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RAPSODAS DEL NUEVO SIGLO

I
Es una tarde calurosa. Dos ebrios vagabundos retozan en el Parque El Pino, de la
Ciudad Lacustre, como alegres gitanos recién llegados desde algún jodido lugar del
mundo. El mocetón de cabello largo, sombrero de ala ancha y poncho de tela, toma un
sorbo de ron y sube sobre una banqueta, desde ahí recita un montón de grandiosos
retazos de poemas, imágenes desarticuladas carentes de coherencia, esforzándose,
quizás, en articular los decires jamás dichos por los eminentes orfebres nacidos en la
entrañable capital del altiplano. Días después, durante la presentación de un libro en la
Casa de la Cultura, sumamente achispado presencia el evento, luego en un bar junto a
otros entusiasmados devotos de la luminosidad, Leo Cáceres departe sobre temas
diversos, también sobre su predilección por la “Patafísica”, o el tratado sobre la nada,
que no es más que desahogo esotérico: “en las vértebras televisivas de una catarata / en
la terrosidad de una nube en llamas / en los brazos tibios de la escarcha / en la lucidez
de un accidente / en todos los gritos / que expiando sus demasías / armonizan la
disección solar”. Es pues, la cadencia del hacedor de símbolos, que discurre como
desorientado canturreo de pajarraco perdido en el laberinto de sus enfebrecidas
ofuscaciones; puesto que, de sugestivos acontecimientos están hechos sus días.
Comediante, ignorado por los directores de cine, como Cristo ignorado por alucinado
que, sin embargo, emergió hacia los cielos. Leo pretendió elevarse, lo mismo que el
mítico personaje, puesto que, en su ebriedad -según confiesa- infinitas veces voló hacia
el paraíso de los predilectos rapsodas que tatuaron de magnificas coplas su sensibilidad,
y regresó al abismo de la nada que a este mundo considera. En medio del estanque
paralelo al malecón, una noche, luego de discursear antiquísimos poemas de carácter
religioso, pedaleando sobre un metálico pato pretendió elevarse en cuerpo y alma hacia
el eterno reino de los astros. Los apus a quienes imploró que contribuyeran en su
intento, desoyeron la súplica; entonces, procuró hundirse en las aguas para ser devorado
por los antiguos espectros submarinos, en vano. Fue rescatado, minutos después, al
borde de la hipotermia. Sus frustrados deseos descartados no están, rejuró volver a
llevar a cabo la fallida quimera. Pasado la medianoche, meses después, sobre el
Huajsapata tras una liebre ardiente corrió para atraparla y bañarse en su irradiación
maldita, pero las circunstancias quisieron que se eclipsara la energía del sacrosanto apu
que con los intrusos desde siempre juega a horas designadas por sus enigmáticos deseos,
y, porque a intrusos como Leo quien baila, golpeado por los granizos en las lluviosas
estaciones, tal vez los truenos tampoco se incrusten sobre él para convertirlo en
miserable despojo o en iluminado poseedor de virtudes como los paqos, pues, el oficio
de hacer cantar a las hojas de coca, mucho menos le corresponde, aunque no es distinto
a los quehaceres subordinados a la palabra.

II

La creación literaria es manifestación noble, pulsación sensual, sugestiva ráfaga


que sacude el santuario denominado Cinco y Medio, donde el erotómano Alexander
Hilasaca, entona himnos dedicado a las herederas de la penumbra: “¡Mujer no agaches
la cabeza cuando las aves miran tus pechos descubiertos y confunden tus labios con la
vulva de tu regazo, levanta la cabeza y mira cómo Dios levanta su verga!”. Repercute
brioso el ilusorio verbo y las hembras contemplan el cielorraso ornado de luces
fosforescentes como pretendiendo encontrar la silueta del siniestro Creador del Mundo.
Hilasaca, celebra con incontables jarras de sangría el nacimiento de su nuevo engendro,
Pájaro ebrio. Recita hasta degenerar en ronco graznido su voz. Llora recordando viejas
heridas y su llanto es fúnebre poema, también los dibujos de sus manos para las damas
de compañía. Y, renuncia a la música de aquel antro, escoltado por el camarada
Chumbe avanzan heridos por la frígida temperatura de la noche. Frente a la catedral de
la gran Ciudad del Lago, Chumbe pronuncia un alegato: “¡Yo soy el creador del hijo de
puta, Jehová!, ¡También soy el creador de Moisés! ¡Yo soy el creador de Abraham y de
Jesucristo! ¡Yo el creador del mundo y de todo lo que existe!”. Un perrillo de enérgico
ladrido desde una azotea festeja la desafiante invocación. Zangoloteando por las calles
van en busca de la licorería más cercana para adquirir el supremo combustible, bendito
bálsamo para alimentar el estanque de los ensueños. Se multiplican las rutinarias
andanzas, suceden los eventos literarios continuamente, los nacimientos de las criaturas
y el homenaje con las botellas de vino y la música hace mas placentero el arte de
departir sobre las exquisiteces devoradas y sobre las aún vírgenes de lectura. Hilasaca
es, pues, fervoroso adepto del célebre Charles Bukowski, heredero de su genuina
esencia y pálida reproducción de los vestigios de Henry Miller y de Allen Ginsberg. Sus
graznidos de zopilote por quienes merecen existir en el tiempo en sus poemarios saben a
sinceros agasajos, pues, en Testamentos negros de Babilonia, el poema intitulado El
mundo está muy aburrido, va dedicado a uno de sus viejos amigos: “A Armando
Villanueva, a tu corazón tan sensible que sigue cagado como este país’ ¡Basta! Que las
maricas recojan las hojas de coca / y el roció que caen de los tejados / que los gallos nos
levanten por ultima vez / con su canto florido y necio / y los huertos ya no alberguen
rosas ni girasoles / nada de flores para ti Magdalena, / ni versos que tracen los arados de
los amores / tampoco pétalos rotos ni guayabas / que endulcen tus labios solo para ti /
desenfreno, olvido y silencio”. Sin duda, Alexander Hilasaca, alias Satanás, se reconoce
como el “Poeta que ha sido capaza de sumergirse en la vida de los marginados,
desposeídos, rateros, vagabundos, locos y prostitutas”.

III

En contraposición al violento graznido de Alexander Hilasaca y la metafísica


entonación de Leo Cáceres, fluye el canto tierno y dulce de dos pichones nacidos de los
huevecillos de la genealogía oquendiana: Glinio Cruz y Wilson Chiara. Los versos
íntegros que componen el poemario intitulado A la sombra de tus párpados, es el
homenaje a la ternura: “Hay un jueves que predica en tu nombre / por los parques aun
ignorados / y que al detenerse en las esquinas / le apredrean las miradas / que creen que
sus ojos son ojos / cuando (en verdad) / son sólo dos bolas de cristal. / pero los tuyos /
son dos mundos / que no figuran en los mapas / y sólo ese jueves / conoce de esos
mundos”. Glinio Cruz, poeta solitario, apartado de los ambientes literarios es posible
que vuelva a obsequiarnos el manjar de otro nuevo canto, sin embargo, quedará en el
tiempo como reivindicación de su juventud su primera criatura. A diferencia de Glinio,
el delicado artífice, Wilson Chiara, en su recorrido por los distintos recintos de los
centros académicos a las entristecidas damas supo poseerlas y hacerlas el amor con su
delicado canto de emotivo canario. Encantadas, las señoritas oían sus decires nacidos
desde lo más hondo del bobo; y, cantó los versos de Oliverio Girondo, las armoniosas
estrofas de Bob Marley, los sencillísimos poemas del tío Benedetti, también arrojó al
viento sus poemas matizados de sediciosos chispazos. Sucedió una mañana cuando
recitó un clásico poema del maestro Bertolt Becht, a modo de desasnar al auditorio, y
después culminó con una frase del épico Ernesto Guevara de la Serna. Herido hasta el
meollo de su existencia el doctor Juan Luis Cáceres Monroy, poseedor de un agudo oído
de zorrillo, desde su perspectiva política, como nostálgico devoto del rancio apogeo del
colonialismo, sintió el golpe atroz en su mezquina sensibilidad. Rencorosos sus ojos
chispearon como si el el el verbo del cantor como si se tratara de la más imperdonable
agresión contra su torcida dignidad. El desquite del viejo Catulo, habitualmente se
traducía en reprobar a quienes no encajaban en su voluntad. Chiara fue uno de ellos. Lo
supo al finalizar el semestre, tiempo en que el doctor suele desaparecer de la Facultad de
Educación.

Acosado por la feroz ofensiva del amor que filtró por sus desprevenidos poros, el
delicado lírico, resignado, quiso degustar las circunstancias al lado de la preciosísima
Izumi. Ilusionada ella, iluminado él. ¿Momentánea o frustrada ilusión? Quiso el destino
que el muy revoltoso de cupido fallara el tiro, según el horóscopo que carece de
credibilidad. La relación naufragó. Ellos lo saben, pero es menester que nosotros
también, puesto que, tiempo después, Chiara sacó a relucir las romanticonas epístolas
con las que supo comunicarse, aunque, tal vez, nunca sepamos sobre las
correspondencias de su agraciada musa. He ahí, parte de una de las misivas: “Marzo 22
Izumi: Si pudiera perder tu sonrisa en este salón, donde perdiste / una mañana para jugar
con tus cabellos, créeme que lo intentaría, / pues te descubro imprimiendo la soledad /
en la puerta de mi casa, donde vivía un corazón que llamaba a tu puerta, / en ese viejo
jirón donde tu ternura alimentaba a este sujeto hecho de harapos”. Tierno, siempre,
como peluche de felpa que ornamenta los brazos de las chiquillas mimadas, tierno en
sus modales ante las damas, tierno en sus decires, pues el mejor testimonio de su
temperamento está escrito en las páginas de las criaturas que dio a luz.

IV

Los poetas catalogados dentro del post – 2000, será posible que ¿agonizan dentro del
oscuro pozo de “La poesía del vacío”? O será que ¿el arte por el arte se orienta por la
ruta de la predilección por la “nada”? No es atinado generalizar, el canto de los rapsodas
como el de los pájaros poseen distintas tesituras. La travesía hacia la “nada” de Leo
Cáceres, es distinto al “vacío” de Ditmar Castro, que exterioriza sus Neurastenias (de
un individuo solo). Ahora bien, “Neurastenias”, me sabe al pasado miserable de mis días
de mocito desorientado en la oscuridad de las galerías en los socavones de La
Rinconada. No sé cuales fueron las experiencias de Ditmar, aunque tengo el confuso
recuerdo de haberlo visto en las frías aulas del colegio secundario donde yo a las
quinientas asistía como alumno libre. Su arte posee leves resquicios de su travesía por la
mina:“Algunas aves se prodigan / en la copa de un árbol / floreciendo a orillas del
cosmos / Junto a las húmedas piedras / escudriñando el mal hábito de la lluvia / desde
esta barca solitaria”. En la dimensión de su escritura están los antecedentes de los
obreros del nublo, puesto que, “Junto a las húmedas piedras”, muchas veces anduvo que
vomitaron los socavones al borde del abismo parece sentirse pájaro desterrado de la
copa del árbol y después “barca solitaria” o peón agonizante en medio de la espesa
atmósfera de los laberintos malditos. “Entre la polvareda y lo absorto que llega a
confundirse mi tez húmeda”, No hay duda de que Ditmar, dentro de la polvareda de un
humedo rincón ejerció el oficio de gastero, en la mina, pues son evocaciones de su
pasajero oficio sus versos. Yo lo conocí, antes de que se hiciera pájaro cantor, por aquel
entonces yo asistia como alumno libre al salón de clases en el colegio donde estudiaba,
y de vez en cuando, al colegio donde cursaba estudios, pero como yo andaba a la deriva
me pareció mas fructífero asistir a las cantinas a instruirme en el oficio de aprender a
querer a las musas y como amante de los licores. Desde entonces, a Ditmar lo perdí de
vista, muchos de sus compañeros sucumbieron en los brazos de las lindas chicas y de las
pallaqueras, yo me quedé en los antros de las salvación, aunque nunca creí que ditmar
llegara a ser un canario de subjetivos trinos, complejos situado dentro del vacio
miserable tan deseado por el gitano Leo Cáceres.

es decir, el ejercicio literario de Leo Cáceres, con suma escrupulosidad como supo
exponer, dicho de modo apropiado, se sitúa dentro del “esoterismo de la nada” o mera
calistenia extraviado en el abismo delirante.

Este pintor contiene a los mejores pintores que en el mundo han sido. Todos, desde los
muy antiguos hasta los de hace un rato, conviven, muy a la mala, dentro de él.

Revista Escribidores. Gatos y garabatos: saul Castellanos, INCACUTIPA,

Leo Cáceres y Alexander Hilasaca, Antonin Artaud y Charles Bukowski, una fría tarde
dieron por clausurado los muchos días celebrados con vino y todo tipo de tragos:
perfume, timolina, agua carmelitana, que le bebiendo una gaseosa, para mitigar la
resaca, llegó Mijail, recitó sus poemas. Se fueron al muelle, recitaron versos a la luna,
de tao li, a la noche. Leo agarró un pato y pedaleó en el muelle. Una noche pasando por
la catedral de Puno el famoso Chumbe recitó estos poemas: yo creador del hijo de puta
Jeová, yo soy el creador del mundo, soy el creador de Moisés, de Cristo, Abraham, yo
soy el autor de todo lo que existe¡

que de la sabe a los alcoholizados tufos de los puteríos donde beber siempre fue un
tributo dedicado a los maestros universales, a los anónimos y a los amigos

derrotados por las letales fuerzas de la cirrosis, adversarios de quienes desorientan el


mundo de la vil realidad. No fue una, fueron muchísimos los acontecimientos dedicados
a …………….

habita en los sueños de otros ilusos vagabundos, amigos suyos, como el Acontecieron
muchas tertulias, parafraseando versos de los grandísimos maestros de la literatura
universal o recitando

como el Chumbe, el Pitágoras y otros mocetones que habitan en sus versos a modo de
homenaje, a manera de recuerdos. Bebiendo en el muelle, en la esquina del Mercado
Central, en las miseras cantinas de las calles, hablando con el berraco Luis Ormachea, el
didáctico Ruben Soto y las mujeres que supieron oir sus agrios susurros de maldito
pájaro escapado de los libros del viejo Bukowski. Recorrimos varios vericuetos . el
pintor Lizardo Bustamante, Armando Villanueva…… su pasión por Miller, Sade…….

Por los callejones de los eructos bukowskianamente ebrio que habita Hilasaca son los
mismos vericuetos habitados por el viejo Henry Miller

Mientras a Hilasaca le dure la existencia será un obstinado homenaje al viejo Bukowski,


pues reproduce su graznido devoradoras de la hoguera de los hambrientos feligreses.

Conector lógico para empezar otro párrafo …………..

Disertar sobre al desnudo, escribidores, gatos y garrbatos, hablar sobre orkopata, sobre
Oquendo, hablar sobre Gorki, a través de Henry esteba,

En el chongo presentamos Trece lascivas perversiones, que nada de perverso tiene.


Quemamos libros en la casa de Miguelito. Lucho recitaba los poemas de Mostajo, fue
frente a la tumba de Churata que leimos poemas de Maria Panero. Hrmes aun siendo
cachimbo recitaba versos de machado, deliraba, soñaba con darse una revolcada con
Juanita la Panccarita: entrñable musa. Lucho que soñaba con musas de la dimensión
oceánica de Hilda Gadea. La predilección por el paraíso de Oscar Wilde, de Saul
Castellanos. O Hilasaca, por el emputecido viejo Bukowski, la predilección de Leo
Caceres por la patasofia, como de algun otro entusiasmado por la pachasofia, (el
objetivo es trascender en el tiempo? Es obrigatorio? Porque? Lo importante es gozar de
lo que se hace simplemente. ) la poesía que mas destacan de los post 2000, los
engendros nacidos de la genealogía oquendiana son: Yudio Cruz y Wilson Chiara.
Todos ellos tuvieron
----un rasgo en común: seguir con la genealogía oquendiana. No solo por la forma, sino
por el contenido temático, es decir, el amor un punto de anclaje y recurrente en sus
poemas.-----

No se puede desmerecer el trabajo que hicieron, pero si podemos acusarlos de no


plantear una propuesta estética.

Y de las conversaciones

El poeta Luis Pacho afirmó que “La tradición poética (puneña) ha concluido en los 90”,
fue como apostar por la magna desilusión; y si, además, el Copé de Oro Darwin
Bedoya, por aquel entonces se interrogó: “¿Dónde están los nuevos, quiénes son?”. El
argumento y la interrogante merecen una respuesta, para que no haya motivos para
volver a arrojar proclamas sobre el ocaso de la poesía; y nadie vuelva a desplomarse
sobre el asfalto de los desacertados pronósticos, puesto que, en la Ciudad del Lago, de
ninguna manera se apagará la brasa encendida que alienta el fuego de los artífices de la
palabra, pese al nefasto panorama de este nuevo milenio que nos orienta hacia las
sombras.

Efectivamente, los poetas del post – 2000, son hechura de las canteras distintas a las del

Los poetas indómitos de este otro post – 2000, agonizan en el oscuro pozo de “La
poesía del vacío”, puesto que, bajo el impulso del orden criminal que pregonaba el fin
de la historia, antes de los inicios de este milenio los artesanos de la palabra dejaron de
concederle importancia a las inquietudes colectivas. Y, el arte por el arte se orientó por
la ruta de la predilección por la “nada” o el “vacío”. La travesía hacia la “nada” de Leo
Cáceres, es distinto al “vacío” de Ditmar Castro, que exterioriza sus Neurastenias (de
un individuo solo), de su infancia, sus miedos, sensaciones y recuerdos: “Algunas aves
se prodigan / en la copa de un árbol / floreciendo a orillas del cosmos / Junto a las
húmedas piedras / escudriñando el mal hábito de la lluvia / desde esta barca solitaria”.
En la creación literaria del mocetón Ditmar Castro, se esconde sus antecedentes de
obrero en las canteras del nublo, en minas La Rinconada, puesto que, “Junto a las
húmedas piedras” que vomitaron los socavones al borde del abismo parece sentirse
pájaro desterrado de la copa del árbol y después “barca solitaria” o peón agonizante en
medio de la espesa atmósfera de los laberintos malditos. “Entre la polvareda y lo
absorto que llega a confundirse mi tez húmeda”, No hay duda de que Ditmar, dentro de
la polvareda de un humedo rincón ejerció el oficio de gastero, en la mina, pues son
evocaciones de su pasajero oficio sus versos. Yo lo conocí, antes de que se hiciera
pájaro cantor, por aquel entonces yo asistia como alumno libre al salón de clases en el
colegio donde estudiaba, y de vez en cuando, al colegio donde cursaba estudios, pero
como yo andaba a la deriva me pareció mas fructífero asistir a las cantinas a instruirme
en el oficio de aprender a querer a las musas y como amante de los licores. Desde
entonces, a Ditmar lo perdí de vista, muchos de sus compañeros sucumbieron en los
brazos de las lindas chicas y de las pallaqueras, yo me quedé en los antros de las
salvación, aunque nunca creí que ditmar llegara a ser un canario de subjetivos trinos,
complejos situado dentro del vacio miserable tan deseado por el gitano Leo Cáceres.

es decir, el ejercicio literario de Leo Cáceres, con suma escrupulosidad como supo
exponer, dicho de modo apropiado, se sitúa dentro del “esoterismo de la nada” o mera
calistenia extraviado en el abismo delirante.

Avido de Saborear el vacio….. Desencantado de las colectivas inquietudes de la


existencia que se desmorona en el mundo entero los rapsodas de la se hallan aislados
bajo las sombras de la indiferencia a ejercer el arte del placer solitario o a poner en
evidencia sus dolencias, ansiedades y penas desde su resignación ante la tragedia del
mundo ¿Qué es la Masturbación posmoderna?

Entonces uno expresa los traumas nacidos de las laberintos de la existencia de los
socavones que te marcan la vida

Y por las galerías de los socavones que emanan la niebla enceguecedora ¿Cuántas veces
dentro de los socavones de mierda habrá andado el generoso Ditmar, golpeado por la
tristeza, el cansancio y el desaliento? Yo no sé. O nació sentenciado al pesimismo, atado
a la ansiedad

Siempre tuve una insoportable necesidad de decirle las armonías que aprendí a cantar de
los extintos pájaros que ignoró la ornitología, maestros también de los músicos que
acompañan a las danzas vernáculas le robaron muchísimos sonidos que ahora ejecutan
en sus instrumentos musicales. poesía de la preciosísima Marianna Espezúa
Vernácula
Y la importancia y significado e interés que se le da, coinciden en darle motivos al yo,
individual, la soledad, preocupaciones suyas, ajenas a la colectividad,

Pintura: conceptual del seudo pintor de Roka…. O seudopoesia, o poesia neodadaísta.


- La muerte del legendario rio Amazonas que muere asfixuado serpentea por la
La muerte de un rio amazonico asfixiado por las hidroeléctricas y la minería,
- Los peces mueren por toneladas en el Teles Pires, que recorre el estado brasileño
de Matto Grosso contaminado por mercurio de las extracciones ilegales.
- Las poblaciones indígenas ven sus lugares sagrados destruidos por una planta
eléctrica y envenenado sus ríos por el derrame de petróleo.
- los pastores evangelicos que continúan demoliendo con la plaga del
cristianismo las comunidades que luchan por defender la dignidad colectiva y el
tributo a la Pachamama.
-
generación de la Masturbación posmoderna.

que un montón de grandiosos retazos, imágenes sin articular o rejuntadas sin coherencia
y a traición: deslumbrantes letras sueltas de una palabra jamás dicha sobre este país, este
delirio surgido del lugar donde el fondo de la mar se toca con el centro de la tierra:
pirámides que son volcanes a punto de estallar, lianas entrelazadas como cuerpos
ávidos, piedras que respiran..

En la madrugada del lunes después de caminar arrastrando la resaca de la borrachera del


domingo llegué a mi madriguera. Cantolao, la obra magna del alcalde había sido
mejorado para todos quienes amábamos con muchísimo fervor la fiesta de llegué al
campamento de muchas noches y días anduve en uno de los bares de La Rinconada,
fui el
desde la lejana comarca de La Rinconada, viajé hacia la Ciudad Lacustre. A la
presentación llegué al anochecer. Se estaba celebrando el nacimiento de La ausencia de
tu mirada, del romanticón adolescente Wilson Chiara. Los comentaristas del engendro
Fue el año 2010,
Hace muchas cajas de cerveza que no nos veíamos.
recitar los chistes idiotas que le
mandan decir.

Una noche muy ebrios en una esquina del Mercado Central, los vagabundos pernoctaron
cantando rimas como pájaros nocturnos
y también pertenecen a la Masturbación Posmoderna.

A modo del colofón de Jorge Eslava (Navajas en el paladar)

A modo de poesía callejera, canto, testimonio, prosa poética.

La masturbación posmoderna: Marianna Espezúa, Leo Caceres,

Ojo: consultar antología literaria de Feliciano padilla.

Llegué muy ebrio el ultimo martes a eso de las una de la mañana, luego de estar emborrachándome con
mi viejo camarada el profesor de primaria Leocadio Espinoza, en una tiendita del frígido pueblo de
Livitaca. El ocio de escribir con caca, efectivsmente sabia a caca, es decir, a mierda, puesto que los
versos de Frida Loy me llevaron a recordar a Kasandra, la hermosísima mujer del Sodoma,allá en el
Huaypetuhe…

1.- la poesía de Frida Loy


poema hembra
sus versos saben a la queja desolada de Yurimè, cuando tomé Sodoma allá en los
buedeles de Huaypetuhe… ella me contó----

2,-La ceremonia de la liberación: Pólux el dioscuro


Marianna Espezúa (Puno, 1993) trajo al mundo un libro oscuro, tenebroso, infernal,
sadica y masoquista.
Pienso que en sus fibras mas hondas Marianna Espezúa es un angel, una niña contraria a
las afirmaciones ajenas y personales.
FUMONA: fue en la presentación de algún libro una noche del año 2014, cuando en un
bar tomamos unos tragos, estuve ahí conversando con el poeta Pacha Huillca, Marianna
fumaba su manzana prohibida que generosamente compartió con todos. Linda chiquilla.
Fue otra noche en donde en que le ofrecí una botella de ron, y le obsequié mis versos de
torpe poetastro que escribe en las paredes de las penitenciaría donde vegetan los
delincuentes comunes, sin embargo no recuerdo más lo de aquella noche, solo recuerdo
su bellísimo rostro de niña que ignoró a este zángano que lo observaba con ansias de
devorarla.
Ella distópica tiene un registro intimista y social con pequeñas rabietas de niña
engreída que necesita –con urgencia– llamar la atención de sus padres.(RABIOSA A
FALTA DE PAJARO)

Un día trenzamos nuestro cabello


Con rayos de luna
Alrededor de la hoguera
Donde nos quisieron quemar.
Bailamos
Para ver a la niñas nacer
Y ser ellas
Que un día
Fuimos nosotras
(corazones rojos). ME HIZO RECORDAR A LA CANCIÓN DE LOS PRISIONEROS,
CORAZONES ROSJOS!!!!
Ser ellas
Que caminan escribiendo
Historias nuevas
Que hablan de re-volución
re-novación
re-nacimiento
perpetua/ continuo/ rebelde
Ser ellas
Niñas distópicas…
Marianna, quiere, intenta romper varios esquemas de una sociedad patriarcal………….
3,. Violencia, violación, mujeres y cuervos: una teoría para matar al padre

4.- El arte de sacar conejos: Glinio y la metáfora de la sombra

Luis Alberto Incacutipa, Alexander Ligue Caty, Edyson Quispe, Saúl Castellano
(seudónimo de Saúl Huamán) y Glinio Cruz Mendoza. De todos ellos, el que más
destacó fue Glinio, el resto simplemente desaparecieron sin pena ni gloria –hoy
felizmente sepultados– el arte, es una cosa seria tan sería como la moral o la política 1
fiel al dicho, muchos de ellos se lo tomaron tan enserio que dejaron de lado la escritura
o a lo mejor, les dio ese síndrome extraño conocido como Bartleby un mal endémico
que padecieron muchos escritores.
EL poeta Hermes Apaza, dijo que Glinio Cruz obsequió sus poemarios, “la cultura no se
vende”, dijo. Y así fue.
Sería muy pretencioso y ridículo decir que todos ellos fueron Bartlebys, tal vez, uno de
ellos, tal vez solo Glinio Cruz (Ácora, 1987)………….

la poesía de Glinio una realidad fantástica, tierna que emociona al más duro de los
corazones humanos SI CARAJO, EMOCIONA A MI CORAZON DURO DE
OXIDADO METAL ARROJADO AL ABISMO DONDE LAS AGUAS DEL
DESHIELO MUEREN……

5.- Ausencia y esencia del ser: Aproximaciones a la poesía de Wilson Chiara

Si Glinio, se acercaba más al paisaje, Wilson, su fin es ser parte


de la sociedad, por eso; su poesía es catarsis que transmite al
mundo y se nutre del hambre del pueblo.

6.- En defensa de la melancolía: La poesía escatológica de Hermes Apaza

7.- La escritura maternal: Carlos Mendoza y la memoria de ceniza

8,. La poesía del vacío: extravío, enigma neobarroca y la galera del silencio de
Ditmar Castro Villena

9.- “El hogar y la maternidad” en la estación de las moscas: Pacompia y la


renovación del discurso

Estos niños nacen de un parto prematuro en alguna cantina o basural así como nacen las
moscas en la carne podrida, así nació el libro de Edgar Pacompia (Puno). Demoró una
década salir La estación de las moscas (2015), publicado por Rupestre ediciones, cuyo

1
tiraje sobrepaso los mil ejemplares. La escritura de Edgar Pacompia es la renovación del
discurso estableciendo un escenario real que nos acerca a la muerte. A punta de alcohol
comienza a poetizar la fiesta de la vida, el hogar, el mercado, las cantinas, la violencia y
el frío de las calles.
EL PACHAS, DIRIGENTE UNIVERSITARIO, CANTANTE, BOHEMIO, ALEGRE,
SOLDADO, …………

10.- Ruptura, experimentación y la otra poesía: Ninaski y el verso salvaje

y también pertenecen a la masturbación posmoderna..

Sin embargo, es el único poeta que registra el lenguaje de la calle, el de los mercados,
de la cumbia sureña, de los huaynos sureños. El único poeta que ha sido capaz de vagar
por las calles y poetizar la experiencia con el ojo crítico de un hombre que se enfrenta a
la urbe.
Las categorías más resaltantes que podemos encontrar en los poemas son:

El lenguaje sencillo, humorístico y directo nos pinta una versión más original de la
poesía, gracias a su argot y a su pendejada criolla Ninaski destruye los medios masivos,
destruye la enajenación y es desalienante. Aunque, a los “críticos” les duela, pero
estamos ante un “poetastro” que reescribe el diccionario, las palabras, los libros, las
películas.

OJO: CATALOGAR COMO MASTURBACION MODERNA (NIHILISTA, JUEGOS


LÚDICOS, ESOTÉRICO, DESESPERANZA), CASI A TODOS: MARIANNA, LEO,
PACHAS, NINASKI, DITMAR…

11.- El esoterismo de la nada: Leo Cáceres y los astros de la locura

Patafísica o la ciencia de lo inútil, que hace que Leo construya una realidad paralela,
imagina la construcción práctica de dispositivos que no van a existir, con un lenguaje
que juega con las palabras y explora la profundidad de la nada y del vacío.

FUE UNA TARDE CUANDO SALTANDO POR EL PARQUE EL PINO, CON SU


PONCHO Y EBRIO, JUNTO A YIMMI DAVALOS LEO CORRIA HABLANDO
INCOHERENCIAS POÉTICAS, ERAN LOS JITANOS RENACIDOS
CORRETEANDO, LEO QUE RECITA SUS VERSOS EN LOS BARES,
IMPROVISADOR DE VERSOS, CREADOR DE NEOLOGISMOS, BERRACO DE
LA JIJUNAGRAMPUTA.

Como dice Hans-Georg Gadamer: La poesía exigen otros estímulos, es


necesario tener en cuenta para enjuciar correctamente el estilo poético de
nuestro tiempo. (LA VERSION MÁS VULGAR, EL NACIMIENTO DEL
PERREETON… ES NIHILISTA, MUSICA DE BASURERO)
Leo, ha hecho el máximo esfuerzo, para entregarnos poemas abstractos y complejos,
que no poseen ritmo, esto ha obligado a exigir de nosotros el máximo análisis y lectura,
y si no hacemos ello caeremos en la estupidez de confundirlo con cualquier otro poema
que no dice nada.

en las vértebras televisivas de una catarata (MASTURBACIÓN?) 


en la terrosidad de una nube en llamas  
  en los brazos tibios de la escarcha  
en la lucidez de un accidente 

en todos los gritos 


que expiando sus demasías 
armonizan la disección solar

cada vez que miro el tiempo  (BUENA POESIA)


a este le da un infarto 
del que se recupera 
a través 
de mi sonrisa desvelada

a cada paso hallo un cementerio de estrellas vivas

en el desfavorable
pavimento de una ciudad con alzheimer AH, CARAJO, EL MUNDO ESTÁ
ENFERMO!!!

12,.- Retorno a la identidad: discurso, simbiosis y oralidad en Ichus Negro de


Osman

Leo, sin duda, encarna la fallida sucesión de los antiguos personajes de las obras de
teatro que recorrieron los caminos del desaliento, puesto que, como virtuoso
comediante, creador de neologismos y excelente narrador de historias merece ser
recluido por los directores de cine para delegarle múltiples oficios en el complicadísimo
mundo de la pantalla gigante.

así como bajo el lago de misterios inexplorados subsisten los vicios inextinguibles en la
existencia de los pececillos, inspiración de los relámpagos dentro de la tormenta
submarina
hallan al gran Leo, bajo la sombra de un portal quien les convida los últimos sorbos de
su botella de ardiente néctar, escudo que lo protege del aporreo de la noche, y, como
astro caído del oscuro océano, pronuncia sus nefastos poemas que invocan a los
enigmas del vacío.
El desquite se tradujo en desaprobar al fervoroso rimador, pese a que éste supo
responder óptimamente a todas las actividades de la asignatura que dirigió el maestro,
Catulo.

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