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República de Colombia

Corte Suprema de Justicia

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA


SALA DE CASACIÓN LABORAL

JORGE MAURICIO BURGOS RUIZ


Magistrado ponente

SL5464-2015
Radicación n° 46853
Acta 14

Bogotá, D. C., seis (06) de mayo de dos mil quince


(2015).

Decide la Corte el recurso de casación interpuesto por


ÁNGELO GIOVANNY CASTRILLÓN SÁNCHEZ, LUCRECIO
HELÍ SANTA SANTA, JOSÉ ANTONIO HENAO GIL Y
FERNANDO ALBERTO GAVIRIA OSORIO, contra la
sentencia proferida por la Sala Laboral del Tribunal
Superior del Distrito Judicial de Medellín, el 21 de mayo de
2010, en el proceso que instauraran los recurrentes y
GERARDO ANTONIO ALCARAZ RESTREPO, JOSÉ
WILLIAM ZAPATA MONTOYA, JORGE LEÓN VALENCIA
GUTIÉRREZ Y RUBÉN DARÍO VALENCIA SUÁREZ
contra las EMPRESAS PÚBLICAS DE MEDELLÍN.- E.S. P.-

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Radicación n.° 46853.-.

I. ANTECEDENTES

Al recurso extraordinario interesa precisar que los


demandantes reclaman les sea declarada la existencia de
sendos contratos de trabajo con la demandada; que
desempeñan las mismas funciones específicas y comunes
que las ejercidas por el señor JOSÉ RENÉ OROZCO
OCAMPO, con la misma calidad, eficiencia y disponibilidad;
que son remunerados con un salario inferior al devengado
por el citado señor OROZCO; que en consecuencia de lo
anterior se condene a la empresa a realizar la nivelación de
lo devengado por los actores con el salario percibido por el
señor OROZCO; así como al pago del incremento dejado de
percibir de salarios y prestaciones sociales desde el día que
ocuparon el cargo de «operador centro de control energía»
con la respectiva indexación, en las fechas indicadas para
cada uno de los promotores del proceso.

Relatan los actores, con el propósito de sustentar lo


pedido, que ingresaron en diversas épocas a laborar al
servicio de la empresa para desarrollar cada uno de ellos
diferentes cargos; «pero en la actualidad desempeñan (todos)
la labor de «Operador Centro de Control de Energía» en el
Centro Local de Distribución, adscrito a la gerencia de
Distribución de Energía»; desde el momento en que fueron
asignados a la labor indicada ejercen las mismas funciones,
específicas y comunes que las ejecutadas por el señor
OROZCO en la categoría “E23”; estas actividades hacen
relación a la Operación, Supervisión y Control del sistema
de Distribución de Energía de la EPM cumpliendo el

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Radicación n.° 46853.-.

objetivo principal de garantizar el servicio de energía con


una operación segura y económica con la mayor eficiencia;
que éste proceso se desarrolla a través de cuatro consolas
así: primera y segunda: manipulada cada una por un
empleado, con cuatro monitores, conmutador, radio
teléfono para realizar las tareas de supervisión y control de
treinta y cinco (35) Sub estaciones de energía de la EPM y
otras operadoras de Red; además de atención de solicitudes
y suministrar diariamente la información de rigor respecto a
las novedades relevantes sucedidas cada 24 horas; Tercera
Consola: se enfoca en la atención de daños de energía en el
área rural o urbana del área metropolitana de Medellín;
Cuarta Consola: en esta se aprueban y analizan todas las
solicitudes que llegan a través del sistema de todos los
trabajos programados que se van a realizar en las redes de
distribución de energía; los ahora recurrentes en casación
ingresaron a desempeñar el cargo que hoy ocupan el 4 de
enero de 1999, con la excepción de FERNANDO ALBERTO
GAVIRIA OSORIO, que lo haría el 21 de mayo de dicho año;
que la demandada, en respuesta a petición que efectuaran,
les informó respecto a las funciones específicas y comunes
que venían cumpliendo las que, confrontadas con las del
señor OROZCO OCAMPO, resultan ser las mismas de
Operador Centro de Control de energía; que este último
trabajador devenga un salario superior a los actores lo que
determinó, a través de un derecho de petición, se le
reclamara sin éxito a la empresa- 11 de septiembre de
2003- la correspondiente nivelación salarial.

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Radicación n.° 46853.-.

La empresa, al contestar la demanda y oponerse a las


reclamaciones de los actores explica que en virtud a las
facultades de las que se encuentra revestida la Junta
Directiva de la entidad se creó el cargo de Operador Centro
de Control Energía categoría E 16; con unas tareas básicas
y específicas, «como consecuencia de la implementación de la
automatización en las subestaciones y el rediseño del
proceso de operación del sistema eléctrico UEN Distribución
Energía, lo cual implicó a su vez la modificación de las
funciones del personal y por lo tanto se hizo necesario
adecuar los oficios a las nuevas actividades, encontrándose
que deben modificarse los cargos y las funciones de los
oficios existentes; que el cargo de Operador Centro Control
de Energía fue creado a través de la Resolución 179802 de
junio 13 de 2001, por lo que no es cierto que los
demandantes hubiesen iniciado el ejercicio de las funciones
de dicho puesto de trabajo en épocas anteriores a esta
última.

Frente a las pretensiones opone las excepciones de


pago; prescripción; falta de causa y carencia de acción;
incompetencia de jurisdicción e inexistencia sustancial del
derecho.

II. SENTENCIA DE PRIMERA INSTANCIA

El Juzgado Segundo Laboral del Circuito de


Descongestión de Medellín, aparte de declarar la
vinculación laboral de cada uno de los demandantes con la

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Radicación n.° 46853.-.

demandada; concluye en que éstos desempeñan las mismas


funciones que realiza JOSÉ RENÉ OROZCO OCAMPO y
condena a la accionada a «reconocer y pagar a los
demandantes el reajuste salarial consistente en la diferencia
de salario devengado por el señor… OROZCO OCAMPO»
incluyendo el de las prestaciones sociales desde el 14 de
junio de 2001, día en el que se crea el cargo, hacia adelante
junto con la correspondiente indexación.-

La anterior decisión es precedida de la reflexión que


encuentra demostrado que los demandantes «cumplen sus
funciones en jornada y condiciones de eficiencias también
iguales a las del señor Orozco Ocampo; y que la llamada a
juicio no acreditó que los actores «no tuvieran las
habilidades, condiciones de destreza o eficiencia que
justifiquen no tenerlos remunerados de la misma manera…»

III. SENTENCIA DE SEGUNDA INSTANCIA

La Sala Laboral del Tribunal Superior del Distrito


Judicial de Medellín, para revocar la decisión del a quo que
fuera recurrida por la demandada, declara probada la
excepción de inexistencia sustancial del derecho y la
absuelve de todas las pretensiones que le fueron
propuestas.

La determinación colegiada es resultado de las


consideraciones que centran el problema sometido a su
examen en resolver «si le asiste la razón al fallador de

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Radicación n.° 46853.-.

primera instancia, cuando dice que el salario y los demás


pagos a que tienen derecho los actores deben reajustarse
teniendo como base el ingreso salarial del compañero con el
cual pidieron hacer la comparación o si por el contrario no
tienen razón los actores y debe revocarse la decisión»

En atención a lo anterior el ad quem realiza una


aproximación teórica a la institución de la carga de la
prueba para decir, después de corta reseña, que entre todas
las posturas doctrinarias la acogida por nuestro
ordenamiento es la Teoría del supuesto de hecho en la que
«La carga de la prueba no indica quien (sic) está obligado a
llevar la prueba, sino quien (sic) asume el riesgo por no
llevarla,…si quien debe aportar la prueba no lo hace corre
con el riesgo de que su pretensión no salga adelante.».

Luego, al continuar su análisis, señala que el recurso


de apelación parte de plantear la interpretación y aplicación
equivocada del a quo, respecto al artículo 5º de la Ley 6ª de
1945 en el sentido de señalar éste, en su sustentación, que
el principio de igualdad no es absoluto ni omnímodo pues
debe tenerse en cuenta cuando, como en el sub lite, la
desigualdad no ha sido creada por capricho o decisión
arbitraria sino que obedece a la observancia del principio
protector del salario, según el cual en razón a la
modernización tecnológica de un sector de la empresa, que
implicó un movimiento de personal, se produjo la diferencia
salarial referida en la demanda de Orozco Ocampo con
respecto a los actores.

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Radicación n.° 46853.-.

Y explica aún más lo narrado en el recurso de


apelación, «Una persona que tenía un cargo que fue
suprimido y pasó, por gracia de la estabilidad a un cargo
inferior que tiene asignado un salario inferior pero que a él
no puede desmejorársele el suyo. Es decir, todos los que
están en el mismo cargo devengan el salario asignado a ese
cargo y uno de ellos gana un mayor ingreso sin que se
violenten los principios de igualdad que contempla la carta
política y de a trabajo igual salario igual que contempla la
legislación laboral.».

Resalta una primera conclusión probatoria al indicar


que del fondo del debate emerge «la claridad de que
efectivamente y de eso no hay duda, los demandantes
desempeñan exactamente iguales funciones que el señor
JOSÉ RENÉ OROZCO OCAMPO, realizan su trabajo en las
mismas condiciones y, sin embargo, este devenga un mayor
salario que aquellos».

Agrega que las partes se encuentran de acuerdo en


todo, haciendo alusión a la diferencia salarial y al origen de
ésta; sin embargo difieren en torno a considerar, - los
actores-, la violación al principio de igualdad; y la empresa,
la inexistencia de tal transgresión, cuando, como en el sub
examine, el mayor ingreso salarial responde al respeto de la
empleadora a principios y derechos mínimos irrenunciables.

A continuación expresa que «la igualdad salarial se


predica entre iguales, según principio constitucional de “a
trabajo igual salario igual”. Lo cual solo se puede predicar de

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Radicación n.° 46853.-.

quienes ejercen el mismo tipo de funciones y tienen


responsabilidades iguales como mínimo, lo cual es el caso
que pretenden reivindicar los actores, si miramos el asunto
desde el punto de vista de los demandantes. No hay duda
que el cargo de categoría E 16 es el mismo que desempeñan,
tanto los actores como el señor Orozco con quien pretenden
comparar sus ingresos para que se les aplique los
respectivos reajustes.».

Destaca que la segunda declaración de la sentencia del


juez de primera instancia que aludiera al desempeño de los
demandantes de las mismas funciones que ejerciera Orozco,
con igual calidad, responsabilidad y eficiencia pero
recibiendo un salario inferior; no fuera apelada para dejar
por fuera de la controversia este aspecto.

También es cierto y aparece probado en el proceso,


dice el ad quem, «que en la empresa demandada hubo una
restructuración en la que se suprimieron algunos cargos y se
crearon otros».

Subraya que los propios demandantes en las


declaraciones de parte que rindieran y que aparecen
visibles entre folios 458 a 463 del expediente, «son claros y
coincidentes en decir que los cargos para los que laboraban
fueron suprimidos por gracia de un proceso de
automatización en la distribución de la energía o por un
proceso de selección y habiéndose creado el de operador
centro de control de energía al que pasaron todos ellos;

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Radicación n.° 46853.-.

algunos de ellos en decir que el señor José René Orozco tiene


una mayor antigüedad.»

Luego remite a la declaración testimonial de Beatriz


Gaviria Arango (f. 405) que refiere como se suprimieron
algunos cargos y crearon un único cargo «…las personas
que devengaban un salario inferior tuvieron un incremento
salarial y las personas que devengaban un salario superior
al cargo creado conservaron su salario anterior…»;
afirmaciones que serían confirmadas por el señor Orozco.

Explica que las categorías de los cargos son diversas;


el señor Orozco E23 y los actores E22, E21, I 20, y E 16 y el
código de oficio en unos casos 4164 y en otros 4162.

Después de lo anterior copia sentencia CSJ SL de


enero 23 de 2007, rad 27.724 para finalizar señalando que
«existen razones objetivas y serias que justifican la
diferenciación en la asignación salarial devengada por los
demandantes y la devengada por el señor Orozco Ocampo;
por lo que revoca la decisión del juez de la primera
instancia.-

IV.- RECURSO DE CASACIÓN.-

Interpuesto por los demandantes, Concedido por el


Tribunal y admitido por la Corte, se procede a resolver

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Radicación n.° 46853.-.

V.-ALCANCE DE LA IMPUGNACIÓN

Como discreparan los actores de la decisión de


segunda instancia impetran contra ella recurso
extraordinario con la finalidad de que esta Sala de la Corte
la case parcialmente en cuanto revocó la sentencia de
primer grado, declaró la excepción de inexistencia
sustancial del derecho y absolvió a la demandada de todo lo
pretendido contra ella; y en instancia confirme lo resuelto
por el juzgado.

En procura de obtener de esta Sala la indicada


determinación, plantea dos cargos de distinta vía y diferente
modalidad de violación, que encuentran oposición, y que
en razón a su común finalidad y similar elenco normativo
tendrán un mismo pronunciamiento.

VI.-CARGO PRIMERO

Acusa a la sentencia de violar en forma directa y en la


modalidad de interpretación errónea los artículos: 5º de la
Ley 6 de 1945, en relación con los artículos 143 del C. S del
T., y 13, 25 y 53 de la Constitución Nacional, e infringió
directamente los artículos 1, 4, 12, 17 de la Ley 6 de 1945;
42. 45, 58, 59 del Decreto 1042 de 1978; 5,
8, 17, 24, 25. 32, 33, 40, 45, 46 del Decreto 1045 de 1978;el
Decreto 1919 de 2002; los artículos 127, 186, 306, 249 del
C. S del T.; la Ley 52 de 1975 y el Decreto 116 de 1976.

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Radicación n.° 46853.-.

Para demostrar la acusación copia apartes de las


consideraciones del tribunal en las que éste concluye en
que los demandantes desempeñan funciones exactamente
iguales a las ejercidas por el señor OROZCO OCAMPO;
realizando un mismo trabajo en iguales condiciones y, sin
embargo, este devenga un mayor salario que aquellos.

Así como destaca el párrafo de las consideraciones en


las que el ad quem señala que, con respecto a la aludida
conclusión, no existe diferencia entre las partes las que
sólo se encuentran en contradicción en relación con las
consecuencias jurídicas de dicha desigualdad.

De igual manera resalta las propias valoraciones del


superior en las que afirma que:

«No hay duda que el cargo de categoría E 16 es el mismo


que desempeñan, tanto los actores como el señor Orozco con
quien pretenden comparar sus ingresos para que se les
apliquen los respectivos reajustes.»

También refiere como conclusión no debatida el que en


la empresa se realizara una restructuración que trajo como
consecuencia la supresión de unos cargos y la creación de
otros.

Todo lo anterior para indicar que su divergencia con el


ad quem se encuentra en la conclusión a la que arriba
después de realizar las valoraciones reseñadas, esto es «

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Radicación n.° 46853.-.

que existen razones objetivas y serias que justifican la


diferenciación en la asignación salarial devengada por los
demandantes y la devengada por el señor Orozco Ocampo»

Para el impugnante la señalada conclusión es


producto de «la errónea interpretación de la ley sustancial
que se acusa, porque el salario, como contraprestación o
retribución del servicio personal que presta el trabajador (Ley
6 de 1945, arts. 1 y 4; Decreto 2127 de l945, art. 2 literal c.),
es factor fundante del derecho al trabajo (C.N. arts. 1 y 25), y
también, un medio de participación en la vida económica del
País y de realización personal en condiciones dignas (C.N.
arts. 2, 11 y 16), por todo lo cual debe ser móvil, y
proporcional a la cantidad y calidad del trabajo (C.N. art.
53). Además, corno principio democrático, el salario lleva
ínsitos los postulados constitucionales y legales de igualdad
y de no discriminación (Ley 6a de 1945, art. 5; C. S. del T.
art. 143; CN, arts. 13, 25 y 53).»

Y al efecto reproduce los artículos 5º de la


Ley 6 de 1945 y 143 del C. S. del T; para decir que en
arreglo a estos preceptos y en concordancia con los
artículos 13, 25 y 53 de la Constitución Nacional, «en la
relación laboral no debe haber diferencia de salarios entre
trabajadores dependientes de una misma empresa, en una
misma región económica y por trabajos»

Que si en la práctica laboral se diere esta desigualdad


sólo podrá ser justificada si se fundamenta en “razones de
capacidad profesional o técnica, de antigüedad, de

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Radicación n.° 46853.-.

experiencia en la labor, de cargas familiares o de


rendimiento en la obra”, pero en ningún caso en razones
diferentes, de nacionalidad, sexo, edad, religión, opinión
política, actividades sindicales, reestructuración
administrativa, innovaciones tecnológicas, categoría del
cargo, código del oficio, la protección de un trabajador en
particular, etc. »

Aduce que las normas, en lo atinente a las condiciones


justificativas de la diferencia salarial entre trabajadores
dependientes de una misma empresa, «en una misma región
económica y por trabajos equivalentes, que además tienen
trabajo igual y lo desempeñan en puesto, jornada y
condiciones de eficiencia iguales,» por el carácter de orden
público que las inspira (C. S. del T.. arts. 14 y 16 núm. 1°),
y por el principio protector de la irrenunciabilidad que las
acompaña (C. S. del T., arts. 13, 14 y 43; C.N., arts. 13 y
53), son de interpretación restrictiva.

En virtud a lo anterior debe entenderse que «hechos


diferentes a la capacidad profesional o técnica del
trabajador, a la antigüedad en el cargo u oficio; a la
experiencia en la labor, a las cargas familiares o al
rendimiento, deben excluirse como justificantes de un trato
desigual en esta materia.»

Y al concretar su razonamiento a la reestructuración


administrativa alegada por la demandada advierte que
éstas, al igual que las innovaciones tecnológicas, dependen
de la voluntad y arbitrio del empleador quien pretende «con

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Radicación n.° 46853.-.

ellas ahorrar costos, elevar los índices de productividad y


obtener mayores ganancias, lo cual es licito, siempre que no
se atente contra los derechos de los trabajadores.»

Puestos en esta línea de pensamiento, y en los precisos


términos de la Constitución Nacional (C.N., arts. 13, 25,
53 y 333), el empleador no sólo no puede discriminar
salarialmente al trabajador, sino que además debe
hacerlo partícipe de sus mayores dividendos, obtenidos
por causa de los avances tecnológicos y de las
reestructuraciones de su planta de personal, máxime si
esas transformaciones implican cambio de funciones y
la asignación de mayores responsabilidades para el
operario, porque ello representa el espíritu de
coordinación económica y equilibrio social por el que
propugnan las normas laborales (C. 3. del T., arts. 1 y
18), y dado que, conforme a. la legislación laboral, el
trabajador participa de las utilidades o beneficios de su
empleador, pero no asume sus riesgos o pérdidas (C, 3.
del T., art. 28).

Agrega que en lo atinente a las categorías del cargo y


los códigos a los que se alude ello no corresponde con lo
preceptuado por la propia Constitución Nacional en su
artículo 122 en el sentido de no poder existir empleo
público que no tenga funciones detalladas en la ley o
reglamento; así como tampoco puede derivarse la señalada
exigencia del espíritu del artículo 5 de la Ley 6a de 1.945 y
del artículo 143 del C. S del T.

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Radicación n.° 46853.-.

Indica que, la reestructuración administrativa, las


innovaciones tecnológicas, la “categoría’ del cargo, el
“código” del oficio, «son circunstancias ajenas o extrañas al
trabajador, a su formación profesional, a su destreza y a su
rendimiento, y por ello no tienen la virtud de justificar la
diferencia de trato en materia salarial, si por otra parte se
reúnen las exigencias de ley para que no se de tal
desigualdad en los salarios de los trabajadores.»

Luego, señala que el fin del artículo 5º de la Ley 6ª de


1945, en concordancia con el artículo 143 del C. S. del T. y
los artículos 13 y 53 de la Constitución Nacional, no es la
reducción del salario a quien más devengue sino propender
porque «la igualdad salarial entre trabajadores dependientes
de una misma empresa, en una misma región económica y
por trabajos equivalentes, no por lo alto sino por lo bajo, pues
el mayor salario percibido por uno de ellos es precisamente
uno de los supuestos normativos para la nivelación. De ahí
que el amparo de los derechos de un trabajador en particular
-con el que se realiza la respectiva comparación-, no justifica
discriminar a un número plural de trabajadores, puestos en
su misma situación profesional.»

Al finalizar apela al principio de proporcionalidad,


para referir que no aparece lícito que para preservar el
monto del salario de un trabajador, se desconozca el derecho
a un mismo salario, de un número plural de trabajadores,
pues al igual que ese trabajador, ostentan el mismo cargo,

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Radicación n.° 46853.-.

desempeñan iguales funciones, en la misma jornada,


eficiencia y grado de responsabilidad.

VII.-RÉPLICA

Considera la opositora acertadas las consideraciones


del ad quem de manera especial en la que fuera su
principal conclusión conforme a la cual la diferenciación
salarial responde a razones objetivas y serias asociadas al
hecho de que el señor Orozco Ocampo, antes de la
restructuración y supresión de su cargo, ostentaba una
asignación salarial superior que debía ser respetada.

VIII.- CARGO SEGUNDO

La sentencia recurrida incurrió en falta de aplicación


del artículo 5 de la Ley 6a de 1945, en relación con los
artículos 143 del C. S. del T.; 13, 25 y 53 de la Constitución
Nacional; 1. 4, 12, 17 de la Ley 6a de 1945; 42, 45, 58, 59
del Decreto 1042 de 1978; 5, 8, 17, 24, 25, 32, 33, 40, 45,
46 del Decreto 1045 de 1978; el Decreto 1919 de 2002; los
artículos 127, 186, 306, 249 del C, S. del T.; la Ley 52 de
l975 y el Decreto 116 de 1976.

Refiere que Tribunal transgredió las normas


anteriores en razón a incurrir en los siguientes errores de
hecho:

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Radicación n.° 46853.-.

1. No dar por demostrado, estándolo, que JOSE ANTONIO


HENAO GIL, ANGELO GIOVANNI CASTRILLON SANCHEZ,
FERNANDO ALBERTO GAVIRIA OSORIO y LUCRECIO HELI
SANTA SANTA al igual que JOSE RENE OROZCO OCAIVIPO, son
trabajadores antiguos de Empresas Públicas de Medellín E.S.P.

2. No dar por demostrado, estándolo, que JOSE RENE OROZCO


OCAMPO tiene la misma antigüedad en el cargo de Operador
Centro Control Energía que JOSE ANTONIO HENAO GIL,
ANGELO GIOVANNI CASTRILLON SANCHEZ, FERNANDO
ALBERTO GAVIRIA OSORIO y LUCRECIO HELI SANTA SANTA.

3. No dar por demostrado, estándolo, que JOSE ANTONIO


HENAO GIL, ANGELO GIOVANI CASTRILLON SANCHEZ,
FERNANDO ALBERTO GAVIRIA OSORIO y LUCRECIO HELI
SANTA SANTA, nada tuvieron que ver en los cambios que
introdujo Empresas Públicas de Medellín.

4. No dar por demostrado, estándolo, que en la creación del


cargo, en la asignación de una categoría y en la fijación del
salario, primó el arbitrio de Empresas Públicas de Medellín
habiendo sido la empresa la que creó la desigualdad salarial.

5. Dar por demostrado, sin estarlo, que existen razones objetivas


y serias que justifican la diferencia entre el salario de JOSE
ANTONIO HENAO GIL, ANGELO GIOVANNI CASTRILLON
SANCHEZ, FERNANDO ALBERTO GAVIRIA OSORIO, LUCRECIO
HELI SANTA SANTA, y el salario de JOSE RENE OROZCO
OCAMPO.

6. No dar por demostrado, estándolo, que no existen razones


objetivas y serias que justifiquen la diferencia entre el salario
devengado por JOSE ANTONIO HENAO GIL, ANGELO GIOVANNI
CASTRILLON SANCHEZ, FERNANDO ALBERTO GAVIRIA

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Radicación n.° 46853.-.

OSORIO, LUCRECIO HELI SANTA SANTA, y el salario devengado


por JOSE RENE OROZCO OCAMPO.

El Tribunal incurrió en estos yerros fácticos por causa


de la falta de apreciación de unas pruebas, y de la errada
valoración de otras.

En cuanto a las pruebas no apreciadas hacen relación


a los documentos de folios 34, 174, 206, 288, 189, 279, 365
a 383 y 48 a 49.

En lo que respecta a la prueba no calificada, no


apreciada, esta corresponde al testimonio de Jaime Alfredo
Alcaraz Silva (fls. 453 a 454).

Aquellas apreciadas erróneamente son las


documentales de Folios29, 28, .30, 31, 23,105 a 114; 98 a
99 ; 94 a 95; 96 a 97; 117 a 125; 337 a 348 y 349 a 362.

Los interrogatorios de parte que absolvieron los


recurrentes (fis. 460 a 461, 459v. a 460,463 y 462. a 463).

Y como prueba no calificada erróneamente apreciada,


las declaraciones de Liliana Beatriz Gaviria Arengo (fis. 465
a 466) y José René Orozco Ocampo (fi5. 467 a 468).

En cuanto al primer error:

Señala que el ad quem valoró equivocadamente la


documental de folios 29, 28, 30. 31 y 23 del Cdno. 1, al ver

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Radicación n.° 46853.-.

sólo en ella la “categoría’ de los cargos y el “código” de los


oficios (fi. 524 Cdno. 1). Pasando por alto que según esas
documentales, JOSÉ ANTONIO HENAO GIL ingresó a la
empresa el”l0-12-1990” (fi. 29); ÁNGELO GIOVANNI
CASTRILLON SÁNCHEZ lo hizo el “14.07-1986” (fi. 28);
FERNANDO ALBERTO GAVIRIA OSORIO entró el “24-07-
1995” (fi. 30); y LUCRECIO HELI SANTA SANTA se vinculó
el “10-12-1990” (fi. 31).

Afirma que en la respuesta que la empresa diera a la


demanda (fis. 105 a 114 Cdno. 1), también erróneamente
apreciada, se lee:

José Antonio Henao Gil ingresó mediante contrato de trabajo... a


partir del 10 de diciembre de 1990” (fi. 105); Ángelo Giovanni
Castrillón Sánchez:, ingresó mediante contrato de trabajo ... a
partir del 14 de julio de 1986” (fi. 106); “Fernando Alberto
Gaviria Osorio, ingresó como empleado público ... a partir del 25
de julio de 1995 “ (fi. 106); y (Lucrecio Helí Santa Santa, ingresó
mediante contrato de trabajo... a partir del 10 diciembre de
1990” (fi. 106).

De haber apreciado correctamente estos documentos,


dice el impugnante, el tribunal concluiría por fuerza que
JOSÉ ANTONIO HENAO GIL, ÁNGELO GIOVANNI
CASTRILLON SÁNCHEZ, FERNANDO ALBERTO GAVIRIA
OSORIO y LUCRECIO HELÍ SANTA SANTA, «son
trabajadores antiguos de Empresas Públicas de Medellín
E.S.P., al igual que José René Orozco Ocampo, en el
entendido de que todos ellos ingresaron a su servicio hace
varios años, lo que demuestra el primer error de hecho.»

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Radicación n.° 46853.-.

Segundo error:

Aduce que en la sentencia recurrida, el Tribunal


concluyó que:

... no hay duda que el cargo de categoría E 16 es el mismo que


desempeñan, “JOSÉ ANTONIO HENAO GIL, ANGELO GIOVANNI
SÁNCHEZ, FERNANDO ALBERTO GAVIRIA OSORIO y LUCRECIO
IDELI SANTA SANTA, como José René Orozco Ocampo (fi. 523
Cdno. 1).

Pero el Juez colegiado apreció erróneamente la


contestación de la demanda (fis. 105 a. 114 Cdno. 1),
«porque sólo vio en ella el argumento que sustenta la
respuesta al hecho tercero del libelo inicial, consistente en
que la empresa respeta “... el principio que a los trabajadores
mientras persista la relación laboral o no haya solución de
continuidad, no se les puede disminuir el salario inicialmente
pactado .. »(fi. 108 Cdno. 1). En palabras del Tribunal, “ ...
los actores aseguran que deben ganar el mismo salario del
señor Orozco y la accionada dice que Orozco gana un mayor
ingreso salarial debido a que se le están respetando unos
principios y unos derechos mínimos irrenunciables ..“ (fis.
522bis a 523).

Debió haber tenido en cuenta el ad quem, dice la


censura, que según esa contestación:

“... en la sesión de 25 de mayo de 2001, la Junta Directiva


aprobó la creación del cargo Operador Centro de control Energía,

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con categoría E 16 y el gerente general mediante resolución


número 179802 de junio 13 de 2001, decidió incorporar a dicho
cargo, entre otros, a los demandantes... “(fi. 105 Cdno. 1); que,
“... la Junta Directiva de las Empresas Públicas de Medellín
aprobó la creación del cargo Operador Centro de Control de
Energía, con categoría E 16 y el gerente general mediante
resolución número 179802 de junio 13 de 2001, decidió
incorporar a dicho cargo, entre otros, a los demandantes ... “(fi.
106 Cdno. 1); y que,

“…Frente las fechas citadas por los demandantes en las cuales


supuestamente empezaron a desempeñar el cargo Operador
Centro de Control Energía, se aclara que de conformidad con el
oficio suscrito por el Gerente General a cada uno de los actores
anexo en el acápite de pruebas, la fecha de incorporación de
todos los demandantes a dicho cargo se realizó a partir del 25 de
mayo de 2001... “(fi. 109 Cdno. 1; subrayas son dci texto).

En el documento de folios 34 Cdno. 1, no apreciado por el


Tribunal, se lee que, en junio 13 de 2001 mediante resolución
179802 se creó el cargo Operador Centro de Control Energía,
categoría E 16... “.

Resalta que el tribunal estimó equivocadamente los


documentos de folios 98 a 99, 94 a 95. 100 a 101 y 96 a 97,
«porque sólo vio en ellos las “razones” que dio la empresa
demandada a JOSE ANTONIO HENAO GIL, ANGELO
GIOVANNI CASTRILLON SANCHEZ, FERNANDO ALBERTO
GAVIRIA OSORIO y LUCRECIO HELI SANTA SANTA, “... para
no atender sus solicitudes las mismas ya plasmadas en el
escrito de apelación de la sentencia” (fi. 524 Cdno. 1).»

21
Radicación n.° 46853.-.

El Juez colegiado no vio que en esos documentos


también se les dice a los recurrentes en casación que
«...posteriormente según resolución 179802 de junio 13 de
2001 se suprime el oficio que usted desempeñaba, y se
incorpora en el cargo de Operador Centro de Control Energía,
categoría E16... “(fis. 98, 94, 100 y 96 Cdno. 1)»

Agrega que el superior no valoró los documentos de


folios 174, 206. 288, 189 y 279, a través de los cuales el
Gerente General de Empresas Públicas de Medellín E.S.P.
comunica a «JOSE ANTONIO HENAO GIL, ANGELO
GIOVANNI CASTRILLON SANCHEZ, FERNANDO ALBERTO
GAVIRIA OSORIO, LUCRECIO BELI SANTA SANTA y JOSE
RENE OROZCO OCAMPO, que “... mediante Resolución
N°179802 del 13 de junio de 2001, dispuse su incorporación
a partir del 25 de mayo del mismo año, al Cargo de
Operador Centro de Control Energía... en el centro de
actividad 7380...».

Subraya que el ad quem no examinó el documento de


folios 365 a 383 del Cdno. 1, Resolución 179802 del 13 de
junio de 2001 mediante la cual se expresa que el Gerente
General de la demandada, considerando que “... la Junta
Directiva de las Empresas Públicas de Medellín E.S.P.,
aprobó en la sesión del 25 de mayo de 2001 la supresión y
creación de algunos empleos y la incorporación de los
funcionarios a quienes les fue suprimido el oficio”, resuelve
incorporar a los siguientes funcionarios:

22
Radicación n.° 46853.-.

José René Orozco Ocampo, Operador Centro de Control Energía


Especial... “(fi. 380 Cdno. 1), “José Antonio Henao Gil, Operador
Centro de Control Energía, Ángelo Giovanni Castrillón Sánchez,
Operador Centro de Control Energía, Lucrecio Helí Santa Santa,
Operador Centro de Control Energía” (fi. 381 Cdno. 1), y,
“Fernando Alberto Gaviria Osorio, Operador Centro de Control
Energía” (fi. 382 Cdno. 1).

Así mismo, enfatiza en que el Tribunal no apreció el


documento de folios 48 a 49 Cdno. 1, de fecha 21 de abril
de 2005, dirigido a JOSE RENE OROZCO OCAMPO, JOSE
ANTONIO HENAO GIL, ANGELO GIOVANNI CASTRILLON
SANCHEZ, FERNANDO ALBERTO GAVIRIA OSORIO y
LUCRECIO HELI SANTA SANTA, por medio del cual se les
comunica que “... el oficio Operador Centro de Control
Energía Especial no existe, sólo existe el de Operador Centro
de Control Energía... “

De haber estimado la documental de folios 34, 174,


206, 288, 189 y 279, 365 a 383 y 48 a 49, y apreciado
correctamente la correspondiente a los visibles en las
páginas 105 a 114, 98 a 99, 94 a 95, 100 a 101 y 96 a 97;
necesariamente había concluido que el cargo de Operador
Centro de Control Energía se creó el 13 de junio de 2001, que
JOSE RENE OROZCO OCAMPO y los recurrentes en casación
fueron incorporados a ese cargo el día 25 de mayo de 2001,
y que por obvias razones el citado José René Orozco Ocampo
no es más antiguo en el oficio de Operador Centro Control
Energía que JOSE ANTONIO HENAO GIL, ANGELO
GIOVANNI CASTRILLON SANCREZ, FERNANDO ALBERTO

23
Radicación n.° 46853.-.

GAVIRIA OSORIO y LUCRECIO HELI SANTA SANTA lo que


demuestra el segundo error de hecho.

Respecto a los yerros tercero y cuarto:

Afirma que el superior resaltó (f.523) la conclusión de que


en la empresa demandada se había producido una
restructuración en la que se suprimieron algunos cargos y
se crearon otros; sin embargo, en virtud a haber apreciado
erróneamente los documentos de folios 117 a 125, 337 a
348 y 349 a 362 Cdno. 1, sólo vio lo concerniente «a la
reestructuración, a la supresión de unos cargos y a la
creación de otros.»

Lo anterior, dice, sin que el juez de la apelación viera


«que todos esos documentos provienen de Empresas Públicas
de Medellín E.S.P., y que en ellos no aparece huella de la
más mínima injerencia o participación de los trabajadores
recurrentes en casación.»

Agrega la censura que si se examina el documento de


folios 117 a 125 Cdno, 1 que da cuenta del acta de Junta
Directiva N 1345 del 15 de julio de 1999:

… en él se lee, respecto del balance semestral de la demandada,


que “... para las circunstancias económicas y financieras por las
que actualmente atraviesa el país; los resultados económicos
obtenidos por las empresas son buenos ... “(fi. 118 Cdno. 1).
Sobre los estados financieros, se destaca que a junio de 1999,
“... los activos alcanzaron un nivel de $8.8 billones... “(fi. 121

24
Radicación n.° 46853.-.

Cdno. 1). Y en materia de personal, se anota que “... para


atender nuevos requerimientos de la Entidad es indispensable la
supresión de 107 piezas de oficios y la creación de 99 ... “, para
“... evitar desajustes entre los procesos, las funciones asociadas
y los cargos de los funcionarios que los realizan, compensando
con la supresión de plazas vacantes algunas nivelaciones
originadas por la asignación de funciones diferentes para unos
trabajadores ...

En cuanto al documento de folios 338 a 342 aduce que


este contiene un estudio. sobre técnicas de análisis de
puestos, evaluación de puestos en su criterio subjetiva
análisis comparativos de sueldos y salarios, fuentes de
datos sobre compensación, procedimientos para estudios de
sueldos y salarios, de carácter abstracto y genérico pues no
explica «por qué al nuevo cargo se le asignó una determinada
categoría, un código y un salario, que en muchos casos
resulta inferior al que tenían la mayoría de trabajadores
cuyos cargos fueron suprimidos, incluidos los recurrentes en
casación».

El documento de folios 343 a 346 está anexo al


anterior y corresponde al listado te trabajadores reubicar.

Alude a los documentos de folios 347 “PROPUESTA


MODIFICACION ASPECTOS LABORALES” y el de folio 348
referente a la valoración del cargo Operador Centro de
Control Energía, y el salario a 2001; los que no «permiten
saber cómo llegó la empresa a fijar la categoría del cargo en
E 16, ni el salario, en la suma de $1.4 l9.725.92.»

25
Radicación n.° 46853.-.

Así mismo hace referencia al listado de personal


operador de equipo (f. 349) ; del estudio de costos laborales,
alusivo a la “curva de operación “, creada “con el fin de
compensar la sobre remuneración por trabajo en domingos y
festivos, que algún persona] perdía al dejar de ser
trabajadores oficiales “; de la “transformación de la
naturaleza jurídica” de la empresa, por la cual los empleados
públicos, exceptuando el personal directivo, “volvieron a su
condición de trabajadores oficiales”, cobijados por
convención colectiva, “lo que les da derecho a una liquidación
superior por el trabajo diurno y nocturno en dominicales y
festivos”; de los costos laborales de la jornada de trabajo 12
x 24 horas; de extra costos de la jornada 12 x 24 horas; de
la antigüedad del personal de Operadores.

Al mencionar los interrogatorios de parte absueltos por


los recurrentes que considera equivocadamente apreciados
por el juez plural, al no advertir éste que en dichas
declaraciones «los demandantes recurrentes no confesaron
hechos o circunstancias relevantes de la reestructuración,
que le den sustento legal a la diferencia en el salario con
respecto a José René Orozco Ocampo. ».

Y al efecto reproduce, en lo que considera pertinente,


las versiones de los actores para señalar que si el ad quem
las hubiese valorado correctamente, en conjunto con la
documental a la que se ha hecho referencia, concluiría que
los recurrentes no fueron inspiradores ni promotores de la
reestructuración, que nada tuvieron que ver en la supresión
de cargos y en la creación de otros, ni en la fijación de la

26
Radicación n.° 46853.-.

categoría; que en todo ello primó el propio querer de


Empresas Públicas de Medellín E.S.P., con el propósito de
ahorrar costos y obtener mejores dividendos; y que fue la
propia demandada la que creó la desigualdad salarial,.

En lo atinente a los errores quinto y sexto:

Destaca que si se examinaran los testimonios de


Alcaraz Silva y Gaviria Arango, prueba no calificada en
casación pero admisible para su análisis de demostrarse
alguno de los errores de hecho, se concluiría que los actores
no participaron en los pormenores de la restructuración al
no ser tenidos en cuenta al efecto y que «los demandantes
recurrentes, al igual que José René Orozco Ocampo,
ingresaron al servicio de la empresa hace varios años, hecho
que permite catalogarlos como trabajadores antiguos de
Empresas Públicas de Medellín E.S.P.;»

Finalmente subraya que la determinación de primer


grado, que se reclama confirmar, no corresponde a una
sentencia en abstracto puesto que las
«Empresas Públicas de Medellín E.S.P. conoce y paga,
periódicamente, tanto el salario como las prestaciones
sociales, legales y convencionales, a los señores JOSE RENE
OROZCO OCAMPO, JOSE ANTONIO HENAO GIL, ANGELO
GIOVANNI CASTRILLON SANCHEZ. FERNANDO ALBERTO
GAVIRIA OSORIO y LUCRECIO HELI SANTA SANTA, razón
por la cual no puede afirmarse que se trata de un derecho
abstracto.»

27
Radicación n.° 46853.-.

IX.- RÉPLICA
Subraya la replicante que el cargo comporta un
importante error de técnica al indicar como modalidad de la
violación la de falta de aplicación cuando ha debido
señalarse la aplicación indebida que corresponde a la
transgresión por la vía de los hechos que es la planteada en
el cargo.

28
Radicación n.° 46853.-.

X.-CONSIDERACIONES

Sea lo primero referir que no obstante resultar válida la


afirmación de la antagonista del recurso, en cuanto hace
relación a las observaciones técnicas del segundo cargo, en
las que resalta que la modalidad propia de la vía indirecta
es la aplicación indebida, por lo que constituye una
impropiedad aludir a la falta de aplicación; debe señalarse
que el desatino no tiene la virtualidad de inhibir el examen
propuesto pues se entiende, con claridad, que la acusación
se encuentra dirigida al sub motivo de la aplicación
indebida de la norma que en realidad hizo producir efectos
el tribunal, esto es, el artículo 5 de la Ley 6a de 1945-

De otra parte, debe anticiparse que la acusación no


arriba a buen suceso en virtud a las razones que a
continuación se exponen:

Sea lo primero señalar que el Tribunal concluye lo


siguiente:

1.-Que los actores desempeñan exactamente iguales


funciones que el señor JOSÉ RENÉ OROZCO OCAMPO.

2.-Que los demandantes realizan su trabajo en las mismas


condiciones que el señor JOSÉ RENÉ OROZCO OCAMPO y,
sin embargo, éste devenga un mayor salario que aquellos.

29
Radicación n.° 46853.-.

3.- Que no existe discusión respecto al origen de la


reconocida desigualdad salarial, esto es, «que en la empresa
demandada hubo una restructuración en la que se
suprimieron algunos cargos y se crearon otros».
4.- Que en tal virtud « los cargos para los que laboraban
fueron suprimidos por gracia de un proceso de
automatización en la distribución de la energía o por un
proceso de selección y habiéndose creado el de operador
centro de control de energía al que pasaron todos ellos;….»
5.- En razón a ello «…las personas que devengaban un
salario inferior tuvieron un incremento salarial y las
personas que devengaban un salario superior al cargo
creado conservaron su salario anterior…»;

Estas fueron las principales consideraciones fácticas del


superior tras las cuales encuentra que como el origen de la
declarada y probada diferenciación salarial se halla en la
restructuración administrativa, cuya existencia no fuera
controvertida, existen motivaciones objetivas que la
justifican; razón por la cual no hay lugar a ordenar la
nivelación consagrada en la ley como lo ha dicho la doctrina
jurisprudencial que invoca para acreditar la determinación
recurrida.

30
Radicación n.° 46853.-.

No giró el proceso alrededor de específicas condiciones


del trabajador referenciado que justificaran su mayor
ingreso salarial, como su capacidad profesional o técnica,
experiencia en las labores que el cargo demande, ni el
rendimiento, ni las cargas familiares, ni la antigüedad de
éste en la empresa; como parece haberlo entendido,
respecto a este último tópico, el recurrente a juzgar por las
referencias que en este sentido realiza en el segundo cargo;
puesto que no fueron alegadas por la demandada como
soporte que explicara el reprochado desnivel y, por
supuesto, examinadas por el tribunal.

Aclarado lo anterior, debe decirse que el centro del debate


en casación se reduce a discernir sí asiste razón al tribunal
en la argumentación atrás descrita; o, a la censura cuando
no encuentra justificable, en los términos de ley, la
diferenciación salarial atribuible a la restructuración
administrativa pues ella no corresponde a los criterios de
capacidad profesional o técnica, de antigüedad, de
experiencia en la labor, de cargas familiares o de
rendimiento en la obra; únicos eximentes al efecto, a juicio
del censor.

La diferencia salarial, entonces, no resulta de nada


diferente al proceso de la indicada restructuración
administrativa sin que sea producto de una dirigida
intención de la empleadora encaminada a privilegiar al
señor Orozco frente a los demandantes; es consecuencia de
respetar a quien devengaba más, por el ejercicio de

31
Radicación n.° 46853.-.

funciones anteriores, su valor salarial así fuere a


desempeñar, en virtud a la modernización tecnológica, un
cargo de menor asignación salarial.

Y es que más allá, de los enunciados criterios del artículo 5º


de la Ley 6ª de 1945 relativos a la capacidad profesional,
antigüedad, experiencia, cargas familiares o de rendimiento
en la obra; se encuentra, como repetidamente lo enseña la
doctrina Constitucional y de esta Corte, la indagación por
las razones objetivas que expliquen el tratamiento diferente
y permitan distinguirlo de la proscrita discriminación.

La jurisprudencia de esta Sala ha enseñado que:

… es legítimo que existan diferencias razonables en la


remuneración de los trabajadores, siempre y cuando estén
fundadas en razones objetivas, como el régimen jurídico que se
les aplica, o surgidas de aspectos relativos a la cantidad y la
calidad del trabajo realizado, tales como la antigüedad del
trabajador, la capacidad profesional, las condiciones de
eficiencia, el rendimiento, la jornada laboral, etc.

Y esos elementos que justifican el trato diferente no han quedado


totalmente al arbitrio del empleador, pues la ley se ha encargado
de establecer en cuáles casos debe existir igualdad en la
remuneración y los factores laborales que dan derecho a esa
igualdad.

En el caso de los trabajadores oficiales, condición laboral que


ostentaba la actora, el citado artículo 5º de la Ley 6ª de 1945,
que para el recurrente fue equivocadamente entendido, en lo
pertinente señala: “ La diferencia de salarios para trabajadores

32
Radicación n.° 46853.-.

dependientes de una misma empresa en una misma región


económica y por trabajos equivalentes, sólo podrá fundarse en
razones de capacidad profesional o técnica, de antigüedad, de
experiencia en la labor, de cargas familiares o de rendimiento en
la obra, y en ningún caso en diferencias de nacionalidad, sexo,
edad, religión, opinión política o actividades sindicales”. (CSJ SL
-de 10 de junio de 2005.-Radicado, 24272.)

En SL CSJ de enero 23 de 2007; radicado, 27724; se


dijo:

Reiteradamente lo ha señalado la doctrina constitucional que


una de las dimensiones del derecho a la igualdad es el de la
discriminación, puesto que evidentemente la práctica de estas
conduce a la violación de la igualdad material; en el mundo del
trabajo los derecho y las libertades, por los que se realiza la
dignidad humana del trabajador, y se le reconocen los derivados
de su trabajo como la remuneración, en cualquiera de sus
manifestaciones, no puede ser otorgados haciendo
diferenciaciones odiosas, acudiendo a las categorías de sexo,
raza, origen nacional o familiar, lengua, religión, opinión política
o filosófica, para dar por ellas trato de inferioridad, pero no por
sólo las anteriores que enumera de manera expresas el artículo
13 de nuestra Carta Política, sino también por circunstancias
que carezcan de justificación razonable, por las que las
decisiones del empleador al tasar los derechos laborales se
convierten en ejercicio de arbitrariedad.

Y en un pronunciamiento más reciente SL 6217 -2014


26 de noviembre de 2014; radicado.- 45830; se expresó:

En Colombia, a partir de la Constitución de 1991, por efecto del


Art. 93 superior, ambos convenios internacionales «prevalecen en
el orden interno», o sea, forman parte del llamado bloque de la

33
Radicación n.° 46853.-.

constitucionalidad, en forma indisoluble con el artículo 13 de la


Carta. Esto significa que los citados convenios se erigen en
razones para las reglas legales que en Colombia regulan la
igualdad y no discriminación en materia retributiva en el ámbito
laboral. En concreto, son razones para los preceptos incluidos en
los señalados artículos 5º de la Ley 6ª de 1945 y 143 CST, cuyo
alcance y significado deberá definirse en función de tales
instrumentos internacionales ratificados por Colombia, y por
tanto incorporados como cánones superiores en el ordenamiento
jurídico interno.

De esta manera, las diferencias en las retribuciones de


trabajadores que desempeñen iguales o semejantes trabajos,
solo podrán justificarse cuando ellas obedezcan a criterios
objetivos, como se explicará ahora.

B. Los criterios de valoración para determinar un trato


igualitario.
Ha de darse un tratamiento igual (en beneficios o cargas),
cuando dos entes u objetos compartan uno o varios elementos
comunes, con base en los cuales se predique su igualdad. Al
respecto, esta Sala, en sentencia de anulación del 4 de diciembre
de 2012, Rad. 55501, se expresó así:

(…) En otras palabras, la igualdad de trato y no discriminación


en el trabajo, exige tratamiento igualitario en materias salariales
y prestacionales para los trabajadores dentro de un mismo
contexto laboral, cuando los trabajadores se encuentren en
igualdad de condiciones.

Lo anterior quiere decir que no son admisibles tratos


diferenciados en temas salariales, prestacionales, en
oportunidades de promoción, en seguridad y salud
ocupacionales, en formación, etc., cuando esos tratos se basen

34
Radicación n.° 46853.-.

en motivos irrelevantes –o sea, no objetivos-, pues en tales casos


el trato será discriminatorio.

Por el contrario, no se atentará contra el principio de igualdad y


no discriminación, cuando a cierta persona o colectivo de
personas se otorgue un trato diferente, pero basado en motivos
razonables y legítimos, o relevantes (por ejemplo, una
remuneración mayor para quienes tengan más altos niveles de
responsabilidad, o con mejor productividad, etc.; o determinados
beneficios o auxilios familiares para quienes tengan específicas o
mayores responsabilidades en ese campo, etc.)

Entonces si, como lo señalare la doctrina de esta Sala,


«las diferencias en las retribuciones de trabajadores que
desempeñen iguales o semejantes trabajos, solo podrán
justificarse cuando ellas obedezcan a criterios objetivos,» y
aparece demostrado en el proceso que la diferenciación
salarial reconocida y declarada no fue fruto de una
caprichosa, antojadiza y particular decisión de la
empleadora en beneficio del trabajador Orozco sino que, por
el contrario, obedece a motivaciones asociadas a la
restructuración administrativa determinada a su vez por las
modificaciones tecnológicas descritas; se concluye que no se
equivoca el tribunal al establecer que asistieron a la
empresa razones objetivas que explican y justifican el
cuestionado desnivel del ingreso entre demandantes y el
trabajador en referencia.

No prosperan los cargos


No se casará la sentencia.

35
Radicación n.° 46853.-.

Costas a cargo de los recurrentes; se fijan agencias en


derecho en la suma de Tres Millones Ciento Cincuenta mil
pesos ($3.150.000,00).

XI-DECISIÓN

En mérito de lo expuesto, la Corte Suprema de


Justicia, Sala de Casación Laboral, administrando justicia
en nombre de la República y por autoridad de la ley, NO
CASA la sentencia proferida por la Sala Laboral del Tribunal
Superior del Distrito Judicial de Medellín, el 21 de mayo de
2010, en el proceso que instauraran ÁNGELO GIOVANNY
CASTRILLÓN SÁNCHEZ, LUCRECIO HELÍ SANTA SANTA,
JOSÉ ANTONIO HENAO GIL Y FERNANDO ALBERTO
GAVIRIA OSORIO, GERARDO ANTONIO ALCARAZ
RESTREPO, JOSÉ WILLIAM ZAPATA MONTOYA, JORGE
LEÓN VALENCIA GUTIÉRREZ Y RUBÉN DARÍO
VALENCIA SUÁREZ contra las EMPRESAS PÚBLICAS
DE MEDELLÍN.- E. S. P.

Costas a cargo de los recurrentes; se fijan agencias en


derecho en la suma de Tres Millones Ciento Cincuenta mil
pesos ($3.150.000,00).

Cópiese, notifíquese, publíquese, cúmplase y


devuélvase el expediente al tribunal de origen.

36
Radicación n.° 46853.-.

CLARA CECILIA DUEÑAS QUEVEDO


Presidente de Sala

JORGE MAURICIO BURGOS RUIZ

ELSY DEL PILAR CUELLO CALDERÓN

RIGOBERTO ECHEVERRI BUENO

GUSTAVO HERNANDO LÓPEZ ALGARRA

LUIS GABRIEL MIRANDA BUELVAS

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