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CASO DE LA COMPAÑÍA ENRON

El caso de Enron trata de como una mala información interna que puede acarrear un
gran desastre. La empresa Enron Corporation, en quince años, se convirtió en el
séptimo grupo empresarial de mayor valor en Estados Unidos; dirigida por Kenneth
Lay y Jeffrey Skilling. En su momento, contaba con una cifra de capital en torno a los
70 mil millones de dólares y con un personal cercano a los 20 mil empleados. Su
estrategia se basaba principalmente en tres actividades: Energía, Servicios globales y
Trading, las cuales fueron a través de las subsidiarias obtuvieron mayor auge con el
paso del tiempo y la clave principal de su éxito. Sin embargo, esto no duro mucho
tiempo, la corporación acabó en la quiebra absoluta dando lugar a uno de los mayores
escándalos de la historia financiera de Norteamérica.

Entre los principales involucrados en este caso tenemos a Kenneth Lay, quien conocía
de los actos fraudulentos y no los denunció, fundador de Enron y también conocido por
el lazo cercano con el presidente de ese entonces, George W. Brush. Fue el
encargado de convertir a la empresa en una de las mejores de Estados Unidos, como
la más innovadora y con una valiosa cotización en la Bolsa de Valores. La verdad
sobre las alteraciones contables salió a la luz, Lay fue acusado de múltiples delitos,
entre ellos el fraude. Sin embargo, murió de un infarto agudo de miocardio, poco antes
de su sentencia, en 2006. Otro protagonista fue, Jeffrey Skilling, quien participó y
ayudó a ocultar los actos fraudulentos, se encargaba de la contabilidad de la empresa.
Sobrevaluaba sus ganancias, para que la compañía fuera atractiva ante los
inversionistas y haciendo que sus empleados compraran sus acciones. Su mal
accionar comenzó en la lista de pasivos que se convertirían en activos y de muchas
deudas que en su lugar figuraban como ingresos para la empresa. También creo
escasez de energía para aumentar los precios de la electricidad y controlar la
demanda que se genere en California para lograr ingresos millonarios a Enron.
Andrew Fastow, director de finanzas, quien fue la mente que diseñó las prácticas
fraudulentas; y David Duncan, quien participó en la desaparición de documentos
importantes para que no se descubriera el fraude cometido. En estos actos también
estuvo involucrada la compañía de contadores públicos (CPA); Arthur Anderson, quien
era el que preparaba los reportes de auditoría que eran publicados a las agencias
reguladoras para las empresas que emiten acciones, como la Security and Exchange
Commission (SEC). El mayor problema central era el gran antecedente de Enron que
no era del todo cierto, manipularon las técnicas contables, había constantes perdidas
monetarias y elaboraron estados financieros confusos para sustentar altas tasas de
acrecentamiento en las cotizaciones bursátiles.

El caso del fraude de Enron se relaciona mucho con el liderazgo de la empresa. Este
liderazgo influyó de forma negativa a sus empleados, ya que en vez de crear valor y
llevar a la empresa por el camino correcto dentro del marco ético y legal se desviaron
hacia conductas antiéticas e ilegales. El estilo de liderazgo ejercido por sus ejecutivos
de Enron la llevó a su fracaso. Estos ejecutivos utilizaron sus posiciones para
enriquecerse mediante el uso de información privilegiada para comprar y vender
acciones. Esto nos demuestra la falta de ética en el manejo de la información. En
segundo lugar, los empleados fueron utilizados para desviar activos y para incluir
información falsa o esconder la realidad financiera de esta empresa. Se logró este acto
por la gran influencia que tenían los ejecutivos sobre los empleados. Por ese motivo,
los empleados actuaron bajo el poder de un liderazgo negativo y se logró realizar
actos ilegales y antiéticos.
Otra forma en la que los ejecutivos influyeron de manera negativa fue al lograr que la
firma de CPA Arthur Anderson, quienes también se apuntan como uno de los
causantes de los apagones que sufrió el Estado de California y que dispararon las
tarifas de la electricidad en ganancia de la empresa, los ayudara a manipular los
estados financieros y desaparecer evidencia contable.

El principio de la caída de Enron se dio cuando Jeffrey Skilling renunció al cargo de


director ejecutivo, enviando señales negativas a los inversionistas y provocando una
gran caída de las acciones. Tras este acontecimiento Kenneth Lay asumió el control
total de la compañía, y posteriormente, salió a la luz la verdad sobre lo sucedido,
juzgando a la mayor parte de la directiva de Enron, a quienes se acusó de fraude
financiero y de obtener beneficios personales de más de mil millones de dólares antes
de la quiebra de la empresa.
“Cientos de trabajadores desempleados y defraudados, sin salida de rescatar sus
ingresos de compensación invertidos en esta empresa, miles de inversionistas, que
confiaron en los estados financieros auditados por la firma de Arthur Andersen.
Lastimosamente algunos de los empleados ingresaron a terapia ya que no pudieron
superar la gran pérdida de su dinero; el fallo de Enron fue creer que la inteligencia y la
voluntad podrían burlar al sistema.
En resumen, lo que sucedió en Enron fue una cadena de técnicas contables
fraudulentas, sin un control interno adecuado, el cual fue apropiado por la conducta
antiética de sus directivos y su falta de honesta transparencia, siendo ésta esencial
para el trasfondo de confianza que sustenta las operaciones en el mercado de
capitales. La incapacidad de tomar decisiones y actuar éticamente puede llevas
claramente hacia el fracaso. Siempre existió y existirá la ambición en la gente, un
cambio de cultura en el pensamiento humano sería virtuoso.
Por eso las Normas Internacionales de Información Financieras (NIIF) son obligatorias,
para prevenir este tipo de fraudes que algunas empresas están acostumbradas a
mostrar falsedad en su información financiera, engañando a los proveedores, bancos,
inversionistas, etc.
Podemos aprender de este caso que el prestigio de una compañía no basta para
garantizar la veracidad de sus estados financieros; que los entes reguladores no
deben ser complacientes con empresas que no revelan su información financiera
oportunamente; también aprendimos que el proceso de gestación de una compañía
billonaria requiere de consistencia entre los indicadores financieros, si no estamos
ante un engaño, y por ultimo a ser más críticos y menos condescendientes.
Asiel Arroyo Velásquez, 15 de abril, 2021

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