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que son los problemas estructurales?

Mejor respuesta:  los problemas estructurales son opuestos a los problemas coyunturales en
cuanto al concepto, la falta de vivienda es un problema estructural, no hay suficientes viviendas
para la gente, la falta de agua potable es un problema estructural, hace a la infraestructura física
de un país, en cambio el hecho de que caiga un avión porque el radar no funciona es un
problema coyuntural el radar esta pero no está funcionando, la congestión del tránsito en los
días navideños es un problema coyuntural, pero si todos los días el trafico esta congestionado
es un problema estructural , hacen falta más carreteras

En resumen:
Problema estructural.- no existe lo suficiente.
Problema coyuntural.- existe, sin embargo, no funciona.

PROBLEMA.

Un problema es un determinado asunto o una cuestión que requiere de una

solución. A nivel social, se trata de alguna situación en concreto que, en el

momento en que se logra solucionar, aporta beneficios a la sociedad (como lograr

disminuir la tasa de pobreza de un país o reconstruir edificios arrasados por un

terremoto).

Por ejemplo: “Tenemos un gran problema: mañana debemos pagar el alquiler y

no nos alcanza el dinero”, “El problema se resolverá cuando el gerente despida a

los empleados que no se esfuerzan”, “Gracias a tu ayuda, pude completar la tarea

y no tuve problemas con la maestra”.

De la misma forma, en esta línea va una segunda acepción del término que nos

ocupa y que define a aquel como un disgusto o una preocupación que alguien tiene

por algún motivo en concreto. Un ejemplo de este significado podría ser el

siguiente: “El hijo de Luisa y Miguel no para de darles problemas”.


Además de todo lo citado también es necesario que dejemos patente que existen

muchos y variados tipos de problemas que son específicos de diversas ciencias o

áreas donde se desarrollan. En este sentido, los más frecuentes son los que se

relacionan con campos como la Filosofía, las Matemáticas, la Religión o también la

Medicina, entre otros muchos.

Así, respecto a esta última área podemos decir que son numerosos los problemas

de salud que existen: físicos, mentales, agudos, crónicos…Todos ellos suponen que

el paciente que los sufre tenga que recurrir a un médico quien se encargará de
estudiar qué le sucede, de hacerle las pertinentes pruebas y finalmente de

determinar su correspondiente tratamiento.

Un ejemplo de ello podría ser el siguiente: “Julia tenía un problema de salud

relacionado con sus articulaciones por lo que irremediablemente tuvo que

someterse a una intervención quirúrgica”.

Para la filosofía, un problema es algo que altera la paz, el equilibrio y la armonía

de quien o quienes lo tienen. Dentro de la religión, en cambio, un problema puede

ser el resultado de una contradicción interna que se suscita entre dos dogmas

(¿cómo un Dios omnibenevolente y todopoderoso permite la existencia del

sufrimiento?).

La matemática habla de problemas cuando hay preguntas respecto a una

estructura o un objeto, cuyas respuestas necesitan de una explicación con su

correspondiente demostración. Esto quiere decir que un problema matemático se

resuelve al hallar una entidad que posibilite la satisfacción de las condiciones del

problema.
Es posible encontrar problemas de la naturaleza más diversa. La desocupación es

un problema económico y social que, a gran escala, sólo puede resolver el gobierno

de un país, más allá de los esfuerzos de la gente para hallar empleo. Una pared con

filtraciones, en cambio, representa un problema doméstico que puede y debe

solucionar una persona en su casa.

PROBLEMAS SOCIALES

Los problemas son asuntos que implican algún tipo de inconveniente o

trastorno y que exigen una solución. Cuando aparece un problema, éste supone

una dificultad para alcanzar un objetivo.

Social, por su parte, es un adjetivo que refiere a lo que

está vinculado a la sociedad. Una sociedad es una

comunidad formada por personas que interactúan entre sí

y que tienen una cultura en común.

Los problemas sociales, por lo tanto, son situaciones que impiden el

desarrollo o el progreso de una comunidad o de uno de sus sectores. Por

tratarse de cuestiones públicas, el Estado tiene la responsabilidad y la obligación


de solucionar dichos problemas a través de las acciones de gobierno.

Puede decirse que un problema social surge cuando muchas personas no

logran satisfacer sus necesidades básicas. Que un sector de la población no

logre acceder a los servicios de salud, la educación, la alimentación o a la vivienda,

supone un problema social.

El gobierno será en el encargado de desarrollar las políticas sociales necesarias

que permitan revertir el problema social en cuestión y, de este modo, mejorar la

calidad de vida de la gente.


La sociedad civil, de todos modos, también puede trabajar para la solución de los

problemas sociales. Existen numerosas organizaciones no gubernamentales

que tienen como finalidad combatir los problemas sociales a través de campañas,

programas de desarrollo, etc.

Aunque no existen países sin problemas sociales, la menor cantidad de ellos en la

realidad nacional supone un indicador de desarrollo. A menor incidencia de los

problemas sociales en la vida de la población, mayor progreso.

Problemas sociales más preocupantes del siglo XXI

En primer lugar, se encuentra la pobreza,

que afecta a más de mil millones de personas de todo el planeta; pero no se trata de

no poder llegar a fin de mes, sino de un grado de carencia extrema, sin lo mínimo

necesario para subsistir, como ser el acceso a la vivienda, la salud, el agua

potable y la educación, entre otros recursos indispensables para el desarrollo de

todo ser humano. Una de las causas de la pobreza es la falta de trabajo, y por eso

este lamentable fenómeno tiene lugar principalmente en el Tercer Mundo, con el

continente africano siempre a la cabeza.

La pobreza va de la mano de otro de los problemas sociales más alarmantes de este

siglo: el hambre. Es importante recordar que la desnutrición provoca el mayor

número de fallecimientos al año, más precisamente el 10 por ciento de la


población mundial, y que el origen del hambre es también la falta de

información y educación, que desembocan en un bajo nivel cultural.

Dos de los problemas sociales más antiguos son la discriminación sexual y

racial, que consisten en declarar superiores al sexo masculino y, por lo general, a

la mal llamada raza blanca por encima de la mujer y del resto de las razas,

respectivamente. A pesar de la lucha de millones de personas por erradicar estas

cuestiones a través del activismo y la concienciación masiva, esto persiste y genera

sufrimiento, violencia y muerte.


¿Cómo hablar de problemas sociales sin mencionar el abuso infantil, una de las

atrocidades que sólo tiene lugar en nuestra especie? Muchas veces, comienza a raíz

de la necesidad de trabajar de los niños de clase baja y del consiguiente

aprovechamiento de aquellos que los explotan de las maneras más espantosas

imaginables, como ser la prostitución infantil.

Todos estos problemas sociales están relacionados entre sí y por lo tanto no

deben tratarse de forma aislada: la pobreza parece ser la causa de la mayoría de

los otros, por lo cual es el primero que debe atacarse con todos los medios posibles

para evitar que los seres humanos continuemos destruyéndonos entre nosotros.

UNIVERSIDAD NACIONAL DE LA PLATA


Facultad de Trabajo Social
Curso Introductorio 2014
La construcción de Problemas en Trabajo Social
Mg. María Silvina Cavalleri

En este texto nos proponemos presentar una primera aproximación a la comprensión


de los problemas desde una perspectiva socio-histórica, como uno de los aspectos
centrales para entender los procesos de intervención en Trabajo Social.
El Trabajo Social surge en el contexto del capitalismo, ligada al Estado y las Políticas
Sociales como una de las formas de enfrentamiento a las manifestaciones de la
Cuestión Social. Es una profesión interventiva, por lo que el/la trabajador/a precisa
conocer la realidad en su complejidad como también delinear estrategias tendientes a
transformarla.
Entonces y de acuerdo con lo antedicho, una de las cuestiones a analizar se vincula
con cómo entendemos las situaciones, hechos, problemas que se nos presentan a los
profesionales en los procesos de intervención.
Ya el título de la clase nos plantea un primer elemento para comenzar a pensar el
tema: ¿por qué se habla de “construcción” de problemas? Esto significa inicialmente
que los problemas sobre los cuales intervenimos los trabajadores sociales, no “están
ahí”, a la espera de que nosotros los “visualicemos”, no “están dados”, como se suele
decir. Entonces abordar este tema nos remite a pensar ¿quiénes, cuándo y dónde se
construyen los problemas? ¿Un problema, se constituye en un problema para toda
una sociedad? ¿Una determinada situación o hecho, es interpretado de un mismo
modo a lo largo del tiempo y en distintos lugares y culturas? También las preguntas
nos permiten conocer por qué existen determinados problemas, contribuyendo a
develar las múltiples causas que los provocan. Estos y otros interrogantes tienen la
intencionalidad de promover la problematización, como posibilidad de conocer la
realidad desde una perspectiva que supere lo inmediato, simplificado, estático,
aparente. 2
Problematización como “herramienta para explicitar nociones y esquemas de
percepción naturalizados. Grassi define a esta operación metodológica de la siguiente
manera: `problematizar el problema que viene dado al trabajo social (para constituirlo
en el objeto de la práctica profesional), quiere decir formularse preguntas, buscar las
múltiples definiciones y reconocer los sujetos de éstas y los argumentos que
sostienen (explícitos o implícitos), buscar relaciones entre fenómenos, etc., a partir de
los cuales un acontecimiento o conjunto de acontecimientos deviene problema que
demanda algún tipo de intervención (o solución)´ (1996: 69)”. (Weber Suardiaz, C.;
2012: 74)
Por lo que venimos planteando la problematización se constituye en una perspectiva
de conocimiento de la realidad en la cual participamos y en la cual intervenimos
profesionalmente. Justamente es la posibilidad de interrogar, de preguntar, de
reflexionar acerca de nuestros saberes previos, lo que nos permite entender la
realidad compleja en la que ejercemos el Trabajo Social.
Es esta necesaria tarea –permanente por cierto- de conocimiento de la realidad, la
que nos permite comprender que los problemas:
- Son construcciones histórico-sociales. Esta es una primera afirmación muy
importante: los problemas en los que intervenimos los trabajadores sociales están
originados en las relaciones sociales –constitutivamente antagónicas y
contradictorias- de la sociedad capitalista. Es decir, existen en la sociedad clases
sociales (y sectores de clase) que disputan socialmente por la validez y defensa de
sus propios intereses. En este proceso se establecen acercamientos y
distanciamientos entre distintos sectores sociales, se generan pujas de poder y
entonces, para que un problema sea reconocido como tal es preciso que se
produzcan alianzas, construyendo “el poder necesario para hacer hegemónica su
posición en la controversia de intereses. Hacer hegemónica su posición implica la
posibilidad de acumular fuerzas, establecer alianzas, reconocer adversarios y
apoyos.” (Fuentes, P.; 2008: 1)
3
Por tanto, los problemas expresan intereses y perspectivas de sujetos individuales y/o
colectivos que interactúan conflictivamente en el escenario social.
Entonces y según lo que venimos explicitando, los problemas son eminentemente
sociales, encontrándose las causas en las particulares relaciones sociales que se
establecen históricamente. Siendo así, los problemas no son fenómenos naturales; en
la naturaleza no podemos buscar ni sus expresiones ni sus raíces.
Sin embargo, frecuentemente hallamos una tendencia a comprender estos problemas
como “cosas de la naturaleza”, asimilándolos a situaciones del mundo de lo natural.
Interpretaciones en tal sentido propician análisis ahistóricos, estáticos y que cercenan
las posibilidades de transformación de la sociedad.
La problematización a la que aludimos anteriormente es una alternativa que
contribuye a desnaturalizar los hechos sociales, complejizando el análisis de la
realidad, otorgándole sentido a su devenir histórico, al mismo tiempo que orientando
intencionalidades y tomas de decisión en términos de estrategias profesionales.
- Vinculado con lo anterior, entendemos que los problemas en los que intervenimos
son expresiones de la Cuestión Social, entendida esta categoría como
“manifestaciones de desigualdades y antagonismos económicos, culturales, políticos,
ideológicos, aprehendidos desde la perspectiva de la totalidad. Dichas
manifestaciones dan cuenta de la dinámica histórica y expresan disyuntivas y
antagonismos del sistema capitalista, basados en la contradicción capital-trabajo. […]
El término también refiere a que esas expresiones de la Cuestión Social requieren o
generan múltiples modalidades y estrategias para enfrentarla. Aquellas son
construcciones históricas en las que las particulares expresiones del conflicto de clase
y las relaciones de poder influyen en las respuestas que se dan a esas
manifestaciones de la Cuestión Social. Entre estas estrategias podemos mencionar
las Políticas Sociales, la represión, la naturalización.” (Cavalleri, M. S.; 2008: 41)
- Otro aspecto a considerar es la interacción entre distintas dimensiones: cultural,
social, económica, política, ideológica. Esto
4
se vincula con la perspectiva de la totalidad desde la cual aprehendemos las
situaciones en las que intervenimos, lo que nos permite considerar tanto en el
conocimiento como en la acción profesional la presencia –en relación- de distintas
dimensiones; una multiplicidad de aspectos que en el plano de la inmediaticidad se
diluye.

Mallardi (2013) retoma a Fraser (1997), quien al “analizar los procesos sociales
contemporáneos menciona la coexistencia de conflictos marcados, por un lado, por la
lucha por el reconocimiento de diferencias (étnicas, de género, entre otras) y, por el
otro, por la lucha por la igualdad ante la brecha social existente que supone el acceso
desigual a aspectos fundamentales, tales como al trabajo, la salud, la educación, la
alimentación, entre otros. Estos conflictos suponen, respectivamente, la presencia de
injusticias culturales y socioeconómicas, las cuales se pueden presentar en un mismo
sujeto, individual o colectivo, de manera separada o articulada.” (4-5)
La injusticia socioeconómica se encuentra arraigada en la estructura política-
económica de la sociedad, expresándose en procesos como los de explotación,
trabajo mal remunerado, etc. En cuanto a la injusticia cultural, la misma se halla
radicada en patrones sociales de representación, interpretación y comunicación
vinculadas con procesos de dominación cultural, no reconocimiento y no respeto. La
autora mencionada no concibe a estas injusticias en términos dicotómicos, sino que la
distinción entre injusticia económica y cultural es analítica, hallándose relacionadas en
la realidad. “Incluso las instituciones económicas más materiales tienen una
dimensión cultural constitutiva, irreductible; están atravesadas por significaciones y
normas. Análogamente, aún las prácticas culturales más discursivas tienen una
dimensión político-económica constitutiva, irreductible; están atadas a bases
materiales.” (Fraser en Mallardi, M.; 2013: 5)
- Son expresiones en las que coexisten aspectos subjetivos y objetivos: partimos
de comprender la preexistencia del objeto en relación al sujeto. Pero en el proceso de
aprehensión del objeto, el sujeto -dinámico, activo, creativo- reproduce idealmente ese
objeto. Entonces si bien el objeto tiene una existencia objetiva, independiente
5
del sujeto, es éste quien se propone conocerlo y para ello se vincula con dicho objeto.
Es por ello que es preciso analizar las relaciones sujeto-objeto, en las que “el sujeto
está implicado en el objeto”1. (Netto; 2012: 56)

1 Lo expresado se fundamenta en los estudios de Marx sobre la sociedad burguesa. Netto (2012)
sostiene que “El objeto de la investigación, tiene insístase, una existencia objetiva, que es
independiente de la conciencia del investigador. Pero el objeto de Marx es la sociedad burguesa,
un sistema de relaciones constituido por los hombres, `el producto de la acción recíproca de los
hombres´ (Marx; 2009: 4). Esto significa que la relación sujeto/objeto en el proceso de
conocimiento teórico no es una relación de externalidad, tal como se da, por ejemplo, en la
citología o en la física, antes, es una relación en la que el sujeto está implicado en el objeto.”
(Netto; 2012: 56)
Lo abordado precedentemente nos sitúa en una perspectiva de conocimiento de la
realidad con implicancias claras en el ejercicio de la profesión. En los problemas que
se nos presentan en la intervención es preciso incluir y entender, en relación, los
aspectos objetivos y subjetivos vinculados a la vida cotidiana de los sujetos.
“La reconstrucción analítica de la situación problemática que se constituye en el punto
de partida permite un conocimiento de las determinaciones y mediaciones que la
provocan, por lo cual las intervenciones al fundarse en la propia realidad tendrán
mayor posibilidad de realizarse mientras más fiel sea esa reconstrucción. Además
incluir la dimensión subjetiva en este primer momento es de fundamental importancia,
pues al considerar la dimensión política, cultural e ideológica de los procesos sociales
es posible identificar las visiones que el sujeto tiene de la situación que interpela su
cotidiano, cómo la explica, cuáles son las causas que considera relevantes, es decir,
en síntesis, el grado de problematización o naturalización que vincula su situación a
una cuestión de derechos vulnerados o cuestiones fortuitas, respectivamente…”
(Mallardi, M.; 2013: 12)
Habiendo realizado un primer esbozo acerca de cómo entendemos los problemas en
los que intervenimos las/os trabajadoras/es sociales, la pretensión es continuar
pensando este tema. A modo de cierre preliminar nos interesa resaltar lo siguiente: 6
- Casi como un trabalenguas, proponemos “problematizar los problemas”,
interrogando las situaciones de la realidad, como también revisando y analizando
nuestros supuestos, afirmaciones, saberes previos.
- ¿Por qué problematizar? Porque estamos convencidos que para llevar adelante
intervenciones profesionales es preciso traspasar el plano de la inmediatez y lo
aparente que limita conocer la realidad, superando procesos de naturalización de lo
social.
- Partiendo de una lectura histórica, que comprende lo social desde las relaciones
sociales entre los hombres, conflictivas y contradictorias, es posible comprender la
complejidad de la realidad. Esta perspectiva contribuye a reconocer que en los
problemas en los cuales intervenimos se hallan presentes distintos aspectos en
relación, como los que hemos explicitado previamente.
- Asimismo entendemos que lo planteado acerca del conocimiento se vincula con el
ejercicio de la profesión en tanto las categorías que sustentan y fundamentan la
actuación profesional se hallan asociadas a las finalidades y objetivos, como a la
operacionalización de la intervención por medio del instrumental teórico-técnico.

Bibliografía:
CAVALLERI, María Silvina (2008). “Repensando el concepto de `problemas sociales´. La
noción de `situaciones problemáticas´” en Castronovo, R.; Cavalleri, M. S. (coords.)
Compartiendo notas: el Trabajo Social en la contemporaneidad. Remedios de Escalada,
De la UNLa- Universidad Nacional de Lanús.
FUENTES, María Pilar. (2008) “La construcción del objeto de conocimiento”. Clase abierta
Carrera de Trabajo Social. Montevideo, UdelaR/UNLP.
MALLARDI, Manuel. (2013). “Procesos de intervención en Trabajo Social: Apportes para
comprender su particularidad”. Tandil, CEIPIL.
NETTO, José Paulo. “Introducción al Estudio del Método de Marx” en NETTO, José Paulo
(2012) Trabajo Social: Crítica de la vida cotidiana y Método en Marx. La Plata, Productora
del Boulevard.

WEBER SUARDIAZ, Clara. (2010) “La problematización como herramienta desnaturalizadora de

lo social” en Revista Escenarios 15. Facultad de Trabajo Social de la UNLP/Espacio Editorial

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