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JOSE DIESTRO SIERRA

Agente de Extensibn Agraria

^^^

^^°^':^ ; MINISTERIO DE AGRICULTURA


:^^^`
EL AGUA POTABLE

Las personas necesitan agua en abundancia para poder rea-


lizar sus funciones vitales. Pero si el agua utilizada no es potable
hay peligro de transmisión en muchas enfermedades, como la
fiebre tifoidea, disentería, poliomelitis, gastroenteritis (a veces
mortales en los niños), etc.
Aunque la mayoría de las personas disponen durante todo
el año de aguas tratadas por Organismos Públicos, hay muchas
que utilizan periódicamente agua sin tratar y, a veces, en con-
diciones peligrosas para la salud. Esto ocurre principalmente
en los meses de primavera y verano, porque entonces se apro-
vechan los dias festivos y las vacaciones para estar en el campo,
y se utiliza con frecuencia para beber el agua de ríos, aljibes,
manantiales, pozos, etc., y para bañarse estanques, piscinas
particulares, etc., con aguas no depuradas.
Otras personas habitan en medios rurales y utilizan de una
forma continua ag ^as no tratadas. En estos casos la experiencia
ha demostrado en muchos países del mundo que la inversión
más productiva, desde el punto de vista sanitario, es un abas-
tecimiento de agua abundante y sana, para el consumo y la hi-
giene personal.
A veces se dan a los animales aguas que las personas no uti-
lizarían para su consumo porque dudan de su potabilidad, cre-
yendo que no son peligrosas para el ganado, y nada más lejos
de la realidad, pues muchas de sus enfermedades como el car-
bunco, tuberculosis, coccidiosis, etc., son transmitidas también
por el agua. Es necesario por tanto que el agua que se su-
ministra a los animales reuna las mismas condiciones de potabi-
lidad que la de las personas.
Fig. I.-EI agua de
bebida debe ofrccer
garaniía dc seguridad.

El agua ha de estar exenta de todo tipo de contamina-


ción, sustancias nocivas o microorganismos patógenos. Para
conseguirlo suele ser necesario casi siempre depurarla, operación
que está al alcance de cualquier economia, la mayor parte de
las veces.

AGUAS POTABLES Y AGUAS CONTAMINADAS


El agua potable es aquella que, además de tener aspecto lim-
pio y atractivo, está libre de contaminaciones. Por el contrario,
las aguas contaminadas son aquellas que contienen gérmenes
patógenos y sustancias nocivas en cantidades que representan
peligro para su consumo o utilización; deben ser depuradas pa-
ra su uso, caso de que esto sea factible.
Es fácil que el agua se contamine con microorganismos,
siendo especialmente peligrosas aquellas que provienen de aguas
residuales humanas. Otras veces, se contaminan pozos, manan-
tiales y rios, con arrastres procedentes de estercoleros, establos,
letrinas, etc., ya que las bacterias fecales pueden ser arrastra-
das horizontalmente y en profundidad.
Igualmente, existen contaminaciones por sustancias tóxicas o
indeseables, como desechos industriales, productos insecticidas,
sustancias minerales, etc.
Para determinar si un agua es potable, hay que estudiar su
procedencia y analizarla quimica y bacteriológicamente.
Los microorganismos que proliferan en el agua o utilizan
ésta como vehiculo de infección suelen ser algas, bacterias y
protozoos.
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Algas
Son plantas talofitas que se desarrollan principalmente en
aguas almacenadas en depósitos naturales o artificiales expues-
tos a la luz. Proliferan con más facilidad en aguas de proce-
dencia subterránea, por su menor turbidez y mayor conteni-
do en sales minerales.
Las algas son las principales causantes de los olores y sa-
bores del agua, y aunque directamente no causan enfermedades,
aumentan el contenido de materia orgánica lo que favorece el
crecimiento de otros microorganismos; incluso pueden englobar
en su cubierta gelatinosa bacterias patógenas a las que sirve
como vehículo de propagación.
Bacterias
Son sin duda los agentes más peligrosos que pueden vivir en
el agua haciéndola insegura para el consumo.
Son pequeños microorganismos, sólo visibles al microscopio,
que se encuentran profusamente extendidos por el medio am-
biente, en el suelo, aire, agua, organismos vivos, etc. Muchas
de ellas realizan funciones indispensables para la vida de otros
seres, bien descomponiendo la materia orgánica muerta en sus-
tancias asimilables por los vegetales, o asociándose a otros orga-
nismos vivos y realizando transformaciones útiles en sus ali-
mentos. Pero existen algunas que producen sustancias venenosas
para el huésped en que se alojan, ocasionándole enfermeda-
des, como tifus, disentería, cólera, leptospirosis, padecimien-
tos diarréicos conocidos como gastroenteritis, etc.
También existen otros microorganismos como hongos, pro-
tozoos, gusanos y virus, que pueden transmitir por el agua di-
versas enfermedades, como la disenteria amebiana (protozoos),
pie de atleta (hongos}, poliomielitis (virus), anquilostomiasis
(gusanos), etc.

ANALISIS QUIMICO Y BACTERIOLOGICO DEL AGUA


Como sucede con cualquier alimento natural, no es preciso
que el agua esté totalmente estéril de microorganismos, pero sí
es necesario que estén en unas proporciones que no represen-
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ten peligro para su utilización o consumo. Esto se determina


mediante análisis bacteriológico, dando principal importancia a
los microorganismos indicadores de contaminación fecal (bacte-
rias coliformes, bacilo Escherichia coli ).
Para recoger muestras de agua que se va a analizar se
solicitan de la Jefatura Provincial de Sanidad dos frascos esté-
riles de 250 c.c. o se hierven durante un cuarto de hora
frascos que tengamos con buen cierre.
La muestra, si es de un pozo, se toma doble, una super-
ficialmente y otra del fondo.
Los análisis se realizan en dichas Jefaturas de Sanidad. El
Código Alimentario Español da como limites máximos tolera-
bles en las aguas de consumo, en cuanto a características mi-
crobiológicas, las siguientes:
a) Recuento total de bacterias aerobias, en placas de agar
incubadas a 37° durante 24 horas, como máximo 100 colonias
por ml. de agua.
b) Presencia máxima de uno o dos gérmenes coliformes,
estreptococos fecales y clostridios sulfito-reductores, en las siem-
bras efectuadas con un volumen mínimo de 100 ml. del agua
problema.
c) Ausencia total de gérmenes potencialmente patógenos y
de Escherichia coli (prueba de contaminación fecal), o de los
bacteriófagos anti-E. coli y anti-Shige/la.
El agua de las piscinas, según Orden del Ministerio de la
Gobernación, de 1960, tendrá un contenido bacteriano que, co-
mo máximo, al cultivar 1 c.c. en agar a 37°, 24 horas, no
origine más de 100 colonias en condiciones normales y 200 en
momentos de maxima concurrencia. El bacilo coli de tipo fecal,
no debe hallarse en 2 de cada 5 muestras de 5 c.c. cada una,
tomadas en el mismo dia y con la piscina en uso.
En un análisis quimico, lo más importante a tener en cuenta
son las sustancias que, al aumentar su nivel, pueden conside-
rarse como sintoma de contaminación microbiana. Estas son:
materia orgánica, nitrógeno albuminoideo y total, nitritos, fos-
fatos, amoníaco y nitratos.
El Código Alimentario da como limites rnáximos tolerables•
- pH, de 6,5 a 9,2.
I ig. 2.-h'uente de agua pcxable en Cucs-
ta de la Palma, núcleo de la comar-
ca de Loja (Granada).

- Residuo seco a 110°, has-


ta 1,5 g. por litro de agua
evaporada.
- Cloruros, 350 mg. por li-
tro de agua.
- Sulfatos, 400 mg. por litro.
- Nitratos, 30 mg. por litro.
- Calcio, 200 mg. por litro.
- Magnesio, hasta 100 mg. por litro.
- Hierro más manganeso, 0,3 mg. por litro.
- Oxígeno absorbido del permanganato, 3 mg. por litro de agua.
En cuanto a componentes extraños, considera como límite
máximo tolerable, en mg. por litro de agua: cobre 1,5; cinc
1,5; plomo 0,1; selenio 0,05; arsénico 0,2; cromo 0,05; fluor
1,5; cianuros 0,01; fenoles 0,001.
Otro indice importante, sobre todo para las aguas de pro-
cedencia subterránea, es la dureza total, debida a la cal o
magnesia que el agua contiene en disolución. Debe tener un
minimo de 10° y un máximo de 50° de dureza francés, (grado
hidrotrimétrico francés equivale a 10 mg./litro de carbonato cál-
cico). Cuando la dureza es inferior a 10° se produce una diso-
lución de materiales pesados y, si es mayor de 50°, no hace
espuma con el jabón, no cuecen bien las legumbres y se forman
incrustaciones en las tuberías.
Recordamos que está prohibido el consumo de aguas no po-
tables y de las que contengan fosfatos, nitritos, amoniaco,
aminas, sulfuros, hidrocarburos, grasas y detergentes.
-^-

METODOS PARA PURIFICAR EL AGUA

AIREACIÓN

La aireación se utiliza en el tratamiento del agua por tres


razones principalmente:
- Para introducir oxigeno del aire que permite posteriormente
eliminar hierro y manganeso por filtración.
- Para eliminar gases disueltos, como el anhidrido carbónico y
el ácido sulfhidrico.
- Para que escapen las sustancias volátiles que causan olor
y sabor.

FILTRACIÓN

La filtración consigue eliminar, por si sola, microorganis-


mos y sustancias que el agua contiene, utilizándose principal-
mente como material filtrante la arena y tierra de diatomeas.

Filtro lento de arena

Este tipo de filtros fue el primero que se utilizó. La cantidad


de agua filtrada no debe ser mayor de 4-5 m.^ por m.^ de super-
ficie de filtro y por dia, regulándose convenientemente la entra-
da y salida del agua. Hay que tener presente que, a medida que
la arena se vaya ensuciando, habrá que dar más salida y menos
entrada.
Su construcción es muy fácil como puede observarse en la
figura 3. Para ello se disponen en un depósito dos capas, una
de grava de 25-50 cm. de altura y encima, otra de arena de 60-70
centimetros. El tamaño de los gránulos de arena debe ser de
0,25-0,35 mm. y el de la grava debe variar desde unos 5 cm.
en el fondo hasta unos 3 mm. o menos en la parte superior.
Es necesario que la arena y grava estén totalmente limpias,
haciéndose previamente un lavado de éstas para evitar que
puedan enturbiar el agua en las primeras filtraciones.
-x-
Filtro rápido de arena
El filtro lento necesita grandes superficies para poder filtrar
un volumen considerable de agua. A1 descubrirse el efecto de la
floculación han podido desarrollarse los filtros rápidos que per-
miten filtrar hasta 150 m.! o más, por m.^ de superficie y dia.
Es el mismo filtro lento antes explicado pero en el que se Ileva
a cabo una floculación previa a la filtración.
La floculación es una operación muy importante, tanto para
las aguas de consumo como para las de baño, porque elimina
la turbidez del agua al unir las partículas en suspensión forman-
do flóculos que se precipitan al fondo. Esto se consigue aña-
diendo alumbre (sulfato de alúmina) al agua; es un producto
muy barato que se puede encontrar en cualquier drogueria.
La cantidad de alumbre puede variar de 10 a 50 ppm. según
la turbidez del agua (10-50 gr./m.! ó 1-5 kg. por 100 m.z de
agua).
Cuando el agua está demasiado turbia y hay que añadir
más de 50 ppm. de alumbre, es conveniente eliminar el flocula-
do, bien por sedimentación y luego con una decantación, o bien
con limpiafondos, como en las piscinas, pues si se procediera
directamente al filtrado, al ser numerosos los posos, obstruirían
el filtro inutilizándolo.
El papel de los flóculos en el filtro de arena es formar una
pelicula que elimina microorganismos y sólidos no floculados,
proporcionando un agua libre de más del 95 por ]00 de bacte-
rias y turbidez.

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so-^o

25-50
í Fig. 3.-Esquema de

^^ ..^...,. ,. un filtro de arena


(medidas en centi-
metros).
-9-
T

Fig. 4.-Esquema de una depurado-


ra de tierra de diatomeas.

Filtro de tierra de diatomeas


Durante la segunda Guerra Mundial, se desarrolló un tipo
de filtro semiportátil y muy pequeño, que en la actualidad es-
tá muy extendido y se utiliza cada dia más.
Está constituido por unos tubos huecos rodeados por una
tela en e] interior de un depósito hermético. En la parte filtran-
te se le echa tierra de diatomeas, quedando estas particulas
adheridas a la tela y realizando la filtración cuando empieza a
removerse el agua.
Estos filtros requieren,
periódicamente, limpiar los
tubos y añadir nueva tie-
rra de diatomeas (fig. 4 y
5).

Fig. 5.-Tubo de un filtro de tie-


rra de diatomeas.
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DESTRUCCION DE ALGAS Y PROTOZOOS


Aunque no suelen causar directamente muchas enfermeda-
des, sin embargo, las algas y protozoos son los principales
causantes de los malos olores y sabores en el agua, siendo por
tanto necesario su control.
Para evitar su proliferación deben almacenarse las aguas en
depósitos cubiertos que impidan el efecto de la luz; esta pre-
caución debe adoptarse, principalmente, con las aguas de pro-
cedencia subterránea, en las que proliferan más fácilmente.
Cuando esto no sea posible o exista invasión de tales organis-
mos, se utilizará el sulfato de cobre, veneno activísimo para
flora y fauna microscópica, mientras que el hombre tolera do-
sis relativamente altas de esta sustancia sin que se produzca
envenenamiento. Las dosis de sulfato de cobre a emplear serán
0,5 mg./litro (0,5 gr./m.! ó 50 gr. en 100 m.^) para beber,
y 5 mg./litro (500 gr. en 100 m.z) en piscinas.

CLORACION
Es el proceso más importante utilizado para conseguir un
agua limpia de microorganismos.
El cloro y sus compuestos son los desinfectantes de máxima
difusión por ser un excelente bactericida muy económico y no
tener problemas su aplicación.
El efecto desinfectante se debe a la oxidación de la materia
orgánica viva (microorganismos), materia orgánica muerta e in-
cluso sobre ciertos compuestos minerales.
El cloro que hay que añadir para purificar un agua, depen-
de de la cantidad de materia orgánica que ésta contenga,
por lo que es muy importante determinar el cloro residual, que
es el que queda libre después de realizar las reacciones oxi-
dativas, o sea, después de unirse con la materia orgánica. Para
determinar el cloro libre se emplea la orto-toludina, reactivo
fácil de adquirir y de sencillo manejo. Basta con echar unas
gotas del reactivo en la muestra de agua y comparar el color
que tome con los de una escala especial.
Para dar tiempo a que actúe el cloro, hay que esperar
y no utilizar el agua durante una media hora desde el momento
Fig 6.-Estación depuradora de una pisc^na pública.

en que se aplica el desinfectante. Los limites de seguridad de


cloro residual en un agua para beber son 0,2 mg./litro, no de-
biendo bajar de 0,1 mg./litro, y en las piscinas 0,5 mg./litro,
cifras que pueden incrementarse cuando se prevea un ataque
epidémico.
Como quiera que el cloro se disipa por la luz solar, es muy
importante, sobre todo en los depósitos grandes y descubiertos,
hacer un control periódico para mantener los citados niveles.
Los compuestos a utilizar para clorar las aguas pueden ser
muy diversos: lejia, hipoclorito sódico, hipoclorito de cal, clora-
minas, etc. La aplicación práctica de estos productos dependerá
del cloro activo que proporcionan al disolverse en el agua, y de
la materia orgánica que tenga que oxidar.
Se transcriben a continuación unas normas sobre cloración
doméstica del agua destinada a la bebida, tomados de un folle-
to del Dr. Vaamonde Fernández., editado por la Dirección Ge-
neral de Sanidad.
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CLORACION DOMESTICA DEL AGUA DESTINADA


A LA BEBIDA
Cantidad de las distintas lejias comerciales a base de hipo-
clorito sódico -sin detergente- que, según su concentración
inicial, es preciso añadir al agua destinada a bebida, para depu-
rarla por la acción del cloro, para que quede en la propor-
ción de 2 miligramos por litro, en la solución que se añade al
agua de bebida para que una vez depurada queden, en la que se
ingiere, 0,2 a 0,4 p.p.m.

Concentración inicial de cloró-


geno a utilizar, representada
por el número de gramos de CANTIDAD DE AGUA A DEPURAR
CLORO LIBRE que contiene
en un litro al salir de la fábri-
ca. (Este dato figura en los em
2 litros IO li[ros 2001itros I m.^
vases de venta al público.)

20 g. de clo^o en 1 litro
de lejia .................. 4 gotas 1 c.c. 20 c.c. 100 c.c.
40 g. de cloro en 1 litro
de lejia .................. 2 gotas ]0 gotas ]0 c.c. 50 c.c.
80 g. de cloro en 1 litro
de lejia .................. I gota 5 gotas 5 c.c. 25 c.c.
100 g. de cloro en 1 li-
tro de lejía ............ 1 gota 4 gotas 4 c.c. 20 c.c.

Transcurridos treinta minutos, el agua debe tener un ligero


sabor a cloro. Si no se aprecia tal sabor, habrá que añadir
progresivamente más lejía, sin que la cantidad de ésta exceda,
en total, del doble de la indica en el cuadro.

ABLANDAMIENTO DEL AGUA

La dureza del agua se debe a excesos de sales de calcio


o magnesio y puede ser temporal o permanente, siendo la tem-
poral debida a los bicarbonatos y permanente cuando se debe a
sales neutras (sulfatos, cloruros y nitratos).
Entre los métodos que se utilizan para ablandar el agua,
los más corrientes son el empleo de carbonato sódico (sosa
calcinada) y cal apagada, que se mezclan con el agua y pos-
teriormente se eliminan los posos.
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Las zeolitas y permutitas también sirven para ablandar el


agua haciendo un filtro con arenas como material filtrante, sien-
do su principal ventaja el poder volver a ser utilizadas median-
te un lavado contracorriente con una solución concentrada de
sal común.
Para eliminar los malos olores y sabores que a veces produ-
cen los microorganismos o sustancias como el cloro, se utiliza
el carbón vegetal, echándolo directamente en el agua o ha-
ciendo un filtro de carbón.

DEPURACION DEL AGUA PARA CONSUMO

Abastecimiento de núcleos urbanos importantes

Casi todos los núcleos importantes se abastecen de aguas su-


perficiales, bien sean rios o pantanos, ya que si estimamos unos
200 litros de consumo por habitante y día, resulta muy dificil
encontrar un venero de agua subterránea lo suficientemente
grande para abastecer a un núcleo de cierta importancia.

Fig. 7.-El agua depura-


da para bebida debe con-
tener de 0,2 a 0,4 partes
por millón de cloro.
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La captación del agua debe hacerse lo más lejos posible


de la orilla y evitando en lo posible cualquier tipo de conta-
minación próxima, prohibiendo se viertan aguas residuales, ba-
ñarse e incluso pescar en una zona prudencial.
Como en los rios se vierten, normalmente, aguas residuales
de poblaciones ribereñas, se hace necesario la depuración de las
aguas, siguiendo los pasos que se indican en el esquema.

Captación Tratamiento F'f ltración Cloración


con
Alumbre
_,^ - --^ consumo

El agua captada pasa a un tanque de floculación, en el que


se elimina la turbidez echándole alumbre y removiendo éste con
unas paletas para un perfecto mezclado; posteriormente se sedi-
mentan los flóculos y se eliminan antes de la filtración. Una
vez filtrada el agua, se le echa el cloro con lo cual ya es apta
para el consumo.

I^ig. 8.-7_ona rural de las Canarias donde cl agua de bebida y la dc riego proceden
dc captaciones subtcn^áncas.
- IS -

Abastecimientos rurales y núcleos pequeños

Aunque algunos puedan abastecerse de aguas procedentes


de rios o embalses, y en este caso se debe seguir el proceso
antes indicado, la gran mayoria de pueblos pequeños y núcleos
rurales se abastecen de aguas de procedencia subterránea, bien
sean pozos o manantiales.
Hay que evitar que tanto unos como otros seun un tosco
agujero que siempre representa un peligro para los usuarios,
por convertirse fácilmente en foco de enfermedades. Es necesa-
rio hacer una obra segura que proporcione agua higiénica y
sana (figuras 9 y 10).
Para la construcción de un pozo higiénico, hay que tener en
cuenta los siguientes puntos:
a) Debe tener un revestimiento de 3 m. de profundidad
como minimo, de hormigón, para evitar que las bacterías feca-

I^ig. 9.-kisquema dc poi<^


higiénico, hcrmitico ^^ con
bomb^.

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- 16 -

les puedan contaminar el agua, ya que éstas pueden ser arras-


tradas hasta 90 cm. horizontalmente y 3 m. en profundidad.
b) El pozo debe estar totalmente cubierto para evitar cual-
quier tipo de contaminación exterior, siendo conveniente hacer
una plataforma de unos 30 cm. con desagiie hacia afuera pa-
ra las aguas de lluvias y sobrantes.
c) El nivel de la tapa y plataforma debe sobresalir como
minimo 60 cm. del nivel de las aguas que corren superficial-
mente.
d) No debe estar el pozo próximo a fuentes de contami-
nación, como estercoleros, establos, letrinas, etc.
También los manantiales deben aislarse de cualquier tipo
de contaminacón exterior, haciéndose un depósito cementado,
con acceso a su interior para clorar, limpiar sedimentos, etc. o
totalmente hermético.
Las aguas subterráneas, en general, no precisan de otro tra-
tamiento que la cloración, empleándose para esto cualquiera de
los clorógenos existentes (lejia, hipoclorito sódico, cloraminas,
etcétera) pudiendo echarse de 1 a 5 gr./m.^ de cloro puro (1 li-
tro lejía por 20,40 m.3 de agua). Posteriormente hay que con-
trolar el cloro residual, que debe ser 0,2 mg./litro.

Fig. 10.-[squema de manantial protegido.


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Fie. I I.-Esquema de manantial protegido con depósito cemcntado.

Las aguas subterráneas son propicias para el desarrollo de al-


gas y suelen ser duras en general; cuando existan estos proble-
mas, es necesario solucionarlos por alguno de los procedimien-
tos ya explicados.

ABASTECIMIENTO DE AGUAS A ESCALA DOMESTICA

A veces, a escala doméstica, resulta costoso incorporar un


grupo motobomba en los pozos que se utilizan para beber,
pero está al alcance de cualquier economia instalar higiénica-
mente un sistema de garrucha o noria aislándolo del exterior.
En la figura 12, se pueden ver dos sistemas de garru-
chas instalados higiénicamente, uno accionado desde el exte-
rior con un rodillo que mediante un sistema de desagiie, vierte
el agua hacia afuera. El otro, mediante una puerta permite,
una vez sacada el agua, aislar el pozo de contaminaciones ex-
teriores.
Cuando no se dispone de aguas subterráneas ni superficiales,
es necesario instalar un sistema de recogida de aguas atmosféri-
cas, que proporcionan un agua higiénica y sana (fig. 13).
El agua de lluvia, en principio, es pura y destilada, pero
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Fig. 12.-ESquemas de pozos de garrucha con protección higiénica.

durante muy poco tiempo, porque inmediatamente se conta-


mina en la atmósfera y tejados.
Para disponer de un sistema higiénico de recogida de aguas
de lluvia, hemos de tener en cuenta lo siguiente:
a) La superficie de recogida debe ser de material imper-
meable e indisoluble.
b) Se deben eliminar las primeras aguas recogidas.
c) Siempre que sea posible, debe adaptarse un sencillo fil-
tro de arena para que elimine suciedades.
d) El foso de almacenamiento no debe ser nunca metálico,
porque, al estar el agua cargada de anhidrido carbónico y sin
minerales, fácilmente atacaria al recipiente.
La depuración a escala doméstica, se puede realizar sin
medios complejos ni costosos. Por ejemplo:
a) Para clarificar el agua, pueden utilizarse filtros caseros
de porcelana porosa, que eliminan la turbidez aunque dejan pa-
- 19 -

Fig. 13.-Esquema de cisterna para agua de Iluvia.

sar las bacterias; éstas deben ser eliminadas posteriormente


mediante la cloración.
b) La cloración puede hacerse directamente en el pozo o al-
jibe utilizando una lejía casera. Como este tipo de lejia suele
tener una concentración de cloro de 40-80 gr./litro, puede
echarse periódicamente un litro de lejia por cada 20 a 40 m.^
También puede clorarse el agua en los recipientes en que se
almacenan como cántaros, botijos, etc.; bastará con añadir unas
gotas de lejia.
c) Otro procedimiento para destruir .los microorganismos
que hay en el agua consiste en hervirla para que quede comple-
tamente estéril, pero toma un sabor al que no estamos acos-
tumbrados; éste puede atenuarse mediante la aireación. Poste-
riormente para conservar su esterilidad debemos guardarla
en un recipiente cerrado.
-20-

En resumen, puede parecer algo costoso o incómodo evi-


tar la contaminación y tratar las aguas; quizá resulte desa-
gradable el sabor del agua con la cloración; sin embargo, puede
afirmarse que no son razones suficientes para poner en peligro
nuestra salud y la de nuestros animales.

DEPURACION DEL AGUA PARA EL BAÑO: PISCINAS,


ESTANQUES, ETC.

Aunque no es necesario para el baño que el agua sea po-


table como sucede con la que se destina a la bebida, no por
ello debe dejar de estar limpia y libre de contaminaciones, yá
que muchas enfermedades, como la disentería, conjuntivitis,
leptospirosis, etc., pueden transmitirse durante el baño.
El hecho de que muchas personas sumerjan sus cuerpos en
el agua supone una contaminación de ésta, aunque fuese potable
por su procedencia, ya que:
a) Supone un lavado de todo el cuerpo.
b) Los restos fecales existentes en las proximidades del ano
son igualmente lavados.

Fig. 14.-EI número de piscinas es cada ver mayor, no sólo en las ciudades, sino
también en las poblaciones rurales.
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Fig. I5.-Esquema de la limpieza del fondo de las piscinas por bandas.

c) Algunos desaprensivos expectoran u orinan dentro del


agua.
Todo esto, unido a la facilidad con que proliferan las algas
en los embalses descubiertos, hace imprescindible tratar el agua
para mantener las condiciones de potabilidad.
Por orden del Ministerio de la Gobernación de 31 de mayo
de 1960 (B.O.E. núm. 141 de 3 de marzo de 1960), se deter-
minan las normas legales e inspecciones sanitarias para piscinas
públicas. Pero son muchas las piscinas particulares y estanques
que se utilizan sin control sanitario alguno y, a veces, en condi-
ciones peligrosas, siendo necesario un minimo tratamiento en es-
tas aguas.
Es importante que aquellas personas que padezcan de una
enfermedad contagiosa o infecciosa no se bañen para evitar
contagios a otras personas.
Es conveniente que antes de introducirse en la piscina todas
las personas se enjabonen y duchen.
Una vez la piscina en funcionamiento, es muy poco el tiem-
po que tarda el agua en perder las buenas cualidades para el
baño; por ello, de no tratarse, conviene echar cloro (1 litro
de lejia cada 20-40 m.; de agua) y renovarla cada 3 ó 4 días.
=22-

TRATAMIENTO DEL AGUA DE LAS PISCINAS

Cuando el agua está sucia, se hace necesario proceder al


tratamiento, distinguiendo entre la turbidez debida a sustancias
diversas y la producida por las algas que toma un color ver-
doso.
Para eliminar la turbidez debida a sustancias, se echa alum-
bre en cantidades de 2 a 5 kg. por 100 m.; de agua, que
deben extenderse bien y ser removido. También puede diluirse
en agua caliente y después pulverizarlo.
Para eliminar las algas, se echa sulfato de cobre a la dosis
de 0,5 kilos por 100 m.^ de agua, procurando extenderlo prin-
cipalmeñte por las zonas más verdosas en que han proliferado
más aquellas plantas.

Tanto el alumbre como el sulfato de cobre conviene echarlos


al atardecer y dejarlos actuar durante toda la noche, eliminan-
do el precipitado del suelo a la mañana siguiente mediante el
limpiafondo, para evitar que se obstruyan los filtros (depurado-
ras). La limpieza de los posos se hará por bandas (fig. 15).

Fig. 16.-Parte superior de un limp^afondos de piscina.


-23-

Cuando no se sabe ciertamente a que es debida la turbi-


dez, deben echarse los dos productos conjuntamente.
El limpiafondos puede construirse fácilmente cuando resulte
costosa su adquisición. Para ello se dispone en una caja metá-
lica cuatro rodillos y unos cepillos que, al arrastrar por el suelo,
vayan levantando la suciedad; ésta se saca al exterior mediante
un pequeño motor de 0,5 a 1 CV. (fig. 15, 16 y 17).
El agua debe pasar diariamente por los filtros (depuradora)
durante dos a seis horas, para regenerarla. Los filtros que nor-
malmente se utilizan son a presión, bien sean de arena o de
tierra de diatomeas.
En la cloración de las piscinas es muy importante controlar
periódicamente el cloro residual, dada la facilidad con que se
evapora en los depósitos descubiertos. Los niveles deben ser
de unos 0,5 mg./litro, ya que si se sobrepasa esta cifra resul-
ta irritante para los ojos.

Fig. 17.-Parte infcrior de un


limpiafondos dc ^iscina.
-24-

Otra operación muy importante es controlar el pH que debe


estar próximo a la neutralidad (6-7). Para elevar el pH, que
es lo que se hace corrientemente, dada la facilidad con que se
acidifica el agua de las piscinas, se utiliza el bicarbonato
sódico.
Con todas estas operaciones, puede mantenerse higiénica-
mente el agua de las piscinas durante todo el verano, sin ne-
cesidad de sustituirla.

PUBLICACIONES DE EXTENSION AGRARIA


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de esta publicación mencionando
su origen: cHojas Divulgadoras del
Ministerio de Agricultura».

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