Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
“¿Acaso sirve de algo imaginar que existe una descripción plena, objetiva y verdadera de la naturaleza y que
la medida adecuada de una realización científica es hasta qué punto nos aproxima a dicho fin último?”
Thomas Kuhn
“¿Hay alguna razón de peso para que sustituyamos el conocimiento vulgar que tenemos de la naturaleza y
de la vida y que compartimos con los hombres y las mujeres de nuestra sociedad por el conocimiento
científico producido por pocos e inaccesible a la mayoría?”
Introducción
Ningún campo puede proclamar el estudio del envejecimiento. Cada disciplina realiza
un distinto énfasis de acuerdo a la naturaleza de sus enfoques, conceptos y teorías. En la
búsqueda de un encuentro entre los estudios biológicos, psicológicos y sociales del cambio
a lo largo del tiempo, se enfrenta un gran reto de inconmensurabilidad: la pérdida de
significado de las teorías y los conceptos al cruzar a otros campos o paradigmas
disciplinares que explican el fenómeno de envejecer. Por ejemplo, el estudio del concepto
de autonomía tendrá una connotación completamente diferente para la biología
(autopoiesis), la psicología (elección) y las ciencias sociales (requisito de agencia). ¿Es
posible construir andamiajes teóricos válidos, relevantes y contrastables, que sean
interdisciplinarios, que sirvan de herramientas para abordar problemáticas complejas como
la discriminación por edad, el maltrato, la demencia? El presente trabajo busca argumentar
que la búsqueda de una ciencia interdisciplinar del envejecimiento obliga a consideraciones
críticas que señalan la pertinencia de una aproximación más allá de las disciplinas.
1
Ponencia presentada en el 1er Congreso Internacional Interdisciplinario sobre Vejez y Envejecimiento en la UNAM el 11 de Junio del
2015
2
Gerontólogo por el Instituto de las Naciones Unidas para el Envejecimiento, Universidad de Malta; Docente de la Maestría en
Investigación médica, línea terminal geronto-geriatría, Universidad Autónoma de Querétaro; Alumno de la Maestría en filosofía
contemporánea aplicada, línea terminal en Filosofía de la Ciencia, Universidad Autónoma de Querétaro. Contacto:
alejandro.guevara.alvarez@gmail.com
a. Antecedentes
3
Sobre todo en la construcción de teorías, acuñarán la célebre frase sobre una gerontología que es “rica en datos pero pobre en teoría”
4
Traducción propia, (Bengston, 2009)
que intentan integrar pero que tienden a reivindicar el campo de donde provienen (ej.
psicología del desarrollo) o hacen esquemas hipercomplejos que difícilmente orientan la
experimentación y complican la interpretación de los datos. El andamiaje que la teoría
integradora de la gerontología social nos propone, ejemplifica una buena imagen del
intrincado estado del arte teórico que trata de entrelazar las condiciones biológicas,
psicológicas, sociales, culturales y ambientales del envejecer (Alkema, 2006).
5
Baars J. explica el reto de la constitución social de la gerontología y su influencia ambivalente sobre el proceso de envejecer
dependiendo de las tendencias en su investigar (Baars, 1991)
a un status de enfermedad o discapacidad irreversible6. Más aún, subraya que el cruce
interdisciplinario entre las disciplinas biológicas y sociales sufrirá un desfase, donde la
ubicación de recursos favorecerá a las biotecnologías o las ingenierías más que a las
ciencias interpretativas7.
6
Desde las ciencias sociales se señalará la manera en que las ciencias médicas fueron apropiándose de fenómenos no médicos como el
envejecimiento. Acuñarán el término de biomedicalización, señalando la sofisticación de una estandarización del sujeto, que resultado
de normas impuestas por el complejo salubridad-empresa-tecnología, induce una alienación de auto-conceptos de belleza,
funcionalidad, bienestar y salud (Clark et al, 2010).
7
Esto desde luego citado por fuentes en el primer mundo, que señalan el “retraso” de las ciencias sociales respecto a proyectos
nacionales de investigación interdisciplinaria, imaginemos la agenda presupuestal en los países en vías de desarrollo (Bass en Bengston,
2009)
8
Las principales críticas a la neutralidad científica las encontramos en Rescher, 1999 y Echeverría, 1995.
críticos para identificar que tradición alza la voz, que gremios actúan desde una supuesta
superioridad y que intereses subyacen a estas investigaciones.
Enfrentar los retos del envejecimiento poblacional más allá de una visión interdisciplinaria
e incorporar a los agentes de la sociedad involucrados en este problema, es adentrarse al
centro de un diálogo entre las diferentes tradiciones, culturas, generaciones y saberes, es
aproximarse transdisciplinariamente. Un discurso de la transdisciplina con un enfoque en la
solución de problemas complejos y complicados ha venido emergiendo principalmente en
países de Europa central, Australia y Norteamérica (Klein, 2013). Dicha perspectiva
diferencia tres tipos de conocimiento: 1) Un conocimiento de transformación enfocado en
un cambio definido de acuerdo a los sistemas involucrados (cultural, técnico, legal, etc.); 2)
un conocimiento relacionado con el “bien común” que lidia con un pluralismo de normas y
valores de las partes involucradas en torno al cambio buscado y; 3) un conocimiento
sistémico relacionado con la incertidumbre del origen y curso de los problemas, su
interpretación y opciones de solución percibidas (Pohl & Hadorn, 2007). El filósofo
mexicano León Olivé nos ofrece una definición de transdisciplina:
Se establece entonces que las prácticas de investigación gerontológica que emergen con un
espíritu transdisciplinar están comprometidas con un diálogo participativo entre las
generaciones, donde se desdibujan las fronteras entre los investigadores y las comunidades
participantes. Esta disposición a horizontalizar los enfoques demanda una adaptación
continua de métodos, un reflexionar grupalmente sobre los problemas del envejecimiento,
coproducir posibles soluciones y trabajar sobre prejuicios por edad que se interpongan.
b. Conclusión: retos del envejecimiento vs retos de la gerontología