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SEGUNDA UNIDAD

FENICIA, PERSIA Y LOS HEBREOS

Patricio Guerrero Arias

Ata dos pájaros uno con otro; no podrán volar, aun cuando ahora tengan cuatro
alas.

Jalaluddin Rumi.

El mayor conflicto que enfrenta el ser humano y la sociedad, es entre el


pensamiento la palabra y la acción; porque no somos capaces de decir lo que
pensamos, y menos aún, de hacer lo que decimos.

De la sabiduría Jasidica

INTRODUCCION

Fenicia constituye el primer pueblo mercader de la historia, el mismo que sin poseer
grandes ejércitos, ni pensadores famosos, ni heroicos guerreros, sin embargo, a través del
comercio, colonizó toda la cuenca del mediterráneo. Los Fenicios, no fueron un pueblo
gobernado por sacerdotes como Egipto y la India, ni por guerreros como Asiría, por sabios
como Caldea, ni por ancianos como en China; sino que fue un pueblo regido por
mercaderes, y el que inaugura el sentido mercantilista de la vida y los tiempos de
pragmatismo utilitario, tan propios de las sociedades capitalistas occidentales modernas;
es por ello que resulta importante acercarnos al conocimiento de su estructura social, y
económica, así como al de sus producciones culturales; dentro de las cuales, la escritura
que ellos difundieron, la creación del alfabeto fenicio, así como el legado de los libros
surgidos de Biblos, ligados indudablemente a sus necesidades comerciales, ellos
construyen en base a los jeroglíficos egipcios y la escritura cuneiforme babilónica, un
alfabeto de veintidós signos, el mismo que fue la base del alfabeto Griego y de otros
sistemas de escritura posteriores, que constituyen los aportes más importantes de los
fenicios, al desarrollo de la cultura humana.

El antiguo territorio Persa, está ubicada en una dilatada meseta, la del Irán, situada al este
de Mesopotamia. La religión constituye el eje central de la cultura Persa, sustentada en el
culto a la naturaleza, por ello practicaban la divinización de animales. La sociedad irania,
fue la cuna del Zoroatrismo, religión fundada por el profeta Zaratustra o Zoroastro, cuyas
enseñanzas se encuentran en El Avesta o "libro del conocimiento y la sabiduría" que para
los Persas, constituye su libro sagrado; el Mazdeismo, o la religión de Zoroastro, se
caracteriza por la lucha constante entre el bien y el mal entre la luz y las tinieblas que era
la lucha que determinaba todas las fases de la existencia y la realidad.

La cultura Persa, practicaba la ganadería trashumante, y la agricultura como base de su


economía; la actividad textil constituye uno de los grandes aportes a la humanidad, así
como la belleza del trabajo cerámico, los mosaicos, tan característicos, los azulejos que
llevaron después los Árabes por todo el mediterráneo y trajeron los españoles a América.
Su literatura está cargada de misterio, misticismo y fantasía, de allí no llegó historias que
marcaron nuestros sueños infantiles, contadas en "Mil y una noches", las aventuras de
"Simbad el Marino", de "la lámpara maravillosa", así como las aventuras de "Alí Baba y
los cuarenta ladrones", que son un patrimonio clásico de la literatura universal.

Palestina, Judá, Israel, son entre otros pueblos, considerados como pueblos sagrados y
con una milenaria historia. Pueblos de agricultores y pastores, en los que la religión tiene
una importancia trascendente, con un sistema de creencia parecido a la de los fenicios, en
el que el culto a Yahvé estaba extendido, al principio este era un Dios tribal judío, luego
se consolida como expresión de un monoteísmo propio de una religión que se vuelve de
Estado.

La Biblia constituye indudablemente una de las fuentes de sabiduría y uno de los


documentos históricos y culturales más importantes de la humanidad, en el que se recoge
diversas obras de la antigua tradición literaria Hebrea; La Biblia es por ello considerada
como las "Sagradas escrituras" tanto en la religión Hebrea como Cristiana. En este libro
que para muchos ha sido dictado por dios a sus profetas, se expresa la sabiduría milenaria
del pueblo Hebreo y recoge las lecciones morales más vitales para la perfección humana.
Es por ello que hemos introducido la lectura de una parte de: "El Génesis"; "El Libro de
los Proverbios"; "El Eclesiastés"; "El Cantar de los Cantares" y el "Libro de la Sabiduría"
de Salomón, en los que podemos encontrar una profunda reflexión sobre el ser humano,
vital para poder construir una Antropología del espíritu.

LOS FENICIOS

Patricio Guerrero Arias

La generosidad no consiste en que me des lo que necesito más que tú, sino en que me
des, lo que tú necesitas más que yo.

Prefiero ser el soñador más humilde y con sueños menos claros. Que el rey de los que
carecen de sueños y de deseos.

Un hombre no puede caer más bajo, que cuando convierte sus sueños en oro y plata.

Preservadme de quien dice “Soy la luz que ilumina el camino de los demás”. Pero
acercadme a quien busca su camino, a la luz de los demás.

La historia del hombre es nacer, casarse y morir; y nacer, casarse y morir; y nacer,
casarse y morir. Pero viene un loco con extrañas ideas y dice que ha soñado con un
mundo distinto, cuyos seres más lúcidos, sueñan con algo más que nacer, casarse y
morir.

Khalil Gibran.

Como resultado de continuas migraciones, un poco después del año 3.000 a.n.e llegaron
a poblar la franja costera situada entre Anatolia y Palestina, en la región de Líbano
moderno y las áreas adyacentes de Siria e Israel, un pueblo que bíblicamente fue llamado
como Cananeo y que se les conoce históricamente con el nombre griego de Fenicios u
“Hombres rojos como la sangre” llamados así por quienes les temían; se caracterizaron
por ser los más grandes marinos, astutos piratas, mercenarios y mercaderes de la época,
siendo nuestro actual alfabeto, una de sus más altas contribuciones a la cultura humana.

Los griegos les llamaron Fenicios “Hombres rojos como la sangre”, por las huellas del
tinte rojo purpúreo que era muy apreciado por los ricos de todo el mundo antiguo, llamado
“púrpura de Tiro” que estaba impregnada a su piel y su vestimenta y que lo obtenían del
crustáceo murice mediante un procedimiento secreto en Sidón y Tiro. Los Fenicios
fundaron un pequeño, pero poderoso imperio; el hecho de tener que enfrentar a poderosos
Estados que impedían su expansión, les impulso a lanzarse a la conquista del mar, lo que
les convirtió en los más grandes y hábiles navegantes, pues llegaron a dominar las vías
marítimas del Mediterráneo con sus poderosas flotas mercantes y navegaron hasta puntos
tan aislados del Atlántico Norte como las “Islas del estaño” en Inglaterra y por el sur hasta
las costas oeste del África, abriendo nuevas rutas comerciales y estableciendo colonias a
lo largo del Mediterráneo, Cartago, Cádiz, Iniza, Chipre y Rodas. Los Fenicios
aprovecharon la existencia de los puertos naturales para convertirlas en poderosas
ciudades-Estado, fortificadas que servían como centros de comercio e intercambio; de las
que se destacan, Sidón, Tiro, Biblos, Beritus (Beirut), Aradus (Ruad). (Carter. Op. Cit. ;
41)

Desde el punto de vista socio político, Fenicia no tenían centralidad política, estaba
constituida por un conjunto de ciudades-Estado aliadas pero que mantenían autonomía
que no llegaron a unificarse y que estaban gobernadas por reyes mercaderes que si bien
evitaban la guerra en la tierra ejercían la piratería en los mares; en las épocas en que el
comercio decaía, los Fenicios se ofrecían en calidad de marinos o mercenarios; la piratería
así como la libre empresa fueron los ejes centrales de su cultura y su economía; se
dedicaron a la exportación de maderas finas como el cedro, el pino; además telas de
púrpura, cristalería, y una diversidad de mercancías manufacturadas; exportaron también
papiro desde Egipto a Grecia a través del puerto de Biblos, por lo que el papiro se lo
conocía con el nombre de biblos; la palabra Biblia libro de Biblos o libro de papiro, tiene
su origen allí.

A fin de registrar y conservar sus documentos mercantiles, utilizaron una rápida escritura
alfabética, que ellos construyen en base a los jeroglíficos egipcios y la escritura
cuneiforme babilónica, y de dos alfabetos anteriores, el Arameo y Cananeo que fueron
perfeccionados por los fenicios quienes al darse cuenta que ningún idioma empleaba más
de 30 sonidos, empezaron a dibujar un símbolo o letra por cada uno de los sonidos, así
nació el primer alfabeto, que estaba compuesto únicamente por 22 letras consonantes;
posteriormente los griegos introducirían las vocales y los romanos le darían la forma con
que hoy le utilizamos; casi todos los alfabetos actuales, salvo los de Japón y China, son
una herencia del alfabeto Fenicio, que constituye el más elevado aporte cultural de esta
antigua civilización a la humanidad.(Carter. Ibid.).

Tanto el arte y la artesanía fenicios, tenían objetivos comerciales, trabajaron los metales,
oro, plata y piedras preciosas en la confección de una preciosa orfebrería, así como
tallaron maderas finas cedro, pino; así como con la seda elaboraron vestidos muy
cotizados en sus mercados. Los Fenicios fueron los primeros en inventar las diversas
técnicas para el trabajo del vidrio

En cuanto a su religión, esta era profundamente naturalista, todas sus divinidades eran
dioses que regían las fuerzas de la naturaleza: Baalat era la diosa principal de Biblos. RA
dios a fin a su similar de Egipto. EL dios de Canan considerado el padre de los dioses,
era quien hacía que los ríos corrieran hacia el mar que estaba bajo su control, asegurando
así la fertilidad de la tierra; tenía como rival a Baal la principal divinidad de Cartago
donde tenía su centro sagrado, señor de los altares de incienso, que tenía diversas formas
y al que se le erigió diversos templos pues era muy importante dentro de su jerarquía.
Tanit fue considerada la madre poderosa de la tierra y diosa de la fertilidad. Los fenicios
realizaban en Cartago su centro sagrado, sacrificios humanos anuales a sus dioses Baal y
Tanit a quienes ofrecían los hijos primogénitos de los nobles, costumbre que más tarde
sería reemplazada por el sacrificio de animales.(Carter. Ibid. / Coppel. Op. cit: 41054)

De las ciudades-Estado la que alcanzo un gran apogeo fue Cartago, fundada por Dido una
princesa de Tiro en el noreste de África hacia el 814 a.n.e. cerca de la actual Túnez,
llegando a convertirse en un imperio que se extendió por el norte de África y la península
Ibérica, anexionaron Cicilia y gran parte de España. Cartago albergó 200.000 habitantes
y poseía una fuerza militar de 20.000 soldados de infantería, 300 elefantes y 4.000 jinetes
a caballo. Se destacaron por la construcción de sus grandes puertos para los barcos de sus
mercaderes y otros para sus embarcaciones de guerra. Construyeron una enorme torre
naval con vigías permanentes para advertir de la presencia de barcos enemigos y
amurallaron los 80 Km. que cercaba la ciudad. Los cartagineses se dedicaron
esencialmente a la navegación, la manufactura, el comercio y la piratería. Cartago era el
centro sagrado para los sacrificios anuales de los niños primogénitos a su dios Baal y
Tanit a quienes imploraban auto mutilándose para aplacar su ira.

La declinación de Cartago se da el 348 a.n.e. frente a un nuevo poder que crecía en el


Mediterráneo, Roma, luego de tres guerras Púnicas o cartaginesas, Roma alcanza el
dominio total y Cartago desaparece de la escena histórica convirtiéndose en una provincia
africana más de Roma.
LOS PERSAS
Patricio Guerrero Arias
Habla Darío el rey / por voluntad de Ahura-Mazda yo soy de esta manera /
lo que es justo lo amo / odio la injusticia /
No es grato para mi / que el humilde padezca Injusticia por culpa del elevado/ no en
grato para mi / que el elevado padezca injusticia por culpa del humilde/ Me es grato
lo que es justo /
Odio al adepto de Drug (la mentira) /
Yo no soy vengativo/ detengo a quienes me encolerizan /
y soy severo señor de mi propia pasión/
Al que se esfuerza lo premio según su mérito /
Al que comete una falta, lo castigo según su mala acción
Inscripción en la sepultura rupestre de Dario

El territorio del antiguo imperio Persa, se encuentra situado en la meseta del Irán en el
este de Mesopotamia, de tierras y vegetación muy pobre, pero con montañas muy ricas
en oro, cobre, plata, hierro, plomo y mármol. En el tercer milenio de nuestra era, penetran
en la meseta por el lado del Asia las llamadas tribus Iranias (Arios), que dieron el nombre
a este país, sometiendo a la población existente y fundiéndose con ella. Aproximadamente
hacia el siglo IX a.n.e. aparecen en la parte occidental del país dos tribus iranias, los
Medos y los Persas, de los primeros poco se conoce pues tienen un origen casi legendario,
en las postrimerías del siglo VII a.n.e. Media llega a constituirse como un fuerte Estado,
que se alió con Babilonia para derrotar en forma demoledora al imperio Asirio, sin
embargo de ello un siglo más tarde fueron sometidos por sus vecinos Persas. (Carter. Op.
cit.: 19 / Manfred. Op. cit: 31-32).

Si bien la mayoría de las civilizaciones antiguas alcanzaron su madurez después de largos


periodos de desarrollo cultural y militar, Persia entra en la escena de la historia de manera
dramáticamente súbita. Hacia el año 547 a.n.e. Ciro el Grande que se destacó por ser un
eminente guerrero, político, diplomático y soberano del pequeño estado Iraní de Anshan,
después de 13 años de guerras, logra la unificación de los distintos reinos Iraníes de la
Media, fundando así el gran imperio Persa o la dinastía Aqueménida cuyos dominios se
extendieron desde el Asia Menor hasta el Mar Negro y el mar de Omán y si bien esta duró
solo dos siglos, llego a conquistar territorios de los Sumerios, Egipcios, Fenicios, Asirios,
Babilonios, Hititas y los del Valle del Indo, parte de Etiopía y del Asia Central y los
Balcanes; en definitiva casi todo el mundo conocido de la época. (Carter. Ibid /
Manfred.Ibid).

A diferencia de otros imperios guerreros, los Persas no eran crueles, sino por el contrario
su estrategia de dominación era la tolerancia y el respeto de las costumbres de los pueblos
conquistados y procuraban sincretisarse con los mismos, Babilonia se sometió a Ciro sin
lucha y este en lugar de destruirla la convirtió en una de sus capitales y mediante la
promulgación de un manifiesto se comprometió a respetar sus creencias religiosas y los
cultos a los dioses Babilónicos, mantener el orden precedente y ayudar al desarrollo de la
ciudad; ayudo a la reconstrucción de Jerusalén destruida por los babilonios y de varias
ciudades Fenicias, dado el interés estratégico que estas ciudades tenían, pues le
proporcionaban las armas necesarias para su guerra contra Egipto que sería llevada
adelante por su hijo Cambises. Los persas desarrollaron la red vial construida por los
Asirios la ampliaron y mejoraron, cada 20 Km, construyeron albergues y postas militares
de control, los caminos persas cumplían una finalidad estratégica, lo que les posibilitó así
una expansión de las actividades comerciales y militares.

El imperio Persa fue organizado en tiempos de Darío I tercer rey de Persia, en Satrapias
o provincias que correspondía a un país sometido; cada satrapia estaba regida por un
Sátrapa o Gobernador nombrado directamente por el rey, era quien ejercía el poder
judicial y administrativo, lo que les permitio ganar mucho poder, es por eso que a fin de
poder controlar el ejercicio de su poder y evitar sus abusos, Dario puso junto a ellos un
general y un secretario de Estado, así el poder estaba dividido entre estos tres funcionarios
que estaban directamente subordinados al rey.

Todas las Satrapias estaban obligadas a pagar impuestos al gobierno central, pero al
contrario de otros imperios que cobraban el tributo en especie, Dario introduce una
reforma monetaria, y por primera vez en la historia se crea un signo monetario único para
regular las actividades económicas, el Dárico una moneda de oro que solo podía ser
acuñada por el rey, a los satrapas se les autorizo, acuñar monedas de plata y cobre, los
Persas fueron los primeros en difundir el uso de la moneda como instrumento de
intercambio, que fue empleada incluso fuera del imperio, lo que permitió una más rápida
expansión del comercio; sin embargo las Satrapias continuaban tributando también en
especies, con granos, ovejas, caballos, mulas, oro en polvo, incienso y mirra que eran
muy cotizadas. Los impuestos Persas no eran opresivos, Dario considerando que los
sátrapas elevarían las imposiciones para su beneficio, hizo rebajar los impuestos a la
mitad, a fin de que no resulte una carga pesada para los pueblos conquistados y evitar así
el malestar social, puesto que los pueblos dominados, eran los únicos que pagaban
impuestos, la población Persa estaba exenta de este pago y de prestaciones personales,
solo se dedicaban a la agricultura, la ganadería y a prestar sus servicios militares en el
ejército.(Carter. Ibid / Manfred. Ibid)

Otra estrategia persa de dominación fue su tolerancia religiosa, puesto que permitían que
los pueblos conquistados continúen adorando a sus propios dioses. La antigua religión
Irania, era claramente animista, se rendía culto a la naturaleza, a las montañas y algunos
animales, luego evolucionó a una religión que se destacó por ser distinta de las religiones
de otros imperios; tres religiones se practicaron entre los Medos y los Persas, la religión
de los reyes que tenía un carácter Monoteísta se sustentaba en el culto al dios Ahura-
Mazda dios único, el dios de los dioses; la religión del pueblo basada en el dios Mitra y
la diosa Anahita; y la religión de los Magos.

Ahura-Mazda llamado también Ormúz era el dios supremo del bien y de la luz, creador
del cielo y de la tierra, que se mantenía en continua lucha contra Angra-Maiñu (Arriman)
diosa del mal y las tinieblas; Ahura-Mazda era quien había otorgado poder a los reyes, el
dios no tenía imágenes sino un símbolo que consistía en una figura masculina barbada
de pie en medio de unas alas desplegadas. La religión de Ahura-Mazda llamada también
Mazdeismo, fue fundada por Zaratustra o Zoroastro; los zoroástricos o mandeistas,
fueron los primeros en haber introducido el culto al dios único y sustentado en una
concepción dualista de confrontación eterna entre el bien y el mal, la luz y la oscuridad,
de ahí que se considere a Zaratustra como el iniciador del culto monoteísta, y cuyas
enseñanzas morales las escribió en El Avesta o libro sagrado de la sabiduría y el
conocimiento de los Persas, que se cree fueron dictadas directamente por Ahura-Mazda
a Zaratustra para hacer que vuelva el bien y la luz al mundo. El Avesta consta de cinco
partes, el Yansa que contienen las Gathas o cánticos que se recitaban durante la fiesta
del sacrificio del fuego, la principal celebración mazdeista; el Vipered con los cánticos
dedicados a los señores; el Vendidap contiene las leyes contra los demonios y las normas
rituales y ceremoniales; los Yast que contienen las alabanzas a diferentes deidades
venerables, y; el Korva Avesta o pequeño Avesta o libro de oraciones para los cultos
cotidianos y privados. (Guerra. 1985: 235)

Los Persas creían en una vida más allá de la muerte, allí en alma de las gentes tenían dos
caminos que habían sido definidos por Ahura-Mazda desde el principio de los tiempos,
según lo señala El Avesta, uno para los justos y otro para los impíos, todos debían cruzar
el puente Cinvat que separa el mundo terreno del trasmundo, allí el alma es sometida a
un juicio y de acuerdo al “libro de cuentas de las buenas y malas obras” se decide la
sentencia, las almas de los injustos van directamente al infierno el reino de la oscuridad
y la fealdad, mientras que el alma de los seres justos y buenos, van a los reinos celestes
de la belleza y la luz, a gozar de la felicidad eterna junto a su creador. (Guerra. Ibid).

Un detalle muy particular de la religión Persa es que no se levantaron grandes templos


como en otras culturas, para la realización de sus ceremonias, ni existen restos de
cementerios, pues según la religión mazdeista de Zaratustra, Dios por ser inmaterial y
por su poder infinito y eterno, no necesita de templos para ser adorado, y los cadáveres
no podían ser cubiertos por la divinidad de la tierra, sino que debían mantenerse insepultos
para que sean devorados por las aves de rapiña, incluso los emperadores y su familia, era
llevados a las más altas montañas por ser el territorio no de los hombres, sino de las
águilas.(Carter. Ibid. / Guerra. Op. cit.: 255 / Andrade. 1987: 83)

Mitra dios guerrero que posteriormente fue identificada con el sol, se le consideraba la
ayudante de Ahura-Mazda en su continua lucha del bien contra el mal, de la luz contra
las tinieblas que era el principio rector de sus creencias religiosas. Anahita la inmaculada
era considerada dentro del panteón Persa, como la diosa de la fertilidad.

Los magos se creen pertenecían a una tribu Meda de la que surgieron los sacerdotes y los
intelectuales del imperio Persa, la palabra “magia” proviene de sus cultos misteriosos,
que tenían carácter secreto, además influidos por el conocimiento de los Caldeos,
conocían también la Astrología y la Astronomía.

Los Persas se destacaron por su esplendor arquitectónico, pero este estuvo influenciado
por Egipto y Asiría, cada monarca quería superar las obras de su antecesor, de ahí que
levantaron monumentales construcciones especialmente en sus capitales principales,
Susa, Pasargada, Ecbatana, que era la capital veraniega, y Babilonia, la capital del
invierno. Dario construyo una nueva capital Parsai a la que los griegos llamaron
Persépolis considerada como un centro sagrado y en donde se realizaba el festival del año
nuevo que se celebraba en primavera, Persépolis es considerada una de las ciudades más
monumentales de todos los tiempos.

Otra preocupación de los reyes persas, era la construcción de grandes obras de ingeniería
hidráulica, a fin de poder desarrollar la agricultura y la forestaría, realizaron
construcciones de acueductos, sistemas de riego o aprovecharon y mejorar los existentes.
Uno de los proyectos más ambiciosos de ingeniería hidráulica que los Persas
emprendieron, fue la construcción de un canal para unir el Nilo con el Mar Rojo, y
repararon la presa egipcia de Menfis. Los Persas, tenían lo que llamamos ahora
“conciencia ecológica”, puesto que cuidaban no depredar el bosque, por ello luego de que
talaban árboles para sus construcciones, emprendían una inmediata reforestación de los
mismos.

La cultura Persa no tuvo rasgos muy característicos como en otros imperios, debido al
carácter militarista de su Estado y a su enorme diversidad, así como su política de
sincretizarse con los pueblos conquistados, no le permitió desarrollar más una propia
fisonomía. La nobleza y su corte hablaban persa antiguo un idioma indoeuropeo como su
lengua, mientras que los servidores públicos hablaban el arameo. El sistema de escritura
los tomaron de los Babilonios, y sobre la base de la escritura cuneiforme, crearon la
escritura alfabética de 36 caracteres básicos propio de la lengua persa escrita; empleaban
además algunos ideogramas.
LOS HEBREOS
Patricio Guerrero Arias
"Lo que fue volverá a ser,
lo que se hizo se hará nuevamente.
No hay nada nuevo bajo el sol".
Eclesiastés.

Quien salva una sola vida es como si hubiera salvado todo el mundo;
quien destruye una sola vida es como si hubiera destruido a todo el mundo.
Talmud.

La mayor parte del conocimiento sobre los antiguos Hebreos o Judíos, proviene de La
Biblia judía a la que los cristianos llaman Antiguo Testamento, pero se tiene también
referencia de este pueblo en antiguas crónicas egipcias hacia el 1200 a.n.e. Se sabe por
dichas fuentes que inicialmente estuvieron conformadas por tribus de pastores nómadas
con descendencia semita, consanguíneos de los Caldeos y Asirios; los patriarcas (padres)
del pueblo Hebreo son, Abraham su hijo Isaac y su nieto Jacob llamado también Israel
La primera emigración de Abraham debió darse en el periodo de la XI dinastía de
Sesostris III; quien saliendo de Ur, Mesopotamia, con su familia y sus rebaños, se
asentaron en Canaán; sus descendientes dirigidos por Jacob, se ven obligados a instalarse
en Egipto a causa del hambre provocada por una gran sequía, allí los israelitas o
descendientes de Israel, vivían sometidos a la condición de esclavos. Al final del segundo
milenio, se produce un gran acontecimiento en la historia del pueblo Hebreo, guiados por
su profeta Moisés, huyeron de su cautiverio en Egipto, en busca de Canaán, la “tierra
prometida”, en una peregrinación por el desierto que duró 40 años. (Carter. Op. cit: 53).

El sucesor de Moisés, Josué hizo entrar a los israelitas en Canaán en el 1200 a.n.e., y se
vieron obligados a asentarse en las colinas, porque sus enemigos en especial los filisteos,
ocupaban la llanura más fértil. Las doce tribus de Israel estaban gobernadas por los
“Jueces”, hombres y mujeres escogidos por su sabiduría, que eran la autoridad política
más importante, cuya autoridad dependía del consentimiento que les otorgaban los
“Profetas”, que se creía eran los que transmitían la voluntad de Dios, por ello gozaban de
mucho poder no solo religioso sino político. Hacia el 1020 a.n.e. se unificaron bajo el
mandato de Saúl a quien eligieron como rey a pesar de la no aceptación de los Profetas.
Le sucedieron en el trono el Rey héroe David y el hijo de este Salomón; y fue durante su
reinado (970-935 a.n.e.), que los hebreos conocieron la más alta época de apogeo
histórico. Una nueva ruptura se produce hacia el 925 a.n.e., diez de las tribus se unieron
para formar en el norte el reino de Israel; mientras que las otras dos Benjamín y Judá,
establecieron el reino de Judea en el sur. Las continuas guerras entre israelitas y judíos,
fueron la causa de su temprano debilitamiento y las convirtieron en presa fácil de los
Asiros, que les anexaron como Estados tributarios. Hacia el 721 a.n.e. Nabucodonosor
destruyó Israel capital de Judá y ordeno el traslado forzoso de su pueblo a Babilonia donde
vivieron un nuevo cautiverio tan duro como el que sufrieron en Egipto; luego de esto, los
hebreos pasaron a llamarse indistintamente, israelitas, hebreos o judíos. Posteriormente
regresaron a su patria hacia el 538 a.n.e. por conceción del rey persa Ciro el grande, pero
fueron continuamente sometidos, por los egipcios, sirios y persas, y en el año 63 a.n.e.
fueron sojuzgados por los romanos, en cuyo imperio nació Jesucristo. (Carter. Ibid).

Rendían culto a un dios supremo invisible al que llamaron Yahvé, Jehová o Elohim, quien
dicta directamente a Moisés los mandamientos de la ley sagrada escritos en las tablas de
la Ley, que permitió establecer la sagrada alianza; Yahvé era considerado el único Dios
verdadero, por ello despreciaban a los otros pueblos a los que llamaron idolatras. Los
Judíos eran militarmente débiles y no tenían mucha influencia política, sus tierras
estuvieron casi siempre dominadas por los Egipcios, Babilónicos, Persas y Asirios,
aunque su religión el Judaísmo impulsada por su rica literatura, influiría más que
cualquier otra religión de sus conquistadores. En el pueblo Hebreo y a partir del Judaísmo,
se encuentran los orígenes de otras dos grandes religiones del mundo, el Cristianismo y
el Islamismo.

El Judaísmo, la religión profética

El Judaísmo surgió y creció como una religión profética de fuerte contenido ético
humano, cuyas enseñanzas se formaron en un solo canon con tres divisiones: la Tora (la
ley) que se refieren a las normas de vida que deben cumplir los hebreos; los Neviin (los
profetas) a través de los cuales se transmite la sabiduría de los Profetas que no son sino
los interlocutores de dios; y las Kitubien (las escrituras o libros sapienciales) que nos
hacen conocer todo el conjunto de plegarias, sabiduría, la moral, el arte de servir a Dios
en la vida diaria para convertirnos en personas responsables en la fe; los cristianos
llamarían después a este canon “Antiguo Testamento”, todos ellos forman parte de su
gran libro sagrado, la Biblia hebrea considerada el libro de los libros, pues en ellos, según
el pueblo Hebreo se revela la palabra de Dios. La Biblia fue probablemente escrita entre
el 1200 y 150 a.n.e., constituye una de las obras literarias más importante de todos los
tiempos. La Biblia más que un solo libro, es la colección de otros libros perteneciente a
distintas épocas y escrito por diferentes personas. Después del 200 d.n.e. se compilo otra
colección de libros, secundarios como los Apócrifos y el Talmud, como guía hacia las
leyes y las enseñanzas religiosas. La Biblia actual incluye también el llamado Nuevo
Testamento integrado por los Evangelios que nos revelan la vida de Jesús. La antigua
Biblia, está escrita en hebreo una escritura derivada del antiguo arameo. El hebreo oral se
extinguió hacia el año 100 a.n.e., luego de lo cual la mayoría del pueblo Hebreo hablaron
posiblemente el arameo.

La religión hebrea se caracteriza por su profundo monoteísmo, creían que Yahvé, Jehová
o Elohim, era el único dios verdadero, inmaterial, omnipotente e infalible, al que no se le
podía representar en forma humana, por ello no creían en divinidades secundarias ni
tampoco tuvo templos, pues su templo estaba en el corazón de todos los que creían en él,
por eso su visión de que su religión y su pueblo son invencibles, puesto que para destruir
a su Dios, no bastará destruir un templo, sino que deberán destruirse a todos los creyentes.
Pero la aceptación del Dios único e invisible no fue fácil, cuando Moisés subió al monte
Sinai a recibir de Dios, los Diez Mandamientos, el pueblo se rebeló y exigió a Aarón
hermano de Moisés, le construya imágenes al igual que los otros pueblos, este les
construye un becerro de oro, por lo que fueron castigados por Jehová y solo consiguieron
su perdón al celebrar con su único Dios la “santa alianza”, por la que se comprometían a
no adorar otros dioses, lo que los convirtió, según sus creencias, en el “pueblo elegido” y
protegido por el único y verdadero Dios.

Los hebreos encerrados en su orgullo de pueblo elegido, llegaron a desconocer a Jesús


como el Mesías salvador del mundo del que hablaban las antiguas profecías, pues no
podían aceptar un Mesías, que había nacido de una familia humilde y en un establo y no
de una familia de guerreros de la estirpe del rey David, los hebreos esperaban la salvación
por la espada y no por la cruz; no podían aceptar como el Mesías a quien predicaba la
humildad, el amor de unos a otros, el perdón, el poner la otra mejilla; puesto que ellos
esperaban un salvador político que les convirtiera en un pueblo poderoso como creían era
su destino por ser el único pueblo elegido por Dios. Las enseñanzas de Jesús, son
profundamente revolucionarias, calaron hondo en los sectores más humilde del pueblo,
su mensaje de salvación pasa a tener gran influencia, hasta llegar a convertirse en una de
las religiones más importantes del mundo, el Cristianismo.

El mensaje insurgente de Jesús.

Las enseñanzas de Jesús fueron recogidas por sus apóstoles, en su canon que se denomina
“Nuevo Testamento”, cuyas enseñanzas han tenido una gran importancia como filosofía
de la vida, como guías de la ética de la vida diaria, cuyos ejes principales son la fe como
esa energía interna transformadora y el amor como su expresión externa, de ahí la
necesidad de “amar, al prójimo como a uno mismo”, además, la alegría, paz, el perdón,
la bondad, la generosidad, la caridad, la humildad, son virtudes que nos permitirán llegar
a la perfección, al logro de una armonía con nosotros mismos, con la naturaleza y con
Dios, como único camino para la felicidad.

El mensaje de Jesús fue profundamente revolucionario, puesto que su palabra insurgente


impugno al poder y los usos del poder, y se identificó con los desheredados de la tierra,
con los pobres, con los que sufren, los hambrientos, los sedientos los desnudos, los
enfermos y los oprimidos, la esencia del cristianismo es por tanto esencialmente
liberadora, que orienta a los seres humanos a revelarse y luchar contra toda forma de
opresión y de esclavitud, interna, individual o social. Su palabra sencilla y sabia es todo
un manifiesto profundo que nos invita a empezar a sembrar semillas para la construcción
de una nueva forma de alteridad entre los seres humanos, cuando nos enseña:

“Tratad a los hombres de la misma manera en que vosotros queréis ser tratados por
ellos”.

El Islamismo de Mahoma

El Mahometismo Islámico o Islamismo, es una de las filosofías religiosas más jóvenes,


fundada por el profeta Mahoma nacido en el año 570 d.n.e. En tiempos de Mahoma
existirán varias religiones semíticas originadas en los cultos mesopotámicos; uno de los
cultos que pervivía de esas épocas era el culto a la Kaaba una piedra negra de origen
meteórico que se halla en La Meca la ciudad sagrada de los árabes, porque se creía que
Sara la hermanastra de Abraham, había hecho descansar en ella su cabeza, por lo que fue
transformado en hierofania u objeto sagrado, por ello los mahometanos vuelven el rostro
hacia ella cuando oran, ya que consideran que fue el primer templo erigido por Abraham
al auténtico Dios.
Cuando Mahoma ya tenía unos cuarenta años, según cuenta la tradición, se le apareció el
ángel Gabriel y le hablo de su misión en la tierra, por ello se lanzó a predicar una nueva
religión monoteísta de raíces hebraicas, pero que se adaptaba perfectamente a las
costumbres árabes, el Islamismo; que plantea la creencia en Alá como su Dios único y en
Mahoma como su profeta; partiendo de este principio, elaboró una religión de unidad
nacional que permitió la unificación de los reinos árabes, así logro la unidad espiritual
Islámica, a la que tenía que seguir la unidad material y la expansión política. (Coppel. Op.
cit: 151-157).

Todos los principios religiosos predicados por Mahoma se hallan en el libro sagrado del
Islam, el Corán o Alcorán, esto es, de la “lectura por excelencia”, que según establece la
tradición le fue dictado por el mismo Alá. Mahoma lo escribió en prosa rimada y lo dividió
en 114 capítulos o suras; está constituido por un conjunto de sentencias, de leyes y
normas, que proporcionan a sus fieles una visión del mundo y la vida, la divinidad, la
economía, la política, la vida social, el cielo y el infierno, el juicio final y la resurrección
de los muertos. El Corán constituye un texto de gran belleza literaria y de profundo
sentido ético-religioso y que ha marcado y marca la vida moral, cultural, religiosa y
política de los pueblos árabes hasta el presente.

Mahoma fue un gran reformador moral, a quien sus fieles consideraron el símbolo
supremo de la perfección, el ideal de la sociedad humana, por eso lo llamaron “el más
noble de la creación”, puesto que el Profeta mostró su condición plenamente humana,
estuvo casado, fue padre, dirigente juez y guerrero, pero sobre todo, supo compartir y
vivir las mismas experiencias, las dificultades, las alegrías, la desesperación inherente a
la condición humana; fue un hombre bueno, generoso y gentil, pero a si mismo combatió
las injusticias, la mentira y el engaño.

Mahoma insistió en que cada persona es responsable de su propia vida, y que la batalla
más difícil que debemos ganar primero para llegar a la perfección, es la batalla con
nosotros mismos, ahí radica la grandeza de la condición humana para el musulmán.
Promovió una hermandad universal entre los árabes, en la que las virtudes rectoras eran:

“la fuerza y la sobriedad en una mano, y la generosidad y la caridad en la otra

Junto con ello enseño que las virtudes que debían aplicarse en la vida cotidiana, eran: la
hospitalidad, la amabilidad, la nobleza, el respeto, la compasión, la piedad, la valentía, y
un profundo sentimiento de la vida en comunidad.

En el Corán abundan tres tipos de mensajes para poder llegar a ser plenamente una
persona humana, un lugar doctrinal que analiza el lugar que ocupan los seres humanos en
la estructura de la realidad; un mensaje metafísico acerca de lo absoluto, y un mensaje
doctrinal sobre la vida humana, la existencia y su significado, que permitan responder al
ser humano las eternas preguntas: ¿Quiénes somos?, ¿Dónde estamos?, ¿A dónde
vamos?; y Como llegar hasta allí. A través de una lectura profunda del Corán, se ofrece
a sus fieles una guía práctica para vivir, así como los conocimientos para poder trascender
la vida, y poder dejar el apego al mundo y encontrar la paz, la armonía, y la unidad
esencial que les permita llegar a ser uno con Dios. (Buscaglia. Op. cit: 254-257).
Bibliografía
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