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UNIVERSIDAD VERACRUZANA

FACULTAD DE CIENCIAS QUÍMICAS


BOCA DEL RÍO, VERACRUZ

PROGRAMA EDUCATIVO
INGENIERÍA QUÍMICA

EXPERIENCIA EDUCATIVA
OPERACIONES DE TRANSFERENCIA DE CALOR

DOCENTE
RODRIGUEZ HERNANDEZ MARIO

TRABAJO
ENSAYO DE OPERACIONES DE TRANSFERENCIA DE
CALOR

ESTUDIANTE
GERARDO ALBERTO RAMOS RANGEL

MATRÍCULA
S18021174

21 DE MAYO DEL 2021


Contenido
Resumen ........................................................................................................................................... 3

Introducción..................................................................................................................................... 4

Contenido ......................................................................................................................................... 5

Conducción.................................................................................................................................. 5

Convección .................................................................................................................................. 8

Ebullición.................................................................................................................................... 12

Radiación.................................................................................................................................... 15

Intercambiadores de calor ..................................................................................................... 18

Conclusiones................................................................................................................................. 22

Referencias .................................................................................................................................... 23
Resumen

En este ensayo se abarca a grandes rasgos algunos de los temas vistos en la


experiencia educativa de Operaciones de Transferencia de Calor; se debe tener un
concepto general razonable de transferencia de calor; de manera similar, se debe
estar conscientes de los diversos métodos de transferencia y de sus orígenes
físicos. Más aún, dada una situación real, debemos ser capaces de percibir el
relevante fenómeno de transporte. La importancia de desarrollar esta capacidad no
debe subestimarse. Aprender a utilizar las herramientas necesarias para calcular
los fenómenos de transferencia de calor se lleva su tiempo. Sin embargo, antes de
comenzar a usar estas herramientas para resolver problemas prácticos, se debe
tener la intuición para determinar lo que sucede físicamente. En pocas palabras, se
debe ser capaz de ver un problema e identificar los fenómenos de transporte
pertinentes.
Introducción

La transferencia de calor es aquella ciencia que busca predecir la


transferencia de energía que puede ocurrir entre cuerpos materiales,
como resultado de una diferencia de temperatura. La termodinámica
enseña que esta transferencia de energía se define como calor. La
ciencia de la transferencia de calo no sólo trata de explicar cómo puede ser
transferida la energía calorífica, sino también trata de predecir la rapidez a la
que se realizará este intercambio bajo ciertas condiciones especificadas.
El hecho de que un régimen de transferencia de calor sea el objetivo
deseado de un análisis, señala la diferencia entre la transferencia de calor y la
termodinámica. La termodinámica se ocupa de sistemas en equilibrio; se
puede utilizar para predecir la cantidad de energía requerida para pasar
un sistema de un estado de equilibrio a otro; no puede usarse para
predecir qué tan rápido se realizará un cambio, ya que el sistema no
se encuentra en equilibrio durante el proceso. La transferencia de calor
completa al primer y segundo principios de la termodinámica, al proporcionar
reglas experimentales adicionales que se pueden utilizar para establecer
rapideces de transferencia de energía. Tal como en la ciencia de la
termodinámica, las reglas experimentales utilizadas como base del tema de
la transferencia de energía son muy simples y se les puede ampliar
con facilidad para que abarquen diversas situaciones prácticas.

Métodos de transferencia de calor: conducción, convección y radiación


Contenido

Conducción
A la mención de la palabra conducción debemos evocar de inmediato conceptos de
actividad atómica y molecular, pues hay procesos en estos niveles que sustentan
este modo de transferencia de calor. La conducción se considera como la
transferencia de energía de las partículas más energéticas a las menos energéticas
de una sustancia debido a las interacciones entre las mismas.

El mecanismo físico de conducción se explica más fácilmente considerando un gas


y usando ideas que le sean familiares, propias de su experiencia en termodinámica.
Piense en un gas en el que existe un gradiente de temperatura y suponga que no
hay movimiento global. El gas puede ocupar el espacio entre dos superficies que se
mantienen a diferentes temperaturas, como se muestra en la figura 1. Asociamos la
temperatura en cualquier punto con la energía de las moléculas del gas en la
proximidad del punto. Esta energía está relacionada con el movimiento traslacional
aleatorio, así como con los movimientos internos de rotación y vibración de las
moléculas.

Las temperaturas más altas se asocian con las energías moleculares más altas y,
cuando las moléculas vecinas chocan, como lo hacen constantemente, debe ocurrir
una transferencia de energía de las moléculas más energéticas a las menos
energéticas. En presencia de un gradiente de temperatura, la transferencia de
energía por conducción debe ocurrir entonces en la dirección de la temperatura
decreciente. Esta transferencia es evidente en la figura 1. Las moléculas,
procedentes de arriba y de abajo, cruzan constantemente el plano hipotético en x0
gracias a su movimiento aleatorio. Sin embargo, las moléculas de arriba están
asociadas con una temperatura mayor que la que tienen las de abajo, en cuyo caso
debe haber una transferencia neta de energía en la dirección positiva de x. Se habla
de la transferencia neta de energía debida al movimiento molecular aleatorio como
una difusión de energía.
Figura 1. Asociación de la transferencia de calor por conducción con la difusión de energía debida a la actividad
molecular

La situación es muy similar en los líquidos, aunque las moléculas están menos
espaciadas y las interacciones moleculares son más fuertes y frecuentes. De igual
manera, en un sólido, la conducción se atribuye a la actividad atómica en forma de
vibraciones reticulares. El punto de vista moderno es atribuir la transferencia de
energía a ondas reticulares inducidas por el movimiento atómico. En un no
conductor, la transferencia de energía se da exclusivamente por la vía de estas
ondas reticulares; en un conductor, la transferencia de energía también se debe al
movimiento de traslación de los electrones libres.

Los ejemplos de transferencia de calor por conducción son innumerables. El


extremo expuesto de una cuchara metálica introducida súbitamente en una taza de
café caliente se calentará debido a la conducción de energía a través de la cuchara.
En un día invernal hay una pérdida significativa de energía de una habitación
caliente hacia el exterior; esta pérdida se debe principalmente a la transferencia de
calor por conducción a través de la pared que separa el aire de la habitación del aire
exterior.

Es posible cuantificar los procesos de transferencia de calor en términos de las


ecuaciones o modelos apropiados. Estas ecuaciones o modelos sirven para calcular
la cantidad de energía que se transfiere por unidad de tiempo. Para la conducción
de calor, la ecuación o modelo se
conoce como ley de Fourier. Para la
pared plana unidimensional que se
muestra en la figura 2, la cual tiene
una distribución de temperatura T(x),
la ecuación o modelo se expresa como

𝑑𝑇
𝑞𝑥𝑛 = −𝑘
𝑑𝑥

Figura 2. Transferencia unidimensional de calor por


conducción (difusión de energía)

El flujo de calor o transferencia de calor por unidad de área 𝑞𝑥𝑛 (W/m2) es la velocidad
con que se transfiere el calor en la dirección x por área unitaria perpendicular a la
dirección de transferencia, y es proporcional al gradiente de temperatura, dT/dx en
esta dirección. La constante de proporcionalidad, k, es una propiedad de transporte
conocida como conductividad térmica (W/m⋅K) y es una característica del material
de la pared. El signo menos es una consecuencia del hecho de que el calor se
transfiere en la dirección de la temperatura decreciente. En las condiciones de
estado estable que se muestran en la figura 2, donde la distribución de temperatura
es lineal, el gradiente de temperatura se expresa como

𝑑𝑇 𝑇2 − 𝑇1
=
𝑑𝑥 𝐿

Y el flujo de calor es entonces

𝑇2 − 𝑇1
𝑞𝑥𝑛 = −𝑘
𝐿

𝑇2 − 𝑇1 ∆𝑇
𝑞𝑥𝑛 = 𝑘 =𝑘
𝐿 𝐿
Observe que esta ecuación proporciona un flujo de calor, es decir, la velocidad del
calor transferido por unidad de área. El calor transferido por conducción por unidad
de tiempo, qx (W), a través de una pared plana de área A, es entonces el producto
del flujo y el área, 𝑞𝑥 = 𝑞𝑥𝑛 ∗ 𝐴.

Convección
El método de transferencia de calor por convección se compone de dos
mecanismos. Además de la transferencia de energía debida al movimiento
molecular aleatorio (difusión), la energía también se transfiere mediante el
movimiento global, o macroscópico del fluido. El movimiento del fluido se asocia con
el hecho de que, en cualquier instante, grandes números de moléculas se mueven
de forma colectiva o como agregados. Tal movimiento, en presencia de un gradiente
de temperatura, contribuye a la transferencia de calor. Como las moléculas en el
agregado mantienen su movimiento aleatorio, la transferencia total de calor se debe
entonces a una superposición de transporte de energía por el movimiento aleatorio
de las moléculas y por el movimiento global del fluido. Se acostumbra a utilizar el
término convección cuando se hace referencia a este transporte acumulado y el
término advección cuando se habla del transporte debido al movimiento volumétrico
del fluido.

Figura 3. Desarrollo de la capa limite en la transferencia de calor por convección


Estamos especialmente interesados en la transferencia de calor por convección que
ocurre entre un fluido en movimiento y una superficie limitante cuando éstos tienen
diferentes temperaturas. Considere el flujo del fluido sobre la superficie calentada
de la figura 3. Una consecuencia de la interacción fluido—superficie es el desarrollo
de una región en el fluido en la que la velocidad varía de cero en la superficie a un
valor finito u∞ asociado con el flujo. Esta región del fluido se conoce como capa
límite hidrodinámica o de velocidad. Más aún, si las temperaturas de la superficie y
del fluido difieren, habrá una región del fluido a través de la cual la temperatura varía
de Ts en y = 0 a T∞ en el flujo exterior. Esta región, denominada capa límite térmica,
puede ser más pequeña, más grande o del mismo tamaño que aquella en la que
varía la velocidad. En cualquier caso, si Ts > T∞ ocurrirá la transferencia de calor
por convección entre la superficie y el flujo exterior.

El método de transferencia de calor por convección se sustenta tanto en el


movimiento molecular aleatorio como en el movimiento volumétrico del fluido
en la capa límite. La contribución debida al movimiento molecular aleatorio
(difusión) domina cerca de la superficie donde la velocidad del fluido es baja.
De hecho, en la interfaz entre la superficie y el fluido (y = 0), la velocidad del
fluido es cero y el calor se transfiere sólo por este mecanismo. La contribución
debida al movimiento volumétrico del fluido se origina del hecho de que la capa
límite crece a medida que el flujo avanza en la dirección x. En efecto, el calor
que se conduce en esta capa es arrastrado corriente abajo y finalmente se
transfiere al fluido fuera de la capa límite. La apreciación de los fenómenos
de la capa límite es esencial para la comprensión de la transferencia de calor por
convección. Es por esta razón que la disciplina de la mecánica de fluidos
desempeñará un papel vital en nuestro análisis posterior de la convección.

La transferencia de calor por convección se clasifica de acuerdo con la naturaleza


del flujo. Hablamos de convección forzada cuando el flujo es causado por medios
externos, como un ventilador, una bomba o vientos atmosféricos. Como ejemplo,
considérese el uso de un ventilador para proporcionar enfriamiento por aire
mediante convección forzada de los componentes eléctricos calientes sobre un
arreglo de tarjetas de circuitos impresos (figura 4a). En cambio, en la convección
libre (o natural) el flujo es inducido por fuerzas de empuje que surgen a partir de
diferencias de densidad ocasiona-das por variaciones de temperatura en el fluido.
Un ejemplo es la transferencia de calor por convección libre, que ocurre a partir de
componentes calientes sobre un arreglo vertical de tarjetas de circuitos en aire
inmóvil (figura 4 b). El aire que hace contacto con los componentes experimenta un
aumento de temperatura y, en consecuencia, una reducción en su densidad. Como
ahora es más ligero que el aire de los alrededores, las fuerzas de empuje inducen
un movimiento vertical por el que el aire caliente que asciende de las tarjetas
es reemplazado por un flujo de entrada de aire ambiental más frío.

Figura 4. Proceso de transferencia de calor por convección. (a) convección forzada. (b) Convección natural. (c) Ebullición.
(d) Condensación

Aunque supusimos convección forzada pura en la figura 4a y convección natural


pura en la figura 4b, pueden existir las condiciones correspondientes a
convección mezclada (combinada) forzada y convección natural. Por ejemplo, si
las velocidades asociadas con el flujo de la figura 4a son pequeñas y/o las fuerzas
de empuje son grandes, sería posible inducir un flujo secundario comparable
al flujo forzado impuesto. El flujo de empuje inducido sería normal para el flujo
forzado y tendría un efecto significativo sobre la transferencia de calor por
convección a partir de los componentes. En la figura 4b habría convección mezclada
si se usara un ventilador para forzar aire hacia arriba a través de las tarjetas de
circuitos, ayudando con ello al flujo de empuje, o hacia abajo, oponiéndose a dicho
flujo. Hemos descrito el modo de transferencia de calor por convección como la
transferencia de energía que ocurre dentro de un fluido debido a los efectos
combinados de conducción y movimiento global del fluido. Por lo general, la energía
que se transfiere es la energía sensible o energía térmica interna del fluido. Sin
embargo, hay procesos de convección en los que existe, además, intercambio de
calor latente. Éste generalmente se asocia con un cambio de fase entre los estados
líquido y vapor del fluido. Dos casos especiales de interés en este texto son la
ebullición y la condensación. Por ejemplo, la transferencia de calor por convección
resulta del movimiento de fluido inducido por las burbujas de vapor generadas en el
fondo de una cacerola en la que se está hirviendo agua (figura 4c) o por la
condensación de vapor de agua sobre la superficie externa de una tubería de agua
fría (figura 4d). Sin importar la naturaleza particular del proceso de transferencia
de calor por convección, la ecuación o modelo apropiado es de la forma

𝑞 𝑛 = ℎ (𝑇𝑠 − 𝑇∞ )

donde qn, el flujo de calor por convección (W/m2), es proporcional a la diferencia


entre las temperaturas de la superficie y del fluido, T s y T∞, respectivamente.
Esta expresión se conoce como la ley de enfriamiento de Newton, y la constante de
proporcionalidad h (W/m2⋅ K) se denomina coeficiente de transferencia de calor
por convección. Éste depende de las condiciones en la capa límite, en las que
influyen la geometría de la superficie, la naturaleza del movimiento del fluido y
una variedad de propiedades termodinámicas del fluido y de transporte.
Ebullición
Muchas aplicaciones conocidas de la ingeniería comprenden la transferencia de
calor por condensación y ebullición. Por ejemplo, en un refrigerador doméstico, el
refrigerante absorbe calor de la cámara fría por ebullición en la sección del
evaporador y rechaza el calor hacia el aire de la cocina condensándose en la
sección del condensador (los largos serpentines que se encuentran detrás o abajo
del refrigerador). Asimismo, en las plantas de potencia que funcionan con vapor, se
transfiere calor al agua en la caldera, en donde se vaporiza, y el calor de desecho
se rechaza de ese vapor en el condensador, en donde se condensa. Algunos
componentes electrónicos se enfrían por ebullición al sumergirlos en un fluido con
una temperatura apropiada.

La ebullición es un proceso de cambio de fase de líquido a vapor precisamente


como la evaporación, pero existen diferencias significativas entre las dos. La
evaporación ocurre en la interfase vapor-líquido, cuando la presión de vapor es
menor que la de saturación del líquido a una temperatura dada. Por ejemplo, el agua
en un lago a 20°C se evapora hacia el aire a 20°C y humedad relativa de 60%, ya
que la presión de saturación del agua a esa temperatura es 2.3 kPa y la presión de
vapor del aire en las condiciones mencionadas es 1.4 kPa. Se encuentran otros
ejemplos de evaporación en el secado de ropa, frutas y vegetales; la evaporación
del sudor para enfriar el cuerpo humano y el rechazo de calor de desecho en las
torres húmedas de enfriamiento. Note que la evaporación no comprende la
formación de burbujas o el movimiento de éstas (figura 5a).

Por otra parte, se tiene ebullición en la interfase sólido-líquido cuando un líquido


se pone en contacto con una superficie mantenida a una temperatura Ts
suficientemente por arriba de la de saturación Tsat de ese líquido (figura 5b). Por
ejemplo, a 1 atm, el agua líquida en contacto con una superficie sólida a 110°C
hervirá, puesto que la temperatura de saturación del agua a 1 atm es 100°C. El
proceso de ebullición se caracteriza por la rápida formación de burbujas de vapor
en la interfase sólido-líquido que se separan de la superficie cuando alcanzan cierto
tamaño y presentan la tendencia a elevarse hacia la superficie libre del líquido. Al
cocinar no se dice que el agua hierve hasta que las burbujas suben hasta la parte
superior. La ebullición es un fenómeno complicado debido al gran número de
variables que intervienen en el proceso y los patrones complejos del movimiento del
fluido causados por la formación y el crecimiento de las burbujas.

Como una forma de transferencia de calor por convección, el flujo de calor en la


ebullición, de una superficie sólida hacia el fluido, se expresa con base en la ley de
Newton del enfriamiento como

𝑞𝑒𝑏𝑢𝑙𝑙𝑖𝑐𝑖ó𝑛 = ℎ (𝑇𝑠 − 𝑇𝑆𝑎𝑡 ) = ℎ∆𝑇𝑒𝑥𝑐𝑒𝑠𝑜

En donde ∆𝑇𝑒𝑥𝑐𝑒𝑠𝑜= 𝑇𝑠 − 𝑇𝑆𝑎𝑡 se llama temperatura en exceso, la cual representa el


exceso de la temperatura superficial por encima de la de saturación del fluido.

Figura 5b. Ocurre la ebullición cuando un líquido


se pone en contacto con una superficie a una
temperatura por encima de la saturación de ese
líquido

La ebullición se clasifica como ebullición en


estanque o ebullición en flujo, dependiendo de
la presencia de movimiento masivo del fluido
Figura 5a. Un proceso de cambio de fase
(figura 6). Se dice que la ebullición es en
líquida a vapor recibe el nombre de
evaporación, si ocurre en una interfase líquido- estanque cuando no se tiene flujo masivo del
vapor, y de ebullición si ocurre en una interfase
sólido-líquido fluido, y que es en flujo (o ebullición en
convección forzada) en presencia de ese flujo. En la ebullición en estanque el fluido
se encuentra en reposo y cualquier movimiento en él se debe a corrientes de
convección natural y al movimiento de las burbujas bajo la influencia de la flotación.
La ebullición del agua en una cacerola colocada sobre una estufa es un ejemplo
de ebullición en estanque. También se puede lograr este tipo de ebullición de un
fluido al colocar un serpentín de calentamiento en su seno. En la ebullición en flujo
el flui-do se fuerza a moverse en un tubo caliente o sobre una superficie por medios
externos, como una bomba. Por lo tanto, la ebullición en flujo siempre viene
acompañada por otros efectos de convección.

Figura 6. Clasificación de la ebullición con base en la


presencia de movimiento masivo del fluido.

Las ebulliciones en estanque y en flujo se clasifican todavía más como ebullición


subenfriada o ebullición saturada, dependiendo de la temperatura de la masa del
líquido (figura 7). Se dice que la ebullición subenfriada (o local) cuando la
temperatura de la masa principal del líquido está por debajo la saturación Tsat (es
decir, la masa del líquido esta subenfriada) y es saturada (o masiva) cuando la
temperatura del líquido es igual a Tsat (es decir, la masa del líquido está saturada).
Figura 7. Clasificación de la ebullición con base en la presencia de
temperatura masiva del líquido.

Radiación
La radiación térmica es la energía emitida por la materia que se encuentra a una
temperatura finita. Aunque centraremos nuestra atención en la radiación de
superficies sólidas, esta radiación también puede provenir de líquidos y gases. Sin
importar la forma de la materia, la radiación se puede atribuir a cambios en
las configuraciones electrónicas de los átomos o moléculas constitutivos. La
energía del campo de radiación es transportada por ondas electromagnéticas (o
alternativamente, fotones). Mientras la transferencia de energía por conducción
o por convección requiere la presencia de un medio material, la radiación no lo
precisa. De hecho, la transferencia de radiación ocurre de manera más eficiente en
el vacío.

Considere los procesos de transferencia de radiación para la superficie de la figura


5a. La radiación que la superficie emite se origina a partir de la energía térmica de
la materia limitada por la superficie, y la velocidad a la que libera energía por unidad
de área (W/m2) se denomina la potencia emisiva superficial E. Hay un límite
superior para la potencia emisiva, que es establecida por la ley de Stefan-Boltzmann

𝐸𝑏 = 𝜎𝑇𝑠4
donde Ts es la temperatura absoluta (K) de la superficie y σ es la constante
de Stefan Boltzmann (σ = 5.67×10-8 W/m2⋅K4). Dicha superficie se llama radiador
ideal o cuerpo negro.

El flujo de calor emitido por una superficie real es menor que el de un cuerpo negro
a la misma temperatura y está dado por

𝐸 = 𝜖𝜎𝑇𝑠4

donde ε es una propiedad radiativa de la superficie denominada emisividad. Con


valores en el rango 0≤ ε ≤1, esta propiedad proporciona una medida de la
eficiencia con que una superficie emite energía en relación con un cuerpo negro.
Esto depende marcadamente del material de la superficie y del acabado.

La radiación también puede incidir sobre una superficie desde sus alrededo-res. La
radiación se origina desde una fuente especial, como el sol, o de otras superficies
a las que se expone la superficie de interés. Sin tener en cuenta la fuente,
designarnos la velocidad a la que toda esa radiación incide sobre un área unitaria
de la superficie como la irradiación G (figura 5a).

Una parte de la irradiación, o toda, tal vez sea absorbida por la superficie, y así se
incrementaría la energía térmica del material. La velocidad a la que la energía
radiante es absorbida por área superficial unitaria se evalúa a partir del
conocimiento de una propiedad radiativa de la superficie denominada absortividad
α. Es decir

𝐺𝑎𝑏𝑠 = 𝛼𝐺

donde 0≤ α ≤1. Si α < 1 y la superficie es opaca, partes de la irradiación se reflejan.


Si la superficie es semitransparente, partes de la irradiación también se transmiten.
Figura 8. Intercambio de radiación: (a) en la superficie, y (b) entre una superficie y sus alrededores

Sin embargo, mientras la radiación absorbida y emitida aumenta y disminuye,


respectiva-mente, la energía térmica de la materia, la radiación reflejada y
transmitida no tiene ningún efecto sobre esta energía. Advierta que el valor de α
depende de la naturaleza de la irradiación así como de la superficie misma. Por
ejemplo, la absortividad de una superficie en cuanto a la radiación solar es diferente
de su absortividad a la radiación emitida por las paredes de un horno.

Un caso especial que ocurre con frecuencia implica el intercambio de radiación


entre una superficie pequeña a Ts y una superficie isotérmica mucho más
grande que rodea por completo a la pequeña (figura l.6b). Los alrededores
podrían ser, por ejemplo, las paredes de un cuarto o un horno cuya temperatura
Talr es diferente de la de una superficie rodeada (Talr ≠ Ts). Para tal condición, la
irradiación se aproxima con la emisión de un cuerpo negro a Talr, caso en el que 𝐺 =
4
𝜎𝑇𝑎𝑙𝑟 . Si se supone que la superficie es tal que α=ε (superficie gris), la velocidad
neta de transferencia de calor por radiación desde la superficie, expresada por
unidad de área de la superficie, es

𝑛
𝑞 4
𝑞𝑟𝑎𝑑 = = 𝜀𝐸𝑏 (𝑇𝑠 ) − 𝛼𝐺 = 𝜀𝜎(𝑇𝑛4 − 𝑇𝑎𝑙𝑟 )
𝐴
Esta expresión proporciona la diferencia entre la energía térmica que se libera
debido a la emisión por radiación y la que se gana debido a la absorción de
radiación.

Hay muchas aplicaciones para las que es conveniente expresar el intercam-bio neto
de calor por radiación en la forma

𝑞𝑟𝑎𝑑 = ℎ𝑟 𝐴(𝑇𝑠 − 𝑇𝑎𝑙𝑟 )

𝑛
donde, de la ecuación 𝑞𝑟𝑎𝑑 , el coeficiente de transferencia de calor por radiación hr
es

2
ℎ𝑟 ≡ 𝜀𝜎(𝑇𝑠 + 𝑇𝑎𝑙𝑟 )(𝑇𝑠2 + 𝑇𝑎𝑙𝑟 )

Aquí modelamos el modo de radiación de forma similar a la convección. En este


sentido linealizamos la ecuación de la velocidad de radiación, haciéndola
propor-cional a la diferencia de temperaturas en lugar de a la diferencia entre dos
temperaturas a la cuarta potencia. Observe, sin embargo, que hr depende
marcadamente de la tempe-ratura, mientras que la dependencia de la temperatura
del coeficiente de transferencia de calor por convección h es por lo general débil.

Las superficies de la figura 5 también pueden transferir simultáneamente calor


por convección a un gas contiguo. Para las condiciones de la figura 5b, la velocidad
total de transferencia de calor desde la superficie es entonces

4
𝑞 = 𝑞𝑐𝑜𝑛𝑣 + 𝑞𝑟𝑎𝑑 = ℎ𝐴(𝑇𝑠 − 𝑇∞ ) + 𝜀𝐴𝜎(𝑇𝑠4 − 𝑇𝑎𝑙𝑟 )

Intercambiadores de calor
Los intercambiadores de calor son aparatos que facilitan el intercambio de calor
entre dos fluidos que se encuentran a temperaturas diferentes y evitan al mismo
tiempo que se mezclen entre sí. En la práctica, los intercambiadores de calor son
de uso común en una amplia variedad de aplicaciones, desde los sistemas
domésticos de calefacción y acondicionamiento del aire hasta los procesos
químicos y la producción de energía en las plantas grandes. Los intercambiadores
de calor difieren de las cámaras de mezclado en el sentido de que no permiten que
se combinen los dos fluidos que intervienen.

En un intercambiador la transferencia de calor suele comprender convección en


cada fluido y conducción a través de la pared que los separa. En el análisis de los
intercambiadores de calor resulta conveniente trabajar con un coeficiente total de
transferencia de calor U que toma en cuenta la contribución de todos estos efectos
sobre dicha transferencia. La razón de la transferencia de calor entre los dos fluidos
en un punto dado a un intercambiador depende de la magnitud de la diferencia de
temperatura local, la cual varía a lo largo de dicho intercambiador.

Las distintas aplicaciones de la transferencia de calor requieren diferentes tipos de


componentes y configuraciones del equipo para dicha transferencia. El intento de
acoplar los accesorios para la transferencia de calor a cada tipo de necesidades,
dentro de las restricciones específicas, ha conducido a numerosos tipos de diseños
innovadores de intercambiadores de calor.

El tipo más simple de intercambiador de calor consta de dos tubos concéntricos de


diámetros diferentes, como se muestra en la figura 9, llamado intercambiador
de calor de doble tubo o tubos concéntricos. En un intercambiador de este tipo
uno de los fluidos pasa por el tubo más pequeño, en tanto que el otro lo hace por el
espacio anular entre los dos tubos. En un intercambiador de calor de doble tubo son
posibles dos tipos de disposición del flujo: en el flujo paralelo los dos fluidos, el frío
y el caliente, entran en el
intercambiador por el mismo
extremo y se mueven en la
misma dirección. Por otra
parte, en el contraflujo los
fluidos entran en el
intercambiador por los
extremos opuestos y fluyen
en direcciones opuestas.
Figura 9. Diferentes regímenes de flujo y perfiles asociados de
temperaturas en un intercambiador de calor de doble tubo.
En los intercambiadores compactos los dos fluidos suelen moverse de manera
perpendicular entre sí y a esa configuración de flujo se le conoce como flujo
cruzado, el cual todavía se clasifica más como flujo no mezclado o mezclado,
dependiendo de su configuración, como se muestra en la figura 10 .En a) se dice
que el flujo cruzado es no mezclado en virtud de que las aletas de placa fuerzan
al fluido a moverse por un espaciamiento particular entre ellas e impiden su
movimiento en la dirección transversal (es decir, paralelo a los tubos). Se dice que
el flujo cruzado que se ilustra en b) es mezclado, dado que el fluido ahora tiene
libertad para moverse en la dirección transversal. En un radiador de automóvil los
dos fluidos son no mezclados. La presencia de la mezcla en el fluido puede tener
un efecto significativo sobre las características de transferencia de calor del
intercambiador.

Quizás el tipo más común de intercambiador


de calor en las aplicaciones industriales sea el
de tubos y coraza, mostrado en la figura 11.
Estos intercambiadores de calor contienen un
gran número de tubos (a veces varios cientos)
empacados en una carcaza con sus ejes
paralelos al de éste. La transferencia de calor
tiene lugar a medida que uno de los fluidos se
mueve por dentro de los tubos, en tanto que el
otro se mueve por fuera de éstos, pasando por
la coraza. Es común la colocación de
desviadores en la coraza para forzar al fluido a
mover-se en dirección transversal a dicha
coraza con el fin de mejorar la transferencia de
calor, y también para mantener un

Figura 10. Diferentes configuraciones de flujo en


espaciamiento uniforme entre los tubos. A
intercambiadores de calor de flujo cruzado. pesar de su extendido uso no son adecuados
para utilizarse en automóviles y aviones
debido a su peso y tamaño relativamente grandes. Nótese que en un intercambiador
de este tipo los tubos se abren hacia ciertas zonas grandes de flujo, llamadas
cabezales, que se encuentran en ambos extremos de la carcaza o envolvente, en
donde el fluido del lado de los tubos se acumula antes de entrar y salir de ellos.

Figura 11. Esquema de un intercambiador de calor de coraza y tubos (un paso por la coraza y un paso por los tubos)
Conclusiones
A través del tiempo, la transferencia de calor ha sido en verdad un tema relevante,
para no mencionar que es en sí parte fascinante de las ciencias de la ingeniería.
Dedicaremos mucho tiempo al aprendizaje de los efectos de la transferencia de
calor y de las técnicas necesarias para predecir velocidades de transferencia de
calor. ¿Cuál es el valor de este conocimiento y a qué clase de problemas puede
aplicarse?

os fenómenos de transferencia de calor tienen un papel importante en muchos


problemas industriales y ambientales. Por ejemplo, considere el área vital de
la producción y conversión de energía. No hay una sola aplicación en esta
área que no implique efectos de transferencia de calor de alguna manera. En la
generación de potencia eléctrica —ya sea mediante fisión o fusión nuclear—,
la combustión de combustibles fósiles, los procesos magneto hidrodinámicos o el
uso de fuentes de energía geotérmica, hay numerosos problemas de
transferencia de calor que deben resolverse. Estos problemas incluyen procesos
de conducción, convección y radiación que se relacionan con el diseño de sistemas
como calderas, condensadores y turbinas. A menudo nos vemos en la necesidad
de maximizar las velocidades de transferencia de calor y mantener la integridad de

Los procesos de transferencia de calor también afectan al funcionamiento de


sistemas de propulsión, como los motores de combustión interna, de turbinas de
gas y propulsión de cohetes.

Los problemas de transferencia de calor surgen en el diseño de sistemas de


calentamiento de espacios convencionales y de agua, en el diseño de incineradores
y de equipo de almacenamiento criogénico, en el enfriamiento de equipo
electrónico, en el diseño de sistemas de refrigeración y de acondicionamiento de
aire y en muchos procesos de producción. La transferencia de calor también es
relevante para la contaminación del aire y del agua e influye fuertemente en el clima
local y global.
Referencias

Yunus, A. Cengel., Afshin J. Ghajar. (2011). Transferencia de calor y masa (4ta. ed.). The McGraw-
Hill

Frank P. Incropera., David P. DeWitt (1999). Fundamentos de transferencia de calor. (4ta. ed).
Pearson

J. P Holman (1986). Transferencia de Calor. (1ra. Ed.). The McGraw-Hill

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