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La parábola del buen pastor

La parábola del buen pastor es similar a la parábola de la oveja perdida de Lucas.
Esta tiene la peculiaridad de que Juan no contiene muchas parábolas, y es una de
las pocas que Jesús toma el tiempo para explicar con detalle su significado.  

También vemos que al usar la imagen del “buen pastor,” Jesús se está


atribuyendo una de las imágenes que el judío tenia de Dios; empezamos a
entender este tipo de amor y cuidado que Dios tiene con nosotros al leer el
Salmos 23. en Jesús tenemos un ejemplo vivo y perfecto de esta ilustración.

La parábola del buen pastor de acuerdo a Juan 10:1-5:


“Les digo la verdad, el que trepa por la pared de un redil a escondidas en lugar de
entrar por la puerta ¡con toda seguridad es un ladrón y un bandido! Pero el que
entra por la puerta es el pastor de las ovejas.  El portero le abre la puerta, y las
ovejas reconocen la voz del pastor y se le acercan. Él llama a cada una de sus
ovejas por su nombre y las lleva fuera del redil.

  Una vez reunido su propio rebaño, camina delante de las ovejas, y ellas lo siguen
porque conocen su voz. Nunca seguirán a un desconocido; al contrario, huirán de
él porque no conocen su voz.” (NTV)

Jesús da la explicación de esta parábola en los versículos 7-18.

Las ovejas y las otras ovejas: El pueblo de Israel es un redil. Jesús vino
primeramente para ellos. Los cristianos somos esas “otras ovejas” que están fuera
del redil, pero que han aceptado a Jesús y ahora son parte del reino de Dios.
La puerta: Jesús se compara con la puerta de la parábola porque para llegar al
lugar seguro, que es el reino de Dios, uno primero tiene que acudir a Jesús. Cristo
es la única vía al Padre. No hay otra manera. Para ser parte de este redil, Jesús
tiene que ser el pastor.
El buen pastor: Jesús también se compara al buen pastor. Que el pastor y la
puerta sean la misma persona tiene sentido porque ambos representan el cuidado
que Jesús nos provee cuando le pertenecemos a él.  En este caso, el pastor se
preocupa de cuidar con su propia vida a sus ovejas. Jesús dio su vida por
nosotros. Por eso le pertenecemos a él y no al ladrón o al lobo.
Las ovejas también conocen la voz de su pastor. Cuando el creyente escucha
falsas enseñanzas o es tentado por las cosas que dicen en el mundo, siempre
reacción cuando regresa a meditar en la palabra y considera lo que esta dice. Hay
una familiaridad que no se puede fingir entre el pastor y la oveja; es uno de los
privilegios que tenemos al ser parte de este redil

El ladrón y el lobo: Este es Satanás. Todos sus esfuerzos son para alejarnos de
nuestro buen pastor y de esa forma causarnos daño.  También esto puede
representar a falsos maestros y todo agente del mundo que desea separar al
creyente de Jesús.
El Señor termina diciendo que Dios el Padre está contento con su hijo porque este
dará su vida por las ovejas. Después en los evangelios vemos como Jesús dio su
vida en la cruz por nosotros. El buen pastor es alguien que sacrifica todo lo que
tiene que sacrificar por amor a los suyos. Gracias, Jesús, por hacer esto por
nosotros. 

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