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A mi madre

indice

Asesores de la coleccién: Ifiaki Abalos, Joan Fontcuberta, Viviana Narotzky Prologo de Saskia Sassen
y Joan Roig Prefacio

Version castellana del prdlogo de Moisés Puente


CAPITULO |
Diseno de la cubierta: Toni Cabré/Editorial Gustavo Gili, SL
13 1.000 territorios en deconstrucci6n
Fotografia de la cubierta: Francesc Mufioz
Fotografias: Andrea Brigante: pag. 131; Joan Morején: pag. 175;
Francesc Munoz: pags. 109, 125, 133, 142, 145, 149, 161, 163, 164 y 166; CAPITULO II
Angela Peinado: 99, 103, 107, 108, 114, 117, 118 y 123. 43 La ciudad multiplicada, la ciudad de los territoriantes

CAPITULO III
63 Urbanalizacion
12 edicién, 2? tirada, 2010

h CAPITULO IV
Cualquier forma de reproducci6n, distribucién, comunicacién publica o transformacion 93 Cuatro itinerarios urbanales
de esta obra solo puede ser realizada con la autorizacién de sus titulares, salvo excepcién 95 La ciudad intercambiada: Londres
prevista por la ley. Dirljase a CEDRO (Centro Espafiol de Derechos Reprograficos, 110 La ciudad logo: Berlin
www.cedro.org) si necesita fotocopiar o escanear algin fragmento de esta obra.
126 La ciudad cuarteada: Buenos Aires

La Editorial no se pronuncia, ni expresa ni implicitamente, respecto a la


150 La ciudad marca: Barcelona
exactitud de la informaci6n contenida en este libro, razon por la cual no
puede asumir ningGn tipo de responsabilidad en caso de error u omisi6n. CAPITULO V
185 Banalscapes, los paisajes de la urbanalizaci6n

© Francesc Munoz, 2008


EPiLOGO
© Editorial Gustavo Gili, SL, Barcelona, 2008
197 Contra la urbanalizacion

Printed in Spain
ISBN 978-84-252-1873-6
Depésito legal: B. 3.678-2010
Impresi6n: Graficas 92, SA, Rubi (Barcelona)
196 Urbanalizaci6n

, de la guerra, cuando un grupo de iraquis, con la ayuda de soldados y un tanque del ejér-
cito norteamericano, consiguen derribar una estatua gigante de Sadam Hussein en hora-
Epilogo
rio de maxima audiencia televisiva. Es de nuevo la televisién la que posibilita la conse-
cuci6n de la realidad y proporciona asi un perfecto icono prime-time para finalizar la
narracién mediatica del conflicto. Se recuperaban asi escenas filmicas y de conflictos Contra la urbanalizacion
reales anteriores que habian acabado con un final similar como el albanés, cuando los
habitantes de Tirana destruyeron en 1991 la estatua del dictador Enver Héska en la
plaza Skanderberg.
DesorD, Guy, La sociedad del espectaculo, cit., pag. 55.
BALLARD, JAMES GRAHAM, “The greatest television show on earth”, en Low-Flying Aircraft and
other stories, Cape, Londres, 1976; (versi6n castellana: “El espectaculo de televisi6n
mas grande de la tierra”, en Aparato de vuelo rasante, Ediciones Minotauro, Barcelona,
1994, pags. 167-168).
PALAHNIUK, CHUCK, Fight Club, Vintage, Londres, 1997; (versi6n castellana: E/ club de lucha
EI Aleph, Barcelona, 2006).
10 En sus escritos sobre el turismo postfordista, John Urry sefiala las diferentes formas
que puede adquirir la mirada turistica: romantica, colectiva, espectadora, ambiental o
antropoldgica. La romantica, en particular, se caracteriza por referirse al consumo de la
nostalgia en el lugar del destino turistico a partir de formatos muy diversos: frecuenta-
cién de museos historicos locales, visita de las areas antiguas de la ciudad, 0 consumo La urbanalizaci6n como ecualizador de tiempos y espacios
de productos de fuerte caracter local enraizados en la historia colectiva, como ocurre
con los platos tipicos. En otras palabras, una apropiacién de lo “auténtico” a través de “Vincent: gSabes una cosa divertida de Europa?
lo antiguo y lo local. Urry, JoHN, The tourist gaze. Leisure and travel in contemporary
Jules: gQué?
societies [1990], Sage Publications, Londres, 20022; (versi6n castellana: La mirada del
Vincent: Las pequefias diferencias. Ellos tienen la misma porqueria que
turista, Universidad de San Martin de Porres, Lima, 2004). Véase también: Urry, JoHN,
tenemos aqui; pero todo es un poco diferente (...). ~Sabes como llaman
Consuming places, Routledge, Londres/Nueva York, 1995.
it Funparo, Satvatore, /nternazionalizazione, globalizazione e trasformazioni urbane, Master al cuarto de libra con queso en Paris?
Metropolis. Graduate Program in Architecture and Urban Culture, MIMEO, Universitat Poli- Jules: gNo lo llaman cuarto de libra con queso?
técnica de Catalunya, Barcelona, 1995. Vincent: jNo, ellos tienen el sistema métrico decimal y no tienen ni pune-
12 ARGULLOL, RarFacl, Sabiduria de la ilusion, Taurus, Madrid, 1994, pags. 181-182. tera idea de lo que es un cuarto de libra!
13 BarBER, STEPHEN, Fragments of the European city, Reaktion Books, Londres, 1995, pag. 45. Jules: gEntonces cémo lo Ilaman?
Vincent: Lo llaman... Royale con queso.
Jules: Royale con queso... gy como llaman al Big Mac?
Vincent: Bueno, un Big Mac es un Big Mac... pero lo Ilaman Le Big Mac.”

Quentin Tarantino, fragmento del guidn de la pelicula Pulp Fiction, 1994

Si bien es cierto que los paisajes urbanales representan_entornos.


genéricos. donde lala similitud dde los programas. de diseno_urbano va de la.
mano ‘de la equivalencia de los usos y comportamientos que pueden tener
“cabida en ellos, al mismo tiempo, se hace evidente que no existe un pro-
ceso global de homogeneizacién de los territorios urbanos. Es decir, a
pesar de que muchas veces se ha asociado la globalizacion de la ciudad,
de las ciudades, con una repeticion homogénea de determinados forma-
tos espaciales —los mismos espacios comerciales de franquicia, las recu-
rrentes areas turisticas y de consumo-, lo cierto es que siempre se
encuentran diferencias entre unas ciudades y otras. Tanto es asi, que el
debate entre quienes defienden el poder homogeneizador de lo global y
aquellos que ven en la singularidad de los lugares una fuente de resisten-
cia a esa corriente universalizadora se vuelve en ocasiones alambicado,
vs?

198 ‘ Urbanalizacion Contra la urbanalizaci6n 199

lleno de lugares comunes y, en Ultimo extremo, demasiado dependiente bras, estandariza los criterios para_su comprension, En ese sentido, la
de los casos concretos que se presentan para apoyar una y otra posici6n urbanalizaci6n, se puede entender como un “transformador” que domesti-
ideoldgica. . ca y encuadra las diferencias, en principio dificiles.de-leer.y.comprender
En mi opinién, es)la gestién de las diferencias} de esas “pequefias _debido a su propia singularidad, en una narraci6n mas plana y facilmente
diferencias” a las que se refiere el dialogo que mantienen Vincent y Jules asimilable.
en Pulp Fiction, lo que hace universal el proceso de urbanalizaci6n. ~ Una metafora que puede arrojar luz sobre la complejidad del proceso
Es por eso que, en realidad, los espacios urbanos no son idénticos que nos ocupa es la del ecualizador que normalmente incluyen los equipos
pero si tan similares como la gestion de esas peculiaridades o rugosida- reproductores de misica. En sintesis, el proceso de ecualizacién de una
‘des propias del lugar ‘permite. Esta tension entre lo global y lo local se melodia permite alcanzar un balance correcto entre tonos graves y agudos,
acaba decantando, de forma diferente segtin los casos, mas hacia un de forma que se eliminan los excesos derivados de la presencia de los soni-
extremo u otro. Son asi las dosis de globalidad y localidad las que acaban dos arménicamente extremos para conseguir una audici6n clara y transpa-
caracterizando Ja realidad urbana de unos lugares similares pero diferen- rente. Este proceso, digital o analogico, nos permite escuchar piezas de un
tes aun tiempo, encuadrados de todas formas en los limites de lo gené- mismo género, arias de Opera por ejemplo, definiendo los niveles precisos
‘rico, dentro de las coordenadas del proceso de urbanalizacién. Segura- de ecualizaci6n para que sopranos y baritonos contribuyan a la audicién de
“mente por eso, los establecimientos Kentucky Fried Chicken (KFC) en ciu- la pieza en su justa medida. Ahora bien, ese mismo ecualizador que incor-
dades asiaticas como Bangkok presentan al coronel Sanders -el logo de pora el equipo nos permite igualmente repetir el proceso en el caso de que
la compania— con la misma perilla y el mismo aire familiar que le confie- el género musical cambie: del rock industrial mas agresivo al folclore ma-
ren sus gafas de abuelo y su media sonrisa. Ocurre, sin embargo, que alli giar, de las piezas new-age a las guitarras flamencas.
sus ojos son achinados. Una “pequena diferencia” como ciertamente diria Es decir, el ecualizador permite una eficiente gestion de las diferen-
el personaje de Vincent. cias, aminorando unos sonidos y potenciando otros, clarificando unas voces,
Asi pues, si la urbanalizacién no tiene tanto que ver con la homoge- oscureciendo otras. Todas las composiciones son diferentes y mantienen
neizacion de las ciudades como, por el contrario, con la gestion de_sus_ sus diferencias pero estas han sido ecualizadas para componer un relato
diferencias, entonces las metaforas al uso que intentan descifrar los efec- musical equilibrado.
“tos de la globalizacion sobre el espacio urbano pecan de un excesivo reduc- Pues bien, creo que la arquitectura y el diseno urbano, como se ha
cionismo. Los discursos sobre la existencia de una arquitectura global, por podido apreciar en los ejemplos que se han ido mostrando en paginas ante-
ejemplo, sobre el dominio universal de los medios de comunicaci6n 0 sobre riores, son actualmente herramientas al servicio de una muy similar ecua-
la imposicidn de modelos econdmicos y estilos de vida homogéneos en lizacion ¢ de tiempos y espacios urbanos y en eso reside su nueva naturale-
todo el planeta, acostumbran a simplificar un proceso efectivamente global za global. Un proceso que intercambia las rugosidades, los pliegues, las
pero de naturaleza mucho mas compleja y dinamiéa. ‘imperfecciones, en una palabra, las diferencias de los lugares urbanos
Mas que en igualacién u homogeneizaci6n, vale la pena pensar en cri- haciendo que, sin que estas desaparezcan, sean facilmente comprensi-
terios de estandarizacion y conmensurabilidad. Pietro Barcellona, cuando bles, netamente comparables. Es, en ese sentido, que la urbanalizacién se
‘analiza el papel globalizador de los mass media sobre la cultura, plantea constituye como {un proceso absoluto de simplificacion urbana, \de pérdida
una conclusi6n en un sentido similar: de la diversidad y la complejidad que puede y debe contener la ciudad.

“El auténtico paso intermedio para la formacion del nuevo lenguaje comin
[...] esta constituido, en realidad, por los medios de comunicacién masiva Urbanismo después de la urbanalizacién
y por la tecnologia de la informacion y de la telematica. Posibilitan la uni-
formidad del lenguaje y las nuevas diferencias domesticadas [...] los Los diferentes paisajes urbanos a los que se ha dedicado atencién en
mass-media no son un mero “espejo’ de estas diferencias [...] sino un este libro son buena muestra de estos procesos: los frentes histdricos
‘transformador activo’ que las convierte en entidades conmensurables”.* adaptados a la frecuentaci6n del turismo global; los barrios industriales de
primera generacion, transformados en espacios para el estilo de vida J/oft
Es decir, las diferencias no desaparecen ni son borradas por el proce- living del que nos hablaba Sharon Zukin hace anos, lugares donde las chi-
so de globalizaci6n. En realidad, continGan existiendo pero el discurso pro-_ meneas de las antiguas fabricas aseguran un vinculo con el pasado a un
pio de lo global tiende a hacerlas comparables, medibles; en otras pala- tiempo romantico y cosmopolita; las periferias residenciales de la urbani-
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Urbanalizaci6n
*, we 201
200 Contra la urbanalizacion

zacion dispersa, donde infinitas hileras de casas con jardin dan forma al urbanizacion dispersa recuerda obviamente las diferentes versiones del
paisaje metropolitano que vemos actualmente desde el parabrisas del suburb alumbradas por las ciudades norteamericanas y después generali-
automovil o la ventanilla del avion; o los puertos y frentes maritimos, trans- zadas en todo aquel continente. Es decir, aquellos suburbios que acogie-
formados en una inmensa y discontinua superficie dedicada al ocio en ciu- ron las famosas dos olas migratorias que, como explicaron Lewis Mumford
dades de todo el planeta. o Jane Jacobs, urbanizaron el territorio laxo en Estados Unidos y consoli-
Quiza sea en los dos Gltimos ejemplos citados, los nuevos habitats daron el estilo de vida suburbano asociado al american way of life.
suburbanos y los frentes urbanos portuarios, donde podemos observar de Sin embargo, coexisten dos factores que invitan a pensar’ la actual
forma mas cruda los resultados de la urbanalizacién, un mismo proceso urbanizacion dispersa como un fendmeno ciertamente distinto 0, al menos,
que afecta de forma similar a territorios de naturaleza diferente dentro y con matices claramente diferenciales si nos referimos a los antecedentes
fuera de la ciudad, caracterizando a un tiempo los nuevos paisajes metro- antes mencionados. Por una parte, esta la dimension global que los_nue-..
_politanosy las viejas, aunque renovadas, morfologias de la ciudad concen- vos flujos suburbanos presentan actualmente, llegando incluso a definir
trada. Quiza sea también en estos dos tipos de territorio donde primero se las dinamicas territoriales que estan dando forma a las ciudades medite-
puedan explorar estrategias y dibujar lineas de fuga nuevas, mas alla de los rraneas europeas, historicamente compactas y tradicionalmente explicadas
estrechos margenes de proyecto que acompanan al urbanismo urbanal. a partir de la densidad.
Por otra parte, el fendmeno suburbano ha adquirido nuevos contenidos
y atributos como, por ejemplo, el aumento exponencial de las distancias
La urbanalizaci6n fuera de la ciudad: la urbanizaci6n dispersa entre las areas residenciales y los ndcleos urbanos sobre los que pivotan,
ontabilizando flujos pendulares ciertamente poco o nada comparables con
La urbanizacién dispersa constituye un buen ejemplo del modelo de situaciones anteriores, o como el auge de la nueva cultura de la seguridad,
produccién de paisaje metropolitano propio de las metrépolis postindus- que lleva a un tipo de residencia suburbana blindada o en burbuja, como ya
triales. Si la ciudad industrial engendro y reprodujo los paisajes de cerca-_ se comenté cuando, en apartados anteriores, se planteaba la idea del esti-
nias caracterizados por lo productivo y la manufactura, aquellas primeras lo de vida lock living, vinculado al consumo intensivo de seguridad.
periferias fielmente inmortalizadas por la pintura, la literatura, la fotografia Es en atencion a estos nuevos contenidos que se configura la natura-
y finalmente el cine, los llamados condominios y barrios de. casas _unifa- leza global de la urbanizaci6n dispersa. Es en ese sentido que podemos
miliares representan actualmente las nuevas cercanias de la ciudad dis- hablar de urbanalizaci6n al constatar, efectivamente, como se desarrolla un
persa extendida sobre el territorio. Unas cercanias que ya no son las de mismo género de paisaje urbano tanto en las gated communities de Phoe-
las ciudades mas importantes, las antiguas metropolis, sino que se carac- nix o Washington, como en los countries y villas de Buenos Aires 0 México
terizan por su contenido ubicuo y su ambivalencia al aparecer, al amparo D. F.; en los barrios de casas con jardin que salpican los limites adminis-
del uso residencial y la movilidad en automévil, en ciudades intermedias e trativos de las metrépolis europeas —en Berlin, Rotterdam o Cracovia— como
incluso en los nicleos de menor poblaci6n. en los entornos periurbanos entre ciudades medias —del Rurgebiet aleman
De igual forma que lo urbano modelé las ciudades capitales, las gran- ala citta difusa en el Véneto italiano-; tanto en los nuevos desarrollos urba-
des ciudades del siglo xix, superando los discretos limites de lo urbaniza- nos de alto standing en las megapolis asiaticas que mas crecen —en Pekin
do para seguir, con crecimientos de tiralineas, los trazados del ferrocarril o Shanghai- como en los enclaves residenciales turisticos que, de forma
y transformando aquellos primeros alrededores urbanos en extraradios y discontinua pero masiva, ocupan las costas del sur europeo, de Cascais a
periferias, lo metropolitano registra hoy dia, como ya se discutiO en capi- Alicante, de Mallorca a los nuevos destinos en Libia o Argelia.
tulos anteriores, una escala mas bien dispersa y discontinua. Una dimen- Se ha gestado asi un paisaje repetido y clonado, a la manera de una
sion que se manifiesta claramente en el desarrollo de los nuevos barrios gigantesca cinta de Moebius, hecho de islas urbanas uniformes, enlaza-
residenciales de baja densidad, auténticos archipiélagos urbanos que se das por rotondas, espacios comerciales y gasolineras-tienda. Un paisaje
a
disponen a lo largo y ancho de vastas regiones metropolitanas. metropolitano disperso, donde las casas adosadas salpican kilometros
orbitales. Si bien la
Es bien cierto que, en términos formales y morfolégicos, se trata de lo largo de autopistas de circunvalacion y cinturones
un tipo de paisaje que hunde sus raices en el discurso antiurbano de los conciencia ecologista y el interés conservacionista han conseguido man-
en
siglos xvi y xix en Europa, que se populariz6 y materializ6 durante el perio- tener durante las Ultimas décadas gran parte del patrimonio construido
las ciudades, el
do de entreguerras del siglo xx bajo la formula de la ciudad jardin. Es igual- jas ciudades y los espacios naturales, las areas entre
to tanto o mas sal-
mente verdad que, en términos funcionales y metropolitanos, la actual territorio metropolitano, ha sido objeto de un crecimien
202 Urbanalizaci6n Contra la urbanalizaci6n 203

vaje que aquel que habia fracturado barrios, fragmentado espacios agrico- Existe por supuesto una\insostenibilidad ambiental; derivada de la dis-
las y segregado tramas urbanas en las décadas del desarrollo econémico persion de la urbanizacién y de cuestiones concretas como los continuos
posterior a la Segunda Guerra Mundial. consumos de suelo y de recursos naturales como el agua que regara jardi-
Una secuencia triunfante de jardines privados y casitas en hilera cons- nes y llenara piscinas privadas, o una movilidad exacerbada y exponencial,
tituye hoy el coman denominador de muchos paisajes metropolitanos y el puesto que los habitantes deben desplazarse a otros lugares y ciudades
adjetivo no es nada gratuito cuando se comprueban los ritmos de cons- donde trabajan o estudian mayoritariamente en vehiculo privado, pues la
trucci6n. Asi, en el caso de los 311 municipios que integran la provincia dispersion territorial de las residencias hace practicamente imposible satis-
de Barcelona, por ejemplo, durante los dltimos veinte afos se ha estado facer los flujos de movilidad con politicas de transporte publico.
construyendo a un ritmo de 166 viviendas unifamiliares por semana, lo ~ Hay también una linsostenibilidad social, puesto que en esos nuevos
que equivaldria a considerar la construccién de una nueva casa unifamiliar espacios residenciales el precio de la vivienda constituye un verdadero fil-
por hora. Considerando este territorio, los datos disponibles muestran tro que determina las poblaciones que habitaran las casas aisladas de
como en 8 de cada 10 de esos 311 municipios mas de la mitad de las mas de 500 m2, con vistas a espacios naturales o de calidad paisajistica,
viviendas construidas entre 1985 y 2005 fueron casas unifamiliares.2 Se s6lo al alcance de algunas familias, y las que viviran en las interminables
trata ademas de unas magnitudes ciertamente comunes y comparables hileras de casas adosadas que, a precios mas accesibles, dificilmente
con los procesos de dispersion residencial registrados en las principales sobrepasaran los 120 m2. Un auténtico filtro social que hace que el paisa-
areas metropolitanas europeas y, en especial, considerando la cuenca je humano responda igualmente a un perfil de habitante homogéneo.
mediterranea en su vertiente norte y sur. Finalmente, también se da una(insostenibilidad cultural\si se atiende
Unos paisajes residenciales que-se.constituyen. como independientes a la simplificacion evidente del diseno urbanistico, facilmente apreciable
del lugar y, por tanto, replicables en cualquier sitio, de manera que la en la clonacién de morfologias y formatos de una promoci6n de viviendas
!
forma urbana deja de representar contenido cultural o simbdlico alguno | a otra. Tanto es asi, que pareceria que lo arquitectdnico dimitiera de su
~para la colectividad que, supuestamente, deberta sentirse identificada con. | _funcién’ social, inherente a la produccién de significado, para abrazar los
“el entorno que habita. Asi es como se ha concebido el paisaje tradicional- estrechos margenes que Caracterizan una arquitectura y un urbanismo pre-
mente, como un elemento de transici6n entre una comunidad habitante y decibles y planos en términos de complejidad. La misma complejidad que
el territorio habitado por esta. Hasta tal punto es asi, que se ha entendi- ‘siempre se entendid.como.el..principal correlato.del arte de “hacer” ciu-
do y ensefado que los paisajes permitian explicar los lugares y, por tanto, “dad, lo que tradicionalmente vino. definiendo.al.urbanismo.
las diferencias entre comunidades a través.de la forma en la cual estas EI resultado es, ademas, una ciudad urbanizada y disenada de una
modificaban su territorio. , forma que se restringe la galeria de usos y comportamientos posibles en
Nada de eso resulta valido hoy al comparar tas periferias residenciales el espacio, como consecuencia del monocultivo residencial y la especiali-
de baja densidad, donde el paisaje esta condenado a formar parte del zaci6n que este significa. Asi, la clonacién de espacios urbanos va de la
lugar comtin que Richard Ingersoll llam6é sprawlscape, o el paisaje de la \ mano de la no menos obvia repeticidn de pautas de uso y apropiacion de
dispersi6n.* /T
‘los lugares. Tanto una cosa como otra, coadyuvan no solo a una general
Se trata de un paisaje metropolitano que ya no se corresponde con |\ pérdida de intensidad cultural sino, mas en concreto, a una autolimitacion
aquella “mancha de aceite” urbana de la que acostumbran a hablar los y renuncia por parte del urbanismo a intervenir en el espacio para trans-
manuales de urbanismo sino que, mas bien, pareceria imitar una secuen- formarlo en ciudad, quedandose tan sdlo en el umbral de lo que es su
cia infinita de manchas de aceite, esparcidas por el espacio, que mues- “mera urbanizaci6n.
tran ademas la configuracion de un territorio claramente insostenible.
Tanto es asi que se pueden distinguir diferentes grados o niveles de
insostenibilidad acompanando los procesos de urbanizaci6n dispersa. Asi, La urbanalizaci6n en \a ciudad:
existe en primer lugar una insostenibilidad funcional \en tanto en cuanto los el ejemplo de los espacios portuarios
lugares se van especializando, y cada vez mas fragmentos de territorio son
, urbanizados como monocultivos residenciales. En consecuencia, al no exis- Los entornos portuarios quizas hayan sido los territorios que mejor
eek

_ tir diversidad de usos del suelo, tampoco existe diversidad de actividades resumian las caracteristicas propias de la ciudad concentrada, aquella
_y, asi, el paisaje urbano acaba siendo tan uniforme y homélogo como el “Ciudad queé’sirvid de nido y matriz a la economia industrial del fordismo y
propio paisaje residencial. que acogié el consumo de masas que constituy6 el alma econdmica de
(y

204 Urbanalizaci6n Contra la urbanalizaci6n 205

aquel. El espacio. portuario fue asi desde el principio un fiel testigo del Londres, Paris o Berlin, aquellas que mejor representaban el proceso de
caracter intenso y cambiante de la vida urbana, de una ciudad que se veia explosion de la ciudad y de superaci6n de sus limites, el nuevo universo
‘reflejada en las aguas abrigadas de los muelles de carga, en los barrios postindustrial se refleja de forma privilegiada en espacios como los entor-
de trabajadores portuarios y representada por toda la atmésfera urbana de
cosmopolitismo y pobreza que la literatura 0 el cine han fijado en el ima- Como ya se e explicé, el proceso de reconversi6n de aquellos puertos y
ginario cultural que envuelve a la ciudad. frentes maritimos, resultado y metafora de la ciudad industrial, en las pla-
Desde los primeros fotogramas de La ley del silencio (On the water- yas de ocio metropolitano que constituyen actualmente, se gesto durante
front), filmada por Elia Kazan en 1954, se nos plantea en términos abso- el dltimo tercio del siglo xx, como correlato directo de los cambios radica-
‘lutos esta clara asociaci6n entre el puerto y la ciudad. El cine, de hecho, les en el modelo de concentraci6n territorial que, durante décadas, habia
se ha encargado de fabricar una abundante iconografia que presenta el caracterizado la formaci6n de los paisajes urbanos. Las mejoras y nuevas
paisaje urbano portuario como.metafora de lo que es y en realidad signifi- facilidades en el transporte hacian que casi desapareciera la necesidad de
ca la ciudad: la movilidad, el intercambio, la intensidad, el trasiego desor- concentrar muchos de los usos productivos que antes requerian su locali-
denado de bienes y personas, el azar, el peligro, lo inesperado, el conflic- zaci6n en la ciudad. De esta forma, la vieja geografia econdmica de las
_to. En La ley del silencio, incluso la pelea final entre Marlon Brando y Lee grandes implantaciones industriales y las zonas francas venia sustituida
J. Cobb en los muelles del rio Hudson refleja, en los 4ngulos que toma la por una red de localizaciones dispersas en el espacio. El modelo econ6-
camara o las imagenes que se suceden en el montaje, esa clara cualidad mico que habia dado lugar a paisajes de densidad urbana, caracterizados
urbana del puerto, del frente maritimo. Las primeras indicaciones de ese por la presencia absoluta de lo industrial, de Detroit a Bilbao, de Sheffield
guién cinematografico nos lo muestran de forma muy grafica: a Turin, se desvanecia después de los intensos cambios que estaban afec-
tando no solo a los procesos de producci6n sino también a los patrones
Exterior — Plano general — Muelles — Noche de consumo.
En este contexto de cambio econémico y espacial, los puertos indus-
“Plano de un pequeno edificio (el club nautico Hoboken) ubicado sobre triales fueron perfilandose como escenarios privilegiados de la crisis urba- _
un muelle flotante a unos 22 m de la costa. Una plataforma larga y na, para pasar, mas tarde, a verse como territorios de oportunidad, al
estrecha une el muelle y la costa; a cada lado del muelle hay grandes
amparo de intensos procesos de renovacion urbana yttransformacion de la
buques de carga que estan siendo descargados a la luz de los reflec-
base econdmica de las ciudades. ~
tores. Al fondo aparece el perfil de la ciudad de Nueva York. Un gran
buque de carga, iluminado, navega rio abajo. Un ferry resopla dirigién-
~ Asi, mientras la actividad portuaria propiamente dicha se trasladaba a
dose a Manhattan. Como contrapunto se oyen las sirenas de los bar- espacios mas proximos a las grandes vias de comunicaci6n metropolita-
cos, algunas estridentes y otras inquietantemente débiles”. na, cerca de nuevas zonas de actividad logistica o bien integradas con
areas aeroportuarias, los viejos puertos urbanos iban experimentando una
Elia Kazan, fragmento del gui6én de la pelicula transformacion fisica orientada_en_términos de innovacion tecnoldgica,
On the waterfront (La ley del silencio), 1954 ‘renovacién de los usos del suelo o promocién de la imagen de la ciudad,
“todo ello en dosis diferentes segiin las ciudades.
La innovaci6n tecnologica ha contemplado la introduccién de nuevas
Quiza por ese claro contenido urbano que siempre han tenido, los actividades de mayor valor afadido. Los casos de Rétterdam o Singapur
espacios portuarios constituyen uno de los territorios donde la trans- son, en ese sentido, paradigmaticos de una transformaci6n del territorio
formaci6n de la ciudad acaecida durante las tres Gltimas décadas se ha que auna la tecnificaci6n de los procesos de trabajo y gestion con la atrac-
mostrado con especial intensidad. Testimonios _privilegiados del paso de cién de nuevos sectores econdmicos en alza, como sucede con la logisti-
ciudad a metrépolis, un proceso global a caballo entre los siglos XIX y “XX ca 0 la investigaci6n cientifica.
“pero con calendario diferente segin los lugares, los puertos han reflejado Por su parte, los ejemplos de renovaci6n urbana en los espacios por-
igualmente la transicién de la ciudad industrial, aquella “ciudad-fabrica” tuarios han acogido en general intervenciones donde acostumbran a pre-
citada en los manuales de economia, a la ciudad de las redes de infor- dominar los proyectos de gran escala, con un contenido zonal muy desta-
macion y tecnologia, bautizada por Manuel Castells como la “ciudad infor- cado y que tienen en comin la transformaci6n integral del entorno sobre
macional”, de la que se habl6 en los primeros capitulos. Si lo metropoli- el cual se actta. Asi, la renovaci6n portuaria ha implicado en la mayoria
tano_se_desarroll6.asociado a las ciudades capitales del siglo xix, como de experiencias un cambio estructural que tiene que ver principalmente
206 Urbanalizaci6n Contra la urbanalizaci6n 207

con las tres dimensiones basicas de lo urbano. Primero, la dimension mor- Si bien es cierto que estas diferentes orientaciones y experiencias
foldgica, referida al cambio en.la forma y el paisaje de la interrelacion ciu- _ citadas representan una amplia galeria de posibilidades de intervencion,
“dad-puerto: de los nuevos usos del suelo introducidos
al mismo skyline la verdad es que cualquier diagnosis sobre la transformacion de los espa-
“urbano que se transforma. Segundo, la dimension funcional, derivada de cios portuarios durante las tres Ultimas décadas muestra, sin embargo, el
la transformacion de la base econdmica y de las funciones a ella asocia- predominio de unos patrones de proyecto ciertamente estandarizados,
das que han desaparecido, se ha modificado o ha sido sustituida por que han priorizado un proceso de copy&paste entre ciudades.
otras, como lo muestra la nueva pujanza de los usos turisticos y las acti- De igual manera que toda ciudad pareceria necesitar un edificio bri-
vidades vinculadas con la economia del entretenimiento localizadas en el llante de titanio construido por Frank Ghery, un contenedor cultural de
espacio portuario. Finalmente, la dimension social, concretada a partir de color blanco edificado por Richard Meier, un rascacielos con textura acris-
procesos de elitizacié6n, que en no pocos casos han provocado la sustitu- talada proyectado por Jean Nouvel, o una escultura curvilinea de Richard
ci6n de unas poblaciones residentes por otras caracterizadas por mayores Serra en alguno de sus espacios publicos significativos, los entornos por-
niveles de ingresos, renta acumulada, nivel de instruccién y patrones de tuarios han acabado reincorporandose a la ciudad como superficies lisas
consumo o estilo de vida. Los diferentes fragmentos de la ribera urbana y planas donde ir colocando los usos estandarizados que componen el
del Tamesis en Londres, de los que ya se habld, reflejan claramente, estricto mend de las actuaciones: un acuario metropolitano, un cine IMAX,
desde las primeras actuaciones en los muelles del tabaco de Saint Cathe- un museo del mar, una sala multicine, una zona comercial con los corres-
rine hasta las mas recientes en el area de Greenwich, esta triple dimen- pondientes espacios publicos inspirados por la economia global de las
sién de los procesos de renovaci6n en los espacios portuarios. El esque- franquicias, aunque aderezados en su disefio con las imagenes del pasa-
ma de rotacion de los usos del suelo que se ha ido reproduciendo en la do de la ciudad de turno, de Londres a Génova, de Rijeka a Rotterdam.
“mayoria de estas operaciones, presenta un ment de opciones que incluye Se trata de proyectos que, lejos de generar dinamicas inclusivas y siner-
“desde nuevos distritos de negocios o residenciales de alto standinga con- gias entre el puerto renovado y la ciudad existente, se han caracterizado
tenedores de consumo cultural, con. orientaciones qué han ido de lo mu- por priorizar la especializaci6n funcional de los usos del suelo y los réditos
“seistico a lo tematico pasando por lo turistico. Asi ha sucedido en ciuda- ~de-imagen en el corto plazo. Unas propuestas lineales y previsibles en tér-
‘des como Génova, Liverpool, Newcastle o Bilbao donde se puede consta- “Minos de proyecto arquitectonico y demasiado limitadas desde el punto de
tar la diversidad de escenarios en los que han tenido lugar estos procesos vista de la estrategia urbanistica, al constatarse la incapacidad para gene-
de renovaci6on. rar relaciones entre diferentes espacios de la ciudad. La simplicidad y uni-
Finalmente, la promocion de la imagen de la ciudad ha encontrado en. vocidad de las actuaciones, asi pues, deriva en la multiplicacion de unos
las operaciones de transformacién portuaria un referente que, en no espacios portuarios configurados como lugares ciertamente comunes.
“pocos casos, ha inspirado incluso el modelo dé.cambio de imagen urbana
que se proponia para toda la ciudad. Los casos de la ria de Bilbao, el puer-
to de Hamburgo o las operaciones de conversion integral de usos en los Urbanismo urbano versus urbanismo urbanal
frentes maritimos de Valencia o Barcelona son buenos ejemplos de ello.
Esta capacidad de la transformacion portuaria para renovar el perfil de la La repeticion de estos paisajes altamente estandarizados, tanto en los
‘ciudad ha sobrepasado los limites de lo que seria el marketing urbano al territorios metropolitanos como en los centros urbanos, muestra el alcan-
uso para configurar auténticos programas de cambio de imagen refundan- ce global de la urbanalizacion y la omnipresencia de un urbanismo desan-
do el imaginario social y cultural propio de la ciudad. En cierta manera, las clado de los lugares, que hace. “que los paisajes sencillamente dejen de
operaciones portuarias.han.sido.referentes_en la creacion de programas “representar contenido cultural o simbélico alguno para declararse, como
de urban branding, constituyendo, como ya se explicé, politicas de imagen ya se dijo, “en huelga”. Tanto en _unos escenarios como en otros, dentro y
Ciertamente complejas que van mucho mas alla de idear un eslogan mas fuera de la ciudad, acaba predominando un paisaje ecualizado, caracteri-
© menos convincente y que movilizan elementos culturales del contexto. zado a un tiempo por la infima diversidad en cuanto a los usos del espa-
local, orientados al nuevo gran mercado de imagenes que alimenta el turis- / cio 0 los comportamientos._ de los usuarios, y la minima complejidad de
“mo global. Asi sucede, por ejemplo, en los casos de las operaciones por- relaciones entre forma urbana y funci6n social.
“tuarias en ciudades mediterraneas: Valencia y Barcelona, de nuevo, y las Los nuevos sprawiscapes 0 los puertos facilmente consumibles refle-
actuaciones de escala mas discreta actualmente en curso en ciudades jan asi la tendencia a conformar ciudades en realidad menos sostenibles,
balcanicas y de la ribera africana son buena prueba de lo dicho. entendiendo el adjetivo sin limitarlo al estrecho corsé ambiental y plan-
208 Urbanalizacién Contra la urbanalizaci6n 209

teandolo en términos mas generales, considerando asi las dimensiones plazas que encajarian en los barrios de la ciudad densificada, donde la mul-
social y cultural de lo urbano. De esta forma, la bUsqueda de unas ciuda- tiplicidad de funciones del espacio, la diversidad de motivaciones y acciones
des sostenibles requiere la construcci6n de espacios urbanos social o cul- que los individuos desarrollan en la ciudad y, sobre todo, la masa critica que
turalmente diversos y funcionalmente complejos, algo que pasa, sin duda, la propia densidad urbana supone, garantizan una utilizacio6n del espacio
por explorar estrategias y actidudes capaces de escapar a las coordena- publico que coadyuva a la complejidad del tejido urbano y social.
das del urbanismo urbanal. Pues bien, ninguna de estas tres caracteristicas se dan en los habitats
En el caso de la urbanizaci6n dispersa, se pueden destacar dos estra- residenciales de baja densidad, donde, precisamente, el monocultivo resi-
tegias claras de intervenci6n en ese sentido. dencial excluye el solapamiento de motivaciones y funciones a la hora de
En primer lugar, la evaluaci6n de las consecuencias ambientales, socia- utilizar el espacio urbanizado. En consecuencia, los espacios piiblicos estan
les y culturales del modelo de territorio que resulta de la dispersion de los infrautilizados cuando no condenados a una espiral de mantenimiento
usos del suelo urbanos, obliga a una defensa de la ciudad integrada y com- ficticio o incluso de degradaci6n. Tanto los jardines como las piscinas que
pacta a partir de politicas activas de regeneraci6n urbana y atraccion de acompanan las residencias, indican, en ese sentido, la privatizacion de
grados de centralidad para el espacio de la ciudad ya urbanizada. El man- unos usos que acostumbraban a tener un caracter pUblico en el contexto
tenimiento de los centros compactos como espacios atractivos para la vida de la ciudad densa y compacta pero que asumen roles nuevos en el mode-
urbana es condici6n obligada para controlar los procesos de ocupaci6n lo de urbanizaci6n dispersa.
‘indiscriminada del espacio entre ciudades, limitando asi los nuevos desa- Asi pues, mas que reproducir de forma mimética los espacios ptblicos
rrollos residenciales diseminados. de la ciudad densificada, seria necesario, en cambio, repensar el caracter
Pero, al mismo tiempo, es evidente que los nuevos paisajes de la dis- que estos lugares deberian tener en un tipo.de-habitat.residencial defini-
persion residencial ya existen en gran parte del territorio metropolitano. “do por la dispersion y por-estilos de vida distintos.a.los que se interpretan_
Las areas menos urbanizadas pero bien comunicadas, o las que rednen _normalmente asociados al uso pUblico del espacio en el contexto de la ciu-
atractivos de tipo ambiental 0 paisajistico han visto durante las dos UGlti- “dad compacta. ..
mas décadas cémo las promociones de vivienda de baja densidad iban Este gesto de reconocimiento del territorio y sus caracteristicas reales es
reproduciéndose siguiendo un criterio genérico de urbanizacién comin a incluso mas necesario en el caso de las ciudades mediterraneas europeas.
todo tipo de regiones. Tanto es asi que, como se decia anteriormente, la El reto para estas ciudades, historicamente definidas por la densidad, la
urbanizacion dispersa ha llegado a desarrollarse intensamente incluso en diversidad y la complejidad, es mayor adn si cabe puesto que, con las inten-
aquellas ciudades que aun hoy conservan la imagen arquetipica asociada sas dinamicas de urbanizaci6n dispersa actualmente en desarrollo, afrontan
al centro urbano construido a partir de la continuidad de la edificacién yla una mutaci6n en su naturaleza urbana que va mucho mas alla de la morfo-
contiguidad de la trama urbana, las ciudades* mediterraneas del sur de
Europa. Se trata de un tipo de escenario para el proyecto arquitectonico y ara la sociabilidad y la ‘dentificacion colectiva.
la estrategia urbanistica completamente diferente del espacio de la gran ~ El reto actual para estas ciudades, como ya se comentoé en el caso de
ciudad densa, aquel que sirvié de base e inspiracién para la gran mayoria Barcelona, se puede plantear en estos términos: se trata de lugares donde
de los instrumentos y recetas que normalmente se utilizan para introducir los altos niveles de densidad urbana —a pesar de los problemas historica-
en el espacio de la ciudad elementos de calidad urbana. mente planteados desde las posturas higienistas y funcionalistas del urba-
Por ello, y en segundo lugar, la busqueda de un urbanismo urbano en el nismo can6nico-, representaban, como no podia ser de otra forma, eleva-
contexto de la urbanizaci6n dispersa, tiene un importante caballo de batalla dos umbrales de complejidad funcional y diversidad urbana. Es decir, al
en la forma como se proyectan y urbanizan los nuevos habitats de baja den- concentrarse los usos del suelo y las actividades econdmicas en. el mismo
sidad, atendiendo no GUnicamente a la formalizaci6n de los espacios pura- ‘lugar, la coincidencia de funciones en el espacio garantizaba la compleji-
mente residenciales sino, sobre todo, prestando atencién a los espacios dad de mecanismos y la diversidad de actores tanto en el proceso de pro- /
relacionales y que acompanan funcionalmente a los espacios habitados. ducci6n de ciudad como en las dinamicas de transformaci6n urbana. La
Ocurre asi, por ejemplo, con aspectos del disefio urbano tan claves como el -concurrencia de.actividades diferentes significaba, de hecho, una diversi-
espacio publico. Sorprende observar como en los barrios de vivienda unifa- dad urbana y también humana que, forzosamente, se traducia en altos
miliar, donde, de hecho, la residencia incorpora el jardin privado, se proyec- niveles de biodiversidad y flujos de informacién, para utilizar las metaforas.
tan espacios publicos que imitan aquellos que normalmente encontramos
en la ciudad central, densa y compacta. Es frecuente encontrar parques y espacio urbano asi como la propia logica de su evolucion.
210
Urbanalizacién Contra la urbanalizaci6n
211
Ahora bien, en un momento en que las ciudad
es mediterraneas se
desarrollan incorporando formas alternativas contexto local. Una estrategia que enfoque precisamente esos elemento
de crecimiento como la urba- s
nizacion dispersa y la baja densidad residencial, que configuran las diferencias, pliegues e irregularidades que construy
la complejidad y la diver- en
sidad no son ya correlatos directos de la urbani de forma efectiva el sentido del lugar. Ello significa, por ejemplo, priorizar
zaci6n como si habia ocu-
rrido hasta ahora. claramente los usos publicos del espacio, propiciando la identificaci6n
) Como introducir suficientes elementos de comple colectiva, el reconocimiento del lugar y la temporalidad comin que
jidad, cuand
o esta no todo
| viene ya dada por la densidad absoluta es actualment individuo experimenta cuando se apropia de lo urbano. _.
e la piedra de toque En segundo lugar, una estrategia que llamaré de }lentitud. |Es decir,
para un urbanismo que, reconociendo la existencia
de la urbanizaci6n dis-
| pérsa, pueda’conferirlé a esta el significado someter el proyecto de intervenci6n a claves de uso alejadas de la rota-
social y la Capacidad de iden-
tificacion cultural que siempre definieron al espaci cion rapida de actividades y usuarios. Una estrategia que amplie las posi-
o urbano. Sin duda, el bilidades de apropiacién del espacio, multiplicando asi las capacidades
disefo de espacios piblicos acordes a la nueva
naturaleza de esta urba-
nizaci6n puede ser un instrumento importante del lugar para serlo no sdélo de forma efectiva sino también de formas dife-
en ese sentido y aqui cabria
introducir una reflexién sobre los criterios de rentes. Se abre asi la posibilidad de inclusi6n de usos nuevos o residua-
formalizaci6n de los espacios
pero, sobre todo, sobre los usos que estos les y el trabajo de proyecto se vuelve hacia el detalle, eludiendo toda defi-
han de acoger en un contexto
urbanizado completamente nuevo. nicion univoca y especializada del destino final.del lugar.
Una reflexion sobre los formatos de espac Algunos de los proyectos galardonados con el Premio Europeo del
io publico apropiados para
la urbanizacion dispersa deberia considerar Espacio Publico Urbano se acercan mucho a estas formas potenciales de
cuestiones como, por ejemplo,
la importancia de la movilidad en la config intervencion.4
uracion del espacio urbanizado.
Esta experiencia de la movilidad es clave Asi, y como ejemplo de estrategia de contextualizacién, podemos citar
para entender que los habitan-
tes residen en sus viviendas pero desarr la actuaci6n en Havnebadet, en el frente portuario de Copenhague, un sec-
ollan sus actividades en otros
puntos del territorio de forma cotidiana, como tor en contacto directo con areas urbanas consolidadas y con caracter de
corresponde a un urbanis-
mo que prima la especializacién funcional relativa centralidad. El proyecto de PLOT, Bjarke Ingels y Julien De Smedt, y
en el espacio. A diferencia de
los espacios pUblicos de la ciudad compacta, premiado en el afo 2004, no repite las formulas al uso en este tipo de con-
tradicionalmente concebidos
como lugares para “estar” y, por tanto, muy textos y redirige la actuacién hacia el reconocimiento de usos tan tradicio-
vinculados a la idea de la den-
sidad urbana, los espacios publicos en los nales como el bafio festivo, inspirandose en principios a un tiempo basicos
entornos de urbanizacion dis-
persa
tend queri
inspi
an rarse mucho mas en la movilidad, puesto que y efectivos: continuidad y accesibilidad —en el contacto con la trama urbana
“define en grado importante la cultura de esta inmediata y con la lamina de agua— desde el punto de vista de los para-
la Poblaci6n residente. Asi, por
\ ejemplo, los nuevos espacios publicos metros proyectuales; o juego, seguridad y bafio en lo que se refiere a los
podrian comenzar a proyectarse
| asociados a los elementos fisicos 0 los usos que organizan el espacio. El resultado es un paisaje portuario que
espacios tipolégicos que garanti-
zany organizan esa movilidad, como puede conjuga diversas capas de informaci6n, donde el uso colectivo del espacio
n ser las gasolineras, auténti-
cos espacios de encuentro y lugar, en el sentid publico encuentra un lugar privilegiado en el contacto con el agua sin recu-
o mas amplio de la palabra,
| para la poblaci6n joven que habita la ciudad rrir a especializacion funcional algunay donde la contemplaci6n de la ciu-
dispersa. En otras palabras,
él disefio urbano que replica espacios ptblic ‘dad tiene una diversidad de visuales tanto o mas amplia que las posibili-
os con sus fuentes, parterres
0 espacios para estar sentado a la sombra dades de utilizacidn del entorno especifico e inmediato al proyecto.
de un arbol, deberia dejar paso
a una nueva generaci6n de lugares pUblicos Como ejemplo de estrategia de lentitud, el proyecto de Nikola Ba&ié en
que se inspiren no en la ima-
gen de una idea ciertamente mitica de el frente maritimo de Zadar, en el norte de la costa croata y premiado
ciudad y de sociabilidad urbana,
sino en los usos realmente publicos del en 2006, propone una actuaci6én que consigue escapar de los rigidos limi-
espacio en el contexto de la urba-
| nizaci6n dispersa. tes que plantea el disefio de espacios portuarios orientados al consumo o
En el caso de los entornos portuarios, la los usos culturales estandarizados para sugerir un proceso de uso y apro-
ambicién por un urbanismo
urbano y no urbanal podria descansar tambi piacion en cédigo abierto: una secuencia de escalones de marmol blanco,
én sobre dos estrategias con-
cretas de intervenci6on. que se adentran en el agua y permiten que esta, junto con el viento, ge-
En primer lugar, una estrategia que llamar nere sonidos a través de los tubos de polietileno y la caja de resonancia
é de contextualizaci6n. Esto
€s, configurar el proceso de transformaci6n ocultos bajo la escalera, proporcionando un caracter a un tiempo publico
del espacio portuario a partir
de las caracteristicas fisicas pero, sobre e intimo al lugar. El “6rgano marino” que el proyecto sugiere, plantea asi
todo, sociales y culturales del
diversas posibilidades de uso, consiguiéndose un entorno fisico habil para
212 Urbanalizaci6n
Contra la urbanalizacion 213

encajar un tiempo urbano lento, que no se relaciona ni con itinerarios reco- \ hasta llegar al corto espacio comprendido entre la sonrisa y el saludo.
mendados ni con encuadres visuales determinados para la contemplaci6n
Sonreir y saludar, a la manera en la que el nifio o el visitante se apropian
_de los logos de la economia global. En pocas palabras, regeneracion urba-
del parque tematico, el centro histdrico 0 el espacio pUblico. Quien no son-
ona y poética del espacio vinculadas ambas en un discurso que considera
rie y saluda, no sabe o no puede hacerlo, sencillamente, no puede habitar
la ciudad urbanal.
mite permeabilidades de funcionamiento 0 uso, lo cual asegura una evo-
Si la urbanalizacién se define por la especializaci6én econdmica, la
“lucion dinamica y compleja del proyecto en su relaci6én con el lugar y el
segregaciOn de la forma urbana y la tematizacién del paisaje, se hacen
entorno.
necesarias, en consecuencia, politicas urbanas que impliquen la presen-
En los dos casos citados, el urbanismo se ofrece con lo que sin duda
cia de una multiplicidad de funciones econdmicas en el territorio, huyen-.
es su gran valor: el hecho de ser capaz de acoger y promover procesos. Es
do, por tanto, de los monocultivos; que coadyuven al contacto y las siner-
esa capacidad de mantener la fuerza dinamica de lo urbano y la posibili-
gias entre eSpacios, actividades y poblaciones diferentes; y que contribu-
“dad de alumbrar nuevas situaciones la que siempre ha acompanado a la
yan a la evolucion de los significados de lo urbano, rechazando asi el
ciudad, y es también la que esta claramente ausente en los proyectos y
_fromanticismo de mercado y el cosmopolitismo de consumo, los mimbres
espacios urbanales.
_icénicos, retoricos y semidticos que configuran los paisajes ‘urbanales.
Pero si el proceso global de urbanalizacion se refiere tanto a la ecua-
lizaci6n del espacio como del tiempo, entonces la persecucién de socie-
Contra la urbanalizaci6n
dades urbanas sostenibles e integradas no pasa solo por cuestionar la pla-
nificaciOn del territorio o el diseno de la ciudad, sino que debe referirse
A lo largo de los capitulos anteriores, se han abordado desde diferen-
igualmente al reparto y la gestién del tiempo. En ese sentido, se pueden
tes perspectivas las principales caracteristicas y resultados de la urbana-
plantear dos grandes objetivos claramente orientados contra la urbanali-
lizacion. Se ha puesto asi de manifiesto la galeria de territorios atrapados
zacion.
por su género —confinados en el reducido espacio definido por las coorde-
Primero, favorecer los usos piblicos del tiempo en detrimento de los
nadas del “gusto” y el “brillo”-, que caracterizan la ciudad actual. La urba-
privados. Sin duda, la creacién de espacios publicos fisicos destinados a
nalizacion, mas que un lugar o una suma de espacios, mas que un momen-
la convivencia social es un tipo de politica urbana que cabe defender e
\ to oO una suma de tiempos, es un proceso pero también una condicién de |
impulsar pero podria acompanarse del diseno de tiempos ptiblicos donde
_lavida urbana actual que genera. su_propia.cultura, sus propios cédigos.
la identificacion colectiva no sdlo descanse sobre el uso del espacio sino
| En ese ‘proceso global de ecualizacién de tiempos y espacios que se
sobre las‘posibilidades para formar parte de una temporalidad comun) El
explicaba al principio, se gestan igualmente normas y reglas que pautan el
viejo axioma
na del “derecho a la ciudad” es asi, en gran medida, el derecho
uso y el comportamiento, las formas de hacer, decir 0 pensar como diria
al tiempo de la ciudad.
| José Luis Pardo. Si la ciudad industrial engendro una nueva cultura urba-|
Segundo, reivindicar una geografia de lo que llamaré “tiempos muer-
ina inspirada por elementos como la fabrica, el transito o la medida del.
os”. Es decir, los espacios de tiempo atrapados entre la produccién y la
|tiempo en funcion de la racionalidad productiva; o la ciudad postindustrial
reproducci6n, entre el tiempo de movilidad y el de espera, entre desplaza-
iha creado ya una cultura propia derivada del uso intenso y cotidiano de la
“mientos en los medios de transporte, por ejemplo, 0 el que se acumula en
‘tecnologia, las nuevas experiencias de la velocidad 0 el contacto casi con-
el dia a dia de los procesos sociales, en la dialéctica que se establece
|tinuo con el mundo mediatico visual y digital; la ciudad urbanal se corres-
entre el tiempo histdérico de los lugares y el tiempo real de la telecomuni-
/ponde también con usos del espacio y del tiempo nuevos, vinculados a la|
caci6n. Se trata de un tipo especifico de tiempo progresivamente entendi-
‘experiencia del visitante entre lugares, a la convivencia continua con Io}
do como un residuo y, en cierta manera, destinado a desaparecer, en tanto
\hiperreal y a una percepcion del mundo urbano.a través de una imagen pre- |
en cuanto la gesti6n del tiempo que caracteriza la ciudad actual tiende a
‘viamente consumida del mismo, cuestiones que se han ilustrado ya con.| }
extinguirlo.
|suficientes ejemplos. |y
En ese sentido, el uso social de la telefonia movil de Ultima generacion
La sonrisa es la metafora perfecta de esa nueva cultura que generan
muestra de forma cotidiana la gran capacidad que tenemos para Ilenar
los espacios urbanales y, al mismo tiempo, el nuevo codigo para habitar-
todos esos vacios:
los. Hablamos de una cultura urbana donde la galeria de gestos utilizados
para participar de la vida de la ciudad se va progresivamente reduciendo
214 Urbanalizaci6n Contra la urbanalizaci6n

La vida es mévil, mévil es Vodafone _germultiples y variados usos, tanto en términos colectivos
les. Unos “espacios que hagan posible a un nosotros urbano!
“éRecuerdas la sensacion de estar solo? diverso y fragmentado participar de ese tiempo colectivo,
¢éRecuerdas lo aburrido que era esperar el tiempo historico y del tiempo real. Unos espacios que permit
autobis? tiva, escapar del estrecho margen comprendido entre el monoc
éRecuerdas cuando Ilamabas a un lugar y no
tico,la estandarizacién del paisaje o la elitizacién social.
a una persona?
La ciudad puede y debe ser mucho mas que una superficie limpia, rasa
éRecuerdas cuando sdlo habia noticias a la
hora de la comida o de la cena?
y pulida. Puede y debe ser mucho mas que una lamina transparente ante
éY todo lo que te perdias por estar lejos?“ la cual ver reflejada la propia sonrisa y la de los que saben o pueden son-
reir. La ciudad puede y debe ser el lugar donde poder recuperar la variedad
Campaiia en televisidn de Vodafone, 2003 de gestos perdidos en el camino hacia lo urbanal.

Poco a poco, los tiempos de espera se van llenando de actividades


puntuales que muchas veces no tienen otro cometido que colmatar esas
lagunas homogeneizando y asimilando asi el tiempo a una textura unifor- Notas
me y continua, plana y sin rugosidades, sin interrupciones. Pareceria que 1 BarcELLona, PieTRO, / ritorno del legame sociale, Bollati Boringhieri editore, Turin, 1990;
_la economia global de los mercados non-stop fuese de la mano no s6lo de (versi6n castellana: Postmodernidad y comunidad. El regreso de la vinculacién social,
“un tipo de ciudad y un territorio “abierto 24 horas” sino también de un tipo Trotta, Madrid, 1999%, pags. 34-35).
de sociabilidad en la que el tiempo acaba reproduciendo ese mismo for- 2 Sobre la evaluaci6n de la urbanizaci6n dispersa en las ciudades mediterraneas y, en con-
creto, sobre el caso de Barcelona ver: Munoz, Francesc, “urBANALizaci6n: territorio y pai-
“mato de la continuidad absoluta y estandarizada. En ese sentido, se puede
saje en la ciudad multiplicada”, en Letria, José Jorge (int.), A cidade. Actas dos VII Cur-
proponer la siguiente paradoja: a mayor capacidad social para reducir los sos Internacionais de Verao de Cascais, Camara Municipal de Cascais, Cascais, 2001,
tiempos necesarios en el ejercicio de nuestras actividades cotidianas, gra- pags. 173-208; “Lock living. Urban sprawl in mediterranean cities”, en Cities. Interna-
cias a la tecnologia o a las facilidades para la movilidad, los tiempos libres tional journal of urban policy and planning, Elsevier Science, Oxford, n° 6, vol. 20, 2003,
pags. 381-385; “La urbanitzaci6 dispersa a la provincia de Barcelona. Dinamiques resi-
que resultan de esa mayor productividad en la gestidn del tiempo, no res-
dencials i territorials, 1985-2001”, en Espais, Departament de Politica Territorial i Obras
tan como intervalos vacios o indefinidos, sino que acaban siendo el nicho Publiques, Generalitat de Catalunya, Barcelona, n° 50, 2005, pags. 92-102.
de nuevas actividades y nuevos usos que estandarizan de forma acelera-. 3 INGERSOLL, RICHARD, “Sprawlscape. Il paesaggio come redenzione”, en De Rossi, Antonio,
da el tiempo en términos tanto materiales cor
como de construcci6n cultural. et. al., Linee nel paesaggio. Esplorazioni nei paesaggi della dispersione, UTET Universi-
Hacer visible esa cartografia de los tiempos muertos es, sin embargo, ta, Turin, 1999.
4 El Premio Europeo del Espacio Publico Urbano es un certamen de car&cter bienal que,
necesario y reivindicable en aras de una mayor diversidad urbana, huma-
con objeto de subrayar la importancia del espacio pblico como catalizador de la vida
na y social. La conclusién, en ese sentido, es muy clara: la misma ten- urbana, otorga desde el afio 2000 diferentes menciones a los mejores proyectos de
dencia hacia la ecualizaci6n territorial que muestran los usos del suelo y espacio publico en las ciudades europeas. Esta organizado por diferentes organismos
los programas urbanisticos en ciudades y territorios bien diferentes, apa- vinculados con la arquitectura, el urbanismo y la cultura urbana, como el Centro de Cul-
rece también reproducida en lo que se refiere al uso del tiempo. Es esa tura Contemporanea (Barcelona), el Institut Francais d’Architecture (Paris), The Archi-
tecture Foundation (Londres), el Nederlands Architectuurinstituut (Réterdam), el Archi-
doble caracteristica la que confiere su caracter total a la urbanalizaci6n.
tekturzentrum Wien (Viena) y el Suomen Rakennustaiteen Museo (Helsinki).
Imaginar sociedades futuras complejas y diversas no sdlo pasa enton-
ces por defender modelos de ciudad y territorio integradores, donde la
variedad de actividades y grupos de poblaci6n dote al espacio de singula-
ridad, pluralidad y atractivo, sino que seguramente necesita de la existen-
cia de una estructura de tiempos igualmente diversa. El derecho a la ciu-
dad, el derecho al tiempo de la ciudad, concibiendo esta no sdlo como
mero espacio construido sino atendiendo a sus cualidades como lugar de
inclusion y de dinamismo cultural, sera en el futuro en gran medida el dere-
cno a unos €spacios urbanos suficientemente permeables como para aco-

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