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Meditando la palabra de DIOS … No me resulta

(Pastora Heather)

La práctica diaria de leer y estudiar la Palabra de Dios también es un medio de


obediencia a Dios. La Escritura está repleta de mandamientos y exhortaciones a
meditar en la Palabra de Dios en todo tiempo (Dt 6:6-9; Sal 119:15-16). La lectura
bíblica diaria es un medio simple y obvio para este fin. Mientras que la
memorización de la Escritura infunde un par de versículos en tu mente y corazón,
y el estudio agudo de la Biblia se sumerge profundamente en un texto, la lectura
de la Biblia te permite moverte en libros completos más rápidamente y ver el
panorama completo del carácter de Dios y su plan de redención.

Haré una advertencia aquí: es demasiado fácil quedarse atascado en las formas
de disciplina y olvidar su propósito. Leer la Biblia por treinta minutos (o incluso
una hora) cada día no nos salva. En sí misma, ni siquiera es lo que nos santifica,
para eso se requiere al Espíritu quien aplica las verdades que leemos a nuestros
corazones.
Una manera, como la lectura bíblica diaria, es útil e importante. Sin embargo,
nuestro enfoque no está en el acto de leer la Biblia, sino en el Dios sobre el cual
estamos leyendo.

Camila

Habrá temporadas en nuestras vidas donde seremos incapaces de leer la Biblia


cada día. Quizás se deba a una enfermedad, a una emergencia o podría
meramente ser una temporada ajetreada (ordenada por Dios y necesaria) donde
literalmente no hay tiempo para leer la Biblia. Cuando esos momentos lleguen,
tengo que reconocerlos como la providencia de Dios, que Él no nos ha permitido
tomar parte de esta práctica ahora. No es razón para la culpa, sino para aferrarse
más fuerte a Él. Meditar en su Palabra se va a ver diferente durante esta
temporada (quizás se vea cómo usar los cinco minutos entre clases para
memorizar un versículo de un salmo o escuchar una Biblia en audio en el
automóvil).

Que estos tiempos solo fortalezcan nuestra dependencia en Dios y nuestro deseo
por su Palabra y, cuando nuevamente podamos leerla cada día, que esa disciplina
sea más dulce.

(Pastora Heather)

A continuación, les comparto cuatro métodos que la gente, por lo general, suele
adoptar cuando leen la Biblia por sí mismos a diario. Todos ellos funcionan, sin
embargo, a medida que avanzamos en la lista, estos métodos tienden a ser más
eficaces a largo plazo para el lector perseverante.

1. SIGUE TUS INTERESES

Descripción: solo lees la Biblia siguiendo tus intereses. Lees tanto o tan poco
como puedas de una vez, desde un versículo para meditar hasta varios libros
durante horas.

Beneficios: ¡estás leyendo la Biblia! Esto es muchísimo mejor que no leerla. Este
método puede ser una buena forma de comenzar, especialmente si nunca has
leído la Biblia o si hay ciertas partes de ella que te resultan desconocidas y te
gustaría pasar más tiempo estudiando estas secciones.

Problemas: el principal problema de este método es que tiende a ser menos útil
a medida que pasa el tiempo porque no hay un sistema consistente. Muchas
personas que adoptan este método admiten que terminan leyendo en forma
irregular y el hábito termina por desaparecer. Por lo tanto, el riesgo es que con el
tiempo el lector deje de leer la Biblia durante largas temporadas o por completo.
Por esta razón, los métodos que siguen a continuación tienden a ser más eficaces
en general.

Camila

2. DE PRINCIPIO A FIN EN UN AÑO

Descripción: lees diariamente tres o cuatro capítulos de la Biblia desde Génesis


hasta Apocalipsis. De este modo, podrás leer toda la Biblia en aproximadamente
un año.

Beneficios: esta experiencia puede resultar muy útil. Leer de esta forma te
permitirá tener una idea del alcance general de la Biblia sin enredarte en los
detalles. Por esta razón, sigue leyendo, aún si no entiendes.

Problemas: debido a que el Antiguo Testamento constituye aproximadamente


tres cuartos de la Biblia, terminarás pasando la mayor parte del año en él y solo
unos pocos meses en el Nuevo Testamento. Además, algunos capítulos son muy
largos, por lo que leer tres o cuatro capítulos te tomará hasta una hora,
dependiendo de cuán rápido (o lento) leas. Por lo tanto, puede ser mejor usar
este método de principio a fin solo una o dos veces en tu vida y luego usar uno
de los métodos que se indican a continuación, ya que te mantendrán
constantemente en ambos Testamentos.

Pastora Heather
3. UN PLAN DE LECTURA PRESCRITO

Descripción: puedes encontrar fácilmente planes de lectura prescritos en Internet


o en una Biblia de estudio (generalmente al final). La mayoría de ellos hacen que
leas capítulos de ambos Testamentos, normalmente entre tres y cinco capítulos
a diario, dependiendo de una serie de factores y de los métodos de organización.
La mayoría de estos son planes para leer la Biblia en un año; no obstante, puedes
también encontrar algunos que requieren menos lectura diaria, aunque
requerirán más tiempo para completarlos.

Beneficios: el principal beneficio de los planes es que, en general, te hacen leer


tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento. La lectura del Nuevo Testamento
nos resulta mejor cuando no solo entendemos el Antiguo, sino que, además, está
constantemente en nuestra mente. Lo contrario también es cierto: los cristianos
deben leer el Antiguo Testamento bajo el lente del Nuevo. Otro beneficio de este
método es que no tienes que elaborar un plan por ti mismo; simplemente sigues
el plan creado para ti.

Problemas: el principal problema de un plan prescrito es que la mayoría sigue


fechas específicas del año. Si dejas de leer por más de un par de días, te atrasas
bastante. Por supuesto que puedes simplemente saltarte esos pasajes, pero es
posible que eso deje algunas lagunas indeseables. Por esa razón, el método que
sigue a continuación puede resultar mejor para el lector que lee constantemente
la Biblia a diario.

Camila

4. DOS CAPÍTULOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO, UN CAPÍTULO DE


SALMOS/PROVERBIOS, UN CAPÍTULO DEL NUEVO TESTAMENTO

Descripción: cada día lees cuatro capítulos de estas tres categorías: dos capítulos
del Antiguo Testamento (excluyendo Salmos y Proverbios); un capítulo de Salmos
o de Proverbios y un capítulo del Nuevo Testamento. En cada categoría, lees en
forma consecutiva (por ejemplo, en el Nuevo Testamento, lees desde Mateo
hasta Apocalipsis).

Beneficios: al igual que el método anterior, uno de los beneficios es que lees tanto
del Antiguo como del Nuevo Testamento en forma continua. Sin embargo, el
mayor beneficio de este método por encima de un plan de lectura prescrito es
que no estás sujeto a fechas específicas, así que puedes comenzar y terminar
cuando quieras. Si te saltas un día, puedes retomar la lectura donde la habías
dejado. Además, con este método leerás todo el Antiguo Testamento en un año,
los Salmos y Proverbios dos veces en un año, y el Nuevo Testamento una vez y
media al año. Eso te ofrece una buena panorámica en forma continua.

Problemas: este método es probablemente el mejor para alguien que ya tiene el


hábito de leer la Biblia a diario. Requiere compromiso y disciplina, y a menudo
implica más lectura diaria que cualquiera de los métodos que hemos visto aquí.
Cuando los capítulos son largos, este método puede ocasionalmente requerir de
45 a 60 minutos de lectura para un lector promedio. Este es un compromiso
significativo de tiempo si además oramos cada día cuando leemos, lo cual
deberías estar haciendo.

OTRAS SUGERENCIAS
Pastora Heather
• Comprométete a leer en un momento específico del día. Por
lo general, lo mejor es a primera hora de la mañana, puesto que, si dejas tu
lectura para el resto del día, es probable que no la hagas en absoluto. Leer en la
noche es mejor que no hacerlo, pero es posible que te sientas somnoliento y te
distraigas.

Camila
• No te desesperes si pierdes un día, pero trata de no perder
más que eso. Dejar de leer por varios días puede convertirse en un nuevo hábito.
Por el contrario, tú quieres que la lectura de la Biblia se torne un hábito.

Pastora Heather

• Siéntete libre de modificar los métodos anteriores, que por


lo general están diseñados para leer la Biblia completa en aproximadamente un
año. Si deseas leerla en forma más lenta, simplemente lee menos capítulos. Si
tienes mucho tiempo libre, incrementa la carga y lee la Biblia varias veces al año.
En generaciones anteriores, las personas eran conocidas por leer los Salmos cada
mes, ¡algunos incluso una vez a la semana!

Camila

• No te limites a solo leer la Biblia, ora también junto con tu


lectura. Ora antes de comenzar pidiéndole a Dios que te ayude a través de su
Espíritu, que te hable y que tu corazón y tu mente estén más conforme a su
voluntad y propósitos para tu vida y el mundo. Basándote en lo que has leído,
orar de nuevo después de leer destacando los temas que leíste para dirigir tus
oraciones.

Pastora Heather
• No dependas exclusivamente de los devocionales publicados
ni de otros textos para tu tiempo de devoción diaria. A menos que leas primero
la Escritura y ores, no deberías leer otro material religioso o espiritual. Dichas
publicaciones deben ser un suplemento a la lectura regular de la Biblia y de la
oración. Solo después de que tengas esta base sólida, la lectura de otras
publicaciones será útil; también te ayudará a detectar cualquier enseñanza
cuestionable.

Camila
• El objetivo final no es terminar de leer la Biblia, sino leerla
constantemente. La primera vez que lees la Biblia de principio a fin es un logro
que vale la pena celebrar. Sin embargo, al día siguiente, debes leerla de nuevo.
Pastora Heather

• Evalúa qué es lo que toma la mayor parte de tu tiempo libre.


Si leer la Biblia todos los días suena pesado, harías bien en evaluar cuánto tiempo
estás pasando en otras actividades. Por ejemplo, ¿cuánto tiempo pasas en las
redes sociales, viendo televisión y películas, en videojuegos o navegando en
Internet? Si estás pasando varias horas en estas cosas, pero casi no lees la Biblia,
no te limites a simplemente agregar la Biblia a tu vida, sino que reemplaza parte
del tiempo dedicado a esas otras actividades con lectura bíblica y oración.

Camila

• Lee las partes tediosas. Si somos honestos, algunas partes de


la Biblia pueden ser una tarea difícil. Esto estereotípicamente incluye las
genealogías, pero también hay largas secciones de la Biblia que pueden ser
complejas, especialmente cuando estás recién comenzando. Sin embargo, debes
leerlas. Es Palabra de Dios y puede que, con el tiempo, te sorprenda lo que notes
después de estar expuesto continuamente a ella y de las referencias cruzadas a
otras partes de la Biblia. Este es un beneficio más de los dos últimos métodos de
lectura mencionados arriba: nunca leerás más de uno o dos capítulos de una vez
de una sección difícil.

Pastora Heather

La disciplina de la lectura bíblica diaria es una combinación de deseo y de lo que


un profesor de teología denomina «sentido común santificado». El deseo nos
mueve a leer la Palabra y el sentido común a ser estratégicos y a formar hábitos
que nos mantendrán leyéndola incluso cuando el deseo no esté.

No obstante, en nuestra estrategia y formación de hábitos, no olvidemos la razón


final por la que leemos la Biblia. No se trata de ganar el favor extra de Dios o de
otros, sino que, al contrario, de sumergirnos en las palabras dadoras de vida de
Dios.

Ahí es donde el Espíritu obra para convencernos, consolarnos y transformarnos


más a la imagen de Jesucristo.

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