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Andacollo, Historia y tradición religiosa

ANDACOLLO
Su Historia y Tradición Religiosa

Sergio Peña Álvarez

ILUSTRE MUNICIPALIDAD DE ANDACOLLO

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Sergio Peña Álvarez

ANDACOLLO
Su historia y tradición religiosa

Sergio Peña Álvarez

IN. Reg. Prop. Int. Nº

Ilustre Municipalidad de Andacollo

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Andacollo, Historia y tradición religiosa

INDICE

Presentación...........................................................................................................4

Andacollo y su pasado.......................................................................... ... 5 - 18

La evangelización del lugar....................................................................... 18 -19

La Doctrina de Andacollo......................................................................... 19 - 20

La Parroquia de Andacollo........................................................................ 20 - 22

Las Fiestas de Andacollo.................................................................................. .22

La Fiesta Grande........................................................................................ 23 - 51

La Fiesta Chica........................................................................................... 52 - 54

Manifestaciones de religiosidad Popular........................................................... 54

La manda o promesa................................................................................... 55 - 60

Las Hermandades Danzantes...................................................................... 60 - 73

Los templos de Andacollo.......................................................................... 74 - 81

Los Claretianos........................................................................................... 82 - 88

Visita de la Virgen de Andacollo a encuentro de religiosidad popular...... 92 - 94

Notas............................................................................................................ 95 - 99

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Sergio Peña Álvarez

Presentación

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Andacollo, Historia y tradición religiosa

Andacollo y su pasado

La ciudad de Andacollo se encuentra ubicada en la Región de Coquimbo


en el paralelo 30ª.13’ S de latitud sur. A 1031 metros sobre el nivel del mar en una
meseta entre las estribaciones de la cordillera andina y de la costa.

Se accede a ellas por dos puntos, el primero y el principal lo constituye la


ruta pavimentada que va desde el lugarejo denominado el Peñón, en la intercesión de
la ruta 43 y la ruta D 51. El segundo camino va desde Samo alto en Río Hurtado
hasta Andacollo, es un camino interior, no pavimentado que pasa por acantilados y
llega a la ciudad por el sector donde se encuentra actualmente la mina Carmen.

Este camino era muy utilizado en el pasado en ambos sentidos cuando el


valle antes citado proveía de verduras, vinos aguardientes y legumbres a las placillas
mineras y porque desde los minerales llevaban los metales a los trapiches que se
encontraban en Samo Alto a orillas del río Hurtado o Guamalata como también se le
conocía. Este tramo pertenecía a uno de los tres caminos que conducía desde La
Serena a Santiago, por una ruta interior que partía en los extramuros de ésta, por el
sector denominado la Pampa, luego llegaba hasta el Peñón donde subía hasta el
asiento de Andacollo, continuando por entre los cerros hasta Samo Alto, desde donde
a través del valle del río Hurtado se dirigía al lugar denominado la Puntilla y desde
ahí enfilaba por el valle del río Grande, pasando por Sotaquí, Monte Rey, Guatulame,
San Marcos, Combarbalá y por la Cuesta del Espino se comunicaba con Illapel y
desde ahí por el interior con Petorca y otros lugares hasta alcanzar la capital del reino.
(1)
Al entrar actualmente a la ciudad, se divisan desde las serranías las
cúpulas de los dos templos con que cuenta. Convertida ésta en Santuario Mariano en
donde se venera la Virgen del Rosario de Andacollo, devoción que de acuerdo a
antecedentes históricos, data de fines del siglo XVII, pero según la leyenda popular
se inició en las postrimerías del siglo anterior.

Andacollo, según algunos autores (2)fue desde tiempos prehispánicos un


mineral de oro y cobre, conocido y explotado en tiempo de los incas, pero no hay
testimonios arqueológicos que respalden dicha aseveración.

Sólo y desde el momento de la Conquista y primera repoblación de la


ciudad de La Serena datan las primeras noticias históricas del lugar.

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La creencia generalizada de los españoles que arribaron a América fue que


la tierra era eternamente fértil y engendraba el oro y que en los riachuelos y
esteros, el preciado metal brillaba en el fondo dando la apariencia de ríos auríferos.

Refiriéndose al tema del delirio áureo de nuestros fundadores, Gabriel


García Márquez, durante la recepción del premio Nóbel (1982) hace referencia en su
discurso a que en la época colonial, se encontraban pepitas de oro en las entrañas de
las gallinas que criaban los vecinos en Cartagena de Indias debido a la riqueza
aurífera del lugar. También se impuso esta creencia en los lejanos confines del
territorio de Chile. Así tenemos que, los antiguos vecinos de Chigualoco en el sector
costero del valle del Choapa, cuentan que en las perdices cazadas en el estero del
mismo nombre, famoso lavadero en tiempo de los españoles, se le encontraban en
sus vientres pequeños gramitos de oro.

Similar idea expresaba el Obispo Reginaldo de Lizárraga en 1594 Al


referirse al descubrimiento de Andacollo quien dice “que trajeron al capitán general
que andaba por esos lugares, unas perdices en cuyos buches hallaron unos gramitos
de Oro”. (3) Esta fiebre del oro de los primeros conquistadores igualmente se vio
reflejado en las noticias que se expresaban sobre el lugar. Al respecto el Cronista
Mariño de Lobera relata:

“ Hai en sus términos mui ricas minas de oro, y en especial las que
llaman de Andacollo seis leguas de esta. Tiene tres leguas de circunferencia; donde
hai un fino oro, como en las minas más famosas del mundo, tan subida de quilates
que pasa de la ley, y por falta de agua no se saca tanto como se sacara si la hubiera,
más con todo esto saca un trabajador un día con otra cosa de doce reales de valor y
a veces mucho más. Tienen una propiedad maravillosa estas minas y es que aunque
se saque tanto de ellas que las dejan apuradas y sin rastro de oro, con todo eso si se
vuelven a ellas a l Cabo de algún tiempo como seis meses, se halla mucho de nuevo
engendrado, por donde se ve claro que la tierra lo produce ordinariamente, y se cría
como en otra tierra las plantas.” (4 )

También en carta al Rey fechada en 1607 el Gobernador del Reino de


Alonso García Ramón expresaba “El cerro de Andacollo es uno de los ríos de oro
que hay en el mundo”. (5)

Estas y otras noticias hicieron que el mineral de oro y los lavaderos de


Andacollo se explotaran desde los primeros tiempos coloniales. Y ese afán y
ambición desmedidas provocó que la población indígena de la región fuera
disminuida dramáticamente en pocos años. En efecto, el Cronista
Pedro Mariño de Lobera en un periodo temprano de la conquista, “recuerda que los
valles solían tener mucha gente de los naturales, que pasaban de veinte mil y han
venido en tanto disminución de los trabajos que les han dado en sacar el oro y

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otras actividades que no han quedado dos mil. A éste respecto el Licenciado
Fernando de Santillán en su visita a las minas del Norte en 1560 denuncio el
deplorable estado en que se encontraban los indígenas producto del maltrato y abuso
de los encomenderos con estas palabras:

“E porque los naturales de la dicha ciudad de la Serena estaban muy


vejados y fatigados de sus encomenderos, usándolos dellos para cargas y
echándolos a las minas a todo, a sus mujeres e hijos, ocupándolos en otros servicios
personales sin dejarle una hora de descanso”. (6)

Para solucionar el problema de la mano de obra en la Serena y sus


valles, tanto en las actividades mineras como agrícolas, se trajo indígenas de la zona
de Arauco, capturados en la guerra, o bien apresados en malocas al interior del
territorio araucano. Testimonios de éstos sucesos son consignados por José Toribio
Medina en sus “Documentos inéditos para la historia de Chile” donde Transcribe
Cartas de Conquistadores o funcionarios al Rey de España o al Virrey del Perú
dando cuenta de éstos hechos así por ejemplo en el licenciado Melchor de Calderón
escribía al Rey en 1577 entregando noticias de indios mapuches provenientes de
Chiloé tomados en la guerra, que en número de 400 fueron desterrados a la Serena
para que se ocuparan del trabajo de las minas. Igual situación refiere el vecino
Gregorio Sánchez al Virrey en 1578 que algunos indios pretendieron rebelarse y
algunos fueron ejecutados y otros destinados al trabajo de las minas.

Un año más tarde el Conquistador Lorenzo Bernal del Mercado que


junto con Pedro Cortés Monroy fueron aguerridos soldados en las campañas de
Arauco, por sus conquistas territoriales y valentía en la guerra, escribía al Virrey
Francisco de Toledo en 1578:

“ Sé refiere a que hizo un alto en la campaña bélica y por no diferir el


negocio y perder presa se hizo a un tiempo y se tomaron quinientos indios y mucha
gente menuda (niños), la cual se embarcó y envió la Serena para que con el trabajo
de sus personas se sustente la guerra.” (7)

Otra forma de aprovisionarse de mano de obra era el desplazamiento de


masa laboral desde el sector trasandino hacia la Serena en lo que se indica un
traslado de indios huarpes a trabajar como mitayos en las minas de la región. El
historiador Álvaro Jara en su libro “Guerra y Sociedad en Chile” da cuenta de éste
proceso en el cual participaban encomenderos trasandinos que se trasladaban a vivir
a Santiago y a La Serena, sacando los indígenas de sus tierras y desnaturalizándolos
perpetuamente. (8)

A parte del traslado de indígenas para solucionar el problema de obra de


mano en los lavaderos de Andacollo, el Gobernador Alonso García de Ramón hacia

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1585, propuso llevar al lugar todos los negros que importaran los particulares
interesados en la explotación minera. Fuentes documentales citadas por el historiador
Rolando Mellafe, en su libro “La introducción de la esclavitud negra en Chile”,
indican que en el laboreo de las minas del Norte Chico se empelaron esclavos negros
por esa época. (9)

Sin embargo, la forma más común de proporcionarse mano de obra fue


a través de la institución de la encomienda, que se consolidó en Chile como tal
durante el siglo XVII y significó un aprovisionamiento de obra de mano para minas y
haciendas.

En la región existían importantes personeros, entre los que se contaban


Pedro Cortés Monroy, Diego de Rojas, Fernando de Aguirre, Jerónimo Pastene que
mantenían en sus diversos valles y haciendas grupos de indígenas encomendados,
algunos de los cuales estaban en el asiento minero de Andacollo como lo prueba el
libro primero de Bautizos, 1668-1700 donde figuran sus nombres vinculados a los
de los indios bautizados en el lugar.

Así encontramos que Diego de Rojas, vecino principal de la Serena,


quien había solicitado en 1632 la encomienda de indios chiles y diaguitas, estando
los primeros sitos en el pueblo de Sotaquí y los segundos en el pueblo homónimo
situado en el valle de Elqui (10), sin embargo entre las fechas de 1668-1678- el
encomendero mantenía indios de ambos grupos en Andacollo entre los cuales
encontramos varios individuos apellidados Llau- LLau que integraban el grupo de
indios chiles, y uno de apellido Diaguita, apellidado así al parecer en relación con el
topónimo del lugar donde pertenecía.

Por su parte el capitán Pedro Cortés Monroy, encomendero de la región,


también tenía indios de su encomienda ubicada en Huana en el valle del río Grande
a más de cien kilómetros de distancia, sitos en las minas de Andacollo, entre cuyos
apellidos anotamos indígenas de origen mapuche como Mellimaguida, Quiñe lonco,
Manque, Lonco pangue y otros, como también algunos de origen quechua como
Amchi y Cocha. Y algunos no identificados como Tabaco y Quelenca. (11)

También otro vecino encomendero, don Fernando de Aguirre,


descendiente por línea materna del refundador de la Serena, poseía indios
encomendados en el valle de Elqui, algunos de los cuales los tenía trabajando en
faenas mineras en Andacollo por esa fecha. (12)

Otro gran propietario que trasladó indígenas de sus encomiendas de


Limarí y Sotaquí , en el valle del Limarí, a Andacollo, para laborar minas de oro y
cobre fue Jerónimo Pastene y Aguirre, descendiente de Juan Bautista Pastene y de
Francisco de Aguirre y gran propietario agrícola y minero del sector, junto con las

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Andacollo, Historia y tradición religiosa

minas de Andacollo también explotaba minas de cobre en el Brillador y el cerro


Tamaya, llevando a sus indígenas de un mineral a otro.( 13)

Durante el siglo XVII la población de Andacollo trabajaba en la actividad


minera. La mano de obra empleada desde sus comienzos era proporcionada por los
indígenas de encomienda que a partir del siglo XVII, era llevada, por los
encomenderos de algunas haciendas de los valles cercanos y los situaban en el
pueblo de Churrumata bajo las órdenes de algún capataz.

A este respecto queremos agregar que en el siglo XVII, las condiciones


de vida de los indios que trabajaban en las minas era mucho mejor que la de aquellos
que trabajaban y Vivian en las haciendas. Así lo atestiguan algunos indios
encomendados. En una visita en la Estancia de Rucapini (Limarí) de Jerónimo
Pastene, en 1695 al ser interrogado un indio llamado Lorenzo Rubio, refería que el
minero del oro no trabajaba antes que saliera el sol, ni después de que se ponía, que
no trabajaba los días de fiesta que le daban ración para su sustento, que nunca le
habían quitado su jornal ni recibía maltrato, que tampoco atentan contra su familia
etc, también otro indígena llamado Bernabé Corica que también era natural de la
misma estancia y que trabajaba como minero del oro daba la misma opinión que el
anterior. (14 ) Aunque a veces las respuestas de los indios frente a los visitadores eran
coaccionadas, en este caso creemos que el testimonio es verídico, debido a algunos
factores que hacían cambiar la actitud de los encomenderos, el primero era la
legislación minera, que era absolutamente estricta y que protegía a los indígenas de
los abusos y que había sido confeccionada hacia 1574 por el Virrey Toledo, debido
casi al genocidio cometido con las etnias originarias, principalmente en la actividad
de lavaderos de oro y el segundo factor era que la alta rentabilidad que producía el
laboreo de las minas llevó a los asentistas a tener mayor cuidado con la mano de obra
indígena, que era barata y mucho más controlable que aquella que ya estaba
apareciendo de los peones de minas que estaba constituida por el elemento mestizo
y mulato, Muchas veces díscolo y indisciplinado, que trabajaba por un salario.
Elemento que va a ser el predominante en la explotación minera durante los siglos
posteriores.

Esta doble actividad de Pastene, como hacendado y minero, también fue


propia de otros propietarios y agricultores del Norte Chico del siglo XVII y muchas
veces su actividad agrícola estaba en función de sus necesidades mineras, su
producción era consumida en las minas de la región, Fueran sus producciones de
vinos y aguardientes, carne salada o charqui, higos y otros productos de la dieta de
los trabajadores mineros, como también de la provisión de medios de trasporte, fueran
mulas para el traslado del mineral y la crianza de caprinos y vacunos para la
provisión de sebo, para el alumbrado de las minas, cuero para la confección de
capachos, zapatos y otros elementos indispensable para el laboreo de las minas.

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Y no sólo el oro concitó el interés en Andacollo, en el siglo XVII sino


también el cobre, debido a que de las minas que se explotaban en el Reino de Chile
estas eran las más ricas y las que demandaban menor costo en su explotación

En la primera centuria del 700, visita la región el ingeniero Francés


Amadeo Frezier quien señalaba refiriéndose al sector:
“A nueve o diez leguas hacia el este de la ciudad se hallan los
lavaderos de Andacollo, cuyo oro es de 23 quilates; se trabaja con provecho cuando
no escasea el agua, los habitantes aseguran que la tierra es criadiza, es decir que el
oro se forma allí continuamente, porque después de lavada, pasado 60 u 80 años, se
encuentra casi tanto oro como antes” (15)

Igual idea expresaba casi un siglo y medio antes Pedro Mariño de


Lobera, y en el siglo XIX y XX, los habitantes de Andacollo, creían ciertamente que
la Virgen criaba oro para ellos. Así lo testimonia un religioso francés residente en la
localidad a fines del siglo antepasado y citado por Maximiano Salinas en “Canto a lo
divino y religión popular en Chile hacia 1900”, quien al mirar la tierra calcinada y la
escasa vegetación circundante preguntaba a los habitantes, como era posible subsistir
en esos parajes. A lo que ellos respondían “Padre la virgen nos cría oro, la virgen
nos regala el oro”(16)Estableciendo de esta manera el carácter protector y de madre
que tiene la Virgen con los habitantes del lugar y con los pobres que confían sus
necesidades a ella. En quien encuentran consuelo a sus desventuras y esperanza en
la dura y azarosa tarea los pirquineros y cateadores que recorren sus cerros tratando
de encontrar los gramos necesarios de oro para el sostén de sus familias.

Sin embargo pese a la fama aurífera de Andacollo, en la segunda mitad


del siglo XVIII se produjo un gran auge en la explotación de minas de cobre, debido a
la alta demanda de los mercados peruano y español, debido a las incesantes guerras
en la que se vio envuelta la Corona española en Europa durante casi toda el último
tercio del siglo citado. Esta coyuntura económica continuó bajo parámetros distintos
de explotación durante el siglo XIX, integrada a nuevos circuitos económicos y a
nuevas tendencias de la economía mundial.

También en el mismo siglo realizaron intentos por explotar minas de


azogue en el lugar, debido a la falta de este mineral que se usaba en la amalgamación
de la plata y era demandado por la Corona española.

La presencia de azogue en Andacollo, era conocida desde la segunda


mitad del siglo XVII, cuando el vecino de la Serena, Juan Caro de Mundaca, en el
año 1667 se dirigió hasta el lugar, como lo prueba la presencia de su nombre en el
libro primero de bautizo, donde figura como vecino, a cargo de un grupo de indios
que trabajaban para él, sin embargo Jorge Pinto R, señala que los resultados de su
operación minera se perdieron en el tiempo. Sin embargo el mismo historiador

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Andacollo, Historia y tradición religiosa

aclara que a principios del siglo XVIII, se trató de reactivar la actividad, con
resultados poco alentadores. (17)

Sólo en la segunda mitad del siglo citado se descubrieron los minerales


de Jarilla y Majada de Cabritos.‘Pero con mala fortuna, pues los informes de los
peritos Enviados por la administración no resultaron favorables, además por aquellos
días, se creyó descubrir un fabuloso mineral de azogue en Punitaqui, desviando la
atención de la corona y de los mineros hacia aquel lugar, empero todo resulto un
fiasco debido a que las cantidades de azogue no eran las que habían informado los
funcionarios a cargo del asunto y mucho de los recursos invertidos por el estado
fueron a parar a los bolsillos de los mismos.

Además del lugar donde estaban las minas y lavaderos de oro, se


denominó como Andacollo, un amplio territorio que iba desde los extramuros de
La Serena hasta Tongoy y desde la cordillera al mar. Este se dividía en seis
distritos más pequeños que eran: Andacollo y sus entornos más inmediatos que
comprendía el pueblo y lugares cercanos, el segundo, el tercero y el cuarto se
encontraban en el valle del río Hurtado y eran Samo Alto, Higuerillas y Guamalata,
En la costa se encontraban los otros dos distritos que eran Tangue y Camarones.
Este territorio era coincidente con los límites de la parroquia del mismo nombre de la
que hablaremos en otro lugar.

Según el Censo de 1738, citado por Eduardo Cavieres en su libro “la


Serena en el siglo XVIII”, la doctrina de Andacollo presentaba un paisaje de
estancias ubicadas entre las serranías en donde la mayor riqueza de sus habitantes
estaba representada en la posesión de algún tipo de ganado que principalmente
consistía en caprinos, ovinos mulares y caballos. Sin embargo la condición de
ganaderos y viticultores de los propietarios agrícolas, no se contraponía de modo
alguno con la afición al trabajo de las minas y de las actividades a ella conexas,
como ser el transporte de minerales, el abastecimiento de éstas.
El sector de Andacollo contaba de acuerdo al censo de 1778 con una
población de 464 individuos, siendo el grupo mayoritario el de los españoles con
288, siguiendo el de mulatos con 100 individuos y el de los indios con 76 personas.
(18)
Habitando en el asiento minero se encontraba una población de 186
personas entre mulatos y españoles, los cuales trabajaban las múltiples minas
existentes en las cercanías el resto vivía en las estancias adyacentes y en algunos
minerales.
El poblado de Andacollo era en esa época un caserío con construcciones
dispersas, articulado por la iglesia parroquial , del que da cuenta Mauricio Rugendas
en un cuadro Titulado “Andacollo” del año 1837, en el que se observa el templo
antiguo y la plaza, rodeada de construcciones de tejas y corredores con basa de

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piedra, lo mismo se puede observar en el grabado de Claudio Gay contenido en el


atlas histórico y geográfico de Chile.
Este había adquirido fama por la devoción a la Virgen del Rosario, de cuyo
santuario dieron cuenta numerosos cronistas y viajeros. Incluso en el diccionario
Geográfico de la Indias Occidentales o América de Antonio de Alcedo editado. entre
1785 - 1789, describe a Andacollo como:
“ Pueblo y asiento de minas de oro, en la cumbre tiene un pequeño llano.
Por donde corre un arroyo. En su iglesia se venera una imagen de Nuestra Señora de
Andacollo, a cuya devoción concurre no sólo la gente de la provincia sino aún de las
más remotas.”(19)

1. Plaza de Andacollo 1837. Mauricio Rugendas. Reproducido Por Conin,

El Segundo distrito era Samo Alto. Ubicado en el valle de Hurtado, casi


40 Km al sur del anterior, se comunicaba con éste por un camino de tropas que
bordeaba los cerros, por peligrosos desfiladeros y acantilados. Contaba según el censo
referido con una población de 278 los cuales 161 eran españoles, 33 mulatos, 84
indígenas, y 13 negros. (20) En el lugar se sembraban trigo y cebada y demás
simientes, además se cultivan viñas pequeñas en las que se producía vinos y
aguardientes para el consumo de los minerales cercanos, allí para aprovechar el agua
del río Hurtado, existían cuatro trapiches de molienda habilitados donde se procesaba
el mineral proveniente de las serranías aledañas. (21)

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Andacollo, Historia y tradición religiosa

El tercero lo constituía Higuerillas, donde se cultivaban legumbres y


se explotaban algunas minas de cobre. Y comenzaba en el sitio denominado
Tabaquero y terminaba donde actualmente se encuentra la cortina del tranque
Recoleta. Allí se había fundado el convento recoleto franciscano de Nuestra Señora
de Aranzazu debido a una donación de la benefactora Isabel de Fuica en 1724.
Dicho convento servía como una casa de reposos de los frailes ancianos y poseía una
interesante biblioteca de diversos temas, tanto eclesiásticos como profanos.
Habitaban este el lugar 548 personas entre los que se contaban 290 españoles, 205
mulatos 53 indígenas. (22) Allí también se generaban productos agrícolas que se
comercializaban en La Serena o en el asiento minero.
El cuarto distrito de Andacollo, era Guamalata, comenzaba donde
terminaba el anterior y contaba con una población de 480 individuos, entre los que
se encontraban 341 españoles 35 mulatos y 104 indígenas, (23) estos últimos estaban
encomendados al maestre de Campo don José Fermín Marín. Al otro lado del río se
ubicaba la hacienda de Samo Bajo. Y en su rivera se encontraban algunos trapiches
que aprovechaban el agua del río y algunos hornos de fundición de metales de cobre
que extraían del mineral de Tamaya de Propiedad del citado encomendero. Y de
otras minas que se explotaban en las cercanías.
El quinto era el Tangue y se ubicaba en la costa, poseía una población de
229 habitantes, entre los que se contaban 112 españoles, 76 mulatos y 41 indígenas.
(24) Existían estancias de secano en la que se criaba ganado menor y mayor. También
se dedicaban a la pesca, productos que vendían en la recova de La Serena.
El sexto también estaba en el litoral y se denominaba Camarones,
comprendía la gran estancia de ese nombre y otras menores y llegaba casi hasta los
extramuros de la Serena. Su población estaba compuesta por 378 personas, entre los
que se contaban 101 españoles, 255 mulatos y 22 indígenas. (25)
A comienzos del siglo XIX, la población de Andacollo era de 7000
personas, según consta en dos documentos de esa época el primero un documento
eclesiástico de 1811 donde se da cuenta del estado de los curatos de la provincia de
Coquimbo(26) y el segundo el censo mandado a levantar por el gobierno patriota en
1813, al jurista santiaguino Juan Egaña, para conocer la cantidad de la población
nacional y poder de este modo planificar políticas del Estado nacional que emergía.
(27)
Si bien es cierto que durante el siglo XVIII y parte de los dos primeros
decenios del XIX, el territorio de Andacollo estuvo fuertemente vinculado
administrativamente y espiritualmente al curso superior medio y bajo del río
Hurtado. A partir del tercer decenio del siglo mencionado, aunque los vínculos no
desaparecieron totalmente, cambiaron, debido a los reacondicionamientos
administrativos tanto en lo civil como en lo eclesiástico.
Así podemos notar que a partir de la creación de la Provincia de Coquimbo
en 1826 y de su posterior división en departamentos, Andacollo quedó adscrito al

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Departamento de Coquimbo y su administración dependerá después de la


Municipalidad del mismo nombre en 1867, hasta el año 1891 fecha en que se
promulgó la ley de comuna autónoma donde se crearon nuevas comunas entre ellas
la de Andacollo, a la que pertenecía un amplio territorio. Que incluía Tambillos y Pan
de Azúcar. (28)

En esta última subdelegación se ubicaban valiosas y extensas propiedades


agrícolas, así lo demuestran sus altos avalúos y sus casas patronales, muchas de
estas construidas según los estilos en boga a fines del siglo XIX, con torreones,
mansardas, galerías vidriadas y parques, que aun se observan a la vera del camino
que une la Serena con Andacollo y Ovalle entre las que se contaban, el fundo
Cerrillos propiedad que fue durante largo tiempo de la familia Zorrilla, y donde
residió en sus últimos años, el historiador Francisco Encina, Santa Helena de la
familia Amenábar, El Retiro y Las Cardas de los Ripamonti, San Ramón,
Huachalalume, el Recreo, Corazón de María y otros, pertenecientes a conspicuos
vecinos de la Serena e incluso alguno de ellos era de propiedad eclesiástica. (29)

Conjuntamente con el sector agrícola mencionado que correspondía


principalmente a la subdelegación de Pan de Azúcar Existían centros mineros de gran
importancia en la subdelegación de Tambillos tales como el mineral del mismo
nombre, donde se explotaba cobre desde tiempos coloniales y que en la segunda
mitad del siglo XIX conjuntamente con las minas de Panulcillo y Tamaya y otras
menores que contribuía a que la Provincia de Coquimbo exportara el 10 % de cobre
del mercado mundial.
Otros minerales de la comuna de Andacollo lo constituía el sector
denominado el Peñón, con sus minas de cobre Peñón. Rosario, Antuca y Clara y de
Hierro San Cristóbal y San Luis. Cruz de caña y calabozo con minas de oro y cobre y
las minas de Andacollo, Angostura, Guías verdes y Lavaderos de Oro. (30)

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Andacollo, Historia y tradición religiosa

2. Transporte de minerales a través de ferrocarril. Estación de El Peñón, rumbo a Guayacán. 1898.


Fotografía Gentileza de Víctor Castex G
Toda la producción cuprífera era transportada por ferrocarril desde la
estación el Peñón a la fundición de Guayacán donde se procesaba y era enviado a
través del mismo puerto a Europa, principalmente Inglaterra en plena segunda
Revolución industrial.
Años más tarde, en 1927, la municipalidad de Andacollo y su territorio
fue anexada a la de Coquimbo y sólo a partir de 1938 fue restituida la comuna
citada, perdiendo por aquellos años el territorio de Pan de Azúcar.

Durante los años de la crisis económica (1929-1931) arribaron a la


estación del Peñón de Andacollo cientos de familias provenientes de diversos
cantones de la pampa salitrera con el objeto de trabajar en los lavaderos de
Andacollo, que se habían reactivado dentro de un plan general impulsado por el
gobierno en toda la provincia de Coquimbo y en otros lugares a fin de absorber la
mano de obra cesante que regresaba del Norte Grande. Se creó para estos efectos la
Jefatura de lavaderos de Oro en 1931 y se subsidió a los mineros mediante la entrega
de elementos de trabajo y la habilitación de terrenos auríferos para que fueran
trabajados (31)

Una novela ambientada en aquellos años, escrita por el Doctor Arraño,


que se llama "Andacollo tierra del oro y de la Virgen”, da cuenta de esta nueva

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prosperidad del lugar y sus contrastes, que hicieron en un tiempo de Andacollo una
especie de pequeña California, con los rasgos propios de un lugar de “frontera”
donde existía bastante circulante, alcohol, mujeres e imperaba la ley del más fuerte.

.
3.Calle principal de Andacollo, denominada Urmeneta, hacia 1930. Fotografía Puerta Hermanos,
Archivo del santuario

El folclorista Juan Uribe Echavarria, quien conoció Andacollo desde 1933,


aseguraba que la vida en el lugar era una fiesta permanente, nada más opuesto
señalaba que al vivir aburrido y melancólico de las calles coquimbanas y
serenenses. (32)
A partir de 1938 se impuso la ley seca en el pueblo lo que morigeró las
costumbres y la diversión y hacia 1942 al reabrirse de nuevo algunas salitreras,
mucho de los pampinos que se habían avecindado en el lugar debido a la crisis,
volvieron al norte grande a trabajar en el caliche.
Durante este periodo, a pesar de los problemas creados por los llegados
del norte y por el ambiente generado, el trazado urbano de Andacollo experimentó un
notable crecimiento, con la incorporación de poblaciones obreras fuera del perímetro
tradicional, también como señala Mario Araya Valdivia en un libro mecanografiado
de carácter testimonial titulado “Andacollo tierra del oro y la amistad”, se instalaron
en el poblado numerosos servicios públicos, tales como el Servicio de Seguro
Obligatorio en (1934), la Sociedad Abastecedora de Minería (SADEMI) en (1941),
La Caja de Crédito Minero (CACREMI) institución que se dedicaba a la compra de
minerales de oro, cobre manganeso y concentrados; La Caja de Ahorro que después
se transformó en Banco del Estado, El Gabinete de Identificación en 1941; Correos y
Telégrafos en 1938, crecieron el número de escuelas y para el

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Andacollo, Historia y tradición religiosa

resguardo del orden público se instalaron Carabineros de Chile con una tenencia en
1932 y la policía de Investigaciones. (33)
Además se crearon instituciones civiles de esparcimiento y
sociabilidad, tales como el centro católico y el club radical en un principio,
agregándoosle luego el centro social y comercial de Andacollo que agrupó a vecinos
relacionados con al actividad comercial y otros que se juntaban en as tardes a
realizar actividades de entretención.
Por la misma época y producto de los emigrados del Norte Grande se
forman en la localidad partidos de izquierda tales como el comunista y el socialista
que desplazan en importancia a los tradicionales del lugar que eran el partido liberal y
conservador. Además para la defensa de sus derechos laborales, los obreros crearon
numerosos sindicatos, que estaban afiliados a la confederación de trabajadores de
Chile (CTCH) por medio de la federación obrera de Chile (FOCH) controlada por los
comunistas.
Producto de esto, el Frente Popular, agrupación política de izquierda,
alcanzó gran fuerza en Andacollo en víspera de la elección de Pedro Aguirre Cerda.
Quien una vez electo Presidente, subió hasta el pueblo en el marco de una visita por
la antigua Provincia de Coquimbo.
La bonanza del oro, también significó otros progresos para Andacollo.
Tales como la instalación de servicio telefónico, la pavimentación con adoquines de
parte de su calle principal que antiguamente era de tierra, y la instalación de una
planta generadora de luz eléctrica.
Asimismo mejoraron las construcciones de viviendas y edificios
públicos y se acrecentó el comercio local aumentando el número de tiendas y
negocios varios que abastecían de todos lo necesario a los habitantes de Andacollo y
de los poblados cercanos.
En la segunda mitad del siglo XX, se incorporó al desarrollo urbano de
Andacollo otros sectores que antiguamente no estaban contemplados, como la meseta
alta al oriente de la ciudad, donde se han construido entre las décadas del 1980-.90
nuevas poblaciones y conjuntos habitacionales. En este tiempo también se pavimentó
la carretera de acceso a la ciudad y se instalaron dos compañías mineras de cierta
importancia que significaron en algún momento trabajo para cientos de andacollinos.
Actualmente, Andacollo pasa por un periodo de depresión económica
que ha significado que una parte de su población emigre en busca de trabajo al norte
grande. Esta situación ha motivado al Gobierno Regional y a la Municipalidad a
implementar algunos polos de desarrollo en el lugar, tales como el turismo a través
de la construcción de un observatorio comunal, la oferta de una importante actividad
cultural, mediante la construcción de un centro para actividades, la referencia al
pasado minero y religiosos a través de la construcción de algunos museos de sitio y
el fomento de ferias costumbristas. Por otra parte está el apoyo a los pequeños

17
Sergio Peña Álvarez

mineros y el fomento a la pequeña agricultura, que permitirá diversificar la


actividad económica de la comuna.
Luego de habernos referido a la historia del lugar y de sus entornos
cercanos, hablaremos de la historia religiosa de Andacollo y de la manera como se
implantó la fe cristiana allí y como surgieron la devoción a la virgen María, el
santuario de Andacollo y la fiesta Religiosa.

La Evangelización del Norte Chico


La primera presencia de la iglesia en la región, se expresó a través de
dos vertientes, la primera la encontramos en la actividad de las ordenes religiosas que
recorrieron valles y quebradas de los valles transversales entregando el evangelio a
los escasos indígenas que habitaban en ellos. Labor misional que fue ejercida por
los mercedarios que se establecieron en La Serena hacia 1552, los franciscanos en
1563 y los dominicos en 1557

En tanto la otra vertiente estuvo proporcionada por el catolicismo popular


del bajo pueblo español que integró las huestes conquistadoras y posteriormente
aquellos que llegaron como colonizadores y se establecieron en distintos lugares.
Estos transportaron a América y Chile sus devociones a la Virgen a los santos y sus
prácticas religiosas.

Religiosidad que había sido forjada en la península ibérica en el contexto


de la ocupación árabe de España y la lucha de reconquista cristiana que constituyó
una empresa popular con características de Cruzada, donde la presencia de algunas
representaciones de la Virgen María tales como la del Rosario, de la Merced y del
Socorro entre muchas otras tuvo una significación importante en la lucha contra los
infieles. También la devoción a algunos santos de las ordenes mendicantes y otros
que se habían caracterizado por sus milagros tuvieron especial interés de la
soldadesca y en el pueblo creyente.

La piedad popular traída a América por los conquistadores (laicos y


frailes), que sin duda fueron contradictorias, contribuyó a la fuerte presencia de la
Virgen María en el continente, a esto sumamos la recepción de ella por la masa
indígena que en muchos casos la asimilaron a deidades femeninas locales entre ellas
en el mundo andino a la Pachamama. Y que posteriormente el pueblo mestizo y
pobre asimiló como propia.

Este cristianismo popular, se manifestó en la profusión de fiestas


religiosas, donde se mezcla lo sagrado y lo profano, en la veneración a los santos, en
la práctica de mandas, en los bailes religiosos, en el canto a lo divino, y muchas

18
Andacollo, Historia y tradición religiosa

otras expresiones que perduran hasta hoy día, muchas veces no aceptadas por la
Iglesia institucional pero que son parte del acervo y de la fe del pueblo chileno
latinoamericano.

En la región la presencia de la Virgen estuvo presente desde los


primeros tiempos y al parecer la primera imagen de la Virgen que según cuenta la
tradición hallada entre las montañas, fue una pequeña imagen de devoción, rescatada
por algún vecino de la Serena al huir del incendio perpetrado por el indígena en
1549.

En cuanto a la labor de la iglesia institucional, esta fue proseguida por el


clero secular, una vez que se hubo asentada la Conquista y organizado la nuevas
diócesis, labor acometida en la de Santiago por el Obispo Medellín, tarea de la que a
continuación hablaremos.

La Doctrina de Andacollo.

Hacia 1580, luego de III Concilio Límense, el Obispo Diego de


Medellín considerado por algunos historiadores, como el verdadero organizador de
la Iglesia Chilena, aplicando las conclusiones de aquel, se propuso de organizar toda
su Diócesis que era la de Santiago y que abarcaba desde los confines con el Perú,
hasta la frontera del río Maule, en doctrinas y parroquias.
En el Norte Chico, norte antiguo o norte colonial, como quiera
denominársele creó diversas parroquias y doctrinas. Siendo la primera de ellas la
Parroquia Matriz en la ciudad de La Serena y luego doctrina en los valles rurales o en
lugares o asientos mineros de esta manera hacia 1580 en este territorio, Existían Las
doctrinas de Huasco y Copiapó servidas por el doctrinero Francisco de Aguirre, la de
las Minas de Andacollo atendidas por Juan Jufré y Juan Gaitán de Mendoza y las de
las minas del Choapa atendidas por Francisco de Araya.
Cinco años más tarde en carta del Obispo Medellín al rey le informa que
estaban constituidas todas las parroquias y doctrinas del Obispado de Santiago.
En el sector norte de la Diócesis menciona la doctrina de Copiapó y
Huasco atendida por dos mercedarios Fray Juan de Arciniega y Fray Pablo de
Cárdenas respectivamente. La del Valle dela Serena, atendida por el clérigo Francisco
de Aguirre, la de La minas de Andacollo por Juan Gaitán de Mendoza, la del Limarí
por Francisco de Herrera y las del Choapa por el presbítero Hernando de
Peñafuerte. (34)

19
Sergio Peña Álvarez

La doctrina de las minas de Andacollo, abarcaba un vasto territorio que


comprendía desde los extramuros de la Ciudad de Las Serena, la parte alta del Valle
del Río Hurtado, el sector costero y las serranías entre los valles de Elqui y Limarí.
Este territorio posteriormente pasará a formar parte de la parroquia del mismo
nombre.

La Parroquia de Andacollo

De acuerdo a los antecedentes documentales que se conservan en el


archivo parroquial se tienen noticias de la parroquia de Andacollo, sólo desde el año
1668 en que comienza el primer libro parroquial, documento clave que indica la
presencia de ésta.
Es nombrada en dichos documentos como parroquia del asiento de minas
de Andacollo y atendía el sector comprendido entre los extramuros de la Serena, la
costa y los interfluvios y serranías que quedan entre Elqui, Hurtado y Limarí
A partir del último decenio del siglo XVII. Se le anexiona una parte del
valle de Hurtado que era atendida por la parroquia de Higuerillas sita donde esta
actualmente él tranque de Recoleta y desde ahí se atendía el valle del mimo nombre.
Posteriormente se le agrega en el primer tercio del Siglo XVIII, la vice parroquia de
Samo Bajo que anteriormente dependía de Sotaquí al igual que Higuerillas. Más
tarde el curso inferior del río Hurtado se desprende por orden de la autoridad
eclesiástica de al jurisdicción de Sotaquí, pasando a incorporarse a la parroquia de
Andacollo que asoma su jurisdicción hasta la Puntilla de Guamalata, donde limitaba
con la Parroquia de Sotaquí y la de Barraza (35).
De este modo durante el siglo XVIII la Parroquia de Andacollo
comprendía un vasto territorio de50 leguas a la redonda, en total 250 Kms. 2 y que
englobaba dentro de sí diversas capillas que en algunos casos servían de
Vice.parroquias, es decir lugares Donde se podía administrar el sacramento del
bautismo, decir misa, celebrar los oficios divinos, administrar los santos sacramentos,
tener pila bautismal, enterrar difuntos y llamar públicamente a los fieles. (36)
Asimismo se encontraban algunos oratorios en distintos puntos del valle y aún del
sector costero. Entre las capillas y oratorios que se encontraban dentro de su
jurisdicción tenemos:
La capilla de Samo Alto que hacía las veces de vice parroquia y que a
partir de 1735 empieza a atender el sector alto del valle del río Hurtado. (37)
La capilla semi -parroquial de Samo Bajo, la capilla del pueblo de indios de
Guamalata, el convento de recoletos franciscanos de Higuerillas y la semi parroquia
de Tabaquero que aparece en 1782. Los oratorios dentro del territorio de la
parroquia eran:

20
Andacollo, Historia y tradición religiosa

El de la cuesta de Caicedo (en el valle hurtado, próximo a Recoleta) el


oratorio de la cuesta el manzano hacia 1775 que aparece a la vera del camino que
unía La serena con Andacollo y para finalizar en la costa se encontraban el oratorio
de Tongoy a partir de 1767 y el de totoralillo en 1775. (38)

El párroco de Andacollo en la primera mitad del siglo XVIII era Don


Mauricio Coello quien vivía radicado en los alrededores del pueblo de indios de
Guamalata, en una finca o hacienda de su propiedad desde allí atendía los diversos
sectores de su curato y la sede parroquial. Esta actitud de algunos párrocos se
manifestaba en otras parroquias del Norte Chico. En la parroquia de Barraza por la
misma época el cura Miguel Pizarro residía en su hacienda distante cuatro leguas de
la sede parroquial y en Sotaquí el célebre Diego Monardes habitaba en su hacienda
den Huana distante varias leguas de la cabecera del curato. En los tres casos
mencionados fueron amonestados por el Obispo Bravo de Riveros en sus visitas
pastorales por el sector norte de su diócesis entre 1736 y 1741. (39)

Durante la segunda mitad del siglo, el curato, fue atendido por el padre
Vicente Valdivia, que si residía en la sede parroquial y que para atender el valle y la
costa era ayudada por un coadjutor y el antiguo párroco Coello que residía en
Guamalata primero y en el Manzano después. También colaboraban en la
realización de misas, casamientos, bautizos, defunciones, los franciscanos de
Recoleta. (40)

En el segundo decenio del siglo XIX, el curato de Andacollo tenía una


extensión de 50 leguas, una población o matrícula de siete mil personas, setenta y
un pesos seis reales de capellanías, noventa y dos fanegas de granos de primicias y
era atendida al igual que el siglo anterior por un párroco y su ayudante. (41)
A mediados del siglo antepasado (1855), una descripción del curato de
Andacollo(42), señala sus límites parroquiales que eran:
Al oriente con la cordillera de los Patos, al poniente con el puerto de
Tongoy Lagunillas, por el norte con las parroquias de La Serena, Cutún y Elqui y por
el sur con las parroquias de Ovalle y Sotaquí.
Por esos años el número de habitantes del curato alcanzaba a las 10.000
personas. Las capillas o iglesias que allí existían eran siete entre las que se contaban:
Las de Lagunillas, de Recoleta, de Samo Alto, la de Hurtado y del
puerto de Tongoy, ostentando sólo el título de vice parroquias solo la de Hurtado y
Guamalata, estando estas a disposición de los párrocos.
Las otras cinco fueron construidas a expensas de los hacendados en el interior de los
fundos donde estaban ubicadas.

21
Sergio Peña Álvarez

También e indica cuales eran los oratorios habilitados para la celebración


de la misa en todo el territorio parroquial entre los que se cuentan ocho edificaciones
que eran: el de la Hacienda La Cortadera, el de la hacienda Serón, el de la hacienda
denominada de La Cañada, la de San Pedro en el caserío de Pichasca, la de la
Hacienda el Pangue, la del fundo Tabaquero y la de Samo Bajo este ultimo fundo de
propiedad de Buenaventura Casanova, quien fuera durante largos años párrocos de
Andacollo. Y la Hacienda Cerrillos, en las inmediaciones de la Serena.

En el año 1903 dejan de pertenecer a la parroquia de Andacollo y pasa a


formar parte de la parroquia de San Francisco de Recoleta(43), Un vasto sector del
valle del Río Hurtado, reduciéndose de este modo el tamaño de la jurisdicción de la
parroquia de Andacollo una de las más antiguas y extensas de la región de
Coquimbo.
Dentro del ámbito de la parroquia de Andacollo se encuentra el santuario del
mismo nombre, donde se desarrolla La devoción, el culto a la virgen del Rosario y
las fiestas religiosas en su honor de las que a continuación hablaremos.

Las Fiestas de Andacollo

Al emplear el concepto de fiesta debemos hacer algunas consideraciones


generales.
La fiesta es la creación de un ámbito espacio temporal extraordinario
que trasciende lo cotidiano y permite la renovación de los deberes y obligaciones de
todos los días. Sistema festivo donde confluye lo breve y lo duradero, lo sagrado y lo
profano, lo imaginario y lo cotidiano, el juego y la realidad, lo racional y lo intuitivo lo
individual y lo colectivo, la introversión, la extraversión, la autoridad y el vasallaje, el
control, la catarsis, la alegría, la tragedia el arte y la vida. (44)
Esta como religiosidad vivida, emoción y eclosión de sentimientos, es
una forma de renovar y regenerar al hombre y al mundo, que en su dimensión religiosa
intenta acercarse a las realidades trascendentes que con su limitación humana no puede
captar a través de sus sentidos. (45)
Desde la visión popular, aquella fiesta se presenta como la oportunidad
de liberarse del peso de lo cotidiano y manifiesta su fe que le permite dar sentido a su
existencia. (46)
La fiesta, como imaginación simbólica que se manifiesta
periódicamente sobre la habitualidad, es un fenómeno histórico; se sitúa y se

22
Andacollo, Historia y tradición religiosa

desarrolla en unas determinadas dimensiones espacio temporales, pero a, la vez, se


constituyen en una de las facetas que configuran el ser del hombre en cuanto a tal. Es
decir también es universal. (47)

Pero antaño, desde los orígenes de la historia, señala la historiadora.


Isabel Cruz en su libro “La fiesta Metamorfosis de lo cotidiano “las nociones del
tiempo fueron cualitativas y no abstractas y siempre estuvieron ligadas a la
experiencia. (48)
En las sociedades primitivas y tradicionales una celebración de ritos
especiales marcaba el tránsito de una etapa a otra e instauraba la fiesta fijadas en
días determinados y se repetían a lo largo de los meses y de los años era una manera
de crear el tiempo, afincándose en él al repetirse las fiestas hacían retornar al pasado
y retrotraerían a un tiempo imaginario del cual se hallaba recuerdo en el mito. (49)
En este sentido la repetición anual de los orígenes de la fiesta grande
de Andacollo se pierden en el tiempo, y el mito de origen a través de la leyenda
tradicional ha dado explicación de manera convincente sobre el inicio de ésta en el
periodo de tiempo donde no existe ninguna otra explicación de tipo documental
(1575-1676)lo que se ha transmitido de generación en generación.
Así lo testimonia a comienzos del siglo XX la declamación del chino
Segura al saludar a la virgen de Andacollo, citado por Elvira Santa Cruz (Roxane)
en la revista Zig -Zag en 1914:

Collo fue el que la encontró


Hará ya trescientos años, un
día que hacía manto en la cata
que tenía.
Cuando vio que era una imagen
Convidó a varios vecinos, con cuidado
le sacaron y el baile allí comenzaron
El le hizo la fiesta con baile para su celebración
Y con todos los vivientes le hacían procesión...(50)

De esta manera los chinos en su lenguaje sencillo fueron capaces de


articular por largo tiempo esta historia y construir con sus vivencias la fiesta grande
de Andacollo de la que hablaremos a continuación.

23
Sergio Peña Álvarez

La Fiesta Grande de Andacollo

Esta es la fiesta de más larga data en la región y sin duda la más


emblemática, cuya tradición se remonta a fines del siglo XVI. Se celebra todos los
años entre los días 25,26 y 27 de diciembre de cada año. Se celebra en el lugar desde
hace más de tres siglos, época en que según la tradición fue encontrada la imagen por
los indios. Este hecho fundacional no exento de leyenda, ha llegado a constituirse en
el vínculo más fuerte entre los bailes chinos y María de Andacollo.
Cuenta la leyenda popular, recogida por Manuel Concha de antiguos
vecinos y pobladores andacollinos en el siglo XIX y reproducida en su libro
“Tradiciones Serenenses” que:
Cierta noche, un indio viejo dormía, con aquel sueño pesado del que ha
trabajado sin descanso durante el día, en una de las catas de su amo, cuando notó
que la mina se había iluminado súbitamente, y que la luz aumentaba en intensidad
de momento en momento hasta el punto de ver don sus párpados cerrados, los más
insignificantes detalles de la mina. A poco un punto más luminoso, que parecía el
foco de aquella clara y dulce luz, empezó a cambiar de forma, a tomar consistencia
material, a delinearse algo que parecía un objeto flotante, una cosa impalpable.
Enseguida oyó clara y distante una voz vaga pero comprensible que le dijo: Existe
una gran riqueza a pocos pasos de ti, busca entre los peñascos más altos en la
planicie que se encuentra sobre tu cabeza ¡Anda collo – anda collo! Cesó la voz y la
luz se extinguió. Al siguiente día, el indio despertó muy de mañana según su
costumbre y permaneció sumamente preocupado. A la noche se volvió a renovar su
visión y la misma voz le dijo- tuyas serán las riquezas.”
¡Andacollo! Inútil es decir que la repetición de este fenómeno asustó al
pobre collo, sin embargo, volvió a repetirse por tercera vez, y la misma voz le dijo
Anda collo Andacollo, preocupado en exceso dio cuenta a su amo de lo que había
visto y oído. El español que era codicioso reunió a los indios de su confianza e hizo
un prolijo examen del terreno de los alrededores, pero sin encontrar riqueza alguna,
circunstancias que le valió a collo alguna decena de palos
¡ Anda y descubre esa riqueza, pero como te vengas con las manos vacías
te he de cortar las orejas!
El indio collo partió y a poco regresó trayendo entre sus brazos el busto
de madera de un Virgen toscamente esculpida.”(51)
Hemos escogido esta versión, que da cuenta de la devoción a una
primera representación de la virgen María que según algunos autores la sitúan en la
segunda mitad del siglo XVI (1580), año de la llegada del doctrinero Juan Gaitán de
Mendoza y el inicio de las danzas hacia 1584.

24
Andacollo, Historia y tradición religiosa

A este respecto queremos agregar que existe en el museo del santuario,


un lugar de veneración, en el cual según la leyenda, se encontró esta primera
imagen de la virgen y una serie de pintura surgida de la imaginación popular que da
cuenta de las circunstancias legendarias el hallazgo.
Sin embargo la actual fiesta esta asociada a una imagen comprada
mediante erogación de los indios y del doctrinero Bernardino Álvarez de Tovar hacia
1676. Esta acción de devoción marcó el origen histórico de la fiesta de Andacollo
En este punto es importante señalar que el número mayoritario de indígenas
estaban en Andacollo en ese momento, pertenecían al pueblo de Sotaquí y estaban
encomendados a Jerónimo Pastene quien los mantenía “En sus pueblos, rancherías
tierras, asientos y tenederos según y como están poblados en los valles de Sotaquí,
Elqui y Limarí y otras tierras que tengan o hayan poseído.”(52).
En efecto, en el Archivo parroquial de Andacollo, en los libros de
partida, principalmente en las primeras fojas del libro 1 de bautismo (1668-1797)
encontramos un buen número de indígenas de Jerónimo Pastene tales como Diego
Putavilo, Luis Estancia, Martín Panis, Bernabé Corica, éstos figuran en un listado de
Los indios del encomendero citado a fines del mismo siglo en Limarí y Sotaquí. (53)
Este grupo más el de otros encomenderos de la región entre los que se
contaban individuos de las más variadas procedencias, era el que habitaba el lugar
cuando los indios, algunos devotos y el cura, en ese mismo orden, encargaron a Lima
una imagen de bulto de la Santísima Virgen del Rosario (54)

4. Imagen de la Virgen del Rosario

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Sergio Peña Álvarez

A este grupo inicial se sumaron otros que posteriormente llegaron a


rendirle culto, que provenían de los pueblos indios de los valles circunvecinos (Elqui,
Limarí y Hurtado).
En algunos de estos pueblos, ya bastante mestizados, hacia fines del
periodo colonial se formaron algunos bailes en honor a la Virgen de Andacollo,
situación de la cual hablaremos más adelante.
Al principio la fiesta, fue una celebración local en la cual participaban
los pobladores del asiento minero, Sólo a partir de la primera mitad del siglo XVIII
su ámbito de influencia se extendió a otros lugares del corregimiento de Coquimbo,
desde donde acudían fieles y devotos atraídos por el carácter milagrero de la Virgen.

La fiesta se extendió por un proceso de socialización en el cual los


campesinos y mineros devotos llevaron la noticia a sus pares hasta generar el
proceso que el obispo Alday observó en su visita al Norte.

El prelado quien visitó la Parroquia de Andacollo en 1757, expresaba


admirado; que la devoción de la gente, les hacía subir a pie descalzo a hombres y
mujeres las cuatro leguas de la enhiesta cuesta para implorar el favor de la Virgen
o para darle las gracias por el beneficio recibido. Agrega -el Obispo-“Acredita la
Soberana Virgen su a gusto patrocinio y la confianza y fe que en ella tienen, con
notables, frecuentes y recientes prodigios, que se cuentan dignos de quedar escritos
y autentificados para la gratitud y memoria), como curaciones subitáneas de males
envejecidos e incurables y aún de muertos resucitados y aún también con algún
castigo si alguien hablo con menos decoro de su hermosura.”(55)

A éste público devoto y fiel también lo acompañaba como hasta la


actualidad numerosos comerciantes que según el historiador Jorge Pinto sobrepasaban
la centena. El mismo autor, señala en su Libro “La Serena Colonial” que éstos e
preparaban con bastante anticipación las mercaderías entre las que se contaban
charqui, dulces mistelas, velas y cuanta cosa se podía vender.
Pinto Rodríguez nos refiere que a la fiesta de 1782 los mercaderes que
acudían a la fiesta sobrepasaban la centena y que por lo regular les iba bastante bien
con sus negocios. Poniendo como ejemplo los casos de Nicolás Pozo Bodeguero de la
Serena quién llevó 230 pesos en efectos, logrando vender casi la totalidad, Manuel
Mundaca llevó 160 pesos en mercaderías, vendiendo alrededor de 140 y Pedro
Nolasco Ortiz reunió 40 pesos de los 60 que había invertido(56).
La presencia de los comerciantes va ser una constante en dicha fiesta
religiosa por más de dos siglos y se manifiesta hasta el presente.
A comienzos del siglo XIX, la devoción a la virgen de Andacollo
estaba consolidada. Testimonio de ello lo entrega un viajero francés que visitó el

26
Andacollo, Historia y tradición religiosa

lugar a comienzos del citado siglo. Julián Mellet se refería de este modo a la fiesta
de Andacollo:
“ Todo los años este templo es visitado por prodigioso número de personas que
vienen en peregrinación hasta de más de cuarenta leguas”. Los peregrinos alojan en
la casa que la cofradía del rosario ha hecho construir y amueblar con este objeto.
La fiesta local dura quince días y se pasan parte en oraciones, parte en diversiones
públicas, la alegría llega entonces a su colmo y se queman fuegos artificiales, a que
son muy inclinados los habitantes.”(57)
Otro documento, esta vez un cuadro, que figura en el atlas histórico de
Claudio Gay da cuenta de la Fiesta de Andacollo del año 1836. En el se pueden
observar el amplio espacio frente al templo parroquial, por donde transita la
procesión, compuesta de personajes de distintos grupos sociales y profesiones u
oficios, también se observa encabezando la procesión un pequeño grupo de bailarines
chinos ejecutando sus característicos pasos con sus flautas, abanderado y tambor,
seguido por los turbantes con sus característicos sombreros cónicos, guitarras
panderetas y silbatos, un religioso portando una cruz acompañado de un par de
acólitos, y un grupo de niños, le siguen individuos llevando velones de cera, luego
otro clérigo sosteniendo entre sus manos un estandarte, flanqueado por dos niños
revestidos y un conjunto de campesinos y labriegos portando un estandarte, al parecer
miembros de la cofradía de la Virgen del Rosario.
En segundo plano se divisan un conjunto de mujeres de pueblo, un
grupo de clérigos, nuevamente mujeres con mantillas, un baile de chinos danzando a
un costado de la imagen llevada en procesión, seguido luego de algunas devotas
saliendo de la iglesia. También se divisa dos caballeros burgueses vestidos a la moda
de Luis Felipe y cinco corrillos de mineros que miran la procesión. Al fondo en un
costado de la iglesia y en los corredores un gentío observa sin perder detalle la
ceremonia.
En este grabado observamos un orden procesional similar al que se
realiza en la actualidad donde los bailes chinos encabezan la procesión y custodian el
anda de la Virgen.
Sin embargo la descripción más perspicaz para el siglo XIX nos la
entrega Ignacio Domeyko quien sube a Andacollo en compañía de dos vecinos de la
Serena en la Navidad de 1843.
“En Andacollo- se halla la imagen milagrosa de la Santísima Virgen, a la
que visitan todos los años, el 2 día de Navidad, para pedir su indulgencia los
mineros e incluso los señores ricos, pero sobre todo la pobre gente laboriosa de los
alrededores y de más lejos.”(58)
Este comentario del sabio polaco, resalta una característica que se ha dado
en Andacollo en la larga duración, que es el carácter popular de la fiesta, aunque no

27
Sergio Peña Álvarez

excluye a otras personas que participan de este espíritu que prima en Andacollo,
como se puede observar en diversos relatos de viajeros y visitantes posteriores.
Continúa el relato describiendo su ascensión al centro minero y santuario
popular:
“Por el camino nos topamos con muchos mineros todos con su vistosa
indumentaria, cada uno con el martillo y la tabaquera(una vaina donde se guarda la
mecha, la pólvora etc. un delantal amarillo detrás, un cinturón azul o negro, un
abigarrado poncho, un gorrito rojo y ojotas amarillas, en una palabra cada un tal
como va al trabajo”. (59) Esta vestimenta se observa en la iconografía de la primera
mitad del siglo XIX existente sobre el Norte Chico.
Prosigue Domeyko relatando el carácter de la romería y señalando el
ingente esfuerzo que hacían promeseros y devotos en su ascensión hasta el santuario
mariano.
“Los promeseros es decir los que se ofrecieron para la romería. Se
detienen los jinetes se apean de los caballos y mulas y asnos; todos a pie con las
cabezas descubiertas al sol, más uno unos descalzos o de rodillas, todos van
ascendiendo el cerro, rezando el rosario y deteniéndose en cada una de las cruces y
altarcillos El camino o más bien el sendero apisonado por los pies de los
peregrinos, sube muy abrupto a lo largo de media milla y termina en la cima del
cerro desnudo, donde se yergue una cruz más grande junto a la última estación(60).
Una vez instalado en el pueblo, el visitante polaco, describe el ambiente
de fiesta que allí imperaba y como se mezclaban varios elementos
“Apenas la mitad del pueblo cabía en la larga iglesia ampliamente
iluminada, la otra mitad estaba arrodillada en la acera. Al murmullo de los orantes
juntábase desde la iglesia, los cuantos religiosos con acompañamiento de órgano, y
desde una próxima plaza de mercado, los tañidos de arpa, arias amorosas y el
taconeo de los danzantes, había también puestos de venta, altarcillos y en la casa del
mayordomo arañas iluminadas y preparativos para el baile”(61).
Enseguida, continua relatando los pormenores de la fiesta, con un gran
sentido de observación describe las actividades.
“Desde las aldeas y chozas más lejanas iban descalzas los indios, es
decir los restos de nativos que conservaron hasta ahora, de la época precolombina,
el color, los rasgos de la cara, muchas costumbres y hasta el carácter aunque
olvidaron la lengua.”(62). Seguramente se refería a los habitantes de los antiguos
pueblos de indios de la región (Guamalata- Sotaquí- Guana –Diaguitas y otros) que
sólo en 1823 el gobierno había ordenado disolver y rematar sus tierras.
Y prosigue Domeyko, en muchas casas en el pueblo se cosían trajes
vistosos para turbanteros y danzantes. En este punto se nota la presencia de la
comunidad lugareña en los preparativos de los bailes.

28
Andacollo, Historia y tradición religiosa

“Volvamos- nos invita el sabio- a la misa de indulgencias a las nueve e


redoblan las campanas en son de bendición y todo el pueblo se inclinó
profundamente; al fondo de la iglesia se veía la imagen de la Santísima Virgen,
inmensa miles de cirios y nubes ascendentes, de abundante incienso. Apenas se
acabaron los cantos y las campanillas rituales y se apagaron las velas, comenzaron a
disparar en la plaza mayor, uno tras otros cohetes, que al estallar con silbidos y
estrépito en el cielo anunciaban el inminente comienzo de los fuegos artificiales.
Agrega certero: “La condición infaltable de toda gran fiesta en este país es el uso de
fuegos artificiales”(63). En efecto, en casi todas las fiestas patronales del siglo XIX y
aún de mediados del siglo XX, tal como se puede apreciar a través de crónicas
periodísticas, actas de los cabildos municipales, y otros documentos, ellas terminaban
con voladores de luces, petardos y camaretas. Describe nuestro observador, dos
modalidades barrocas de fuegos artificiales, los toros de fuego y una torre con dos
grandes buques erizados de cañones, que simularon una batalla marítima, en medio
del griterío y desenfreno general.
“La misma noche tuvo lugar otros fuegos de artificios, pero esta vez
representando la lucha entre el bien y el mal, San Miguel de resplandeciente
armadura contra Satanás tenebroso vomitando llamas luchando frente a la iglesia,
cayendo bolas de fuego en el alborotado populacho con lo que aumentaba la alegría
y confusión. Hasta que por fin- continúa Domeyko- junto a una esbelta palmera en el
centro de la plaza, aparece la Virgen Santísima con un sol en la cabeza y un molino
de fuego girando en ambas manos. El demonio huyó y tras él corrió un grupo de
muchachos y desgarró en pedazos de papel en medio de alegres risas de la
concurrencia”.
“A eso de las 10 de la noche continuó el espectáculo pirotécnico y desde
la torre sale volando un inmenso dragón, hacia la plaza, donde se estrelló con una
inmensa pirámide llena de fuegos de artificio, que en el acto se transformó en una
columna de fuego e ilumino las cumbres de las rocas y la inmensa cordillera.. Más
tarde el pueblo comenzó a dispersarse”. (64)
Prosigue – Ignacio Domeyko desde su privilegiada situación de
observador participante - indicando que la mayor parte del populacho sobre todo las
mujeres se fueron a descansar para estar preparados para la misa matutina, los
mineros menos escrupulosos y más despabilados, fueron a las chinganas y la gente
más culta al baile en casa del mayordomo al que también fue invitada mi
persona.”.Aquí establece la diferencia entre el mundo burgués al que pertenecía
elite ilustrada de la Serena y Coquimbo entre las que se contaba Gregorio Cordobés y
otros, y el bajo pueblo minero, que seguía sus propios comportamientos de
sociabilidad y en permanente jolgorio y distensión veneraban a la Virgen su patrona,
pero también se divertían alegremente bailando y bebiendo, rasgo que proviene de
tiempos coloniales y va a perdurar como una constante durante el desarrollo de
estas fiestas religiosas.

29
Sergio Peña Álvarez

“ Al día siguiente al despuntar el alba, la iglesia comenzó a llenarse de


mujeres piadosas, las más pobres, las ancianas las invalidadas estaban ya al pie de
la imagen milagrosa de la Santísima Virgen.” Hasta las nueve hubo paz- señala el
sabio polaco-(65) Luego pasa a describir a la gente que iba llegando a la iglesia, entre
mujeres con mantos, caballeros citadinos y los bailes religiosos de los que hace una
magnifica caracterización, de la cual hablaremos y comentaremos en otro capítulos de
este trabajo. Cuando tratemos de las hermandades danzantes y su relación con la
promesa o manda.

“ A las 13 en punto, indica nuestro observador, resonaron las campanas y


en ese mismo instante varias decenas de cohetes de gran calibre estallaron en el aire
sobre las torres era la señal para la salida de la procesión. Iniciaron la marcha los
graves caballeros y las damas, delante avanzaban en filas blancas de los turbantes
con guitarras y matracas y con las cintas multicolores tremolando al viento, delante
de éstos daban vuelta y brincaban rondas de indios con sus tamborcitos y pitos y al
centro de cada ronda un viejo cacique con sus canas recogidas en trenzas y con un
gallardete marcaba el compás a tierra se alzaba miraba a los ojos del rostro
milagroso, se santiguaba, juntaba las manos para rezar, lloraba y sudaba
copiosamente, con el acompañamiento no menos fervorosos de sus compañeros”.
Aquí se puede observar el carácter catártico de un baile y la alteración de los
estados de conciencia que produce en ellos la danza ritual, como han observado,
algunos investigadores. (66)

Prosigue Domeyko: “Tras la imagen milagrosa de la virgen iba el clero,


el señor mayordomo con la dueña, inmediatamente tras estos debajo de un inmenso
baldaquín llevado por seis ciudadanos iba el sacerdote con el Santísimo
Sacramento”. (67)

“Por sobre todo la multitud de seis mil personas las coronas de


diamantes de la reina de los cielos y su infante divino, no cesaban las campanadas, el
eco de los morterazos y cohetes que disparaban en torno, resonaba en la cordillera
sin que ello estorbara los cánticos y la piedad de los que se hallaban cerca de la
imagen milagrosa.”(68)

En gran orden, aunque no hubo quien la dirigiera ni tampoco maestros


de ceremonias, recorrió la procesión la extensa plaza bajo el ardoroso sol y con igual
orden y concierto regresó a la iglesia.

Y cuando más tarde a eso de la una del mediodía los señores y el clero
comenzaron a retirarse, los turbantes y los indios se quedaron frente a la iglesia en
espera del párroco y del mayordomo, para exponerle su deseo de rendir el debido
homenaje a la santísima virgen, según la costumbre heredada de tiempos remotos.

30
Andacollo, Historia y tradición religiosa

El sabio mineralogista luego pasa a describir los bailes y su


participación dentro del templo así como sus atuendos e instrumentos, los que se
observan también en la lámina de Gay titulada “la fiesta de Andacollo” y que
corresponde a una observación visual contemporánea
Finalmente, luego del sermón y de la procesión final, con no mucho
agrado del cura ni del mayordomo, y aprovechando un descuido de éstos los bailes
volvieron a la iglesia y se despidieron bailando fervorosamente aún a pesar de la
prohibición. Con esta observación relativa al carácter y a la autonomía de los bailes
chinos, que es una constante que se repite con diversas variantes a lo largo del tiempo
en la historia de la fiesta de Andacollo, Domeyko termina su descripción.

5. Procesión de la Virgen de Andacollo. Claudio Gay

Otros aspectos de la fiesta de Andacollo lo de a conocer un viajero


español de mediados del siglo XIX. ,Citado por Maximiliano Salinas en su libro
“Canto a lo Divino y religión popular en Chile hacia 1900”, quien señala:
“ Otros muchos y caprichosos disfraces daban cierta variedad a los
traes en estas mascarada bastantes profanas que iban en la procesión en que lo
burlesco se mezclaba como había sucedido en la Edad Media a las cosas más

31
Sergio Peña Álvarez

sagradas, se prolongaban durante tres días enteros y no es fácil contar todas las
pasquinadas y gracias a lo que se entregaban los calaveras del país: todo esto ha
cesado desde la época del general Aldunate. No sólo se ha prohibido las antiguas
mascaradas, sino que se ha obligado a los que acompaña la procesión vayan de
manera decente. Todo esto ha cesado desde la época del general Aldunate. No solo
se ha prohibido las antiguas mascaradas, sino que se ha obligado a que acompañan
la procesión a que vayan con compostura y vestidos decentemente.”(69)
Esto indica que en el periodo colonial y aún en los primeros treinta
años del siglo XIX, tal como lo indica el Dr. Galleguillos, por informaciones de sus
mayores, en la fiesta y en particular en la procesión, se evidenciaban elementos
carnavalescos y la participación de los catimbaos que según descripción del
mencionado médico, se vestían con burdas pieles de carnero, y hasta en la cara se
colocaban las tiras de pellejos, de manera que parecían demonios en persona. Pero
a partir de 1836 tal como lo indica el grabado de Gay antes mencionado, no se
observan estos individuos en la procesión, sino sólo chinos y turbantes.
Sucesos como la Revolución de 1851 y 1859 mermaron el peregrinaje
a Andacollo, pero no impidieron el desarrollo de la fiesta, aun en el caso de la
prohibición de parte de la intendencia de la Provincia de Coquimbo de fines de 1859,
que pesó sobre los bailes religiosos el día 25 de diciembre, que fue levantada
mediante la presión que ejercieron los bailes de chinos y danzantes sobre el
subdelegado y finalmente pudieron bailar frente a la Virgen el día 26 y la
celebración popular se desarrolló sin mayor inconveniente.

En la década de 1860, merced al sonado milagro de la tullida


Galleguillos que se expandió como reguero de pólvora por la provincia de Coquimbo
y alrededores, aumentó explosivamente el número de fieles, promeseros y peregrinos.
Entre los devotos y curiosos asistía por aquellos años el Pbro. santiaguino Juan
Ramón Ramírez quien profundamente impresionado por la devoción, comenzó a
indagar y a buscar materiales para la confección de la historia de la Virgen de
Andacollo, que publicaría en parte a comienzos de la década siguiente.

Asimismo, el malestar monetario que hacia 1863 azotaba a la


provincia de Coquimbo restó en su momento solemnidad y brillo a la fiesta, debido a
que los devotos empobrecidos realizaron menos erogaciones y mandas en dinero a
la Virgen de Andacollo. El articulista quien nos refiere esta circunstancia -agrega –
que, los únicos beneficiados fueron los ladrones, quienes pusieron en juego su
actividad en algunas tiendas de comercio donde tomaron varias mercaderías, el
dinero que encontraron a mano, aún la caja de la cofradía, sufrió un intento de robo
que no fructificó, pues fueron sorprendidos, pero no capturados(70 )

Otro acontecimiento que contribuyó a mermar en un momento la


afluencia de peregrinos a la fiesta tuvo relación con el horror y la conmoción que

32
Andacollo, Historia y tradición religiosa

causó en la opinión pública, el incendio del templo de la Compañía en diciembre de


1863. Al respecto un cronista del diario “el Correo de la Serena”, en un artículo del
22 de diciembre de 1863, señalaba que:
“Este año es probable que la fiesta no tenga la solemnidad que en años
anteriores, no se nota movimiento alguno. Los ánimos no están muy bien dispuestos
para fiestas” -sugería además- Que sería muy útil y conveniente que la policía
estuviera con el ojo bien abierto durante la función de la Virgen. Recuérdese lo que
ayer no más pasó en el templo de la Compañía. Mucho cuidado con las luces del
templo no sea que nos venga otra hoguera en el momento menos pensado”(71)
No obstante pese a los temores, poco a poco la confianza fue
restableciéndose y en los años posteriores llegaron miles de peregrinos y bailes
religiosos como también numerosa centena de comerciantes, así tenemos que hacia
1870, se habían instalado en el lugar 150 cocinerías y 200 chinganas, según
informaciones de un periódico de La Serena (72)
Y aún ni la peste como el cólera que azotó el país y a la región en 1886,
impidieron la celebración, pues los mineros protestaron ante algunos intentos de la
autoridad civil de suspender dicha festividad religiosa.
A fines del siglo XIX, otro observadores no entregan una visión de la
fiesta de Andacollo uno de ellos fue el francés Eugenio Choutteau en su informe
sobre la Provincia de Coquimbo en el año 1887:

“Es esta la fiesta más popular de la Provincia de Coquimbo El


Dieciocho de septiembre no es sino un pálido reflejo del entusiasmo que se apodera
de las masas cuando llega el 24 de diciembre. De todos los puntos de la provincia i
fuera de ella i hasta de la republica Argentina, acuden presurosos los devotos de la
virgen de Andacollo. Los trenes en las estaciones están atestados de gente i en todos
los caminos se ven individuos a pié. A caballo, en mulas, en burros que se dirigen a
este famosísimo santuario”(73).
.
“La gran fiesta se celebra el día 26 de Diciembre de cada año. Muchos
días antes se hacen preparativos en los minerales. Los días domingo hacen los
mineros ejercicios coreográficos, con el objeto de no equivocarse en las danzas.”(74)

“ Acuden comerciantes ambulantes de toda la provincia i hasta de


Valparaíso. Este rasgo se repite durantes todas las fiestas religiosas tradicionales
del país”(75)
.
“ Las Fiestas duran generalmente cuatro días, desde el 23 hasta el 26
de diciembre, que es el día de la gran procesión. Es imposible dar una idea ni
siquiera aproximada del loco entusiasmo que se apodera entonces de los devotos.
Veinte mil personas van, vienen, se codean, se atropellan, gritan, venden sus
mercaderías, tropiezan unas con otras, con un bullicio ensordecedor. Vistos desde la

33
Sergio Peña Álvarez

Torre, de la iglesia es un verdadero hormiguero de seres humanos que uno no puede


mirar sin mirarse.”(76)

Diez años, más tarde otro visitante. Esta vez un antiguo andacollino, el
Dr. Francisco Galleguillos, alejado por más de treinta años de su tierra, en un libro
titulado “Un viaje por La Serena Andacollo y Ovalle” publicado en 1896 entrega sus
impresiones de la fiesta de Andacollo en el fin de siglo.

“Los días 24, 25 y 26 de diciembre, los andacollinos hacen la guardia


hasta el amanecer, ocupados como se hallan con tantas visitas, funcionando las
ventas a todas horas de frutas, cocinerías dulces, pasteles, helados, confites, bollos,
empanadas y todo género de golosinas que se hacen poca para surtir a tanto
pasajero. Infinitas tiendas de ropa van desde la Serena y otros puntos, los
mercaderes de santos se estacionan en cualquier parte y los comerciantes
ambulantes con útiles para niños se atropellan formando una algazara de
gritos.”(77).

“ Mesas de bolos, pequeñas ruletas, dulcamaras con sus famosos


jabones, cortaplumas, tintas para desmanchar y hasta las tres cartitas o el monito de
dos cabezas funcionan con gran alboroto”(78)
“Continúa el relato refiriéndose a los pillos y ladrones que pululaban y
aún lo hacen en las fiestas religiosas, cazando incautos y escamoteando relojes
portamonedas, cartera y cualquier objeto de valor”(79)
Por esa época a la fiesta de Andacollo se llegaba desde la Serena y
Coquimbo en trenes que estaban a disposición de los pasajeros entre los días 21 al 25
de diciembre. Éstos realizaban dos viajes diarios, el primero de ellos partía desde
Coquimbo muy temprano donde se embarcaban pasajeros provenientes de otros
puntos del país, que llegaban hasta el puerto, en los barcos de cabotaje que recorría el
litoral chileno. El tren se dirigía a la Serena a buscar fieles y promeseros y luego se
devolvía a Coquimbo, donde recién alrededor de las nueve de la mañana partía hasta
la estación del Peñón o Andacollo y Las Cardas.

Más tarde al mediodía otro tren realizando el mismo recorrido llegaba al


Peñón con otro grupo de fieles y peregrinos. Desde allí los viajeros seguían viaje a
pie, a caballo o en carruajes de alquiler hasta el pueblo de Andacollo.
Los trenes por su parte llevaban carros de coche para caballos para
transportar directamente sin intermediarios, a los pasajeros que habían sacado boleto
directo hasta el pueblo de Andacollo. El equipaje era llevado en carretas que
esperaban la llegada del tren.
La vuelta se realizaba entre los días 26 al 29, saliendo desde la estación
de Andacollo o el peñón, dos trenes diarios el primero a las 1.45 y el segundo a las

34
Andacollo, Historia y tradición religiosa

2.45 que llegaban a Coquimbo entre las tres y las cuatro de la tarde y a La Serena a
las 3.45 y 4 .45. (80).
Éstos itinerarios se mantuvieron durante toda la segunda mitad del siglo
diecinueve y parte del XX, como se puede observar a través de los avisos que
colocaba ferrocarriles del Estado en los periódicos locales en la víspera de la fiesta
de Andacollo.
Movimiento similar lo comienzan a realizar a partir de 1889, peregrinos
que se dirigían en tren desde la estación de Puntilla hasta Andacollo provenientes de
la ciudad de Ovalle y de diversos lugares del interior del valle del Limarí
A partir de 1913 con la completación del trazado del ferrocarril
longitudinal que unía el territorio nacional desde Iquique por el norte hasta Puerto
Mont. Por el sur y cuya línea pasaba por las inmediaciones de Andacollo, los
romeros viajaban directamente en este medio desde sus lugares de origen hasta el
Santuario.
Desde ahí se movilizaban a pie, en coches de tracción animal y
posteriormente avanzado el siglo en micros denominadas góndolas, que esperaban a
los pasajeros en la estación del Peñón.

Los precios fijados por ferrocarriles eran rigurosamente respetados, no así


aquellos que cobraban los cocheros que esperaban a los pasajeros, en la estación
del Peñón que especulaban considerablemente con ellos provocando la molestia de
los viajeros tal como lo podemos leer en una crónica de la estrella de Andacollo del
año 1907:

“Prefiero - dice un viajero- no hacer ninguna observación sobre las


condiciones de transporte de pasajeros hasta l a estación del Peñón por el
Ferrocarril de Coquimbo, durante fiesta. Pero eso sí, recibimos- es decir yo i mi
bolsillo- una impresión muy fuerte y bastante desagradable por los precios más
exorbitantes de los asientos de coches desde el Peñón hasta Andacollo.” (81)
Esta especulación también continuó durante gran parte del siglo veinte
y el actual, debido a que los precios del transporte y de los productos en el lugar
suben considerablemente los días de la fiesta como se puede apreciar a través de
los avisos de los periódicos y de las quejas formuladas a la prensa por peregrinos y
viajeros.

El acceso por ferrocarril hasta la estación del Peñón, perduró en forma


regular hasta fines de la década de 1970, cuando se suprimió la red norte de
ferrocarriles del Estado durante el régimen militar por considerársele antieconómica.

35
Sergio Peña Álvarez

6. Estación Andacollo, 1898. Fotografía gentileza Víctor Castex G

Además de dicha forma de transporte, otros grupos, se movilizaban por


caminos interiores a pie o a caballo, provenientes del valle de Elqui Samo Alto,
Hurtado y otras aldeas y poblados del Norte Chico.
Un peregrino de edad que visitaba Andacollo en la década de los
ochenta del siglo XX recuerda: “ La primera vez que subí, iba en arguenas, en n
animal mular, ese es mi primer viaje que recuerdo a Andacollo. Salimos una tarde y
llegamos de amanecida.
Era una noche de luna fría. Después ya de más grandecito lo llevaban
a uno a caballo por delante y los más creciditos al anca. Cuando mi mamá no pudo
de a caballo íbamos en coche de tres tiros.”(82)
Esta imagen también la captó el cineasta Jorge di Lauro quien en un
filme documental sobre Andacollo en l958, muestra campesinos a caballo con niños
al anca que suben por el camino de tierra hasta el poblado minero, conviviendo con
las góndolas y camiones que también trepaban dificultosamente por éste.

En cuanto al desplazamiento de peregrinos de otros puntos del


territorio nacional hacia el santuario, estos durante la primera mitad del siglo XX
llegaban en barcos, provenientes del sur

36
Andacollo, Historia y tradición religiosa

del país como también del Norte Grande al puerto de Coquimbo y se transportaban
en ferrocarril hasta la estación el Andacollo como lo hemos señalado anteriormente
y de allí en coches de alquiler o a pie o a caballo hasta el poblado, y luego avanzado
el siglo XX en vehículos motorizados, por el camino carretero que hacia la segunda
mitad del siglo anterior trazará el ingeniero Antonio Alfonso, siguiendo
prácticamente la huella colonial.

El mencionado itinerario se continuó durante todo el siglo pasado y se


acrecentó a mediados de éste, con la construcción entre 1946-1958 de la carretera
panamericana que articuló vertebralmente al país y permitió el desplazamiento de
vehículos motorizados de un punto a otro del territorio. Otro hecho que contribuyó a
esto, fue que a partir de la cuarta mitad del siglo XX, comenzó hacerse más masivo
el transporte de pasajeros, lo que obligó a normar de parte de la municipalidad de
Andacollo y de las autoridades los controles carreteros y los itinerarios de subida y
bajada desde Andacollo, Que era ampliamente difundida en la radio y en los
periódicos regionales.

7. Vehículos en la fiesta de Andacollo 1930.Puerta Hermanos. Archivo del Santuario

Los primeros vehículos de transporte masivo fueron los camiones alrededor


de la década de 1930, posteriormente aparecieron los camiones mixtos que eran
máquinas que tenían una cabina amplia donde cabían varios pasajeros y una
carrocería donde se transportaba todo tipo de mercaderías y aún de animales, también
los campesinos y gente de sectores de bajos recursos se movilizaban hacia el
santuario en góndolas, como se les llamaba a corpulentas micros que salían desde
el lugar denominado el empalme en Coquimbo, de la estación de ferrocarriles de la

37
Sergio Peña Álvarez

Serena o la Alameda de Ovalle. Más adelante, se marchaba directamente desde los


distintos pueblos del Norte Chico. En micros que hacían viajes especiales con
peregrinos, fieles y visitantes a Andacollo
Esta forma de locomoción masiva de pasajeros prevaleció hasta la
década de los noventa del siglo pasado fecha en que se produjo un aumento explosivo
en el parque automotor de esta manera el tráfico de vehículos particulares aumentó
considerablemente transportando a fieles y peregrinos de distintos lugares de la
región.
En cuanto a la presencia de devotos argentinos. Desde San Juan
utilizando los pasos cordilleranos arribaban decenas de grupos familiares a lomo de
mula, con vituallas y provisiones para varios días, algunos permanecían en la zona
hasta la fiesta de Sotaquí, como afirma el Padre Félix Cepeda, en La crónica de dicha
parroquia, escrita en 1886, y luego regresaban a su tierra por los pasos interiores,
generándose de esta manera un circuito religioso.
Resulta interesante señalar que estos contactos entre ambas bandas de
la cordillera. datan de tiempos prehispánicos, sin embargo los contactos históricos y
devocionales por la virgen de Andacollo que en San Juan y en la región de Cuyo esta
fuertemente arraigada, datan de principios del siglo XIX, al respecto la historiadora
Argentina, María Cristina Hevilla en una comunicación para la revista electrónica de
Geografía y Ciencias Sociales “Sripta Nova” de tesis doctoral” titulada “Fiesta,
migración y frontera” de Universidad de Barcelona da cuenta de la devoción a la
Virgen de Andacollo. Según la historiadora la fiesta de Andacollo fue trasladada
culturalmente desde Chile hasta San Juan por arrieros mineros y viajeros a través de
la cordillera. (83) Reproducida en localidades trasandinas, algunas bastante alejadas,
como el caso del pueblo de Andacollo en Neuquén, fundado por mineros
andacollinos a fines del siglo XIX, cuando colonizaron el lugar a través de la
explotación de lavaderos de oro, iniciándose una gran devoción a la Virgen de
Andacollo.
Esta devoción generaba una afluencia de romeros argentinos a la
fiesta grande de Andacollo. Una crónica de la revista “Estrella de Andacollo” de
diciembre de 1905, da cuenta del siguiente modo del itinerario de una familia
argentina al lugar:
“Lo más culminante en esta quincena ha sido la visita a este Santuario
de Andacollo de una devota familia argentina¡ cuánto sufrieron por amor a la virgen
de Andacollo - agrega el cronista-Partieron de Calingasta del río Castaño en el
departamento de san Juan y pasaron la cordillera por San Agustín ó sea por el
puerto de Hurtado, era tanto la nieve que tuvieron que apearse y andar á pie, pues
los caballos se hundían cuando hubieron vencido este obstáculo, otro no menor se les
ofreció al paso, era la creciente de los ríos¡ Ocho veces cruzaron el río Hurtado,
siempre a nado por haber arrastrado los puentes la impetuosa corriente: En uno de
estos pasos el agua les arrebato un caballo y dos mulas cargadas con las camas y

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Andacollo, Historia y tradición religiosa

el ajuar! Desde este momento ya no solamente durmieron al raso, sino también en el


duro suelo, ocho días les costó su viaje.”(84)

Esta ruta era una de las más seguidas a pesar de los peligros de los
deshielos que siempre estaban presentes debido a la época del año en que se hacía la
peregrinación, pues conectaba directamente a Andacollo a través del Valle de
Hurtado y de caminos interiores, con los.pasos cordilleranos citados.

Familias enteras en grupos organizados arribaban todos los años desde la


república Argentina, a venerar a la virgen Chilenita como cariñosamente le llamaban.
Así encontramos en la revista Estrella de Andacollo numerosos testimonios de
devotos argentinos entre (1905 y 1973) agradeciendo por los favores concedidos y
en el diario el Día de La Serena, detectamos la presencia de grupos de a lo menos
150 personas que todos los años desde 1921 capitaneados por Pedro Lucero, vecino
de San Juan, acudían al lugar. Y cuando éste por edad y fuerzas no pudo asistir, su
hijo Juan Carlos Lucero continuó con la tradición. (85) También el folclorista Juan
Uribe Echavarria percibe la presencia de romeros argentinos. A pesar de las difíciles
condiciones políticas en Chile en la navidad de 1973. ( 86)

8. Fieles y peregrinos en plaza de Andacollo. 1920. Foto E, Lorz. Cmf. Archivo del
Santuario.

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Sergio Peña Álvarez

Durante el siglo XX, por alguno de los medios de locomoción antes


indicados, llegaron hasta el santuario, periodistas, documentalistas, investigadores de
la religiosidad popular, folkloristas y antropólogos que acudieron a Andacollo por
diversas motivaciones nos dan cuenta del desarrollo de la fiesta en los últimos cien
años. Sin pretender ser exhaustivos revisaremos algunos testimonios.

A comienzos del citado siglo, una crónica del periódico “El Chileno” de la
Serena, nos informa de la asistencia de miles de romeros y personas que asistían a
la fiesta de Andacollo, a dar las gracias por los favores recibidos – Unos por verse
libre de los tremendos sucesos de agosto último - Terremoto de Valparaíso 1906-
Otros por salvarse de las epidemias del norte.

El articulista con un marcado sesgo ideológico conservador que


denotaba el clima de belicosidad que existía entre católicos y elementos laicos
vinculados principalmente a la masonería, expresaba:

“¡ Ojalá hubiesen asistido a Andacollo esos desgraciados impíos que


dicen se amortigua la fe chilena y hubiesen visto más de cincuenta mil personas,
postradas devotamente ante la bella imagen de la virgen de Andacollo (87)
.
Ni siquiera el año de la coronación hubo tan numerosa asistencia de
gente al santuario. Partía el corazón de ternura -agrega el articulista- ver llegar a
pie a multitud de señoritas aristocráticas desde cuatro a cinco horas desmontaban
sus caballos para llegar a pie al santuario, entrando de rodillas hasta la baranda dl
presbiterio todas a dejar sus mandas de vela. Flores y plata y hubo una distinguida
señora de Santiago que mandó todas sus alhajas!(88)

Años más tarde, casi en las vísperas del centenario Nacional, otro ilustre
viajero llega hasta las alturas de Andacollo, quien maravillado por lo que ve y por el
interés antropológico que le suscitan las danzas y bailes. Realizó la siguiente
descripción de la fiesta:

“Andacollo, en estos días parece un hormiguero, la gente cuenta por


miles, las calles e llenan de ventas ambulantes, cada casita se convierte en hotel y sus
dueños hacen la cosecha.
“Era tal la afluencia de gente, que las casa del pueblo transformadas en
albergues temporales y aún la casa de la cofradía no daba abasto para atenderla, de
tal modo que una parte de los visitantes de acuerdo a lo expresado por Latcham
dormía al aire libre en la falda de los cerros bajos que rodean la población”(89)

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Andacollo, Historia y tradición religiosa

9. Multitud frente a la Iglesia de Andacollo hacia 1934.Puerta hermanos. Archivo del santuario.

Esta apreciación hecha por Latcham se corrobora con noticias de prensa


del año 1906, año en que el pueblo estuvo a punto de ser asaltado por una cuadrilla de
bandidos, para robar en las casas el dinero a los habitantes que les quedaba por
concepto de atención de peregrinos calculado en más de 1000.000 pesos de la época.
Una gran cantidad de dinero si consideramos que los habitantes del pueblo a la
fecha no pasaban de 1000 habitantes.

Este aspecto de la fiesta visto por el antropólogo ingles coincide con lo


observado por todos lo que en algún momento visitaron detenidamente Andacollo,
desde la lejana estadía de Domeyko en el lugar.

Agrega- Latcham El mismo día de la fiesta es cuando naturalmente se ve


más movimiento y agitación a las 10 de la mañana se celebra una solemne misa y
algún sacerdote pronuncia un sermón alusivo a la festividad y sin mucho esfuerzo
arranca lágrimas y sollozos del auditorio.
En este punto se puede agregar que se produce en los asistentes una especie de
catarsis colectiva en su interrelación con la imagen de la virgen y su presencia.

Después de la misa, la virgen se coloca en la puerta mayor del templo a


donde acuden las danzas a bailar con una devoción y constancia admirable. Entre
tanto lo que han hecho mandas o promesas a la virgen, las cumplen, visitan la
cofradía, depositan óbolos y consiguen las medallas, estampas escapularios y otra
reliquia de la fiesta”. (90)

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Sergio Peña Álvarez

En este punto, el observador relata algunos aspectos centrales de la


religiosidad popular en las fiestas religiosas y en particular donde existen santuarios
de la importancia de Andacollo, manifestada en, los bailes religiosos que acuden a
expresar sus promesas a la virgen y también a las manifestaciones individuales de
pago de mandas y promesas.

“ La procesión- indicaba Latcham- se desarrolla por los costados de la


plaza volviendo al punto de partida”(91), este itinerario se repitió siempre como
una constante, desde la época en que se masifica la devoción u el culto a la Virgen
de Andacollo, desde del siglo XVIII en adelante. Y como se puede apreciar en el
grabado de claudio Gay y en diversas fotografías de comienzos y de mediados del
siglo XX

10. Procesión de la virgen de Andacollo 1918. Archivo del Santuario.

Posteriormente en la segunda mitad del siglo pasado, se cambió el


itinerario, ampliándose por calle Urmeneta hasta Condell, para dar la vuelta por la
costanera , subir hasta la plaza Videla y entrar al templo grande donde se realiza la
misa final y se despiden los peregrinos.

En la procesión- continua Latcham- los danzantes, forman doble fila


alrededor de la plaza, abriendo carrera para la procesión, tocando sus instrumentos

42
Andacollo, Historia y tradición religiosa

de música, cantando y bailando con redoblada fuerza. Durante el tiempo que dura la
procesión, los fieles disparan centenares de cohetes o tronadores, las campanas de
ambos templos repican agregando de bullicio de miles de espectadores.
“ A medida que la procesión avanza, los abanderados de las danzas se
agazapan delante de la virgen para batir sus banderas y trozos recitan a la vez
medida que va retrocediendo. Algunos danzantes con banderolas y tamboriles,
recorren el centro de la procesión agitando los unos o haciendo sonar los otros al
compás de brincos y saltos”.

“Demora más o menos una hora la procesión durante todo este tiempo y del
que numero de bailes según los años oscila entre unos mil o dos mil”. (92)

Este rasgo, advertido por Latcham, sigue estando presente en la


actualidad. Aunque a los bailes tradicionales que él observa (chinos, turbantes y
danzantes) se le agregaron en los últimos 90 años, otros grupos llamados de
instrumentos grueso, Contando la procesión final con gran número de bailes que no
cesan con sus danzas saltos y música.

Al terminar la procesión, la Virgen se vuelve a colocar en la entrada del


templo, a donde sigue acudiendo gente devota a repetir sus alabanzas hasta avanzada
la noche.- Este aspecto- ya no se observa, pues actualmente luego de la procesión la
Virgen queda al interior del templo.

Durante la década del 30 una novela costumbrista titulada “Andacollo


tierra del oro y de la Virgen” relata la llegada de un grupo de pampinos al trabajo de
los lavaderos, justo en el momento en que en el lugar se celebraba la fiesta grande
señalando el ambiente que allí se vivía al pasar por la larga feria que se instalaba en
el pueblo:
“Un olor a cuerpo a fritangas a comida hirviendo, a frutas maduras o
por pasarse degeneraba frente a algunas puertas en una ráfaga entre ácida y
vinagre o francamente hedionda a alcohol. Una vaharada aquí, de orines allá, de
aguas servidas, elevase con el calorzazo de algunos callejones, Agréguese el
polvillo denso que levantaba aquel tráfago y las moscas que, en vano espantaban y
volvían a espantar las venteras y se verá que esa atmósfera era también como para
irla cortando con el cuerpo. (93)

¿Era eso una calle o una feria? El comercio establecido lo hacía


tanto mejor. No había una puerta o ventana sin aprovechar: Rasgos todavía frescos
en los muros, por fuera de las batientes, indicaban la premura con que habíanse
improvisado ciertos locales. Pizarrillas y cartones colgaban por todas partes
ofreciendo esto y lo otro. Sólo algunas tiendas, zapaterías y almacenes en grande,
donde abundaban las conservas, exhiban un nombre pintado a brocha gorda en el
frontis. Bajo él pendían cotonas, pantalones de mezclilla, ristras de ollas o sartenes

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Sergio Peña Álvarez

o de zapatos de fútbol u otros calzados de mala clase. Cosas de batalla para ese
pueblo urgente que bullía al lado de fuera.”(94)

“ A Rosario y al abuelo- dos de los protagonistas de origen sureño- se les


vino al recuerdo la Fiesta de Santa Rosa de Pelequén, a la que ambos habían
asistido a pagar una manda el año anterior para que la abuelita, que ya no
distinguía la punta de los dedos, recuperara la vista sin necesidad de esa operación
que había dicho el doctor. La apretura, el batifondo, las tolderías ese vaho a comida
y los mercachifles con sus altos de baratijas eran los mismos. Allá también se
caminaba sobre papeles, cáscaras y otros desperdicios. Hasta los borrachos nada
tenían que envidiarse en autenticidad. Tanto los que zigzagueaban por ahí a
topones con medio mundo como los botados en el suelo, al igual que aquellos sobre
los cuales tenía casi saltar el señor Obispo de Rancagua en la Procesión final.”(95)

También José Luis Arraño hace referencia a las innumerables


prostitutas que acudían a la fiesta religiosa atraídas por la numerosa concurrencia
masculina.. Este ambiente profano, se confundía con el aspecto ritual y cultual de las
antiguas fiestas religiosas.

Veinte años más tarde a mediados del siglo XX una crónica de la revista
“Nuestra Señora de Andacollo”, mostraba otra faceta de la fiesta:

“Precede a esta fiesta una novena que comienza el día 17, durante la
cual va creciendo gradualmente la animación en las calles y en la del pueblo, por los
viajeros que van aportando en multitud de vehículos, Muchos de los visitantes
encuentran modesto pero cómodo hospedaje en las dependencias del santuario,
otros alojan en pensiones particulares no pocos pasan varias noches al raso o bajo
carpas que ellos mismos instalan en la propiedad amurallada que hay detrás de la
iglesia grande. (96)

“ A media tarde- señala el articulista- del día 23 la imagen de la virgen


ataviada por sus mayordomos con todas sus galas, escoltada y festejada por las
comparsas del mismo Andacollo y otros varios de fuera más madrugadores, con el
gran cacique a la cabeza, rodeada de gran multitud en procesión presidida siempre
por unos o varios prelados que han podido llegar para la fecha es trasladada sobre
trono de plata, bajo arco de lo mismo adornado de flores.”(97)En este punto
podemos indicar que él anda procesional es la misma que se utiliza desde hace un
siglo, a la iglesia nueva donde continúan desde esa noche los cultos de la novena por
hacerse ya incapaz la iglesia chica para tanta gente.

“A la media noche entre los días 24 y 25 se celebra ante un lindo portal


de Belén, solemne misa del gallo con una numerosísima asistencia, mientras los

44
Andacollo, Historia y tradición religiosa

confesionarios destinados y otros improvisados se ven sitiados por compactas filas


de penitentes.”(98)

En este sentido queremos destacar o recalcar que el momento de la


fiesta era a veces la única oportunidad anual que tenían los fieles de confesarse,
debido a la dispersión geográfica de los caseríos rurales y a los inconvenientes
caminos y huellas.

“El día 25 a media mañana alguno de los prelados celebra


solemnísima misa pontifica de navidad con un lleno completo de la iglesia y al
terminar sale la virgen a la puerta del santuario <a presidir por más de dos horas.
Las danzas, los cantos los discursos con que la festejan sus humildes y cariñosos
chinitos. (99)

Continua el articulista.“El día 26 a la fiesta ha alcanzado su cenit. A


las 10 horas AM solemnísimo pontifical celebrado por el Arzobispo de la Serena.
Abarrotada las naves y galerías de público en una compostura admirable. (100)

Con relación al uso de las galerías del templo grande. Ellas fueron
utilizadas desde que se inauguró éste en 1893 hasta mediados del siglo XX. Así lo
atestiguan algunos visitantes en este periodo entre ellos la escritora chilena Elvira
santa Cruz (Roxane) quien visitó Andacollo en 1914.

“ Todos los días que la virgen permanece presente en la iglesia grande


y a todas horas en el recinto del templo millares de devotos alumbrando
pacientemente, mejor amorosamente a la virgen, quemando en su honor toneladas de
cera, pero el momento apoteósico es el de la gran procesión que se hace a la imagen
alrededor de la plaza escoltada por el clero, más el arrullo indescriptible de una
extraña sinfonía de miles de instrumentos musicales primitivos que llegan a anegar
los potentes resoplidos de las bandas de músicos y aún el revuelo de las campanas.

“Cubren la carretera, compañías de danzantes en número entre dos y


tres mil, en perfecto orden de distribución los cuales bailan sin descanso
manteniéndose en la misma colocación por espacio de una hora casi entera que
suele durar el paseo triunfal, es algo indescriptible y de una magnificencia extraña
pero imponente.”

“De vuelta por fin, al interior del templo los vítores enardecedores, los
cantos el agitar de pañuelos de aquella marejada humana y colocadas la imagen
otra vez en su lugar sosegado poco a poco la tempestad de entusiasmo religioso, se
clausuran con grandes solemnidades.”(101)
Por aquellos mismos años (1958), llegaba a Andacollo, un equipo de
filmación del noticiario cinematográfico “Emelco” dirigido por Jorge Di Lauro, a

45
Sergio Peña Álvarez

registrar la fiesta de Andacollo constituyéndose en todo un acontecimiento para el


pueblo ver deambular por distintos sectores a los técnicos y camarógrafos tratando
de no perderse detalle de la fiesta de diciembre. (102) Este registro daría
posteriormente lugar a una película documental titulado "Andacollo”, cuyo relato
estuvo a cargo de Nieves Yankovic y se constituye en uno de los testimonios visuales
y sonoros más importantes del siglo XX con relación a la citada celebración
religiosa.

11. Procesión de la Virgen de Andacollo, década de 1950. Foto Eugenio Lorenzo. Cmf.
Archivo del Santuario.

En esta época también aparecen en el santuario como gran novedad


algunos bailes de instrumento grueso provenientes del norte grande. (103) vinculado
al proceso de migración y emigración desde la zona hasta el norte grande en el
apogeo de las salitreras y viceversa, durante la decadencia de éstas.

Veinte años más tarde en la navidad de 1973 arribaba a Andacollo, el


folklorista Juan Uribe Echavarria quien en su libro “La Virgen de Andacollo y el
Niño Dios de Sotaquí”nos cuenta:
“ El día 24, la gente paga mandas entra la a iglesia de rodillas,
cumpliendo lejanas promesas y recorre los mil puestos de la calle Urmeneta,
Repletos de mercaderías allí se exhiben en cantidades incalculables, santos de yeso,
espejos alcancías, frutas perfumes. Rosarios, grasa de la virgen, cerámicas rosarios
horóscopos y medallas etc.

Ese día - continua Uribe – es el día grande de los comerciantes,


charlatanes, propagandistas y rifadores. Hay plata fresca y las gentes que vienen de

46
Andacollo, Historia y tradición religiosa

los campamentos mineros de Chepiquilla, El Llanto, Centinela, y Negritos, repasa la


lisita interminable de los encargos y antojos.”(104)

“ Desde temprano, las cofradías bailan en las calles de Andacollo. Es el


último entrenamiento antes de la presentación que se iniciaron en el día anterior
después de las misas. Los acompaña un público pequeño y selecto de viejos
entendidos y beatas madrugadoras.” Similar apreciación y un cuadro parecido era
el que presentara Domeyko 130 años antes.

“A las diez de la mañana los chinos comandados por sus cabezas de


baile, con la pichinga y sus ayudantes al frente después de recorrer saltando toda la
calle Urmeneta, dan vuelta a la plaza y se dirigen a la iglesia nueva para oír la misa
solemne”. (105)
La plaza y las calles vecinas se ven repletas de un público
impresionante que ha subido a Andacollo el último día- se refiere al día 26- para
asistir a la famosa procesión. En el hermosos y amplio templo- prosigue Juan
Uribe- No cabe un alfiler. El humo de las velas amarillas y verdes, que cada pro
mesero deja consumir en sus manos hace el aire irrespirable”
En el parque de la iglesia domina el furor fotográfico. Los dueños de
telones alegóricos que representan rodeos, navidades, el 18 de septiembre, San
Sebastián de Yumbel, La Virgen de Andacollo y la Virgen del carmen, hacen su
agosto con los bailarines y promeseros. (106)

12. Niños en fiesta de Andacollo 1963

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Sergio Peña Álvarez

En este punto, queremos destacar que esta actividad, cada vez va retrocediendo,
pudiendo apreciar uno o dos fotógrafos de este tipo en Andacollo últimamente,
debido a la aparición masiva de las maquinas fotográficas y al cambio en el gusto
de los niños.

Continua Juan Uribe:


“ La misa mayor esta por concluir. Los danzarines
chinos han copado la nave central de la iglesia. El pichinga levanta su bandera y los
cabeza de baile avanzan en dirección a las andas de la patrona de Andacollo que es
llevada hasta la puerta”. (107)

Aquí se inicia la presentación de bailes religioso que dura toda la tarde


hasta el momento de la procesión. Luego pasa a describir la procesión tal vez el
momento más importante de la fiesta:

“ A las 6 de la tarde, después de la presentación del ultimo baile se hace


presente el cacique Félix Araya con sus caporales o cabezas de turbantes, danzantes
y chinos. Vienen a buscar a la virgen. Primero la retiran hasta el altar donde esperan
los obispos de la Serena y Valdivia y una cantidad de acólitos y capellanes,
Se organiza la comitiva con las autoridades eclesiásticas y los
caciques en primer plano, delante de las andas de la virgen. Detrás de ésta llevan a
san José y San Isidro Labrador con un gran despliegue de estandartes y palios de
lujo entre los que sobresalen lo que han donado las colectividades chinas de Iquique
y de otros puntos del Norte Grande.”

“A la entrada de las tres naves de la iglesia, bailan mezclados con frenesí


creciente, danzantes turbantes y chinos. Cuando la Virgen y su comitiva subían las
gradas del templo se produce una enorme exclamación de júbilo, la banda de la
parroquia ejecuta el Himno Nacional y la canción de Yungay. En la plaza y calles
vecinas se han congregado más de veinte mil fieles. Los cerros negrean de curiosos y
promeseros. Desde la Torre de a basílica echaban a volar blancas palomas.”

“ Al concierto increíble y descomunal de las flautas, tambores, pitos y


guitarra que ejecutan unos dos mil bailarines hay que agregar el estampido de
cohetes y los cantos de las niñas de la acción católica”

“La plaza Videla se estremece con los saltos, agachadas, avances y


retrocesos de los chinos que son los que llevan la palma en la exhibición
coreográfica”.

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Andacollo, Historia y tradición religiosa

A pesar de que los carabineros y los correctores provistos de largos


sables, mantienen libre el camino de la procesión, Esta es lentísima, La a primera
parada se hace frente a la iglesia vieja y la última antes de entrar la virgen a la
iglesia nueva. Este es el momento cumbre del desfile, Como en las semanas santas
andaluzas los que llevan las andas hacen bailar a la Virgen balanceándola hacia
delante y a los lados. Desde frente a la plaza ya está a punto de cruzar el dintel,
cuando vuelve a avanzar frente al público que vitorea, sacudiendo los pañuelos en
ademán de despedida.

“Estas escenas de una emoción indescriptible, duran varios minutos. Por


último, la Virgen desaparece entre clamores suplicantes y enternecidos cantos, pero
los danzantes siguen hasta al anochecer compitiendo en alardes coreográficos.
(108)

“ Terminan las danzas y comienza el concierto infernal de las bocinas


de los camiones y autobuses que salen de la quebrada y de l aparte alta de la
población. Suman más de doscientos, y la policía se ve en duros trajines para
mantener el orden de los turnos de bajada.”(109)

En la actualidad casi en la madrugada del día 25 de diciembre


cientos de peregrinos y visitantes se dirigen al santuario de Andacollo en diversos
medios de locomoción privados o públicos. Asisten desde distintos puntos de la
región, del país y aún del extranjero, los fieles y devotos de la Chinita de Andacollo.

Decenas de promeseros desfilan por entremedio de las quebradas


arribando a pie, desde La Serena, Ovalle, Coquimbo o Tongoy, ofreciendo un
sacrificio personal por los favores o gracias recibidas caminando toda la noche para
llegar en la mañana o al mediodía al santuario..

Las calles principales están atiborradas de puestos comerciales que


expenden los más variados productos manufacturados, entre los que se cuentan los
rubros de zapatería, menaje doméstico, ferretería, lencería, paquetería, música
envasada, librería, perfumería, ropa hecha etc.

Asimismo conviven con otros donde se venden productos artesanales,


tales como aperos de huaso, chalecos y ponchos traídos de países cercanos etc.

Además de éstos se instalan en la feria comercial otros tendales donde


ofrecen frutas de la estación, comida al paso tales como anticuchos, empanadas
churros y papas fritas. Por otra parte, los vendedores ambulantes, vocean sus
mercancías a viva voz, confundiéndose con los ecos de la celebración religiosa y de la
procesión, en tanto la música de rancheras, que colocan los comerciantes y los

49
Sergio Peña Álvarez

vendedores de discos se mezcla con el bullicio de la gente que recorre el pueblo y


con los vítores y vivas al paso dela Virgen durante su recorrido por las calles de
Andacollo.

En la plaza y frente a los atrios de los templos, centenares de personas


observan los ensayos de los bailes religiosos, mientras otros se internan por calle
Urmeneta para recorrer la feria comercial, en la que algunos aprovechan de comprar
los regalos rezagados de navidad.

Desde las seis de la madrugada, los sacerdotes ofician misas en el


templo parroquial y a las 11 horas se celebra como de costumbre la misa solemne de
navidad, generalmente presidía por el Arzobispo de La Serena y con la presencia de
los sacerdotes de la Diócesis.

En tanto siguen llegando a Andacollo, colectivos y todo tipo de vehículos


particulares repletos de gente, algunos se dirigen al templo chico con el objeto de oír
misa, otros lo hacen a la basílica. Éstos últimos generalmente son promeseros que
van a pagar mandas de rodillas y le llevan velas a la Virgen, otros se quedaba
deambulando por la plaza o por las calles de la ciudad, visitando principalmente la
feria, el museo religioso aun costado del templo parroquial, que contiene, variados
objetos que los devotos a través de diversas épocas le obsequian a la virgen.
Observando los bailes religiosos o merendando en el parque, alimentos que llevan
para la ocasión; o bien degustando en la decena de restaurantes improvisado s en
casas particulares que aparecen como callampas para atender a los visitantes con
típicos platos de la cocina popular chilena, como cazuelas, hervidos, asados, pasteles
de choclo y otros.

Al anochecer y desde las 22 horas se realiza una solemne vigilia, en


espera del 26 de diciembre que es el día culmine de la fiesta. Durante toda la
jornada se efectúan misas en el templo parroquial, mientras que en las afueras de éste
los bailes religiosos se suceden uno tras otro en espera del turno de tributo al a la
Virgen., que queda a disposición de éstos, luego de la misa mayor o pontifical
celebrada por el Arzobispo de la Serena.

Durante toda la tarde continúan llegando fieles, promeseros continúan


llegando fieles, promeseros, peregrinos, visitantes, turistas y también uno que otro
documentalista, algunos investigadores y periodistas de los medios escritos y
visuales, tanto nacionales como regionales, que acuden cada año a registrar el
acontecimiento

Un tronar de tambores, ulular de flautas, sonidos de matracas, anuncian el


inicio de la procesión, presidida por el Arzobispo de la Serena, acompañado por

50
Andacollo, Historia y tradición religiosa

sacerdotes de la Arquidiócesis, los bailes religiosos y los chinos de Andacollo que


escoltan a la Virgen, entonando cánticos sagrados y oraciones. Esta avanza
lentamente por las tres primeras cuadras de calle Urmeneta hacia el sur
devolviéndose hacia el norte por otra calle paralela hasta llegar al templo grande. Al
paso de la virgen centenares de personas agitan pañuelos en señal de saludo, como
también la muchedumbre que espera delante de la iglesia su llegada y la acompaña
al interior de ésta.

Luego de la misa final los bailes religiosos se despiden de la Virgen


emotivamente, retrocediendo al salir del templo, mientras el alférez es de los bailes
chinos y de los danzantes prometen a la virgen en forma muy emotiva que a veces
arranca lágrima de los concurrentes, regresar al año siguiente.

A la hora del crepúsculo, hileras de vehículos comienzan a descender


por la carretera principal, mientras que otros lo hacen por caminos aledaños que
conectan el lugar con el Valle del río Hurtado y poblados cercanos.

El día 27 los chinos de Andacollo y otros grupos de bailes que


permanecen hasta ese día trasladan la virgen en una pequeña procesión de carácter
intimista desee la basílica hasta el templo parroquial donde permanecerá durante casi
todo el año hasta la fiesta de octubre donde es sacada por primera vez y luego hasta
la fiesta agrande donde por segunda vez es trasladada para que los fieles puedan
venerarle y rendirle homenaje. (110)

12. Fiesta grande de Andacollo

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Sergio Peña Álvarez

La Fiesta Chica

Aunque la fiesta del 26 de diciembre es la que da origen a la


peregrinación, santuario y es la más conocida. Se celebra en el lugar otra celebración
en honor a la Virgen y es la que corresponde a la fiesta del pueblo o fiesta chica
como se le llama y se celebra el primer domingo de octubre que corresponde según el
calendario litúrgico y la tradición de la iglesia universal a la fiesta de Nuestra
Señora del Rosario o Salterio, llamada sí debido a que consta de ciento cincuenta ave
marías, que corresponden al salterio de los ciento cincuenta salmos de David. Esta
devoción según algunos autores es tan antigua como la iglesia porque empezó con
ella y fue el primer breviario y las primeras horas canónicas. Sin embargo, el primer
predicador del Rosario de Nuestra Señora, fue Santo Domingo de Guzmán pues él
enseñó el método de meditar los misterios de la fe, repartidos en tres clases tal como
conoce hoy en día. También contribuyó a aumentar la devoción del pueblo español
por la Virgen del Rosario, su intercesión a favor de los cristianos en la batalla de
Lepanto contra los turcos en 1571.

Gran importancia tuvo en el reino de Chile la devoción a la santísima


Virgen del Rosario, prueba de ello lo constituyó la puesta bajo su advocación de 54
capillas en todo el territorio (111)

En nuestra región la orden dominica estuvo presente desde los primeros


tiempos de la conquista con un convento en la Serena en 1557, desde donde salieron
religiosos por valles, quebradas e interfluvios a enseñar el rezo del rosario e inculcar
el amor a la Santísima Virgen.

Por otra parte la devoción a la Virgen de Andacollo fue capital para la


promoción y culto de la advocación en nuestra región.. En este punto debemos
señalar, que, la mayoría de las imágenes que se veneran en los pueblos donde se tiene
por patrona a la Virgen del Rosario corresponde a la estampa que se socializa
después de 1827, cuando el mayordomo de la cofradía, Pbro. José Agustín de La
Sierra, posteriormente primer Obispo de la Serena, viste la imagen con los ropajes
que hoy conocemos.

La popularidad de la advocación del Rosario y en particular la de


Andacollo, no sólo se puede encontrar en las numerosas capillas que se erigieron en
su honor en casi toda la región y aún en lugares más lejanos de Chile como la
capital, el Norte Grande, el puerto de Valparaíso sino además en otras
manifestaciones de religiosidad que implica devoción, uno de ella tiene relación con
la presencia del icono de la Virgen de Andacollo en los altares familiares domésticos,

52
Andacollo, Historia y tradición religiosa

mediante estampas impresas o imágenes de yeso de la “chinita” como las llaman sus
fieles y también por la presencia iconográfica en tumbas de cementerios de la
región, a este respecto queremos anotar un caso singular y dice relación con la forma
de construcción de tumbas en el pueblo de Cerillos de Tamaya, situado al pie Del
célebre cerro del mismo nombre, que son réplicas en diversos materiales de la
basílica y de la iglesia chica de Andacollo con sus respetivas imágenes entre ellas la
de la Virgen del Rosario.

Esta fiesta al igual que la grande comienza con una novena en


homenaje a la Virgen en el templo parroquial contando con una gran cantidad de
fieles. Es predicada por los padres del Corazón de María quienes están encargados
del santuario. Antiguamente, en la primera mitad del siglo XX, acudían misioneros de
los conventos de Ovalle y la Serena, hoy desaparecidos.

El penúltimo día la imagen es sacada en procesión a las seis de la tarde


en medio del entusiasmo indescriptible de miles de fieles que entonaba hermosos y
tradicionales cánticos sagrados, responden las oraciones, irrumpen pletóricos en
vivas, vítores y aclamaciones a la Virgen. Parte importante de la procesión la
constituyen los bailes religiosos de la Serena y Ovalle y de poblados cercanos. Luego
de la procesión esta es depositada en el templo grande de Andacollo a donde acuden
los peregrinos a expresar diversos tipos de mandas y promesas y los chinos realizan
sus presentaciones ante la Virgen. Al día siguiente a las 6:30 de la mañana se inician
las misas en la iglesia grande de Andacollo conocida desde muchos años atrás casi
del momento de su construcción como la basílica, teniendo en cuenta para dicha
denominación su planta de arquitectura pero sólo fue instituida canónicamente el año
1988.

Uno de los actos centrales lo constituye la misa solemne o pontifical que es


oficiada por el Arzobispo de la Serena o a su Coadjutor a las 10 de la mañana con
gran afluencia de fieles y promeseros. Luego de esta continúan durante toda la tarde
los actos de veneración a la santísima virgen y el pago de mandas por la promesa
cumplidas por ella.

Durante el día sigue llegando en forma incesante gente de todos los


pueblos de la región. Muchos de ellos aparte de ir a la iglesia, también recorren la
feria comercial que se instala para la ocasión en las calles de Andacollo que en los
últimos años ha crecido considerablemente en numero de comerciantes que arriban al
lugar.

A las cuatro de la tarde, sale el anda de la Virgen para iniciar la


procesión que comienza por calle Urmeneta siguiendo el mismo itinerario que en la
fiesta grande, acompañada de los bailes chinos, danzantes, turbantes y los de
instrumento grueso, que danzan en forma admirable. Luego de concluida la

53
Sergio Peña Álvarez

procesión, la imagen es depositada en el altar mayor del templo chico, donde


permanecerá todo el año. Finalmente se celebra una última misa, donde se despiden
los fieles y bailes religiosos, estos últimos por medio de sus alféreces que pronuncian
sentidas coplas, mientras el resto le acompaña con redoble de tambores y el sonido
de sus instrumentos.

Al atardecer hileras de vehículos descienden la cuesta de Andacollo


rumbo al Peñón, donde tomaran rumbos diferentes hacia los pueblos y ciudades de la
región. (112)

En las dos fiestas indicadas se expresan hondas muestras de religiosidad


popular a las que nos referiremos a continuación.

Manifestaciones de religiosidad popular en las Fiestas de


Andacollo

“Por religión del pueblo, religiosidad popular o piedad popular.


Entendemos el conjunto de hondas creencias selladas por Dios, de las actitudes
básicas y las expresiones que las manifiestan”. (113) Dicha religiosidad es una
verdadera cultura en el sentido antropológico del término, y así se transmite, sobre
todo en el proceso de socialización.

Como todo sistema religioso supone un conjunto de creencias, ritos y


de forma de organizaciones peculiares. Los ritos más característicos son las fiestas
patronales, el culto de los santuarios, la devoción las imágenes y demás símbolos
religiosos. Las formas de organización más típicas son las cofradías y las
mayordomías en sus distintas modalidades. (114)

Finalmente dicha religiosidad se divide en distintas sub.-culturas, según


sea el marco socio-económico del grupo que la vive.

Andacollo se constituye en un santuario popular, marcado por la


leyenda del hallazgo, la fama milagrosa de la Virgen que se transmitió a lo largo
del tiempo de generación en generación. Esto generó una afluencia de peregrinos
que de año en año llegan al lugar a expresar sus promesas y a pagar sus mandas.

54
Andacollo, Historia y tradición religiosa

La manda o Promesa

De año en año desde tiempos coloniales, acuden a Andacollo, numerosos


católicos provenientes de diversos lugares del país con objeto de rendirle homenaje a
la Santísima Virgen, venerarle y agradecerle por los favores concedidos, como
también a pedirle protección y consuelo.
Estas mandas y promesas se expresan de diferente manera según sea la
idiosincrasia de la persona o grupos que la cumplen. Algunos recorren largos
kilómetros a pie hasta el lugar, atravesando cerros y quebradas; otros avanzan de
rodillas varias cuadras hasta entrar al templo portando velas encendidas. También
hay quienes acuden con cierta periodicidad al Santuario; hacen erogaciones en dinero
o se sacrifican bailando incansablemente bajo el sol.
Los peregrinos aprovechan la oportunidad que les ofrece la fiesta anual,
para reencontrarse con Dios aunque sea una vez al año y recibir los sacramentos de
la confesión y la comunión. Asimismo el santuario, con ocasión de la fiesta se
convierte en un excelente punto de encuentro entre las personas. Así se ubican
amigos, compadres, parientes, que por razones de trabajo residen en distintos lugares
del territorio nacional, pero que movidos por la común devoción a la Virgen de
Andacollo convergen durante la fiesta de diciembre al lugar
La gente religiosa acude a esta fiesta con el claro propósito de ver a la
“Chinita” como cariñosamente le llaman, con el objeto de agradecerle y pedirle
protección durante el año en las diversas actividades que desempeñan.
Es necesario señalar que entre los romeros que asisten anualmente a
Andacollo, se encuentran personas de diversos grupos sociales, pero predomina el
bajo pueblo en sus variantes campesinas, minera, y estratos de reciente incorporación
a la vida urbana. Todos ellos acuden al lugar motivados por el anhelo de venerar a la
Virgen del Rosario.
Una de las formas con que diversos grupos sociales en sus diferentes
estratos manifiestan su fe, es a través de la manda o promesa, que se expresa de las
más variadas maneras. Algunas de las cuales hemos señalado anteriormente. Esta
surge de una petición asociada a la resolución de problemas concretos de la más
diversa índole Así tenemos peticiones de salud, otras relacionadas con problemas de
la agricultura, ( protección al ganado, a las cosechas, lluvias abundantes) o a otros
inconvenientes propios de la vida doméstica. Es importante señalar que se acude a la

55
Sergio Peña Álvarez

divinidad cuando se han agotado o creído agotar todos los medios humanos de
solución a los problemas.

13.Fotografía de promesera portando velas la Fiesta de Andacollo. Foto


De Alejandra Vega.

56
Andacollo, Historia y tradición religiosa

La interrelación que se da entre el mandante y la divinidad es de


contrato, pues el promesante invoca a Dios, a la Virgen María y a los santos y pide
la concesión de un favor. Él a cambio ofrece sacrificio personal u otras modalidades
de retribución. Como se parecía hay en esta práctica mucho de comercio y
utilitarismo, pero también una confianza ciega en los poderes divinos y sobre
naturales. Debemos agregar que en este tipo de religiosidad de religiosidad hay
diferentes grado de compromiso que depende de la fe de cada persona, de la magnitud
de la petición y de la manera como se expresa, así tenemos mandas de tipo personal,
cuando una persona se dirige al lugar portando velas encendidas, flores u otros
objetos y Mandas colectivas, como son las de los bailes chinos, donde es
generalmente un núcleo familiar el que impulsa una hermandad danzante en honor a
la Virgen. También tenemos mandas que obligan a un sacrificio mayor como las que
efectúan las personas que recorren algunos kilómetros a pie descalzos hasta el
santuario y otras que importan menos sacrificio personal como las pequeñas
donaciones en dinero.
Refiriéndose al tema Juan Van Kessel en su libro “Los bailes
religiosos de Tarapacá y Antofagasta” dice que la manda surge en una situación de
desgracia o crisis. Dicha manda será más costosa si la aflicción del promesero es
muy grande. (115) Mediante este contacto, el mandante trata de escapar o salvarse,
pagando el sacrificio a que él se obliga libremente. El cumplimiento de la promesa
una vez contraído el compromiso debe realizarse y procede cuando la deidad ha
solucionado la crisis satisfactoriamente.
En lo que respecta a Andacollo en las crónicas de la Revista la
Estrella de Andacollo y en otros escritos se encuentran numerosas relaciones de
testimonios de personas favorecidas por la Virgen de Andacollo allí se puede se
puede observar el doble carácter de la manda, es decir de petición y oferta.
Las súplicas a la Virgen del Rosario tienen que ver con cosas concretas,
con dolores y aflicciones que aquejan a la gente sean estos relativos a la salud
(enfermedades o accidentes), referentes a la agricultura (lluvias, protección del
ganado y a las cosechas) o a otros problemas domésticos. en la mayoría de los casos
que ahí se relatan hay de por medio una petición y una promesa que se concreta a
través del pago de una manda en diferentes modalidades
Con relación a las peticiones de salud, son cientos de miles los
testimonios de agradecimiento a la virgen de Andacollo, prueba de esto lo expresan
los testimonios entregados por los fieles y devotos a la revista del Santuario llamada
estrella de Andacollo que entre 1905 y 1973, publicó dichos testimonios.
Herminia herrera, escribía a la estrella de Andacollo hacia 1906
entregando su testimonio: “ habiendo sufrido por más de quince años la terrible
enfermedad de la epilepsia sin poder encontrar mejoría alguna en los auxilios de la
ciencia médica, invoqué a Nuestra Señora de Andacollo, confiando sería oída mi

57
Sergio Peña Álvarez

invocación. Y desde que ofrecí venir a santuario, pagar mi manda y confesarme no se


me repitió ningún ataque y hoy me siento completamente sana. (116)
“ Agapito Pastén por la misma fecha, estando un domingo cortando leña,
se clavó una espina en el ojo izquierdo y no pudo extraérsela hasta que hizo una
manda a la Santísima Virgen de Andacollo. Por lo que agradecido ha venido a
cumplirla y queda más desengañado de que es muy perjudicial hasta para el cuerpo
el trabajar los domingos sin causa.” (117)

Otro caso, que hemos seleccionado en torno a las peticiones de salud, lo


entrega como testimonio Orfilia Jorquera residente en Arica quien estuvo enferma
muy grave de bronconeumonía, en septiembre de 1929, pidió a la Virgen que la
salvara y quedó completamente buena. Ha venido al santuario a cumplir su promesa
(118)
También la protección frente al peligro este presente en las peticiones a
la Virgen de Andacollo. Un caso curioso lo refiere una crónica escrita en la revista del
Santuario y nos cuenta que:

“ En el año 1884 volvían de Andacollo los esposo Calixto Peralta y doña


Carmen Álvarez, ya era la noche muy entrada y al hallarse frente a la hacienda de
dona Isabel Varela en Cerrillos les salieron cuatro ladrones con ademanes de
asaltarlos para robarles. Don Calixto pidió protección inmediatamente a la Virgen
de Andacollo, prometiéndole si lo libraba de aquellos malvados ir de rodillas desde
el alojamiento donde estuviera hasta la iglesia en la próxima fiesta de diciembre. Los
ladrones sin más arrancaron pronunciando sólo palabras soeces. Al año siguiente,
cumplió el caballero la promesa”(119)

Referente al amparo frente a los hechos de la naturaleza encontramos


en el “libro de prodigios” del santuario el siguiente testimonio de fines del siglo XIX
que relata los siguientes.

“ El invierno del año 1880 fue bastante lluvioso y en un copioso y


torrencial aguacero, el río Limarí que pasa junto a la ciudad de Ovalle, creció de
una manera sorprendente, causando muchos perjuicios y algunas desgracias
personales. José María Castillo, perteneciente al curato de Barraza, vivía en las
inmediaciones del río, en la época de la gran avenida, de la noche a la mañana, las
aguas arrastraron su habitación y cuanto tenía y como las aguas lo habían aislado
completamente, Castillo y toda su familia estaban expuestos a perecer ahogados.
Entonces comenzaron a pedirle Nuestra señora de Andacollo que de alguna manera
los librara. Por fortuna alcanzaron a subirse a un árbol que estaba cerca, pero el
sauce era débil y estaba amenazado de ser llevado por la impetuosa corriente. Aquí
redoblaron sus súplicas a la Virgen a la cual hicieron la promesa de llevarle ese
año cuatro pesos. Hecha ésta, comenzaron a amontonarse arenas en rededor del

58
Andacollo, Historia y tradición religiosa

sauce afirmándolo y se afirmó tanto que pudieron permanecer en él hasta que


encontraron medios de salvación, En diciembre de 1880 cumplió su promesa”. (120)

Con relación al mismo tema, en la revista "la Estrella de Andacollo"


del año 1906 se encuentran los testimonios de las profesoras Juana V de
Argomedo, Ana María Araya, María Aurora Argomedo, residentes en Valparaíso,
que en pago de promesa, llegaron hasta Andacollo a agradecerle a la virgen por
haberlas salvado del terremoto que afectó ese año a dicho puerto. (121)

Respecto a las peticiones relacionadas con agricultura tenemos aquellas


orientadas a la protección de los ganados y las cosechas. Con relación a las primeras
en la Revista Estrella de Andacollo. Se relata la experiencia de Crescencia Araya,
criancera residente en Combarbalá quien vio atacada por una peste su pequeña
majada de cabras que era el único sustento de ella y de sus pequeños hijos. En este
gravísimo apuro se encomendó como tenía costumbre a su protectora la Virgen de
Andacollo, cesando inmediatamente la peste y la Señora Crescencia con sus hijos
acudió al santuario a dar las gracias y a cumplir su promesa. (122)

También se encuentra en el libro de registro de “prodigios de la Virgen


de Andacollo”, que se conserva el santuario una curiosa promesa hecha con gran
fe por una campesina de la región que dice:
“ Ángela Cortés natural de Canela de Mincha, residente en la hacienda
el Totoral, es una mujer de fe ardorosa y sencilla y en todas sus acciones se
encomienda a la Virgen de Andacollo y dice que la virgen la protege visiblemente.
Dicha mujer refiere que en el año 1878 una vaca que poseía dio luz a un ternero, el
que se extravió siendo muy chico. No pudiendo encontrarlo a pesar de todas las
diligencias que hizo. Entonces prometió a la Virgen que, si aparecía lo criaría en
medias con Nuestra Señora De Andacollo. En efecto el ternero apareció a los tres
días- agrega – que en año malo lo tuvo en pastos en la hacienda de Quiles y que ahí
entro a un pantano donde quedó pegado sin que los vaqueros lo pudieran sacar. Ya
lo iba a degollar para poder salvar el cuero, pero al fin lo dejaron vivo, En la noche,
la Virgen lo sacó del pantano” agrega con mucho candor y convicción Ángela
Cortes- El ternero creció y llegó a ser un buey A fines de 1883, lo vendió en Ovalle
en sesenta pesos y como lo había criado a medias con la virgen ese mismo año vino
a Andacollo y entró a la caja donde se pagan las mandas los treinta pesos que le
correspondían a nuestra señora del Rosario.”(123)
Otra forma de expresar el pago de una manda era a través de regalos u
ofrendas que la gente llevaba y lleva al santuario. Y que se guardan en el museo
que exhibe los obsequios que le han hecho a la virgen fieles y devotos agradecidos,
entre ellos se cuentan, muletas, bastones ortopédicos, mechones de cabellos y otros
que testimonian el agradecimiento por el favor concedido.

59
Sergio Peña Álvarez

Asimismo con finalidad de agradecer y de dejar testimonio los fieles y


peregrinos llevan al santuario ex votos que son plaquitas de metal o de mármol que
se colocan en el patio lateral del templo a la entrada del museo y del camarín de la
virgen.
Estos exvotos, antiguamente también se expresaban en pinturas o telas
donde se manifestaba el favor concedido, a este respecto, nos cuenta Juan Ramón
Ramírez y luego lo repite Principio Albas que unos de los favores más comentados
de la Virgen de Andacollo fue la curación de un criado negro al servicio de una
señora de la Serena, hacia 1780, suceso que fue plasmado en una pintura en las
puertas del templo.
Existe en el museo del Santuario, una vitrina que contiene cientos de
exvotos, confeccionados en plata y oro o en ambos y que representan corazones,
manos, pies ojos, individuos orantes, riñones y otros órganos, seguramente aquellos
curados por petición a la virgen. Estos exvotos coloniales que datan del último
tercio del siglo XVIII, fueron expuestos por Benjamín Vicuña Mackenna cuando se
realizó la exposición del coloniaje en Santiago en 1873.
En lo que se refiere a las mandas o promesas colectivas éstas
generalmente se expresan a través de grupos organizados los cuales con sacrificio
personal homenajean a la divinidad a través de la danza. Lo que conocemos como el
nombre de hermandades danzantes, de los que hablaremos a continuación.

Los bailes Religiosos o Hermandades Danzantes

Los bailes representan de manera bastante significativa la religiosidad


popular. Los pueblos siempre han danzado a través de la historia con el objeto de
rendir culto a sus dioses, Esto lo apreciamos en el antiguo Testamento, a través de
las danzas israelitas ante el Arca de la Alianza y en otras culturas del viejo Mundo.

En América el baile ritual era practicado por los antiguos pobladores del
continente. Tanto en las culturas más avanzadas como en aquellas más rudimentarias
o primitivas. , De tal modo que durante la conquista española consideró la danza
como un elemento de evangelización. Esta arraigó rápidamente en las masas
indígenas y posteriormente quedó inserta en el pueblo latinoamericano.

A través de la danza el cuerpo adquiere una gran fuerza expresiva,


constituyéndose e baile en una forma de liberación de las energías contenidas, el
cual en el contexto de las fiestas sagradas se transforma en ofrenda religiosa, éste es
una forma de culto externo se baila con Dios y para Dios, Los movimientos del
cuerpo, los sonidos, las canciones, incluso el estado d trance son esfuerzos con los

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Andacollo, Historia y tradición religiosa

cuales se busca acceder al mundo de lo sobrenatural donde se encuentra con Dios, la


Virgen y los santos para rendirle pública ofrenda, (124)
En lo que concierne a nuestra realidad, en la mayoría de las fiestas
religiosas a de Chile, especialmente en la zona norte del País, existen cofradías o
hermandades danzantes en honor a la Virgen María, el Niño Dios o algún Santo
Patrono.
Estas agrupaciones se forman para cumplir alguna manda o
promesa, hecha por el jefe del baile y los participantes de la hermandad religiosa. Se
expresa mediante el sacrificio personal a través de la danza, bailando
incansablemente ante la divinidad y repitiendo estas durante cada año en la fecha de
la fiesta. Un testimonio encontrado en la revista Nuestra Señora de Andacollo nos
ejemplifica esto:
“En 1859 venía desde el Huasco para la Serena, Matías Ramos en
compañía de un hermano suyo, por medio de un desierto, cuando fue atacado por
una terrible lipiria de calambres y agudísimos dolores que lo puso al borde del
sepulcro y sin recurso humano alguno. En tan tristísimo lance se acordó de la
Santísima Virgen de Andacollo y le prometió fundar un baile de danza, una vez que
hubiera llegado con Vida a la Serena, dirigir por toda su vida ese baile y después
dejárselo a sus hijos, Con sólo esta promesa y sin aplicar ningún remedio mejoró
completamente. Sirvió al principio en otro baile y después fundó el de su promesa
que dirigió hasta su muerte”(125)
Existen en la realidad del Norte Chico a la que pertenece Andacollo, tres
tipos de bailes tradicionales que son El de Chinos, Danzantes y turbantes.
Los chinos son agrupaciones formadas por una familia que tienen
origen en una promesa o manda y que su forma de cumplir con el favor concedido es
a través de los bailes o la danza ceremonial que ellos ejecutan en forma incesante
durante la fiesta religiosa, sean esta las que se ejecutan en los Santuarios de la
Región o bien en las pequeñas fiestas patronales de su sector, sea este urbano o
rural.
Estos bailes se manifiestan en todo el norte chico y en la región de
Aconcagua y las cercanías de Santiago, sus orígenes se pierden en el tiempo y
algunos autores lo remontan al pasado prehispánico. (126)
En este aspecto, creemos que en ellos hay elementos de distintas
vertientes (indígenas y del catolicismo popular español) y que su origen es producto
del sincretismo cultural y de la convivencia de distintas etnias en la realidad de los
pueblos de indios, asientos de minas y encomiendas de esta zona geográfica descrita
anteriormente.
Aunque para la región no existe mucha información sobre estos bailes
en la época colonial. Si los tenemos para los inicios de la vida republicana.

61
Sergio Peña Álvarez

Una descripción de Ignacio Domeyko, realizada en la navidad de 1844,


nos da cuenta como estaba conformado un baile chino en la primera mitad del siglo
XIX:
“Cada grupo esta compuesto de no más de cinco de cinco os seis
indios, entre éstos uno anciano sin duda descendiente de algún cacique, y sus hijos o
nietos. Hijos o nietos. El de más edad lleva el gallardete, otro sostiene con una mano
el tamborcito y lo golpea con la otra, otro sopla el pito es decir el hueso de la pata del
cóndor ahuecado y con un agujero lateral. Estos indios vienen a brincar en honor a
Dios.”(127)
Aquí en esta parte del relato Domeyko hace un contrapunto entre la
fisonomía y estampa de los chinos con relación a los turbantes que son los dos
grupos que él identifica bailando frente a la Virgen de Andacollo. Y los caracteriza de
la siguiente manera:

“Estos grupitos de los antiguos dueños-hace tres siglos- de esta tierra


serpenteaban sin orden y sin prisa entre el pueblo y los turbantes, se acercaban a
la iglesia y se alejaban de ella, le hacían reverencias y se asomaban al interior por
si descubrían allí a su –como la llaman cariñosamente –Santa Chinita –preciso es
saber que la palabra china o chinita es el término despectivo que emplean las
orgullosas damas para calificar a las muchacha indias”. (128)

Produciendo con esto, un cambio en el sentido de la expresión al


sacralizarla y dignificarla mediante el empleo cariñoso del epíteto o para referirse
a la Virgen María. , Consiguiendo con este hecho revertir en el espacio y tiempo
sagrado de Andacollo, un término que era utilizado en otros ambientes en forma
despectiva y peyorativa.

Domeyko hace referencia a indios cuando se refiere a uno de los bailes


de Andacollo, en tanto que al otro lo identifica como turbantes, y esta referencia
étnica del observador nos remite directamente a la vinculación de la formación y
origen de muchos bailes chinos asociados directamente a la realidad de los pueblos
de indios del antiguo Corregimiento de Coquimbo. Así tenemos que en Sotaquí hacia
fines del siglo XVIII, surge un baile de chinos en honor a la virgen de Andacollo,
fundado por Cayetano Gómez Manque, que posteriormente cambiará de
denominación pasando a llamarse baile de chinos del niño Dios de Sotaquí. (129)
Igualmente asociado a esta realidad estuvo el baile de chinos de Guamalata

62
Andacollo, Historia y tradición religiosa

15. Fragmento Fiesta de Andacollo. Atlas de Claudio Gay


Fundado hacia 1817 y vinculado a la familia Monterrey quienes formaban parte de
este pueblo y así aparecen en un listado confeccionado en 1789 con ocasión de la
visita de Ambrosio Higgins al norte, en vista a la abolición de las encomiendas y la
reducción de éstos a pueblos según los conceptos ilustrados (130) y posteriormente
en otro en el año 1823 cuando el Estado de Chile disuelve los pueblos y remata sus
tierras. (131)Este grupo de indígenas también estaba vinculado con el mineral de
Tamaya, donde su encomendero José Fermín Marín explotaba minas de Cobre.

A este respecto y con relación a los nexos de este tipo, podemos


agregar que en Tambillos durante el período colonial hubo indígenas
encomendados que fueron llevados al sector de Andacollo desde el valle del
Limarí , a trabajar las minas de cobre y oro.
Otro elemento de vinculación lo constituye la denominación de cacique
que ostentaba el dueño del baile, término foráneo que permanece hasta hoy. Fue
introducido a estos lugares por el español durante la Conquista y correspondió al
intento inicial de reducir a los indios a pueblos. El indígena que estuvo a cargo de
éstos recibió el título de cacique que era entregado por el rey siendo este hereditario,
pero sujeto a confirmación real. (132)
Empero fue en la época dorada de la minería en el Norte Chico que
proliferaron los bailes como forma de expresión de la religiosidad popular, en todo

63
Sergio Peña Álvarez

este territorio, los cuales se juntaban en Andacollo para la fiesta grande a rendirle
homenaje a la Virgen del Rosario.
En cuanto a su composición numérica, como en lo relativo a su atuendo
o indumentaria. Podemos observar lo siguiente. Con relación al primer punto,
constatamos que el número de integrantes de un baile en el primer tercio del siglo
XIX y probablemente en los siglos precedentes era de sólo siete individuos como lo
indica Domeyko en “Mis Viajes”(1844)y como se puede apreciar en el grabado del
atlas de Gay, “titulado Navidad en Andacollo” en 1836.
Posteriormente en la segunda mitad del siglo citado y a fines de éste
aumenta el número de los integrantes de grupos o comparsas, siendo los conjuntos
integrados por 30, 50, o hasta 100 personas, principalmente en aquellos lugares
donde existían faenas mineras importantes con gran número de trabajadores como el
caso de Panulcillo, Tamaya, Tambillos. Arqueros, la Higuera y otros.
Así lo notamos en la fiesta de Andacollo del año 1905 donde
acudieron 27 bailes Chinos de todo el entorno de la antigua Provincia de Coquimbo.
Congregando a 1400 bailarines. (133)
Siendo los más numerosos los de Andacollo, que presidía Laureano
Barrera, quienes según la tradición eran considerados descendientes del indio collo,
y los menos numerosos el baile de Tambillos que era dirigido por José Reinoso
compuesto de 22 individuos.

Con relación a su vestimenta o atuendo el traje original de los chinos


consistía en una camisa sin cuello de color blanco, un bonete verde o rojo, una faja
de lana roja, un culero, pantalones verdosos hasta media pierna, un poncho ocre o
azulino con guardas rectas y de calzado ojotas y medias azules o rojas le puede
notar en el Atlas del mismo autor, El cuadro titulado la Plaza de Andacollo de
Mauricio Rugendas, un grabado del libro Chile Ilustrado y un muñeco de25 cts. que
se custodia en el museo histórico regional de la Serena.

Probablemente haya sido éste el traje de los antiguos indígenas mitayos


que posteriormente adoptaron mestizos, mulatos y otros, que se transformaron en
peones de minas, en la época de apogeo de ésta actividad en la región en el siglo XIX
Este traje fue vestido por los mineros, durante casi todo el siglo
antepasado, así podemos apreciar que en el cuadro la fiesta de Andacollo de
Claudio Gay en 1836 el traje de los bailarines chinos no difiere del de otros
individuos que observan la procesión. A fines del mismo el traje minero tradicional
del norte chico cambia, debido a la ropa manufacturada. Quedando sólo como
vestimenta o traje ritual o ceremonial utilizado por los bailes chinos sólo para las
fiestas religiosas e incluso para ser enterrados con este cuando el bailarín fallecía
siendo miembro del grupo danzante.

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Andacollo, Historia y tradición religiosa

A comienzos del siglo XX, el traje de los bailarines chinos cambia en


cuanto a colorido y aparte del blanco inicial, se emplean otros colores para su
confección tales como el azul ,el morado, el verde, el ocre, el rosado y el amarillo
producto de la oferta de telas industrializadas que llegaba a los campamentos
mineros a través de los faltes o comerciantes ambulantes, que recorrían la región.

14. Chinos y turbantes en Andacollo 1901. Coronación de La Virgen, Gentileza de Erasmo Pizarro,
Librería Chile Ilustrado. Santiago,
Estos detalles se pueden observar en dos obras sobre la fiesta
referida del pintor Pedro Subercaseaux, una de ellas “procesión en Andacollo”
pintado en la década del 20 y otra “chinos y danzantes en Andacollo”, de la misma
época, donde se nota la variedad de coloridos, similar al de los chinos actuales.

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Sergio Peña Álvarez

Además del cambio mencionado, se refinan en cuanto a su


ornamentación que se hace más compleja, así tenemos que las camisas de los chinos
se han bordado profusamente sus pecheras con hilos de seda y oro con motivos de
flores, guirnaldas y alamares. Así también sus pantalones se alargan hasta la
pantorrilla y se decoran con bordados y flecos.

15. Procesión en Andacollo. Fray Pedro Subercaseaux.


Otro elemento que sufre modificaciones es el bonete que también es
decorado profusamente, en tanto que la faja aumenta en tamaño y es ceñida con
cordones con borlas doradas; igualmente el culero que de ser un elemento práctico,
propio de la faena, que cubría sólo las asentaderas, pasa a ser un elemento
decorativo, rodeando casi toda la cintura y alargándose en la parte posterior y es
adornado con lentejuelas, policromías y espejos como lo indica el Dr. Galleguillos
en su libro “Un viaje por La Serena, Andacollo y Ovalle” editado en 1896, o como se
puede apreciar en fotografías de 1901, tomadas con ocasión de la coronación de la
Virgen

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Andacollo, Historia y tradición religiosa

16. Laureano Barrera, Cacique general de los Chinos de Andacollo


y ayudante. En 1901. Fotografía Nacional de Francisco Álvarez
La Serena. Archivo del Santuario.

Con relación a la organización funcional de los bailes que asistían a


Andacollo, ponemos como ejemplo el del Baile Tamayino N2 de Francisco Lizardi
Monterrey, famoso cacique de los mineros de Tamaya, quien disputara la sucesión al
cargo del cacique barrera en 1912 a la muerte de éste.
El baile estaba compuesto por un abanderado, cargo que desempeñaba
el propio Lizardi, quien además hacía de Alférez, es decir quien versificaba a la
Virgen expresando sus promesas y las contingencias de la sociedad que les rodeaba
y les solicitaba las gracias y favores. Un tamborero y 18 flauteros que además

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Sergio Peña Álvarez

ejecutaban pasos de danza. Esta composición o formación la podemos observar


también en fotografías de bailes chinos de distintas épocas.

17.Baile Chino en plaza de la Iglesia de Andacollo. 1920 foto Codd. La Serena- Archivo del
Santuario.

18. Chinos frente a la iglesia 1970.Archivo del Santuario.

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Andacollo, Historia y tradición religiosa

En cuanto a la composición social de los bailes chinos, aunque


inicialmente eran trabajadores o peones de minas, con el transcurso del tiempo se
integraron a éstos, individuos provenientes de otros sectores productivos aunque
siempre de estratos socio económicos medios bajos. Tal como se evidencia en un
listado del baile chino Tamayino Nº 2 de comienzos del siglo XX entre los que se
encontraban, pequeños comerciantes, empleados, albañiles, mecánicos y otros. (134)
Referente a la tradición musical de los chinos en el uso de sus
instrumentos musicales el antropólogo y chino, Claudio Mercado en un artículo
denominado “permanencia y cambio en Fiestas rituales del Chile central "aparecido
en la Revista Valles Nº 1 del Museo de la Ligua, indica que otros antecedentes de las
actuales flautas chinas de la zona de Aconcagua- que no difieren mayormente de las
de Andacollo- son la pifilkas de la actual zona mapuche, instrumento que presenta
las mismas características internas del tubo actual y que fueron construidas de piedra
y madera en un periodo contemporáneo a las flautas Aconcagua, instrumento que se
mantiene en uso entre los mapuches, siendo muy importante en el ámbito ritual. (135)
Creemos que la presencia de dichos instrumentos en la tradición de los
chinos de Andacollo, se encuentra en dos hechos el primero de ellos en la presencia
en la zona de un ayllu de indios Chiles, trasladados de la zona de Santiago a trabajar
en las minas de Combarbalá, en el horizonte inca español y posteriormente reducidos
en el pueblo de Sotaquí durante los primeros años del siglo XVII y luego trasladados
a las haciendas y minas de sus encomenderos. (136)A este respecto encontramos
integrantes de este grupo en Andacollo hacia 1676 año clave en la tradición religiosa
de Andacollo y la segunda tiene relación con la presencia de indígenas de la zona de
Arauco capturados en la guerra y mediante el servicio personal llevados a trabajar
en el lugar, como lo prueba la documentación de la época. (137)

En cuanto a la presencia de tambores, el mismo autor señala que los


tambores arqueológicos encontrados en el Norte chico de Chile son iguales a los
actuales tambores de chino, no sólo por su tamaño, forma, disposición de asa y palillo
único para percutir, sino, incluso, en detalle como la cubierta sobre sus ataduras. (138)
La manera como se combinan ambos elementos en este tipo de danza
puede tal vez explicarse en la convivencia de individuos de las distintas etnias en la
vida cotidiana y en la práctica de la supervivencia de sus creencias en el mundo
de las encomiendas y las minas.
Otro grupo de baile propio del Norte Chico que surge en la época
colonial, fue el de Turbantes, que también conoció Domeyko quien los describió
de la siguiente manera:

“Su atavío es como sigue jubón, pantalón y zapatos blancos, van


ceñidos con un enorme echarpe de seda azul o rojo y tocado con un alto bonete
cónico con cartón pergeñado con catón dorado o plateado. De la aguda punta del bonete parte un
hato de cintas de diversos colores, blancas, escarlatas, celestes y verdes que bajan por

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Sergio Peña Álvarez

los hombros casi hasta las rodillas, se agitan al viento y casi tapan a toda a toda la
figura. Además de estas cintas, parte de debajo del bonete un pañuelo, generalmente
blanca, de muselina de color claro de seda que esconde una parte del rostro y con el
cual contrastan a veces de un modo harto pintoresco el cutis cobrizo y los negros
ojos del joven danzante.”(139)

19. Baile de Turbantes en la Fiesta de Andacollo. Atlas Claudio Gay.

Posteriormente pasa a describir su coreografía y forma de danza,


absolutamente distinta a la de los chinos y más parecida a danzas españolas o
criollas de la misma época.
“ Los turbantes así ataviados se organizan en filas, cada fila,
compuesta de más o menos veinte promeseros, tienen al frente un capitán y dos sub.-
capitanes. Una vez que han aprendido de como deben marchar, brincando uno tras
otro, al ritmo de cascabeles y guitarras, se dirigen a la verbena y allí, tras los últimos
ensayos, se preparan en la plaza esperando la primera llamada a misa, Mientras
esperan la procesión, desfilan en varias direcciones, cada fila por separado: En esta
verbena hubo más de una docena de ellas. Durante la marcha, más bien durante el
baile, cada uno de los turbantes sostiene con una mano una pandereta como las que
usan las bailarinas españolas, y con la otra un pañuelo blanco.”
“Sólo el capitán, comúnmente hombre de bastante edad, acompañado a
veces de un nieto o bisnieto vestido igual que los demás. Danza con el sable y tras él
los dos sub.-capitanes también lo hacen con los sables alzados (éstos son como
facones o grandes cuchillos sin vainas.) En cada fila hay un turbante con guitarra y
todos van por parejas, serios enhiestos, brincando al compás sin grandes vaivenes ni
pretensiones de tal modo que si se le miran los ojos y no los pies, más parecen rezar

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Andacollo, Historia y tradición religiosa

que danzar. Al pasar frente a la iglesia la fila se detiene a una seña del capitán,
dando media vuelta cada mitad conducida por un sub. - capitán y volviéndose al
mismo lugar colocándose unos frente a otros.”
“Aquí baila primero el viejo capitán con el sable haciendo reverencia
a la iglesia; después de él los dos sub. Capitanes con los sables levantados uno
frente al otro girando en torno a sí mismo y rindiendo con la espada los honores a
la iglesia. A la vez que sus subordinados les acompañan sacudiendo los cascabeles,
rasgueando la guitarra y brincando. Luego desfila toda la fila tal como había venido
y su lugar lo ocupa otra.”(140)
La procedencia de éstos baile, al decir de Domeyko, es de origen distinto
a la de los chinos o servidores. Si no más bien esta anclada en una realidad de tipo
urbana, vinculada a grupos artesanales de Coquimbo y a gente aún de la clase
acomodada de la provincia.

Entre los bailes de turbantes el sabio Polaco describe tres agrupaciones


de éste. El primero organizado en Coquimbo por un piadoso artesano, el segundo de
El Molle en el Valle de Elqui y el tercero, compuesto exclusivamente de labradores
y campesinos de lugares alejados de la región. Esto contradice la idea expresada por
muchos autores con relación a un baile único organizado a instancias del obispo y
que los grupos no eran exclusivamente urbanos. , Sin embargo nunca fueron más de
tres, como lo podemos apreciar en otros documentos de fines del siglo XIX, de
comienzos y mediados del siglo XX y por observaciones propias a fines del mismo
siglo y comienzos del presente.

El tercer grupo de bailarines tradicionales y propios del Norte Chico,


lo constituyen los Danzantes, que según varios autores aparecen en 1798 en la
hacienda de Cutún en las cercanías de La Serena. , Que por aquella época pertenecía
al vecino serenense Francisco de Rojas (141) y no a la Marquesa de Guana como se
ha venido repitiendo erróneamente por varios investigadores cuando se refieren al
lugar donde apareció este baile.
Los danzantes vestían con traje blanco, una banda terciada de color
azul o celeste y el morrión o bonete del mismo tono, en lugar de cucurucho o bonete
llevaban un morrión cilíndrico, adornado con lentejuelas monedas, medallas y cruces,
como también de perlas falsas, lentejuelas y mostacillas Bailaban en parejas y
mientras lo hacían tocaban sus instrumentos y cantaban.
El Padre Félix Cepeda, en la crónica parroquial de Sotaquí, antes
citada, al referirse al baile de ellos decía que era mucho más animado que el de los
otros grupos demostrando gran ligereza de pies. Agregaba el sacerdote que
generalmente cantaban unos versos y después salían con banderas a danzar de un
modo admirable. (142) En efecto, en un documento que se encuentra en el archivo
parroquial de Sotaquí, nos da cuenta de la estructura funcional del Baile de Danzante

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Sergio Peña Álvarez

tamayino Nº 2 que permitía los desplazamientos y coreografías arriba indicadas. Esta


agrupación acudía constantemente a la fiesta de Andacollo, como lo demuestran
algunas listas aparecidas en la revista del santuario con el orden y la denominación
de cada grupo. (143)
Este baile estaba compuesto por un primer abanderado o alférez que era
el dueño del baile, tres abanderados secundarios, una porta estandarte, dos
abanderados de sombra, un acordeonista, dos guitarrista, dos piteros y nueve
danzantes.
Una fotografía de 1901, tomada con ocasión de la coronación de la
Virgen, nos muestra un grupo de danzantes, al lado de un grupo de Chinos, allí se
puede apreciar su indumentaria e instrumentos musicales, esta apreciación visual
corrobra el documento escrito citado anteriormente. Y permite establecer las
diferencias de atuendos entre estas agrupaciones de bailes religiosos, que con
algunas variantes, principalmente en el traje de los chinos es la que conservan hasta el
día de hoy.
En cuanto a su composición social estos pertenecían a los estratos más
bajas de la sociedad perteneciendo a ellos individuos provenientes del proletariado
urbano y de grupos de campesinos y pequeños agricultores.

20. Danzantes frente al atrio del templo grande. Archivo del Santuario

Aunque los bailes ya mencionados corresponden a los tradicionales del


Norte Chico y los chinos alcanzan hasta la zona de Aconcagua y los alrededores de
Santiago, no es menos cierto que otros grupos formados bajo otras denominaciones y

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Andacollo, Historia y tradición religiosa

modalidades de danzas aparecieron posteriormente y se integraron a la devoción y


culto de la Virgen de Andacollo. Estos bailes de instrumento grueso como se les
denomina entre los que se cuentan chunchos, llameros, cuyacas, pieles rojas,
mapuches, apaches, árabes, gitanos, también tienen como finalidad expresar
gratitud a la virgen a través de la danza y cumplir e este modo alguna promesa. A
este respecto nos cuenta la señora Isabel Pérez, presidenta zonal de los Bailes de
Andacollo y jefa del baile chuncho Andacollino:
“Yo formé este baile en el Norte Grande, en la ciudad de Chuquicamata
donde residía, en el año 1969 a raíz de una promesa que le hice a la Santísima
Virgen de Andacollo, en gratitud de haberme alentado a una de mis hijas que tenía
en aquel entonces cuatro años y estaba desahuciada.”(144)
Ella nos comenta que los integrantes de su baile en un comienzo fueron
andacollinos residentes en Chuquicamata que acudían todos los años a Andacollo,
nos recalca que para entrar en el baile debe haber una promesa y en el caso de
menores estos deben ser respaldados por sus padres quienes ofrece a su hijo como
bailarín.
Estos bailes de instrumento grueso como el que ella fundó y preside, no
tienen alférez ni es requisito tenerlo como en el caso de los chinos, pero si alguno del
grupo quiere recitar sus décimas a la virgen del Rosario, puede hacerlo sin ningún
problema.
Los bailes de instrumento o percusión gruesa tienen su origen en la fiesta
de la Tirana en la región de Tarapacá. Sus vestimentas son muy variadas y
corresponden a disfraces mucho de ellos tomado de películas sobre el oeste
norteamericano. Los bailarines llevan en sus manos lanzas, hachas, pañuelos,
pandereta, banderines, etc., utilizados para dar más colorido y vistosidad a la danza.
Estos se han popularizado principalmente en las áreas urbanas de la
región de Coquimbo y en muchos casos están asociados a personas que estuvieron
vinculadas a la actividad minera del cobre o del salitre, en aquellos lugares.
Actualmente funcionan en Andacollo siete bailes religiosos, que
preside la señora Isabel Pérez ya mencionada, esto indica que actualmente hay una
apertura a que otros integrantes de estos grupos de bailes que ya no son los chinos
tradicionales, n los danzantes ni turbantes, puedan presidir esta agrupación local de
los bailes de Andacollo, donde los chinos no tranzan es en la mantención del
cacicazgo de la fiesta que lo considera una herencia tradicional que lo remonta a los
orígenes del culto a la Virgen del Rosario.
Los bailes actuales que existen en Andacollo son siete entre los que se
cuentan el de Chinos Nº 1 o Barrera, el Chino N 8 el de Danza Nº 3, de Danza Nº
13 y tres de instrumento grueso entre los que se cuentan Chuncho andacollino, hijos
de Andacollo y Juan Pablo I. Estos participan en todas las fiestas patronales del
ámbito de la parroquia y algunos acuden fuera de ella a las fiestas de l Niño Dios de

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Sergio Peña Álvarez

Sotaquí, de la Virgen del Rosario de Guayacán en Coquimbo y aún de la Virgen de


la Piedra en Combarbalá .
Parte importante en el desarrollo de las actividades religiosas y como
escenarios de la fiesta los constituyen los dos templos que existen en el santuario.

Los Templos de Andacollo

Andacollo es la única ciudad de Chile que cuenta con dos templos


principales frente a su plaza de armas, notable hecho que la da una fisonomía
propia y un singular encanto.

21.Fotografía de la Plaza de Andacollo a comienzos del siglo XX. Fotografía de E. Lorenzo. Cmf.
En Archivo Mayor Claretiano. Gentileza de Jacinto Semir,

El primero de ellos data de la época colonial y según la tradición fue


levantada donde se produjo el hallazgo de la imagen de la virgen. Fue construido
entre 1776 y 1789, según el sacerdote claretiano Principio Albas, por orden del
obispo Alday, y terminada a expensa de la donación generosa de recursos de parte de
un afortunado minero llamado Isidoro Callejas quien encontró una veta de plata que

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Andacollo, Historia y tradición religiosa

le produjo una gran riqueza y como era devoto de la virgen aportó para la
terminación del templo. (145)
Dos cuadros del primer tercio del siglo XIX dan cuenta como era el
edificio en aquella época. El primero de Mauricio Rugendas. Pintor bávaro que se
transformó en un verdadero etnógrafo a través de sus pinturas por Chile y otros
lugares del América (Perú, México y Brasil). Nos muestra la fisonomía del templo
de Andacollo, presidiendo su plaza, donde se encuentran habitantes del asiento
minero, entre ellos algunos apires, mujeres saliendo de la iglesia, arrieros y hasta el
infaltable perro. Con relación a la arquitectura de éste podemos observar un templo
de compacta estructura, separado de edificaciones contiguas donde se aprecia su
longitud, que según algunos autores era de 40 varas de largo, su techo de teja y su
frontis en forma triangular flanqueado por dos torres, proporcionadas a su estructura.
Que terminan en cúpulas de media cebolla pintadas en azul, que contrastan con el
blanco de la iglesia pintada a la cal y con el ocre del paisaje circundante.
Se pueden distinguir también los contrafuertes que afianzan la
estructura central del Templo. Parecido es el grabado que figura en el atlas de
Claudio Gay, pero con la diferencia es que este ultimo estiliza un poco más las torres
y las alarga.
En cuanto a la decoración, en su volumen externo, el historiador Gabriel
Guarda en su libro “El Arquitecto de la Moneda Joaquín Toesca 1752-1799, una
imagen del Imperio Español en América” señala que las iglesias exhibieron fachadas
ataviadas con repertorios usados por el barroco en otros lugares del continente,
aunque igualmente sin la fuerza que en Lima, el Cuzco o Potosí, constituyendo
siempre las portadas el motivo de mayor interés. Mientras San Francisco o Santo
Domingo de La Serena, La Compañía en la misma ciudad, la Iglesia Menor de
Andacollo ilustran en escala menor las sutiles diferencias del barroco local. (146)

Esta fisonomía externa sufrió transformaciones cuando en 1855, se le


cambian los tambores superiores de las torres y se fortificaron sus murallas,
posteriormente al cuerpo de la iglesia se le adosó una construcción que era la
conventual y que subsiste hasta hoy día.

Asimismo la fachada del templo sufre transformaciones, pues se


recubrió la piedra de la fachada con un estuco de cemento a principios del siglo
XX, cambiando la luminosidad de la piedra caliza encalada, por el color gris del
material antes citado.
Las torres y la fachada sufrieron daños es4rutruales durante le terremoto
de octubre de 1997 y el templo esta dentro de una lista de iglesias patrimoniales del
norte chico que esperan por su restauración

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Sergio Peña Álvarez

22.Frontis de la Iglesia de Andacollo en la primera década del siglo XX. Foto Cood. La Serena.

La descripción arquitectónica más antigua del interior del templo se


encuentra en el archivo parroquial en un inventario de 1822 que indica:
La iglesia tiene cincuenta varas de largo y siete y media de ancho con
cincuenta y ocho tijerales y bien entablada y enladrillada. Tres puertas grandes, una
principal y dos laterales Cuatro ventanas de madera con sus piezas de fiero. Un
púlpito nuevo y aseado un coro bien adecuado con dos órganos y tres altares
nuevos, el mayor, el de San José y el del Carmen. (147)

Ésta es corroborada, mediante una antigua fotografía publicada en la


revista “Estrella de Andacollo” en el año 1905 donde podemos ver el interior de la
antigua iglesia. El cielo de artesón con una carpintería de par y nudillo, propia del
estilo mudéjar, trasplantado de la región de Andalucía, que nos remite a la manera
como se construían los templos en el reino de Chile y en la región del norte chico
durante el siglo XVIII, detalle que podemos encontrar en la iglesia de Mincha, en la
sacristía del convento del San Francisco de la Serena, en el cielo de la Iglesia de
Barraza, y en la capilla de la estancia de Limarí.
En los muros se observa una decoración marmórea muy en boga en la
segunda mitad del siglo XIX, que consistía en recubrir las paredes con sucesivas
capas de yeso para luego pintarlas con un decorado imitación mármol. las ventanas
rectangulares, dos altares laterales y dos puertas a los costados

Su única nave sufrió reformas entre los años 1925- 1926, cuando, se
abrió una capilla al lado del evangelio, comunicada con un arco con el presbiterio. En

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Andacollo, Historia y tradición religiosa

el cuerpo central de la iglesia, se sustituyeron las ventanas rectangulares, por otras en


forma de arco, que fueron adornadas con artísticos vitrales, El cielo fue recubierto
siguiendo el mismo orden del antiguo, se sustituyó la pintura de las murallas por
pilastras estriadas coronadas de capiteles de orden corintio y cornisas del mismo
estilo.
Se eliminaron las puertas laterales, donde se construyeron dos pequeñas
capillitas circulares donde se colocaron los altares que estaban en el cuerpo de la
Iglesia, generando de esta manera mayor amplitud en la nave central. El piso de esta
también sufrió transformaciones, pues se sustituyó el antiguo de madera por otro de
elegante y fino mosaico. (148)

23 Foto postal. Interior del templo antiguo de Andacollo 1929. Archivo del autor.

Años más tarde, en 1933, se construyó en la parte posterior, detrás del


altar mayor , contigua al antiguo camarín de la Virgen, edificado en 1903, una
capilla denominada del indio, pues según la tradición había sido el espacio que
ocupaba la diminuta capilla donde se veneró a la imagen primitiva hallada por el
indio collo, según el Padre Principio Albas se confirmó aquella ya que al excavar loa
cimientos para la nueva capilla que se proyectaba, se encontraron cimientos antiguos
y gran número de huesos de cadáveres que testimoniaban que aquel fue un recinto
sagrado de aquellos tiempos en que las iglesia eran sepulcros de los fieles. (149)
El propio Principio Albas en su historia de Andacollo cita al padre Blas
Hernández quien mandó a edificar dicha capilla quien entrega detalles de ésta:

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Sergio Peña Álvarez

“En la edificación de esta capillita, se ha guardado en lo posible el


imitar la sencillez de la primitiva; Sus dimensiones son doce metros de largo,
contando la gran escalera del nuevo camarín, que también s cual ha servido para
las distribuciones solemnes, así de esta capilla como del vecino camarín; tiene
además, siete metros de ancho por otro tanto de alto.
El techo se ha formado al estilo de las antiguas capillas con entablado
encima de los tijerales.”(15O)
En este lugar funciona desde hace muchos años atrás, parte de una sala
de recuerdos de la Virgen, donde se exhiben los más variados objetos que la gente
han llevado producto de su devoción, sean como pago a alguna manda o favor
recibido o como testimonio de su profunda fe y aprecio a la Virgen.
Contigua a la capilla se encuentra el camarín de la virgen, que es la sala
donde antiguamente se le cambiaba los trajes y se le adornaba para la procesión, en
la actualidad es una capilla que fue construida con gran lujo por los claretianos a
partir de 1903 y modificada substancialmente en el año 1938, donde se le alhajó con
pinturas murales y sus paredes se recubrieron con mármol negro extraídos de
canteras del valle del Elqui. En este camarín escuchó misa el Presidente Patricio
Aylwin en 1993, cuando visitó el santuario y luego el Presiente Eduardo Frei. Y es
uno de los lugares más visitados por los peregrinos, visitantes y gente que acude al
lugar.
Las transformaciones del templo chico han culminado recientemente en
la década del 90 del siglo pasado con la habilitación de dos salas de recuerdos
gráficos de la fiesta de Andacollo y la habilitación de una biblioteca mariana,
ampliamente consultada por investigadores, periodistas y documentalistas.
Es en éste recinto sagrado, donde la imagen de la Virgen del Rosario
pasa la mayor parte del año, sacándosele de allí en dos ocasiones, durante la fiesta
Chica o del pueblo y durante la fiesta Grande. Y sólo una vez fuera de Andacollo
en el año 1987, a Peñuelas con ocasión de la visita del Santo Padre a Chile. De la cual
en otro lugar hablaremos y de lo que esto significó par los andacollinos.
El segundo de los templos, que existe en la ciudad es el denominado
templo grande al referirse a sus colosales proporciones, o nuevo tomando en cuenta
la fecha en fue construido (1863-1893)
. Si bien ambos templos tienen relación en cuanto a la calidad de su
construcción con la devoción a la Virgen, pues no se explica como en un lugar
apartado del corregimiento de Coquimbo se hubiera edificado una Iglesia que nada
tenía que envidiarle a las mejores construidas en la Serena en dicha época, es sin
embargo el segundo quien da cuenta ya de la magnitud de la fiesta y la devoción a la
Virgen de Andacollo en la medianía del siglo XIX.

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Andacollo, Historia y tradición religiosa

El Templo Nuevo

El año 1873 el obispo de la Serena, José Manuel Orrego Pizarro,


ordena por decreto eclesiástico la erección de un nuevo templo en honor a la virgen
del Rosario de Andacollo, en el costado norte de la plaza.

24. Templo grande de Andacollo. Foto postal 1920. Archivo del Santuario.

Los planos fueron confeccionados por el arquitecto italiano, radicado en


Chile, Eusebio Celli,, quien además diseñó otros grandes edificios en el país entre los
que se cuenta el Palacio Errázuriz en la Alameda de Santiago.
La construcción estuvo a cargo del señor Roberto Parker quien también
se ocupó por la misma fecha de construir el templo parroquial de Sotaquí donde se
venera al Niño Dios y que también es otro de los Santuarios de la Región de
Coquimbo. Como contraparte eclesiástica en la vigilancia de la construcción, el
obispado puso al Pbro. David Díaz y al mayordomo de la cofradía de Andacollo.
Se empleó cemento romano para la consolidación de la base, teniendo
ocho metros de profundidad los cimientos, y para la armazón del edificio se
utilizaron enormes vigas de pino de oregón traídas a lomo de mula desde el puerto de

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Sergio Peña Álvarez

Coquimbo, a donde llegaban provenientes desde norte América. Todo el exterior fue
recubierto de hojalata posteriormente pintada. (151)
Delante del templo se encuentra el enorme atrio donde los bailes
religiosos homenajean a la virgen y detrás de éste una planicie cercada, que cuenta
con algunos árboles donde se hospedan los peregrinos.
Mide setenta metros de largo por treinta de ancho, con tres naves,
crucero y cúpula, más dos estrechas bandas laterales que hacen el efecto de otras dos
naves, todo de estilo romano Bizantino. Sobre las bandas laterales recorren
interiormente todo el perímetro de los muros una serie de galerías flotantes y por
fuera rodea el edificio un majestuosos pórtico con escalinata, todo pavimentado con
grandes losas graníticas. La altura de la bóveda central alcanza exteriormente los
cuarenta y cinco metros. Sobre la entrada de las naves laterales se elevan dos torres
gemelas que con las otras dos torres y cúpulas de la iglesia antigua ofrecen un
soberbio golpe de vista al peregrino. (152)

+
25. fotografía interior del templo grande. 1910. Archivo del Santuario.

En este templo se realizan las principales celebraciones durante la fiesta


de diciembre, que son término de la novena, las misas de los días 25.26 y 27 Y la
misa pontifical realizada el Obispo de la Serena y concelebrada de por los sacerdotes
de la diócesis-
Es a este lugar al que acuden en gran cantidad los peregrinos durante la
fiesta, donde tienen gran relevancia las principales manifestaciones de religiosidad
popular tales como el pago de mandas o promesas de las más variadas especies,

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Andacollo, Historia y tradición religiosa

siendo tal vez la más practicada el arrastre de rodillas portando velas, entonando
cánticos sagrados y rezando desde la entrada del templo hasta el sitial donde esta
colocada provisoriamente la Virgen.
También es aquí en el atrio del templo donde los bailes religiosos en
forma alternada manifiestan su amor y gratitud por la Virgen, mediante el baile
desenfrenado durante todos esos días hasta el momento en que es sacada en
procesión, Aquí también los alféreces de los bailes entonaban sentidos versos de
salutación y despedida de la virgen.

El entorno inmediato del templo, esta plantado con árboles frondosos que
proporcionan sombra y frescor a los peregrinos, en un ambiente árido escaso de
vegetación y donde el sol del verano calienta incesantemente, Este fue plantado por
los claretianos a comienzos de siglo XX en los primeros años de su arribo a
Andacollo.

26. Panorámica de Andacollo. 1916. Fotografía de Eugenio Lorenzo (E. Lorz) cmf. Archivo del
Santuario.

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Sergio Peña Álvarez

Los Claretianos

27. San Antonio María Claret


Asociados a la historia del Santuario de Andacollo en los últimos
cien años se encuentra la congregación de los misioneros del Corazón de María.
Congregación española que había sido fundada en 1850 por el Obispo Antonio
María Claret, que habían llegado a Chile en 1870 y se instalaron en la Diócesis de la
Serena, siendo Obispo de ésta Monseñor José Manuel Orrego Pizarro, el 19 de
noviembre de 1873, con el objeto de cooperarle en su tarea pastoral, la jurisdicción
que él administraba era muy extensa y comprendía desde el Paposo por el Norte,
hasta el valle del Choapa(153)
Eran 14.000 Kms2. Con una geografía accidentada, malos caminos,
dispersión de población,, y solo 18 parroquias de atendidas por un clero de regular
formación y tres comunidades de religiosos que sobrevivan en conventos viejos, nos
referimos a los franciscanos, dominicos y agustinos, éstos últimos circunscribían su
acción pastoral a la Serena. (154)

Los claretianos van a dar un verdadero impulso a las tareas apostólicas


en la Diócesis. Ellos recorren cada uno de sus curatos llevando la palabra de Dios,
imponiendo los sacramentos, el catecismo permanente e instaurando devociones

82
Andacollo, Historia y tradición religiosa

propias que van arraigar muy pronto en el pueblo, tales como la de San Judas Tadeo
y la del Corazón de María.(155)
En muchas de estas correrías apostólicas se van a encontrar con
obstáculos e intransigencias, especialmente después de la Guerra Civil de 1891, pues
algunos párrocos adictos al nuevo gobierno, lo miraban con recelo, por haber sido
leales colaboradores del obispo Fontecilla, tildado de balmacedista y otorgado
asistencia espiritual a las tropas del gobierno depuesto en La Serena y Ovalle
respectivamente. (156)
A lo cual debemos sumarle la actitud de un sector emergente vinculado
al aparato del Estado, a las profesiones liberales y a la masonería, quienes se burlaban
de todo lo que fuera sagrado u oliera a religión. Por ejemplo un célebre anticlerical,
el médico Juan Serapio Lois, que hacía clases en el Liceo de Copiapó, remedando a
los curas, les preguntaba a sus alumnos en tono de chanza: ¿Cuáles son los enemigos
del hombre? A lo que el niño debía contestarle”Tres; el mundo, la carne y los
frailes”(157)
También debieron competir con un obstinado predicador metodista, el ex
jesuita valenciano, Juan Canut de Bon quien recorría los valles del Norte Chico,
buscando adeptos y disputándole terreno palmo a palmo a los padres misioneros.
Poco a poco, los claretianos fueron ganando espacio y abriendo casa
misionales en la Diócesis. Luego de fundada la primera en 1873, en al Serena, se le
sumó la de Andacollo en 1900, Coquimbo en 1903 y finalmente Ovalle en 1907.(158)
Uno de los agentes principales en esta labor religiosa fue el notable
misionero, Mariano Avellana Lasierra, declarado venerable por el Papa Juan Pablo II
en 1989. Este sacerdote recorrió aldeas, caseríos,, campamentos mineros, caletas,
haciendas, pueblo y ciudades: En estas últimas cárceles y hospitales, llevando
consuelo al afligido, aliento al presidiario y esperanza al enfermo. (159)
Dentro de los lugares visitados en su apostolado estuvo Andacollo
donde misionó entre1888 y 1893 al igual que otros misioneros claretianos que
predicaban por esos lugares y además asistían en vísperas de navidad a la fiesta de
Andacollo entre los años 1873-1900 y ayudaban al párroco en el desarrollo de la
novena y en la administración de bautismos, confesiones y comuniones y aún de
matrimonios cando estos se producían.
Esta presencia misionera en la Diócesis y en la parroquia de Andacollo
que como hemos visto era mucho más extensa que al presente hizo pensar al Obispo
Fontecilla, en ellos para secundar al párroco de Andacollo y colaborar como
capellanes del Santuario de la Virgen del Rosario. De tal modo que en visita a
Roma en 1899 con ocasión del Concilio Plenario americano, le pidió al superior
General de los claretianos la colaboración para poner un grupo de religiosos de la
Congregación en Andacollo, para los fines anteriormente dicho. Luego de algunos
problemas iniciales, la superioridad de la congregación accedió a la petición del

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Sergio Peña Álvarez

prelado y el 14 de marzo de 1900 arribaban al santuario un grupo de seis misioneros


claretianos. (160)
La primeras labor de éstos fue construir una casa conventual, que se
realizó en el costado sur de la iglesia, con amplios patios interiores, rodeadas de
corredores, con el objeto de estar preparado para la coronación canónica de la Virgen
y poder recibir dignamente a los Obispos invitados y al numeroso clero que se
esperaba para la ocasión, sin embargo debido al atraso de la confección de la corona,
éste acontecimiento debió postergarse un año.
En efecto el 26 de Diciembre del año 1901 se celebraba la Coronación
canónica de la Virgen de Andacollo y al lugar arribaban cerca de 50.000 peregrinos,
y se congregaban chinos, danzantes y turbantes, como también religiosos de varias
congregaciones y órdenes de la Diócesis. Principio Albas, historiador del Santuario,
nos cuenta que al lugar subieron dominicos, franciscanos, jesuitas, agustinos,
salesianos, asuncionistas, como además se puede apreciar en una vieja fotografía de
esa época que se incluye en este trabajo.

28 obispos y clero invitados a la coronación de la Virgen de Andacollo 1901. Fotografía Nacional.


Francisco Álvarez. La Serena. Museo Parroquial de Barraza. IV región de Chile.

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Andacollo, Historia y tradición religiosa

Al respecto queremos agregar que con ocasión de ese acontecimiento,


se tomaron fotografías de varios aspectos de la fiesta entre ellas de los bailes
religiosos, y de sus dirigentes, en ella se pueden apreciar al cacique Laureano
Barrera, vestido de gala para la ocasión y diversos grupos y compañías danzantes.
Asimismo de los peregrinos y visitantes que acudían al lugar.
Estas fotografías y otras que tomaron algunos claretianos, entre los que destacó el
hermano Eugenio Lorenzo (E. Lorz), interesados en el carácter popular del santuario,
muchas de ellas publicadas en la Revista la Estrella de Andacollo, y en otras
publicaciones claretianas, son en la actualidad un verdadero testimonio, antropológico
e histórico de la fiesta de Andacollo durante el siglo XX

29 Clero y Chinos en Andacollo con ocasión de la coronación de la Virgen en 1901. Fotografía


Nacional de Francisco Álvarez. La Serena. Archivo del Santuario.
Pasados los ecos de la celebración el obispo, les encomendó en 1903, que
además del santuario se hicieran cargo de la atención de la parroquia que ese mismo
año perdía parte de su territorio jurisdiccional inserto en el valle del río Hurtado, al
crearse la parroquia de San Francisco de Recoleta. Empero el territorio que
conservaron era bastante grade y muy distantes los caseríos y villorrios entre sí, no
obstante desplegaron una laboriosa tarea, pues el número de sacerdotes del lugar no

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Sergio Peña Álvarez

bajaba de tres que se repartían las labores pastorales con la valiosa cooperación de
los hermanos seglares, misionando de acuerdo a su carisma apostólico por los
confines más remotos de la parroquia.
Para poder realizar misas e impartir los sacramentos, crearon algunos
oratorios en lugares donde no los había o estaban deteriorados, así edificaron uno
bajo la advocación de san Antonio en Maitencillo en 1905 y en 1907 se habilita otro
en el lugar denominado Corral Quemado. (161)

Dos años más tarde en 1909 construyeron un oratorio parroquial en el


mineral de Tambillos, la segunda población en importancia de la parroquia, por su
cantidad de habitantes. Además levantaron una capilla en Caldera en 1911 y al
anexionarse la estancia del Peñón a al parroquia de Andacollo crearon una capilla
en las afueras del poblado, que luego por diversos problemas de seguridad del
inmueble, fue trasladado al interior del pueblo. (162)

En la década de 1931 con el aumento de la población de Andacollo


producto de la afluencia de obreros y familias pampinas, abrieron una capilla en
Churrumata.
Asimismo continuaron con las labores de atención del santuario,
para este efecto, fueron paulatinamente adquiriendo inmuebles y propiedades
cercanas al templo parroquial, destinadas a la atención de los peregrinos a l
santuario, como además para lasa actividades propias de la cofradía de la virgen
de Andacollo. También se encargaron de ampliar los espacios al interior del
templo como de su ornamentación y modernización.

Los cordimarianos, además de preocuparse de las labores propias de la


Parroquia y de la celebración de la fiesta, se encargaron de promover actividades
artísticas y culturales en el poblado, tales como la instalación de un teatro, la
creación de una centro católico de Andacollo y de una importante labor de
propaganda del santuario mariano, para ello idearon a la revista “La Estrella de
Andacollo” revista apologetica y de propaganda de la congregación y duró hasta
1911, cuando cambió de carácter y pasó a transformarse a partir de esa fecha en
revista general de la congregación con el nombre de Inmaculado Corazón de
María. Continuadora de la revista Estrella de Andacollo fue otra publicación
denominada Nuestra Señora de Andacollo que comenzó el 1 de septiembre de
1928 (163)

En ella se publicaron además de artículos referente a las fiestas y otros


de actualidad, necrologías de benefactores y amigos de la congregación, romerías,
poemas religiosos y principalmente testimonios de devotos y peregrinos de la
virgen de Andacollo, Todo esto acompañado de fotografías, dibujos y viñetas.

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Andacollo, Historia y tradición religiosa

Otro elemento propagandístico de gran importancia, que fue una


característica de la congregación fue a partir de 1935 con la creación de los talleres
o litografías Claret, la representación de múltiples imágenes o estampas religiosas
con santos de las más diversas advocaciones.

Desde El Santuario de Andacollo mandaban hacer a Santiago, cientos de


miles estampas con la imagen de la Virgen de Andacollo, que se entregaban en la
oficina parroquial, como recuerdo a los peregrinos, luego del pago de sus mandas,
dichas imágenes se constituían en preciados tesoros del pueblo devoto que en sus
viviendas modestas, principalmente en los dormitorios, las colocaban, formando de
esta manera verdaderos altares domésticos y multiplicando de esta manera la
devoción a la virgen del rosario y popularizando su santuario. Allí además s e
imprimían los novenarios que acompañaban la meditación de los fieles y peregrinos
durante la novena que precedía ambas fiestas.

Además de la acción pastoral y la preocupación por la cultura, también


intervinieron activamente y con gran dedicación en la actividad de promoción social
y humana de los habitantes de Andacollo, principalmente en aquellos años de crisis
económica, Fuera en la época de la gran depresión a cuando abrió un poder
comprador de oro para nivelar los precios con relación a aquellos compradores
inescrupulosos que se instalaron para la ocasión en el pueblo y fomentó la
organización cooperativa de los pequeños mineros, o posteriormente en otros
periodos de crisis cíclica que vive el lugar. Así tenemos que en la década del 80, se
creó una fundación llamada “antacari” destinada a fomentar una artesanía propia.

Idea que fue replicada a posteriormente por intermedio de la fundación


Emaus en el taller del mismo nombre donde el ex minero José Véliz actual artesano,
fabrica imágenes de la Virgen del Rosario y de otras advocaciones tales como la del
padre Pío recientemente elevado a los altares y compite de igual a igual con santeros
venidos de otras partes y aún desde el Perú.

En estos ciento dos años de presencia de los cordimarianos den


Andacollo, han dejado una huella profunda y sembrado una semilla espiritual que ha
dejado sus frutos Así tenemos que en el año 1974 se ordenaron sacerdotes los
andacollinos Haroldo Zepeda Urquieta, posteriormente rector del santuario y
Eduardo Huerta y catorce años más tarde, en 1988, Fernando Vega Cortés y
Claudio Vicencio Velásquez que trabajan en otras casas misionales de la
congregación. (164)

A los cordimarianos les tocó organizar y presidir en el santuario


algunos grandes acontecimientos religiosos entre ellos las Coronación de la Virgen
de Andacollo en 1901, la fiesta de Consagración del templo grande como basílica
menor en 1998, el centenario de la instalación de la congregación en Andacollo en

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Sergio Peña Álvarez

2000 y la segunda coronación en el año 2001. pero sin duda la labor más
significativa fue la preparación de la comunidad católica y la dirección del
peregrinaje religioso de los andacollinos al encuentro de religiosidad popular con El
santo Padre en Peñuelas en abril de 1987.

Visita de la Virgen de Andacollo a encuentro de Religiosidad


Popular

Con ocasión de la visita del Santo Padre a la región en el año 1987, se


congregaron en la Serena, en el recinto de Peñuelas tres mil quinientos cultores de
religiosidad popular venidos de distintos lugares del país, que quisieron testimoniar
su afecto al Santo Padre.
La víspera de la llegada de su Santidad, anunciaba un periódico local se
realizará una vigilia que se iniciará con el arribo de la Virgen de Andacollo cuya
imagen presidirá la ceremonia con el Supremo Pontífice.
De este modo el día cuatro de abril de 1987, a las 10 horas arribaba la
procesión acompañada de los mineros de Andacollo. Previa visita de la Virgen a
Peñuelas se realizó una gran misión preparatoria, que dividió la parroquia de
Andacollo en varios sectores entre los que se consideraron:
Matadero, Casuto, Barrio Martínez, Las Catanas, Barrio Central, Bellavista,
Población de Curque, Churrumata y Chepiquilla.
Entre los misioneros participaron ocho laicos de la ciudad de Arica,
siete de Santiago y el resto de las parroquias de La Serena y Coquimbo.
La Virgen de Andacollo en toda su majestuosidad presidió el encuentro
en el cual la comunidad católica de dos regiones se encontraba con el vicario de
Cristo en el recinto del hipódromo de Peñuelas
“ Cerca de un millar de personas se han inscrito en la Municipalidad de
Andacollo para participar en la caravana que acompañará el sábado cuatro a la virgen
de Andacollo a su encuentro con el Papa, el sábado 4 de abril” indicaba el diario el
Día de la Serena en una crónica especial sobre el suceso. Indicando además que era
este él en el primer Viaje de la Virgen del Rosario fuera de su residencia habitual en
el Santuario.” (165)

En la organización civil del peregrinaje le cupo un papel destacado, a la


Ilustre Municipalidad e Andacollo, encabezada en aquel tiempo por la Señora
Marcelina Cortés Gallardo, entidad que realizó toda una campaña de motivación
mediante carteles y pasacalles, como además proyecciones de videos y audiciones
especiales en la plaza Videla Asimismo el departamento de Educación dio las

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Andacollo, Historia y tradición religiosa

facilidades del caso para que los alumnos de todos los establecimientos
municipalizados tanto urbanos como rurales, para que asistieran a la Iglesia m
parroquial a recibir charlas entregadas por sacerdotes y seminaristas acerca del
significado de la visita del santo Padre. (166)

En tanto los profesores de las escuelas municipalizadas eligieron el


primero de abril como el día de la paz y el amor y cada establecimiento ofreció onces
a los ancianos y minusválidos. Y llevaron obsequios y mensajes de los alumnos a los
enfermos del Hospital local. También la Ilustre Municipalidad adquirió un Minibús
que sirvió para trasladar la imagen de la Virgen de Andacollo al encuentro de
religiosidad Popular, este vehículo fue empleado posteriormente en el traslado de la
imagen de la virgen hasta el encuentro de religiosidad con el Papa Juan Pablo II.

Por otro lado los bailes religiosos de la localidad el tradicional chino Nº 8


y el baile de Chinos N 29 más otro con el nombre de Juan Pablo II, bajaron hasta la
costa en cantidad de 180 personas con el fin de bailar incansablemente en la vigilia
durante toda la noche ante la imagen de su Chinita. (167)

El Papa fue recibido por las autoridades y la jerarquía eclesiástica en el


aeropuerto de la Florida de La ciudad de La Serena. El domingo 5 de abril de 1987.
Posteriormente inició un recorrido por la ciudad, en un vehículo
descubierto preparado para la ocasión, para dirigirse a Peñuelas. En la calles de la
ciudad, miles de personas observaban su paso saludándolo con pañuelos y vivas
efusivamente.

Al llegar a Peñuelas, relata Monseñor Bernardino Piñera. Testigo de la


visita “El colorido de la muchedumbre, el estruendo de los bailes religiosos, el
entusiasmo frenético de la muchedumbre lo impresionaron vivamente, continua el
Prelado “Yo que lo había acompañado en Punta Arenas, en Puerto Montt, en
Concepción y en Temuco puedo atestiguar que el encuentro de la Serena fue el más
alegre el más bullicioso, el más entusiasta.. Aquí era todo color, sonido, algazara”(168)

El tema del encuentro de Peñuelas fue “María y la Religiosidad Popular,


razón por la cual estaba presidiendo la imagen de la Virgen de Andacollo y otra que
se veneran en los diversos pueblos de la región.

Al llegar al recinto del hipódromo, el Santo Padre recorrió las calles del
recinto, saludado y bendiciendo a los enfermos subiendo luego al estrado que hacía
las veces de un gran altar al aire libre.

Posteriormente recibió el saludo de un chino danzante en décimas,


dándole las gracias a Dios por su visita. Posteriormente termina su versificación
cuando el Santo padre inició una oración a la Virgen de Andacollo.

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Sergio Peña Álvarez

Al respecto Monseñor Piñera nos cuenta:

“Recuerdo un detalle que me emocionó. Cuando el Santo padre estaba


arrodillado delante de la imagen venerable de Nuestra Señora del Rosario de
Andacollo-que por primera vez dejaba el cerro donde tienen su sede para bajar al
encuentro del santo padre-, lo vimos rezar en voz baja. Yo alcancé por estar
arrodillado muy cerca de él, a escuchar algo de lo de lo que le decía y pude darme
cuenta que le hablaba tiernamente en el idioma polaco, el idioma de su infancia, el
lenguaje de su oración más íntima”(169)
.
A continuación, el Arzobispo Bernardino Piñera, lo recibe con un
discurso refiriéndose a la religiosidad popular y a la importancia de la fe, vivida,
bailada y cantada. Luego en el acto o penitencial la comunidad serenense y regional
pidió por sus pecados. Más adelante en la mitad de la celebración, el Papa en su
homilía se refirió a la piedad popular como conducente e a la piedad litúrgica e
indicó que ello significa participar en la vida común de la iglesia.

Las peticiones estuvieron a cargo de una religiosa de Illapel, un


sacerdote de la serena, un minero de Choapa, un chino danzante de Coquimbo y un
cuasimodista de la zona central.

30. Encuentro de Religiosidad Popular. Peñuelas 1987

Entre los regalos que los trabajadores mineros y agricultores de la


región, hermanados por una común historia de devoción a la Chinita de la Montaña,
hicieron a su Santidad se encontraban un anillo de oro confeccionado en Andacollo
con la imagen de la Virgen y una cruz pectoral de combarbalita gris. En tanto que los
mineros de la III región, le entregaron una réplica en cobre de una típica lámpara
minera, que usaban antaño en sus faenas y una escultura abstracta en cobre fundido.

90
Andacollo, Historia y tradición religiosa

Además de estos presentes obsequiados por los mineros. Los bailes


religiosos de la Arquidiócesis de La Serena entregaron al Santo Padre por
intermedio de su asesora, la hermana Blanca Florida, un álbum de fotografías de los
diferentes grupos danzantes del Norte Chico. A su vez los cantores a lo divino que
habían sido invitados a la ceremonia, entregaron al Papa una recopilación de
décimas sobre los evangelios realizado por el Padre Miguel Jordá, y la asociación
de cuasimodistas regaló al Pontífice, un conjunto de cuasimodistas a caballo hecho
con greda cocida y pintado con esmalte de colores, obra de una locera de Talagante.
(170)

Igualmente se le entregó un libro con la historia de Andacollo escrita por


el párroco del Santuario de aquel entonces Padre David Gómez. En una original
edición con tapas talladas en guayacán, un cuadro del pintor illapelino Luis Lázaro,
una replica en miniatura de un bote usado por los pescadores de Coquimbo en sus
labores diarias y un rosario confeccionado por las religiosas carmelitas como
símbolo de todas las oraciones rezadas en Chile desde que se anunció la visita de Juan
Pablo Segundo. (171)

Al finalizar el encuentro el Pontífice agradeció con una oración del


padre nuestro y una bendición final.

Al terminó de la celebración todos los bailes religiosos, levantaron e


hicieron sonar sus instrumentos, bailando incesantemente tanto la multitud cantaba el
himno oficial de la visita

Padre Bueno Santo Dios Hoy invocamos


tu nombre...

Al atardecer cientos de buses, camiones, automóviles particulares y


colectivos se desplazaron, transportando a los católicos participantes del evento a las
distintas ciudades, villorrios y caseríos de la región En tanto que los peregrinos de
Andacollo a través del Peñón regresaban a la ciudad minera.

En este peregrinaje fuera del santuario, la Municipalidad de Andacollo


cumplió un importante rol de coordinación, como igualmente lo hace de año en año
durante las fiestas religiosas de lo que hablaremos a continuación

91
Sergio Peña Álvarez

Labor de la Municipalidad de Andacollo durante la fiesta


Religiosa.

Aunque las fiestas de Andacollo, son un evento de carácter religioso,


estas se desarrollan en un espacio geográfico administrativo que es la comuna de
Andacollo, regido por la Municipalidad de ese nombre, entidad que fue fundada el
22 de diciembre de 1891 y que actualmente preside la Sra. Marcelina Cortés
Gallardo.

La entidad edilicia se ocupa del ordenamiento civil y de la logística


general durante el desarrollo de la fiesta religiosa. Para cumplir este cometido se
organiza una comisión especial encargada de supervisar los variados aspectos de la
fiesta y de cautelar que se cumplan las normativas y ordenanzas civiles, el orden
público y el apoyo a la actividad religiosa
.
En el primer punto es labor fundamental de ellos aplicar en coordinación
con carabineros de Chile. La estricta aplicación de la ley seca impuesta en el lugar a
partir de 1974. Esta que rige para la fiesta grande comienza el sábado a las doce de
la noche y dura hasta el domingo a las seis de la tarde.

Además esta comisión municipal coordina da la logística de apoyo al


personal de carabineros en cuanto a la atención de éstos en cuanto a su alojamiento
y alimentación, a este respecto es útil recordar que al Andacollo con ocasión de cada
una de las fiestas suben más de 100 carabineros, provenientes desde La Serena,
Coquimbo y la escuela de fronteras de Ovalle a resguardar el orden público y a
colaborar con la Municipalidad en el control de las calles y la seguridad de los
habitantes y visitantes del lugar.

También es la Municipalidad quien concede los permisos para la


instalación de puestos comerciales en las calles de la ciudad fijadas para ello, que son
la calle Urmeneta desde Condell hasta Lynch y la calle costanera entre los mismos
puntos.

Aparte de estos puestos que se instalan en el núcleo central, hay otros


que lo hacen en las primeras cuadras de Urmeneta, antes de llegar a la plaza y lo
mismo ocurre en la calle que bordea el estero que cruza la ciudad.

92
Andacollo, Historia y tradición religiosa

Estos puestos se instalan en medio de la calle, en lugares


previamente marcados, quedando frente a los locales comerciales establecidos y
dejando las veredas para la circulación de los visitantes y eventuales compradores.

Entre otras funciones se encarga de cobrar permiso a los cientos de


vendedores ambulantes que llegan al lugar atraídos por la multitud que se congrega
con ocasión de ambas fiestas religiosas. Para hacerlo designa inspectores que
recorren las calles de la ciudad, durante dos días, en la fiesta de octubre y cuatro
días en la fiesta de diciembre, interrelacionándose con los comerciantes, en una
labor a veces no exenta de problemas.

Generalmente los comerciantes reservan sus puestos con antelación, a


veces de varios meses y los que acuden en octubre lo hacen para diciembre,
generalmente en los mismos sitios en que se han ubicado tradicionalmente Solo los
ambulantes se instalan en cualquier sitio o se trasladan por las calles. La luz
eléctrica de los puestos corre a cargo de la Municipalidad. sólo los ambulantes se
instalan en lugares no predeterminados

En el caso de loa artesanos de Andacollo que funcionan durante todo


el año en la plaza Videla, para la oportunidad se reubican dentro de la feria
comercial, con el fin de dejar libres los espacios para que funcionen normalmente
los actos religiosos. Y se ubiquen los bailes.

La Municipalidad organiza además una feria costumbrista en el


gimnasio municipal, donde le da la oportunidad a pequeños microempresarios rurales
y urbanos que puedan exponer allí sus productos típicos como quesos de cabra,
pequeña artesanía minera, frutas de la estación, repostería y también comidas típicas
a módicos precios

Otras acciones que realiza la corporación edilicia están relacionados con


el aseo y manutención de las calles antes, durante y después de la fiesta religiosa.
Para hacerlo utiliza sus camiones aljibes para mojar las calles y evitar el polvo de
las calles y proporcionar también cierto frescor al lugar en los caldos meses de
primavera y verano que es cuando tienen lugar las fiestas religiosas. Además se
colocan tambores de basura en las calles para que comerciantes, peregrinos y
visitantes, echen allí sus desperdicios y elementos de desecho.

Además preocupada de los visitantes y peregrinos, en convenio con


Essco colocan dispensadores de agua potable en un costado del templo grande y
con relación a las comunicaciones se coloca en el kiosco de la plaza que durante el
año opera como información turística, funcionarios municipales encargados de
transmitir información de utilidad pública, igual labor desarrolla la radio del
municipio, informando acerca de niños extraviados, objetos perdidos etc.

93
Sergio Peña Álvarez

Con relación a otros servicios prestados podemos señalar que se


preocupa de colocar señaléticas en diversos lugares de peligro, cerrar las calles con
vallas papales para evitar accidentes y de ofrecer algunos lugares de su dominio
para que allí se puedan ubicar viajeros y peregrinos que acuden al lugar, entre ellos
se puede mencionar el parque municipal el Oasis y el parque frente al servicentro
donde se ubican los peregrinos que llegan con anterioridad..

En esta contingencia participa todo el personal municipal a cargo de un


coordinador general que lo ha sido en estos últimos años el Sr. René Olivares,
encargado del departamento de cultura de la Municipalidad. (172)

32. Frontis de la Ilustre Municipalidad de Andacollo.

31. frontis de la Ilustre. Municipalidad de Andacollo.

94
Andacollo, Historia y tradición religiosa

Notas

1. - Jorge Pinto Rodríguez. “La Serena Colonial, una ciudad y sus valles hace dos siglos”. Ediciones
Universitarias de Valparaíso, 1983. Pág. 23.
2. - Juan Ramón Ramírez, Ricardo Latcham. Principio Albas y otros.
3. -René Peri Fargestrom: Tongoy La Costa de Los Piratas. Libros Platero.Arte. Imprenta de
Carabineros. Santiago de Chile, Pág. 101
4. - Pedro Marino de Lobera. “Crónica del Reyno de Chile.” En colección de historiadores de Chile y
documentos relativos a la Historia Nacional. T. VI Imprenta El ferrocarril, Santiago 1865. p.78
5. - Cit Por Francisco Solano Astaburuaga . En Diccionario Geográfico de Chile. Nueva York. 1867.
Pág 13.
6. - Álvaro Jara “Relación de lo que el licenciado Fernando de Santillán proveyó para el buen
gobierno, pacificación y defensa de Chile” 4 de junio de 1559. “: en Fuentes para la historia del
trabajo en el Reino de Chile. Tomo I. Págs. 13 y 14.
7. - Víctor Hugo Pizarro “ Lorenzo Bernal de Mercado. El Cid de los Andes”. Autoedición. Imprenta
Orinoco. Madrid. España. Noviembre de 2001.Pág 285. Cita original (Archivo General de Indias
Sevilla. Chile .18)
8.- Álvaro Jara: “Guerra y Sociedad en Chile”. Editorial Universitaria. Santiago de Chile 1987. Tercera
edición. P. 263
9. - Jorge Pinto : Op. cit.Pág 106 y Rolando Mellafe. La introducción de la esclavitud negra en Chile.
Tráfico y rutas. Universidad de Chile Santiago 1959.Pág. 152.

10. -Marisol Palma “Para una imagen de Sotaquí (1640-1660)” Pág. en Revista“El Limarí y sus
valles”. Vol. 1 año Nº 1. 1999. Museo del Limarí.
11. - Primer Libro de Bautismos. Parroquia de Andacollo Año 1668- 1797.
12 ídem.
13. - Peña Álvarez Sergio: La Parroquia de San Antonio del Mar Barraza(1680 –1824) Imprenta Sud
americana. La Serena. 1994. Pág. 61.
14. - Flavia Torrealba: “Entre el señorío y la adaptación social” seminario de título par optar al grado
de Licenciado en Educación con mención en Historia y Geografía. Universidad de l Serena. 1991Pág
15. - citado por Eugenio Choutteau. En Informe de la provincia de Coquimbo 1887
16. - citado por Maximiliano Salinas en “Canto a lo divino y religión popular en Chile. Ediciones
rehue Santiago 1991. Pág. 236.
17. - Jorge Pinto R. Op.cit. Pág 107.
18. - Cuadro resumen del Padrón de La Serena. Fernando Balbontín de La Torre. Fondo vario. Vol.
450.
19. -Antonio Alcedo: “Diccionario Geográfico histórico de las Indias occidentales ó América.” 1786.
Tomo I. Pág 94.
20. - Cuadro resumen del padrón de la Serena 1778.
21. - Vicente Carvallo y Goyeneche: “Segunda parte de la descripción histórico Geográfica del Reino
de Chile.” Colección de historiadores de Chile y documentos relativos a la historia nacional. Tomo X.
Santiago 1876. imprenta y librería del Mercurio. Pág. 71.
22. - Cuadro resumen del padrón de La Serena 1778
23. -Doc cit publicado por Sergio Peña A y Fabián Araya en. Documentos para el estudio de la
Historia Local y Regional”. Imprenta Imograf. Coquimbo 2000. Págs.64-65
24. - Doc cit- pág 64-65
25. - Doc cit. Pág 64-65

95
Sergio Peña Álvarez

26. - Capellanías y demás beneficios que reciben los curas de la Provincia de Coquimbo.1811.
Capitanía General, Vol. 1042, foj.124-125. Archivo Nacional de Chile.
27. - Juan Egaña, Censo de 1813.
28. - División Comunal de la República de Chile. Imprenta Universo Santiago. 1907. Pág...
29. - Enrique Espinosa”Geografía de Chile Santiago. 1897. Pág10
30. - Op. cit. Pág.11.
31. -Universidad de La Serena”Colosos del Norte Verde. 1981 Pág 65.
32. -Juan Uribe Echavarria.”La Virgen de Andacollo y el Niño Dios de Sotaquí”. Ediciones
Universitarias de Valparaíso. 1974. Pág. 29
33. -Mario Araya Valdivia”Andacollo tierra del oro y la amistad” mecanografiado
34. -La provincia Eclesiástica Chilena. Erección de sus obispados y división en Parroquias.
Publicación de la sociedad d bibliográfica de Santiago. Friburgo Alemania 1895 Pág 156
35. -José Jesús de la Cámara. Cmf. : “Nuestra Señora de Andacollo y las doctrinas del Río Limarí” en
Revista La estrella de Andacollo sep-octubre de 1954´. Nº 305-306- pág25
36. - Auto de creación de la Parroquia San Vicente Ferrer. Año 1678. copia en Archivo parroquial
Iglesia San Vicente Ferrer de Ovalle
37. - Libro I de bautismo 1668-1797. fs 96 v. Archivo Parroquial de Andacollo.
38. - Libro I de bautismo 1668- 1797. fs 249. A.P. A
39. - Visita pastoral de Juan Bravo de Riveros año 1741 Libro 1º de defunciones Parroquia de Barraza.
Año 1119-1801. fjs 30v. El Cura Monardes de Manuel García Macuada. Ed Jover 1885. Visita del
Obispo Bravo a la parroquia de Andacollo cit por Jorge pinto en La Serena colonial. Pág 76
40. - Libro I de bautismo 1668- 1797. fs 260.
41. - capellanías y censos que perciben los curas de La provincia de Coquimbo. Capitanía General Vol.
1042. Fs.124-125
42. - Libro tercero.”Cartas del Obispado.1825-1873. Doc. Nº 3, junio 22 de 1855. Descripción del
curato de Andacollo. sin foliar
43. - Boletín Eclesiástico. Obispado de La Serena. Talleres Tipográficos el Chileno. La Serena 1907.
Pág. 464.
44. -Isabel Cruz de Amenábar”: La fiesta Metamorfosis de lo cotidiano” Ediciones Universidad
Católica de Chille Santiago 1995.Pág.13.
45. - María Loreto Browne Decombes. “Fiestas del Corpus y Semana Santa en Chile en el siglo XIX.
Tesis de Licenciatura en Historia. Pontificia Universidad Católica de Chile año 2000. Pág.15
46. - Op. Cit. Pág.16.
47. - Isabel Cruz. Op cit.Pág.17.
48. - Op. cit. Pág. 27.
49. - Op. cit. Pág. 27.
50. - Citado por Hilda López en “La chinita de la Montaña”. Editorial el Cacto Santiago de Chile 1996.
Pág. 66.
51. -Manuel Concha: tradiciones serenenses” Rafael Jover. Santiago 1883. Pág.157.
52. - Marisol Palma: “Para una imagen de Sotaquí(1640-1660) Revista el Limarí y sus valles. Museo
del Limarí. Ovalle 1999. Pág. 48.
53. - Numeración de los indios del General don Jerónimo Pastene y Aguirre que se asientan en el
Pueblo de Sotaquí y Limarí y en otras estancias. N. S . vol.18 fs. 95-96 año 1698. AN.
54. - Doc. Cit. Por Principio Albas en Historia de Nuestra Señora del Rosario de Andacollo. Publicada
en 1943 y reeditada por Comunicaciones claretianas el año 2000.
55. -Hernán Cortés Olivares “Relación de la primera vista que hizo el señor Obispo don Manuel Alday
a la zona norte de su obispado año 1757. Universidad de Chile. Sede La Serena. Depto. de Ciencias
sociales. 1980. Pág. 46.
56. - Pinto Rodríguez, Op cit.Pág 111.
57. - Julián Mellet Viajes por el interior de la América meridional. Anexo en el libro identidad
Perdida de Gonzalo Ampuero. Proyecto fondart 1999. Pág 122.

96
Andacollo, Historia y tradición religiosa

58. - Ignacio Domeyko “Mis Viajes”. Editorial Universitaria. Santiago de Chile 1977 Pág 547..
59. - Op. Cit. Pág.548.
60. -Op. cit. Pág. 548.
61. - Op. Cit. Pág 550.
62. - Op. Cit. Pág. 551.
63. - Op. Cit. Pág-553.
64. -Op. cit. Págs. 553-554.
65. - Op. Cit. Pág 555.
66. - Claudio Mercado y Luis Galdames. “De todo el Universo entero” Museo Chileno de Arte
precolombino. Lom Ediciones. Santiago de Chile, 1997. Pág.42.
67.-Domeyko op cit. Pág 561
68. - Op cit Pág 561.
69. -Op. Cit. Pág Maximiliano Salinas “ Canto a lo divino y religión Popular en Chile. Ediciones
Rehue. 1991.Pág 239.
70. -“El Correo de La Serena” 29 de diciembre de 1863. año X. Nº 197.
71. -“El correo de la Serena.” 22 de diciembre de 1863 año X Nº 196.
72. - “La reforma de La Serena.” 31 del 12 de 1870.
74. - Eugenio Choutteau: “Informe sobre la Provincia de Coquimbo presentado al Supremo Gobierno”
Imprenta Nacional, Santiago de Chile 1887. Pág 30.
75. - Op. Cit. Pág 31.
76. - Op. Cit. Pág 31.
77. - Francisco Galleguillos “ Un Viaje por La Serena. Andacollo y Ovalle. 1896. Pág 78.
78. - Op. Cit: Pág 78.
79. - Op cit. Pág 79.
80. - “El Correo de La Serena.” 23 de diciembre de 1862. Nº 445.
81. - “ La Estrella de Andacollo.” Año II. Sábado. Julio de 1907. Pág 610.
82. - Citado por Jaime Alaniz en tierra y Pueblo que camina. Borrador original mimeografiado. Pág 29
83. - María cristina Hevilla.”Fiesta, Migración y frontera.” En Scripta Nova” Revista Electrónica de
Ciencias Sociales Universidad de Barcelona Nº 94 (106), 1 de agosto de 2001. Pág 2.
84. - “La Estrella de Andacollo”. Año 1I. Enero de 1906
85. - “Diario el Día. La Serena”. Año XX. 28 de diciembre de 1963.Pág 7.
87. - “El Chileno de la Serena 4 de enero de 1906. Reproducido en la Estrella de Andacollo. Sábado
enero de 1906. Pág. 51.
88. - Doc cit. Pág 51
89. - Ricardo Latcham: “. La Fiesta de Andacollo i sus danzas “ Tomo I revista de Folklore Chileno.
Imprenta Cervantes. Santiago de Chile 1910. Pág 205.
90. - Op. cit. Pág 206.
91. - Op. cit. Pág. 209.
92. - Op. cit Pág.210.
93. - José Luis Arraño: “Andacollo tierra del oro y de la Virgen.” ED del Pacífico. Santiago de Chile.
1966. Pág 20.
94. - Op. Cit. Pág 21.
95. - Op. Cit. Pág 21.
96. - “Nuestra Señora del Rosario de Andacollo”. Año XVII Nov. –Dic. Nº 307- 308. 1954. Pág. 10
97. -Op. cit. Pág 10.
98- Op. cit. Pág. 11.
99. -Op. cit. Pág 11.
100. -Op. Cit. Pág 12.
101. - Op. Cit pág 12.
102. -“ Diario el Día de La Serena,” jueves 25 de diciembre de 1958. año XV Nº 5326.Pág 7.
103. -“ Diario el día de La Serena.” de La Serena.26 de diciembre de 1956 año XIII Nº 4597. pág 5

97
Sergio Peña Álvarez

104. - Juan Uribe Echavarria. “La Virgen de Andacollo y el Niño Dios de Sotaquí” Ediciones
Universitarias de Valparaíso 1974. Pág 30
105. - Op. cit. Pág 95.
106. - Op cit. Pág 96.
107. - Op cit. Pág 96.
108. -Op. Cit. Pág 107.
109. - Op cit. Pág 108.
110. - Observación del autor durante las fiestas de 1993- 1994- 1995- 1996- 2001.
111. -Gabriel Guarda. OSB: “Iglesias dedicadas a la Santísima Virgen en Chile. 1541-1826. En
Anuario de la Historia de La iglesia en Chile, Vol. 1 Nº 1 1983. Seminario Pontificio mayor. Santiago
de Chile. Pág 99.
112. - Observación del autor en fiesta chica oct de 2002.
113. - Documento de Puebla”Tercera Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, Capítulo
Sub. Capítulo 3, punto 3,1. Nº 444, Pág. 161.
114. - Manuel Marzal “interpretación de la religiosidad Popular” en Religiosidad y Fe en América
Latina. Santiago 1973. Pág. 78.
115. - Citado por Sergio Peña A. en “El Niño Dios de Sotaquí” editorial Caburga. La Serena. 1996.
Pág 56.
116. - “ La Estrella de Andacollo” enero de 1906. Pág. 42.
117. - Op. Cit. Pág. 42.
118. -“ Nuestra señora de Andacollo”. Año IV, N º 37septiembre de 1931. Pág. 216
119. -“ Nuestra señora de Andacollo” año VIII. 1935. Nº 83. Págs. 211 -212
120. - “ Libro de Los sucesos prodigiosos de Nuestra Señora de Andacollo. 1860. Tomo I. Pág 55.
121. - “La Estrella de Andacollo” 1907.
122. - Revista Nuestra Señora de Andacollo año X. Nº 109. Diciembre de 1937. Pág 280.
123. - Libro de los sucesos prodigiosos. Andacollo Tomo I. Pág 40.
124. – María Loreto Browne: Op. cit. Pág 20.
125. - Nuestra señora de Andacollo Nº 30 año VIII junio de 1935. Pág 140.
126. -José Pérez de Arce. Claudio mercado.
127. - Ignacio Domeyko. Mis viajes. Pág.558.
128. -Op. Cit. Pág 559.
129. - Sergio Peña Álvarez: “El Niño Dios de Sotaquí. Historia de una tradición religiosa del valle del
Limarí”. Editorial Caburga. La Serena. 1996. Pág 62.
130. - “Expediente sobre poner en ejecución en el pueblo de Guamalata el edicto de 7 de febrero de
este año, relativo a la libertad de los indios de esta encomienda y la restitución de sus tierras.” Vol.
555. fs.3,3v. C G. AN.
131. - “Lista de los individuos indígenas que poseen tierras en el pueblo de Guamalata y con quienes
deslindan.”Vol. 67. fs 478 y 478 v.
132. - Carlos Aldunate S. “El cacicazgo en el Reino de Chile”. Pág 179.
133. - “La Estrella de Andacollo” año 1906.
134. -“Nómina de integrantes del baile chino Tamayino Nº 2 de francisco Lizardi.” 1903
135. - Claudio Mercado: “Permanencia y cambio en fiestas rituales del Chile central.” En “revista
Valles” Museo de La Ligua Nº 1 1995. Pág 14.
136. - Marisol Palma: Ver en Articulo” Memoria de un tiempo lejano en Revista valles del Museo de
la Ligua Nº3. 1997. Págs. 45-66 y en artículo “Para una imagen de Sotaquí (1640- 1660) ” en revista
“El Limarí y sus valles”. Museo del Limarí. Ovalle-Chile. 1999. Pág 43-56.
137. - ver en guerra y sociedad. Encomenderos y estancieros y otros autores.
138. -Claudio Mercado, Op cit. Pág 15.
139. -Domeyko. Op cit. 557.
140. - Op. Cit. Pág. 558.
141. - Gabriel Guarda. OSB: “Capillas del valle de Elqui”. Universidad Católica Santiago 1986. Pág
26

98
Andacollo, Historia y tradición religiosa

142. - Félix Cepeda Álvarez. CMF: “Crónica Parroquial de Sotaquí” 1886. manuscrita. Págs. 10 y 11..
143. - Nómina de Danzantes del baile de danza Tamayino Nº 2 de Ruperto Barraza 1903.
144. - Entrevista con Isabel Pérez. Andacollo 6-10 –2002.
145. - Principio Albas, Op cit. Pág 53.
146. - Gabriel Guarda. OSB: “El arquitecto de la Moneda, Joaquín Toesca 1752-1799. Una imagen del
imperio español en América. Ediciones de la Universidad Católica. Santiago 1997. Pág 157.
147. -“Inventario de la Iglesia de Andacollo. 28 de febrero de 1822”. Libro · de Cartas del Obispado
1825-1873. Doc Nº 3.
148. - Principio Albas. Op cit. Pág 55.
149. -Op. Cit. Pág 56.
150. - OP. Cit Pág 57.
151. -Op. Cit. Pág 58.
152. - Revista “Nuestra señora de Andacollo” Nº 37. año IV septiembre 1 de 1931.
153. - Sergio Peña Álvarez. Et. Al; Cuatro Estudios sobre la Historia de Ovalle. Ilustre Municipalidad
de Ovalle. 1993. Pág 34
154. - Agustín Cabré Ruffautt. CMF. “Mariano o la fuerza de Dios” Publicación de misioneros
claretianos. Santiago 1991. Pág 72.
155. - Sergio Peña A: Op cit. Pág 34.
156. - Agustín Cabré R cmf. : Mariano o la fuerza de Dios.Pag 24.
157. - Gonzalo vial Correa Historia de Chile. Editorial Portada Santiago de Chile. 1981. Tomo. Pág
1163.
158. - Sergio Peña A : Op. Cit. Pág 35.
159. - A Cabré: ver libro “Mariano o la Fuerza de Dios” Publicación de Misioneros claretianos. Stgo.
1991
160. - Principio Albas. Op. Cit. Pág. 276.
161. - Op. Cit. Pág 285.
162. - Op. Cit. Pág 283.
163. -Agustín Cabré R. cmf. : Reseña leída en Andacollo con ocasión de celebrarse los 100 años de la
congregación en la ciudad. Doc. Mimeografiado, Copia en Archivo del arzobispado. De La Serena.
164. - Nibaldo Escalante T. “100 años de la Iglesia grande de Andacollo. Imprenta La pirámide
diciembre de 1993. Pág. 18.
165. - Diario “El Día”. Jueves 2 de abril de 1987.Pág 10.
166. - Diario el Día. Jueves 2 de abril de 1987. Pág 10.
167. - Diario el día Jueves 2 de abril de 1987. Pág 10.
168. -Ilustre Municipalidad de La Serena “Juan Pablo II pasó por La Serena” Talleres de
Alguero.Ltda.. Santiago 1988. Pág 25..
169. - Op. Cit. Pág 27.
170. - Diario El día. Lunes 6 de abril de 1987. Pág 10.
171. - EL día de La Serena. Lunes 6 de abril de 1987. Pág 10.
172. - Información proporcionada por el señor Hernán Urquieta. Encargado de la oficina de desarrollo
económico local. I. Municipalidad de Andacollo.

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Sergio Peña Álvarez

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