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LECTURA DE APOYO

LA ESCUELA DE LOS ANIMALES


(o: como la escuela humana es castradora)

En tiempos del Maricastaña y el Rey Perico


(que así comenzaban sus narraciones los
abuelos), cuando los animales podían hablar,
se reunieron en Asamblea General, con el fin de crear una escuela
para que los animales aprendieran diversas artes, tales como el trepar, el correr, el volar, el nadar,
el excavar la tierra, el poner huevos, el cacarear, el relinchar, etcétera.
Pese a los esfuerzos del León, quien como “Rey de los animales” presidía la asamblea, estos no
se lograban poner de acuerdo en cuál o cuáles asignaturas eran más importantes para formar
parte del ‘currículum scholae’ (ya también empleaban términos raros y latinajos para descrestarse
entre ellos mismos), decidieron adoptar un plan único de estudios. Todos los animales,
cualesquiera que fuera su función o sus habilidades innatas, deberían tomar las mismas
asignaturas.
Conforme con lo anterior, al cabo del primer periodo escolar, se obtuvieron los siguientes
resultados (consignados en los respectivos informes escolares):
l. El conejo, antes un gran experto en correr, casi termina ahogado en las clases de natación,
motivo por el cual sufrió un gran trauma que le impidió volver a correr tan bien como lo hacía
antes. Hoy día, acude varias veces a la semana donde el hermano Búho, quien lo está ayudando
a recuperarse del trauma mencionado.
2. El águila, aún cuando era una verdadera maestra en volar y
planear en el aire, tuvo un desempeño sumamente deficiente en
las clases de excavación, motivo por el cual fue enviada a un aula
remedial o de nivelación, en la cual se pasaba casi todo el tiempo
de la escuela, hasta que terminó por olvidarse de cómo era volar.
3. La gallina, que antes ponía un huevo diario y lo anunciaba a los
cuatro vientos con su alegre cacareo, fracasó estruendosamente
en las clases de relincho y de dar leche. Sapientemente, las
directivas de la escuela la declararon ‘retardada’ y la enviaron a
una escuela especial. Tan pronto tengamos noticias de ella, se las
comunicaremos, pues hace ya varios años que no hemos vuelto a saber nada de la antes gran
ponedora.
4. El gato ronroneaba y maullaba a placer. Sin embargo, la profesora de vuelo lo declaró inepto y
fue enviado a donde antes habían enviado a la gallina.
5. La vaca dejó de dar leche, después de que en la casa la
castigaron por haber reprobado los cursos de dar lana, los de
rebuznar y los de respirar bajo el agua. Hoy en día ha quedado
convertida en un vegetal, que solo sabe rumiar sus sinsabores y, de
vez en cuando, lanzar un mugido triste al aire.
Ni para que seguir viendo los respectivos informes, Todos los
animales resultaron ineptos para seguir los cursos regulares de la
escuela de animales. Las directivas están planeando contratar más
búhos, para que se encarguen de nivelar a los cachorros, antes de
su ingreso en la escolaridad formal.

REFLEXIÓN: Hay “niños redondos”, que no encajan en los “agujeros cuadrados” de la escuela. La
escuela carece de respuesta a las diferencias inter-individuales.

Adaptado por: Alexander Restrepo G.


De: Armstrong, Thomas. Inteligencias múltiples. Bogotá: Edit. Norma, 2001 (pg. 13).

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