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https://doi.org/10.5565/rev/qpsicologia.1502
Resumen
Este artículo presenta un análisis crítico de las políticas públicas de salud mental en Chile y
su concepción del enfoque comunitario como expresión de un Estado que no dialoga con la
sociedad. De acuerdo a un proceso investigativo de carácter cualitativo y participativo, se
describe una mirada global sobre el reconocimiento, ejercicio y defensa de derechos en sa-
lud mental desde la perspectiva de usuarios(as) y exusuarios(as). Se concluye que el prota-
gonismo de estos actores sociales constituye un aspecto central para la distribución del po-
der y la recuperación de derechos de ciudadanía. Finalmente, las claves del proceso parti-
cipativo permiten comprender el rol de la facilitación comunitaria y la investigación mili-
tante hacia la reconstrucción de lazos asociativos y acciones colectivas en salud mental.
Palabras clave: Salud mental; Derechos humanos; Comunidad; Participación social
Abstract
The following article addresses a critical analysis of Chile's Mental Health public policies,
highlighting its conception of the community approach as an expression of a State that
does not dialogue with society. In accordance with a qualitative and participatory investi-
gative process, a global perspective towards the recognition, exercise and defense of rights
in Mental Health from users and ex-users’ perspectives is described. It is concluded that
the protagonism of these social actors constitutes a central aspect for the distribution of
power and the recovery of citizenship rights. Finally, the key points of the participatory
process allow us to understand the role of community facilitation and militant research
towards the reconstruction of associative ties and collective actions in mental health.
Keywords: Mental health; Human rights; Community; Social participation
tein, 2009; Castillo-Parada, 2018; Cea-Madrid, sona conformados por usuarios(as), exusua-
2018a). rios(as) y sobrevivientes de la psiquiatría, así
como al conjunto de la ciudadanía.
En el marco de los Estados, las barreras para
la ampliación de los espacios participativos En oposición a esta tendencia, diversos orga-
han sido un factor preponderante en la fallida nismos internacionales han considerado la im-
implementación del modelo comunitario en portancia de desarrollar acciones orientadas a
América Latina. Este posicionamiento ha anu- reconocer y valorar el punto de vista de la
lado la apertura hacia el diálogo colaborativo comunidad de usuario(as), exusuario(as) y so-
con la ciudadanía en la elaboración de políti- brevivientes de la psiquiatría para desarrollar
cas públicas de salud mental desde un enfo- un modelo de salud mental con perspectiva
que de derechos. Al respecto, en la mayoría de derechos (Asamblea General de Naciones
de los países de la región, la inclusión de la Unidas, 2017; Relator Especial de la ONU so-
salud mental en la agenda política se ha vin- bre el Derecho a la Salud, 2017). Consideran-
culado, principalmente, al accionar de auto- do la mirada diversa de estos colectivos socia-
ridades de gobierno, organizaciones gremiales les, estudios recientes afirman que las pers-
y poderes corporativos, destacando la ausen- pectivas y orientaciones para mejorar y forta-
cia de la comunidad de usuarios(as), exusua- lecer los servicios de salud mental en clave de
rios(as) y sobrevivientes de la psiquiatría en derechos, adquieren un matiz distinto y un
el debate público sobre la construcción de significado particular si se considera la visión
planes y normativas (Cea-Madrid, 2018b). de las personas que han recibido atención de
salud mental (Cohen, 2008; Corstens, Long-
En el contexto chileno, el proceso de elabora-
den, McCarthy-Jones, Waddingham y Thomas,
ción del Plan Nacional de Salud Mental 2017-
2014; Dillon, Mullimore, Lampshire y Cham-
2025 (Ministerio de Salud, 2017), se limitó a
berlin, 2017; Morrison, 2005).
promover espacios consultivos, no vinculantes
en la materia, bajo el control centralizado del Al respecto, la consolidación desde mediados
Departamento de Salud Mental del Ministerio de la década de 1990 de la Red Mundial de
de Salud. En particular, la convocatoria a or- Usuarios y Sobrevivientes de la Psiquiatría
ganizaciones de la sociedad civil para la dis- (WNUSP, por sus siglas en inglés) y la reciente
cusión del documento se realizó de manera conformación el año 2018 de la RedEsfera La-
direccionada y restringida, orientándose a la tinoamericana de la Diversidad Psicosocial,
presencia de actores institucionales. En esta han posicionado una perspectiva de derechos
línea, cabe destacar la participación de orga- desde el fortalecimiento colectivo y el prota-
nizaciones no gubernamentales (ONG) que gonismo social en primera persona a nivel
dependen del financiamiento público por me- global (Buitrago-Soler, 2016; Cea-Madrid,
dio de subsidios o licitaciones de programas, 2018b). Junto con ello, diversas tradiciones
sociedades científicas vinculadas a la indus- de investigación académica han sostenido que
tria farmacéutica y organizaciones de familia- los usuarios(as), exusuarios(as) y sobrevivien-
res y usuarios(as) que poseen estrechos víncu- tes de la psiquiatría deben ser reconocidos
los con el gremio psiquiátrico y relaciones de como interlocutores(as) válidos en el campo
dependencia con los organismos de gobierno. de la salud mental y sus contribuciones consi-
deradas significativas para elaborar un diag-
De esta manera, el Plan Nacional de Salud
nóstico crítico, alternativo y propositivo en
Mental vigente en la actualidad fue discutido
este ámbito desde un enfoque de derechos
en estrechos marcos institucionales, con acto-
(Faulkner, 2017; Jones y Brown, 2013; Morri-
res que despliegan una incidencia privilegiada
son y Stomski, 2015).
al presentar intereses comunes y un consenso
amplio en torno a la primacía del modelo A nivel nacional, un estudio reciente da cuen-
biomédico y farmacológico en este ámbito. En ta que los(as) usuarios(as) de servicios de sa-
este sentido, el debate público sobre la salud lud mental presentan una marcada tendencia
mental en Chile se ha limitado al poder e in- a realizar evaluaciones más negativas de la
fluencia que actores gremiales y corporativos atención de salud mental, en términos de ca-
ejercen sobre el Estado para imponer sus de- lidad y derechos, en comparación con los(as)
mandas, dejando fuera de las decisiones polí- familiares que viven con ellos(as) y los(as)
ticas a una pluralidad de actores sociales, en profesionales que forman parte de los equipos
particular, a los movimientos en primera per- de salud (Minoletti, Toro, Alvarado, Carniglia,
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“Locos por nuestros derechos”: Comunidad, salud mental y ciudadanía 3
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“Locos por nuestros derechos”: Comunidad, salud mental y ciudadanía 5
Derecho de respeto hacia el usuario, tengo dere- coparticipación o a la integración del propio
cho a que se me respete del modo que venga ha-
usuario, en el tratamiento de salud mental”
cia el consultorio […] que te tomen en cuenta
como ser humano, no eres un loco que viene lle- (Participante Nº2, grupo de discusión, mayo
gando por una crisis, y amarrémoslo y dopémoslo de 2014) y también se manifiesta en la capa-
altiro1, no, eso no (Participante Nº1, grupo de cidad para expresar opiniones y sentimientos,
discusión, mayo de 2014)2 como señala otra participante: “ejercer el
Junto con ello, se sostiene una crítica al sis- derecho a opinar lo que uno siente, no, no
tema de salud mental por la alta rotación de guardárselo, sino decir lo que sentimos” (Par-
profesionales, el escaso tiempo destinado a ticipante Nº6, grupo de discusión, mayo de
las consultas y la estandarización de los pro- 2014). De esta manera, lo(as) participantes
cesos de atención, prácticas que dificultan un enfatizan la relevancia del derecho a decidir,
abordaje continuo y personalizado, conforme rechazando las prácticas coercitivas.
a los intereses y necesidades de las personas, Del mismo modo, señalan la importancia del
como lo señala el relato de una participante: derecho al consentimiento libre e informado
O sea, una limitación básica es que de pronto a al inicio del tratamiento, atribuyendo respon-
uno lo empieza a atender un psiquiatra y te lo sabilidad al médico y al equipo profesional en
cambian, entonces que pasa, que cambian el psi-
quiatra, a mí me han cambiado tres o cuatro ve- la entrega de información sobre los efectos
ces el psiquiatra, cuatro veces el psiquiatra, que adversos de el/los medicamento/s prescri-
pasa que a uno, uno tiene que empezar como a to/s, por ejemplo. Así lo señala un participan-
recordar el primer brote, y eso pa´uno es como te al expresar que pudo conocer los efectos
pésima calidad de vida (Participante Nº3, grupo
de discusión, mayo de 2014)
adversos de un medicamento al buscar infor-
mación por su cuenta:
Del mismo modo, se reconoce la importancia
¿Pero cuándo el psiquiatra te lo dice? Nunca. En-
del tiempo de consulta dedicado por los(as) tonces ahí se pasa a llevar el derecho de la per-
profesionales como elemento básico para una sona a estar informado: “Mire, yo le voy a dar
atención de calidad, en oposición a los crite- risperidona para que le haga este efecto, pero
rios de productividad de los servicios de salud puede que le pase esto, que le pase esto otro, y
si le pasa esto venga y vamos a tener que hacer
mental. Así lo describe una participante: esto”. Eso es, por ejemplo, consentimiento in-
[Lo que no me gusta] de esa institución que bene- formado (Participante Nº4, grupo de discusión,
ficien los sistemas de producción, en términos de mayo de 2014).
cantidad, ya atendemos tantos pacientes en tanta
cantidad de tiempo… y se desestima la calidad Sobre el consumo de psicofármacos, todos(as)
(Participante Nº6, grupo de discusión, mayo de los(as) participantes expresaron que habían
2014). afectado sus formas de pensar y sentir, gene-
rando cambios corporales así como dificulta-
A su vez, se percibe un rechazo de las perso-
des en sus relaciones interpersonales y el
nas a ser vistas como un objeto o un número
desempeño de roles sociales significativos. Al
por parte de la institución, como afirma una
participante con base en su experiencia: respecto, se sostuvo que los medicamentos
psiquiátricos, al mismo tiempo que aquietan,
Por eso hablo personalmente, nos miden a todos oprimen; por lo tanto, si bien pueden ser úti-
con la misma vara de enfermo psiquiátrico, o sea,
eres psiquiátrico, no tienes capacidad mental de
les, también pueden ser peligrosos o perjudi-
pensar, ir, buscar de lo que te están hablando, ciales, por lo que debieran usarse en las me-
qué eres tú… porque a mí me pusieron un diag- nores dosis y por el menor tiempo posible,
nóstico, a mí me pusieron un título […] yo en el resguardando el derecho a discontinuar su
hospital soy el número de ficha, no soy la usuaria
A.U. ni soy la paciente, sino que soy el número
consumo y no favorecer el empleo indefinido
tanto (Participante Nº1, grupo de discusión, mayo de por vida. A su vez, se señaló la importan-
de 2014). cia de dejar de consumir psicofármacos, de
forma graduada y con apoyo social o profesio-
Por otra parte, la validación del punto de vis-
nal, si la persona así lo deseaba; por lo tanto,
ta de la persona en su atención de salud men-
debía considerarse un derecho acceder a un
tal se expresa en el reconocimiento de su au-
amplio rango de alternativas no farmacológi-
tonomía en la toma de decisiones, como seña-
cas, bajo los principios de colaboración y
la un participante: “Tenemos derecho a la
elección, sin recibir ningún tipo de amenazas
o coerción para mantener el tratamiento far-
1
De inmediato, rápidamente.
2
Los(as) participantes de la investigación se enumerarán macológico. En este sentido, el ejercicio de
para mantener el anonimato. libertad y autodeterminación representaba el
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“Locos por nuestros derechos”: Comunidad, salud mental y ciudadanía 7
ción y el estigma que como que tienen que darnos exusuarios(as) de servicios de salud mental en
las cosas. (Participante Nº4, grupo de discusión,
sus espacios locales y cotidianos. Frente a es-
mayo de 2014)
ta situación, es relevante comprender que las
De esta forma, esta mirada permitió proble- personas que han recibido atención de salud
matizar el modelo asistencialista que no re- mental cuando hablan sobre sus derechos,
conoce la capacidad de las personas que han deben ser reconocidas como expertas por ex-
recibido atención de salud mental para liderar periencia.
procesos de construcción de conocimiento,
valorando la posibilidad de crear nuevas for- Desde esta perspectiva, las voces de las(os)
mas de saber en primera persona. Cabe seña- participantes de esta investigación, constitu-
lar que el rol activo del psicólogo coordinador yen un aliciente para fortalecer el modelo
fue perdiendo intensidad a lo largo del proce- comunitario desde una mirada integral y par-
so, al convertirse en un facilitador grupal y un ticipativa, contribuyendo a la construcción y
participante más de las reuniones, en la me- desarrollo de un enfoque de derechos en sa-
dida que el espacio de trabajo se convirtió en lud mental. En el ámbito de los servicios de
una asamblea para la toma de decisiones so- salud mental, los derechos revisados ante-
bre los contenidos del Manual de derechos en riormente incluyen el respeto y la dignidad, el
salud mental. A su vez, la interpelación des- reconocimiento de la libertad y autonomía, el
crita anteriormente contribuyó a desarrollar acceso a información y la elección de opcio-
un espacio de escucha social autodirigido y nes de tratamiento que incluyan alternativas
autogestionado para recuperar el derecho a la al enfoque psiquiátrico y farmacológico, la
voz colectiva, superando así la estructura ver- escucha sin prejuicios y la comprensión hu-
tical que es propia de espacios grupales que mana de las diferencias subjetivas. Con rela-
son sostenidos por un(a) profesional de forma ción a la sociedad en su conjunto, los dere-
jerárquica e impositiva. chos incluyen la igualdad y la no discrimina-
ción, la promoción del bienestar y la calidad
Finalmente, se define el alcance de la parti- de vida, la importancia de la relación entre
cipación social de la propia comunidad de participación social y ejercicio de derechos,
usuarios(as) y exusuarios(as) en la generación en particular, el protagonismo del colectivo
de acciones de transformación. Así lo describe en primera persona en la construcción de co-
un participante, respecto a las expectativas nocimientos/manuales/investigaciones/pro-
del proceso: yectos relativos a sus derechos, la relevancia
De pronto, que con este Manual, se genere un del soporte comunitario como eje de la ciu-
cambio, permee la sociedad, pero no solo la so- dadanía social, la erradicación de estereoti-
ciedad a través de las instituciones formales y no pos negativos, la valoración de la diversidad y
formales, sino que el espacio público, permee la
el reconocimiento de las diferencias.
sociedad a través de nuevas reglas, que se trans-
formen en una forma de vida, digamos. (Partici- Estos significados colectivos y narrativas so-
pante Nº2, grupo de discusión, junio de 2014)
ciales dan cuenta que el proceso creativo del
De esta manera, en este ámbito se valora el Manual de derechos en salud mental repre-
derecho a la organización colectiva y el forta- senta una experiencia pionera a nivel nacio-
lecimiento comunitario en primera persona, nal como instrumento de formación ética y
en un marco de participación activa para ga- transformación social en el campo de la salud
rantizar la defensa y el respeto de los dere- mental, a su vez, constituye una herramienta
chos humanos. innovadora para construir puentes entre acto-
res sociales comprometidos con una salud
mental respetuosa de los derechos humanos.
CONSIDERACIONES FINALES Del mismo modo, se erige como una llave es-
El proceso de elaboración del Manual de de- peranzadora que abre las puertas hacia la
rechos en salud mental permite comprender, participación política y la organización social
desde el punto de vista de los(as) participan- de personas que han recibido atención de sa-
tes del estudio, que el enfoque comunitario lud mental. Y, finalmente, su experiencia de
impulsado desde el Estado chileno no se con- construcción participativa permite repensar el
dice con las prácticas, las sensibilidades y los rol del profesional de la salud mental, sobre
afectos, las relaciones, los relatos y las repre- la base de acciones de facilitación comunita-
sentaciones de la comunidad de usuarios(as) y ria e investigación militante.
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“Locos por nuestros derechos”: Comunidad, salud mental y ciudadanía 9
Cabe señalar que esta experiencia se inscribe e práticas de cuidado no contexto do serviço
en la memoria social de acciones colectivas residencial terapêutico. Ciência & Saúde Coleti-
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primera persona por la defensa de derechos https://doi.org/10.1590/s1413-
81232009000100025
en salud mental que poseen una larga tradi-
ción en países como Estados Unidos, Canadá y Asamblea General de la Organización de Naciones
Gran Bretaña a partir del movimiento de “ex- Unidas (2006). Convención sobre los Derechos de
pacientes o sobrevivientes de la psiquiatría” las Personas con Discapacidad y Protocolo Facul-
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Buitrago-Soler, Mayra (2016). Locura y nuevos mo-
En definitiva, el proceso participativo referido
dos de subjetivación: los miembros de la red
en este estudio pretende enfatizar la impor- mundial de usuarios y sobrevivientes de la psi-
tancia de la producción de conocimientos quiatría. (Tesis presentada como requisito par-
desde los colectivos sociales negados o invisi- cial para optar al título de Magister en Sociología
bilizados por las estructuras de poder, así inédita). Departamento de Sociología, Facultad
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“Locos por nuestros derechos”: Comunidad, salud mental y ciudadanía 11
AGRADECIMIENTOS
Al equipo de investigación y las instituciones patrocinadoras que hicieron posible la publicación del
Manual de derechos en Salud mental, en particular, a las personas usuarias y exusuarias de servicios
de salud mental que participaron de la revisión y adecuación de sus contenidos, cuyas voces colectivas
se expresan en este artículo.
DIRECCIÓN DE CONTACTO
jcarlos.ceamadrid@gmail.com
FORMATO DE CITACIÓN
Cea Madrid, Juan Carlos (2019).“Locos por nuestros derechos”: Comunidad, salud mental y ciudadanía
en el Chile contemporáneo. Quaderns de Psicologia, 21(2), e1502.
http://dx.doi.org/10.5565/rev/qpsicologia.1502
HISTORIA EDITORIAL
Recibido: 17-01-2019
Aceptado: 14-04-2019