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Origen y significado
1. La "Navidad" fue ignorada por los cristianos de los tres primeros siglos; ya que lo único
que celebraban era la muerte y resurrección de Cristo, el "Misterio pascual", cada
domingo.
1. Las Normas Universales sobre el Año Litúrgico aprobadas por el Beato Pablo VI en
1969 describen así la Navidad: "Después de la celebración anual del misterio pascual la
Iglesia tiene como lo más venerable el hacer memoria de la Natividad del Señor y de sus
primeras manifestaciones: esto es lo que hacemos en el tiempo de Navidad que va desde
las primeras vísperas de la Natividad del Señor hasta el domingo después de Epifanía.
La Misa de la Vigilia de Navidad se celebra la tarde del día 24 de diciembre, ya sea antes
o después de las primeras vísperas. El día de Navidad se pueden celebrar tres Misas:
según la antigua tradición romana, es decir, en la noche [misa del gallo], a la aurora y en
el día".
Por la importancia del misterio que celebramos en Navidad se incluyen ocho días de
fiesta (octava), como en la Pascua, ordenada de este modo:
a) El domingo dentro de la octava, o, si no lo hay, el 30 de diciembre, se celebra la fiesta
de la Sagrada Familia de Jesús, María y José.
b) El día 26 de diciembre es la fiesta de San Estaban, el primer mártir.
c) El día 27 de diciembre es la fiesta de San Juan, Apóstol y evangelista.
d) El día 28 de diciembre es la fiesta de los Santos Inocentes.
e) Los días 29, 30 y 31 son días de la octava.
f) El día 1 de enero, octava de Navidad, es la solemnidad de Santa María Madre Dios,
en la que se conmemoraba también la imposición del Nombre de Jesús (ahora se ha
trasladado al 3 de enero).
El domingo entre el 2 y el 5 de enero es el domingo II después de Navidad.
El domingo después del 6 de enero se celebra la fiesta del Bautismo del Señor y con él
finaliza el tiempo litúrgico de Navidad.
3. El color litúrgico de la Navidad es el blanco; y se nos invita a celebrar este tiempo con
la mayor solemnidad posible: ornamentos apropiados, flores para embellecer el
presbiterio, música adecuada.
Belén
La historia del belén se remonta al año 1223, cuando san Francisco de Asís, para
facilitar la comprensión de la Navidad a la gente sencilla de Greccio (Italia), representó
el Nacimiento de Jesús en un establo vecino a su convento: el Niño, la Virgen, San
José y los pastores eran personajes reales, como reales fueron el buey, la mula y las
ovejas.
Los protagonistas del belén son Jesús, María y José («el Misterio»).
También suele haber un buey y una mula. No se citan en el Evangelio, pero Isaías
había profetizado: «Conoce el buey a su dueño, y el asno el pesebre de su amo. Israel
no conoce, mi pueblo no discierne». Los cristianos somos como ese buey y esa mula:
personas humildes pero con ojos capaces de reconocer al Niño Dios.
Cuando el belén es mayor, también hay figuritas de pastores, Reyes magos,
belenitas... e incluso el castillo de Herodes en el horizonte (véase, el rito de bendición
del belén familiar).
Villancicos
Los Ángeles entonaron el primer cántico de Navidad al anunciar el nacimiento de Jesús
a los pastores: Gloria a Dios en el cielo y paz en la tierra a los hombres que ama el
Señor.
Desde entonces se han compuesto innumerables himnos y canciones de Navidad.
Hacia el siglo XIII aparecen los chritsmas carols en Inglaterra; los villancicos
navideños en España; los cantiques de Noël en Francia; los weihnachten lieder en
Alemania; y los kolendas en Rusia y Polonia.
Estos cánticos navideños, sobre todo en España, son generalmente canciones simples,
entonadas por labriegos y pastores (villanos: de allí su nombre de villancicos). Son
mensajes infantiles, llenos de ternura, que expresan con las diferentes melodías
autóctonas el sentimiento de amor y esperanza que despierta la celebración de la
Navidad.
Navidad y Epifanía
En la Navidad es el misterio del nacimiento del Mesías, el Hijo de Dios, el que se
acentúa y celebra. En la Epifanía celebramos la manifestación de su divinidad, su
carácter de Salvador a los Magos, al pueblo judío en el Jordán y en el milagro de Caná.
Los Reyes Magos son Melchor, Gaspar y Baltasar y también son conocidos como los
Magos de Oriente.
La historia cuenta que tres reyes magos fueron guiados por la estrella de Belén hasta
el lugar que contiene el mismo nombre. Esta estrella señalaría el nacimiento del niño
Jesús, y los reyes magos le llevaron regalos, los cuales eran oro, mirra e incienso.
Los regalos que los Reyes Magos le hacen al niño Jesús también tienen un significado:
el oro representa la naturaleza real del niño Jesús, el incienso representa su naturaleza
divina, el incienso es una forma de alabar a Dios. Y la mirra es un compuesto que en
esa época se utilizaba para embalsamar a los muertos, era una representación de la
muerte futura del niño Jesús.
Melchor era una persona de bastante edad, tenía el pelo y barba blanca, fue el rey
mago que entregó el oro. Gaspar es un señor que tiene la piel morena y fue el que le
entregó al niño Jesús el incienso. Baltasar era de raza negra, tenía avanzada edad y le
regaló mirra al niño Jesús.