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ANANDA K.

COOMARASWAMY

ras la aparente dimensión deportiva del


EL TIRO CON
ARCO
tiro con arco, se esconde un
ancestral y riquísimo simbolismo.
El gremio de los arqueros era,
en Turquía, una agrupación secreta Simbolismo y
cuyos miembros eran admitidos
por cualificación o por iniciación.
Cuando el aspirante a arquero había
pasado por la instrucción y se había
convertido en un diestro, era aceptado
por el Saij, el Maestro, y tras la
iniciación podía tomar parte en las
contiendas formales.
Nada es superfluo en el arte del tiro
con arco, cada gesto obedece a
una razón trascendente.

ISBN 84-7720-495-0

9
SI rNtr libro le ha inte resado y desea que le mantengamos informado de
nuestra» publicaciones, escríbanos indicándonos qué temas son de su
interés (Astrología, Autoayuda, Ciencias Ocultas, Artes Marciales,
Naturismo, Espiritualidad, Tradición) y gustosamente le complaceremos.

Tradición Hermética
El Tiro con Arco
Ananda K. Coomaraswamy

1 a edición: abril de 1991


.., «¡Homenaje a vosotros, oh portadores
de flechas, y a vosotros, oh arqueros,
2" edición: septiembre de 1996
homenaje!
Diseño Cubierta: Ricard Magrané
[Homenaje a vosotros, oh fiecbadores,
Traducción: Pedro Rodea y a vosotros, oh hacedores de arcos!»
© by Rama K. Coomaraswamy 1991 (Reservados todos los
derechos) TS IV. 5.3.2. Y 4.2.
© by Ediciones Obelisco, S.L. 1996

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I.S.B.N.: 84-7720-495-0

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A, Añguttara NiKáya.
AB, Aitareya Aranyaka.
AV Athorva Veda Samhita.
BD, Brhad Devatá.
BG, Bhagavad Gitá.
BU, Brhadáranyaka Upanisael.
Cll, Chándgoya Upanisad.
Dh, Dhammapada.
DhA, Dhammapada Attakathá.
j, játaka.
Ku, Katha Upanisael.
Mbh, Mahábhárata.
Mhv, Mahávanisa.
Mil, Mt/inda Pañha.
MU, Maitri Upanisad;
MW, M. Williams Sanskrit Dictionary.
RV Tgveda Samhitá.
S, Sanryutta Nikáya.
TE, Taittiriya Bráhmana.
TS, Taittiroya Samhitá.
Vis, Visuddhi Magga».
1

El contenido simbólico de un arte está originalmente


ligado a su función práctica, pero no se pierde nece-
sariamente cuando, bajo condiciones cambiadas, el arte
no se practica ya por necesidad sino como un juego
o deporte; e inclusive cuando un deporte tal se ha se-
cularizado completamente y ha devenido para el pro-
fano un simple recreo o entretenimiento es todavía
posible para quienquiera que posee el conocimiento
requerido del simbolismo tradicional completar esta
participación física en el deporte" o en el disfrute del
mismo como un espectáculo, con una comprensión de
su significación olvidada, y restaurar así, para sí mis-
mo al menos, el equilibrio polar de lo físico y de lo
«metafísico» que es característico de todas las culturas
tradicionales.
La posición del tiro con arco en Turquía, mucho des-
pués de que la introducción de las armas de fuego hu-
biera sustraído al arco y la flecha su valor militar, nos
proporciona un excelente ejemplo de los valores rituales
que pueden todavía ser inherentes en lo que a un ob-
servador moderno podría parecerle un «simple depor-
te». Aquí el tiro con arco se había convertido en el si-
glo xv en un «deporte» bajo patronazgo real, y los
sultanes mismos competían con otros en el «campo»
(maydán). En el siglo XVI, en los festivales de la cir-

15
cuncisión de los hijos de Muhammad II, los arqueros
competidores disparaban sus flechas sobre placas de
hierro y espejos de metal, o bien las disparaban a va-
liosos premios colocados sobre postes elevados: los sim-
bolismos involucrados son evidentemente los de la «pe-
netracións, y el de la obtención de los bienes solares
no dentro del alcance directo del arquero; podemos
asumir que, como en la India, la «doctrina. implica-
ba una identificación del arquero mismo con la fle-
cha que alcanzaba su blanco.
Mahmüd 11, en el primer cuarto del siglo XIX, era
uno de los más grandes patrones de los gremios de
los arqueros, y fue para él mismo y «en orden a revivir •
la Tradición. (ihná 'as-su-nna) -es decir, en «imita-
ción renovada de la Vía de Muhammads, el modelo
de la conducta humana- como Mustafá Káni com-
piló su gran tratado sobre el tiro con arco, el Taljus
RtJiail ar Rumáh, 1 en el cual se resumen los conteni-
dos de una larga serie de obras más antiguas sobre el
tema y se da una cuenta detallada del arte entero de
la confección y del uso del arco y de la flecha.
Kan¡ comenzaba estableciendo la justificación ca-
nónica y la transmisión legítima del arte del arquero.
Citaba cuarenta Hádi't, o dichos tradicionales de Mu-
hammad, el primero de éstos haciendo referencia al
Qur'lin (VlII.60): «Preparad contra ellos cuanta fuer-
Combate entre
arqueros prehistóricos.
Cueva del Barranco de
1. Impreso por primera vez en Constantinopla en 1847. Una
cuenta detallada de esta obra y del tiro con arco Turko ha sido Gasulla (Castellón).
publicada porjoachim Hein en Der Islam, XIV (1925),289-360,
Y XV (1926), 1-78; mi estudio está basado sobre la obra de
Hein.

16 17
za podáis», donde toma «fuerza. como significando
«arquero~; otro Hádit atribuye a Muhammad el di-
cho de que «hay tres a quienes Allah conduce al Pa-
raíso por medio de una y la misma flecha, es decir su
hacedor, el arquero, y el que la cobra y la devuelvo,
entendiendo aquí el comentador que la referencia es
al uso del arco y de la flecha en la Guerra Santa; otro
Hádit glorifica el espacio entre los dos blancos como
un «Paraíso•. 2 Kan! llega hasta «derivar. el arco y la
flecha de los que fueron dados por el ángel Gabriel
a Adán, quien había suplicado a Dios que le asistiera
contra los pájaros que devoraban sus cosechas. Vinien-
do a asistirle, Gabriel dijo a Adán: «Este arco es el po-
der de Dios; esta cuerda es su majestad; estas flechas
son la cólera y el castigo de Dios inflingidos a sus ene-
migoss, Desde Adán la tradición fue transmitida a tra-
vés de la «cadena. de los Profetas (el arco compuesto
le fue revelado a Abrahán)' hasta Muhammad, cuyo

2. En una u otra dirección la «Viv que conduce directamente


desde el sitio del arquero hasta el blanco (solar) es obviamente
un «equivalente>, en proyección horizontal, del Axis Mundi: y ha-
ciendo andadura sobre esta Via el arquero está siempre, por lo
tanto, en una posición «central» y «paradisíacv con respecto al
resto del «Campo. entendido como un todo. Se observará ade-
más que en el uso alternado de los dos blancos hay un disparo
en dos direcciones opuestas, una desde y otra hacia la posición
original del arquero; el disparo desde una posición junto al se-
gundo blanco implica un retomo de la flecha a su lugar primero,
y es claro que las dos nociones son las de «ascenso. y «descenso.
Arquero egipcio. y que la «Vives una suerte de Escala de Jacob.
3. cEl arco compuesto aparece primero en Mesopotamia en la
dinastía de Accad (2.400 a.c.)., W.E Albright y G.E. Mendent-

18 19
Compañero Sád b. Abi Waqqas, «el Paladín del Is-
lam. (foris aI-islám), fue el primero que disparó con-
tra los enemigos de Alláh bajo la nueva dispensación,
y es por consiguiente el Pir o santo Patrono del gre-
mio de los arqueros Turcos, entre quienes la transmi-
sión iniciática nunca se ha interrumpido (a no ser, qui-
zás, muy recientemente).'
A la cabeza del gremio de los arqueros está el «sayj
del campo. (layju-I-maydán). El gremio mismo es una
agrupación definitivamente secreta, dentro de la cual
solamente hay admisión por cualificación e iniciación.
La cualificación es principalmente un asunto de ins-
trucción bajo un maestro (usdat), en la que la acepta-
ción de un aspirante, o más bien de un discípulo, se
acompaña de un rito en el que se dicen plegarias en
beneficio de las almas del Pir Sa'd b. Ab¡ Waqqas,
de los imam arqueros de todas las generaciones y de
todos los arqueros creyentes. El maestro transmite al
aspirante un arco, con las palabras: «Seg˙n la costum-
bre de Allah y la Vía (sunna) de su Enviado elegido ...•.

hall, The Crea/ton ol/he Compound Bow in Can(J(JniteMy/ho-


logy, [osa». Near Eastem Studies, 1, 1942, pp. 227-229, citando
aH. Bonet.
4. A.N. Poliak, «The influence of ...• en Bull SchoolOrien/(I/
S/udies, X (1942), 872, n. 5, hace alusión a los lanceros Arabes
que formaban una corporación hereditaria y ocultaban clos secre-
Arquero hind˙. tos de su educación profesional. a las gentes profanas, señalando
que el arre de estos rammáh~ cera un arre conservador, que pre-
tendía descender de los guerreros Sasanidas y de los primeros gue-
rreros Islámicos»; estos datos están sacados de una obra citada como
Kitab fi'lIm fII-FurÍlsiya,MS, Aleppo (Ahmadiya).

20 21
El aspirante recibe el arco, besa su empuñadura, y lo
tensa. Este procedimiento prescrito es análogo a los
ritos por los cuales un aspirante es aceptado como tal
por cualquier orden darwis. El entrenamiento efecti-
vo es largo y árduo; el propósito del aspirante es exce-
ler, y a este fin debe darse a sí mismo literalmente.
debe darse a sí mismo literalmente.
Cuando el aspirante ha pasado a través del curso
entero de la instrucción y se ha vuelto diestro, enton-
ces sigue la aceptación formal del candidato por el sáy/
El candidato debe mostrar que puede acertar en el
blanco y que puede disparar desde una distancia no
menor de novecientas zancadas: El sayj da testimonio
entonces de su maestría. Cuando el say! está satisfe-
cho, el discípulo se arrodilla ante él y levanta un arco
que yace próximo a él, lo tensa, y encaja una flecha
en la cuerda, y habiendo hecho esto tres veces la reti-
ra, todo con extrema formalidad y de acuerdo con re-
glas fijadas. El fay! instruye entonces al maestro de ce-
remonias para que lleve al discípulo a su maestro, de
quien recibirá la «empuñadura. (gabza). Se arrodilla
delante del maestro y besa su mano: el maestro le toma
por la mano derecha en señal de un vinculación cuyo
modelo es el del Qu r'án (XL VIII. 10-18), Ysusurra
el «secreto. en su oído. El aspirante es ahora un miem-
Arquero persa del siglo
bro del gremio de los arqueros y un eslabón en la «ca-
VI, representado en un
dena. que remonta hasta Adán. En adelante nunca tapiz de la época.
usará el arco a menos de estar en una condición de
pureza ritual; antes y después de usar el arco siempre
besará su empuñadura. ~Ahora puede tomar parte li-

5. Cf. cAnu elevó la voz yhabló en la asamblea, besando el

22 23
bremente en las contiendas formales y en el caso de
que devenga un gran maestro de tiro de larga distan-
cia, puede establecer un record que será marcado con
una piedra. II
La recepción de la «empuñadura. es el signo exte-
rior de la iniciación del discípulo. Por supuesto, du-
rante mucho tiempo se ha acostumbrado al arco, pero La literatura india contiene una riqueza de temas
lo que se significa por la «empuñadura. es algo más casi desconcertante en los cuales los valores simbóli-
que un simple asidero del arco: la empuñadura mis- cos del tiro con arco son evidentes. El RV 75.4, seg˙n
ma implica el «secreto •. La empuñadura es de hecho, lo comprendido por Sáyana, dice que cuando se monta
en el caso del arco compuesto usado por los Turcos y el arco (es decir, cuando se tensa) llevan entonces al
la mayor parte de los Orientales, la parte media del niño (la flecha) como ˙na madre lleva.a su hijo, y cuando
arco, la cual pone en relación sus otras dos partes, su- con comprensión com˙n ellos se separan (soltando la
perior e inferior. Es por esta pieza media como el arco flecha), entonces golpean al adversario; y es evidente
es hecho uno. Solamente cuando se intenta compren- que la flecha se asimila a Agm: el hijo del Cielo y de
der esto, aparece la significación metafísica del arco, la Tierra, cuyo nacimiento coincide con la separación
el cual había sido descrito por Gabriel como el «po- de sus padres." En BD 1. 113, donde todos los instru-
den de Dios; la empuñadura es la unión de Allah con mentos del sacrificio se consideran como propiedades
Muhammad. Pero decir esto es formular el «secreto. de Agm: las dos extremidades del arco se ponen nue-
solamente en su forma más críptica: una explicación
más amplia, basada sobre las ensefianzas de Ibn al-
Arabi se comunica al aspirante. Aquí se indica sola- 6. Agni Anikavaf, siendo su punta (anika), es la parte esencial
mente que lo que constituye el eslabón entre la de la flecha divina que no se desvía y con la cual los dioses gol-
pearon al Dragón en el comienzo; y así virtualmente la flecha en-
Deidad-arriba y el Profeta-abajo es el Qutb en tanto tera, puesto que «donde va la punta, allí va la flecha. (SB 1l.3.3.10,
que Axi.r Munát: y que éste es una forma del Espíritu 1l.5.3.2, II.504.3.8; AB l. 25, etc.), Viene a ser la misma cosa cuando
(tJr-R˙h). él es también la punta del rayo (vajrá) con el cual el Dragón fue
herido (SB IIIo404.14); pues es de la punta de este rayo en tanto
que su etimón de donde se «ierivans las flechas (TS VI. 1.3.5;
SB 1.204.1); y significando vajra también ediamantes, encontra-
mos a menudo que las flechas de un héroe solar se describen como
«montadas con diamantes, Del concepto del amor (Káma) como
arcos, en Babylonian Legends 01 Creation (I.ondon, 1931, p. 67, un fuego, y teniendo Agni «cinco dardos», viene la iconografía
tableta sexta IS. 64.65). de Káma deva, el dios del amor, como un arquero.

24 25
vamente en relación con el Cielo y la Tierra y con otros
pares sexualmente contrastados, tales como el mazo
y el mortero; y hemos de recordar no solamente las
interpretaciones islámicas citadas arriba, sino también
las de Heráclito (Fr. LVI): «La armonía del mundo-en-
orden es una armonía de tensiones contrarias, como
la del arpa o la del arco»." Siendo la flecha la proge-
nitura del arco, la identificación de las extremidades
del arco con los mundos celeste y terrestre está clara-
mente indicada en Avl.2.3, donde se alude al «padre»
de la flecha como Parjanya, Mitra, Varuna, etc., y su
«madre es la Tierra» (prithiví); esto es verdad inclusi-
ve literalmente en el sentido de que el junco con el
cual se hace la flecha es producido por la tierra fertili-
zada por las lluvias provenientes de arriba y provee una
buena ilustración del principio exegético de que el sig-
nificado simbólico está contenido en el literal. En es-
tos dos himnos la cuerda del arco y la flecha se em-
plean con encantamientos para curar la diarrea y el es-
treñimiento; la cuerda del arco porque constriñe, la fle-
cha porque se la deja volar: «Como voló la flecha, solta-
da desde el arco, así sea tu orina libertada» (yathesu-
ká parápatad avasrstádhi dhanvanah, evá te mutrám
mucyatám); aquí el vuelo de la flecha es puesto en rela-
ción con un alivio físico, pero se verá en breve cómo este
vuelo, al igual que el de los pájaros, es igualmente una Arquero musulmán
imagen de liberación del espíritu del cuerpo. representado en uno de
los códices del
Comentario al
7. Cf. Platón, El Banquete 187 A, YRep˙blica 439 B. Que para Apocalipsis, de Beato
toda eficacia debe haber una cooperación de fuerzas contrastadas de Liébana.
es un principio básico de la filosofía India y de toda la filosofía
tradicional.

26 27
En AV 1.1 el arquero es el «Sefior de la Voz» (Vácas- cha (RVII.24.8), y «no corresponde al Rey hacer una
patt) con la mente divina; haciendo llamada a RVVI. cosa cualquiera o hacerlas todas, sino solamente lo que
75.3, donde «ella es de un hablar hermoso. y, arrima- es acertado. (sádhu, SB Vo404.5); es decir, no puede
da al oído, cmusita como una mujers, es evidente que hablar con mayor yerro que disparar errando el blan-
la cuerda del arco corresponde a la voz (vác) como ór- co. Rju-ga, «lo que aciertas, es una ·cf1echa., y «como
gano de expresión, y la flecha al concepto audible ex- el flechador endereza (ujum Karoti) el dardo, así el
presado. Así en AVV. 18.8, de los Brahmanes, los re- hombre sabio rectifica su voluntad. (Dh 33, cf 80,
presentantes humanos del Señor de la Voz, se dice que 145 Y M 1. 105); en el Mahjanaka Játaka (f. VI. 66)
tienen flechas penetrantes que no se gastan en vano, un flechador al enderezar (ujum Karoti) una flecha
siendo la lengua la cuerda de su arco y sus terribles la mira a todo lo largo con un ojo cerrado, y de esto
palabras las flechas; mientras en BU III. 8.2, las cues- se saca la enseñanza de la visión unitaria.
tiones penetrantes se describen como cf1echasatraviesa- Puesto que el arco es el arma real por excelencia y
adversarios» Esta concepción subyace en el uso de is puesto que se hace un hincapié tan grande sobre la
(edisparao, comparar iss, i'suka, cf1echa.) y de nues- rectitud del rey, no será irrelevante señalar que las pa-
tro propio y vernacular «iisparao, que significa (tam- labras Sanscrita rju y Pali uju, citadas arriba y que sig-
bién, como eespetars) «hablar claros; en AB II.5, «im- nifican «lerechos, pertenecen a la raíz com˙n que
pelida por la Mente, la Voz habla. (manasá vá i'sitá subyace en «recto., «rectifiCaD, y «regio. (latin regere
vág vadatt); la voz en verdad act˙a, pero es la mente y rex y sanskrito rajá). Desde el punto de vista tradi-
quien activa (JVB 1. 3304). cional, un rey no es un gobernador «absoluto., sino
Así una cf1echa. puede ser literalmente un dardo el administrador de una ley trascendente, a la cual se
alado o metafóricamente una «palabra aladas: el sáns- conforman las leyes humanas." En más de una oca-
crito patatnn = ealados, que denota un «pájaro. o sión Sankara hace del caso del flechador profundamen-
una cf1echa. cubre ambos valores; pues el veloz e irre- te absorto en su tarea un ejemplo de concentración
frenable vuelo del pensamiento se compara a menu- contemplativa (sobre BU III.9.28. 7 Ysobre Bádaráya-
do al de los pájaros y el simbolismo de los pájaros y
el de las alas está estrechamente vinculado con el de
las flechas. El lenguaje del tiro con arco puede, en ver- 8. Ver mi Autoridad Espiritual y Poder Temporal. .. nota 14~
dad, ser aplicado a todos los problemas del pensamien- y passim. La Ley, o la justicia (dharma) es el principio de la reale-
to y de la conducta. Así la raíz «sádh», de donde sádhu, za (BU 1.4.14. etc.); y esta «justicia. difiere solamente de la ver-
dad (satyam) en que se aplita (5ankara sobre BU 1.4.15). Ei Go-
como «hombre santo. y como una exclamación de
bierno, en otras palabras, es un arte basado sobre una ciencia
aprobación, es «ir directamente al blancos: sádhu pue- inmutable; y como en el caso de las demás artes, así aquí tam-
de calificar bien al arquero (RV. 1.70) o bien a la fle- bién ars sine sc;entia nihil.

28 29
na, Sariraka Mimánsa S˙tra VII.11, p. 800 Bibl. Ind.
ed.); y como lo ha observado S. Buenaventura: Ecce,
quomodo tllumination artis mecbanicae oia est ad tl/u-
minationen sacrae Scripture, et nihtl est in ea, quod
nom praedicet veran sapientiam (De red artium ad
theologiam, 14).
Aparádh, lo opuesto de rádh es «errar el blanco»,
de donde «extraviar», «desviar», «fallaD>,«pecar»: estos
dos valores apenas pueden ser distinguidos en TS
VI.5.5.2, donde Indra piensa «He errado al blanco»
(aparádham); comparar 11.5.5.6, donde uno que ye-
rra su blanco (avavidhyatt) se hace tanto peor (pápi-
yán), mientras que el que no falla el suyo es como debe
ser. La frase es com˙n también en Platón, donde, como
en la India y Persia, pertenece a la metáfora de «se-
guir la pista» o de «rastrear» (tXJlEÚW, mrg), el origen
de la cual debe ser atribuido a la cultura de la caza,
cuyo lenguaje sobrevive en nuestra propia expresión
«acertar (o errar) el blanco»,frapper/e but. De vyadh
(etraspasar» deriva vedha y vedhin (earquero») y pro-
bablemente ved has (esabio» en el sentido de «pene-
trante»), derivando de vid (econocer» o «encontrar»),
pero hay formas comunes a vyadh y oid, concretamente
el imperativo vtddht; el cual puede significar bien «co-
noce» o bien «penetra» o ambos a la vez; la ambigüe-
dad es evidente enJVB IV.18.6, Mund Up II.2.2 (dis-
cutida después) y BG VII.6. Las flechas verbales de un
Arquero normando, Brahman «traspasan» a sus detractores (AVV.18.15).
seg˙n una tapicería de La comparación de un montaje experto a un «disparo-
Bayeux.
infalible» (akkhana-vedhin)9 es muy com˙n en la li-

9. Las explicaciones de akkhana del diccionario Pali de la PTS.

30 31
teratura Buddhista Páli, a menudo en combinación
con otros términos tales como durePátin (edisparando-
lejos-), saddavedhin (edisparando-al-unísonce). y vá/a-
vedhin (epartiendo-un-cabello») (A.L 284, II. 170, IV.
423, 494; M. 1. 82, etc.). Mil. 418 describe los cuatro
«miembros. de un arquero que un verdadero monje
debe poseer:
«justamente, oh rey, como el arquero, cuando des-
cargando sus flechas, apoya firmemente sus dos pies
en el suelo, mantiene sus rodillas derechas, cuelga su
carcaj contra la parte estrecha de su cintura, mantie-
ne todo su cuerpo firme, monta su arco con ambas
manos," aprieta sus puños, sin dejar ninguna aber-

son admitidamente insatisfactorias. El equivalente real es el Sáns-


crito akhana (eblancos), como en]VB 1.60.7.8, Y CU 1.2.7.3. Cf.
ákha en TS VI.4.1l.3, la nota de Keith, y Pánini 1l.3.125. vartt.l.
Con sadda-vedhin (sabda-) cf. Mbh (Poona, 1933),1.123. 12-18
donde Ekalavya, el Naisádha, que ha adquirido su pericia (lag-
hutva) en el tiro con arco (isvastra) haciendo una imagen de arci-
lla de Drona y practicando ante ella como su maestro, dispara siete
flechas dentro de la boca de un perro al cual oye ladrar aunque
no le ve.
10. Ove halle sandhiltánam áropeli (no comprendido por Rhys
Davids) sólo puede significar «montar el arcos, es decir juntar sus
dos panes, siendo sandhi-Itháman la juntura y la eempuñaduras:
cf.]. 111.274 YIV 258 dhamum adejjham Katvána, literalmente
«haciendo que el arco sea no-dobles, Mhv VII. 19 dhanum sand-
háya, y Mil. 352 cápáropana, «abatiendo y edificando el arco. Arquero del siglo XIII.
(como uno «abre y cierra. un arma de fuego). Aropeti es «ensam-
blar. y puede usarse también para «encordar. el arco, como en
]V129 dhamnhi ... jiyam áropetillá; mientras sandahali (samdhá):
«jun~ puede usarse también para la puesta de la flecha en la
cuerda, como en]. IV 258 usum sandháya. Un glosario de los tér-

32 33
tura entre los dedos, alarga el cuello, cierra su boca
y su ojo, apunta (nimittam ujum Karoti), y sonríe al
pensamiento "traspasaré"; 11 justamente así, oh rey,
el Yogin (monje) ... pensando' 'Con el dardo de la gno-
sis traspasaré todo defecto ..: '. Y nuevamente, oh rey,
justamente como un arquero tiene un enderezaflechas
para enderezar flechas curvadas y retorcidas y desigua-
les... Y nuevamente, oh rey, justamente como un ar-
quero practica" en un blanco ... mañana y tarde ...
»Justamente como un arquero practica mañana y
tarde,
»Y por no descuidar nunca su práctica gana sus
apuestas,

minos del arquero, sanskrito y Páli, requeriría un artículo separa-


do, y sólo he mencionado algunos que tienen una relación con
la significación del tiro con arco.
11. Cf.J. IV. 258: «Pensando, «le atravesaré, y cuando esté des-
pierto, le prenderé» Nimittam ujum karoti podría traducirse tam-
bién por «toma una resolución recta».
12. UpáSati (sanscrito uPás) es ordinariamente «sentarse junto
:1», «sentarse bajos, «esperar a», «honrar, «adoran; Mil. 352 habla
de una sola, upásanasálá = santhágara, SV 453), en la cual un
arquero perito enseña a sus discípulos (antevásike=pupilos resi-
dentes, d. A IV 423). En otras palabras, la práctica del tiro con
arco es literalmente una «devoción •. En] V. 127 sigo jotipála es
enviado a un Maestro en Takkasilá a aprender el arte entero (sip- Arquero japonés del
pam). Se paga una nota de matrícula de «un millar». Cuando el siglo XIll.
muchacho ha devenido un experto, el maestro le da una espada,
y «un arco de cuerno de carnero y un carcaj, ambos diestramente
conjuntados. (sandhiyulta), y su corselete y turbante (estableciendo
así al pupilo como un maestro en la debida sucesión).
«Mañana y tarde» puede significar de día y de noche. En Mbh
(Poona) 1.123.7, Arjuna resuelve practicar por abhyása, cuyo sen-

34 35
»Así también los Hijos del Buddha ejercitan el
cuerpo,
»Y no descuidando nunca este ejercicio, devienen
adeptos (arbat}».
El arco es el arma real por excelencia; la pericia en
el tiro con arco es para el rey, lo que el esplendor de
la divinidad es para el sacerdote. (SE XIII.l.l. 1-2.) Es
en su capacidad en tanto que Ksatriyas como Rama
y el Bodhisattva pueden cumplir sus hazañas de tiro
con arco. Al igual que los propios brazos del rey, los
dos «brazos» del arco son asimilados a Mitrá-varunau
(Mitra-y-Varuna), mista persona del sacerdotium y del
regnum, en el rito de la coronación el sacerdote trans-
mite el arco al rey, llamándolo «el matador-del-dragón
de Indra», pues el reyes el representante terrestre de
Indra, a la vez como guerrero y como sacrificador, y
tiene dragones suyos propios que vencer; le da tam-
bién tres flechas, con referencia a los mundos terres-
tre, intermediario y celeste (SE V.3.5. 27 sig., V.4.3.7).
El arco como símbolo del poder corresponde a la
concepción del poder de Dios, otorgado por Gabriel
a Adán, para su protección, como se ha citado más
atrás de fuentes Turcas. Es desde este punto de vista,
el del dominio, como podemos comprender mejor los
ritos ampliamente extendidos del disparo de flechas
a los Cuatro Cuadrantes; of. RVVI. 75.2: «Con el arco Caballero con arco.
conquistaremos las regiones». En el KurudhammaJá-

tido primario es un «disparo a» (cf intento, intención auto-


dirección) y el significado derivado «ejercicio», «práctica», o «estu-
dio» de cualquier especie.

36 37
taka un. 372) aprendemos que los reyes en un festi- queros «con un arco de madera de morera y seis fle-
chas de Rubus salvaje, dispara hacia el Cielo, hacia la
val trienal «solían ataviarse con gran magnificencia, y
vestirse como Dioses ... de pie en la presencia del Yakk- Tierra, y hacia los Cuatro Cuadrantes» (Li Chi
ha Cittarája, disparaban a los cuatro puntos cardina- X.2.17);14 la misma cosa se hacía en el japón."
les flechas pintadas con flores». En Egipto, el disparo
de flechas hacia los cuatro cuadrantes era una parte
del rito del entronamiento faraónico. 13 En China, en de, como se disparan las flechas, hacia los Cuatro Cuadrantes de
este mundo.
el nacimiento de un sucesor real, el maestro de los ar- SB V. 1.5.13 sig, Y V. 3.5.29,20 describe el uso ritual de las die-
cisiete flechas y de las tres flechas. Las diecisiete flechas corres-
ponden al «Prajápati diecisiete-veces-m˙ltiples, marcando la de-
cimoséptima flecha el lugar para el poste-meta a cuyo alrededor
13 A. Moret, Du caractere re/igieux de la royauté pharaonique
los carros han de girar en la carrera ritual (nosotros sabemos por
(Paris, 1927), pp. 105-106 (p. 106, n. 3: «Parece que esta ceremo-
otras fuentes que este poste representa el sol); y es explícito que
nia tenga por objetivo definir el poder que tiene Pharaon-Horus
el disparo simboliza e implica «el gobierno de uno sobre muchos».
de lanzar, como el sol, sus rayos a las cuatro panes del mundos).
Las tres flechas, una que penetra, otra que hiere, y otra que yerra,
En el relieve proveniente de Karnak (E. I.epsius, Denkmáler (I.eip-
corresponden a los Tres Mundos.
zig, 1850-59), III, Lám. 36b) Thothomes III se representa así dis-
parando, guiado por Horus y Seth; en el relieve posterior de la 14. Esto era considerado por B. Karlgren (Some Fecundity
dinastía XXV (E. Prisse d'Avennes, Monuments egyptiens (París, Symbo/s in Ancient China, «Bu//. Mus. Par Western Antiquities»,
1847), Lám. XXXIII; H. Schafer, Agyptischer und heutiger Kunst II (Estocolmo, 1930) como un ritual de fecundidad cumplido por
causa de hijos varones, representados por las flechas; CG, Selig-
und We/tgebaüde der alten Agypter (Berlín, 1928), Abb. 54, e
man (Bow and ATTOWSymbolism, Eurasia Septentriona/e Anti-
idem, Konig Amenophis 11 als Meisler-Schütz, Oro Literat. Zeitschr.
qua, IX (1934), 351), criticando a Karlgren, señalaba acertadamente
(1929), col. 240-43) la reina está disparando sobre hogazas circu-
que la significación primaria del rito es la de «una suprema aser-
lares, las cuales son evidentemente los símbolos de los Cuatro Cua-
ción de podeo. Ninguno de ambos autores parece darse cuenta
drantes; la inscripción afirma que ella recibe los arcos del Norte
sin embargo de que la significación erótica del disparo (no obs-
y del Sur y que dispara hacia los Cuatro Cuadrantes; esto está en
tante enteramente familiar) y la del disparo como un símbolo de
el rito de sed, el cual, más tarde en un reinado, repite los ritos
dominio no son en modo alguno significados mutuamente ex-
de entronización y de deificación, renovando aparentemente el
clusivos. Así, los rayos del sol, los cuales él dispara (cf. Phoebus
poder real del rey. Este rito se acompaña, o puede quizás reem-
Apolo) son al mismo tiempo dominantes y progenitivos (cf. TS
plazar a otro en el cual se libertan cuatro pájaros a fin de que
VIIl.l.1.1, SB VIII 7.1.16.17, yAK. Coomaraswamy, «El Beso del
vuelen hacia los Cuatro Cuadrantes; el pájaro y la flecha son sím-
Sob, notas 13 y 14. De la misma manera el Sánscrito srj, «dejar
bolos equivalentes.
En SB 1. 2.4.15 sigo YTE III. 2.9.5 sig, donde el sacerdote blan- volar», puede aplicarse bien a la suelta de una flecha o bien al
de la espada de madera cuatro veces, esto se hace no obstante para acto de procreación, y es de necho así como Prajápati «proyecta»
(srjatt) a sus hijos, considerados como «rayos•.
repeler a los Asuras de los Tres Mundos y de «cualesquiera Cuarto
15. Heike Monogatari (siglo trece); ver A.L. Sadler, «The Heike
Mundo que pueda haber o que pueda no haber más allá de estos
Monogatari», Trans. Asiatic Soajapa», XL VI (1918), Lam. 2, 120.
tress. Pero en el rito de la coronación H˙ngaro la espada se blan-

39
38
El arquetipo del rito que implica así el dominio es
evídentemente solar; que el rey dispare cuatro flechas
separadas refleja un tiro con arco supernatural en el
cual los Cuatro Cuadrantes son penetrados y.virtual-
mente sujetados por la descarga de un ˙nico dardo.
Esta hazaña, conocida como la «Penetración de la Es-
fera. (cakka-viddham, donde cakka implica el «círcu-
lo. del mundos) se describe en el Sarabhanga Játaka
(]V. 125 sig.,), donde se atribuye al BodhisattvaJoti-
pala, el «Guardián de la luz. y un «tiro infalible.
(akkhana-vedhin).
Jotipala es el hijo del ministro Brahman del rey,
y aunque el arco, como lo hemos visto, es típica-
mente el arma del Ksatriya, está completamente en
orden que sea esgrimido por un Brahman, repre-
sentante humano del «Brahma. (cSacerdotium.) in di-
vinis, «que es a la vez el sacerdotium y el regnun
(SB X.4.1.3), yal igual que todo avatara, «a la vez sa-
cerdote y rey».
jotipála es requerido por el rey para competir con
los arqueros reales, algunos de los cuales son igual-
mente «tiros infalibles», capaces de cortar un cabello
o una flecha al caer. Jotipala hizo acto de presencia
disfrazado, ocultando su arco, cota de malla, y turbante
bajo una indumentaria externa; había erigido un pa-
bellón, y alzándose dentro de él, se despojó de su in-
dumentaria exterior, asumió las galas reales, y encor-
dó su arco; y así, plenamente armado, y tomando una
Caballero con arco. flecha «con punta de diamante- (vajiragga -la signi-
ficación de esto ya ha sido señalada), «abrió el velo de
parte a parte (sánim vivaritvá) y salió (nikkhamitva)
como un príncipe de las serpientes (naga Kumáro)

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40
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emergiendo de la tierra. Trazó un círculo" en medio Esto es claramente una exposición de la doctrina del
de las cuatro esquinas del patio real (las cuales re- «hilo del espíritu» (sutratman), en concordancia con
presentan aquí el mundo), y disparando desde allí, la cual el sol, en tanto que punto de enganche, ensar-
se defendió contra innumerables flechas lanzadas a él ta estos mundos a sí mismo por medio de los Cuatro
por arqueros estacionados en las cuatro esquinas; 17 Cuadrantes, con el hilo del espíritu, como gemas en
entonces ofreció herir a todos estos arqueros con una un sedal.'? La flecha es el equivalente de la eaguja»,
˙nica flecha, cuyo desafío ellos no se atrevieron a acep- y se podría decir que en el caso descrito arriba los cuatro
tar. Entonces, habiendo erigido cuatro troncos de cuadrantes están «cosidos» entre sí y a su centro co-
bananero en las cuatro esquinas del patio, el Bo- m˙n; correspondiendo al ojo de la aguja la extremi-
dhisattva «atando un fino hilo escarlata (rattasutta- dad o plumas, o la muesca de la flecha a la cual está
kam) a la extremidad de plumas de la flecha, apuntó
y dio a uno de los árboles; la flecha lo penetró, y des-
pués al segundo, al tercero, y al cuarto en sucesión debe ser destacada; sin esto el círculo habría sido dejado «abier-
to•. No se podría pedir una prueba mejor del contenido metafí-
y finalmente de nuevo al primero, el cual ya había
sico de lo que muchos considerarían como el mero relato de una
sido traspasado, y retornó entonces a su mano, mien- historia. El estudioso serio aprenderá pronto que todos los moti-
tras los árboles se encontraban circundados por el vos de cuentos de hadas y de folklore verdadero tienen un conte-
hilo». 18 nido tal; y que sería ocioso pretender que los pueblos más primi-
tivos carecían de medios adecuados para la expresión de las ideas
más abstractas, bien en las artes verbales o en las visuales. Es cnues-
tros lenguaje el que se empobrecería si se olvidaran sus modos
16. El texto impreso tiene mandapa, epabellóns, pero ha de de expresión.
ser preferido el v.1. mandala. Que el arquero esté dentro de un 19. SB VI. 7.1.17, VIII. 7.3.10 (el Sol es el sustentador al cual
círculo y que dispare desde allí a las cuatro esquinas de un campo los Cuadrantes están ligados por un hilo pneumático); BU 111.6.2;
cuadrado tiene un significado emparentado al de un domo sobre BG VII.7; Iliada VIII. 18 sig; Platón, Teeteto 153 C.D; Leyes 644E,
una estructura cuadrada, siendo el cielo y la tierra típicamente cUna cuerda de Oros; Dante, Paradiso 1.116 «questi la tetra in se
ecirculars y «cuadrangular:.; es verdad que la tierra puede ser con- slnnge; W. Blake, éfe doy la extremidad de una cuerda de oros; etc.
siderada también como un círculo, y que la estructura domada cEn un lugar en Gilgit se dice que hay una cadena de oro col-
puede ser circular también en el plano, aunque la tierra es cua- gando hasta la tierra desde el cielo. Toda persona sospechosa de
drada en el sentido de que hay cuatro «Cuadrantes •. La posición maldad o de falsedad era llevada a ese lugar y forzada a coger la
del arquero en relación con los cuatro blancos es quintaesencial, cadena (¡cómo en Platón, Leyes, 644!) mientras juraba que era
y virtualmente eelevadas; el «campo. corresponde a todo cuanto inocente (de haber hecho mal) o que sus afirmaciones eran ver-
está «bajo el Sob, el gobernante de todo cuanto supervisa. dad. Esto sugiere la referencia Homérica (Iliada VIII. 18 Y sig.),
17. La invulnerabilidad del Bodhisatha corresponde a la del So- y la cCatena Aurea Homeris, la cual fue transmitida a través de
plo solar (prána) de]VB 1.60.7.8 y CU 1.2.7-8. los Neo-Platónicos a los Alquimistas de la Edad Medias (W. Croo-
18. Esta mención de una segunda penetración del primer blanco ke, Folklore, XXV (1914), 397).

42 43
atado el hilo." En la práctica ordinaria una flecha no
deja ning˙n rastro visible de su paso. Puede observarse
no obstante que una flecha con un hilo fino atado a
ella puede ser disparada a través de una sima de otro
modo infranqueable; por medio de este hilo puede
tenderse una línea más fuerte, y así sucesivamente hasta
que la misma queda salvada por una soga; de esta ma-
nera el simbolismo del tiro con arco puede combinarse
con el del «puente •. * El principio es el mismo en el
caso de los modernos salva-vidas, en los cuales se dispa-
ra una cuerda, en este caso con un arma de fuego, desde
la playa a un barco que se hunde, y por medio de esta
cuerda puede tenderse una «línea-de-vida. más fuerte.
Los Chinos empleaban también una flecha con una
cuerda atada en la caza de aves, como puede verse cla-
ramente sobre un bronce grabado de la dinastía Chon
ahora en la Walters Art Gallery, Baltimore. Los esqui-
males hacían uso también de flechas con cabezas des-
montables y con una cuerda atada en la caza de la nu-
tria marina." De la misma manera en el caso de una
red tendida con una cuerda atada, y en el caso del lazo;
e igualmente en la pesca, donde la caña corresponde

* Ver Jaime Cobreros, El Puente, publicado en esta misma co-


lección.
20. «Este es el hilo que está conectado con la aguja: el ojo de
la aguja no es apropiado para el camello», es decir, «alma-y-cuerpo.
(Rümi, ed. por R.L. Nicholson, Mathnawi 1. 3065; cf. 1849, «cuer-
Arquero medieval. das de causación; 11. 1276, «soga y pozos).
21. O.T. Mason, eNorth American Bows, Arrows and Quiverss,
Smithson Rept. 1893 (Washington, 1894), pp. 631-79. Estoyen-
deudado con el Dr ..Carleton S. Coon of the University Museum;
Pensylvania, por esta referencia.

44 45
al arco y el anzuelo a la vara de la aguja. En todos es- cuerpo» Drona, deleitado, dice: «Déjala volar (la fle-
tos casos el cazador, análogo a la deidad, ata la presa cha)» (muñcasva). Arjuna dispara, corta la cabeza y
a sí mismo por medio de un hilo, el cual recoge. En la abate. Drona le da entonces el arma irresistible, la
este sentido Sarnsi-i-Iabriz: «cabeza de Brahma», la cual no puede ser usada con-
«Él me dio la extremidad de un hilo -un hilo lle- tra ning˙n adversario humano; y puede caber poca
no de daño y de dolor-. Tira, dijo, a fin de que Yo duda de que esto implica la comunicación de un man-
pueda tirar; y no lo rompas al tirar»." tram iniciatorio, y del «secreto» del tiro con arco." La
Un famoso pasaje en el Mahabharata (1.123.46 sigo «morab evidente es una enseñanza de concentración-
en la nueva edición de Poona) describe la prueba de de-mente-˙nica.
los pupilos de Drona en el tiro con arco. Un águila En competición p˙blica" Arjuna cumple un n˙-
artificial (bhasa) ha sido preparada por los artesanos, mero de hazañas mágicas usando armas apropiadas
y colocada como blanco en la copa de un árbol. A tres para crear y destruir toda suerte de apariencias y des-
pupilos se les pregunta: «¿Que véis?», y cada uno res- pués desde un carro en movimiento dispara cinco fle-
ponde: «Teveo a ti mismo, al árbol y al águila». Dro- chas dentro de la boca de un jabalí de hierro en mo-
na exclama: «Quita de ahí; estos tres no serán capaces vimiento, y veintiuna dentro de la abertura de un
de acertar el blancos; y volviéndose hacia Arjuna dice, cuerno de vaca suspendido y balanceándose en el
«te toca a ti acertar el blanco •. Arjuna se levanta ten- aire. 2~ En la gran competición por la mano de Drau-
diendo su arco (vitatva Kármukam), y Drona conti-
n˙a: «¿Ves t˙ también el árbol, a mí mismo, y el pá-
jaro?». Arjuna replica: «Yosolamente veo el pájaro •. 23. En Mbh 1.121.21.22 se nos dice que Drona mismo había
«¿Y cómo ves el pájaro? ..Veo su cabeza, pero no su recibido de (Parasuj-Ráma sus earmas, junto con los secretos de
su uso. (astráni... saprayogarahasyám) y el «Libro del Arco. (dha-
nurvedam).
Un Dhanurveda, tratado del arte entero de la guerra y de las
22. En R.A. Nicholson, Diwán-i-Sams-i-Trabriz (Cambridge, armas eauch iiber geheime Waffen, Zaubersprüche, Konigswei-
1898), Oda 28 «Retén tu punta del hilo, a fin de que él pueda che und Omina. es atribuido al Rsi Visvámitra; y existen otros
retener su punta. (Hafiz 1. 386.2); cSemejante al pez. en un mar «Dhanurved~ en manuscritos (M. Winternitz, Geschchite der
mírame nadar, hasta que El me rescate con Su anzuelo. (M. I.eaf, indischen Literatur (I.eipzig 1920) 111.532).
Versionsfrom Hafiz (Londres, 1898). XII. 2). Cualquier tratamien- MW. cita la palabra «Karmukopanisat:o (el «secreto del arte de
to pleno de los símbolos Islámicos del espíritu requeriría un ar- disparare) del Bálarámáyana.
tículo separado. Podrían citarse también paralelos extremo- 24. Mbh. 1.125.
orientales, e.g, la historia de cThe Spider's Thread. en Tales Gro- 25. En el rito Mahávrata (un festival del solsticio de invierno)
tesque and Carioss, por R. Akutagawa, trad. por G. Shaw (To- se disparan tres flechas por un rey o príncipe, o por el mejor aro'
kio, n.d), el hilo es roto por el egotismo de los escaladores. quero disponible, a un blanco circular de piel suspendido entre

46 47
padi," el padre de ella ha hecho un arco muy recio,
que nadie sino Arjuna será capaz de curvar, y ha he-
cho también «un ingenio artificial suspendido en el
aire y junto con él un blanco de oro. (yantram vaihá-
yasam ... Krtimam yantrena sahitam ... laksyam Káñ-
canam), anunciando que «quienquiera que encorde
este arto y con él y estas flechas pase y traspase el blanco
(atitya laksyam yo veddhá) tendrá a mi hijas. Cuan-
do los principales cornpitientes se han congregado, el
hermano de Draupadi se dirige a la asamblea:
«Oídme, vosotros todos hijos de la Tierra: Este es
el arco, éste es el blanco y éstas las flechas; acertad el
blanco con estas cinco flechas, haciéndolas pasar a tra-
vés de la abertura del ingenio (yantrachidrenábhya-
tikramya laksyam samarpayadhvam Khagamair da-
sárdhaih).27

dos postes; el arquero está en un carro móvil que es llevado alre-


dedor del altar; lis flechas no han de traspasar, sino que han de
quedarse clavadas en el blanco. Esto se hace para «abatir» (allab-
hirl) el mal del sacrificador (pápman), al igual que el blanco es
eabaridos por las flechas (TS VII.5.10). Una piel es a menudo el
símbolo de la obscuridad (para RV ver H.G. Grassmann, WOrter-
bllCh, zum Rig Vet4 (l.eipzig, 1873), S.IV• tvac sentido 9), y la obs-
curidad, la muerte, y el pecado o el mal (pápman) son una y la
misma cosa (BráhmantJs, passim). Así pues, es para librar al sol
de la obscuridad, y por analogía al sacrificador de su propia obs-
curidad, por lo que se cumple el rito.
26. Mbh. 1. 176-179.
27. En SV 453 el Buddha encuentra a algunos jóvenes Liccha-
Arquero medieval. vi ejercitándose en un gimnasio sanlhágóre IIpásam karonte) dis-
parando «desde lejos a través de un eojo-de-cerradurae muy pe-
queño (dllrato va sllkhumentJ tála-chiggalena) y partiendo una

49
48
Quienquiera que, siendo de buena familia, vigo-
roso y hermoso, cumpla esta difícil hazaña tendrá a
mi hermana como esposa hoy, y no digo mentiras,
Esto solamente Arjuna es capaz de hacerlo; sus fle-
chas penetran el blanco mismo, con una fuerza tal
como para clavarse en el suelo más allá de él.

flecha, descarga tras descarga sin errar (asanam alipatente ponk-


hámponkham avirádhitam). TaIa-chiggala (= laIa chidda) es aquí
evidentemente no un ojo de cerradura de hecho sino el equiva-
lente del yantra-chidra de Mbh, una apertura que bien puede ha-
ber sido llamada en el argot del arquero un eojo-de-cerraduras.
justamente como nosotros hablamos de toda puerta estrecha como
el ojo de una aguja; en este sentido se podria haber traducido
yantra-chidra en Mbh por eojo-de-cerradura». El término es ade-
más muy apropiado en tanto que la puerta-del-sol, pasando la
cual uno está enteramente liberado (atimucyate), es un cojo (agu-
jero) en el cielo. (divas chidra,]VE 1.3.5; childra ivádityo drsyate,
AA IlI.2.4), mientras que la flecha, puesta en ecuación con el At-
man o con Om (cMund. Up. n. 2.4, MU V1.24), bien podria ha-
ber sido concebida como la dlave- de paso. En la misma conexión
puede observarse que en el arte tradicional los ojos-de-cerradura
de hecho están com˙nmente ornamentados con el motivo del
pájaro-sol (a menudo el Garuda o Hamsa bicéfalo), a cuyo través
debe pasarse la llave antes de que pueda haber acceso adentro
a quienquiera que sea. A este pájaro-sol corresponde el eartilugio
suspendido. de Mbh.
En S (loe. cit.) el Buddha procede a preguntar a los arqueros
que cuál de sus hazañas, cal disparar así, o al traspasar el cabo
de un cabello, un centenar de veces, con otro cabo es la más difí-
cib. La respuesta es obvia. El Buddha contin˙a, cEso es justamente
lo que hacen, quienes penetran el significado de las palabras, Esto
es aflicción (alha ko... pativijjhanti ye IDAM DUKKHAM ti yat- Arquero medieval.
hábh˙lam pativtjjhantt). (Con atipálence arriba, cf M 1.8.2 tiri-
yam lálaccháyam atipateyya, Iraspasa una palmera umbría; pero
en] V 130.1.1 pátesi es ederivas, La palabra más usual para erras-

51
50
El lenguaje mismo de todos estos textos expresa su
significación simbólica. La hazaña misma es esencial-
mente la de Indra, de quien Arjuna es un descenso
(Avatar), mientras que Draupadi, el premio, es explí-
citamente Sri (Fortuna, Tyche, Basileia). Con apenas
alg˙n cambio en la redacción esta narrativa podría ser
referida a la obtención de una victoria más eminente
que la que puede ser obtenida por las armas concre-
tas solo. Esto aparecerá más claramente en la cita de
la Mundaka Upasisad, abajo. Mientras tanto puede
observarse que muñcasva (edéjala volars) proviene de
mue (diberao), la raíz en moksa y en mukti (dibera-
ción espirituab, el «objetivo. ˙ltimo del hombre). Kár-
muka (earcos) es literalmente «hecho de madera de
Krmuka», un árbol que SB VI.6.2.11 hace derivar de
«la punta de la llama de Agni que enrraizó sobre la tie-
rra»; así el arco, como la punta de la flecha" partici-
pa en la naturaleza del fuego. El significado primario
de yantra es ebarreras; el yantra perforado suspendi-
do a través del cual las flechas han de ser disparadas
difícilmente puede dejar de ser considerado como un
símbolo del sol, es decir, una representación de la Puer-

Jinete mongol del


pasar. es vijjhati, como en la expresión válavedhi, epartir un ca- siglo xv armado con
bello». Puede destacarse aquí que en] V. 130 Kotthakam parik- arco y flechas.
hipanto viya es malentendido por el traductor [H.T. Francis); el
Bodhisatta derriba [pátesi} las 120.000 flechas de sus oponentes
y «edifica alrededor de sí mismo una suene de casa. cuyos muros
son las flechas caídas, limpiamente apiladas; es desde dentro de
este crecinto-de-flechas. [sara-gabbha} de donde surge después
adentro del aire «sin dañar la "casa'Is.)
28. Ver nota 6.

52 53
ta del Sol, a cuyo través la vía conduce a Brahma: «Por
ahí los hombres alcanzan la estación más elevada». 29
Que el blanco, cualesquiera que su forma pueda ha-
ber sido, sea «de oro» refleja los significados regulares
del «oro», a saber, luz e inmortalidad; y que haya de
ser alcanzado a través de un disco perforado, tal como
yo asumo que debía ser el «ingenio», corresponde a
expresiones tales como «más allá del cielo» (u/taram
divahpo o «más allá del sol» (patena ádityam),31 cuya
referencia es a la «mitad más remota del cielo» (divi
parardha),32 el uttepoupávios tóttos de Platón, del
cual ning˙n informe verdadero ha sido hecho
nunca" y que es sin-nombre," como aquellos que lo
alcanzan. Kba-ga, «flecha», es también «pájaro», y li-
teralmente, «viajero a través del espacio-vacío»; pero
«Kha» es también «vacío»3~y como tal un símbolo de
Brahma -«Brahma es el Vacío, el Vacío Antiguo del
pneuma ... con eso yo conozco cuanto debe ser cono-

29. MUVI. 30. La «vía» es aquél de los «rayos» del sol que pasa
a través de su disco, ˙rdham eéab stbitas tesám yo bhitvá s˙rya-
mandalam brahmalokam atikramya, en MU, como yantrachidre-
nálohyatikramya en Mbh citado arriba; cf. Hermes Trismegistus,
Lib. XVI. 16 aeTL~ HfLxaµ7H OLCX 1(08 r¡XAOO. Para un estudio más
detallado de la puerta del sol, de su forma y significación ver mi
Guerreros mongoles
«Svayamatrnna Janna Coeli •.
armados con arcos y
30. AV X.7.3. flechas.
31. JUB I. 6.4.
32. RV 1. 164.12; SB XI. 2.3.3, etc.
33. Fedro 247 C.
34. Nyása Up. 2.
35. Cf. mi eKha y otras Palabras que Denotan Cero».

54 55
ciclo. (Kham brahma, Kham puránam váyuram ... ve-
dainena veditallyam).36
Es de hecho en la noción de la penetración de un
blanco distante e inclusive invisible donde el simbo-
lismo del tiro con arco culmina en la Mundaka Upa-
nisad (11.2.1-4). En los dos primeros versículos Brah-
ma es descrito como la unidad de los contrarios,
summum bonum, verdad inmortal: cEso es lo que
debe ser penetrado, penétra-Lo, querido míos (tad
veddhallyam, somya lIiddht). Ios versos tercero y cuarto
contin˙an:
cTomando como arco el arma todo-poderosa (Om)
de la Upanisad,
sColoca en él una flecha aguzada por las devocio-
nes (<<upásanamusitam»)'1
:.'íensale con una mente de la misma naturaleza que
Eso (tadbhávagatena cetasá):
»El blanco (Iaksyam) es Ese Imperecedero; penétra-
lo (lIiddhi),3s querido mío!

36. BUV. l.
37. En TVVI.7~.1~ las flechas son «aguzadas por encantacio-
ness (grahmasamsila), justamente como en SB I.2Ala espada ri-
tural de madera es aguzada y blandida para participar en la natu-
raleza del Viento cortante, Upásana ha sido destacado más atrás
(nota 18) como eejercicios; en el contexto presente el «ejercicio.
es contemplativo. como en BU 104.7 átmey evopásila, «Adora-Le
como Espíritus, o como «tu Sí mismo •.
38. Vidrlh,; seg˙n se anota arriba. es el imperativo com˙n de
vyadh o vidh, traspasar o penetrar, y de vid, conocer o encontrar.
Cf BG VIII. 7 parkrlim lIiddhí me parám, «penetra (o conoce)
Arquero andino, mi naturaleza más elevadas, es decir la «naturaleza-de-Eso. del
siglo XVI. versículo de la Mundaka Up. De la misma manera]VB IV. 18.6

57

56
»Om es el arco, el Espíritu (átman, el Sí mismo )39 »Es penetrable= por el hombre sobrio; hazte de
es la flecha, Brahma es el blanco. una sola substancia con él (tanmayo bhava), como
la flecha».
He aquí la familiar ecuación «Atmam «Brah-=
(Kena Up) tad eoa brahma tvam viddhi ne 'dam yad idam upása- mamo La penetración es de igual a igual; el sí mismo
te, ..Conoce (o penetra) solamente a Brahma, no lo que los hom-
espiritual representado por la flecha no es en modo
bres adoran aquís. Esta ambivalencia reaparece en Pali; así, en Udá-
na 9, attaná ved; es traducido por Woodward como «de su propio alguno el ego empírico, sino la Deidad inmanente, el
sí mismo ha traspasado (a la verdad). (eens, o «con el espíritus Sí mismo del sí mismo en todos los seres: cA El uno
sería igualmente legítimo), diciendo el comentario: sayam eva añ- debe extraer-lo del propio cuerpo de uno, como la fle-
ñati, pativijjhati, «conoce o penetras. En S 1.4 patividhitá (v.l. - cha del junco. (KVVI. 17); o en los términos de MU
vidhitá) es interpretado por ñanena patividdha, «aquellos que han
VI.2B, debe -dibrar-Les y «íejar-Le volare desde el cuer-
penetrado por la gnosiss, y esto apenas puede ser llamado con
Mrs. Rhys Davids un «equívoco exegético», pues nosotros mismos po como una flecha desde el arco.
no llamamos al doble sentido de nuestra palabra «penetrante. un En MU las expresiones difieren ligeramente pero los
«equívoco •. El hecho es que la «persecución. de la verdad es un significados permanecen esencialmente los mismos:
me de caza; uno la rastrea (mrg, ixveuw), apunta hacia ella, acierta hay obstáculos que han de ser traspasados antes de que
el blanco, y la epenetras. Cf.] 340, 341, pacceka-bodhi-ñanam
pueda alcanzarse el blanco. En MU VI. 24, cEl cuer-
pativijjht; «él penetró la gnosis de un Buddha Paccekax y Vis 288
/akkhanapatisamvedhena, literalmente «por penetración del blan- po es el arco, la flecha es Om, la mente es su punta,
cos, pero aquí «por penetración de las características. (de un esta- la obscuridad es el blanco (Iak.syam );41 y traspasando
do de contemplación). En KB XI. 5 manasá preva vidhyet es «que (bhitvá)42 la oscuridad, uno alcanza eso que no está
traspase, por así decir, con su mentes; cf. MU VI. 24, «donde la envuelto en la obscuridad, Brahma más allá de la obs-
mente es la punta de la flechas.
Un simbolismo análogo se emplea en Vis 1. 284, donde suci-
pásavedhanam es un «taladra-ojos de aguja. usado por el hace-
dor de agujas; la aguja significa la recordación (sati = smrti) y condición de entrada es que uno debe realizar que Eso es la ver-
=
el taladra-ojos la presciencia (paññaz prajña) conectada con ella. dad, Eso el Espíritu (o Sí mismo, el sí mismo, real de todos los
Sobre penetrabilia y penetraiia cf. Isidorus, Diff 1.435 (Mig- seres), .Eso eres t˙. (CU VI. 9.4; cf. ]UB III. 14.3 Y mi «La "E"
ne, vol. 83, col. 54) penetrafia autem sunt domorum secreta, et en Delfos •.
dicta ab eo quod est penitus (penitus es «adentro., y no ha de 40. Cf. BG VI. 54 sakyo hy aham viddah, «Yopuedo, en ver-
ser confundido con epenitentee); Mellifluus (ca. 540 AD) ad reg- dad, ser penetrado (o conocido p.
ni supemi penetrabi/ia non pervenit quisquan nisi egerit paeni- 41. Aquí no, por supuesto, el blanco ˙ltimo, sino el obstáculo,
tentiam, citado por RJ. Gelty, Penetrafia and penetrabilia in Post- 42. Como en MU VI 30 sauram di,áram bhiwa, ctraspasando la
Classical Latir», en Amer. [out». Phi/ .•, LVIII (1936) 233-44. CI Puerta del Sob, Todo este simbolismo tiene su paralelo en el del
también Rumt; .Matnaw¡», ed R.A. Nicholson, 1. 3503 «Como techo; el monje experto, subiendo en el aire, rompe a través del dis-
la punta de la lanza atraviesa el escudo •. co del domo (Kannika-mandaJam bhinditvá, Dh A III. 66, etc.); cf.
39. Cf. Udána 9 attaná vedi citado en la nota precedente. La mi «simbolismo del Domos,

58 59
.1
curidad, más alla del tinte (de oro) del Sol, eso que
brilla en el Sol más remoto, en el Fuego y el Relám-
pago».43 En MU VI. 28 uno pasa de lado, o vence
(<<atikramya»)a los objetos de los sentidos (sensibilia,
ra µoOr¡rcx»), y con el arco de la firmeza encordado
con la vía del monje errante y con la flecha de la
liberación-de-la-auto-opinión (anabhimánama yena
caivesuná) abate (nihatya) al guardián de la puerta de
Brahrna" -cuyo arco es la codicia, su cuerda es la
cólera, y su flecha el deseo- y alcanza Brahma.
La penetración de los obstáculos es una hazaña co-
m˙n; la misma ha sido destacada atrás en la práctica
Turca, y en]V 131 jotipála traspasa un centenar de
tablones atados juntos como si fueran uno (ekábad-
dahm phalakasatam vinijjhitvá). En VÚ674 un arquero
cumple la difícil hazaña de traspasar un centenar de
tablones (<<phalakasatam-nibbi¡jhanam») a una distan-
cia de unas cincuenta yardas; el arquero tiene venda-
dos los ojos y monta sobre una rueda en movimiento

Centauro, animal
mitológico asociado al 43. Tres formas de Agni. Brahma es "eso que brilla en el re-
noveno signo del lámpago. (Kena Up. 29).
Zodíaco, Sagitario. 44. Abhimána, arrogancia, es la ilusión del ego, la noción de
Mitad caballo y mitad «yo soy" y "yo hago •. Vencer al guardián es abrir la vía adentro,
hombre, su y es un equivalente del simbolismo del «ojo de la cerradura«. En
denominación parece JUB 1.5 el (disco) del sol es el guardián, e impide la vía a aquellos
derivar de «centein», que esperan entrar adentro por medio de sus buenas obras; pero
cazador, y de «tauros», no puede obstaculizar a uno que invoca la verdad, la cual es que
toro, en concordancia sus obras no son «suyas propias», sino las del sol mismo, o que
con la leyenda rechaza la noción de «yo hagos, o que, como enJUB 111.14.~,
mitológica. niega que el sea otro que el sol mismo; cf. Rümi, Matnwawt 1.
3.056-65. La puerta del sol es una vía adentro para el sabio, y una
barrera para el ignorante (CU VIII. 6.5; cf. RV IX.113.8).

60 61
(cakka-yante atthási); cuando la rueda gira de modo sa los tablones. El arquero representa la «Gnosis de
que él encara el blanco, se le da la señal (saññá)4j por la Vía» (maggañána), mientras que la señal dada es
el sonido de un golpe sobre el blanco con una caña; la de la «Gnosis Adoptiva» (gotrabh˙-ñana) y puede
y guiado por el sonido, deja volar (la flecha) y traspa- ser considerada como un «recordador» del fin a ser al-
canzado; el atado de tablones significa los «troncos o
agregados de la codicia, de la mala voluntad, y de la
45. Saññá (samjñá) es también «Presencia consciencia»; A n. ilusión» (Iobha-dosa-mohakkhandhá); la «intención»
167 define cuatro niveles de consciencia, de los cuales e! primero o el «objetivo» (árammana) es el Nibbana (Nir-
y más bajo es la renunciación (hána, repudiación, arrepentimien- vána).46
to), e! segundo es la toma de posición (tbiti}, e! tercero es tras-
Paralelos destacables a los textos precedentes pue-
cender al dialéctica (vitakka), mientras que e! más elevado entra-
ña la indiferencia (nibbida) y la revulsión (virága) y es de la den ser citados de otras fuentes. Así Sams-i- Tabríz:
naturaleza de la penetración (nibbedha = niroedba), La posición
(thiti) corresponde a la disposición adiestrada de! arquero; al igual
que e! arquero con su destreza, e! monje es un «hombre de dis- [París 1894], de otra edición de! texto) que «los antiguos Budd-
posición adiestrada» (thána·kusa/o) por su conducta (si/a), un has, con las flechas de la «vacuidad. e "impersonalidad» (Junya-
«tirador-de-alcance» porque en todas las cosas fenoménicas reco- nairátna-bánaih), golpearon al enemigo, la depravación, y tras-
noce que «eso no es mío, yo no soy eso, eso no es mi Sí mismo», pasaron la red de las «opiniones» (heréticas), con la intención de
uno «que acierta e! blanco» porque comprende e! significado de! obtener la Iluminación suprema»; cf. MUVI.28. El Buddha es en
«dolor» (dukkham) como realmente es, y e! «hendedor de una gran verdad «de penetración superlativae (ativijjha) por su presciencia
masa» porque traspasa e! tronco de la ignorancia aVjja-Khandam (paññá, S. I. 193. Y. 226).
(A Il. 171; cf. n 202). M I.82 compara e! discípulo perfecto a un 46. Era innecesario para los propósitos de! texto explicar e! sim-
arquero instruido, practicado y devoto (dhanitggaho sikkhito ka- bolismo de la rueda giratoria, e! cual debe haber sido completa-
tahattho katitpásano), que puede fácilmente, inclusive con una mente visible para una audiencia India. Ésta es evidentemente
flecha ligera, traspasar una palmera umbría (tiriyam tá/accháyam la «rueda de! devenir» (bhava-cakka), «la rueda giratoria de! vór-
atipateyya). Las grandes hazañas en tiro con arco de! Bodhisattva tice de! devenir» (ávrtta-cakram ioa samsára-cakram, MU VI.29),
(por las cuales, como Arjuna y Rama, él obtiene una esposa), se y, como e! «carro» y e! «caballo», e! vehículo físico sobre e! cual ca-
describen en].I. 58 (donde ha de comprenderse que el Bodhi- balga e! espíritu; e! arquero con los ojos vendados es e! sí mismo
sattva cumplió todas aquellas hazañas que fueron cumplidas por elemenrario, encarnado e invidente (bhittiitman, es decir, sárisa
jotipála en e! Sarabhanga]ataka) y en e! La/ita Vistara (cap. XII), átman, e! sí mismo corporal), atrapado en la red, vencido por e!
donde traspasa cinco tambores de hierro, siete palmeras, y «la fi- Karma, lleno de la multiplicidad de las cosas y «acarrerado acá-y-
gura de un jabalí de hierro, provisto con un ingenio (perforado)» allá» (rathita) MU I1I.l-IY.4; es e! sí mismo corporal (Káyo = attá),
(yantra-yukta, cf. yantra-sahitam citado y explicado arriba de Mbh) cf. DI. 34 añño attá = DI. 77 añño Káyo), invidente, atrapado
con una sola flecha la cual atraviesa a todos éstos y se hunde ella por la red, rebosando y «cargando con e! carro-de!-Karma» (Karma-
misma en la tierra más allá de ellos, y cuando la asamblea se ma- yantita), Th 1. 567 sigo
ravilla, los Dioses explican (S. Lefmann, La/ita Vistara [(Halle, La disposición sobre una rueda en movimiento corresponde a
1902)], p. 156, versículo omitido en la traducción de P,E. Foucaux la de Arjuna, quien dispara desde un carro en movimiento, se-

62 63
«Cada instante hay, por así decir, una flecha en el arco
del cuerpo: si escapa del arco, golpea su blancos." En
lo que quiere decir lo mismo exclama: «Vuela, vuela,
oh pájaro, a tu hogar nativo, pues has escapado de la
jaula, y tus cañones están desparramados ... Vuélate de
esta encerrona, puesto que tu eres un pájaro del mun-

g˙n se menciona arriba. Para el equivalente de una rueda giran-


do y de un carro en movimiento puede citarse TS 1.7.8 y SR V.1.5.1
sigo donde el sumo sacerdote (brahmá) «sube a una rueda de ca-
rro. (rathacakram ... rohatt; TE 1.3.6.1) Yallí representa una carre-
ra de carros. Esta rueda de carro se monta sobre la punta de un
poste y se la hace girar, y es justament a eso a lo que Vis hace
referencia como un cakka-yanta: ya causa de que un carro es esen-
cialmente el «dardo. (vajra), como lo son también las flechas (ver
TS V. 4.11.2, Vi 1.3.45; SB 1.2.4.1-6), la operación implica una
«victoria sobre todos los Cuadrantes. (Sayana sobre TS 1.7.8), como
en el caso del disparo hacia los Cuatro Cuadrantes mencionado
arriba. Para la ecuación, carro = carne o sí mismo corporal, bas-
taráKUIlI.3.9,]VI. 252; cf. Platón, «Fedro., 247. De la misma
manera el cuerpo puede ser comparado en el mismo contexto a
la rueda (<<cakra.)de un carro y a la de un alfarero, MU 11.6 (des-
táquese el contraste entre cakravrtta, «hecho girar sobre la rue-
das, y Cakravartin, el «que hace girar la ruedas). Todas estas co-
sas, como el cuerpo mismo, son «ingenios. (yantra): ¡tanto mejor
para el que, desde un «tiovivo- tal, pueda acertar el blanco invisible!
Sobre el simbolismo general de las alas cf. RVVI. 9.5 «La men-
Grabado del siglo xv,
te es la más veloz de las cosas que vuelaID;]UB IlI. 13.10 donde
el sonido de Om sirve al sacrificador como alas con las cuales al- impreso en Lyon.
canzar el mundo del cielo; PB XIX. 11.8, :XXV. 3-4; Platon, Fe-
dro 246-256; Dante, Paradiso XXV. 49-51.
47. Diwán, T. 1624 a, citado por R.A. Nicholson, Diwán 01
Sams-i-Tabriz (Cambridge, 1938), p. 336. Cf. cEI blanco de la ver-
dad, a fin de que ellos puedan apuntar rectamente. (Homilies
olNarsai, XXII), y «si yerra, peor para él, pero si acierta deviene
igual que (el blanco)»; TS 11.45.6.
65
64
do espiritual»;" y en verdad, «Es como un pájaro
como el sacrificador alcanza el cielo».v Su gran discí-
pulo R˙mi dijo: «Solamente la flecha derecha es puesta
en el arco, pero este arco (del sí mismo) tiene sus flechas
pandeadas y torcidas. Enderézate, como una flecha, y
escapa del arco, pues sin duda toda flecha derecha vo-
lará del arco (hacia su blanco)», 50
De la misma manera Dante: 51 «y allí ahora (es de-
cir, al Valor Eterno como blanco), 52 como al lugar
apuntado, el poder de esa cuerda de arco nos lleva,
la cual dirige hacia un blanco dichoso a quienquiera
que la descarga»." Con «Om es la flecha» puede ser
comparado la Cloud o/ Unknowing (cap. 38): «¿Por
qué traspasa el cielo, esta diminuta plegaria de una
sílaba?», a lo cual el mismo autor desconocido replica
en la Epistle of Discretion: «Un disparo ciego tal con
el dardo agudo del amor anhelante nunca puede fa-
llar el blanco, el cual es Dioss.>'
Para concluir, aludiré a la práctica del tiro con arco
en tanto que un «deporte» en el Japón en el presente

48. Idem, Odas XXIX, XLIV.


49. PS V. 3.5; cf. TS V. 4.11.1.
50. Matnawi l. 1.384, 1.385, traducción de Nicholson.
51. Lo que sigue se cita en Voile d'Isis, 1935, p. 203, de un
Ilahi Yunis Emse (siglo XIII-XIV): «Tuvida es como una flecha
sobre un arco tendido a fondo; puesto que el arco está tendido,
¿por qué permanecen sin movimiento? Supón, pues, que t˙ has
lanzado esta flecha».
52. Paradiso 1. 107.
53. Idem 1. 124-127.
54. El «disparo ciego. no es por supuesto un disparo al azar, Arquero amazónico
sino a un blanco invisible. contemporáneo.

66 67
día, haciendo uso de un libro valioso compilado por
Mr. William Acker, el pupilo americano de Ma. Tos-
hisuke Nasu, cuyo propio maestro, Ichikawa Kojuró
Kiyomitsu, «había visto efectivamente el arco usado
en la guerra, y que murió en la arquería mientras lle-
vaba su arco a los ochenta años de edad». El libro"
es una traducción de las instrucciones de Toshisuke
Nasu, con un comentario agregado. los extractos mues-
tran cuan poco tiene este «deporto del carácter de mera
recreación que implica la noción del deporte en las
culturas seculares:
cLa disposición es la base de todo lo demás en el
tiro con arco. Cuando tomas lugar ante el objetivo para
disparar, debes desterrar.todo pensamiento de las de-
más gentes de tu mente, y sentir entonces que el asunto
del tiro con arco te concierne a ti solo... Cuando vuel-
vas así tu cara hacia el blanco no lo mires simplemen-
te, sino concéntrate también sobre él... no debes ha-
cer eso con los ojos sólo, mecánicamente, por así decir
-debes aprender a hacer todo desde el vientre •.
y nuevamente: «Por dozokuri se significa la posi-
ción del cuerpo bien asentado sobre el soporte pro-
visto por las piernas. Uno debe considerarse a sí mis-
mo como semejante al Buddha Variocana (es decir, el
sol), calmo y sin temor, y sentir como si uno estuvie-
ra, como él, en el centro del universo •. 56

55. Nasu and Aka (Acker), Toyo ky˙do kikan (Tokio, 1937).
Ahora obtenible solamente del autor, «Freer Gallerys, Washing-
ton. Yo no he visto Martin FilIa, «Grundlagen und Wi!sen der atl-
japanesischen Sportkünste» (Würzburg-Aumühe). Práctica del tiro con
56. Todo esto implica una identificación del Sí mismo (real) arco seg˙n el zen.

68 69
En la preparación para disparar, el énfasis mayor se
pone sobre la relajación muscular, y sobre un estado
de calma que ha de ser obtenido por uña respiración
regular; justamente como en los ejercicios contempla-
tivos, donde la preparación es igualmente vista a una
«liberación». Al apuntar (mikomo, de miru, ver, y de
Komu, apretar) el arquero no mira simplemente al
blanco, sino que «aprieta-adentro» o «fuerza-adentro»
de él su visión, como si estuviera anticipando el fin
a ser alcanzado por la flecha misma. La respiración del
arquero debe ser regulada, en orden a «concentrar la
fuerza de uno en el foso del abdomen -entonces pue-
de decirse que uno ha llegado a una comprensión real
del tiro con arco»." En este énfasis sobre la respira-
ción profunda es visible el factor Zen (Sanscrito dhya-
na), y en el énfasis que se pone sobre el «espíritu» (Ki,
Chino cbi, Sánscrito átman, prána) en la misma co-
nexión, es visible el factor Taoísta. Mr. Acker destaca
que todas las artes y ej'ercicios japoneses son designa-
dos como «Vías» (micht: Chino tao), es decir, discipli-
nas espirituales:
«...uno puede decir inclusive que esto es especial- Símbolo identificador
mente así con el tiro con arco y en la esgrima pues de «Survival
International»,
organización que
dedica sus esfuerzos en
de uno con el blanco, como en la Mundaka Up citada arriba pro de la supervivencia
(tabháva-gatena ce/asá... tanmayo bhavet) .• Si no te haces t˙ mis- y los derechos de los
mo igual a Dios, no puedes conocer a Dios; pues lo igual es cono- pueblos indígenas
cido por lo igual» (Hermes Trismegistus, XI. n. 20 b). amenazados.
57. Ct. tU1.3.4.5 donde, como al cantar, .así"en otros actos
viriles tales como la producción del fuego por fricción, correr una
carrera, o curvar un arco recio, uno' hace estas cosas sin aspirar ni
expirar>, es decir, sin jadeo, sin pérdida del soplo o excitación.

71
70
hay arqueros que te dirán que si logras acertar el blanco
o no lo logras no importa en lo más mínimo -que
la cuestión real es que salgas del tiro con arco espiri-
tualmente». ~8
La consumación del disparo está en la liberación de
la flecha ... la Disposición, la Preparación, el levanta-
miento del Arco, el Tensado y Sustentamiento, todo
esto no son sino actividades preparatorias. Todo de-
pende de una liberación de la flecha inintencional e in-
voluntaria, efectuada por la recordación dentro de uno
de la postura de disparo entera ... el estado en el cual
la liberación de la flecha tiene lugar por sí misma,
cuando la respiración del arquero parece tener el po-
der místico de la sílaba «Om»... En ese momento la
postura del arquero está en orden perfecto -como si
fuera inconsciente de la partida de la flecha ... un dis-
paro tal se dice que deja detrás una prolongada
resonancia- moviéndose la flecha tan serenamente
como un soplo, y, en verdad, pareciendo ser casi una
cosa viva... Hasta el momento final uno no debe tem-
blar ni en el cuerpo ni en la mente ... (Así) el tiro con
arco japonés es mucho más que un «deporte» en el
sentido occidental; pertenece al Bushido, la Vía del
Guerrero.
Además, las Siete vías están basadas sobre princi-

58. Es decir que acerrar el blanco de hecho debe ser el resulta- Robin Hood, el
do del propio estado de mente de uno; una evidencia, más bien famoso arquero inglés.
que la causa de su condición espiritual. «Teconcierne solamente
la acción (que sea "correcta"), nunca sus resultados: que los re-
sultados de la acción no sean tu motivo, ni te contengan de ac-
tual> (BG I1.47).

72 73

I
pios espontáneos, y no sobre el mero razonamiento:
«Habiendo tensado suficientemente,
No "tires" ya más, sino "conduce' ~lo
«Quietamente sin asir»
El arco nunca debería saber ÍNDICE

Cuando la flecha ha de partir».


La liberación efectiva de la flecha, como la del con-
templativo, cuyo paso del dhyána al samádhi, de la A propósito del símbolo 7
contemplatio al raptus, tiene lugar s˙bitamente en ver-
dad, pero casi inadvertidamente, es espontánea, y por 1 . 15
así decir incauzada. Sí todas las preparaciones han sido
hechas correctamente, la flecha, como una paloma II . 25
mensajera, encontrará su propio blanco; justamente
como el hombre que, cuando parte de este mundo
«todo en acto» (Krtakrtya, Katam Karaníyam), habien-
do hecho cuanto había de ser hecho, sería vano pre-
guntar que devendrá o adónde irá, sino que inevita-
blemente encontrará el ojo de buey, y pasando a través
de esa puerta del sol, entrará en el Empíreo más allá
del «amurallamiento» del cielo.
Uno ve así cómo en una sociedad tradicional toda
actividad necesaria puede también ser la Vía, y que
en una sociedad tal no hay nada profano; una condi-
ción cuya inversa ha de verse en las sociedades secula-
res, donde no hay nada sagrado. Vemos así que inclu-
sive un «deporte» puede ser también un «yoga»,y cómo
,-1
las vidas activa y contemplativa, el hombre exterior e
interior pueden ser unificados en un acto de ser ˙ni-
co en el cual ambos sí mismos cooperan.

74

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