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Arteriola central autotransfusión con incremento de la capacidad transportadora de oxí-

Folículo primario geno. No obstante, el bazo normal del ser humano no almacena ni
(área de linfocitos B) Folículo secundario con secuestra eritrocitos y no se contrae por reacción a estímulos simpáti-
centro germinativo cos. El bazo normal del ser humano contiene cerca del 33% de las pla-
Área linfoide (área de linfocitos B) quetas corporales totales, así como un número importante de neutrófilos
de linfocitos T marginados. Estas células secuestradas están disponibles cuando son
Zona linfoide
necesarias para responder frente a una hemorragia o una infección.
marginal

Capilares arteriales ESTUDIO DEL


Seno pulpal PACIENTE Esplenomegalia
Seno pulpal
Cordón pulpal
PARTE 2

VALORACIÓN CLÍNICA Los síntomas más frecuentes en las enferme-


Cordón pulpal dades que afectan al bazo son el dolor y una sensación de pesadez en
el cuadrante superior izquierdo. La esplenomegalia masiva puede
producir una saciedad precoz. El dolor puede deberse a la tumefac-
Sistema venoso esplénico ción aguda del bazo con distensión de su cápsula, a infarto o a infla-
mación de la propia cápsula. Durante muchos años se pensó que el
infarto esplénico no presentaba síntomas clínicos, lo que en ocasiones
Arteriolas es verdad. Sin embargo, Soma Weiss, en su estudio clásico de 1942
Manifestaciones principales y cuadro clínico inicial de las enfermedades

sobre las autoobservaciones efectuadas por un estudiante de medicina


Poros de Harvard acerca de la evolución clínica de la endocarditis bacteria-
sinusoidales
na subaguda, demostró que la oclusión tromboembólica del flujo
sanguíneo esplénico se puede acompañar de dolor intenso en el cua-
drante superior izquierdo y dolor precordial de tipo pleurítico. La
oclusión vascular con dolor e infarto se observa con frecuencia en los
niños con crisis por anemia drepanocítica. La rotura del bazo, debida
a un traumatismo o a un proceso infiltrante que rompe la cápsula,
puede dar lugar a hemorragia intraperitoneal, choque y fallecimiento
Cordón del paciente. En sí misma, la rotura puede ser indolora.
pulpal El bazo palpable representa el signo físico principal de las enferme-
Sinusoides dades que afectan al bazo y sugiere crecimiento de este órgano. El bazo
normal pesa menos de 250 g, disminuye de tamaño con la edad, nor-
Senos pulpales
malmente está localizado por completo en la caja torácica, presenta un
Células
diámetro cefalocaudal máximo de 13 cm en la ecografía y una longitud
reticuloendoteliales
máxima de 12 cm, una anchura de 7 cm, o ambas, mediante gamma-
Al sistema
grafía, y en general no es palpable. No obstante, en un estudio efectua-
venoso do a este respecto, el bazo podía palparse en 3% de un grupo de 2 200
esplénico estudiantes universitarios varones sanos y asintomáticos. El segui-
miento al cabo de tres años reveló que 30% de estos estudiantes todavía
Figura 59-1 Esquema de la estructura del bazo. El bazo contiene innumerables presentaba un bazo palpable sin ningún aumento de la prevalencia de
unidades de pulpa roja y blanca, que rodean a ramas finas de la arteria esplénica, lla- la enfermedad. A los 10 años de seguimiento no se observó una mayor
madas arteriolas centrales. La pulpa blanca tiene naturaleza linfoide y contiene folículos incidencia de tumores malignos linfoides. Además, en algunos países
de linfocitos B, una zona marginal alrededor de los folículos, y zonas con abundantes tropicales (p. ej., Nueva Guinea) la incidencia de esplenomegalia pue-
linfocitos T alrededor de las arteriolas. Las zonas de pulpa roja incluyen senos y de llegar a 60%. Por tanto, la presencia de un bazo palpable no siempre
cordones pulpales. Los cordones son un “callejón sin salida”. Para ser devueltos a la indica la existencia de una enfermedad. Incluso en los casos en los que
circulación, los eritrocitos deben penetrar por orificios pequeñísimos en el recubri- existe la enfermedad, la esplenomegalia no siempre refleja el proceso
miento sinusoidal. Los eritrocitos viejos, lesionados o rígidos no pueden penetrar en los primario, sino más bien una reacción frente al mismo. Por ejemplo, en
senos mencionados. (La mitad inferior, se obtuvo con autorización de RS Hillman, KA los pacientes con enfermedad de Hodgkin, sólo las dos terceras partes
Ault: Hematology in Clinical Practice, 4th ed. New York, McGraw-Hill, 2005.) de los bazos palpables muestran infiltración por el tumor.
Para la exploración física del bazo se aplican sobre todo las técnicas
de palpación y percusión. La inspección puede revelar una ocupación
res (cuerpos de Howell-Jolly, fig. 57-6) o la hemoglobina desnaturalizada
del cuadrante superior izquierdo que desciende con la inspiración, un
(cuerpos de Heinz) se eliminan en el proceso de paso a través de las hen-
dato que se vincula con agrandamiento masivo del bazo. La ausculta-
diduras, un proceso que se denomina edema con fóvea. La eliminación de
ción puede revelar un zumbido de origen venoso o un roce.
las células muertas y lesionadas, así como el de las células con inclusiones,
La palpación se puede llevar a cabo con las dos manos, mediante
parece producirse sin retraso importante, debido a que la velocidad de
peloteo o bien por palpación desde arriba (maniobra de Middleton).
tránsito de la sangre en el bazo es sólo un poco menor que en otros órga-
En la palpación bimanual, que es por lo menos tan fiable como las
nos.
otras técnicas, el paciente permanece en decúbito supino con las ro-
El bazo también es capaz de facilitar la adaptación del hospedador a
dillas flexionadas. El médico que realiza la exploración coloca su
su ambiente hostil. Tiene por lo menos tres funciones de adaptación:
mano izquierda sobre la parte inferior de la caja torácica y empuja
1) eliminación de bacterias y partículas de la sangre, 2) generación de
hacia el reborde costal para que las puntas de los dedos de la mano
respuestas inmunitarias frente a ciertos patógenos invasores y 3) gene-
derecha perciban la punta del bazo cuando éste desciende mientras
ración de componentes celulares de la sangre en circunstancias en las
el paciente realiza una inspiración lenta, suave y profunda. La pal-
que la médula ósea es incapaz de atender las necesidades (es decir,
pación se inicia colocando la mano derecha en el cuadrante inferior
hematopoyesis extramedular). Esta última función adaptativa es una
izquierdo y moviéndola de manera gradual hacia el borde costal iz-
recapitulación de la función formadora de sangre que tiene el bazo
quierdo, lo que permite identificar el borde inferior de un bazo con
durante la gestación. En algunos animales el bazo también participa en
agrandamiento masivo. Cuando se palpa la punta del bazo, se regis-
la adaptación vascular frente al estrés, debido a que puede almacenar
tra la distancia en centímetros por debajo del borde costal izquierdo
eritrocitos (con frecuencia hemoconcentrados hasta hematócritos supe-
en algún punto arbitrario, es decir, 10 a 15 cm, desde el punto medio
riores al normal) en circunstancias normales y se contrae bajo la influen-
del ombligo o desde la unión esternoxifoidea. Esta maniobra permi-
468 cia de la estimulación adrenérgica β para proporcionar al animal una

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te comparar los datos de la exploración inicial con los obtenidos en 1. Hiperplasia o hipertrofia relacionada con una función esplénica
exploraciones posteriores con objeto de evaluar los cambios en el concreta como la hiperplasia reticuloendotelial (hipertrofia por
tamaño del bazo con el transcurso del tiempo. La palpación bima- sobrecarga de trabajo) en enfermedades como la esferocitosis
nual con el paciente en decúbito lateral derecho no añade nada a la hereditaria o los síndromes talasémicos, que necesitan la elimina-
exploración efectuada en decúbito supino. ción de un gran número de eritrocitos defectuosos; o como la
La percusión para comprobar la matidez esplénica se realiza hiperplasia inmunitaria por reacción a una infección sistémica
mediante alguna de las técnicas descritas por Nixon, Castell o (mononucleosis infecciosa, endocarditis bacteriana subaguda) o a
Barkun: enfermedades inmunitarias (trombocitopenia inmunitaria, lupus
1. Método de Nixon: el paciente se coloca sobre el lado derecho, de eritematoso sistémico, síndrome de Felty).
manera que el bazo queda por encima del colon y el estómago. La 2. Congestión pasiva por disminución del flujo sanguíneo proce-

CAPÍTULO 59
percusión se inicia en el nivel más bajo de resonancia pulmonar a dente del bazo en trastornos que ocasionan hipertensión porta
lo largo de la línea axilar posterior y se dirige en sentido diagonal (cirrosis, síndrome de Budd-Chiari, insuficiencia cardiaca con-
a lo largo de una línea perpendicular hacia la parte inferior y gestiva).
medioanterior del borde costal. El borde superior de la zona de 3. Enfermedades infiltrantes del bazo (linfomas, cáncer metastásico,
matidez está situado normalmente 6 a 8 cm por encima del borde amiloidosis, enfermedad de Gaucher, trastornos mieloproliferati-
costal. Una matidez superior a 8 cm en un adulto puede indicar vos con hematopoyesis extramedular).
esplenomegalia. Las posibilidades del diagnóstico diferencial son mucho menores
2. Método de Castell: con el paciente en decúbito supino, la percu- cuando el bazo presenta un “agrandamiento masivo”, es decir, pue-

Linfadenopatía y esplenomegalia
sión en el espacio intercostal inferior en la línea axilar anterior de palparse más de 8 cm por debajo del borde costal izquierdo o
(octavo o noveno) produce un ruido resonante cuando el bazo tiene un peso mayor o igual a 1 000 g (cuadro 59-3). La mayoría de
tiene un tamaño normal. Esto es así durante la espiración o la estos pacientes presenta linfoma no Hodgkin, leucemia linfocítica
inspiración completa. Una percusión mate en la inspiración com- crónica, tricoleucemia, leucemia mieloide crónica, mielofibrosis con
pleta sugiere esplenomegalia. metaplasia mieloide o policitemia verdadera.
3. Percusión del espacio semilunar de Traube: los bordes del espacio
de Traube son la sexta costilla en la parte superior, la línea ESTUDIOS DE LABORATORIO Las principales anomalías en los estu-
mesoaxilar izquierda en la parte lateral y el borde costal izquierdo dios de laboratorio que acompañan a la esplenomegalia están determi-
en la parte inferior. El paciente permanece en decúbito supino nadas por la enfermedad sistémica subyacente. El recuento eritrocítico
con el brazo izquierdo en abducción ligera. Durante la respira- puede resultar normal, estar disminuido (síndromes talasémicos
ción normal se efectúa la percusión de este espacio desde el borde mayores, lupus eritematoso sistémico, cirrosis con hipertensión porta)
medial al lateral y se obtiene un sonido con resonancia normal. La o bien estar aumentado (policitemia verdadera). El recuento de granu-
percusión mate sugiere esplenomegalia. locitos puede resultar normal, estar disminuido (síndrome de Felty,
esplenomegalia congestiva, leucemias) o estar aumentado (infecciones
Los estudios en los que se han comparado los métodos de percu-
o enfermedad inflamatoria, trastornos mieloproliferativos). De la mis-
sión y palpación con las mediciones estándar efectuadas mediante
ma forma, el recuento plaquetario puede resultar normal, estar dismi-
ecografía o gammagrafía han demostrado una sensibilidad de 56 a
nuido cuando existe un mayor secuestro o destrucción de plaquetas en
71% para la palpación y de 59 a 82% para la percusión. La capacidad
un bazo agrandado (esplenomegalia congestiva, enfermedad de
de reproducción de los resultados entre las distintas personas que
Gaucher, trombocitopenia inmunitaria), o estar aumentado como en
realizan estas maniobras es mejor para la palpación que para la percu-
los trastornos mieloproliferativos (p. ej., en la policitemia vera).
sión. Ambas técnicas son menos fiables en los pacientes obesos y en
La biometría hemática completa puede revelar citopenias de uno
las personas que acaban de comer. Por tanto, las técnicas de explora-
o más tipos de células sanguíneas, lo que sugiere hiperesplenismo.
ción física de palpación y percusión son, en el mejor de los casos,
Este trastorno se caracteriza por esplenomegalia, citopenia(s),
imprecisas. Se ha sugerido que el médico debe realizar en primer lugar
médula ósea normal o hiperplásica y respuesta a la esplenectomía.
la percusión y, en caso de que sea positiva, seguir con la palpación;
Esta última característica es menos precisa, debido a que la rever-
cuando el bazo se palpa, entonces se puede señalar razonablemente
sión de las citopenias, en particular la granulocitopenia, a veces no
que existe esplenomegalia. Sin embargo, no todas las tumoraciones
se mantiene después de la esplenectomía. Las citopenias se deben a
situadas en el cuadrante superior izquierdo corresponden a espleno-
una mayor destrucción de los elementos celulares secundaria a la
megalia; los tumores gástricos y de colon, así como los tumores o
reducción del flujo sanguíneo por los cordones tumefactos y con-
quistes pancreáticos o renales, pueden simular una esplenomegalia.
gestionados (esplenomegalia congestiva), o a mecanismos de tipo
De ser necesario, la presencia de esplenomegalia puede compro-
inmunitario. En el hiperesplenismo, los diferentes tipos celulares
barse con mayor precisión mediante gammagrafía hepatoesplénica,
suelen presentar una morfología normal en el frotis de sangre peri-
CT, MRI o ecografía. Esta última técnica es en la actualidad el proce-
férica, aunque los eritrocitos pueden ser esferocíticos debido a la
dimiento más apropiado para la valoración sistemática del tamaño
pérdida de área superficial durante su tránsito más prolongado por
esplénico (normal = diámetro cefalocaudal máximo de 13 cm), debi-
el bazo agrandado. El incremento de la producción medular de eri-
do a que muestra una alta sensibilidad y especificidad, y es segura, sin
trocitos debe reflejarse en forma de un mayor índice de producción
penetración corporal, rápida, fácil y menos costosa. La gammagrafía
de reticulocitos, aunque este valor puede ser menor del esperado
es exacta, sensible y fiable, pero tiene un costo económico alto, requie-
debido al aumento del secuestro de reticulocitos en el bazo.
re bastante tiempo para generar los datos y no permite la utilización
La necesidad de otras pruebas de laboratorio viene determinada
de equipos móviles. No obstante, presenta la ventaja de demostrar la
por el diagnóstico diferencial de la enfermedad subyacente, de la
presencia de tejido esplénico accesorio. La CT y la MRI proporcionan
que la esplenomegalia es sólo una manifestación.
una evaluación exacta del tamaño del bazo, pero el equipo necesario
no es móvil y el procedimiento es caro. La MRI no parece tener ven-
tajas sobre la CT. Las modificaciones de la estructura esplénica como ■ ESPLENECTOMÍA
las tumoraciones, los infartos, los infiltrados no homogéneos y los
quistes se pueden valorar más fácilmente con CT, MRI o ecografía. La esplenectomía se realiza en casos excepcionales con un objetivo diag-
Ninguna de estas técnicas presenta una fiabilidad alta para la detec- nóstico, ante todo en ausencia de enfermedad clínica o de otras pruebas
ción de los infiltrados irregulares (p. ej., la enfermedad de Hodgkin). diagnósticas que sugieran una enfermedad subyacente. Con mayor fre-
cuencia se realiza para la estadificación del trastorno en pacientes
DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL Muchas de las enfermedades que se con enfermedad de Hodgkin, para el control sintomático en sujetos con
acompañan de esplenomegalia se enumeran en el cuadro 59-2. Se esplenomegalia masiva, para el control de la enfermedad en pacientes
agrupan por el supuesto mecanismo básico causal del agrandamien- con rotura esplénica traumática, o para la corrección de las citopenias
to del órgano: en los enfermos con hiperesplenismo o destrucción inmunitaria de uno 469

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