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El cráneo del "hombre dragón" podría

ser de una nueva especie, lo que


cambiaría el árbol genealógico
humano
El asombroso cráneo completo, oculto en un pozo
durante décadas, ha suscitado un debate sobre la
creciente cantidad de fósiles que no encajan en la
historia clásica de los orígenes humanos.
POR MAYA WEI-HAAS
PUBLICADO 29 DE JUN. DE 2021 14:27 GMT -3
El "hombre dragón" vivió hace más de 146.000 años en
una región fría del nordeste de China, tal y como se
representa en esta reconstrucción.
FOTOGRAFÍA DE ILUSTRACIÓN POR
CHUANG ZHAO
El extraño cráneo apareció poco después de que los
japoneses invadieran el nordeste de China a
principios de la década de 1930. Unos
vecinos estaban levantando un puente cerca de Harbin,
una ciudad de la provincia más septentrional de China,
cuando uno de los trabajadores se topó con una sorpresa
entre el lodo del río. El cráneo humano, casi completo,
tenía un cráneo alargado del que sobresalía un grueso
hueso de la frente, que sombreaba los huecos que antes
albergaban los ojos.
Además, el cráneo tenía un tamaño inusual: "Es
enorme", cuenta el paleoantropólogo Chris Stringer, del
Museo de Historia Natural de Londres.

Quizá siendo consciente de la magnitud del hallazgo, el


hombre ocultó el cráneo en un pozo abandonado. Ahora,
casi 90 años después, un estudio publicado en la
revista The Innovation defiende que este cráneo
representa una nueva especie humana: Homo
longi, o el "hombre dragón".
Dos estudios adicionales revelan que el cráneo, muy
bien preservado, probablemente procede de un
varón que murió hace al menos 146.000 años.
Su mezcla de rasgos anatómicos antiguos y
modernos sugiere un lugar único en el árbol genealógico
humano.
"He tenido en mis manos muchos otros cráneos y fósiles
humanos, pero nunca uno como este", afirma el
paleoantropólogo Xijun Ni, de la Academia China de las
Ciencias, autor de los tres estudios.

Basándose en la forma y el tamaño del cráneo de Harbin,


como se le suele llamar, y en comparándolo con otros
fósiles conocidos, los investigadores plantean que está
estrechamente relacionado con varios fósiles humanos
desconcertantes de esta misma época que se han hallado
en toda Asia. El análisis de los investigadores sugiere
que todos estos fósiles pertenecen a un grupo
estrechamente relacionado con nuestra especie, quizá
incluso más que los neandertales.

"Es un fósil espectacular", afirma María Martinón-


Torres, directora del Centro Nacional de Investigación
sobre la Evolución Humana de España, que no participó
en estos estudios.

Sin embargo, la agrupación y designación


propuestas de especies está suscitando un
debate entre los científicos. Algunos expertos ven
indicios tentadores de que el hombre dragón podría
estar vinculado a los misteriosos denisovanos, un grupo
hermano de los neandertales del que se han encontrado
escasos restos fósiles: unos pocos dientes, un trozo de
cráneo fracturado, un hueso del meñique y quizá una
mandíbula rota.
Aunque está entusiasmada por la conservación y el
mosaico de rasgos del cráneo de Harbin, "en este
momento, no tengo tan claro lo diferente que es de otros
grupos ya conocidos", dice Martinón-Torres.

Con todo, el cráneo subraya lo enmarañadas que están


las ramas del árbol genealógico humano y cómo el
estudio de todo el abanico de enigmáticos antepasados
humanos y su distribución cambiante con el paso del
tiempo podría ayudarnos a descifrar nuestros propios
orígenes.

"Incluso como antropólogos, olvidamos que es rarísimo


que seamos los únicos homínidos que quedan vivos",
dice Laura Buck, antropóloga biológica de la
Universidad John Moores de Liverpool, que no formó
parte del equipo de estudio.

La historia del cráneo


Antes de su muerte, el trabajador que encontró el cráneo
reveló el secreto a sus nietos, que se aventuraron al pozo
para recuperar el premio en 2018. Qiang Ji,
paleontólogo de la Universidad GEO de Hebei, en China,
que dirigió la nueva investigación, se enteró del hallazgo
y fue a echar un vistazo. Sin estar seguro de su
importancia, sacó una foto para mostrársela a Ni.

"Me quedé estupefacto", recuerda Ni. El fósil no sólo


estaba bien conservado, sino que presentaba una
extraña mezcla de rasgos. El cráneo de Harbin es ancho
y achaparrado, con una frente prominente habitual
entre los homínidos antiguos. Solo queda un diente en
el cráneo sin mandíbula, pero ese diente tiene tres
raíces, un rasgo raro entre humanos modernos. Otras
características —como sus pómulos delicados, que
son planos y están situados en un punto bajo de la cara—
recuerdan más a nuestra especie.

"Tienes una sensación muy extraña cuando miras las


cuencas de los ojos", dice Ni. "Piensas que
intenta decirte algo".

Ji convenció a la familia para que donara el espécimen


al Museo de Geociencias de la Universidad GEO de
Hebei y el equipo se puso a trabajar. Recopilaron
información de 95 fósiles de cráneos, mandíbulas y
dientes que representaban una serie de grupos de
homínidos y caracterizaron más de 600 rasgos. A
continuación, utilizaron un superordenador para
construir miles de millones de árboles filogenéticos,
herramientas empleadas para ilustrar las relaciones
evolutivas entre homínidos, con el menor número de
pasos evolutivos, lo que según la mayoría de los
científicos es la posibilidad más probable. El árbol que
surgió situó el cráneo de Harbin en una nueva rama
estrechamente relacionada con nuestra especie.

"Me sorprendió ver esto", dice Stringer, que es autor de


dos de los estudios que definen la agrupación y la
antigüedad del fósil. Esperaba que el cráneo de Harbin
fuera una rama de los neandertales.
El cráneo de Harbin, con su combinación de rasgos tanto
modernos como antiguos, se suma a un número creciente
de hallazgos fósiles en Asia que no encajan a la perfección
en las ramas del árbol familiar humano.
FOTOGRAFÍA DE XIJUN NI
Parte del equipo pensó que el cráneo de Harbin era tan
diferente de otros fósiles de homínidos que debería ser
clasificada como especie aparte. Ni, uno de los autores
del tercer estudio que define la nueva especie, enumera
la lista de rasgos que definen al hombre dragón: orificios
oculares muy cuadrados, un cráneo largo y bajo, y la
ausencia de una cresta a lo largo de la línea media del
cráneo, entre otros.

"No es una sola característica la que lo distingue de los


demás", dice. "Es una especie de combinación".

El debate sobre el "hombre dragón"


No todos los científicos y expertos externos están de
acuerdo en que el "hombre dragón" sea una especie
distinta, ni tampoco en su posición relativa en el árbol
genealógico de los homínidos.

Muchas de las características definitorias del cráneo


parecen ser cuestiones de escala más que rasgos
distintivos, señala Buck, de la Universidad John Moores
de Liverpool. Incluso dentro de una misma especie, dice,
cabe esperar cierta variación. Las diferencias de sexo, la
edad del individuo, las adaptaciones regionales y la
antigüedad del fósil, entre otras, pueden impulsar
pequeños cambios individuales.

Si no es una especie por derecho propio, ¿qué era el


hombre dragón? Stringer señala una mezcla similar de
rasgos modernos y más antiguos en un fósil
llamado cráneo de Dali, que el nuevo estudio clasifica en
el mismo grupo que el cráneo de Harbin. Este cráneo,
descubierto en la provincia de Shaanxi, en el noroeste de
China, se considera una especie propia, Homo daliensis.
"Ya hay un poco de inflación de nombres de especies en
antropología", añade Bence Viola, paleoantropólogo de
la Universidad de Toronto que no formó parte del
equipo del estudio. Cree que es preferible agrupar el
cráneo con el H. daliensis o dejar a la especie sin
nombre, en lugar de acuñar un nuevo nombre
de especie.
Luego están los misteriosos denisovanos. Aunque no se
reconoce formalmente como especie propia, es probable
que este grupo habitara en Asia durante decenas de
miles de años y se ha sugerido que muchos fósiles
asiáticos son miembros de este grupo. Pero como los
científicos solo han encontrado pistas fósiles escasas de
su existencia, es necesario confirmarlo genéticamente, y
la preservación del ADN se vuelve cada vez más
improbable con los fósiles más antiguos.

En 2019, los científicos anunciaron el descubrimiento de


una mandíbula fracturada en la meseta del Tíbet que
probablemente perteneció a un denisovano, lo que
convertiría el hueso en el primer fósil de estos humanos
antiguos hallado fuera de la cueva que da nombre al
grupo.

El nuevo árbol filogenético propuesto sugiere que el


hombre dragón está más relacionado con la
denominada mandíbula de Xiahe.

"Es probable que pertenezcan a la misma especie", dice


Ni. Pero duda a la hora de llamar a la mandíbula (y, por
consiguiente, al hombre dragón) denisovana, ya que la
identidad de la mandíbula fracturada se obtuvo
mediante proteínas extraídas de la mandíbula y ADN
extraído de sedimentos, no del ADN de la mandíbula. El
cráneo de Harbin también carece de mandíbula para su
comparación física.

Viola, que formó parte del equipo que describió a los


denisovanos, no está de acuerdo y señala que la
identidad denisovana es la más lógica para la mandíbula
de Xiahe. En cambio, señala que aunque el hombre
dragón fuera denisovano, el nuevo análisis sitúa la rama
del árbol que incluye tanto el cráneo de Harbin como la
mandíbula de Xiahe separada de los neandertales.

Eso sería raro, ya que tal agrupación entra en conflicto


con la historia de los denisovanos expuesta en anteriores
estudios de su genética. Dichos análisis sugieren que el
antepasado común de los neandertales y los
denisovanos se separó de los predecesores del Homo
sapiens hace unos 600.000 años. Ese ancestro se
dividió en dos grupos: los neandertales se extendieron
por Europa y Oriente Medio y los denisovanos se
desplazaron a Asia.
Las relaciones entre estos grupos "están destinadas a ser
estrechas y difíciles de resolver", escribe por correo
electrónico la paleoantropóloga Katerina Harvati, que
no participó en la investigación. "Creo que es probable
que haya que investigar esto más minuciosamente una
vez haya más pruebas", dice Harvati, de la Universidad
Eberhard Karls de Tubinga, en Alemania.

Dragones congelados
Puede que haya más pruebas por llegar. El equipo que
participa en las nuevas investigaciones está explorando
la posibilidad de realizar análisis genéticos del hombre
dragón, cuenta Ni. Con todo, están procediendo con
cautela porque ese trabajo requiere destruir pequeñas
muestras del fósil.

Independientemente de si el hombre dragón es o no una


nueva especie, sus características bien conservadas nos
recuerdan que la naturaleza rara vez se ciñe a las líneas y
que la clasificación solo se volverá más compleja a
medida que surjan nuevos hallazgos.

"Lo que se considera una especie es realmente una


cuestión filosófica más que una verdad biológica", dice
Buck. Las definiciones de las especies pueden ser útiles,
dice, pero "en mi opinión, las preguntas más
interesantes son... ¿cómo se adaptaron? ¿Y cómo
existieron en el mundo?".

En este caso, el hombre dragón ofrece posibilidades


interesantes. Se ignora el lugar exacto donde el
trabajador lo sacó del barro, pero la región propuesta
está en el extremo norte, dice Michael Petraglia,
paleoantropólogo del Instituto Max Planck para la
Ciencia de la Historia Humana, que no participó en la
investigación. Incluso en las condiciones relativamente
templadas actuales, las temperaturas invernales en esta
zona pueden caer en picado; hace unos 146.000 años, es
improbable que fuera un lugar mucho más cálido.

El equipo especula que algunos de los rasgos del cráneo


reflejan adaptaciones a un clima mucho más frío. Según
Petraglia, es posible que el entorno haya aislado al
hombre dragón y a sus congéneres de otros homínidos,
lo que podría haber dado pie a algunas de las
características que se observan en el fósil actual.

Stringer afirma que la base de datos completa del equipo


y las imágenes detalladas del hombre dragón están ya a
disposición del público, para que otros investigadores
puedan explorar al homínido en profundidad. Muchos
están ansiosos por hacerlo.

Como dice Sarah Freidline, de la Universidad de Florida


Central, por correo electrónico: "La integridad del
cráneo de Harbin es el sueño de todo paleoantropólogo".

Tomado de: https://www.nationalgeographicla.com/ciencia/2021/06/el-craneo-del-hombre-dragon-


podria-ser-de-una-nueva-especie-lo-que-cambiaria-el-arbol-genealogico-humano

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