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Cromatina:
La cromatina es la estructura macromolecular compleja formada por DNA, RNA y proteínas que forma los
cromosomas de las células eucariontes.
La subunidad fundamental de la cromatina consiste en una estructura con una precisa estequiometria de
histonas y DN, llamada nucleosoma.
Es importante recordar que en las células eucariontes el DNA se encuentra en forma de cromatina.
Proteínas componentes de la cromatina.

 Las histonas son las principales proteínas que forman parte del material genético de eucariotas
 Su masa es equivalente a la del DNA.
 Su función fundamental es estabilizar la estructura del DNA y contribuyen de forma notable a
compactarla.
Las histonas constituyen una familia de proteínas semejantes, de tamaño relativamente pequeño y con un
contenido muy elevado (casi 1/3 del total) de aminoácidos básicos (con pI de 9 a 10).
Existen cinco tipos principales de histonas:
La histona H1 se presenta en distintas especies o tejidos con mayor diversidad de secuencia y de tamaño,
mientras que las otras cuatro están altamente conservadas.
En algunos casos, se encuentran histonas alternativas; por ejemplo, H1 puede ser sustituida por una H5 que
posee especial afinidad por la cromatina, lo que refuerza el empaquetamiento y la inactividad transcripcional.
El grado de condensación del DNA se regula en parte mediante la acetilación, fosforilación y metilación de las
histonas, afectando así a la accesibilidad del DNA para la transcripción; de este modo las histonas se ven
implicadas en uno de los mecanismos de control de la expresión génica.

Proteínas no histónicas
En la cromatina se encuentran, asimismo, otras proteínas, aunque menos abundantes, más variables entre
tejidos y especies y en general peor caracterizadas:
a) Con función estructural
Proteínas básicas:
– Protaminas: Desempeñan la función equivalente a las histonas en tipos celulares concretos,
particularmente el espermatozoide. Son proteínas pequeñas (50 aminoácidos, en algún caso) con elevada
proporción de Arg, Ala y Ser, y estructura predominantemente en hélice a. Su menor tamaño permite la
compactación del DNA en el espacio mínimo disponible en el espermatozoide.
Proteínas ácidas:
– HMG: Hasta un 5% de las proteínas nucleares son moléculas relativamente pequeñas que se incluyen en el
grupo llamado HMG (high mobility group), proteínas de alta movilidad electroforética debido a su carácter
ácido. De ellas, algunas se asocian al nucleosoma (al menos in vitro), mientras que otras interaccionan con el
DNA espaciador. Este grupo incluye también algunos factores de transcripción
– Proteínas del esqueleto o matriz nuclear: Esta estructura, que sirve de soporte o guía en el
empaquetamiento de la cromatina, está formada por diversas proteínas, incluyendo algunas HMG y otras
proteínas de carácter ácido.
b) Con otras funciones
Asociadas a la cromatina, aunque en mínima cantidad y sin función estructural, se pueden encontrar
numerosas proteínas, muy diferentes, que intervienen en la replicación y transcripción, así como en la
regulación del grado de condensación de la cromatina: DNA- y RNA-polimerasas, sus proteínas auxiliares,
factores de replicación, factores de transcripción, receptores de hormonas, topoisomerasas, etc.

Nucleosoma:
Es el primer nivel de compactación de la cromatina y consiste en el
enrrollamiento del DNA alrededor de un cuerpo central formado por 8
moleculas de histona. Este octamero esta formado por un tetrámero
de histonas H3-H4 flanqueado por dos dímeros de H2A-H2B.
Las histonas se distributen en el octámero como una superhélice
espiral de proteínas que forma una rampa sobre la que se coloca
el DNA. Cada octámero tiene aprox. 1.7 vueltas de DNA alrededor
suyo y cada nucleosoma es conectado al siguiente por un DNA de
unión.
El octámero de histonas con 146 pb de DNA enrollado a su
alrededor tiene el nombre de particula nucleo.
La misma estructura con una molecula de histona H1 (H5 en aves) unida al
DNA en el punto donde este entra y sale de la particula nucleo (aprox 170 pb de DNA) es
conocido como el cromatosoma.
La formación de la fibra nucleosomal compacta el DNA 7 veces, y produce una fibra de cromatina de 10 nm
de diametro.
La parte central de las moleculas de histona forman el nucleo del nucleosoma, mienytas que las colas N y C
terminales se extienden hacia fuera. La union del DNA y las Histonas es de naturaleza electroestática entre
los grupos cargados positivamente de las histonas y las cargas negativas de los fosfatos del DNA
Cada nucleosoma está formado por 9 moléculas de histonas y un Dinámica de la cromatina:
tramo de la molécula de DNA con aproximadamente 200 pb. En el
centro se ubica un octámero de histonas, alrededor del cual se  Transcripcion y replicación
enrolla el DNA bicatenario, y más externamente se une la novena  Plegamiento del DNA
histona.

Niveles de condensación:
Se denomina grado de condensación o de empaquetamiento al cociente entre la longitud del B-DNA
bicatenario y el tamaño del mismo una vez condensado. Este parámetro se utilizará para comparar los
distintos niveles de compactación. Es importante indicar que la condensación y la descondensación a través
de esos niveles están estrechamente asociadas a la progresión por las distintas fases del ciclo celular.
Bajo ciertas condiciones experimentales se puede liberar la histona H1, localizada externamente, lo que
hace accesible a la DNasa una parte adicional del DNA. El nucleosoma queda así reducido a la llamada
partícula central, formada por el octámero de histonas rodeado por DNA.
Una misma molécula de DNA envuelve sucesivamente a distintos octámeros de histonas, de modo que los
nucleosomas están conectados entre sí. La porción presente entre dos nucleosomas sucesivos se denomina
DNA espaciador, ligador o internucleosómico; su longitud puede variar entre 10 y 80 pb, dependiendo del
organismo.
O incluso del tejido dentro de un mismo organismo. Esta estructura de nucleosomas espaciados a lo largo
de la molécula de DNA se denomina fibra básica de cromatina o fibra de 10 nm, pues su grosor
corresponde al diámetro del nucleosoma. El grado de empaquetamiento alcanzado es unas 6 veces
superior al de la doble hélice del DNA extendida.
El arrollamiento sinistrorso del DNA sobre el octámero de histonas supone un superenrollamiento toroidal, de
signo negativo, de la cadena. En contraste, en procariotas no existen nucleosomas y el superenrollamiento
–plectonémico– se consigue por simple retorcimiento del DNA circular, sin una dependencia tan directa de la
unión de proteínas.

Formación de la fibra de 30 nm
En las preparaciones de cromatina obtenidas in vitro a mayor fuerza iónica (por ejemplo, hasta 100 mM), en
lugar de la fibra de 10 nm se observa una forma más condensada, denominada fibra de 30 nm, que supone
un grado de empaquetamiento al menos 40 veces superior al de la doble hélice original.
Estas formas más densas de la fibra podrían ya corresponder a los estados de compactación superiores que
se describen someramente a continuación (eucromatina y heterocromatina).
La fibra de 30 nm es probablemente la forma fisiológica más descondensada de la cromatina, adoptada por la
mayor parte del DNA durante la interfase.

Estructura de la fibra de 30 nm.

En todo caso, de forma experimental se ha confirmado que la histona H1 es un requisito necesario para la
formación de la fibra de 30 nm, mientras que no lo es para la de 10 nm. Además, los extremos
aminoterminales o ‘‘colas’’ de las histonas centrales, que sobresalen del octámero, parecen también
desempeñar un papel en la organización de la fibra de 30 nm, estableciendo contactos con los tramos de DNA
espaciador y con los nucleosomas vecinos. Dichas colas contienen precisamente los residuos que sufren
acetilación, fosforilación y metilación como mecanismo de regulación de la condensación y, en consecuencia,
de la actividad transcripcional de la cromatina.

Cromatina o cromosoma interfásico : Este nivel de condensación supone la presencia de lazos y


superenrollamientos de la estructura anterior.

A partir de esta estructura se forman enrollamientos superiores, que hacen que la cromatina posea durante la
interfase un grado de condensación variable; se calcula que se multiplica el grado de condensación del DNA
por 1.000 o 2.000. Esta diversidad local en la densidad de condensación se observa en forma de la presencia
simultánea de eucromatina y heterocromatina en una célula en interfase.
Los ácidos nucleicos no se encuentran en las células en las formas extendidas correspondientes a su
estructura primaria y secundaria, sino molecularmente más compactados, lo que hemos denominado nivel
estructural ‘‘de orden superior’’.
En el caso del DNA, parte de esta compactación o condensación viene representada por el denominado
superenrollamiento, o retorcimiento de la cadena sobre sí misma. La condensación se completa mediante la
asociación estrecha con proteínas que inducen el plegamiento de la doble hélice del DNA. La contribución de
esta asociación con proteínas posee una relevancia especial en el caso del DNA nuclear eucariótico.
Superenrollamiento del DNA
El superenrollamiento, como parte de la condensación del
DNA en general, posee un especial significado para entender la
organización estructural del cromosoma. En concreto, contribuye
a explicar cómo un DNA de tan gran magnitud puede
alojarse en el interior de la célula (procariotas) o del núcleo
(eucariotas), cuyas dimensiones son muy inferiores a la longitud
teórica del DNA en doble hélice.
Se entiende por superenrollamiento (enrollar algo que ya está
enrollado) del DNA el retorcimiento o giro sobre sí misma de la
doble hélice (que ya lleva implícito el enrollamiento mutuo de dos
hebras), de forma que el eje de la doble hélice no sigue una línea recta, sino otra hélice (una ‘‘superhélice’’).
Su origen, como se verá a continuación, es la introducción de una tensión estructural en la propia molécula.
Aparece de algún modo en todos los DNA celulares y se encuentra estrechamente regulado in vivo por la
acción de las topoisomerasas.
En resumen, las dos hebras del DNA sufren un enrollamiento, mientras que la doble hélice sufre un
superenrollamiento
Conformación relajada.
La conformación adoptada por el DNA
en su forma B (aproximadamente 10,5
pb/vuelta) corresponde a un estado
estable, de mínima energía, que se
considera no superenrollado o
relajado cuando el eje de la doble
hélice se puede disponer por
completo sobre un plano

Conformaciones superenrolladas
En las células, el DNA generalmente no se encuentra en la conformación relajada, sino en un estado no
relajado, superenrollado y más compacto. Éste lo producen topoisomerasas que, mediante el corte
transitorio de una o ambas hebras, introducen un aumento o una disminución en el número de vueltas de
hélice.
En ambos casos se
produce una tensión
estructural, debida a un
plegamiento local de las
hebras y a una posición
relativa de los nucleótidos
diferentes de su geometría
energéticamente más
estable, la del B-DNA.
Esta tensión se
contrarresta en la molécula
mediante la formación de
un superenrollamiento: la
cadena entera del DNA gira
sobre sí misma de forma
que las bases puedan
disponerse de nuevo del
modo más próximo a la conformación B-DNA. En primer lugar, si se reduce el número de vueltas de hélice,
la tensión se libera formando una superhélice a la que se le asigna un valor negativo de
superenrollamiento.
Si, por el contrario, se
aumenta el número de
vueltas de hélice, la
tensión se libera por
formación de una
superhélice de sentido
opuesto, con un
superenrollamiento
positivo.

Superenrollamiento del DNA lineal


En eucariotas, el superenrollamiento del DNA es menos evidente y más difícil de estudiar debido a que, por la
naturaleza lineal de las moléculas de DNA, las conformaciones superenrolladas no son estables por sí
mismas. La libertad de giro de las cadenas con extremos libres permite que las superhélices se deshagan de
manera espontánea, salvo que exista algún impedimento a su libre giro.
Por otra parte, en los DNA eucarióticos se aprecia otra forma de superenrollamiento: la unión a proteínas
permite el superenrollamiento toroidal, diferente al considerado hasta ahora, que se denomina plectonémico.
El ejemplo principal del primero es el resultante del arrollamiento del DNA bicatenario en torno al octámero de
histonas en la estructura de los nucleosomas
Condensación del DNA en eucariotas
 Ocurre en la interfase del ciclo celular
La condensación del DNA desde la doble hélice extendida hasta cromatina y luego cromosoma tiene lugar de
forma gradual durante la fase G2 del ciclo celular, mientras que el proceso inverso, la descondensación del
DNA, comienza después de la división celular (fase M) y continúa durante la fase G1 hasta alcanzar de
nuevo la condición difusa que permite la replicación (fase S).
El ciclo celular es el medio fundamental a través el cual todos los seres vivos se propagan.
Mediante la división celular se generan tanto los gametos (división meiótica) como, a partir del cigoto, todas
las células necesarias para que un organismo crezca y se desarrolle durante los períodos embrionario, fetal y
de crecimiento hasta el estado adulto, así como para la renovación continua de las células que mueren
durante dichos períodos (división mitótica).
La división por mitosis tiene lugar normalmente durante toda la existencia del organismo, desde la primera
división del cigoto hasta que el individuo muere.
La transición entre dos divisiones sucesivas (interfase) constituye, junto a la propia división, el ciclo de
división celular (o, simplemente, ciclo celular).
Su duración varía ampliamente de acuerdo con el tipo de célula, así como en función de determinados
estímulos. Algunas células experimentan una sucesión continua de ciclos de división (por ejemplo, células
epiteliales del intestino y precursores hematopoyéticos en la médula ósea), otras poseen ciclos más
espaciados (una vez al mes en células hepáticas, una vez cada 3 años en células endoteliales de vasos
sanguíneos, etc.) y, como caso extremo, algunas células detienen su progresión en el ciclo, reanudándolo tras
un período prolongado (quiescencia) o incluso no dividiéndose más (caso de las neuronas).
Existen unas pocas células especializadas en la producción de gametos o células sexuales, que permitirán la
formación de un nuevo individuo. Dichas células germinales se dividen mediante meiosis, un mecanismo
diferente al del resto (células somáticas), aunque también está precedido de un ciclo celular similar. Una
visión global del ciclo celular permite observar cómo la célula progresa de manera ordenada y sin
discontinuidad por dos grandes etapas bien diferenciadas: la división celular propiamente dicha (por mitosis
para células somáticas y por
meiosis para células germinales)
y la interfase (común a ambas).
Durante esta última, la célula se
prepara para la siguiente
división duplicando su material
genético (DNA) y todo contenido
(proteínas, RNA, orgánulos,
membranas), de modo que se
duplica su tamaño antes de
dividirse en dos células hijas.
Clásicamente, el ciclo se plantea
en torno al proceso de
replicación, o duplicación del
DNA nuclear, con lo que se
definen dentro de la interfase
tres etapas: la fase S (durante
la cual tiene lugar la replicación),
la fase G1 (previa) y la fase G2
(posterior). Mientras que
algunas células completan rápidamente cada interfase para entrar de nuevo en división, otras pasan a un
estadio modificado de G1, llamado fase G0 o quiescente, en el que permanecen días o incluso años hasta
emprender un nuevo ciclo, o del que nunca salen (células que no se dividen, como es el caso de las
neuronas).

LA CROMATINA EN LA INTERFASE
La interfase, o lapso que transcurre entre dos divisiones celulares, es normalmente el período más
prolongado del ciclo celular, con sus tres fases G1,SyG2.
Esta etapa termina cuando una célula somática entra en división por mitosis (para formar células somáticas
hijas), y cuando una célula germinal primaria se divide por meiosis (para formar las células germinales
maduras).

Variaciones en condensación y contenido en DNA de la cromatina


Durante la mayor parte de la vida celular (bien interfase o bien quiescencia, según los casos), la molécula
de DNA no está presente en la forma extendida de doble hélice ni tampoco en la forma compacta de
cromosomas, sino en el estado parcialmente condensado conocido como cromatina. Al progresar en el ciclo
celular, la cromatina se descondensa de manera gradual durante la fase G1 hasta adoptar localmente una
conformación totalmente extendida (correspondiente a la doble hélice), necesaria para la separación de las
dos hebras durante la replicación (fase S). Para ello, la eucromatina ha de pasar antes por los estados de
fibra de 30 y 10 nm. Durante la fase G1, las células, tanto somáticas como germinales, son diploides (2n) y su
contenido en DNA es 2C. En la fase S o de síntesis se produce la replicación del DNA de los 2n cromosomas
individuales.
Cada hebra de este DNA sirve de molde para la síntesis de otra nueva, que permanece asociada por
emparejamiento de bases. Las dos moléculas de DNA bicatenario resultantes permanecen unidas por el
centrómero, dando así lugar a cromosomas con 4 hebras de DNA; cada doble hebra constituye una
cromátida. De este modo, el número de cromosomas permanece constante (diploide, 2n), pero se duplica el
contenido de DNA, desde 2C a 4C.
Una vez finalizada la replicación de todo el genoma, la célula entra en la fase G2 donde se inicia la
condensación gradual de la cromatina, en secuencia inversa a la descondensación ocurrida durante la fase
G1, que se completa en las primeras etapas de la mitosis dando lugar a cromosomas visibles al microscopio,
con su aspecto típico de 2 cromátidas y 4 brazos.
La célula sigue siendo 2n, 4C. Aunque se puede considerar que cada molécula de DNA es un cromosoma en
cualquier momento del ciclo, el término cromosoma corresponde estrictamente a esta forma condensada al
máximo. A veces se usan los términos cromosoma metafásico y cromosoma interfásico para las formas
condensada y descondensada (cromatina), respectivamente. Conviene, finalmente, recordar que sólo la
cromatina suficientemente descondensada puede sufrir transcripción, o expresión de sus genes.

División de células somáticas por mitosis


La mitosis, o fase M, es habitualmente el período más corto del ciclo celular, durante el que tiene lugar la
división de la célula, que ya ha duplicado su material genético y citoplasmático, en dos células hijas idénticas.
Clásicamente se subdivide en cinco etapas:
1) Profase: la cromatina se condensa hasta formar los cromosomas, dejan de observarse los nucléolos y
aparece el huso mitótico.
2) Prometafase: comienza a romperse la membrana nuclear, se ven por primera vez las 2 cromátidas de cada
cromosoma y los 2n cromosomas dobles migran hacia el plano ecuatorial de la célula.
3) Metafase: los 2n cromosomas, totalmente condensados, aparecen alineados en el plano ecuatorial,
independientes unos de otros.
4) Anafase: los cromosomas se dividen por sus centrómeros, separándose en dos cromátidas, que son
desplazadas hacia polos opuestos de la célula. Cada cromátida es ya un cromosoma hijo independiente.
5) Telofase: comienzan a descondensarse los cromosomas y se forman membranas nucleares para delimitar
dos núcleos. Paralelamente, la membrana celular separa el citoplasma en dos partes, cada una con un núcleo
y la mitad de los orgánulos, formando las dos células hijas, en el proceso llamado citocinesis (o citoquinesis).
Como consecuencia de la
mitosis, cada célula hija
recibe una cromátida de cada
cromosoma de la célula
progenitora, es decir, la mitad
de DNA, pero constituyendo
un conjunto cromosómico
completo (23 pares de
cromosomas) con toda la
información genética de la
célula progenitora. Por ello,
se dice que la mitosis es un
proceso de división no
reductora. La única diferencia
es que la célula justo antes
de dividirse tiene 2n
cromosomas de 4 hebras y 2
cromátidas cada uno (4C) y
tras la división cada célula
hija tiene 2n cromosomas de
2 hebras y una cromátida
cada uno (2C)

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