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Consultor Tributario 155
Consultor Tributario 155
Página 1
TRIBUTTARIO
A
A
Director ARMANDO LORENZO
CONSULLTOR
TRIBUTTARIO
FRANQUEO A PAGAR
CTA. CTE. Nº 11306
CENTRAL (B)
Armando Lorenzo
Director
PREGUNTAS DE AUTOEVALUACIÓN
ÚLTIMO MOMENTO
Dr. Lorenzo: Su presentación: ¿Nos podría comentar acerca de sus datos personales y familiares,
lugar de nacimiento, lugares en los que estudió (primaria, secundaria, universitaria)?
Dr. Malvitano:
Nací en Buenos Aires, soy casado y tengo dos hijos. Tanto la
“…cursé mis estudios primaria como la secundaria fueron en la escuela pública; la
en la Facultad de primaria fue en la Escuela N° 22 Martina Silva de Gurruchaga
Ciencias Económicas y la secundaria en el Comercial N° 3 Hipólito Vieytes. Tengo
de la UBA, donde de ambas los más maravillosos recuerdos y la suerte de seguir
en contacto con algunos de quienes han sido mis compañeros
me gradué como
de entonces. En cuanto a la Universidad, cursé mis estudios
Contador Público en la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA, donde me
en 1976...”. gradué como Contador Público en 1976 y como Licenciado en
Administración en 1977.
Dr. Lorenzo: ¿Cómo fue el desarrollo de su carrera profesional y cómo fue que decidió
especializarse en materia tributaria?
Dr. Malvitano:
Terminé el secundario con 17 años, e inmediatamente
comencé a trabajar y a cursar la carrera. Próximo a recibirme,
un anuncio de una importante consultora de plaza llamó
mi atención porque estaban reclutando personal para el “Fueron pasando los
Departamento de Impuestos. En ese momento (1976) yo años, el Estudio y yo
cursaba la materia Impuestos, que, excepcionalmente, ese año fuimos creciendo y en
-a diferencia de lo habitual- abarcó los dos cuatrimestres; es algún momento me
decir que se dejó de lado la división entre Impuestos I y II. Mi convertí en socio de
profesor fue el doctor Enrique Scalone. Sin dudas fue él quien Ernst & Young…”.
me inoculó su pasión por la especialidad, ya que ese fue mi
primer contacto con el tema tributario, más allá de algunas
cuestiones muy básicas vistas en la escuela secundaria. A
partir de aquel anuncio, al que respondí por sugerencia de
quien es hoy mi esposa y que me vio entusiasmado con la especialidad, tuve la enorme fortuna de
ingresar en 1976 a la firma Reig, Vázquez Ger y Asociados (en aquel entonces Ernst & Whinney),
donde conocí a excelentes personas y a brillantes profesionales. Si algo los destacaba era la enorme
generosidad para compartir su conocimiento y experiencia, y también su solidaridad: siempre
dispuestos a dar una mano desinteresadamente. Fueron pasando los años, el Estudio y yo fuimos
creciendo y en algún momento me convertí en socio de Ernst
& Young, firma de la que me retiré por haber alcanzado la
edad límite en 2014, luego de 38 años ininterrumpidos. En
ese momento, me incorporé al Estudio Aguirre Saravia &
Gebhardt Abogados.
“Actualmente me
desempeño como Dr. Lorenzo: ¿Nos podría comentar cuál ha sido su
Profesor Asociado”. desarrollo como docente en su especialidad?
Dr. Malvitano:
En el año 1978 comencé a colaborar como auxiliar en el
curso de la doctora Lidia Tejedor en la Facultad de Ciencias
Dr. Lorenzo: Sabemos que ha participado en varios ciclos y cursos organizados por la AAEF
(Asociación Argentina de Estudios Fiscales), ¿cuál fue su experiencia en los mismos?
Dr. Malvitano:
Efectivamente. La Asociación también me ha dado la
oportunidad de desarrollar la actividad docente invitándome
a diversos eventos como congresos, seminarios y cursos. El
“…el simposio fue
que ha tenido más trascendencia es el conocido como Ciclo
Introductorio a la Especialidad Tributaria, que venimos muy enriquecedor …
dictando desde hace veinte años con mis amigos, los doctores orientado a identificar
Juan Carlos Ismirlian y Guillermo Montaner. Ha sido una situaciones concretas
experiencia extraordinaria que pudimos concretar por el que requerían
valiosísimo aporte de un conjunto de profesionales que han reglamentación...”.
estado durante todos estos años poniendo el hombro para
que este ciclo cuatrimestral de 14 reuniones haya sido tan
convocante y reconocido.
Dr. Lorenzo: Usted formó parte del 20° Simposio sobre Legislación Tributaria Argentina dictado
en el CPCECABA. ¿Nos podría comentar brevemente que temas se abordaron allí?
Dr. Malvitano:
Tuve el honor de ser panelista en la Comisión que trató el tema de la “Reforma del Impuesto a
las Ganancias”.
En mi opinión, el simposio fue muy enriquecedor porque las
exposiciones y discusiones estuvieron fuertemente orientadas
a identificar situaciones dudosas y concretas que requerían
reglamentación, la que, como sabemos, recién apareció a fines
“Se analizaron las del año pasado. Incluso estoy convencido de que mucho de
características del lo que se trató en este evento fue tenido en cuenta por parte
nuevo tratamiento de aquellos que participaron en la redacción del decreto
de la renta 1170/2018.
financiera...”. Se analizaron las características del nuevo tratamiento
de la renta financiera y de los resultados relacionados con
inmuebles, destacándose, por su profundidad y extensión,
las diversas situaciones conflictivas del nuevo régimen. Se
Dr. Lorenzo: ¿Le parece una medida adecuada la introducción del sistema de gravabilidad
complementaria entre la tasa a la renta societaria y la
complementariedad en la imposición a la distribución de
utilidades?
Dr. Malvitano: “...puede criticarse
que para las empresas más
Creo que la medida fue acertada, más allá de que quizás pequeñas la rebaja de la
hubiera sido más conveniente que la tasa corporativa se
tasa es solo aparente, ya
ubicara en un nivel más bajo aún. Sin dudas, ello permitiría
obtener mejor nivel de reinversión de utilidades. También que se trata de sujetos
puede criticarse que para las empresas más pequeñas la que necesariamente
rebaja de la tasa es solo aparente, ya que se trata de sujetos deben distribuir toda la
que necesariamente deben distribuir toda la utilidad utilidad obtenida…”.
obtenida, teniendo en cuenta que ello hace a la subsistencia
de sus titulares. Este sesgo regresivo probablemente
debiera haber sido considerado. No obstante, esta opinión
no puede entenderse sino en vacío, ya que la realidad de nuestro impuesto en el ámbito de las
empresas tiene tales distorsiones que la cuestión de la
integración entre la renta societaria y la del individuo termina
siendo un detalle. No quiero aburrir con un tema algo
remanido, pero no puedo dejar de señalar qué aspectos más
importantes de la normativa siguen provocando estupor entre
“En realidad, más contribuyentes y analistas. En primer término, el manoseo
que ‘dividendos observado respecto a la aplicación del ajuste por inflación o
fictos’ debemos hablar las -insólitas a esta altura-, dudas respecto a si el sujeto tiene
de ‘distribución ficta o no la posibilidad de actualizar el importe de los quebrantos
que genere su actividad. ¿Es que alguien puede pensar en
de dividendos’...”.
invertir en un país que sufre tamaño proceso inflacionario sin
que se le garantice la posibilidad de recuperar su inversión a
efectos tributarios?
Dr. Lorenzo: ¿Qué opinión le merece la nueva imposición de la LIG a los llamados “dividendos
fictos”?
Dr. Malvitano:
En realidad, más que de “dividendos fictos” debemos hablar de “distribución ficta de dividendos”;
la norma no “crea” dividendos. Lo que hace es identificar situaciones que representan el goce de
la renta de la sociedad por parte de sus titulares, aun no habiendo existido una distribución formal
de aquella. Como medida antiabuso no puede objetarse. Sí me preocupa sobremanera la cuestión
cuando la imagino en el plano práctico. La carga administrativa alrededor de esta nueva figura
puede ser de significación, en particular para las empresas familiares.
Dr. Lorenzo: ¿Cómo se complementa este esquema con los intereses presuntos previstos
en el artículo 73 de la LIG?
Dr. Malvitano:
La figura del artículo 73 solo aparece en escena cuando la distribución ficta deja de ser aplicable;
concretamente, cuando la sociedad no tiene resultados no asignados al inicio o del propio ejercicio en
el que se dan las circunstancias que gatillan la presunción. Recién ahí deberá aplicarse la presunción
de intereses del artículo 73 de la ley. La gran diferencia observada entre ambos mecanismos radica
en que la distribución ficta opera como obligación frente al impuesto para el accionista involucrado
en el hecho generador de la presunción; mientras que el cálculo a que obliga el artículo 73 genera
una renta que debe adicionarse a las de la empresa en su conjunto, con lo cual todos los accionistas
terminan afectados y no solo aquel que pudo haber sido el beneficiario de la situación que obliga
a aplicar la presunción.
Dr. Lorenzo: A nivel mundial, ¿la presión fiscal tiende a aumentar o a disminuir? ¿Nuestro país
sigue esa tendencia?
Dr. Malvitano:
En el plano concreto del impuesto a la renta, la tendencia de
los últimos años en el mundo ha sido claramente hacia la baja,
sobre todo en el ámbito de las corporaciones. Y si bien ello “...las operaciones
probablemente no se ha traducido en una rebaja generalizada con vinculadas del
de precios (aquí aparece el famoso problema de si el impuesto exterior son objeto
societario se traslada o no), lo que sí es evidente es que esto de un minucioso
provoca un fuerte incentivo a la inversión, ya que queda en análisis en el ámbito
manos de las empresas mayor ahorro disponible. La reforma
de los precios de
“Trump” puede ser ejemplo de este proceso. En cuanto a lo
que sucede en nuestro país, creo que si en algo es imposible transferencia”.
compararnos con el mundo es en materia de impuesto a la
renta. El Gobierno incluso ha caído en el error de justificar
la rebaja de la tasa corporativa comparando la tasa vigente
en nuestro país con la que en promedio aplicaban países de la OCDE y de Latinoamérica. Esto es
falaz; nadie sabe a ciencia cierta cuál es la tasa efectiva vigente en nuestro país. Y no solo por la no
consideración de la inflación en la determinación de la base de imposición, sino porque también
nos hemos acostumbrado a reformas “rústicas” que impiden el cómputo de gastos e inversiones
claramente vinculadas con la actividad (p. ej., automóviles) y
a normas que durante años el Fisco no había empleado, como
el artículo 40 de la ley del gravamen, que no permite deducir
aquello sobre lo que no se actuó como agente de retención
“...la tendencia de (circunstancia que por otra parte es sancionada por la ley de
los últimos años en procedimiento, con lo cual hay una doble penalidad). Muy de
el mundo ha sido vez en cuando aparece alguna sentencia que pone las cosas
claramente hacia en su lugar para recordarles a todos que lo que debe gravar el
la baja, sobre todo impuesto es la renta neta real y no otra cosa (causa “Mera”).
en el ámbito de las Mientras tanto, vaya a saber uno cuál es la tasa corporativa
real que afecta a los resultados de nuestras empresas. Sin
corporaciones”.
dudas ello es tan o más importante que una eventual rebaja
de la tasa nominal.
Armando Lorenzo
César M. Cavalli
Hace ya bastante tiempo que, mediante el dictado del decreto 386 de fecha 10/7/2003, la
comunicación “A” 4010 del Banco Central de la República Argentina y la resolución general 452
de fecha 1/10/2003 de la Comisión Nacional de Valores, se estableció el marco normativo que
posibilita la compraventa de cheques de pago diferido en bolsas de comercio y mercados de valores
autorregulados del país.
Se trata, como no escapará al criterio del lector, de una modalidad de financiación, desde el
punto de vista del “vendedor” del cheque, y de una modalidad de inversión si la consideramos
desde el punto de vista del “comprador”, que entendemos resulta aplicable tanto si el vendedor es
el firmante del cheque (cheque propio) como si negocia un cheque recibido de terceros.
En la misma intervienen los agentes de liquidación y compensación, denominación que
reciben en la actualidad los agentes de bolsa, pudiendo intervenir uno solo de ellos (cuando tanto
comprador como vendedor resultan sus comitentes), como asimismo dos de ellos, es decir, uno por
cada parte interviniente en la negociación.
Dicha circunstancia, esto es, la incorporación de tal operatoria en el ámbito de una negociación
bursátil, es determinante en la formulación del esquema tributario aplicable; particularmente,
en materia de impuesto al valor agregado, como se observará más adelante, en tanto aquella no
permite el contacto entre el presentante del documento para su negociación en bolsas de comercio
o en mercados de valores autorregulados y el adquirente del título de crédito.
Esta operatoria ha vuelto, en los últimos tiempos, a cobrar atractivo en nuestra plaza.
Por otra parte, su tratamiento tributario en cabeza de las personas humanas ha sido motivo de
importantes modificaciones a partir de la reforma tributaria del 2017.
Tales circunstancias nos mueven a inferir que resulta de interés general, entonces, abordar
el tratamiento de la operatoria de referencia en el plano de los impuestos al valor agregado y a
las ganancias, considerando que se trata de una operatoria con características muy especiales que
ameritan un análisis particular.
La diferencia, esto es, la suma de $ 37,50 en nuestro ejemplo, constituye la prestación financiera
involucrada en la compraventa del cheque (denominación que resulta meramente formal y no
revela la verdadera naturaleza financiera de la operación, como quedó ya dicho), es decir, el interés
positivo o ganancia para el comprador y el interés negativo o costo financiero para el vendedor.
(1) Suena raro y puede producir confusión en el lector la circunstancia de que el comprador tenga débito
fiscal y el vendedor tenga crédito; ello es consecuencia de la inversión “de los tantos” en la operación, en
el sentido de que el comprador del cheque es el “vendedor” de la financiación y, por lo tanto, quien resulta
sujeto del débito fiscal por recibir intereses a su favor; a la inversa, el vendedor del cheque es comprador de
la financiación, paga el IVA y obtiene crédito fiscal. Recuérdese que partimos de la premisa de que ambos
resultan responsables inscriptos frente al gravamen
Si el cómputo de importes atribuibles a las percepciones origina saldo a favor del responsable,
el mismo tendrá el carácter de ingreso directo y podrá ser utilizado de acuerdo con lo dispuesto en
el artículo 24, segundo párrafo, de la ley del gravamen.
En oportunidad del pago del importe del cheque, el intermediario (agente de bolsa) deberá
practicar la retención conforme el Título V, LIG, considerando la presunción de ganancia neta del
100% establecida por el artículo 93, inciso c), punto 2, de dicha ley (asumiendo que el comprador
del cheque no resultara una entidad financiera radicada en jurisdicción no considerada de baja o
nula tributación).
IV - CONSIDERACIONES FINALES
ANEXO I
$
Monto nominal 100,00 Vencimiento a 365 días
Monto negociado 62,50
Prestación financiera 37,50 Tasa nominal (% anual) 60,00
IVA 21% 7,88
Agente/s de
Detalle Comprador Liquidación y Vendedor Referencia cálculo
Compensación
Valores 100,00 (100,00) Valor nominal del cheque
Intereses a devengar (37,50) 37,50 Diferencia con monto negociado
Débito fiscal (7,88) 21% sobre interés a dev.
IVA percepción 7,88 100% del débito fiscal
Banco (62,50) 62,50 Neto abonado por comprador
Depósito percepción (7,88) RG (AFIP) 1603
Pago (54,62) 54,62 Neto abonado al vendedor
Crédito fiscal 7,88 Equivalente al débito fiscal
CONTROL SUMA 0,00 0,00 0,00
(2) Se omite la consideración de la comisión y/o derecho de mercado para simplificar la exposición
Luis O. Fernández
Ante la cierta posibilidad de tener que practicar próximamente el ajuste por inflación impositivo,
se considera de utilidad realizar algunas acotaciones y recordar su estructura técnica.
I - PROCEDIMIENTO
II - SUJETOS OBLIGADOS
Son los comprendidos en los incisos a) a e) del artículo 49, o sea, las sociedades de capital,
las demás sociedades, los fideicomisos sujetos del impuesto, las empresas unipersonales y los
auxiliares del comercio mencionados en el último inciso antes citado.
Desde el dictado de la norma en trato se han producido modificaciones en las leyes civiles
y comerciales que, como es obvio, no pudieron ser previstas por aquella; concretamente, los
cambios en la ley 19550 respecto de las antes denominadas “sociedades de hecho” e irregulares
le han reconocido personería plena a estas últimas(1), por lo que prima facie parecería que ahora se
encuentran comprendidas en el inciso b) del 49 y, consecuentemente, estarían obligadas a practicar
el ajuste por inflación.
En realidad, antes de la modificación citada, también pudiera haber existido dicha duda,
pero, a tenor del último párrafo del artículo que grava en 3ª categoría solo al ejercicio profesional
complementado con una explotación comercial, se considera que, salvo este caso, estas sociedades
no deben practicar dicho ajuste, ya que sus rentas están incluidas en la 4ª categoría.
III - MECANISMO
El ajuste por inflación, como lo denomina el artículo 94 de la ley, se compone de dos instancias
de cálculo [art. 95, incs. a) y b), de las normas específicas de valuación de los arts. 96 y 97].
Ejemplo:
Activos
Disponibilidades Importe Ajustes Saldos ajustados
1 Caja 100 100
2 Bancos 4.530 -125 4.405
3 Deudores 6.785 -1.275 5.510
4 Bienes de cambio 11.400 -1.100 10.300
5 Bienes de uso 32.100 -32.100 0
6 Gastos organización 0 4.340 4.340
54915 24.655
Pasivos
7 Deudas 13.840 -2.040 11.800
8 Previsión despidos 427 -427
9 Resultados acumulados 10.648
10 Capital social 30.000
54.915
0 11.800
Notas:
2 Falta contabilizar gastos por $ 125
3 Previsión impositiva $ 1275
4 Valuación impositiva $ 10.300
5 No computable
6 Impositivamente no se han imputado $ 4.340
7 Valuación impositiva 11800
8 No computable
El ajuste estático será pérdida, por ser mayor el activo computable que el pasivo computable.
“1) Inmuebles y obras en curso sobre inmuebles, excepto los que tengan el carácter de bienes de cambio”.
Se considera que estos bienes están protegidos de la inflación por su propia naturaleza de ser
no monetarios; además, las amortizaciones y el costo computable en caso de enajenación tienen
mecanismos de actualización que impiden considerar dicha valorización como ganancia; no
obstante ello, como se explicó más arriba, no se excluyen del activo los que sean bienes de cambio
por las razones antes comentadas.
“2) Inversiones en materiales con destino a las obras comprendidas en el punto anterior”.
Esta norma es una aplicación del principio de que lo accesorio sigue a lo principal. No obstante,
existen algunas dificultades prácticas; en el caso de las empresas constructoras, para discriminar
(4) Schindel, Ángel: “El ajuste impositivo por inflación en la actual coyuntura” - LL - Bs. As. - 2003 - pág. 55
(5) Schindel, Ángel: “El ajuste impositivo por inflación en la actual coyuntura”, considera que a estos bienes
“…no corresponde concederles protección ante la inflación en función de su naturaleza”, posición que se
comparte
(6) “Compañía Industrial y Comercial Sanjuanina” - CSJN - 18/9/2001
entre los materiales destinados a uno u otro tipo de obras, entre edificios para la venta o destinados
a ser bienes de uso, o dentro de una misma obra, cuando existan unidades que se afectaran a uno u
otro fin y no han sido aún construidas.
“3) Bienes muebles amortizables -incluso reproductores amortizables- a los efectos de esta ley”.
Estos bienes también se consideran protegidos de la inflación por su naturaleza y tienen,
como los analizados en 1, mecanismos de ajuste de las amortizaciones y valor residual en caso de
enajenación.
En el caso de explotaciones ganaderas de cría no se incluyen los vientres, pese a ser utilizados
en la reproducción, por considerárselos bienes de cambio, con una protección específica.
“7) Acciones, cuotas y participaciones sociales, incluidas las cuotas parte de los fondos comunes de inversión”.
Cuando se enajenen estos bienes, el costo computable será actualizado, por lo cual, teniendo un
régimen propio de protección, se los detrae del activo computable.
“8) Inversiones en el exterior -incluidas las colocaciones financieras- que no originen resultados de fuente
argentina o que no se encuentren afectadas a actividades que generan resultados de fuente argentina”.
Se excluyen solo las inversiones en el exterior que no estén afectadas a obtener rentas de fuente
argentina, por ejemplo, un crédito por exportaciones no se debe excluir; cuando estas inversiones
produzcan renta de fuente argentina, su inclusión o exclusión dependerá de la naturaleza del bien.
(7) Schindel, Ángel: “El ajuste impositivo por inflación en la actual coyuntura” - LL - Bs. As. - 2003 - pág. 57
(8) Art. 75 y DR, art. 87
Distinto es el caso de estas inversiones afectadas a obtener rentas de fuente extranjera, que
son las que efectivamente se eliminan; la razón de tal tratamiento está en el criterio de fuente
imperante cuando se dictó la ley: al estar gravadas solo las rentas de fuente argentina, no tenía
sentido proteger inversiones cuyos frutos estaban fuera del ámbito del tributo.
Actualmente, el criterio de atribución de las rentas a los sujetos las incluye en su totalidad para
los residentes, por lo que la situación es diametralmente opuesta y sería de toda justicia eliminar el
punto 8 del inciso a) del artículo 95, dando a las inversiones que producen renta de fuente extranjera
el mismo tratamiento que a las que producen renta de fuente argentina. No obstante ello, la ley
merecería una revisión que coordine estas normas para hacerlas compatibles con el mecanismo de
determinación del impuesto de fuente extranjera, el que acepta los sistemas de ajuste por inflación
que eventualmente existan en los países donde aquel se obtenga y, además, los quebrantos de dicha
fuente tienen un tratamiento cedular, que también debe ser considerado.
Esta cuestión se analizará más adelante junto con los cambios legales producidos por las leyes
27430 y 27260 que, como es obvio, la norma en análisis no toma en cuenta.
“10) Créditos que representen señas o anticipos que congelen precios, efectuados con anterioridad a la
adquisición de los bienes comprendidos en los puntos 1 a 9”.
Estos créditos tienen un mecanismo de actualización propio en el artículo 97 de la ley, que
dispone que, en caso de enajenación de los bienes por los que se entregaron anticipos, se deberán
agregar al precio de venta las actualizaciones de los mismos, calculadas hasta el cierre del ejercicio
anterior al de la fecha de enajenación, momento a partir del cual producen pérdida por inflación,
habida cuenta de que forman parte del activo computable, como se verá en adelante.
“11) Aportes y anticipos efectuados a cuenta de futuras integraciones de capital, cuando existan compromisos
de aportes debidamente documentados o irrevocables de suscripción de acciones, con excepción de aquellos
que devenguen intereses o actualizaciones en condiciones similares a las que pudieran pactarse entre partes
independientes, teniendo en cuenta las prácticas normales del mercado”.
La ley considera que se trata de importes que integran el capital, aunque efectivamente no se
haya aportado, sino que solo exista un compromiso. Por esa causa se los detrae. No obstante, y con
el propósito de tener una regla razonable para aplicar a situaciones confusas, se imponen varias
condiciones para acordar este tratamiento y que se verán seguidamente.
En realidad, estas condiciones intentan precisar adecuadamente cuándo se está en presencia
de capital y cuándo se trata de una deuda y su consideración es especialmente importante para los
contribuyentes; en el caso de los pasivos en estas condiciones: los que sean capital no se computarán,
mientras que los que configuren deudas producirán ajuste por inflación ganancia.
La norma tiene por objeto que no se pueda “disfrazar” un pasivo como capital; en el caso
de los activos, seguramente ningún contribuyente intentará hacer lo propio, pues esto implicaría
disminuir el activo que produce pérdida por inflación.
Dicho lo anterior, la ley dispone como requisito para considerar capital (tanto a activos como
a pasivos):
“13) Saldos deudores del titular, dueño o socios, que provengan de integraciones pendientes o de operaciones
efectuadas en condiciones distintas a las que pudieran pactarse entre partes independientes, teniendo en
cuenta las prácticas normales del mercado”.
En ambos casos se pueden repetir las argumentaciones expuestas respecto de la exclusión del
punto 11, con la particularidad de que para los saldos pendientes de integración no se requiere
documentación, pues la propia suscripción de las acciones cumple esa función; tampoco se exige
ausencia de intereses o actualizaciones pactadas, pues en caso de existir los mismos solo serían un
castigo al accionista moroso en cumplir con la obligación de efectivizar el aporte comprometido,
luego de vencido el plazo, pero por la naturaleza de la institución no podría haber un pago por el
suministro del capital, ya que lo ha sido a título de socio, no de prestamista.
“14) En las empresas locales de capital extranjero, los saldos deudores de persona o grupo de personas del
extranjero que participen, directa o indirectamente, en su capital, control o dirección, cuando tales saldos
tengan origen en actos jurídicos que no puedan reputarse como celebrados entre partes independientes, en
razón de que sus prestaciones y condiciones no se ajustan a las prácticas normales del mercado entre entes
independientes”.
Se trata de una exclusión del activo por las mismas razones anteriores, en el caso, aplicada a
empresas locales de capital extranjero que, por su forma jurídica, suelen no poder identificarse
claramente con alguna sociedad o empresa del país y la ley las incluye en el inciso b) del artículo 69
bajo la denominación de establecimientos permanentes en el país, propiedad de sujetos del exterior.
El decreto reglamentario en su artículo 160 dispone que, a estos efectos, se consideren actos
jurídicos que pueden reputarse como celebrados entre partes independientes a aquellos que
cumplimenten las disposiciones del artículo 14 de la ley.
“15) Gastos de constitución, organización y/o reorganización de la empresa y los gastos de desarrollo, estudio
o investigación, en la medida en que fueron deducidos impositivamente”.
Se trata de conceptos que, formando parte del activo contable, han sido afectados como gasto
en la declaración del impuesto, por lo que no es lógica su conservación en el activo que daría lugar
a un ajuste por inflación pérdida injustificable.
Distinto es el caso inverso, ya que, cuando no se hubieran afectado impositivamente, el ajuste
resultante compensaría su imputación al ejercicio a valor nominal.
“16) Anticipos, retenciones y pagos a cuenta de impuestos y gastos, no deducibles a los fines del presente
gravamen, que figuren registrados en el activo”.
Los conceptos mencionados solo pueden formar parte del activo cuando, habiendo sido paga-
dos, aún no se han devengado, o sea, cuando se trate de conceptos pagados por adelantado cuya
imputación se realice en algún ejercicio futuro.
Los impuestos y gastos no deducibles no pueden, por esa razón, afectar la base imponible, por
lo que el efecto de la inflación sobre ellos no debe ser computado.
Aclarada la razón de la exclusión, cabe interrogarse sobre cuáles son los elementos componentes
de este conjunto. En principio, la ley dice claramente que no son deducibles los conceptos incluidos
en el artículo 88, tampoco son deducibles los gastos que no sean efectuados para obtener, mantener y
conservar ganancias gravadas y la parte de gastos necesarios atribuible parcialmente a la obtención
de esas rentas.
En lo atinente a los impuestos no deducibles, la ley menciona solo al impuesto a las ganancias
y cualquier impuesto sobre terrenos baldíos y campos inexplotados.
No obstante las reglas anteriores, aplicables en forma general a los casos mencionados, en la
práctica se presentan situaciones que merecen ser analizadas; tal el caso del impuesto a las ganancias
cuando la obligación tributaria del ejercicio sea menor que los importes ingresados en concepto de
anticipos, retenciones y percepciones. En tal caso, ese saldo adquiere el carácter de ser libremente
disponible, por lo que se considera que no se debe detraer y, consecuentemente, debe formar parte
del activo computable. El mismo tratamiento cabría otorgar a los saldos de libre disponibilidad de
cualquier otro impuesto, incluso de IVA.
Distinta es la situación de los saldos técnicos de dicho tributo que consisten en el exceso de los
créditos fiscales por sobre los débitos. Respecto de ellos ha dicho la Corte(9): “El denominado crédito
fiscal por el impuesto al valor agregado no reviste el carácter de un verdadero crédito del sujeto pasivo de la
obligación tributaria, cuya satisfacción pueda reclamar en todo supuesto al organismo recaudador, sino que
constituye tan solo uno de los términos de la substracción prevista por la ley dentro del sistema de liquidación
del gravamen, lo que requiere, para su virtualidad, que deba operar en relación necesaria con el elemento
restante constituido por el débito, ya que solo de la conjugación de ambos podrá resultar un saldo susceptible,
de libre disposición”.
No obstante, Schindel(10) menciona que determinados créditos fiscales pueden adquirir
el carácter de deducibles por los contribuyentes, lo que acarrearía la no detracción del activo
respectivo, dando como ejemplo el correspondiente a actividades exentas de IVA; se comparte la
opinión, acotando que, en algún caso, estos créditos es probable que se expongan formando parte
del costo de los bienes o servicios afectados, sin identificarse como correspondientes al impuesto.
En lo que se refiere al tratamiento de los saldos de libre disponibilidad en el impuesto a la
ganancia mínima presunta, producidos por un exceso de los anticipos sobre la obligación fiscal del
ejercicio, se aplican las mismas normas que en los demás impuestos; se trata de activos computables.
Una cuestión que merece especial consideración es el tratamiento de este impuesto en lo
referido a su posibilidad de ser computado como pago a cuenta del impuesto a las ganancias. Como
se sabe, el lapso en el cual es posible dicho cómputo es muy prolongado(11) y el propio cómputo es
una cuestión incierta, dado que depende de la evolución futura de ambos tributos en lo referido
a las bases imponibles, las alícuotas y eventuales imponderables, cuya evolución es indiscernible.
Si se aplican las reglas utilizadas hasta ahora, el importe que pueda ser compensado con el
impuesto a las ganancias será un activo computable, mientras que el que no lo sea no asumirá ese
carácter, no obstante lo cual (precisamente por ello) será en tal caso un gasto deducible, lo que le
acuerda el carácter de activo computable.
Schindel(12) refuerza esta posición con un argumento fáctico: “...considerando lo extenso del lapso
por el cual se extiende la incertidumbre antes mencionada, eventualmente frente a un contexto inflacionario,
entendemos que el mero hecho de computar dicho pago a cuenta en valores notoriamente devaluados por el
transcurso del tiempo justificaría su consideración como activo computable...”, lo cual, se agrega, permitiría
la depreciación de dicho saldo.
En la segunda parte de este trabajo se analizará el resto de los elementos del régimen: pasivos
computables, normas específicas sobre valuación, exenciones y relación con las disposiciones de las
leyes 27430 de reforma tributaria y 27260 de reparación histórica y blanqueo.
(12) Schindel, Ángel: “El ajuste impositivo por inflación en la actual coyuntura” - LL - Bs. As. - 2003 - pág. 63
I - INTRODUCCIÓN
Nuestra ley 11683 de procedimiento fiscal (LPF) establece dos formas posibles para la deter-
minación de oficio, a saber:
- determinación en forma directa, por conocimiento cierto de la materia imponible;
- mediante estimación.
Tal como ha señalado Jarach(1), en la práctica se habla de “determinación sobre base cierta o
sobre base presunta”, y a esta última se la denomina también como “estimación de oficio”.
Por imperio de lo normado en el artículo 18 de la LPF, la estimación de oficio podrá estar
basada en:
- los hechos y circunstancias conocidos que, por su vinculación o conexión normal con los que
las leyes respectivas prevén como hecho imponible, permitan inducir en el caso particular su
existencia y medida; o
- las presunciones generales establecidas por la propia ley.
A las primeras se las denomina presunciones hominis; a las segundas, presunciones generales o
legales.
¿Por qué utilizar presunciones? Según Teresa Gómez, las ficciones y las presunciones legales son
técnicas legislativas utilizadas con carácter general en el Derecho, siendo también legítimas en
el Derecho Tributario. Son varias las razones que justifican su utilización, entre ellas las dificultades de
obtener pruebas directas, por la proliferación de comportamientos evasivos y por la simplificación en
la configuración legislativa de los hechos imponibles.(2)
(1) Jarach, Dino: “Finanzas públicas y derecho tributario” - 3ª ed. - Ed. Abeledo-Perrot - págs. 433/5
(2) Gómez, Teresa y Folco, Carlos M.: “Procedimiento Tributario” - 8ª ed. - LL - pág. 171
Tiene dicho el Tribunal Fiscal de la Nación (TFN) que “…los métodos presuntivos son alternativas
válidas que habilita la ley en favor de la administración para que pueda cumplir sus objetivos, en aquellos
casos en que, debido a la inexistencia de elementos, registración con notorias falencias respaldatorias,
documentación que no resulte fehaciente e insuficiencias de diversa índole, deba recurrir en forma supletoria
o complementaria a esta metodología para cuantificar la base imponible”.(3)
Sucede que si, estando fehacientemente acreditado que el contribuyente realizó actividad
económica, el organismo fiscal no puede probar los hechos en que funda su pretensión fiscal,
ello no debiera ser motivo para que este quede liberado de pagar las obligaciones tributarias
perfeccionadas(4). La negligencia de un sujeto en cumplimiento de sus obligaciones tributarias, o
incluso su comportamiento doloso, no puede derivar en una ventaja a su favor.
Navarrine y Asorey consideran que existen causas jurídicas y no jurídicas que justifican el
establecimiento de presunciones en la ley 11683. En cuanto a las causas jurídicas, observan que la
mayor parte de los supuestos constituyen herramientas indispensables, convenientes u optativas
a los efectos de la existencia y urgencia de la norma tributaria. Tienden a facilitar la gestión de la
recaudación tributaria, entre otras cuestiones, y dicen que han sido establecidas por necesidades
técnico-jurídicas.(5)
Respecto de las causas no jurídicas, consideran que se trata de una respuesta ineludible a la
particular situación del país en cuanto a la evasión y sus causas. Recuerdan que las presunciones más
importantes de determinación presunta constituyen respuestas ante el fenómeno de la evasión
(v. gr. leyes 21858, 23314, 24073 y 25745).
Corresponde dejar en claro desde el inicio algo que ha sido mencionado por Jarach con
adecuada precisión: el distingo actual entre determinación sobre base cierta y estimación no es
tan marcado como antes. Una determinación directa puede contener también comprobaciones
mediante presunciones y viceversa.(6)
La presunción es el acto de aceptar la veracidad de un hecho por la evidencia de otro del que
normalmente depende aquel no probado(7). La jurisprudencia ha considerado que se trata del
resultado de un proceso lógico, mediante el cual de un hecho conocido -cuya existencia es cierta- se
infiere un hecho desconocido, cuya existencia es probable.(8)(9)
Una presunción contiene la siguiente estructura: parte de un hecho cierto (hecho inferente),
sobre el mismo se aplica una regla de experiencia (orden natural de las cosas) y, en tercer lugar, se
arriba a la existencia de otro hecho (hecho inferido). Se observa así cómo la regla de certeza de los
hechos es reemplazada por otra de mera probabilidad.(10)
Por otro lado, se ubican las ficciones. Al decir de Pérez de Ayala(11), las mismas no falsean ni
ocultan la verdad real, sino que crean una verdad jurídica distinta a la real, que solo existe en la ley.
La jurisprudencia ha sostenido que se trata de una situación que, “…partiendo también de un hecho
cierto, otorga certeza jurídica a un hecho de existencia muy improbable o sencillamente falso”.(12)
Por otro lado, existen las presunciones legales, que están contenidas y reguladas por la norma
jurídica. Ellas se contraponen a las presunciones simples, que según hemos visto la ley no recoge
y deja en manos del juzgador, y que reconocen como límites la existencia de prohibiciones y la
vinculación de la interpretación con el hecho presumido(13). Es el legislador entonces quien elige
el hecho inferente, apela a su regla de experiencia y establece también el hecho que debe inferirse.
En tal caso estamos en presencia de una norma legal que debe cumplirse, obligando tanto a los
particulares como a los órganos encargados de efectivizar el mandato legal(14). De acuerdo con
nuestro entendimiento, las presunciones legales son en realidad casos probados con experiencias
favorables de presunciones hominis, que por los resultados satisfactorios logrados se han incor-
porado al texto legal, así sucedió por ejemplo en lo que respecta a las acreditaciones bancarias
debidamente depuradas.(15)
Ciertas presunciones pueden ser anuladas mediante pruebas que acrediten la falsedad de la
presunción o la inexistencia del hecho que se presume. Estas se denominan presunciones iuris
tantum. Por el contrario, otras no admiten ningún tipo de prueba tendiente a destruir el hecho
presumido, las que se denominan presunciones iuris et de iure.
Las normas tributarias pueden recurrir a dos tipos de presunciones y/o ficciones: las endonor-
mativas y las perinormativas.
Tal como señalan Almada y Matich(16), las presunciones endonormativas son las que están insertas
en la propia norma del tributo. Son presunciones -en realidad pueden ser tanto presunciones como
ficciones- que tienen por finalidad coadyuvar con la definición del hecho imponible(17). Por otro
lado, tenemos las presunciones perinormativas, cuyo origen responde a cuestiones que están por
fuera de la legislación positiva del tributo. Se trata de herramientas que están previstas para el
(10) Almada, Lorena Marcela y Matich, Cecilia: “Presunciones ley 11683. Parte I” - Periódico Económico
Tributario Nº 366 - LL - febrero/2007 - pág. 1
(11) Según la cita que consta en Alberto M. Gorosito en “Presunciones y ficciones en el derecho tributario”,
material publicado en www.aaef.org - pág. 2
(12) “Philips Argentina SA” - CNCont. Adm. Fed. - Sala I - 7/8/1990
(13) Navarrine, Susana C. y Asorey, Rubén O.: “Presunciones y ficciones en el derecho tributario” - Ed. Lexis
Nexis - 3ª ed. - pág. 11
(14) Almada, Lorena Marcela y Matich, Cecilia: “Presunciones ley 11683. Parte I” - Periódico Económico
Tributario Nº 366 - LL - febrero/2007
(15) Art. 18, inc. g), L. 11683
(16) Almada, Lorena Marcela y Matich, Cecilia: “Presunciones ley 11683. Parte I” - Periódico Económico
Tributario Nº 366 - LL - febrero/2007
(17) Alberto M. Gorosito en “Presunciones y ficciones en el derecho tributario”, material publicado en www.
aaef.org
anormal funcionamiento de la ley, tal como surge ante un acto de determinación de oficio, el que
pretende corregir los desvíos del contribuyente ante la endonorma.(18)
Las presunciones generales a las que se refieren los incisos del cuarto párrafo del artículo 18 de
la LPF son perinormativas (p.e. los incrementos patrimoniales no justificados).
(18) Almada, Lorena Marcela y Matich, Cecilia: “Presunciones ley 11683. Parte I” - Periódico Económico
Tributario Nº 366 - LL - febrero/2007
(19) “Rutini, Marcelo G.” - TFN - Sala D - 10/11/2004
Señala el fallo que esta distribución de cometidos apareja tanto un problema cronológico como
de posibilidades de averiguación. Para contemplar este aspecto, las normas exigen que simultá-
neamente con su gestión el contribuyente vaya dejando rastros ostensibles de su operatoria: que
se inscriba en registros, que emita comprobantes, que incorpore datos a sus registros contables,
etc. Son todos hechos exteriores pero de directa relevancia y su control concomitante evita que el
contribuyente llegue a la fecha de presentar su declaración con libertad para manejar a su antojo las
cifras de todo el período (conf. García Mullin, op. cit.).
La ley autoriza al Fisco a determinar de oficio la materia imponible y a liquidar el gravamen
correspondiente en aquellos casos en que se omitiera la presentación de las declaraciones juradas
o las presentadas resulten impugnables. Dicha determinación puede efectuarse en forma directa por
conocimiento cierto de la materia imponible o mediante estimación sobre base presunta o método indiciario,
quedando reservado este último para los supuestos en que el Fisco Nacional carece de los elementos necesarios
para establecer la existencia y cuantificación de la obligación tributaria, ya sea porque la documentación
aportada resulta insuficiente o errónea, o cuando se compruebe que la misma, por alguna circunstancia,
carece de relevancia jurídica a dichos efectos.
La estimación es una valuación mediante índices y presunciones y, como tal, se contrapone
a la determinación directa que se sustenta en pruebas ciertas para medir la base imponible. La
determinación presuntiva o indiciaria de la base imponible no consiste en un procedimiento destinado a medir
esta base, sino otras magnitudes que reemplazan a aquella. Los métodos indiciarios no miden ni bien ni mal
el beneficio neto efectivo que las normas hayan erigido en base imponible, lo que persiguen es, sencillamente,
medir una base alternativa (conf. Sainz de Bujanda, glosado por Dino Jarach y citado por Carlos A.
Porta - Revista Impuestos - T. XXXVIII - pág. 1685).
Más recientemente, encontramos el caso “Guayra”(20), en el cual la Cámara confirmó la
resolución del Tribunal que había revocado la determinación de oficio sobre base presunta. Recordó
la Alzada que la determinación de oficio sobre base cierta, es decir, por conocimiento directo de la
materia imponible, sobre la base de los elementos obrantes y conocidos por el Fisco Nacional y/o
de los aportados por los administrados, constituye el sistema cronológicamente prevalente. Solo cuando
no se disponga de los elementos que acrediten fehacientemente la exacta dimensión del hecho imponible, el
organismo recaudador se encontrará facultado para recurrir al método indiciario de estimación, quedando
habilitado en esa circunstancia para aplicar las reglas de presunción contenidas en el artículo 18
de la ley de procedimiento fiscal que permitan fijar con probabilidad la existencia y magnitud
de la relación jurídica tributaria (causa 48.468/2014, “Ahumada, Beatriz Inés Josefina c/Dirección
General Impositiva s/recurso directo de organismo externo”, pronunciamiento del 8/3/2016). En
el caso de autos la utilización del método presuntivo aparecía infundada, a la vez que la prueba
efectivamente producida en el TFN respaldaba los dichos de la contribuyente.
La doctrina ha sistematizado con buen criterio la procedencia de la aplicación de las
presunciones, advirtiendo la existencia de tres supuestos(21):
- Cuando el contribuyente no lleve en forma legal registraciones contables u otro tipo de
registraciones que las sustituyan con los correspondientes comprobantes que las respalden.
- Cuando se compruebe la falta de conformidad de las registraciones contables con la realidad.
- Cuando la Administración no pueda acceder a las registraciones contables del contribuyente,
ya sea por obstrucción a la verificación de las mismas por parte del contribuyente o por
cualquier otra imposibilidad material.
(20)“Guayra SCA c/DGI s/recurso directo de organismo externo” - CNCont. Adm. Fed. - Sala I - 13/12/2016
(21) Díaz Sieiro, Veljanovich y Bergroth: “Procedimiento tributario” - Ed. Macchi
La reforma fiscal que introdujo la ley 27430 (BO del 29/12/2017) incorpora un primer artículo
sin número a continuación del artículo 18 (art. 18.1) de la ley 11683, referido a la habilitación para
la determinación en base presunta, con los siguientes alcances(22):
Hemos dicho con anterioridad que las novedades introducidas por la reforma parecerían tener por
objeto aliviar la carga de trabajo de las autoridades fiscales ante la falta de colaboración del obligado, a pesar
de que la ley 11683 ya presentaba soluciones concretas. Por ejemplo, si un contribuyente obstaculiza la
fiscalización (primer supuesto), es facultad del Fisco solicitar ante el juez competente una orden
de allanamiento. Solo ante la falta de éxito del allanamiento procedería la estimación de oficio. La
reforma debería haber sido más clara en lo que respecta a la necesidad de agotar las facultades de verificación
y fiscalización para arribar a una determinación sobre base cierta.
Por otro lado, consideramos que la registración de gastos no realizados (segundo supuesto)
no habilita a la presunción, sino a la impugnación de dichos conceptos, lo cual obliga a una
determinación cierta. Advertimos adicionalmente que la falta de cumplimiento de la valoración
de inventarios tampoco resulta justificativo para el método presuntivo, en todo caso, la inspección
deberá reunir información cierta sobre el stock físico, procediendo a su correcta valorización
mediante las indicios del primer párrafo del artículo 18 de la ley 11683.
Resulta para nosotros evidente que la reforma es poco precisa en cuanto a la correcta aplicación
del método presuntivo, dado que no es un cheque en blanco para el Fisco Nacional.
Las presunciones simples u homini derivan del razonamiento que efectúa el juzgador. Su
base responde a los lineamientos del artículo 163 del CPCCN(23). Señala Gorosito que se trata de
En el caso “Resero”(27), el Tribunal Fiscal fue categórico al manifestar que toda presunción
hominis requiere la concurrencia de una serie de circunstancias correlativas y concordantes que,
analizadas en una articulación coherente, evidencien que la probanza colectada guarda una
razonable correspondencia con los hechos económicos verificados. Un mero hecho simple, aislada-
mente considerado, sin analizar otras circunstancias y elementos vinculantes que permitan inducir
la existencia y magnitud del hecho generador de la obligación tributaria, resulta insuficiente a
efectos de dotar de soporte a una determinación de oficio sobre base presunta.
A modo de síntesis, podemos citar lo expuesto por el doctor Buitrago en el caso “Cachape
SRL”(28), en el sentido de que “…toda estimación significa valorar con criterio interpretativo y objetivo los
hechos y circunstancias que deben ser tenidos en cuenta”. La existencia y medida del hecho imponible deben
resultar de circunstancias fundadas, ya que la elección de los diversos indicios que deben servir de base, así
como también el procedimiento racional para las estimaciones, no pueden traducirse a la postre en decisiones
discrecionales; la estructura lógica que debe resultar de una determinación fundada no puede ser arbitraria,
ni apoyarse en cualquier indicio, pues el que se elija debe ser un indicio representativo para el caso particular:
el método debe ser adecuado y resultar congruente en sus resultados. La administración tiene el derecho
y el deber de transformar toda “incertidumbre” que incumba a su pretensión como tal (o a su
medida) en una verdad procesal (bien entendida como la máxima probabilidad posible) mediante
la estimación. En este sentido, es indudable que la materia imponible reconstruida a la luz de presunciones
debe estar basada en una real razonabilidad, de modo tal que dichas presunciones tengan el poder de sustituir
la materia declarada por el contribuyente.
Los signos de presunción deben permitir un control convincente de la declaración, pero jamás se pueden
erigir en una reconstrucción abusiva de la materia sujeta a impuesto.(29)
A los efectos convictivos de la real magnitud de la materia gravada, se requiere la concurrencia
de una serie de circunstancias correlativas y concordantes que, analizadas en una articulación coherente,
evidencien que la probanza colectada guarda una razonable correspondencia con los hechos económicos
verificados, sin perjuicio de que el contribuyente aporte elementos probatorios que ayuden a confir-
mar o no los datos de los que se valió la inspección.(30)
De acuerdo con lo previsto en el primer párrafo del artículo 18 de la LPF(31), podrán servir
especialmente como indicios:
- el capital invertido en la explotación,
- las fluctuaciones patrimoniales,
- el volumen de las transacciones y utilidades de otros períodos fiscales,
- el monto de las compras o ventas efectuadas,
- la existencia de mercaderías,
- el rendimiento normal del negocio o explotación o de empresas similares,
- los gastos generales de aquellos,
- los salarios, el alquiler del negocio y de la casa-habitación,
- el nivel de vida del contribuyente,
- y cualesquiera de otros elementos de juicio que obren en poder de la AFIP, que esta obtenga
de información emitida en forma periódica por organismos públicos, mercados concentradores, bolsas
de cereales, mercados de hacienda o que le proporcionen -a su requerimiento- los agentes de retención,
cámaras de comercio o industria, bancos, asociaciones gremiales, entidades públicas o privadas, cual-
quier otra persona, etcétera.
El texto resaltado expone las novedades que trajo la reforma fiscal de la ley 27430, incorporando
nuevas fuentes para utilizar como elementos inferentes por el juez administrativo al momento
de realizar la estimación de oficio a la información emitida por organismos públicos, mercados
concentradores, bolsas de cereales o mercados de hacienda o que proporcionen -a requerimiento-
los agentes de retención, cámaras de comercio o industria, bancos, asociaciones gremiales, entidades
públicas o privadas, cualquier otra persona, etcétera.
Hemos opinado que estas modificaciones no resultaban de rigor, por cuanto la enumeración que
contenía el texto legal era ejemplificativa, no taxativa. En consecuencia, el funcionario del Fisco Nacional
bien podía tomar las fuentes de información que ahora introduce la reforma como base para realizar
las presunciones hominis que le permitan determinar la obligación tributaria del responsable.
Sin embargo, entendemos que la reforma apunta a otorgarle legitimidad a la información que
se tome como base para las inferencias, a fin de evitar reclamos por que persigan la nulidad del
procedimiento.
El segundo párrafo del artículo 18 dispone que “en las estimaciones de oficio podrán aplicarse los
promedios y coeficientes generales que a tal fin establezca el Administrador Federal con relación
a explotaciones de un mismo género”. Al respecto debemos recordar que existen los estudios
sectoriales, que realiza periódicamente la AFIP sobre las distintas actividades, los cuales arrojan
promedios y coeficientes que habitualmente son utilizados por la Administración, tanto para avisar
a los contribuyentes sobre los desvíos existentes con una nota simple (inducción) como también en
procedimientos de inspección y determinaciones de oficio.
El último párrafo del mismo artículo amplía aún más el campo de las presunciones simples:
Debe tenerse presente que, según lo normado en el artículo 7 del decreto 618/1997, el Admi-
nistrador Federal tiene facultades de reglamentación, según las cuales podría dictar normas
obligatorias para la determinación de promedios, coeficientes y demás índices que sirvan de base
para estimar de oficio la materia imponible [inc. 3)].
VI - CONCLUSIONES
Como primer aspecto, destacamos lo dicho por Jarach en cuanto a que las presunciones no
logran invertir la carga de la prueba, porque siempre prevalece en el derecho administrativo la
búsqueda de la verdad objetiva.(34)
(32) Díaz Sieiro, Veljanovich y Bergroth: “Procedimiento tributario” - Ed. Macchi - págs. 221/2
(33) “Frigorífico Lamar SA c/EN - AFIP-DGI - R. 75/2012 (LGCN) s/DGI” - CNCont. Adm. Fed. - Sala V - 28/6/2017
(34) Jarach, Dino: “Curso de derecho tributario” - Ed. CIMA - pág. 114
(35) “Hermitage SA” - CSJN - 15/6/2010, Consid. 16. En el mismo sentido se pronuncia Nicolás Rubiolo en el
Informe Nº 25 del CECYT, FACPCE, año 2012
(36) “Hermitage SA” - CSJN - 15/6/2010, Consid. 12
(37) En sentido similar: “Dadea, Marta Elisa” - TFN - Sala B - 22/12/1983; “Antonio González y otros Mansión
Almar” - TFN - Sala D - 16/8/1989; “Beraja, Alberto David y Dwek, José Robert” - TFN - Sala A - 25/2/1998
(38) Gómez, Teresa y Litvin, César: “Utilización de presunciones para determinar la materia imponible”.
Trabajo presentado en la XXVII Conferencia Interamericana de Contabilidad realizada en Santa Cruz de la
Sierra, Bolivia - octubre/2007, galardonado con el premio “Roberto Casas Alatriste”. Referenciado por Teresa
Gómez en la obra citada en nota 4 - pág. 174
(39) “Mera, Miguel Ángel (TF 27.870-I) c/DGI” - CSJN - 19/3/2014
Paula A. Ataria
I - INTRODUCCIÓN
En una colaboración anterior(1) desarrollamos las cuestiones básicas sobre el trámite ante la
AFIP para la obtención, por primera vez, de la exención en el impuesto a las ganancias en cabeza
de las entidades comprendidas en el artículo 20, incisos b), d), e), f), g), m) y r) de la ley del aludido
gravamen(2), donde hemos esquematizado los procedimientos que surgen de la resolución general
(AFIP) 2681 y sus modificatorias para realizar aquella gestión.
Recordemos que, una vez aceptada la solicitud del beneficio por parte del Fisco Nacional, este
publica en su sitio web el certificado de exención que es otorgado por períodos anuales coincidentes
con el ejercicio fiscal de la entidad exonerada.(3)
(1) Ataria, Paula: “Esquemas del trámite de solicitud de exención en el impuesto a las ganancias” - Consultor
Tributario - N° 136 - junio/2018 - Cita digital EOLDC098027A
(2) Es decir:
- Entidades exentas de impuestos por leyes nacionales -según el art. 20, inc. b), LIG-.
- Sociedades cooperativas de cualquier naturaleza [art. 20, inc. d), LIG].
- Instituciones religiosas [art. 20, inc. e), LIG].
- Asociaciones, fundaciones y entidades civiles de asistencia social, salud pública, caridad, beneficencia,
educación e instrucción, científicas, literarias, artísticas, gremiales y las de cultura física o intelectual -según
lo dispuesto por el art. 20, inc. f), LIG-.
- Entidades mutualistas [art. 20, inc. g), LIG].
- Asociaciones deportivas y de cultura física, sin fines de lucro [art. 20, inc. m), LIG].
- Instituciones internacionales sin fines de lucro, con personería jurídica, con sede central en Argentina o
aquellas declaradas de interés nacional aunque no cumplan con aquellos dos requisitos [art. 20, inc. r), LIG].
(3) Cfme. lo dispuesto por el art. 17 de la RG (AFIP) 2681 y sus modifs.
II - NORMATIVA APLICABLE
III - PROCEDIMIENTO
La regla general es que la AFIP renovará anualmente los certificados vigentes, en forma auto-
mática, en función del control sistémico basado en el cumplimiento de las obligaciones tributarias
de las entidades exentas.
III - 2. Controles [art. 21, RG (AFIP) 2681 modificado por la RG (AFIP) 4157-E]
Respecto del procedimiento de renovación propiamente dicho, en primer lugar la AFIP
corrobora que, al momento de ejecutarse los controles sistémicos, las entidades sigan cumpliendo
con los requisitos exigidos para estar exentas -previstos en el art. 3 de la RG (AFIP) 2681-, es decir:
- tener CUIT activa: sin limitaciones;
- estar inscripta en el impuesto a las ganancias y -de corresponder- en el IVA;
- que esté actualizada la información referida a su forma jurídica, mes de cierre del ejercicio
fiscal y actividades económicas por las cuales se solicita el beneficio -según nomenclador de
actividades AFIP-;
- poseer actualizado y confirmado tanto el domicilio fiscal declarado como el domicilio de los
locales y/o establecimientos;
- haber presentado las declaraciones juradas del IVA y de los recursos de la seguridad social
de los últimos doce períodos fiscales, o las que corresponda presentar desde el inicio de la
actividad, vencidas con anterioridad a la fecha de interposición de la solicitud;
III - 2.1.1. Nuevos requisitos aplicables a los certificados con fecha de vencimiento
desde el 1/3/2018
En cuanto a las renovaciones de los certificados de exención con vencimiento desde el 1/3/2018,
adicionalmente la AFIP verificará:
- el cumplimiento, de corresponder, de las obligaciones referidas al régimen de información en
cabeza de los donatarios -cfme. el inc. c) del art. 35 de la RG (AFIP) 2681- vencidas al momento
de la renovación;
- la constitución y mantenimiento actualizado del domicilio fiscal electrónico -de acuerdo con
la RG (AFIP) 2109-.
ID 22556646
Considerando los cambios introducidos por la resolución general 4157/2017 sobre el régimen
de entidades exentas, ¿la utilización del cheque como medio de pago cumple con la condición
dispuesta por el artículo 21, inciso c) referido al requisito de haber realizado, entre otros,
depósito bancario, giro o transferencia bancaria?
29/12/2017 12:00:00 a.m.
Sí, considerando que el cheque es un medio de pago admitido por el BCRA, cumple con la
condición descripta en el inciso c) del artículo 21 de la resolución general 2681/2006. Cabe
recordar que el requisito dispuesto por el inciso c) del artículo 21 tiene como objetivo que la
cobranza de los ingresos o cobros de fondos (mayores a $ 10.000) de las entidades exentas tengan
algún tipo de trazabilidad, ya sea utilizando medios bancarios, magnéticos o electrónicos.
Fuente: CIT AFIP
Modelo de nota
CUIT
Denominación de la entidad
En cumplimiento del requisito establecido en el artículo 21, inciso c), de la resolución general
2681 y sus modificatorias, se deja constancia que la entidad ... CUIT ... durante el período
comprendido entre el ... y ...
1. Ha obtenido ingresos por montos iguales o superiores a $ 10.000.
SÍ
NO
2. Se han utilizado las modalidades indicadas en el inciso c) del artículo 21 de la resolución
general 2681 y sus modificatorias para los ingresos o cobros iguales o superiores a $ 10.000.
SÍ
NO
(Tachar lo que no corresponda)
IF-2017-28620251-APN-AFIP
La referida manifestación deberá cumplirse hasta los noventa (90) días corridos anteriores a
la fecha de vencimiento del certificado vigente por medio del servicio web de AFIP denominado:
“Presentación Única de Balances - (PUB)”, al cual se accederá con clave fiscal, adjuntando la
mencionada nota en un solo archivo en formato pdf.
El sistema emitirá un acuse de recibo como constancia de la presentación realizada.
Cabe destacar que, en la reunión del 5/7/2018 del citado Espacio de Diálogo AFIP - Profesionales
en Ciencias Económicas, se ha planteado respecto de esta temática la inquietud que retranscribimos
a continuación con su respectiva respuesta:
Fabián Bechara
En este trabajo nos referiremos a las modificaciones al impuesto sobre los bienes personales,
establecidas por la ley 27480, publicada el pasado mes de diciembre.
Cabe advertir que las mismas tienen efectos a partir del período fiscal 2019, sin perjuicio de
sus disposiciones transitorias que, como veremos, afectarían la determinación del gravamen del
período fiscal 2018.
Asimismo, revisaremos cuestiones relativas a las normas de valuación aplicables para los auto-
motores y efectuaremos algunas consideraciones adicionales sobre la determinación del gravamen.
Con la derogación del impuesto a la ganancia mínima presunta, por medio de la ley 27260 de
sinceramiento fiscal, para los ejercicios iniciados a partir del 1/1/2019, fue necesario modificar el
referido inciso e), disponiéndose el mantenimiento de la exención del impuesto sobre los bienes
personales para los inmuebles rurales.
Sobre este punto, un caso particular que merece atención es el de aquellas personas físicas
titulares de inmuebles rurales que revisten la categoría de micro, pequeñas y medianas empresas,
según los términos del artículo 1 de la ley 25300.
Recordemos que la ley 27264 estableció una suerte de exclusión del impuesto a la ganancia
mínima presunta para las micro, pequeñas y medianas empresas (MIPYME), con efecto para los
ejercicios fiscales que se inicien a partir del día 1/1/2017.
Por ende, la cuestión a dilucidar es si, por ejemplo, en el caso de persona humana titular de un
inmueble rural, inscripta como MIPYME, por no aplicarse el impuesto a la ganancia mínima presunta
por los períodos fiscales 2017 y 2018, corresponde el pago del impuesto sobre los bienes personales.
Entendemos que la exención del impuesto sobre los bienes personales no se ve alterada; una
conclusión diferente resultaría contradictoria con los objetivos perseguidos por la ley 27264.
Es interesante hacer notar que la AFIP ha venido sosteniendo que la exención a los inmuebles
rurales, tal como está concebida en el texto legal anterior, no resulta aplicable si los mismos integran
el patrimonio de una empresa unipersonal o, por ejemplo, de una sociedad de hecho, pretendiendo
acotar la exención básicamente a inmuebles inexplotados, arrendados o cedidos en alquiler. Así lo
ha expresado oportunamente a través de la nota externa 5/2006.
Sin perjuicio de los reparos que merecía dicha postura, con el nuevo texto legal, que exime los
inmuebles rurales cualquiera sea su destino o afectación, parece haberse disipado la controversia a
partir del período fiscal 2019.
“El valor a computar para cada uno de los inmuebles, determinado de acuerdo con las
disposiciones de este inciso, no podrá ser inferior al de la base imponible -vigente al 31 de
diciembre del año por el que se liquida el presente gravamen- fijada a los efectos del pago
de los impuestos inmobiliarios o tributos similares o al valor fiscal determinado a la fecha
citada, adoptados de conformidad con el procedimiento y la metodología que a tal fin
establezca el organismo federal constituido a esos efectos. Este valor se tomará asimismo
en los casos en que no resulte posible determinar el costo de adquisición o el valor a la fecha
de ingreso al patrimonio. El valor establecido para los inmuebles según las normas contenidas
en los apartados 1 a 4 del primer párrafo de este inciso deberá únicamente incluir el atribuible
a aquellos edificios, construcciones o mejoras que hayan sido tomados en consideración para
determinar la aludida base imponible. Aquellos no tomados en cuenta para dicha determinación
deberán computarse al valor establecido según los mencionados apartados”.
Como puede observarse, conforme al compromiso asumido por el Estado Nacional en el marco
del consenso fiscal suscripto el 16/11/2017 con las provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos
Aires, se dispuso la creación de un organismo federal, el cual, según lo establece la norma transitoria,
deberá determinar los procedimientos y metodologías en materia de valuaciones fiscales, rigiendo
tal modificación a partir del primer período fiscal inmediato siguiente a que ello ocurra.
Tales procedimientos y metodologías tienen por objeto que las valuaciones fiscales de los
inmuebles reflejen la realidad del mercado inmobiliario y la dinámica territorial.
Cabe mencionar que a través del decreto 938/2018 ya ha sido creado el Organismo Federal de
Valuaciones de Inmuebles en el ámbito de la Secretaría de Provincias y Municipios del Ministerio
del Interior, Obras Públicas y Vivienda, si bien hasta el momento no se ha reglamentado su
funcionamiento.
Mientras tanto, se dispone que a partir del período fiscal 2018 y siguientes, y hasta que
intervenga dicho Organismo, deberá computarse, de manera excepcional, la base imponible -fijada
a los efectos del pago de los impuestos inmobiliarios o tributos similares o al valor fiscal- vigente al
31/12/2017, que se actualizará teniendo en cuenta la variación del Índice de Precios al Consumidor
nivel general (IPC), operada desde esa fecha hasta el 31 de diciembre del ejercicio fiscal de que se
trate.
Con relación al tema, es oportuno recordar la cuestión particular referida al valor fiscal de los
inmuebles ubicados en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. La AFIP habría puesto fin a una
discusión aceptando recientemente, a través del dictamen 1/2018, que el valor a considerar como
base imponible o valor fiscal es el importe de la “valuación fiscal homogénea”.
3.1. Antecedentes
Para recordar “de dónde venimos”, la ley de blanqueo, precedida por proyectos frustrados
que promovían la eliminación de este impuesto, estableció un mínimo exento de $ 800.000 para
el período fiscal 2016, de $ 950.000 para el período 2017 y de $ 1.050.000 para el período 2018 y
alícuotas del 0,75%, 0,50% y 0,25%, respectivamente, para esos mismos períodos.
La misma ley, para dar un “toque” de justicia y equidad en favor de quienes no sinceraban
bienes ocultos y además habían cumplido con sus obligaciones fiscales de los últimos dos años,
estableció el beneficio de exención del impuesto para dichos períodos.
Tales sujetos retoman entonces su condición de “pagadores” a partir del año 2019, por lo tanto
se entiende que deberán ingresar anticipos a partir del mes de agosto (según el calendario que rige
actualmente).
se “arregló” con la reforma establecida por la ley 27430, que específicamente dispuso que las horas
extras gravadas no modifican el tramo de la escala que corresponde, previo a su cómputo).
En este caso, si el valor de la casa-habitación es de $ 18.000.000, el titular no tributa, en cambio,
si es de $ 18.000.001, tributará, asumiendo que no posee ningún otro bien gravado, $ 89.250,01.
Aquí el incentivo es hacia la descapitalización.
Sin perjuicio de que el umbral establecido es “generoso”, ello no obsta a que el esquema
adoptado resulte distorsivo.
Lamentablemente no parece haber margen para que, por vía reglamentaria, se altere el alcance
de la modificación legal, disponiendo la tributación sobre el excedente del mínimo establecido.
No ha ocurrido lo mismo en el caso del impuesto a las ganancias, en tanto la ley 27430 de
reforma fiscal ha sustituido el artículo 29 de la ley y ha derogado el artículo 30, receptando el nuevo
marco legal vigente.
Al respecto, corresponde considerar las pautas que oportunamente estableciera la AFIP a través
de la circular 8/2011, según las cuales para el impuesto sobre los bienes personales corresponde
atribuir a cada cónyuge:
1. La totalidad de los bienes propios.
2. Los bienes gananciales adquiridos con el producto del ejercicio de su profesión, oficio, empleo,
comercio o industria.
3. Los bienes gananciales adquiridos con beneficios provenientes de los bienes indicados en los
puntos anteriores en la proporción en que hubiere contribuido a su adquisición.
Tal temperamento, según lo expresa el Organismo, deviene de considerar la aplicación suple-
toria de las normas del impuesto a las ganancias, que se encuentra prevista en el artículo 31 del
decreto reglamentario.
En efecto, si nos remitimos a las disposiciones de la ley de impuesto a las ganancias que tratan la
atribución de las ganancias provenientes de los bienes de la sociedad conyugal, el artículo 29 prevé
el criterio de la proporcionalidad, al establecerse que deberá considerarse la parte o proporción en
que cada cónyuge hubiera contribuido a su adquisición (se aclara que tal proporción será del 50%
si hubiera imposibilidad de determinarla).
El tema obviamente adquiere relevancia en los casos de inmuebles destinados a casa-habitación
cuyo valor impositivo supera el umbral de $ 18.000.000 y, sin embargo, por la atribución parcial, el
valor computable de uno o ambos cónyuges pudiera quedar debajo de este.
Es de suponer que la AFIP establecerá un procedimiento para el recálculo de los anticipos del
período fiscal 2019, que deben ingresarse a partir del mes de agosto, que recepte estos cambios.
II - OTRAS CONSIDERACIONES
1. Valuación de automotores
En materia de valuación de los automotores, deben considerarse las siguientes novedades:
2. Actualizaciones
Resulta interesante analizar la situación del gravamen frente al fenómeno de las actualizaciones.
A partir del alto nivel inflacionario registrado en nuestro país en los últimos años, se ha
acentuado su impacto en la determinación de los gravámenes, particularmente en el impuesto a
las ganancias, al estar vedada la aplicación del Título VI de la ley del gravamen, lo que ha dado
lugar a contiendas en el ámbito administrativo y judicial, en los casos en que se ha verificado la
confiscatoriedad de la renta.
Sin embargo, a través de la ley de 27430 de reforma tributaria, se reinstalan los mecanismos
de actualización para determinadas inversiones, según el nuevo texto del artículo 89 de la ley de
impuesto a las ganancias. Asimismo, la opción del revalúo impositivo que estableció aquella misma
ley también permite la actualización de los bienes, aunque a cambio del pago de un impuesto
especial.
En cambio, en el caso del impuesto sobre los bienes personales, los cambios operados no han
receptado este fenómeno.
La ley en su redacción actual mantiene la referencia a:
- La restricción al cálculo de actualizaciones al establecerse que “las mismas deberán practicarse
conforme lo previsto en el artículo 39 de la ley 24073”.
- La consideración de la variación de índices de precios al por mayor, nivel general, que deberá
suministrar el Instituto Nacional de Estadística y Censos.
Sin embargo, no es fuente de conflicto, puesto que la ausencia de actualizaciones va en un solo
sentido, o sea, en detrimento del valor de los bienes y, consecuentemente, en la determinación de
una menor base imponible.
Por otra parte, las normas de valuación contemplan una suerte de valor mínimo que responde
a un valor corriente para los rubros de mayor relevancia (caso de inmuebles y automotores) y para
los activos en moneda extranjera al computarse la cotización al cierre del período.
Para otros rubros, la ausencia de actualización beneficia al contribuyente (ej.: obras de arte
ubicadas en el país).
En cuanto al mínimo exento, se lo ha elevado en forma permanente por vía de las leyes
modificatorias, con lo cual ha frenado cualquier objeción sobre la falta de actualización.
Finalmente, con relación a la opción del revalúo impositivo antes mencionada, la ley aclara
que el mismo no será computable a los efectos de la liquidación del impuesto a la ganancia mínima
presunta. Nada dice con relación al impuesto sobre los bienes personales, pero, de cualquier forma,
en el supuesto de una persona humana que hubiese optado por la revaluación de bienes de su
propiedad, cabe interpretar que no tendrá consecuencias en su valuación a los fines de este tributo.
César M. Cavalli
Respuesta propuesta
De conformidad con las modificaciones introducidas por la ley 27468, las disposiciones del
Título VI de la ley de impuesto a las ganancias (ajuste por inflación propiamente dicho) resulta
aplicable, respecto del primer, segundo y tercer ejercicio que se inicien a partir del 1/1/2018, en
caso de que la variación del índice de precios al consumidor, calculada desde el inicio y hasta el
cierre de cada uno de esos ejercicios, supere un cincuenta y cinco por ciento (55%), un treinta por
ciento (30%) y en un quince por ciento (15%) para el primer, segundo y tercer año de aplicación,
respectivamente.
Pregunta Nº 2 Yendo al aspecto práctico, ¿para qué fechas de cierre de ejercicio resulta
de aplicación el mecanismo de ajuste por inflación del Título VI de la ley
del impuesto a las ganancias?
Respuesta propuesta
Mientras que los ejercicios fiscales anuales finalizados en los meses de diciembre de 2018, enero,
febrero y marzo de 2019 no cumplieron la pauta inflacionaria superior al 55% correspondiente al
primer año de vigencia de la norma arriba aludida, los ejercicios fiscales anuales finalizados en
abril, mayo y junio de 2019 (por mencionar los datos conocidos a la fecha de elaboración de esta
respuesta) la excedieron, resultando entonces de aplicación el Título VI de la LIG para estos últimos.
Dado que cada cierre de ejercicio requiere verificar el cumplimiento de la mencionada pauta,
no es posible generalizar la conclusión sobre la aplicabilidad del ajuste por inflación impositivo
propiamente dicho.
Cabe destacar que la pauta del 55% de inflación anual, correspondiente al primer año de
vigencia, resulta de aplicación para los cierres que se produzcan hasta el 30/12/2019 (en la práctica,
30/11/2019), ya que los cierres que se produzcan al 31/12/2019 corresponden al segundo año de
vigencia, resultando entonces de aplicación las pautas para ese segundo período.
Respuesta propuesta
La pauta a cumplimentar es la del 30% de inflación anual. Se interpreta que cada uno de los tres
años se considera en forma independiente y aislada de lo que ocurra en los restantes, resultando
entonces irrelevante que el cierre de diciembre de 2018 no hubiera cumplido la pauta del primer
año o que la acumulación de los dos primeros años no alcanzara el 85% o el porcentaje que
matemáticamente acumulara ambos períodos.
Respuesta propuesta
Se trata de una cuestión que la ley no abordó y debería ser motivo de reglamentación en forma
perentoria.
Las posibles interpretaciones al respecto comprenden las siguientes alternativas:
1. Considerar la inflación experimentada en el período fiscal irregular de duración del ejercicio.
Esta solución “literal” no se compadece con la circunstancia de que un período inflacionario
más corto que el año seguramente arriba a una variación más reducida que la prevista por el
legislador para un año completo.
2. Considerar la inflación correspondiente a los doce meses transcurridos hasta la fecha de cierre
del ejercicio del contribuyente. Este mecanismo compatibiliza la pauta legal anual con la “real”
(en términos del período considerado), pero considera un lapso en el cual el contribuyente no
tuvo actividad económica.
3. Anualizar la inflación del período de actividad del contribuyente; tal anualización debería
basarse en una proyección geométrica (o del tipo interés compuesto). Nos inclinamos por
considerar que esta variante es la que mejor receptaría el espíritu de la ley.
Respuesta propuesta
De ninguna manera. Cada uno de los mecanismos de ajuste por inflación regulados por la
LIG tiene su propio mecanismo de vigencia y aplicación, de modo tal que su aplicación resulta
independiente los unos de los otros.
En tal sentido y a título de ejemplo, si se trata de la actualización de la cuota de amortización
de bienes muebles, resultan de aplicación:
1. El segundo párrafo del artículo 89 de la LIG, en virtud del cual se actualizarán las amortizaciones
de los bienes incorporados a partir del primer ejercicio de vigencia de la reforma conforme ley
27430 (es decir, el primer ejercicio iniciado a partir del 1/1/2018); ello así, con independencia
de que en el período del que se trate resulte o no aplicable el Título VI de la ley.
2. Las disposiciones del Título referido al revalúo impositivo de bienes contenido en la ley 27430,
en virtud de las cuales solamente los bienes acogidos al mencionado régimen (que, por otra
parte, son los bienes adquiridos hasta el 30/12/2017) podrán ser objeto de actualización de su
valor origen a los fines del cálculo de la amortización impositiva (tanto de su valor residual
original cuanto del importe del revalúo), siendo aplicable asimismo lo expresado al final del
párrafo anterior.
Respuesta propuesta
La mencionada ley 27468 incorporó, como segundo artículo sin número a continuación del
artículo 118 de la LIG, texto ordenado en 1997 y sus modificaciones, el siguiente:
Artículo …: El ajuste por inflación positivo o negativo, según sea el caso, a que se refiere el
Título VI de esta ley, correspondiente al primer, segundo y tercer ejercicio iniciados a partir
del 1/1/2018 que se deba calcular en virtud de verificarse los supuestos previstos en los dos (2)
últimos párrafos del artículo 95, deberá imputarse un tercio (1/3) en ese período fiscal y los dos
tercios (2/3) restantes, en partes iguales, en los dos (2) períodos fiscales inmediatos siguientes.
La norma glosada no contempla la situación de los entes cuyo período fiscal resultara el último,
por entrar en disolución y liquidación, siendo razonable establecerse que, en tales casos, se impute
el ciento por ciento del ajuste mencionado.
En el Boletín Oficial del 29 de julio del corriente año 2019, fue publicada la resolución general
(AFIP) 4535, por medio de la cual se modifica la similar resolución general 3781, habilitándose la
adhesión voluntaria a la herramienta informática regulada por esta última por parte de los sujetos
empleadores interesados, a cuyo efecto los mismos deberán cumplimentar el procedimiento
detallado en el micrositio “Libro de Sueldos Digital” de la página web del Organismo Fiscal.
Aceptada la adhesión, la AFIP notificará en el domicilio fiscal electrónico la fecha a partir de la
cual resultarán obligados a su utilización.
Cabe recordar que la última de las mencionadas resoluciones generales dispuso que los
empleadores que confeccionan el Libro Especial previsto en el artículo 52 de la ley 20744, texto
ordenado en 1976 y sus modificaciones, mediante el registro de hojas móviles a que se refiere el
punto 4 del citado artículo, deben emitir las mismas vía internet utilizando el sistema informático
denominado “Libro de Sueldos Digital”, así como que los obligados a la utilización del sistema de
emisión citado confeccionen sus declaraciones juradas F. 931 por medio del sistema denominado
“Declaración en línea”.
La novedad se fundamenta, conforme los considerandos de la norma glosada, en la experiencia
recogida en la implementación del referido sistema y en el objetivo de simplificar el proceso de
declaración y registración.
Asimismo se precisa que los empleadores que resulten obligados a la utilización de la
herramienta informática habilitada por la resolución general 3781 quedan exceptuados de cumplir
con el régimen de información dispuesto por la resolución general 3279 y su modificatoria
-declaración jurada informativa de conceptos no remunerativos-, a partir del primer período en
que presenten la declaración jurada determinativa de aportes y contribuciones con destino a la
seguridad social (Formulario F. 931), utilizando la citada herramienta.