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Clasificación de las disfonías infantiles

Una de las clasificaciones más frecuentes que podemos hacer de disfonía infantil es:
·                     Disfonía funcional: todas aquellas disfonías que tienen alteración de la función
vocal, provocada principalmente por una perturbación de la actitud vocal (exceso de gritos,
estar en ambientes con un nivel de humedad inadecuado…). Pueden complicarse con
lesiones orgánicas de la laringe provocadas por el esfuerzo excesivo o por alteraciones
orgánicas transitorias.
·                     Disfonía funcional complicada: son alteraciones en las cuerdas vocales,
provocadas por un comportamiento vocal defectuoso. En el caso de los niños, la alteración de
las cuerdas vocales más frecuente son los nódulos laríngeos por abuso vocal.
Causas de la disfonía infantil
Existe una gran variabilidad de orígenes de las lesiones vocales; no se debe caer en la falsa
creencia de que un niño sufre una disfonía exclusivamente por gritar demasiado. Los distintos
factores que pueden provocar una disfonía infantil son:
 Abuso vocal
 Antecedentes familiares
 Afecciones respiratorias
 Estado emocional y perfil psicológico del niño
 Modelos vocales del entorno que rodea al niño.

Tambien resulta necesario separar los distintos intervalos de edad para estudiar los trastornos
que con más frecuencia les afectan:

 En el recién nacido con un llanto anormal, con o sin estridor, es posible encontrar una gran
variedad de causas. Las malformaciones congénitas de la laringe pueden presentarse como
una sinequia anterior, como hendiduras laríngeas o como anomalías laríngeas asociadas a
cromosomopatías (síndrome cri du chat). También hay causas neurogénicas que se
manifiestan como parálisis laríngeas bilaterales (trastornos centrales como la malformación de
Chiari, mielomeningocele o hidrocefalia) o unilaterales, que suelen ser de causa periférica
relacionadas con una enfermedad cardiaca, traumatismos en el nacimiento o iatrogenia. Las
causas traumáticas que afectan directamente a la laringe se relacionan con secuelas
postintubación (granulomas, sinequias o luxación aritenoidea). En cuanto a las neoplasias,
pueden encontrarse hemangiomas, papilomas, higromas quísticos y otros quistes laríngeos.
La laringitis infecciosa neonatal suele estar relacionada con el virus herpes. 
 En el lactante y el niño pequeño (6 meses a 5 años de edad) la disfonía se debe a otras
causas. Las infecciones, tanto virales como bacterianas, producen una laringitis aguda
caracterizada por una disfonía temporal. Ante cualquier otra disfonía aguda que se presente
en estas edades, en especial si se asocia a tos o estridor persistente, debe sospecharse la
presencia de un cuerpo extraño. Los papilomas laríngeos suelen manifestarse como una
disfonía. En esta edad ya empiezan a verse causas relacionadas con el comportamiento, con
la formación de nódulos vocales. 
Entre los 5 y los 13 años de edad predominan los nódulos vocales como principal causa de la
disfonía, aunque siguen siendo habituales las causas infecciosas e inflamatorias.

Tratamiento de la disfonía infantil:

Existen diversas opciones terapéuticas en el abordaje de la disfonía infantil: supervisión o


seguimiento por parte del médico pediatra, cirugía laríngea, trabajo de orientación a padres,
intervención logopedia, orientación a educadores, trabajo psicomotriz, psicoterapia o incluso
tratamiento farmacológico.
El médico foniatra será quien analice los factores de edad, motivación del niño y los padres,
necesidades vocales del paciente, severidad de la disfonía, tipo de lesión y el conjunto del
comportamiento para indicar el tipo, intensidad y secuencia de los tratamientos que se deberá
aplicar.
El objetivo de la reeducación vocal es establecer o restablecer el equilibrio entre la voz que se
tiene y la voz que se quiere; es decir, mejorar la calidad de vida del niño.
Los padres tienen un papel muy importante en el tratamiento, ya que se les informa sobre lo
que se pretende y las pautas que se deben respetar para lograr una voz óptima.
Pueden darse problemas en el tratamiento debido a que el niño sigue realizando un patrón de
voz perjudicial (gritos) en el colegio, con sus compañeros. Además, muchas veces, ocurre que
los propios padres tienen malas costumbres al hablar. Por todo ello, puede resultar difícil
poder cambiar todo el entorno cultural en donde se desarrolla el niño.

¿Cuáles son los síntomas habituales?


La alteración cuantitativa y cualitativa de la fonación se acompaña de una serie de
características vocales (signos) que difieren según el tipo de disfonía, sea ésta de origen
orgánico o funcional.
Los signos en las disfonías pueden manifestarse de forma aislada o combinados entre sí y es
frecuente que coincidan los síntomas (quejas del paciente) con los signos presentes.
Los síntomas referidos más frecuentes son: ronquera, voz monótona, voz temblorosa,
episodios de afonía, variaciones en la intensidad, frecuente pérdida de los agudos o
sensación de falta de aire al fonar.
Además, el paciente con disfonía suele referir o presentar los siguientes síntomas no
fonatorios: tos, picazón, uso del carraspeó para aclarar la voz, sensación de cuerpo extraño al
tragar y dolor leve o moderado de garganta al hablar.
Los síntomas más habituales son:
 Ronquera.
 Variaciones en la intensidad de la voz.
 Episodios de afonía o ausencia de voz.
 Tos.
 Dolor de garganta al hablar.

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