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Época colonial
La irrupción española en la zona produjo en 1535 con la
fundación de la aldea de Trujillo, que se materializó con el trazo
de un plano y la distribución de solares entre los vecinos. Se
afectó así por primera vez el territorio mochica a favor de
foráneos. En 1550 la población nativa de Moche seguía ocupando
sus antiguos emplazamientos en ambas márgenes del río Moche,
coexistiendo los señoríos de Guamán ―con sede en el pueblo
Chichi― y el de Changuco (Moche Viejo) ―con sede en el
poblado del mismo nombre, ubicado en las inmediaciones del
santuario mochica (Huacas del Sol y de la Luna).
Fundación española
En cuanto a la instalación de la aldea española de Moche sobre la
aldea indígena de Muchi, existen cuatro versiones:
Fue fundada el día de Santa Lucía en diciembre de 1534.
Entre 1536 y 1537, según el capitán intendente Diego de
Mora, que dijo haberla fundado.
En 1549, según una reducción de Indias (para facilitar la
recaudación de impuestos) analizada por el Dr. Víctor
Antonio Rodríguez Suy Suy, y que se tomó como fecha de
creación histórica de Moche como ciudad hispana en el
Cabildo del 17 de octubre de 1979.
1556, según el Dr. Jorge Cevallos Quiñónez.
Clima
DANZAS TIPICAS
Marinera
CULTURA
La cultura moche es una cultura arqueológica del Antiguo Perú
que se desarrolló entre los siglos II y V en el valle del río Moche
(actual provincia de Trujillo, en el departamento de La Libertad).
Esta cultura se extendió hacia los valles de la costa norte del
actual Perú. Esta hizo grandes obras de ingeniería hidráulica
como canales de riego y represas, lo que les permitió ampliar su
frontera agrícola a gran escala.
Su materia prima fue el adobe. Construyeron complejos
religiosos-administrativos de carácter monumental, conformados
por palacios y templos o huacas (en forma de pirámide trunca),
las cuales los recubrían de grandes murales en alto y bajo relieve,
pintados con colores extraídos de la naturaleza, donde plasmaron
sus dioses, mitos, leyendas y toda su cosmovisión cultural. Las
más notables de estas construcciones son las llamadas Huacas del
Sol y de la Luna, en el valle de Moche.
Fueron los mejores metalurgistas de su época en Américaː
conocieron una gran variedad de técnicas (dorado, laminado,
martillado, alambrado, soldadura, etc.), lo que les permitió
fabricar herramientas, armas, atuendos, emblemas, ornamentos y
toda su variada y rica parafernalia ritual.
Son considerados los ceramistas del antiguo Perú, gracias a su
fino y elaborado trabajo que realizaron en sus ceramios. En ellas
representaron, tanto de manera escultórica como pictórica, a
divinidades, hombres, animales y escenas significativas referidas
a temas ceremoniales y mitos que reflejaban su concepción del
mundo, destacándose la asombrosa expresividad, perfección y
realismo con que los dotaban. De este arte sobresalen los huacos
retratos y los huacos eróticos.
Fueron navegantes: construyeron caballitos de totora, los que
hacían más pequeños para la pesca y más grandes para sus viajes
hasta las costas ecuatoriales, desde donde traían la concha
spondyllus, sagrada para los moches, y en general, para el resto de
las culturas costeñas del Antiguo Perú.
Políticamente, las sociedades moches ―de fuerte segmentación
en clases sociales― se organizaban en reinos o señoríos
confederados. Se ha podido conocer más sobre esta cultura
gracias al descubrimiento de algunas tumbas intactas de sus
gobernantes o señores, como la del Señor de Sipán y la Dama de
Cao.
UBICACIÓN GEOGRÁFICA
Esta cultura deriva su nombre del valle homónimo de Moche,
actualmente también llamado Valle de Santa Catalina, sede de las
más conocidas e imponentes construcciones moches, las huacas
del Sol y de la Luna.
Los mochicas se expandieron por el sur hasta el valle de... Nepeña
(Áncash) y por el norte hasta el valle de Piura (Piura).
Ocuparon los siguientes valles de la costa norte peruana:
Piura (Piura)
La Leche (Lambayeque)
Lambayeque (Lambayeque)
Zaña (Lambayeque)
Jequetepeque (La Libertad)
Chicama (La Libertad)
Moche (La Libertad)
Virú (La Libertad)
Chao (La Libertad)
Santa (Áncash)
Nepeña (Áncash)
ARTE
CERÁMICA
El más conocido legado cultural
mochica es su cerámica, generalmente
depositada como ofrenda para los
muertos.
Los mochicas plasmaron en sus
cerámicas el entorno de su mundo
cultural y religioso, bajo la forma de
imágenes escultóricas, o bien decorando a pincel la superficie de
la vasija. Su cerámica constituye por ello el mejor documento y
testimonio de su cultura.
Sus principales características son:
PINTURAS MURALES
En muchos edificios moches se han encontrado pinturas murales,
de inspiración religiosa, ya que representan a seres divinos o
escenas relacionadas con
ellos. Son de destacar
dos lugares donde se han
encontrado bellos
murales: la Huaca de la
Luna y la Huaca Cao
Viejo (o El Brujo).
Las pinturas murales de
la Huaca de la Luna son de 5 colores (blanco, negro, rojo, azul y
amarillo), los cuales fueron obtenidos de minerales. Su mural más
famoso es el que representa a un personaje antropomorfo
conocido como el “demonio de las cejas prominentes”, que se ha
identificado con la divinidad moche llamada Ai apaec o el dios
degollador.
En la Huaca Cao Viejo hay un gran mural que representa una
procesión de prisioneros desnudos y unidos con una soga, sin
duda condenados a muerte que caminan hacia el “degollador”.
También existen murales en la Huaca de Pañamarca, con
representaciones mitológicas (caracol-felino) y escenas cotidianas
(luchadores).
METALURGIA Y ORFEBRERÍA
Los mochicas fueron los mejores
metalurgistas de su época.
Utilizaron el oro, la plata, el cobre
y sus aleaciones. La aleación más
característica fue la tumbaga
(mezcla de oro y cobre). Doraron el cobre mucho antes que en
Europa y conocieron una variedad de técnicas, como el laminado,
martillado, alambrado, soldadura, etc. Fabricaron herramientas,
armas, atuendos, emblemas, ornamentos y toda su variada y rica
parafernalia ritual.
Es de destacar su pericia para construir figurinas de poco más de
2 cm con partes móviles, unidas con pequeñísimas grapas.
RELIGIÓN
Por sus dioses castigadores, la representación de dioses
decapitadores era muy común, siendo el principal Ai Apaec,
quien también era la principal deidad
de los mochicas. Adoraron además al
sol y a la luna. También, con rasgos
de cangrejo, zorro, búho, pez gato, pato pico de cuchara (extinto),
serpiente, águila, puma, jaguar, lagartija, perros, sapos, venados,
arañas, pulpos, monos, cóndores y iguana.
Estos dioses muestran clara influencia de la cultura chavín, que
fue anterior a la cultura mochica. Se puede apreciar el parecido en
los colmillos y los rasgos felinos que se observan en algunas de
sus representaciones.
Los sacrificios humanos eran practicados por los mochicas con
fines rituales.
Sus dioses eran muy variados dependiendo el lugar donde esté
situado
TUMBAS ENCONTRADAS
El Señor de Sipán
Sipán es una pequeña
localidad que se ubica a
35 kilómetros al sureste
de Chiclayo. Allí se
encuentra la denominada
Huaca Rajada. En marzo
de 1987 el arqueólogo
peruano Walter Alva logró erradicar a los huaqueros (ladrones de
huacas) y procedió a realizar excavaciones.
SANTO PATRONO
SAN ISIDRO LABRADOR
SANTA LUCÍA PATRONA DE MOCHE