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CONSECUENCIA EN LA FORMACION DEL ESTUDIANTE DE LA INOBSERVANCIA

DE LA LEY UNIVERSITARIA Nº 23733

1. INTRODUCCION

La formación del estudiante universitario es uno de los temas que más inquietan a la
comunidad educativa y a la sociedad en general.

No somos ajenos a los cambios que se han venido suscitando en los últimos tiempos
en el ámbito económico, político y social en nuestro país. Lo que se ha visto reflejado
en las políticas educativas a nivel universitario, que en lugar de propiciar un avance en
el proceso educativo más bien la tornan cada vez más alejada de nuestra realidad y de
producir cambios y transformaciones importantes y trascendentales en la sociedad
peruana.

Es sabido que existen muchas normas dadas con todo el ánimo de mejorar la realidad
circundante, buscando mejorar las relaciones entre los individuos, así como la
institucionalidad, sin embargo estas no son observadas no sólo por los entes del
Estado sino también por algunos miembros de la sociedad.

Todo lo indicado en párrafos anteriores me permite plantear el siguiente problema:


¿Cuál es la consecuencia de la inobservancia de la Ley Universitaria Nº 23733 en la
formación del estudiante?

Frente a este problema elaboro la siguiente tesis:


La consecuencia que origina la inobservancia de la Ley Universitaria es la falta de
formación humanística, científica y profesional del estudiante universitario.

Para darle solidez a mi hipótesis, he considerado iniciar mi argumentación, dando


algunos conceptos respecto de lo que es la FORMACIÓN, FORMACION
PROFESIONAL, FORMACION HUMANISTA, FORMACION CIENTIFICA,
ESTUDIANTE, LEY, UNIVERSIDAD; para luego desarrollar aspectos referentes A LA
LEY Nº 23733, LA INOBSERVANCIA DEL ART. 2 INC. C DE LA LEY Nº 23733,
CONSECUENCIAS DE LA INOBSERVANCIA EN LA FORMACIÓN DEL
ESTUDIANTE UNIVERSITARIO, y finalmente esbozar algunas CONCLUSIONES.
II. CONCEPTUALIZACIÓN

2.1. FORMACIÓN
Proviene de la palabra latina formatio. Se trata de un término asociado al verbo
formar (otorgar forma a alguna cosa).
Actualmente, la noción de formación suele ser asociada a la capacitación, sobre
todo a nivel profesional. La formación de una persona, está vinculada a los
estudios que cursó, al grado académico alcanzado y al aprendizaje que
completó. (1)

2.2. FORMACIÓN PROFESIONAL


Son todos aquellos estudios y aprendizajes encaminados a la inserción,
reincersión y actualización laboral, cuyo objetivo es fomentar y adecuar el
conocimiento y habilidades de los actuales y futuros trabajadores a lo largo de
toda la vida. (2)

La UNESCO define la formación profesional como “todas las formas y niveles del
proceso educativo que incluyen además del conocimiento general, el estudio de
las tecnologías y de las ciencias relacionadas, la adquisición de habilidades
prácticas, de competencias, actitudes y comprensiones relacionadas con las
ocupaciones en los diferentes sectores de la vida social”. (3)

2.3. FORMACIÓN HUMANÍSTICA


La formación humanística se relaciona con el desarrollo de actitudes y valores
que impactan en el crecimiento personal y social del individuo. De esta manera,
un sujeto formado desde la dimensión humanística, actúa con esquemas de
valores, coherentes, positivos y propios. Es un ser que reconoce su papel en la
sociedad, en la institución para la que trabaja y en la familia; que quiere su
cuerpo, sus espacios concretos de acción y comprende la diversidad cultural en
la que está inmerso; es en consecuencia un sujeto en crecimiento.( 4 )

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2.4. FORMACIÓN CIENTÍFICA
La formación científica es fundamentalmente formativa, puesto que privilegia el
desarrollo integral de conocimientos, habilidades y actitudes al abordar los
contenidos desde contextos que favorecen la relación de la ciencia con la
tecnología y la sociedad.

Considera al alumno como el centro de los procesos de enseñanza y


aprendizaje, favoreciendo su autonomía en la construcción personal de
conocimientos.

Redimensiona y fortalece el papel de los profesores en la formación de los


alumnos, con atención a la diversidad cultural y social, promoviendo el uso
adecuado de recursos didácticos, estrategias e instrumentos de evaluación.

Promueve una visión humana de la naturaleza de la ciencia y del trabajo


científico. (5)

2.5. OBSERVANCIA
Término que en el aspecto jurídico se le conceptúa como la fiel ejecución de lo
mandado por superior, ordenado por autoridad o impuesto por la ley. (6)

2.6. ESTUDIANTE
Estudiante es la palabra que permite referirse a quienes se dedican a
la aprehensión, puesta en práctica y lectura de conocimientos sobre
alguna ciencia, disciplina o arte. (7)

2.7. LEY
Regla, norma. Disposición emanada del poder legislativo. Las leyes son normas
cuyo objetivo fundamental es regular el espacio público de la sociedad. Dicho de
otro modo, las leyes son los principios que permiten y promuevan la convivencia
de los hombres no como individuos aislados, sino como miembros de una
colectividad. Las leyes no se establecen para normar o garantizar lo que un
individuo puede o no puede hacer de manera independiente, sino lo que puede
hacer u omitir en cuanto a integrante de una sociedad. (8)

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2.8. UNIVERSIDAD
Se denomina universidad (del latín universitas, -atis), al establecimiento o
conjunto de unidades educacionales dedicadas a la enseñanza superior y la
investigación.

III. FUNDAMENTOS
3.1. La Ley Nº 23733: Ley Universitaria
Ley que fue promulgada en 1983 durante el segundo gobierno del Presidente
Fernando Belaunde Terry.

Incorporó un modelo de universidad moderna, abierta a la formación profesional,


humanística y científica, en capacidad de albergar, a través de la currícula
flexible, la formación epistemológica de base, el acceso al conocimiento
interdisciplinario y una mayor concentración en cursos de especialización.

Esta Ley fue alimentada por el cuerpo conceptual del manifiesto reformista de
1919. La ratificación de docentes, la representación estudiantil, la libertad de
cátedra y la gratuidad (becas) pertenecen al espíritu de esta reforma.

Según refiere Jorge Basadre, en mayo de 1919 visitó el Perú el catedrático y


político argentino Alfredo L. Palacios, quien “divulgó ante un grupo de
estudiantes san marquinos lo que significaba el movimiento cordobés”.

Palacios encontró que ellos estaban preparados para cambiar una universidad
que consideraban tradicional y arcaica. En efecto, los estudiantes se lanzaron
prestamente a la huelga y a la formación de Comités de Reforma.

El terreno de la reforma ya estaba abonado. Entre las acciones precursoras está


la que lideraron un grupo de estudiantes antoninos (Cusco, 1909) encabezados
por Demetrio Corazao, Antonio Astete, Luis E. Valcárcel, entre otros. Ellos
fundaron una Asociación Universitaria y la revista Sierra que se edita hasta
nuestros días. Así nace la primera reforma universitaria en el Perú. La

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culminación intelectual de este proceso fue el lanzamiento de un manifiesto
titulado “Los estudiantes al País”, que estaba encabezado por el lema “Nuestra
divisa es: Pensar y hacer por el Perú y para el Perú”. En este documento los
estudiantes se manifestaban en nombre de la cultura y el sentimiento de la
nacionalidad, reaccionando frente a la “pálida y enferma realidad”, señalando
que perseguían “la organización nacional por medio de la cultura nacional” y que
su objeto era descolonizarse para conocer el mundo por “propio esfuerzo
intelectual”. Y añadían: “Tratamos de acabar con la disociadora aristocracia
universitaria, infiltrando la ciencia que democratiza y unifica. Anhelamos formar
nuestro criterio positivo para el análisis de este enfermo yaciente que se llama
Perú”.

Las demandas del manifiesto de aquella primera reforma eran las siguientes:
1. “Que abandonen los claustros maestros dignos y venerables a quienes
achaques de la edad no permiten ejercer eficazmente sus útiles funciones”,
y también “maestros jóvenes en quienes el pecado de la deficiencia es más
grave”;
2. “provisión y reglamentación de cátedras y concursos”;
3. “orientación de la enseñanza en un sentido eminentemente nacionalista”;
4. “libertad de cátedra y libre disciplina de los alumnos”
5. “intensificación de los estudios prácticos, disminuyéndose el abuso teórico”;
6. “aumento de disciplinas útiles o reducción de las inútilmente extensas”;
7. “creación de bibliotecas especiales para cada facultad”;
8. “supresión de premios y todo falso estímulo de aprovechamiento”;
9. “concesión de becas a estudiantes pobres de Lima y Provincias”;
10. “aumento del haber de los maestros a fin de que puedan dedicarse por
entero a la enseñanza”;
11. “derogación de una ley destinada a abrir fácil camino al diletantismo
profesional”;
12. “representación de los estudiantes en los consejos facultativos y
universitarios.” (9)

Este manifiesto equilibra adecuadamente las demandas sobre calidad


académica con las de carácter reinvindicativo y democratizador. Lo firmaron 41
estudiantes, algunos de ellos, como Raúl Porras Barrenechea, Luis Alberto

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Sánchez, Jorge Basadre y Víctor Raúl Haya de la Torre, dejaron una huella
positiva en la historia de las ideas en el Perú.

3.2. Inobservancia Art. 2, inc. C de la Ley Nº 23733: Ley Universitaria


Durante el análisis de la información recopilada para el presente ensayo, me han
surgido una serie de cuestionamientos, dentro de los principales es si la vigente
Ley Universitaria tuvo su inspiración en el manifiesto reformista de 1919 ¿que
sucedió entonces para que la educación universitaria se encontrara en crisis
originando consecuencias negativas en la formación del estudiante universitario?

¿Quién hace cumplir las leyes? ¿Quién dá las políticas en materia educativa,
basadas en la normatividad? El Estado.
¿Quiénes las aplican? Principalmente las autoridades educativas, pero también
los docentes a través del proceso de enseñanza – aprendizaje.

Antes de seguir con el desarrollo del presente item, quisiera hacer un alto y
proceder mencionar el Art. 2, inc. C de la Ley Nº 23733, la misma que señala
taxativamente lo siguiente:
Son fines de las universidades:
c) Formar humanistas, científicos y profesionales de alta calidad académica, de
acuerdo con las necesdides del pais, desarrollar en sus miembros los valores
físicos y cívicos, las aptitudes de responsabilidad y solidaridad social y el
conocimiento de la realidad nacional, así como la necesidad de integración,
nacional, latinoamericana y universal. (10)

Las políticas del Estado no han contribuido en nada a mejorar la educación


superior universitaria, es así como la universidad pública ha ido perdiendo
funcionalidad en su papel de formar profesionales, humanistas, y científicos que
puedan transformar su entorno, encaminado al desarrollo de su comunidad. Se
puede decir que esta crisis la ha convertida en una institución inútil al sistema o
en todo caso cumple un papel puramente pasivo.

La Educación Superior en el Perú, tanto a nivel de pregrado como de postgrado,


durante el siglo pasado, ha estado caracterizada por un esquema altamente
escolarizado y fragmentado, con énfasis en la formación profesional y
especializada. Ha tenido también un escaso vínculo con el conjunto del sistema
educativo y con el desarrollo socioeconómico del país, así como una limitada

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práctica de la investigación básica, aplicada y de desarrollo. Todo ello, sumado a
una limitada inversión del estado, configura un cuadro que refleja la crisis de la
Educación Superior en el Perú (11 )
Si bien no es materia de estudio del presente ensayo, no obstante considero
necearía su mención, no por el aporte positivo que origino su dación sino que
con ésta norma jurídica se ahondó la crisis de la situación de la educación
superior universitaria en nuestro país.

El Decreto Ley Nº 882, “Ley de Promoción de la Inversión en la Educación”,


emitido por el Gobierno Dictatorial de Alberto Fujimori en noviembre de 1996, de
corte mercantilista. Facilitó la apertura de universidades privadas sobre la base
de incentivar el lucro. En ausencia de mecanismos mínimos de garantía pública
de la calidad de la oferta educativa.

Ante un estado que se había desentendido de su obligación de invertir en


educación universitaria, alguien lo tenía que hacer. Así comenzó la proliferación
de universidades-negocio, que echó más leña al fuego de la crisis, llegando al
estado actual, donde la Educación Superior Universitaria, no sólo es de mala
calidad sino de “mala cantidad”.

Según Jorge Secada (12) el Decreto Legislativo 882, fue engendrado, en


realidad, en el artículo 15 de la Constitución de 1993, vigente actualmente,
donde se reconoce que cualquier persona “tiene el derecho de promover y
conducir instituciones educativas y el de transferir la propiedad de estas” en
contra del texto de la Constitución de 1979 donde se le reconoce el derecho para
“fundar, sin fines de lucro, centros educativos”.

Al interior de las universidades se comenzó a practicar un pragmatismo al estilo


Fujimori: construir mayorías a cualquier precio, anteponer al mérito la
mediocridad, castigar el liderazgo, la exaltación de la viveza criolla y la sumisión.

Las elecciones para elegir miembros del Consejo Universitario, Consejo de


Facultad, devinieron en un negocio de conveniencias. En lugar de partidos
políticos, corrientes ideológicas o tendencias intelectuales, aparecieron las
“argollas”, una suerte de mafias, normalmente basada en un comercio de

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intereses, lo cual les permitía, y les permite hoy, copar todas las instancias. Para
mantener esa mayoría, y acrecentarla, se captura el gobierno de la facultad, el
departamento, las Comisiones de Evaluación de Docentes, los Jurados para
nombramiento, etc. De tal modo que cualquier ratificación, ascenso,
nombramiento o comisiones de servicio, tienen que pasar por manos de la
“mayoría”, que va ganando así adeptos para futuras elecciones. A una escala
mayor, este burdo clientelismo, se practica también para la elección de Rectores
y Vice Rectores, con el añadido, que en mucho de estos casos, las
compensaciones pueden llegar a ser descaradamente, pagos en efectivo o en
especias.

Así, la universidad ha ido, también, abandonando su esencia. La lucha por el


poder administrativo al interior de las universidades se fue tornando encarnizada.
La investigación se fue dejando de lado, introduciendo diversas formas de
titulación y abandonando la titulación mediante la tesis universitaria.

La producción de conocimiento, función esencial de la universidad, se halla muy


relegada, particularmente en el área estratégica de las ciencias básicas y la
producción de tecnología. No hay lineamientos generales, de alcance nacional,
que coordinen la investigación en las universidades, fijando prioridades y división
de funciones al menos entre las universidades públicas. Situación que suele
repetirse en cada universidad.

La ausencia de políticas coherentes de investigación, de largo plazo e impacto


social, que favorezcan la interdisciplinariedad y la cooperación entre
universidades, impide la conformación de una comunidad científica, académica e
intelectual integrada a redes de cooperación permanentes. Ello da cuenta del
aislamiento de la universidad con respecto a su entorno, en particular con el
sector productivo y el Estado; pero es ante todo resultado de la escasa
atención puesta por los gobiernos de turno al desarrollo de nuestra base
científico tecnológica.

Las universidades públicas, instituciones decisivas para el impulso de la


investigación en ciencia y tecnología, han visto disminuir la proporción de fondos
provenientes del tesoro público para ese rubro, lo cual ha generado

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desfinanciamiento de la investigación y una progresiva descapitalización que
afecta la logística que la investigación requiere. No obstante, el esfuerzo que
despliegan en este terreno aún sostiene nuestra precaria base científico
tecnológica. (13)

Por otro lado, la capacitación de los docentes, casi siempre ha sido asumida por
los propios docentes. Esto aunado a los bajos salarios que perciben, que se ven
empujados a trabajar fuera de las universidades donde están contratados o
nombrados a Tiempo Completo o Dedicación Exclusiva, descuidando sus
actividades principalmente en el ámbito administrativo, de capacitación, de
proyección social y de investigación.

3.3. Consecuencias en la Formación del Estudiante Universitario.


- Falta de preparación científica que influye en la mala formación y profesional
que se imparte en las universidades, al no poseer los instrumentos necesarios
para desarrollar investigación científica y la producción de conocimientos como
parte de una propuesta teórico-científica.
- Un profesional que tendrá que dedicarse a la realización de otras actividades
que no son relacionadas con su profesión, debido a la poca demanda en el
mercado laboral de su profesión, aunada a una pobre formación académica
que le permitan enfrentar a una sociedad competitiva, que actualmente marca
la vida de nuestro pais.
- Son profesionales que no contribuyen en nada a la transformación de su
entorno, al desarrollo de su comunidad. Sin decencia, responsabilidad,
dominio de su especialidad, no es innovador, no es proactivo, ni mucho menos
creativo.

CONCLUSION
La inobservancia de la Ley Universitaria origina la falta de formación humanística,
científica y profesional del estudiante universitario.

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BIBLIOGRAFÍA
(1) Definición de formación - Qué es, Significado y concepto  http://definicion.de/formacion/#ixzz2d71uM1ua
(2) http://es.wikipedia.org/wiki/Formaci%C3%B3n_profesional

(3) http://anitas.lacoctelera.net/post/2008/01/26/concepto-la-unesco-formaciain-profesional

(4) http://www.uv.mx/universidad/doctosofi/nme/formac-hum.htm

(5) http://www.reformasecundaria.sep.gob.mx/ciencia_tecnologia/ennfoque.html

(6) http://www.drleyes.com/page/diccionario_juridico/significado/

(7) http://definicion.de/estudiante/

(8) http://www.drleyes.com/page/diccionario_juridico/significado/L/1698/LEY/

(9) Manuel Jesús Aparicio, “Suma y Compendio de la Historia Real y Pontificia de la Universidad de San
Antonio Abad del Cusco”, Libro de Oro, Cusco, 1992.

(10)http://www.larepublica.pe/10-07-2013/ley-universitaria-lee-la-existente-y-la-nueva-que-se-
debate

(11)http://www.losandes.com.pe/Opinion/20130730/7357.htmlFormación Universitaria

(12)http://sisbib.unmsm.edu.pe/bibvirtualdata/publicaciones/letras/n111-112/a11.pdf

(13)http://sisbib.unmsm.edu.pe/bibvirtualdata/publicaciones/letras/n111-112/a11.pdf

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