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AUTOGOLPE DE ALBERTO FUJIMORI

La Crisis constitucional de 1992 fue una serie de eventos ocurridos en ese


año, durante el gobierno de Alberto Fujimori. Su principal fecha fue el 5 de abril,
día en el que el Alberto Fujimori declara la disolución de ambas Cámaras del
Congreso de la República del Perú.

Tras ganar las elecciones de 1990, el partido de Alberto Fujimori (Cambio 90),
no obtuvo mayoría en el Congreso de la República -Cámara de Diputados y
Senado-, frente a la mayorías relativas del Partido Aprista Peruano y del
FREDEMO. Las Cámaras, sin embargo, le habían delegado tres períodos
sucesivos (180 días cada uno) de facultades legislativas con la finalidad de
permitir las reformas económicas necesarias. La oposición, que revisaba
exhaustivamente el paquete de decretos legislativos expedidos por el Ejecutivo,
se vio ofendida porque el presidente había observado más de diez autógrafas
de ley dadas por el Legislativo. Asimismo, una comisión del Senado ya
investigaba los casos de violaciones a los derechos humanos por los que está
siendo juzgado en la actualidad Fujimori.

Ante la negativa del Congreso para concederle amplios poderes para legislar
sin fiscalización; y alegando una falta de cooperación, Fujimori decidió, el 5 de
abril de 1992, disolver el Congreso de la República. El 7 de abril es publicada la
Ley de Bases del Gobierno de Emergencia y Reconstrucción Nacional.

CIERRE DEL CONGRESO

Es menester resaltar que la constitución entonces vigente preveía una eventual


disolución de la Cámara de Diputados tras la negación de confianza o censura
de tres consejos de ministros sucesivos -caso que no se dio-; sin embargo,
declaraba expresamente en su artículo bicentésimo trigésimo, que el Senado
era indisoluble:
Artículo 227. El Presidente de la República esta facultado para disolver la
Cámara de Diputados si esta ha censurado o negado confianza a tres
Consejos de Ministros.

Artículo 228. El decreto de disolución expresa la causa que la motiva.

Incluye la convocatoria a elecciones en el plazo perentorio de tres días, de


acuerdo con la ley electoral en vigor al tiempo de la disolución.

Si el Presidente no cumple con llamar a elecciones dentro del plazo señalado o


las elecciones no se efectúan, la Cámara disuelta se reúne de pleno derecho,
recobra sus facultades constitucionales y cesa el Consejo de Ministros, sin que
ninguno de sus miembros pueda ser nominado nuevamente para ministerio
alguno durante el período presidencial.

La Cámara elegida extraordinariamente completa el período constitucional de


la disuelta.

Artículo 229. El Presidente de la República no puede disolver la Cámara de


Diputados durante el estado de sitio ni de emergencia.

Tampoco puede disolverla en el ultimo año de su mandato.

Durante ese termino, la Cámara solo puede votar la censura del Consejo de
Ministros o de cualesquiera de los Ministros con el voto conforme de por lo
menos dos tercios del numero legal de diputados.

El Presidente de la República no puede ejercerla facultad de disolución sino


una sola vez durante su mandato.

Artículo 230. El Senado no puede ser disuelto.


CAPITULO VII: DE LAS RELACIONES CON EL PODER LEGISLATIVO,
TITULO IV: DE LA ESTRUCTURA DEL ESTADO,
Constitución de 1979.
El 5 de abril de 1992, Alberto Fujimori instauró el llamado "Gobierno de
Emergencia y Reconstrucción Nacional". Esta medida logró realizar lo
siguiente:

 Disolver el Congreso de la República del Perú, removiendo y


neutralizando a sus opositores políticos.
 Controlar los tres poderes del estado, asumiendo poderes para dictar
leyes con la aprobación del Consejo de Ministros.
 Dejar en suspenso la constitución de 1979 en lo relacionado a los
artículos que se oponían a la instauración del Gobierno de Emergencia y
Reconstrucción Nacional.
 Convocar a elecciones para un Congreso Constituyente Democrático,
elecciones en las cuales obtuvo una amplia mayoría popular cuya
función fue sancionar una nueva Constitución política del Perú.

Es cierto que la propia Constitución prevé los mecanismos para su


modificación, pero es igualmente cierto que para que ello suceda se necesitan
dos primeras legislaturas ordinarias consecutivas, lo que vendría a significar
que, casi al término del presente mandato, recién contaríamos con los
instrumentos legales necesarios para la reconstrucción general del Perú. Y ello
si el Congreso se decide a aprobar las modificaciones necesarias, incluyendo
aquellas que son contrarias a los intereses de los propios parlamentarios,
como por ejemplo, la reducción de sus emolumentos o la no-reelección.

¿Cuál es la institución o mecanismo que permitiría realizar todos los cambios


profundos que a su vez hagan posible el despegue del Perú? Sin lugar a dudas
ni el Parlamento, ni el Poder Judicial son hoy por hoy agentes de cambio, sino
más bien freno a la transformación y el progreso.

Como Presidente de la República, he constatado directamente todas estas


anomalías y me he sentido en la responsabilidad de asumir una actitud de
excepción para procurar aligerar el proceso de esta reconstrucción nacional,
por lo que he decidido tomar las siguientes trascendentales medidas.
1. Disolver temporalmente el Congreso de la República, hasta
la aprobación de una nueva estructura orgánica del Poder
Legislativo, la que se aprobará mediante un plebiscito nacional.
2. Reorganizar totalmente el Poder Judicial, el Consejo
Nacional de la Magistratura, el Tribunal de Garantías
Constitucionales, y el Ministerio Público para una honesta y
eficiente administración de justicia.
3. Reestructurar la Contraloría General de la República con el
objeto de lograr una fiscalización adecuada y oportuna de la
administración pública, que conduzca a sanciones drásticas a
los responsables de la malversación de los recursos del
Estado.
Alberto Fujimori Fujimori,
5 de abril de 1992.

SESIONES DEL CONGRESO DESPUÉS DEL 5 DE ABRIL

El Congreso del Perú, siguió reuniéndose en diversos lugares y localidades. La


primera norma del congreso fue declarar la vacancia de Alberto Fujimori y
nombrar a Máximo San Román como Presidente Constitucional del Perú.

Máximo San Román asume el cargo de Presidente Constitucional del Perú el


21 de abril de 1992, siendo presidente nominal hasta que el 9 de enero de
1993 el Congreso Constituyente Democrático dicta una ley constitucional
que declara a Alberto Fujimori Presidente Constitucional.

San Román realiza un llamado a las fuerzas armadas para deponer a Fujimori,
pero no obtiene apoyo, a lo cual se suma el respaldo de la OEA a Alberto
Fujimori y las medidas para convocar al Congreso Constituyente Democrático.

Sería únicamente el general EP Jaime Salinas Sedó quien el 12 de noviembre


de 1992 intentaría restaurar la Constitución de 1979 mediante un golpe a
Alberto Fujimori, presidente en ejercicio. El golpe fue develado y neutralizado.
REACCIONES LOCALES

Muchos políticos no reconocieron como legal y constitucional el actuar del


Presidente Alberto Fujimori. Entre los más destacados se encontraban:

 Mario Vargas Llosa; quien llamó a una insurgencia popular.


 Alan García Pérez; quien tras enterarse del golpe y de -según su
versión- escapar de un intento de asesinato, pidió asilo político y se
exilió en Colombia evitando ser capturado y obligado a responder por los
supuestos actos de corrupción que existieron en su gobierno (1985-
1990).
 Fernando Belaúnde Terry; no consideró el acto como democrático y
apoyó plenamente al presidente San Román. Fue suya la banda que
utilizó éste al juramentar ante el Senado en el Colegio de Abogados de
Lima.
 Lourdes Flores Nano; quien decidió seguir con las reuniones de
Diputados y senadores en diversos lugares.

CONSECUENCIAS

 Derogación de la Constitución de 1979 y sanción de la actual


Constitución política del Perú aprobada mayoritariamente por el pueblo
peruano en referéndum democrático.
 Práctica desaparición durante una década de los dos principales
partidos con organización partidaria, ideología definida y coherente, y
masificación, de la escena política del momento: PAP Y AP.
AUGUSTO PINOCHET
BIOGRAFÍA
(Augusto Pinochet Ugarte; Valparaíso, 1915 -
Santiago de Chile, 2006) Dictador chileno que
se hizo con el poder tras derrocar al
presidente electo Salvador Allende y que
gobernó Chile entre 1973 y 1990, reprimiendo
duramente a la oposición política. Pese a la
violación reiterada de los derechos humanos
que tuvo lugar bajo su mandato, conservó
parte de su poder y privilegios hasta 1998.
Augusto Pinochet salió de la escuela militar en 1936 con el grado de teniente
de infantería y continuó sus estudios en la especialidad de geopolítica. Fue
encargado de realizar misiones de relativa importancia hasta que en 1956
formó parte de la delegación militar chilena en Estados Unidos. Diez años más
tarde había alcanzado el grado de coronel y poco después se le confió el
mando de la IV División. A partir de ese momento su prestigio dentro de las
Fuerzas Armadas fue en aumento. En 1969 alcanzó el generalato y la jefatura
del estado mayor del ejército.
Tras el triunfo de la Unidad Popular (UP) encabezada por Salvador Allende en
1970, catalizó el malestar de los sectores más conservadores del ejército y de
la sociedad chilena ante el avance de la izquierda. En el contexto de una
campaña de desestabilización de las instituciones estatales, en 1973 el
legalista general Carlos Prats fue obligado por sus compañeros a renunciar a
sus cargos de ministro de Defensa y comandante en jefe de las Fuerzas
Armadas; fue sustituido por el general Pinochet, quien, con el apoyo de
Estados Unidos, el 11 de septiembre encabezó el golpe de Estado que derrocó
el régimen de Allende. El Palacio de la Moneda fue bombardeado y el
presidente Salvador Allende, que se encontraba en su interior, se negó a
rendirse y murió en el palacio presidencial.
Pinochet desencadenó una dura represión con el objetivo de eliminar a la
oposición política y concentró en su persona casi la totalidad de los poderes del
Estado. Los servicios de inteligencia, la DINA y el Centro Nacional de
Información (CNI), creado en 1977, tuvieron un importante papel en la
represión y en el régimen autoritario que instauró. La persecución de los
opositores al régimen traspasó incluso las fronteras nacionales, como lo
demuestran, entre otros, los atentados que costaron la vida al general Prats en
Buenos Aires y a Orlando Letelier en Washington, en 1974 y 1976
respectivamente.
Tras la promulgación de varias actas constitucionales, en 1980 aprobó una
nueva Constitución de carácter autoritario, que aseguró su permanencia en el
gobierno hasta 1989. Eliminada toda oposición política y sindical, su régimen
instituyó una nueva política económica basada en los principios neoliberales y
monetaristas. Su severo plan de ajuste supuso un drástico recorte de los
salarios y la privatización de las empresas públicas.
Tras las recesiones de 1975, 1976, 1982 y 1983, la economía diseñada por su
régimen comenzó a dar rendimientos y a experimentar una gran expansión,
hasta el punto de que fue tenida como modélica en América Latina. Seguro de
sus logros políticos y económicos y de su autoridad e influencia en el país, en
1988 convocó un referéndum dentro del marco previsto por la Constitución. Las
urnas no le fueron favorables, y con el triunfo de la oposición política coaligada
en Concertación Democrática (CD), se inició el proceso de transición a la
democracia, marcada por la moderación y por el enorme poder que conservaba
Pinochet.

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