d. Recursos adecuados para jóvenes con cargas 36 1 7 3,31 1,564

E22a. Valores éticos al inicio 36 0 6 3,22 1,456

E39. Familias participan y colaboran 36 0 8 3,14 1,869

E34c. Recursos adecuados para otras etnias 36 0 8 3,00 1,805

E22b. Comportamiento responsable al inicio 36 0 7 2,97 1,483

E34b. Recursos adecuados para inmigrantes 36 0 7 2,89 2,011

E33. Recursos suficientes 36 0 8 2,64 1,915

E45. Recursos económicos suficientes 36 0 6 2,08 1,556


LA PERSPECTIVA DE LOS PROFESIONALES

lo que se requeriría. Los profesionales dan gran importancia a este tema, que les
preocupa enormemente y que enraíza con las propuestas de solidaridad interge-
neracional y de sostenibilidad social y económica, además de tener claras implica-
ciones profesionales y laborales.
Un segundo elemento en el que la mayoría coincide a un nivel muy alto
(X– 8,94, ds 1,45) es la necesidad de hacer evaluaciones periódicas de la situación en que se
encuentran los jóvenes en dificultad social después de finalizada la intervención socioeducativa
con ellos (E34). Esta valoración coincide con la que realizamos al iniciar esta inves-
tigación, con el objetivo de devolver a los equipos educativos información sobre la
situación de los jóvenes con los que trabajaron, y en cierta forma de situar su in-
tervención en el plano del logro social, de las repercusiones económicas, sociales y
personales que su trabajo ha tenido al cabo de los años. Siendo esto posible y de-
seable, es sorprendente la resistencia y/o el escaso apoyo que las Administraciones
prestan al tema, que debería ser prioritario en sus agendas de trabajo, así como en
el marco de la investigación socioeducativa.
En ausencia de investigaciones fiables, los propios profesionales responden a la
pregunta sobre los frutos de su intervención en relación al futuro de los jóvenes en
dificultad social, y afirman también de forma mayoritaria que la intervención socioe-
ducativa es eficaz y favorece el tránsito a una vida adulta independiente y responsa-
ble de estos jóvenes.
Con una media muy elevada también (X– 8,14) y una desviación típica mode-
rada, encontramos las respuestas al ítem E36a, en el que se plantea que los profe-
sionales que trabajan con este colectivo deben tener experiencia previa en inter-
vención socioeducativa con adolescentes y/o jóvenes en dificultad social. Así lo
consideran la inmensa mayoría de los encuestados y, como hemos visto anterior-
mente, este es el perfil profesional básico de los profesionales que trabajan en los
programas de empleo estudiados.
En la parte contraria de la Tabla II-168, entre las respuestas que menor pun-
tuación alcanzan, encontramos algo que por esperado no deja de ser significativo:
la escasez de recursos. Cuando se pregunta si éstos son suficientes y/o adecuados, la
respuesta es que no es así. Ni los recursos económicos destinados a este tipo de in-
tervención socioeducativa (inversiones en salarios, infraestructuras, materiales…)
son suficientes (ítems E45 y E33), ni se consideran adecuados los recursos sociales
y educativos destinados a favorecer el tránsito a la vida adulta de los jóvenes en di-
ficultad social inmigrantes (ítem E34b), aunque en estos dos últimos ítems la dis-
persión de respuestas es mayor que en el primero.
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

En general, ningún tipo de recurso específico alcanza el aprobado: ni los dedicados a los
jóvenes en dificultad social con problemas de discapacidad (X– 4,03), ni los facilitados
para la atención a jóvenes de otras etnias (gitanos y otra población no inmigrante) (X–
3), a los/las jóvenes con cargas familiares (X– 3,31), a los que tienen problemas de to-
xicomanía (X– 3,61) o a los que se encuentran cumpliendo medidas judiciales (4,08).
A la pregunta más genérica sobre si los recursos socioeducativos destinados a favo-
recer el tránsito a la vida adulta de los jóvenes en dificultad social están diversificados
y son adecuados para atender a las diferentes situaciones que pueden presentarse, la
respuesta es de nuevo una calificación inferior al aprobado: X– 3,9.

䉴 Respuestas con mayor dispersión

Tres variables concentran el mayor índice de variabilidad en las respuestas, es decir, su-
ponen aspectos en los que los educadores no se ponen de acuerdo, y para los que
ofrecen valoraciones muy diversas.
El primero de ellos hace referencia a la conflictividad de los jóvenes en dificultad
social en las relaciones con sus educadores (X– 4,75). Flanqueando las dos puntua-
ciones extremas (las puntuaciones fluctúan entre 1 y 9), las opiniones se contra-
ponen, y mientras algunos educadores consideran que esto es así, y que los jóvenes
son muy conflictivos con sus educadores, otro grupo considera lo contrario. Es este

20
17,1

15 14,3

11,4 11,4 11,4


Porcentaje

10 8,6 8,6 8,6 8,6

0
1 2 3 4 5 6 7 8 9
Gráfico II-61. Conflictivos en relación con educadores.
LA PERSPECTIVA DE LOS PROFESIONALES

un tema de gran interés, y en el que sería interesante profundizar, ya que afecta di-
rectamente a la efectividad en la intervención socioeducativa, aunque la explica-
ción a esta respuesta es verdaderamente compleja, e incorpora sin duda tanto
elementos perceptivos y formativos como la propia experiencia personal y social,
las expectativas depositadas en la tarea socioeducativa, el apoyo sentido y/o el fa-
cilitado realmente por el equipo educativo, la dificultad de las casuísticas abordadas
o del contexto social donde se trabaja…
Unida a esta percepción de la conflictividad de los jóvenes se encuentran la de
su conflictividad en sus relaciones laborales (X– 4,51; ds 2,14) o en sus relaciones so-
ciales (con amigos, compañeros de piso…) (X– 4,8; ds 1,69). En estos dos casos la
calificación final ronda el aprobado, y las respuestas aparecen menos dispersas, más
concentradas. En cualquier caso los datos sobre la percepción de conflictividad por
parte de los educadores sitúan a los jóvenes en un nivel medio, lo que nos facilita
una imagen menos negativa de lo que aparentemente se puede esperar, y de la que
puede tener la mayoría de la población. Quienes mejor conocen a estos jóvenes, los más
«difíciles» sin duda para el trabajo socioeducativo, y que proceden de contextos sociales ex-
tremadamente complejos y muy problemáticos, nos transmiten la idea no solo de que muchos
de ellos no son en absoluto conflictivos, sino también de que se puede trabajar con ellos y ob-
tener resultados tan importantes como el logro de su transición a una vida adulta indepen-
diente y responsable. El otro elemento analizado en relación a la conflictividad de los
jóvenes en dificultad social es el de sus relaciones familiares, en las que según los
educadores predominan las relaciones normalizadas o escasamente conflictivas (X–
6,14, ds 2,06).
Un segundo ítem que muestra una importante dispersión en las respuestas es el
que se refiere a si los jóvenes en dificultad social desarrollan o no empleos relaciona-
dos con la formación que han recibido. La X– de 5,14, una ds de 2,428 y unas puntua-
ciones que fluctúan entre 1 y 10 indican la existencia de opiniones muy diversas al
respecto. Algo similar ocurre con los ítems E25 («los educadores y profesionales
que trabajan con jóvenes en dificultad social diseñan y desarrollan con ellos itine-
rarios personales flexibles, adaptados a las necesidades y posibilidades de cada jo-
ven») y E24b (Los educadores y profesionales que trabajan directamente con los jó-
venes en dificultad social conocen su entorno familiar). Los aspectos de la
intervención a que se refieren estas dos últimas variables tienen mucho que ver con
lo que son espacios formativos claros a desarrollar: el diseño de estrategias flexibles
de intervención y el conocimiento más profundo de la realidad familiar y las téc-
nicas de intervención socioeducativa en ese ámbito.
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

En cuanto al conocimiento que los educadores y profesionales tienen de la situación fa-


miliar (X– 5,86), contrasta claramente con el conocimiento que los profesionales tie-
nen de otros aspectos de la vida del joven: bastante bueno de su situación y en-
torno institucional (X– 7,42), así como de su itinerario y perspectivas laborales
(X– 7,33) y de su itinerario y entorno educativo (X– 7); bastante más bajo resulta sin
embargo el conocimiento por parte de los profesionales del entorno social de los
jóvenes (grupo de iguales, amistades, pareja…), cuya media no llega al 6 (X– 5,97).
Así pues comprobamos como los profesionales que trabajan con esta población están más cen-
trados en los conocimientos en torno a las instituciones y recursos (enseñanza, trabajo, pro-
tección) que en el conocimiento más en profundidad de la realidad social, familiar y personal
del o de la joven.
Curiosamente la gran mayoría de los profesionales se encuentran de acuerdo
en considerar que «el grupo de iguales es un elemento educativo importante para
facilitar el tránsito a la vida adulta del joven en dificultad social» (ítem 40,
X– 7,86, ds 1,88) aunque al parecer solo avanzan en su conocimiento de forma li-
mitada.

䉴 Respuestas con mayor acuerdo

Pero ¿cuáles son las variables que concentran el consenso de los profesionales, inde-
pendientemente de que sean valoradas con una calificación más o menos alta?
Esta desviación mínima en las respuestas de los profesionales hace referencia a las
cuatro preguntas del ítem E22, sobre los cambios que experimentan los jóvenes en
su comportamiento ético y su responsabilidad tras la intervención socioeducativa. La
desviación más baja en las respuestas de los profesionales se produce en las dos afir-
maciones que hacen referencia a que «los jóvenes en dificultad social muestran
después de la intervención socioeducativa un comportamiento social responsable» (X–
5,8; ds 1,13) y «los jóvenes en dificultad social muestran después de la intervención
socioeducativa unos valores éticos firmes» (X– 5,6; ds 1,26).
Lo mismo ocurre cuando se pregunta, en los ítems E22a y E22b, por el com-
portamiento que muestran los jóvenes en dificultad social al inicio de la intervención
socioeducativa en ambos aspectos: valores éticos firmes y comportamiento social res-
ponsable. En ambos casos los profesionales «suspenden» a los jóvenes, valorando
negativamente la firmeza de sus valores éticos (X– 3,2; ds 1,45) y aún de forma más
baja su comportamiento social responsable (X– 2,9; ds 1,48).
LA PERSPECTIVA DE LOS PROFESIONALES

En resumen, los profesionales están bastante de acuerdo en apreciar que la in-


tervención socioeducativa produce cambios significativos en el comportamiento
social responsable y en la adquisición y consolidación de unos valores éticos más
firmes de los jóvenes en dificultad social. Y se muestran de acuerdo tanto en
apreciar que cuando llegan a los programas los jóvenes están a un nivel muy bajo
en ambas cuestiones (los «suspenden» con valores de X– 3), como en valorar que
mejoran moderadamente pero de forma perceptible (les atribuyen valores entre
X– 5 y 6).
Analizando el resto de valores de la Tabla II-168 encontramos una serie de as-
pectos que los profesionales valoran positivamente (puntuaciones superiores o
iguales a 7), con los que se encuentran moderadamente satisfechos (puntuaciones
entre 6 y 7), o los que podemos calificar de mejorables (puntuaciones en torno a 5)
y manifiestamente mejorables (puntuaciones inferiores a 5). Comentaremos bre-
vemente las variables incluidas en cada uno de estos grupos.

䉴 Aspectos valorados positivamente (puntuaciones iguales o superiores a 7)

— Junto a la importancia de la experiencia de trabajo de los educadores con


adolescentes y jóvenes en dificultad social, los profesionales tienen claro
que para trabajar con esta población es importante también tener expe-
riencia previa en orientación profesional/laboral, aunque ésta es valorada
algo menos que la anterior (E36).
— Un aspecto que tanto los profesionales como los jóvenes y los empresarios tienen cla-
ro y en el que sus buenas valoraciones coinciden, es que cuando finaliza la inter-
vención socioeducativa con ellos, los jóvenes en dificultad social tienen los conoci-
mientos necesarios para la búsqueda activa de empleo (E15b).

䉴 Aspectos moderadamente satisfactorios (puntuaciones entre 6 y 7)

— Cuando se interroga a los educadores y profesionales que trabajan con jó-


venes en dificultad social sobre su grado de exigencia en el cumplimiento
de los compromisos adquiridos por los jóvenes en su proceso de transición
a la vida adulta, su respuesta es claramente que lo hacen de forma mode-
rada (E30). Efectivamente no puede ser de otro modo si se pretende la par-
ticipación de éstos en la toma de decisiones sobre su propio futuro (E26) y
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

a la vez establecer una relación empática con ellos (E42). El valor mode-
rado de estas tres variables indica la presencia de actitudes flexibles, que
mantienen un grado medio de exigencia pero que permiten mantener
relaciones personales agradables y ofrecen al joven un grado de protago-
nismo aceptable, algo que no puede admitir la rigidez educativa pero que sí
requiere del compromiso y de la responsabilidad en su cumplimiento.
Así, cuando finaliza la intervención socioeducativa con ellos, los jóvenes en
dificultad social han llegado a adquirir el grado de iniciativa suficiente
para la búsqueda activa y autónoma de empleo (E15a).
— Los aspectos comentados anteriormente tiene que ver también con la res-
puesta al ítem E28, que plantea cómo muchos jóvenes en dificultad social
asisten a los centros y programas de inserción sociolaboral de forma vo-
luntaria, pero otro grupo importante no lo hace así. Esto supone el des-
pliegue de toda una serie de técnicas para «enganchar» a los jóvenes al Pro-
grama que solo pueden desarrollarse con una flexibilidad importante en los
compromisos adquiridos y la exigencia de su cumplimiento.
— En contraste con su rechazo a la mejora en aspectos formativos, el ítem
E21 contempla cómo, de forma moderadamente razonable, los jóvenes en
dificultad social sí tienen interés por mejorar su situación laboral.
— Ya se destacaba al principio de este apartado la importancia concedida
por los profesionales a la evaluación de la situación de los jóvenes tras aban-
donar el programa. En este sentido es importante reseñar también como los
profesionales ven muy conveniente, aunque con valoraciones más bajas, la
evaluación inicial, de proceso y de resultados de la intervención socioedu-
cativa mientras el joven está participando en el programa (5,72; 6,14 y 6,22
respectivamente).
— Moderadamente satisfechos se encuentran también los profesionales con la
organización y diseño del espacio físico en que se desarrolla la intervención
socioeducativa (en los recursos de inserción sociolaboral), y en cómo éste
está pensado y adaptado al tipo de actividad que se lleva a cabo en él
(E41).
LA PERSPECTIVA DE LOS PROFESIONALES

䉴 Aspectos mejorables que condicionan la intervención


(puntuaciones en torno a 5)

— Si cuando finaliza la intervención socioeducativa con ellos, los jóvenes en


dificultad social tienen la iniciativa y los conocimientos necesarios para la
búsqueda activa de empleo (E15a y E15b), como señalábamos anterior-
mente, los profesionales no consideran que hayan adquirido al mismo nivel
la capacidad necesaria para mantener el puesto de trabajo y adaptarse a los
requerimientos de éste (E15c). Esto presupone la necesidad de trabajar más
detenidamente este aspecto, que será clave para el tránsito adecuado a una
vida independiente.
— Otro aspecto a mejorar tiene que ver con la motivación y la actitud activa
y participativa de los jóvenes en dificultad social en la intervención so-
cioeducativa que se desarrolla con ellos (E29), y que aunque los profesio-
nales consideran en general aceptable, alcanza unos valores bastante bajos
en la escala utilizada (X– 5,56).
— En opinión de los profesionales, en general los jóvenes en dificultad social
llegan a realizar una transición adecuada a una vida adulta independiente
y responsable, en un periodo máximo de tres o cuatro años desde que
cumplieron la mayoría de edad (X– 5,25), aunque un grupo importante de
profesionales (más del 30% de ellos) muestran su desacuerdo con este aspecto
(E11). Es esta una cuestión central, desde la que se evalúa en términos generales
el sentido de las actuaciones realizadas con esta población. En las respuestas al
ítem E23, en el que se preguntaba —en sentido contrario a lo que se
hizo en el ítem E11— si los jóvenes en dificultad social se encuentran en si-
tuación de exclusión social pocos años después de dejar el sistema de protección, son
esta vez más del 50% de los profesionales encuestados quienes valoran que así es,
que los jóvenes en dificultad social se encuentran en situación de exclusión social
pocos años después de dejar el sistema de protección. En resumen, entre la tercera
parte y la mitad de los profesionales encuestados opina que los jóvenes en dificul-
tad social o bien no transitan de forma adecuada a la vida adulta, o bien sucum-
ben a los riesgos de la exclusión social a los pocos años de abandonar los programas
que les atienden. Esta percepción ha de tener, sin duda, sus repercusiones
en el sentido y el alcance de las intervenciones que se realizan, y en el rol
que los profesionales se atribuyen a sí mismos en este ámbito de actua-
ción.
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

20

16,7 16,7

15 13,9 13,9 13,9

11,1
Porcentaje

10

5,6 5,6
5
2,8

0
1 2 3 4 5 6 7 8 9
Gráfico II-62. Excluidos a los pocos años (E23).

10

6
Frecuencia

Media =5,25
Desviación típica =1,903
N =36
0
-2 0 2 4 6 8 10
E11. Transición adecuada a la vida adulta
Gráfico II-63. Los jóvenes transitan adecuadamente a la vida adulta.
LA PERSPECTIVA DE LOS PROFESIONALES

Tabla II-169. Excluidos a los pocos años (E23)

Porcentaje
Puntuación Frecuencia Porcentaje
acumulado
1 1 2,8 2,8
2 2 5,5 8,3
3 4 11,1 19,4
4 6 16,7 36,1
5 5 13,9 50,0
6 6 16,7 66,7
7 5 13,9 80,6
8 5 13,9 94,5
9 2 5,5 100,0
Total 36 100,0

— Rondando el «aprobado» se encuentran los ítems E35 y E37, que hacen re-
ferencia a cómo los educadores y profesionales que trabajan con jóvenes en
dificultad social disponen de recursos, estrategias y de la flexibilidad sufi-
ciente para abordar situaciones imprevistas o inciertas (E35: X– 5,14) y
cómo se desarrollan actividades de coordinación frecuentes y sistemáticas
entre los recursos específicos de inserción sociolaboral y otros recursos
sociales y educativos (E37: X– 5,11). Estas son cuestiones que habrán de
abordarse desde una formación específica y bien planificada la primera de
ellas, y desde una mejor organización y comunicación interinstitucional la
segunda.

䉴 Aspectos manifiestamente mejorables o que limitan seriamente


la intervención (puntuaciones inferiores a 5)

— Que los profesionales de este ámbito de trabajo consideren que su forma-


ción no se lleva a cabo con la necesaria frecuencia y de forma sistemática es
una grave limitación para el desarrollo de la intervención socioeducativa
con jóvenes en dificultad social. Máxime cuando también se reconoce
que el educador, con su bagaje personal, su experiencia y formación, es la
principal herramienta de trabajo, muchas veces la única, en este ámbito
(E32, E34, E36, E24).
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

— Se considera muy bajo el nivel de participación y de colaboración de las fa-


milias de los jóvenes en dificultad social en las actuaciones planteadas para
facilitar su tránsito a la vida adulta (E39). Es significativo, en este sentido,
que estos programas tampoco están orientados ni dedican espacios impor-
tantes de trabajo a la intervención con familias (E38), que se reconoce
como uno de sus puntos débiles, y que se relaciona directamente con esta
percepción de los profesionales.
— Es clara la limitación, inherente a estos programas y a este tipo de pobla-
ción juvenil, que plantea el escaso interés de los jóvenes en dificultad social
por estudiar y mejorar su nivel formativo, aspecto que se relaciona direc-
tamente con sus posibilidades de acceso a un mercado laboral mejor re-
munerado y valorado socialmente. (E20).
— Otro aspecto conocido, y reconocido claramente por los profesionales, es la
ausencia manifiesta de redes sociales de apoyo (recursos sociales diferentes
de los institucionales) de los jóvenes en dificultad social, especialmente im-
portantes y «ausentes» cuando éstos se encuentran en problemas (E19). Esta
es otra de las tareas básicas de una intervención socioeducativa que pre-
tenda lograr el tránsito de los jóvenes a una vida adulta independiente y
responsable, que no puede considerarse como tal sin una red de apoyo so-
cial más o menos estable y fiable en torno al joven.
PARTE III
RELACIONES
Tras el estudio descriptivo realizado en los capítulos anteriores, avanzamos un
paso más en la búsqueda de relaciones significativas entre variables, siempre bajo el
criterio y la prioridad establecida por los objetivos que se diseñaron al inicio de la
investigación.
Una consideración importante es la de que esta investigación, aunque organi-
zada en torno a un diseño único, no deja de ser el resultado de la interacción de tres
investigaciones diferenciadas en cuanto a la selección de la muestra, el formato y
contenido de los instrumentos de recogida de información y el carácter de los re-
sultados obtenidos. Sobre un mismo fenómeno —el proceso de tránsito a la vida
adulta de los jóvenes en dificultad social— se entrecruzan diferentes perspectivas:
— por una parte, indagamos acerca de la percepción que los propios jóvenes
tienen de su tránsito a la vida adulta;
— por otra, sobre lo que los empresarios opinan del proceso y de su propio
papel en él;
— finalmente pretendemos perfilar la opinión de los profesionales sobre su
metodología de trabajo y los efectos en ese proceso de tránsito de los jóvenes.
A través de la triangulación de estas perspectivas obtendremos una panorámica glo-
bal de lo que ocurre en torno al fenómeno investigado, y las tres aproximaciones
nos permitirán profundizar en la explicación de diferentes variables, cruciales para
entender ese fenómeno.
Para facilitar esas aproximaciones particulares y, a la vez, poder contemplar des-
de una perspectiva global el fenómeno estudiado, iniciaremos los siguientes capí-
tulos con un cuadro sobre las relaciones entre objetivos de investigación, grupos de
variables e indicadores concretos para cada instrumento de recogida de informa-
ción, y a continuación procederemos a describir e interpretar las relaciones entre
las variables que resulten más relevantes, y su nivel de significación estadístico
cuando se utilicen pruebas paramétricas.
CAPÍTULO 9
LA PERSPECTIVA DE LOS EMPRESARIOS

En el Cuadro III-1 se muestra el esquema básico seguido en este capítulo para


estudiar las relaciones entre las diferentes variables que tienen que ver con la
perspectiva de los empresarios.

9.1. VIDA INDEPENDIENTE, RESPONSABILIDAD Y ORGANIZACIÓN


PERSONAL DE LOS JÓVENES EN EL ÁMBITO LABORAL

Diferentes variables constituyen, en el cuestionario a empresarios, el grupo que


define las características fundamentales de la variable dependiente1; comenzamos por
apreciar cómo una de ellas, la valoración que los empresarios dan al trabajo de los jóvenes en
su empresa, está asociada directa y significativamente con otras dos variables:
— La consideración por parte de los empresarios de que los jóvenes son per-
sonas autónomas e independientes (a un nivel de confianza del 99%).

Tabla III-1. Correlación: inserción laboral*/Trabajar con jóvenes2


E30 Los jóvenes
E22 El trabajo de E26 Los jóvenes
son personas
los jóvenes en su generan situaciones
autónomas
empresa conflictivas
e independientes
Correlación de Pearson 0,494 (**) 0,194 1
E30 Los jóvenes son personas
Sig. (bilateral) 0,000 0,093
autónomas e independientes
N 72 76 78

E25 Los jóvenes afrontan Correlación de Pearson 0,619 (**) –0,279 (*) 0,317 (**)
adecuadamente situaciones Sig. (bilateral) 0,000 0,012 0,005
imprevistas N 76 80 77

1
La variable dependiente se formuló (Parte I, Cuadro I-1) como: «características del tránsito de los jóvenes a una vida
adulta independiente y responsable».
2
En todas las tablas de esta Parte III, la presencia de asteriscos junto a los datos tiene el siguiente significado: * La co-
rrelación es significativa al nivel 0,01; ** La correlación es significativa al nivel 0,05.
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

Cuadro III-1. Marco de investigación: perspectiva de los empresarios

Grupo de
Variables Objetivos
variables
• E30. Los jóvenes de este Programa de Empleo que trabajan o 2. Conocer las característi-
han trabajado en su empresa son personas autónomas e inde- cas del tránsito a la vida
pendientes. adulta efectuado por los jó-
Vida • E22. ¿Qué puntuación daría, en términos generales, al trabajo que venes en dificultad social
independiente: han realizado los jóvenes que hay en su empresa?. que participaron en progra-
inserción laboral • E24 (a-k). Los jóvenes, en relación al trabajo, son… mas de inserción sociolabo-
• E25. Los jóvenes de este Programa de Empleo que han traba- ral: su situación personal,
jado o trabajan en su empresa afrontan adecuadamente situa- social y económica tras la
ciones imprevistas en el trabajo diario. emancipación.
• E27. Trabajar con jóvenes es mejor que trabajar con adultos.
• E24 (a-k). Los jóvenes, en relación al trabajo, son…
6. Conocer la incidencia
• E26. Los jóvenes de este Programa de Empleo que trabajan o
y la valoración de los pro-
Responsabilidad han trabajado en su empresa son personas que han generado al-
gramas de inserción socio-
y organización guna situación conflictiva.
laboral en el ámbito em-
personal • E43 (a-j). ¿Tendría usted algún inconveniente en contratar
presarial: sus debilidades,
para su empresa (jóvenes en dificultad social)…?
fortalezas y posibilidades.
• E35. ¿Es partidario de contratar menores de edad laboral (con
16 o 17 años) para determinados puestos de su empresa.
• E16. ¿Cree que son útiles para las empresas los programas de 3. Describir, analizar y va-
Incidencia empleo para jóvenes como éste? lorar la incidencia del mo-
del modelo • E17. ¿Y para los jóvenes? ¿Cree que son útiles para los/las delo de intervención so-
educativo: jóvenes los programas de empleo como éste? cioeducativa utilizado para
valoración • E2-E13. Valore de 0 a 10 los siguientes servicios prestados a las procurar el tránsito de los
general del empresas por este Programa de empleo para jóvenes. adolescentes y jóvenes en
modelo • E18. ¿Este tipo de programas de empleo para jóvenes: funcio- dificultad social a una vida
educativo na bien así, como están ahora, o habría que mejorarlos? adulta independiente y res-
• E36. Continuaría contratando jóvenes de este Programa. ponsable.
• E41. ¿Las empresas pueden ayudar a los jóvenes con problemas
sociales? ¿Cómo cree que pueden ayudar las empresas a los jó-
venes con problemas sociales?
• E28. Contratar jóvenes es una inversión de futuro.
• E29. Contratar jóvenes a través de este tipo de programas le su-
Incidencia pone un ahorro económico y/o de tiempo y esfuerzo.
6. Conocer la incidencia
del modelo • E23. La formación previa es importante a la hora de seleccionar
y la valoración de los pro-
educativo: a los jóvenes para el puesto de trabajo.
gramas de inserción socio-
cultura del • E14. ¿Le parece interesante que se acompañe a los candidatos a
laboral en el ámbito em-
trabajo y la primera entrevista?
presarial: sus debilidades,
actuaciones • E15. ¿Le parece interesante que se realicen llamadas y/o visitas de
fortalezas y posibilidades.
con empresas seguimiento de la relación laboral, una vez contratado el/la joven?
• E31. ¿Estaría dispuesto a que los jóvenes hicieran prácticas for-
mativas en su empresa?
• E32. ¿A su empresa le interesaría tener jóvenes «aprendices»,
que se formen en la profesión a partir de sus indicaciones y
consejos?
LAS PERSPECTIVAS DE LOS EMPRESARIOS

— La consideración por parte de los empresarios de que los jóvenes afrontan


adecuadamente situaciones imprevistas (a un nivel de confianza del 99%).
Esta correlación positiva indica que cuanto mayor es la valoración del trabajo
de los jóvenes por parte de los empresarios, mayor es su consideración de los jó-
venes como personas autónomas e independientes y como personas capaces de
afrontar adecuadamente situaciones imprevistas. En este segundo caso además el
valor de la asociación es alto, lo que indica una relación intensa entre ambas va-
riables. Hay que destacar también la asociación significativa que se establece entre
estas dos variables: los jóvenes son personas autónomas e independientes y los jó-
venes afrontan adecuadamente situaciones imprevistas. Por otra parte cabe destacar
la asociación inversa —correlación negativa— entre la capacidad de afrontar si-
tuaciones imprevistas de los jóvenes y su capacidad de generar situaciones con-
flictivas.
En los siguientes diagramas de dispersión se pueden comprobar gráficamente las
relaciones establecidas.

10
E22 Puntuación trabajo jóvenes en su empresa

0 2 4 6 8 10
E25 Los jóvenes afrontan adecuadamente situaciones imprevistas

Gráfico III-1. Digrama de la dispersión E22*E25.


EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

E30 Los jóvenes son personas autónomas e independientes


10

0 2 4 6 8 10
E25 Los jóvenes afrontan adecuadamente situaciones imprevistas

Gráfico III-2. Digrama de la dispersión E30*E25.


E30 Los jóvenes son personas autónomas e independientes

10

0 2 4 6 8 10
E22 Puntuación trabajo jóvenes en su empresa

Gráfico III-3. Digrama de la dispersión E30*E22.


LAS PERSPECTIVAS DE LOS EMPRESARIOS

Reproducimos a continuación (Tabla III-2) la matriz de correlaciones entre las


variables del grupo E24a-k, sobre la puntuación del empresario a las características
personales de los jóvenes en su trabajo. Es una tabla interesante, que refleja cómo
se produce una correlación positiva casi perfecta entre las diferentes variables del
grupo, lo que viene a indicar por una parte el alto grado de coherencia en las res-
puestas de los empresarios (algo que ya pudimos comprobar anteriormente), el im-
portante grado de acuerdo que parecen manifestar al establecer estas valoraciones,
y una buena diferenciación de variables en categorías excluyentes que se comple-
mentan, junto a una adecuada estructura interna del instrumento utilizado para re-
coger la información.
Algo similar ocurre cuando cruzamos la puntuación dada por los empresarios al
trabajo de los jóvenes en su empresa (E22) con las características de los jóvenes en su
trabajo (E24a-k), apreciándose una correlación elevada en todas las categorías (Ta-
bla III-3). Los empresarios relacionan especialmente las altas puntuaciones al trabajo
de los jóvenes con su agilidad y dinamismo en el trabajo (r = 0,776), su buena
atención a los clientes (r = 0,727) y su responsabilidad (r = 0,711) (todas ellas con
p ≤ 0,000). La puntualidad, la facilidad para aprender y las ganas de aprender, son
los aspectos menos valorados, aunque como decíamos también correlacionan cla-
ramente con las puntuaciones obtenidas por los jóvenes.
Todas las variables correlacionan con fuerza también entre el ítem E30 (los jó-
venes son personas autónomas e independientes) y el grupo de ítems E24a-k
(p ≤ 0,01), excepto en el caso de uno de ellos, el que se refiere a la facilidad de
aprendizaje de los jóvenes (E24h).
Por otra parte, las diferentes variables del grupo E24a-k correlacionan tam-
bién significativamente con la capacidad de los jóvenes para afrontar adecuadamente
situaciones imprevistas (E25), especialmente las variables E24j (los jóvenes atienden
bien a los clientes) y E24a (los jóvenes son ágiles y dinámicos). Es decir, los em-
presarios relacionan directamente la buena atención a los clientes y la agilidad y
dinamismo de los jóvenes con su capacidad para afrontar situaciones imprevistas,
lo que ofrece información de interés para la orientación sociolaboral de estos jó-
venes.
Analizando finalmente la relación entre las distintas variables del grupo E24a-k
y el ítem E27 (trabajar con jóvenes es mejor que trabajar con adultos) comproba-
mos que la relación es significativa en aquellos aspectos que hacen referencia a: ser
buen trabajador, ser responsable, tener iniciativa propia y tener ganas de aprender.
Es decir que, de algún modo, los empresarios ven relacionada la responsabilidad, la
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

Tabla III-2. Correlación (Pearson): Cómo son los jóvenes en el trabajo

E24G Los jóvenes tienen

E24K Los jóvenes tienen


E24D Los jóvenes saben
E24C Los jóvenes hacen

aprenden con facilidad


E24A Los jóvenes son

E24B Los jóvenes son

E24E Los jóvenes son

E24F Los jóvenes son

E24I Los jóvenes son


buenos trabajadores

ganas de aprender

atienden bien a los


trabajar en equipo

E24H Los jóvenes

E24J Los jóvenes


ágiles, dinámicos

lo que se les dice

iniciativa propia
E24

responsables

respetuosos

puntuales

clientes
E24A
0,565 0,730 0,653 0,771 0,614 0,704 0,727 0,608 0,782 0,742
Los jóvenes son 1
(**) (**) (**) (**) (**) (**) (**) (**) (**) (**)
ágiles, dinámicos
E24B
0,565 0,619 0,664 0,739 0,515 0,521 0,525 0,730 0,626 0,631
Los jóvenes son 1
(**) (**) (**) (**) (**) (**) (**) (**) (**) (**)
responsables
E24C
0,730 0,619 0,632 0,718 0,741 0,741 0,631 0,571 0,738 0,667
Los jóvenes hacen 1
(**) (**) (**) (**) (**) (**) (**) (**) (**) (**)
lo que se les dice
E24D
0,653 0,664 0,632 0,703 0,677 0,660 0,711 0,581 0,750 0,747
Los jóvenes saben 1
(**) (**) (**) (**) (**) (**) (**) (**) (**) (**)
trabajar en equipo
E24E
0,771 0,739 0,718 0,703 0,599 0,717 0,675 0,643 0,767 0,760
Los jóvenes son 1
(**) (**) (**) (**) (**) (**) (**) (**) (**) (**)
buenos trabajadores
E24F
0,614 0,515 0,741 0,677 0,599 0,797 0,764 0,621 0,796 0,718
Los jóvenes son 1
(**) (**) (**) (**) (**) (**) (**) (**) (**) (**)
respetuosos
E24G
0,704 0,521 0,741 0,660 0,717 0,797 0,831 0,564 0,780 0,779
Los jóvenes tienen 1
(**) (**) (**) (**) (**) (**) (**) (**) (**) (**)
ganas de aprender
E24H
0,727 0,525 0,631 0,711 0,675 0,764 0,831 0,660 0,816 0,787
Los jóvenes aprenden 1
(**) (**) (**) (**) (**) (**) (**) (**) (**) (**)
con facilidad
E24I
0,608 0,730 0,571 0,581 0,643 0,621 0,564 0,660 0,737 0,684
Los jóvenes son 1
(**) (**) (**) (**) (**) (**) (**) (**) (**) (**)
puntuales
E24J
0,782 0,626 0,738 0,750 0,767 0,796 0,780 0,816 0,737 0,821
Los jóvenes atienden 1
(**) (**) (**) (**) (**) (**) (**) (**) (**) (**)
bien a los clientes
E24K
0,742 0,631 0,667 0,747 0,760 0,718 0,779 0,787 0,684 0,821
Los jóvenes tienen 1
(**) (**) (**) (**) (**) (**) (**) (**) (**) (**)
iniciativa propia
LAS PERSPECTIVAS DE LOS EMPRESARIOS

capacidad de iniciativa y las ganas de aprender con la preferencia a trabajar con jó-
venes. Esto marca de nuevo algunos elementos a tener en cuenta en la formación
de los jóvenes para la permanencia en la empresa, aunque como podemos com-
probar en los datos reflejados en la Tabla III-3, los niveles de significación y los va-
lores de r no son excesivamente elevados.

Tabla III-3. Correlación (Pearson): Cómo son los jóvenes en el trabajo (2)

mejor que trabajar con adultos


E30 Los jóvenes son personas

E27 Trabajar con jóvenes es


autónomas e independientes

adecuadamente situaciones
E25 Los jóvenes afrontan
E24-E22

E26 Los jóvenes generan


E22 Puntuación trabajo
jóvenes en su empresa

situaciones conflictivas
E24-E30
E24-E26
E24-E25

imprevistas
E24-E27

E24A
0,776 (**) 0,443 (**) –0,233 (*) 0,692 (**) 0,115
Los jóvenes son ágiles, dinámicos
E24B
0,711 (**) 0,385 (**) –0,018 0,474 (**) 0,276 (*)
Los jóvenes son responsables
E24C
0,659 (**) 0,561 (**) –0,241 (*) 0,540 (**) 0,154
Los jóvenes hacen lo que se les dice
E24D
0,622 (**) 0,303 (**) –0,152 0,560 (**) 0,098
Los jóvenes saben trabajar en equipo
E24E
0,785 (**) 0,394 (**) –0,187 0,589 (**) 0,302 (**)
Los jóvenes son buenos trabajadores
E24F
0,467 (**) 0,395 (**) –0,277 (*) 0,537 (**) 0,142
Los jóvenes son respetuosos
E24G –0,291
0,611 (**) 0,392 (**) 0,539 (**) 0,229 (*)
Los jóvenes tienen ganas de aprender (**)
E24H –0,298
0,604 (**) 0,266 (*) 0,603 (**) 0,219
Los jóvenes aprenden con facilidad (**)
E24I
0,570 (**) 0,293 (**) –0,163 0,503 (**) 0,198
Los jóvenes son puntuales
E24J
0,727 (**) 0,477 (**) –0,224 0,704 (**) 0,174
Los jóvenes atienden bien a los clientes
E24K
0,679 (**) 0,427 (**) –0,231 (*) 0,589 (**) 0,227 (*)
Los jóvenes tienen iniciativa propia
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

En cuanto al grupo de variables sobre trayectorias fallidas (Cuadro III-1), se ha


estudiado la relación entre la generación de situaciones conflictivas por parte de los
jóvenes (E26) y el rechazo de los empresarios a contratar jóvenes con dificultades
específicas (E43a-j). Solo se encontró asociación entre dos variables, la variable E26
(los jóvenes generan situaciones conflictivas) y la variable E43b (inconveniente en
contratar menores de edad), lo que muestra la relación directa que establecen los
empresarios entre la generación de situaciones de conflicto y la contratación de
menores de edad, aunque esta relación entre ambas variables no puede considerarse
demasiado consistente (c.c. = 0,468, p ≤ 0,01); en el resto de los casos no hay aso-
ciación significativa entre la generación de situaciones de conflicto y la predispo-
sición a contratar a una u otra categoría de jóvenes en dificultad social por parte de
los empresarios.
Respecto a la contratación de menores de edad, se realizó también el contraste de
variables entre E35 (partidario de contratar menores de edad) y E22 (puntuación
del trabajo de los jóvenes en su empresa) a través de la T de Student. Los resulta-
dos indican la relación significativa entre ambas variables, con un intervalo de con-
fianza que no incluye el valor 0, y una significación bilateral de p ≤ 0,000. Es de-
cir, que existe una relación directa entre la puntuación del trabajo de los jóvenes y
el interés de los empresarios por contratar menores de edad: a mayor puntuación,
mayor interés. Lo que muestra que las dificultades de contratación de esta pobla-
ción no se deben tanto a un rechazo hacia los menores en edad laboral —16 a 18
años— como a aspectos relacionados con las características de su contratación y su
rendimiento en el trabajo.
En cuanto a los sectores productivos y su relación con el interés de los empresa-
rios por contratar a menores de edad, los sectores de alimentación, textil, hostelería, comercio
y jardinería son los más proclives a contratar a esta población, mientras que no lo son tan-
to en los sectores de la construcción, electricidad, servicios, mensajerías y tele-
márketing. No son, en cualquier caso, diferencias que puedan considerarse signi-
ficativas estadísticamente.
Un último contraste de interés en este apartado se refiere a la incidencia del ta-
maño de la empresa —grande, mediana o pequeña empresa— en el comporta-
miento de algunas variables. Así:
— En el contraste entre el tamaño de la empresa y la puntuación otorgada a los
jóvenes por el trabajo realizado en la empresa, se comprueba cómo las
puntuaciones de las pequeñas empresas son más extremas, mientras que las
de las medianas y grandes empresas siguen la curva normal, aunque no pue-
LAS PERSPECTIVAS DE LOS EMPRESARIOS

de apreciarse una relación significativa estadísticamente (chi cuadrado = 24,


sig. = 0,145). Tampoco resulta significativa la relación entre el sector pro-
ductivo y la puntuación otorgada a los jóvenes por el trabajo realizado (chi
cuadrado = 114,2; sig. = 0,322).
— En la relación entre el tamaño de empresa y su inconveniente en contratar
mujeres con hijos (E43h) encontramos una relación significativa estadísti-
camente (chi cuadrado = 7,063 para 2 gl; p ≤ 0,029) que indica un mayor
rechazo a contratar mujeres con hijos cuanto menor es la empresa.

Tabla III-4. Tabla de contingencia: Tamaño de empresa/


Inconveniente en contratar mujeres con hijos

E43H Inconveniente en contratar


mujeres con hijos Total
SÍ NO
Grande 0 17 17
Tamaño Mediana 1 19 20
Pequeña 10 34 44
Total 11 70 81

9.2. LA INCIDENCIA DEL PROGRAMA DE EMPLEO EN LA


INSERCIÓN LABORAL: VALORACIÓN GENERAL

Se ha creído interesante en un primer momento analizar la matriz de correla-


ciones que se establece entre la valoración general del Programa de empleo (E16, E17,
E18), la evaluación que el empresario hace del trabajo de los jóvenes (E22) y la de
su acceso a una vida autónoma e independiente (E30)3.
Podemos comprobar cómo el valor que los empresarios establecen hacia el tra-
bajo de los jóvenes y hacia su autonomía e independencia se relaciona inversa-
mente de forma significativa con la necesidad de mejorar el Programa de empleo

3
E16: utilidad para las empresas de los programas de empleo; E17: utilidad para los jóvenes de los programas de em-
pleo; E18: habría que mejorar los programas de empleo para jóvenes; E22: puntuación al trabajo de los jóvenes en la em-
presa por parte de los empresarios; E30: los jóvenes son personas autónomas e independientes.
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

(t = –16,57, p ≤ 0,001; t = –13,02, p ≤ 0,002). Así, aquellos empresarios que están


menos satisfechos con el trabajo de los jóvenes son quienes opinan con más fuer-
za que habría que mejorar el Programa, o dicho de otro modo, las puntuaciones
elevadas de los jóvenes en el trabajo que realizan hace disminuir la demanda de
mejora del Programa por parte de los empresarios.

Tabla III-5. Prueba de muestras relacionadas: valoración


del Programa/valoración de los jóvenes

Sig.
Diferencias relacionadas t gl
(bilateral)
Error
95% Intervalo
Desv. típ.
Media de confianza
típ. de la
para la diferencia
media
Inferior Superior
E18 Funcionamiento de este tipo de
Par 1 Programas - E22 Puntuación trabajo –4,566 2,402 0,276 –5,115 –4,017 –16,572 75 0,000
jóvenes en su empresa
E16 Utilidad de Programas de Em-
Par 2 pleo para empresas - E22 Puntuación –4,936 2,188 0,248 –5,429 –4,443 –19,922 77 0,000
trabajo jóvenes en su empresa
E16 Utilidad de Programas de Em-
pleo para empresas - E30 Los jóvenes
Par 3 –3,962 2,259 0,256 –4,471 –3,452 –15,489 77 0,000
son personas autónomas e indepen-
dientes
E18 Funcionamiento de este tipo de
Par 4 Programas - E30 Los jóvenes son per- –3,636 2,449 0,279 –4,192 –3,081 –13,029 76 0,000
sonas autónomas e independientes

En segundo lugar se ha contrastado la valoración efectuada globalmente del


Programa (E16) con los diferentes servicios prestados a las empresas desde él (gru-
po de variables E2-E134), y con la valoración dada a los jóvenes por los empresa-

4
E2: Agilidad en la respuesta al empresario; E3: Atención personalizada al empresario; E4: Atención personalizada al
joven empleado; E5: Amabilidad y cercanía; E6: Agilidad en las gestiones; E7: Eficacia de las gestiones; E8: Acompaña-
miento de los jóvenes al inicio de la relación laboral; E9: Seguimientos de la situación de los jóvenes en el trabajo; E10: Ase-
soramiento e información al empresario; E11: Selección de candidatos adecuados para su empresa; E12: Apoyo en los trá-
mites que tiene que realizar el empresario; E13: Resolución de problemas.
LAS PERSPECTIVAS DE LOS EMPRESARIOS

rios (E22). Como se observa en la tabla siguiente (Tabla III-6), solo una variable
correlaciona significativamente con la utilidad del Programa para las empresas: la
variable E11 (selección de candidatos para la empresa) (c.c. = 0,575, p ≤ 0,000). Es
interesante comprobar cómo los empresarios relacionan directamente la utilidad de
los programas de empleo con su capacidad para la selección de candidatos para la
empresa, independientemente de la calificación otorgada al Programa en este
punto; ésta se convierte así en una de las principales demandas de los empresarios
hacia los programas de empleo. Entre el resto de las variables no se aprecia una
asociación significativa.

Tabla III-6 Coeficiente de contingencia: valoración del Programa/servicios prestados

Valor del
Variables Sig. aproximada N.o de casos válidos
Coeficiente de contingencia
E16 - E2 0,206 0,575 86
E16 - E3 0,151 0,918 87
E16 - E4 0,204 0,753 79
E16 - E5 0,133 0,908 86
E16 - E6 0,187 0,792 86
E16 - E7 0,368 0,068 84
E16 - E8 0,113 0,981 86
E16 - E9 0,249 0,330 87
E16 - E10 0,166 0,968 83
E16 - E11 0,575 0,000 85
E16 - E12 0,220 0,853 80
E16 - E13 0,220 0,670 80

En cuanto al contraste entre la variable E22 (puntuación de los empresarios al


trabajo de los jóvenes en su empresa) y las variables del grupo de servicios prestados
a las empresas por el Programa de empleo (E2-E13), vemos como todas las variables del
grupo correlacionan fuertemente, excepto la variable E8 (acompañamiento inicial
a los jóvenes), cuyo nivel de significación es ligeramente menor (p ≤ 0,12). Para los
empresarios pues, la utilidad de los servicios prestados por el Programa está direc-
tamente relacionada, y de forma muy intensa, con su valoración del rendimiento
final de los jóvenes en su empresa.
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

Tabla III-7. Correlaciones: Puntuación del joven en el trabajo*/


Variables de servicios prestados a la empresa
E22 Puntuación trabajo jóvenes en su empresa
Correlación de Pearson 0,418 (**)
E2 Agilidad en la respuesta Sig. (bilateral) 0,000
N 77
Correlación de Pearson 0,410 (**)
E3 Atención personalizada
Sig. (bilateral) 0,000
al empresario
N 78
Correlación de Pearson 0,403 (**)
E4 Atención personalizada al joven Sig. (bilateral) 0,000
N 72
Correlación de Pearson 0,386 (**)
E5 Amabilidad y cercanía Sig. (bilateral) 0,001
N 77
Correlación de Pearson 0,343 (**)
E6 Agilidad en las gestiones Sig. (bilateral) 0,002
N 77
Correlación de Pearson 0,440 (**)
E7 Eficacia en las gestiones Sig. (bilateral) 0,000
N 75
Correlación de Pearson 0,284 (*)
E8 Acompañamiento inicial
Sig. (bilateral) 0,012
a los jóvenes
N 77
Correlación de Pearson 0,500 (**)
E9 Seguimientos situación joven Sig. (bilateral) 0,000
N 78
Correlación de Pearson 0,390 (**)
E10 Asesoramiento e información
Sig. (bilateral) 0,001
a empresarios
N 75
Correlación de Pearson 0,602 (**)
E11 Selección de candidatos para
Sig. (bilateral) 0,000
la empresa
N 76
Correlación de Pearson 0,362 (**)
E12 Apoyo a trámites del empresario Sig. (bilateral) 0,002
N 73
Correlación de Pearson 0,558 (**)
E13 Resolución de problemas Sig. (bilateral) 0,000
N 73
LAS PERSPECTIVAS DE LOS EMPRESARIOS

Por último, señalar que no hemos encontrado diferencias significativas esta-


dísticamente al contrastar las variables relativas al tamaño de la empresa (grande,
mediana o pequeña) y su sector de actividad, con las variable referidas a la valora-
ción del Programa por los servicios ofrecidos (E2 a E13) y por su funcionamiento
global (E18).

9.3. RENDIMIENTO ECONÓMICO Y SOLIDARIDAD: DOS VISIONES


DESDE LA EMPRESA

Un amplio porcentaje de los empresarios (78%) confía en ayudar a los jóvenes en


dificultad social a través de sus empresas (E41). Cuando cruzamos esta información con
la valoración real que los empresarios dan al trabajo que realizan los jóvenes (E22)
(X– = 5,9), vemos que no hay relación significativa entre ambas variables (Ta-
bla III-8), lo que efectivamente indica que el rendimiento laboral, y por tanto eco-
nómico, no es el único objetivo para muchos empresarios, que contemplan la re-
lación de ayuda como parte de sus motivaciones para contratar a estos jóvenes. No
son precisamente los buenos resultados en el rendimiento de trabajo lo que hace
que los empresarios contraten a este tipo de población, que obtiene una puntuación
baja en este sentido (5,9 sobre 10, de media).

Tabla III-8. Medidas simétricas E22-E41

Valor Sig. aproximada


E22 - E41 Coeficiente de contingencia 0,331 0,440
N de casos válidos 73

Las Tablas III-9 y III-10 nos muestran nuevamente la débil relación entre la
variable E41 (las empresas pueden ayudar a los jóvenes con problemas sociales) y
dos variables sobre el rendimiento económico en el trabajo —esperado y ac-
tual—, las que se enuncian como: contratar jóvenes es una inversión de futuro
(E28) y contratar jóvenes supone un ahorro económico (E29).
Si bien no parece haber solo un componente económico en el interés de los
empresarios por contratar a jóvenes en dificultad, tampoco parece haber exclusi-
vamente un componente solidario. Así, se aprecia una relación significativa —aun-
que no muy potente— de las dos variables mencionadas anteriormente (E28:
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

contratar jóvenes es una inversión de futuro y E29: contratar jóvenes supone un


ahorro económico), lo que muestra que los empresarios piensan en los jóvenes
como inversión de futuro y que, entre otros aspectos, el ahorro económico para la
empresa forma parte de esas expectativas (Tabla III-11). En este sentido, un grupo
de educadores apuntaba otras hipótesis sobre la rentabilidad económica de este tipo
de programas, que facilitan trabajadores, les hace el seguimiento y «repone» rápi-
damente a aquellos que no rinden adecuadamente.

Tabla III-9. Medidas simétricas E41-E28

Valor Sig. aproximada


E41 - E28 Coeficiente de contingencia 0,394 0,116
N de casos válidos 77

Tabla III-10. Medidas simétricas E41-E29

Valor Sig. aproximada


E41 - E29 Coeficiente de contingencia 0,289 0,732
N de casos válidos 76

Tabla III-11. Matriz de correlaciones E28 - E29

E28 Contratar jóvenes es E29 Contratar jóvenes


una inversión de futuro supone un ahorro económico
E28 Contratar jóvenes es una
Correlación de Pearson 1 0,333 (**)
inversión de futuro
Sig. (bilateral) 0,003
N 83 79
E29 Contratar jóvenes supone
Correlación de Pearson 0,333 (**) 1
un ahorro económico
Sig. (bilateral) 0,003
N 79 82
LAS PERSPECTIVAS DE LOS EMPRESARIOS

Aunque la declaración de intenciones es buena, y como veíamos anteriormente


el 78% de los empresarios piensa que las empresas pueden ayudar a los jóvenes en
dificultades sociales, esta ayuda se matiza en función de las características personales y/o las
problemáticas que los jóvenes afrontan. Así, de los empresarios que creen que las em-
presas pueden ayudar a estos jóvenes, muchos no contratarían a menores de edad
(32,8%), a jóvenes con medidas judiciales (49,2%), con minusvalía (20,7%) o de
otras etnias (21,3%), pero sobre todo rechazan contratan a jóvenes con problemas
de consumo de sustancias tóxicas (61,3%). El contraste entre el interés de las em-
presas por ayudar a los jóvenes con problemas sociales (E41) y el grupo de variables
E43 (inconveniente en contratar jóvenes con problemas sociales para su empresa),
no muestra otra cosa que la intención selectiva de los empresarios por ayudar a los
jóvenes en dificultad social (Tabla III-12).
En senido contrario, muchos empresarios que no creen que las empresas pue-
dan ayudar a los jóvenes con problemas sociales, no tendrían demasiado inconve-
niente en contratar a jóvenes inmigrantes con permiso de trabajo o a personas de
color (83,3% de ellos, en ambos casos), a menores (82,4%), a mujeres (72,2%), o a
mujeres con hijos (70,6%). Es posible que estas categorías no entren a formar par-
te, para algunos empresarios, de lo que pueden considerarse problemas sociales de
los jóvenes. Efectivamente ser menor, mujer o persona de otra cultura, color o et-
nia no deberían ser percibidos como problemas, sino como características sociales,
y así parece aproximarse a contemplarlo este grupo de empresarios.
Por último, en el contraste entre el sector de actividad de la empresa y el ítem
E41 (los empresas pueden ayudar a los jóvenes con problemas sociales) se com-
prueba cómo, aunque no existe una relación significativa estadísticamente (chi cua-
drado = 12,046; sig. = 0,442), los sectores de confección-textil, mecánica, servi-
cios, artes gráficas y hostelería opinan mayoritariamente que las empresas pueden
ayudar a los jóvenes con problemas sociales, mientras que esta visión es menos
compartida desde sectores como alimentación, construcción o jardinería. No re-
sulta significativa, sin embargo, la relación entre el tamaño de la empresa y su pre-
disposición a ayudar a los jóvenes con problemas (chi cuadrado = 1,031 a 2gl;
sig. = 0,597).
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

Tabla III-12. Tablas de contingencia: ayudar a los jóvenes/inconveniente


en contratar jóvenes en dificultad
E41 Las empresas pueden ayudar a los
jóvenes con problemas sociales
SÍ NO Total
E43A Inconveniente en contratar inmigrantes con permiso SÍ 3 3 6
de trabajo NO 61 15 76
Total 64 18 82
SÍ 21 3 24
E43B Inconveniente en contratar menores de edad
NO 43 14 57
Total 64 17 81
SÍ 3 3 6
E43C Inconveniente en contratar personas de color
NO 61 15 76
Total 64 18 82
SÍ 4 5 9
E43D Inconveniente en contratar mujeres
NO 60 13 73
Total 64 18 82
SÍ 38 14 52
E43E Inconveniente en contratar jóvenes consumidores
NO 24 4 28
Total 64 18 80
SÍ 12 8 20
E43F Inconveniente en contratar jóvenes con minusvalía
NO 46 9 55
Total 58 17 75
SÍ 6 2 8
E43G Inconveniente en contratar estudiantes
NO 57 16 73
Total 63 18 81
SÍ 5 5 10
E43H Inconveniente en contratar mujeres con hijos
NO 58 12 70
Total 63 17 80
SÍ 29 13 42
E43I Inconveniente en contratar jóvenes con medida judicial
NO 30 5 35
Total 59 18 77
SÍ 13 10 23
E43J Inconveniente en contratar personas de otras etnias
NO 48 8 56
Total 61 18 79
LAS PERSPECTIVAS DE LOS EMPRESARIOS

9.4. LA INCIDENCIA DEL MODELO EDUCATIVO: ITINERARIOS


Y ESTRATEGIAS FORMATIVAS

Tres variables ya estudiadas (E22: puntuación al trabajo de los jóvenes en su


empresa; E25: los jóvenes afrontan adecuadamente situaciones imprevistas y E30:
los jóvenes son personas autónomas e independientes) son fundamentales para ex-
plicar la incidencia del modelo educativo de estrategias flexibles desde el que se
desarrolló el Programa de empleo, ya que vienen a reflejar los resultados obtenidos
en torno a algunos de los objetivos más importantes que se propone este Progra-
ma. En este apartado vamos a comprobar la relación que existe entre estas variables
y algunas de las estrategias formativas más interesantes en la intervención, como la
importancia de la formación previa en la selección de jóvenes para el puesto de tra-
bajo (E23), el interés del empresario por el acompañamiento a los candidatos a la
primera entrevista (E14) y por el seguimiento posterior desde el programa (E15), la
disposición de los empresarios a que los jóvenes realicen prácticas formativas en la
empresa (E31) y a tener jóvenes «aprendices» implicándose directamente en su for-
mación (E32).
Comenzamos contrastando la puntuación que los empresarios dan al trabajo de
los jóvenes en su empresa (E22) y la importancia de la formación previa en la selec-
ción de jóvenes para el puesto de trabajo (E23), a través de la correlación de
Pearson; cuyos valores (r = 0,325 p ≤ 0,005) muestran cómo la relación global en-
tre las variables analizadas es significativa y de signo positivo, aunque la magnitud
de la relación no es muy elevado (explica en torno al 10% de la varianza). Es decir
que, en una medida importante, los empresarios que más valoran a sus jóvenes en
el trabajo son quienes dan también más valor a la formación previa como elemento
de selección de los jóvenes para el puesto de trabajo (Tabla III-13). Sin embargo
en la prueba r de Pearson entre la variable E25 (los jóvenes afrontan adecuada-
mente situaciones imprevistas) y la variable E23 (importancia de la formación
previa en la selección de jóvenes para el puesto de trabajo), los valores hallados no
son significativos, por lo que no se puede establecer relación entre ambas variables.
Lo mismo ocurre para la relación entre E30 (los jóvenes son personas autónomas e
independientes) y E23 (importancia de la formación previa en la selección de jó-
venes para el puesto de trabajo). Es decir, los empresarios no asocian de una forma
clara, significativa, la formación previa con la preparación de los jóvenes para
afrontar adecuadamente situaciones imprevistas, ni con su futuro como personas
autónomas e independientes; para ellos el valor de la formación viene muy ligado
al rendimiento en el empleo.
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

Tabla III-13. Estrategias flexibles

E23 Importancia de la formación


previa para la selección

Correlación de Pearson 0,325 (**)

E22 Puntuación trabajo jóvenes en su empresa Sig. (bilateral) 0,005

N 75

Correlación de Pearson 0,120


E25 Los jóvenes afrontan adecuadamente
Sig. (bilateral) 0,309
situaciones imprevistas
N 74

Correlación de Pearson 0,151


E30 Los jóvenes son personas autónomas
Sig. (bilateral) 0,213
e independientes
N 70

En el contraste entre las variables explicativas E14 (interés por el acompaña-


miento a los candidatos a la primera entrevista) y E15 (interés del empresario por
las llamadas/visitas de seguimiento) con la variable principal E22 (puntuación al
trabajo de los jóvenes en su empresa) obtenemos los resultados que se recogen en
la Tabla III-14, para la T de Student. Los datos confirman en este caso que la re-
lación entre las variables E14, E15 y E22 es significativa en sentido inverso (p ≤
0,05, Sig. bilateral = 0,000). Es decir, que el interés del empresario por el acom-
pañamiento del joven a la primera entrevista y el interés del empresario por las lla-
madas/visitas de seguimiento de los jóvenes empleados se relacionan inversa y sig-
nificativamente con la puntuación que dan a los jóvenes en su trabajo. Así, cuanto
mayor es esa puntuación, menor es el interés de los empresarios por los dos ele-
mentos —acompañamiento y seguimiento— citados, y viceversa.
Respecto a las prácticas formativas en la empresa, se trata de una de las propues-
tas más interesantes en el ámbito de la inserción sociolaboral de jóvenes en difi-
cultad social. Pero para que puedan llevarse a la práctica, es fundamental el
acuerdo de los empresarios, y su valoración positiva de este tipo de estrategia edu-
cativa. En el contraste entre dos de las variables que representan esta toma de pos-
LAS PERSPECTIVAS DE LOS EMPRESARIOS

Tabla III-14. Muestras relacionadas E14/E15/E22

Par 1 Par 2

E14 Interés del empre- E15 Interés del empresa-


sario por el acompaña- rio por llamadas/visitas
miento - E22 Puntua- de seguimiento -
ción trabajo jóvenes en E22 Puntuación trabajo
su empresa jóvenes en su empresa

Diferencias relacionadas Media –4,821 –4,949

Desviación típ. 2,220 2,168

Error típ. de la media 0,251 0,245


95% Intervalo de confianza
Inferior –5,321 –5,437
para la diferencia
Superior –4,320 –4,460

t –19,177 –20,163

gl 77 77

Sig. (bilateral) 0,000 0,000

tura de los empresarios (E31 y E32), y su relación con los logros de los jóvenes en
el trabajo (E22) y la importancia concedida por los empresarios a la formación
previa de los jóvenes (E23), podemos comprobar hasta qué punto la postura de
los empresarios es sólida, consistente en el sentido expresado (Tabla III-15).
Efectivamente la relación es fuerte entre las variables mencionadas; todas superan
el nivel de confianza del 95%, con una p ≤ 0,000 y un intervalo confidencial sig-
nificativo. Esto implica una relación directa y consistente entre ellas, es decir, que
los empresarios ven íntimamente unidas las prácticas formativas en la empresa
(E31) y la posibilidad de tener jóvenes aprendices (E32), con la importancia de la
formación previa de los jóvenes a emplear (E23); se trata de la defensa de un mo-
delo formativo muy ligado a la práctica y a la intervención activa del propio em-
presario, que se siente directamente implicado en este tipo de procesos. Por otra
parte, también se puede comprobar que la formación en la empresa es más de-
mandada (E31, E32) por aquellos empresarios que mejor valoración tienen de sus
jóvenes empleados (E22).
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

Tabla III-15. Muestras relacionadas: E22 / E23 / E31 / E32

Diferencias relacionadas

Error típ. 95% Intervalo de Sig.


Desvia- t gl
Media de la confianza para la (bilateral)
ción típ.
media diferencia
Inferior Superior
E22 Puntuación trabajo jóve-
nes en su empresa
Par 1 4,521 2,279 0,271 3,982 5,061 16,713 70 0,000
E31 Dispuesto a prácticas for-
mativas en su empresa
E22 Puntuación trabajo jóve-
nes en su empresa
Par 2 4,753 2,266 0,265 4,225 5,282 17,926 72 0,000
E32 Le interesa tener jóvenes
aprendices
E23 Importancia de la forma-
ción previa para la selección
Par 3 6,394 2,333 0,277 5,842 6,947 23,096 70 0,000
E31 Dispuesto a prácticas for-
mativas en su empresa
E23 Importancia de la forma-
ción previa para la selección
Par 4 6,534 2,292 0,268 6,000 7,069 24,360 72 0,000
E32 Le interesa tener jóvenes
aprendices

Por último, se contrastó el tamaño de la empresa (grande, mediana o pequeña


empresa) y su sector productivo con algunos indicadores de interés, con los si-
guientes resultados:
— En el contraste entre el sector de actividad de la empresa y el item E23
(importancia de la formación previa para la selección) observamos la exis-
tencia de una relación significativa (chi cuadrado = 149,5, sig. = 0,000),
que se concreta en una mayor consideración de la importancia de la for-
mación previa para la selección de personal en los sectores de hostelería,
construcción, servicios, mensajería, telemárketing y mecánica. No resulta
significativa, sin embargo, la relación entre el tamaño de la empresa y la
puntuación otorgada en este item (chi cuadrado = 16,681; sig. = 0,351).
— No se encuentran diferencias significativas estadísticamente al contrastar ambas
variables (tamaño y sector de la empresa), con la variable E31 (dispuesto a
prácticas formativas en su empresa) y E32 (le interesa tener jóvenes aprendices).
LAS PERSPECTIVAS DE LOS EMPRESARIOS

Tabla III-16. Tabla de contingencia: Sector de actividad/Importancia de la formación

CONTINGENCIA SECTOR DE ACTIVIDAD-E23


E23 Importancia de la formación previa para la selección Total
2 3 4 5 6 7 8 9 10
Hostelería 0 0 1 0 0 0 2 1 2 6
Alimentación 0 0 1 2 1 2 3 2 0 11
Textil, confección 1 0 0 1 0 0 2 1 0 5
Construcción y afines 0 0 1 0 1 0 3 2 7 14
Centro especial de empleo 0 1 0 0 0 0 0 0 0 1
Peluquería 0 0 0 0 0 0 0 0 1 1
Sector Jardinería 0 0 0 0 0 0 1 0 0 1
Mecánica 0 0 1 0 0 0 0 1 3 5
Artes gráficas 0 0 0 0 0 0 1 0 0 1
Servicios, mensajería, telemárketing 1 0 0 0 0 1 3 7 1 13
Comercio 0 0 0 1 1 0 0 2 0 4
Electricidad 0 0 0 1 0 0 1 0 2 4
Administración 0 0 0 0 0 1 0 0 0 1
Total 2 1 4 5 3 4 16 16 16 67

RESUMEN DEL CAPÍTULO

Pueden mencionarse dos elementos relevantes a la hora de diseñar itinerarios formativos con los jóvenes:

— La puntuación que los empresarios dan al trabajo de los jóvenes en su empresa está directamente relacionada
con la consideración de los jóvenes como personas autónomas e independientes por parte de los empresarios,
y con la capacidad de los jóvenes para afrontar adecuadamente situaciones imprevistas.

— La capacidad de los jóvenes para afrontar adecuadamente situaciones imprevistas está inversamente relacio-
nada con la capacidad de los jóvenes para generar situaciones conflictivas.

Respecto a la valoración del trabajo y las características personales de los jóvenes:

— Hay un alto grado de coherencia en las respuestas de los empresarios al cuestionario, y un importante grado
de acuerdo al establecer sus valoraciones sobre los jóvenes, aunque las puntuaciones de las pequeñas empresas
son más extremas que las de las medianas y las grandes empresas.

— Los empresarios relacionan especialmente las altas puntuaciones al trabajo de los jóvenes con su agilidad, su
dinamismo y su buena atención a los clientes, así como con su capacidad para afrontar situaciones imprevistas.
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

— Los empresarios asocian su preferencia a trabajar con jóvenes con la responsabilidad, la capacidad de iniciativa
y las ganas de aprender de los jóvenes.
— Existe una relación directa entre la puntuación que los empresarios dan al trabajo de los jóvenes y su interés por
contratar menores de edad; a mayor puntuación del trabajo, mayor interés por la contratación de menores. Lo
que muestra que las dificultades de contratación de esta población no se deben tanto a un rechazo hacia los me-
nores en edad laboral —16 a 18 años— como a aspectos relacionados con las características de su contra-
tación y su rendimiento en el trabajo.
— Los sectores de alimentación, textil, hostelería, comercio y jardinería son los más proclives a contratar a meno-
res de edad, mientras que no lo son tanto en los sectores de la construcción, electricidad, servicios, mensajerí-
as y telemárketing.
— Es significativa la existencia de mayores inconvenientes en contratar mujeres con hijos cuanto menor es la em-
presa.
Respecto a la incidencia del modelo socioeducativo:
— Los empresarios que están menos satisfechos con el trabajo de los jóvenes son quienes opinan con más fuerza
que habría que mejorar el Programa, o dicho de otro modo, las puntuaciones elevadas al trabajo de los jóvenes
hacen disminuir la demanda de mejora del Programa.
— Los empresarios relacionan directamente la utilidad de los programas de empleo con sus dificultades para se-
leccionar candidatos para la empresa, convirtiendo así a ésta en su principal demanda hacia el Programa.
— Para los empresarios, la utilidad de los servicios prestados por el Programa está directamente relacionada, y de
forma muy intensa, con su valoración del rendimiento final de los jóvenes en su empresa. Perciben así a los jó-
venes y al Programa de empleo como un todo difícilmente disociable.
Rendimiento económico y/o solidaridad empresarial:
— No parece haber solo un componente económico, laboral, en el interés de los empresarios por contratar jóve-
nes en dificultad social; no son precisamente los buenos resultados en el rendimiento de trabajo lo que hace que
los empresarios contraten a este tipo de población, o al menos los resultados que ellos esperarían obtener con
unos empleados «modelo».
— Los empresarios ponen sus expectativas en los jóvenes como inversión de futuro; entre otros aspectos, el ahorro
económico forma parte de esas expectativas.
— Los sectores de confección-textil, mecánica, servicios, artes gráficas y hostelería opinan mayoritariamente que las
empresas pueden ayudar a los jóvenes con problemas sociales, mientras que esta visión es menos compartida
desde sectores como alimentación, construcción o jardinería.
— De los empresarios que creen que las empresas pueden ayudar a los jóvenes en dificultad social, muchos no con-
tratarían a menores de edad (32,8%), a jóvenes con medidas judiciales (49,2%), discapacitados (20,7%) o de
otras etnias (21,3%), pero sobre todo rechazan contratar a jóvenes con problemas de consumo de sustancias tó-
xicas (61,3%).
— En sentido contrario, muchos empresarios que no creen que las empresas puedan ayudar a los jóvenes con pro-
blemas sociales, no tendrían inconveniente en contratar a jóvenes inmigrantes con permiso de trabajo o a per-
LAS PERSPECTIVAS DE LOS EMPRESARIOS

sonas de color (83,3% de ellos, en ambos casos), a personas de otras etnias (44,4%), a menores (82,4%), a mu-
jeres (72,2%), mujeres con hijos (70,6%) o a jóvenes discapacitados (52,9%). Es posible que estas categorías no
entren a formar parte, para algunos empresarios, de lo que pueden considerarse problemas sociales de los jó-
venes. Efectivamente ser menor, mujer o persona de otra cultura, color o etnia no deberían ser percibidos como
problemas, sino como características sociales, y así parece entenderlo este grupo de empresarios.

Respecto a los itinerarios y estrategias formativas


— Los empresarios que más valoran a sus jóvenes en el trabajo son quienes dan también más valor e importancia
a la formación previa como elemento de selección de los jóvenes para el puesto de trabajo.
— Para los empresarios el valor de la formación viene muy ligado al rendimiento en el empleo, y muy escasamente
a la formación personal y para la vida adulta de los jóvenes. No asocian, por ejemplo, la formación previa con
la preparación de los jóvenes para afrontar adecuadamente situaciones imprevistas, o con su futuro como per-
sonas autónomas e independientes;
— El interés del empresario por el acompañamiento del joven a la primera entrevista y por las llamadas/visitas de
seguimiento de los educadores sobre jóvenes empleados, se relacionan inversa y significativamente con la pun-
tuación que dan los empresarios a los jóvenes en su trabajo. Cuanto mayor es esa puntuación, menor es el in-
terés de los empresarios por los dos elementos —acompañamiento y seguimiento— citados, y viceversa.
— La formación en la empresa es más demandada por aquellos empresarios que mejor valoración tienen de sus
jóvenes empleados.
— Se puede apreciar una mayor consideración de la importancia de la formación previa para la selección de per-
sonal en los sectores de hostelería, construcción, servicios, mensajería, telemárketing y mecánica.
CAPÍTULO 10
LA PERSPECTIVA DE LOS JÓVENES

10.1. VIDA INDEPENDIENTE

En el Cuadro III-2 se muestra el esquema básico seguido en este capítulo para


estudiar las relaciones entre las diferentes variables que tienen que ver con la
perspectiva de los jóvenes.
En primer lugar hemos cruzado entre sí las diferentes variables que tienen re-
lación con la autonomía socioeconómica de los jóvenes, para describir más detallada-
mente las características de esta situación. Así, hemos encontrado que existe una
relación significativa entre los grupos de variables siguientes:
— Por una parte, el régimen de vivienda (J2) tiene una relación directa e im-
portante con el tipo de contrato de trabajo del joven (J14). Para Chi-cua-
drado (24) = 43,993; p ≤ 0,008 (sig. asintot.) se puede decir que la relación
entre ambas variables es significativa para p ≤ 0,05. Los coeficientes Phi =
0,766 y C = 0,608 muestran además la fortaleza de la relación. (Tabla III-17).
— Por otra parte, con Chi-cuadrado (8) = 19,031; p ≤ 0,015 (sig. asintot.) se
puede apreciar que la relación entre las variables J14 (tipo de contrato) y
J17 (el sueldo me da para cubrir gastos) es significativa para p ≤ 0,05. Los
coeficientes Phi = 0,507 y C = 0,452 muestran una intensidad moderada.
(Tabla III-18).
Es interesante comprobar también (Cuadro III-3) cómo hay un amplio grupo
de variables sobre la vivienda, el grupo primario de convivencia o los aspectos la-
borales y económicos, que no se relacionan entre sí. Es en este sentido importan-
te constatar cómo la vivienda, el trabajo y el grupo primario de convivencia se
muestran como elementos aislados, que parecen ejercer su influencia indepen-
dientemente, y no se puede hablar de ellos como un todo estable y constante, li-
nealmente relacionado, sino que habría más bien que considerarlos como ele-
mentos de ese itinerario fluctuante e incierto que recorren los jóvenes en dificultad social, en
el que unos elementos en ocasiones pueden ser sustitutos de otros, sin que ningu-
no de ellos resulte imprescindible para conformar el itinerario.
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

Cuadro III-2. La perspectiva de los jóvenes

Grupo de
Variables Objetivos
variables
Vida
independiente: • J2a. Régimen de vivienda
autonomía • J3. ¿Con quién vives?
socioeconómica
• J7. ¿Estás trabajando? 2. Conocer las caracterís-
Vida ticas del tránsito a la vida
• J14. ¿Qué tipo de contrato tienes? ¿Por cuánto tiempo?
independiente: adulta efectuado por los
inserción laboral • J16. Cuánto gano jóvenes en dificultad so-
• J17. El sueldo me da para cubrir gastos cial que participaron en
programas de inserción
• J6. ¿Qué tal os lleváis? sociolaboral: su situación
• J12. ¿Te gusta lo que haces en tu trabajo? personal, social y econó-
Responsabilidad • J13. ¿Consideras que lo haces bien? (en tu trabajo) mica tras la emancipación.
y organización
personal • J35. Cómo me va la vida ahora
• J36. ¿Crees que algo tendría que cambiar?
• J37. ¿Y tú, tendrías que cambiar en algo?

Incidencia del
modelo • J25. Estaba a gusto en el Programa
educativo: • J27. Es importante que existan sitios asi
valoración general a) para jóvenes
del modelo b) para menores
educativo
• J21. Lo que recuerdo del Programa de empleo 3. Describir, analizar y va-
Incidencia lorar la incidencia del
del modelo • J22. Lo que más me gustó del Programa de empleo
modelo de intervención
educativo: • J23. Lo que menos me gustó del Programa de empleo socioeducativa utilizado
itinerarios • J24. Para qué me sirvió el Programa de empleo para procurar el tránsito
y estrategias de los adolescentes y jó-
• J26. El Programa puede mejorar
socioeducativas venes en dificultad social
• J26b. En qué puede mejorar el Programa de empleo
a una vida adulta inde-
• J28. Lo que recuerdo de protección de menores pendiente y responsable.
Incidencia
del modelo • J29. Lo que más me gustó de protección
educativo: • J30. Lo que menos me gustó de protección
aportaciones • J31. En protección de menores aprendí
desde el contexto
• J33. Estabas a gusto en menores
institucional
• J34. Estoy mejor ahora
LAS PERSPECTIVAS DE LOS JÓVENES

Tabla III-17. Chi-cuadrado J2*J14

Valor gl Sig. Asintótica (bilateral)


Chi - cuadrado de Pearson 49,993 24 0,008
Razón de verosimilitudes 34,508 24 0,076
Asociación lineal por lineal 0,006 1 0,938
N de casos válidos 75

Valor Sig. aproximada


Nominal por nominal Phi 0,766 0,008
V de Cramer 0,383 0,008
Coeficiente de contingencia 0,608 0,008
N de casos válidos 75

Tabla III-18. Chi-cuadrado J14*J17

Valor gl Sig. Asintótica (bilateral)


Chi - cuadrado de Pearson 19,031 8 0,015
Razón de verosimilitudes 19,995 8 0,010
Asociación lineal por lineal 0,546 1 0,460
N de casos válidos 74

Valor Sig. aproximada


Nominal por nominal Phi 0,507 0,015
V de Cramer 0,359 0,015
Coeficiente de contingencia 0,452
N de casos válidos 74

Cuadro III-3. Chi-cuadrado entre variables J2, J3, J7, J14, J16 y J17

Chi-cuadrado entre variables J2, J3, J7, J14, J16 y J17


— J2 (régimen de vivienda) y J7 (trabaja actualmente): Chi-cuadrado (6) = 7,747 y p ≤ 0,257 (sig. asintot.)
— J3 (con quien vivo) y J7 (trabajo actualmente): Chi-cuadrado (4) = 6,648 y p ≤ 0,156 (sig. asintot.)
— J3 (con quien vivo) y J14 (tipo de contrato): Chi-cuadrado (16) = 20,253 y p ≤ 0,209 (sig. asintot.)
— J3 (con quien vivo) y J16 (cuanto gano): Chi-cuadrado (16) = 10,611 y p ≤ 0,833 (sig. asintot.)
— J2 (régimen de vivienda) y J16 (cuánto gano): Chi-cuadrado (24) =18,662 y p ≤ 0,770 (sig. asintot.)
— J3 (con quien vivo) y J17 (el sueldo me da para cubrir gastos): Chi-cuadrado (8) = 4,091 y p ≤ 0,849 (sig. asintot.)
— J7 (trabaja actualmente) y J17 (el sueldo me da para cubrir gastos): Chi-cuadrado (2) = 2,215 y
p ≤ 0,330 (sig. asintot.)
— J7 (trabaja actualmente) y J16 (cuánto gano): Chi-cuadrado (4) = 3,959 y p ≤ 0,412 (sig. asintot.)
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

10.2. RESPONSABILIDAD Y ORGANIZACIÓN PERSONAL

A continuación estudiamos la relación entre aquellas variables que hacen refe-


rencia a la percepción de los jóvenes sobre su situación personal, sus vivencias, res-
ponsabilidades y formas de organización.
Tras efectuar una regresión lineal entre la variable J35 (cómo me va la vida
ahora) como variable principal y las variables J6 (cómo nos llevamos en casa), J12
(estoy a gusto en el trabajo), J13 (qué tal lo hago en el trabajo), J14 (tipo de con-
trato), J16 (cuanto gano) y J17 (el sueldo me da para cubrir gastos) como variables
explicativas, podemos decir que existe asociación entre la variable principal o
criterio y las variables explicativas o predictoras, aunque la fuerza global de esa aso-
ciación es baja (R2 = 0,224; F de Snedecor (6) = 2,500, p ≤ 0,034). Es decir, que
en conexión con lo que se afirmaba en el apartado anterior, la situación vital de los
jóvenes tiene relación con la convivencia en el grupo primario, con la situación la-
boral y económica, pero no muestra una diferenciación clara entre unos u otros as-
pectos de su vida cotidiana como fundamento de esa situación vital actual.

Tabla III-19. Resumen del modelo: percepción de la situación laboral

Error típ. de la
Modelo R R cuadrado R cuadrado corregida
estimación
1 0,473 (a) 0,224 0,134 0,635

a) Variables predictoras: (Constante), J17.El sueldo me da para cubrir gastos, J12.Estoy a gusto en el trabajo, J16.Cuanto gano, J14.El tipo
de contrato, J6.Cómo nos llevamos, J13.Qué tal lo hago.
b) Variable dependiente: J35.La vida me va.

Tabla III-20. ANOVA (B)

Modelo Suma de cuadrados gl Media cuadrática F Sig.


1 Regresión 6,041 6 1,007 2,500 0,034 (a)
Residual 20,942 52 0,403
Total 26,983 58
a) Variables predictoras: (Constante), J17.El sueldo me da para cubrir gastos, J12.Estoy a gusto en el trabajo, J16.Cuanto gano, J14.El tipo
de contrato, J6.Cómo nos llevamos, J13.Qué tal lo hago.
b) Variable dependiente: J35.La vida me va.
LAS PERSPECTIVAS DE LOS JÓVENES

Una vez confirmada esa relación global, se comprueba que existe una relación
significativa entre la variable principal o criterio J35 (cómo me va la vida ahora) y
las variables explicativas o predictoras J12 (estoy a gusto en el trabajo) y J17 (el
sueldo me da para cubrir gastos). Para J12 (estoy a gusto en el trabajo) el valor Beta
(absoluto) = 0,263 es algo menor que el valor Beta de la variable J17 (el sueldo me
da para cubrir gastos) (Beta = 0,324), siendo en este sentido escasa la diferencia de
magnitud entre ambas variables con respecto a la variable criterio. Finalmente ve-
mos cómo ambas variables (J12 y J17) son también significativas para un margen de
error de p ≤ 0,05, tras la aplicación de la T de Student, con valores t = –2,030
p ≤ 0,048 para J12 y t = 2,518 p ≤ 0,015 para J17 (Tabla III-21). Podemos apreciar
por tanto cómo sentirse a gusto en el trabajo y recibir un salario suficiente para cubrir los
gastos que produce la vida independiente son dos elementos clave para los jóvenes
en dificultad social a la hora de explicar su situación personal actual, su satisfacción
con la vida que llevan.

Tabla III-21. COEFICIENTES (A)


Coeficientes no Coeficientes Intervalo de confianza
estandarizados estandarizados para B al 95
t Sig.
Límite Límite
B Error típ. Beta
inferior superior
(Constante) 1,312 0,974 1,347 0,184 –0,642 3,267

J6. Cómo nos llevamos en casa 0,036 0,149 0,030 0,239 0,812 –0,263 0,334

J12. Estoy a gusto en el trabajo –0,209 0,103 –0,263 –2,030 0,048 –0,415 –0,002

J13. Qué tal lo hago en el trabajo 0,738 0,682 0,141 1,082 0,284 –0,631 2,107
1
J14. El tipo de contrato –0,056 0,090 –0,078 –0,619 0,538 –0,236 0,125

J16. Cuanto gano 0,003 0,099 0,004 0,030 0,976 –0,196 0,202
J17. El sueldo me da para cubrir
0,242 0,096 0,324 2,518 0,015 0,049 0,436
gastos
a) Variable dependiente: J35.Cómo me va la vida.

Cuando intentamos ver si los jóvenes se plantean la necesidad de cambiar en re-


lación a su vida actual, vemos que no es así; esa necesidad de cambio —externa e
interna— en su vida no tiene relación con su percepción sobre la situación actual
para el joven, sino con otros elementos no definidos por estas variables. Las tablas
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

de contingencia y los análisis de la relación entre la variable J35 (cómo me va la


vida ahora), la variable J36 (creo que algo tendría que cambiar) y la J37 (yo tendría
que cambiar) así lo muestran, al indicar que no existen relaciones significativas en-
tre las respuestas a estas cuestiones por parte de los jóvenes. Sí puede hablarse de
una relación significativa sin embargo cuando cruzamos las dos variables que in-
terrogan sobre las posibilidades de cambio (J36 y J37) (Chi-cuadrado (1) = 5,506
p ≤ 0,019), aunque ésta no es demasiado intensa (Coeficiente Phi y V de Cra-
mer = 0,256). Esto vendría a plantear que hay una asociación directa entre quienes
piensan que las cosas han de cambiar, y entre quienes piensan que ese cambio tie-
ne que ver con ellos mismos.

Tabla III-22. Tabla de contingencia J36* J35

J36. Creo que tendría que cambiar algo Total

Sí No

Muy bien 13 4 17

Bien 36 10 46
J35. La vida me va
Regular 20 0 20

Mal 3 0 3

Total 72 14 86

Tabla III-23. Tabla de contingencia J37* J35

J37. Yo tendría que cambiar Total

Sí No

Muy bien 10 6 16

Bien 29 16 45
J35. La vida me va
Regular 15 5 20

Mal 2 1 3

Total 56 28 84
LAS PERSPECTIVAS DE LOS JÓVENES

Tabla III-24. Tabla de contingencia J36/J37

J37. Yo tendría que cambiar Total


Sí No

Recuento 51 20 71
% de J36. Creo que tendría que cambiar algo 71,8 28,2 100,0

% de J37. Yo tendría que cambiar 91,1 71,4 84,5
J36. Creo que % del total 60,7% 23,8% 84,5
tendría que
cambiar algo Recuento 5 8 13
% de J36. Creo que tendría que cambiar algo 38,5 61,5 100,0
No
% de J37. Yo tendría que cambiar 8,9 28,6 15,5
% del total 6,0% 9,5% 15,5

Recuento 56 28 84
% de J36. Creo que tendría que cambiar algo 66,7 33,3 100,0
Total
% de J37. Yo tendría que cambiar 100,0 100,0 100,0
% del total 66,7% 33,3% 100,0

Un último contraste sobre la percepción de la situación personal de los jóvenes


se ha realizado comparando su percepción sobre la situación actual (J35: cómo me
va la vida ahora) con las valoraciones sobre el paso por el Programa (J25: estabas a
gusto en el Programa) y sobre el paso por protección de menores (J33: estabas a
gusto en protección de menores). Estudiando las correlaciones divariadas con los
estadísticos Tau de Kendall y Rho de Spearman para variables ordinales vemos, en
la Tabla III-25, como no existe asociación significativa alguna entre las tres varia-
bles, siendo los valores de los dos estadísticos muy bajos en el contraste. Así pues,
la percepción por parte de los jóvenes de su situación actual no muestra una rela-
ción directa con su percepción de su estancia en protección de menores, o durante
su permanencia en el Programa de empleo. Estar a gusto en los programas de em-
pleo o en los recursos de protección de menores no parece tener relación directa,
para los jóvenes, con percibir de forma positiva su situación durante o tras el trán-
sito a la vida adulta, y a la inversa.
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

Tabla III-25. Correlaciones J25/J33/J35

J25. Estaba
J33. Estaba a J35. Cómo me va
a gusto en el
gusto en menores la vida ahora
programa
Coeficiente de correlación 1,000 0,037 –0,017
J25. Estaba a gus-
Sig. (bilateral) — 0,718 0,870
to en el programa
N 84 80 83
Coeficiente de correlación 0,037 1,000 0,033
Tau_b de J33. Estaba a gus-
Sig. (bilateral) 0,718 — 0,734
Kendall to en menores
N 80 82 82
Coeficiente de correlación –0,017 0,033 1,000
J35. Cómo me va
Sig. (bilateral) 0,870 0,734 —
la vida ahora
N 83 82 86
Coeficiente de correlación 1,000 0,042 –0,018
J25. Estaba a gus-
Sig. (bilateral) — 0,712 0,875
to en el programa
N 84 80 83
Coeficiente de correlación 0,042 1,000 0,036
Rho de J33. Estaba a gus-
Sig. (bilateral) 0,712 — 0,745
Spearman to en menores
N 80 82 82
Coeficiente de correlación –0,018 0,036 1,000
J35. Cómo me va
Sig. (bilateral) 0,875 0,745 —
la vida ahora
N 83 82 86

10.3. INCIDENCIA DEL MODELO EDUCATIVO: ITINERARIOS


Y ESTRATEGIAS SOCIEDUCATIVAS1

En cuanto a los itinerarios y estrategias concretas de intervención socioeduca-


tiva, vamos a estudiar la relación entre diferentes variables agrupadas que tienen
que ver con la percepción de los jóvenes sobre la metodología y los contenidos de trabajo del
Programa —grupo de variables sobre itinerarios y estrategias educativas— y también
la relación de éstas con algunas variables fundamentales de otros grupos, como el
de vida independiente.

1
Las tablas explicativas de este apartado se incluyen en el Anexo 2.
LAS PERSPECTIVAS DE LOS JÓVENES

Comenzamos relacionando aquellos recuerdos más significativos para los jó-


venes sobre el Programa de empleo (J21) con lo que más les gustó del Programa
(J22), lo que menos les gustó de él (J23), su percepción sobre la utilidad del Pro-
grama (J24) y sus propuestas de mejora (J26). Los resultados más importantes son
los siguientes2:
— En el contraste entre J21 (lo que recuerdo del Programa de empleo) y J22
(lo que más me gustó del Programa de empleo), observamos cómo las re-
laciones más significativas, desde el estudio de frecuencias, se establecen en-
tre el recuerdo de los educadores y el ambiente reinante, el compañerismo
y el respeto como aspectos que llamaron su atención (52,4% y 44,4%); una
relación importante se establece también entre el recuerdo de la búsqueda
de empleo y el rol de los educadores, así como se identifica el recuerdo de
los educadores y del buen ambiente existente con la buena valoración de
los espacios del Programa, del centro, y de los recursos existentes en él y
puestos a disposición de los jóvenes (porcentajes entre el 40,6% y el 50% en
los cruces de estas variables). Hay que resaltar también que quienes tienen
pocos recuerdos del Programa de empleo, valoran de forma muy positiva
los que se convierten en los tres «tópicos» del programa: los educadores
(55,6%), el apoyo/formación para la búsqueda de empleo (44,4%) y el am-
biente de compañerismo y respeto (44,4%). Finalmente, resaltar que los
educadores (75%) son también muy bien valorados incluso por quienes no
tiene buenos recuerdos del Programa.
— En el contraste entre J21 (lo que recuerdo del Programa de empleo) y J24
(para qué me sirvió el Programa de empleo) vemos que las relaciones más
consistentes se establecen entre la percepción de que el Programa sirvió para
buscar trabajo y conservarlo y el recuerdo del buen ambiente, compañerismo
y respeto (133,3%)3, del buen trato y la ayuda recibida (129,4%), y del es-
pacio del Programa —el centro— y los recursos existentes en él (111%). El
aprendizaje de la independencia y de la maduración personal se relaciona directa e in-
tensamente con el recuerdo de los educadores/as (50% a 54,2%). Por último, re-
saltar que quienes recuerdan el mal ambiente en el Programa no contestan
a la pregunta sobre qué les sirvió de él (75%).

2
Tablas AX-1 a AX-4, en Anexo 2.
3
Hay que tener en cuenta que los porcentajes superan el 100% ya que se agruparon las variables bajo el criterio de las
respuestas obtenidas, y no del número de participantes, siendo varias las respuestas por participante. En los totales de la ta-
bla se refleja sin embargo el número de participantes, y no el de respuestas obtenidas.
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

— En el contraste entre J21 (lo que recuerdo del Programa de empleo) y J26
(en qué puede mejorar el Programa de empleo) encontramos una asociación
importante entre las propuestas de mejora del Programa a través de su difu-
sión y el recuerdo de los aprendizajes del joven en torno a la búsqueda y
mantenimiento del empleo, y también su recuerdo del centro, de los espacios
y los recursos utilizados (75%). Quienes tienen un recuerdo importante de
los educadores proponen, de forma bastante generalizada (52,4% a 55%), que
se mejoren los locales y los recursos materiales de que dispone el Programa,
apoyados por quienes recuerdan el buen ambiente, y el propio centro, el es-
pacio donde se ubica el Programa y sus recursos (50%). Por último, resaltar
también que quienes recuerdan el mal ambiente en el Programa no contes-
tan a la pregunta sobre qué mejoras podrían llevarse a cabo en el (66,7%).
— En el contraste entre J21 (lo que recuerdo del Programa de empleo) y J23 (lo
que menos me gustó del Programa de empleo), un primer dato curioso es
que aquellos que recuerdan el mal ambiente no se lo atribuyen al Programa, ya que a
la pregunta de qué es lo que menos les gustó del Programa afirman que les
gustó todo en él (100%); hay que tener en cuenta que contestaron con un
«no sé» mayoritariamente a preguntas anteriores sobre lo que más les gustó, o
sobre cómo mejorar el Programa, lo que hace ver que aunque no tienen
buenos recuerdos de lo que allí les aconteció, no culpan a este tipo de acti-
vidad de ello. Aunque son pocas respuestas las tabuladas, también resulta cu-
rioso observar que para los jóvenes que afirman que «no lo tenían claro» en
esa época de su vida, el principal recuerdo es el de sus educadores/as (100%).
Un porcentaje importante también de quienes mencionan que lo que menos
les gustó del Programa era que «los trabajos eran malos», recuerdan sin em-
bargo de forma preferente que en el Programa les enseñaron a buscar y man-
tener el empleo (66,7%), al igual que ocurre con la totalidad de quienes
mencionan la «lejanía» como lo que menos les gustó del Programa (100%).
A continuación consideramos interesante relacionar la utilidad percibida sobre
el Programa de empleo por parte de los jóvenes (J24) con el grupo de variables so-
bre vida independiente (J2, J3, J7, J14, J16 y J17), a fin de conocer que aspectos
del Programa son más valorados por los jóvenes en función del tipo de situación
social en que ahora se encuentran. Así, encontramos las siguientes asociaciones4:
— En la tabla AX-5 se refleja la relación entre J24 (para qué me sirvió el pro-
grama de empleo) y J2 (régimen de vivienda), en la que podemos com-

4
Tablas AX-5 a AX-9, en Anexo 2.
LAS PERSPECTIVAS DE LOS JÓVENES

probar como, casi de forma independiente al régimen en que se encuen-


tran viviendo, los jóvenes valoran especialmente el haber aprendido cómo buscar
trabajo y conservarlo. Es significativa la elevada valoración que hacen de
este aspecto del Programa quienes se encuentran sin vivienda, viviendo en la
calle o residen en albergues o en residencias, es decir, quienes más alejados
se encuentran de una situación de autonomía respecto a la vivienda.
— Son los jóvenes que viven en alquileres compartidos quienes representan el co-
lectivo mayoritario de quienes valoran el ser independiente o el aprender a
convivir como aportaciones importantes del Programa5.
— Algo similar a lo que ocurría en la anterior asociación de variables ocurre al
relacionar J24 (para qué me sirvió el Programa de empleo) con J3 (convi-
ve con), ya que son también todos los grupos de convivencia, excepto
aquellos que viven solos, quienes valoran mayoritariamente las aportaciones
del Programa en cuanto a búsqueda y mantenimiento del empleo. La res-
puesta de quienes viven solos es mucho más dispersa, diversificada, y se
concentra no solo en valorar este aspecto (cómo buscar trabajo y conser-
varlo) (37,5%), sino también en valorar otros aspectos del Programa como
son haberles enseñado a relacionarse y convivir (25%) y haber despertado
su interés por el estudio y el aprendizaje (25%).
— La asociación entre la variable J24 (para qué me sirvió el Programa de em-
pleo) y la variable J14 (tipo de contrato) muestra como los jóvenes con di-
ferentes tipos de contrato valoran también de forma especial las aportacio-
nes del Programa en cuanto a la búsqueda y mantenimiento del empleo,
excepto en el caso de los que ya tienen contratos indefinidos. Este grupo
de jóvenes diversifica también sus respuestas, y además de la búsqueda de
empleo, que fue un aprendizaje importante para ellos (56,3%), consideran
el que se les haya enseñado a ser independientes y a madurar (31,3%)
como algo útil que les aportó el Programa de empleo, pero además supo-
nen un amplio porcentaje de los jóvenes que no opinan sobre los aspectos
que les sirvieron del Programa de empleo. Aunque es aventurado, cabe
pensar que estos jóvenes que han encontrado un empleo estable, han «olvidado» en
poco tiempo las aportaciones del Programa, al menos en el ámbito de la
búsqueda de empleo, y resaltan otro tipo de aprendizajes o, simplemente,
no valoran tanto las aportaciones del Programa.
5
Realmente los jóvenes que comparten alquiler son, con mucho, el colectivo mayoritario, por lo que sus porcenta-
jes se significan especialmente.
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

— Por último se ha asociado la variable J24 (para qué me sirvió el Programa


de empleo) con las variables J16 (cuánto gano) y J17 (el sueldo me da para
cubrir gastos). Ninguna de las pruebas estadísticas aplicadas arroja una re-
lación significativa en la asociación estudiada, lo que indica que ni el nivel
salarial absoluto, ni su valor relativo con respecto a la cobertura de necesi-
dades personales, se relaciona significativamente con las valoraciones que
los jóvenes realizan acerca de la utilidad del Programa para ellos.
A continuación consideramos interesante contrastar los aprendizajes de los jóve-
nes en relación al Programa de empleo y a su paso por protección de menores. Para ello re-
visamos la relación entre la variable J24 (para qué me sirvió el Programa de em-
pleo) y la variable J31 (qué aprendí en protección de menores), ambas agrupadas,
concluyendo lo siguiente6:
— La mayor relación, la coincidencia más significativa entre los aprendizajes de los
jóvenes en protección de menores y en el Programa de empleo se produ-
ce en tres aspectos: la búsqueda de empleo y su mantenimiento, ser inde-
pendiente y madurar, convivir y relacionarse (entre el 64,2% y el 45,8% del
total).
— La mayor aportación del Programa de empleo se refiere a la búsqueda y
mantenimiento del empleo (entre el 66,7% y el 116,7% de las respuestas7),
mientras que la mayor aportación de los servicios de protección de meno-
res, la mayor utilidad que le encuentran los jóvenes, se refiere al apoyo re-
cibido para ser independientes y madurar (con porcentajes entre el 50% y
el 58%) y para convivir y relacionarse (entre el 44,2 y el 71,4% de las res-
puestas).
— Muchos de los jóvenes que opinan que estar en protección de menores «no
sirvió de nada especial», valoran sin embargo de forma importante la bús-
queda y mantenimiento del empleo en el Programa (112,5%), junto a los
que opinan que protección de menores fue perjudicial (66,7%). Estos últi-
mos también valoran que el Programa les ha ayudado a ser independientes y
a madurar (116,7%). Así pues, los jóvenes que no valoran especialmente su
estancia en menores, o que la ven como algo perjudicial, si han encontrado
sin embargo en el Programa de empleo alicientes importantes.
6
Tabla AX-10, en Anexo 2.
7
Hay que tener en cuenta que los porcentajes superan el 100% ya que se agruparon las variables bajo el criterio de las
respuestas obtenidas, y no del número de participantes, siendo varias las respuestas por participante. En los totales de la ta-
bla se refleja sin embargo el número de participantes, y no el de respuestas obtenidas.
LAS PERSPECTIVAS DE LOS JÓVENES

10.4. INCIDENCIA DEL MODELO EDUCATIVO: APORTACIONES


DESDE EL CONTEXTO INSTITUCIONAL

Tras analizar los principales itinerarios y estrategias socioeducativas, vamos a re-


visar ahora las asociaciones de interés en relación al contexto institucional y sus apor-
taciones al tránsito de los jóvenes a una vida adulta independiente y responsable.
Si relacionamos lo que los jóvenes consideran que aprendieron durante su estan-
cia en el sistema de protección de menores (J31) con lo que recuerdan de él (J28), lo que
más y lo que menos les gustó de protección de menores (J29, J30), tendremos una
idea cercana de las vivencias, emociones y valoraciones de los jóvenes relacionadas
con los aprendizajes significativos obtenidos en aquella etapa de su vida. Los re-
sultados nos indican que8:
— Entre las variables J31 (lo que aprendí en menores) y J28 (lo que recuerdo
de protección de menores) vemos que:
• La percepción de estar bien, a gusto en protección, se asocia con los
aprendizajes sobre convivencia y relaciones con los demás, y para ser in-
dependiente y madurar (36,4% y 32,7% respectivamente).
• El aprendizaje sobre cómo ser independiente y madurar se asocia de for-
ma bastante indiscriminada con casi todas las variables relacionadas con el
recuerdo de protección de menores. Aunque se asocia de forma impor-
tante con la «sensación de control» (75%), también se asocia, aunque con
menos fuerza, con la de «descontrol» (38,9%).
• Quienes recuerdan situaciones de «descontrol» consideran que han
aprendido sobre todo a ser independientes y madurar, y a convivir y re-
lacionarse.
— Entre las variables J31 (lo que aprendí en protección de menores) y J29 (lo
que más me gustó de protección de menores), vemos que:
• Nuevamente el aprendizaje sobre cómo ser independiente y madurar se
asocia de forma bastante indiscriminada con casi todas las variables relacio-
nadas con lo que a los jóvenes más les gusto de protección de menores; en-
contramos incluso que quienes no saben qué les gustó de menores, apren-
dieron sin embargo a ser independientes y a madurar (66,7%). Un número

8
Tablas AX-11 a AX-13, en Anexo 2.
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

importante de jóvenes relaciona también el apoyo personal, el buen trato


recibido y el interés por ellos (48,3%), y la relación con los educadores/as
(36%), con ese aprendizaje para ser más independientes y maduros.
• Se asocia también con bastante intensidad el aprendizaje sobre convi-
vencia, y para estudiar y aprender, con el ambiente de compañerismo y
respeto existente (34,6% y 53,3% respectivamente).
— Entre las variables J31 (lo que aprendí en menores) y J30 (lo que menos me
gustó de protección), en general las respuestas son más dispersas. Podemos
destacar aquí cómo:
• Los horarios (45,8%) y la relación con los educadores/as (40%) parece ser lo
que menos agradó a los jóvenes que afirman que aprendieron en pro-
tección de menores a ser independientes y a madurar.
• Las normas y las restricciones en los recursos de protección de menores, as-
pecto que gustó poco a un número importante de jóvenes, encuentran su
mayor relación con la afirmación de que se aprendió a ser independiente, a ma-
durar, a convivir y relacionarse; esto nos viene a indicar que para estos jó-
venes la norma y la restricción de alguna forma se oponen a su idea de
independencia (39,6%) y sobre una mejor convivencia con los demás,
especialmente a esta última (por vía doble, con porcentajes de un 33,3%
y un 31,3%, y una frecuencia de 15 respuestas).
A continuación hemos relacionado nuevamente lo que los jóvenes consideran
que aprendieron durante su estancia en el sistema de protección de menores
(J31), esta vez con las variables del grupo de vida independiente (J2, J3, J14, J16 y
J17) a fin de relacionar los aprendizajes obtenidos con la situación actual del joven
en aspectos como el régimen de vivienda, la convivencia con otras personas, el tra-
bajo y el tipo de contrato, salario y capacidad para cubrir las necesidades persona-
les. Los resultados más relevantes nos indican que:
— Al relacionar las variables relativas a lo que se aprendió en protección de
menores (J31) y el grupo de convivencia primario (J3: con quien vivo),
podemos destacar cómo9:
• Los grupos de convivencia que más se relacionan con la respuesta
«aprendí a ser independiente y madurar» son especialmente los de quie-
nes viven solos (71,4%) y quienes viven con la familia de origen (65,6%).

9
Tabla AX-14, en Anexo 2.
LAS PERSPECTIVAS DE LOS JÓVENES

Efectivamente, se produce curiosamente una fuerte asociación, de forma


bidireccional, entre haber aprendido a ser independiente y a madurar y
vivir con la familia de origen (65,6% y 46,7%; total de 27,6%).
• Tres de los cinco grupos de convivencia presentan una amplia asociación
con la respuesta «aprendí a convivir y relacionarme», esta vez más foca-
lizada entre quienes viven con su pareja o nueva familia (57,1%) o con
compañeros de piso o de trabajo (50%).
• Aunque es un número de jóvenes muy pequeño, la mayoría de los que
opinan que su estancia en protección de menores fue perjudicial, viven
ahora con su familia de origen (50%).
— En los estadísticos de análisis de regresión categórica, de las tablas de con-
tingencia y de las correlaciones bivariables aplicados sobre las variables
que relacionan los aprendizajes durante la estancia en protección de me-
nores (J31) y la situación económica (J16: cuánto gano; J17: el sueldo me
da para cubrir gastos), podemos destacar cómo los aprendizajes obtenidos
durante la estancia en protección de menores tienen una relación estrecha
y directa con la percepción del joven de que consigue los recursos suficientes para
cubrir sus necesidades personales; así lo indica la relación entre las variables
J31 (lo que aprendí en menores) y J17 (el sueldo me da para cubrir gastos),
que es significativa estadísticamente de acuerdo con los estadísticos de re-
gresión categórica, para F(1) = 9,61 p ≤ 0,003.

2
J35. Cómo me va la vida ahora

1,5

0,5

-0,5

-1

-1,5
-2 0 2
J33. Estaba a gusto en menores
Gráfico III-4. Gráfico de regresión parcial.
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

J35. Cómo me va la vida ahora


1,5

0,5

-0,5

-1

-1,5
-1 -0,5 0 0,5 1 1,5 2 2,5
J25. Estaba a gusto en el Programa de empleo
Gráfico III-5. Gráfico de regresión parcial.

25 J17. El sueldo me da
para cubrir gastos

20 No
Con dificultad

15
Recuento

10

0
Como buscar trabajo y conservarlo

Ser independiente y madurar

Convivir y relacioname

Estudiar y aprender

Sirvió mucho

No sirvió, nada especial

No sabe/no contesta

Fue perjudicial

J31A. Cuando estuve en protección de menores aprendí


Gráfico III-6. Relación J31 Cuando estaba en protección * J17 El sueldo me da para
cubrir los gastos.
LAS PERSPECTIVAS DE LOS JÓVENES

25 Muy bien
Bien
Regular
20 Mal
Cómo me va la vida ahora

15

10

0
Muy a gusto A gusto A disgusto Muy a disgusto A veces a gusto,
a veces a disgusto
Estaba a gusto en menores
Gráfico III-7. Relación como me va la vida / Estoy mejor.

25 Muy bien
Bien
Regular
Recuento - Cómo me va la vida ahora

20 Mal

15

10

0
Muy a gusto A gusto A disgusto Muy a disgusto
Estaba a gusto en el Programa de empleo
Gráfico III-8. Relación como me va la vida / Estoy mejor.

Tabla III-26. Correlaciones J25* J33/J34


Coeficientes tipificados
gl F Sig.
Beta Error típ.
J25. Estaba a gusto en el programa –0,052 0,113 2 0,213 0,809
J33. Estaba a gusto en menores 0,190 0,113 2 2,823 0,066
J34. Estoy mejor –0,315 0,113 1 7,730 0,007
Variable dependiente: J35. Cómo me va la vida ahora.
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

Por último, haciendo referencia a las aportaciones desde el contexto institu-


cional, hemos contrastado la percepción de los jóvenes sobre su situación actual
(J35: cómo me va la vida ahora; J34: estoy mejor ahora), en el Programa de em-
pleo (J25: estaba a gusto en el Programa de empleo) y en el sistema de protección
(J33: estaba a gusto en menores). Como conclusión, encontramos que los jóvenes
perciben no solo que la vida les va bien en la actualidad, sino que consideran tam-
bién de forma muy generalizada que ahora les va mejor que en tiempos pasado,
cuando estuvieron en menores o cuando participaron en el Programa de empleo;
así lo muestra la importante relación entre dos de las variables, J35 (cómo me va la
vida ahora) y J34 (estoy mejor ahora), para el coeficiente beta = 0,315 (absoluto) y
F(1) = 7,730 p ≤ 0,007.

RESUMEN DEL CAPÍTULO

Autonomía socioeconómica, responsabilidad y organización personal:

— La vivienda, el trabajo y el grupo primario de convivencia se muestran como elementos aislados, que parecen
ejercer su influencia independientemente, y no se puede hablar de ellos como un todo estable y constante, li-
nealmente relacionado, sino que habría más bien que considerarlos como elementos de ese itinerario fluctuante
e incierto que recorren los jóvenes en dificultad social, en el que unos elementos en ocasiones pueden ser sus-
titutos de otros, sin que ninguno de ellos resulte imprescindible para conformar el itinerario.

— Sentirse a gusto en el trabajo y recibir un salario suficiente para cubrir los gastos que produce la vida inde-
pendiente son dos elementos clave para los jóvenes en dificultad social a la hora de explicar su situación per-
sonal actual, su satisfacción con la vida que llevan.

— La percepción por parte de los jóvenes de su situación actual no muestra una relación directa con su per-
cepción de su estancia en protección de menores, o durante su permanencia en el programa de empleo. Es-
tar a gusto en los programas de empleo o en los recursos de protección de menores no parece tener rela-
ción, para los jóvenes, con percibir de forma positiva su situación durante o tras el tránsito a la vida adulta,
y a la inversa.

Incidencia del modelo educativo:

— Todos los jóvenes, independientemente de su opinión global sobre el Programa de empleo, valoran de forma
muy positiva los que se convierten en tres «tópicos»: la relación con los educadores, el apoyo/formación para
la búsqueda de empleo y el ambiente de compañerismo y respeto.

— La idea de que el Programa sirvió para buscar trabajo y conservarlo va unida al recuerdo del buen ambiente
existente, el compañerismo y respeto, el buen trato y la ayuda recibida.

— El aprendizaje de la independencia y de la maduración personal se relaciona directa e intensamente con el re-


cuerdo de los educadores/as.
LAS PERSPECTIVAS DE LOS JÓVENES

— Aquellos que recuerdan situaciones en que reinaba el mal ambiente no se lo atribuyen al programa, ni plantean
que haya que modificarlo.

— Los jóvenes valoran especialmente el haber aprendido cómo buscar trabajo y conservarlo. Es significativa la ele-
vada valoración que hacen de este aspecto del Programa quienes se encuentran sin vivienda, viviendo en la ca-
lle o residen en albergues o en residencias, es decir, quienes más alejados se encuentran de una situación de
autonomía respecto a la vivienda.

— Son los jóvenes que viven en alquileres compartidos quienes representan el colectivo mayoritario de quienes va-
loran el ser independiente o el aprender a convivir como aportaciones importantes del Programa.

— Aunque es algo aventurado, cabe pensar que los jóvenes que han encontrado un empleo estable, han «olvi-
dado» en poco tiempo las aportaciones del Programa, al menos en el ámbito de la búsqueda de empleo, y re-
saltan otro tipo de aprendizajes o, simplemente, no valoran tanto las aportaciones del Programa.

— La coincidencia más significativa entre los aprendizajes de los jóvenes en protección de menores y en el Pro-
grama de empleo se produce en tres aspectos: la búsqueda de empleo y su mantenimiento, ser independiente
y madurar, convivir y relacionarse.

— La mayor aportación del Programa de empleo se refiere a la búsqueda y mantenimiento del empleo.

— La mayor aportación de los servicios de protección de menores, la mayor utilidad que le encuentran los jóvenes,
se refiere al apoyo recibido para ser independientes, madurar, convivir y relacionarse.

— En protección de menores, los horarios, las normas y restricciones, y la relación con los educadores/as parece
ser lo que menos agradó a los jóvenes que sin embargo afirman que aprendieron allí a ser independientes y a
madurar.

— Se produce curiosamente una fuerte asociación, de forma bidireccional, entre haber aprendido a ser inde-
pendiente y a madurar, y vivir con la familia de origen después de abandonar protección de menores; aunque
es un número de jóvenes muy pequeño, la mayoría de los que opinan que su estancia en protección de menores
fue perjudicial, viven ahora con su familia de origen.

— Los aprendizajes obtenidos durante la estancia en protección de menores tienen una relación estrecha y directa
con la percepción del joven de que consigue los recursos suficientes para cubrir sus necesidades personales.

— Los jóvenes perciben no solo que la vida les va bien en la actualidad, sino que consideran también de forma
muy generalizada que ahora les va mejor que en tiempos pasado, cuando estuvieron en menores o cuando par-
ticiparon en el Programa de empleo.
CAPÍTULO 11
LA PERSPECTIVA DE LOS PROFESIONALES

Abordamos a continuación algunos de los aspectos más destacados en la apli-


cación del cuestionario a profesionales, a través del que se trata de forma bastante
extensa la caracterización del modelo educativo de estrategias flexibles y su inci-
dencia en el tránsito de los jóvenes a la vida adulta independiente y responsable.
En el Cuadro III-4 se muestra el esquema básico seguido en este capítulo para
estudiar relaciones entre las diferentes variables que tienen que ver con la pers-
pectiva de los profesionales.

11.1. INCIDENCIA DEL MODELO EDUCATIVO: VALORACIÓN


GENERAL Y CULTURA DEL TRABAJO

Comenzamos analizando la valoración que hacen los profesionales de lo que


supone el tránsito a la vida adulta (E11), a través de la relación entre los indicado-
res de una transición adecuada (E1) y los que muestran el fracaso en esa transición
(E2); este contraste nos ayudará a conocer la valoración general de los profesiona-
les sobre el proceso de transición de los jóvenes a la vida adulta, y el grado de co-
herencia entre las opiniones expresadas.
Un primer elemento a considerar es el de cómo las respuestas de los profesionales
son muy coherentes grupalmente a la hora de establecer esta relación. Por separado las
dos variables (E1, E2) tienen un elevado nivel de significación, con valores muy si-

Tabla III-27. Coeficientes: transición a la vida adulta.

Coeficientes tipificados
gl F Sig.
Beta Error típ.
E1.1 0,595 0,163 5 13,289 0,000
E2.1 0,590 0,163 8 13,051 0,00
Variable dependiente: E11. Transición adecuada a la vida adulta.
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

Cuadro III-4. Marco de investigación: perspectiva de los profesionales

Grupo de
Variables Objetivos
variables
Incidencia del modelo • E14. Eficacia de la intervención.
educativo: valoración • E28. Asistencia voluntaria a Programas de empleo.
general • E29. Jóvenes motivados y participativos.
Incidencia del modelo
educativo: cultura del • E31. Empleos relacionados con formación previa.
trabajo y actuaciones • E16. Satisfacción de los jóvenes con su trabajo.
con empresas
• E1. Indicadores para comprobar un tránsito adecuado.
• E2. Indicadores para determinar el fracaso en el tránsito. 3. Describir, analizar y va-
• E11. Transición adecuada a la vida adulta. lorar la incidencia del mo-
delo de intervención so-
• E19. Cuentan con red social de apoyo.
cioeducativa utilizado para
• E20. Interés por estudiar.
• E21. Interés por mejorar laboralmente. procurar el tránsito de los
• E23. Excluidos a los pocos años. adolescentes y jóvenes en
• E17a-d. Conflictivos en relaciones laborales, relaciones sociales, dificultad social a una vida
relaciones familiares, relación con educadores. adulta independiente y res-
• E18. Consumen sustancias tóxicas. ponsable.

• E3. Aspectos de la intervención socioeducativa más eficaces.


• E9. Actuaciones a emprender con las familias en la intervención
socioeducativa.
Incidencia del modelo
• E12. Necesidad evaluación posterior.
educativo: itinerarios
• E15a-c. Resultados: jóvenes con iniciativa, con conocimientos
y estrategias
búsqueda empleo, con capacidad para mantener trabajo.
socioeducativas
• E22a. Valores éticos al inicio.
• E22c. Valores éticos tras la intervención.
• E22b. Comportamiento responsable al inicio.
• E22d. Comportamiento responsable tras la intervención.
• E24a-e. Profesionales conocen su entorno social, familiar, su si-
tuación institucional, su itinerario educativo, su itinerario laboral.
• E25. Profesionales diseñan itinerarios flexibles.
• E26. Los jóvenes participan en decisiones sobre su futuro.
• E30. Profesionales exigentes.
• E35. Educadores con recursos y estrategias ante lo incierto.
• E38. Intervención con familias. 4. Determinar el perfil, los
• E39. Familias participan y colaboran. principios de actuación,
• E41. Espacio físico adaptado y adecuado. planteamientos, estrategias
• E43a-c. Criterios de evaluación iniciales, de proceso y finales. y expectativas de los profe-
• E6. Aspectos básicos en la formación de los profesionales. sionales implicados y sus
• E7. Principales modelos teóricos a seguir en la intervención aportaciones a la interven-
socioeducativa. ción socioeducativa con
• E 8. Las características personales de los profesionales que facili- adolescentes y jóvenes en
tan el trabajo. dificultad social.
Incidencia del modelo • E13. Mantener recursos desde la Administración.
educativo: • E27. Trabajo coordinado e interdisciplinar.
aportaciones desde el • E32. Recursos adecuados y diversos.
contexto institucional • E33. Recursos suficientes.
• E34a-f. Recursos adecuados para jóvenes en dificultad.
• E36a-b. Profesionales con experiencia en intervención con jó-
venes-en orientación laboral.
• E37. Actividades de coordinación frecuentes entre recursos.
• E45. Recursos económicos suficientes.
LAS PERSPECTIVAS DE LOS PROFESIONALES

milares, y un nivel medio de explicación de la variable criterio (E11). Así, para


coeficientes Beta con valores .590 y .595, el valor de F(5) = 13,289 y F(8) =
13,051 para p ≤ 0,000, lo que muestra el elevado grado de significación para las dos
variables, E1 y E2, que además tienen el mismo poder de predicción.
A continuación, contrastamos el valor de tres elementos fundamentales en el
tránsito a la vida adulta de los jóvenes en dificultad: la satisfacción de los jóvenes en
el trabajo, su construcción de una red social de apoyo y la posibilidad de que se
produzcan situaciones de exclusión —trayectorias fallidas— al abandonar los dis-
positivos específicos de atención. Comprobamos en este sentido cómo los profe-
sionales asocian de forma significativa, aunque moderadamente, la satisfacción de los jóvenes
en su trabajo con la transición a una vida adulta adecuada. No tienen la misma valora-
ción, sin embargo, al referirse a la red social de apoyo, y tampoco relacionan nin-
guna de las anteriores variables con la posibilidad de que los jóvenes queden ex-

Tabla III-28. Correlaciones transición a la vida adulta. J25* J33/J34


E16. Satisfac-
E11. Transición E19. Cuentan E23. Excluidos
ción de los jó-
adecuada a la con red social a los pocos
venes con su
vida adulta de apoyo años
trabajo
Correlación
1 0,397 (*) 0,295 –0,135
de Pearson
E11. Transición adecuada
a la vida adulta Sig. (bilateral) 0,017 0,085 0,433
N 36 36 35 36
Correlación
0,397 (*) 1 0,232 –0,103
de Pearson
E16. Satisfacción de los
jóvenes con su trabajo Sig. (bilateral) 0,017 0,180 0,551
N 36 36 35 36
Correlación
0,295 0,232 1 –0,161
de Pearson
E19. Cuentan con red
social de apoyo Sig. (bilateral) 0,085 0,180 0,357
N 35 35 35 35
Correlación
–0,135 –0,103 –0,161 1
de Pearson
E23. Excluidos a los pocos
años Sig. (bilateral) 0,433 0,551 0,357
N 36 36 35 36
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

cluidos a los pocos años de abandonar el dispositivo. Estas conclusiones provienen


del análisis de la relación entre la variable E11 (transición adecuada a la vida adul-
ta) y E16 (satisfacción de los jóvenes con su trabajo), E19 (cuentan con red social
de apoyo) y E23 (excluidos a los pocos años) a partir de una matriz de correlacio-
nes y de R de Pearson. Comprobamos que solo la relación entre E16 (satisfacción
de los jóvenes en el trabajo) y E11 (transición adecuada a la vida adulta) es signifi-
cativa, para r = 0,397 p ≤ 0,017.
En cuanto a la responsabilidad y organización personal de los jóvenes en esa
transición, con especial atención a si se producen o no trayectorias fallidas, pode-
mos afirmar que:
— Los profesionales consideran que la presencia de una red de apoyo social para
los jóvenes está directa y claramente relacionada con su interés por mejorar
laboralmente, aunque no con su interés por el estudio. Comprobando la
relación entre E19 (cuentan con red social de apoyo), E20 (interés por es-
tudiar) y E21 (interés por mejorar laboralmente), a través de matriz de co-
rrelaciones y R de Pearson, encontramos una relación significativa entre
E19 y E21, para r = 0,465 p ≤ 0,005 (Tabla III-29).
— Contrastando las variables E11 (transición adecuada a la vida adulta), con
E18 (consumen sustancias tóxicas), E23 (excluidos a los pocos años) y el
grupo E17a-d (conflictivos en relaciones laborales, relaciones sociales, re-
laciones familiares, relación con educadores), a través de matriz de corre-
laciones y R de Pearson, observamos que (Tabla III-30):
• Las situaciones de conflictividad que los jóvenes viven con los propios profe-
sionales (E17d) son asociadas significativamente con todas y cada una de las
variables sobre conflictividad (grupo E17a-d) en otros ámbitos de relación,
incluido el consumo de sustancias tóxicas (E18). Aunque la relación esta-
blecida es significativa, con valores de p entre p ≤ 0,001 y p ≤ 0,048, la co-
rrelación es de intensidad media, con un valor r máximo de 0,535.
• No se asocia sin embargo esta variable, conflictividad con los educadores,
a que los jóvenes se encuentren excluidos socialmente a los pocos años
de dejar el dispositivo de protección.
• En términos generales las cuatro variables que indican conflictividad se
relacionan entre sí de forma significativa, y lo hacen también con el con-
sumo de sustancias tóxicas, excepto en el caso de la variable E17a (con-
flictos en relaciones laborales).
LAS PERSPECTIVAS DE LOS PROFESIONALES

Tabla III-29. Correlaciones E19/E20/E21

E19. Cuentan con red E20. Interés por E21. Interés por
social de apoyo estudiar mejorar laboralmente

E19. Cuentan con Correlación de Pearson 1 0,153 0,465 (**)


red social de apoyo Sig. (bilateral) 0,382 0,005

E20. Interés por Correlación de Pearson 0,153 1 0,237


estudiar Sig. (bilateral) 0,382 0,164

E21. Interés por Correlación de Pearson 0,465 (**) 0,237 1


mejorar laboralmente Sig. (bilateral) 0,005 0,164

Tabla III-30. Correlaciones sobre transiciones fallidas


E18. Consumen sustancias

E23. Excluidos a los pocos


E11. Transición adecuada

relación con educadores


E17a. Conflictivos en

E17b. Conflictivos en

E17d. Conflictivos en
relaciones familiares
E17c. Conflictivos en
relaciones laborales

relaciones sociales
a la vida adulta

tóxicas

años

E11. Transición ade- Correlación de Pearson 1 0,053 –0,135 –0,098 –0,124 –0,157 –0,038
cuada a la vida adulta Sig. (bilateral) 0,760 0,433 0,577 0,479 0,367 0,830

E18. Consumen. 7 Correlación de Pearson 0,053 1 0,269 0,310 0,524 (**) 0,380 (*) 0,336 (*)
sustancias tóxicas Sig. (bilateral) 0,760 0,112 0,070 0,001 0,024 0,048

E23. Excluidos a los Correlación de Pearson –0,135 0,269 1 0,199 0,179 0,196 0,162
pocos años Sig. (bilateral) 0,433 0,112 0,251 0,304 0,260 0,352

E17a. Conflictivos en Correlación de Pearson –0,098 0,310 0,199 1 0,644 (**) 0,375 (*) 0,425 (*)
relaciones laborales Sig. (bilateral) 0,577 0,070 0,251 0,000 0,026 0,011

E17b. Conflictivos en Correlación de Pearson –0,124 0,524 (**) 0,179 0,644 (**) 1 0,522 (**) 0,535 (**)
relaciones sociales Sig. (bilateral) 0,479 0,001 0,304 0,000 0,001 0,001

E17c. Conflictivos en Correlación de Pearson –0,157 0,380 (*) 0,196 0,375 (*) 0,522 (**) 1 0,514 (**)
relaciones familiares Sig. (bilateral) 0,367 0,024 0,260 0,026 0,001 0,002

E17d. Conflictivos en Correlación de Pearson –0,038 0,336 (*) 0,162 0,425 (*) 0,535 (**) 0,514 (**) 1
relación con educadores Sig. (bilateral) 0,830 0,048 0,352 0,011 0,001 0,002
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

Continuamos con el análisis contrastando un grupo de variables de gran inte-


rés, como son las relacionadas con la eficacia en la intervención (E14) como variable
principal, y las variables sobre transición adecuada a la vida adulta (E11), asistencia
voluntaria a programas de empleo (E28) y motivación y participación de los jó-
venes en estos programas (E29). Este contraste muestra una asociación significati-
va entre ellas como grupo predictor de la eficacia en la intervención, es decir que
la motivación y la participación de los jóvenes y su asistencia voluntaria a los pro-
gramas de empleo son considerados por los profesionales elementos fundamenta-
les para que la intervención sea eficaz, y para que se produzca el tránsito adecuado
a la vida adulta. A través de los estadísticos de la regresión múltiple se comprueba
la relación, significativa para p ≤ 0,05, aunque no es excesivamente fuerte: para
R2 = 0,232 p ≤ 0,036; para F (3) = 3,216 p ≤ 0,036. (Tablas III-31 y III-32).
En el estudio bivariable encontramos una relación también significativa entre E14
(eficacia en la intervención) y E11 (transición adecuada a la vida adulta), para t =
2,779 p ≤ 0,009, y un valor elevado del coeficiente beta = 0,434. Esto viene a indicar
la fuerza con que los profesionales relacionan una intervención eficaz con que los jó-
venes lleguen a realizar un tránsito adecuado a su vida adulta, algo aparentemente ló-
gico, pero que señala cómo un grupo amplio de profesionales comparte una visión de
la realidad concreta y un mismo objetivo, y la consistencia de lo que hace.

Tabla III-31. Resumen del modelo: eficacia de la intervención

RESUMEN DEL MODELO


Modelo
1
R 0,481 (a)
R cuadrado 0,232
R cuadrado corregida 0,160
Error típ. de la estimación 1,557
Cambio en R cuadrado 0,232
Cambio en F 3,216
Estadísticos de cambio gl1 3
gl2 32
Sig. del cambio en F 0,036
a) Variables predictoras: (Constante), E29. Jóvenes motivados y participativos, E11. Transición ade-
cuada a la vida adulta, E28. Asistencia voluntaria a Programas de empleo; b) Variable depen-
diente: E14. Eficacia de la intervención.
LAS PERSPECTIVAS DE LOS PROFESIONALES

Tabla III-32. Coeficientes E11/E28/E29

Modelo
1
E11. Transición E28. Asistencia
E29. Jóvenes motivados
(Constante) adecuada a la vida voluntaria a Pro-
y participativos
adulta gramas de empleo

Coeficientes B 5,445 0,387 0,024 0,161


no estandarizados Error típ. 1,217 0,139 0,153 0,205

Coeficientes
Beta 0,434 0,030 0,145
estandarizados

t 4,472 2,779 0,160 0,782

Sig. 0,000 0,009 0,874 0,440

Orden cero 0,453 0,143 0,213

Correlaciones Parcial 0,441 0,028 0,137

Semiparcial 0,431 0,025 0,121

a) Variable dependiente: E14. Eficacia de la intervención.

Si estudiamos la relación entre las variables explicativas sobre satisfacción de


los jóvenes con su trabajo (E16) y sobre los empleos relacionados con la forma-
ción previa (E31), para conocer su efecto sobre la eficacia de la intervención se-
gún el criterio de los profesionales (E14), comprobamos que los profesionales no re-
lacionan directamente de forma significativa la eficacia en la intervención con la consecución
de empleos relacionados con la formación previa por parte de los jóvenes, ni con la satisfac-
ción que estos puedan sentir en su trabajo. Ni a través de la R de Pearson, ni de los es-
tadísticos de la regresión lineal efectuada se constata que exista este tipo de aso-
ciación. Aunque sí se encuentra relación significativa entre las dos variables E31
(empleos relacionados con la formación previa) y E16 (satisfacción de los jóvenes
en el trabajo), para R = 0,388 p ≤ 0,020, y también para Tau de Kendall = 0,282
p ≤ 0,030 y Rho de Spearman = 0,365 p ≤ 0,029 (Tabla III-33).
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

Tabla III-33. Correlaciones E31*/E16/E14

E31. Empleos relacionados


los jóvenes con su trabajo

con formación previa


E16. Satisfacción de
E14. Eficacia de la
intervención
Coeficiente de correlación 1,000 0,156 0,216
E14. Eficacia de la intervención Sig. (bilateral) — 0,247 0,106
N 36 36 36
Coeficiente de correlación 0,156 1,000 0,282 (*)
Tau_b de E16. Satisfacción de los jóvenes con
Sig. (bilateral) 0,247 — 0,030
Kendall su trabajo
N 36 36 36
Coeficiente de correlación 0,216 0,282 (*) 1,000
E31. Empleos relacionados con
Sig. (bilateral) 0,106 0,030 —
formación previa
N 36 36 36
Coeficiente de correlación 1,000 0,190 0,279
E14. Eficacia de la intervención Sig. (bilateral) — 0,266 0,100
N 36 36 36
Coeficiente de correlación 0,190 1,000 0,365 (*)
Rho de E16. Satisfacción de los jóvenes con
Sig. (bilateral) 0,266 — 0,029
Spearman su trabajo
N 36 36 36
Coeficiente de correlación 0,279 0,365 (*) 1,000
E31. Empleos relacionados con
Sig. (bilateral) 0,100 0,029 —
formación previa
N 36 36 36

11.2. INCIDENCIA DEL MODELO EDUCATIVO: ITINERARIOS


Y ESTRATEGIAS SOCIOEDUCATIVAS

En este apartado incluimos la revisión de las variables que inciden especial-


mente en el modelo educativo de estrategias flexibles, en su metodología y en su
incidencia en el tránsito de los jóvenes en dificultad a la vida adulta. Comenzamos
revisando algunos aspectos generales de la eficacia en la intervención desde la pers-
pectiva de los profesionales, relacionando la eficacia general de la intervención
(E14) con los aspectos de la intervención socioeducativa considerados más eficaces
LAS PERSPECTIVAS DE LOS PROFESIONALES

por los profesionales (E3) y con los resultados esperados de la intervención (E15); así,
encontramos que:
— En términos generales, los aspectos que para los profesionales indican una
intervención socioeducativa eficaz están muy dispersos. Fomentar las ha-
bilidades de autonomía (22,2%) y la relación entre educador/a y educando,
la buena planificación y coordinación y dar protagonismo al menor (16,7%)
son los aspectos más valorados por los profesionales como indicadores de
una intervención eficaz; se relacionan con las calificaciones más altas a la
vez que presentan las frecuencias más elevadas (Tabla III-34).

Tabla III-34. Tabla de contingencia E14*/E3.1 (resumen con E14 no ponderado)

E14. Eficacia de la intervención


E3.1. Estrategias flexibles
Frecuencia Porcentaje
Disponibilidad y adecuación de recursos 1 2,6
El trabajo de los/as educadores/as y su formación 2 5,6
Dar protagonismo al menor y su situación 6 16,7
Fomentar habilidades de autonomía 8 22,2
Fomentar estabilidad emocional y habilidades sociales 2 5,6
Acompañamiento y atención personalizada del educador 3 8,3
Facilitar la inserción sociolaboral 2 5,6
La relación entre educador/a y educando 6 16,7
Buena planificación y coordinación 6 16,7
Total 36 100,0

— El contraste entre la eficacia de la intervención (E14) y los resultados de la


intervención (E15), a través de estadísticos de correlación bivariable, nos
muestra que los profesionales relacionan claramente ambas cuando habla-
mos de la capacidad de iniciativa de los jóvenes para la búsqueda activa de
empleo y de la adquisición de los conocimientos necesarios para ello. No
ocurre lo mismo en relación a la capacidad de los jóvenes para mantener el
puesto de trabajo y adaptarse a los requerimientos de éste, aspecto que los
profesionales no consideran logrado por la intervención socioeducativa.
Efectivamente, para r = 0,458 p ≤ 0,005 entre E14 y E15a, para r = 0,422
p ≤ 0,010 entre E14 y E15b, lo que muestra una relación con un alto nivel
de significación, y una relación media alta entre las variables (Tabla III-35).
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

Tabla III-35. Correlaciones E14*/E15

E14. Eficacia de la intervención


Correlación de Pearson 1
E14. Eficacia de la intervención Sig. (bilateral)
N 36
Correlación de Pearson 0,458 (**)
E15a. Resultados: jóvenes con iniciativa Sig. (bilateral) 0,005
N 36
Correlación de Pearson 0,422 (*)
E15b. Resultados: jóvenes con conocimientos
Sig. (bilateral) 0,010
búsqueda empleo
N 36
Correlación de Pearson 0,295
E15c. Resultados: jóvenes con capacidad para
Sig. (bilateral) 0,081
mantener trabajo
N 36

En cuanto a los aspectos relacionados con la evaluación, no puede establecerse una


relación significativa entre lo que los profesionales consideran una intervención so-
cioeducativa eficaz y la realización de evaluaciones periódicas de la situación en
que se encuentran los jóvenes después de haber finalizado la intervención socioe-
ducativa. Una conclusión que no deja de sorprender, ya que difícilmente se pue-
de conocer la eficacia de la intervención si ésta no se evalúa periódicamente. El
cruce de las variables E14 (eficacia en la intervención) y E12 (necesidad de eva-
luación posterior), nos ofrece información al respecto (Tabla III-36).

Tabla III-36. Correlaciones E14*/E12

E12. Necesidad evaluación posterior


Coeficiente de correlación 0,052
Tau_b de
E14. Eficacia de la intervención Sig. (bilateral) 0,714
Kendall
N 36
Coeficiente de correlación 0,068
Rho de
E14. Eficacia de la intervención Sig. (bilateral) 0,692
Spearman
N 36
LAS PERSPECTIVAS DE LOS PROFESIONALES

Otro cruce interesante es el de cuatro variables relacionadas con los valores éticos y
el comportamiento responsable de los jóvenes (E22a: valores éticos al inicio de la interven-
ción; E22c: valores éticos tras la intervención; E22b: comportamiento responsable al
inicio de la intervención; E22d: comportamiento responsable tras la intervención).
— Respecto al cruce de las dos primeras variables E22a y E22c, aunque la re-
lación es moderada, el nivel de significación es alto y se puede afirmar que
los valores éticos de los jóvenes mejoran directa y notablemente tras la intervención so-
cioeducativa, según describen los propios profesionales. Vemos cómo la
puntuación media se incrementa en 2,42 puntos (de X– = 3,22 se pasa a
X– = 5,64, con ds muy similares), y cómo la relación es significativa al nivel
0,05 (bilateral) de acuerdo con r = 0,370 p ≤ 0,027 (Tabla III-38). Tanto
Tau de Kendall como Rho de Spearman mantienen un nivel similar de
significación, en p ≤ 0,023.
— Respecto al cruce de las variables E22b y E22d, se puede afirmar que el
comportamiento social responsable de los jóvenes mejora directa y notablemente tras
la intervención socioeducativa, según describen los propios profesionales. Ve-
mos cómo la puntuación media se incrementa aún más notablemente que
en el caso anterior, en 2,83 puntos (de X– = 2,97 se pasa a X– = 5,80, con ds
algo más elevada inicialmente) (Tabla III-37), y como la relación es signi-
ficativa esta vez al nivel 0,01 (bilateral) de acuerdo con r = 0,507 p ≤ 0,002.
Tanto Tau de Kendall como Rho de Spearman mantienen un nivel algo
más alto de significación, en p ≤ 0,001. En esta ocasión podemos hablar de
una relación fuerte entre las variables, con un nivel de significación bastante
elevado y una R de Pearson superior a 0,500.

Tabla III-37. Estadísticos descriptivos E 22a/E22c

Media Desviación típica N


E22a. Valores éticos al inicio 3,22 1,456 36
E22c. Valores éticos tras la intervención 5,64 1,268 36

Tabla III-38. Correlación: Responsabilidad antes y después de la intervención

E22c. Valores éticos tras la intervención


Correlación de Pearson 0,370 (*)
E22a. Valores éticos al inicio Sig. (bilateral) 0,027
N 36
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

Tabla III-39. Estadísticos descriptivos E22b/E22d

Media Desviación típica N

E22b. Comportamiento responsable al inicio 2,97 1,483 36

E22d. Comportamiento responsable tras la intervención 5,80 1,132 35

Tabla III-40. Correlaciones: comportamiento social E22b/E22d

E22d. Comportamiento responsable


tras la intervención

Correlación de Pearson 0,507 (**)

Sig. (bilateral) 0,002


E22b. Comportamiento responsable
Suma de cuadrados y productos cruzados 26,000
al inicio
Covarianza 0,765

N 35

Una línea de trabajo relevante y novedosa sobre intervención socioeducativa es


la que tiene que ver con la flexibilidad y el abordaje de la incertidumbre. En el cues-
tionario a profesionales se incluyeron una serie de variables que tienen que ver con
esta línea de trabajo; el estudio de las relaciones entre estas variables (E25: los pro-
fesionales diseñan itinerarios flexibles; E24a-e: los profesionales conocen el entor-
no social, familiar, la situación institucional, el itinerario educativo y el itinerario
laboral de los jóvenes; E35: los educadores cuentan con recursos y estrategias
ante lo incierto) nos ofrecerá algunas pistas al respecto. Así:
— Encontramos una fuerte asociación entre el conocimiento del entorno —en sus distintos
aspectos— por parte de los profesionales, su capacidad para disponer de recursos y es-
trategias ante lo imprevisto o lo incierto, y su disposición a diseñar estrategias e itinera-
rios flexibles, adaptados a las necesidades y posibilidades de cada joven. Como se
puede observar en las Tablas III-41 y III-42, la relación entre el grupo de va-
riables explicativas y la variable principal es directa y significativa estadística-
mente, para F(6) = 17,295, R2 = 0,782 p ≤ 0,000. Tanto el nivel de signifi-
cación como el valor de R2 son muy elevados.
LAS PERSPECTIVAS DE LOS PROFESIONALES

Tabla III-41. Resumen del modelo (B): estrategias flexibles

R2 Error típ. de
Modelo R R2 Estadísticos de cambio
corregida la estimación
Cambio en R Cambio Sig. del
gl1 gl2
cuadrado en F cambio en F
1 0,884 (a) 0,782 0,736 1,236 0,782 17,295 6 29 0,000

a) Variables predictoras: (Constante), E24e. Profesionales conocen su itinerario laboral, E24a. Profesionales conocen su entorno social,
E35. Educadores con recursos y estrategias ante lo incierto, E24b. Profesionales conocen su entorno familiar, E24c. Profesionales cono-
cen su situación institucional, E24d. Profesionales conocen su itinerario educativo; b) Variable dependiente: E25. Profesionales diseñan iti-
nerarios flexibles.

Tabla III-42. ANOVA (B): estrategias flexibles

Modelo Suma de cuadrados gl Media cuadrática F Sig.


Regresión 158,465 6 26,411 17,295 0,000 (a)
1 Residual 44,285 29 1,527
Total 202,750 35
a) Variables predictoras: (Constante), E24e. Profesionales conocen su itinerario laboral, E24a. Profesionales conocen su entorno social,
E35. Educadores con recursos y estrategias ante lo incierto, E24b. Profesionales conocen su entorno familiar, E24c. Profesionales co-
nocen su situación institucional, E24d. Profesionales conocen su itinerario educativo; b) Variable dependiente: E25. Profesionales diseñan
itinerarios flexibles.

— El diseño de estrategias e itinerarios flexibles parece encajar a la perfección en la in-


tervención socioeducativa de los profesionales que trabajan con jóvenes en dificultad
social. La tabla de correlaciones que se incluye (Tabla III-43) nos deja
apreciar como prácticamente entre todas las variables hay una elevada co-
rrelación (significación bilateral de la R de Pearson inferior a 0,005 y a
0,001, con valores bastante elevados de este estadístico).
— Dos variables son las únicas que no relacionan separadamente con la varia-
ble criterio E25 (los profesionales diseñan itinerarios flexibles). Se trata de
las que hacen referencia al conocimiento del entorno familiar y del entor-
no educativo de los jóvenes por parte de los profesionales, dos ámbitos que
parecen escapar a la posibilidad de manejar estrategias flexibles y de reac-
cionar ante situaciones inciertas, en gran medida por el bajo conocimiento
que de ellos tienen los profesionales.
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

Tabla III-43. Correlaciones sobre estrategias flexibles

E35. Educadores con recursos

E24a. Profesionales conocen

E24b. Profesionales conocen

E24d. Profesionales conocen

E24e. Profesionales conocen


E24c. Profesionales conocen
y estrategias ante lo incierto
E25. Profesionales diseñan

su situación institucional

su itinerario educativo

su itinerario laboral
su entorno familiar
itinerarios flexibles

su entorno social
E25. Profesionales diseñan itinerarios flexibles 1,000 0,680 0,449 0,232 0,355 0,401 0,752
Correlación de Pearson

E35. Educadores con recursos y estrategias ante lo incierto 0,680 1,000 0,318 0,295 0,365 0,239 0,531
E24a. Profesionales conocen su entorno social 0,449 0,318 1,000 0,583 0,357 0,318 0,449
E24b. Profesionales conocen su entorno familiar 0,232 0,295 0,583 1,000 0,622 0,640 0,520
E24c. Profesionales conocen su situación institucional 0,355 0,365 0,357 0,622 1,000 0,808 0,674
E24d. Profesionales conocen su itinerario educativo 0,401 0,239 0,318 0,640 0,808 1,000 0,693
E24e. Profesionales conocen su itinerario laboral 0,752 0,531 0,449 0,520 0,674 0,693 1,000

E25. Profesionales diseñan itinerarios flexibles — 0,000 0,003 0,087 0,017 0,008 0,000
E35. Educadores con recursos y estrategias ante lo incierto 0,000 — 0,029 0,041 0,014 0,080 0,000
Sig. (unilateral)

E24a. Profesionales conocen su entorno social 0,003 0,029 — 0,000 0,016 0,030 0,003
E24b. Profesionales conocen su entorno familiar 0,087 0,041 0,000 — 0,000 0,000 0,001
E24c. Profesionales conocen su situación institucional 0,017 0,014 0,016 0,000 — 0,000 0,000
E24d. Profesionales conocen su itinerario educativo 0,008 0,080 0,030 0,000 0,000 — 0,000
E24e. Profesionales conocen su itinerario laboral 0,000 0,000 0,003 0,001 0,000 0,000 —
E25. Profesionales diseñan itinerarios flexibles

–2

–4

–4 –2 0 2
E35. Educadores con recursos y estrategias ante lo incierto

Gráfico III-9. Regresión parcial. Estrategias flexibles.


LAS PERSPECTIVAS DE LOS PROFESIONALES

A fin de comprobar el grado de flexibilidad que los profesionales manifiestan


tener y su relación con las expectativas de participación de los jóvenes en el proceso de
intervención, abordamos ahora el cruce de las variables E25 (profesionales diseñan
itinerarios flexibles), E26 (los jóvenes participan en decisiones sobre su futuro) y
E30 (profesionales exigentes con compromiso adquirido).
— De nuevo la relación entre el grupo de variables explicativas E26 y E30, y
la variable criterio o principal E25 es muy estrecho. La flexibilidad en el di-
seño de itinerarios está directamente relacionada con el interés por la par-
ticipación de los jóvenes en la toma de decisiones sobre su futuro personal,
social y laboral, junto a los educadores y otros profesionales que trabajan
con ellos. Esta flexibilidad se ve reforzada por la exigencia de los profesionales
hacia los jóvenes para que éstos cumplan los compromisos adquiridos. Es un con-
junto de posicionamientos y un planteamiento de la relación educativa que
se muestra de forma muy coherente en las respuestas ofrecidas al cuestio-
nario, muy compacto, y que el grupo de profesionales parece tener muy
asumido. Como se puede observar en las tablas y gráficos correspondientes
(Gráfico III-10, Tablas III-44 y III-45), la relación entre el grupo de va-
riables explicativas y la variable principal es directa y significativa estadísti-
camente, para F(2) = 13,821 R2 = 0,456 p ≤ 0,000. El nivel de significa-
ción es también en este caso muy elevado, aunque la relación es más
moderada que en la correlación descrita anteriormente, con el valor de
R2 = 0,456.
E25. Profesionales diseñan itinerarios flexibles

2,5

-2,5

-5

-2,5 0 2,5
E26. Los jóvenes participan en decisiones sobre su futuro

Gráfico III-10. Regresión parcial. Diseño de itinerarios flexibles.


EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

Tabla III-44. Resumen del modelo (B). E25/E26/E30


Error típ.
R cuadrado
Modelo R R cuadrado de la esti- Estadísticos de cambio
corregida
mación
Cambio
Cambio Sig. del
en R gl1 gl2
en F cambio en F
cuadrado
1 0,675 (a) 0,456 0,423 1,828 0,456 13,821 2 33 0,000
a) Variables predictoras: (Constante), E30. Profesionales exigentes, E26. Los jóvenes participan en decisiones sobre su futuro; b) Varia-
ble dependiente: E25. Profesionales diseñan itinerarios flexibles.

Tabla III-45. ANOVA (B). E25/E26/E30


ANOVA (B)
Modelo Suma de cuadrados gl Media cuadrática F Sig.
Regresión 92,418 2 46,209 13,821 0,000 (a)
1 Residual 110,332 33 3,343
Total 202,750 35
a) Variables predictoras: (Constante), E30. Profesionales exigentes, E26. Los jóvenes participan en decisiones sobre su futuro;
b) Variable dependiente: E25. Profesionales diseñan itinerarios flexibles.

— De nuevo la tabla de correlaciones que se incluye (Tabla III-46) nos deja


apreciar como entre todas las variables hay una elevada correlación (signi-
ficación bilateral inferior o igual a 0,001) y los valores de R de Pearson son
también de una intensidad media-alta, superiores a 0,500.

Tabla III-46. Correlaciones sobre el diseño de estrategias flexibles y participación


participan en decisiones
diseñan itinerarios
E25. Profesionales

E30. Profesionales
E26. Los jóvenes

sobre su futuro

exigentes
flexibles

E25. Profesionales diseñan itinerarios flexibles 1,000 0,669 0,500


Correlación
E26. Los jóvenes participan en decisiones sobre su futuro 0,669 1,000 0,642
de Pearson
E30. Profesionales exigentes 0,500 0,642 1,000
E25. Profesionales diseñan itinerarios flexibles — 0,000 0,001
Sig. (unilateral) E26. Los jóvenes participan en decisiones sobre su futuro 0,000 — 0,000
E30. Profesionales exigentes 0,001 0,000 —
LAS PERSPECTIVAS DE LOS PROFESIONALES

El tema de la intervención familiar es una «tarea pendiente» en este ámbito, y así lo


revelan también los propios profesionales en sus respuestas. Cuando buscamos aso-
ciar las variables E14 (eficacia en la intervención) con E9 (actuaciones a emprender
con la familia), E38 (intervención con familias) y E39 (familias participan y cola-
boran) a través de estadísticos de tablas de contingencia y de regresión categórica,
encontramos que no existe relación significativa entre ellas (Tabla III-47).

Tabla III-47. ANOVA

Suma de cuadrados gl Media cuadrática F Sig.


Regresión 8,222 9 0,914 0,853 0,577
Residual 26,778 25 1,071
Total 35,000 34
Variable dependiente: E14. Eficacia de la intervención. Predictores: E38. Intervención con familias E39. Familias
participan y colaboran E9.1.

Finalmente, en lo referente a los procesos de evaluación, comprobamos cómo no


parecen tener una relación significativa con la eficacia de la intervención so-
cioeducativa para los profesionales encuestados, salvo en el caso de la evaluación
inicial. De nuevo, como ya comentamos anteriormente, la evaluación queda bas-
tante alejada de un proceso de intervención que parece requerirla para poder co-
nocer sus efectos, pero que no la incorpora como parte de la cultura habitual de
los profesionales que trabajan en este ámbito. En el contraste entre la variable
E14 (eficacia en la intervención) como variable dependiente y las variables
E43a-c (criterios de evaluación iniciales, de proceso y finales) y E12 (necesidad
de evaluación posterior) como variables independientes, encontramos que no
existe relación significativa entre ellas como grupo explicativo. Sí encontramos
sin embargo que existe relación significativa de forma desagregada, entre las pro-
pias variables sobre criterios de evaluación pero, fundamentalmente, entre la va-
riable E43a (criterios de evaluación iniciales) y la variable principal E14, para
r = 0.302 p ≤ 0,037 (Tabla III-48).
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

Tabla III-48. Correlaciones sobre eficacia de la intervención y evaluación

evaluación de proceso
evaluación posterior

evaluación iniciales
E14. Eficacia de la

E43a. Criterios de

E43b. Criterios de

E43c. Criterios de
evaluación finales
E12. Necesidad
intervención
E14. Eficacia de la intervención 1,000 0,012 0,302 0,098 0,142
E12. Necesidad evaluación posterior 0,012 1,000 –0,196 –0,020 –0,083
Correlación
E43a. Criterios de evaluación iniciales 0,302 –0,196 1,000 0,636 0,521
de Pearson
E43b. Criterios de evaluación de proceso 0,098 –0,020 0,636 1,000 0,579
E43c. Criterios de evaluación finales 0,142 –0,083 0,521 0,579 1,000
E14. Eficacia de la intervención — 0,472 0,037 0,286 0,205
E12. Necesidad evaluación posterior 0,472 — 0,126 0,453 0,315
Sig. (unilateral) E43a. Criterios de evaluación iniciales 0,037 0,126 — 0,000 0,001
E43b. Criterios de evaluación de proceso 0,286 0,453 0,000 — 0,000
E43c. Criterios de evaluación finales 0,205 0,315 0,001 0,000 —

11.3. APORTACIONES DESDE EL CONTEXTO INSTITUCIONAL

En este apartado, vamos a revisar tres aspectos fundamentalmente: la formación


de los profesionales, el trabajo interdisciplinar y la situación de los recursos para la
intervención, todos ellos desde la perspectiva de los profesionales que trabajan en
este ámbito.
Una serie de variables nos ha servido para abordar la cuestión de la formación;
así, hemos indagado sobre la asociación entre la variable E14 (eficacia en la inter-
vención) como variable principal, y las variables E6 (aspectos básicos en la forma-
ción de los profesionales), E7 (principales modelos teóricos a seguir en la inter-
vención socioeducativa), E8 (las características personales de los profesionales que
facilitan el trabajo) y E36a-b (profesionales con experiencia en intervención con
jóvenes-en orientación laboral) como variables independientes.
El modelo teórico es, de este grupo de variables, la única relacionada directa-
mente por los profesionales con los planteamientos de eficacia en la intervención
socioeducativa; es decir que, de acuerdo con el criterio de los profesionales, la elec-
LAS PERSPECTIVAS DE LOS PROFESIONALES

ción de uno u otro marco teórico incidirá de forma directa y significativa en la eficacia de la in-
tervención socioeducativa desarrollada. Si observamos la tabla de contingencia anexa
(Tabla III-49), podemos comprobar como son el modelo sistémico-complejo-eco-
lógico, el modelo crítico, y el cognitivo-conductual los que mayores frecuencias
relativas y totales concentran, y también que lo hacen en torno a las puntuaciones
más elevadas para la variable E14 (eficacia en la intervención), siendo el modelo de
competencias el siguiente en interés. En el resumen del modelo y en ANOVA la
relación entre el grupo de variables explicativas y la variable principal es significa-
tiva, de forma desagregada, en el cruce de la variable criterio E14 con la variable
E7 (principales modelos teóricos a seguir en la intervención socioeducativa), para
F(7) = 7,059 p ≤ 0,001.

Tabla III-49 Tabla de contingencia E14*/E7.1


E7.1
Cognitivo conductual
complejo, ecológico

Sociocomunitario

Clínico, centrado
Total
Constructivista,

competencias

en el sujeto
Modelo de
operatorio
Sistémico,

Crítico

Otros
Recuento 13 5 1 4 5 2 1 2 33
% de E14.
39,4% 15,2% 3,0% 12,1% 15,2% 6,1% 3,0% 6,1% 100,0
Eficacia de la intervención

Otro aspecto interesante a contrastar en relación a la incidencia del modelo


educativo, y a los aspectos institucionales implicados en él, es el de la coordina-
ción interinstitucional. Puede apreciarse cómo los profesionales sí contemplan
como elemento que mejora la eficacia de la intervención el trabajo coordinado e
interdisciplinar entre quienes trabajan con los jóvenes en dificultad social, pero
dejan fuera de esa relación a las actividades de coordinación entre los recursos es-
pecíficos de inserción sociolaboral y otros recursos sociales y educativos. Hemos
establecido aquí una regresión lineal entre las variables E27 (trabajo coordinado e
interdisciplinar) y E37 (actividades de coordinación frecuentes entre recursos)
como variables explicativas, y la variable E14 como variable principal. El resulta-
do obtenido nos indica que el modelo no establece relaciones significativas entre
el grupo de variables sobre trabajo coordinado y la variable principal. Sí se en-
cuentra, sin embargo, relación significativa cuando se establece la relación entre
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

las variables dos a dos. La variable E27 (trabajo coordinado e interdisciplinar) pre-
senta una asociación significativa con la variable E37 (actividades de coordinación
frecuentes entre recursos) para r = 0.458 p ≤ 0,003, lo que supone una relación
con un nivel de significación de una magnitud moderada. Esto parece bastante ló-
gico, pero la relación que se establece entre E27 (trabajo coordinado e interdis-
ciplinar) y E14 (eficacia de la intervención), no se produce de igual modo con
E37. Así, para r = 0,272, p ≤ 0,057, lo que indica una relación poco significativa
y poco intensa.

Tabla III-50. Resumen del modelo (B). E14/E27/E37

Error típ.
R cuadrado
Modelo R R cuadrado de la esti- Estadísticos de cambio
corregida
mación
Cambio
Cambio Sig. del
en R gl1 gl2
en F cambio en F
cuadrado
1 0,286 (a) 0,082 0,024 1,683 0,082 1,425 2 32 0,255
a) Variables predictoras: (Constante), E37. Actividades de coordinación frecuentes entre recursos, E27. Trabajo coordinado e interdisciplinar;
b) Variable dependiente: E14. Eficacia de la intervención.

Tabla III-51. Correlaciones E14/E27/E37


E37. Actividades
E27. Trabajo
E14. Eficacia de coordinación
coordinado e
de la intervención frecuentes entre
interdisciplinar
recursos
E14. Eficacia de la intervención 1,000 0,272 0,203
Correlación de E27. Trabajo coordinado e interdisciplinar 0,272 1,000 0,458
Pearson
E37. Actividades de coordinación
0,203 0,458 1,000
frecuentes entre recursos
E14. Eficacia de la intervención — 0,057 0,120
E27. Trabajo coordinado e interdisciplinar 0,057 — 0,003
Sig. (unilateral)
E37. Actividades de coordinación
0,120 0,003 —
frecuentes entre recursos
LAS PERSPECTIVAS DE LOS PROFESIONALES

RESUMEN DEL CAPÍTULO

Incidencia del modelo educativo: valoración general y cultura del trabajo:

— Un primer elemento a considerar es el de cómo las respuestas de los profesionales son muy coherentes gru-
palmente a la hora de establecer los indicadores sobre el tránsito adecuado de los jóvenes en dificultad social
a la vida adulta.

— Los profesionales asocian de forma significativa la satisfacción de los jóvenes en su trabajo con la transición a
una vida adulta independiente y responsable.

— Los profesionales consideran que la presencia de una red de apoyo social para los jóvenes está directa y cla-
ramente relacionada con su interés por mejorar laboralmente, aunque no con su interés por el estudio.

— Las situaciones de conflictividad que los jóvenes viven con los propios profesionales son asociadas significati-
vamente con todas y cada una de las variables sobre conflictividad en otros ámbitos de relación (conflictivos en
relaciones laborales, relaciones sociales, relaciones familiares), incluido el consumo de sustancias tóxicas

— No se asocia sin embargo la conflictividad con los educadores, a que los jóvenes se encuentren excluidos so-
cialmente a los pocos años de dejar el dispositivo de protección.
— La motivación y la participación de los jóvenes y su asistencia voluntaria a los programas de empleo son con-
siderados por los profesionales elementos fundamentales para que la intervención sea eficaz, y para que se pro-
duzca el tránsito adecuado a la vida adulta.
— Los profesionales no relacionan directamente de forma significativa la eficacia en la intervención con la con-
secución de empleos relacionados con la formación previa por parte de los jóvenes, ni con la satisfacción que
estos puedan sentir en su trabajo.
Incidencia del modelo socioeducativo: itinerarios y estrategias socioeducativas:
— Fomentar las habilidades de autonomía y la relación entre educador/a y educando son los aspectos más va-
lorados por los profesionales como indicadores de una intervención eficaz.
— Los profesionales consideran que a través de la intervención socioeducativa se mejora significativamente la ca-
pacidad de iniciativa de los jóvenes para la búsqueda activa de empleo y la adquisición de los conocimientos
necesarios para ello, pero no ocurre lo mismo en relación a la capacidad de los jóvenes para mantener el pues-
to de trabajo y de adaptarse a los requerimientos de éste, aspecto que los profesionales no consideran logra-
do por la intervención socioeducativa.
— En cuanto a los aspectos relacionados con la evaluación, no puede establecerse una relación significativa en-
tre lo que los profesionales consideran una intervención socioeducativa eficaz y la realización de evaluaciones
periódicas de la situación en que se encuentran los jóvenes después de haber finalizado la intervención so-
cioeducativa. Una conclusión que no deja de sorprender, ya que difícilmente se puede conocer la eficacia de
la intervención si ésta no se evalúa periódicamente.
— Se puede afirmar que los valores éticos de los jóvenes mejoran directa y notablemente tras la intervención so-
cioeducativa; del mismo modo se puede afirmar que el comportamiento social responsable de los jóvenes me-
jora directa y notablemente tras la intervención socioeducativa, según describen los propios profesionales.
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

— Encontramos una fuerte asociación entre el conocimiento del entorno —en sus distintos aspectos— por parte de
los profesionales, su capacidad para disponer de recursos y estrategias ante lo imprevisto o lo incierto, y su dis-
posición a diseñar estrategias e itinerarios flexibles, adaptados a las necesidades y posibilidades de cada jo-
ven.
— El diseño de estrategias e itinerarios flexibles parece encajar a la perfección en la intervención socioeducativa
de los profesionales que trabajan con jóvenes en dificultad social. Dos variables son las únicas que no cumplen
este requisito; se trata de las que hacen referencia al conocimiento del entorno familiar y del entorno educati-
vo de los jóvenes por parte de los profesionales, dos ámbitos que parecen escapar a la posibilidad de mane-
jar estrategias flexibles y de reaccionar ante situaciones inciertas, en gran medida por el bajo conocimiento que
de ellos tienen los profesionales.
— La flexibilidad en el diseño de itinerarios está directamente relacionada con el interés por la participación de los
jóvenes en la toma de decisiones sobre su futuro personal, social y laboral, junto a los educadores y otros pro-
fesionales que trabajan con ellos. Esta flexibilidad se ve reforzada por la exigencia de los profesionales hacia
los jóvenes para que éstos cumplan los compromisos adquiridos. Es un conjunto de posicionamientos y un plan-
teamiento de la relación educativa que se muestra de forma muy coherente en las respuestas ofrecidas al cues-
tionario, muy compacto, y que el grupo de profesionales parece tener muy asumido.
— El tema de la intervención familiar es una «tarea pendiente» en este ámbito, y así lo revelan también los propios
profesionales en sus respuestas.

— En lo referente a los procesos de evaluación, comprobamos cómo no parecen tener una relación significativa
con la eficacia de la intervención socioeducativa para los profesionales encuestados, salvo en el caso de la eva-
luación inicial. La evaluación queda bastante alejada de un proceso de intervención que parece requerirla para
poder conocer sus efectos, pero que no la incorpora como parte de la cultura habitual de los profesionales que
trabajan en este ámbito.

Aportaciones desde el contexto institucional:

— De acuerdo con el criterio de los profesionales, la elección de uno u otro marco teórico incidirá de forma directa
y significativa en la eficacia de la intervención socioeducativa desarrollada.

— Puede apreciarse cómo los profesionales contemplan el trabajo coordinado e interdisciplinar entre quienes tra-
bajan con los jóvenes en dificultad social como un elemento que mejora la eficacia de la intervención, pero de-
jan fuera de esa relación a las actividades de coordinación entre los recursos específicos de inserción socio-
laboral y otros recursos sociales y educativos.
Parte IV
UNA VISIÓN GLOBAL: CONCLUSIONES Y PROPUESTAS
CAPÍTULO 12
UNA REALIDAD, DIFERENTES PERSPECTIVAS

A continuación se resumen las principales aportaciones de la investigación, to-


mando como referencia los objetivos formulados inicialmente y que han guiado
todo el proceso. Se facilita así el contraste y la triangulación entre las diferentes
perspectivas sobre el problema tratado, y con él una aproximación más objetiva a
la realidad investigada.

12.1. EN QUÉ ESCENARIO

Objetivo 1.o Delimitar y caracterizar el contexto en que se desarrolla la intervención socioeducativa para
la inserción social y laboral de adolescentes y jóvenes en dificultad social.

Se aporta aquí una caracterización general del escenario en el que se ha de-


sarrollado la investigación, necesaria para poder interpretar de forma apropiada las
conclusiones a las que se ha llegado. Se describen tanto las características de la po-
blación adolescente y juvenil investigada —en sus diferentes subgrupos de proce-
dencia— como algunos elementos básicos de su entorno laboral y social, junto a
un perfil básico de los grupos de profesionales que trabajan con ella y de las em-
presas para las que han llegado a trabajar.

A. En cuanto a las características generales


de la población atendida
1) Se definen a continuación algunas características básicas de la población to-
tal atendida desde 1998 hasta 2005 por los diferentes programas de la entidad Op-
ción 3, una población de 2.775 adolescentes y jóvenes; se hace especial referencia
a la población atendida por el Programa de empleo con menores protegidos, un
total de 1.268 adolescentes y jóvenes de ambos sexos, procedentes del sistema de
protección de menores madrileño.
2) En relación al género de los/as adolescentes y jóvenes atendidos, el por-
centaje de población femenina atendida es de un 35,9%, dato significativo ya que tan-
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

to en la población juvenil general como en la población juvenil con medidas por


parte del sistema de protección, ese porcentaje se sitúa en torno al 50%. Hay por
tanto un porcentaje muy inferior de mujeres atendidas por estos dispositivos de lo
que se cabría esperar.
3) Entre los jóvenes atendidos, un elevado porcentaje, que se aproxima a
una tercera parte del total (31,2%), son inmigrantes. En las actividades del Programa se
dan cita jóvenes de más de treinta nacionalidades diferentes. La inmensa mayoría
son jóvenes procedentes de Marruecos (66,1%), seguidos por guineanos, angoleños
y portugueses.
4) Es muy reducido el número de jóvenes con discapacidades físicas o psíquicas diag-
nosticadas que participan en este tipo de programa (3,5%).
5) Participan o han participado en las actividades del programa adolescentes y
jóvenes de 141 centros diferentes del sistema madrileño de protección (prácticamente la to-
talidad del dispositivo). Ésta es una información muy relevante, por lo que supo-
ne en cuanto a la implicación de prácticamente toda la red constituida en torno a
la intervención socioeducativa con adolescentes y jóvenes en dificultad social de
la Comunidad de Madrid. Aunque la gran mayoría de jóvenes no ha cambiado de
centro de protección (78,8%), es importante constatar que un número amplio de
ellos ha pasado por varios de estos centros (21,3%) en un corto espacio de sus vi-
das, con las repercusiones que esto comporta. En concreto un 14,4% de los
adolescentes y jóvenes pasó por dos centros de protección, y un 6,9% por más de
dos de ellos, hasta un total de seis centros. Otro dato relevante es el del tiempo
que el joven ha permanecido en contacto con el dispositivo de protección de me-
nores: la mitad de estos adolescentes y jóvenes (50%) han permanecido más de un
año ingresados en un centro de menores, un 20% más de dos años, y un 9,3%
más de tres.
6) Puede constatarse además cómo la formación inicial con que los jóvenes
cuentan para abordar su tránsito a la vida adulta es muy baja. La gran mayoría
no ha vivido éxitos importantes en su formación académica, ni ha experimen-
tado progresos demasiado estimulantes en ella, más bien al contrario. El mayor
porcentaje procede de una Enseñanza Secundaria Obligatoria sin culminar, o de
programas de diversificación y/o compensación educativa (86,8%). La hostele-
ría, la cocina y las profesiones de electricidad y peluquería son las especialidades
de formación profesional que han alcanzado más de la mitad de los jóvenes
(51%).
UNA REALIDAD, DIFERENTES PERSPECTIVAS

B. En cuanto al entorno sociolaboral


1) La media de ofertas de empleo que cada joven que participó en el Programa
recibió de las empresas colaboradoras, llega a ser de casi dos ofertas (1,97), mientras
que la media de ofertas de empleo para cada joven que, habiendo participado en el
Programa, llegó a entrar en contacto directo con las empresas, fue de tres ofertas.
Esto indica, además de la preocupación y la actividad desarrollada por los profe-
sionales del Programa de empleo para conseguir ofertas de trabajo, la dificultad para
mantener el empleo por parte de los jóvenes. Es notoria, en cualquier caso, la
«productividad» del Programa: llegan, por ejemplo, a ofrecerse hasta diecinueve
empleos a un solo participante, y más de diez empleos a cerca del 5% de ellos.
Hay, sin embargo, un grupo amplio de participantes (41,6%) que no han llegado a
recibir ninguna oferta de trabajo, una cifra bastante elevada para unos programas
que tienen como prioridad la búsqueda activa de empleo para y por los jóvenes.
En un 62% de los casos, la oferta de empleo acabó con la contratación del joven,
mientras que un 25% de las ofertas se resolvió con la no selección del candidato.
En el resto de los casos, por una u otra razón la oferta no llegó a concretarse.
2) De los 1548 contratos realizados a lo largo de estos ocho años (1998-2005),
los tipos de contrato predominantes han sido los temporales (31,7%), de formación
(22,7%), por obra (11%) o por acumulación de tareas (1,8%), que en general su-
ponen un empleo precario y de corta duración (67,2% de los jóvenes). Solo un
2,7% de los contratos son de carácter indefinido. Aunque el porcentaje de empleos
conseguidos resulta ser un buen indicador inicial, su temporalidad lo convierte en un
indicador poco fiable a medio plazo, si consideramos como objetivo prioritario la
transición adecuada del joven a una vida independiente. Así, respecto a la duración
del contrato, puede apreciarse cómo en general el tiempo de contratación es bajo,
siendo el 84% de los contratos de una duración inferior a los 6 meses. Esto expli-
ca, al menos en parte, los datos anteriores, en que se constataba el elevado núme-
ro de ofertas por participante: la escasa duración de los contratos hace que de nue-
vo haya que ofertar otro empleo y se reinicie el ciclo, incrementándose por tanto
el número de ofertas y de contratos.
3) Por lo que respecta al motivo que dio lugar a la finalización del contrato, es muy
significativo que un tercio de esas finalizaciones se deban al abandono del trabajo
por parte del participante (33,6%), y que la segunda causa de finalización sea el des-
pido del joven por parte del empresario (18,7%). Aunque éste último puede de-
berse a múltiples factores, no es una sorpresa la dificultad para mantener el empleo
de esta población. Dadas las características de la población atendida, se corrobora
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

con estos datos la gran dificultad existente para trabajar con ella en el ámbito so-
ciolaboral, y la necesidad de una amplia y continuada dotación de recursos para
poder apoyar su tránsito adecuado a la vida adulta. Es fácil, desde esta información,
llegar a la conclusión de que sin esos recursos específicos, estos jóvenes difícilmente
saldrían adelante.
4) El 75% de los jóvenes, y este es un dato importante, ha estado más de nue-
ve meses participando en el Programa. Los profesionales del Programa consideran
que seis meses ya es un tiempo suficiente para que los resultados de su intervención
puedan ser percibidos y tengan efectos importantes en los jóvenes, por lo que es-
tos resultados podrían, en principio, ser claramente detectados en esta población.

C. En el contraste entre diferentes poblaciones de jóvenes


en dificultad social: jóvenes de protección (Programa Junco),
jóvenes en conflicto social (Programa Elfo) y jóvenes en dificultad
social procedentes de servicios sociales municipales
(Programa Alcor), encontramos:
Aspectos comunes a los tres grupos de población juvenil
1) Hay una gran coincidencia en los tres subgrupos de población en cuanto a
la presencia de población juvenil inmigrante: entre el 31% y el 32% son jóvenes de
otras nacionalidades; se constata también que la presencia de población con discapa-
cidades físicas o psíquicas diagnosticadas es, en los tres programas, muy baja, entre el
2% y el 3,5% de la población de jóvenes atendida.
2) En cuanto al número de centros de procedencia de los jóvenes atendidos des-
de estos programas de empleo, se trata de un número elevado de centros: 141 en
Junco, 138 en Elfos, 54 en Alcor. Centros que además pertenecen a dispositivos
diferentes (Servicios sociales municipales, Servicios de protección, Servicios de
atención a menores infractores) y son de características muy diversas. Esto refleja
nuevamente el trabajo intenso de coordinación necesario, y la amplia perspectiva
del dispositivo de atención a la adolescencia y la juventud en dificultad social que
se tiene desde estos programas. Pueden ser considerados, en cierta medida, como
programas transversales de este dispositivo.
3) En cuanto a las ofertas de empleo a los jóvenes que llegaron a entrar en
contacto directo con empresas, aunque con un valor ligeramente superior en el
Programa Junco, las medias de los tres programas son muy similares (entre 2,76 y
3,37) y suponen en la práctica 3 ofertas de empleo para cada participante que lle-
UNA REALIDAD, DIFERENTES PERSPECTIVAS

gó a esta fase de intervención. Se constata también cómo la cantidad de ofertas por


participante llega a ser muy elevada, y hay una gran actividad por parte de los pro-
fesionales de los programas para procurar nuevos empleos a los jóvenes (hasta un
máximo de 20 empleos para un solo joven, en dos de los programas). El grupo de
jóvenes que recibe alguna oferta de empleo fluctúa entre el 49,7% y el 63,8% de la
población atendida, mientras que los que no llegan a recibir oferta de empleo al-
guna supone entre el 36,2% y el 50,3% de los jóvenes que pasan por estos pro-
gramas. Vemos aquí cómo esta característica no es específica de un tipo de pro-
grama determinado sino que, con algunas variaciones, se repite en programas
similares con población juvenil en dificultad social. El grado de dificultad social de
los jóvenes atendidos por cada programa puede ser un elemento explicativo de las
diferencias entre programas, pero los datos generales en este apartado son muy si-
milares. Algo que ocurre también en cuanto a los resultados obtenidos por los jó-
venes tras la oferta de empleo: tanto en el programa Junco como en el programa
Elfos el nivel de contratación fluctúa entre el 60,5% y el 62,1%, mientras que es
algo más bajo en el programa Alcor (50,1%).
4) La frecuencia de los contratos indefinidos (entre el 2,5% y el 4,1%) y por
acumulación de tareas (entre 1,5% y el 1,8%) es muy similar en los tres programas.
5) En cuanto al motivo de finalización del contrato, los resultados son muy simi-
lares en los tres programas cuando hablamos de algunos de los motivos de finali-
zación: por «abandono del participante» (entre el 30,1% y el 33,6%), por causas
«ajenas al participante» (entre 3,9% y 5,7%), por «mejora de empleo» (entre 0,8% y
el 1,8%), o por «no encaje del participante» (entre el 2% y el 3,9%).
6) La distribución del número de ofertas por empresa es muy similar en los
tres programas, así como los sectores empresariales de los que estas ofertas proceden
mayoritariamente: alimentación, comercio, construcción, hostelería y servicios
en general.

Aspectos diferenciales de los tres grupos de población juvenil


7) Como primer aspecto diferencial entre los tres subgrupos de población, en-
contramos cómo la intervención socioeducativa con jóvenes en conflicto social
(infractores) se centra esencialmente en los varones (91,5%), siendo el porcentaje de
mujeres muy reducido (8,5%). Esto mismo hace que también en cuanto al empleo
ofertado por género haya una gran diferencia entre este Programa Elfos y los
otros dos programas.
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

8) Hay diferencias importantes entre los tres programas cuando hablamos de


algunos de los motivos de finalización del contrato: «a término» (entre el 8% de Jun-
co y el 13,5% de Alcor), por «baja en el programa» (entre 5,3% de Alcor y el
12,9% de Junco), por «despido (del 12,4% de Alcor al 21,3% de Elfos), por «fin del
programa»(entre el 0% de Alcor y el 2% de Elfos), por «no presentarse» (del 1,5%
de Alcor al 4,9% y 4,6% respectivamente de Junco y Elfos).
9) En el contraste entre programas respecto al tiempo participando en ellos de los jóve-
nes, se encuentran diferencias importantes. El mayor tiempo de permanencia en el
programa lo registra Junco, seguido de Alcor, y con valores mucho más bajos se
encuentra Elfos. El tipo de población atendida está sin duda en el origen de estas
diferencias:
— El programa Elfos concentra los valores de participación más elevados en-
tre los primeros meses y el año de permanencia.
— Alcor concentra los valores de participación entre los 6 meses y los 2 años.
— Junco concentra los valores de participación entre los 6 meses y los 3 años.
10) En cuanto a las situaciones de baja también se producen diferencias impor-
tantes. Los jóvenes permanecen más en el programa Alcor y son dados de baja casi
con la mitad de la frecuencia (40,5%) con que son dados de baja los jóvenes del
programa Junco (81,5%) y del programa Elfos (71,8%). Este dato es interesante, da-
das las características diferenciales de las poblaciones de los tres programas.

D. En el contexto empresarial
1) En cuanto al sector de empleo de las empresas que facilitan trabajo a esta población
juvenil, se constata que la mayoría de los jóvenes trabaja en los sectores de hostelería
(20,2%), construcción (11%), comercio (10,1%) y alimentación (7,4%). En parte,
estos datos se relacionan directamente con los relativos a la formación inicial que
recibieron los jóvenes, como es el caso de cocina, hostelería y electricidad. Pero no
en todos los casos la formación inicial ha supuesto empleos en ese sector de acti-
vidad: así ocurre con los empleos en peluquería o en el sector de la construcción,
con porcentajes mucho menores que los de la formación recibida por los jóvenes
en esos mismos ámbitos.
2) El número de entidades con las que se ha colaborado e intervenido desde los
programas de empleo en estos ocho años (1998-2005) es de 3.245. Se ha contac-
tado con 2.398 empresas; de ellas, 1393 pueden considerarse activas, es decir que
UNA REALIDAD, DIFERENTES PERSPECTIVAS

han llegado a ofertar empleo a los adolescentes y jóvenes que han participado en
las actividades de los programas de empleo. Además se ha mantenido relación con
otras 847 instituciones sociales y/o educativas. Este es sin duda uno de los puntos
fuertes de estos programas de empleo: su capacidad de movilización de recursos,
tanto en el ámbito laboral y empresarial, como en el de la atención educativa y so-
cial a los jóvenes.
3) Un poco más de la mitad de estas empresas son empresas pequeñas, familiares
o con pocos empleados (54,2%), mientras que la mediana empresa (25,3%) y la
gran empresa (20,5%) suponen la otra mitad de las empresas que colaboran con el
Programa.
4) La oferta de puestos de trabajo que el Programa facilita a los adolescentes y jó-
venes con los que trabajan procede especialmente del contacto directo (32,4%), se-
guido de las ofertas de empleo del INEM (22,4%) y de las que proceden de los
anuncios de prensa (20,9%). El Programa de empleo hace a la vez funciones de
búsqueda directa y de mediación entre las empresas y organismos que ofertan em-
pleo, los jóvenes y el dispositivo de protección y/o atención social del que estos
proceden.
5) El número de ofertas de empleo de cada empresa es muy elevado sólo para un
porcentaje reducido de ellas, mientras que muchas empresas, la mayoría (87%), no
llegan a ofertar más de dos trabajos a los jóvenes del Programa. Con los contratos
reales efectuados ocurre algo similar a lo sucedido con las ofertas de trabajo. De
1393 ofertas de empleo se pasa a 986 contratos (71,7% de las ofertas), y solo 9 em-
presas (9%) han llegado a facilitar más de diez contratos a los jóvenes. Esto indica la
existencia de un sistema inestable, que necesita renovación permanente, ya que son
muy escasas las empresas «cliente» (sólo 1,4% llegan a ofertar más de 10 empleos,
en un periodo de ocho años de funcionamiento del programa).

E. El contexto de los equipos educativos


de los programas de empleo
En este tipo de programas entran a trabajar personas jóvenes —en torno a los
treinta años de edad—, en una proporción similar entre hombres y mujeres, y pro-
cedentes de la psicología, la educación, la sociología o el derecho. Se trata de pro-
fesionales con un buen nivel formativo inicial, que además han recibido una am-
plia formación complementaria centrada especialmente en la intervención
socioeducativa con menores y en la planificación y gestión de recursos educativos.
Normalmente se trata de personas que ya han trabajado antes en otras entidades si-
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

milares, durante un periodo de tiempo muy variable —que va de los pocos meses
a varios años—, y que tienen experiencia de trabajo con este tipo de población
adolescente y juvenil, aunque no tanto en inserción sociolaboral. Son profesiona-
les que cambian con cierta frecuencia de lugar de trabajo, y que en bastantes casos
han ocupado inicialmente puestos de trabajo similares a los que ocuparán los jó-
venes con los que van a trabajar en los programas de empleo.

12.2. CÓMO TRANSITAN LOS JÓVENES A LA VIDA ADULTA1

Objetivo 2.º Conocer las características del tránsito a la vida adulta efectuado por los jóvenes en dificultad
social que participaron en programas de inserción sociolaboral: su situación personal, social y económica
tras la emancipación.

A continuación se describen las características del tránsito a la vida adulta


efectuado por los jóvenes en dificultad social que participaron en el Programa de
empleo. Se detalla la situación personal, social, laboral y económica en la que se
encuentran actualmente, tras haberse emancipado y haber transcurrido un periodo
de varios años —más de dos años como media— tras su salida del Programa. Se
hace referencia de forma específica a su lugar de residencia, el grupo básico de
convivencia, sus relaciones sociales, los hábitos de su vida cotidiana, su utilización
del tiempo de ocio, su situación laboral y económica, la integración del concepto
de cultura del trabajo en su vida, sus principales problemáticas y el modo en que
las resuelven, y sus expectativas de futuro.

A. Dónde y con quién viven


1) Se trata de una población fundamentalmente urbana, que habita mayoritaria-
mente en el sur de la capital o en las ciudades al sur de ella, en la periferia metro-
politana sur (67,5%), y cuya presencia en el ámbito rural es prácticamente inexis-
tente.
2) Se puede hablar así mismo de jóvenes que viven mayoritariamente en pisos, pro-
pios o compartidos (90,2%), pero que apenas ocupan otro tipo de inmueble
como pueden ser pensiones, hoteles, albergues o residencias juveniles, ni tampoco
viviendas unifamiliares o similares.

1
Una parte importante de la información reflejada sobre este objetivo ha sido obtenida de la muestra representativa
de jóvenes entrevistados para la investigación. La población juvenil entrevistada tiene edades comprendidas entre los 18 años
y los 26 años, siendo las edades más representadas las comprendidas entre los 19 años y los 22 años (80% del total).
UNA REALIDAD, DIFERENTES PERSPECTIVAS

3) El régimen de tenencia de la vivienda es por una parte independiente del


tipo de personas con las que se convive (en familia, con grupos de amigos, o solo),
y por otra independiente también en gran medida de la situación laboral y eco-
nómica en la que se encuentran los jóvenes. Es en este sentido importante cons-
tatar que la vivienda, el trabajo y el grupo primario de convivencia son elementos aislados
(no se pueden establecer asociaciones estadísticamente significativas entre ellos), que
parecen ejercer su influencia independientemente. No se puede hablar de ellos como un
todo estable y constante, linealmente relacionado, sino que habría más bien que
considerarlos como elementos de ese itinerario fluctuante e incierto que recorren los jóvenes
en dificultad social, en el que unos elementos en ocasiones pueden ser sustitutos de
otros, sin que ninguno de ellos resulte imprescindible para conformar el itinerario.
Se trata por tanto de una población con una gran movilidad, que cambia con cierta facili-
dad de lugar de residencia, y también de núcleo de convivencia.
4) Conviven con la familia de origen (41,8%) y con amigos, compañeros de piso o de tra-
bajo (37,9%), compartiendo el pago del alquiler. Algunos (10,1%) han constituido su pro-
pia familia, con la que conviven en ese tránsito a la vida adulta; son tantos como los
que viven solos, otro 10,1%. La masiva convivencia con la familia de origen nos hace
plantearnos varias cuestiones, como la del grado en que estos jóvenes son autónomos
y llevan una vida adulta independiente, o cómo pueden hacerlo, de ser así, habien-
do regresado al núcleo familiar que, en la mayoría de los casos, fue el motivo de las
medidas de protección asumidas por la Administración. ¿Realmente podemos con-
siderar que la intervención institucional ha servido para recuperar estos núcleos fa-
miliares, o más bien que los jóvenes no encuentran un espacio acogedor a la salida de
los recursos institucionales, y han de regresar al núcleo familiar antes que optar por
vivir en entornos menos acogedores, o en la calle? Ésta es, como puede observarse,
la situación de uno de los jóvenes. Después de un proceso de años de intervención
institucional, y extrapolando los datos obtenidos, podríamos considerar que al menos
un 1,2% de los jóvenes atendidos por este tipo de programas podría acabar viviendo
en la calle, es decir, que de cada mil jóvenes, doce estarían en esa situación.
5) El número de personas con las que conviven los jóvenes varía entre las dos y las
cuatro personas, incluidos ellos mismos (76,3%). El tiempo de convivencia con el
mismo grupo de personas es diverso. Los jóvenes comparten su vida cotidiana con las
mismas personas en los siguientes intervalos de tiempo:
— Entre un mes y un año (58,2%).
— Entre uno y dos años (26,9%).
— Más de dos años (14,9%).
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

6) Los jóvenes afirman llevarse o bien o muy bien con las personas con las que conviven
(90,6% de los casos). El 53,3% de los jóvenes responde que casi nunca o nunca tie-
ne problemas personales, un 36,7% responde que esto les ocurre algunas veces, y
solo el 10% plantea que tiene problemas en sus relaciones personales con frecuen-
cia.

B. Cómo son su vida cotidiana, su ocio y sus redes sociales


1) La mayoría de los jóvenes manifiesta hacer habitualmente las tareas del hogar
(53,7%) —cocinar, hacer la compra, hacer la limpieza, planchar…—, o bien fre-
cuentemente (23,2%).
2) En general, los jóvenes en dificultad social manifiestan tener un mundo de relaciones
amplio y fluido, muestran una adecuada socialización y una red de apoyo social extensa. La
mayor parte de su tiempo de ocio lo pasan con sus amigos, seguidos de su familia
y compañeros de trabajo. La frecuencia en que se ven con amigos o familia es de
algún día a la semana, aunque muchos de ellos se relacionan a diario, o bien con
sus amigos (42,9%) o bien con su familia (40%).
3) Sus principales aficiones son por este orden: hacer deporte (32,7%), quedar
con amigos o con la pareja (28,6%) y salir de fiesta (10,2%).
4) El mundo asociativo no parece resultarles especialmente atractivo: solo dicen
estar asociados en algún tipo de entidad el 14,8% de ellos. Es un nivel muy bajo de
participación social (un poco mayor que la media de la población juvenil), aunque
esta es una característica bastante común y conocida de los jóvenes de esta gene-
ración: según el Informe Juventud de España 2004, del Injuve, el 25% de los jó-
venes españoles manifiesta pertenecer a algún tipo de asociación y el 57% de
ellos nunca ha pertenecido a ninguna.
5) El 65,5% de los jóvenes mantiene aún relación con personas que conocieron en el
Programa de empleo, tanto educadores/as (47,8%) como antiguos compañeros
(52,2%), que en algún caso se han convertido en amigos, novios/as o compañeros
de trabajo. Un alto porcentaje de los jóvenes (82,4%) ha continuado además
manteniendo contacto con las personas que conoció durante los años de estancia
en el sistema de protección, indistintamente con educadores y compañeros de los
centros (41%), sólo con educadores (34%) o sólo con antiguos compañeros (24%).
Sólo un pequeño porcentaje (17,6%) se ha distanciado de las personas que conoció
en esa etapa de su vida, lo que nos viene a señalar la importancia de la experiencia
vivida, y su incidencia en la vida cotidiana de los jóvenes que pasaron por el dis-
UNA REALIDAD, DIFERENTES PERSPECTIVAS

positivo de protección, aún después de que haya pasado un tiempo (en algunos ca-
sos varios años). Máxime cuando un grupo amplio (60,5%) de quienes mantienen
estas relaciones lo hacen de forma habitual, por amistad y afecto (42,1%) o para ha-
cer «cosas» juntos (18,4%).
6) Por lo que respecta a la existencia de problemáticas concretas que pueden afec-
tar tanto al normal desarrollo de la vida cotidiana como al establecimiento de redes
sociales, podemos mencionar que:

— Respecto a la presencia de problemas con la justicia —medidas judiciales por


actos delictivos— encontramos que un 25% de los jóvenes ha tenido pro-
blemas con la justicia después de cumplir la mayoría de edad, pero que
posteriormente este porcentaje se ha reducido al 17,2%. Este último es un
porcentaje muy similar al que se aprecia en el sistema de protección, entre
los jóvenes con medida de tutela o guarda que han tenido a su vez algún
tipo de medida judicial (15%)2.
— En lo que respecta a la situación de salud, por lo general es bastante buena.
Aunque cerca de un tercio de los jóvenes (32,1%) han sufrido algún tipo de
enfermedad o accidente, solo una mínima parte de ellos (6,5%) han tenido
repercusiones continuadas y graves en su salud3. El resto ha sufrido o sufre
enfermedades de escasa trascendencia o de una leve repercusión en su
vida cotidiana.
— En relación al consumo de sustancias tóxicas, el 44,8% de los jóvenes ma-
nifiesta consumirlas, aunque la gran diversidad y confusión existente acer-
ca de lo que cada uno de ellos considera sustancia tóxica hace que este as-
pecto sea difícil de valorar. Alcohol, tabaco y hachís son los más
mencionados; hay quien menciona la disolución y el tinte… y también
quien considera la contaminación ambiental como sustancia tóxica.

C. Situación laboral
1) En el momento de ser entrevistados, el 64,4% de los jóvenes se encontraban tra-
bajando, y poco más de un tercio de ellos (35,6%) se encontraba sin trabajo. Si tenemos en
cuenta estos datos, la tasa de paro de los jóvenes en dificultad social (35,6) es alta

2
Melendro, M. (1998).
3
Mayoritariamente relacionadas con VIH.
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

en comparación con la media europea (16,8%)4, aunque dadas las especiales con-
diciones de acceso al empleo de estos jóvenes un porcentaje de ocupación del
64,4% no es una mala noticia. Hay que tener en cuenta que también en este sec-
tor se puede hablar de trayectorias no lineales en relación al empleo, y que hay jó-
venes —pocos— que han retomado los estudios, o que se encuentran en una si-
tuación circunstancial de paro, o bien cobrando el desempleo y buscando
trabajo… a lo que cabría añadir que la población entrevistada es aún bastante jo-
ven, mayoritariamente con edades entre los 19 y los 22 años, una etapa en la que
se está «construyendo» esa transición a la vida adulta, y la estabilidad en el trabajo
no es fácil de conseguir.
2) Los contratos son de forma mayoritaria temporales (39,5%) y por obra o servicio
(27,6%). Unido esto a que un pequeño porcentaje tiene contrato de formación,
vemos que el empleo es todavía precario para estos jóvenes en el 72,4% de los casos. A ello
hay que añadir un pequeño porcentaje (6,6%) que trabaja sin contrato. Un 21,1%
de ellos, sin embargo, ha conseguido un contrato indefinido, uno de los aspectos esencia-
les para estabilizar su vida y transitar de forma más segura a una vida adulta inde-
pendiente. Y solamente un 4,5% de los jóvenes entrevistados no han tenido nin-
gún trabajo desde que abandonó el Programa de empleo.
3) Lógicamente, en esta coyuntura, los cambios de empleo son frecuentes. Sólo un
18,5% se ha mantenido en un mismo trabajo, mientras que un 37% ha cambiado
tres veces de trabajo desde que salieron del Programa de empleo; y un 44,4% ha-
bría cambiado entre tres y cuatro veces de empleo. Estamos pues hablando de un
trabajo muy fluctuante, con contratos temporales o por obra, y con salarios, como
veremos más adelante, propios de la generación de «mileuristas».
4) Aunque la mayoría de los jóvenes (75,3%) no permanece en su último em-
pleo más allá del año, y sólo el 11% mantiene su empleo más allá de los dos años,
finalmente los contratos se encadenan, los jóvenes cambian con facilidad de trabajo, y la me-
dia de meses trabajados es bastante elevada, facilitándoles los recursos y la autonomía

4
Según los datos publicados por Eurostat en enero de 2007, el paro juvenil alcanzaba una media del 16,8% en la UE-
27, situándose casi 10 puntos porcentuales por encima de la tasa general de desempleo del 7,5%. Países como Polonia re-
gistra una tasa de paro juvenil del 26,2%, figurando a continuación Grecia con un 24,7%. Rumanía y Eslovaquia compar-
ten un 23,4%, mientras que Francia se sitúa en un 21,3%, Italia en un 20,1% y Hungría en un 20,0%. Por debajo del 20%,
aunque superando la media de la UE-27, están Bélgica con un 18,8%, así como Bulgaria y España, ambos con un 17,8%. En
estos dos últimos años lamentablemente cabe esperar que esta cifra haya disminuido considerablemente, debido al especta-
cular aumento del desempleo en nuestro país, y a que ésta es una de las poblaciones con mayor riesgo potencial en este sen-
tido. Hay que tener en cuenta que desde el periodo en que se realizó la investigación, entre 2005 y 2008, la tasa de
desempleo juvenil se ha incrementado en nuestro país catorce puntos, siendo en 2009 de un 31,8%.
UNA REALIDAD, DIFERENTES PERSPECTIVAS

necesarios para afrontar con garantías de éxito su tránsito a la vida adulta. El


tiempo que transcurre entre empleo y empleo varía, en la mayoría de los casos, en-
tre el mes y los nueve meses, aunque en algunos casos concretos los tiempos se
alargan más allá del año.
5) Ya veíamos anteriormente cómo más de la mitad de las finalizaciones de
contrato se debían al abandono del trabajo por parte del joven y al despido del jo-
ven por parte del empresario (52,3%). En cuanto a los motivos para abandonar el
trabajo en esta etapa de su vida, los jóvenes mencionan sobre todo circunstancias
que hacen ver la difícil realidad laboral a la que, en ocasiones, deben enfrentarse
(«era un trabajo muy duro», «no tenía contrato», «me pagaban en negro», «no pa-
gaban bien», «tenía problemas médicos»). Otras respuestas («me dio un venazo»,
«me rallé») nos ponen claramente en situación sobre las dificultades personales que
tienen ellos mismos a la hora de enfrentarse a la búsqueda y, sobre todo, a la con-
servación del empleo. Circunstancias que se repiten, en gran medida, tanto durante
la estancia del joven en el Programa de empleo, como en los inicios de su vida
adulta independiente.
6) Los trabajos que han desarrollado más recientemente los jóvenes entrevistados se re-
lacionan principalmente con el sector servicios (26%) (dependiente, teleoperador,
cajera, auxiliar administrativo, promotor comercial…), con los denominados «ofi-
cios» (28,1%) (albañil, fontanero, electricista, técnico en aire acondicionado…) y
con el sector hostelero (17,7%) (camarero, cocinero…). Las tareas de mozo de al-
macén y reponedor ocupan al 10,4% de estos jóvenes, siendo el resto de ocupa-
ciones menos frecuentes. Vemos cómo los principales trabajos en los que se encuentran
ahora contratados los jóvenes entrevistados se corresponden de forma manifiesta con los
puestos de trabajo obtenidos mientras estuvieron en el Programa de empleo (hostelería,
construcción y comercio), aunque también encontramos profesiones —topógrafo,
educadora, óptica— que requieren un mayor nivel formativo y profesional. Esto
viene a indicar la escasa variación en los entornos laborales de los jóvenes en dificultad so-
cial, que siguen al cabo de los años frecuentando prácticamente los mismos espacios
de trabajo en los que se iniciaron en el programa.
7) En cuanto a la forma en que consiguieron el trabajo, se puede comprobar que ma-
yoritariamente lo hicieron a través de amigos o conocidos. Si a ello le sumamos los em-
pleos conseguidos a través de los programas de empleo, podemos apreciar que los
jóvenes entrevistados han encontrado trabajo a través de personas o canales de co-
municación próximos, conocidos, cercanos (45% de los casos); la prensa y, sobre
todo, la revista Segundamano, son otra de las opciones más utilizadas (15%), jun-
to a las ETT y la autopresentación a través de currículum, o internet.
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

D. Remuneración e independencia económica


1) El salario medio de los jóvenes investigados es de 854 euros al mes. Prácticamen-
te la mitad de ellos (49%) ganan entre 500 y 900 euros netos al mes. Un 29% gana
entre 900 y 1.200 euros, mientras que un 9% supera los 1200 euros mensuales,
hasta recibir cerca de los 1.800. Es ésta por tanto una población que supera los in-
gresos del salario mínimo interprofesional, claramente aspirante a «mileurista»,
con unas fluctuaciones de renta que siguen la distribución normal en torno a ese
punto central, con un ligero apuntamiento hacia los salarios más bajos.
2) La mayoría de los jóvenes manifiestan ser capaces de cubrir sus gastos corrientes con
el salario mensual (48%), mientras que un grupo importante (34%) lo hace con dificultad,
y un porcentaje también amplio (18%) no puede cubrir sus gastos con el salario percibido.
Hay que tener en cuenta que intervienen múltiples factores a la hora de valorar la
suficiencia o no de la remuneración económica percibida (algunos de ellos fuer-
temente subjetivos, como las percepciones personales acerca de las necesidades
existentes y sus formas de satisfacción; otros fluctuantes en función del contexto
socioeconómico tomado como referencia, o de la perspectiva acerca de lo que es
calidad de vida de la población investigada…) Así, la mayoría de los jóvenes ma-
nifiesta también tener problemas económicos en ocasiones o con cierta frecuencia
(80%). Cuando estos problemas son serios, recurren básicamente a familiares y
amigos (53,3%), aunque también recurren a su pareja (13,3%) y a educadores que
conocieron en su tránsito por los dispositivos de protección de menores (9,4%). Es
interesante destacar cómo un porcentaje amplio (23,3%) no tiene nadie a quien re-
currir, y debe resolver estos problemas por sí mismo.

E. Cultura del trabajo


1) Sentirse a gusto en el trabajo y recibir un salario suficiente para cubrir los gastos que
produce la vida independiente son dos elementos importantes para los jóvenes en dificultad so-
cial a la hora de explicar su situación personal actual, su satisfacción con la vida que llevan.
A los jóvenes entrevistados les gusta lo que hacen en su trabajo: encontramos que así es
para el 73,9% de ellos, de los cuales un 31% dice encontrarse muy a gusto. A una
cuarta parte de ellos aproximadamente (26,2%) les gusta poco o nada el trabajo que
desarrollan. La nota media con la que califican a sus trabajos es de 6,78 puntos so-
bre 10, es decir, una calificación próxima al «notable», con una desviación típica
poco elevada (1,72). El ambiente de trabajo es, para ellos, en general bueno o muy
bueno (80% de los casos), y solo es considerado malo en un 2,5% de los casos. El
buen ambiente de trabajo lo achacan al respeto y al compañerismo existente, a que
UNA REALIDAD, DIFERENTES PERSPECTIVAS

no hay problemas, a que los compañeros son también jóvenes y es más fácil en-
tenderse y compenetrarse con ellos. Entre los que consideran que el ambiente de
trabajo es solo regular (16%), la explicación en el fondo refleja un ambiente de-
gradado y poco aceptable de trabajo: roces entre compañeros, estrés, recelos,
competitividad, escasa comunicación, malentendidos...
2) Prácticamente la totalidad de los jóvenes entrevistados (99%) considera que lo hace
bien en su trabajo; algunos incluso opinan que trabajan «más de lo que merecen» los
empresarios que les han contratado. Los jóvenes se encuentran pues, en términos
generales, a gusto en su trabajo; consideran que lo desempeñan adecuadamente y
valoran el buen ambiente existente en él. Sin embargo cuando se les pregunta si de-
searían hacer otra cosa, realizar otro trabajo, contestan también mayoritariamente que sí
(73%). Se plantean simplemente «hacer otro trabajo mejor» (34,8%), aunque en
este caso dentro de sectores con un nivel salarial y formativo muy similar al de
procedencia. Son, sin embargo, numerosas también las respuestas que se decantan
hacia un cambio de trabajo retomando los estudios y la formación para cambiar de
sector de actividad (26,1%)5. El interés por ascender o ganar más dinero aparece
como motivo de cambio en un 10,9% de los casos, mientras que otro tipo de cam-
bios más estructurales, especialmente el cambio de horarios, preocupa al 6,5% de
ellos.
3) Los jóvenes consideran mayoritariamente (83,9%) que el trabajo es muy im-
portante para poder vivir como una persona adulta independiente y responsable. El 93,5%
afirma que para ellos/ellas el trabajo es muy o bastante importante. Y ofrecen sus
argumentos: un 39,2% opina que sin trabajo no se puede vivir, que es una actividad
vital, insustituible; otro grupo importante (35,7%) considera que el trabajo te hace res-
ponsable e independiente, te ayuda a convertirte en una persona adulta, autónoma,
equilibrada; el 25% restante ve el trabajo como vehículo necesario para conseguir di-
nero y para poder acceder, a través suyo, a los medios básicos de subsistencia —ali-
mentos, vivienda, medios de locomoción…

F. La perspectiva de los empresarios: el lugar de los jóvenes


en la empresa
Hemos visto la perspectiva de los jóvenes sobre su situación laboral; veamos
ahora qué opinan los empresarios, cómo son considerados los jóvenes por ellos en
relación al trabajo y qué valoran a la hora de seleccionarles y de contratarles.

5
Un 37% de los jóvenes, de hecho, se ha seguido formando tras su paso por el programa.
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

1) Respecto a la pregunta que se hizo a los empresarios sobre «¿qué puntuación


daría, en términos generales, al trabajo que han realizado los jóvenes en su empresa?», en-
contramos una gran variedad de respuestas, con una elevada desviación típica, y
comprobamos cómo la valoración media de los empresarios es bastante baja: un
aprobado (5,95 6).
2) Otro grupo de variables se utilizó para dar respuesta a esta pregunta, esta
vez de forma más matizada, a partir de once indicadores diferentes. La media de la
valoración que los empresarios hicieron, a partir de esos indicadores fue también
de aprobado (5,91 puntos sobre 10); una valoración prácticamente idéntica a la ca-
lificación obtenida con la pregunta única (5,95). Este resultado nos debe hacer re-
flexionar sobre el sentido de las contrataciones de jóvenes en dificultad social por
parte de los empresarios, aparentemente no demasiado satisfactorias, a la vez que
nos muestra claramente la gran coherencia y consistencia de sus respuestas, aunque
sigue existiendo una importante dispersión de respuestas, con desviaciones típicas bastan-
te elevadas y un rango máximo entre puntuaciones mínimas y máximas prácticamente en
cada uno de los once indicadores.
3) Especialmente relevantes resultan las valoraciones de los empresarios sobre
la escasa responsabilidad (4,93) y la falta de iniciativa propia (5,11) de los jóvenes em-
pleados. Cuando a los empresarios se les pregunta si los jóvenes son personas au-
tónomas e independientes, su opinión es muy variable (ds = 2,23), y por término
medio los jóvenes suspenden, aunque en valores próximos al aprobado (4,97). En
sentido contrario, los empresarios parecen valorar mejor la actitud respetuosa (6,63)
y la obediencia (6,39) de los jóvenes, aunque estas nunca con valores altos.
4) En cuanto a las cualidades que los empresarios desearían que tuvieran los jóvenes
destacan:
— Como cualidades positivas, con gran diferencia sobre el resto, la responsa-
bilidad (26,1%), las ganas de trabajar (21,1%) y las ganas de aprender
(13,3%), seguidas de la puntualidad (9,3%).
— Como cualidades negativas, rechazadas por los empresarios, las más impor-
tantes son la ausencia de motivación para el trabajo (34,1%), la irresponsabi-
lidad e informalidad (26,8%) y las actitudes negativas y agresivas (14%).
5) Respecto a la percepción de los empresarios sobre la generación de situaciones
conflictivas por parte de los jóvenes, comprobamos cómo la puntuación es bastante

6
Todas las puntuaciones están establecidas en una escala entre 0 y 10.
UNA REALIDAD, DIFERENTES PERSPECTIVAS

baja (3,8 sobre 10), y con una gran dispersión en la respuesta (ds = 3,07). Esto
apunta a una tónica general de ausencia de conflicto, aunque con la presencia de casos ais-
lados y/o situaciones puntuales de intensa conflictividad.
6) Los empresarios dan, por otra parte, un aprobado (5,4) a la capacidad de los jó-
venes para afrontar adecuadamente las situaciones imprevistas que pueden surgir en el
puesto de trabajo. En este sentido, esta puntuación y, aunque de forma menos
consistente, la consideración de los jóvenes como personas autónomas e indepen-
dientes por parte de los empresarios, están directa y significativamente asociadas a
la puntuación global que los empresarios dan al trabajo de los jóvenes en su em-
presa (r = 0.619 y r = 0.494, para p ≤ 0,01 respectivamente). Además, esa capaci-
dad de los jóvenes para afrontar adecuadamente situaciones imprevistas está in-
versamente relacionada con la capacidad de los jóvenes para generar situaciones
conflictivas (p ≤ 0,05). Esta información es interesante, sin duda, a la hora de plan-
tear líneas de formación sociolaboral con los jóvenes en dificultad social: como he-
mos visto, saber afrontar situaciones imprevistas es un elemento de gran valor para los em-
presarios, y enseñar a hacerlo se convierte así en un elemento relevante pedagógicamente.
7) Por último, es importante resaltar cómo los empresarios relacionan especialmente las altas
puntuaciones que otorgan al trabajo de los jóvenes, con su agilidad y dinamismo (r = 0.776;
p ≤ 0,01), y con su buena atención hacia los clientes de la empresa (r = 0,727; p ≤ 0,01).

G. La perspectiva de los empresarios: el acceso al empleo


de diferentes grupos de jóvenes en dificultad social
1) Los empresarios manifiestan mayoritariamente (78%) que las empresas pue-
den ayudar a los jóvenes con problemas sociales. Y piensan que la forma mejor de
hacerlo es:
— Proporcionándoles un empleo que favorezca su socialización; apoyándoles
y dándoles una oportunidad para integrarse laboralmente; haciendo que se
sientan integrados socialmente (28,8%).
— Remunerándoles y ofreciéndoles un puesto de trabajo que les interese y
les ofrezca estabilidad, que les sirva de iniciación al mundo del trabajo
(12,5%).
— Enseñándoles un oficio y dándoles formación (7,7%).
— Ayudándoles a entender que tienen algo que aportar a la sociedad, a res-
ponsabilizarse, y desarrollando su sentido de trabajo en equipo (4,8%).
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

2) Pero esto no impide que sigan existiendo inconvenientes para dar empleo
a jóvenes en dificultad social, y especialmente a ciertos grupos de ellos. Así, los
empresarios plantean serios inconvenientes para contratar: jóvenes con medidas ju-
diciales, jóvenes consumidores de sustancias tóxicas, menores de edad, jóvenes con
discapacidad y personas de otras etnias. Se muestran poco dispuestos a contratar a
mujeres con hijos, estudiantes y mujeres en general, pero se muestran, sin embar-
go, dispuestos a contratar inmigrantes con permiso de trabajo y personas de color7.

H. La perspectiva de los profesionales: indicadores para el tránsito


de los jóvenes a la vida adulta
Aunque profundizaremos en ello más adelante, nos ha parecido interesante re-
sumir aquí también cual es la perspectiva de los profesionales sobre el tránsito de
los jóvenes a la vida adulta. En clave de pronóstico, pero con un componente impor-
tante de conocimiento a partir de la experiencia, y de los contactos realizados a posteriori con
jóvenes que ya abandonaron el dispositivo, los profesionales opinan que los indicadores
principales para valorar el éxito o el fracaso en el tránsito de los jóvenes en difi-
cultad social a la vida adulta, son los siguientes:
— La estabilidad laboral (33,6%), la estabilidad emocional y el proyecto de vida
del propio joven (15,9%) y una vivienda estable y digna (15%). La presencia
de una red social normalizada y la autonomía de la familia y de las institu-
ciones constituyen otro grupo de indicadores importantes al respecto.
— Los hábitos deficitarios en cuanto a la autonomía personal (31,4%) son plan-
teados como el primer indicador de fracaso en el tránsito a la vida adulta,
junto a la incapacidad para mantener el empleo (23,8%), las relaciones so-
ciofamiliares conflictivas y la presencia de redes sociales manipuladas (16,2%).

I. Cómo responden los jóvenes a la pregunta:


¿estabas mejor antes8 o ahora?
1) La respuesta es muy clara, y aunque hay un 18% que se encontraba mejor
cuando dependía del sistema de protección, un 82 % manifiesta encontrarse mejor en
su situación actual. Al preguntar por las razones de que esto sea así, la gran mayoría
opina que ahora es más independiente y responsable de su vida (69,7%).

7
Para mayor detalle, ver apartados: 6.3. Los jóvenes y el trabajo» y «12.5.E. Contratar jóvenes: entre la solidaridad y
el beneficio económico».
8
Durante su estancia en el Programa y/o en los dispositivos de atención y protección de menores.
UNA REALIDAD, DIFERENTES PERSPECTIVAS

2) Sin embargo algunos grupos de jóvenes parecen no tenerlo tan claro. Por
una parte hay quienes plantean que a veces estaban mejor, otras peor (7,1%), o
quienes afirman que nada ha cambiado sustancialmente (3%). Y a ellos se añaden
quienes argumentan que antes estaban mejor, o bien porque recibían apoyo
(6,1%), o bien porque «lo tenían todo hecho» (14,1%). En el fondo, pues, hemos
de referirnos aquí de nuevo al debate entre dependencia/independencia y las posibili-
dades, capacidades y formas más eficaces de pasar de la una a la otra, especialmente cuan-
do nos referimos a jóvenes con especiales dificultades sociales y su relación con los
sistemas establecidos para protegerles y ayudarles a transitar a la vida adulta.
3) A la pregunta «¿qué ha sido lo mas duro para ti cuando has comenzado a vivir tu
propia vida después de salir del centro de menores y de dejar el Programa de empleo?», las
respuestas apuntan claramente al sentimiento —y a la cruda realidad— de vivir y sa-
lir adelante en soledad (36,7% de las respuestas); sumando la falta de apoyos externos a
esa responsabilidad de tener que «salir adelante solo/a», nos encontramos con la
realidad del 50% de estos jóvenes. La inestabilidad laboral y los problemas con la
vivienda completan un panorama poco deseable.
4) A la pregunta «¿qué ha sido lo mejor para ti cuando has comenzado a vivir tu pro-
pia vida después de salir del centro de menores y de dejar el Programa de empleo?», los jó-
venes no dudan en contestar de forma mayoritaria que lo mejor es ser autónomo,
independiente, sentirse libre para tomar sus propias decisiones (69%). En segundo
lugar mencionan estar en familia, vivir con la familia de origen o con la propia,
que ellos mismos han constituido (14%). Un tercer grupo de respuestas, muy re-
lacionados con el primero, hace referencia a la capacidad recién adquirida para va-
lorar los cambios en su vida, para ser capaz de adaptarse a ellos o incluso de
transformar su propia realidad (6,9%).
5) Aproximadamente las tres cuartas partes de los jóvenes entrevistados (73%) con-
sidera que la vida les va bien o muy bien; un 23% que les va regular y solo un 4% que
les va mal, lo que muestra una elevada satisfacción con el funcionamiento de su
vida para este grupo de población. Teniendo en cuenta que el grado de satisfacción
existencial de los jóvenes españoles se sitúa en torno al 85% y el cúmulo de pro-
blemas y dificultades añadidas a que debe enfrentarse la población de jóvenes en
dificultad social, este porcentaje parece más que esperanzador.
6) El trabajo estable, sentirse independientes, los amigos y las relaciones de pa-
reja, las relaciones familiares, tener casa y coche… son algunos de los principales
motivos por los que los jóvenes en dificultad social consideran que la vida les va
bien, o que echan en falta cuando ocurre lo contrario. Motivos similares a los del
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

resto de los jóvenes españoles, aunque con algunas diferencias interesantes y muy
significativas; así, podemos apreciar cómo a los jóvenes en dificultad social:
— Les preocupa mucho más todo lo relacionado con el mundo del trabajo y
la ocupación profesional, en una proporción notable: un 34,1% de los jó-
venes en dificultad lo sitúa como principal preocupación, mientras que solo
ocurre esto con el 9% de la población juvenil española. Las razones son ob-
vias, y se han ido desgranando a lo largo de esta investigación; hemos de
tener en cuenta su forzado y temprano tránsito a la vida adulta, la ausencia
de apoyos externos y red social, la incertidumbre de su futuro si no acce-
den de forma estable a recursos económicos propios…
— Están muy mediatizados (en positivo y en negativo) por su situación per-
sonal (28,5% de las respuestas ofrecidas), y especialmente por su capacidad
de mantener una vida independiente, por su estabilidad emocional, por el
logro o no de ese tránsito a la vida adulta que para el resto de los jóvenes
de nuestra sociedad no constituye una preocupación especial, aunque si
importante (15% de los casos)
— Aunque preocupados por las relaciones personales (familiares, de amistad,
de pareja…), no lo están tanto como la media de los jóvenes españoles.
Mientras para éstos las relaciones personales suponen la primera preocupa-
ción (44%), para los jóvenes en dificultad ocupan un tercer lugar, después
del trabajo y su propia estabilidad personal (17,1%, sumando relaciones fa-
miliares y relaciones con amigos y pareja)
— La preocupación por la situación económica y los bienes materiales son
mencionadas de forma prioritaria por el 19,5% de los jóvenes en dificultad,
mientras que solo supone una preocupación importante para el 5% de la
población juvenil. Aquí hay que destacar el valor que dan los jóvenes en
dificultad social a poder disponer de una vivienda (10,6%), tan básica para
ellos casi como lo es el acceso al trabajo o la estabilidad personal.
— Las diversiones y los viajes también marcan una clara diferencia, siendo im-
portantes solo para uno de los jóvenes entrevistados, mientras que lo son
para el 8% de la población juvenil española.
— Queda así claramente indicado cómo la postura ante elementos vitales es muy dife-
rente en función del grupo de población juvenil a que nos refiramos, y lo serán tam-
bién sus expectativas, sus necesidades, sus proyectos de futuro… Las claves para in-
terpretar la realidad y para establecer nuestras actuaciones educativas han de ser, de
acuerdo con esta valoración, muy diferentes.
UNA REALIDAD, DIFERENTES PERSPECTIVAS

7) Una gran mayoría de los jóvenes entrevistados (83,7%) opina que algo tiene
que cambiar en sus vidas, y se refieren en este sentido, prioritariamente, a una mayor
estabilidad laboral y económica (legal, en el caso de los inmigrantes) (34,3%); el
tema de la vivienda es su segunda preocupación (18,9%), seguido del interés por
mejorar personalmente, madurar y alcanzar un mayor equilibrio (16,7%). En de-
finitiva, y como comentábamos anteriormente, se trata de cambios en los tres pilares
básicos de sus vidas: trabajo, vivienda y estabilidad personal. Formar una familia (7,8%),
mejorar las relaciones en el seno de la propia familia (3,3%) o estudiar (5,6%) son
otras de sus preocupaciones.
8) Cuestionados directamente sobre su evolución personal, y sobre la necesi-
dad o no de un cambio en su comportamiento, el 66,7% lo ve conveniente,
mientras que un tercio de ellos se encuentra satisfecho consigo mismo (33,3%). Este
cambio se habría de centrar en aspectos madurativos, de responsabilidad y equili-
brio personal (52,1% de las respuestas) y en una mejora en aspectos económicos y
laborales (9,9%). Un porcentaje importante opina que está bien así (11,3%) o
que los cambios se producen por sí mismos, y que siempre se puede mejorar (7%).
9) No se puede establecer, sin embargo, una relación estadísticamente signifi-
cativa entre esa necesidad de cambio —externa e interna— en su vida y la per-
cepción de los jóvenes sobre su situación actual, claramente positiva. Es decir que,
sintiéndose satisfechos con su forma de vida actual —especialmente en contraste con su pa-
sado—, no dejan de plantearse la necesidad de cambiar, de mejorar esa situación. En tor-
no a esa necesidad de cambio sentida por el joven, quienes piensan que las cosas
han de cambiar piensan, a su vez, de forma significativa, que ese cambio tiene que ver
con ellos mismos.

12.3. QUÉ INCIDENCIA TIENE LA INTERVENCIÓN


SOCIOEDUCATIVA

Objetivo 3.o Describir, analizar y valorar la incidencia del modelo de intervención socioeducativa utilizado
para procurar el tránsito de los adolescentes y jóvenes en dificultad social a una vida adulta independien-
te y responsable.

A continuación se describe la incidencia del modelo de estrategias flexibles de


intervención socioeducativa en el tránsito de los jóvenes en dificultad social a la
vida adulta, se analizan sus aportaciones y se valora el sentido de la intervención
desde las diferentes perspectivas —jóvenes, empresarios y profesionales—. Se
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

toma como referencia fundamental la opinión de los jóvenes respecto a los apren-
dizajes obtenidos durante su paso por el Programa y por el dispositivo de protec-
ción, y la utilidad de esos aprendizajes en su tránsito a la vida adulta.

A. Importancia otorgada por los jóvenes a la existencia de este


tipo de recursos (programas de empleo)
1) Todos los jóvenes entrevistados —salvo uno— piensan que es importante que exis-
tan recursos como este Programa de empleo, dirigidos a jóvenes como ellos, que ya son ma-
yores de edad. Esto es algo que ya se plantea en las principales investigaciones
realizadas en este ámbito de intervención socioeducativa, tal y como se refleja en el
capítulo dedicado al estado de la cuestión.
2) Se considera importante la existencia de este tipo de recursos porque desde
ellos se aportan apoyos, orientaciones y ayudas adecuadas a la situación de los jóvenes a los
que atienden (50%), y por su adecuada formación para el empleo (34%).
3) Hay una especial valoración por parte de los jóvenes inmigrantes hacia el
apoyo recibido en la tramitación de sus documentos legales y las orientaciones re-
cibidas en el proceso.
4) La inmensa mayoría (99%) apoya la necesidad de este tipo de recursos también para
menores de edad. Las razones aportadas son muy similares a las aducidas en el caso de
los mayores de edad, aunque se pone un mayor énfasis en la formación para el em-
pleo que en el apoyo y la orientación personal.

B. Recuerdos y percepciones de los jóvenes sobre


el Programa de empleo
Se revisan aquí las respuestas a diferentes grupos de preguntas planteadas en la
entrevista a jóvenes, en concreto sobre aquello que recuerdan de la experiencia, lo
que más y lo que menos les gustó de ella, y si se encontraban a gusto o a disgusto
en el Programa.
1) En cuanto a los recuerdos que los jóvenes mantienen del Programa de empleo:
— En primer lugar, los jóvenes recuerdan el Programa como el espacio en el
que se les ayudó a buscar trabajo, se les enseñó lo necesario para ello, se les
puso en contacto con sus primeros empleos y se les apoyó a la hora de
mantenerlos (27,3%). Siendo este el principal objetivo de este Programa, es
también el que reconocen como tal de forma clara los jóvenes que parti-
ciparon en él.
UNA REALIDAD, DIFERENTES PERSPECTIVAS

— El segundo recuerdo más fuerte y consistente (22,3% de los casos) es la re-


lación personal establecida con los educadores, y en concreto con algunos de ellos
cuyos nombres mencionan con una carga afectiva importante. Unido a este
recuerdo hacia los educadores/as del Programa, mencionan el recuerdo del
buen trato personal recibido, de la ayuda prestada y del interés personal que sintie-
ron hacia sí mismos, hacia sus problemas, expectativas y posibilidades de fu-
turo (14%).
— En tercer lugar hacen referencia al recuerdo de un buen ambiente, de com-
pañerismo, agradable y respetuoso hacia ellos y hacia el grupo de jóvenes que
acudían al Programa (17,4%). Un pequeño porcentaje (entre el 3 y el
5%) recuerda no obstante situaciones de tensión, mal ambiente… que atribuyen
esencialmente a las relaciones entre iguales, y en concreto a la presencia de cier-
tas personas o grupos que mediatizaban la relación y la hacían poco atrac-
tiva o desagradable.
2) En cuanto a aquellos aspectos de los que peor recuerdo tiene los jóvenes entrevista-
dos, hay una gran diversidad de respuestas, pero sobre todo destacan las siguientes:
— El primer elemento negativo que relatan los jóvenes (21,8% de los casos), y
el más destacado con diferencia, se refiere a las disfunciones producidas por los
grupos de jóvenes que «iban a otra cosa», que asistían al Programa pero no pre-
tendían buscar trabajo, que hacían «ruido», molestaban… Este es sin duda
uno de los principales problemas a los que se enfrentan este tipo de pro-
gramas, y en general la intervención con adolescentes y jóvenes en difi-
cultad social en los dispositivos educativos y sociales, y aquí aparece clara-
mente reflejado. Hay que resaltar sin embargo que no parece que esto haya
supuesto situaciones de tensión o de ruptura de especial gravedad, lo que
dice mucho acerca de los mecanismos de control establecidos desde el
propio Programa.
— En un porcentaje mucho menor, la dificultad para encontrar trabajo, o la im-
paciencia en la espera hasta encontrar el trabajo adecuado (9,2%), junto a la
opinión de que los trabajos eran malos, poco gratificantes, de baja calidad
(3,4%).
— La lejanía y la necesidad de desplazarse (6,9%), junto a los horarios (6,9%), a
pesar de que el centro permanece abierto mañana y tarde; de hecho algu-
no de los jóvenes se queja de que el centro cierre… algún joven llega a so-
licitar que se den comidas en él.
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

— Un pequeño porcentaje considera, por distintos motivos, que no era bien


atendido por los educadores (4,6%), mientras que algunos comentan que se
les obligaba a asistir, o que no sabían muy bien para qué lo hacían.
— El mayor porcentaje se orienta sin embargo en sentido contrario al esperado, ya que
corresponde a los que opinan que les «gustó todo», que nada estaba mal (23%). Si
a esto sumamos los que contestan que no sabrían identificar lo que menos
les gustó del Programa, el porcentaje asciende a un tercio de las respuestas
ofrecidas.
3) La inmensa mayoría de los jóvenes manifiesta sentirse a gusto o muy a gusto en
el Programa (96,4%), aunque un 3,6% se ha sentido a disgusto o muy a disgusto.
4) Encontramos algunas relaciones significativas estadísticamente entre lo que los jóvenes
recuerdan del Programa de empleo y lo que más les gustó de él, como las siguientes:
— Quienes tienen pocos recuerdos del Programa de empleo, valoran de forma
muy positiva los que se convertirán en tres «tópicos» del programa: la relación con los
educadores, el apoyo/formación para la búsqueda de empleo y el ambiente de com-
pañerismo y respeto.
— Los educadores son muy bien valorados incluso por quienes no tiene bue-
nos recuerdos del Programa. Aunque son pocas respuestas las tabuladas,
también resulta curioso observar que para los jóvenes que afirman que «no
lo tenían claro» en esa época de su vida, el principal recuerdo es el de sus
educadores/as.
— Finalmente, aquellos que recuerdan el mal ambiente, no se lo atribuyen al
Programa, ya que a la pregunta de qué es lo que menos les gustó de él, el
cien por cien de ellos afirma que les gustó todo en él.

C. Aprendizajes y utilidad percibida de los jóvenes sobre


el Programa de empleo
1) De forma clara, el Programa de empleo ha sido útil para cubrir el principal objeti-
vo que se propone, que es el de ayudar a los jóvenes a buscar trabajo, a conseguirlo y a con-
servarlo. Así lo reconoce una gran mayoría de ellos (59,9%). Además tiene otros va-
lores añadidos para los jóvenes, como son el ayudarles a independizarse y madurar
(16,3%), a convivir y relacionarse (8,2%) y a tomar interés por el estudio y el
aprendizaje (5,4%). Algunos no son capaces de concretar la utilidad del Programa,
pero sin embargo tienen la sensación de que les ha servido para mucho (4,1%).
UNA REALIDAD, DIFERENTES PERSPECTIVAS

2) Los jóvenes se sintieron además especialmente atendidos y apoyados (puntuaciones


de 9 y 8,6 sobre 10, con una baja desviación típica). Valoran de forma muy eleva-
– de 8,97; ds 1,37), y en concreto
da y homogénea la cualificación de los educadores (X
consideran, de forma bastante unánime, que la capacidad de los educadores para reaccionar ante
– 8,14; ds 1,43). Hay que tener en cuenta que ésta es una de
imprevistos es muy alta (X
las características más destacadas y a potenciar en la capacitación de los educadores,
de acuerdo con los planteamientos del modelo de estrategias flexibles.
3) Aunque con un mayor grado de dispersión en las respuestas, dan una valo-

ración también alta al grado de exigencia en general (X 7,7; ds 2,12) y a la demanda de
– 8,03; ds 1,81) que se les hacía desde el Programa.
responsabilidad (X
4) Más baja, y también con respuestas más diversas, es la puntuación a la
– 7,6; ds 2,31).
pregunta de si contaban con ellos al tomar decisiones (X
5) La relación con sus iguales es la que presenta valoraciones más bajas, aunque en
este caso la dispersión en las respuestas es muy grande. Así, la calificación general de los
jóvenes que participaban en el Programa es de solo un 6,03 con valores mínimos
y máximos que van del 0 al 10 (ds 2,88), y la sensación de apoyo por parte de sus com-
pañeros es también muy baja: 6,11 puntos, con una dispersión aún mayor (ds 3,34).
Esto indica claramente la existencia de situaciones contrapuestas: se pueden tener muy bue-
nas relaciones y apoyos por parte de los iguales, y a la vez puede ocurrir lo contrario, que
existan relaciones conflictivas y ausencia de apoyo por parte de otros compañeros.
6) Los aprendizajes relacionados con la autonomía, la independencia y la maduración
personal son asociados directa e intensamente por el joven con el recuerdo de los educadores/as
(entre el 50% y el 54% de variación conjunta en las tablas de contingencia).
7) En cuanto a las relaciones estadísticas establecidas entre los aprendizajes fa-
cilitados por el Programa y las características de la vida independiente de los jóve-
nes, encontramos que:
— Todos los grupos de convivencia, excepto el de aquellos que viven solos,
valoran mayoritariamente las aportaciones del Programa en cuanto a bús-
queda y mantenimiento del empleo. La respuesta de quienes viven solos es
mucho más dispersa, diversificada, y se concentra no solo en valorar este as-
pecto (cómo buscar trabajo y conservarlo), sino también en valorar otros
aspectos del Programa como son haberles enseñado a aprender a relacio-
narse y convivir y en haber despertado su interés por el estudio y el apren-
dizaje.
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

— Los jóvenes con diferentes tipos de contrato valoran de forma especial las
aportaciones del Programa en cuanto a la búsqueda y mantenimiento del
empleo, excepto en el caso de los que ya tienen contratos indefinidos. Este gru-
po de jóvenes diversifica sus respuestas, y además de la búsqueda de em-
pleo, que fue también un aprendizaje importante para ellos, consideran el
que se les haya enseñado a ser independientes y a madurar como algo útil
que les aportó el Programa de empleo, pero además suponen un amplio
porcentaje de los jóvenes que no opinan sobre los aspectos que les sirvieron
del Programa. Aunque pueda ser aventurado, cabe pensar que estos jóvenes que
han encontrado un empleo estable, han «olvidado» en poco tiempo las aportaciones
del Programa, al menos en el ámbito de la búsqueda de empleo, y resaltan otro tipo
de aprendizajes o, simplemente, no valoran tanto las aportaciones del Programa.
— Por último cabe destacar que ni el nivel salarial absoluto, ni su valor rela-
tivo con respecto a la cobertura de necesidades personales, se relaciona sig-
nificativamente con las valoraciones que los jóvenes realizan acerca de la
utilidad del Programa para ellos.

D. Los jóvenes proponen: ideas para mejorar la intervención


socioeducativa
1) Un porcentaje muy elevado de jóvenes (73,7%) opina que sí se puede
mejorar el Programa de empleo, frente a una cuarta parte aproximadamente
(26,3%) que piensa que no.
2) Las respuestas de mejora hacen referencia a: la necesidad de mejorar las ins-
talaciones y los recursos materiales (23,3%), la importancia de mejorar atención
personal y/o la formación hacia los participantes (18,6%), la exigencia de un ma-
yor control hacia los jóvenes que participan en el Programa (15,1%), el incremento
del contacto con empresas (7%). Un pequeño grupo opina, por su parte, que todo
está bien y que no hay nada que cambiar (7%). De forma más limitada también se
propone: la posibilidad de ampliar el número de plazas y de centros o zonas de
atención; mejorar la difusión de lo que se está haciendo, de forma que otros jó-
venes puedan acceder a este tipo de recurso; incluir otro tipo de actividades.

E. Recuerdos, percepciones y aprendizajes relativos al sistema


de protección de menores: un importante elemento de contraste
1) Un grupo amplio de jóvenes (31,9%) tiene un buen recuerdo de su paso
por el sistema de protección de menores, en su inmensa mayoría relacionado con los
UNA REALIDAD, DIFERENTES PERSPECTIVAS

centros de menores, espacio en el que residieron durante sus años en el sistema. El recuerdo
positivo acerca de los educadores y de los centros es mencionado específicamente
por una parte de los jóvenes (16%). Esta percepción positiva se ve matizada sin
embargo por el recuerdo negativo (20,2%) o ambivalente (10,9%) de muchos jóvenes acer-
ca de su estancia en estos dispositivos. Una estancia que, hay que recordarlo, suele du-
rar años y que, por lo tanto, es decisiva para el futuro de los adolescentes y jóvenes
que pasan por él. Recordamos aquí que el intervalo de tiempo de estancia en cen-
tros de menores más frecuente entre la población investigada es el que va de los
dos a los cuatro años de internamiento.
2) Los aspectos que los jóvenes valoran más de su estancia en protección de menores son
el ambiente existente, las buenas relaciones con sus compañeros (31,4%), el apoyo y el buen
trato recibidos (13,6%), junto a su relación con los educadores/as de los centros (28%). Los
recursos con que cuentan estos dispositivos, las infraestructuras y espacios dispo-
nibles, son también destacados por un 16,1% de los jóvenes. Un 8,5% es sin em-
bargo incapaz de encontrar un solo aspecto que le haya resultado positivo, que le haya gus-
tado a lo largo de su estancia en centros de protección, lo que hace pensar en un
rechazo fuerte y mantenido hacia este tipo de instituciones.
3) Como en un espejo, lo que menos gustó a estos jóvenes durante su estancia en
el sistema de protección fueron los compañeros y la convivencia (16,5%), y la re-
lación con educadores/as (16,5%). Estos son, junto a la vivencia de una normativi-
dad restrictiva y excesiva (25,7%), los elementos más relevantes de sus respuestas. El
marcado rechazo de algunos jóvenes a estas instituciones aparece de nuevo cuan-
do afirman que nada les gustaba, ni el lugar, ni estar en él… (14,7%). Los horarios
son, de forma repetida (11,9%), un elemento poco apreciado por los jóvenes durante su
estancia en los centros de menores, unido de forma clara a esa percepción negati-
va de una normatividad excesiva y de la restricción a su libertad de movimientos.
Uno de los temas recurrentes para estos jóvenes, en relación a las instituciones de protección,
es el del «control»: una ambivalente percepción de control (3,4%) y de descontrol
(8,4%) en las instituciones.
4) Cuando se pregunta a los jóvenes sobre los aprendizajes obtenidos durante
su estancia en protección de menores, la mayoría opina que le sirvió para madurar y
para avanzar hacia la autonomía y la independencia (38,2%), y para aprender a convivir y
a relacionarse (25,2%). Poder estudiar y aprender (6,9%) es otro de los beneficios
obtenidos, junto a la entrada en el mundo del trabajo (6,1%). Un pequeño grupo
afirma que le sirvió mucho, sin ser capaz de concretar para qué (8,4%), mientras
que otro grupo plantea que no le sirvió para nada (6,1%) o incluso que le resultó
perjudicial (4,6%).
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

5) En términos generales, una gran mayoría de los jóvenes se encontró a


gusto en los centros de menores (73,2%), pero es destacable en cualquier caso el
número de ellos/ellas que estuvo a disgusto o muy a disgusto y que supone una
cuarta parte de los entrevistados (25,6%). Esto nos debe hacer reflexionar sobre dos
cuestiones al menos:
— Por una parte la necesidad imperiosa de reducir al mínimo estas percep-
ciones negativas, y conseguir que una inmensa mayoría de los jóvenes
que fueron institucionalizados en el sistema de protección lo vivan como
algo positivo, constructivo para sus vidas y su futuro.
— Por otra parte hemos de tener en cuenta la dificultad que entraña el traba-
jo con adolescentes en el marco de los centros de menores, por su trayec-
toria personal y sus complejas historias familiares, los factores de riesgo a
que se ven abocados de forma intensa, así como las especiales características
evolutivas de una etapa vital —la adolescencia— de una gran vulnerabili-
dad. Estos y otros elementos harán que la valoración del sistema de pro-
tección por parte de los jóvenes no llegue a ser plenamente satisfactoria,
como puede llegar a serlo de otro tipo de actividades y recursos que afec-
tan menos integralmente a la vida cotidiana de estos jóvenes, de forma me-
nos intensa y connotativa.
6) En cuanto a las relaciones estadísticas establecidas entre los recuerdos, vi-
vencias y aprendizajes de los jóvenes en relación al sistema de protección, encon-
tramos que:
— La percepción de haber estado bien, a gusto en protección, se asocia con
los aprendizajes obtenidos allí sobre convivencia y relaciones con los demás, sobre
cómo ser una persona independiente y madurar.
— Se produce una asociación bastante fuerte entre la afirmación de haber aprendido a
ser independiente y a madurar en protección de menores, y el hecho de haber acaba-
do viviendo con la familia de origen, que en muchos casos provocó la entrada
del joven en el sistema de protección. Aunque es un número de jóvenes
muy pequeño, la mayoría de los que opinan que su estancia en protección
de menores fue perjudicial, viven ahora con su familia de origen.
— Los aprendizajes obtenidos por los jóvenes durante su estancia en protección de me-
nores tienen una relación estrecha y directa con la percepción del joven de que consi-
gue los recursos suficientes para cubrir sus necesidades personales.
UNA REALIDAD, DIFERENTES PERSPECTIVAS

— La percepción negativa de la normatividad y de las restricciones a la liber-


tad personal en los recursos de protección de menores, aspecto que gustó
poco a un número importante de jóvenes, encuentran una elevada relación
con el aprendizaje obtenido —en esos mismos centros de menores— sobre
cómo llegar a ser una persona independiente y madurar, y saber convivir y
relacionarse, lo que nos viene a indicar que para estos jóvenes la normati-
vidad excesiva y la restricción, contrastan fuertemente con la consecución
de la independencia y a la mejora de la convivencia con los demás. Los ho-
rarios y la relación con los educadores/as son otros dos elementos que agradaron poco
a los jóvenes que afirman haber aprendido durante su estancia en menores a ser in-
dependientes y a madurar.

F. ¿Estaba mejor antes, o estoy mejor ahora?


En relación a este apartado, que ya se encuentra resumido en las conclusiones
sobre el Objetivo 2, y que realmente forma parte de ambos objetivos, puede se-
ñalarse aquí que:
1) No solo actualmente los jóvenes perciben que la vida les va bien, sino que consideran
también de forma muy generalizada que ahora les va mejor que en tiempos pasados, cuando
estuvieron en menores y participaron en el Programa de empleo.
2) La inmensa mayoría ha realizado un tránsito a la vida adulta con el que se
muestran conformes, y valoran mucho mejor su situación actual (82%) que la que
tenían en su periodo de dependencia del sistema de protección. Se sienten res-
ponsables e independientes, autónomos, y esto aproxima la idea del buen funcio-
namiento de las instituciones en este sentido, planificadas para obtener este tipo de
resultado, mejorando ostensiblemente la situación de una población en grave
riesgo de marginación e inadaptación social. Sin embargo, la percepción por parte de los
jóvenes de su situación actual no muestra una relación directa con su percepción de su estan-
cia en protección de menores, o durante su permanencia en el Programa de empleo. Estar a
gusto en los programas de empleo o en los recursos de protección de menores no parece tener
relación, para los jóvenes, con percibir de forma positiva su situación durante o tras el tránsito
a la vida adulta, y a la inversa.
3) Los que parecen no tenerlo tan claro echan de menos el apoyo que reci-
bían (6,1%) o la comodidad de tenerlo todo hecho (14,1%). Como ya se comen-
taba anteriormente, estas actitudes nos hacen replantearnos el debate entre de-
pendencia/independencia y las estrategias educativas a utilizar para abordarlo.
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

4) La sensación de soledad, tener que «salir adelante solo/a», la falta de apoyos


externos para ello constituyeron la realidad cotidiana más dura de la mitad de estos
jóvenes (50%). La inestabilidad laboral y los problemas con la vivienda completan
un panorama poco deseable, y apuntan de nuevo a la necesidad de recursos que
mantengan los logros obtenidos con los programas sociolaborales, que soporten
desde las instituciones, y ayuden a los jóvenes a efectuar el tránsito a la vida adul-
ta más allá de los dieciocho años, edad a la que muchos de ellos quedan en esta si-
tuación.
5) En el sentido opuesto, ser autónomo, independiente, sentirse libre para to-
mar sus propias decisiones (69%) han constituido lo más agradable del tránsito a la
vida adulta; junto a ello, ser capaz de valorar los cambios en su vida, ser capaz de
adaptarse a ellos o incluso de transformar su propia realidad (6,9%) son adquisi-
ciones, aprendizajes que valoran enormemente, y que han construido en gran me-
dida a partir del trabajo socioeducativo del programa de empleo y de los recursos
del sistema de protección, como ellos mismos reconocen.
6) En contraste con la media de la población juvenil española, los jóvenes en
dificultad social se muestran razonablemente satisfechos con la marcha de sus vi-
das (un 73,3%, frente a una media del 85% en la población juvenil española); es-
tán mucho más preocupados con todo lo relacionado con el mundo del trabajo y
la ocupación profesional (34,1%, frente a una media del 9%), y con la situación
económica y los bienes materiales (19,5%, frente al 5%); están muy mediatizados
—en positivo, y en negativo— por su situación personal (28,5%, frente al 15% de
la media nacional), y especialmente por su capacidad de mantener una vida in-
dependiente y por su estabilidad emocional; aunque preocupados por las relacio-
nes personales, familiares, de amistad, de pareja… lo están mucho menos (17,1%)
que la media de los jóvenes españoles (44%); y no sienten especial atracción por
las diversiones y viajes. Estas diferencias, en muchos casos notables, entre ambas
poblaciones juveniles, nos ofrecen unas claves muy determinadas para interpretar
la realidad. Unas claves que han marcado la intervención socioeducativa con es-
tos jóvenes, y que encuentran un claro reflejo en sus preocupaciones al cabo de
los años, tras haber abandonado unos dispositivos que se aproximaron a su reali-
dad y les ayudaron a interpretarla, valorarla, y asimilarla. Los tres pilares básicos de
sus vidas: trabajo, vivienda y estabilidad personal, son sus principales intereses, y
son también la base de las actuaciones educativas y sociales que se desarrollan con
ellos desde el Programa de empleo. Incluso cuando la referencia es al futuro,
cuando mencionan aquellos aspectos que tienen que cambiar en sus vidas, la ma-
yoría de los jóvenes entrevistados se refiere a una mayor estabilidad laboral y eco-
UNA REALIDAD, DIFERENTES PERSPECTIVAS

nómica, a la vivienda, y al interés por mejorar personalmente, madurar y alcanzar


un mayor equilibrio.

G. La valoración de los profesionales


Resumimos a continuación algunos aspectos que se tratarán más ampliamente
en el punto siguiente, y que hacen referencia a la valoración, por parte de los pro-
fesionales, de la incidencia de esta metodología de intervención socioeducativa en
el tránsito a la vida adulta de los jóvenes en dificultad social. Así, los profesionales:
1) Se mueven, inicialmente, en una visión contradictoria sobre la intervención
socioeducativa en este ámbito. Si bien consideran de forma mayoritaria que la in-
tervención socioeducativa es eficaz y favorece el tránsito a una vida adulta inde-
pendiente y responsable de los jóvenes en dificultad social, entre un tercio y la mitad
de ellos/as pronostica que los jóvenes en dificultad social o bien no transitarán de forma
adecuada a la vida adulta, o bien sucumbirán a los riesgos de la exclusión social a los pocos
años de abandonar los programas que les atienden. Esta percepción ha de tener, sin
duda, importantes repercusiones tanto en relación al sentido y el alcance de las in-
tervenciones que se realizan, como al rol que los profesionales se atribuyen a sí
mismos en este ámbito de actuación.
2) Coinciden en que, cuando finaliza la intervención socioeducativa con
ellos, los jóvenes en dificultad social tienen los conocimientos necesarios para la
búsqueda activa de empleo, pero sin embargo no han adquirido un nivel adecua-
do de capacitación para mantener el puesto de trabajo y de adaptarse a los reque-
rimientos de éste.
3) Consideran aceptable, aunque muy mejorable, la motivación y la actitud
activa y participativa de los jóvenes en dificultad social en la intervención socioe-
ducativa que se desarrolla con ellos.
4) Están bastante de acuerdo al apreciar que la intervención socioeducativa
produce cambios significativos en el comportamiento social responsable y en la ad-
quisición y consolidación de unos valores éticos más firmes de los jóvenes en di-
ficultad social.

H. La valoración de los empresarios


Resumimos a continuación algunos aspectos que se tratarán más ampliamente
en el último apartado, y que hacen referencia a la valoración, por parte de los
empresarios, de la incidencia de esta metodología de intervención socioeducati-
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

va en el tránsito a la vida adulta de los jóvenes en dificultad social. Así, los em-
presarios:
1) Señalan que éste es un tipo de programa que se conoce en las empresas bá-
sicamente por iniciativa de los propios educadores y participantes en él (contacta-
ron con nosotros, puse un anuncio y me llamaron…).
2) Los programas de empleo son el segundo recurso a través del que la em-
presa busca a los futuros jóvenes empleados, y algunos empresarios los han utili-
zado incluso como único recurso.
3) Sin ser el recurso más utilizado, los programas de empleo se sitúan con claridad como
el recurso más eficaz y útil para los empresarios (29,9%), superando a otros mucho más
extendidos como la prensa escrita (20%) o el «boca a boca» entre familiares y ami-
gos (15,9%). Esto indica una magnífica adaptación del funcionamiento del pro-
grama a las expectativas y necesidades de los empresarios, y una utilización cre-
ciente de él en el ámbito empresarial.
4) Los empresarios consideran el Programa muy útil, tanto para ellos mismos como
para los jóvenes con los que trabajan. La dispersión encontrada en sus respuestas es
muy baja, prácticamente inexistente, lo que viene a ratificar su elevada valoración
(98,9%).
5) Por abrumadora mayoría (98,9%; solo un empresario de ochenta y siete no
lo haría), los empresarios interrogados continuarían contratando a través de este
programa de empleo.
6) En concreto los servicios más valorados, con puntuaciones muy próximas al
sobresaliente, son el acompañamiento inicial a los jóvenes, la amabilidad y cercanía de los
educadores y la atención personalizada al empresario (esta última con mayor variabilidad
en las respuestas). En general, todas las valoraciones son de «notable alto» y —ex-
cepto dos de ellas— superan el 7,5 sobre 10, lo que indica una muy elevada valo-
ración por parte de las empresas a la atención recibida desde los programas de em-
pleo. La selección de candidatos para la empresa es el servicio menos valorado, aunque la
dispersión en las valoraciones es grande y la puntuación ronda el notable.
7) Prácticamente las dos terceras partes de los empresarios (65,5%) consideran
que este Programa funciona bien así, aunque un tercio de ellos piensa que el fun-
cionamiento del Programa se puede mejorar.
8) Más de un tercio de los empresarios consideran como lo mejor de los
programas el apoyo y ayuda que prestan a los jóvenes (35,4%), ponen de relieve su
UNA REALIDAD, DIFERENTES PERSPECTIVAS

interés por el carácter social del ingreso de los jóvenes en el mundo del trabajo, y su visión so-
lidaria de la labor de los educadores y la intervención socioeducativa con jóvenes
en dificultad social.
9) Para los empresarios, la utilidad de los servicios prestados por el Programa está di-
rectamente relacionada, y de forma muy intensa, con su valoración del rendimiento final de
los jóvenes en su empresa. Perciben así a los jóvenes y al Programa de empleo como un todo
difícilmente disociable.

12.4. CÓMO SE SITÚAN LOS PROFESIONALES

Objetivo 4.o Determinar el perfil, los principios de actuación, planteamientos, estrategias y expectativas de
los profesionales implicados y sus aportaciones a la intervención socioeducativa con adolescentes y jóvenes
en dificultad social.

A continuación se describen los principales elementos que, desde la perspecti-


va de los profesionales que trabajan con adolescentes y jóvenes en dificultad social,
constituyen la base de la intervención socioeducativa con esta población para fa-
cilitar su tránsito a una vida adulta independiente y responsable. La percepción de
la realidad que tienen los profesionales, además de ser una fuente de conoci-
miento de la realidad, muestra claramente sus expectativas y motivaciones en re-
lación al trabajo que realizan.

A. El perfil y la formación de los profesionales


De acuerdo con la opinión de los propios profesionales, se indican a conti-
nuación el perfil y la formación adecuados para trabajar en este ámbito de inter-
vención socioeducativa.
1) Los profesionales consideran que las características personales que más faci-
litan el trabajo con los jóvenes en dificultad social son, por este orden, las si-
guientes: la empatía, la sensibilidad, la proximidad y cercanía al joven (27,1%); las
habilidades sociales y de comunicación (19,6%); las actitudes de flexibilidad, tole-
rancia y respeto hacia los jóvenes (14%). Se trata de cualidades «en positivo», de
comprensión y apoyo, quedando claramente fuera de las respuestas de los profe-
sionales los planteamientos más referidos al control, la disciplina, la normatividad
rigurosa… que prácticamente no aparecen entre sus opiniones. Se puede apreciar,
además, un acuerdo importante, sólido y cohesionado entre los profesionales a la
hora de valorar esta cuestión.
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

2) Los profesionales que trabajan con este colectivo deben tener experiencia previa en in-
tervención socioeducativa con adolescentes y/o jóvenes en dificultad social. Así lo conside-
ran la inmensa mayoría de los encuestados, y como hemos visto anteriormente,
este es el perfil profesional básico de los profesionales que trabajan en los programas
de empleo estudiados.
3) Los profesionales tienen claro que para trabajar con esta población es importan-
te también tener experiencia previa en orientación profesional/laboral.
4) Los profesionales consideran aspectos básicos en su formación, por este orden:
— La metodología de intervención y, de forma más concreta, las técnicas de
comunicación, habilidades sociales y técnicas de resolución de conflictos
(30,6%).
— El conocimiento de la población con la que se está trabajando, su contex-
to y sus peculiaridades personales, sociales, educativas… (27,8%).
— Los estudios reglados que doten de un marco teórico en CC. Sociales, y de
forma más concreta en Educación, Psicología y Sociología.
5) Los profesionales están de acuerdo en que la elección de uno u otro marco teórico in-
cidirá de forma directa y significativa en la eficacia de la intervención socioeducativa desa-
rrollada. Son el modelo sistémico-complejo-ecológico, el modelo crítico y el cognitivo-con-
ductual los que mayor adhesión concentran. El modelo de competencias es el siguiente en
interés.
6) Los profesionales consideran que su formación no se lleva a cabo con la necesaria
frecuencia y de forma sistemática, lo que supone una grave limitación para el desarro-
llo de la intervención socioeducativa con jóvenes en dificultad social. Máxime
cuando también se reconoce que el educador, con su bagaje personal, su expe-
riencia y formación, es la principal herramienta de trabajo, muchas veces la única,
en este ámbito.

B. Indicadores fundamentales en el tránsito de los jóvenes a la vida


adulta: referencias para la intervención
Preguntados por aquellos indicadores que nos pueden aproximar a un mejor
conocimiento de los resultados de la intervención socioeducativa en este ámbito,
los profesionales mencionan los siguientes:

9
Ver apartado II.3, Parte III.
UNA REALIDAD, DIFERENTES PERSPECTIVAS

1) La estabilidad laboral es contemplada claramente (33,6%) como el primer in-


dicador de éxito en el tránsito a la vida adulta de los jóvenes en dificultad social.
Importante referencia a la hora de establecer nuevas actuaciones, y de valorar la
importancia de los programas de empleo como el que aquí analizamos, claramen-
te centrados en esta tarea.
2) A la estabilidad laboral se le unen la estabilidad emocional y el proyecto de
vida de los jóvenes (15,9%) y una vivienda estable y digna (15%) como indicado-
res principales de un tránsito adecuado a la vida adulta. La presencia de una red so-
cial normalizada y la autonomía de la familia y de las instituciones constituyen otro
grupo de indicadores importantes al respecto.
3) Los hábitos deficitarios en cuanto a la autonomía personal son planteados (42,8%)
como el primer indicador de fracaso para el tránsito a la vida adulta de los jóvenes en di-
ficultad social. A la deficiencia en los hábitos de autonomía personal se añaden la
incapacidad para mantener el empleo (23,8%), las relaciones sociofamiliares con-
flictivas y la presencia de redes sociales manipuladas (16,2%) como elementos
predictores del fracaso en el tránsito a la vida adulta.
4) Se puede establecer una relación significativa estadísticamente entre la pre-
visión real de transición de los jóvenes a la vida adulta por parte de los profesio-
nales, y los diferentes grupos de indicadores que proponen para comprobar el trán-
sito adecuado, y también el fracaso en el tránsito a la vida adulta. Es decir, que sus
respuestas a estos grupos de ítems son muy coherentes y consistentes grupalmente a la hora
de establecer este tipo de relación.

C. La eficacia de la intervención socioeducativa


1) Los profesionales consideran mayoritariamente que la intervención socioeducati-
va es eficaz y favorece el tránsito a una vida adulta independiente y responsable de
los jóvenes en dificultad social (puntuación de 8,5 sobre 10, ds 1,699). Sin embar-
go en torno a la tercera parte de los profesionales encuestados opina que los jóvenes en di-
ficultad social o bien no transitan de forma adecuada a la vida adulta, o bien sucumben a
los riesgos de la exclusión social a los pocos años de abandonar los programas que les atien-
den.
2) Los aspectos de la intervención socioeducativa que los profesionales considera más efi-
caces para conseguir el tránsito adecuado de los jóvenes en dificultad social a una
vida adulta independiente y responsable son, por orden de prioridad:
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

— Fomentar habilidades de autonomía.


— Dar protagonismo a los adolescentes y jóvenes.
— Cuidar la relación entre los educadores y los jóvenes.
— Realizar una buena planificación y coordinación de actuaciones.
— El propio trabajo del educador y su formación.

3) Para los profesionales, los principales obstáculos, impedimentos o limitaciones


más frecuentes en este tipo de intervención socioeducativa son, en este orden:
— La falta de apoyos y recursos institucionales.
— La descoordinación entre los recursos existentes.
— La falta de motivación del joven.
— Un entorno sociofamiliar que obstaculiza la intervención.

4) Los principales aspectos que, según los profesionales, pueden definir una in-
tervención socioeducativa inadecuada y/o poco eficaz son, en este orden:
— Una intervención parcelada sobre la situación del joven.
— La descoordinación de recursos.
— Una intervención socioeducativa de tipo asistencial o paternalista.
— Una relación entre educadores y jóvenes escasamente equilibrada y es-
tructurada.
— El trazado de objetivos y/o itinerarios poco realistas.

5) En cuanto a los resultados esperados tras la intervención, los profesionales


coinciden en que:
— Los jóvenes tienen los conocimientos necesarios para la búsqueda activa de
empleo.
— No han adquirido, sin embargo, un nivel adecuado de capacitación para
mantener el puesto de trabajo y adaptarse a los requerimientos de éste. Tra-
bajar más detenidamente este aspecto será clave para el tránsito adecuado a
una vida independiente.
UNA REALIDAD, DIFERENTES PERSPECTIVAS

— Aunque al inicio de la intervención socioeducativa, los profesionales «suspenden»


a los jóvenes, valorando negativamente la firmeza de sus valores éticos (3,2;
ds 1,45) y aún de forma más baja su comportamiento social responsable
(2,9; ds 1,48), después de la intervención socioeducativa consideran que los jó-
venes llegan a alcanzar un comportamiento social responsable (5,8; ds 1,13) y unos
valores éticos firmes» (5,6; ds 1,26). En resumen, los profesionales están bas-
tante de acuerdo al apreciar que la intervención socioeducativa produce
cambios significativos en el comportamiento social responsable y en la
adquisición y consolidación de unos valores éticos más firmes de los jóve-
nes en dificultad social.
6) Los profesionales valoran como aceptable, aunque muy mejorable, la motivación
y la actitud activa y participativa de los jóvenes en dificultad social en la intervención
socioeducativa que se desarrolla con ellos.
7) Al estudiar la relación entre lo que los profesionales consideran una inter-
vención eficaz y diferentes indicadores y variables sobre la intervención socioe-
ducativa, encontramos los siguientes aspectos de interés:
— La variables «motivación y participación de los jóvenes» y su «asistencia voluntaria a
los programas de empleo» muestran una asociación significativa entre sí como
grupo predictor de la eficacia en la intervención, es decir que son conside-
rados por los profesionales elementos fundamentales para que la intervención sea
eficaz, y para que se produzca el tránsito adecuado a la vida adulta.
— Fomentar las habilidades de autonomía, la relación entre educador/a y educando y
facilitar la inserción laboral son aspectos muy valorados por los profesionales
como indicadores de una intervención eficaz.
— Los profesionales relacionan claramente la eficacia en la intervención con
los resultados de ésta en cuanto a la capacidad de los jóvenes para tomar la ini-
ciativa necesaria para la búsqueda activa de empleo, así como los conocimientos
necesarios para ello, pero no ocurre lo mismo en relación a la capacidad de
los jóvenes para mantener el puesto de trabajo y adaptarse a los requeri-
mientos de éste, aspecto que los profesionales no consideran logrado por la
intervención socioeducativa, como vimos ya anteriormente.
— Si contrastamos la relación existente entre la eficacia de la intervención y la
adecuación de los espacios físicos al tipo de actividad desarrollada, vemos
que no existe para los profesionales una relación directa y significativa
entre ambas cuestiones.
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

— Un elemento que mejora la eficacia de la intervención es el trabajo coor-


dinado e interdisciplinar entre los profesionales que trabajan con los jóve-
nes en dificultad social; sin embargo los profesionales dejan fuera de esa ta-
rea —no valoran su eficacia para la intervención— a las actividades de
coordinación entre los recursos específicos de inserción sociolaboral y
otros recursos sociales y educativos.

D. Los recursos
1) Para los profesionales, ni los recursos económicos destinados a este tipo de inter-
vención socioeducativa (inversiones en salarios, infraestructuras, materiales…) y a favorecer el
tránsito a la vida adulta de los jóvenes en dificultad social son suficientes, ni se consideran ade-
cuados los recursos destinados específicamente a los jóvenes en dificultad social inmigrantes. En
general, ningún tipo de recurso alcanza el aprobado: ni los dedicados a los jóvenes
en dificultad social con problemas de discapacidad (4,03, sobre 10), ni los facilitados
para la atención a jóvenes de otras etnias (gitanos y otra población no inmigrante)
(3), a los/las jóvenes con cargas familiares (3,31), a los que tienen problemas de to-
xicomanía (3,61) o a los que se encuentran cumpliendo medidas judiciales (4,08).
2) A la pregunta más genérica sobre si los recursos socioeducativos destinados
a favorecer el tránsito a la vida adulta de los jóvenes en dificultad social están di-
versificados y son adecuados para atender a las diferentes situaciones que pueden
presentarse, la respuesta es de nuevo una calificación inferior al aprobado: 3,9.
3) La Administración debe mantener los recursos de intervención socioeducativa para fa-
cilitar el tránsito a la vida adulta de los jóvenes en dificultad social después de que es-
tos hayan cumplido la mayoría de edad. Esta es una conclusión respaldada por la
mayoría de los profesionales (valoración de 9,14 sobre 10) y, como ya hemos visto,
por investigaciones anteriores. La práctica nos muestra cómo estas ayudas fluctúan de
forma importante en función de los cambios en las Administraciones, y que en ge-
neral están menos extendidas de lo que se requeriría. Los profesionales dan gran im-
portancia a un tema que les preocupa enormemente, que enraíza directamente
con las propuestas de solidaridad intergeneracional y de sostenibilidad social y eco-
nómica, y que además tiene claras implicaciones profesionales y laborales para ellos.

E. Flexibilidad en la intervención
1) Muchos jóvenes en dificultad social asisten a los centros y programas de inserción so-
ciolaboral de forma voluntaria, pero otros muchos no lo hacen así. Esto supone el des-
pliegue de toda una serie de técnicas para «enganchar» a los jóvenes al Programa
UNA REALIDAD, DIFERENTES PERSPECTIVAS

que solo pueden desarrollarse con una flexibilidad importante en los compromisos
adquiridos y la exigencia de su cumplimiento.
2) El grado de exigencia de los profesionales hacia los jóvenes en el cumplimiento de
los compromisos adquiridos por estos últimos es, en general, calificado de «mode-
rado». Efectivamente no puede ser de otro modo si se pretende la participación de
los jóvenes en la toma de decisiones sobre su propio futuro y a la vez establecer
una relación empática con ellos. Esta moderación indica la presencia de actitudes
flexibles, que mantienen un grado medio de exigencia pero que permiten mante-
ner relaciones personales agradables y ofrecen al joven un grado de protagonismo
aceptable, algo que no puede admitir la rigidez educativa pero que sí requiere del
compromiso y de la responsabilidad en su cumplimiento.
3) La flexibilidad en el diseño de itinerarios está directamente relacionada con el interés
por la participación de los jóvenes en la toma de decisiones sobre su futuro personal, social y
laboral, junto a los educadores y otros profesionales que trabajan con ellos. Esta flexibilidad
se ve reforzada por la exigencia de los profesionales hacia los jóvenes para que éstos cumplan
los compromisos adquiridos. Es un conjunto de posicionamientos y un planteamien-
to de la relación educativa que se muestra de forma muy coherente en las res-
puestas ofrecidas al cuestionario, muy compacto, y que el grupo de profesionales
parece tener muy asumido.
4) Los profesionales plantean también cómo ellos mismos disponen muy limi-
tadamente de recursos, estrategias y de la flexibilidad suficiente para abordar situaciones im-
previstas o inciertas (5,14 sobre 10), una parte importante de las situaciones que se
pueden encontrar cotidianamente.
5) Existe una fuerte asociación entre el conocimiento del entorno —en sus distintos as-
pectos— por parte de los profesionales, su capacidad para disponer de recursos y estrategias
ante lo imprevisto o lo incierto, y su disposición a diseñar estrategias e itinerarios flexibles,
adaptados a las necesidades y posibilidades de cada joven. Esto parece ser así excepto en
lo que respecta al conocimiento del entorno familiar y del entorno educativo de
los jóvenes por parte de los educadores, dos ámbitos que parecen escapar a la po-
sibilidad de manejar estrategias flexibles y de reaccionar ante situaciones inciertas,
sin duda por el bajo conocimiento que de ellos tienen estos profesionales.

F. Evaluar
1) Un elemento en el que la mayoría de los profesionales coincide a un nivel
muy alto (8,94, ds 1,45) es la necesidad de hacer evaluaciones periódicas de la situación en
que se encuentran los jóvenes en dificultad social después de finalizada la intervención so-
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

cioeducativa con ellos. Hay que matizar esta necesidad de realizar evaluaciones pe-
riódicas una vez finalizada la intervención, ya que los profesionales la ven necesaria
pero sin embargo no la relacionan directamente con la mejora de la eficacia en la intervención
socioeducativa.
2) Los profesionales ven muy conveniente, por otra parte, la evaluación inicial,
de proceso y de resultados de la intervención socioeducativa mientras el joven está
participando en el programa (5,72, 6,14 y 6,22 respectivamente). Pero solo la eva-
luación inicial es relacionada por los profesionales con la eficacia en la intervención socioedu-
cativa, lo que limita el valor de la evaluación y lo restringe al periodo inicial del
proceso de intervención. Así, la evaluación queda planteada «formalmente», pero
no se valora su utilidad directa en el proceso de intervención, y por lo tanto es in-
corporada de forma muy limitada como parte de la cultura habitual de los profe-
sionales que trabajan en este ámbito.

G. Trabajar con las familias y los jóvenes


El tema de la intervención familiar es una «tarea pendiente» en este ámbito, y
así lo revelan también los propios profesionales en sus respuestas.
1) Los profesionales que trabajan con esta población están más centrados en los conoci-
mientos en torno a las instituciones y recursos (enseñanza, trabajo, protección) que en el co-
nocimiento más en profundidad de la realidad social, familiar y personal del o de la joven.
2) Se considera muy bajo el nivel de participación y de colaboración de las familias de
los jóvenes en dificultad social en las actuaciones planteadas para facilitar su tránsito
a la vida adulta. Es significativo, en este sentido, que estos programas tampoco es-
tán orientados ni dedican espacios importantes de trabajo a la intervención con fa-
milias, que se reconoce como uno de sus puntos débiles, y que se relaciona direc-
tamente con esta percepción de los profesionales.
3) Como propuestas de actuaciones a emprender con las familias de los jóve-
nes en dificultad social, los profesionales aportan las siguientes:
— Actuaciones desde la educación y orientación familiar (30,6%).
— Búsqueda de la corresponsabilidad familiar en la intervención.
— Participación de todos los actores sociales (22,2%).
— Flexibilidad de la intervención en función de las características de cada caso
concreto (22,2%).
— Apoyo directo al joven y a la familia durante el proceso de transición (13,3%).
UNA REALIDAD, DIFERENTES PERSPECTIVAS

Respecto a la intervención con jóvenes encontramos algunas conclusiones


interesantes:
4) Preguntados acerca del tipo de relación que suele establecerse entre los jó-
venes en dificultad social durante la intervención socioeducativa, como elemento
de referencia para el trabajo con el grupo, los profesionales describen este tipo de
relación como:
— De cercanía, complicidad y amistad (44,4%).
— De cooperación, apoyo y solidaridad (19,4%).
— De respeto (13,9%).
— Las tres primeras suponen el 80% de las respuestas ofrecidas por los profe-
sionales, mientras que el 20% restante hace referencia a relaciones o bien
defensivas e inseguras, o bien negativas: superficiales, inconstantes (7,8%),
de incertidumbre y desmotivación, de dependencia, utilitaristas…
5) Es clara la limitación, inherente a estos programas y a este tipo de pobla-
ción juvenil, que plantea el escaso interés de los jóvenes en dificultad social por estudiar
y mejorar su nivel formativo, aspecto que se relaciona directamente con sus posibi-
lidades de acceso a un mercado laboral mejor remunerado y valorado social-
mente.
6) Hay una ausencia manifiesta de redes sociales de apoyo (recursos sociales dife-
rentes de los institucionales) para los jóvenes en dificultad social, especialmente
notoria cuando éstos se encuentran en problemas. Esta es otra de las tareas bási-
cas de una intervención socioeducativa que pretenda lograr el tránsito de los jó-
venes a una vida adulta independiente y responsable, que no puede considerar-
se como tal sin una red de apoyo social más o menos estable y fiable en torno al
joven.

H. Algunos aspectos en los que los profesionales educadores


no se ponen de acuerdo
Una serie de cuestiones concentran el mayor índice de variabilidad en las res-
puestas, es decir, suponen aspectos en cuya valoración los educadores no se ponen
de acuerdo:
1) La conflictividad de los jóvenes en dificultad social en las relaciones con sus educadores

(X 4,75). Las opiniones se contraponen, y mientras algunos educadores consideran
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

que esto es así, y que los jóvenes son muy conflictivos con sus educadores, otro
grupo considera lo contrario. Es este un tema de gran interés, y en el que sería in-
teresante profundizar, ya que afecta directamente a la efectividad en la intervención
socioeducativa, aunque la explicación a esta respuesta es verdaderamente comple-
ja, e incorpora sin duda tanto elementos perceptivos y formativos como la propia
experiencia personal y social, las expectativas depositadas en la tarea socioeducati-
va, el apoyo sentido y/o el facilitado realmente por el equipo educativo, la difi-
cultad de las casuísticas abordadas, o del contexto social donde se trabaja… Quie-
nes mejor conocen a estos jóvenes, los más «difíciles» sin duda para el trabajo
socioeducativo, y que proceden de contextos sociales extremadamente complejos
y muy problemáticos, nos transmiten la idea no solo de que muchos de ellos no
son en absoluto conflictivos, sino también de que se puede trabajar con ellos y ob-
tener resultados tan importantes como el logro de su transición a una vida adulta
independiente y responsable.
2) Los jóvenes en dificultad social desarrollan empleos relacionados con la formación que
han recibido. La X– de 5,14, una ds de 2,428 y unas puntuaciones que fluctúan entre
1 y 10 indican la existencia de opiniones muy diversas al respecto.
3) Los educadores y profesionales que trabajan directamente con los jóvenes en dificultad
social conocen su entorno familiar. Los aspectos de la intervención a que se refiere esta
variable tienen mucho que ver con lo que, desde los planteamientos metodológi-
co de la entidad, son espacios formativos claros a desarrollar.

12.5. LO QUE VALORAN LOS EMPRESARIOS

Objetivo 5.o Conocer la incidencia y la valoración de los programas de inserción sociolaboral en el ám-
bito empresarial: sus debilidades, fortalezas y posibilidades10.

A. El Programa de empleo, un recurso útil para encontrar


jóvenes trabajadores
1) Como manifiestan los propios empresarios, éste es un tipo de programa que
se conoce básicamente por iniciativa de los propios educadores y participantes en
él —«contactaron con nosotros, puse un anuncio y me llamaron…» (61% de los

10
La información reflejada sobre este objetivo ha sido obtenida del cuestionario a empresarios.
UNA REALIDAD, DIFERENTES PERSPECTIVAS

casos)—, y también a través del contacto boca a boca, del contacto directo entre
personas que se conocen (familiares, amigos) (13,5%).
2) En cuanto a los recursos a través de los que la empresa busca a los futuros
jóvenes empleados, los empresarios señalan que:
— El recurso más importante a través del que la empresa busca a sus futuros
jóvenes empleados es la prensa escrita y sobre todo la prensa especializada
en temas de empleo (21% de los casos).
— Los programas de empleo son un segundo recurso (17%), que algunos
empresarios han utilizado también como único recurso.
— Internet, el INEM, y diversas instituciones públicas y privadas vienen fi-
nalmente a completar un panorama amplio y variado de posibilidades para
que la empresa se ponga en contacto con sus futuros trabajadores.
3) Sin ser el recurso más utilizado, los programas de empleo se sitúan con claridad como
el recurso más eficaz y útil para los empresarios (29,9%), superando a otros mucho más
extendidos como la prensa escrita (20%) o el «boca a boca» entre familiares y ami-
gos (15,9%). Esto indica una magnífica adaptación del funcionamiento del Pro-
grama a las expectativas y necesidades de los empresarios, y una utilización cre-
ciente de él en el ámbito empresarial.

B. Los empresarios valoran los servicios prestados a las empresas


por el Programa de empleo para jóvenes: altas calificaciones
y algunos cambios necesarios
1) Los empresarios consideran el Programa muy útil, tanto para ellos mismos como para
los jóvenes con los que trabajan. La dispersión encontrada en sus respuestas es muy
baja, prácticamente inexistente, lo que viene a ratificar su elevada valoración (98,9%).
2) Por abrumadora mayoría (98,9%; solo un empresario de ochenta y siete no
lo haría), los empresarios interrogados continuarían contratando a través de este
Programa de empleo.
3) En concreto los servicios más valorados, con puntuaciones muy próximas al
sobresaliente, son el acompañamiento inicial a los jóvenes, la amabilidad y cercanía de los
educadores y la atención personalizada al empresario (esta última con mayor variabilidad
en las respuestas).
4) La selección de candidatos para la empresa es el servicio menos valorado, aunque la
dispersión en las valoraciones es grande y la puntuación ronda el notable.
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

5) En general todas las valoraciones son de «notable alto» y —excepto dos de


ellas— superan el 7,5 sobre 10, lo que indica una muy elevada valoración por par-
te de las empresas a la atención recibida desde los programas de empleo.
6) Se puede apreciar un elevado interés del empresario por este tipo de acti-
vidades, y sobre todo un gran interés por las llamadas y visitas de seguimiento que rea-
lizan los educadores cuando los jóvenes se encuentran ya trabajando. En esta va-
riable la dispersión en la respuesta es prácticamente nula: 86 de los 87 empresarios
que respondieron a la pregunta (98,9% de los casos) opinan lo mismo. Este es uno
de los puntos de referencia del trabajo desde los programas que manejan estrategias flexibles,
y que a su vez los diferencia de otros recursos y programas similares.
7) El interés del empresario por el acompañamiento del joven a la primera en-
trevista y el interés del empresario por las llamadas/visitas de seguimiento de los jó-
venes empleados se relacionan inversa y significativamente con la puntuación
que dan a los jóvenes en su trabajo. Así, cuanto mayor es esa puntuación, menor es
el interés de los empresarios por los dos elementos —acompañamiento y segui-
miento— citados, y viceversa.
8) Prácticamente las dos terceras partes de los empresarios (65,5%) consideran
que este programa funciona bien así, y un tercio de ellos piensa que el funciona-
miento del programa se puede mejorar.
9) Más de un tercio de los empresarios consideran como lo mejor de los
programas el apoyo y ayuda que prestan a los jóvenes (35,4%) y pone de relieve
su interés por el carácter social del ingreso de los jóvenes en el mundo del trabajo, y su vi-
sión solidaria de la labor de los educadores y la intervención socioeducativa con
jóvenes en dificultad social. En segundo lugar (18,5%) reflejan otro elemento re-
levante, esta vez para ellos y su empresa, como es la facilitación de la contrata-
ción y la ayuda que los programas prestan al empresario para seleccionar a sus
trabajadores. Un tercer elemento especialmente valorado es la buena atención re-
cibida por las empresas desde los programas y sus profesionales (15,4%), lo que
muestra un buen clima de trabajo entre ambos y sin duda tiene sus repercusiones
en la facilitación del empleo y de la continuidad en él a los jóvenes avalados por
los programas.
10) Los empresarios que están menos satisfechos con el trabajo de los jóvenes son
quienes opinan con más fuerza que habría que mejorar el Programa, o dicho de otro
modo, las puntuaciones elevadas al trabajo de los jóvenes hacen disminuir la de-
manda de mejora del programa.
UNA REALIDAD, DIFERENTES PERSPECTIVAS

C. Los planteamientos de mejora de los empresarios pasarían por:


1) En primer lugar, un mayor control del programa de empleo en la selección
inicial de candidatos, buscando un mayor ajuste entre las características del candi-
dato y las necesidades de la empresa.
2) El segundo grupo de propuestas de mejora no es tal, sino que más bien
hace referencia a una «queja» sobre las actitudes y comportamientos de los jóvenes
en el trabajo. Esto viene a mostrar por una parte la relación entre una buena se-
lección y un buen desempeño laboral, y por otra refleja algunos comportamientos
que pueden inicialmente ser característicos de los jóvenes de este tipo de progra-
mas de empleo.
3) El seguimiento de los jóvenes en el trabajo, es decir con el apoyo directo al
empresario en el proceso de adaptación de los jóvenes a sus puestos de trabajo,
junto a su formación y al asesoramiento y apoyo directo al empresario en cues-
tiones laborales.

D. Algunas opiniones críticas


1) Poco más de la quinta parte de los empresarios opinan que los jóvenes no
desean trabajar, que se adaptan mal a los puestos de trabajo, que no están prepara-
dos para ello.
2) Es relevante que, del 32% de los empresarios que piensan que algo no fun-
ciona en este tipo de programas, sólo un 22% aporta elementos críticos, ya que el
9% restante opina que no hay nada que vaya mal.
3) Un 6,9% de las opiniones se refieren a los problemas para seleccionar, y
también para encontrar, personal adecuado para su empresa. Este es un inconve-
niente, pero también una ventaja para el Programa de empleo, pues al parecer los
empresarios perciben que no es fácil conseguir el personal que necesitan para sus
empresas, ni tampoco este abunda en el mercado de trabajo.
4) Aunque en un pequeño porcentaje (3,4%), no habría que desdeñar la ne-
cesidad que plantean los empresarios de un mayor seguimiento de los jóvenes que
han sido empleados, algo que coincide con la valoración baja sobre este aspecto de
la intervención por parte de los empresarios que ya constatamos anteriormente.
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

E. Contratar Jóvenes: entre la solidaridad


y el beneficio económico
1) Para los empresarios, la utilidad de los servicios prestados por el programa está di-
rectamente relacionada, y de forma muy intensa, con su valoración del rendimiento final de
los jóvenes en su empresa. Perciben así a los jóvenes y al Programa de empleo como
un todo difícilmente disociable. No parece haber sin embargo solamente un
componente económico en el interés de los empresarios por contratar jóvenes en
dificultad social; la búsqueda de buenos resultados económicos en el rendimiento
de trabajo no es el único elemento que hace que los empresarios contraten a este
tipo de población, o al menos los resultados que ellos esperarían obtener con unos
empleados «modelo».
2) Es interesante comprobar cómo los empresarios relacionan directamente la uti-
lidad de los programas de empleo con sus dificultades para seleccionar candidatos para la em-
presa, y cómo ésta se convierte así en su principal demanda.
3) Los empresarios consideran de forma mayoritaria (puntuación de 7,35 sobre
10) que la contratación de jóvenes, supone una «inversión de futuro», y no tanto un ahorro
económico (5,8) —aunque «también»— o una mejora sobre la contratación de per-
sonas de más edad (5,8). Hay que tener en cuenta que los jóvenes son una buena
opción para los empresarios: por término general no demandan salarios elevados
(69%), aunque tampoco aceptan cualquier tipo de trabajo (70%). Por otra parte,
también hay que contemplar que los empresarios relacionan directamente la responsabi-
lidad, la capacidad de iniciativa y las ganas de aprender que desean de sus empleados, con la
preferencia a trabajar con jóvenes.
4) Como veíamos de forma más extensa en las conclusiones referidas al Ob-
jetivo 2 de la investigación, los empresarios manifiestan mayoritariamente (78%) que las
empresas pueden ayudar a los jóvenes con problemas sociales a través de un empleo que
favorezca su socialización, apoyándoles y dándoles una oportunidad para integrar-
se laboralmente, haciendo que se sientan integrados socialmente y ayudándoles a
entender que tienen algo que aportar a la sociedad.
5) Sin embargo los mismos empresarios se muestran poco dispuestos a contratar jóvenes
que hayan tenido o que tengan medidas judiciales (un 55,6% no les contrataría),
jóvenes con problemas de consumo de sustancias tóxicas (un 34% no les contra-
taría), menores de edad (un 31% no les contrataría), jóvenes con minusvalía (un
29% no les contrataría) o jóvenes de otras etnias (un 28% no les contrataría), y
muestran algunas reticencias para contratar a mujeres con hijos (un 14% no las
UNA REALIDAD, DIFERENTES PERSPECTIVAS

contrataría), estudiantes (un 13% no les contrataría) y mujeres en general (un


12% no las contrataría). Es significativa además la existencia de mayores inconve-
nientes en contratar mujeres con hijos cuanto menor es el tamaño de la empresa.
6) Los sectores de confección-textil, mecánica, servicios, artes gráficas y hostelería opinan
mayoritariamente que las empresas pueden ayudar a los jóvenes con problemas sociales,
mientras que esta visión es menos compartida desde sectores como alimentación,
construcción o jardinería. Por otra parte, los sectores de alimentación, textil, hostelería,
comercio y jardinería son los más proclives a contratar a menores de edad, mientras que no
lo son tanto en los sectores de la construcción, electricidad, servicios, mensajerías
y telemárketing.

F. Sobre la formación previa y las prácticas formativas


en la empresa: la opinión de los empresarios
1) Las respuestas a la pregunta sobre si la formación previa es importante a la
hora de seleccionar a los jóvenes para el puesto de trabajo muestran una gran dis-
persión, aunque finalmente la valoración media sobre la importancia de la formación pre-
via al proceso de selección resulte elevada (7,7).
2) Se puede apreciar una mayor consideración de la importancia de la formación pre-
via para la selección de personal en los sectores de hostelería, construcción, servicios,
mensajería, telemárketing y mecánica.
3) Los empresarios que más valoran a sus jóvenes en el trabajo son quienes dan también
más valor e importancia a la formación previa como elemento de selección de los jó-
venes para el puesto de trabajo.
4) Una amplia mayoría de empresarios —dos tercios del total (72%)— están
dispuestos a desarrollar prácticas formativas en el seno de la empresa, y un 85%
de empresarios están también dispuestos a atender a jóvenes aprendices en su
empresa.
5) Los empresarios ven íntimamente unidas las prácticas formativas en la empresa y la
posibilidad de tener jóvenes aprendices en ellas, con la importancia de la formación previa de
los jóvenes a emplear. También se puede comprobar que la formación en la empre-
sa es más demandada por aquellos empresarios que mejor valoración tienen de sus
jóvenes empleados.
CAPÍTULO 13
DISCUSIÓN Y PROPUESTAS: XXI ESCENARIOS PARA CONSTRUIR
UNA SOCIEDAD SOSTENIBLE

Acompañar a los adolescentes y jóvenes con mayores dificultades para transitar


a una vida adulta independiente y responsable es una tarea compleja, sensible, dura
y cargada de futuro. Tener la oportunidad y el valor de intervenir en un momen-
to crucial de la vida de las personas, en un escenario vital para la sociedad y para su
futuro, comporta una gran responsabilidad, una carga de riesgo, y la necesidad de
comprobar, al cabo del tiempo, que el trabajo realizado sirvió para cambiar la
realidad, para aproximarnos a una sociedad más justa, equilibrada, sostenible.
Investigar acerca de todo ello es parte de esa necesidad, la necesidad de cono-
cer, de saber, de contemplar en la distancia para qué sirvió ese gran esfuerzo social
y personal. Y requiere, en último extremo, un esfuerzo de síntesis y el valor aña-
dido de proponer escenarios de futuro, muchos compartidos ya por quienes co-
nocen muy bien el decorado, otros intuidos pero no explicitados, necesitados de
debate, contraste y reflexión, finalmente algunos que pueden sorprender. En
cualquier caso todos ellos comprensibles, asequibles, manejables, desde la idea de
que la investigación es parte y alimento de la acción realmente transformadora.
Conclusiones y propuestas para la discusión, que se iniciaron con el nuevo siglo y
con una sociedad en cambio, gran decorado global para un acto vital y siempre
presente: el tránsito de la adolescencia a la vida adulta.
A continuación, sintéticamente, se recogen en un mismo escenario las pro-
puestas que se explican por las principales conclusiones obtenidas en la investiga-
ción.

I. Gestionar la transversalidad del programa, su espacio privilegiado como


punto nodal y emergente del sistema

Los programas de empleo son programas transversales y, como tales, espacios


emergentes del sistema de atención y protección a los adolescentes y jóvenes en di-
ficultad social. Desde ellos se tiene contacto con una amplia red de instituciones,
entidades y empresas, lo que les se sitúa en un punto nodal, en uno de los focos del
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

esfuerzo que se desarrolla en nuestra sociedad para integrar a esta población, para
convertirla en colectividad adulta independiente y responsable, ayudando así a
construir de forma sostenible y equilibrada la sociedad del futuro.

II. Incrementar la coordinación interinstitucional, especialmente


entre el Programa de empleo y el sistema de protección,
y trabajar conjuntamente los aspectos deficitarios observados

Como hemos visto anteriormente, los profesionales sitúan la coordinación


interinstitucional como una necesidad de la intervención socioeducativa en este
ámbito, reclamando mayores esfuerzos de los realizados hasta ahora en ese sentido.
Un primer espacio de coordinación a potenciar es el que se establece entre los pro-
gramas de empleo y los centros de menores.
Los propios jóvenes expresan opiniones poco coincidentes sobre su percepción
global del sistema de protección de menores y el programa de empleo, siendo és-
tas contradictorias frecuentemente. Así, muchos de los jóvenes que opinan que es-
tar en protección de menores «no sirvió de nada especial», valoran sin embargo de
forma importante la búsqueda y mantenimiento del empleo en el programa. Y vi-
ceversa, los jóvenes que se han encontrado a disgusto en el programa de empleo,
se encontraban a gusto en protección de menores, donde aprendieron a madurar y
a avanzar hacia la autonomía y la independencia, a convivir y a relacionarse, según
afirman ellos mismos.

III. Gestionar mayores apoyos institucionales —vivienda, empleo, becas


de formación…— para este grupo de población, en el inicio de su
emancipación y durante los primeros años de tránsito a la vida adulta

El salario medio de los jóvenes entrevistados es de unos mil euros. Con él, la
mitad de los jóvenes entrevistados manifiestan ser capaces de cubrir sus gastos co-
rrientes, mientras que un tercio de ellos lo hace con dificultad, y el resto no es ca-
paz de hacerlo.
Cuando estas dificultades son importantes, recurren sobre todo a familiares y
amigos, y con menor frecuencia a sus parejas y a educadores que conocieron en su
tránsito por los dispositivos sociales. Uno de cada cuatro jóvenes no tiene, sin em-
bargo, nadie a quien recurrir, y debe resolver estos problemas por sí mismo.
DISCUSIÓN Y PROPUESTAS: XXI ESCENARIOS PARA CONSTRUIR UNA SOCIEDAD SOSTENIBLE

Para estos jóvenes, poder ser autónomo, independiente, sentirse libre para
tomar sus propias decisiones, ser capaz de valorar los cambios en su vida y de adap-
tarse a ellos han constituido lo más agradable de su tránsito a la vida adulta.
Aprendizajes que valoran enormemente, y que han construido, en gran medida, a
partir del trabajo socioeducativo de los programas de empleo y de los recursos del
sistema de protección, como ellos mismos reconocen.
La contrapartida se encuentra en la sensación de soledad, tener que «salir ade-
lante solo/a», la falta de apoyos externos para ello, que han constituido la realidad
cotidiana más dura para estos jóvenes, a la salida de los dispositivos institucionales
de atención y protección. La inestabilidad laboral y los problemas con la vivienda
completan un panorama poco deseable, y apuntan a la necesidad de recursos que
mantengan los logros obtenidos con los programas sociolaborales, y que ayuden a
los jóvenes a efectuar el tránsito a la vida adulta más allá de los dieciocho años,
edad a la que muchos de ellos quedan en esta situación.
Hay, sin embargo, una ausencia manifiesta de recursos institucionales de apo-
yo para estos jóvenes, especialmente notoria cuando se encuentran en situaciones
difíciles económica o socialmente. Para los profesionales que trabajan en este ám-
bito, ni los recursos económicos destinados a este tipo de intervención socioedu-
cativa (inversiones en salarios, infraestructuras, materiales,…) y a favorecer el
tránsito a la vida adulta de los jóvenes en dificultad social son suficientes, ni se con-
sideran adecuados los recursos destinados específicamente a los jóvenes en dificul-
tad social, especialmente cuando se trata de jóvenes inmigrantes, discapacitados,
con cargas familiares o con problemas con las drogas o con la justicia.

IV. Tras los buenos resultados alcanzados con ella, habría que mantener y
profundizar en la línea de trabajo y la metodología sobre socialización
e inserción sociolaboral de los jóvenes en dificultad

Tres de cada cuatro jóvenes entrevistados considera que la vida les va bien o
muy bien. El grado de «satisfacción existencial» de los jóvenes españoles es un poco
más elevado, pero teniendo en cuenta el cúmulo de problemas y dificultades
añadidas a que debe enfrentarse la población de jóvenes en dificultad social, la pro-
porción parece más que esperanzadora.
La inmensa mayoría de los jóvenes entrevistados ha realizado un tránsito a la
vida adulta con el que se muestran conformes, y valoran mucho mejor su situación
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

actual que la que tenían en su periodo de dependencia del sistema de protección.


Se sienten responsables e independientes, autónomos, y esto aproxima la idea
del buen funcionamiento de las instituciones en este sentido, planificadas para ob-
tener este tipo de resultado, mejorando ostensiblemente la situación de una po-
blación en grave riesgo de marginación e inadaptación social.
Las trayectorias fallidas también existen, pero en una proporción muy baja. Hay
una tónica general de ausencia de conflicto y de problemas sociales o de salud gra-
ves entre los jóvenes entrevistados, aunque con la presencia de casos aislados y si-
tuaciones puntuales de problemática y/o conflictividad importantes.
La mayoría de los jóvenes entrevistados afirma también llevarse bien o muy
bien con las personas con las que conviven; manifiestan tener un mundo de rela-
ciones estable y muestran una adecuada socialización y una red de apoyo social
amplia. De hecho dos terceras partes de ellos mantiene aún una relación periódi-
ca y fluida con personas que conocieron en los programas de empleo y en los cen-
tros y servicios de protección de menores, tanto educadores/as, como antiguos
compañeros, que en algún caso se han convertido en amigos, novios/as o com-
pañeros de trabajo.
Estos jóvenes se encuentran, en términos generales, a gusto en su trabajo;
consideran que lo desempeñan adecuadamente, les gusta lo que hacen, y valoran el
buen ambiente existente en la empresa. Mantienen, además, un buen nivel de au-
tonomía doméstica, responsabilizándose y realizando las tareas del hogar, como co-
cinar, hacer la compra, hacer la limpieza, planchar…
Entre sus principales preocupaciones se encuentra todo lo relacionado con el
mundo del trabajo y la ocupación profesional, su situación económica y los bienes
materiales de que disponen, su situación personal y su estabilidad emocional y, es-
pecialmente, su capacidad de mantener una vida independiente. Aunque preocu-
pados por las relaciones personales, familiares, de amistad, de pareja… lo están mu-
cho menos que la media de los jóvenes españoles, y tampoco sienten especial
atracción por las diversiones y viajes.
Los tres pilares básicos de sus vidas: trabajo, vivienda y estabilidad personal, son
sus principales intereses, y son también la base de las actuaciones educativas y so-
ciales que se desarrollan con ellos desde los programas de empleo.
DISCUSIÓN Y PROPUESTAS: XXI ESCENARIOS PARA CONSTRUIR UNA SOCIEDAD SOSTENIBLE

V. Mantener la línea de intervención educativa y social sobre cultura


del trabajo, muy coherente con la realidad de estos jóvenes
y con sus necesidades presentes y futuras

Los jóvenes consideran mayoritariamente que el trabajo es muy importante


para poder vivir como una persona adulta independiente y responsable. Práctica-
mente todos ellos afirman que el trabajo es importante, que es una actividad vital,
insustituible, y que te hace responsable e independiente, te ayuda a convertirte en
una persona adulta, autónoma, equilibrada.
Para uno de cada tres jóvenes entrevistados, el mundo del trabajo es la principal
preocupación, mientras que esto solo le ocurre a uno de cada diez jóvenes españoles.
Las razones son obvias: su forzado y temprano tránsito a la vida adulta, la ausencia o
la debilidad de los apoyos externos en momentos de dificultad, la incertidumbre de
su futuro si no acceden de forma estable a recursos económicos propios…

VI. Los resultados sobre el empleo de los jóvenes pueden considerarse muy
buenos, para este sector de población, pero es importante profundizar
en el mantenimiento y la estabilidad en el empleo

Dos tercios de los jóvenes entrevistados se encontraban trabajando, y poco más


de un tercio de ellos se encontraba sin trabajo. Si tenemos en cuenta estos datos, la
tasa de paro de los jóvenes en dificultad social es alta en comparación con la media
europea; casi la duplica. Sin embargo, dadas las especiales condiciones de acceso al
empleo de estos jóvenes, el porcentaje de ocupación no es una mala noticia, más
bien al contrario. Hemos de tener en cuenta que en este grupo de población las
trayectorias no lineales y fallidas se incrementan; se trata de una población con una
gran movilidad, que cambia con cierta facilidad de lugar de residencia, de trabajo
y también de núcleo de convivencia. Añadido a esto, encontramos que la pobla-
ción investigada es aún bastante joven, entre los 19 y los 22 años, una etapa en la
que aún se está «construyendo» esa transición a la vida adulta, y la estabilidad en el
trabajo no es fácil de conseguir.
Evidentemente no basta con tener un empleo; hay que mantenerlo. Y en este
sentido podemos apreciar como el empleo es todavía precario para tres de cada
cuatro jóvenes en dificultad social. Aunque casi uno de cada cuatro jóvenes parti-
cipantes ha conseguido un contrato indefinido, los contratos son de forma mayo-
ritaria temporales y, en general, el tiempo de contratación es bajo, inferior a los seis
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

meses. Lógicamente, en esta coyuntura, los cambios de empleo son frecuentes: cer-
ca de la mitad de los jóvenes ha cambiado más de tres veces de empleo desde que
abandonó el programa. Estamos hablando de un trabajo muy fluctuante, con
contratos temporales o por obra, y con salarios propios de la generación de «los mil
euros». Como contrapartida, encontramos que finalmente los contratos se enca-
denan, los jóvenes cambian con facilidad de trabajo, y la media de meses trabajados
es bastante elevada, lo que les facilita los recursos y la autonomía necesarios para
afrontar con garantías de éxito su tránsito a la vida adulta.
Mantener el empleo es una de las asignaturas pendientes; aunque es un pro-
blema generalizado, estructural, que afecta a toda la población juvenil, desde los
programas de empleo sería conveniente multiplicar los esfuerzos para abordarlo,
desde una línea educativa clara y bien fundamentada, que parta de los conoci-
mientos sobre las trayectorias de tránsito a la vida adulta cada vez menos lineales,
más inciertas, para incorporar técnicas y propuestas formativas adaptadas a esta po-
blación juvenil.
Dadas las características de la población atendida, se corrobora además la ne-
cesidad de una amplia y continuada dotación de recursos sociales y educativos para
poder apoyar su tránsito adecuado a la vida adulta. Es fácil llegar a la conclusión de
que sin esos recursos específicos, estos jóvenes difícilmente saldrían adelante.

VII. Modificar las pautas y plazos de intervención con el objetivo


de recuperar a los jóvenes que se pierden en el proceso,
o que no llegan a iniciarlo

Un aspecto característico de estos programas es la incorporación directa, sin cir-


cuitos intermedios, a la realidad laboral; esta incorporación alcanza buenos resul-
tados y la oferta resulta suficiente y adaptada a las necesidades de cada joven,
para una gran mayoría de ellos. Un tercio de los jóvenes que es dado de baja del
Programa, se encuentra trabajando. Hay una gran preocupación en este sentido, y
se desarrolla una gran actividad, por parte de la organización y de los propios pro-
fesionales de los programas.
Sin embargo, un grupo amplio de jóvenes no llega a recibir ninguna oferta de
trabajo, y hay un porcentaje de ellos que es dado de baja en pleno proceso de in-
tervención para su inserción social y laboral: cerca de una cuarta parte se encon-
traba en formación para el empleo cuando fueron dados de baja.
DISCUSIÓN Y PROPUESTAS: XXI ESCENARIOS PARA CONSTRUIR UNA SOCIEDAD SOSTENIBLE

Tres cuartas partes de los jóvenes han estado más de nueve meses participando
en el Programa. Para los profesionales del Programa, seis meses es ya es un tiempo
suficiente para que los resultados de su intervención puedan ser percibidos y ten-
gan efectos importantes en los jóvenes. Mantener estos plazos con los jóvenes que
no llegan a obtener una oferta de empleo, y diversificar, adaptar e intensificar la in-
tervención con ellos, puede ayudar a mejorar este tipo de situaciones.

VIII. Mantener la coherencia entre los empleos ofertados y el nivel


formativo inicial de los jóvenes, a la vez que se mejora y diversifica
la formación para el empleo en busca de sectores productivos
más cualificados

La mayoría de los jóvenes entrevistados trabaja en los sectores de hostelería,


construcción, comercio y alimentación. La mayoría de estos empleos se rela-
cionan directamente con la formación inicial que recibieron —cocina, hoste-
lería o electricidad, por ejemplo— e incluso con los primeros trabajos que
desarrollaron mientras participaban en el Programa de empleo, pero no es así en
todos los casos.
Una parte de la formación inicial recibida se perdió, accediendo los jóvenes a
trabajos que nada tenían que ver con ella. Esto en parte es inevitable, pero habría
que insistir en limitar al máximo este tipo de situaciones, que provocan frustración
y dilapidan recursos escasos.
Por otra parte, también encontramos jóvenes trabajando en profesiones —to-
pógrafo, educadora, óptica— que requieren un mayor nivel formativo y una
mayor cualificación profesional. Es escaso el interés inicial de los jóvenes en dificultad
social por estudiar y mejorar su nivel formativo, parte y efecto de una historia personal, so-
cial y educativa compleja y, en general, poco gratificante. Pero es este un aspecto que se
relaciona directamente con sus posibilidades de acceso a un mercado laboral me-
jor remunerado y valorado socialmente. Y son, además, importantes las expec-
tativas detectadas en los jóvenes entrevistados —más de la cuarta parte de ellos así
lo manifiesta— por cambiar de trabajo retomando los estudios y la formación,
por modificar el sector de actividad. Uno de cada tres jóvenes se ha movilizado
en esa dirección, y se ha seguido formando tras su paso por el Programa de em-
pleo.
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

IX. Incrementar la proporción de empresas «activas» del programa;


ofrecer un marco de estabilidad y coherencia al sistema de relaciones
con empresas potenciando el sentido realmente solidario de las
empresas colaboradoras y trabajando en la línea más social de la
Responsabilidad Social de Empresa

Las ofertas de empleo y la contratación de los jóvenes que participan en el Pro-


grama son elevadas sólo para un porcentaje reducido de las empresas colaborado-
ras. Sin embargo muchas empresas, la gran mayoría, no han llegado a ofertar más
allá de dos trabajos a estos jóvenes; solo nueve empresas de más de cien, por ejem-
plo, han llegado a facilitar más de diez contratos a los jóvenes. Esto indica la
existencia de un sistema poco consistente, en construcción, que necesita renova-
ción permanente y estabilidad, ya que son muy escasas las empresas realmente «ac-
tivas» que colaboran con el Programa.
Si analizamos los intereses de los empresarios para mantenerse «activos» en re-
lación a los programas de empleo vemos inicialmente que para ellos la utilidad de
los servicios prestados por el Programa está directamente relacionada, y de forma
muy intensa, con su valoración del rendimiento final de los jóvenes en su empre-
sa. Es interesante comprobar también cómo los empresarios relacionan directa-
mente la utilidad de los programas de empleo con sus dificultades para seleccionar
candidatos para la empresa, y cómo ésta se convierte así en su principal demanda.
Hay que tener en cuenta que los jóvenes son una buena opción para los empresa-
rios: por término general no demandan salarios elevados, aunque tampoco aceptan
cualquier tipo de trabajo.
No parece haber, sin embargo, solamente un componente económico en el in-
terés de los empresarios por contratar jóvenes en dificultad social. Para ellos la con-
tratación de jóvenes supone una «inversión de futuro», más que un ahorro eco-
nómico; tres de cada cuatro empresarios piensa, además, que las empresas pueden
ayudar a los jóvenes con problemas sociales a través de un empleo que favorezca su
socialización, apoyándoles y dándoles una oportunidad para integrarse laboral-
mente, haciendo que se sientan integrados socialmente y ayudándoles a entender
que tienen algo que aportar a la sociedad.
Sin embargo es ésta una solidaridad limitada, ya que los mismos empresarios se
muestran poco dispuestos a contratar jóvenes con especiales dificultades: más de la
mitad de ellos no contrataría a jóvenes que hayan tenido o que tengan problemas
con la justicia, en torno a un tercio de ellos no contrataría a menores de edad, ni a
DISCUSIÓN Y PROPUESTAS: XXI ESCENARIOS PARA CONSTRUIR UNA SOCIEDAD SOSTENIBLE

jóvenes con problemas de consumo de sustancias tóxicas, a jóvenes con minusva-


lía o a jóvenes de otras etnias.
La sensibilización del mundo empresarial, en su formación y responsabilización social, es
una de las tareas que ya han emprendido este tipo de programas de empleo, y en la que
sin duda es conveniente profundizar. Las propuestas planteadas desde la Respon-
sabilidad Social de Empresa ofrecen en este sentido un marco muy adecuado
para trazar nuevas líneas de trabajo.

X. Ampliar el espacio de intervención con mujeres adolescentes y jóvenes


en dificultad social, y mantener la intervención con jóvenes inmigrantes,
desde la discriminación positiva y la incorporación en igualdad de
condiciones a la cultura del trabajo

Hasta ahora, la intervención socioeducativa desde estos programas de empleo se


centra mayoritariamente en los jóvenes varones y españoles, aunque con una
proporción importante de población inmigrante.
Uno de los problemas más graves, a afrontar, es el de los jóvenes inmigrantes
dados de baja en el Programa porque se encuentran sin documentación legal; sin
ella, muchos adolescentes y jóvenes extranjeros se encuentran sin posibilidad de
buscar trabajo por no tener la documentación necesaria para ello. Desde el Pro-
grama se presta una atención especial a esta situación, atención que debe mante-
nerse y ampliarse dentro de las posibilidades existentes, aunque el contexto insti-
tucional es determinante para poder avanzar, o incluso para sufrir retrocesos
importantes, en la inserción sociolaboral de estos jóvenes. Mejorar y consolidar los
cauces de coordinación se convierte, así, en una tarea prioritaria.

XI. Mantener la línea de intervención socioeducativa en la relación


entre las empresas y los jóvenes participantes, una línea que ha
ofrecido resultados muy positivos. Incorporar las propuestas
de mejora que aportan los propios empresarios

Los programas de empleo estudiados son el segundo recurso a través del que las
empresas que colaboran con ellos buscan a sus empleados, y algunos empresarios
los han utilizado incluso como único recurso. Sin ser el recurso más utilizado, los
programas de empleo son descritos por los empresarios como el recurso más eficaz
y útil para ellos, y también para los jóvenes con los que trabajan.
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

Para los empresarios sería interesante mejorar la selección inicial de jóvenes


candidatos, buscando un mayor ajuste entre sus características y las necesidades de
la empresa, muchos empresarios piensan que no es fácil conseguir el personal
que necesitan para sus empresas, y tampoco éste abunda en el mercado de trabajo,
por lo que demandan este servicio a los programas de empleo. Insisten también en
la conveniencia de intensificar las llamadas y visitas de seguimiento que realizan los
educadores cuando los jóvenes se encuentran ya trabajando.

XII. Mejorar la valoración que los empresarios hacen de los jóvenes en


el trabajo, incrementando el seguimiento, la orientación y adaptando
la intervención en cada situación

La valoración media que dan los empresarios a los jóvenes en dificultad social
empleados es bastante baja: un aprobado (5,95). Poco más de la quinta parte de los
empresarios se queja no tanto del Programa como de los jóvenes: opinan que los
jóvenes no desean trabajar, que se adaptan mal a los puestos de trabajo, que no es-
tán preparados para ello.
Mejorar esta calificación y esta percepción, trabajando simultáneamente con
empresarios y con jóvenes sobre este punto focal, mejoraría mucho la incidencia
del Programa en este ámbito, y las posibilidades de contratación de los jóvenes par-
ticipantes. Los propios empresarios aportan algunas pistas al mencionar qué valoran
más en los jóvenes empleados: la responsabilidad, las ganas de trabajar y las ganas de
aprender, seguidas de la puntualidad. Para los jóvenes las actitudes autoritarias del
empresario, las bajas remuneraciones y los horarios abusivos son algunos de los
principales escollos a superar.

XIII. Potenciar la formación previa y las prácticas formativas en la empresa

La mayoría de los empresarios ven importante la formación previa a la hora de


seleccionar a los jóvenes para el puesto de trabajo; de hecho, los empresarios que
más valoran a sus jóvenes en el trabajo son quienes dan también más valor e im-
portancia a esa formación previa como elemento de selección de los jóvenes para
el puesto de trabajo.
Los empresarios encuestados ven también íntimamente unida la formación pre-
via de los jóvenes a emplear con las prácticas formativas en la empresa y la posibi-
DISCUSIÓN Y PROPUESTAS: XXI ESCENARIOS PARA CONSTRUIR UNA SOCIEDAD SOSTENIBLE

lidad de tener jóvenes aprendices en ellas. Dos de cada tres empresarios estarían
dispuestos a desarrollar prácticas formativas con jóvenes del programa en el seno de
la empresa, y un porcentaje aún mayor estaría dispuesto a atender a jóvenes
aprendices en su empresa.

XIV. Elaborar y poner en práctica un catálogo de indicadores de buenas


prácticas que orienten la intervención socioeducativa, partiendo
de los resultados de esta y similares investigaciones

Como referencias para elaborar ese catálogo aportamos a continuación algunos


indicadores que han sido propuestos por educadores, jóvenes y empresarios, aun-
que se pueden encontrar mucho más detallados y completos en los diferentes in-
formes de la investigación.
Para los profesionales, la estabilidad laboral, la estabilidad emocional y el pro-
yecto de vida del propio joven, asi como una vivienda estable y digna, son los in-
dicadores más claros de un tránsito adecuado a la vida adulta. La presencia de una
red social normalizada y la autonomía de la familia y de las instituciones constitu-
yen otro grupo de indicadores importantes al respecto. Los hábitos deficitarios en
cuanto a la autonomía personal son planteados como el primer indicador de fracaso
en el tránsito a la vida adulta, junto a la incapacidad para mantener el empleo, las
relaciones sociofamiliares conflictivas y la presencia de redes sociales manipuladas.
Los recuerdos y vivencias de los jóvenes aportan otro tipo de indicadores a to-
mar en consideración: el sentimiento de salir adelante en soledad, la falta de apoyos
externos, la inestabilidad laboral y los problemas con la vivienda son algunos de los
principales obstáculos a un tránsito adecuado a la vida adulta. En sentido contrario,
sentirse autónomo, independiente y libre para tomar sus propias decisiones, han
motivado fuertemente a los jóvenes en sus procesos de emancipación; como ellos
mismos reconocen, son aprendizajes valiosos y que han construido en gran medi-
da a partir del trabajo con los educadores del Programa de empleo y de los centros
y recursos del sistema de protección.
Contar con un espacio en el que se les ayude a buscar trabajo, se les enseñe lo
necesario para ello, se les ponga en contacto con sus primeros empleos y se les
apoye a la hora de mantenerlos, en el que se encuentren a gusto con los educa-
dores y con sus iguales, donde se sientan bien tratados, apoyados y puedan sentir el
interés hacia sí mismos, hacia sus problemas, expectativas y posibilidades de futu-
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

ro son también claros indicadores extraídos del recuerdo, esta vez sobre buenas
prácticas socioeducativas.
En sentido contrario, la influencia de un grupo de iguales conflictivo, poco res-
petuoso, es el peor recuerdo que los jóvenes tienen de su periodo previo a la
emancipación; este es también uno de los principales problemas a los que se en-
frentan este tipo de programas, y en general la intervención con adolescentes y jó-
venes en dificultad social en los dispositivos educativos y sociales.
Los profesionales aportan también una serie de indicadores, esta vez sobre la
que consideran intervención eficaz, que es aquella que fomenta habilidades de au-
tonomía en los jóvenes, les da protagonismo, cuida la relación entre los educado-
res y los jóvenes, realiza una buena planificación y coordinación de actuaciones y
toma en consideración el propio trabajo del educador y su formación. La motiva-
ción y participación de los jóvenes, y su asistencia voluntaria a los programas de
empleo son consideradas por los profesionales elementos fundamentales para que la
intervención sea eficaz, y para que se produzca el tránsito adecuado a la vida
adulta. En sentido contrario, los principales obstáculos, para la buena práctica en este
tipo de intervención socioeducativa son la falta de apoyos y recursos instituciona-
les, la descoordinación entre los recursos existentes, la falta de motivación del jo-
ven y un entorno sociofamiliar que obstaculiza la intervención, junto a una inter-
vención parcelada sobre la situación del joven y el trazado de objetivos y/o
itinerarios poco realistas.
Los empresarios, por su parte, valoran como buenas prácticas del Programa es-
pecialmente el acompañamiento inicial a los jóvenes, la amabilidad y cercanía de
los educadores y la atención personalizada al empresario.

XV. Abordar de forma sistemática y continuada el trabajo socioeducativo


con las familias de los jóvenes en dificultad social

La mitad de los jóvenes entrevistados convive actualmente con su familia de


origen o con la familia que ellos mismos han constituido en ese tránsito a la vida
adulta. Uno de cada diez de estos jóvenes vive solo; el resto convive con amigos
y/o compañeros de trabajo.
La convivencia con la familia de origen es parte de las vidas de muchos de es-
tos jóvenes, y nos hace plantearnos varias cuestiones, como la del grado en que es-
tos jóvenes son realmente autónomos y llevan una vida adulta independiente, o
DISCUSIÓN Y PROPUESTAS: XXI ESCENARIOS PARA CONSTRUIR UNA SOCIEDAD SOSTENIBLE

cómo pueden hacerlo, de ser así, habiendo regresado al núcleo familiar que en la
mayoría de los casos fue el origen de las medidas de protección asumidas por la
Administración. ¿Realmente podemos considerar que la intervención institucional
ha servido para recuperar estos núcleos familiares? ¿Encuentran los jóvenes un es-
pacio acogedor con su familia a la salida de los recursos institucionales? ¿Hay pocas
alternativas, en su situación, a la convivencia con su familia de origen? Vivir en la
calle es la alternativa, hoy, para uno de cada cien jóvenes que pasaron por el Pro-
grama de empleo. Un porcentaje mínimo, pero cuya mera existencia nos hace
plantearnos múltiples preguntas, que habrán de ser el inicio de nuevas investiga-
ciones.
La intervención familiar es reconocida por los propios profesionales como
una «tarea pendiente» en este ámbito de trabajo. Su intervención se centra más en
los conocimientos en torno a instituciones y recursos —enseñanza, trabajo, pro-
tección, servicios sociales— que en el conocimiento en profundidad de la realidad
familiar de los jóvenes. El nivel de participación y de colaboración de las familias
de los jóvenes en dificultad social en las actuaciones planteadas para facilitar su trán-
sito a la vida adulta es, además, muy bajo.
Aún así se plantean algunas prioridades en la actuación con familias, como son:
educación y orientación familiar; la participación de la familia y la búsqueda de su
corresponsabilidad en la intervención socioeducativa; la flexibilidad de la inter-
vención en función de las características de cada caso concreto, y en definitiva el
apoyo directo al joven y a la familia durante el proceso de transición de éste a la
vida adulta.

XVI. Incrementar los niveles de participación de los jóvenes en las


actividades y la organización del programa; la necesidad
de mejorar las relaciones entre iguales

Los educadores plantean la participación de los jóvenes como un elemento


crucial de la intervención socioeducativa en este ámbito, y valoran como acepta-
ble, aunque muy mejorable, la motivación y la actitud activa y participativa de los
jóvenes en dificultad social en la intervención socioeducativa que se desarrolla con
ellos. Los jóvenes, por su parte, valoran que esa participación es real, pero que se
encuentra muy limitada, y opinan que no siempre se cuenta con ellos para tomar
decisiones importantes sobre su propio futuro.
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

Cuando se les pide opinión, los jóvenes proponen cambios en el Programa de


empleo que pasan por la mejora de las instalaciones y los recursos materiales, un
incremento de la atención personal y/o la formación hacia los jóvenes participan-
tes, aumentar el contacto con empresas, mejorar la difusión de lo que se está ha-
ciendo y ampliar el número de plazas y de centros o zonas de atención —de forma
que otros jóvenes puedan acceder a este tipo de recurso—, incluir otro tipo de ac-
tividades y, también, un mayor control hacia los jóvenes que participan en el Pro-
grama.
Respecto a este último punto vemos cómo normalmente las relaciones entre
los jóvenes son buenas: de cercanía, complicidad, amistad, cooperación, apoyo, so-
lidaridad y respeto, según los educadores. Pero la aparición de relaciones conflic-
tivas —relaciones defensivas, superficiales, inconstantes, de incertidumbre y des-
motivación, de dependencia, utilitaristas, agresivas— y la falta de apoyo entre
compañeros hacen que se produzca un distanciamiento del Programa y una rup-
tura en el grupo de iguales que debilitan, entre otras cosas, las posibilidades y el in-
terés por participación.

XVII. Ampliar este tipo de programas de empleo, tanto para mayores


como para menores de edad

Los jóvenes entrevistados —todos, excepto uno— piensan que es importante


que existan recursos como este Programa de empleo, dirigidos a jóvenes como
ellos, que ya son mayores de edad. Esto es algo que ya se plantea en las principales
investigaciones realizadas en este ámbito de intervención socioeducativa. Se con-
sidera importante la existencia de este tipo de recursos porque desde ellos se
aportan apoyos, orientaciones y ayudas a la situación de los jóvenes a los que atien-
den y por su adecuada formación para el empleo.
Una inmensa mayoría de los jóvenes entrevistados apoya la necesidad de este
tipo de recursos también para menores de edad, por razones muy similares a las
aducidas en el caso de los mayores de edad, aunque poniendo un mayor énfasis en
la formación para el empleo que en el apoyo y la orientación personal.
Para los profesionales, como se refleja también en investigaciones anteriores a
ésta, la Administración debe mantener los recursos de intervención socioeducati-
va para facilitar el tránsito a la vida adulta de los jóvenes en dificultad social después
de que estos hayan cumplido la mayoría de edad. La práctica nos muestra cómo es-
DISCUSIÓN Y PROPUESTAS: XXI ESCENARIOS PARA CONSTRUIR UNA SOCIEDAD SOSTENIBLE

tas ayudas fluctúan de forma importante en función de los cambios en las Admi-
nistraciones, y que en general están menos extendidas de lo que se requeriría. Este
es un tema de gran importancia, que como ya hemos comentado anteriormente,
enraíza con las propuestas de solidaridad intergeneracional y de sostenibilidad so-
cial y económica en un punto nodal de cualquier sociedad: el momento del trán-
sito de los jóvenes a la vida adulta.

XVIII. Evaluar, a corto, medio y largo plazo, los resultados obtenidos


con la intervención; incorporar en la formación de los profesionales
el valor de los procesos de evaluación y su interés para adecuar
y mejorar la intervención

Los profesionales consideran mayoritariamente que la intervención socioeduca-


tiva es eficaz y favorece el tránsito a una vida adulta independiente y responsable
de los jóvenes en dificultad social. Sin embargo una tercera parte de ellos opina
que los jóvenes en dificultad social o bien no transitan de forma adecuada a la vida
adulta, o bien sucumben a los riesgos de la exclusión social a los pocos años de
abandonar los programas que les atienden. Solo esta afirmación requeriría ya de un
proceso de evaluación intenso, activo, efectivo, que ayude a entender y abordar
este serio problema, o bien relacionado con la eficacia de la intervención, o bien
con las expectativas poco realistas de los profesionales, tal y como se puede com-
probar a tenor de los resultados de esta investigación.
Y así lo contemplan la mayoría de los profesionales, que coinciden en la ne-
cesidad de hacer evaluaciones periódicas de la situación en que se encuentran los
jóvenes en dificultad social después de finalizada la intervención socioeducativa.
También ven estos profesionales muy conveniente realizar evaluaciones iniciales,
de proceso y de resultados de la intervención socioeducativa mientras el joven está
participando en el programa. Aunque de todas ellas, solo la evaluación inicial es
considerada, por los profesionales, valiosa para determinar la eficacia en la inter-
vención socioeducativa. Así, la evaluación queda planteada «formalmente», pero no
se valora su utilidad directa en el proceso de intervención —salvo en el caso de la
evaluación inicial— y por lo tanto es incorporada de forma muy limitada como
parte de la cultura habitual de los profesionales que trabajan en este ámbito.
Respecto a los procesos de evaluación, cabe plantear aquí también la impor-
tancia de establecer indicadores compartidos por los diferentes equipos de trabajo
—atendiendo a las propuestas realizadas desde la investigación— y de sistematizar
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

y potenciar la utilización de bases de datos y de estudios que aporten información


relevante sobre el proceso de transición a la vida adulta de adolescentes y jóvenes
en dificultad social, y los efectos de la intervención socioeducativa que se realiza
con ellos.

XIX. Considerar, en los procesos de selección de personal y de formación


de profesionales, las recomendaciones y propuestas de los propios
profesionales

Los profesionales consideran que las características personales que más facilitan
el trabajo con los jóvenes en dificultad social son, por este orden, las siguientes:
empatía, sensibilidad, proximidad y cercanía al joven, habilidades sociales y de co-
municación, actitud de flexibilidad, tolerancia y respeto hacia los jóvenes.
Los profesionales que trabajan con este colectivo deberían, además, tener ex-
periencia previa en intervención socioeducativa con adolescentes y jóvenes en di-
ficultad social, y en orientación profesional y laboral.
Como referentes para su formación, los profesionales apuntan, en este orden,
hacia la metodología de intervención y, de forma más concreta; las técnicas de co-
municación, las habilidades sociales y las técnicas de resolución de conflictos; el co-
nocimiento de la población con la que se está trabajando, su contexto y sus pecu-
liaridades personales, sociales y educativas.
Son importantes también los estudios reglados que pueden dotar de un marco
teórico en Ciencias Sociales, y de forma más concreta en Educación, Psicología y
Sociología. Los profesionales se muestran de acuerdo en afirmar que la elección de
uno u otro marco teórico incidirán de forma directa y significativa en la eficacia de
la intervención socioeducativa desarrollada. Son, en este sentido, el modelo sisté-
mico-complejo-ecológico y el cognitivo-conductual los más valorados.
Por último, cabe resaltar la consideración de los profesionales de que su for-
mación no se lleva a cabo con la necesaria frecuencia y de forma sistemática, lo
que supone una grave limitación para el desarrollo de la intervención socioeduca-
tiva. Máxime cuando también se reconoce que el educador, con su bagaje perso-
nal, su experiencia y formación, es la principal herramienta de trabajo, muchas ve-
ces la única, en este ámbito.
DISCUSIÓN Y PROPUESTAS: XXI ESCENARIOS PARA CONSTRUIR UNA SOCIEDAD SOSTENIBLE

XX. Potenciar la flexibilidad en la intervención y la formación para abordar


situaciones de incertidumbre

Muchos jóvenes en dificultad social asisten a los centros y programas de inser-


ción sociolaboral de forma voluntaria, pero otros muchos no lo hacen así. Esto su-
pone el despliegue de toda una serie de técnicas para «enganchar» a los jóvenes al
Programa que solo pueden desarrollarse con una flexibilidad importante en los
compromisos adquiridos y la exigencia de su cumplimiento. El grado de exigencia
de los profesionales hacia los jóvenes en el cumplimiento de los compromisos ad-
quiridos por estos últimos es, en general, «moderado». Efectivamente, no puede ser
de otro modo si se pretende la participación de los jóvenes, a la vez que establecer
una relación empática con ellos. Esta moderación indica la presencia de actitudes
flexibles, que mantienen un grado medio de exigencia pero que permiten mante-
ner relaciones personales agradables y ofrecen al joven un grado de protagonismo
aceptable, algo que no puede admitir la rigidez educativa pero que sí requiere del
compromiso y de la responsabilidad en su cumplimiento.
Los profesionales relacionan así directamente la flexibilidad en el diseño de los
itinerarios de inserción de cada joven con el interés de éste por participar en la
toma de decisiones sobre su futuro personal, social y laboral, junto a los educado-
res y otros profesionales que trabajan con ellos. Esta flexibilidad se ve reforzada por
la exigencia de los profesionales hacia los jóvenes para que éstos cumplan los
compromisos adquiridos. Es un conjunto de posicionamientos y un planteamien-
to de la relación educativa que se muestra de forma muy coherente en las con-
clusiones de la investigación, y que el grupo de profesionales parece tener muy
asumido.
Existe además una fuerte asociación entre el conocimiento del entorno —en
sus distintos aspectos— por parte de los profesionales, su capacidad para disponer
de recursos y estrategias ante lo imprevisto o lo incierto, y su disposición a diseñar
estrategias e itinerarios flexibles, adaptados a las necesidades y posibilidades de cada
joven. Los profesionales plantean en este sentido cómo ellos mismos disponen muy
limitadamente de recursos, estrategias y de la flexibilidad suficiente para abordar si-
tuaciones imprevistas o inciertas.
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

XXI. Una propuesta global: el papel de los diferentes elementos del modelo
de estrategias flexibles; algunas ideas para seguir investigando

Valorar el papel de los diferentes elementos del modelo de intervención so-


cioeducativa en relación con el éxito en la transición a una vida adulta indepen-
diente y responsable de los adolescentes y jóvenes en dificultad social: este era se-
ñalado, al inicio de la investigación, como uno de sus objetivos principales.
A lo largo de ella hemos ido revisando cada uno de los cinco elementos que
definíamos como constitutivos del modelo de Estrategias Flexibles de Intervención
Socioeducativa: las actuaciones con el entramado empresarial; un estrecho cono-
cimiento del contexto de los adolescentes y jóvenes en dificultad social; la cons-
trucción de itinerarios sociolaborales simultaneando empleo y formación; la in-
mersión de los jóvenes en la «cultura del trabajo» y el protagonismo y la
participación de los jóvenes en la construcción de su tránsito a la vida adulta.
Las conclusiones nos han hecho ver su valor, y nos han mostrado algunos de
sus efectos sobre el proceso de transición a la vida adulta. Hemos podido com-
probar en resumen cómo las actuaciones con el entramado empresarial, la inmer-
sión de los jóvenes en la «cultura del trabajo» y la construcción de itinerarios so-
ciolaborales que abordan simultáneamente empleo y formación están siendo los
pilares de una experiencia coherente, cohesionada y eficaz a la hora de procurar ese
tránsito de adolescentes y jóvenes en dificultad social a una vida adulta indepen-
diente y responsable. El conocimiento del contexto y la participación de los jó-
venes son, sin embargo, líneas de trabajo emprendidas pero que aún deben ser más
sólidamente construidas. Profundizar en ellas aportará, probablemente, nuevas
posibilidades de inserción sociolaboral, y enriquecerá el modelo de intervención
socioeducativa descrito.

Continuar investigando, profundizar en el conocimiento de la realidad, es


otra tarea siempre pendiente para poder mejorar. A partir de lo realizado, quedan
otras muchas posibilidades de investigación, relacionadas con la acción y la inter-
vención socioeducativa, que pueden ofrecer una perspectiva más amplia, más
rica, de la realidad de los procesos de emancipación de los jóvenes en dificultad so-
cial. El contraste entre esta metodología y otras modalidades de intervención, sus
efectos y posibilidades en el tránsito a la vida adulta; la incorporación de elemen-
tos contextuales como la historia de maltrato, de desatención, el tránsito institu-
cional y su relación con el proceso de emancipación, es otro espacio interesante de
estudio; la valoración en torno a las «tasas de retorno» y los aspectos económicos
DISCUSIÓN Y PROPUESTAS: XXI ESCENARIOS PARA CONSTRUIR UNA SOCIEDAD SOSTENIBLE

implicados en el proceso, relacionados con las metodologías de intervención,


constituiría un sugerente tercer espacio de reflexión e investigación.
Con estas veintiuna propuestas, XXI escenarios para construir una sociedad sosteni-
ble, finalizamos este capítulo, y este informe de investigación. No sin antes agra-
decer a todos los que han estado implicados en la investigación su esfuerzo y su in-
terés, que es el nuestro, por avanzar hacia una sociedad más justa socialmente, más
solidaria y más equilibrada ambientalmente, una sociedad que sea realmente sos-
tenible.
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Anexo 1
INSTRUMENTOS DE INVESTIGACIÓN
CUESTIONARIO DE EVALUACIÓN PARA EMPRESAS SOBRE LOS PROGRAMAS DE EMPLEO PARA JÓVENES
LE RECOMENDAMOS QUE ANTES DE RESPONDER A LAS PREGUNTAS, REALICE UNA LECTURA RÁPIDA DEL CUESTIONARIO

SOBRE EL PROGRAMA DE EMPLEO PARA JÓVENES

1. ¿Cómo conoció usted la existencia de este Programa de Empleo para Jóvenes? 䊐 Contactaron con nosotros
䊐 Me enteré por los medios de comunicación
䊐 Por otra empresa
䊐 Por amigos, familiares,…
䊐 Por folletos, posters,…
䊐 Puse un anuncio y me llamaron
䊐 Otros _______________________________
䊐 _____________________________________
Por favor, valore de 0 a 10 los siguientes servicios prestados a las empresas por este Programa de Empleo para Jóvenes.
RODEE LA CALIFICACIÓN ELEGIDA CON UN CÍRCULO (0 corresponde a la valoración más baja, y 10 a la mejor valoración)
2. Agilidad en la respuesta al empresario 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
3. Atención personalizada al empresario 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
4. Atención personalizada al joven empleado 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
5. Amabilidad y cercanía 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
6. Agilidad en las gestiones 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
7. Eficacia de las gestiones 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
8. Acompañamiento de los jóvenes al inicio de la relación laboral 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
9. Seguimientos de la situación de los jóvenes en el trabajo 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
10. Asesoramiento e información al empresario 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
11. Selección de candidatos adecuados para su empresa 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
12. Apoyo en los trámites que tiene que realizar el empresario 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
13. Resolución de problemas 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
Por favor, RESPONDA SÍ O NO a las siguientes preguntas. Marque con una X el cuadro junto a la respuesta elegida
14. ¿Le parece interesante que acompañemos a los candidatos a la primera entrevista? 䊐 SÍ 䊐 NO
15. ¿Le parece interesante que realicemos llamadas y/o visitas de seguimiento de la relación laboral, una vez contratado el/la joven? 䊐 SÍ 䊐 NO
16. ¿Cree que son útiles para las empresas los Programas de Empleo para Jóvenes como éste? 䊐 SÍ 䊐 NO
17. ¿Y para los jóvenes? ¿Cree que son útiles para los/las jóvenes los Programas de Empleo como éste? 䊐 SÍ 䊐 NO
18. Este tipo de Programas de Empleo para Jóvenes:
䊐 Funciona bien así, como están ahora
䊐 Habría que mejorarlos
19. Si ha contestado «habría que mejorarlos» en la pregunta anterior, ¿cómo cree que podrían mejorar?
_________________________________________________________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________________________________________________________

20. Por favor, escriba a continuación brevemente qué considera usted que es lo mejor de este Programa de Empleo para Jóvenes:
_________________________________________________________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________________________________________________________

21. Por favor, escriba a continuación brevemente qué considera usted que es lo peor de este Programa de Empleo para Jóvenes:
_________________________________________________________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________________________________________________________
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

SOBRE LOS JÓVENES Y EL TRABAJO

Por favor, valore de 0 a 10 las siguientes cuestiones que se plantean a continuación en relación a los jóvenes trabajadores
del Programa de Empleo para Jóvenes.
RODEE LA CALIFICACIÓN ELEGIDA CON UN CÍRCULO (0 corresponde a la valoración más baja, o aquella afirmación con la que está
menos de acuerdo. La puntuación 10 corresponde a la mejor valoración, o a aquella afirmación con la que está más de acuerdo)
22. ¿Qué puntuación daría, en términos generales, al trabajo que han realizado los jóvenes
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
queen su empresa?
23. La formación previa es importante a la hora de seleccionar a los jóvenes para el puesto
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
de trabajo

24. Los jóvenes, en relación al trabajo, son:


a) Ágiles, dinámicos.............................................................................................. 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
b) Responsables.................................................................................................... 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
c) Hacen lo que se les dice .................................................................................... 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
d) Saben trabajar en equipo .................................................................................. 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
e) Buenos trabajadores.......................................................................................... 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
f) Respetuosos...................................................................................................... 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
g) Tienen ganas de aprender.................................................................................. 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
h) Aprenden con facilidad ..................................................................................... 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
i) Puntuales.......................................................................................................... 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
j) Atienden bien a los clientes ................................................................................ 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
k) Tiene iniciativa propia ....................................................................................... 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10

25. Los jóvenes de este Programa de Empleo que han trabajado o trabajan en su empresa
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
afrontan adecuadamente situaciones imprevistas en el trabajo diario
26. Los jóvenes de este Programa de Empleo que trabajan o han trabajado en su empresa
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
son personas que han generado alguna situación conflictivas
27. Trabajar con jóvenes es mejor que trabajar con adultos 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
28. Contratar jóvenes es una inversión de futuro 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
29. Contratar jóvenes a través de este tipo de Programas le supone un ahorro económico
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
y/o de tiempo y esfuerzo
30. Los jóvenes de este Programa de Empleo que trabajan o han trabajado en su empresa son
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
personas autónomas e independientes

Por favor, RESPONDA SÍ O NO a las siguientes preguntas. Marque con una X el cuadro junto a la respuesta elegida
31. ¿Estaría dispuesto a que los jóvenes hicieran prácticas formativas en su empresa? 䊐 SÍ 䊐 NO
32. ¿A su empresa le interesaría tener jóvenes «aprendices», que se formen en la profesión a partir de sus indicaciones y consejos? 䊐 SÍ 䊐 NO
33. ¿Puede decirnos qué cualidades valora más en un/a joven trabajador/a a la hora de seleccionarle?
_________________________________________________________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________________________________________________________

34. ¿Puede decirnos qué cualidades rechaza de un/a joven trabajador/a, que puedan decidirle a NO seleccionarle?
_________________________________________________________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________________________________________________________
ANEXO 1. INSTRUMENTOS DE INVESTIGACIÓN

35. ¿Es partidario/a de contratar menores de edad laboral (con 16 o 17 años) para determinados puestos de su empresa? 䊐 SÍ 䊐 NO
36. Continuaría usted contratando jóvenes de este Programa de Empleo 䊐 SÍ 䊐 NO
37. Considera que los jóvenes demandan salarios elevados 䊐 SÍ 䊐 NO
38. Considera que los jóvenes suelen aceptar trabajos que otros rechazan 䊐 SÍ 䊐 NO
39. ¿Dónde suele buscar a sus candidatos jóvenes?
_________________________________________________________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________________________________________________________

40. Señale, por favor, los tres recursos que le resultan más útiles y eficaces a la hora de encontrar jóvenes para trabajar en su empresa (o indí-
quelo en «otros» si no lo encuentra incluido en el listado)
䊐 INEM
䊐 ETT
䊐 Programas de Empleo
䊐 Prensa
䊐 Cartel en el establecimiento
䊐 Familiares y amigos
䊐 Otras empresas
䊐 Otros: ____________________________________

41. ¿Las empresas pueden ayudar a los jóvenes con problemas sociales? 䊐 SÍ 䊐 NO

42. Si ha respondido SI a la pregunta anterior, ¿puede decirnos brevemente cómo cree que pueden ayudar las empresas a los jóvenes con pro-
blemas sociales?
_________________________________________________________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________________________________________________________

43. ¿Tendría usted algún inconveniente en contratar para su empresa…?


a) Inmigrantes con permiso de trabajo............................................................................................................. 䊐 SÍ 䊐 NO
b) Menores de edad laboral, con 16 o 17 años de edad ................................................................................. 䊐 SÍ 䊐 NO
c) Personas de colorb) .................................................................................................................................. 䊐 SÍ 䊐 NO
d) Mujeres................................................................................................................................................... 䊐 SÍ 䊐 NO
e) Jóvenes que consumen esporádicamente alcohol, tabaco, marihuana............................................................. 䊐 SÍ 䊐 NO
f) Jóvenes con minusvalía ............................................................................................................................. 䊐 SÍ 䊐 NO
g) Estudiantes .............................................................................................................................................. 䊐 SÍ 䊐 NO
h) Mujeres con hijos ..................................................................................................................................... 䊐 SÍ 䊐 NO
i) Jóvenes con medida judicial por delito menor.............................................................................................. 䊐 SÍ 䊐 NO
j) Personas de otras etnias (gitanos,…)........................................................................................................... 䊐 SÍ 䊐 NO

MUCHAS GRACIAS POR SU COLABORACIÓN


EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

ENTREVISTA TELEFÓNICA A JÓVENES

CUESTIONARIO TELEFÓNICO

䉴 Localidad:
Residencia
_______________________________________________________________________
䉴 ¿Donde vives ahora?
䉴 Distrito/barrio:
_______________________________________________________________________
䉴 Régimen de vivienda
Piso alquilado individual Piso alquilado compartido
Cedida Propia
Vivienda social Con la familia
䉴 Tipo de vivienda
Pensión o similar Habitación alquilada
䉴 Tipo de vivienda
Piso Infravivienda
Pensión, hostal,… Unifamiliar
Con amigos Con compañeros de trabajo
Con compañeros de piso
䉴 ¿Con quién vives? Con mi familia
Con conocidos de «menores»
(indicar con quién)
Solo
䉴 ¿Cuántos sois? 䉴 ¿Desde cuando vivís juntos?

䉴 ¿Qué tal os lleváis?

䊐 SÍ 䊐 NO
Trabajo
䉴 Situación actual:
_____________________________________________________
_____________________________________________________

䉴 Tiempo (en meses) desde que dejó el último trabajo:


䉴 ¿Estás trabajando?
_____________________________________________________
_____________________________________________________

䉴 Motivo por el que lo dejó:


_____________________________________________________
_____________________________________________________
Si la respuesta a la pregunta anterior es «no», solicitar información sobre su último trabajo y contestar también (al igual
que si la respuesta es «sí») a las siguientes preguntas.
䉴 ¿En qué trabajas? ¿de qué?
¿qué haces allí?
䉴 ¿Con quién?, ¿en qué empresa?

䉴 ¿Desde cuando estás trabajando


䉴 ¿Cómo lo conseguiste?
ahí? (en meses)
ANEXO 1. INSTRUMENTOS DE INVESTIGACIÓN

䉴 ¿Te gusta lo que haces 䊐 mucho 䊐 bastante


¿POR QUÉ?
en tu trabajo? 䊐 poco 䊐 nada

䉴 ¿Consideras que lo haces bien?

䉴 ¿Qué tipo de contrato tienes? 䉴 ¿Por cuánto tiempo?

䉴 ¿Qué ambiente hay en tu trabajo


䊐 muy bueno 䊐 bueno
entre las personas que estáis ¿POR QUÉ?
䊐 regular 䊐 malo
habitualmente en él?
䊐 menos de 500 € 䊐 entre 500 € y 900 € 䊐 entre 900 € y 1200 €
䉴 ¿Cuánto ganas?
䊐 entre 1200 € y 1800 € 䊐 más de 1800 €

䉴 ¿Te llega con ello para cubrir 䊐 SÍ 䊐 con dificultad


¿POR QUÉ?
tus gastos? 䊐 NO
䉴 ¿Qué trabajos has tenido antes 䉴 ¿Cuántos? 䉴 ¿Cómo fueron los dos últimos?
de éste, desde que dejaste el Pro-
grama?
䉴 ¿Te gustaría hacer otra cosa?
¿qué?
䉴 ¿Qué recuerdas de cuando
Sobre el
estuviste en el Programa?
Programa
䉴 ¿Qué es lo que más te gustó?

䉴 ¿Y lo que menos?

䉴 ¿De qué te sirvió el Programa,


qué aprendiste?
䉴 En general, ¿estabas a gusto
䊐 muy a gusto a gusto 䊐 a disgusto 䊐 muy a disgusto
o a disgusto?
䉴 ¿Crees que se puede mejorar 䊐 SÍ
Si opinas que sí, ¿EN QUÉ?
el Programa? 䊐 NO
a) Para jóvenes como tu: ¿POR QUÉ?
䉴 ¿Crees que es importante 䊐 SÍ 䊐 NO
que existan sitios así? b) Para chavales de protección menores de edad: ¿POR QUÉ?
䊐 SÍ 䊐 NO
䉴 ¿Qué recuerdas de cuando estu-
Sobre el sistema
viste en protección de menores?
de protección
䉴 ¿Qué es lo que más te gustó?

䉴 ¿Y lo que menos?

䉴 ¿De qué te sirvió, qué aprendiste


allí?
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

䉴 ¿Has vuelto a tener contacto


con alguien de menores?
¿con quién? ¿con motivo de qué?
䉴 En general, ¿estabas a gusto
䊐 muy a gusto 䊐 a gusto 䊐 a disgusto 䊐 muy a disgusto
o a disgusto?
䉴 ¿Estabas mejor antes o lo estás 䊐 SÍ ¿POR QUÉ?
ahora? 䊐 NO
䊐 muy bien ¿POR QUÉ?
Percepción de su 䉴 En general, ¿cómo consideras
䊐 bien
situación actual que te va la vida ahora?
䊐 regular
¿por qué?
䊐 mal
䉴 ¿Crees que algo tendría que
cambiar?
䉴 ¿Y tú, tendrías que cambiar
en algo?

INFORME DEL ENTREVISTADOR (valoración del entrevistado) QUE REALIZA EL CUESTIONARIO TELEFÓNICO

䊐 mucho 䊐 bastante
Grado de colaboración
䊐 poco 䊐 nada
䊐 mucho 䊐 bastante
Madurez en la respuesta
䊐 poco 䊐 nada
䊐 mucho 䊐 bastante
Grado de empatía
䊐 poco 䊐 nada
Fluidez verbal y manejo 䊐 muy buena 䊐 buena
del lenguaje 䊐 regular 䊐 mala
䊐 mucho 䊐 bastante
Percepción de sinceridad
䊐 poco 䊐 nada

OTRAS OBSERVACIONES
ANEXO 1. INSTRUMENTOS DE INVESTIGACIÓN

CUESTIONARIO SOBRE EL PROGRAMA DE EMPLEO

1. Por favor, escribe en el cuadro siguiente en qué otros lugares has vivido después de dejar de venir a Junco, con quién,
durante cuanto tiempo y cómo te fue con esas personas. VE RESPONDIENDO POR ORDEN CRONOLÓGICO, PO-
NIENDO EN PRIMER LUGAR LO MÁS ANTIGUO, Y AL FINAL DEL CUADRO LO MÁS RECIENTE.

Contesta aquí: Contesta aquí: Contesta aquí: Contesta aquí:


EN QUE CIUDAD EN QUÉ TIPO DE VIVIENDA CON QUIÉN VIVÍAS (amigos, compañeros de piso, DURANTE CUANTO
Y EN QUE BARRIO (piso, casa baja, pensión, …) familiares –decir qué familiares—-, compañeros TIEMPO ESTUVISTE
VIVÍAS Y QUIEN ERA SU de trabajo,…) Y PON EN EL CUADRO PEQUEÑO DE VIVIENDO CON
PROPIETARIO O QUIÉN LA DERECHA LA «NOTA» (de 0 a 10) ELLOS
LA PAGABA QUE LE PONDRÍAS A ESA ÉPOCA DE TU VIDA

2. Por favor, escribe en el cuadro siguiente qué trabajos has tenido desde que saliste de Junco hasta ahora, cuanto tiempo
estuviste contratado y cual era tu salario aproximado. VE RESPONDIENDO POR ORDEN CRONOLÓGICO, PONIEN-
DO EN PRIMER LUGAR LO MÁS ANTIGUO, Y AL FINAL DEL CUADRO LO MÁS RECIENTE.

Contesta aquí: Contesta aquí: Contesta aquí: Contesta aquí:


EN QUÉ TRABAJASTE DURANTE CUANTO CUÁNTO GANABAS QUE «NOTA» (DE 0 A 10)
TIEMPO (aproximadamente) LE PONDRÍAS EN GENERAL
A ESTE TRABAJO
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

3. ¿Has pasado tiempo en paro? 䊐 NO 䊐 SÍ


a) ¿Cuánto tiempo en total?
___________________________________________________________________________________________________
___________________________________________________________________________________________________

b) ¿Necesitaste ayuda de otras personas mientras estabas en paro? 䊐 NO 䊐 SÍ


¿De quién?
___________________________________________________________________________________________________
___________________________________________________________________________________________________

4. ¿A qué dedicas tu tiempo libre? ¿Qué aficiones tienes?


______________________________________________________________________________________________________
______________________________________________________________________________________________________
______________________________________________________________________________________________________
______________________________________________________________________________________________________

5. ¿Perteneces a alguna asociación o grupo organizado? 䊐 NO 䊐 SÍ


¿A cuál/es?
______________________________________________________________________________________________________
______________________________________________________________________________________________________

6. Por favor, dinos con quien te relacionas en tu tiempo libre, y con que frecuencia:

䊐 No me relaciono con otras personas en mi tiempo libre


䊐 diariamente 䊐 semanalmente 䊐 alguna vez al mes
䊐 Me relaciono con mis amigos/as
䊐 alguna vez al año
䊐 diariamente 䊐 semanalmente 䊐 alguna vez al mes
䊐 Me relaciono con mi familia
䊐 alguna vez al año
䊐 diariamente 䊐 semanalmente 䊐 alguna vez al mes
䊐 Me relaciono con compañeros de trabajo
䊐 alguna vez al año
䊐 Me relaciono con personas que conozco puntualmente, 䊐 diariamente 䊐 semanalmente 䊐 alguna vez al mes
en la actividad que estoy haciendo 䊐 alguna vez al año
䊐 Otras personas con las que me relaciono: 䊐 diariamente 䊐 semanalmente 䊐 alguna vez al mes
______________________________________________ 䊐 alguna vez al año

7. ¿Qué ha sido lo mas duro para ti cuando has comenzado a vivir tu propia vida después de salir del centro de menores
y de dejar Junco?
______________________________________________________________________________________________________
______________________________________________________________________________________________________
ANEXO 1. INSTRUMENTOS DE INVESTIGACIÓN

8. ¿Qué ha sido lo mejor para ti cuando has comenzado a vivir tu propia vida después de salir del centro de menores y
de dejar el Programa de empleo?
______________________________________________________________________________________________________
______________________________________________________________________________________________________

9. Normalmente te encargas tu de las siguientes tareas en tu casa:

Hago la compra 䊐 habitualmente 䊐 frecuentemente 䊐 alguna vez 䊐 nunca


Hago la comida y/o la cena 䊐 habitualmente 䊐 frecuentemente 䊐 alguna vez 䊐 nunca
Realizo las tareas del hogar
䊐 habitualmente 䊐 frecuentemente 䊐 alguna vez 䊐 nunca
(limpieza, lavadora, plancha,…)

10. ¿Tienes problemas económicos?


a) Sí, con mucha frecuencia
b) Sí, algunas veces
c) Casi nunca
d) No, Nunca

11. ¿Tienes problemas en tus relaciones personales? (con amigos, familia, compañeros de trabajo o de piso,…) con fre-
cuencia:
a) Sí, con mucha frecuencia
b) Sí, algunas veces
c) Casi nunca
d) No, Nunca

12. Cuando tienes algún problema serio, ¿a quién recurres?


______________________________________________________________________________________________________
______________________________________________________________________________________________________

13. ¿Has tenido alguna vez problemas con la justicia después de cumplir la mayoría de edad? 䊐 NO 䊐 SÍ
______________________________________________________________________________________________________
______________________________________________________________________________________________________

14. ¿Has tenido que cumplir alguna medida judicial antes de la mayoría de edad? 䊐 NO 䊐 SÍ
______________________________________________________________________________________________________
______________________________________________________________________________________________________

15. ¿Tienes aún temas pendientes con la justicia? 䊐 NO 䊐 SÍ


______________________________________________________________________________________________________
______________________________________________________________________________________________________
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

16. ¿Has tenido alguna enfermedad o has sufrido algún accidente importante? 䊐 NO 䊐 SÍ
______________________________________________________________________________________________________
______________________________________________________________________________________________________

17. En caso de haber contestado afirmativamente la pregunta anterior: ¿Qué repercusiones ha tenido para ti?
______________________________________________________________________________________________________
______________________________________________________________________________________________________

18. ¿Estás aún en tratamiento? ¿Por mucho tiempo?


______________________________________________________________________________________________________
______________________________________________________________________________________________________

19. ¿Estás consumiendo algún tipo de sustancia tóxica? 䊐 NO 䊐 SÍ

20. En caso de haber contestado afirmativamente a la pregunta anterior ¿Qué sustancia o sustancias tóxicas?
______________________________________________________________________________________________________
______________________________________________________________________________________________________

21. ¿Crees que el trabajo es importante para poder vivir como una persona adulta independiente y responsable?
䊐 Mucho 䊐 Bastante 䊐 Algo 䊐 Nada

22. ¿Por qué lo valoras así?


______________________________________________________________________________________________________
______________________________________________________________________________________________________

23. Por favor, valora de 0 a 10 las siguientes preguntas sobre el tiempo que estuviste en Junco. RODEA CON UN CÍRCULO TU VALORACIÓN
a) Te sentiste atendido por los educadores, escuchaban tus problemas
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
y lo que les contabas
b) Te sentiste apoyado por los educadores, acompañado por ellos
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
en las actividades
c) Los educadores te exigían esforzarte en lo que hacías 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
d) Los educadores te pedían responsabilidad y cumplir con las
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
actividades
e) Te preguntaban y contaban contigo cuando se tomaban decisiones
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
sobre tu futuro
f) Los educadores sabían como tratar las situaciones imprevistas
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
o conflictivas que surgían
g) Tus compañeros de Junco te prestaban apoyo cuando lo necesitabas 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
h) Qué calificación le das a tu relación en general con los educadores 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
i) Qué calificación le das a tu relación con los otros chavales 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
ANEXO 1. INSTRUMENTOS DE INVESTIGACIÓN

24. ¿Mantienes relación actualmente con alguien a quien conocieras en el Programa de empleo? 䊐 NO 䊐 SÍ

25. En caso de haber respondido afirmativamente la pregunta anterior, ¿Con quién mantienes esa relación, y con qué
frecuencia?
______________________________________________________________________________________________________
______________________________________________________________________________________________________
______________________________________________________________________________________________________

26. Por favor, escribe a continuación tres cosas que hayas aprendido en el Programa de empleo
1. ___________________________________________________________________________________________________
2. ___________________________________________________________________________________________________
3. ___________________________________________________________________________________________________

27. Por favor, escribe a continuación tres cosas que te hayan resultado útiles, que te hayan servido después de dejar el Pro-
grama de empleo

1. ___________________________________________________________________________________________________
2. ___________________________________________________________________________________________________
3. ___________________________________________________________________________________________________

28. ¿Cambiarías algo en el Programa de empleo? 䊐 NO 䊐 SÍ

29. En caso de haber respondido afirmativamente a la pregunta anterior, por favor dinos qué cambiarías:
______________________________________________________________________________________________________
______________________________________________________________________________________________________
______________________________________________________________________________________________________
______________________________________________________________________________________________________
______________________________________________________________________________________________________

30. ¿Has recibido algún tipo de formación después de dejar el Programa de empleo? 䊐 NO 䊐 SÍ

31. En caso de haber respondido afirmativamente a la pregunta anterior, por favor dinos:

Sobre qué temas has recibido formación Durante cuanto tiempo


___________________________________ ________________________
___________________________________ ________________________
___________________________________ ________________________
___________________________________ ________________________
___________________________________ ________________________
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

32. ¿Crees que es importante seguir teniendo apoyos como Junco después de cumplida la mayoría de edad?
䊐 NO 䊐 SÍ

33. ¿Por qué?


______________________________________________________________________________________________________
______________________________________________________________________________________________________
______________________________________________________________________________________________________

34, Después de dejar Junco, ¿has participado o recibido ayuda de algún otro programa o institución social o educativa?
䊐 NO 䊐 SÍ

35. En caso de haber respondido afirmativamente, ¿De quien has recibido esa ayuda y qué tipo de ayuda?
______________________________________________________________________________________________________
______________________________________________________________________________________________________
______________________________________________________________________________________________________

36. Por favor, escribe en unas pocas líneas qué piensas que estarás haciendo dentro de dos años:
Viviré en:
______________________________________________________________________________________________________

Viviré con:
______________________________________________________________________________________________________

Trabajaré en:
______________________________________________________________________________________________________

Estaré haciendo cosas que me interesan como:


______________________________________________________________________________________________________
______________________________________________________________________________________________________
______________________________________________________________________________________________________

GRACIAS POR TU COLABORACIÓN


ANEXO 1. INSTRUMENTOS DE INVESTIGACIÓN

CUESTIONARIO PARA PROFESIONALES

A continuación se plantean una serie de cuestiones sobre el objeto de esta investigación:


LA INTERVENCIÓN SOCIOEDUCATIVA PARA UNA TRANSICIÓN A LA VIDA ADULTA INDEPENDIENTE
Y RESPONSABLE DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL.
Le rogamos que conteste a estas cuestiones teniendo en cuenta el objeto de investigación, de forma sincera,
breve y clara, COLOCANDO EN ORDEN DE PRIORIDAD, DE MÁS IMPORTANTE A MENOS IMPORTANTE,
los elementos o apreciaciones que se le solicitan.

1. ¿Qué indicadores utilizaría —por orden de prioridad— para comprobar que se ha realizado un tránsito adecuado de
los jóvenes en dificultad social a una vida adulta independiente y responsable?

1.

2.

3.

2. ¿Qué indicadores —por orden de prioridad— utilizaría para determinar el fracaso en el tránsito de los jóvenes en di-
ficultad social a una vida adulta independiente y responsable?

1.

2.

3.

3. ¿Qué aspectos de la intervención socioeducativa considera más eficaces para conseguir el tránsito adecuado de los jó-
venes en dificultad social a una vida adulta independiente y responsable? Indíquelos por orden de prioridad.

1.

2.

3.

4. ¿Cuáles cree que son los obstáculos, impedimentos o limitaciones más frecuentes en este tipo de intervención socioe-
ducativa? Señale, por favor, los más importantes por orden de prioridad.

1.

2.

3.
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

5. ¿Qué aspectos pueden definir una intervención socioeducativa inadecuada y/o poco eficaz a la hora de abordar el
tránsito de los jóvenes en dificultad social a una vida adulta independiente y responsable? Indíquelos por orden de
prioridad.

1.

2.

3.

6. Indique, por orden de prioridad, aquellos aspectos que considera básicos en la formación de los profesionales que tra-
bajan con este colectivo:

1.

2.

3.

7. ¿Cuáles son, a su parecer, los principales modelos teóricos a seguir en la intervención socioeducativa con esta pobla-
ción?

1.

2.

3.

8. ¿Cuáles son, desde su perspectiva y por orden de prioridad, las características personales de los profesionales que fa-
cilitan de forma más relevante el trabajo con este colectivo de jóvenes en dificultad social?

1.

2.

3.

9. Por favor, indique desde su opinión personal y por orden de prioridad, algunas de las actuaciones que, desde la in-
tervención socioeducativa, deberían emprenderse con las familias de los jóvenes en dificultad social para favorecer el
tránsito de éstos a una vida adulta independiente y responsable.

1.

2.

3.

10. Califique con cuatro adjetivos el tipo de relación que suele establecerse entre los jóvenes en dificultad social durante la
intervención socioeducativa.

1. 3.

2. 4.
ANEXO 1. INSTRUMENTOS DE INVESTIGACIÓN

A continuación debe claificar las afirmaciones que se incluyen en la tabla. Por favor, PONGA UNA «X» BAJO LA
PUNTUACIÓN SELECCIONADA O RODEELA CON UN CÍRCULO, teniendo en cuanta que el «0» correspondería a la
valoración más baja, o aquella afirmación con la que está menos de acuerdo, y que el «10» correspondería
a la mejor valoración, o a aquella afirmación con la que está más de acuerdo.
Tenga en cuenta que a lo largo de todo el cuestionario le pedimos información que se refiere a aquellos jóvenes
en dificultad social que son o pueden ser objeto de una intervención socioeducativa, realizada desde recursos que
tienen como objetivo principal facilitar su inserción sociolaboral y facilitar su tránsito adecuado a una vida adulta
independiente y responsable.

11. En general, los jóvenes en dificultad social llegan a realizar una transición exi-
tosa a una vida adulta independiente y responsable, en un periodo máximo de 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
tres o cuatro años desde que cumplieron la mayoría de edad.
12. Es conveniente hacer evaluaciones periódicas de la situación en que se en-
cuentran los jóvenes en dificultad social después de finalizada la intervención so- 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
cioeducativa con ellos.
13. La Administración debe mantener los recursos de intervención socioeducativa
para facilitar el tránsito a la vida adulta de los jóvenes en dificultad social des- 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
pués de que estos hayan cumplido la mayoría de edad.
14. La intervención socioeducativa es eficaz y favorece el tránsito a una vida adulta
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
independiente y responsable de los jóvenes en dificultad social.

15. Cuando finaliza la intervención socioeducativa con ellos, los jóvenes en dificul-
tad social tienen:
1. La iniciativa necesaria para la búsqueda activa de empleo ...................... 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
2. Los conocimientos necesarios para la búsqueda activa de empleo ............ 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
3. La capacidad necesaria para mantener el puesto de trabajo y de adaptarse
a los requerimientos de éste.................................................................. 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10

16. Los jóvenes en dificultad social encuentran trabajos relacionados con sus inte-
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
reses personales y se sienten satisfechos en ellos.

17. Los jóvenes en dificultad social son conflictivos en:


a) Sus relaciones laborales ....................................................................... 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
b) Sus relaciones sociales (amigos, compañeros de piso,…) ........................ 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
c) Sus relaciones familiares ...................................................................... 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
d) Las relaciones con sus educadores......................................................... 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
18. Los jóvenes en dificultad social consumen sustancias tóxicas. 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
19. Los jóvenes en dificultad social cuentan, cuando se encuentran en problemas, con
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
una red social de apoyo (recursos sociales diferentes de los institucionales).
20. Los jóvenes en dificultad social tienen interés por estudiar y mejorar su nivel formativo. 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
21. Los jóvenes en dificultad social tienen interés por mejorar su situación laboral. 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

22. Los jóvenes en dificultad social muestran:


– Al inicio de la intervención socioeducativa:
a) Unos valores éticos firmes.................................................................. 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
b) Un comportamiento social responsable ............................................... 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
– Después de la intervención socioeducativa:
a) Unos valores éticos firmes.................................................................. 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
b) Un comportamiento social responsable ............................................... 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10

23. Los jóvenes en dificultad social se encuentran en situación de exclusión social po-
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
cos años después de dejar el sistema de protección.

24. Los educadores y profesionales que trabajan directamente con los jóvenes en di-
ficultad social conocen:
a) Su entorno social (grupo de iguales, amistades, pareja,…)........................ 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
b) Su entorno familiar................................................................................ 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
c) Su situación y entorno institucional.......................................................... 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
d) Su itinerario y entorno educativo............................................................. 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
e) Su itinerario y perspectivas laborales ...................................................... 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10

25. Los educadores y profesionales que trabajan con jóvenes en dificultad social di-
señan y desarrollan con ellos itinerarios personales flexibles, adaptados a las ne- 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
cesidades y posibilidades de cada joven.

26. Los jóvenes en dificultad social participan en las decisiones que se toman sobre
su futuro personal, social y laboral, junto a los educadores y profesionales que 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
trabajan con ellos.

27. Los educadores y profesionales que trabajan con jóvenes en dificultad social lo
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
hacen de forma coordinada e interdisciplinar.

28. Los jóvenes en dificultad social asisten a los centros y programas de inserción so-
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
ciolaboral de forma voluntaria.

29. Los jóvenes en dificultad social están motivados y se muestran activos y partici-
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
pativos en la intervención socioeducativa que se desarrolla con ellos.

30. Los educadores y profesionales que trabajan con jóvenes en dificultad social son
exigentes con el cumplimiento de los compromisos adquiridos por los jóvenes en 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
su proceso de transición a al vida adulta.

31. Los jóvenes en dificultad social desarrollan empleos relacionados con la forma-
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
ción que han recibido.

32. Los recursos socioeducativos destinados a favorecer el tránsito a la vida adulta


de los jóvenes en dificultad social están diversificados y son adecuados para 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
atender a las diferentes situaciones que pueden presentarse.
ANEXO 1. INSTRUMENTOS DE INVESTIGACIÓN

33. Los recursos socioeducativos destinados a favorecer el tránsito a la vida adulta


0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
de los jóvenes en dificultad social son suficientes.

34. Son adecuados los recursos sociales y educativos destinados a favorecer el


tránsito a la vida adulta de los jóvenes en dificultad social:
a) Con problemas de discapacidad............................................................ 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
b) Inmigrantes ......................................................................................... 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
c) De otras etnias (gitanos y otra población no inmigrante) ........................... 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
d) Con cargas familiares .......................................................................... 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
e) Con problemas de toxicomanía ............................................................. 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
f) Con medidas judiciales ........................................................................ 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10

35. Los educadores y profesionales que trabajan con jóvenes en dificultad social dis-
ponen de recursos, estrategias y de la flexibilidad suficiente para abordar si- 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
tuaciones imprevistas o inciertas.

36. Los profesionales que trabajan con este colectivo deben tener experiencia previa en:
a) Intervención socioeducativa con adolescentes y/o jóvenes en dificultad social .... 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
b) Orientación profesional/laboral............................................................. 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10

37. Se desarrollan actividades de coordinación frecuentes y sistemáticas entre los re-


0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
cursos específicos de inserción sociolaboral y otros recursos sociales y educativos.

38. Se desarrollan intervenciones socioeducativas con grupos familiares de los jó-


0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
venes en dificultad social.

39. Las familias de los jóvenes en dificultad social participan y colaboran en las ac-
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
tuaciones planteadas para facilitar su tránsito a la vida adulta.

40. El grupo de iguales es un elemento educativo importante para facilitar el tránsi-


0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
to a la vida adulta del joven en dificultad social.

41. La organización y diseño del espacio físico en que se desarrolla la intervención


socioeducativa (en los recursos de inserción sociolaboral) está pensado y adap- 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
tado al tipo de actividad que se lleva a cabo.

42. Los jóvenes en dificultad social tienen un grado importante de empatía y con-
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
fianza con los educadores y profesionales que trabajan con ellos.

43. Están claramente establecidos los criterios de evaluación de la intervención so-


cioeducativa (referida al tránsito del joven a la vida adulta independiente y
responsable):
a) Al inicio de la intervención (evaluación diagnóstica previa a la elaboración
de itinerarios, programas, estrategias educativas,…) ................................ 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
b) A lo largo del proceso seguido durante la intervención ............................. 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
c) Al final de la intervención (evaluación de resultados) ................................ 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

44. Se lleva a cabo de forma frecuente y sistemática la formación de los edu-


0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
cadores y profesionales que atienden a esta población.

45. Los recursos económicos destinados a este tipo de intervención socioeducativa


0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
(inversiones en salarios, infraestructuras, materiales,…) son suficientes.

GRACIAS POR TU COLABORACIÓN


Anexo 2
TABLAS Y GRÁFICOS
ANEXO 2. TABLAS Y GRÁFICOS

Tabla AX.1. Contingencia J21*J22


CONTINGENCIA J21*J22
J22(a) (lo que más te gustó del Programa)

El apoyo ersonal,
Enseñan/ayudan
a buscar trabajo

el interés por mí
educadores/as

compañerismo
y conservarlo

el buen trato,

No se/pocos
Total

No me sirvió
Los recursos,
El ambiente,

el espacio

recuerdos
y respeto
Los/as
Recuento 7 9 12 3 9 0 0 27
Los/as % dentro
25,9% 33,3% 44,4% 11,1% 33,3% 0,0% 0,0%
educadores/as; de J21
alguno de % dentro
ellos/as 21,9% 31,0% 36,4% 50,0% 39,1% 0,0% 0,0%
de J22
% del total 8,1% 10,5% 14,0% 3,5% 10,5% 0,0% 0,0% 31,4%
Recuento 13 13 11 1 7 1 1 32
% dentro
Enseñan/ayudan de J21 40,6% 40,6% 34,4% 3,1% 21,9% 3,1% 3,1%
a buscar trabajo
y conservarlo % dentro
40,6% 44,8% 33,3% 16,7% 30,4% 100,0% 100,0%
de J22
% del total 15,1% 15,1% 12,8% 1,2% 8,1% 1,2% 1,2% 37,2%
Recuento 6 6 5 0 9 0 0 17
% dentro
El buen trato, 35,3% 35,3% 29,4% 0,0% 52,9% 0,0% 0,0%
de J21
la ayuda,
el interés por mí % dentro 18,8% 20,7% 15,2% 0,0% 39,1% 0,0% 0,0%
de J22
% del total 7,0% 7,0% 5,8% 0,0% 10,5% 0,0% 0,0% 19,8%
Recuento 11 5 6 2 5 0 0 21
% dentro
J21(a) El buen ambiente, de J21 52,4% 23,8% 28,6% 9,5% 23,8% 0,0% 0,0%
(Recuerdas compañerismo
del Programa) y respeto % dentro
34,4% 17,2% 18,2% 33,3% 21,7% 0,0% 0,0%
de J22
% del total 12,8% 5,8% 7,0% 2,3% 5,8% 0,0% 0,0% 24,4%
Recuento 1 4 5 3 1 0 0 9
% dentro
La rutina, 11,1% 44,4% 55,6% 33,3% 11,1% 0,0% 0,0%
de J21
el espacio
y los recursos % dentro
3,1% 13,8% 15,2% 50,0% 4,3% 0,0% 0,0%
de J22
% del total 1,2% 4,7% 5,8% 3,5% 1,2% 0,0% 0,0% 10,5%
Recuento 5 4 4 0 1 0 1 9
% dentro
No se/pocos 55,6% 44,4% 44,4% 0,0% 11,1% 0,0% 11,1%
de J21
recuerdos/no
me sirvió % dentro
15,6% 13,8% 12,1% 0,0% 4,3% 0,0% 100,0%
de J22
% del total 5,8% 4,7% 4,7% 0,0% 1,2% 0,0% 1,2% 10,5%
Recuento 3 0 1 0 0 0 0 4
% dentro
75,0% 0,0% 25,0% 0,0% 0,0% 0,0% 0,0%
de J21
Mal ambiente
% dentro
9,4% 0,0% 3,0% 0,0% 0,0% 0,0% 0,0%
de J22
% del total 3,5% 0,0% 1,2% 0,0% 0,0% 0,0% 0,0% 4,7%
Recuento 32 29 33 6 23 1 1 86
Total
% del total 37,2% 33,7% 38,4% 7,0% 26,7% 1,2% 1,2% 100,0%
Tabla AX.2. Contingencia J21*J24
CONTINGENCIA J21*J24
J24(a) (Aprendiste en el Programa)

Total

Como buscar trabajo y con-


servarlo
Ser independiente
y madurar
Convivir
y relacionarme
Estudiar y aprender
Sirvió mucho
No sabe/no contesta
No asistía

Recuento 24 13 5 1 3 2 0 26

% dentro
Los/as 92,3% 50,0% 19,2% 3,8% 11,5% 7,7% 0,0%
de J21
educadores/as;
alguno de
% dentro
ellos/as 27,3% 54,2% 41,7% 12,5% 50,0% 28,6% 0,0%
de J24

% del total 27,9% 15,1% 5,8% 1,2% 3,5% 2,3% 0,0% 30,2%
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

Recuento 34 7 3 2 2 2 1 33

% dentro
103,0% 21,2% 9,1% 6,1% 6,1% 6,1% 3,0%
J21(a) Enseñan/ayudan de J21
(Recuerdas a buscar trabajo
del Programa) y conservarlo % dentro
38,6% 29,2% 25,0% 25,0% 33,3% 28,6% 50,0%
de J24

% del total 39,5% 8,1% 3,5% 2,3% 2,3% 2,3% 1,2% 38,4%

Recuento 22 8 2 0 2 0 0 17

% dentro
129,4% 47,1% 11,8% 0,0% 11,8% 0,0% 0,0%
El buen trato, de J21
la ayuda,
el interés por mí % dentro
25,0% 33,3% 16,7% 0,0% 33,3% 0,0% 0,0%
de J24

% del total 25,6% 9,3% 2,3% 0,0% 2,3% 0,0% 0,0% 19,8%
Recuento 28 6 2 2 1 0 0 21

% dentro
133,3% 28,6% 9,5% 9,5% 4,8% 0,0% 0,0%
El buen ambiente, de J21
compañerismo
y respeto % dentro
31,8% 25,0% 16,7% 25,0% 16,7% 0,0% 0,0%
de J24

% del total 32,6% 7,0% 2,3% 2,3% 1,2% 0,0% 0,0% 24,4%

Recuento 10 0 1 2 1 1 0 9

% dentro
111,1% 0,0% 11,1% 22,2% 11,1% 11,1% 0,0%
La rutina, de J21
el espacio
y los recursos % dentro
11,4% 0,0% 8,3% 25,0% 16,7% 14,3% 0,0%
de J24

J21(a) % del total 11,6% 0,0% 1,2% 2,3% 1,2% 1,2% 0,0% 10,5%
(Recuerdas
del Programa) Recuento 5 4 3 4 0 1 1 10

% dentro
50,0% 40,0% 30,0% 40,0% 0,0% 10,0% 10,0%
No se/pocos de J21
recuerdos/no
me sirvió % dentro
5,7% 16,7% 25,0% 50,0% 0,0% 14,3% 50,0%
de J24

% del total 5,8% 4,7% 3,5% 4,7% 0,0% 1,2% 1,2% 11,6%

Recuento 2 0 0 0 0 3 0 4

% dentro
50,0% 0,0% 0,0% 0,0% 0,0% 75,0% 0,0%
de J21
Mal ambiente
% dentro
2,3% 0,0% 0,0% 0,0% 0,0% 42,9% 0,0%
de J24

% del total 2,3% 0,0% 0,0% 0,0% 0,0% 3,5% 0,0% 4,7%

Recuento 88 24 12 8 6 7 2 86
Total
% del total 102,3% 27,9% 14,0% 9,3% 7,0% 8,1% 2,3% 100,0%
ANEXO 2. TABLAS Y GRÁFICOS
Tabla AX.3. Contingencia J21*J26
CONTINGENCIA J21*J26
J26(a) (Se puede mejorar el Programa)

Total

No se
Mejorar el local, los
recursos materiales
Ampliar plazas, zonas y/o
tipo de población juvenil
atendida
Mejorar atención personal
y/o formación a
participantes
Ampliar a mayores de
edad
Nada, todo bien
Mayor control a los
participantes
Incluir otras actividades
Más difusión
Siempre es mejorable
Más contacto con empresas

Recuento 1 11 2 2 1 1 5 1 0 3 1 21
% dentro
Los/as 4,8% 52,4% 9,5% 9,5% 4,8% 4,8% 23,8% 4,8% 0,0% 14,3% 4,8%
de J21
educadores/as;
alguno de % dentro
33,3% 55,0% 40,0% 12,5% 25,0% 16,7% 38,5% 33,3% 0,0% 50,0% 16,7%
ellos/as de J26
% del
1,6% 17,2% 3,1% 3,1% 1,6% 1,6% 7,8% 1,6% 0,0% 4,7% 1,6% 32,8%
total
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

Recuento 0 4 2 6 2 2 2 0 3 3 2 20
% dentro
0,0% 20,0% 10,0% 30,0% 10,0% 10,0% 10,0% 0,0% 15,0% 15,0% 10,0%
J21(a) Enseñan /ayudan de J21
(Recuerdas a buscar trabajo % dentro
del Programa) y conservarlo 0,0% 20,0% 40,0% 37,5% 50,0% 33,3% 15,4% 0,0% 75,0% 50,0% 33,3%
de J26
% del
0,0% 6,3% 3,1% 9,4% 3,1% 3,1% 3,1% 0,0% 4,7% 4,7% 3,1% 31,3%
total
Recuento 0 3 2 6 0 0 4 1 0 3 0 13
% dentro
0,0% 23,1% 15,4% 46,2% 0,0% 0,0% 30,8% 7,7% 0,0% 23,1% 0,0%
El buen trato, de J21
la ayuda, % dentro
el interés por mí 0,0% 15,0% 40,0% 37,5% 0,0% 0,0% 30,8% 33,3% 0,0% 50,0% 0,0%
de J26
% del
0,0% 4,7% 3,1% 9,4% 0,0% 0,0% 6,3% 1,6% 0,0% 4,7% 0,0% 20,3%
total
Recuento 0 8 0 3 0 3 4 0 0 1 3 16
% dentro
0,0% 50,0% 0,0% 18,8% 0,0% 18,8% 25,0% 0,0% 0,0% 6,3% 18,8%
El buen ambiente, de J21
compañerismo % dentro
y respeto 0,0% 40,0% 0,0% 18,8% 0,0% 50,0% 30,8% 0,0% 0,0% 16,7% 50,0%
de J26
% del
0,0% 12,5% 0,0% 4,7% 0,0% 4,7% 6,3% 0,0% 0,0% 1,6% 4,7% 25,0%
total
Recuento 0 4 0 0 0 0 1 2 3 0 3 8
% dentro
0,0% 50,0% 0,0% 0,0% 0,0% 0,0% 12,5% 25,0% 37,5% 0,0% 37,5%
La rutina, de J21
el espacio % dentro
y los recursos 0,0% 20,0% 0,0% 0,0% 0,0% 0,0% 7,7% 66,7% 75,0% 0,0% 50,0%
de J26
% del
J21(a) 0,0% 6,3% 0,0% 0,0% 0,0% 0,0% 1,6% 3,1% 4,7% 0,0% 4,7% 12,5%
total
(Recuerdas
del Programa) Recuento 1 0 1 5 1 1 4 0 0 0 0 8
% dentro
12,5% 0,0% 12,5% 62,5% 12,5% 12,5% 50,0% 0,0% 0,0% 0,0% 0,0%
No se/pocos de J21
recuerdos/no % dentro
me sirvió 33,3% 0,0% 20,0% 31,3% 25,0% 16,7% 30,8% 0,0% 0,0% 0,0% 0,0%
de J26
% del
1,6% 0,0% 1,6% 7,8% 1,6% 1,6% 6,3% 0,0% 0,0% 0,0% 0,0% 12,5%
total
Recuento 2 0 0 1 0 0 0 0 0 0 0 3
% dentro
66,7% 0,0% 0,0% 33,3% 0,0% 0,0% 0,0% 0,0% 0,0% 0,0% 0,0%
de J21
Mal ambiente % dentro
66,7% 0,0% 0,0% 6,3% 0,0% 0,0% 0,0% 0,0% 0,0% 0,0% 0,0%
de J26
% del
3,1% 0,0% 0,0% 1,6% 0,0% 0,0% 0,0% 0,0% 0,0% 0,0% 0,0% 4,7%
total
Recuento 3 20 5 16 4 6 13 3 4 6 6 64
Total % del
4,7% 31,3% 7,8% 25,0% 6,3% 9,4% 20,3% 4,7% 6,3% 9,4% 9,4% 100,0%
total
ANEXO 2. TABLAS Y GRÁFICOS
Tabla AX.4. Contingencia J21*J23
CONTINGENCIA J21*J23

J23.Lo que menos me gustó del Programa de Empleo

Total

Nada, me gusto todo


Lejanía
La gente que iba,
no buscaban trabajo
Pocos recursos, mala
zona
No encontraba trabajo, l
a espera
horario
No nos atendían bien
Yo no lo tenía claro
No sé
Me obligaban a ir
Los trabajos eran malos
Otros

Recuento 6 1 5 1 3 2 1 2 3 0 1 1 26
% dentro
Los/as 23,1% 3,8% 19,2% 3,8% 11,5% 7,7% 3,8% 7,7% 11,5% 0,0% 3,8% 3,8%
de J21
educadores/as;
alguno de % dentro de
ellos/as J23_MENOS_ 30,0% 14,3% 26,3% 25,0% 37,5% 33,3% 33,3% 100,0% 50,0% 0,0% 33,3% 33,3%
GUSTO_JUNCO
% del total 7,1% 1,2% 6,0% 1,2% 3,6% 2,4% 1,2% 2,4% 3,6% 0,0% 1,2% 1,2% 31,0%
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

Recuento 5 7 5 2 3 5 1 1 2 0 2 0 33

J21 % dentro
15,2% 21,2% 15,2% 6,1% 9,1% 15,2% 3,0% 3,0% 6,1% 0,0% 6,1% 0,0%
(lo que Enseñan /ayudan de J21
recuerdo del a buscar trabajo % dentro de
programa) y conservarlo J23_MENOS_ 25,0% 100,0% 26,3% 50,0% 37,5% 83,3% 33,3% 50,0% 33,3% 0,0% 66,7% 0,0%
(a) GUSTO_JUNCO
% del total 6,0% 8,3% 6,0% 2,4% 3,6% 6,0% 1,2% 1,2% 2,4% 0,0% 2,4% 0,0% 39,3%
Recuento 5 0 5 2 1 1 0 0 2 0 1 0 17
% dentro
29,4% 0,0% 29,4% 11,8% 5,9% 5,9% 0,0% 0,0% 11,8% 0,0% 5,9% 0,0%
El buen trato, de J21
la ayuda, % dentro de
el interés por mí J23_MENOS_ 25,0% 0,0% 26,3% 50,0% 12,5% 16,7% 0,0% 0,0% 33,3% 0,0% 33,3% 0,0%
GUSTO_JUNCO
% del total 6,0% 0,0% 6,0% 2,4% 1,2% 1,2% 0,0% 0,0% 2,4% 0,0% 1,2% 0,0% 20,2%
Recuento 3 1 9 1 1 2 0 1 0 1 0 1 20
% dentro
15,0% 5,0% 45,0% 5,0% 5,0% 10,0% 0,0% 5,0% 0,0% 5,0% 0,0% 5,0%
El buen ambiente, de J21
compañerismo % dentro de
y respeto J23_MENOS_ 15,0% 14,3% 47,4% 25,0% 12,5% 33,3% 0,0% 50,0% 0,0% 33,3% 0,0% 33,3%
GUSTO_JUNCO
% del total 3,6% 1,2% 10,7% 1,2% 1,2% 2,4% 0,0% 1,2% 0,0% 1,2% 0,0% 1,2% 23,8%
Recuento 0 1 2 1 2 0 0 0 0 1 0 2 9
% dentro
0,0% 11,1% 22,2% 11,1% 22,2% 0,0% 0,0% 0,0% 0,0% 11,1% 0,0% 22,2%
La rutina, de J21
el espacio % dentro de
y los recursos J23_MENOS_ 0,0% 14,3% 10,5% 25,0% 25,0% 0,0% 0,0% 0,0% 0,0% 33,3% 0,0% 66,7%
GUSTO_JUNCO
J21
(lo que % del total 0,0% 1,2% 2,4% 1,2% 2,4% 0,0% 0,0% 0,0% 0,0% 1,2% 0,0% 2,4% 10,7%
recuerdo del
programa) Recuento 3 1 2 0 1 0 1 0 1 1 0 0 10
(a) % dentro
30,0% 10,0% 20,0% 0,0% 10,0% 0,0% 10,0% 0,0% 10,0% 10,0% 0,0% 0,0%
No se/pocos de J21
recuerdos/no % dentro de
me sirvió J23_MENOS_ 15,0% 14,3% 10,5% 0,0% 12,5% 0,0% 33,3% 0,0% 16,7% 33,3% 0,0% 0,0%
GUSTO_JUNCO
% del total 3,6% 1,2% 2,4% 0,0% 1,2% 0,0% 1,2% 0,0% 1,2% 1,2% 0,0% 0,0% 11,9%
Recuento 2 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 2
% dentro
100,0% 0,0% 0,0% 0,0% 0,0% 0,0% 0,0% 0,0% 0,0% 0,0% 0,0% 0,0%
de J21
Mal ambiente % dentro de
J23_MENOS_ 10,0% 0,0% 0,0% 0,0% 0,0% 0,0% 0,0% 0,0% 0,0% 0,0% 0,0% 0,0%
GUSTO_JUNCO
% del total 2,4% 0,0% 0,0% 0,0% 0,0% 0,0% 0,0% 0,0% 0,0% 0,0% 0,0% 0,0% 2,4%
Recuento 20 7 19 4 8 6 3 2 6 3 3 3 84
Total
% del total 23,8% 8,3% 22,6% 4,8% 9,5% 7,1% 3,6% 2,4% 7,1% 3,6% 3,6% 3,6% 100,0%
ANEXO 2. TABLAS Y GRÁFICOS
Tabla AX.5. Contingencia J24*J2A
CONTINGENCIA J24*J2A_REGIMEN_VIVIENDA
J2.Régimen de vivienda
Alquiler Alquiler Residencia/ Pensión Compartida Total
Propia La calle
individual compartido albergue o similar con familia
Recuento 4 38 9 1 1 32 2 87
Como buscar % dentro de J24 4,6% 43,7% 10,3% 1,1% 1,1% 36,8% 2,3%
trabajo
y conservarlo % dentro de J2a_REGIMEN_VIVIENDA 50,0% 105,6% 128,6% 100,0% 100,0% 103,2% 200,0%
% del total 4,7% 44,7% 10,6% 1,2% 1,2% 37,6% 2,4% 102,4%
Recuento 0 12 3 0 0 8 0 23
Ser independiente % dentro de J24 0,0% 52,2% 13,0% 0,0% 0,0% 34,8% 0,0%
y madurar % dentro de J2a_REGIMEN_VIVIENDA 0,0% 33,3% 42,9% 0,0% 0,0% 25,8% 0,0%
% del total 0,0% 14,1% 3,5% 0,0% 0,0% 9,4% 0,0% 27,1%
Recuento 2 7 0 0 0 3 0 12
Convivir % dentro de J24 16,7% 58,3% 0,0% 0,0% 0,0% 25,0% 0,0%
y relacionarme % dentro de J2a_REGIMEN_VIVIENDA 25,0% 19,4% 0,0% 0,0% 0,0% 9,7% 0,0%
% del total 2,4% 8,2% 0,0% 0,0% 0,0% 3,5% 0,0% 14,1%
J24(a) Recuento 2 2 0 0 0 2 1 7
(Aprendiste Estudiar % dentro de J24 28,6% 28,6% 0,0% 0,0% 0,0% 28,6% 14,3%
en el y aprender % dentro de J2a_REGIMEN_VIVIENDA 25,0% 5,6% 0,0% 0,0% 0,0% 6,5% 100,0%
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

Programa) % del total 2,4% 2,4% 0,0% 0,0% 0,0% 2,4% 1,2% 8,2%
Recuento 1 3 0 0 0 2 0 6
% dentro de J24 16,7% 50,0% 0,0% 0,0% 0,0% 33,3% 0,0%
Sirvió mucho
% dentro de J2a_REGIMEN_VIVIENDA 12,5% 8,3% 0,0% 0,0% 0,0% 6,5% 0,0%
% del total 1,2% 3,5% 0,0% 0,0% 0,0% 2,4% 0,0% 7,1%
Recuento 2 2 0 0 0 3 0 7
No sabe/no % dentro de J24 28,6% 28,6% 0,0% 0,0% 0,0% 42,9% 0,0%
contesta % dentro de J2a_REGIMEN_VIVIENDA 25,0% 5,6% 0,0% 0,0% 0,0% 9,7% 0,0%
% del total 2,4% 2,4% 0,0% 0,0% 0,0% 3,5% 0,0% 8,2%
Recuento 0 1 0 0 0 1 0 2
% dentro de J24 0,0% 50,0% 0,0% 0,0% 0,0% 50,0% 0,0%
No asistía
% dentro de J2a_REGIMEN_VIVIENDA 0,0% 2,8% 0,0% 0,0% 0,0% 3,2% 0,0%
% del total 0,0% 1,2% 0,0% 0,0% 0,0% 1,2% 0,0% 2,4%
Recuento 8 36 7 1 1 31 1 85
Total
% del total 9,4% 42,4% 8,2% 1,2% 1,2% 36,5% 1,2% 100,0%
Tabla AX.6. Contingencia J24*J3
CONTINGENCIA J24*J3_CONVIVE_CON
J3.Con quién vivo
Compañeros Familia Con pareja/nueva Total
Amigos Solo
de piso/de trabajo de origen familia
Recuento 5 23 3 36 11 78
Como buscar % dentro de J24 6,4% 29,5% 3,8% 46,2% 14,1%
trabajo
y conservarlo % dentro de J3_CONVIVE_CON 71,4% 104,5% 37,5% 109,1% 137,5%
% del total 6,4% 29,5% 3,8% 46,2% 14,1% 100,0%
Recuento 1 7 1 9 2 20
Ser independiente % dentro de J24 5,0% 35,0% 5,0% 45,0% 10,0%
y madurar % dentro de J3_CONVIVE_CON 14,3% 31,8% 12,5% 27,3% 25,0%
% del total 1,3% 9,0% 1,3% 11,5% 2,6% 25,6%
Recuento 2 4 2 3 1 12
Convivir % dentro de J24 16,7% 33,3% 16,7% 25,0% 8,3%
y relacionarme % dentro de J3_CONVIVE_CON 28,6% 18,2% 25,0% 9,1% 12,5%
% del total 2,6% 5,1% 2,6% 3,8% 1,3% 15,4%
J24(a) Recuento 0 2 2 1 1 6
Aprendiste Estudiar % dentro de J24 0,0% 33,3% 33,3% 16,7% 16,7%
en el y aprender % dentro de J3_CONVIVE_CON 0,0% 9,1% 25,0% 3,0% 12,5%
Programa) % del total 0,0% 2,6% 2,6% 1,3% 1,3% 7,7%
Recuento 2 1 1 2 0 6
% dentro de J24 33,3% 16,7% 16,7% 33,3% 0,0%
Sirvió mucho
% dentro de J3_CONVIVE_CON 28,6% 4,5% 12,5% 6,1% 0,0%
% del total 2,6% 1,3% 1,3% 2,6% 0,0% 7,7%
Recuento 1 1 2 2 1 7
No sabe/no % dentro de J24 14,3% 14,3% 28,6% 28,6% 14,3%
contesta % dentro de J3_CONVIVE_CON 14,3% 4,5% 25,0% 6,1% 12,5%
% del total 1,3% 1,3% 2,6% 2,6% 1,3% 9,0%
Recuento 0 0 0 2 0 2
% dentro de J24 0,0% 0,0% 0,0% 100,0% 0,0%
No asistía
% dentro de J3_CONVIVE_CON 0,0% 0,0% 0,0% 6,1% 0,0%
% del total 0,0% 0,0% 0,0% 2,6% 0,0% 2,6%
Recuento 7 22 8 33 8 78
Total
% del total 9,0% 28,2% 10,3% 42,3% 10,3% 100,0%
ANEXO 2. TABLAS Y GRÁFICOS
Tabla AX.7. Contingencia J24*J14A
CONTINGENCIA J24*J14A_TIPO_CONTRATO
J14.El tipo de contrato
Total
Sin contrato Obra y servicio Temporal Indefinido Formación
Recuento 4 21 37 9 4 75
Como buscar % dentro de J24 5,3% 28,0% 49,3% 12,0% 5,3%
trabajo
y conservarlo % dentro de J14a_TIPO_CONTRATO 80,0% 105,0% 123,3% 56,3% 100,0%
% del total 5,3% 28,0% 49,3% 12,0% 5,3% 100,0%
Recuento 3 3 5 5 2 18
Ser independiente % dentro de J24 16,7% 16,7% 27,8% 27,8% 11,1%
y madurar % dentro de J14a_TIPO_CONTRATO 60,0% 15,0% 16,7% 31,3% 50,0%
% del total 4,0% 4,0% 6,7% 6,7% 2,7% 24,0%
Recuento 2 3 4 2 0 11
Convivir % dentro de J24 18,2% 27,3% 36,4% 18,2% 0,0%
y relacionarme % dentro de J14a_TIPO_CONTRATO 40,0% 15,0% 13,3% 12,5% 0,0%
% del total 2,7% 4,0% 5,3% 2,7% 0,0% 14,7%
J24(a) Recuento 1 4 0 2 0 7
Aprendiste Estudiar % dentro de J24 14,3% 57,1% 0,0% 28,6% 0,0%
en el y aprender % dentro de J14a_TIPO_CONTRATO 20,0% 20,0% 0,0% 12,5% 0,0%
Programa)
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

% del total 1,3% 5,3% 0,0% 2,7% 0,0% 9,3%


Recuento 0 3 2 0 0 5
% dentro de J24 0,0% 60,0% 40,0% 0,0% 0,0%
Sirvió mucho
% dentro de J14a_TIPO_CONTRATO 0,0% 15,0% 6,7% 0,0% 0,0%
% del total 0,0% 4,0% 2,7% 0,0% 0,0% 6,7%
Recuento 0 1 1 4 0 6
No sabe/no % dentro de J24 0,0% 16,7% 16,7% 66,7% 0,0%
contesta % dentro de J14a_TIPO_CONTRATO 0,0% 5,0% 3,3% 25,0% 0,0%
% del total 0,0% 1,3% 1,3% 5,3% 0,0% 8,0%
Recuento 0 0 1 1 0 2
% dentro de J24 0,0% 0,0% 50,0% 50,0% 0,0%
No asistía
% dentro de J14a_TIPO_CONTRATO 0,0% 0,0% 3,3% 6,3% 0,0%
% del total 0,0% 0,0% 1,3% 1,3% 0,0% 2,7%
Recuento 5 20 30 16 4 75
Total
% del total 6,7% 26,7% 40,0% 21,3% 5,3% 100,0%
ANEXO 2. TABLAS Y GRÁFICOS

Tabla AX.8. Correlaciones J24*J16/17


CORRELACIONES J24*J16/17

J24A.Para qué
me sirvió Junco

Correlación de Pearson 1
J24A.Para qué me sir-
Sig. (bilateral)
vió Junco
N 86
Correlación de Pearson –0,031
J16.Cuanto gano Sig. (bilateral) 0,788
N 78
Correlación de Pearson 0,053
J17.El sueldo me da
Sig. (bilateral) 0,641
para cubrir gastos
N 81

Tabla AX.9. Para qué me sirvió el Programa de Empleo


CORRELACIONES PARA QUÉ ME SIRVIÓ PROGRAMA EMPLEO

J24A.Para qué
me sirvió Junco

Coeficiente de correlación 1,000


J24A.Para qué me sirvió Jun-
Sig. (bilateral)
co
N 86
Coeficiente de correlación –0,030
Tau_b de Kendall J16.Cuanto gano Sig. (bilateral) 0,767
N 78
Coeficiente de correlación 0,071
J17.El sueldo me da para
Sig. (bilateral) 0,473
cubrir gastos
N 81
Coeficiente de correlación 1,000
J24A.Para qué me sirvió Jun-
Sig. (bilateral)
co
N 86
Coeficiente de correlación –0,033
Rho de Spearman
J16.Cuanto gano Sig. (bilateral) 0,774
N 78
Coeficiente de correlación 0,077
J17.El sueldo me da para
Sig. (bilateral) 0,495
cubrir gastos
N 81
Tabla AX.10. Contingencia J24*J31
CONTINGENCIA J24*J31
J31. En menores aprendí(a)
Como buscar tra- Ser indepediente Convivir y Estudiar Sirvió No sirvió, No sabe/ Fue Total
bajo y conservarlo y madurar relacionarme y aprender mucho nada especial no contesta perjudicial
Recuento 8 50 38 7 10 9 7 4 86
Como buscar
% dentro de J24 9,3% 58,1% 44,2% 8,1% 11,6% 10,5% 8,1% 4,7%
trabajo
% dentro de J31 100,0% 102,0% 115,2% 87,5% 100,0% 112,5% 116,7% 66,7%
y conservarlo
% del total 9,6% 60,2% 45,8% 8,4% 12,0% 10,8% 8,4% 4,8% 103,6%
Recuento 2 11 10 0 4 2 2 7 22
Ser independiente % dentro de J24 9,1% 50,0% 45,5% 0,0% 18,2% 9,1% 9,1% 31,8%
y madurar % dentro de J31 25,0% 22,4% 30,3% 0,0% 40,0% 25,0% 33,3% 116,7%
% del total 2,4% 13,3% 12,0% 0,0% 4,8% 2,4% 2,4% 8,4% 26,5%
Recuento 0 8 7 2 1 1 1 1 12
Convivir % dentro de J24 0,0% 66,7% 58,3% 16,7% 8,3% 8,3% 8,3% 8,3%
y relacionarme % dentro de J31 0,0% 16,3% 21,2% 25,0% 10,0% 12,5% 16,7% 16,7%
% del total 0,0% 9,6% 8,4% 2,4% 1,2% 1,2% 1,2% 1,2% 14,5%
J24(a) Recuento 1 4 5 3 0 0 1 0 7
Aprendiste Estudiar % dentro de J24 14,3% 57,1% 71,4% 42,9% 0,0% 0,0% 14,3% 0,0%
en el y aprender % dentro de J31 12,5% 8,2% 15,2% 37,5% 0,0% 0,0% 16,7% 0,0%
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

Programa) % del total 1,2% 4,8% 6,0% 3,6% 0,0% 0,0% 1,2% 0,0% 8,4%
Recuento 3 1 2 1 4 0 0 0 6
% dentro de J24 50,0% 16,7% 33,3% 16,7% 66,7% 0,0% 0,0% 0,0%
Sirvió mucho
% dentro de J31 37,5% 2,0% 6,1% 12,5% 40,0% 0,0% 0,0% 0,0%
% del total 3,6% 1,2% 2,4% 1,2% 4,8% 0,0% 0,0% 0,0% 7,2%
Recuento 2 4 1 0 0 1 0 0 7
No sabe/ % dentro de J24 28,6% 57,1% 14,3% 0,0% 0,0% 14,3% 0,0% 0,0%
no contesta % dentro de J31 25,0% 8,2% 3,0% 0,0% 0,0% 12,5% 0,0% 0,0%
% del total 2,4% 4,8% 1,2% 0,0% 0,0% 1,2% 0,0% 0,0% 8,4%
Recuento 0 1 0 1 0 0 0 0 2
% dentro de J24 0,0% 50,0% 0,0% 50,0% 0,0% 0,0% 0,0% 0,0%
No asistía
% dentro de J31 0,0% 2,0% 0,0% 12,5% 0,0% 0,0% 0,0% 0,0%
% del total 0,0% 1,2% 0,0% 1,2% 0,0% 0,0% 0,0% 0,0% 2,4%
Recuento 8 49 33 8 10 8 6 6 83
Total
% del total 9,6% 59,0% 39,8% 9,6% 12,0% 9,6% 7,2% 7,2% 100,0%
Tabla AX.11. Contingencia J31*J28
CONTINGENCIA J31*J28
J28.Recuerdo menores(a)
Buenos Aspectos Mal, Rutina, Total
Estaba bien, Sensación
educadores, buenos Descontrol experiencia aporta servi- No sé
a gusto de control
buenos centros y malos negativa cios básicos
Como buscar Recuento 6 2 0 0 0 1 1 1 11
trabajo % dentro de J31 54,5% 18,2% 0,0% 0,0% 0,0% 9,1% 9,1% 9,1%
y conservarlo % dentro de J28 10,9% 6,5% 0,0% 0,0% 0,0% 2,4% 10,0% 16,7%
Recuento 18 9 11 3 7 16 3 1 68
Ser independiente
% dentro de J31 26,5% 13,2% 16,2% 4,4% 10,3% 23,5% 4,4% 1,5%
y madurar
% dentro de J28 32,7% 29,0% 45,8% 75,0% 38,9% 39,0% 30,0% 16,7%
Recuento 20 9 5 0 7 12 2 1 56
Convivir
% dentro de J31 35,7% 16,1% 8,9% 0,0% 12,5% 21,4% 3,6% 1,8%
y relacionarme
% dentro de J28 36,4% 29,0% 20,8% 0,0% 38,9% 29,3% 20,0% 16,7%
Recuento 6 3 0 0 2 1 0 0 12
Estudiar
% dentro de J31 50,0% 25,0% 0,0% 0,0% 16,7% 8,3% 0,0% 0,0%
J31.Aprendí y aprender % dentro de J28 10,9% 9,7% 0,0% 0,0% 11,1% 2,4% 0,0% 0,0%
en menores
(a) Recuento 1 3 5 0 1 1 2 1 14
Sirvió mucho % dentro de J31 7,1% 21,4% 35,7% 0,0% 7,1% 7,1% 14,3% 7,1%
% dentro de J28 1,8% 9,7% 20,8% 0,0% 5,6% 2,4% 20,0% 16,7%
Recuento 3 1 1 1 1 2 1 2 12
No sirvió,
% dentro de J31 25,0% 8,3% 8,3% 8,3% 8,3% 16,7% 8,3% 16,7%
nada especial
% dentro de J28 5,5% 3,2% 4,2% 25,0% 5,6% 4,9% 10,0% 33,3%
Recuento 1 3 2 0 0 2 1 0 9
No sabe/
% dentro de J31 11,1% 33,3% 22,2% 0,0% 0,0% 22,2% 11,1% 0,0%
no contesta
% dentro de J28 1,8% 9,7% 8,3% 0,0% 0,0% 4,9% 10,0% 0,0%
Recuento 0 1 0 0 0 6 0 0 7
Fue perjudicial % dentro de J31 0,0% 14,3% 0,0% 0,0% 0,0% 85,7% 0,0% 0,0%
% dentro de J28 0,0% 3,2% 0,0% 0,0% 0,0% 14,6% 0,0% 0,0%
Total Recuento 55 31 24 4 18 41 10 6 189
ANEXO 2. TABLAS Y GRÁFICOS
Tabla AX.12. Contingencia J31*J29
CONTINGENCIA J31*J29
J29.Más me gustó menores(a)
El ambiente, El apoyo personal, Total
Los/as Los recursos,
compañerismo el buen trato, Nada No sé
eduacadores/as el espacio
y respeto el interés por mi
Como buscar Recuento 3 4 1 3 0 1 12
trabajo % dentro de J31 25,0% 33,3% 8,3% 25,0% 0,0% 8,3%
y conservarlo % dentro de J29 5,2% 8,0% 3,4% 9,7% 0,0% 16,7%
Recuento 20 18 14 9 4 4 69
Ser independiente
% dentro de J31 29,0% 26,1% 20,3% 13,0% 5,8% 5,8%
y madurar
% dentro de J29 34,5% 36,0% 48,3% 29,0% 33,3% 66,7%
Recuento 18 16 10 7 0 1 52
Convivir
% dentro de J31 34,6% 30,8% 19,2% 13,5% 0,0% 1,9%
y relacionarme
% dentro de J29 31,0% 32,0% 34,5% 22,6% 0,0% 16,7%
Recuento 8 4 1 2 0 0 15
Estudiar
% dentro de J31 53,3% 26,7% 6,7% 13,3% 0,0% 0,0%
J31.Aprendí y aprender
% dentro de J29 13,8% 8,0% 3,4% 6,5% 0,0% 0,0%
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

en menores
(a) Recuento 6 3 2 2 1 0 14
Sirvió mucho % dentro de J31 42,9% 21,4% 14,3% 14,3% 7,1% 0,0%
% dentro de J29 10,3% 6,0% 6,9% 6,5% 8,3% 0,0%
Recuento 1 2 0 5 2 0 10
No sirvió,
% dentro de J31 10,0% 20,0% 0,0% 50,0% 20,0% 0,0%
nada especial
% dentro de J29 1,7% 4,0% 0,0% 16,1% 16,7% 0,0%
Recuento 2 1 1 2 1 0 7
No sabe/
% dentro de J31 28,6% 14,3% 14,3% 28,6% 14,3% 0,0%
no contesta
% dentro de J29 3,4% 2,0% 3,4% 6,5% 8,3% 0,0%
Recuento 0 2 0 1 4 0 7
Fue perjudicial % dentro de J31 0,0% 28,6% 0,0% 14,3% 57,1% 0,0%
% dentro de J29 0,0% 4,0% 0,0% 3,2% 33,3% 0,0%
Total Recuento 58 50 29 31 12 6 186
Tabla AX.13. Contingencia J31*J30
CONTINGENCIA J31*J30
J30. Menos gustó menores(a)
Los/as Los/as Estar ahí, Total
Nada, me gustó El poco control, Las normas
Los horarios educadores/as, compañeros/as el lugar,
todo el desinterés y restricciones
la relación con ellos/as y convivencia todo
Como buscar Recuento 1 3 1 0 3 2 1 11
trabajo % dentro de J31 9,1% 27,3% 9,1% 0,0% 27,3% 18,2% 9,1%
y conservarlo % dentro de J30 7,1% 12,5% 9,1% 0,0% 10,0% 4,2% 4,5%
Recuento 4 11 4 10 12 19 7 67
Ser independiente
% dentro de J31 6,0% 16,4% 6,0% 14,9% 17,9% 28,4% 10,4%
y madurar
% dentro de J30 28,6% 45,8% 36,4% 40,0% 40,0% 39,6% 31,8%
Recuento 6 6 1 4 7 15 6 45
Convivir
% dentro de J31 13,3% 13,3% 2,2% 8,9% 15,6% 33,3% 13,3%
y relacionarme
% dentro de J30 42,9% 25,0% 9,1% 16,0% 23,3% 31,3% 27,3%
Recuento 1 3 1 1 0 3 2 11
Estudiar
% dentro de J31 9,1% 27,3% 9,1% 9,1% 0,0% 27,3% 18,2%
J31.Aprendí y aprender % dentro de J30 7,1% 12,5% 9,1% 4,0% 0,0% 6,3% 9,1%
en menores
(a) Recuento 1 1 0 2 5 4 2 15
Sirvió mucho % dentro de J31 6,7% 6,7% 0,0% 13,3% 33,3% 26,7% 13,3%
% dentro de J30 7,1% 4,2% 0,0% 8,0% 16,7% 8,3% 9,1%
Recuento 0 0 2 3 1 3 2 11
No sirvió,
% dentro de J31 0,0% 0,0% 18,2% 27,3% 9,1% 27,3% 18,2%
nada especial
% dentro de J30 0,0% 0,0% 18,2% 12,0% 3,3% 6,3% 9,1%
Recuento 1 0 0 4 1 0 0 6
No sabe/
% dentro de J31 16,7% 0,0% 0,0% 66,7% 16,7% 0,0% 0,0%
no contesta
% dentro de J30 7,1% 0,0% 0,0% 16,0% 3,3% 0,0% 0,0%
Recuento 0 0 2 1 1 2 2 8
Fue perjudicial % dentro de J31 0,0% 0,0% 25,0% 12,5% 12,5% 25,0% 25,0%
% dentro de J30 0,0% 0,0% 18,2% 4,0% 3,3% 4,2% 9,1%
Total Recuento 14 24 11 25 30 48 22 174
ANEXO 2. TABLAS Y GRÁFICOS
Tabla AX.14. Contingencia J31*J3
CONTINGENCIA J31*J3_CONVIVE_CON
J3.Con quien vivo
Compañeros de piso/ Con pareja/nueva Total
Amigos Solo Familia de origen
de trabajo familia
Recuento 0 2 2 2 0 6
Como buscar
% dentro de J31 0,0% 33,3% 33,3% 33,3% 0,0%
trabajo
% dentro de J3_CONVIVE_CON 0,0% 9,1% 28,6% 6,3% 0,0%
y conservarlo
% del total 0,0% 2,6% 2,6% 2,6% 0,0% 7,9%
Recuento 5 11 5 21 3 45
Ser independiente % dentro de J31 11,1% 24,4% 11,1% 46,7% 6,7%
y madurar % dentro de J3_CONVIVE_CON 62,5% 50,0% 71,4% 65,6% 42,9%
% del total 6,6% 14,5% 6,6% 27,6% 3,9% 59,2%
Recuento 1 11 3 10 4 29
Convivir % dentro de J31 3,4% 37,9% 10,3% 34,5% 13,8%
y relacionarme % dentro de J3_CONVIVE_CON 12,5% 50,0% 42,9% 31,3% 57,1%
% del total 1,3% 14,5% 3,9% 13,2% 5,3% 38,2%
Recuento 1 3 1 2 1 8
Estudiar % dentro de J31 12,5% 37,5% 12,5% 25,0% 12,5%
y aprender % dentro de J3_CONVIVE_CON 12,5% 13,6% 14,3% 6,3% 14,3%
J31.Aprendí % del total 1,3% 3,9% 1,3% 2,6% 1,3% 10,5%
en menores(a) Recuento 4 1 0 6 0 11
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

% dentro de J31 36,4% 9,1% 0,0% 54,5% 0,0%


Sirvió mucho
% dentro de J3_CONVIVE_CON 50,0% 4,5% 0,0% 18,8% 0,0%
% del total 5,3% 1,3% 0,0% 7,9% 0,0% 14,5%
Recuento 1 2 0 4 0 7
No sirvió, % dentro de J31 14,3% 28,6% 0,0% 57,1% 0,0%
nada especial % dentro de J3_CONVIVE_CON 12,5% 9,1% 0,0% 12,5% 0,0%
% del total 1,3% 2,6% 0,0% 5,3% 0,0% 9,2%
Recuento 0 2 1 2 0 5
No sabe/ % dentro de J31 0,0% 40,0% 20,0% 40,0% 0,0%
no contesta % dentro de J3_CONVIVE_CON 0,0% 9,1% 14,3% 6,3% 0,0%
% del total 0,0% 2,6% 1,3% 2,6% 0,0% 6,6%
Recuento 0 1 0 2 1 4
% dentro de J31 0,0% 25,0% 0,0% 50,0% 25,0%
Fue perjudicial
% dentro de J3_CONVIVE_CON 0,0% 4,5% 0,0% 6,3% 14,3%
% del total 0,0% 1,3% 0,0% 2,6% 1,3% 5,3%
Recuento 8 22 7 32 7 76
Total
% del total 10,5% 28,9% 9,2% 42,1% 9,2% 100,0%
ANEXO 2. TABLAS Y GRÁFICOS

Tabla AX.15. Escenarios de futuro


Donde me gustaría vivir Con quien me gustaría Donde espero trabajar Que espero estar haciendo
en el fututo vivir en el futuro en el futuro en el futuro
Apuntarme a una ONG, seguir haciendo
1 Un piso de protección oficial Sola Quiromasajista
tai-chi, clases de dibujo
Un piso alquilado de 2 habitaciones
Mejor sola que mal Si me quito algun curro quiero dos cursillos,
o 1 hasta que algún día me llamen Bailes, animadora,
2 acompañada pero en Integración social y Actividades físico deportivas en
para decirme que la Comunidad de workcenter y teleoperadora
tal caso con mi pareja el Medio Natural
Madrid me ha concedido un piso
Viviré en Madrid u otro país, quien Mi mujer o mi novia
3 En algo que me guste Deporte, viajar y aprender idiomas
sabe o solo
4 No lo tengo pensado Una chica y no lo se es mucho tiempo...
5 No se No se No se No se
6 En el fútbol profesional Trabajo Empresas Futbol y trabajo laboral
7 No lo se No lo se No lo sé No lo sé
Mi hija, mi chico y su
8 Seguramente piso alquiler No lo se Ver crecer a mi hija y buscarnos un futuro mejor
padre
9 Viviré en Vicálvaro Con mi familia No lo sé Seguir jugando al fútbol pero profesionalmente
Colaborar en otros países, estudiar y vivir un poco
10 Leganés Mi pareja (espero) Militar
mejor que ahora
11 La Comunidad de Madrid Mi mujer y mi niño La pintura Cuidar de los míos todo lo que pueda
12 Móstoles Mi familia No sé Estudiar
Estar haciendo cosas que me interesan como viajar,
13 Madrid Mi familia Mecánico o cerrajero
cuidar a mi familia y ver el fútbol
14 Madrid o Malaga Chapa y pintura Estudiar y deporte
Compañeros de piso Pagarme el carnet B1, ahorrar para comprarme una
15 Madrid Electricidad
amigos casa, hacer mas vida social
16 Madrid Mi trabajo
Trabajar, salir con los amigos, ver a mi familia, estar
17 Málaga Mi novia Empresa de seguridad con mi mujer y mis hijos si los tengo. Seguir
haciendo cosas que haya aprendido
18 Madrid Novio Madrid Trabajar y criar algún hijo
19 Madrid Mi mujer No lo se Salir con amigos
Quisiera trabajar en un
En mi casa si es que me dan un
20 mi esposo y mi hija supermercado de reponedora No se
contrato fijo para poder pagarla
(pido poco ¿no?)
21 Mi estudio Conmigo misma No lo se Vivir a gusto
22 En mi casa Con quien quiera En una farmacia Disfrutar de mi esfuerzo
A ser posible solo o Lo que a mí me guste como Pensar en abrir mi negocio, comprar un piso y vivir
23 Madrid si es posible mi piso
con mi pareja siempre la vida que son dos días
24 Vivir en mi propio piso Vivire con mi familia Un puesto no muy pesado jugar al fútbol
sacar un disco en el mercado, el rap, seguir en los
Un amigo y si todo va Fontanería o solo me estudios, que deseo muchísimo pero lamentablemente
25 Viviré en mi propia casa (aunque...)
bien con la novia dedicaré a la música (rap) por falta de medios económicos no me he permitido
ese lujo (necesario)
26 Mi casa Mi mujer y mis hijos En la construcción Boxear y el deporte
27
28
Estaré haciendo cosas que me interesan, vivir la vida
29
lo mejor que pueda, ser feliz e intentar dar felicidad
30
31
32
Anexo 3
CONSISTENCIA INTERNA DE INSTRUMENTOS
DE INVESTIGACIÓN
1. CUESTIONARIO A EMPRESARIOS

Se ha realizado el análisis de fiabilidad de este cuestionario a partir del cálculo


del coeficiente Alfa de Cronbach, y también a través de la comparación de medias
entre pares de preguntas similares.
Como se puede comprobar en las tablas adjuntas, el coeficiente Alfa de Cron-
bach presenta valores muy elevados, siendo alfa = 0,913 y el coeficiente tipificado
alfa = 0,887, lo que indica una magnífica consistencia interna de la prueba, cerca
del valor máximo, que es 1.

Tabla A3.1. Estadísticos de fiabilidad

Alfa de Cronbach
Alfa de Cronbach basada en los N.o de elementos
elementos tipificados
0,913 0,887 51

Los estadísticos total-elemento ofrecen resultados aún mejores sobre la fiabili-


dad de la prueba en caso de eliminación de un elemento, siendo alfa ≤ 0,905.

Tabla A3.2. Estadísticos total-elementos

Media de Varianza Correlación Alfa de


Correlación
la escala si de la escala elemento- Cronbach si
múltiple al
se elimina si se elimina total se eleimina
cuadrado
el elemento el elemento corregida el elemento
E1. Como conoció el Programa 231,22 1691,892 –0,177 . 0,922
E2. Agilidad en la respuesta 227,00 1588,343 0,519 . 0,910
E3. Atención personalizada al empresario 226,39 1625,387 0,302 . 0,912
E4. Atención personalizada al joven 226,89 1597,759 0,446 . 0,911
E5. Amabilidad y cercanía 226,47 1602,428 0,433 . 0,911
E6. Agilidad en las gestiones 226,92 1595,107 0,383 . 0,911
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

Tabla A3.2. Estadísticos total-elementos (continuación)


Media de Varianza Correlación Alfa de
Correlación
la escala de la escala elemento- Cronbach si
múltiple al
si se elimina si se elimina total se eleimina
cuadrado
el elemento el elemento corregida el elemento
E7. Eficacia en las gestiones 227,17 1577,857 0,402 . 0,911
E8. Acompañamiento inicial a los jóvenes 226,42 1627,679 0,224 . 0,912
E9. Seguimientos situación joven 227,03 1580,142 0,555 . 0,910
E10. Asesoramiento e información a empresarios 227,36 1586,980 0,524 . 0,910
E11. Selección de candidatos para la empresa 228,25 1531,736 0,741 . 0,907
E12. Apoyo a trámites del empresario 227,83 1549,229 0,623 . 0,908
E13 . Resolución de problemas 227,72 1561,349 0,626 . 0,909
E14. Interés del empresario por el acompañamiento 234,00 1652,629 0,050 . 0,913
E18. Funcionamiento de este tipo de Programas 233,78 1671,606 –0,443 . 0,914
E22. Puntuación trabajo jóvenes en su empresa 229,53 1505,628 0,844 . 0,906
E23. Importancia de la formación previa para la selección 227,83 1565,629 0,391 . 0,911
E24A. Los jóvenes son ágiles, dinámicos 229,94 1484,740 0,833 . 0,905
E24B. Los jóvenes son responsables 230,67 1524,343 0,600 . 0,908
E24C. Los jóvenes hacen lo que se les dice 229,11 1507,244 0,721 . 0,907
E24D. Los jóvenes saben trabajar en equipo 229,47 1542,428 0,598 . 0,909
E24E. Los jóvenes son buenos trabajadores 229,47 1505,171 0,773 . 0,906
E24F. Los jóvenes son respetuosos 228,89 1503,816 0,732 . 0,907
E24G. Los jóvenes tienen ganas de aprender 229,28 1474,606 0,771 . 0,906
E24H. Los jóvenes aprenden con facilidad 229,61 1491,559 0,786 . 0,906
E24I. Los jóvenes son puntuales 230,28 1500,321 0,613 . 0,908
E24J. Los jóvenes atienden bien a los clientes 229,44 1497,683 0,829 . 0,906
E24K. Los jóvenes tienen iniciativa propia 230,56 1502,083 0,801 . 0,906
E25. Los jóvenes afrontan adecuadamente situacio-
230,00 1520,057 0,635 . 0,908
nes imprevistas
E26. Los jóvenes generan situaciones conflictivas 231,36 1722,352 –0,314 . 0,922
E27. Trabajar con jóvenes es mejor que trabajar 0,913
229,31 1617,533 0,218 .
con adultos
E28. Contratar jóvenes es una inversión de futuro 228,06 1564,740 0,357 . 0,912
E29. Contratar jóvenes supone un ahorro económico 229,28 1514,206 0,597 . 0,908
E30. Los jóvenes son personas autónomas 0,910
230,28 1562,035 0,460 .
e independientes
E31. Dispuesto a prácticas formativas en su empresa 233,86 1664,237 –0,277 . 0,914
E32. Le interesa tener jóvenes aprendices 234,00 1660,400 –0,222 . 0,913
E35. Partidario de contratar menores de edad 233,78 1645,892 0,204 . 0,913
E36. Continuaría contratando con este Programa 234,11 1655,587 –0,106 . 0,913
ANEXO 3. CONSISTENCIA INTERNA DE INSTRUMENTOS DE INVESTIGACIÓN

Tabla A3.2. Estadísticos total-elementos (continuación)


Media de Varianza Correlación Alfa de
Correlación
la escala de la escala elemento- Cronbach si
múltiple al
si se elimina si se elimina total se eleimina
cuadrado
el elemento el elemento corregida el elemento
E37. Los jóvenes demandan salarios elevados 233,39 1644,473 0,267 . 0,912
E38. Los jóvenes aceptan trabajos que otros rechazan 233,44 1657,168 –0,084 . 0,913
E41. Las empresas pueden ayudar a los jóvenes con
233,89 1656,787 –0,078 0,913
problemas sociales
E43A. Inconveniente en contratar inmigrantes con
233,17 1649,400 0,351 . 0,913
permiso de trabajo
E43B. Inconveniente en contratar menores de edad 233,44 1661,968 –0,210 . 0,914
E43C. Inconveniente en contratar personas de color 233,19 1648,390 0,304 . 0,913
E43D. Inconveniente en contratar mujeres 233,22 1650,863 0,142 . 0,913
E43E. Inconveniente en contratar jóvenes consumidores 233,72 1648,778 0,127 . 0,913
E43F. Inconveniente en contratar jóvenes con
233,36 1656,409 –0,070 . 0,913
minusvalía
E43G. Inconveniente en contratar estudiantes 233,25 1645,621 0,327 . 0,912
E43H. Inconveniente en contratar mujeres con hijos 233,28 1644,035 0,352 . 0,912
E43I. Inconveniente en contratar jóvenes con medida
233,69 1649,133 0,117 . 0,913
judicial
E43J. Inconveniente en contratar personas de otras
233,33 1643,543 0,322 . 0,912
étnias

La fiabilidad en la respuesta al cuestionario a empresas se ha valorado también


teniendo en cuenta el contraste entre pares de ítems similares o contrarios, ubica-
dos en diferentes lugares de la prueba —no consecutivos—, valorando la cohe-
rencia y el nivel de significación de las respuestas cruzadas a estos ítems. En con-
creto se trata de los pares de preguntas E16-E17-E36, E43b-E35 y E22-E24a…k,
cuyos enunciados se reflejan en el cuadro siguiente.

Cuadro A3.1. Estadísticos total-elementos


CONTRASTE DE FIABILIDAD ENTRE ÍTEMS
E16 ¿Cree que son útiles para las empresas los Programas de Empleo para Jóvenes como éste?
E17 ¿Y para los jóvenes? ¿Cree que son útiles para los/las jóvenes los Programas de Empleo como éste?
E36 Continuaría usted contratando jóvenes de este Programa de Empleo
E43b ¿Tendría usted algún inconveniente en contratar para su empresa menores de edad laboral, con 16 o 17 años de edad?
E35 ¿Es partidario/a de contratar menores de edad laboral (con 16 o 17 años) para determinados puestos de su empresa?
E22.- ¿Qué puntuación daría, en términos generales, al trabajo que han realizado los jóvenes que hay en su empresa?
E24 (a-k) Los jóvenes, en relación al trabajo, son…
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

䉴 Contraste de fiabilidad entre los ítems E16-E17-E36

La respuesta prácticamente unívoca de los empresarios a estos tres ítems mues-


tra el amplio grado de acuerdo de los empresarios entre sí a la hora de responder al
cuestionario, independientemente del enunciado de la pregunta y del lugar en que
esta se encuentre en el texto. El 98,9% de las respuestas válidas sobre la utilidad de
este tipo de Programa para los empresarios (E16), son positivas, al igual que el
100% de las respuestas sobre la utilidad de este tipo de Programa para los jóvenes
(E17); algo que ocurre también con el ítem E36, al preguntar a los empresarios si
continuarían contratando jóvenes del Programa: el 98,9% contesta afirmativa-
mente. La varianza igual o prácticamente a cero de estos ítems hace, lógicamente,
que el contraste estadístico de fiabilidad no sea necesario.

Tabla A3.3. Utilidad del Programa de empleo para las empresas

Porcentaje Porcentaje
Frecuencia Porcentaje
válido acumulado
Sí 86 97,7 98,9 98,9
Válidos No 1 1,1 1,1 100,0
Total 87 98,9 100,0
Perdidos Sistema 1 1,1
Total 88 100,0

Tabla A3.4. Utilidad del Programa de empleo para los jóvenes

Porcentaje Porcentaje
Frecuencia Porcentaje
válido acumulado
Válidos Sí 87 98,9 100,0 100,0
Perdidos Sistema 1 1,1
Total 88 100,0

Tabla A3.5. Continuaría contratando con este Programa

Porcentaje Porcentaje
Frecuencia Porcentaje
válido acumulado
Sí 86 97,7 98,9 98,9
Válidos No 1 1,1 1,1 100,0
Total 87 98,9 100,0
Perdidos Sistema 1 1,1
Total 88 100,0
ANEXO 3. CONSISTENCIA INTERNA DE INSTRUMENTOS DE INVESTIGACIÓN

䉴 Contraste de fiabilidad entre los ítems E35-E43b

Como se puede comprobar en las tablas siguientes, tanto la desviación típica


como el error típico de medida de estos dos ítems presentan valores muy pareci-
dos. La correlación entre este par de ítems es también muy alta y de sentido ne-
gativo, cómo se corresponde con el tipo de preguntas efectuadas, siendo la relación
significativa (r = –0,875, p ≤ 0,000). Lo mismo ocurre con el valor de la T de Stu-
dent, T = –3,201; p ≤ 0,002. Todo ello muestra de nuevo la estabilidad de las
puntuaciones y la buena consistencia interna de la prueba.

Tabla A10.6. Estadísticos de muestras relacionadas


Error típ.
Media N Desviación típ.
de la media
E35. Partidario de contratar
1,37 84 0,485 0,053
menores de edad
Par 1
E43B. Inconveniente en
1,69 84 0,465 0,051
contratar menores de edad

Tabla A3.7. Correlaciones de muestras relacionadas

N Correlación Sig.

E35. Partidario de contratar menores de edad


Par 1 y E43B. Inconveniente en contratar menores 84 –0,875 0,000
de edad

Tabla A3.8

Diferencias relacionadas
95% Intervalo
Desviación Error típ. Sig.
Media de confianza para t gl
típ. de la media (bilateral)
la diferencia
Inferior Superior
E35. Partidario de contratar
menores de edad - E43B.
Par 1 –0,321 0,920 0,100 –0,521 –0,122 –3,201 83 0,002
Inconveniente en contratar
menores de edad
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

䉴 Contraste de fiabilidad ítems E22-E24 (a-k)

La media de la valoración que los empresarios hacen del comportamiento de


sus jóvenes empleados ante el trabajo, a partir de 11 indicadores diferentes (ítem
24 a-k) es de 5,91 puntos sobre 10, prácticamente idéntica a la puntuación del
ítem 22 sobre «puntuación del trabajo de los jóvenes en su empresa», que es de
5,95 puntos. Este resultado viene a confirmar una gran sinceridad en las respuestas
por parte de los empresarios, y de nuevo la buena fiabilidad y coherencia interna
del cuestionario.

2. ENTREVISTA A JÓVENES

Se ha realizado el análisis de fiabilidad de la entrevista a jóvenes a través de un


cuestionario cumplimentado por los entrevistadores, en el que se indagaba no solo
sobre la sinceridad de la respuesta, sino sobre otras cuestiones que inciden en ésta,
como el grado de colaboración, de empatía, de madurez y por la fluidez en el len-
guaje del o de la joven, percibidos por el entrevistador1.
Siete han sido las personas que han entrevistado a los jóvenes, todas ellas con
experiencia en este ámbito de trabajo, y con una información y formación previa
sobre el tipo de entrevista realizado, las técnicas y estrategias a utilizar y el instru-
mento utilizado.
Como elemento de apreciación de la validez y fiabilidad de la prueba, se les so-
licitó que cumplimentaran un pequeño cuestionario sobre las actitudes y aptitudes
básicas de los jóvenes a la hora de responder al cuestionario. A continuación se re-
flejan los resultados de este cuestionario que, en términos generales, muestra una
buena adaptación del modelo de entrevista a la población objeto de esta investi-
gación y a los objetivos que se pretenden con ella, y una elevada fiabilidad en las
respuestas ofrecidas por los jóvenes.
Por una parte, el grado de colaboración de los jóvenes fue percibido por los entrevista-
dores como bueno o muy bueno (96,2%), siendo la colaboración muy buena en el
61,5% de los casos, y no existiendo ningún caso en que la colaboración no hubiera
existido.

1
Las características de este instrumento de investigación, su flexibilidad y su utilización no estandarizada, hacen poco
recomendable la utilización de otro tipo de pruebas estadísticas sobre su consistencia interna.
ANEXO 3. CONSISTENCIA INTERNA DE INSTRUMENTOS DE INVESTIGACIÓN

Tabla A3.9. Grado de colaboración


Porcentaje Porcentaje
Frecuencia Porcentaje
válido acumulado
Mucho 48 55,2 61,5 61,5
Bastante 27 31,0 34,6 96,2
Válidos
Poco 3 3,4 3,8 100,0
Total 78 89,7 100,0
Perdidos Sistema 9 10,3
Total 87 100,0

El grado de empatía en la entrevista fue también bastante elevado (88,5%),


aunque inferior al de colaboración. Tampoco se reflejaron casos en que no hubiera
existido empatía, y solo en nueve de ellos esta fue baja.

Tabla A3.10. Grado de empatía


Porcentaje Porcentaje
Frecuencia Porcentaje
válido acumulado
Mucho 31 35,6 39,7 39,7
Bastante 38 43,7 48,7 88,5
Válidos
Poco 9 10,3 11,5 100,0
Total 78 89,7 100,0
Perdidos Sistema 9 10,3
Total 87 100,0

La sinceridad de los jóvenes a la hora de responder a las preguntas que se les formulaban
fue percibida por los entrevistadores también como muy buena (98,7%), con afirmaciones
medidas y creíbles acerca de su realidad personal y social. En el anexo 2, Ta-
bla AX-15, se aportan las observaciones de los entrevistadores clasificadas de
acuerdo al grado de sinceridad del joven.
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

Tabla A3.11. Sinceridad en la respuesta


Porcentaje Porcentaje
Frecuencia Porcentaje
válido acumulado
Mucho 34 39,1 43,6 43,6
Bastante 43 49,4 55,1 98,7
Válidos
Poco 1 1,1 1,3 100,0
Total 78 89,7 100,0
Perdidos Sistema 9 10,3
Total 87 100,0

60
55,1

50
43,6

40
Porcentaje

30

20

10
1,3
0
Mucho Bastante Poco
Gráfico A3.1. Sinceridad en las respuestas.

Otro elemento de interés fue la valoración de la comprensión por parte de los


jóvenes del enunciado de las preguntas que se les formulaban, así como su agilidad
y su fluidez verbal a la hora de responderlas. Aquí los valores descienden conside-
rablemente, algo dentro de lo previsto dado el grupo de población investigado, y
solo el 69,2% alcanza una buena o muy buena fluidez verbal, siendo regular la del
25,6% y mala la de un 5,1%. Esto era más patente a la hora de ofrecer respuestas ri-
cas y diversas, con argumentos elaborados, a las preguntas recibidas, y no tanto
achacable a la comprensión de las preguntas, que en general fue buena, ya que la
redacción se adecuó al lenguaje cotidiano de estos jóvenes, con términos sencillos,
y los propios entrevistadores servían de apoyo para facilitar dicha comprensión.
ANEXO 3. CONSISTENCIA INTERNA DE INSTRUMENTOS DE INVESTIGACIÓN

Tabla A3.12. Fluidez en el lenguaje


Porcentaje Porcentaje
Frecuencia Porcentaje
válido acumulado
Muy buena 18 20,7 23,1 23,1
Buena 36 41,4 46,2 69,2
Válidos Regular 20 23,0 25,6 94,9
Mala 4 4,6 5,1 100,0
Total 78 89,7 100,0
Perdidos Sistema 9 10,3
Total 87 100,0

Como último aspecto, relacionado con el ámbito aptitudinal, se solicitó a los


entrevistadores que valoraran el grado de madurez personal del o de la joven a par-
tir de la conversación entablada. Los resultados fueron muy similares a los relacio-
nados con la fluidez verbal, considerando que el 73,1% de los jóvenes entrevistados
tenía un grado alto o suficiente de madurez personal, mientras que el 26,9 restan-
te tenía o escasa o ninguna madurez personal.
Solo en un caso este grado de madurez es nulo. Se trata de un joven que ofre-
ce respuestas disparatadas a muchas de las cuestiones, que no se centra ni en la en-
trevista ni en su contenido, y que presenta un importante desequilibrio afectivo y
cognitivo (expte. 1375). Como expresa el propio entrevistador, se trata de un «chi-
co con problemas de salud mental, que le cuesta comprender las preguntas» , que vive en la
calle y que ha hecho del fútbol, por ejemplo, un elemento obsesivo en el que cen-
tra tanto sus expectativas de futuro como la interpretación de su realidad actual.

Tabla A3.13. Grado de madurez


Porcentaje Porcentaje
Frecuencia Porcentaje
válido acumulado
Mucho 23 26,4 29,5 29,5
Bastante 34 39,1 43,6 73,1
Válidos Poco 20 23,0 25,6 98,7
Nada 1 1,1 1,3 100,0
Total 78 89,7 100,0
Perdidos Sistema 9 10,3
Total 87 100,0
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

3. CUESTIONARIO A PROFESIONALES

Se ha realizado el análisis de fiabilidad de este cuestionario a partir del cálculo


del coeficiente Alfa de Cronbach. Como se puede comprobar en las tablas adjun-
tas, el coeficiente Alfa de Cronbach presenta valores muy elevados, siendo
alfa = 0,859 y el coeficiente tipificado alfa = 0,859, lo que indica una muy buena
consistencia interna de la prueba, cerca del valor máximo, que es 1.

Tabla A3.14. Estadísticos de fiabilidad


Alfa de Cronbach
Alfa de
basada en los N.o de elementos
Cronbach
elementos tipificados
0,859 0,859 55

Los estadísticos total-elemento ofrecen resultados similares sobre la fiabilidad de


la prueba en caso de eliminación de un elemento, siendo alfa ≤ 0,848.

Tabla A3.15. Estadísticos total elementos

Media de Varianza Correlación Alfa de


Correlación
la escala de la escala elemento- Cronbach si
múltiple al
si se elimina si se elimina total se eleimina
cuadrado
el elemento el elemento corregida el elemento
E11. Transición adecuada a la vida adulta 296,10 1205,757 0,130 . 0,860
E12. Necesidad evaluación posterior 292,23 1244,514 –0,240 . 0,862
E13. Mantener recursos desde la Administración 292,23 1226,181 –0,011 . 0,861
E14. Eficacia de la intervención 292,84 1204,006 0,173 . 0,859
E15a. Resultados: jóvenes con iniciativa 294,52 1193,191 0,341 . 0,856
E15b. Resultados: jóvenes con conocimientos
294,13 1202,049 0,237 . 0,858
búsqueda empleo
E15c. Resultados: jóvenes con capacidad para
295,19 1189,828 0,416 . 0,856
mantener trabajo
E16. Satisfacción de los jóvenes con su trabajo 296,06 1185,462 0,298 . 0,857
E17a. Conflictivos en relaciones laborales 296,65 1215,237 0,052 . 0,862
E17b. Conflictivos en relaciones sociales 296,26 1210,198 0,136 . 0,859
E17c. Conflictivos en relaciones familiares 295,10 1192,024 0,231 . 0,858
E17d. Conflictivos en relación con educadores 296,52 1220,391 0,007 . 0,863
E18. Consumen sustancias tóxicas 294,16 1208,473 0,137 . 0,859
E19. Cuentan con red social de apoyo 297,68 1182,359 0,292 . 0,857
ANEXO 3. CONSISTENCIA INTERNA DE INSTRUMENTOS DE INVESTIGACIÓN

Tabla A3.15. Estadísticos total elementos (continuación)

Media de Varianza Correlación Alfa de


Correlación
la escala si de la escala elemento- Cronbach si
múltiple al
se elimina si se elimina total se eleimina
cuadrado
el elemento el elemento corregida el elemento
E20. Interés por estudiar 297,97 1218,099 0,056 . 0,860
E21. Interés por mejorar laboralmente 295,19 1230,361 0,049 . 0,863
E22a. Valores éticos al inicio 298,23 1224,781 0,005 . 0,861
E22b. Comportamiento responsable al inicio 298,52 1213,791 0,139 . 0,859
E22c. Valores éticos tras la intervención 295,74 1205,665 0,244 . 0,858
E22d. Comportamiento responsable tras la intervención 295,58 1202,385 0,315 . 0,857
E23. Excluidos a los pocos años 295,77 1205,847 0,132 . 0,860
E24a. Profesionales conocen su entorno social 295,32 1162,559 0,402 . 0,855
E24b. Profesionales conocen su entorno familiar 295,52 1160,191 0,374 . 0,855
E24c. Profesionales conocen su situación institucional 293,97 1166,832 0,509 . 0,853
E24d. Profesionales conocen su itinerario educativo 294,42 1120,652 0,733 . 0,848
E24e. Profesionales conocen su itinerario laboral 293,97 1145,166 0,622 . 0,851
E25. Profesionales diseñan itinerarios flexibles 294,71 1142,213 0,528 . 0,852
E26. Los jóvenes participan en decisiones sobre su futuro 294,74 1154,731 0,476 . 0,853
E27. Trabajo coordinado e interdisciplinar 295,77 1132,047 0,561 . 0,851
E28. Asistencia voluntaria a Programas de empleo 294,90 1189,224 0,232 . 0,858
E29. Jóvenes motivados y participativos 295,74 1183,731 0,396 . 0,855
E30. Profesionales exigentes 294,65 1165,770 0,542 . 0,853
E31. Empleos relacionados con formación previa 296,16 1187,073 0,204 . 0,859
E32. Recursos adecuados y diversos 297,16 1142,140 0,607 . 0,851
E33. Recursos suficientes 298,74 1190,131 0,278 . 0,857
E34a. Recursos adecuados para discapacitados 297,39 1203,778 0,111 . 0,861
E34b. Recursos adecuados para inmigrantes 298,48 1169,391 0,391 . 0,855
E34c. Recursos adecuados para otras etnias 298,32 1179,559 0,373 . 0,856
E34d. Recursos adecuados para jóvenes con cargas 297,94 1194,196 0,290 . 0,857
E34e. Recursos adecuados para jóvenes toxicómanos 297,87 1163,783 0,385 . 0,855
E34f. Recursos adecuados para jóvenes con medidas
297,39 1177,178 0,348 . 0,856
judiciales
E35. Educadores con recursos y estrategias ante
296,26 1168,598 0,414 . 0,855
lo incierto
E36. Profesionales con experiencia en intervención
293,19 1191,495 0,281 . 0,857
con jóvenes
E36. Profesionales con experiencia en orientación
293,87 1213,249 0,072 . 0,861
laboral
E37. Actividades de coordinación frecuentes entre recursos 296,13 1143,716 0,572 . 0,851
EL TRÁNSITO A LA VIDA ADULTA DE LOS JÓVENES EN DIFICULTAD SOCIAL

Tabla A3.15. Estadísticos total elementos (continuación)

Media de Varianza Correlación Alfa de


Correlación
la escala si de la escala elemento- Cronbach si
múltiple al
se elimina si se elimina total se eleimina
cuadrado
el elemento el elemento corregida el elemento
E38. Intervención con familias 297,81 1148,228 0,556 . 0,852
E39. Familias participan y colaboran 298,32 1165,692 0,503 . 0,853
E40. Importancia del grupo de iguales 293,45 1214,789 0,066 . 0,861
E41. Espacio físico adaptado y adecuado 295,32 1223,092 0,002 . 0,862
E42. Los jóvenes empatizan con los profesionales 294,97 1176,632 0,284 . 0,857
E43a. Criterios de evaluación iniciales 295,61 1156,045 0,536 . 0,853
E43b. Criterios de evaluación de proceso 295,10 1180,557 0,492 . 0,855
E43c. Criterios de evaluación finales 295,26 1176,865 0,406 . 0,855
E44. Formación de educadores frecuente 297,06 1168,462 0,505 . 0,854
E45. Recursos económicos suficientes 299,26 1210,931 0,132 . 0,859
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