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Unidad Didáctica : Recubrimientos Electrolíticos

Actividad de Aprendizaje 5 y 6 : - Nociones básicas sobre conceptos de


desengrasantes Químicos y electroquímicos
- Identificando los tipos de desengrasantes Químicos
y electroquímicos y su uso industrial en metalurgia

Desengrasantes Químicos
Ántes re aplicar los depósitos galvánicos, es fundamental que la superficie del
metal base esté limpia. Los materiales extraños que se encuentran presentes en
forma más común en las superficies metálicas, pueden dividirse burdamente en
tres grupos principales.

La primera clase se designa como grasa o mugre e incluye compuestos grasosos o


que han sido aplicados para prevenir la corrosión durante el almacenamiento, así
como aquellos que se aplican durante las operaciones de maquinado y de corte,
también las ceras y grasas presentes durante el pulido y el esmerilado así como
compuestos utilizados para hacer más tersas las superficies metálicas. Aún
cuando estos últimos son llamados compuestos sin grasas, contienen abrasivos y
pegamentos que podemos incluir dentro de este grupo general, ya que muestran
propiedades lubricantes.

La segunda clase de impurezas incluyen todas las partículas extrañas que no se


derivan de la base metálica. Incluyen abrasivos, pulidores y esmeriladores así
como otras partículas del metal que pueden adherirse a las superficies grasosas .
En general, la separación de materiales grasos con excepción de los solventes
orgánicos, desprenden estos solidos a menos que se encuentren firmemente
depositados sobre la superficie. En caso extremo, de adhesión firme está
representado por partículas de arena o de acero que pueden haber sido adheridas
en la superficie del metal como resultado del rolado o de la limpieza mediante
chorro.
La tercera clase de material contaminante consiste en aquellos compuestos
metálicos como óxidos que fueron formados o dejados sobre la superficie
metálica como resultado del vaciado, del rolado, del maquinado o de tratamientos
térmicos. En casos específicos, otras sustancias tales como grafito y sulfuros,
pueden encontrarse presentes sobre las superficies metálicas.
En general es esencial quitar toda sustancia extraña de la superficie del metal
antes de proceder al tratamiento galvánico. De hecho, antes se consideraba como
indiscutible que los depósitos adherentes, ideales se podrían aplicar sólo a super-
ficies que estuvieran perfectamente limpias. Recientemente se ha producido
inclusive una película de óxido sobre aluminio o bien una película de fosfato sobre
hierro antes de galvanizar con el propósito deliberado de contaminar la superficie
metálica. Si tales procedimientos proporcionan recubrimientos adherentes, si los
compuestos están realmente presentes hasta cualquier extensión considerable
entre el metal de base y el depósito, tal parece que esto constituye una excepción
a la regla de que la superficie metálica que debe de limpiarse antes de tratarla
galvánicamente. La adhesión aparente de los depósitos galvánicos al aluminio
anodizado, depende de la producción intencional de poros en la película de óxido,
a través de los cuales tiene lugar la adherencia. Los depósitos de fosfatos sobre el
hierro se ven ampliamente destruidos durante las operaciones electrolíticas.
Bajo cualquiera de los procedimientos prácticos y comerciales, las superficies
metálicas muy rara vez están absolutamente limpias, especialmente debido a que
sustancias lo mismo sólidas que líquidas y gaseosas, se encuentran adsorbidas
sobre ellas.
Un serio obstáculo a la investigación exhaustiva acerca de la limpieza de los
metales, es la dificultad para definir cuando está limpia una superficie. Los
criterios más comúnmente aplicados, son: Primero, la ausencia de rupturas en la
película de agua, o sea la humectación completa de la superficie cuando se
enjuaga con agua; segundo, el que cualquier grumo pueda limpiarse por simple
frotamiento; y tercero, la producción de depósitos adherentes y continuos.
Ninguna de estas pruebas proporciona una evidencia cuantitativa del grado de
limpieza de la superficie. Como veremos, la mayor parte de las soluciones que
permiten retirar en realidad la grasa, son alcalinas y tienes una tensión superficial
baja. Tales soluciones son muy difíciles de enjuagar debido a la adsorción del
álcali sobre la superficie del metal. Este residuo de solución limpiadora, puede
ocasionar que la película de agua brinque de áreas pequeñas a otras en donde
permanezca la grasa, y por ende daría una evidencia ficticia de limpieza. Si esta
superficie se sumerge en un baño ácido, la película alcalina se neutraliza, y la pre-
sencia de cualquier grasa se revela por la incapacidad del baño ácido de cubrir
uniformemente la superficie. Por esta razón, la libertad de zonas no humedecidas
es sólo una evidencia de limpieza si la superficie ha sido sumergida en ácido,
preferentemente clorhídrico y enjuagada nuevamente. Aún entonces, la ausencia
de zonas no mojadas no es prueba de que no se encuentre presente zonas en
donde los grumos se hallen finamente divididos, como es el caso en la producción
de un depósito grumoso en un baño de niquelado.
La posibilidad de una superficie de hierro de recibir una cubierta adherente de
cobre mediante inmersión en sulfato de cobre, puede servir como prueba de la
limpieza de la superficie

LIMPIEZA DE GRASA DE LOS SOLIDOS

Definiciones. La mayor parte de los compuestos aceitosos o grasosos que


pueden encontrarse presentes sobre las superficies metálicas, pueden dividirse
en dos grupos: Aquellos que son saponifIcables y aquellos que no lo son; esto, en
función de que reaccionen con álcalis para formar jabones o no. Los compuestos
saponificables más sencillos, son las grasas, representadas por ejemplo por la
estearina en algunos compuestos pulidores. La estearina es un éster, esto es, una
sal orgánica conocida como triestearato de glicerilo formado por la combinación
de la glicerina que es un alcohol, y del ácido esteárico que es un ácido graso.
Cuando la estearina reacciona con un álcali como el hidróxido de sodio, se
saponifica, es decir, que se convierte en un jabón con la liberación de glicerina.
Esta reacción utilizada para la fabricación de jabón, la podemos escribir diciendo:

Triestearato de glicerilo + hidróxido de sodio = estearato de sodio (jabón) +


glicerina
Una diferencia importante entre las grasas y los jabones alcalinos derivados
de ellas, es que las primeras son insolubles, en tanto que los segundos son
solubles en agua

Muchos de los aceites y de las grasas no saponificables, están constituidos por


hidrocarburos, es decir, compuestos de hidrógeno y de carbono derivados del
petróleo. Estos hidrocarburos pueden variar en consistencia desde líquidos muy
ligeros como la gasolina, hasta aceites lubricantes e inclusive ceras sólidas como
la parafina. Estas sustancias son prácticamente inafectadas por las soluciones
alcalinas, y por lo tanto, pueden quitarse mediante procedimientos físicos.

Son varios los tipos de ceras que se aplican a los metales, ya sea en
composiciones pulidoras o tapadoras de poros, en cuya formulación intervienen
ceras naturales como la de abejas, la carnauba o la candelilla, así como
numerosas ceras artificiales. Entre estas últimas hay muchas cloradas, las cuales
bajo ciertas condiciones reaccionan con el agua, liberando ácido clorhídrico, el
cual puede corroer los metales. La cera contiene generalmente algunos
constituyentes que son saponificados, en tanto que otros no lo son.
En la mayor parte de los procesos para la preparación galvánica, la mayor
parte de la grasa se quita mediante solventes orgánicos o emulsificadores y la
limpieza final se lleva a cabo mediante limpieza electrolítica en soluciones
alcalinas. Los artículos pequeños se tratan galvánicamente en barril, se limpian
casi siempre por inmersión en soluciones alcalinas adecuadas.

DESENGRASANTE QUÍMICO UNAR B


Es un baño limpiador y desengrasante de uso universal, para todos los metales
en especial para el bronce y Zamac. Su uso está indicado en las instalaciones
para inmersión, flotación y también atomizadores. Se distingue por su acción
especialmente intensiva de forma que, en la mayoría de los casos se puede
trabajar satisfactoriamente con soluciones de poca concentración.
El material base no será atacado con UNAR B tampoco afectará el brillo de las
partes pulidas cuando se siguen las indicaciones de trabajo, ya que UNAR B no
forma velos ni deja residuos.
UNAR B no es venenoso ni explosivo y no desarrolla vapores tóxicos.

RECIPIUENTES PARA EL BAÑO:


Se recomienda recipientes de chapa de acero provistos con dispositivos para
calefacción del baño. Los elementos de calefacción podrán ser eléctricos, a gas o
vapor.
PREPARACIÓN
- UNAR B: ………………………….... 30 gr/l
- Agua: ……………………………… 100 l
Se disuelve la sal previamente pesada, con preferencia en agua caliente (50 °C)
pues así la disolución es más rápida. Esta concentración es suficiente en la
mayoría de los casos. En el tratamiento del aluminio la concentración no debe
exceder de 20 gr/l
DURACIÓN DE TRATAMIENTO:
Debe ser entre 5 a 20 minutos según la pieza con grasa
CONDICIONES DE OPRERACIÓN:
- Temperatura : 70 – 80 °C
- Duración : 5 – 20 minutos
- Método : Inmersión, sin corriente, con movimiento de las piezas o del
baño.
- Neutralización: Ácido sulfúrico al 2%

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