21/3/2020 Robie Rensenbrick, el hombre del remate al poste | A Fondo – Faro de Vigo

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DEPORTES | HISTORIAS IRREPETIBLES

El hombre del remate al

poste
Robbie Rensenbrink, uno de los grandes extremos de la historia,
llevó al Anderlecht a la nobleza europea y estuvo más cerca que
Cruy de hacer campeona del mundo a Holanda

JUAN CARLOS ÁLVAREZ

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 El jugador holandés Robie Rensenbrick conduce un balón en un partido disputado

con su selección / FDV

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JUAN CARLOS ÁLVAREZ - 03/02/2020

Los argentinos aún tienen sudores fríos cada vez que recuerdan la jugada. La nal del Mundial de 1978
parecía condenada a la prórroga. Pero de repente Robbie Rensenbrick, el fenomenal extremo zurdo de
Holanda, le ganó la espalda a Olguín que pecó de exceso de con anza en una falta lanzada desde el medio
del campo por Krol. Parecía un balón perdido, pero el holandés fue en su busca en un acto de enorme fe
porque vio la jugada donde nadie era capaz de ver nada. El “Pato” Fillol, consciente del exceso de con anza
de su compañero, salió de la portería a la desesperada para anularle el espacio a Rensenbrick, pero éste
demostró cuál era una de sus grandes virtudes: encontrar ángulos imposibles. Tocó el balón con la
izquierda en dirección al poste derecho, a un espacio que en teoría cubre el portero. El balón picó en el
suelo y se fue mansamente a la madera antes de que la defensa argentina lo alejara del área. Argentina
acabaría por llevarse su primer Mundial media hora después (gracias a los goles de Kempes y Bertoni en
el tiempo extra) a mayor gloria del régimen militar, pero la historia no hubiera sido la misma si aquel
balón en vez de encontrar el poste se hubiese ido al fondo de la red.

Final Argentina 78 - Tiro en el palo de Rensenbrink HD

Jugada con su tiro al poste en la nal del Mundial de 1978 / FUTBOLEPICOTV

El protagonista de esa historia, Robbie Rensenbrick, quedaría marcado siempre por ese episodio, uno de los grandes
momentos de la historia de los Mundiales. A partir de ese instante pasó a ser el hombre del remate al poste. Y eso que
a sus treinta años ya acumulaba toda clase de vivencias en un deporte que comenzó a jugar en las calles de una
Amsterdam que trataba de cerrar las importantes heridas que había dejado la Segunda Guerra Mundial. Robbie iba para
carpintero, siguiendo la tradición familiar, pero no pasó de aprendiz. Pronto en el DWS, el primer equipo en el que jugó,
entendieron que aquel muchacho aco, introvertido, callado y disciplinado tenía cosas que le diferenciaban del resto de
chavales. Y a partir de ahí su carrera fue imparable. El Ajax y el Feyenoord, los grandes equipos del país, pelearon por
hacerse con sus servicios, pero por esas cosas extrañas que tiene el fútbol y los odios que se establecen en los clubes a lo
largo de décadas el modesto DWS no quiso enviarlo a ninguno de los equipos que habitualmente le arrebataban a sus
grandes valores e insistió a Rensenbrick que lo mejor que podía hacer era marcharse al emergente fútbol belga. En 1969
se convirtió en jugador del Brujas con el que ganó una Copa y que supuso una estación de paso antes de llegar al que
sería el club de su vida: el Anderlecht.

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Rensenbrink, en la nal del Mundial de 1974 / FDV

En Bruselas permaneció nueve años (hasta 1980) y fue el protagonista principal, junto a gente como Ludo Coeck, Arie
Haan o Francois Van Der Elst, de unos años maravillosos en los que el Anderlecht fue capaz de ganar dos títulos de Liga,
cinco Copas, dos Recopas de Europa y dos Supercopas continentales. Fue en Europa donde la gura de Rensenbrick
cobró especial grandeza. Tras una eliminatoria europea ante el Ujpest Dosza, el entrenador de los húngaros, harto de
sufrir sus regates y ntas, le bautizó como el “hombre serpiente”: “Nunca he visto a nadie más escurridizo”, argumentó.
Y ese mote le acompañó para siempre.

Rensenbrink era un diablo. Un encarador nato, rápido, con un regate espectacular y que desde su costado tenía un
olfato especial para el gol. Esa personalidad en ningún sitio se vio de forma tan clara como en las nales de la Recopa de
Europa que protagonizó. La primera fue en 1976 ante el West Ham United, duelo que se disputó en el estadio de Heysel,
y que se transformó en un concierto sinfónico de Rensenbrink. Marcó dos goles y dio los otros dos a Van Der Elst. Una
barbaridad que le sirvió entre otras cosas para ganar esa temporada el Balón de Plata solo superado por Beckenbauer.
Unos meses después el Anderlecht arrolló a los alemanes en una de esas noches históricas de Parc Astrid, estadio que en
ocasiones se convertía en una hoguera para los rivales. El Bayern se había impuesto 2-1 en la ida de la Supercopa de
Europa, pero unos días más tarde le vino encima un alud de buen fútbol que les desbordó por completo. Los belgas
cargaron como eras hasta engullirles con un 4-1 que no dejó lugar a las dudas. Rensenbrink rmó un nuevo doblete
demostrando que era uno de esos jugadores que emergía cuando más grande era el compromiso, que nunca
decepcionaba cuando sabía que todos los ojos estaban sobre él y el equipo necesitaba su mejor versión.

The Snake Man - Robbie Rensenbrink

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Sus mejores jugadas / RENSENBRINK70

Dos años después, en 1978, sucedió algo similar. En la nal de la Recopa, competición que ya era fetiche para ellos, el
Anderlecht pasó por encima del Austria de Viena en el Parque de los Príncipes de París. Y otra vez Rensenbrink fue el
dueño del partido. Anotó dos de los goles del partido (el segundo al ejecutar con enorme destreza una falta al borde del
área) y France Football le premió entonces con el Balón de Bronce europeo. Para completar otro año histórico el club
belga se impuso al Liverpool en la Supercopa continental que se disputó unos meses después. Aquellos años, con
Raymond Goethals en el banquillo, había supuesto el ingreso del Anderlecht en la nobleza europea. Solo se les resistió la
nal de 1977 que también disputaron y en la que el Hamburgo les superó por 2-0 gracias, entre otras cosas, al marcaje
que Kaltz le hizo a Rensenbrink aquella noche en su Amsterdam.

Ese año también sirvió para que Rensenbrink heredase el liderazgo de la selección holandesa que tenía Cruy . No lo
quería, pero el fútbol tomó la decisión por él. El futbolista del Barcelona había decidido no acudir al Mundial de
Argentina como medida de protesta contra el régimen militar de Videla aunque no era la única razón. Cuatro años antes
ya había avisado que no volvería por la molestia que le generaban las largas concentraciones previas a los grandes
campeonatos. Sin Cruy , Holanda puso sus esperanzas en Rensenbrick quien trató de descargarse de responsabilidad:
“Siempre admiré a Cruy . Fue el jugador con el que mejor me entendía en el campo, pero teníamos personalidades
diferentes y yo nunca podría cumplir su función” dijo sobre ese tema. Pero la cuestión fue que efectivamente fue el líder
indiscutible de aquel equipo. Anotó cinco goles y jugó como los ángeles. Su juego llevó a Holanda a la nal y, si aquel
remate no se hubiera ido al poste, Robbie Rensenbrink habría dado a la selección naranja el primer título mundial de su
historia. Y lo habría hecho sin Cruy , con quien ya había estado cuatro años en Alemania donde también alcanzaron la
nal. Hoy la historia le miraría de un modo diferente porque como dijo Goethals, su entrenador en el Anderlecht en
aquellos años locos, “Cruy no es mejor que Robbie. Solo les separa la personalidad”.

Rob Rensenbrink vs Argentina Finale Mondiali 1978

Vídeo de su participación en la nal del Mundial de 1978. / FOOTBALL SEVENTIES

En 1980, después de casi una década en las las del Anderlecht, se marchó a jugar a Estados Unidos una temporada y
cerró su trayectoria en 1982 en el Toulouse francés. Se desvinculó del fútbol casi por completo. Ni se planteó la
posibilidad de convertirse en entrenador, decisión que tomaron buena parte de los miembros de la Holanda de los años
setenta. Ocuparse de su familia y pescar se convirtieron en sus ocupaciones. Todo el foco que atraía y buscaba Cruy él

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 lo despreciaba. Prefería la calma del pueblecito próximo a Amsterdam en el que se había instalado. Hace unos años / Salir
se le diagnosticó una atro a degenerativa que afectaba a su musculatura. La pasada semana se supo de su muerte, el
único defensa del que no encontró forma de escapar.

RSC Anderlecht
@rscanderlecht

Dank je Robbie! Merci Robbie! In our purple hearts forever.

#RIP Legend: rsca.be/riprobbie #RSCA

691 22:04 - 25 ene. 2020

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TEMAS: Historias irrepetibles, Tenis, Una historia irrepetible

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