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Para impulsar la comuna desde nuestro entorno, debemos conocer la historia de

cómo se desarrolló la comuna China. Lo podemos conocer del “librito rojo” que el
presidente Hugo Chávez obsequió a cada uno de sus ministros.

Chiyiling se llama la comuna china, cuya historia es contada en el libro titulado


¿Cómo es la comuna popular? de Chu Li y Tien Chie-Yun, y que describe
detalladamente los elementos de un conglomerado humano y productivo
articulado en 1958, en medio del proceso de reformas conocido como el Gran
Salto Adelante.

Esta referencia nos quiere decir, que el primer paso primordial, es la formación
desde nuestro espacios, dar referencias de otros lugares, vivenciales e historias,
para luego dar conocer el compendio de Leyes del Poder Popular, que son: Ley
Orgánica de los Consejos Comunales, Ley Orgánica del Poder Popular, Ley
Orgánica de las Comunas, Ley Orgánica del Sistema Económico Comunal, Ley
Orgánica de la Contraloría Social, Ley Orgánica de la Planificación Pública y
Popular y la Ley Orgánica para la Gestión Comunitaria.

Pero como bien sabemos, la situación país conlleva a la población apatía, no tener
tiempo por la jornada laboral, resolución de problemas sociales entre otros,
aspectos que debilitan la participación ciudadana protagónica, es por este motivo
que se debe realizar estrategias interdisciplinarias, es decir planificar actividades
que promuevan los ejes constitucionales como político, económico, social, cultural,
geográfico, ambiental y militar desde lo local.

Actualmente existen programas sociales para la protección del pueblo venezolano,


como las misiones y grandes misiones, todo estas fuerzas unidas en el
Movimientos Somos Venezuela. Desde este programa se puede profundizar la
formación colectiva, pero es importante que a su vez se lleve a la práctica.

La relación entre teoría y práctica tiene importantes implicaciones para la


formación, la mejora de las prácticas, genera un desarrollo sostenible en el tiempo.
Lo podemos comprobar en el proceso de formación de la República Popular China
para la creación de la comuna, donde el punto de lanza fue, el desmantelamiento
del latifundio y en la medida que avanzó la reforma agraria, los campesinos se
integraron en formas colaborativas de organización del trabajo, hasta que llegaron
a esquemas de cooperativismo donde aplicaba el principio de “a cada quien según
su trabajo” para definir la remuneración de los asociados.

La tierra y otros medios de producción importantes eran de propiedad colectiva y


no se remuneraba por su aporte. La unificación del trabajo de esas cooperativas
dio origen a las comunas populares como Chiyiling en julio de 1958. Esta
estructura inicialmente se llamó cooperativa gigante, y al convertirse en comuna
popular asumió las competencias del poder político, aunque su origen era de
carácter productivo.

En Chiyiling se articuló un esquema organizativo con 38 brigadas, que


correspondían cada una con una aldea o pequeño poblado. A su vez cada brigada
se dividía en equipos de producción. En la comuna se habían conformado 298
equipos de producción. Eso arroja una estructura de tres niveles, a saber la
comuna, la brigada y el equipo de producción.

Esto nos puede orientar, que las fuerzas que integran el Movimiento Somos
Venezuela, de acuerdo al objetivo y misión de cada una de las fuerzas que las
integran, se lograría la organización de trabajo, ya que las fuerzas se unifican y
cada una de ellas tienen estructuras organizativas y una que es muy importante y
que nuestra Patria requiere, que es el ámbito de la producción a través de los
proyectos socioproductivos. Esto nos igualaría a la estructura de los tres niveles
que conformó la Comuna China: “la comuna, la brigada y el equipo de
producción”.

La historia de la Comuna China nos indica cómo se integra el Poder Popular,


comercio rural y miliciano. Con la conformación de la comuna, entendida
inicialmente como conjunto de unidades productivas, el cantón (parecido a nuestro
municipio). Así la organización comunal dirige la industria, la agricultura, el
comercio, las escuelas y la milicia dentro de su esfera de administración, a través
del comité revolucionario.

La mayoría de los jóvenes conforman la milicia fundamental y los hombres de


edad mediana y las mujeres de más de 25 años conforman la milicia común. Los
milicianos se entrenan en las zonas libres de la labor agrícola y constituyen la
potente fuerza de reservas del Ejército de Liberación. Los 9 mil milicianos
fundamentales en la comuna son sus guardianes, indica la historia.

Actualmente la milicia Bolivariana cumple un rol importante en su estructura,


desde lo municipal nos encontramos, Sector de Defensa Integral (SEDI), Área
Popular de Defensa Integral (APDI), Bases Populares de Defensa Integral (BPDI)
y las Unidades Populares de Defensa Integral (UPDI).

Si logramos la formación de forma integral, es decir con la unificación de las


fuerzas revolucionarias y que esta enseñanza sea interdisciplinaria, sería la
herramienta que se necesita para comprender y resolver los conflictos desde lo
local, de esta forma lograríamos la Comuna.

En conclusión, tenemos todas las estructuras para reimpulsar la conformación de


las comunas, pero para salir de la coyuntura en que estamos, es necesario
acelerar la formación y la autoformación en nuestra militancia y en el pueblo en
general, la formación de la conciencia para seguir sumándose a la causa
revolucionaria y la construcción del socialismo.

Para tener éxito y se logre una ética y moral en la población es el seguimiento y


control para que esta acción se cumpla en todos los espacios. Nuestro
Comandante Hugo Chávez decía en sus alocuciones: “…me despertó la
conciencia, me despertó el querer ser y el saber”.

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