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Desde finales de la primera mitad del siglo XX Birmania vive situaciones conflictivas
dentro de su territorio por parte de numerosos grupos y movimientos que aspiran a
tomar el poder central o a separarse de él. Esta proliferación de grupos y movimientos
se da en 1948, época en la cual el Reino Unido abandona la zona y se crea un vacío
de poder a falta de un gobierno central. La República de Birmania como república
democrática llega a su fin en 1962 cuando el General Ne Win toma el poder para
reprimir los grupos y movimientos competidores al gobierno central. Empieza
formalmente el conflicto armado interno.
En 1989 se logra una apertura democrática en Birmania donde la Junta Militar permite
elecciones libres con la convicción de una pronta victoria. Sorprendidos por su derrota,
la Junta desconoce los resultados y lleva a cabo una ofensiva a los movimientos
considerados pro Derechos Humanos, occidentales y democráticos. Con este
recrudecimiento del conflicto armado, también se cambia la dinámica de la violencia,
ya no sólo es entre Gobierno Central -la Junta Militar- y grupos armados organizados
-KNU, KIA, SSA, CNF- sino que también se traslada la violencia a las poblaciones
étnicas del país, especialmente a los cristianos y a los musulmanes.
En 1990 vuelve el ejercicio democrático a Birmania, en este caso la nobel de paz Aung
San Suu Kyi bajo la bandera de la Liga Nacional para la Democracia, el gobierno
birmano vuelve a desconocer los resultados y encarcela a Kyi. Con esto se agrava la
situación del país, llevando a la dictadura militar a tomar una conducta autista. En
1990 se aprueba la State Law and Order Restauration Council – SLORC; y en 1997,
State Peace and Development Council. Mecanismos para solventar los problemas
internos del país.
El pueblo rohinyá (quienes practican una forma de islam sunita) sufre uno de los
peores gravámenes de la historia contemporánea, su pecado es ser musulmanes y su
delito es no tener nacionalidad birmana, es así como se configura un conflicto
separatista y xenófobo que ha invocado históricamente el gobierno del actual
Myanmar
La represión militar en contra del grupo étnico musulmán rohinyá ha provocado que
cientos de miles de hombres, mujeres y niños huyan de sus casas en Birmania
durante las últimas semanas; la ONU estima que han salido más de 400.000 del
estado de Rakáin desde los últimos días de agosto y que la mitad de ellos son
menores de edad.
Birmania no reconoce a los rohinyás como ciudadanos, y los concibe en cambio como
inmigrantes de Bangladés que llegaron a Rakáin cuando era colonia británica. En
2014, se llevó a cabo el primer censo birmano en 30 años, pero no contempló a los
rohinyás; a los que se identificaron como parte del grupo se les obligó a registrarse
como bengalíes e indicar que sus orígenes se encontraban en Bangladés. La postura
del gobierno los vuelve uno de los grupos apátridas más grandes del mundo. Muchos
viven en condiciones miserables.