Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
2.- Identificar a Satanás como el Acusador de los hermanos, que viene contra nosotros con
acusaciones en 3 maneras:
INTRODUCCIÓN:
Seguramente más de uno conoce esta fábula. La leí hace poco, y aun conociéndola de antes, disfruté
leyéndola de nuevo, ya que me resulta de los más aleccionadora, y también divertida, así que quería
compartirla con ustedes:
«Un grupo de ranas viajaba por el bosque, cuando de repente dos de ellas cayeron a un pozo
profundo. Las demás ranas se reunieron alrededor del pozo y, cuando vieron lo profundo que era,
les dijeron a las ranas que cayeron, que era imposible salir, que debían abandonar y darse por
muertas. Sin embargo, ellas seguían intentándolo con todas sus fuerzas. Las ranas de fuera insistían,
les decían que esos esfuerzos serían inútiles, que nunca podrían salir. Una de las ranas atendió a lo
que las demás decían, dejó de esforzarse, se dio por vencida y murió. La otra rana continuó saltando
con tanto empeño como le era posible. La multitud le gritaba que era inútil pero la rana seguía
saltando, cada vez con más fuerza… hasta que finalmente consiguió salir del pozo. Las otras le
preguntaron: – ¿Acaso no escuchabas lo que te decíamos? La ranita les explico que era sorda y que
creía que las demás la estaban animando desde el borde a esforzarse más y más para salir del
hueco.»
La moraleja de esta fábula nos dice que una voz de aliento a alguien que se siente desanimado
puede ayudarle, mientras que una palabra negativa puede acabar por destruirlo. Debemos tener
cuidado con lo que decimos, pero sobre todo con lo que escuchamos.
TEXTO:
Entonces oí una gran voz en el cielo, que decía: Ahora ha venido la salvación, el poder, y el reino de
nuestro Dios, y la autoridad de su Cristo; porque ha sido lanzado fuera el acusador de nuestros
hermanos, el que los acusaba delante de nuestro Dios día y noche. APOCALIPSIS 12:10
¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica. ¿Quién es el que condenará? Cristo
es el que murió; más aún, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que
también intercede por nosotros. ROMANOS 8:33-34
CENTRO CRISTIANO LA PROMESA YAJAIRA CARPIO SALVATIERRA
DIVISIONES PRINCIPALES:
Multitud de voces intentan llamar nuestra atención en el día de hoy. Quizás Satanás ha estado
acusándote últimamente. Incluso quizás te sientes indigno de ser llamado hijo de Dios o de poder
acercarte al Señor en oración. El libro de Apocalipsis nos asegura que noche y día se presenta como
nuestro acusador. En Apocalipsis 12: 10 Juan escuchó una voz en el cielo que decía que Satanás es
nuestro acusador, según este versículo, la gente que acusa son los creyentes.
Pero, si hay un acusador debemos tener presente que también tenemos un abogado. El Señor está
allí para defendernos cada vez que somos acusados. En Romanos 8: 33-34 Pablo escribió: ¿Quién
acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica. ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que
murió; más aún, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también
intercede por nosotros.
Juan quien escribió las palabras del Apocalipsis, también escribió estas palabras que encontramos en
1 Juan 2:1-2 Hijitos míos, os escribo para que no pequéis. Y si alguno peca, Abogado tenemos para
con el Padre, a Jesucristo el justo. El mismo es la propiciación por nuestros pecados, y no sólo por los
nuestros, sino también por los del mundo entero.
Si realmente quieres vivir una vida diferente, tendrás que aprender a sentirte bien con quién eres.
Mucha gente vive actualmente bajo el precio de la condena, escuchando siempre las voces
equivocadas. Aceptando esas acusaciones sin oponer defensa. Y en consecuencia andan por la vida
sintiéndose culpables y descontentos consigo mismos. Sus días no tienen gozo, ni confianza, siempre
esperando y en muchas ocasiones, recibiendo lo peor. Es verdad que no hay ser humano perfecto.
Todos pecamos, fracasamos, nos equivocamos. Sin embargo, muchos no sabes que pueden recibir la
misericordia y el perdón de Dios. Al contrario, se permiten ser derrotados en su interior. Sintonizan
esa voz que les dice: “No puedes hacer nada bien, jamás romperás con ese hábito, eres un fracaso”.
Cuando despiertan por la mañana, una voz les dice lo que hicieron mal el día anterior y también este
día será desastroso. Como resultado, se vuelven demasiado críticos consigo mismo y eso, por lo
general afecta a quienes los rodean.
Vamos a revisar algunos puntos que nos ayudarán a no escuchar esas voces acusadoras.
Si queremos vivir en paz con nosotros mismos, tenemos que aprender a mantenernos firmes y decir:
“puede que no sea perfecto, pero sé que estoy creciendo. Quizá haya cometido errores, pero sé que
soy perdonado por Jesús. He recibido la misericordia de Dios”. Es importante estar consciente que
debes ser muy honesto contigo mismo y no engañarte al estar haciendo cosas equivocadas y tratar
de justificarte y pensar que estás en lo correcto.
Tenemos que aprender a recibir el perdón y la misericordia de Dios. No permitas que las voces
acusadoras resuenen como eco permanente en tu cabeza. Eso sólo logrará acrecentar una actitud
negativa hacia tu persona, y si asumes esa mala actitud, encontrarás impedimentos en todas
CENTRO CRISTIANO LA PROMESA YAJAIRA CARPIO SALVATIERRA
las áreas de tu vida. Las acusaciones del enemigo son mentiras. No cometas el error de vivir de esa
manera, ni siquiera por un momento.
Deja que el pasado sea pasado. Ya no puedes cambiarlo, y si cometes el error de vivir hoy con la
culpa por algo que pasó ayer, tampoco tendrás las fuerzas que necesitas para vivir este día en
victoria. El apóstol Pablo dijo en Romanos 7:19: “Por qué no hago el bien que quiero, sino el mal que
no quiero, eso hago”. Si hasta ese gran hombre de Dios, que escribió la mitad del nuevo testamento,
tenía dificultades semejantes a las nuestras, sus palabras nos muestran que Dios no nos descalifica
porque no alcanzamos lo correcto el cien por ciento de las veces. Gracias a la misericordia de
nuestro Dios es que podemos esforzarnos día a día y nos da nuevas oportunidades. Como dice en
Lamentaciones 3:22-23. Decidamos no vivir condenados mientras Dios esté realizando su obra en
nosotros.
Él es un Dios amoroso y que no nos paga conforme a nuestros pecados, pero es importante que
tengamos agradecimiento en nuestro corazón para tener siempre el deseo de agradarle en todo lo
que hagamos. Cuando esa voz acusadora aparezca sólo tienes que tomar autoridad y decir: “He
recibido la misericordia de Dios, este es un nuevo día. No voy a mirar atrás, voy a ir hacia adelante”.
Cuando declaramos y adoptamos esta actitud le quitamos al acusador su poder mortífero. Ya no
podrá controlarnos si no creemos en sus mentiras.
Las escrituras nos dicen en Efesios 6:14 que debemos estar “vestidos con la coraza de justicia”. Esa
es una de las partes más importantes de nuestra armadura. Piensa en la coraza y en lo que cubre: tu
corazón, el centro de tu ser, el modo en que piensas y sientes acerca de otro y de tu propia persona.
Si andas por allí con un sentimiento que te carcome, diciendo: “no tengo futuro, me equivoqué
muchas veces, Dios no puede complacerse conmigo”; no prestes atención a esa voz. Despierta cada
mañana diciendo con confianza: “Dios se complace en mí; Dios me aprueba; Dios me acepta tal
como soy, gracias a nuestro Señor Jesucristo”. Recuerda las verdades de la palabra de Dios.
Dios te creo. Él sabe todo acerca de ti y aun así te acepta y se complace cuando busca agradarle. No
prestes atención a las voces de acusación. Deja de sentirte mal contigo mismo. Si vives en
condenación, eso significa que no has decidido recibir la misericordia de Dios. A veces, pensarás:
“Siento que no lo merezco; Siento que no lo valgo”. Sin embargo, de eso se trata la gracia. Ninguno
de nosotros la merece. Es gratis. No valemos nada por nuestros propios medios. La buena noticia es
que Jesús nos hizo dignos, por su gracia. Ahora somo hijos del Dios Altísimo. Dios nos ama y nos
muestra su misericordia, veamos lo que dice Hebreos 4:16 “Acerquémonos, pues, confiadamente al
trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro”.
Es importante que entendamos que Dios no desprecia un corazón arrepentido y humillado. Cuando
haces eso, Él te comienza a bendecir. Lo importante es corregir nuestro caminar.
CENTRO CRISTIANO LA PROMESA YAJAIRA CARPIO SALVATIERRA
Quizá te hayan abatido las experiencias negativas. Posiblemente ni siquiera fue culpa tuya: alguien
te maltrató, alguien te rechazó. Al enemigo le gusta retorcer las cosas insinuando que tuviste algo
que ver con ello. Deja de permitir que las voces condenatorias echen raíz, quitando lugar a las cosas
buenas de Dios en tu vida. Tu pasado pudo haber sido sumamente difícil pero no es necesario que te
aferres a él. Necesitas entender que cuando te entregaste a Cristo, cuando recibiste su perdón, Él
lavó todos tus rincones ocultos. Él decide no recordar tus errores, pecados y equivocaciones. Como
dice en Isaías 43:25 Yo, yo soy el que borro tus rebeliones por amor de mí mismo, y no me
acordaré de tus pecados. Y también revisemos lo que dice en Miqueas 7:19 El volverá a
tener misericordia de nosotros; sepultará nuestras iniquidades, y echará en lo profundo del
mar todos nuestros pecados. ¿Por qué no decides tú lo mismo? ¿Por qué no decides dejar
de escuchar las voces del acusador?
CONCLUSIÓN:
Es el acusador (Satanás), que desea mantenernos alejados de Dios y de su presencia. Por
esto, nos tienta y una vez consumado el acto del pecado (y a veces sin ser consumado) nos
acusa y trae pensamientos a nuestra mente de condenación. El fin de esta condenación es
mantenernos alejados de la presencia de Dios, que nos sintamos indignos de servirle, que
nos detengamos en el andar y crecimiento espiritual.
La intención del enemigo es mantenerte alejado de la presencia de Dios, te neutraliza con
pensamientos derrotistas, te deprime, te mantiene a la raya, te debilita espiritualmente,
emocional y físicamente. Satanás desea detener el llamado de Dios en tu vida, detener el
impacto de tu testimonio en otras vidas y al final desea tu destrucción y muerte.
APLICACIÓN:
Las armas de nuestra milicia no son carnales sino poderosas en Dios para la destrucción de
estos pensamientos y maquinaciones. Para ello, tenemos que estar alerta, no ignorar al
enemigo, ni desconocer la armadura que Cristo nos ha provisto. Lo triste es que
generalmente somos ignorantes y no entendemos quien es el enemigo y caemos presos en
la prisión de la desesperación.
¡Si vamos a resistir las mentiras del diablo, tenemos que aceptar que Dios no quiere
destruirnos! ¡Debemos comenzar con esta verdad! ¡Dios no está contra nosotros, sino por
nosotros!.
Hay una trampa de Satanás ante la cual debes estar en guardia: te está bombardeando para
que quites tus ojos de tu SALVADOR.
El acusador de los hermanos ha sido vencido, y tenemos que ejercer esa victoria y pisar las
serpientes y escorpiones que intentan mordernos con su veneno mortífero.
Entonces te preguntarás, ¿Qué debo hacer?
Primero: Debemos desechar la voz amenazante del enemigo. Recordando cada día las
verdades de su Palabra.
Segundo: ¡Levántate sobre tus pies espirituales y comienza a alabar al Señor!
CENTRO CRISTIANO LA PROMESA YAJAIRA CARPIO SALVATIERRA
ORACIÓN:
“Señor, Padre celestial, en el nombre de tu Hijo amado, pido perdón por dejar entrar
cualquier pensamiento del diablo en mi corazón. Señor, límpiame de toda contaminación de
carne y de espíritu. He estado tan desanimado por las continuas acusaciones del diablo, que
no he creído en tu misericordia y perdón. Abro mi corazón a tus pensamientos que son vida
a mi espíritu y salud a mi cuerpo. Señor te doy gracias por abrirme los ojos, y por iluminar mi
entendimiento para reconocer los ataques de Satanás contra mi vida. Así que abro mi
corazón hoy, y pido que me enseñes todo lo que necesito saber para estar firme contra las
asechanzas del diablo. En el nombre del Padre Hijo y Espíritu Santo. Amén”