En un mundo perfecto, las relaciones familiares serían fáciles
para las personas espirituales. Simplemente nos bendeciríamos
UN MENSAJE DE APOYO
Los donativos generosos de amigos como tú
permiten que la literatura de Unity esté disponible
para aquellos que más necesiten aliento espiritual. Por
favor, haz tu donativo en unityenlinea.org/dona.
unos a otros con amor divino y dejaríamos brillar nuestras luces.
Pero las familias pueden ser complicadas. La buena noticia es que
tenemos herramientas espirituales.
En este folleto, los escritores cuentan cómo usaron los principios
espirituales y la fe en Dios para lograr la armonía familiar o para
encontrar la fuerza para continuar su viaje. Si has estado casado
o divorciado, acompañaste a uno de tus padres hasta el final de la
vida, o tuviste hijos, encontrarás en estas páginas historias con las
que podrás identificarte.
Leerás lecciones inspiradoras de personas modelos en las familias
que enseñaron por la forma en que llevaban sus vidas y, a veces,
por la forma en que murieron. Otras experiencias familiares son
desgarradoras: recuperarse del suicidio de un ser querido, decidir
si poner fin al tratamiento médico o aceptar el deterioro mental
de uno de los padres. Algunos de los escritores han llegado a
comprender las dolorosas decisiones de sus familias a pesar de
las cicatrices que dejaron. Otros relatan amores profundos y
traiciones impactantes. El hilo unificador en estas historias es el
perdón.
Como dijo uno de los escritores: “Cada unidad familiar ofrece
el equivalente a un programa de doctorado en crecimiento y
evolución espiritual, si tan solo nos atrevemos a recibirlo”.
Las familias ofrecen grandes desafíos y alegrías incomparables.
Esperamos que estas historias te ayuden, proveyendo guía y apoyo
—tanto para ti como para tus seres queridos.
Tus amigos en Unity
1
 ÍNDICE SIGUE SIENDO NUESTRO PADRE FUERTE ................ 31
Rev. Jeanmarie Eck

PARA COMENZAR: LA DANZA DE LA FAMILIA .........4 UNA FAMILIA QUE SE RECUPERA DEL SUICIDIO .. 34
Rev. Toni Stephens Coleman Rev. David Brian Adams

MAESTROS INSPIRADORES MATRIMONIO Y DIVORCIO

EL VALOR PARA IRSE.............................................................7 MATRIMONIO: AÚN DIGO “SÍ, ACEPTO”.................... 38
Rev. Kurt Condra Rev. Kathy Beasley

APRENDER A DECIR “GRACIAS” ................................... 10 MANEJANDO EL DIVORCIO .......................................... 40

Rev. Beatriz Gallerano-Bell Rev. Lesley Miller

MI PRIMER AMOR: MI ABUELA ........................................ 13 SUPERAR LA INFIDELIDAD.............................................. 43

Rev. Karen Romestan Veronica Walker-Douglas

LECCIONES FAMILIARES DE AMOR ............................. 15 PADRES E HIJOS

Rev. Bronte Colbert CUANDO ADOPTAMOS A TOBÍAS ............................... 46
PERMISO PARA SER DIFERENTE .................................... 18 Rev. Ken Daigle
Rev. Evin Wilkins CUANDO VUELAN DEL NIDO ...................................... 51
ENFERMEDAD Y MUERTE Rev. Lulu Logan

EL PODER DE LA FE DE UNA FAMILIA........................ 21 PERDONAR LA GRAN MENTIRA .................................. 53

Rev. Johannys Jiménez-Hartog Rev. Elizabeth Longo

PERMANECER PRESENTE HASTA EL FINAL............... 24 CÓMO ESCUCHAR A LOS NIÑOS ............................... 55

Rev. Bill Englehart Rev. Carolyn Warnemuende

CÓMO DEJAR DE PREOCUPARSE ................................ 27 LAS CINCO FACETAS DE

Rev. Peggy Konkel LA CRIANZA CONSCIENTE ........................................... 58
Rev. Paul John Roach
CUANDO HAY ENFERMEDAD MENTAL
EN LA FAMILIA ..................................................................... 29 UN ÚLTIMO CONSEJO: TRATAR CON LA FAMILIA
Rev. John Beerman ES UN TRABAJO INTERNO ............................................. 62
Trish Yancey, MLU, CSE

2 3

PARA COMENZAR: LA DANZA
DE LA FAMILIA
Por Toni Stephens Coleman
¿Cómo definimos una familia? Según la definición más amplia, una
familia es un grupo de personas relacionadas o conectadas por sus
ancestros, por el matrimonio, intereses mutuos, necesidades o deseos.
Hay tantos tipos de familias como personas.
¿Qué hace que una familia prospere? En una sola palabra: amor.
Como escribe el cofundador de Unity Charles Fillmore en La palabra
reveladora (Unity Books, 1959), el amor es “la esencia pura del Ser que
une a toda la familia humana”.
Nuestras familias de origen pueden evolucionar con nosotros o pueden
desvanecerse en la memoria a medida que llegan nuevas personas a
nuestras vidas. Podemos descubrir que estamos viviendo muchas vidas
en una encarnación. Es posible que vivamos en diferentes tipos de
familias que eventualmente sean quienes encajen con nosotros.
4 5
Nos servirá mucho si podemos imaginarnos la vida familiar como
un baile. A veces nos conectamos con un compañero uno al lado del
otro, y nuestros pasos están alineados. A veces estamos cara a cara,
inventando nuestros propios movimientos, danzando al ritmo de una
música diferente. Otras veces estamos conectados mano a mano, cara a
cara, cuerpo a cuerpo en una serie de pasos coordinados o aprendidos.
(Es interesante que alguien esté dispuesto a bailar al revés). Luego, hay
ocasiones en las que bailamos solos, dejando que la música exterior o el
ritmo interior nos guíen.
Al igual que con el baile, es importante hacer tu parte para prosperar
en todo tipo de familia, para unirte a la creación. Está presente. Lleva
tu propio peso y sé consciente de la familia como un todo. Si hay
discordia, sé el pacificador, encuentra puntos en común.
Hay un concepto que se enseña en la clase de baile y se usa en todo el
mundo de la danza llamado “línea de baile”. ¡Significa que no se pisen
los dedos de los pies unos a los otros! Tan pronto como te des cuenta,
cambia tu actitud hacia el amor y armoniza tus movimientos con los de
tu pareja.
Otro aspecto de la danza es demostrar que las personas con las que
estás son importantes para ti. Escucha y presta atención. Promueve
la armonía con la música que te envuelve a ti y a quienes te rodean.
Comparte el espacio y asume la responsabilidad sobre tu propio ser.
Presta atención a tus compañeros de baile. Actúa con respeto y sé grácil,
es decir, lleno de gracia. Da un paso hacia el fluir del Espíritu.
Existen muchos tipos de familias hoy en día, en parte porque la gente ha
encontrado formas de prosperar, honrar y bailar con su propia música
interior. ¡Una cosa que sabemos sobre la naturaleza del Espíritu es que
Dios ama la diversidad! Ya sea que estén relacionados por nacimiento o
por afinidad, todos somos parte del baile de la familia y todos nacemos
para progresar. ¡Solo tenemos que dar un paso ligero y cariñoso!
La reverenda Toni Stephens Coleman es ministra en Unity Lincoln,
Nebraska.
 Ahora vemos con opacidad, como a través de un espejo, pero en aquel día
veremos cara a cara; ahora conozco en parte, pero en aquel día conoceré
tal y como soy conocido.—1 Corintios 13:12 (RVC)

EL VALOR PARA IRSE

Por Kurt Condra

Si miras los álbumes de fotos familiares, así como los de muchos clanes,
verás que el fotógrafo está notablemente ausente del registro histórico.
En mi familia, ese es Papá.
Periodista de profesión, sus imágenes de nuestros primeros años fueron
excelentes. Esto era cuando los reporteros fotografiaban en blanco y
negro y revelaban sus propios negativos. Sus mejores obras fueron las
cándidas fotos de momentos auténticos.
El matrimonio de mis padres se estaba desmoronando. Mamá anhelaba
la comodidad y la proximidad de la familia y los amigos de toda la vida.
Papá anhelaba un sentido de propósito que no se podía cumplir en
la pequeña ciudad de sus orígenes. Su ambición y talento le abrieron
nuevas puertas a un mundo más amplio donde sus esperanzas y
sueños podrían cumplirse. Nos dejó por un trabajo a dos mil millas de
distancia en 1971, cuando mi hermana menor ingresó al kindergarten.
Cuando era niño, no podía entender cuán desgarradora debió haber

Maests sido esa elección para él. No pude ver el valor que se necesitaba para
seguir los impulsos de su espíritu, ni la fuerza necesaria para superar
la culpa y la vergüenza que abrumaban a los padres divorciados,

inspirados especialmente los que sentían el llamado a irse. No aprecié su

compromiso de seguir siendo una presencia de apoyo en la vida de
sus hijos, especialmente durante nuestros años de adolescencia. Antes,
solo podía ver a través de un lente, pero veía en la oscuridad. Ahora,
habiendo enfrentado mi propio dolor en torno a esos eventos, veo
claramente la profundidad de su valor, fuerza y compromiso.
6 7
La adolescencia de Papá estuvo marcada por el alcoholismo de su padre
y el divorcio de sus padres. Pasó su tercer año en la escuela secundaria
casi aislado en un hospital, recuperándose de tuberculosis. Eso lo dejó
con un temor persistente de que su vida no fuera longeva. Entonces,
a lo largo de su década de 20 años, trabajó para superar ese miedo
con una feroz determinación de vivir al máximo, aprovechando cada
oportunidad de todo corazón y obteniendo todo el beneficio de cada
experiencia.
Entonces, a lo largo de su década de 20 años, trabajó
para superar ese miedo con una feroz determinación de vivir
al máximo, aprovechando cada oportunidad de todo corazón y
obteniendo todo el beneficio de cada experiencia.

Cuando él estaba cerca de los 50 (y yo de los 30), me fui a trabajar

a su departamento editorial. Su equipo de editores y periodistas
galardonados estaba por todo el país para cubrir todas las facetas de la
industria del transporte por carretera. Sus conexiones abarcaron toda
la gama, desde conductores y propietarios-operadores hasta las suites C
de algunos de los transportistas y fabricantes de equipos más grandes
del mundo, pasando por los jefes de transporte estatales y federales,
incluso los pasillos del Congreso.
Ahora, en sus 80, Papá está jubilado. Las historias que cuenta son de su
propia vida. Él hace investigaciones de los antepasados más coloridos
de nuestro árbol genealógico, verificando sus notas con su hermano
mayor y los primos que se criaron con él. Le irritan los problemas de
movilidad física que obstaculizan su juego de golf y limitan sus viajes.
Habiendo dado la vuelta al mundo, ahora se contenta con viajar entre Mientras tanto, me siento inmensamente bendecido por el
California, Michigan y Florida una o dos veces al año para pasar tiempo conocimiento que ahora compartimos Papá y yo. Y oro para que, al
con hijos, nietos y bisnietos. esforzarme por emular su valentía, fuerza y determinación, pueda
La cámara y el cuarto oscuro desaparecieron hace mucho tiempo. En inspirar a otros como él me inspira a mí.
cambio, está preparando una película hecha en iPhone que, cuando
llegue el momento, mostraremos en su funeral. Será el único álbum con El reverendo Kurt Condra es ministro principal de Unity en North Shore,
papá apareciendo en cada toma. en Evanston, Illinois.

8 9
APRENDER A DECIR “GRACIAS”
Por Beatriz Gallerano-Bell

Se dice que los niños aprenden por las cosas que viven. Ciertamente, los
adultos también. He tenido una experiencia inequívoca al respecto.
Cuando conocí a Frank, quien ha sido mi esposo durante casi 18 años,
una de las cosas que me llamó la atención fue que me agradecía todo
lo que yo hacía. No importaba si era significativo para mí o no, me lo
agradecía. Ya sea que preparara café, encendiera la televisión, comprara
comestibles o abriera las ventanas de la casa, hiciera lo que hiciera, él
decía “gracias”.
Al principio esto me pareció un poco extraño, ya que no estaba
acostumbrada a recibir una expresión de gratitud tan amplia y
generalizada. Me gustó. Me hizo sentir reconocida y valorada por lo
que hacía.
La gente dice que pronto te acostumbras a lo bueno, así que me Dar gracias nos ayuda a cambiar nuestra visión sobre las circunstancias
acostumbré y, como era algo que me gustaba, comencé a imitarlo. actuales e incluso sobre las experiencias vividas en el pasado.
Empecé a estar más atenta para no perder ninguna oportunidad de dar Dar las gracias transforma la resistencia en aceptación, la queja en
las gracias. reconocimiento, el dolor en consuelo.
Con el tiempo, he ido incorporando esta práctica generalizada de A veces podemos pensar que no es necesario o que es excesivo expresar
gratitud y he llegado a comprender que decir “gracias” es mucho más gratitud, pero lo cierto es que la gratitud es el imán que atrae nuestro
que reconocer algo que alguien hace y que nos favorece o beneficia de bien. Cuanto más damos las gracias, más abrimos nuestro corazón para
alguna manera. que entre el bien.
Decir “gracias” nos hace conscientes de lo valiosa e importante que
es la presencia de cada ser en nuestras vidas. A veces, dar gracias Cuanto más damos las gracias,
nos ayuda a comprender y aceptar lo necesario que ha sido vivir más abrimos nuestro corazón
determinadas experiencias, atravesar determinadas situaciones y para que entre el bien.
superar determinados retos.

10 11
La gratitud también es un gran transformador. Es como utilizar un
convertidor para la energía eléctrica. El potencial transformador de la
gratitud convierte lo que originalmente podríamos haber descrito como
desagradable, aterrador o frustrante en un instrumento para nuestro
crecimiento y aprendizaje a medida que exploramos, encontramos y
aceptamos la bendición que trae.
Eso no siempre es fácil, pero podemos estar seguros de que es posible.
También he notado que esta actitud de agradecimiento es contagiosa.
Veo en mi familia que, día a día, cada uno de nosotros ha ido
incorporando esta costumbre de dar gracias por todo. Cada uno, a su
manera y en su propio tiempo, ha ido descubriendo la alegría de estar
agradecido.
Un corazón agradecido es un corazón receptivo. Está más abierto a
aceptar el bien, a descubrir el don y la bendición en todo. Un corazón
agradecido está más conectado con nuestra esencia divina y nos facilita
el escuchar y seguir a nuestra guía interior.
Consciente de eso, haber hecho de la gratitud una forma de
relacionarnos entre nosotros ayuda a nuestra familia a reforzar el amor,
la paz, la bondad y la comprensión.
La reverenda Beatriz Gallerano-Bell y su esposo Frank tienen un
ministerio en Córdoba, Argentina, llamado Unity Sembrando Luz y
supervisan la distribución allí de La Palabra Diaria.
12
MI PRIMER AMOR: MI ABUELA
Por Karen Romestan
Su lugar de nacimiento fue Charleroi, Bélgica. Mi lugar de nacimiento
fue Charleroi, Pensilvania. Aunque las ciudades de nuestro nacimiento
llevaban el mismo nombre, eran un mundo aparte. Sin embargo, un
vínculo del alma nos unió a lo largo de nuestras vidas.
Ella era Germaine LaFebvre Romestan, madre de Melvin Arthur
Romestan. Y yo soy hija de él. Mi nombre es Karen Lee Romestan.
Ella fue mi primera conexión humana después de que Mamá me
dio a luz. Ocurrió que, mientras esperaba mi nacimiento, a mamá le
diagnosticaron tuberculosis. Esta era una sentencia de muerte para
muchos en la década de 1950 y, a la tierna edad de 22 años, se llevaron
a Mamá para tratarla en un sanatorio. Mientras, mi hermana de 2 años
y yo fuimos llevadas a la casa de la abuela Romestan para vivir durante
los siguientes tres años.
Habiendo criado 15 hijos y ahora viuda, la abuela Romestan asumió
la tarea de criarnos a mi hermana y a mí con amor y ternura. Para
escuchar cuentos, siempre íbamos vestidas con bonitos trajes
planchados, y mis rizos siempre estaban perfectamente sujetos con
peinetas que combinaban con el vestido. El amor de la abuela fue como
ningún otro en mi vida. Reconocer la relación única y especial que
compartimos ha sido un tesoro durante toda mi vida.
Afortunadamente, Mamá sobrevivió a muchos meses de hospitalización
y, con el tiempo, se unió a nosotros para vivir en casa de la abuela.
Finalmente, mamá volvió a estar lo suficientemente bien y fuerte
como para cuidar de su familia. Nos mudamos de la casa de la abuela
Romestan a una casa propia.
He escuchado historias sobre cuán difícil fue esta transición para mí.
Tengo vagos recuerdos de estar sentada al pie de las escaleras en nuestra
nueva casa de dos pisos, esperando a que llegara la abuela. Mi mente
de niña se preguntaba si alguna vez vendría. Aprendí la resistencia y la
persistencia del amor que nos une a través del tiempo y el espacio.
13
De mi abuela aprendí la importancia de la fe y cómo confiar en Dios
puede ayudarnos a superar los momentos más duros y las mayores
pérdidas que experimentaremos en la vida. Mientras horneábamos
pan juntas, aprendí que toda la fuerza que necesitaba para la vida, ya la
tenía, al igual que ella. Cortando vegetales, aprendí que es importante
perdonar a las personas. “Están haciendo lo mejor que saben hacer”,
recuerdo que me decía la abuela. “Podríamos recordar las ofensas
contra nosotros”, dijo. “Podemos usar los recuerdos para tomar buenas
decisiones. Pero el perdón sana nuestros corazones”.
Con refranes como “como hagas tu cama, así es como vas a dormir”,
hizo valer la idea de que yo soy responsable de mis decisiones y viviré
con las consecuencias.
Una de las cosas más importantes que me enseñó la abuela Romestan
fue abrazar a menudo y siempre abrazar como si realmente quisiera
hacerlo. Me enseñó a no reprimirme de expresar amor y dar abrazos.
Ella me enseñó esto, no con sus palabras, sino con su ejemplo. Ella me
abrazaba como ninguna otra persona en mi vida, y a su abrazo le seguía
un beso rechinante en la mejilla. La mayoría de las veces, también nos
daba un caramelo.
La presencia de la abuela Romestan permanece siempre en mi corazón.
Ella es y ha sido durante muchos años un ángel guía en mi vida. Su
dulce amor me guía a través de las monumentales transiciones de la
vida y los pequeños y tiernos momentos. Su presencia me recuerda la
fuerza interior de mi alma y la fe que me sostiene a través de las muchas
aventuras de esta vida.
Cuando nací, creé un lazo de amor con la abuela Romestan. En estos,
los últimos años de mi vida, mis nietos me conocen como la abuela
Texas. Sin embargo, llevo el nombre de abuela Romestan para algunos
miembros de mi clan extendido. Es un honor que me emociona.
La reverenda Karen Romestan es ministra en Unity de Greenville, en
Dallas, Texas.
14
LECCIONES FAMILIARES
DE AMOR
Por Bronte Colbert
Recientemente, mientras paseaba a mi perro, vi a un vecino lavando su
auto a mano. Intensamente concentrado, limpiaba cada sección con un
paño suave. Había un balde de agua con jabón junto a él en la entrada a
su casa.
En ese momento, vi a mi padre. No importaba que los dos hombres
no se parecieran en nada o que mi padre había fallecido nueve años
antes. Sentí la esencia de mi papá muy claramente, porque siempre
lavaba sus autos a mano. Nos enseñó a cuidar de las cosas a las cuales
les teníamos cariño.
Mi tarea en el jardín consistía en podar los arbustos, las tijeras
eran pesadas para mis pequeños brazos. Mi padre me dijo que
frecuentemente diera unos pasos hacia atrás para evaluar mi trabajo
y hacer cambios si era necesario. Esto moldeó mi artista interior para
reconocer la simetría, la forma y la composición. Me enseñó los nombres
de todas nuestras aves locales y cómo silbar en sintonía con ellas.
Me enseñó a reconocer a Dios en cada parte de la naturaleza.
El aroma de las galletas que se enfrían en una rejilla de metal me
recuerda claramente a mi madre, Ruth. Cada diciembre, mis hermanos
y yo hacíamos una mezcla para hornear galletas de mantequilla de
maní tan pronto como ella salía de casa para sus compras navideñas
anuales. El aroma se mezclaba con la alegría que sentíamos al guardar
el secreto de que hacíamos galletas para ella. Mamá tenía la habilidad
de actuar asombrada y sorprendida cada año.
Mamá fue una de las personas más amables que he conocido. Les
sonreía a los extraños y los saludaba. Era compasiva, estaba enfocada
en la verdad y me enseñaba a buscar siempre el bien. Nos abrazaba
mucho. La mesa de la cocina permanecía abierta para charlar por
15
las noches cuando yo era una adolescente angustiada. Ella me animaba
para que yo siguiera con mi arte.
Ella me ayudó a ver a Dios en todas las personas.
Mucho después de haber perdido la vista, la abuela Jo se sentaba a tejer
junto a la ventana de su habitación, con su Biblia en alemán cerca. Dios
era un hecho para ella, no un concepto. Durante años, ella llenó nuestras
vidas con hilos de colores convertidos en tapetes, sombreros para los
inviernos de Wisconsin y mitones para andar en trineo y patinar. Luego
asumió proyectos más grandes: mantas de crochet afgano en azul
vibrante, coral y amarillo para cubrir nuestras camas.
Algunos días, cuando me sentaba con ella en la ventana, entregándole
brillantes hilos de lana, se olvidaba de mi nombre. Yo se lo recordaba
16
con amor. Contaba historias alegres de su infancia en Austria y la
travesía oceánica de 1905 que la llevó, valiente y sola a los 14 años,
a Nueva York y luego a Chicago. Yo le contaba relatos comunes: la
heladería que visitábamos en su vecindario y mi primera película de
Disney, la cual ella me llevó a ver cuando tenía 8 años. Ahora, cuando
veo las puestas de sol que cubren el cielo de coral, amarillo y azul, veo a
mi abuela.
Ella me enseñó lo que son la fe y la resiliencia.
Por supuesto, las familias y las relaciones no se tratan solo de abrazos y
actos de benevolencia. A veces se hieren los sentimientos, las palabras
pueden lastimar, y las acciones negativas o el trato no amable pueden
quedarse en nuestras mentes y corazones.
Tuve la suerte de tener a estas tres personas y a otras así en mi vida.
También he tenido interacciones desafiantes, momentos en los que sentí
que no era escuchada, valorada o comprendida. Algunas circunstancias
parecían bloquear la progresión positiva de mi vida. Hubo relaciones
que se sintieron extremadamente desafiantes e hirientes.
Espiritualmente, podemos abordar la vida desde un nivel superior.
Podemos elegir lo que pensamos y cómo lo pensamos. Podemos
investigar situaciones o relaciones para descubrir lo que aprendimos.
¿Somos más fuertes? ¿Más sabios? ¿Cuál es la bendición? ¿Cómo hemos
crecido?
Al encontrar una nueva perspectiva, bendecimos nuestras vidas y a
todas las personas que la integran. Avanzamos con confianza, fe y
fortaleza.
La reverenda Bronte Colbert es la ministra de Unity Athens, en Georgia.
17
PERMISO PARA SER DIFERENTE
Por Evin Wilkins
Solo lo conocí como Dusty. Su nombre de pila era William, pero la idea
de llamarlo de cualquier manera que no fuera Dusty siempre parecía
poco natural. Nunca estuve muy seguro de por qué o cómo había
recibido su apodo. Solo sabía que se había quedado con él.
Dusty era mi tío, pero era más que eso. También era una especie de
mostrador del sendero. Al mirar el pasado, me doy cuenta de que
no podría haber sido fácil para él. Era un desafío vivir dentro de los
confines de nuestro pequeño y ultraconservador pueblo de Texas.
Dusty y yo fuimos criados dentro de una familia y una cultura que
practicaban poca tolerancia ante cualquier cosa o cualquier persona
que fuera percibida como diferente. Ya sea que se tratara de un
prejuicio sobre el color de la piel, la religión o la orientación sexual,
la tolerancia y la diversidad no eran bien recibidas. Mi familia veía la
vida como un mundo de hombres, y el hombre blanco y heterosexual
siempre era la cabeza de la familia, sin cuestionamientos.
Las preguntas sobre por qué o cómo se hacían las cosas de cierta
manera nunca fueron bien recibidas porque, simplemente, “así eran
las cosas”. La religión, los roles de género, la identidad de género, la
orientación sexual y la raza ya se habían definido, y no se nos permitía
cuestionar esas definiciones, al menos no sin una lucha.
Dusty, sin embargo, siempre parecía ignorar la idea de que,
simplemente, “así eran las cosas”. Durante las reuniones familiares,
hacía preguntas que invitaban a la reflexión: preguntas sobre la raza,
la sexualidad y la religión. A menudo me guiñaba un ojo de alegría
cuando sus preguntas tenían el efecto de que ciertos miembros de la
familia hicieran alguna expresión de incomodidad.
Recuerdo que Dusty a menudo parecía provocar enojo en mi padre,
18
solo con su mera presencia. Durante mucho tiempo, no pude entender
por qué. Cuando era niño, siempre había asumido (e incluso me habían
dicho) que se debía a la diferencia de edad entre ellos. Mi padre era 10
años mayor que Dusty, pero a medida que fui creciendo, la razón de ese
enojo se volvió más evidente para mí. Resulta que Dusty era un hombre
gay y no parecía importarle lo que mi padre o cualquier otra persona
pensara o sintiera al respecto.
Recuerdo los susurros durante las reuniones navideñas. La mayoría
de los hombres de la familia optaban por ignorar a mi tío, pues
consideraban que no valía la pena discutir sus intereses. Haciendo caso
omiso de su menosprecio, Dusty los ignoraba y, a menudo, rompía la
tradición familiar estereotipada al unirse a las conversaciones de las
mujeres. Siempre trató a las mujeres de la familia con amabilidad y
respeto. Las ayudaba en la cocina y las invitaba al salón de belleza que él
tenía para que pasaran un día de belleza y alegría.
Cuando estaba al alcance del oído de Dusty, mi padre hablaba de él
frecuentemente con desdén y me decía que un hombre nunca debería
actuar de esa manera. A Dusty nunca pareció importarle. Tampoco
permitía que eso lo afectara porque sabía quién era él.
En 2005, a Dusty le diagnosticaron cáncer de pulmón. Tenía 46 años.
Hizo su transición poco después, pero su legado y las lecciones que me
enseñó todavía están muy vivas en mí.
Fue a través de él que aprendí la tolerancia y el respeto. Me enseñó que
está bien cuestionar el status quo y que las viejas tradiciones se pueden
romper para crear otras nuevas. Lo más importante es que me enseñó
que está bien ser yo mismo en cualquier forma que exprese. A veces
todavía puedo imaginarme su encantador guiño y la forma alegre en
que vivió su vida.
Gracias, tío Dusty.
El reverendo Evin Wilkins es ministro principal en Unity de Madison, en
Wisconsin.
19
 EL PODER DE LA FE
DE UNA FAMILIA
Por Johannys Jiménez-Hartog

Esta notable e inspiradora historia real trata sobre un hombre feliz,

exitoso, trabajador, saludable, con su propio negocio y una familia
unida y cariñosa. ¡Una gran vida! Su nombre es Mario.
Mario y su esposa eran amados y respetados en su comunidad. Eran
personas involucradas en su comunidad y sus dos hijos adolescentes
eran excelentes estudiantes, atléticos, talentosos y populares.
Un día, Mario se despertó por la mañana sintiéndose mal. Estaba
cansado, extenuado. Fue al médico, quien le dijo: “No te preocupes;
debe ser un resfriado o algún tipo de virus”. Sin embargo, a los pocos
días, Mario fue hospitalizado porque estaba completamente paralizado.
En la cama, incapaz de mover un músculo, aún podía sentir y
comprender todo lo que sucedía a su alrededor. Finalmente le
diagnosticaron el síndrome de Guillain-Barré, una enfermedad cuya
causa se desconoce.
El sistema inmunológico percibe al sistema nervioso como una
amenaza y paraliza la conexión entre los músculos y los nervios. Esta
condición tiene varios niveles, entre estos, la muerte.
Mario tenía el peor tipo de este síndrome. En una semana, pasó de ser
un miembro enérgico, amante de la diversión, afectuoso y colaborador
Enfermedad de su comunidad a una persona incapaz de mover voluntariamente
nada en su cuerpo, excepto los párpados y los ojos.

y muerte Repetían su creencia de que no tenían

esperanza en la recuperación de Mario.

20 21
Los médicos le colocaron un tubo en la garganta para que pudiera
respirar. Después, lo conectaron a un respirador artificial. Dado su mal
estado, los médicos aconsejaron a su esposa que desconectara todo y lo
dejara morir. Ella se negó con vehemencia.
Mario estaba consciente. Era incapaz de moverse o hablar. Escuchó
que los médicos recomendaban retirarlo del respirador artificial y
dejarlo morir. Repetían su creencia de que no tenían esperanza en
la recuperación de Mario. Solo dejaron de insistir en desconectarlo
cuando se enfrentaron a la fe que tenía la familia en la recuperación de
Mario. Los médicos no conocían la profunda fe de Mario en Dios y en
sí mismo.
Durante su hospitalización, la esposa, los hijos, el padre, los hermanos,
las hermanas, los amigos y toda la comunidad de Mario se dispusieron
a proporcionarle a él y a su familia todo lo que necesitaban. Oraban
repetidamente por la recuperación de Mario. Oraban y tomaban acción,
guiados por la sabiduría divina.
Con el tiempo, lentamente, se recuperó lo suficiente como para poder
ser atendido en casa las 24 horas del día. Llevaba un año en el hospital
cuando le dieron de alta y aún necesitaba una rehabilitación intensiva.
Después de muchos años, con perseverancia, amor, dedicación y fe,
Mario pudo hablar, alimentarse y usar una silla de ruedas para moverse.
Con la ayuda de un andador, pudo dar algunos pasos y manejar las
rutinas de la vida diaria. Mario y su familia afrontaron su enfermedad
con confianza y una fe profunda en que se recuperaría gradualmente,
poco a poco, paso a paso.
La inspiradora historia de Mario, de tenacidad, perseverancia, apoyo y
confianza me conmueve profundamente, porque Mario es mi hermano.
Mi familia es de República Dominicana y me crié en Puerto Rico. Mi
madre y mi padre dieron a luz a 15 hijos. Tengo siete hermanos. Mario
es el segundo hermano mayor.
22
Como ministra, siempre he enseñado que debemos tener una visión
clara de lo que estamos llamados a hacer en nuestras vidas y desafiarnos
a nosotros mismos para hacerlo.
Mario me dijo una vez desde su cama de hospital: “Mi objetivo es
levantarme de aquí y volver al trabajo”. Esa era su visión y continúa
trabajando para lograrla.
Humanamente, ha ido superando obstáculos. La sabiduría de Dios
en él siempre supo lo que tenía que hacer. Su espíritu conocía las
posibilidades.
La vida presenta dificultades. No nos acobardamos ante ellas. Ante
cualquier situación, podemos mirar desde nuestro yo superior, más allá
de nuestros miedos y dudas, y ver las posibilidades. Podemos mirar más
allá de cómo pueden aparentar ser las cosas a primera vista para ver el
poder de Dios manifestándose verdaderamente.
Mario y toda mi familia tuvieron la audacia de creer en Dios, de ver
la vida donde otros veían la desesperación, la decadencia y hasta la
muerte. Unidos, juntos, decidimos vivir en la fe, demostrando los
principios en los que se basan las enseñanzas de Unity.
“¡Todo lo puedo en Cristo que me fortalece!”—Filipenses 4:13
La reverenda Johannys Jiménez-Hartog es ministra principal de
Unity Para Todos, un ministerio en español en línea únicamente
(unityparatodos.org).
23
ESTAR PRESENTE HASTA EL FINAL
Por Bill Englehart

Mi padre había padecido la enfermedad de Parkinson por muchos

años. Si bien su deterioro había sido gradual durante una década, en los
últimos años se volvió más abrupto. La enfermedad había afectado sus
habilidades físicas, y también disminuyó sus facultades mentales. Llegó
el momento en que mi madre necesitaba más ayuda, así que mis padres
se mudaron con mi hermana y mi cuñado. Los asistentes de salud en el
hogar fueron una bendición. Luego, finalmente, requirió atención las 24
horas del día en un centro de cuidado de salud.
Fui testigo del deterioro de mi padre en cada visita. Verlo usar un
andador fue una sacudida para mis sentidos. Necesitaba ayuda para
ducharse e ir al baño. Durante una reunión familiar, mi hermana le hizo
una tabla para que pudiera identificar a cada miembro de la familia con
fotografías y nombres. Quedaba cada vez menos del hombre que una
vez conocí.
Estaba en duelo por la pérdida del padre que había conocido. Su
memoria parecía una pizarra en la cual se iban borrando lentamente
todas sus experiencias y recuerdos. Estaba desconsolado por el
deterioro físico, pero aún más por el deterioro mental.
Mi madre podía ver en mis ojos lo sorprendida que estaba. Me llevó a
un lado y dijo que no deberíamos pasar nuestro tiempo lamentando lo
que se había perdido, sino celebrando lo que aún quedaba. Su estado que había ganado un automóvil en uno de los programas de televisión
de deterioro era inevitable. Recordaríamos este tiempo y desearíamos que él veía. Él estaba muy impresionado y feliz de escuchar eso. Por
poder recuperarlo. supuesto, debido a que su memoria estaba desvaneciéndose, tuve que
decírselo muchas veces.
Esta invitación a cambiar de perspectiva marcó una gran diferencia
para mí al relacionarme con mi padre. En lugar de sentir pesar al verlo En la que sería nuestra última conversación,
usar un andador, celebré que aún pudiera moverse. En lugar de estar
dijo que tal vez él ya no estaría allí cuando
deprimido porque su disfrute de la vida se redujo a ver programas de
televisión, miraba la televisión con él con entusiasmo. Conocí a alguien yo regresara en unos meses.

24 25
Mientras lo acompañaba en el centro de cuidados, me preguntaba la
hora aproximadamente cada cinco minutos. Antes de ese momento,
eso me habría vuelto loco. Pero me decía a mí mismo que al menos él
todavía sabía quién era yo. Se quedaba dormido en la silla de ruedas y
yo solo esperaba a que se despertara. Cuando despertaba, ¡estaba tan
feliz de verme! Eso nos daba mucha alegría a los dos.
En la que sería nuestra última conversación, dijo que tal vez él ya no
estaría allí cuando yo regresara en unos meses. Le dije que no había
garantía de eso para ninguno de los dos. Nos reímos de eso. Pero le
pregunté: “Si esta fuera la última vez que nos viéramos, ¿qué querrías
decirme?” Tuvimos una buena conversación que me acompaña hasta el
día de hoy.
Debido al confinamiento por el COVID-19, las instalaciones donde
él vivía prohibieron más visitas hasta que él ingresara al hospital para
enfermos terminales, y para entonces, él ya no podía comunicarse. Yo
sentí agradecimiento porque nos habíamos despedido meses antes.
Creo que, a nivel espiritual, nuestros seres queridos saben cuando
estamos presentes. Cuando Papá respiró por última vez, yo estaba a
solas con él. Miré el reloj digital en la pared junto a su cama. Siempre
había querido saber qué hora era, y tal vez quería que anotara la hora
de su fallecimiento. Digo eso porque, cuando miré la hora y los minutos
mostrados en el reloj digital, correspondían exactamente al mes y día de
mi nacimiento. Él estuvo allí para mi primer aliento y yo estuve allí para
su último aliento.
Adiós, Papá, hasta que nos volvamos a encontrar.
El reverendo Bill Englehart es escritor, orador y maestro en Tucson,
Arizona.
26
CÓMO DEJAR
DE PREOCUPARSE
Por Peggy Konkel
Mientras escribo esto, acabo de terminar de leer el informe médico
sobre mi mamografía. Mi madre murió de cáncer de mama metastásico
a la edad de 47 años. Yo tenía 19 años en ese momento.
He ido a exámenes casi todos los años. Hace mucho tiempo decidí que,
en términos de mi vida y desarrollo espiritual, el cáncer de mama era
parte del viaje de mi madre, pero no el mío. Aún así, siempre me siento
un poco ansiosa cuando llega el momento de la prueba. No obstante,
los resultados externos confirman lo que ya sé en mi interior.
Ahora que tengo 70 años, recibo el primer informe que indica que
necesito más pruebas porque se observaron “asimetrías” en ambos
senos. Es difícil concentrarse en la verdad de que todo está bien. Incluso
si más pruebas revelan la necesidad de abordar un problema físico, sé
que todo está bien.
Puedo decidir pensar positivamente en lugar
de negativamente cuando me enfrento a lo desconocido.
Puedo confiar más en la fe que en el miedo. Puedo creer
que Dios me está guiando en cada paso, en todos los sentidos.
¿Cómo puede uno dejar de preocuparse cuando llega una terrible
posibilidad al pensamiento? Estas son algunas de mis prácticas.
Primero, siempre es bueno centrarse en Dios y saber que este es el
único momento que cuenta. Este es el momento de la decisión. Puedo
decidir pensar positivamente en lugar de negativamente cuando me
enfrento a lo desconocido. Puedo confiar más en la fe que en el miedo.
Puedo creer que Dios me está guiando en cada paso, en todos los
sentidos. Que no importa lo que deba enfrentar, seré guiada con el
pensamiento y la acción correctos hacia resultados exitosos.
27
Mientras le entrego mi temor a Dios, descanso en la presencia de vivir
en este día. Pienso en lo que puedo hacer hoy para sentirme saludable y
apreciar mi cuerpo. Puedo compartir mis preocupaciones con alguien
que me comprenda y se preocupe por mí. Puedo pedirle que ore por
mí. Muchas veces estoy dispuesta a orar por otra persona, pero dudo y
me detengo cuando necesito apoyo de oración. Puedo concentrarme en
ayudar a alguien más que lo necesite.
Cuando recuerdo la travesía de mi madre, puedo sentirme bendecida
por cómo su caminar animó y apoyó a tantas otras mujeres que
tuvieron un diagnóstico similar. Ella fue una de las receptoras originales
de la quimioterapia.
También puedo mirar a mi madre con agradecimiento por las lecciones
que compartió conmigo para ayudarme a aceptar mi condición de
mujer y avanzar en un mundo de hombres.
Y finalmente, puedo agradecerle por compartir su viaje espiritual
mediante su proceso de muerte y el legado que me dejó.
Esperar los resultados de un examen médico puede ser un ejercicio
espiritual sobre cómo no preocuparse, una oportunidad para la fe y la
gratitud.
Actualización: Una segunda mamografía mostró que estoy libre de
cáncer.
La reverenda Peggy Konkel es ministra y oradora en Northville, Michigan.
28
CUANDO HAY ENFERMEDAD
MENTAL EN LA FAMILIA
Por John Beerman
Las relaciones familiares son difíciles, incluso cuando uno hace todo
lo posible por aplicar los principios espirituales. Los miembros de la
familia reflejan entre si sus pensamientos, gestos e incluso en su forma
de hablar. Puede ser abrumador verse reflejado en un miembro de la
familia, especialmente si él o ella está luchando contra una enfermedad
mental.
Avancé poco en mi relación hasta que acepté que yo también tenía
algunas de las características de la enfermedad mental. Yo también
estaba enfermo.
Cuando una persona de la familia está enferma, toda la familia se ve
profundamente afectada, cada uno de manera diferente. Y debido a que
los miembros de la familia pueden parecerse en muchos aspectos, es
difícil asumir la responsabilidad individual en la enfermedad de otra
persona. También puede ocurrir el enmarañamiento, por lo cual luego
hay una lucha por separarse psicológicamente unos de otros.
Ver las deficiencias mentales de mi hija me llevó a reconocerlas en mí.
¿Qué podía yo hacer ante tal?
Comencé a verla como una persona plena y saludable, y a ver
nuestra relación como una experiencia de padre e hija que crecíamos
orgánicamente; vivíamos, amábamos y nos sobrellevábamos incluso
mientras luchábamos contra nuestros demonios.
Comencé a orar por su bienestar y por nuestra relación. Comencé a
tratarla de manera diferente, como una persona íntegra y saludable.
No fue fácil y los problemas persistieron, pero finalmente se produjo un
cambio. No puedo decir cuándo ni cómo, pero el Espíritu me guio y me
mostró el camino.
29
¿Hay esperanza para las familias afectadas por enfermedades mentales?
Sí. Sin embargo, requiere del firme compromiso de practicar las
verdades espirituales.
El segundo principio que enseña Unity es que todos los seres humanos
son creados a imagen y semejanza del Espíritu y, por lo tanto, son
inherentemente buenos. Ser buenos significa que, en lo profundo de
nosotros, la chispa de Dios vive y tiene su ser. Sin embargo, puede ser
oscurecida por la enfermedad mental. Esto se puede superar, pero se
necesita un fuerte compromiso para lograr la recuperación.
Vivir el momento presente, verte a ti mismo y a la otra
persona como un ser pleno, así como la oración constante,
son las herramientas que iluminarán tu camino.
Si tú o alguien de tu familia padece una enfermedad mental, hay
esperanza. Empieza hoy pidiendo guía al Espíritu y luego habla con
alguien en quien confíes y quien tenga experiencia en el tratamiento
de enfermedades mentales. Dios te mostrará el camino, pero depende
de ti andar el camino y mantener la idea de la plenitud para ti o un ser
querido.
No conozco mayor desafío en el camino espiritual que tener un
miembro de la familia afligido por una enfermedad mental. Vivir
el momento presente, verte a ti mismo y a la otra persona como un
ser pleno, así como la oración constante, son las herramientas que
iluminarán tu camino. Mantente dispuesto a hacer lo que tu corazón
te diga. Serás guiado divinamente mientras descansas en la amorosa
conciencia espiritual.
El reverendo John Beerman es el ministro de la Iglesia Unity Community
de Dunedin, Florida.
30
SIGUE SIENDO NUESTRO
PADRE FUERTE
Por Jeanmarie Eck
Mientras nos criábamos, mi hermana mayor y yo acudíamos a nuestro
padre cuando necesitábamos fortaleza y seguridad. Mi padre se llenaba
de orgullo al mantener el hogar de nuestra familia, un lugar donde
siempre podíamos quedarnos cuando necesitáramos un lugar para vivir
o visitar cuando pudiéramos. La casa de mi padre era el eje central de
nuestra familia.
A medida que mi padre se volvía mayor, esperábamos que dejara de
trabajar en dos o tres empleos a la vez para mantener a su familia.
Nunca pensamos que las cosas cambiarían como lo hicieron.
Sabía que, sin sentir la presencia
de Dios durante todo el proceso,
no habría llegado tan lejos.
Hace unos 15 años, mi hermana SallyAnn notó que mi padre ya no
actuaba como normalmente lo hacía. Yo me había dado cuenta de que
se estaba volviendo distante y era difícil conectarme con él por teléfono,
pero yo estaba recién casada y no lo veía con tanta frecuencia como mi
hermana. Sus conversaciones con él se volvieron repetitivas, como un
disco rayado, y ella pudo ver su confusión.
Lamentablemente, a mi padre le diagnosticaron demencia moderada.
Descubrimos que podría haber tenido signos de demencia durante 10
años antes del diagnóstico. Las piezas del rompecabezas comenzaban
a encajar y a explicar por qué el comportamiento de mi padre había
cambiado a lo largo de los años.
Mi hermana asumió desinteresadamente el papel de cuidadora y oraba
para recibir fortaleza mientras procesaba las devastadoras noticias
31

sobre cómo esta condición podría progresar, dándose cuenta de que ella
tendría que estar ahí para él durante todo el proceso.
Mientras estudiaba en el seminario, inmersa en mis estudios para
convertirme en ministra Unity, mis oraciones estaban con mi hermana
y mi padre mientras ella atravesaba el miedo a lo desconocido,
haciendo todo lo posible para mantenerlo a salvo y activo.
El neurólogo le recetó medicamentos para la demencia que ayudarían
a retrasar el proceso. Mi hermana pasaba las noches investigando
esta enfermedad, de manera que pudiera prepararse para la inevitable
32
pérdida de función cognitiva de mi padre. Fue entonces cuando
descubrió que, con una dieta adecuada, vitaminas y medicamentos, su
demencia podría estabilizarse durante muchos años.
Parecía un milagro. La fe de mi hermana era fuerte, y decía, que en el
fondo, sentía que Dios conocía el amor de una hija y cuánto se había
comprometido a hacer todo lo posible para cuidar de nuestro padre. El
neurólogo dijo que estaba sorprendido de que las pruebas no mostraran
signos de que la demencia de nuestro padre empeorara.
SallyAnn continuaba acudiendo a Dios para buscar fortaleza, de la
misma manera en que alguna vez se había dirigido a nuestro padre.
Sabía que, sin sentir la presencia de Dios durante todo el proceso, no
habría llegado tan lejos.
Este año, nuestro padre cumplió 92 años y sigue gozando de buena
salud física, aunque el neurólogo determinó que ya no era seguro
para él vivir solo. Se mudó con mi hermana y su hijo pequeño y ha
enfrentado valientemente el difícil ajuste que puede ocurrir cuando una
persona con demencia es reubicada.
Sin embargo, hay ocasiones en las que escucha una canción de Frank
Sinatra y canta todas las palabras o cuenta una historia colorida de su
pasado, y SallyAnn ve señales del padre que recordamos: el encantador
narrador de historias, lleno de vida y humor. Para ella, él sigue siendo
tan especial como lo fue durante nuestra niñez, pero de una manera
nueva.
Estoy agradecida por la bendición que es nuestro padre y por el don de
fortaleza y fe que he presenciado en el amor devoto de mi hermana al
aceptar este sagrado papel de cuidadora.
La reverenda Jeanmarie Eck es ministra
asociada en Unity de Houston, Texas.
33
UNA FAMILIA QUE SE RECUPERA de una práctica continua de oración, meditación y reflexión, la luz
interior de Cristo guio mis acciones. Reveló mi papel en la restauración
DEL SUICIDIO de la integridad dentro de nuestra familia.
Por David Brian Adams Todo comenzó con una carta. Escribí sobre la vergüenza que sentía
por ser homosexual en un hogar conservador y mi viaje constante para
Casi todas las familias tienen a alguien así, esa persona que parece superar esa vergüenza. Escribí sobre todo lo que había ocultado durante
irradiar vida y luz donde quiera que va. Es una persona cuyo amor años para evitar preocupaciones o rechazos. Sin juzgar ni culpar, esta
por la vida, la familia y las amistades ocupan cada momento y su carta cumplió el deseo de dejar que mi verdadera luz interior brillara
personalidad es embriagadora y contagiosa. Es una persona que parece por fin. Parado frente al buzón con varias copias en la mano, bendije
calmar cada queja, capear cada tormenta e iluminar el camino que trae
a la familia de regreso a la mesa, pase lo que pase. Mi hermano, Jim, era
esa persona en nuestra casa.
Cuando Jim se suicidó en 1989, sentí que nuestra familia nunca volvería
a estar completa. La luz de Jim se había ido. El corazón tranquilo y
firme que conocía nuestros secretos dolorosos y nos unía a pesar de
nuestras heridas ya no estaba físicamente presente, y estábamos a la
deriva. Las reuniones familiares una vez llenas de recuerdos afectuosos
ahora se sentían tristes, silenciosas y vacías.
Fue desde este lugar de vacío que cada uno de nosotros buscó algo más.
Guiados por nuestra propia sabiduría interior, nos embarcamos en
viajes espirituales individuales hacia la sanación.
Para mí, ese viaje comenzó con el perdón. Me perdoné a mí mismo,
a mis padres y a mis hermanos por las formas en que, según entendí,
no habíamos podido estar allí para Jim y el uno para el otro. Perdoné
a Jim porque supuse que no había buscado ayuda. Abandoné la idea
de que Dios de alguna manera había abandonado a mi familia en este
momento de necesidad.
A lo largo de este proceso de perdón y liberación, me di cuenta de que
Dios es incapaz de abandonarnos: el Consolador que Jesús prometió
mora adentro (Juan 14:16). Confiando en ese Consolador, fomenté una
relación con el Dios que está verdaderamente entre nosotros. A través

34 35
cada carta y pedí que se recibiera en el espíritu en que estaba escrita.
Preparado para cualquier respuesta que pudiera recibir, esperé.
En cuestión de semanas, esa carta fue respondida con cartas
similares. Con el tiempo, estas misivas generaron oportunidades para
conversaciones amorosas y vulnerables. Las conversaciones continuas
invitaban a la comprensión, la paciencia y a un renovado sentido de
conexión.

El tiempo dedicado a recordar el pasado se ha llenado

de risas. El amor que nos tenemos el uno al otro nos
une una y otra vez, y la luz de ese amor brilla intensamente.

Si bien este proceso no siempre fue fácil, valió la pena. Cada uno de
nosotros aprendió a aceptar nuestro papel guiados por el Espíritu
y realmente comenzamos a reconocer la luz sanadora de Cristo en
acción. Aunque estaban enraizados en prácticas distintas, nuestros
viajes espirituales personales empezaron a unirnos de nuevo. El amor
finalmente nos llevó de regreso a la mesa familiar.
Hoy mi familia se reúne en línea todas las semanas. Las reuniones que
antes parecían huecas ahora están llenas de amor. El tiempo dedicado
a recordar el pasado se ha llenado de risas. El amor que nos tenemos
el uno al otro nos une una y otra vez, y la luz de ese amor brilla
intensamente. Mi familia está más unida ahora que en muchos años.
Es una cercanía que honra la luz que era mi hermano Jim. Es una
cercanía que refleja la luz que él continúa siendo en nuestras vidas.

El reverendo David Brian Adams es coministro de Unity de Independence

en Missouri.
Matrimonio
y divorcio
36 37
MATRIMONIO:
AÚN DIGO “SÍ, ACEPTO”
Por Kathy Beasley
Recuerdo la emoción de nuestro compromiso como si fuera ayer. El
destello del anillo me dejó sin aliento, de tal manera que apenas podía
hablar por las lágrimas de alegría. Todo a mi alrededor se sentía eléctrico.
Nuestra historia es el simple relato en el que un alma conoce a otra
alma, que una persona introvertida se enamora de una persona
extrovertida, la persona creativa siente intriga por la intelectual
y la persona comediante encuentra consuelo en los brazos de la
emprendedora. Nuestras prácticas espirituales se han expandido
para incluir la integridad, la risa, la escucha, la sorpresa y la amistad.
Encontramos armonía en el Silencio, verdad en una mirada robada y
alegría bailando en la cocina.
Han pasado apenas 956 días desde nuestra boda en presencia de
nuestra familia escogida. Fue un día memorable, lleno de risas,
lágrimas, alegría y mucha música realmente buena. También fue el día
en que mi vida y todo lo que surge de ella cambiaron para siempre,
porque todo lo relacionado con el 22 de julio de 2018 fue una respuesta
a la oración y un ancla para mis esperanzas y sueños.
38
Mientras estoy sentada en la tenue luz de mi oficina concentrando mis
pensamientos, reconozco que el matrimonio es algo más que ritos,
rituales, costumbres y ceremonias. Un matrimonio es una declaración
viviente de la Verdad, el amor, un acto de fe entre cada respiración.
Cada día ha sido una lección, una segunda oportunidad sagrada,
una oportunidad para liberarnos de las ataduras de los precedentes y
sentirnos libres en la actividad del Principio en nuestras vidas unidas.
Ella y yo creemos que el poder de nuestras palabras, dichas en esa
lluviosa tarde de domingo, se convirtió en la base de cada momento por
venir. Lo que comenzó como un voto se ha convertido en una forma de
ser que se vive en voz alta todos los días.
Las palabras “sí, acepto” no fueron solo una aventura nostálgica de
una sola vez. Las palabras que compartimos se han convertido en el
fundamento sobre el cual descansa todo lo demás de nuestra vida en
común, ya que cada día es una oportunidad para hacer todas las cosas
desde el amor y con amor, una y otra vez.
La ceremonia del matrimonio nos ha enseñado a vivir desde las
palabras que pronunciamos y a permitir que nos reconforten y nos
recuerden siempre nuestra Verdad. El viaje de cada día ha sido una
oportunidad divina para sanarnos, tenernos, sostenernos y honrarnos
con todo lo que somos, en presencia del amor puro.
Vivimos, nos movemos y encontramos nuestro ser en la actividad
del Principio, en aquello que decimos. Celebramos a diario el hacer y
deshacer divino de lo que más importa en cada momento. Las palabras
de nuestras oraciones silenciosas nos unieron, celebraron nuestra unión
y entrelazaron nuestras vidas.
Nuestra historia se trata de recordar siempre el “sí, acepto” en la práctica
de vivir mientras nos esforzamos por ser quienes somos, confiamos en el
poder dentro de nosotras y nos aferramos una a la otra cuando el suelo se
mueve bajo nuestros pies. No importa qué, aún digo “sí, acepto”.
La reverenda Kathy Beasley es ministra en el Centro de Vida Espiritual de
Florida Central en Orlando.
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MANEJANDO EL DIVORCIO
Por Lesley Miller

Lo admito. Siento celos de las parejas divorciadas que se llevan bien.

Ya las conocen: pasan las vacaciones de Navidad u otras celebraciones
importantes todos juntos con sus hijos, nietos y familias mixtas. No
se atacan el uno al otro. En general, son amables y se comportan bien,
incluso de manera respetuosa, en eventos familiares. A pesar de que ya no
están casados, parecen mantener la idea de “familia” con suficiente respeto
como para compartir momentos significativos sin comportarse mal.
Yo quiero eso. Mi corazón anhela un momento en el que mi exesposo
y yo podamos celebrar eventos familiares con nuestros hijos, y ahora
sus nuevos hijos, sin la necesidad ansiosa de excluir al otro o causar un
evento catastrófico que pudiera destruir el cosmos.
En nuestra familia, sigue habiendo una angustia terrible por nuestro
divorcio contencioso de hace mucho tiempo. El trauma de esa
experiencia, con sus años de amargura antes del divorcio y los años
contenciosos que le siguieron, aún no ha sanado, ni siquiera en nuestros
hijos adultos. Podríamos haberlo hecho mejor, pero no lo hicimos.
¿Acaso importa cuánto tiempo estuvo una pareja unida? Al principio, amistosamente, resolviendo los arreglos de vivienda, las finanzas y los
había grandes expectativas, aunque equivocadas en ese momento, de problemas de crianza de manera cooperativa. Nosotros no lo hicimos.
una vida feliz y amorosa juntos. De ese amor nacieron niños preciosos y
hermosos. Comenzó una nueva familia. No hay modelos guías para el divorcio. Tal vez se deba a que el divorcio
no cuenta con la aprobación de la sociedad de la misma manera que
El filósofo británico Alain de Botton observa que es probable ocurre con el matrimonio. No existe una comunidad natural de apoyo
que todos nos casemos con la persona equivocada. Si bien la para las dificultades y ajustes del divorcio. ¿Cómo puede una madre o
perspectiva es aterradora, el error que contiene nuestra elección es padre divorciado encontrar compasión en una sociedad que todavía
un desafío magnífico, una especie de regalo, si podemos encontrar afirma que “hasta que la muerte nos separe” es un valor familiar?
individualmente el valor y la humildad para aprender una mayor
confianza e intimidad. Si tan solo supiéramos cómo. Sin la ayuda de un terapeuta maravilloso, no habría sobrevivido a la
indiferencia exterior y la vergüenza interior. Las expectativas en el
Cuando un matrimonio termina y hay niños involucrados, los trabajo y los niños en casa insistían en que debía continuar como si
consejeros y los tribunales recomiendan a los padres que se adapten nada.

40 41
El divorcio puede ser una oportunidad para reconstruir la vida y las
relaciones, pero es difícil ver las posibilidades cuando la amargura, el
miedo y la sensación de fracaso tiñen tu mundo, junto con la pérdida
de esperanzas y sueños, estatus social y seguridad financiera.
Pasar por el divorcio fue como vivir una guerra. Veinte años después,
una desconfianza palpable todavía se cierne sobre nuestra familia como
una niebla. Lo que más lamento es cómo se vieron afectados nuestros
hijos. El divorcio también les ocurrió a ellos. Cuando se destroza la
confianza de un niño, las piezas nunca regresan a su lugar de origen.
Recientemente comencé a orar por lo que quiero: sanación en mi
familia. La oración no pide que las cosas se arreglen, sino que pide
verlas correctamente.
Una persona no puede sanar la dinámica de toda una familia,
pero la sanación de una persona puede iniciar el cambio
en el sistema más preciado de todos.
Al principio, oré para que él cambiara. ¿Pero cuál fue mi parte? Recordé
mi antiguo patrón de crítica y reactividad en un cumpleaños familiar
hace unos años. Si la confianza tuvo la oportunidad de germinar ese
día, fui yo quien la mató. ¿Qué es lo que todavía necesita sanar en mí?
Siento que el Espíritu me empuja hacia la armonía y a una mayor
expresión de amor. Mi trabajo es dejar que me guíe para sanar mi
propio dolor y falta de perdón. Una persona no puede sanar la
dinámica de toda una familia, pero la sanación de una persona puede
iniciar el cambio en el sistema más preciado de todos.
La sanación ocurre si la queremos. Si bien aún no ha sucedido, esta es
mi oración. Y la oración lo cambia todo.
La reverenda Lesley Miller es escritora y maestra en Nueva Jersey.
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SUPERAR LA INFIDELIDAD
Por Veronica Walker-Douglas
Los votos matrimoniales tradicionales incluyen versos sinceros
pronunciados por quienes ofician la ceremonia y por las parejas
felices. Estos votos pueden proclamarse en varios idiomas y diferentes
tradiciones religiosas porque el significado y el mensaje del amor eterno
es universal.
“Por tanto, lo que Dios ha unido, que no
lo separe nadie”.—Marcos 10:9
“Todos ustedes deben honrar su matrimonio”.—Hebreos 13:4
Entonces, ¿qué sucede cuando el voto se quebranta y el vínculo se
rompe?
La infidelidad puede ser el último desafío para un matrimonio y se
percibe como una llamada de atención consciente o subconsciente
para los cónyuges. Puede verse como una desviación de los problemas
centrales que se han evitado y crean barreras en el matrimonio.
El adulterio se menciona 52 veces en la Biblia como uno de los pecados
condenados con mayor frecuencia y severidad. La Biblia indica que el
adulterio es motivo de divorcio, pero la reconciliación y la salvación de
un matrimonio nunca están más allá de la gracia y la guía de Dios.
El camino para superar la infidelidad puede ser guiado por un camino
de fe. La persona debe estar dispuesta a volver al amor en lugar de
partir con miedo. La voluntad humana y las necesidades del ego se
entregan a la voluntad de Dios, y el matrimonio se entrega en manos
del Padre. El plan de transformación divino se puede revelar cuando
ambos cónyuges abren sus mentes para ser iluminados por una mayor
comprensión de sus viajes individuales y conyugales.
En el centro de este proceso hay una invitación a practicar el perdón.
43
El perdón es liberar pensamientos, acciones y reacciones basadas en
el miedo. Una vez que se enfrenta el miedo, se crea un espacio abierto
para que el amor lo reemplace.
El perdón es el acto consciente de permitir que una transformación
milagrosa lleve a la persona a un nuevo nivel de experiencia.
El perdón y la aceptación de uno mismo son la base para seguir
adelante y dejar un lugar de dolor y arrepentimiento. Luego se levanta
el peso; hay ligereza y un mayor deseo de extender la mano a su pareja.
Esto es compasión y amor puro e incondicional que trasciende el
tiempo de una manera poderosa. Los cónyuges quedan libres para
ser guiados por la lección y la bendición de la experiencia. Las
defensas disminuyen, la ira se aplaza y cede el resentimiento hacia los
involucrados. El asunto puede ser una oportunidad para reconstruir
sobre un terreno más sólido y santo. La decisión divina va más allá de
irse o quedarse; es poner la confianza en Dios.
Que las parejas permanezcan juntas en firmeza con un compromiso
renovado de verdadera fidelidad.

Veronica Walker-Douglas es trabajadora social clínica en Illinois y

afiliada a Christ Universal Temple en Chicago.

Pads
e hijos
44 45
 de la agencia de servicios sociales, el lugar donde habíamos pasado
los fines de semana de capacitación, mirando los perfiles de los
niños disponibles para ser colocados con una familia de acogida y
posiblemente crear una familia para siempre.
La trabajadora social entró y vio el dolor y la confusión en mi rostro.
Ella dijo: “No te preocupes. Hay otros padres para los otros niños. Elige
el que sea adecuado para ti”. Y con ese permiso, gracias a la sabiduría
que ella había obtenido a través de los años de presenciar la inquietud
de la gente, pude tomar una decisión.
Había una foto a la que yo regresaba
constantemente, una foto que no me
dejaba ir. Pensamos que adoptaríamos
a un niño de 7 u 8 años que sería el
hermano o hermana mayor del bebé
que adoptaríamos más tarde. En
cambio, el niño que me llamaba era
Tobias, en el centro, con JD Schramm y Ken Daigle un chico de 15 años parado sobre
una roca, flexionando sus músculos y
CUANDO ADOPTAMOS A TOBÍAS luciendo como si no tuviera ninguna
preocupación en el mundo. Pero yo
Por Ken Daigle sabía que eso estaba muy lejos de
la verdad. Así que me volví hacia la
La trabajadora social entró con una carpeta llena de páginas de perfiles, trabajadora social y le dije: “Háblame Primera vista de Tobias
resúmenes de cientos de vidas de niños. Me senté allí durante lo que de él”.
parecieron horas, mirando perfil tras perfil, sin poder tomar una
decisión. ¿Cómo se elige a un niño en vez de a otro? ¿Cómo decides Antes de que sus trabajadores sociales nos permitieran conocer a
cuál es el correcto según una foto? ¿Cómo miras a un niño con Tobías, querían algo de nosotros. Fuimos a otra agencia de servicios
necesidades especiales y dices: “No, eres demasiado; No puedo criarte”, sociales y a otra sala de conferencias para reunirnos con su trabajador
social actual, con un extrabajador social, con un trabajador especial
al igual que lo han hecho ya otros adultos con ellos?
de servicios sociales a largo plazo y con Lisa, su defensora especial
Mi esposo y yo habíamos decidido que con todos los niños que hay designada por el tribunal (CASA). Lisa había estado con Toby desde
en el sistema de acogida del gobierno, debíamos comenzar nuestra que tenía 8 años y fue abandonado por su padre. Conocía a Toby mejor
familia adoptando uno. Así que allí me senté en la sala de conferencias que nadie.

46 47
Pusieron una carpeta de documentos frente a nosotros, de al menos
tres pulgadas de grosor, y nos dijeron: “Estos son todos los registros del
tiempo de Toby en el sistema de acogida”.
Había estado en 22 hogares de crianza distintos en ocho años y en ni
uno había durado más de seis meses. En un caso, iba a ser adoptado
por una familia con otros dos hijos biológicos, cuando el padre resultó
gravemente herido en un accidente, lo que provocó que la familia
devolviera a Toby al sistema de acogida.
En este montón de documentos, había una declaración convincente de
uno de sus trabajadores sociales: “A pesar de todo el dolor y la angustia
que ha vivido Toby, todavía sueña con ser adoptado por una familia
para siempre”.
Ese día, nos contaron todo lo que sabían sobre Toby y su vida. Luego
nos dijeron que no lo presentarían ante nosotros, y ni siquiera le
La familia actualmente: (De izquierda a derecha) Ken Daigle, JD Schramm, Roma,
Tobias cargando al bebé Joshua
48
hablarían de nosotros, a menos que estuviéramos seguros de que
podríamos manejar el asunto. Nos pidieron que prometiéramos que no
nos daríamos por vencidos con él, sin importar lo que pasara. Temían
que otro rechazo lo devastara.
Nos pidieron que nos fuéramos a casa, lo pensáramos y les hiciéramos
saber nuestra decisión la próxima semana.
La verdad más grande era que Toby ya estaba
en mi corazón. Quedé completamente convencido
cuando escuché que “todavía sueña con tener
una familia para siempre”.
Lo pensamos y hablamos, pero no nos tardamos mucho. Al principio,
me preguntaba cómo alguien podía comprometerse con un niño sin
importar qué, pero luego me di cuenta de que eso es lo que hacen todos
los padres. Fue un sí fácil.
La verdad más grande era que Toby ya estaba en mi corazón. Quedé
completamente convencido cuando escuché que “todavía sueña con
tener una familia para siempre”. ¡Qué ejemplo del poder de la fe y la
esperanza! Sabía que su bien estaba en el mundo y soñaba con ello.
Dos semanas después, nos sentamos frente a Toby en un restaurante
Panera Bread, ya comprometidos con el joven que apenas conocíamos
por primera vez. Le preguntamos de qué color quería pintar su
habitación.
Su preferencia era el negro. Nos comprometimos con el gris. Más tarde
supimos que nadie en su vida le había hecho esa pregunta.
Mucho más tarde, en la fiesta del cumpleaños número 18 de Toby, Lisa,
la trabajadora de CASA, fue donde nosotros y nos preguntó: “¿Cómo lo
hicieron ustedes dos? Todas las demás familias de acogida lo enviaron
de regreso. ¿Cómo hicieron esto?” Le respondimos: “No nos dimos por
vencido... al mismo tiempo”.
49
De hecho, hubo días en los que estaba dispuesto a rendirme. Hubo
días en los que Toby parecía decidido a dejarnos fuera de su vida.
¿Qué adolescente no hace eso? Ciertamente hubo días en los que ya
sentía que era suficiente, y la realidad de lo que estaba viviendo era
muy diferente a lo que había imaginado. En esos momentos, no podía
entender cómo lo superaríamos. Entonces recordaría la promesa que le
hicimos a su equipo de cuidado de crianza: sin importar lo que pasara.
Me recordaba a mí mismo que, si hubiera vivido lo que él vivió, si mis
padres me hubieran abandonado, si me hubieran dejado en el sistema
de acogida durante años, si una familia tras otra me hubiera rechazado,
si nunca hubiera tenido algo que siempre sería mío, probablemente
tomaría las mismas decisiones que Toby. Esta comprensión hizo
que fuera más fácil ver que él no me estaba haciendo nada a mí.
Simplemente estaba haciendo algo, y yo lo estaba interpretando como
si me lo hiciera a mí. ¡Yo era el egocéntrico, no el adolescente! Entonces
podía cambiar mis pensamientos y ser más cariñoso, paciente y amable,
el tipo de padre que siempre quise ser.
Toby ha sido mi mejor maestro. Me he encontrado sintiéndome herido,
enojado, decepcionado y ambivalente durante los últimos seis años.
Y he aprendido lo que significa amar incondicionalmente y aceptar el
amor sin condiciones. No tiene precio.
El Rev. Ken Daigle es ministro principal en Unity San Francisco,
California, y preside la Junta de Directores de la Sede Mundial de Unity.
50
CUANDO VUELAN DEL NIDO
Por Lulu Logan
Los padres de bebés, niños pequeños, niños en edad escolar y
adolescentes saben que cada edad presenta desafíos y que cada niño
es un misterio en sí mismo. Pero el objetivo es el mismo: amarlos y
cuidarlos al máximo de nuestra capacidad.
Cuando nacieron mis hijos, deseaba desesperadamente dormir
toda la noche, creyendo que una vez que el bebé durmiera toda la
noche, yo sería libre. Si tan solo hubiera sabido que la dentición, las
enfermedades, las fiestas de pijamas y las horas acordadas de regreso
que no serían cumplidas también interrumpirían mi sueño. Pasarían
años antes de que pudiera dormir bien.
Aun así, creía que mi profunda preocupación por ellos se evaporaría a
medida que se convirtieran en adultos. En cambio, mi falta de control
en sus vidas adultas a veces ha contribuido a una frustración aún más
profunda.
Así como la sabiduría divina me permite inherentemente
buscar, llamar y responder, mi creciente sabiduría
puede permitir lo mismo para mis hijos.
Aunque los llevé dentro de la nutritiva calidez de mi cuerpo y siempre
los consideraré “míos”, me ha sorprendido que no compartan este
estrecho e incomparable vínculo de amor hacia mí.
Sí, claro, los cuatro me quieren y me tratan con respeto, pero ese
vínculo madre-hijo no es recíproco. No sienten la misma actitud
posesiva hacia mí que yo tengo hacia ellos.
Cuando mi corazón extraña su cercanía, o cuando sus caminos de
vida, elecciones y viajes no me incluyen, me pregunto si mi yo superior,
mi Dios Madre/Padre interior, sufre de manera similar cuando yo
51
abandono esa relación. Me pregunto si, cuando se cuentan los pelos
de mi cabeza y el ADN divino recorre la médula de mis huesos —pero
busco menos que lo mejor para mí— acaso frustro el amor insondable
de Dios.
Al recordar esta verdad, estoy en mejores condiciones para no
inmiscuirme en aquellas cosas que no son de mi incumbencia,
mantener mis labios cerrados y permitir que nuestra relación crezca
como cada hijo lo desee. Así como la sabiduría divina me permite
inherentemente buscar, llamar y responder, mi creciente sabiduría
puede permitir lo mismo para mis hijos.
En Jeremías 29:11 dice: “Sólo yo sé los planes que tengo para ustedes.
Son planes para su bien, y no para su mal, para que tengan un futuro
lleno de esperanza”.
Tenía estos mismos pensamientos cuando cada uno de mis hijos fue
concebido, pero mi poder era limitado. Sin embargo, el poder de Dios
dentro de mí y dentro de ellos es ilimitado. Así que los entrego a sus
propios destinos, elecciones, caminos y viajes de vida.
Mientras respire, estaré presente para mis hijos, que ahora son todos
adultos, así como sé que Dios siempre está presente para mí.
La reverenda Lulu Logan es oradora habitual en Unity of Merritt Island,
en Florida, y está iniciando una comunidad en línea llamada Sojourners
of Unity.
52
PERDONAR LA GRAN MENTIRA
Por Elizabeth Longo
Me crie en una familia llena de secretos. Mantener las apariencias era
un acuerdo tácito. Cuando tenía 30 años, descubrí uno de los secretos
que había estado muy bien guardado. Mi padre no era mi padre
biológico. Hubo muchas señales de alerta, cosas que no tenían sentido
con respecto a mi infancia y muchas otras mentiras para cubrir la gran
mentira. Mi alma sabía que algo no andaba bien.
Al principio, estaba enojada y resentida, y le cerré mi corazón a las
personas que más amaba. Fue doloroso y me sentía aislada. En lo más
profundo, sabía que, si quería paz y felicidad, tenía que perdonar. Las
palabras de Jesús en la cruz se volvieron cruciales para mi proceso:
“Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen” (Lucas 23:34).
Fue doloroso y me sentía aislada. En lo más profundo,
sabía que, si quería paz y felicidad, tenía que perdonar.
Las palabras de Jesús en la cruz se volvieron
cruciales para mi proceso.
Decidí que aferrarme a los pensamientos inmisericordes era un
precio demasiado alto a pagar. Me di cuenta de que era una víctima
de mi propia historia. Así que me comprometí con un proceso para la
sanación y el perdón.
Primero fue la oración. Oré sin cesar. Trabajé con negaciones y
afirmaciones. Escribí en un diario, lloré y me di el amor propio que
tanto necesitaba.
He llegado a comprender profundamente que el perdón es un proceso
continuo que ocurre en etapas y que comienza con nuestro deseo de
liberarnos de la creencia de que alguien o algo nos ha hecho mal. Ahí
comienza el verdadero trabajo.
La compasión y la comprensión son ingredientes clave. Todas las
personas hacen lo que creen que es mejor. Sé que mi madre pensó
53
que casarse con otra persona era la mejor solución. Una madre soltera
durante la década de 1950 no hubiese sido bien aceptada por la
sociedad.
Pero también están las heridas emocionales que necesitan un cuidado
tierno. Tuve que sentir emociones intensas y abrazar partes de mí
misma que estaban a la deriva. Escribir un diario es una herramienta
que me ayuda a dejar ir.
El mantra que repetí en mi viaje hacia el perdón fue: “Dejo ir y dejo a
Dios actuar”. En el camino, aprendí a amarme incondicionalmente y a
ser gentil y amable con mi alma.
El perdón libera nuestras almas de la pesadez de las percepciones
erróneas y del dolor de creer que todo lo que ocurrió debió haber
sido diferente. Mientras nos aferremos a los resentimientos y juicios,
seremos prisioneros de lo que creamos nosotros mismos. Sin embargo,
solo nosotros tenemos la clave de la libertad. Debemos estar dispuestos
a participar en un proceso de perdón si queremos ser libres del pasado.
Cuando miro en retrospectiva los momentos de mi vida en los que me
sentí traicionada y tuve que perdonar, puedo ver las bendiciones con
claridad. Ahora soy más resiliente. Mi fe en Dios es inquebrantable.
Soy consciente de que hay recursos infinitos en el centro de mi ser. Con
Dios todo es posible.
La Rev. Elizabeth Longo es coach y consultora ministerial en el sur de
Florida.
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CÓMO ESCUCHAR A LOS NIÑOS
Por Carolyn Warnemuende
La práctica espiritual de escuchar desde el corazón es una de las
herramientas más poderosas que tenemos para edificar relaciones.
Cuando nos sentimos escuchados y comprendidos, sabemos que somos
aceptados como somos en ese momento.
Jesús, el Maestro que nos muestra el camino, habló de aquellos que
tienen “oídos para oír”. Estaba hablando de las personas que escuchan
con el corazón y la mente abiertos para recibir comprensión. Dar el don
del entendimiento a otra persona mejora la relación y ayuda al otro a
avanzar.
Cuando se les pregunta a las personas qué es lo que más quieren en una
relación, muchos dicen que quieren ser escuchados, entendidos. Eso es
lo que también quieren nuestros hijos. Cuando aprendemos a escuchar
para comprender, tenemos “oídos para oír” el mensaje detrás de las
palabras que dicen. Los padres que han desarrollado la habilidad de
escuchar con eficacia a sus hijos encuentran que hay más armonía en su
familia.
Nuestro mayor deseo debe ser conocer profundamente
a nuestros hijos y comprender su proceder.
Escuchar eficazmente requiere intención y atención. Nuestro mayor
deseo debe ser conocer profundamente a nuestros hijos y comprender
su proceder. Debemos estar dispuestos a tomarnos un tiempo para
escuchar con total concentración. La escucha eficaz proviene tanto del
corazón como de la mente.
Como ya saben los padres, los niños usarán casi cualquier método
para llamar la atención cuando quieran ser escuchados. Esto incluso
puede incluir gritar o hacer un berrinche. Su razonamiento es: “Si no
55
puedo hacer que mamá o papá me escuchen cuando hablo con una voz Reflejar. Después de que tu hijo comparta sus sentimientos o
normal, tal vez esto funcione”. Por lo general, esta no es una elección preocupaciones, repite en tus propias palabras lo que has entendido.
consciente, sino un grito para ser escuchado. A menudo, el mensaje se expresa debajo de las palabras utilizadas.
Por ejemplo, si tu hija dice: “No quiero volver nunca más a esa
Para desarrollar relaciones sólidas y positivas y evitar conflictos estúpida escuela”, podrías decir: “Parece que tuviste un día difícil en
innecesarios, las siguientes ideas funcionan bien: la escuela. ¿Quieres contarme qué pasó?”. Si ella dice “No”, acéptalo y
Detener. Mirar. Escuchar. Cuando tu hijo quiera decirte algo, tómate no la presiones. Sin embargo, lo más probable es que dé más detalles
un momento para detener lo que estás haciendo, haz contacto visual sobre lo que sucedió porque sabe que la escuchaste y te preocupas.
y escucha de todo corazón. Cuando prestas toda tu atención a esa Reflejar sentimientos de alegría también abre la puerta a más
interacción, tu comportamiento dice: “Lo que tienes que decir es conversaciones. En otras ocasiones, es posible que desees juzgar el
importante para mí”. mensaje que has escuchado. Juzgar cierra la puerta. Si ella se siente
juzgada, será difícil para ella confiar en que la escucharás en el futuro.
Reconocer. Después de que tú y tu hijo hayan tenido una
conversación exitosa, reconoce la experiencia. Decir: “Gracias por
hablar conmigo, me gustó escucharte”, puede ser suficiente. Es
importante que cada uno de ustedes reconozca lo importante que es
ser escuchado, pues esto fomenta las interacciones futuras.
Escuchar a los niños con “oídos para oír” es un hábito espiritual que
requiere práctica. A medida que incorpores esta destreza, ambos
comenzarán a sentir una conexión entre ustedes. Como beneficio
adicional, su nueva forma de escuchar se ampliará para incluir a todos
en su vida. Escuchar profundamente es un don espiritual que enriquece
tu vida y la de todos aquellos con quienes te relacionas.

La reverenda Carolyn Warnemuende es ministra en la Iglesia Unity en

Redding, California.

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LAS CINCO FACETAS DE
LA CRIANZA CONSCIENTE
Por Paul John Roach

Lo primero y más importante que debemos darnos cuenta como padres

conscientes es la verdad de que no poseemos a nuestros hijos. Somos
guardianes durante sus años de formación, pero nunca sus propietarios.
Como Kahlil Gibran escribió tan hermosamente en sus pensamientos
“Sobre los niños” en su famoso libro, El profeta (Alfred A. Knopf, 1923):

Tus hijos no son tus hijos.

Son los hijos e hijas del anhelo de la Vida por sí misma.
Vienen a través de ti, pero no de ti
Y aunque están contigo, no te pertenecen.
Por supuesto, amamos mucho a nuestros hijos y es fácil apegarnos
a ellos. Sin embargo, la crianza hábil y exitosa se basa en el
reconocimiento de que, como guardianes de estos regalos preciados, los
amamos más plenamente cuando apreciamos su integridad y plenitud
innatas.
Al tener dos hijas y cuatro nietos, sé que cada niño es único con sus
propias personalidades, intereses y habilidades. La crianza consciente Cualquiera de los dos enfoques funciona, siempre que los elementos en
es reconocer su singularidad para luego ayudarlos y enseñarles, no común sean el amor y el respeto por el niño.
mediante la imposición sino con el ejemplo. Cuando modelamos el
La crianza consciente no se trata de que todos hagan lo mismo,
comportamiento y los valores, los niños responden de manera natural.
siguiendo unas pautas perfectas de crianza. Se trata, como su nombre
También sé que no existe una manera correcta de criar a un niño. indica, de ser consciente o prestar atención, de permitir que la intuición
Funciona el tener varios enfoques. Algunos padres establecen una nos guíe. La atención plena crea espacio en la conciencia para que no
rutina con horarios específicos para las comidas y para ir a dormir, reaccionemos a comportamientos y estímulos, sino que los veamos
por ejemplo. En general, fui ese tipo de padre con mi hija mayor. Sin como parte de un todo más amplio. Dios sabe que hay momentos en
embargo, su propio estilo de crianza es mucho más relajado. Tanto que los niños ponen a prueba nuestra paciencia y aprietan nuestros
ella como su esposo trabajan en el campo de la medicina con rutinas botones, especialmente cuando nuestras vidas están ocupadas y nos
inusuales, por lo que la vida familiar es flexible. sentimos abrumados.

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Para ayudar a profundizar nuestra atención plena, disfrutar el regalo de
nuestros hijos y el honor de ser sus padres, ofrezco cinco consejos que
creo que son importantes para criar de manera exitosa.
Uno. El primero es el valor para crear límites saludables. En nuestro
deseo de complacer y alentar a nuestros hijos, a veces nos resistimos a
usar la palabra no. Creemos que es negativo y limitante. Sin embargo,
los límites saludables pueden formar un contenedor expansivo que
proporcione libertad y orden. Los niños aprecian que los límites ofrecen
seguridad y un patrón constante en sus vidas. Mi hija mayor me dijo
que le gusta decir que sí tanto como puede mientras deja espacio para
un no ocasional. Ella cree que sus hijos lo respetan.
Dios sabe que hay momentos en que los niños
ponen a prueba nuestra paciencia y aprietan nuestros
botones, especialmente cuando nuestras vidas
están ocupadas y nos sentimos abrumados.
Dos. Otro enfoque consciente es nuestra disposición para aprender
de nuestros hijos. La crianza es una calle que va en dos sentidos y
nuestros hijos están llenos de todo tipo de sabiduría. Como dijo Jesús,
están cerca del reino de Dios por su sinceridad, honestidad e inocencia.
Aprender de los niños nos ayuda a evitar la trampa de pensar que
los adultos siempre saben más. Puede ser una relación alegremente
recíproca.
60
Tres. La variedad también es importante. El tiempo en la pantalla de
la computadora puede ser gratificante, pero es bueno equilibrarlo con
juegos en el jardín o paseos y aventuras en la naturaleza. Involucrar los
aspectos físicos, emocionales, intelectuales y espirituales del ser ayuda a
criar niños plenos.
Cuatro. Un cuarto enfoque es recordar la diversión. El juego, la risa y la
exploración ayudan a unir a las familias y a crear recuerdos para toda la
vida.
Cinco. Finalmente, una parte importante de la crianza consciente
es tomar tiempo para ti. Nos perjudicamos a nosotros mismos y a
nuestros hijos si no nos dedicamos tiempo. El sentirnos abrumados o
incluso resentidos puede sabotear nuestros esfuerzos de ser los mejores
padres que podamos ser. Un tiempo apacible, una cita nocturna regular,
la búsqueda de un interés o pasatiempo son formas importantes de
recargar energías y renovarse. A menudo, los abuelos, los amigos y un
sistema de apoyo pueden ayudar.
Que estas sugerencias para la crianza consciente los bendigan a ustedes
y a sus familias y les ayuden a traer una mayor alegría a sus vidas.
El reverendo Paul John Roach es ministro y escritor en Fort Worth, Texas,
y presentador del podcast World Spirituality en UnityOnlineRadio.org.
61
UN ÚLTIMO CONSEJO:
TRATAR CON LA FAMILIA
ES UN TRABAJO INTERNO
Por Trish Yancey

Es natural querer acudir a nuestras familias en tiempos de desafíos o

celebraciones. A menudo tenemos expectativas increíblemente altas (y
posiblemente poco realistas) sobre cómo se supone que debe funcionar
nuestra familia.
Idealmente, una familia, es decir, nuestras familias de nacimiento o
familias elegidas, deberían reunirse sin problemas para brindar un
manto de amor, protección, alegría y apoyo. Pero las personas no
son caricaturas. Son reales, complejas y tercas. Con cada miembro
perfectamente imperfecto, cada unidad familiar ofrece el equivalente a
un programa de doctorado en crecimiento y evolución espiritual, si tan
solo nos arriesgamos a recibirlo.
Cada miembro de la familia tiene su propia personalidad, capacidades
y heridas emocionales que hacen que su contribución al conjunto
sea singularmente única. Sus peculiaridades y características a veces
encajarán perfectamente con nuestras necesidades, mientras que en
otras ocasiones nos dejan sintiéndonos incomprendidos o sin apoyo.
Somos criaturas tribales que nos desarrollamos gracias a la conexión,
incluso cuando se nos desafía a crecer y evolucionar a través de ella.
¿A dónde nos lleva esto? Mi más sincera oración al compartir esto es
Quizás la persona a quien queramos a nuestro lado en medio de una
que te lleve a donde me ha llevado a mí, a una de las lecciones de vida
crisis sea un miembro de la familia, pero puede que esa persona no
más valiosas que he aprendido: empezar por dentro.
esté disponible emocionalmente. Tal vez otro familiar hiere nuestros
sentimientos a veces, pero es la primera persona a la que acudimos en Antes de comunicarte con la familia, haz una pausa y regresa a tu
busca de consejo. Y tal vez otro pariente sabe exactamente qué decir centro primero. Es posible que tengamos familiares que respondan a
para ayudarnos a regresar al centro, pero parece incapaz de comprender nuestras llamadas de socorro antes de que nos demos cuenta de que
nuestras elecciones generales de vida. Comparten nuestra risa, nuestras hemos marcado el teléfono, pero esas son excepciones, no la regla. Más
lágrimas, nuestras esperanzas y nuestros miedos. Los queremos mucho allá de eso, la inclusión y la conexión deben hacerse con previsión y con
y también pueden volvernos locos. un propósito.
62 63
También requiere presencia de mente y corazón. Si no estoy centrado
en la conciencia de la unidad divina, puedo ver fácilmente a los demás
como si estuvieran en mi contra o culparlos simplemente por ser
quienes son.
Por lo tanto, antes de esperar algo de alguien más, exija algo de usted
mismo. Empatía. Comprensión. Compasión. Tolerancia. Tiene un
valor increíble el lograr la capacidad de reconocer y apreciar que todos
están en un lugar diferente emocionalmente y que muy pocos podrán
comprender donde estamos. Ir a un mecánico de automóviles para
que nos arreglen los dientes seguramente nos dejará decepcionados
en el mejor de los casos, y lesionados en el peor. Usemos esa lógica al
interactuar con nuestros seres queridos. Ninguna persona satisfará
todas nuestras necesidades, ni deberían hacerlo.
Cuando comenzamos por dentro y mantenemos nuestra conexión con
la Fuente, la perspectiva cambia. Podemos apreciar a todos por lo que
son exactamente, sin necesidad de pedirles cosas que no pueden dar o
esperar que sean alguien que no son. Podemos abrazarlos en nuestro
corazón y recibir las lecciones que nos van a compartir.
Con nuestras necesidades satisfechas divinamente, nuestra red crece y
se expande naturalmente para abarcar a toda la familia humana, cada
miembro contribuyendo al desarrollo espiritual de la humanidad.
Trish Yancey, LUT, CSE, es una líder espiritual asociada que supervisa la
juventud, la familia y la educación en Unity of the Palm Beaches, Florida.
64
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Unity está siempre disponible para ayudarte a que reconozcas y expreses
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