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Aspectos de La Hermeneutica Patristica
Aspectos de La Hermeneutica Patristica
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conocidos como apostólicos por los demás días un libro cristiano –el Antiguo Testamento–
cristianos del s. II. se le asignó una sola continuación legitima: el
Marción, un laico del Ponto, de mente re- Nuevo Testamento. De esta manera, el emer-
formista, trabajó por un tiempo en la Iglesia gente movimiento cristiano se autodefinía co-
de Roma, pero más tarde la dejó para formar mo la más aguda antítesis de la comunidad ju-
una contra-Iglesia rápidamente expandida día. Y cuanto más se aferraban los cristianos a
(hacia el 114 d.C.). El punto central de su doc- las Escrituras judías leídas alegórica o tipoló-
trina era el completo rechazo de las Escrituras gicamente, tanto más profunda era la separa-
judías, atribuidas a un dios iracundo y malig- ción con el judaísmo. Más aún, después del
no, opuesto al Dios de Amor proclamado por triunfo del cristianismo, los judíos llegaron a
Jesús y revelado a Pablo. Su actitud sospecho- ser, para buena parte de la tradición patrística,
sa frente a las tendencias armonizantes de la los «testigos» de la ira de Dios contra los no
alegoría y de su aplicación tipológica lo indu- creyentes.
jo a declarar que solamente «el Apóstol» (es
decir, el cuerpo revisado de diez epístolas pau-
linas) y «el Evangelio» (una versión del Evan- La exégesis de los valentinianos
gelio de Lucas purgado de toda contamina-
ción judía) eran aceptables para la verdadera La apropiación de las Escrituras judías en
fe cristiana. un marco cristiano fue también una actividad
Para justificar su actuación, Marción puso de capital importancia entre los gnósticos, a
al frente de su canon las Antítesis, una obra en quienes la exégesis cristiana en general les de-
la que trata de refutar a quienes «deforman el be una deuda considerable. Para los gnósticos,
evangelio de Cristo» y siembran la discordia el anuncio de la salvación tenía lugar en las
entre los cristianos (Gál 1,6-7), identificando palabras del Salvador transmitidas por los
al Dios bueno revelado por Jesús con el dios evangelios, por los apóstoles (especialmente
cruel y celoso del judaísmo. También incluye por Pablo) y por algunas tradiciones «secre-
entre los falsos hermanos a los apóstoles –in- tas» acerca de Jesús. Pero la condición indis-
cluidas las «columnas», Pedro, Juan y Santia- pensable para interpretar esas palabras era
go– a quienes hace responsables de la «judai- poseer la clave hermenéutica de su lectura, es
zación» del evangelio de Jesús. En lo que decir, conocer todo el sistema gnóstico. En las
respecta a Pedro, una prueba fehaciente es su Escrituras, los gnósticos leían sus propias doc-
conflicto con Pablo en Antioquía, a propósito trinas, con la ayuda de un método alegórico
de la separación en las mesas. que les permitía descubrir en los textos refe-
El diteísmo marcionita fundamenta la lec- rencias a una realidad distinta de la que pare-
tura altamente polémica que Marción hace de cían designar a primera vista. En los autores
Pablo: polémica contra la Iglesia de su propio eclesiásticos que combatieron a los gnósticos
tiempo, considerada heredera de la enseñanza se puede encontrar numerosos ejemplos de es-
apostólica deformada y contra la tradición ta exégesis, especialmente en el Adversus Hae-
eclesiástica, por completo impregnada de ju- reses de Ireneo de Lyón, compuesto entre los
daísmo. Por eso Marción rechaza toda línea de años 180 y 190.
tradición doctrinal, para vincularse directa- Por supuesto, las distintas corrientes del
mente con la fuente que le ofrece el «evangelio gnosticismo no constituían un todo homogé-
puro» y el texto reconstruido de las cartas pau- neo. El grupo de los valentinianos parece ha-
linas. De este modo, Pablo obtuvo una auto- ber sido el primeros en producir comentarios
nomía y un relieve individual que no le había de los escritos sagrados del cristianismo, en
reconocido la tradición anterior, al precio del especial del evangelio de Juan y del Corpus
exacerbado aislamiento que lo separaba del am- paulino. De hecho, el comentario de Orígenes
biente al que pertenecía y contra el cual él ha- sobre el cuarto Evangelio refuta al gnóstico
bía luchado tenazmente (cf. Gál 2,9). Heracleon punto por punto. E. Pagels ha su-
Marción y sus principios hermenéuticos gerido que el propósito principal de la exége-
fueron condenados por la Iglesia oficial, que sis valentiniana era la coordinación de la cos-
reconoció la autoridad de las Escrituras judías mología gnóstica y soteriológica con una
como testimonio profético, inspirado por Dios, «grilla hermenéutica» extraída principalmente
de la verdadera fe cristiana. Esas Escrituras de las epístolas de Pablo. La enseñanza públi-
habían sido una de las herramientas más efec- ca valentiniana no estaba dirigida a los hom-
tivas para la misión evangelizadora entre los bres carnales, los «hílicos», que se considera-
judíos y para la apologética cristiana, de ma- ban perdidos, ni a los «pneumáticos», que se
nera que al fin de la controversia la Iglesia re- creían en posesión de la plenitud del espíritu
tuvo un canon cristiano normativo en dos par- (pléroma), sino a un grupo intermedio –los «fí-
tes: el AT y el NT. sicos»– que aún podían ser salvados si se los con-
Cabe señalar, sin embargo, que esta deci- ducía de la simple exposición literal de los tex-
sión antimarcionista tuvo una grave conse- tos sagrados a la instrucción más esotérica
cuencia negativa. Al hacer de las Escrituras ju- sobre la verdad espiritual y moral.
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La respuesta a los gnósticos blan de la verdad escondida que debía ser re-
velada. Los judíos los leen, pero no alcanzan
La gnosis valentiniana fue para Ireneo de a interpretarlo en su sentido más profundo.
Lyón una de las mayores herejías, objeto de sus Los cristianos, en cambio, poseen la clave
ataques en los cinco libros de su tratado Anti- hermenéutica en la venida de Cristo, que
gnóstico, comúnmente conocido como Adver- descubre el sentido de todos los misterios y
sus Haereses (Contra las Herejías, ca. 180-190). oikonomías de Dios, desde el principio hasta
La polémica de Ireneo, como la de los apolo- el fin.
gistas anteriores a él, se centró en un punto: La perspectiva cristiana se ensancha en la
los dos Testamentos no son la revelación de situación escatológico-apocalíptica, que con-
dos dioses distintos, sino del Único Dios, el tiene una visión de la historia universal: Cris-
Creador de todo lo revelado por Él mismo en to vino «en los últimos tiempos», pero vino
la historia de ambos Testamentos. Esta revela- para la salvación de todas las generaciones.
ción nos da a conocer el plan divino de salva- La tipología bíblica no solo apunta a su
ción para toda la humanidad, y ha sido la en- primer advenimiento, sino también al tiem-
carnación de Cristo, el Hijo y la Palabra de po de la Iglesia y a su parusía final (IV.22;
Dios, la que removió, en la plenitud de los IV.33.1).
tiempos, el velo que impedía interpretar co- Con un argumento semejante, Ireneo trata
rrectamente aquello que antes no había sido de refutar también a los gnósticos. Si los ju-
nada más que predicción y prefiguración. díos no tienen la clave, los gnósticos se fabri-
can la suya propia. Él critica primero el prin-
cipio hermenéutico gnóstico: ellos mutilan la
San Justino mártir y los apologistas economía salvífica revelada por Dios, la des-
pojan de su belleza mosaica y luego reúnen en
En su tratado Dialogo con Trifón (ca. 160), sus propios mitos las piezas fragmentadas
el mártir Justino trata de responder a las críti- (I.8.1; I.9.4). Sus reglas hermenéuticas no son
cas de los judíos. Su método apologético se ba- satisfactorias: ven problemas profundos don-
sa en la prueba desde la profecía. A partir de de no los hay, y explican lo claro y obvio por lo
profecías reales o supuestas, Justino afirma oscuro y sombrío (II.10).
que Jesús era sin duda el Mesías esperado por Las Escrituras necesitan una llave o clave
el pueblo de Israel, ya que en él se cumplían cristiana, pero esta llave debe ser manejada
todas las predicciones de las Escrituras, literal por intérpretes confiables. Ni los rabinos ju-
o tipológicamente. díos ni los maestros gnósticos satisfacen esa
Los escritos de san Justino son una mina de exigencia. Un elemento decisivo para una co-
información acerca de la tipología tal como se rrecta interpretación es la iluminación de la
practicaba entre los cristianos del s. II. A par- exégesis bíblica con la regula fidei, y vicever-
tir de los evangelios y de otra literatura cris- sa. De ahí la necesidad del recurso a la tradi-
tiana, él encuentra precedidas o prefiguradas ción, que comprende distintas etapas: la en-
en el AT las características más importantes de señanza de los apóstoles, la Iglesia extendida
su credo cristológico: el nacimiento virginal por el mundo entero, la sucesión de los obis-
de Cristo, sus milagros, sus padecimientos, su pos a quienes los apóstoles confiaron cada
muerte y resurrección, el bautismo cristiano, una de las iglesias locales. De este modo ha
la Iglesia. Los «tipos» de la cruz fueron para él llegado hasta nosotros la «conservación in-
de un de in interés particular. De hecho, Justi- mutable de las Escrituras, lo cual implica tres
no los encontró no solo en la figura de Moisés cosas: una transmisión integral sin añadidos
orando en la batalla contra Amalek (Éx 17,10- ni sustracciones, una lectura exenta de frau-
11) o en los cuernos del toro salvaje (Dt 33,17), de y, de acuerdo con esas Escrituras, una in-
sino en cada vara, madera o árbol menciona- terpretación legítima, apropiada, exenta de
dos en la Biblia (Dialogo con Trifón 86; 90-91). peligro y de blasfemia. Finalmente, el don
El inmenso repertorio de «tipos» semejan- eminente del amor más precioso que el cono-
tes a los descubiertos por Justino también cimiento, más glorioso que la profecía, supe-
puede ser ilustrado ilustrado por otros escritos rior a todos los demás carismas» (Adv. Haer.
contemporáneos, tales como la Epístola de Bar- IV.33.38).
nabé (ca. 135) o la Homilía de Pascua de Meli- La interpretación segura de la Escritura es
tón de Sardes (a fines del s. II), que explotó las función de una Iglesia, la cual debe tener, no
analogías del Éxodo con la muerte y resurrec- solo la tradición sino la correcta tradición. So-
ción de Cristo. lo tal interpretación puede ser llamada verda-
dera gnosis. Ireneo encuentra esa autoridad
en los presbíteros, que ejercen su oficio a tra-
Principios hermenéuticos de san Ireneo vés de una línea inquebrantable que llega has-
ta los Apóstoles y sus discípulos, y cuya vida y
En su obra Adversus Haereses IV.26, Ire- doctrina exhiben el «carisma de la verdad»
neo de Lyón afirma que los textos del AT ha- (IV.26.2; I.10.1-2).
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R. M. Grant ha llamado a Ireneo el «Padre de Para Clemente (muerto antes del 215), la in-
la exégesis autorizada». Pero Ireneo no estaba terpretación de las Escrituras judías como un
solo en promover una hermenéutica autoritati- libro cristiano fue solo parte de un desafío her-
va. De hecho, el problema se plantea aún con menéutico más amplio. La verdad, según él,
mayor agudeza en el tratado de Tertuliano De era en todas partes idéntica con la del cristia-
Praescriptione haereticorum (ca. 200). Para Ter- nismo, es decir, con la revelación final del Ver-
tuliano, en efecto, no tenía ningún sentido dis- bo de Dios. Pero se requería un arduo trabajo
cutir con los gnósticos sobre la interpretación de para extraerla de los textos, porque «todos los
las Escrituras, porque aún estando de acuerdo teólogos, bárbaros y griegos, escondieron
en el canon y practicando métodos exegéticos los principios de las cosas y entregaron la ver-
comunes, ellos estaban siempre encontraban ar- dad en enigmas y símbolos, alegorías, metáfo-
gumentos para dictar su propia «agenda». ras y figuras similares» (Strom. V, 21.4). «Ca-
El verdadero campo de batalla no era en- si toda la Escritura se expresa en enigmas»
tonces la interpretación, sino el derecho de (Strom. VI, 124. 5-6), y lo mismo hay que decir
usar las Escrituras para todos. Los escritos de su traducción griega (la Septuaginta, tam-
apostólicos pertenecían a la Iglesia Apostólica. bién inspirada por Dios) y de los primeros es-
Los gnósticos, con su recurso a tradiciones se- critos cristianos. Encontrar esta verdad escon-
cretas, no tenían derecho a usarlas, porque so- dida es tarea del interprete, iluminado por la
lo la enseñanza en las Iglesias fundadas apos- gnosis o conocimiento mas profundo dado por
tólicamente podía ser la medida de la correcta Cristo a sus Apóstoles después de la resurrec-
interpretación. «Correcta», para Tertuliano, ción, a fin de hacerlos capaces de comprender
significaba congruente con la «Regla de la la verdad simbólica del lenguaje bíblico.
Fe», es decir, con el credo de la Iglesia. Fuera Siguiendo a Filón, Clemente alegorizó libre-
de esto, no es necesario nada mas: «No saber mente el Antiguo Testamento. Su principio her-
nada en contra de la Regla de la Fe significa menéutico se fundaba en la convicción de que
tener toda la ciencia» (Prescripción 14). en Cristo, el Logos encarnado, toda auténtica
Aquí nos encontramos con una sospecha verdad había alcanzado su meta. Lo importan-
profunda hacia la exégesis profesional, que te era identificar el significado verdadero, y pa-
había convertido en principio metodológico la ra lograrlo se valió de una mezcla ecléctica, en
búsqueda inacabable de la verdad. Los gnósti- la que se combinaban elementos de la cosmo-
cos adujeron como garantía Mt 7,7: «Busquen logía helenística, de la soteriología cristiana y
y encontrarán». Para los cristianos, sostiene de la moral tanto pagana como cristiana.
Tertuliano, la búsqueda ha finalizado. Dios ya En cambio, las palabras de Jesús y los escri-
ha revelado el contenido de la verdadera fe y tos del NT, que Clemente utilizó junto con otros
esta debe ser defendida de las erosiones que libros cristianos primitivos, no requerían mu-
produce la curiosidad ilícita. Para ambos, Ire- cho tratamiento alegórico; sus misterios relati-
neo y Tertuliano, la curiosidad ilícita es el ma- vos a la Iglesia y a la vida futura eran más fá-
yor peligro que ocasionan la investigaciones cilmente accesibles a la verdadera gnosis. Las
de las hermenéuticas gnósticas. figuras del AT son desveladas en Jesucristo. Pe-
ro aún después de Cristo hay un sentido escon-
dido en la Escritura, que ya no es tipológico si-
Los ss. III y IV no que abre el espíritu del creyente a las cosas
celestiales, es decir, a la gnosis del misterio.
En lo que respecta a su enseñanza sobre la
La hermenéutica alejandrina Iglesia, su credo y su ética tanto para la gente
sencilla como para los creyentes más inicia-
La protesta de los Padres de fines del s. II, dos, Clemente se distinguió del gnosticismo
no obstante, no podía oponerse a los tiempos. especulativo. Seguramente Ireneo y Tertuliano
La hermenéutica profesional científica era la no habrían considerado a Clemente como uno
tendencia del futuro. De ahí el interés en los ss. de sus antagonistas gnósticos.
III y IV por interiorizarse en los métodos prac-
ticados en los centros de la cultura helenística.
Una de las tradiciones hermenéuticas más an- Orígenes
tiguas se desarrolló en Alejandría. Eusebio de
Cesarea habla de una escuela catequística con En Orígenes (ca. 185-253/54) encontramos
una sucesión de famosos maestros, empezan- una de las más grandes mentes y probable-
do por Panteno (final del s. II) y siguiendo con mente al teólogo más influyente de principios
Clemente de Alejandría y Orígenes (Historia de la era cristiana. Muchos de sus escritos se
Eclesiástica V. 10; VI. 6ss). No es posible poner han perdido debido a una condena posterior
en duda el fuerte influjo de estos teólogos so- por el emperador Justiniano en el 543. No obs-
bre la historia cristiana subsiguiente. tante, la sabiduría moderna ha sido capaz de
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unir largas porciones de su sorprendente pro- de las Escrituras, es decir, las homilías y los
ducción literaria. La mayoría de ella está de- comentarios, pero también las obras de con-
dicada a la interpretación bíblica. Orígenes troversia y teología, donde la referencia a la
coloco un cimiento sólido mediante un cuida- Escritura sirve como argumento principal.
doso trabajo sobre el texto bíblico, incluyendo »El lugar habitual de la lectura bíblica es la
su historia textual. Su Héxapla, un texto polí- iglesia, durante la liturgia. Por eso, la inter-
glota del Antiguo Testamento escrito en seis pretación propuesta es siempre de naturaleza
columnas paralelas, fue aun admirado por san teológica, pastoral y teologal, al servicio de las
Jerónimo en Cesarea en el s. V antes que se comunidades y de cada uno de los fieles.
perdiera durante la tormenta de la conquista »Los Padres consideran la Biblia, ante todo,
árabe. Jerónimo clasificó los escritos exegéti- como el libro de Dios, obra única de un único
cos de Orígenes en tres categorías: escolios o autor. No reducen, sin embargo, a los autores
glosas cortas explicativas, comentarios y homi- humanos a meros instrumentos pasivos, y sa-
lías (PL 25, 585-586). La mayoría de los libros ben asignar a tal o cual libro, tomado indivi-
de la Biblia son tratados en una u otra de es- duamente, una finalidad particular. Pero su ti-
tas formas. po de acercamiento no concede más que una
Orígenes también fue el autor del primer ligera atención al desarrollo histórico de la re-
tratado técnico sobre la teoría hermenéutica velación. Numerosos Padres de la Iglesia pre-
cristiana. Conforme al esquema trazado en el sentan al Logos, el Verbo de Dios, como autor
Perì Arjón, encuentra tres sentidos en la Escri- del Antiguo Testamento y afirman así que toda
tura, que percibirán respectivamente y en se- la Escritura tiene un alcance cristológico.
cuencia acumulativa los simples o principian- »Salvo algunos exégetas de la Escuela an-
tes, los progresantes y los perfectos: un sentido tioquena (Teodoro de Mopsuestia en particu-
histórico (el relato de los hechos o el texto de lar), los Padres se sienten autorizados a tomar
las leyes); un sentido moral (aplicado al alma una frase fuera de contexto para reconocer allí
sin que intervenga necesariamente el dato cris- una verdad revelada por Dios. En la apologéti-
tiano) y un sentido místico (relativo a Cristo, a ca, frente a los judíos, o en la controversia
la Iglesia y a todos los misterios de la fe). dogmática con otras teologías, no dudan en
apoyarse sobre interpretaciones de ese tipo.
»Preocupados sobre todo por vivir de la Bi-
Características generales de la blia en comunión con sus hermanos, los Pa-
hermenéutica patrística dres se contentan frecuentemente con utilizar
los textos bíblicos corrientes en su ambiente 1.
Las breves referencias anteriores apenas Orígenes se interesa metódicamente por la Bi-
dan una idea de los esfuerzos realizados por blia hebrea, sobre todo animado por su deseo
los Padres de la Iglesia para llegar a una co- de argumentar frente a los judíos a partir de
rrecta interpretación de la Biblia. Hoy la exé- textos aceptados por ellos. San Jerónimo re-
gesis dispone de nuevos métodos, que el docu- sulta una excepción cuando exalta la hebraica
mento de la Pontificia Comisión Bíblica sobre veritas.
La Interpretación de la Biblia en la Iglesia ex- »Los Padres practican de modo más o me-
pone y evalúa en sus aspectos positivos y en nos frecuente el método alegórico para disipar
las limitaciones propias de todo acercamiento el escándalo que podían sentir algunos cristia-
humano a la palabra de Dios. Sin embargo, nos y los adversarios paganos del cristianismo
como lo señala ese mismo documento, los Pa- frente a tal o cual pasaje de la Biblia. Pero la
dres enseñan a leer teológicamente la Biblia literalidad y la historicidad de los textos son
en el seno de una tradición viva, y la experien- raramente anuladas. El recurso de los Padres
cia eclesial que refleja su exégesis sigue siendo a la alegoría supera generalmente el fenómeno
todavía hoy un testimonio valioso de espíritu de una adaptación al método alegórico de los
auténticamente cristiano. Por eso podemos autores paganos.
concluir con una cita del mencionado docu- »El recurso a la alegoría deriva también de
mento, que se refiere precisamente a los as- esta convicción: la Biblia, el libro de Dios, ha si-
pectos más esenciales de la hermenéutica de do dado por él a su pueblo, la Iglesia. En prin-
los Padres: cipio, nada se debe dejar de lado, como fuera
La exégesis patrística «ha sacado del con- de uso de definitivamente caduco. Dios dirige a
junto de la Escritura las orientaciones de base su pueblo cristiano un mensaje siempre actual.
que han dado forma a la tradición doctrinal de En sus explicaciones de la Biblia, los Padres
la Iglesia y ha proporcionado una rica ense- mezclan y entrecruzan las interpretaciones ti-
ñanza teológica para la instrucción y la ali- pológicas y alegóricas de un modo difícilmente
mentación espiritual de los fieles. discernible, siempre con una finalidad pastoral
»En los Padres de la Iglesia, la lectura de la y pedagógica. Cuanto ha sido escrito, lo ha si-
Escritura y su interpretación ocupan un lugar do para nuestra instrucción (cf. 1 Cor 10,11).
considerable. Lo testimonian en primer lugar las »Persuadidos de que se trata del libro de
obras directamente ligadas a la comprensión Dios, el cual es, por tanto, inagotable, los Pa-
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dres creen poder interpretar tal pasaje según el Diálogo como testigo de un texto bíblico corrien-
el esquema alegórico, pero consideran que ca- te en algunos grupos judíos del s. I. Cf. F. Culdaut,
da uno queda libre de proponer otra cosa, En el origen de la palabra cristiana, 57.
mientras respete la analogía de la fe».
BIBLIOGRAFÍA
NOTAS Culdaut, F. (dir.), En el origen de la Palabra Cristiana,
Documentos en torno a la Biblia 22, Verbo Divi-
1. San Justino, por ejemplo, parece conocer va- no, Estella 1993.
rias formas del texto bíblico. Como cita constante- Evans, C. E., Ancient Texts for New Testament Stu-
mente las Escrituras, cabe preguntar qué tipos de dies. A Guide to the Background Literature, Hen-
textos son los que invoca en su argumentación, y si drickson Publishers, Peabody, Massachusetts
es razonable considerarlo como un testigo serio de 2005.
la historia del texto bíblico en el s. II. En un tiempo Ferguson, E., Encyclopedia of Early Christianity,
se pensó que el texto atestiguado por él no era más Garland Publishing, Nueva York-Londres 1990.
que una recensión personal de los Setenta (LXX). Jefford, C. N., Reading the Apostolic Fathers. An In-
Luego, debido a los problemas críticos planteados troduction, Hendrickson Publishers, Peabody,
por el texto mismo del Diálogo (que conocemos tan Massachusetts 1996.
solo por un manuscrito del s. XIV), los especialistas Ketterer, E. y M. Remaud, El Midrás, Documentos
perdieron confianza en este documento como testi- en torno a la Biblia 24, Verbo Divino, Estella
go del texto bíblico. Sin embargo, en 1952 se descu- 1995.
brió en el desierto de Judá un texto griego de los Muñoz León, D., «Panorama de la Literatura Inter-
Profetas Menores, que por su escritura se puede fe- testamentaria», Reseña Bíblica 23 (1999) 5-12.
char a fines del s. I y que se asemeja bastante al tex- Neusner, J., Le Judaïsme à l’aube du Christianisme,
to utilizado por Justino. El estudio minucioso de es- Cerf, París 1986.
te texto griego parece mostrar, además, que se trata Trevijano, R., La Biblia en el cristianismo antiguo,
de una recensión de los Setenta, obra de unos escri- Verbo Divino, Estella 2001 (con abundantes refe-
bas judíos. Por tanto, podría confiarse de nuevo en rencias bibliográficas).