Yo soy el buen Pastor… es decir que hay otros que no son buenos… Los falsos pastores no entran por
la Las ovejas no reconocen la voz de los extraños. “El hombre vive hoy tan extrañado a sí mismo, que Dios
puerta, sino que como la serpiente en el paraíso, entran mintiendo, engañando una y otra vez la
inteligencia y la libertad. (El hombre, a veces es lobo para el hombre)
El Evangelio de hoy nos describe los rasgos peculiares de la relación entre Cristo pastor y su rebaño, una
relación tan íntima que nadie podrá jamás arrebatar a las ovejas de su mano. De hecho, están unidas a él
por un vínculo de amor y de conocimiento recíproco, que les garantiza el don extraordinario de la vida
eterna.
1. Conoce a las ovejas: “conozco a mis ovejas, y mis ovejas me conocen a mí”. Se trata de un
conocimiento que va más allá de lo meramente intelectual. Es un conocimiento cimentado en el amor. El
buen Pastor conoce a las ovejas. Para él, c/u tiene su nombre: llama a c/u por su nombre, en una relación
personal de amistad. Los pastores de Palestina en tiempo de Jesús, ponían nombre a las ovejas, como
nuestros campesinos a sus vacas y nosotros a los perros y los gatos.
El buen Pastor da su vida por las ovejas”: da la vida, no se la guarda, no es un asalariado, no trabaja por
pura conveniencia personal, no es egoísta, no pone en primer lugar su propio interés. Se juega por
entero. Hace posible la vida de las ovejas, sostiene la vida de las ovejas. Da la vida por ellas, olvidándose
de sí mismo. Se entrega por entero, sin medidas, sin condiciones, se preocupa por las ovejas. Eso hace el
buen Pastor por sus ovejas, eso hace Cristo por nosotros: nos cuida, nos defiende, nos alimenta, nos guía.
Cosa curiosa: todos los animales tienen algún mecanismo de defensa. El toro embiste, el gato araña, el
perro muerde, el conejo corre, el mono trepa, la tortuga se esconde en su caparazón pero ¿y la oveja qué
puede hacer? Nada. La oveja es un animal torpe, débil, indefenso, necesitado, incapaz de autosalvarse,
de defenderse. La oveja necesita vitalmente del pastor. Cristo, nuestro buen Pastor, nos conoce
perfectamente, sabe que somos torpes, débiles, indefensos, necesitados, incapaces de autosalvarnos. Si
también nosotros nos conocemos de verdad y lo conocemos, entonces sabemos que él es nuestra
fortaleza, nuestra defensa y escudo, nuestra Roca protectora, nuestro Alimento, nuestra Vida y Salvación.
Se presenta tb la actitud del rebaño hacia el buen Pastor, Cristo, con dos verbos específicos: escuchar y
seguir. Son características fundamentales para un cristiano. Ante todo la escucha de su Palabra, de la que
nace y se alimenta la fe. Sólo quien está atento a la voz del Señor es capaz de evaluar en su propia
conciencia las decisiones correctas para obrar según Dios. De la escucha deriva, luego, el seguir a Jesús:
se actúa como discípulos después de haber escuchado y recibido interiormente las enseñanzas del
Maestro, para vivirlas cada día.
Las ovejas siguen al pastor porque encuentran que él es el camino que conduce a la vida. Reconocen su
voz. Reconocen la voz de la verdad y la distinguen de las voces lisonjeras de la mentira. Los falsos
pastores oprimen con engañosa mentira y, si fuere necesario, recurren a la violencia, el terror y el miedo,
pero el verdadero pastor nos hace libres, capaces de amar y servir, de esperar y de enfrentar los desafíos.
parece ser el único extraño. Hemos desarrollado una ilimitada capacidad para escuchar las voces más
extrañas, incluso las más opuestas a nuestra fe… pero nos hemos vuelto incapaces de dar oídos a Dios.
Somos seducidos por cuanto mercader quiera vendernos cualquier baratija ideológica, pero no nos
dejamos seducir por Aquel que nos ama con amor eterno. (católicas con d a decidir, y tb entre nosotros
los hay a favor del aborto…)
Las ovejas deben escuchar su voz y seguir al Pastor. Ellas pueden conocer al Pastor por su voz. Las ovejas
son cortas de vista, pueden ver a pocos metros de distancia solam. ¡Por eso es importante escuchar!
Conocer la voz del pastor para seguirlo. Nosotros, como ovejas de Cristo, quisiéramos estar atentos a su
voz, familiarizarnos bien con esa voz, para no dejarnos llevar por falsos pastores que nos conduzcan a las
garras del lobo. Son muchos los lobos que andan cerca, buscando a quién devorar. Por eso es importante
conocer, familiarizarse con la voz del verdadero Pastor.
S Ag: “¿Quién es el asalariado? El que, viendo venir al lobo, huye, porque busca su interés, no el de
Jesucristo; no se atreve a reprender con libertad al que peca. Pecó no sé quién, pecó gravemente; debe
ser reprendido; pero, reprendido, será un enemigo, maquinará y causará daños cuando le sea posible. El
que busca su interés y no el de Jesucristo, por no perder lo que pretende, por no perder la satisfacción de
la amistad de una persona y soportar las molestias de una enemistad, calla y no lo reprende. Aquí tienen
al lobo con las garras en la garganta de la oveja.
El diablo ha incitado a uno de los fieles a cometer un pecado; tú callas, no lo reprendes. ¡Oh asalariado!,
viste venir al lobo, y has huido. Puede ser que respondas: Aquí estoy, no he huido. Has huido, porque has
callado, y has callado, porque has temido. El temor es la huida del alma. Con el cuerpo te has quedado,
pero has huido con el espíritu”
Ex cursus: muchas veces nos preguntamos con dolor: ¿por qué tantos y tantos católicos se alejan de la
Iglesia que fundó Cristo mismo? dejan de creer en Dios, o se van a una secta para escuchar falsos
pastores… Las causas pueden ser muchas, sin duda. Porque también los curas hemos sido como el
asalariado que no cuida bien a las ovejas o como los lobos que dispersan ovejas. Pero me parece que una
de las causas más importante del abandono de la verdadera fe es que no conocemos la voz de Cristo, no
nos hemos familiarizado con su voz, con su Palabra, con su Persona. Tenemos una fe débil porque no
escuchamos. Y con una fe débil, somos fácil presa del lobo rapaz. Mis queridos hermanos: hagamos un
esfuerzo, no nos perdamos la Vida abundante que el verdadero Pastor quiere darnos. No nos
conformemos con migajas. ¡El Buen Pastor quiere darnos los mejores platos! Pero necesitamos para ello
escucharlo y seguirlo. Esto es muy importante. Él nos sigue llamando a cada uno, sale a buscarnos y si es
necesario nos carga sobre sus hombros.
La vida eterna que el Pastor da sólo se puede otorgar a quienes lo acepten y quieran escucharlo y
seguirlo para formar un solo redil. OJO: aquí no se promete el cielo a todo el mundo, sino a aquellos que
«escuchan su voz» y «siguen» al pastor: una pequeñísima condición no negociable para una
consecuencia infinita, inmensamente grande.
«Mis ovejas escuchan mi voz y me siguen». ¡Qué hermosa definición de lo que es el cristiano! Se trata de
estar atento a Cristo, a su voz, a las llamadas que sin cesar, a cada instante, nos dirige. No creemos en un
muerto. Cristo está vivo, resucitado; más aún, está presente, cercano, camina con nosotros. Se trata de
escuchar su voz y de seguirlo, de caminar detrás de Él siguiendo sus huellas. El cristiano nunca está solo,
porque no sigue una idea, sino a una Persona. Pero seguir a Cristo compromete la vida entera.
Que la certeza de que Cristo no nos abandona y de que ningún obstáculo podrá impedir la realización de
su designio universal de salvación, sea para nos motivo de constante consuelo y de inquebrantable
esperanza -incluso en las dificultades-. La bondad del Señor está siempre con nosotros, y es fuerte. 

A ese Dios que ha salido en busca de la oveja perdida que somos nos; a Aquel que nos sigue hasta
nuestros desiertos y nuestras confusiones; a Aquel que ha cargado sobre sus hombros a la oveja perdida,
que es la humanidad, y la lleva a casa, a Cristo, queremos decir con el salmista:

Tú, Señor eres mi pastor, nada me puede faltar. Tú me haces descansar en verdes praderas, me conduces
a las aguas tranquilas y reparas mis fuerzas; me guías por el recto sendero, por amor de tu Nombre.
Aunque cruce por oscuras quebradas, no temeré ningún mal, porque tú estás conmigo.

IV dom Pascua: domingo del Buen Pastor. Se celebra la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones.
Es urgente rezar para que los curas seamos santos. Es urgente rezar para que Dios envíe santas y
abundantes vocaciones sacerdotales a nuestra diócesis de Mendoza. Buenos Pastores a imagen y
semejanza del Buen Pastor.

María Elba Correas: 100 años cumplidos el 10 de mayo - muy colaboradora

Su hermana también muy colaboradora, falleció (Delicia).

Mamina de Pucciarelli: suegra de Galdys Saravia – aniversario de fallecida.